ASIGNATURA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (PRIMER PARCIAL) CASOS PRÁCTICOS DE EXÁMENES (Licenciatura 2013-2014) CASO PRÁCTICO 1.- J. Cuesta, de nacionalidad portuguesa, obtiene una sentencia a su favor dictada por un juez francés en el que se condena a una empresa norteamericana a pagarle la cantidad de 150000 € y desea ejecutarla en España, donde la empresa deudora tiene una filial. Se pregunta: 1.- ¿Son competentes los tribunales españoles para conocer del asunto? ¿Qué texto legal sería aplicable? Motive su respuesta. 2.- ¿Qué requisitos habrá de cumplir la sentencia para ser reconocida conforme al texto que usted cree aplicable? El texto aplicable es el Reglamento (UE) nº 1215/2012, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 2012, sobre competencia judicial y reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, vigente en su totalidad desde el 10 de enero de 2015 según su artículo 81. Su artículo 80 deroga al Reglamento (CE) nº 44/2001 vigente hasta la mencionada entrada en vigor. Su Capítulo III “Reconocimiento y ejecución” regula el procedimiento del mismo nombre requiriendo para ello que la sentencia haya sido dictada por un Tribunal de un Estado miembro (art. 36 – Reconocimiento, y art. 39 – Ejecución). Al ser la sentencia dictada por un Tribunal francés, SÍ son competentes los Tribunales españoles para el reconocimiento y ejecución de la mencionada sentencia. El art. 37 (para el reconocimiento) y el art. 42 (para la ejecución) dispone en similares términos que el solicitante deberá aportar a las autoridades competentes para el reconocimiento y ejecución: a) una copia de la resolución que reúna los requisitos necesarios para ser considerada auténtica; y b) el certificado expedido conforme al art. 53 que acredite que la resolución tiene fuerza ejecutiva y que contenga un extracto de la resolución, así como, en su caso, información pertinente sobre las costas impuestas en el procedimiento y el cálculo de intereses. CASO PRÁCTICO 2.- “Ante la falta de prueba del Derecho extranjero aplicable, como proclama la sentencia recurrida, la conclusión no puede ser la en ella decretada consistente en desestimar la demanda como consecuencia de imponer a la trabajadora demandante la obligación de probar un derecho extranjero que no había alegado y cuyo contenido discutía precisamente en el recurso de suplicación por dicha parte interpuesto y en tal concreto extremo estimado, sino que la solución de este problema…debe ser la de aplicar el derecho interno español para resolver el litigio (STS (Sala de lo social) de 22.5.2001). 1.- Régimen de alegación y prueba del derecho extranjero: ¿Qué normas del OJ español regulan esta cuestión? 2.- Alegación y carga de la prueba en el proceso ¿A quién corresponde alegar y probar el derecho extranjero: al demandante, al demandado y/o al juez? Normalmente, las pruebas deben ser propuestas y practicadas por las partes, y solo excepcionalmente por el órgano jurisdiccional mediante las diligencias para mejor proveer del art. 340 LEC (Art. 282 Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil). La práctica de la prueba en el proceso civil internacional ordinario se rige por las mismos preceptos del proceso civil interno (art. 3 LEC): por la LEX FORI, bajo el principio de no discriminación por razón de la nacionalidad (salvo algunas excepciones). Estas excepciones o particularidades son la siguientes: a) las pruebas preconstituidas (documentales) en el extranjero cuando cumplan los requisitos del art. 323 LEC; b) Aquéllos supuestos en los que la estricta aplicación de la LEX FORI impida el cumplimiento debido de las previsiones contenidas en la ley aplicable al fondo (lex causae). En cuando al objeto y carga de la prueba, hay que tener en cuenta 2 aspectos. 1º) Deberán regirse por la ley aplicable al fondo (lex causae) incluidas las presunciones “iuris tantum” e “iuris et de iure”; 2º) Podría recabarse la aplicación excepcional de la “LEX FORI” y no de la “LEX CAUSAE”. Según el art. 281.2 LEC, el derecho extranjero NO es derecho, sino un hecho que ha de probarse, rompiendo así el principio “iura novit curia” (el juez conoce el derecho). Igualmente, también establece que: “El Derecho extranjero debe ser probado en lo que respecta a su contenido y su vigencia, pudiendo valerse el Tribunal de cuantos medios de averiguación estime necesarios para su aplicación”. El régimen de alegación y prueba del Dcho. Extranjero depende del valor o la naturaleza que se le atribuya al Dcho. Extranjero. El art. 12.6 CC establece que: “Los Tribunales y autoridades aplicarán de oficio las normas de conflicto del Dcho. español”. El art. 282 LEC preceptúa que: “Las pruebas se practicarán a instancia de parte. Sin embargo, el Tribunal podrá acordar que se practiquen determinadas pruebas o se aporten documentos, dictámenes u otros medios e instrumentos probatorios cuando así lo establezca la ley”. Se establece un sistema de cooperación entre el Juez y las partes, con tendencia a una mayor iniciativa por parte del Juez. Resulta razonable que la parte que tenga un interés en la aplicación del Dcho. extranjero deba invocarlo ante el juez. Pero si no se invoca, el sistema de Dcho. Internacional privado se convierte, de facto, en facultativo para las partes. El art. 429.1 LEC permite al Juez que indique durante la práctica de la prueba la ausencia de elementos para formar su convicción, en los supuestos en que la práctica de la prueba del Dcho. extranjero le resulta insuficiente. Esta interpretación conlleva el problema de dejar a las partes la decisión de invocar y probar el Dcho. extranjero, con el inconveniente de que bastaría con no alegarlo cuando su solución no convenga a sus intereses. Casos resueltos por Pedro Jesús Durán Sánchez, del Centro Asociado de Sevilla