Biografía de Pedro Moleón Gavilanes

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El Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales.
De Francisco Jareño a Antonio Ruiz de Salces (1860-1895)
por Pedro Moleón Gavilanes
Se encuentran ya antecedentes del edificio en el proyecto de Aníbal Álvarez Bouquel,
ganador en 1831 del primer premio, de la Primera Clase, de los premios anuales de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando que ese año tuvieron un edificio de biblioteca como
asunto. En 1858, este mismo arquitecto presentó un nuevo proyecto del mismo tema en la
exposición de Bellas Artes y sus planos, todavía sin localizar, fueron inspiradores de la solicitud de
un edificio de nueva planta para la Biblioteca Nacional que su director, Agustín Durán, dirigió en
1859 al Ministerio de Fomento.
El edificio de la sede actual de la Biblioteca Nacional de España fue iniciado de acuerdo con los
planos del arquitecto Francisco Jareño de Alarcón, que entre 1860 y 1881 realizó sucesivos
proyectos y dirigió las obras hasta que fue cesado por el ministro de Fomento.
Tras una fase de indeterminación y escasos avances constructivos por parte del arquitecto José
María Ortiz, los planos de Jareño fueron sustituidos por los de Antonio Ruiz de Salces, responsable
final del proyecto de terminación que firma en 1885 y del resultado construido bajo su dirección.
El Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales fue abierto al público en 1892 con motivo de los actos
del IV Centenario del Descubrimiento y en 1896 de forma definitiva y acorde con el destino para el
que había sido concebido.
La investigación realizada sobre el proceso de proyecto y la construcción del edificio ofrece la
historia de las sucesivas propuestas de los dos arquitectos responsables del edificio, Jareño y
Salces, y aporta importantes planos, en su mayor parte inéditos, que explican la evolución y el
perfeccionamiento de las ideas del primero hasta el año de su cese.
Lo que Jareño dejó construido fue condición de partida para el proyecto de terminación de las
obras por Salces. Conociendo ahora los planos de uno y otro se puede llegar a saber con precisión
qué es lo que el segundo cambia y qué lo que mantiene de lo realizado por el primero, es decir,
cuál fue el valor y el alcance de las aportaciones de cada uno y cuál el juicio que nosotros
podemos formar sobre el resultado construido y el que quedó sobre el papel.
Pedro Moléon Gavilanes es arquitecto y doctor arquitecto por la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura de Madrid y profesor titular en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPM.
Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y ex-director de
Patrimonio Arquitectónico del Patrimonio Nacional (2002-2006), responsable de la conservación de
edificios como el Monasterio de El Escorial, los Palacios Reales de Madrid, Aranjuez y La Granja de
San Ildefonso, los monasterios madrileños de La Encarnación, las Descalzas Reales, Santa Isabel y
Las Huelgas de Burgos, entre otros. Fue premio extraordinario de doctorado por la tesis El proceso
del proyecto en Juan de Villanueva. Su actividad investigadora está dedicada al estudio de la
tradición clásica y la vigencia de la teoría y la práctica de los principios del clasicismo en las
arquitecturas moderna y contemporánea, con especial atención a los procesos de proyecto y las
biografías de edificios y arquitectos. Ha escrito numerosos artículos en libros con otros autores y en
revistas especializadas. Tiene en preparación un estudio histórico dedicado a uno de los más
interesante arquitectos activos en Madrid durante el primer tercio del siglo XIX: Un grande Liberal.
Vida y obra del arquitecto Tiburcio Pérez Cuervo (1786-1841) y de otros de su faz.