introducción al derecho procesal constitucional

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IVÁN ESCOBAR FORNOS
NICARAGUA
Doctor en Derecho, Universidad Nacional Autónoma de
Nicaragua. León, Nicaragua (1963). Doctorado Honoris Causa,
Universidad Nacional Hispanoamericana. Nicaragua (2001).
Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua (20012006). Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia de
Nicaragua (2001-2002). Decano de la Facultad de Derecho de la
Universidad Hispanoamericana. Profesor Titular en la Universidad
Católica y en la Universidad Centroamericana (UCA). Presidente
de la Sección Nicaragua del Instituto Iberoamericano de Derecho
Constitucional, México. Miembro del Instituto Nicaragüense de
Estudios Humanísticos-INEH. Miembro del Consejo Asesor del
Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional, Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, España. Autor de ms
de una treintena de publicaciones entre las que destacan: El Amparo
(1990). Líneas Fundamentales de la Nueva Ley de Amparo (1992).
Defensa de los Derechos Humanos (2001). Manual de Derecho
Constitucional (1998). Derecho Procesal Constitucional (1999). El
Constitucionalismo Nicaragüense, Tomos I y II (2000). Bolívar y el
Derecho Constitucional (2000). Los Derechos Humanos y el Control del
Poder Privado 2001). La Interpretación e integración Constitucional
(2001). Los Derechos Humanos y su Defensa (2004). Asimismo ha
realizado diversos estudios publicados en revistas especializadas y
ha recibido cerca de una veintena de reconocimientos y
condecoraciones.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL
IVÁN ESCOBAR FORNOS
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL
EDITORIAL
PORRÚA
AV. REPÚBLICA
ARGENTINA, 15
INSTITUTO
MEXICANO
DE DERECHO
PROCESAL
CONSTITUCIONAL
MÉXICO, 2005
Primera edición, 2005
Copyright © 2005 por IVÁN ESCOBAR FORNOS
Colonia Reichel, Semáforos del 7 sur 1 c. al sur,
1 c. abajo, 1 c. al sur No. 8
Apartado Postal 2563, Managua, Nicaragua
Esta edición y sus características son propiedad de la
EDITORIAL PORRÚA, S. A. DE C. V.—8
Av. República de Argentina, 15, 06020, México, D. F.
Queda hecho el depósito que marca la ley
Derechos Reservados
ISBN 970-07-5748-X
IMPRESO EN MÉXICO
PRINTED IN MEXICO
ÍNDICE
PRESENTACIÓN…………………………………………………………… XVII
CAPÍTULO I
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
1. Derecho Constitucional y Derecho Procesal Constitucional
2. Breve historia del Derecho Procesal Constitucional……………
3. Contenido del Derecho Procesal Constitucional:……………….
A. Sentido amplio de la jurisdicción……………………….........
B. Jurisdicción constitucional determinada por la materia
C. Jurisdicción constitucional determinada por el órgano
D. Atribuciones de los órganos de la Justicia Constitucional……………………………………………………………….
4. Derecho Procesal Constitucional adjetivo y orgánico………….
5. Garantías fundamentales y garantías de la Constitución…….
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CAPÍTULO II
EL PROCESO CONSTITUCIONAL
1. Concepto de proceso constitucional……………………………...
2. La Constitución como determinante del proceso constitucional……………………………………………………………………
3. El órgano de control como determinante del proceso constitucional………………………………………………………………
4. Los presupuestos procesales:………………………………...........
A. Clasificación de los presupuestos……………………………
B. Presupuestos procesales de forma……………………………
C. Presupuestos procesales de fondo……………………………
5. La sentencia constitucional…………………………………..........
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CAPÍTULO III
TIPOS DE PROCESOS CONSTITUCIONALES
1. La jurisdicción constitucional de la libertad…………………….
2. La jurisdicción constitucional orgánica…………………………
3. La jurisdicción constitucional internacional y comunitaria….
IX
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X
IVÁN ESCOBAR FORNOS
CAPÍTULO IV
PRESUPUESTOS DE EXISTENCIA DEL DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL
1. Breve introducción………………………………………………….
2. Constitución rígida………………………………………………....
3. Órgano de control independiente…………………………………
4. Potestades decisorias………………………………………………
5. Legitimación de los interesados para enjuiciar el acto inconstitucional……………………………………………………………...
6. Control constitucional sobre toda la actividad estatal……….....
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CAPÍTULO V
PRINCIPIOS DEL DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
1. Ideas generales………………………………………………………
2. Principio de impulso oficial……………………………………….
3. Principio de informalidad…………………………………………
4. Principio de gratuidad……………………………………………..
5. Principio de celeridad……………………………………………...
6. Principio de buena fe……………………………………………….
7. Principio de inmediación………………………………………….
8. Principio de legalidad constitucional:…………………………....
A. Gravedad máxima por violación de la Constitución………
B. No es convalidable la violación de la Constitución………...
C. Es imprescriptible el derecho para reclamar tal violación...
9. Principio de economía procesal…………………………………..
10. Principio de igualdad procesal………………………………….
11. Principio de publicidad procesal………………………………..
12. Principio de aplicación de la disposición más favorable al
recurrente…………………………………………………………...
13. Principio de presunción de inocencia……………………...........
14. Principio in dubio pro reo………………………………………….
15. Principio de preferencia…………………………………………..
16. Principio de plenitud o expansibilidad de los derechos
humanos……………………………………………………………
17. Principio de irreversibilidad……………………………………..
18. La Ley de Amparo y los principios………………………………
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INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
XI
CAPÍTULO VI
CLASIFICACIÓN DE LAS SENTENCIAS
CONSTITUCIONALES
1. Introducción…………………………………………………………
2. Sentencias declarativas, constitutivas e inaplicativas…………..
3. Efectos de las sentencias que declaran la inconstitucionalidad..
4. Sentencias aditivas………………………………………………….
5. Sentencias aditivas prestacionales………………………………..
6. Sentencias estimatorias exhortativas……………………………..
7. Sentencias declarativas de la inconstitucionalidad de
carácter parcial……………………………………………………….
8. Sentencias que declaran la inconstitucionalidad en forma total.
9. Sentencias estimativas interpretativas:……………………………
A. Interpretación errónea o aplicación indebida………………...
B. Inconstitucionalidad por sus efectos…………………………..
10. Sentencias normativas:…………………………………………….
A. Sentencias estimatorias aditivas………………………………
B. Sentencias estimatorias sustitutivas…………………………..
11. Sentencias estimatorias desaplicativas………………………….
12. Sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad:………….
A. Su naturaleza jurídica…………………………………………..
B. Tipos de sentencias desestimatorias de inconstitucionalidad………………………………………………………………….
13. Doctrina italiana sobre la manipulación legislativa……………
14. La cosa juzgada en la jurisdicción constitucional:……………...
A. Los efectos de la cosa juzgada………………………………….
B. Necesidad de la cosa juzgada………………………………….
C. Límites y funciones de la cosa juzgada……………………….
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CAPÍTULO VII
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL Y LA DEMOCRACIA
1. La importancia de la justicia constitucional………………………
2. Impugnación de la justicia constitucional………………………...
3. Legitimidad y necesidad de la justicia constitucional…………...
4. Creatividad de la justicia constitucional…………………………..
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XII
IVÁN ESCOBAR FORNOS
CAPÍTULO VIII
TIPOS DE CONTROL CONSTITUCIONAL
1. El Estado Constitucional……………………………………………
2. Control político y control jurisdiccional………………………......
3. Pluralidad de sujetos de la interpretación constitucional………
4. Control por el Poder Legislativo……………………………………
5. Control por el Poder Ejecutivo……………………………………..
6. Control por el electorado……………………………………………
7. Concurrencia de controles……………………………………….....
8. Los dos grandes sistemas de control constitucional:…………...
A. Bases fundamentales del sistema difuso……………………
B. Inconvenientes del sistema difuso……………………………
C. Creación y bases del sistema austriaco………………………
D. Naturaleza del tribunal constitucional………………………
E. Nombramiento de la magistratura constitucional………….
F. Diferencias fundamentales entre ambos sistemas…………..
G. Acercamiento de ambos sistemas…………………………….
9. Algunas clasificaciones:…………………………………………….
A. Clasificación de algunos autores……………………………..
B. Control preventivo de la constitucionalidad………………....
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CAPÍTULO IX
NUESTRA CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE CONTROL
CONSTITUCIONAL
1. Explicaciones previas………………………………………………..
2. Atendiendo a su extensión:…………………………………………
A. Alcance general………………………………………………….
B. Alcance particular……………………………………………….
C. Alcance mixto……………………………………………………
3. Atendiendo a la naturaleza del órgano:…………………………..
A. Sistema de control político……………………………………..
B. Sistema de control judicial……………………………………...
4. Atendiendo a las reformas de proponerlo:………………………..
A. Sistema difuso…………………………………………………...
B. Sistema directo ante tribunal especial constitucional……….
5. Sistema directo ante la Corte Suprema……………………………
6. Sistemas declarativo y constitutivo:……………………………….
A. Sistema declarativo……………………………………………..
B. Sistema constitutivo…………………………………………….
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INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
XIII
CAPÍTULO X
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
1. Objeto del recurso……………………………………………………
2. Normativa sujeta al recurso:……………………………………….
A. La ley……………………………………………………………..
B. El decreto…………………………………………………………
C. El decreto-ley…………………………………………………….
D. El reglamento……………………………………………………
E. Los actos normativos……………………………………………
F. Los tratados internacionales……………………………………
3. Vicios denunciables…………………………………………………
4. Inconstitucionalidad de algunas leyes, decretos y de la Ley de
Amparo vigente………………………………………………………
5. Competencia………………………………………………………….
6. Capacidad procesal………………………………………………….
7. Legitimación activa………………………………………………….
8. Legitimación pasiva…………………………………………………
9. Procedimiento:……………………………………………………….
A. Interposición del recurso……………………………………….
B. Admisibilidad……………………………………………………
C. Otros trámites…………………………………………………….
10. La sentencia y sus efectos…………………………………………
11. Inconstitucionalidad en casos concretos…………………………
12. Otras formas de terminar el recurso de inconstitucionalidad…
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CAPÍTULO XI
EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
1. Concepto e importancia……………………………………………..
2. Origen francés del bloque de constitucionalidad………………...
3. El bloque de constitucionalidad en España………………………
4. El bloque de constitucionalidad en Costa Rica…………………..
5. El bloque de constitucionalidad en Panamá……………………..
6. El bloque de constitucionalidad en Colombia……………………
7. Nuestro bloque de constitucionalidad:……………………………
A. La Constitución de 1987 y sus reformas………………………
B. Las leyes constitucionales………………………………………
C. Los convenios y demás documentos internacionales sobre
derechos humanos………………………………………………….
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XIV
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D. El Estatuto y el Reglamento de la Asamblea Nacional…………
E. La Ley de Municipios……………………………………………….
F. La Ley de Autonomía de la Costa Atlántica……………………...
G. La Constitución derogada………………………………………….
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CAPÍTULO XII
INCONSTITUCIONALIDAD POR OMISIÓN
1. El silencio en el Derecho Constitucional…………………………..
2. Concepto de inconstitucionalidad por omisión………………….
3. Sistemas de control de la omisión:…………………………………
A. El sistema judicial……………………………………………….
B. El sistema administrativo……………………………………….
C. El sistema legislativo…………………………………………….
4. Importancia de la institución……………………………………….
5. Requisitos de procedencia:…………………………………………..
A. Primer requisito…………………………………………………..
B. Segundo requisito…………………………………………………
C. Tercer requisito……………………………………………………
6. Omisión total y omisión parcial…………………………………….
7. Omisiones que afectan los derechos humanos y las que no los
Afectan…………………………………………………………………
8. Omisión formal y omisión material………………………………..
9. Los derechos sociales y la omisión…………………………………
10. Procedimiento para conocer la omisión y órgano competente…
11. Sistemas que contemplan expresamente la institución…………
12. Sistemas que no contemplan la institución……………………….
13. Clasificación de los sistemas por los efectos de la sentencia……
14. Responsabilidad por actos legislativos y por la omisión……….
15. Derecho Comparado:………………………………………………..
A. Introducción……………………………………………………….
B. Portugal…………………………………………………………….
C. Argentina…………………………………………………………..
D. Venezuela………………………………………………………….
E. Brasil………………………………………………………………..
F. Costa Rica…………………………………………………………..
G. México………………………………………………………………
H. Colombia…………………………………………………………..
I. Ecuador y Paraguay………………………………………………..
J. España……………………………………………………………….
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INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
K. Alemania……………………………………………………........
L. Austria……………………………………………………………
M. Italia………………………………………………………………
16. Nuestro sistema:……………………………………………………
A. Introducción…………………………………………………….
B. La casación en el fondo…………………………………………
C. Recursos de inconstitucionalidad de la ley y de amparo…..
17. Futuro de la institución……………………………………………
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CAPÍTULO XIII
RECURSO DE AMPARO
1. Regulación constitucional y legal del amparo vigente…………..
2. Objeto o materia del amparo………………………………………..
3. Derechos tutelados…………………………………………………...
4. La pretensión del amparo…………………………………………...
5. Las partes:……………………………………………………………..
A. Capacidad para ser parte……………………………………….
B. Capacidad procesal………………………………………………
C. Legitimación ad causam activa y pasiva……………………......
6. Los terceros interesados……………………………………………...
7. Plazo para su interposición…………………………………………
8. Competencia…………………………………………………………..
9. Tramitación:…………………………………………………………...
A. El amparo es un recurso extraordinario……………………….
B. El amparo no es bi-instancial…………………………………….
C. Escrito de interposición………………………………………….
D. Examen del escrito de interposición……………………………
E. Suspensión del acto reclamado…………………………………
F. Apertura a prueba………………………………………………...
G. El Estado de Sitio y el amparo…………………………………..
10. Terminación del amparo:…………………………………………..
A. Sentencia definitiva………………………………………………
B. Improcedencia…………………………………………………….
C. Desistimiento……………………………………………………..
D. Por deserción……………………………………………………...
11. Aplicación supletoria del Código de Procedimiento Civil……..
12. Cumplimiento de la sentencia……………………………………..
13. El amparo como medio de invocar otros derechos y garantías..
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XVI
IVÁN ESCOBAR FORNOS
CAPÍTULO XIV
RECURSO DE EXHIBICIÓN PERSONAL
1. Naturaleza jurídica de la exhibición personal……………………
2. Materia del recurso de exhibición personal……………………….
3. Legitimación activa………………………………………………….
4. Legitimación pasiva…………………………………………………
5. Competencia………………………………………………………….
6. Procedimiento………………………………………………………...
7. Actuaciones del Juez Ejecutor en el Recurso de Exhibición por
Detención Ilegal………………………………………………………
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CAPÍTULO XV
HABEAS DATA
1. Ideas generales………………………………………………………..
2. Breve historia………………………………………………………….
3. Concepto……………………………………………………………….
4. Fundamento…………………………………………………………...
5. Derecho de la tercera generación……………………………………
6. Su aplicación…………………………………………………………..
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PRESENTACIÓN
La expansión que ha experimentado el derecho procesal
constitucional en los últimos años resulta innegable. En la hora
presente los estudios especializados sobre la materia se
incrementan en cantidad y calidad, especialmente en la comunidad
latinoamericana.
Esta evolución que se vislumbra con vigor en los países de
nuestra región, se debe, por una parte, a la proliferación de
reformas legales de los distintos instrumentos procesales que
otorgan efectividad a la normativa constitucional y a la dimensión
que están alcanzando los diversos tipos de magistratura
constitucional, sean como tribunales constitucionales autónomos,
salas constitucionales o a través de las nuevas atribuciones
conferidas a las cortes supremas, motivando una interpretación
dinámica de las cartas fundamentales; y por otra, a la dedicación y
esfuerzo realizado por procesalistas y constitucionalistas en
establecer los cimientos científicos de la disciplina para su
consolidación como reciente parcela del saber jurídico.
Muestra de lo último es la creación desde la década de los
ochenta del Centro Iberoamericano de Derecho Procesal Constitucional
en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Pontificia
Universidad Católica del Rosario, Argentina, refundado en agosto
de 2003 en el Instituto Iberoamericano, con la misma denominación
y sede, habiendo celebrado el Segundo Encuentro enjulio de 2004
en San José de Costa Rica.
Nuestro país no podía mantenerse al margen de este
movimiento. A casi una década de la reforma constitucional de 31
de diciembre de 1994 que creara un sistema integral de mecanismos
de defensa de la normativa suprema, se advierte la preocupación y
necesidad de profundizar en el estudio sistemático de los distintos
procesos constitucionales, que iniciara Héctor Fix-Zamudio hace
más de cuarenta años.
XVII
XVIII
IVÁN ESCOBAR FORNOS
En este contexto, la Biblioteca Porrúa de Derecho Procesal
Constitucional pretende inducir a la comunidad jurídica mexiana de
la mejor doctrina sobre la materia, ahora que de manera progresiva
la disciplina adquiere carta de naturalización en los programas de
las principales escuelas, facultades y departamentos de derecho, a
nivel licenciatura y de posgrado.
EDUARDO FERRER MAC-GREGOR
Director de la Biblioteca Porrúa de
Derecho Procesal Constitucional
INTRODUCCIÓN AL DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL
CAPÍTULO I
DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
1. DERECHO CONSTITUCIONAL PROCESAL Y DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
La Constitución contiene derechos, libertades, normas de
organización, de garantías y de procedimiento para asegurar un
juicio justo y rápido, seguro, imparcial y legal. Éste es el núcleo del
Derecho Constitucional Procesal. Es la consagración de las normas
y principios básicos del Derecho Procesal en la Constitución, las
que adquieren la superioridad de ésta. Se ocupa, pues, de las
instituciones procesales establecidas en la Constitución que velan
por la seguridad jurídica y el debido proceso.
Por ejemplo, se consagran entre otros, los principios, derechos y
garantías siguientes: justicia gratuita; nullum crimen sine praevia
lege; nulla poena sine praevia lege; nulla poena sine iudicio; non bis in
idem; irretroactividad de la ley, salvo en materia penal a favor del
reo; el juez natural; el arresto debe ser ordenado por autoridad
competente; proceso público; inviolabilidad del domicilio, de la
correspondencia y de los documentos privados; derecho a ser
juzgado por un tribunal de jurados; la no prisión por deuda; límite
de las penas a treinta años, impuestas aisladamente o en conjunto;
la no trascendencia de la pena; derecho a ser informado de la
detención, acusación o demanda; el juicio de revisión en materia
penal; la unidad de la jurisdicción; el acceso a la jurisdicción; el
conocimiento personal de la demanda o acusación; oportunidad de
las partes para ejercer sus peticiones, derechos y defensas; el
juzgamiento por el juez natural; el derecho de explicarse en su
propia lengua; el derecho a un proceso rápido, público y eficaz; la
asistencia letrada al enjuiciado; el derecho del acusado a no
1
2
IVÁN ESCOBAR FORNOS
declarar contra sí mismo, su cónyuge, compañero en unión de
hecho y pariente dentro del cuarto grado de consaguinidad o
segundo de afinidad, ni a confesarse culpable; la presunción de
inocencia; la doble instancia; el juez imparcial; y la igualdad
procesal.
El estudio especializado del Derecho Procesal Cons-titucional, si
bien no con este nombre, lo inició Kelsen con su libro “La Garantía
Jurisdiccional de la Constitución”, publicado en 1928. Continúan
Couture,1 Calamandrei,2 Alcalá Zamora y Castilla,3 Cappelletti,4
Fix–Zamudio,5 González Pérez,6 Néstor Sagües,7 Ignacio Burgoa,8
García Belaunde,9 Hernández Valle,10 Fernández Segado,11 Diego
Valadés,12 Jorge Carpizo13 y otros, a los que se han unido jóvenes
como Eduardo Ferrer MacGregor,14 Miguel Carbonell,15 José Julio
Fernández Rodríguez16 y otros.
1 “Casos de Derecho Procesal Constitucional”. Estudios de Derecho Procesal Civil. Editorial
Ediar. Buenos Aires. T.I, parte 3ra. pág. 194 y sigts.
2 Estudios sobre el Proceso Civil. Trad. por Sentis Melendo. Ejea. Buenos Aires. 1962 T. III,
pág. 67 y sigts.
3 Proceso, Autocomposición y Autodefensa. 2da. Ed. México, 1970, pág. 215.
4 El Control Judicial de la Constitucionalidad de las Leyes. UNAM.1966.
5 Protección Procesal de los Derechos Humanos. Ponencia al V Congreso de Derecho Procesal.
México. 1972. Justicia y Derechos Humanos. Comisión de Derechos Humanos. México. 2001.
Ensayo sobre el Derecho de Amparo. Editorial Porrúa y UNAM. México. 1999. Introducción al
Derecho Procesal Constitucional. Funelap. México, D. F. 2002.
6Derecho Procesal Constitucional. Madrid. Civitas, 1980
7 Derecho Procesal Constitucional. Buenos Aires, Edit, Astrea IV T. 1989.
8 El Juicio de Amparo. Editorial Porrúa, México. 1957.
9 Derecho Procesal Constitucional. Editorial Temis, Colombia, 2001.
10 Derecho Procesal Constitucional. Editorial Juricentro. San José, Costa Rica, 2001.
11El Sistema Constitucional Español. Dykinson, Madrid, España 1992. La Jurisdicción
Constitucional en Iberoamerica. Coordinador junto con García Belaunde Dykison, Madrid,
España. 1997.
12 El Control del Poder. Editorial Porrúa, México D F. 2000.
13 Nuevos Estudios Constitucionales. Editorial Porrúa. México, D F. 2000.
14 Los Tribunales Constitucionales en Iberoamérica. Colección Funda. México 2002. Derecho
Procesal Constitucional. Coordinado. Editorial Porrúa. IV. Tomos. México 2003. La Acción
Constitucional de Amparo en México y España. Editorial Porrúa. México, 2002.
15 La Constitución, Reforma Constitucional y Fuentes del Derecho en México. Editorial Porrúa.
México. 2000.
16
La Justicia Constitucional Europea ante el siglo XX. Tecnos. Madrid, España. 2002.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
3
Debemos reconocer que todavía persiste el debate sobre la
ubicación del Derecho Procesal Constitucional; unos lo sitúan en el
Derecho Constitucional, otros sostienen que es de carácter procesal,
algunos que es una disciplina mixta. Por otra parte, se critica la
distinción entre Derecho Constitucional Procesal y Derecho
Procesal Constitucional porque no sirve más que para oscurecer y
dividir la misma disciplina bajo dos nombres.
También se critica la escasa participación actual de los
procesalistas en las investigaciones de esta disciplina, en manos
todavía de los constitucionalistas. Algo parecido se dio en un
comienzo con el Derecho Procesal Penal, cultivado al inicio
principalmente por los penalistas. El procesalista constitucional
debe conocer no sólo su materia, sino también Derecho
Constitucional con profundidad y tener visión clara de las bases
fundamentales y constitucionales de otras ramas del Derecho
(penal, civil, etc.), pues la Constitución contemporánea permea todo
el Derecho, sentando algunas reglas básicas sobre el mismo.
Hace poco se formó el Instituto Iberoamericano de Derecho
Procesal Constitucional, que reclama para los procesalistas
especializados el estudio del Derecho Procesal Constitucional. Este
movimiento lo encabeza dicho Instituto, el cual es dirigido por
ilustres procesalistas: Cappellettti, Fix-Zamudio, Sagües, García
Belaunde y otros. Gran pionero de este movimiento es FixZamudio desde hace mucho tiempo. El Instituto publica una
excelente revista. Han salido a la luz dos números, y se titula
Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional. No
dudamos que tendrá éxito.
El Derecho Procesal Constitucional es el conjunto de normas y
principios que tiene por objeto el estudio del proceso
constitucional, sus tipos, naturaleza, principios, presupuestos
procesales, el objeto del litigio, sus actos procesales, forma de
iniciarse, tramitación, prueba, sentencia y recursos, en su caso. Sus
normas aparecen en la Constitución, leyes constitucionales, normas
ordinarias y últimamente en Códigos Procesales, como el de
Tucumán (Argentina). En el Perú existe un Anteproyecto de
Código Procesal Constitucional. Nuestra Ley de Amparo hace las
4
IVÁN ESCOBAR FORNOS
veces de Código Procesal Constitucional, sólo resta cambiarle el
nombre.17 El Derecho Procesal Constitucional es autónomo18 y
pertenece al Derecho Público,19 ligado al tronco común de la
Teoría General del Proceso.
El constitucionalismo social penetra en todo el ordenamiento
jurídico, no hay actividad de la vida del hombre que no la regule.20
Penetra en el Derecho Civil,21 en el Derecho Penal, en el Derecho
Administrativo, etc., por tal razón, hoy se habla de un Derecho
Civil Constitucional, Derecho Penal Constitucional, etc.
Pero el inicio de la codificación no partió de los valores y
principios de la Constitución. En ese período existía una separación
tajante entre el Derecho Público y el Derecho Privado, distinción
que actualmente es objeto de revisión por las razones que
expresaremos más adelante. Por ejemplo, el Código Civil fue
elaborado a partir de las tradiciones del Derecho Común y no de
los postulados constitucionales.
17 Hemos tenido desde 1894 hasta el día de hoy nueve leyes de Amparo, que dentro de la
nueva tendencia de codificación procesal constitucional serían nueve Códigos Procesales
Constitucionales.
18 Todavía subsiste la idea de que pertenece al Derecho Constitucional, de tal suerte que en
los manuales de Derecho Constitucional de Estados Unidos de América así aparece tratado. Lo
mismo puede decirse en Europa y América Latina, pues aparece en los tratados y manuales
como capítulo del Derecho Constitucional.
19 El Derecho es público si aprovecha a la colectividad, y privado cuando aprovecha al
individuo. Publicum ius est, quod ad astatum rei romanoe specta; privatum quod ad singulorum
utilitatem pertinent (“Público es aquel que se refiere al estado de la cosa romana; privado es
aquel que corresponde a la utilidad de los particulares”); o según la traducción de Ortolan: “Se
llama Derecho Público el que trata del gobierno de los romanos, y Privado el que se refiere a la
utilidad de los particulares”. El tema es complicado, de tal suerte que ciento cuatro criterios de
distinción se han ensayado y para todos ellos existen críticas.
20 A esta penetración o irradiación del Derecho Constitucional en el ordenamiento jurídico se
le ha denominado "dictadura constitucional", la cual es rechazada porque se estima que representa
un atraso al avance del Derecho y su adecuación a la circunstancia de cada época, despojando a la
ley ordinaria de ser un instrumento de cambio político, al estar supeditada a la Constitución y a la
jurisprudencia que la interprete. Se le impide recoger el producto político y social del acontecer
dinámico cotidiano. El Derecho pierde así su relativismo.
21 Joaquín Arce y Flores Valdez formulan una amplia definición del Derecho Civil
Constitucional. El Derecho Civil Constitucional. Cuadernos Civitas. Madrid, 1991, págs. 178 y 179.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
5
Los ordenamientos y codificaciones modernas deben partir de
valores y principios del constitucionalismo moderno, en virtud del
cual la separación entre Derecho Público y Derecho Privado se
estrecha cada vez más, pues se estima que toda ley, incluido el
Código Civil, tiene un contenido político. Este tipo de legislación
unifica el Derecho frente al proceso de descodificación. Los
civilistas deben tomar en consideración varias disposiciones
constitucionales: 5 inc. 4; 23; 24 inc. 1; 25 incs. 1 y 2; 26 inc. 3; 27
incs. 1 y 2; 30; 31; 38; Título III, Capítulo Único; 41; 44; 49; 71 inc. 2;
75; 78; 99; Capítulo IV del Título IV; 131; inc. 2. La penetración
constitucional es muy amplia en el Derecho Civil. Se regula la
familia, la economía, la propiedad, los contratos, la herencia, etc.22
El Derecho Procesal Constitucional tiene carácter adjetivo,
porque su función es servir de medio para tutelar la vigencia y
operatividad de la Constitución. Este carácter adjetivo no le resta
importancia e independencia, porque sin medios de defensa que
aseguren su cumplimiento, de nada servirían la Constitución y
todas sus disposiciones y declaraciones.23 No es, pues, una norma
secundaria o accesoria.
22 Iván ESCOBAR FORNOS. Derechos Humanos y el Control del Poder Privado. Instituto de
Estudios Constitucionales. Carlos Restrepo Piedrahita. Universidad Externado de
Colombia. 2001, págs. 10 y 11.
23 Gustavo Radbruch observa que el pensamiento jurídico moderno ha separado
nítidamente el Derecho Material del Derecho Procesal. Las normas jurídicas materiales no
aparecen ya como normas decisorias, sino como normas de vida; pero el proceso es
concebido como una relación jurídica especial al lado de la relación jurídica material, no
como una simple institución puesta al servicio del Derecho Material, sino como un conjunto
de normas que llevan en sí mismas su razón de ser. Por tal razón, la relación procesal se
sujeta a otros requisitos con los que no cuenta la relación material; la relación material en el
proceso penal gira entre los dos polos de la culpa y la pena; en cambio la relaci ón procesal
parte de la sospecha y conduce a la sentencia. Considera que no es la culpa la que justifica el
proceso penal, sino la simple sospecha, y no pierde su razón de ser aunque tal sospecha se
elimine y se imponga la absolución. Por otra parte, la sentencia errónea que condena a un
inocente se convierte en un acto válido si adquiere el carácter de cosa juzgada. La seguridad
jurídica exige que el fallo irrecurrible pronuncie la palabra final, aunque no responda
siempre a la verdad. Piensa que donde se destaca con más fuerza la distinción propia y
sustantiva del proceso frente al Derecho material es en la respuesta de si puede el defensor
pedir la absolución sabiendo que su defendido es realmente culpable. El abogado que pide
la absolución bajo esa circunstancia seguirá abogando por el Derecho Procesal.
6
IVÁN ESCOBAR FORNOS
2. BREVE HISTORIA DEL DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
El Derecho Procesal Constitucional se deriva del carácter
normativo, fundamental y superior de la Constitución, pues sirve
para imponer el cumplimiento de su texto y de su superioridad.
Surge, pues, de la necesidad de defender esa estructura
fundamental y superior del Estado.
Existen antecedentes remotos y más cercanos de la superioridad
de las leyes. El precedente ateniense distinguía entre nomos (ley) y
pséfisma (decreto), y establecía la invalidez de éstos cuando eran
contrarios a los primeros, considerados superiores en jerarquía, por
lo que el juez no estaba obligado a fallar de acuerdo con un decreto
contrario a la ley.
Posteriormente, la concepción medieval del Derecho y la justicia
distinguió entre dos órdenes de normas: el ius naturale, superior e
inderogable, y el ius positivum, que no podía estar en contra del
primero. Otros ejemplos de esto los vemos en la escuela
iusnaturalista de los siglos XVII y XVIII, que va desde Grotius a
Rousseau; la doctrina de la llamada heurense imprisance del Rey
de violar las leyes (la facultad del soberano legislador de dictar
leyes que hoy se llamarían inconstitucionales); la doctrina de Lord
Coke de garantizar por medio de los jueces la supremacía de la
common law contra las arbitrariedades del Soberano y del
Parlamento; y, aunque parezca raro, la doctrina (contraria a la de
Coke) de la supremacía del Parlamento, que no permite la revisión
judicial de las leyes, vigente todavía en Inglaterra desde que fuera
impuesta por la gloriosa Revolución de 1688. Ésta condujo a los
jueces coloniales a controlar la supremacía de las leyes del Reino
sobre las coloniales, sistema que posteriormente se aplicó para conEste pensamiento procesal sustantivo no es simplemente resultado de una capacidad
refinada de distinción desarrollada con el tiempo. Cita a Albert Schweitzer, que en uno de sus
libros cuenta como los indígenas de un país salvaje sólo consideran justa la pena siempre y
cuando se hallen realmente convictos. En general, los culpables suelen sentirse decepcionados
por la condena, a menos que la fuerza arrolladora de la prueba los obligue a reconocer su
culpabilidad. (Introducción a la Filosofía del Derecho. Fondo de Cultura Económica. México,
D. F. 1998, págs. 93-95).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
7
trolar la validez de las leyes contrarias a las constituciones o cartas
de los nuevos estados independientes, y después a la Constitución
Federal norteamericana de 1787.
El nacimiento de la justicia constitucional,24 si tenemos que
ponerle una fecha, se produce en 1803 con la famosa sentencia en el
caso Marbury vs. Madison dictada por el Tribunal Supremo de los
Estados Unidos, cuyo ponente fue el magistrado John Marshall, en
la cual inaplica una ley del Congreso (sección décima tercera de la
Ley de 1789 que organizaba el Poder Judicial) por oponerse a la
Constitución. Se dice: “Es una proposición demasiado sencilla para
ser respondida la de que, o la Constitución controla cualquier acto
legislativo incompatible con ella, o, que la legislatura puede alterar
la Constitución por medio de una ley ordinaria. Entre esas dos
opciones no existe término medio. O la Constitución es una ley
suprema, inmodificable por medios ordinarios, o se sitúa en el nivel
de las leyes ordinarias y, al igual que esas leyes, puede ser alterada
cuando la legislatura desee hacerlo. Si la primera opción de esta
disyuntiva es cierta, entonces un acto legislativo contrario a la
Constitución no constituye derecho; si es cierta la segunda opción,
entonces las Constituciones escritas son proyectos absurdos, por
parte del pueblo, para limitar un poder que por su propia
naturaleza es ilimitable. Ciertamente, todos los que han construido
Constituciones escritas las han contemplado como formando la ley
suprema y fundamental de la nación, y, consiguientemente, la
teoría de cada uno de esos gobiernos debe ser que una ley de la
legislatura, incompatible con la Constitución, es nula; esta teoría
guarda una relación con la Constitución escrita y, por consiguiente,
debe ser considerada por este Tribunal, como uno de los principios
fundamentales de nuestra sociedad”.
Uno de los silencios históricos de fundamental importancia fue
así llenado por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
24 En un principio se sostuvo que sólo existe justicia constitucional cuando conoce de los
problemas de constitucionalidad un órgano ad hoc como en el sistema austriaco. Como
consecuencia, en los Estados Unidos de América no existía la jurisdicción constitucional, sino
justicia constitucional. Tal distinción ha sido superada y se considera que existe jurisdicción
constitucional tanto en el sistema difuso como en el austriaco y sus seguidores.
8
IVÁN ESCOBAR FORNOS
los Estados Unidos al crear en el caso Madison vs. Marbury,25 el
control de la constitucionalidad de las leyes, legando a la Ciencia
Constitucional el instrumento de defensa de la Constitución y los
derechos humanos, fundamental para la democracia moderna.
En la Constitución de los Estados Unidos no se dijo de forma
explícita cómo se protegería la Constitución ni categóricamente qué
órgano lo haría. El control judicial surge de la citada sentencia,
redactada por el juez John Marshall. Se creó un Tribunal Supremo,
pero en el texto de la Constitución nada dice sobre su composición,
el número de sus miembros, la duración de sus mandatos, así como
las autoridades habilitadas para nombrarlos y la naturaleza de sus
poderes. Pretendió fundarla en dos disposiciones de la
Constitución, el Art. III, Sección ii y el Art. VI inc. ii. Se podría
afirmar que el control judicial se encontraba implícito en la
Constitución, pues se establecía la superioridad de ésta sobre las
leyes y tratados de la Federación.
Sus antecedentes se desprenden de la opinión expresada por
Alexander Hamilton en “El Federalista”, donde señala: “La
interpretación de las leyes es de la propia y peculiar competencia
de los tribunales. Una Constitución es en el hecho, y así debe
mirarse por los jueces, como una ley fundamental. A ellos
pertenece por lo tanto interpretar su significado, como el sentido de
cualquier norma particular que proceda del cuerpo legislativo y, en
25 El caso Marbury vs. Madison se produce en un momento de sucesión presidencial.
Después de la victoria del antifederalista Jefferson en 1801, el presidente saliente Adams,
federalista, aprovechó los últimos momentos para nombrar jueces inamovibles de tendencia
federalista. En forma precipitada nominó a William Marbury, pero el nombramiento no llegó a
tiempo a su destinatario. El nuevo ministro de Jefferson, Madison, se opuso al nombramiento,
y Marbury recurrió al Tribunal Supremo para que obligara a la administración a discernirle el
cargo de acuerdo con la Ley Judicial de 1789. John Marshall, federalista, nombrado por el
presidente federalista Adams, declara inconstitucional la ley de 1789 y, como consecuencia,
rehúsa examinar la demanda de Marbury, aunque éste conserva su derecho de demandar al
ministro ante los tribunales la reparación pertinente. Marshall con mucha habilidad sacrifica
al federalista Marbury en su nombramiento, pero establece el principio del control judicial de
la constitucionalidad de las leyes que reforzaba el poder federal, de lo cual no se dieron cuenta
los antifederalistas por la embriaguez del triunfo al rechazarse el nombramiento de Marbury.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
9
caso de diferencia irreconciliable entre las dos, preferir el deseo del
pueblo declarado en la Constitución al de la legislatura expresado
en el estatuto legal”26.
El mismo presidente Jefferson, quien había sido beneficiado por
la sentencia frente a su adversario político Adams, manifestó su
rechazo al advertir el peligro de que la Constitución se convirtiera
en un objeto de cera que los jueces pudieran modelar a su gusto.
Poco a poco la citada sentencia fue adquiriendo confirmación,
pero las declaraciones de inconstitucionalidad no volvieron a darse
hasta 1857, época en la que se desarrolla y arraiga la judicial
review.
En América el sistema difuso encuentra eco, y también en
algunos países europeos: Dinamarca, Grecia, Irlanda, Noruega y
Suecia.27
El control de la constitucionalidad de las leyes se extiende a
América durante los siglos XIX y XX, aunque con modificaciones.
Durante el siglo XIX, penetraron en nuestro país los sistemas
políticos y judiciales del control de la constitucionalidad de las
leyes. El control político lo ejercía el Poder Legislativo
(autocontrol)28 o un órgano especial.29 El Poder Judicial ejercía el
control según nuestras constituciones de 1848 y 1854. Pero es a
finales del siglo XIX y durante el XX cuando la justicia
constitucional se desarrolla y perfecciona.
El Amparo mexicano se extiende en Latinoamérica. El control
constitucional en sede judicial se contempla en las Constituciones
mexicanas de 1824, 1841 (de Yucatán, redactada por Rejón), 1842
(proyecto minoritario de Otero), 1857 (que establece el juicio de
amparo) y 1917, pero en la Constitución de 1836 se encarga a un
26 “El Federalista”. Carta LXXVIII. Publicación de Libro Libre, San José, Costa Rica, 1986,
pág. 203.
27 En Europa, como excepción, existen algunos países que adoptan el control difuso de las
leyes: Grecia, Irlanda, y en el área escandinava Dinamarca, Noruega y Suecia. Su modelo es el
estadounidense, pero con sus propias especialidades. (Para profundizar, véase a Valentina
Tamburrini. “Los países con control difuso de constitucionalidad de las leyes. Grecia, Irlanda,
Países Escandinavos”. La Justicia Constitucional en Europa. Obra colectiva. Fundap. México,
D. F. 2004, pág. 237 y sigts).
28 Constitución de 1824 y 1838.
29 Constitución de 1826.
10
IVÁN ESCOBAR FORNOS
poder político, el Supremo Poder Conservador. El Amparo
mexicano, si bien recibió influencia externa, tiene sus propias
características y extensión.
El Amparo mexicano penetra primero en El Salvador (1886) y
después en Nicaragua (1893), Honduras (1894), Guatemala (1921),
Panamá (1941), Costa Rica (1949), Venezuela (1961), Bolivia (1967),
Paraguay (1967), Perú (1979) y Uruguay (1984). Actualmente son
muchos los países latinoamericanos que regulan el amparo.
Su importancia es tan grande que tiene reconocimiento mundial:
art. 8 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre del 2 de mayo de 1948; art. 8 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948; arts. 7 inc. 6
y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos del 22
de noviembre de 1969 (Pacto de San José); arts. 2 inc. 3 y 9 incs. 1 y
4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 6 de
diciembre de 1966.
El amparo tiene sus particularidades en cada país. En el nuestro
se ha sostenido su unidad a partir de la Ley de Amparo de 1939.
Esto significa que bajo el nombre común de amparo se regulan
todas sus manifestaciones: recurso de incons-titucionalidad de la
ley, el amparo propiamente dicho, la exhibición personal y el
amparo contra los particulares por privación de la libertad, todos
regulados por la Ley de Amparo con específicos procedimientos.
Por tal razón, la Corte Suprema en 1962 expresó que el amparo y la
inconstitucionalidad son un mismo recurso.
Para tal criterio se ha tenido presente el carácter complejo y
amplio del Amparo mexicano, hoy reducido, que comprende: el
habeas corpus, la inconstitucionalidad de las leyes y lo contencioso
administrativo. Recientemente se creó la acción de inconstitucionalidad de la ley con efectos generales.
En Europa el desarrollo de la justicia constitucional a través de
los tribunales constitucionales se realiza en el primer tercio del
siglo XX, más de cien años después de la norteamericana, en el
período de entre guerras, con la Constitución austriaca y su
Tribunal Constitucional (1920), inspirada por Hans Kelsen; después
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
11
pasa a Checoslovaquia (1920), Lichtenstein (1921)30 y España (1931);
continúa después de la Segunda Guerra Mundial31 en Italia (1948),
República Federal de Alemania (1949), Turquía (1961), España (1978),
Yugoslavia (1963), Portugal (1976), Bélgica (1983), Grecia (1975); sigue
tras la caída del muro de Berlín en la Europa Central y Oriental (Europa
del Este), en Polonia (1985) y en otros países.
Dominique Rousseau señala tres etapas de la justicia constitucional
de la Europa occidental:
a) La primera etapa se desarrolla tras la Primera Guerra Mundial,
denominada “período austriaco”, porque sólo Austria, bajo la influencia
de Hans Kelsen, promulgó en 1920 una Constitución que creaba un Alto
Tribunal Constitucional; pero en esa misma época Checoslovaquia creó
un Tribunal Constitucional;32 también en la Constitución del 9 de
diciembre de 1931 de la Segunda República española se estableció un
Tribunal de Garantías Constitucionales. La Constitución de Weimar
(1919) y la de Irlanda (1937), reciben la influencia de Austria en menor
medida. Pero las graves crisis políticas de esos países y la imposición del
fascismo en Europa no permitieron que esas constituciones y los
sistemas de control de la constitucionalidad de las leyes funcionaran con
normalidad.
b) La segunda etapa se inicia después de la Segunda Guerra
Mundial. Principió a florecer la democracia, y el desastre del nazismo y
fascismo arruinó las teorías constitucionales sobre la infalibilidad de la
ley, el rol del parlamento como protector natural de los libertades y la
asimilación de la voluntad mayoritaria a la voluntad general. En la
búsqueda de impedir el regreso de la dictadura, se encontró el control
de la constitucionalidad de las leyes como el único instrumento
destinado a asegurar los derechos de las minorías, a evitar la
opresión de la mayoría política e impedir que el legislador viole los
derechos humanos. Para garantizar la democracia y corregir su pasado
Funciona este Tribunal hasta el día de hoy.
En el período de entre las dos guerras mundiales se produce un espacio de interrupción
de las existentes ya en Weimar en 1919, Checoslovaquia en 1920, España en 1931 e Irlanda en
1937.
32 El Tribunal Constitucional checoslovaco comenzó a funcionar el 29 de febrero de 1920,
después el austriaco el 1 de octubre de 1920.
30
31
12
IVÁN ESCOBAR FORNOS
se establece el control de la ley en Austria (1945), en Japón (1944),
en Italia (1948) y en la República Federal alemana (1949).
c) La tercera etapa comienza en los años 70, cuando los tres
estados del Sur de Europa se liberan de la dictadura y establecen
constituciones en las que los derechos humanos aparecen
garantizados con un control de la constitucionalidad de las leyes:
en Grecia en la Constitución del 11 de junio de 1975, en Portugal en
su Constitución del 2 de abril de 1976 y en España en su
Constitución del 6 de diciembre de 1978. En este período se
fortalecen los sistemas de control existentes en Alemania Federal
(1969 y 1971), Austria (1975) y Suecia (1979). Francia, que en 1958
creó un Consejo Constitucional, conformó un sistema de control de
la ley. Bélgica, en la revisión constitucional, crea un Tribunal
Constitucional (Cour d’ Arbitrage), con lo cual todos los estados de
Europa occidental a excepción de Suiza, Gran Bretaña, Países Bajos
y los Estados escandinavos, establecían un control de la
constitucionalidad de la ley inspirado en el modelo kelseniano.33
Pero se detectan ordenamientos jurídicos sin control de
constitucionalidad: el Reino Unido, Holanda, Finlandia e Israel. En
los Países Bajos, a pesar de existir la norma constitucional que no
permite a los jueces el control de la constitucionalidad de las leyes
del Parlamento, los tribunales desaplican las leyes contrarias al
derecho comunitario y al Convenio Europeo de Derechos
Humanos. En el Reino Unido, los jueces desaplican las leyes que
contradicen el derecho comunitario. Por otra parte, la Human
Rights Act de 1998 dispone que los jueces en el caso de contraste
entre una ley británica y los derechos previstos por el Convenio
Europeo, declararán la incompatibilidad y solicitarán al legislador
su intervención para modificar la disposición censurada. Israel no
es extraño a esta necesidad de establecer algún tipo de control de
justicia constitucional.34
33 La Justicia Constitucional en Europa. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
Madrid, 2002, págs. 14 a 16.
34 Para profundizar sobre el tema véase a Francesca Rosa. “Los países sin control de
constitucionalidad de las leyes: Reino Unido, Holanda, Finlandia e Israel”. La Justicia
Constitucional en Europa. Ob. cit., pág. 251 y sigts.).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
13
3. CONTENIDO DEL DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
El contenido del Derecho Procesal Constitucional es muy discutido,
debido al reciente surgimiento de esta disciplina. Comprende la justicia
constitucional, los órganos de control, las garantías constitucionales, las
partes, el proceso y su objeto, y los principios procesales
constitucionales.
Algunos autores consideran como elementos fundamentales la
magistratura constitucional y los procesos constitucionales, sobre lo cual
comentaremos más adelante.
Un concepto clave del Derecho Procesal, incluyendo el Procesal
Constitucional, es el de jurisdicción, tanto en sentido amplio como en
sentido restringido. A continuación analizaremos dicho concepto.
A. SENTIDO AMPLIO DE LA JURISDICCIÓN
Si en sentido amplio entendemos por jurisdicción “declarar el
Derecho”, se puede observar que el Derecho no sólo lo declaran los
jueces, sino también los órganos de otros poderes que actúan como
jueces. Entonces es permitido distinguir entre jurisdicción común,
militar, administrativa, parlamentaria, etc.
Algunos autores señalan que sólo existe la jurisdicción judicial,
caracterizada por contemplar un órgano independiente que resuelve el
conflicto, mediante la aplicación de la ley y la Constitución a través de
una sentencia motivada que produce cosa juzgada.
B. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL DETERMINADA POR LA MATERIA
Esta jurisdicción es la encargada de decidir sobre la materia
constitucional. Dentro de este amplio concepto están comprendidos el
recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto o reglamento, el
amparo, la exhibición personal, el habeas data, el juicio político contra
ciertos funcionarios públicos, el conflicto entre los poderes del Estado y
otros.
14
IVÁN ESCOBAR FORNOS
C. JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL DETERMINADA POR EL ÓRGANO
Para un sector doctrinal no existe jurisdicción constitucional sin
un tribunal constitucional separado del Poder Judicial, tal como
existe en España.
Por tal razón, algunos piensan que en los Estados Unidos existe
control de la constitucionalidad, pero no se conoce la idea de
jurisdicción constitucional, la cual exige la existencia de tribunales
especializados como el Tribunal Constitucional austriaco o español.
Como ya lo expresamos, esta tesis ya está superada.
D. ATRIBUCIONES DE LOS ÓRGANOS DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
Evidentemente no me refiero al contenido del Derecho Procesal
Constitucional, ya definido su alcance como rama del Derecho
Procesal, sino a la materia sobre la cual conocen los órganos de la
justicia constitucional.
Los órganos de Justicia Constitucional conocen de: el control
judicial de la constitucionalidad de las leyes (nuestro recurso de
inconstitucionalidad); los recursos y procedimientos específicos
para la defensa judicial de los derechos fundamentales contra los
actos del poder público, ya sean legislativos, judiciales y ejecutivos,
denominada justicia constitucional de las libertades (nuestro
amparo y habeas corpus); el juzgamiento de los funcionarios que, de
acuerdo con la Constitución, gozan de inmunidad; resolución de
los conflictos entre ciertos órganos de poder (denominada
jurisdicción constitucional orgánica); los conflictos entre las
disposiciones constitucionales internas y las de carácter internacional (comunitarias e internacionales), denominada jurisdicción
supranacional.
Es importante advertir que existen atribuciones fundamentales
que caracterizan a la jurisdicción constitucional: recurso de
inconstitucionalidad de la ley, el amparo, la exhibición personal, el
habeas data, y los conflictos entre los poderes y órganos
constitucionales; y otros que no lo son: elecciones populares,
plebiscitos, revocación del mando, etc. que pueden entorpecer la
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
15
justicia constitucional propiamente dicha. La competencia de los
tribunales constitucionales depende muchas veces de la realidad de
cada país.
Albrecht Weber35 señala el núcleo de las competencias esenciales
de la justicia constitucional; a saber: control de la constitucionalidad de las normas federales y/o estatales; conflictos
federales o cuasi federales; conflictos de competencia entre órganos
federales supremos; y recurso de amparo de los derechos
fundamentales, con ocasión de la violación directa o indirecta de la
Constitución. La presencia de cualquiera de estas competencias
hace surgir la justicia constitucional y se atribuyen todas a un
Tribunal Constitucional, y delimitan en plenitud la competencia de
éste. Junto a las competencias esenciales señala: los conflictos
electorales,36 la adquisición y pérdida de mandatos, las consultas
35 “La Jurisdicción Constitucional en Europa Occidental”. Revista Española de Derecho
Constitucional, año 6, núm. 17, mayo-agosto 1986, págs. 5, 8 y 78.
36 Se conoce de estos conflictos en Bulgaria, Rumania, Francia, Alemania, Eslovaquia,
Croacia, Portugal, Francia, Hungría, Colombia y Chile. Son varios los sistemas de integración
de los órganos electorales: a) El sistema político, caracterizado porque lo integran partidos
políticos, tiene como ventaja brindarle al elector libertad para ejercer el sufragio sin presión
por parte de los poderes del Estado, y, además, logra una efectiva fiscalización de su pureza.
Pero tiene como desventaja el peligro de que se quebrante la armonía de los organismos
electorales por los apasionamientos políticos y las posibles alianzas de partidos para dañar la
pureza del sufragio. b) El sistema administrativo, en virtud del cual los organismos electorales
se integran con funcionarios del orden administrativo. La materia electoral es objeto de un
servicio administrativo. Es peligroso porque los miembros de los organismos electorales están
expuestos a las presiones del poder central. No obstante, puede crearse un órgano
independiente que garantice la imparcialidad y pureza de las elecciones. c) El sistema judicial,
caracterizado porque es el Poder Judicial el encargado de aplicar la materia electoral. Su
ventaja consiste en entregarlo a personas expertas e imparciales, pero tiene la desventaja de
recargar de trabajo al Poder Judicial al entregarle una materia compleja, y, además, lo expone a
las presiones políticas y a las críticas apasionadas. d) El sistema mixto. Es una combinación de
los anteriores o de otras modalidades. Los organismos electorales se constituyen con
funcionarios del Poder Judicial, funcionarios administrativos y representantes de los partidos
políticos. Con este sistema se trata de corregir los inconvenientes de los sistemas anteriores. e)
El sistema de un Poder Electoral encargado de hacer las elecciones, referendos y plebiscitos, y
conocer de sus impugnaciones, lo mismo que de la organización de los partidos políticos. Es el
sistema que siguen nuestra Constitución y la Ley Electoral. El organismo superior (Consejo
Supremo Electoral) funciona con magistrados nombrados por la Asamblea Nacional, y los
órganos inferiores tienen representantes de los partidos. Es un sistema mixto.
16
IVÁN ESCOBAR FORNOS
populares, procedimientos especiales de protección de la Constitución, resolución de conflictos entre autoridades administrativas y
tribunales de justicia o de éstos entre sí, así como otros
procedimientos atípicos.
Como ya expresamos, el Derecho Constitucional permea todas las
ramas jurídicas del Derecho. Por tal razón, el Derecho Constitucional
es la base de las demás ramas del Derecho, superando la época en
que era considerado como una disciplina de menor importancia.
Pero no absorbe todo el Derecho, es únicamente un marco de
referencia, dentro del cual el legislador ordinario debe actuar con
libertad para promover los cambios que fueren necesarios.
Los tribunales constitucionales actúan dentro de esta amplitud,
por lo que los magistrados deben tener una visión amplia y
conocimiento general del Derecho. En el estudio comparativo entre
la Constitución y la ley, interpretan las dos. No es fácil esta función.
Resulta difícil hacer una delimitación completa de las
competencias del Tribunal Constitucional, pues en su fijación juegan
factores políticos, económicos y sociales, pero sí es posible señalar la
materia esencial a que obedece su función.
En resumen, en el sistema concentrado no todas las funciones de
los tribunales constitucionales son de jurisdicción constitucional, y
en el difuso la generalidad de la actividad judicial no es
constitucional.
Conviene hacer una cierta referencia a la justicia internacional, en
donde los actos y leyes de los Estados nacionales pueden ser
revisados por un tribunal internacional. Poco desarrollada debido a
los obstáculos que opone el concepto de soberanía, ha tenido sus
principales manifestaciones, lentas y restringidas, en dos sectores:
derechos humanos e integración económica.
Ya fue creada la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que toma como modelo la Comisión37 y la Corte Europea
de Derechos Humanos, aunque tiene sus particularidades. La
integración económica ha tenido poco éxito en Latinoamérica.
37
Actualmente suprimida.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
17
4. DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL ADJETIVO Y
ORGÁNICO
El Derecho Procesal Constitucional adjetivo es el que regula los
actos y procedimientos de los procesos constitucionales.
El Derecho Procesal Constitucional orgánico se refiere a la
estructuración del órgano de control. En nuestro país se regula en
la Constitución y en la Ley de Amparo (de carácter constitucional).
También en la Ley Orgánica del Poder Judicial, con el Código de
Procedimiento Civil como supletorio.
5. GARANTÍAS FUNDAMENTALES Y GARANTÍAS DE LA
CONSTITUCIÓN
Las garantías fundamentales son los derechos individuales y
sociales consagrados en la Constitución. Estos derechos se agrupan
técnicamente en la parte dogmática, pero es posible encontrar
algunos en la parte orgánica.
Por el contrario, las garantías de la Constitución son los medios
procesales para proteger el cumplimiento de la misma cuando es
infringida. Por ejemplo, el amparo, el recurso de inconstitucionalidad de la ley, la exhibición personal, el habeas data y el
proceso de responsabilidad en contra de los funcionarios que gozan
de inmunidad.
Pero es más apropiado distinguir entre los derechos y las
garantías que sirven para protegerlos, lo mismo que a la
Constitución (amparo, exhibición personal, recurso de inconstitucionalidad de la ley, etc.). Así lo hace nuestra Constitución de
1950 en el Título IV que se refiere a los “Derechos y Garantías”.
CAPÍTULO II
EL PROCESO CONSTITUCIONAL
1. CONCEPTO DE PROCESO CONSTITUCIONAL
Proceso constitucional es el conjunto de actos, hechos y situaciones,
concatenados y sucesivos, realizados en sede jurisdiccional a
petición de parte o de oficio, con la finalidad de defender los
derechos y libertades constitucionales violadas y, en general, toda
la Constitución.
2. LA CONSTITUCIÓN COMO DETERMINANTE
DEL PROCESO CONSTITUCIONAL
Según esta tendencia, son procesos constitucionales los que
tienen por objeto la protección del principio de la supremacía
constitucional y de los derechos subjetivos públicos. Dentro de este
amplio criterio se agrupan los recursos de inconstitucionalidad de
la ley, decreto o reglamento, el amparo, el habeas corpus, el habeas
data, los procedimientos para solucionar los conflictos entre los
poderes del Estado y entre otros órganos. También se incluyen en
la lista de procesos al juicio político, la revocación del mandato, etc.
Como no es determinante el órgano, es posible que tales
procesos se inicien y desarrollen ante los tribunales ordinarios,
administrativos y especiales judiciales (órganos independientes con
fisonomía judicial).
3. EL ÓRGANO DE CONTROL COMO DETERMINANTE DEL
PROCESO CONSTITUCIONAL
Para esta posición doctrinal, solamente cuando las pretensiones
fundadas en disposiciones constitucionales son sometidas al
19
20
IVÁN ESCOBAR FORNOS
conocimiento de un órgano especial jurisdiccional, puede hablarse
de un proceso constitucional o político, diferente de los demás.
Esta posición organicista no es de recibo y, como expresamos, ya
fue superada, porque de la materia constitucional surgen los
procesos constitucionales encaminados a protegerla en forma
directa. Los países que tienen recursos de inconstitucionalidad,
amparo, habeas corpus y otros, pero sin tribunal constitucional
especializado, no tienen procesos constitucionales.
Se entiende por magistratura el órgano u órganos que ejercen
jurisdicción constitucional. Como hemos podido observar, existen
órganos de diferente índole que ejercen función jurisdiccional: el
juicio político en el Parlamento, el sistema difuso ante la justicia
ordinaria, órganos sui generis, etc. Está en boga la tendencia a
centralizar el control constitucional en un órgano especializado.
Expresa K. C. Wheare que es posible comprender por qué los
jueces están obligados a tomar decisiones que afectan la
Constitución, ya que en caso de litigio tienen la obligación de decir lo
que la ley es. Pero esta facultad los coloca en el campo de la
controversia política, lo cual significa, además, que sus
nombramientos son objeto de críticas y cabildeos, y los que nombran
tienen en consideración las ideas de los aspirantes con respecto a la
interpretación de la Constitución. Esto desacredita en parte la
magistratura, si bien es curioso observar que en los Estados Unidos,
Canadá y Australia a los tribunales supremos se les ve con respeto y
aun muchas veces con simpatía.
La alternativa sería que los tribunales consideren válidas las leyes
del cuerpo legislativo, y las que no deseen considerar válidas podrán
reunirlas para someterlas a consulta popular en un referéndum. Ésta
es la posición de Suiza con respecto a las leyes federales.
La solución de confiar estas decisiones a un tribunal especial, del
que es ejemplo el Consejo Constitucional de la V República francesa,
tiene la ventaja de alejar las controversias políticas de los tribunales,
en donde sólo pueden decidirse las cuestiones legales ordinarias.
Considera que recurrir a los tribunales para imponer la
Constitución resulta inevitable. Sin embargo, para que los tribu-
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
21
nales puedan cumplir con eficacia su función es preciso tanto una
buena redacción de la Constitución como la capacidad de los
propios jueces. No puede haber una eficaz función si se les encarga
la interpretación de una Constitución que ha sido redactada con
vagas frases emocionales.38
4. LOS PRESUPUESTOS PROCESALES
A. CLASIFICACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS
Los presupuestos procesales pueden ser de forma y de fondo.
Los presupuestos procesales de forma son ciertos requisitos sin
los cuales no se constituye válidamente la relación procesal
constitucional. Son presupuestos de forma: la demanda o recurso
en forma; la capacidad para ser parte; la capacidad procesal; y la
competencia.
Los presupuestos de fondo son aquellas condiciones necesarias
para que pueda dictarse una sentencia estimatoria de fondo. Son
presupuestos de fondo: la existencia de un derecho constitucional;
interés en ejercitarlo; la calidad de titular del derecho constitucional
violado (legitimación al causam activa) y la calidad de violador del
derecho constitucional (legitimación ad causam pasiva).
B. PRESUPUESTOS PROCESALES DE FORMA
a)
Demanda o recurso en forma
Los arts. 11, 27 y 55 de la Ley de Amparo señalan los requisitos
de interposición del recurso por inconstitucionalidad de la ley,
decreto o reglamento, del recurso de amparo y de la exhibición
personal.
Por tal razón, la misma Ley de Amparo prevé que de oficio el
órgano jurisdiccional revise tales requisitos y le conceda un plazo al
recurrente de amparo o de inconstitucionalidad para que corrija los
defectos.
38
125.
Las Constituciones Modernas. Editorial Labor, S. A. Barcelona, España. 1971, págs. 124 y
22
IVÁN ESCOBAR FORNOS
b) Capacidad para ser parte
Es la aptitud para ser sujeto del proceso constitucional. Equivale
a la capacidad de disfrutar de derechos y de contraer obligaciones.
En el recurso directo de inconstitucionalidad de la ley, decreto o
reglamento, la capacidad para ser parte es restringida, pues sólo los
ciudadanos pueden ser parte recurrente, quedando excluidos los
extranjeros y las personas jurídicas públicas y privadas.
En el amparo, tienen capacidad para ser parte todas las personas
naturales y jurídicas (de carácter público o privado) con las
limitaciones a que están sujetas estas últimas y los extranjeros,
como lo expresamos en el amparo. Por lo tanto, tales personas
pueden interponerlo.
El habeas corpus se concede a todos los habitantes. Es una acción
popular. Todos ellos pueden ser partes.
c) Capacidad procesal
Es la aptitud para comparecer por sí solo al proceso
constitucional. Equivale a la capacidad de contraer obligaciones,
adquirir derechos y ejercerlos por sí solo, sin la autorización o
representación de otro. Por ejemplo, en el recurso de
inconstitucionalidad contra la ley, decreto o reglamento, existe una
capacidad procesal especial de dieciséis años para interponerlo, que
es la edad con la que se adquiere la ciudadanía, y sólo el ciudadano
puede interponerlo. No es necesario que lo interpongan sus
representantes legales.
En el amparo, por el contrario, se exige la mayoría de edad para
poder comparecer por sí solo al proceso. Las personas jurídicas, los
menores e incapaces lo pueden hacer por medio de sus
representantes.
d) Competencia
Del recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto o
reglamento, la Corte Plena de la Corte Suprema de Justicia es la
competente para conocer y sentenciar.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
23
En el amparo, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia es la competente para conocer y decidir. Se interpone ante
la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones respectivo y después se
envía a aquella Sala para su decisión.
De la exhibición personal conoce la Sala Penal del Tribunal de
Apelaciones respectivo.
C. PRESUPUESTOS PROCESALES DE FONDO
a)
La existencia de un derecho constitucional
Es preciso que exista y se invoque un derecho constitucional y
no uno concedido por ley ordinaria.
En el recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto o
reglamento es necesario señalar el derecho o disposición constitucional violados, porque se permite este recurso por violaciones
de fondo o de forma en el proceso de formación de la ley.
En el amparo debe señalarse el derecho constitucional violado y
el concepto de violación.
b) Interés en ejercitar el derecho
En el recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto o
reglamento, el interés es general y no se exige que el recurrente
demuestre un interés particular por el perjuicio que le causa la
violación. Es un recurso abstracto.
En cambio, en el amparo el recurrente debe estar interesado
personalmente por el perjuicio o el inminente peligro de perjuicio
por la violación de un derecho constitucional.
c)
Legitimación activa y pasiva
En el recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto o
reglamento, el titular del derecho que puede interponer el recurso
es el ciudadano (legitimación activa), y el representante legal del
órgano que dicta la norma señalada es el legitimado pasivamente, o
sea, contra el cual se interpone el recurso.
En el amparo está legitimado activamente para interponer el
recurso el perjudicado, o el que se encuentre en inminente peligro
24
IVÁN ESCOBAR FORNOS
de serlo por la violación del derecho constitucional, y está
legitimada pasivamente la autoridad que por su actuación u
omisión viola el derecho del recurrente.
5. LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL
La sentencia o juzgamiento constitucional tiene las características
siguientes: es un acto procesal que pone fin al recurso o proceso
constitucional; el juez juzga sobre la constitucionalidad del acto o la
ley, en una confrontación entre la Constitución y la ley para
averiguar si ésta es compatible o incompatible con aquélla; el juez
constitucional necesita tener una visión amplia del Derecho, de la
política y de las ciencias auxiliares del Derecho; la función del juez
constitucional es aplicar e interpretar la Constitución, decidir la
controversia y crear claridad; las sentencias de estos jueces tienen
trascendencia política, social y económica, afectando el equilibrio
de los poderes del Estado; el principio de congruencia no se aplica,
entre otros casos, en el recurso de inconstitucionalidad de la ley,
porque el juez constitucional puede promover de oficio la
inconstitucionalidad de otros artículos que no fueron impugnados,
y declarar de oficio la inconstitucionalidad de la ley al conocer de
un caso concreto; el juez constitucional puede dictar sentencias
aditivas, normativas y apelativas y otras, dentro de una tipología
amplia propia del Derecho Procesal Constitucional; el juez
constitucional tiene normas propias para interpretar la Constitución, que le permiten cumplir su función con más libertad y
amplitud; la sentencia que declara la inconstitucionalidad de la ley
produce cosa juzgada formal y material, y tiene efectos erga omnes,
desapareciendo del ordenamiento jurídico, y convirtiendo así al
juez constitucional en legislador negativo, o en positivo cuando
dicta sentencias normativas o aditivas39; las sentencias de la
39 Expresa Kelsen que este poder de poner en vigor normas, acentúa el carácter legislativo
de la función del tribunal constitucional. Pero sólo lo puede hacer en relación con las normas
que habían sido puestas en vigor por el legislador regular (El Control de la Constitucionalidad
de las Leyes. Estudio Comparado de las Constituciones de Austria y Norteamérica.
Traducción
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
25
jurisdicción constitucional son creativas y tienden al cambio, y
surgen de la tensión entre la necesidad de mantener la continuidad
de la jurisprudencia constitucional de acuerdo con los cambios
económicos, políticos y sociales; la parte considerativa de la sentencia constitucional produce cosa juzgada cuando fuere la razón
determinante para tomar la decisión de la parte dispositiva. 40
de Domingo García Belaúnde. Revista Jus et Veritas. Núm. 6, Perú, junio de 1993, págs. 37 y
38).
40 Nuestra jurisprudencia ordinaria normalmente estima que los Considerandos sirven
para precisar el alcance verdadero de lo que dispone el fallo en la parte dispositiva de la
sentencia (S. 11:00 a.m. del 26 de junio de 1946, B. J., pág. 13519). También le concede a los
Considerandos un valor decisivo cuando son determinantes para tomar la resolución de la
parte dispositiva. La Corte Suprema ha dicho: a) Cuando en la parte resolutiva de la sentencia
se dispuso solamente que ha lugar a las excepciones de que se ha hecho referencia en los
Considerandos, los fundamentos de éstos trascienden a lo dispositivo, pues sin ellos no podría
subsistir por sí solo (S. 10:30 a.m. del 11 de mayo de 1949, B. J., pág. 14658). b) Los
Considerandos producen cosa juzgada cuando envuelven decisiones (S. 10:00 a.m. del 29 de
mayo de 1950. B. J., pág. 15097).
CAPÍTULO III
TIPOS DE PROCESOS CONSTITUCIONALES
1. LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
DE LA LIBERTAD
En estricto Derecho, la jurisdicción constitucional de la libertad
es la que tutela los derechos fundamentales a través de los procesos
constitucionales: amparo, habeas corpus, inconstitucionalidad de la
ley, decreto o reglamento, y habeas data.
La doctrina más amplia acepta la división de remedios de
defensa en indirectos, complementarios y específicos.
Son indirectos cuando la tutela de los derechos constitucionales
se puede presentar en los juicios ordinarios o en lo contencioso
administrativo. En nuestro país, la constitucionalidad de las leyes
puede ser objeto de la sentencia de los jueces ordinarios, quienes
están obligados a respetar la supremacía de la Constitución y a
velar que se cumplan los derechos humanos. En Francia, el Consejo
de Estado también tutela derechos fundamentales. En el
contencioso administrativo de algunos países los actos subjetivos y
normativos de la administración pública pueden ser impugnados
tanto por vicios de ilegalidad como de inconstitucionalidad.
Los remedios complementarios tienen por objeto la sanción de la
violación, ya sea consumada o ya sea irreversible. Estos remedios
pueden ser: la reparación patrimonial por la responsabilidad del
Estado y el juzgamiento de los funcionarios de mayor jerarquía por
la Corte Suprema, por la Asamblea Nacional o por los tribunales
comunes, previa su desaforación por la Asamblea Nacional. Este
último sistema es el seguido en nuestro país.
Existen remedios específicos, directos y generales reparadores
de defensa de los derechos fundamentales: a saber: los «writs»
27
28
IVÁN ESCOBAR FORNOS
anglosajones; el «referé» francés; el procedimiento de urgencia
italiano; el amparo español y latinoamericano; el habeas data; etc.
2. LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL ORGÁNICA
En esta jurisdicción se resuelven los conflictos entre los órganos del
poder.
Tiene su origen en la Constitución estadounidense, después
pasa a otras constituciones, atribuyéndosele a los tribunales constitucionales de los países donde éstos existen. En Latinoamérica, en
los países donde no existen tales tribunales, la competencia la tiene
la Corte Suprema de Justicia.
En nuestro país le corresponde al Pleno de la Corte Suprema de
Justicia resolver los conflictos entre los distintos poderes del
Estado, y a la Sala de lo Contencioso Administrativo conocer y
resolver los conflictos administrativos entre los órganos de la
Administración Pública, y entre éstos y los particulares, y además
los conflictos que surjan entre las Regiones Autónomas y entre
éstos y los organismos del Gobierno Central.41
Otra materia de la jurisdicción constitucional orgánica es el
órgano constitucional de control previo, objeto de estudio en otro
capítulo.
3. LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL INTERNACIONAL Y
COMUNITARIA
Las materias fundamentales de esta jurisdicción son las
siguientes: la tendencia a armonizar los textos constitucionales
internos con las disposiciones transnacionales; la decisión de los
conflictos ocasionados por las disconformidades entre las normas
externas y la Constitución; la solución del conflicto de las normas
internas con las normas y principios de Derecho internacional y
comunitario.
41
Arts. 27 inc. 2 y 35 incs. 2 y 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
CAPÍTULO IV
PRESUPUESTOS DE EXISTENCIA DEL DERECHO
PROCESAL CONSTITUCIONAL
1. BREVE INTRODUCCIÓN
Sobre el tema existe un buen número de opiniones y matices; unos
autores son rigurosos y exigen todos los requisitos indicados en
toda su extensión; otros exigen los mismos requisitos, pero
atenuados; hay quienes exigen tres requisitos esenciales:
Constitución rígida, control constitucional independiente y
legitimación amplia de los particulares agraviados; por último,
existen otros menos exigentes. Lo expuesto da lugar a clasificar los
sistemas en completos e incompletos.
Por nuestra parte, creemos en los sistemas completos. A
continuación haremos el análisis de sus elementos.
2. CONSTITUCIÓN RÍGIDA
La Constitución es la ley superior del ordenamiento jurídico y
ninguna de las demás normas pueden oponérsele. Para que tal
supremacía funcione es preciso darle rigidez, lo cual consiste en
exigir procedimientos diferentes y más severos para reformarla,
que los exigidos para la ley ordinaria. Si pudiera ser reformada por
una ley ordinaria, la Constitución sería flexible y todas las leyes
serían constitucionales. Además, para proteger esa rigidez, es
preciso crear procedimientos de defensa y el órgano competente
para imponerla.
La rigidez proviene del funcionamiento de un órgano
constituyente reformador y de un procedimiento distinto y más
29
30
IVÁN ESCOBAR FORNOS
severo del empleado para reformar la ley ordinaria (dos tercios o
cuatro quintos de los diputados del congreso, o esos porcentajes
más dos legislaturas).
Es bueno aclarar que existen distintos grados de rigidez,
partiendo del más simple de mayoría superior a la ley ordinaria,
aceptado por James Bryce, quien dice: “Podemos ahora pasar al
examen del otro tipo de constituciones que hemos convenido en
llamar rígidas y cuyo carácter específico consiste en que todas
poseen una autoridad superior a la de las otras leyes del Estado y
son modificadas por procedimientos diferentes a aquellos por los
que se dictan y revocan las leyes”. 42
Algunas constituciones son más rígidas, pues exigen otros
requisitos además de la mayoría especial: plebiscito, referendo,
dos legislaturas, un determinado número de años para poder ser
reformadas. Otras expresan claramente las materias que no
pueden ser objeto de reforma parcial, y en el extremo aparecen las
que ni siquiera contemplan procedimiento de reforma.
Considera el citado autor que las rígidas son más modernas,
acomodándose las flexibles a los principios de las primeras
formas de organización social. Con visión profética expresó que
las rígidas prevalecerían sobre las flexibles, lo cual ahora es una
realidad, ya que todas las constituciones democráticas son rígidas,
y señala a la Constitución de los Estados Unidos como el más
notable ejemplo de Constitución rígida, convertida por su éxito
como modelo a imitar por otras repúblicas, como los Estados del
mundo antiguo hicieron con Inglaterra para organizar sus
gobiernos más o menos libres durante el siglo XIX. Cita a México,
Centroamérica y América del Sur como países que han adoptado
constituciones rígidas.
Por otra parte, expone las causas por las que se dictan
constituciones rígidas: i) El deseo de los ciudadanos de asegurar
sus derechos y limitar la acción de los gobernantes. ii) El deseo de
los ciudadanos, o del gobernante que quiere agradar al pueblo, de
42 Constituciones Flexibles y Constituciones Rígidas. Centro de Estudios Constitucionales.
Madrid, 1988 pág. 64 y sigts.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
31
promulgar en términos positivos y definidos la forma de gobierno
preexistente y evitar con ello posteriores controversias sobre el
tema. iii) El deseo de muchas personas de una comunidad política
en proceso de fundación de dar cuerpo, en un documento que lo
asegure y lo haga popularmente comprensible, a la forma bajo la
que quieren ser gobernadas. iv) El deseo de comunidades
separadas o pertenecientes a una misma comunidad, de establecer
los términos bajo los cuales van a ser tutelados sus derechos e
intereses y la acción conjunta efectiva de los asuntos comunes
asegurados por el gobierno. Las dos primeras causas se relacionan
con un Estado que ya existe y decide cambiar Constitución; las
otras dos con la creación de un nuevo Estado, como podría ser una
federación.43
La rigidez puede ser mantenida y aún fortalecida. No obstante,
puede ser disminuida según la intensidad de las mutaciones
constitucionales, los hábitos jurídicos, la costumbre, el grado
cultural del país y el ordenamiento jurídico ordinario. Por tal razón,
pueden existir constituciones rígidas fáciles de modificar, y
flexibles, como la inglesa, con áreas rígidas y en general no fáciles
de modificar.
La gran transformación que sufre la Constitución por las leyes,
los usos y la interpretación es reconocida por Bryce. Expresa:
“Mientras tanto, observaremos que el legislativo tanto como los
usos al llenar las fallas de la Constitución, y la interpretación al
explicar su aplicación a una serie de casos nuevos, como proceden
de extremos que las palabras no aclaran expresamente, ensanchan y
desarrollan una Constitución y pueden transformarla después de
un largo período en algo diferente de lo que vieron quienes
presenciaron su infancia”.44
Para un sector doctrinal, una Constitución parcialmente rígida,
con uno o más segmentos rígidos, es el elemento mínimo o inicial
para estructurar un sistema de control constitucional.
43
44
Constituciones Flexibles y Rígidas. Ob. cit., págs. 69, 116 y sigts.
Constituciones Flexibles y Rígidas. Ob. cit., págs. 90 y 91.
32
IVÁN ESCOBAR FORNOS
3. ÓRGANO DE CONTROL INDEPENDIENTE
El órgano de control debe ser independiente de los controlados.45
La subordinación al controlado lo vuelve inoperante. Esta
independencia tiene que reflejarse en la realidad mediante sus
actuaciones, prestigio y prudencia.
Los sistemas de autocontrol legislativo (como los de la extinta
Unión Soviética y de sus países satélites, y los de nuestra
Constitución Federal de 1824 y la del Estado Independiente de
Nicaragua de 1838), no son aceptables. En los países democráticos,
el órgano de control es por lo común independiente del controlado,
aunque muchas veces no se logra tal independencia por las razones
siguientes: los magistrados constitucionales son nombrados y
destituidos por el Parlamento, lo que permite una fuerte influencia
del legislativo sobre el órgano de control; se suma a ello la poca
cultura democrática y el irrespeto a la independencia de los
poderes del Estado. Por tal razón, un buen sistema de
nombramiento y remoción es muy importante para asegurar la
independencia del órgano controlador.
4. POTESTADES DECISORIAS
Para la estructuración de un eficiente y completo sistema de
control constitucional, es preciso que éste tenga el poder de decidir
definitivamente si inaplica la ley al caso concreto (sistema difuso) o
la deroga (sistema europeo).
Si la resolución sólo es indicativa o recomendativa para el
órgano controlado (a la Asamblea Legislativa46 o cualquier otro
órgano legislativo) para que derogue a su arbitrio, el sistema se
convierte en sistema de autocontrol del órgano controlado, no
45 Son muy gráficas y simpáticas las expresiones de Karl Loewenstein: “El parlamento que
ha emitido la ley es el menos apropiado para convertirse en defensor de la Constitución. Los
conejos no son, generalmente, los guardianes más seguros del jardín.” (Teoría de la Constitución.
Editorial Ariel, S. A. Barcelona, pág. 317).
46 En la Constitución de 1848 (art. 74 inc. 9) la Corte Suprema hacia las observaciones de
inconstitucionalidad y le correspondía al Poder Legislativo resolver. Éste es un autocontrol.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
33
aceptable. Este sistema se establecía en el primitivo proyecto de
nuestra vigente Ley de Amparo de 1988, pero no prosperó.47
5. LEGITIMACIÓN DE LOS INTERESADOS PARA ENJUICIAR
EL ACTO INCONSTITUCIONAL
Existen sistemas en que sólo a ciertas entidades, excluyendo a los
particulares perjudicados, se les concede el derecho para iniciar y
47 Expresa Kelsen que si se quiere que la Constitución sea efectivamente garantizada, es
preciso que el acto o las normas generales sean anuladas por la sentencia. La Constitución que
no tiene la garantía de la anulabilidad de los actos inconstitucionales no es plenamente
obligatoria en su sentido técnico. Si se mantienen válidos los actos y leyes inconstitucionales,
no pudiendo anularse, la Constitución no es más que un deseo sin fuerza obligatoria. De aquí
que toda ley, reglamento o acto jurídico realizado por los particulares tendría una fuerza
jurídica superior a la Constitución, a la cual, sin embargo, se encuentran subordinados, y de la
cual deriva su validez. Esta debilidad contrasta con la rigidez a que se somete la reforma de la
Constitución. Se pregunta que para qué tantas precauciones de rigidez si en realidad la
Constitución se encontraría casi desprovista de fuerza obligatoria. Considera que una
Constitución que no prevé un tribunal constitucional para la anulación de los actos
inconstitucionales, no se encuentra desprovista de sentido jurídico, pues su violación puede
tener una cierta sanción cuando existe al menos la responsabilidad ministerial dirigida contra
ciertos órganos asociados en la confección de los actos inconstitucionales, pero no es muy
eficaz porque deja subsistir las leyes inconstitucionales. Dentro de este débil sistema no se
admite que la Constitución indique un procedimiento único ni que consagre los principios en
cuanto al contenido de las normas. La Constitución en su texto señala procedimientos y lo que
no deben contener las normas, pero si se admite que las leyes inconstitucionales son válidas,
en realidad pueden ser hechas de otra manera y sobrepasar el contenido asignado en la
Constitución. Una Constitución que puede ser violada por las leyes sin que éstas puedan ser
anuladas tiene, frente a los grados inferiores del orden estatal, el mismo valor que tiene el
Derecho internacional frente al Derecho interno. Una violación al Derecho internacional por el
Derecho interno tiene como consecuencia la posibilidad de ir a la guerra contra el Estado
infractor, sanción de tipo penal. Igualmente, una Constitución que ignora la justicia
constitucional tiene, como una reacción contra la violación de la Constitución, la sanción penal
que ofrece la responsabilidad ministerial. La fuerza obligatoria mínima del Derecho
internacional, conduce a muchos autores a negarle el carácter de Derecho. Motivo semejante se
opone al fortalecimiento técnico del Derecho internacional mediante un tribunal internacional
dotado de poderes de anulación y los que se oponen al incremento de la fuerza obligatoria de
la Constitución mediante la organización de un tribunal constitucional. (Estudio Comparado
de las Constituciones de Austria y Norteamérica. Jus et Veritas. 6 de junio de 1993. Núm. 6,
págs. 37, 40 y 88).
34
IVÁN ESCOBAR FORNOS
continuar el proceso de control. Otros, más amplios, le conceden
derecho de control a los particulares agraviados. Esta amplitud
llega a su máximo con el otorgamiento de la acción popular.
Nos adherimos al sistema completo o amplio de legitimación y
desechamos al incompleto o restringido. Así lo exige el sistema
democrático48 y la mejor defensa de los derechos humanos y la
Constitución en general.
48 Expresa Kelsen que la más fuerte garantía es autorizar la actio popularis. Así, el tribunal
constitucional entraría al examen de la regularidad de los actos sometidos a su jurisdicción, en
especial las leyes y reglamentos, a solicitud de cualquier particular. El interés político de la
eliminación de los actos irregulares recibiría indiscutiblemente la más radical satisfacción. No
recomienda esta solución por el gran peligro de acciones temerarias y el riesgo insoportable
del congestionamiento de procesos. Señala otras soluciones; a saber: autorizar y obligar a todas
las autoridades públicas que al aplicar una norma tengan duda sobre su regulación, a
interrumpir el procedimiento en el caso concreto y a interponer ante el tribunal constitucional
demanda razonada para el examen y anulación eventual de la norma; también se podía
otorgar este poder exclusivamente a ciertas autoridades superiores (ministros y cortes
supremas) o restringido a los tribunales, bien que la exclusión de la administración no sea
perfectamente justificable. Propone un acercamiento del recurso de inconstitucionalidad a la
actio popularis, remitiendo a la parte de un proceso judicial o administrativo a interponerlo
contra las resoluciones de estas autoridades. No se trata de una acción directa de los
particulares, sino de un medio indirecto para provocar que la autoridad judicial o
administrativa se adhiera al criterio de la parte solicitante y presente la demanda de nulidad.
Somete a análisis la creación de un Defensor de la Constitución ante el tribunal constitucional
que, a semejanza del Ministerio Público en el procedimiento penal, inicia de oficio el
procedimiento de control de constitucionalidad. Este funcionario debe estar revestido de todas
las garantías imaginables, frente al gobierno y al Parlamento. Cabe la posibilidad de que el
tribunal constitucional inicie de oficio el procedimiento de control contra una norma general, a
saber: cuando llamado a examinar la legalidad de un reglamento se encuentra con la
inconstitucionalidad de la ley con la cual el reglamento está en contradicción; cuando el
tribunal es llamado a decidir sobre la regularidad de ciertos actos jurídicos individuales de los
cuales sólo su legalidad es inmediatamente puesta en cuestión, no siéndolo su
constitucionalidad más que mediatamente. En tales casos el tribunal interrumpirá el
procedimiento relativo al caso concreto y procederá de oficio al examen de la norma que él
habría debido aplicar al caso. Si anula, deberá resolver el litigio correspondiente como si la
norma anulada no hubiese nunca sido aplicada (Estudio Comparado de las Constituciones de
Austria y Norteamérica. Ob. cit., Núm. 6, págs. 38 y 39).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
35
6. CONTROL CONSTITUCIONAL SOBRE TODA
LA ACTIVIDAD ESTATAL
Un sistema completo debe controlar a todos los órganos y poderes
y a todo ordenamiento jurídico inferior a la Constitución. La
Constitución obliga a todas las autoridades y personas. También
son objeto de control las reformas constitucionales que violan los
trámites fundamentales para realizarla (falta de dos legislaturas,
falta de la mayoría especial, etc.) y las reformas a las disposiciones
constitucionales de fondo, irreformables por ser objeto únicamente
de reforma por el Poder Constituyente de la reforma general.
Pero ya hemos visto que ciertas materias y órganos no son
controlables: cuestiones eminentemente políticas, declaración de
guerra, declaración del estado de emergencia, salvo que éste
suspenda los derechos y garantías, que prohíbe hacerlo la
Constitución, o sea notoriamente improcedente su declaración; las
decisiones del Poder Electoral sobre materia electoral; etc.
En ciertos países también existen ciertas partes o disposiciones
de la Constitución no controlables. Expresa K. C. Wheare que: a)
Las dificultades que se presentan ante los tribunales cuando se les
pide que impongan o adapten las declaraciones de derechos de una
Constitución, impulsan a los autores de ésta a declarar que ciertos
derechos no sean considerados como una recopilación de normas
legales cuya ratificación y aplicación se confía a los tribunales, sino
que se consideren más bien como una afirmación de objetivos
deseables. Este criterio lo adoptó la Constitución irlandesa y lo
siguió la Constitución de la India. En la Constitución irlandesa, el
art. 45 establece los principios directivos de política social, y afirma
que ellos pretenden ser una orientación general para el cuerpo
legislativo. La aplicación de estos principios en la elaboración de las
leyes incumbe exclusivamente al cuerpo legislativo y no es de la
competencia de tribunal alguno en ninguna de las estipulaciones de
esta Constitución. b) En algunos casos, la Constitución expresamente dispone que parte de sus preceptos no pueden ser
controlados por la jurisdicción de los tribunales. Por ejemplo, la
36
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Constitución de Irlanda y la de la India disponen que ningún
tribunal podrá conocer sobre las medidas en que las leyes del
Parlamento están en consonancia con las declaraciones de principio
de política social contenidas en la Constitución. En otros países
donde las constituciones guardan silencio sobre si los tribunales
están autorizados o no para declarar la inconstitucionalidad, éstos
raras veces se atreven a pronunciarse sobre la inconstitucionalidad.49
49
Constituciones Modernas. Ob. cit, págs. 51 y 107.
CAPÍTULO V
PRINCIPIOS DEL DERECHO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
1. IDEAS GENERALES
En el Derecho Procesal Constitucional se aplican varios principios;
unos pertenecen a los diferentes derechos procesales: penal, civil,
etc., y otros son propios de nuestra rama o pertenecen a los
principios generales del Derecho Procesal.
Por otra parte, unos son de mero procedimiento y otros de
fondo o de interpretación. Son muy útiles: sirven para legislar
científicamente, aplicar correctamente los procedimientos e interpretar la Ley de Amparo y los derechos constitucionales.50
2. PRINCIPIO DE IMPULSO OFICIAL
En el control constitucional basta que las partes inicien el
procedimiento para que el órgano de control actúe de oficio y en
forma rápida. No se puede invocar la falta de gestión de las partes
para que el procedimiento permanezca paralizado. No existe
caducidad.51
Por otra parte, los términos deben ser fatales, y una vez
vencidos el órgano debe continuar de oficio con el trámite
siguiente. También, de oficio, debe recabar pruebas.
Nuestro sistema tiende al impulso oficial, pero no lo desarrolla
en toda su extensión, como veremos más adelante.
50 Para profundizar sobre los principios procesales, véase al destacado procesalista
argentino Adolfo E. C. Borthwick (Principios Procesales. Editorial Mave. Buenos Aires,
Argentina, 2003; Nociones Fundamentales del Proceso. Editorial Mave. Buenos Aires,
Argentina, 2000).
51 Art. 5 incs. 1 y 4 de la Ley de Amparo.
37
38
IVÁN ESCOBAR FORNOS
3. PRINCIPIO DE INFORMALIDAD
Los actos procesales del proceso constitucional deben estar libres
de formalidades que no tengan por objeto la seguridad y el derecho
a la defensa.52 Muchos de sus actos podrán hacerse por escrito, de
palabra, por fax, telefonograma, teléfono, etc., fundamentalmente
en el habeas corpus. Los trámites procesales deben ser simples. El
acto procesal, aunque tenga irregularidades, surtirá sus efectos si
cumple con su función. No hay nulidad sin perjuicio. La nulidad
solamente debe ser decretada cuando así lo disponga expresamente
la ley.
Las nulidades deben ser subsanadas de oficio o a petición de
parte, reponiendo el acto omitido o irregular, sin abrir incidentes.
Generalmente las nulidades pueden ser subsanadas, a menos
que lesionen el derecho a la defensa. Como consecuencia, si al
tiempo de dictar sentencia se detectan nulidades, el juez las
rechaza, dicta sentencia de fondo y convalidará las omisiones o
irregularidades.
Los artículos 12 y 28 de la Ley de Amparo conceden a los
recurrentes en el recurso por inconstitucionalidad de la ley, decreto
o reglamento, y en el recurso de amparo, un plazo para llenar las
omisiones de forma, y si no lo hacen se tendrían como no
interpuestos, siguiendo el principio de informalidad.
4. PRINCIPIOS DE GRATUIDAD
La justicia es gratuita, expresa el art. 165 de la Constitución, y en
el art. 34 inc. 7 de la Constitución se aplica concretamente este
principio al conceder al procesado ser asistido gratuitamente por
un intérprete si no comprende o no habla el idioma empleado por
el tribunal. La gratuidad significa que el Estado no cobra por
administrar justicia.53
Este principio lo contemplan los arts. 8 inc. 2, 120 y otros del Código Procesal Penal.
Este principio y el de celeridad procesal son contemplados por el art. 8 del Código
Procesal Penal.
52
53
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
39
Para quienes tienen recursos económicos suficientes, con esto
basta. Pero para los pobres, el principio de gratuidad no funciona
por cuanto las partes deben hacer cuantiosos gastos adicionales
(pagar abogado, buscar pruebas, etc.). Para llevar asistencia jurídica
a los pobres se han ideado varios sistemas: defensa a cargo de los
colegios de abogados; defensa a cargo de empleados estatales;
defensa por Organizaciones No Gubernamentales; sistema de
Seguro Social. Nuestra Ley Orgánica del Poder Judicial sigue el
sistema de crear oficinas públicas de defensa. Los defensores
públicos ya están funcionando en lo penal. Para cubrir mayor
cantidad de casos es conveniente poner a funcionar varios de tales
sistemas.
5. PRINCIPIO DE CELERIDAD
Es uno de los principios fundamentales de todo proceso, principalmente
de los constitucionales, pues tiene por objeto la defensa de la
Constitución y de los derechos humanos consagrados en ella. Las
pretensiones constitucionales requieren de atención y resolución
rápida.54
Este principio exige, entre otras, las condiciones siguientes: plazos
cortos y fatales, impulso oficial, actuaciones oficiosas, ausencias de crisis
procesales (incidentes, traslados, impulso de parte, saltos procesales,
suspensiones e interrupciones procesales, etc.).
Pero la celeridad no debe destruir la seguridad. El proceso debe ser
rápido para no brindar justicia tardía, pero se debe tener cuidado de
tomar todas las precauciones para no juzgar mal por la celeridad, lo que
es tan grave como la justicia tardía. Justicia precipitada no es justicia.
Este principio está reconocido en el art. 5 de la Ley de Amparo.
6. PRINCIPIO DE BUENA FE
El juicio es un proceso dialéctico donde deben imperar la lealtad
y la buena fe. El Estado no puede permitir que el proceso sea una
54
Art. 5 incs. 1, 3 y 4 de la Ley de Amparo.
40
IVÁN ESCOBAR FORNOS
lucha en la cual las partes usen estratagemas, trampas y argucias
para triunfar ante la pasividad del juez.55 Esta forma de actuar es
contraria a los fines del proceso.
El juez debe controlar el cumplimiento de este principio, por lo
cual se le deben otorgar facultades para rechazar incidentes o
gestiones notoriamente improcedentes o que tiendan a atrasar el
juicio, lo mismo que a imponer sanciones a los infractores.
El art. 15 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece este
principio. Dice así:
“Actuación de los sujetos procesales. Art. 15. Todas las personas
que participen en un proceso judicial, deben respetar las reglas
de la buena fe y actuar con lealtad, respeto, probidad y
veracidad. Los Jueces y Tribunales no deben permitir que se
viertan de palabra o que corran en los escritos expresiones
indecorosas, injuriosas o calumniosas. Mandarán a borrar o
tachar las que hayan escrito y podrán, si el caso lo exigiese,
devolver de oficio los escritos proveyendo: que la parte use de
su derecho con la moderación debida.
Los Juzgados y Tribunales deben rechazar fundadamente
toda argumentación que se formule con manifiesto abuso de
derecho o entrañe fraude a la ley.
Los Juzgados y Tribunales ejercen potestad disciplinaria con
respecto a las actuaciones de las partes en el desarrollo del
proceso, de conformidad con lo establecido en la ley”.
7. PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
Representa el contacto directo del juez con el proceso.56 Para tal
efecto debe asistir a las audiencias, y actos procesales, y participar
activa y personalmente en ellos, además, recibir las pruebas.
Funciona principalmente en el juicio oral. La oralidad no existe en
Art. 5 inc. 2 de la Ley de Amparo.
Lo contemplan los arts. 13 y 282 del Código Procesal Penal. El proceso penal es
acusatorio y oral. Esta oralidad se funda en la expresión oral, el principio de concentración, el
principio de inmediación y el principio de publicidad.
55
56
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
41
el proceso constitucional, pero la Sala de lo Constitucional con
frecuencia invita a las partes a exponer verbalmente sus pretensiones. Son muy útiles para ilustrar a los magistrados.
8. PRINCIPIO DE LEGALIDAD CONSTITUCIONAL
El pueblo tiene derecho a que la Constitución se aplique en forma
preferente57 y efectiva. Para ello deben establecerse las garantías y
procedimientos para que el interesado pueda recurrir a los
tribunales a reclamar la protección de sus derechos violados por las
autoridades, quienes están obligados a respetar (como también las
personas de carácter privado) la Constitución. En la jurisdicción
constitucional prevalece el principio de legalidad constitucional
sobre el de legalidad.
Varios principios se derivan de éste, los cuales se estudiarán a
continuación.
A. GRAVEDAD MÁXIMA POR VIOLACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
La ley suprema de la República es la Constitución, por lo que la
violación de sus principios, normas y valores constituye la más
grave violación jurídica, sancionada con la nulidad. Es la doctrina
seguida por el art. 182 de la Constitución, que sanciona con nulidad
absoluta las leyes, tratados, órdenes o disposiciones que se le
opongan o alteren.
B. NO ES CONVALIDABLE LA VIOLACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
Los actos violatorios a la Constitución no pueden ser
convalidados ni subsanados retroactivamente. Se anulan retroactivamente, salvo situaciones consolidadas dignas de protección,
como lo dispone el art. 22 de la Ley de Amparo. Nuestra Ley de
Amparo limita este principio al permitir la aceptación del acto
57 Los arts. 194 del Código de Procedimiento Civil, 182 de la Constitución Política, 4 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y 5 de la Ley de Amparo, establecen la aplicación preferente
de la Constitución.
42
IVÁN ESCOBAR FORNOS
como motivo de improcedencia del amparo,58 sin perjuicio de las
otras acciones o recursos que tenga el agraviado.
En el recurso de inconstitucionalidad de la ley, decreto o
reglamento existe un plazo de caducidad de sesenta días para
interponerlo, pero subsiste el derecho de impugnarlos cuando sean
aplicados al caso concreto, o a través del amparo. En varios
sistemas no existen plazos de prescripción y caducidad en los
recursos de amparo, inconstitucionalidad de la ley y la exhibición
personal.
C. ES IMPRESCRIPTIBLE EL DERECHO PARA RECLAMAR TAL VIOLACIÓN
Como no es convalidable la nulidad constitucional, el derecho
para solicitar la nulidad es imprescriptible mientras dure la
violación, salvo aceptación del acto. La acción para reclamar la
violación a la Constitución y los derechos fundamentales en ella
consagrados son imprescriptibles, salvo los derechos patrimoniales.
Este principio tiene en nuestra Ley de Amparo varios límites.
No se aplica con la amplitud deseada.
9. PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL
Lo que se quiere con este principio es ahorrar tiempo, energía y
dinero, teniendo en cuenta el tipo de proceso. Éste es un principio
muy importante que lo contempla nuestra Ley de Amparo, y
coadyuva con el principio de celeridad.
10. PRINCIPIO DE IGUALDAD PROCESAL
En virtud de este principio las partes deben tener igualdad de
oportunidades durante todo el proceso para poder alegar, probar e
invocar sus pretensiones. Este principio de igualdad procesal es
una aplicación del principio de igualdad ante la ley.
58
Art. 51 inc. 3 de la Ley de Amparo.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
43
11. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD PROCESAL
El principio de publicidad tiene por objeto permitir a las partes
la intervención en el proceso constitucional para esgrimir sus
derechos y defensas.59 También permite que el pueblo pueda
fiscalizar la administración de justicia por medio de cualquier
ciudadano o por los medios de comunicación.
12. PRINCIPIO DE APLICACIÓN DE LA DISPOSICIÓN
MÁS FAVORABLE AL RECURRENTE
Se refiere a los derechos humanos y tiene su origen en la doctrina
de la Suprema Corte de los Estados Unidos.
Cuando están de por medio los derechos humanos debe
aplicarse la norma más favorable al recurrente. Cuando varias
normas coinciden a regular el caso debe aplicarse lo más favorable
al recurrente. Por ejemplo: una norma constitucional más favorable
al recurrente y otra consagrada en un tratado menos favorable o
viceversa.
13. PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Está consagrado en el art. 34 inc. 1 de la Constitución y la desarrolla
el art. 2 del Código Procesal Penal. Es una presunción iuris tantum.
El citado artículo expresa que la inocencia se presume mientras no
se pruebe la culpabilidad conforme a la ley. Esta presunción cae
hasta que se dicta la sentencia definitiva que le ponga fin al juicio,
en el cual se haya otorgado garantía para la defensa del enjuiciado.
La presunción de inocencia tiene como consecuencia el principio
de la subsidiaridad de la prisión preventiva, en virtud de la cual
solamente se decreta cuando no pueden aplicarse las otras medidas
precautelares menos gravosas. El art. 168 del Código Procesal Penal
59 En el art. 4 del Código Procesal Penal se consagra el derecho de defensa material y
técnica. Se garantiza un defensor público a las personas que no tengan dinero para pagar un
abogado particular.
44
IVÁN ESCOBAR FORNOS
dispone que la privación de la libertad sólo procede cuando las
demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar la
finalidad del proceso. Convierte al imputado en un sujeto del
proceso y no en un objeto.
Se ha dicho que tiene su origen en el art. 39 de la Carta Magna
inglesa de 1215, que dice así: “Ningún hombre libre será arrestado, o
detenido en prisión o desposeído de sus bienes, proscrito o
desterrado, o molestado de alguna manera; y no dispondremos
sobre él, ni lo pondremos en prisión, sino por el juicio legal de sus
pares, o por la ley del país”; pero no es así: se refiere solamente a la
nobleza y no al pueblo; lo que aplica es el principio nulla poena sine
iudicio, de donde surge el due procesos of law (debido proceso).
Su verdadero origen está en la Declaración Francesa de Derechos
del Hombre y del Ciudadano de 1789, producto de la Ilustración:
Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot y D´ Alembert, estos dos
últimos iniciadores de la Enciclopedia, vehículo de expresión de la
Ilustración. La Ilustración luchó contra el Estado absolutista, la
Iglesia y la nobleza, favorecía la razón y el Derecho Natural.
El art. 9 de dicha Declaración dice: “Debiendo presumirse todo
hombre inocente mientras no sea declarado culpable, si se juzga
indispensable arrestarlo, todo rigor que no sea necesario para
asegurar su persona, debe ser severamente reprimido por la ley”.
Esta presunción de inocencia fue impugnada por el fascismo y el
nacionalsocialismo. La presunción de inocencia se ha generalizado
en Latinoamérica a pesar de algunas críticas que se han hecho. Ha
recibido críticas en relación con los delitos contra la corrupción
(lavado de dinero proveniente de drogas y saqueo de las arcas
estatales).
14. PRINCIPIO IN DUBIO PRO REO
En virtud de este principio, en caso de duda se procede a
favorecer al reo.
Tiene varias manifestaciones: a) Cuando existan varias
interpretaciones debe adoptarse la interpretación más favorable al
reo. b) En caso de duda se interpretará la ley en el sentido más
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
45
favorable al reo.60 c) Las leyes penales se aplican retroactivamente
cuando favorecen al reo.61 d) En caso de duda es preferible absolver
al culpable que condenar a un inocente.62 e) En materia penal se
prohíbe la interpretación extensiva y el juez debe atenerse
estrictamente a la letra de la ley.63 f) El auto de prisión se dictará
cuando se hubiere establecido el cuerpo del delito y hubiere
indicios racionales o presunciones graves de la culpabilidad del
procesado.64
15. PRINCIPIO DE PREFERENCIA
Los derechos fundamentales han adquirido una gran importancia en el Derecho moderno. Ocupan un lugar central y
preferente en las constituciones y su cumplimiento es motivo de
preocupación a nivel mundial.
Como consecuencia, el intérprete de la Constitución debe
decidirse en forma preferente a favor de los derechos humanos.
La Constitución colombiana de 1991 reconoce varias preferencias
de los derechos humanos: el art. 5 reconoce la primacía de los
derechos indeclinables de la persona y la familia, lo cual significa que
deben aplicarse con preferencia en relación con las otras normas de la
Constitución. El Estado debe velar para que se cumpla con este
mandato. El art. 228 establece que el Derecho sustancial prevalece
sobre el instrumental, por lo que los procedimientos de la defensa de
los derechos humanos deben sujetarse a ellos. El art. 44 declara que
los derechos de los niños prevalecen sobre los demás. De acuerdo con
el art. 93 prevalecen en el orden interno los tratados y convenios que
reconocen derechos humanos y que prohíben su limitación en estados
Art. 13 del Código Penal.
Art. 14 del Código Penal y 38 de la Constitución.
62 Art. 2 párrafo 4 del Código Procesal Penal. Se establece que cuando exista duda
razonable sobre la culpabilidad del acusado, al dictarse la sentencia o el veredicto del jurado,
debe absolverse al acusado.
63 Art. 13 del Código Penal.
64 Art. 184 del Código de Instrucción Criminal, hoy derogado, pero aplicable
aproximadamente a la extraordinaria suma de 152,000 casos de mora judicial.
60
61
46
IVÁN ESCOBAR FORNOS
de excepción. Los derechos consagrados en la Constitución se
interpretan de acuerdo con estos tratados. Existe, pues, una
prevalencia de los derechos humanos que se extiende a todo el
ordenamiento jurídico.
16. PRINCIPIO DE PLENITUD O EXPANSIBILIDAD
DE LOS DERECHOS HUMANOS
Se pueden presentar dos sistemas, el sistema del numerus clausus (lista
cerrada) y el sistema del numerus apertus (lista abierta). En virtud del
primero, los derechos humanos son sólo los consagrados
expresamente en la Constitución y no otros que puedan surgir con el
devenir del tiempo.
En virtud del sistema del numerus apertus, los derechos humanos
no sólo son los consagrados en la Constitución, sino también los
inherentes a la persona o que se deriven del sistema democrático de
gobierno, como expresaban las Constituciones nicaragüenses de 1950
y 1974.
La actual Constitución tiene una lista muy amplia de derechos y
libertades, reconoce los derechos inherentes a las personas y acepta
los principales documentos y convenios internacionales, declarados
aplicables por el art. 46. Se puede decir que consagra la lista abierta.
Además, la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
incorporada a nuestra Constitución, en el art. 46, dispone que no se
pueden excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser
humano o que se deriven de la forma democrática representativa
de gobierno, los cuales pasan a formar parte de nuestra
Constitución o cuando menos de nuestro bloque de
constitucionalidad. Por el contrario, no se permite a los Estados,
personas o grupos de personas, suprimir el goce y ejercicio de los
derechos y libertades, o limitarlos en mayor medida de la prevista,
de acuerdo con el art. 29 de la Convención.
Todos los convenios y tratados internacionales declarados
aplicables por la Constitución vienen a aumentar nuestra lista de
derechos.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
47
Este tema también se vincula con el problema de la modificación o
adecuación de los derechos humanos a los nuevos tiempos. Es
peligroso y requiere de mucha prudencia para no potenciarlos
demasiado o, por el contrario, destruir el derecho o derechos en
cuestión y el sistema democrático. Así, por ejemplo, el derecho de
propiedad, fue defendido con fortaleza durante la primacía del
liberalismo, después se debilita o suprime con el socialismo, cayendo
junto con el sistema democrático, en los países socialistas. Hoy en día
recupera su valor ante el florecimiento de las ideas liberales y el
derrumbe del comunismo, hasta considerarlo como elemento
fundamental de la libertad.
Con estas reglas de apertura de los derechos humanos pueden ir
surgiendo nuevos derechos y aun aumentar su radio de acción los
existentes, alcanzando su plenitud.
17. PRINCIPIO DE IRREVERSIBILIDAD
Tiene su principal aplicación en los derechos económicos, sociales y
culturales. Para la conquista de estos derechos se ha tenido que librar
una dura lucha en el campo político y social frente al Estado y frente a
los grupos de poder.
También se aplica a los derechos individuales. Por ejemplo, no se
puede retroceder a la esclavitud, la tortura, etc.
Encierra un rígido deber de no retroceder en las conquistas; pero
debemos aceptar también que, en la realidad, puede tener regresiones.
Esta característica se puede deducir del art. 4 de la Constitución,
que establece el deber del Estado de promover y garantizar los
avances de carácter social y político para asegurar el bien común,
asumiendo la tarea de promover el desarrollo humano; y del art. 48
párrafo segundo de la Constitución, que establece la obligación del
Estado de eliminar los obstáculos que impidan de hecho la igualdad
entre los nicaragüenses y su participación efectiva en la vida política,
económica y social del país. Estas disposiciones dan a entender que la
realidad no coincide con la Constitución en muchos aspectos.
En virtud de esta interpretación, el orden jurídico interno
nacional debe ser interpretado en lo posible de acuerdo con los
48
IVÁN ESCOBAR FORNOS
alcances y significados que tienen los derechos humanos en el
orden internacional, los tratados o convenios internacionales de
derechos humanos, y la jurisprudencia de los tribunales de
derechos humanos; en nuestro sistema, principalmente, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos,65 como también la de los
tribunales o salas constitucionales de otros países. En esta materia,
a nivel internacional, existe una riqueza extraordinaria que no debe
desaprovecharse.
18. LA LEY DE AMPARO Y LOS PRINCIPIOS
El art. 5 de la Ley de Amparo establece ciertos principios: “Los
Tribunales de Justicia observarán siempre el principio de que la
Constitución Política prevalece sobre cualquier Ley o Tratado
Internacional.
Asimismo deberán:
1. Dirigir todos los trámites del recurso, impedir su paralización,
y obligar que se cumpla el principio de economía procesal.
2. Prevenir y sancionar los actos contrarios a la lealtad y buena
fe que deban observarse en el recurso.
3. Hacer efectivos los principios de igualdad, publicidad y
celeridad del recurso.
4. Tomar todas las providencias necesarias para el cumplimiento
de las resoluciones que dictan. No habrá caducidad en estos
recursos”.
65 Para la jurisprudencia de esta Corte véase: Alejandro MONTIEL ARGÜELLO. Temas
Internacionales: “La Corte Interamericana de Derechos Humanos y su Jurisprudencia”. Editorial
Hispamer. 2001, pág. 211 y sigts.
CAPÍTULO VI
CLASIFICACIÓN DE LAS SENTENCIAS
CONSTITUCIONALES
1. INTRODUCCIÓN
Éste es uno de los temas más difíciles e interesantes de nuestra
materia. Sobrepasa el que se presenta en el Derecho Procesal Civil.
Son numerosas las sentencias que surgen de la justicia
constitucional.
Algunas sentencias aparecen en los textos legales, pero no la
mayoría de ellas. Existe una gran riqueza jurisprudencial en la
creación de nuevos tipos, lo que ha permitido a los tribunales
constitucionales ampliar sus atribuciones, adecuar la Constitución
al caso concreto y a la realidad actual, y realizar una mejor defensa
de toda la Constitución y de la justicia, siempre que procedan con
prudencia y respeto a las competencias de los otros poderes.
Entre las causas que han motivado a los tribunales
constitucionales a dictar diferentes tipos de sentencias se
encuentran: el temor a crear vacíos legales (horror vacui); evitar
resultados más peligrosos que los que se quieran eliminar con la
sentencia que declara la inconstitucionalidad de la ley,
principalmente ante la inercia del legislador; salvar de la
inconstitucionalidad aquellas leyes que admiten una interpretación
constitucional (aplicación del principio de la conservación
legislativa); depurar el ordenamiento jurídico de leyes
inconstitucionales; evitar roces que pueden darse con el Poder
Legislativo, el cual puede sentirse invadido; y prever repercusiones
económicas que pueden surgir de las sentencias, sobre todo frente a
los derechos prestacionales.
La relación de acercamiento y colaboración entre los tribunales
constitucionales y el Poder Legislativo debe estrecharse, sin que
49
50
IVÁN ESCOBAR FORNOS
ninguno ceda su competencia. Para tal efecto, se ha propuesto que la
Constitución permita que los tribunales constitucionales se dirijan al
legislador para exigir que en un plazo razonable se obligue la
aprobación de las normas que corrijan la inconstitucionalidad de la ley.
El sistema kelseniano de un tribunal constitucional con fines
legislativos negativos, ha sido sobrepasado con una variedad de
sentencias e interpretaciones que ha convertido a dichos tribunales en
creadores de normas, razón por la cual se hace necesaria la actuación
prudente de la justicia constitucional y un acercamiento con el Poder
Legislativo.
La doctrina italiana, lo mismo que la alemana, ha hecho muchos
aportes. La clasificación que hacemos se encuentra dentro de la primera
doctrina, siguiendo en parte a Alessandro Pizzorusso.66
2. SENTENCIAS DECLARATIVAS, CONSTITUTIVAS E
INAPLICATIVAS
Son sentencias que se pronuncian sobre los actos públicos que violan
normas superiores. Las sentencias pueden ser declarativas, constitutivas
e inaplicativas.
Son declarativas cuando el vicio del acto o norma produce nulidad
absoluta. Son constitutivas cuando el vicio del acto o de la norma
produce invalidez, pero han producido efectos que, aunque son
irregulares, han tenido alguna eficacia. Son de la tercera clase cuando la
sentencia inaplica la ley al caso concreto, pero no la elimina del
ordenamiento jurídico.
3. EFECTOS DE LAS SENTENCIAS QUE DECLARAN
LA INCONSTITUCIONALIDAD
En la legislación comparada existen tres tipos de sentencias que
analizaremos brevemente a continuación. Las sentencias que declaran
inconstitucional la ley con efectos erga omnes. Generalmente son
66 Lecciones de Derecho Constitucional. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1984,
pág. 47 y sigts.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
51
aceptadas por los sistemas que tienen tribunales constitucionales.
La ley desaparece para el futuro como si hubiera sido derogada.67
Esta sentencia es constitutiva de una nueva situación.
En los sistemas difusos la sentencia es declarativa de la nulidad
absoluta con efectos retroactivos,68 salvo sobre aquellos casos o
situaciones dignas de protección.
67 Expresa Kelsen que la anulación de una ley por sentencia tiene el mismo carácter que
una ley que abroga a otra ley. Es un acto de legislación negativa, pues la Constitución le
concede al tribunal constitucional una función legislativa que en principio estaba reservada al
Parlamento. Por tal razón, los miembros del tribunal constitucional, a diferencia de los otros
jueces que son nombrados por la Administración, son elegidos por el Parlamento. Con este
tipo de elección se le piensa dar independencia al tribunal constitucional, principalmente en
relación con la Administración, la cual dicta normas jurídicas y reglamentos con los mismos
efectos legales de las leyes, y, por lo tanto, con una fuerza de gran trascendencia política, sujeta
al control constitucional del tribunal. Por el mal uso de ese poder, la Administración podría
fácilmente suprimir al Parlamento y así eliminar la base democrática del Estado. Una prueba
de tal afirmación fue la utilización abusiva del art. 48 de la Constitución de Weimar, que
autorizaba al gobierno a promulgar reglamentos, y que fue el camino a través del cual fue
destruido el carácter democrático de la República de Alemania y preparado el camino para el
ascenso del nacional-socialismo al poder. Señala que la Constitución austriaca semifascista de
1934 fue sancionada por un reglamento del gobierno. (La Garantía Jurisdiccional de la
Constitución. Revista Jus et Veritas. Lima Perú. Año V, Nº 9. Revisión de la Traducción de
Rolando Tamayo y Salmorán por Domingo García Belaunde, pag. 84).
68 Expresa Kelsen que es difícil justificar la retroactividad de la declaración de
inconstitucionalidad de la ley por dos razones: por las consecuencias críticas de todo efecto
retroactivo, y porque la decisión recae sobre un acto del legislador que también interpreta la
Constitución y tiene que ser respetada mientras no se declare su inconstitucionalidad. Se
discute si la decisión de la Corte Suprema que declare la inconstitucionalidad de la ley tiene
efecto de nulidad ad initio y, como consecuencia, esta nulidad afecte a toda la ley con efecto
retroactivo, de manera que todos los efectos que antes tuvo la ley son abolidos. Cuando se
discutía la Constitución austriaca de 1920, otros dos métodos fueron objeto de estudio y
debate. Por el primero se le concede a cada ciudadano el derecho de hacer peticiones directas
al tribunal constitucional, el cual queda obligado a examinar la validez de la ley. Era una
especie de actio popularis en cuestiones constitucionales. El segundo consistía en crear en el
tribunal constitucional la oficina de un Procurador General a cargo de la protección de la
Constitución, el cual examinaría las leyes federales y estatales, y sometería al tribunal aquellas
de dudosa constitucionalidad. Ninguno de estos métodos fue aceptado. Señala una tercera
posibilidad con respecto a la protección de las minorías, a las que se les concede el derecho de
impugnar la inconstitucionalidad de una ley aprobada por la mayoría ante el tribunal
constitucional. Cuando en Estados Unidos se anula una ley, surge la cuestión respecto de la
situación legal creada por dicha anulación en relación con el asunto que estaba regulado en la
ley anulada. Se presentan dos posibilidades. La primera surge cuando la ley anulada regula
52
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Para evitar graves daños a la seguridad jurídica, la paz social y
la justicia se suaviza la retroactividad de la sentencia, excluyendo
de sus efectos las situaciones siguientes: las sentencias que hicieron
tránsito a cosa juzgada material; los derechos adquiridos de buena
fe en virtud de la ley anulada; las relaciones jurídicas extinguidas
por prescripción o caducidad; los hechos consumados material o
técnicamente irreversibles. Tales límites se agrupan en la
denominada teoría de las relaciones extrajudiciales.
En algunos países como Costa Rica, la sentencia que declara la
inconstitucionalidad puede dimensionar los efectos en el espacio,
tiempo o materia.
También en los sistemas difusos se aceptan las sentencias de
inaplicabilidad de la ley. Como ya expresamos, estas leyes
declaradas inconstitucionales no se aplican al caso concreto, pero
no se derogan.
una materia que en el momento de entrar en vigencia no se encontraba todavía legalmente
regulada. Por ejemplo: una ley que prohíbe la producción y venta de ciertos equipos de radio
ha sido anulada. Antes que esta ley entrara en vigencia, esta producción y venta de equipos no
estaba reglamentada por ninguna norma, por lo que las personas eran libres en este aspecto.
La segunda posibilidad se da cuando la ley anulada ha reemplazado una ley o una norma del
Common Law que regulaba el mismo asunto. Por ejemplo: una ley por la cual la producción y
venta de equipos de radio estaba prohibido, pero sancionada con penas muy leves. En el
primer caso, la anulación tiene el efecto de restablecer el estado legal que existió antes de que
la ley fuera derogada, o sea, el estado de libertad. En el segundo caso, no sucede lo mismo
porque la anulación de la ley no restablece automáticamente la ley anterior que regulaba la
producción y venta de ciertos equipos de radio. Por la anulación de la última ley que prohibía
la producción y venta de equipos de radio, la producción y venta de estos equipos de radio
queda exenta de toda reglamentación. El efecto de la anulación puede ser muy poco deseable e
ir más allá del interés en el respeto y estabilidad de la Constitución. Cuando una ley anulada
reemplaza a una ley anterior o a una norma del Common Law que regulaba el mismo asunto, es
preferible dejar a ésta restablecida antes que tener un status legal que deja el asunto libre de
toda regulación, para lo cual debe estar autorizado por la Constitución este restablecimiento.
Cuando el tribunal anula y restaura una norma anterior, realiza no sólo un acto negativo de
legislación, sino también uno positivo de legislación. Si la teoría de la anulación ad initio no es
aceptada (muchos autores norteamericanos no la aceptan) es imposible mantener la opinión de
que la inconstitucionalidad de la ley tiene el efecto automático de revalidar una ley anterior. Si
un tribunal norteamericano declara que la ley es inconstitucional y se niega a aplicarla en un
caso concreto, dicho tribunal no tiene ninguna posibilidad de aplicar la ley anterior a ese caso,
solamente cuando la ley fuere declarada nula ad initio (con efecto retroactivo). La ley anterior o
la preexistente norma válida de Common Law serían aplicables. (La garantía Jurisdiccional de la
Constitución. Ob. cit. Nº 9, págs. 84, 85, 89 y 90).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
53
En los arts. 18 y 19 de la Ley de Amparo vigente se dispone que
la inconstitucionalidad de la ley tiene efectos para el futuro (efectos
derogativos), lo cual contraviene el art. 182 de la Constitución, que
expresamente declara sin validez la ley, decreto o reglamento que
se oponga a ella.
La sentencia que declara la inconstitucionalidad tiene efectos
secundarios que pueden ser declarados en la misma; a saber:
a) Al anular la ley por ser inconstitucional, el juez constitucional,
de oficio o a petición de parte, eliminará del ordenamiento jurídico
aquellas otras normas que resulten inaplicables porque se habían
dado para actuarla y ejecutarla. Por ejemplo, si se declara la
inconstitucionalidad de una ley en su contenido material, la
sentencia podrá eliminar del ordenamiento jurídico las reglas de
procedimiento contenidas en la misma.
b) El juez constitucional declarará de oficio o a petición de parte
la nulidad de una norma o normas cuyo contenido coincida con el
de otra u otras normas declaradas anteriormente inconstitucionales.
c) También declarará, de oficio o a petición de parte, fuera del
ordenamiento jurídico, las disposiciones que queden sin fundamento normativo como derivación de haberse declarado la inconstitucionalidad de la norma impugnada. Por ejemplo, si se declara la
inconstitucionalidad de la ley, como consecuencia la sentencia
declarará también la inconstitucionalidad del reglamento. Si se
ataca el reglamento, se puede conocer de la inconstitucionalidad de
la ley.
d) El juez constitucional, de oficio o a petición de parte,
eliminará del orden jurídico aquellas disposiciones o actos que se
encuentren en conexión ineludible con los declarados
inconstitucionales. Por ejemplo: declaradas inconstitucionales una
o varias normas, también pueden declararse inconstitucionales
aquellas que las desarrollan o amplían; declarada inconstitucional
una ley, también se deben declarar inconstitucionales los
nombramientos de los funcionarios hechos conforme a ella. Estas
54
IVÁN ESCOBAR FORNOS
normas de conexión pueden estar en la misma ley objeto del
recurso o en otra diferente.69
El art. 19 de la Ley de Amparo permite que el juez
constitucional, de oficio o a petición de parte, declare la
inconstitucionalidad de disposiciones que no fueron impugnadas,
aunque no tengan conexión con las que sí lo fueron.
4. SENTENCIAS ADITIVAS
La omisión legislativa se entiende como exclusión, y la sentencia lo
que hace es incluir a nuevas personas en virtud del principio de la
igualdad. En Costa Rica, por sentencia de la Sala de lo
Constitucional, las enfermeras graduadas en la Escuela de
Enfermería de la Universidad de Costa Rica fueron equiparadas a
las diplomadas por la antigua Escuela de Enfermería, lo cual
significó un aumento en el gasto público relacionado con la
seguridad social.
En España, por sentencia 103/83, se extiende al viudo la pensión
de viudez, por inconstitucionalidad del art. 160 de la Ley General
de Seguridad Social, que solamente la otorgaba a la viuda.
La simple omisión que provoca laguna, la llena el tribunal de
control constitucional con la actuación de los principios, valores y
preceptos constitucionales.
69 El art. 39.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de España sólo permite
declarar la inconstitucionalidad por conexión cuando las normas están consagradas en la
misma ley impugnada y no en leyes separadas. Esta solución es severamente criticada por
María Luisa Balaguer Callejón, ya que puede traer consecuencias negativas para el
ordenamiento jurídico, porque algunas veces la conexión entre unas normas viene establecida
por una sucesión temporal y el recurrente interpone el recurso sólo contra una de esas leyes.
El Tribunal Constitucional al no pronunciarse acerca de la inconstitucionalidad de normas de
otro cuerpo legal, puede dejar imprejuzgada una norma claramente inconstitucional por su
relación con otra que también ha sido declarada inconstitucional. (El Recurso de
Inconstitucionalidad. Centro de Estudios Políticos Constitucionales. Madrid, España, 2001. págs.
146 y 147). El art. 19 de nuestra Ley de Amparo no exige la conexión, pero calla sobre otras
leyes, lo cual no impide declarar la inconstitucionalidad por conexión. No existe justificación
para dejar vigente la norma de conexión inconstitucional por encontrarse en otra ley.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
55
5. SENTENCIAS ADITIVAS PRESTACIONALES
Las aditivas prestacionales son las que otorgan a determinados
grupos de sujetos (como servidores públicos, pensionados, etc.) un
beneficio patrimonial: retribución, indemnización, pensión, o
prestación de servicios, de cuyo disfrute resultaban ilegítimamente
excluidos o limitados. Se produce una obligación de hacer o dar.
Como las sentencias aditivas tienen efectos económicos grandes,
en algunas legislaciones se recurre a la sentencia estimatoria que
hace recomendaciones al legislador.
Los derechos prestacionales (o de crédito) encierran ciertas
prestaciones positivas del Estado o de los particulares: derecho a la
salud;70 derecho al trabajo;71 derecho a la educación y cultura;72 a
un ambiente saludable;73 a la seguridad social;74 a la rehabilitación
física, psicológica, profesional y ubicación laboral de los discapacitados;75 a la protección contra el hambre;76 a la vivienda;77 al
deporte y esparcimiento;78 a la información veraz;79 al acceso a los
medios de comunicación social;80 a la protección de la familia;81 a la
protección laboral;82 etc.
El cumplimiento de estos derechos sociales obedece a los
programas políticos de las fuerzas que dominan en el Estado. Por
tal razón, se ha sostenido que las disposiciones constitucionales
relativas a estos derechos no son verdaderas normas jurídicas sobre
las cuales se puedan construir derechos subjetivos, que encierren
los correspondientes deberes que se concreten en la posibilidad de
Art. 59 de la Constitución
Art. 57 de la Constitución
72 Art. 58 de la Constitución
73 Art. 60 de la Constitución
74 Art. 61 de la Constitución
75 Art. 62 de la Constitución
76 Art. 63 de la Constitución
77 Art. 64 de la Constitución
78 Art. 65 de la Constitución
79 Art. 66 de la Constitución
80 Art. 68 de la Constitución
81 Art. 70 y sigts. de la Constitución
82 Art. 80 y sigts. de la Constitución
70
71
56
IVÁN ESCOBAR FORNOS
la coerción o la sanción jurídica cuando no se cumpliere la
obligación que corresponde al derecho reclamado.
Cuando sesionaba en Italia la Asamblea Constitucional, se
alzaron voces que restaban poder jurídico a estos derechos, en
contraste con las restantes normas constitucionales rigurosamente
jurídicas. Se expresaba duramente que servían para la propaganda
y las disputas electorales, y que se refieren más a una revolución
social prometida y a un terreno de lucha política que a una
revolución culminada. Calamandrei, diputado de la Asamblea
Constitucional, insistió sobre la necesidad de agrupar los derechos
sociales en un Preámbulo de declaraciones no jurídicas, una
declaración de intenciones con la finalidad de terminar con la
hipocresía constitucional, declarando que son normas
programáticas a las que no correspondía en ese entonces la vida
real. Pero tales deseos no triunfaron en la Asamblea Constituyente,
que terminó imprimiéndole a la Constitución un carácter social.
Con el tiempo, se comprobó que tales normas se hacen valer como
verdaderos derechos.
Las sentencias aditivas prestacionales se presentan bajo dos
formas: a) El tribunal constata la inconstitucionalidad por la
omisión legislativa y se lo hace saber a la asamblea legislativa para
que tome las medidas que amerite el caso. b) El tribunal, ante la
omisión legislativa o por la falta de reconocimiento de un derecho
prestacional, hace recomendaciones a la asamblea legislativa de la
oportunidad en que debe legislar y cómo debe hacerlo.
6. SENTENCIAS ESTIMATORIAS EXHORTATIVAS
En las sentencias estimatorias exhortativas, en vez de declarar la
nulidad de la ley por ser inconstitucional, el juez constitucional
concede un plazo al legislador para eliminar o reformar la
disposición impugnada; pero como en la práctica los parlamentarios no resuelven de acuerdo con las recomendaciones, se creó la
técnica de la doppia pronuncia, en virtud de la cual, en la primera
sentencia, el tribunal le advierte al Parlamento que si dentro del
plazo señalado no ejecuta las recomendaciones y directrices para
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
57
que una materia sea regulada constitucionalmente, se dictará una
segunda sentencia para declarar la inconstitucionalidad de la norma
impugnada.
Se recurre a este tipo de sentencia para evitar que el juez
constitucional aparezca como legislador negativo, y para concederle al
órgano político la oportunidad de que enmiende la norma que viola la
Constitución.
También podría dictarse sentencia de inconstitucionalidad diferida o
de constitucionalidad temporal, en la que el tribunal constitucional se
abstiene de declarar las normas inconstitucionales porque causaría un
vacío legislativo complejo y grave. Por ejemplo: declarar
inconstitucional el régimen legal de seguro social, etc.
Existe un tipo especial de sentencias exhortativas, empleado en
Alemania y Austria, que señala un plazo dentro del cual el legislador
debe cumplir el mandato, y, de no hacerlo, quedará automáticamente
anulada la norma impugnada de inconstitucionalidad. Si el legislador
cumple la condición suspensiva que encierra la sentencia, es decir,
cumple con el mandato, no se produce la nulidad.
Ciertas sentencias exhortativas hacen un bloqueo de aplicación al
caso o casos concretos que dieron lugar al examen de
inconstitucionalidad, y quedan en suspenso los procesos en espera de la
entrada en vigencia de la nueva normativa que regulan las respectivas
situaciones.
La Corte Constitucional de Karlsruhe declaró que todas las
disposiciones legales contrarias al principio de igualdad entre hombres
y mujeres fuesen modificadas al 31 de marzo de 1953. El legislador no
hizo las modificaciones indicadas, por lo que la Corte declaró que todas
las leyes incompatibles con el principio de igualdad de hombres y
mujeres dejaban de ser aplicables.
7. SENTENCIAS DECLARATIVAS DE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE CARÁCTER PARCIAL
Se dan cuando la inconstitucionalidad afecta sólo una parte de uno o
varios actos o artículos de un texto legal. Uno o dos artículos del Código
Penal, Civil, Mercantil, etc., desaparecen del orden jurídico, pero el
58
IVÁN ESCOBAR FORNOS
resto queda vigente. La inconstitucionalidad no afecta al resto del
articulado.83 Si la inconstitucionalidad de algunos artículos hace
inaplicable y sin sentido toda la ley, lo mejor es declararla
totalmente inconstitucional.
En nuestro sistema es admisible este tipo de sentencia.
8. SENTENCIAS QUE DECLARAN
LA INCONSTITUCIONALIDAD EN FORMA TOTAL
Se pueden dar por vicios de forma (falta de quórum, etc.) o por
vicios de fondo. Se anula todo el texto de la ley, no quedando nada
de ella. Se acepta esta sentencia en nuestro sistema.
9. SENTENCIAS ESTIMATIVAS INTERPRETATIVAS
Éstas presentan dos modalidades: sentencias que encierran
inconstitucionalidad por interpretación errónea o aplicación
indebida de una norma; y sentencias que contienen normas o textos
impugnados de inconstitucionales por sus efectos.
A. INTERPRETACIÓN ERRÓNEA O APLICACIÓN INDEBIDA
Generalmente la norma aplicada no viola la Constitución, pero
puede suceder que con una interpretación errónea se oponga a los
valores, principios y normas de la Constitución. En tal supuesto, el
órgano de control no declara la inconstitucionalidad de la norma o
texto, sino de la interpretación. Se sostiene por la doctrina que la
interpretación errónea o la aplicación indebida crean una nueva
norma, distinta de la del texto o norma aplicada, la que, siendo
contraria a la Constitución, debe declararse inconstitucional.
83 Kelsen distingue entre la nulidad total y parcial de la ley o reglamento. Sobre esta
última expresa que la nulidad puede limitarse a algunas disposiciones, suponiendo que los
otros se mantengan aplicables o que no vean su sentido modificado de una manera
inesperada. Le corresponde al tribunal constitucional decidir si es total o parcial la nulidad. (La
Garantía Jurisdiccional de la Constitución. Ob. cit. Núm. 9, pág. 38).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
59
Como consecuencia, el texto o la norma siguen teniendo efectos,
se anula la interpretación o aplicación indebida inconstitucional,
sin que en el futuro los tribunales puedan darle al texto o norma
esa interpretación anulada. Estas sentencias anulatorias no impiden
que los jueces hagan otra interpretación, siempre que no violen la
Constitución. Este criterio se sigue en la mayor parte de los países.
En nuestro país la interpretación que haya dado la Corte
Suprema para declarar la constitucionalidad de la ley debe
aplicarse para el futuro de acuerdo con el art. 19 de la Ley de
Amparo. Pero es conveniente advertir que la interpretación que
hace la Corte Suprema de una disposición o concepto de la
Constitución es definitiva, con efectos generales y en el caso
concreto que se ventila. No obstante, la cosa juzgada sólo se
produce cuando los fundamentos o vicios de la inconstitucionalidad son los mismos. Fuera de estas líneas se puede volver
a plantear la cuestión de inconstitucionalidad, pues lo permite
nuestro sistema. Pero algunos juristas van más lejos y piensan que
ese Alto Tribunal puede cambiar de opinión e ir adecuando la
Constitución a las nuevas realidades económicas, culturales,
sociales y políticas, abriendo la posibilidad de que las leyes
ordinarias se vayan acomodando a las nuevas circunstancias a
través de la Constitución. Esta última opinión es de poca
aceptación, porque el citado artículo obstaculiza una interpretación
tan amplia.
En los países donde existen tribunales de casación (que también
velan por cumplimiento de la Constitución) se presentan
problemas de competencia. La primera solución consiste en que el
tribunal constitucional respete la jurisprudencia del tribunal de
casación. En la segunda, la sentencia del tribunal constitucional
obliga a todos los operadores jurídicos, menos a él mismo.
B. INCONSTITUCIONALIDAD POR SUS EFECTOS
Las sentencias de este tipo declaran la inconstitucionalidad de la
norma no porque viole de manera directa la Constitución, sino
porque modifica inconstitucionalmente otra norma del ordena-
60
IVÁN ESCOBAR FORNOS
miento, o viola de forma indirecta el parámetro o bloque de
constitucionalidad. Ejemplos: subir un impuesto o tasa por medio
de un decreto ejecutivo, lo cual sólo lo puede hacer el Poder
Legislativo, subir un impuesto que se torne confiscatorio.
Establecer que sólo las personas que pertenecen al colegio de
periodistas pueden ejercer esta profesión, violando el derecho de
asociarse libremente. Nuestro sistema admite este tipo de sentencia.
En España, la sentencia interpretativa ha sido estimada como un
medio para impedir lagunas normativas innecesarias y evitar al
mismo tiempo lesiones al principio básico de la supremacía de la
Constitución. Las sentencias interpretativas pueden ser pedidas por
las partes; sin embargo, la jurisprudencia española no lo permite, lo
cual es criticado.
Estas sentencias se pueden dar en el amparo, pero donde tienen
su amplio juego es en el recurso por inconstitucionalidad de la ley.
Balaguer Callejón sostiene que las sentencias interpretativas son
mixtas: contienen un pronunciamiento de inconstitucionalidad,
otro de constitucionalidad de acuerdo con la interpretación que
hace, y, finalmente, la desestimación del resto de los motivos.84
Las sentencias interpretativas son criticadas porque al crear
derechos producen inseguridad jurídica e interfieren en la función
del Poder Legislativo, aunque un sector doctrinal opina que son
técnicas útiles de colaboración entre los tribunales constitucionales
y el Poder Legislativo.
10. SENTENCIAS NORMATIVAS
El tema de las sentencias normativas ha provocado un serio
debate. Un sector doctrinal las acepta sin reservas y otro las rechaza
tajantemente.
Los partidarios de la primera posición alegan que los tribunales
constitucionales tienen también una función política, y como
mediadores y moderadores de los conflictos sociales han logrado
encontrar soluciones que no se han podido hacer en otros órganos,
84
El Recurso de Inconstitucionalidad. Ob. cit., pág. 155.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
61
en principio competentes. Estas sentencias tienen ductibilidad, son
adaptables a diversas situaciones concretas.
Los que rechazan este tipo de sentencias sostienen que los
tribunales constitucionales son de carácter eminentemente
jurisdiccional y no pueden dictar sentencias normativas porque
sustituirían al legislador sin tener legitimidad democrática.
Agregan que cuando se anula una ley, el tribunal constitucional no
debe intervenir creando una nueva norma.
Las sentencias normativas pueden ser de dos clases:
A. SENTENCIAS NORMATIVAS ESTIMATORIAS ADITIVAS
La inconstitucionalidad se declara por la omisión de la norma o
texto. Se da cuando las normas excluyen o no contemplan a ciertas
personas o grupo de personas, lo que produce la
inconstitucionalidad. Para solucionar estos casos, se ocupa como
técnica la interpretación extensiva de la norma, o bien, la analogía.
Son sentencias constitutivas porque agregan situaciones nuevas en
el ordenamiento jurídico. Mediante la interpretación declaran la
inconstitucionalidad del texto normativo, pero le agregan o
sustituyen supuestos de hecho no contemplados. Con estas
sentencias se llenan lagunas o se integran sujetos excluidos.
En las sentencias aditivas, los tribunales constitucionales pueden
tomar dos tipos de resoluciones: fallar a favor de los excluidos, o
bien abstenerse de hacerlo, porque se requiere de una valoración
discrecional o existe una pluralidad de soluciones que requieren
también de valoraciones, todo lo cual le corresponde al legislador.
La doctrina reconoce las sentencias aditivas distributivas,
mediante las cuales, al incorporar a los grupos excluidos, ordena la
distribución equitativa de los beneficios entre los viejos
beneficiarios y los nuevos. Pero no son de aceptación general
porque violan derechos adquiridos de los antiguos beneficiarios de
acuerdo con la ley dictada por el órgano legislativo competente.
62
IVÁN ESCOBAR FORNOS
B. SENTENCIAS NORMATIVAS ESTIMATORIAS SUSTITUTIVAS
Las sentencias estimatorias sustitutivas introducen al
ordenamiento jurídico nuevas disposiciones con carácter erga
omnes. Son de dos clases: las que introducen nuevas normas, y las
que le dan vigencia a las normas derogadas por la declaración de
inconstitucionalidad. Las primeras, en ciertos supuestos, emplean
la técnica de suprimir palabras o párrafos para que el artículo
cambie de contenido o de sentido original. El tribunal constitucional también puede agregar una nueva norma en sustitución de
la anulada.
En Sudáfrica se promulgó en 1991 una ley, modificada en 1996,
que en su artículo 25 concedía al esposo o esposa de un residente
permanente en Sudáfrica el derecho de obtener automáticamente
un permiso de residencia. Los recurrentes impugnaron de
inconstitucionalidad dicha ley porque la consideraban
discriminatoria, ya que no cubría a los extranjeros que mantuvieran
una relación homosexual. La Corte Constitucional estimó que el
vocablo “esposo (a)” no incluía a la pareja homosexual y, como
consecuencia, era discriminatoria para dicha pareja y violaba su
dignidad e igualdad. Declaró la inconstitucionalidad del artículo
citado y además lo complementó, incluyendo después del término
“esposo (a)” la expresión “o pareja del mismo sexo en una relación
estable”.
La Corte Constitucional de Colombia, en sentencia C-113 de
1993, declaró inconstitucional las disposiciones que taxativamente
precisaban los casos en que dicha Corte podía otorgar efectos
retroactivos a sus sentencias, cuya regulación corresponde a la
Constitución y en su defecto a la Corte Constitucional. Agrega que
conforme la Constitución le corresponde a la propia Corte
determinar libremente los efectos del fallo.
Las segundas, las sentencias que ponen en vigencia la normativa
derogada por la declarada inconstitucional, lo hacen para llenar el
vacío que dejó la normativa declarada inconstitucional mientras el
legislador regula la materia sumida en el vacío legal. Se dictan estas
sentencias para evitar trastornos en la justicia y mantener los
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
63
principios de seguridad y paz social.85 Son transitorias, surten sus
efectos hasta que el legislador regula la materia.
Estas sentencias suelen dar recomendaciones al legislador para
que dicte la normativa sustitutiva. En Costa Rica, la Sala de lo
Constitucional la aplicó cuando declaró la nulidad de las leyes
Forestal y de Inquilinato, y puso de nuevo en vigencia las leyes
derogadas por las anuladas; lo mismo hizo con la Ley Monetaria,
pero con la modalidad de que la Sala estableció el texto y no puso
en vigencia el texto original. En este último caso la sentencia se
conoce como manipulativa.
Con estas sentencias, el tribunal constitucional incursiona
profundamente en la actuación del Poder Legislativo, pero lo hace
frente al caso concreto para evitar poner en peligro la seguridad, la
paz social y la justicia.
De acuerdo con el art. XXXVII del Título Preliminar del Código
Civil, la derogación de una ley no restablece la primera ley, si no es
85 Expresa Kelsen que si la norma es anulada sin efectos retroactivos o limitativos y si, por
lo tanto, las consecuencias jurídicas producidas subsisten, al menos las que resultan de su
aplicación por las autoridades, no se produce alteración de sus efectos en relación con la
norma que derogó la anulada (lex posterior derogat prior). Esto significa, por ejemplo, que la ley
derogatoria sustitutiva del estado de derecho anterior anulada por inconstitucionalidad no
hace revivir la derogada, por lo que puede producirse un vacío de Derecho: una materia antes
regulada deja de serlo, y las obligaciones jurídicas desaparecen, la libertad jurídica les sucede.
Este vacío legal puede producir consecuencias lamentables, principalmente si la ley fue
anulada por vicios de forma y no de fondo, o la materia de la ley anulada requiere tiempo
considerable para elaborarla. Para remediar tales inconvenientes es bueno prever la
posibilidad de diferir los efectos de la anulación hasta el final de cierto plazo a partir de su
publicación. Piensa en otro medio, como otorgarle al tribunal constitucional la facultad de
disponer por sentencias en forma conjunta la nulidad de la ley y el restablecimiento de la
vigencia de las normas que regían la materia con anterioridad a la ley anulada. Este
restablecimiento del estado anterior de derecho debe quedar al arbitrio del tribunal
constitucional. Sería lamentable que la Constitución sentara una norma general de
restablecimiento de tal estado en el caso de anulación de las normas generales. No obstante,
concibe las regulaciones constitucionales siguientes: cuando la ley anulada consiste
únicamente en derogar la vigente, en cuyo caso el único efecto posible sería la desaparición de
la derogación de la ley anterior y la entrada en vigencia de esta última, o cuando en la
Constitución se limitara la anulación de las normas generales a un cierto plazo a partir de su
vigencia para impedir la vuelta a la vigencia de normas jurídicas muy antiguas e
incompatibles con las nuevas condiciones o realidades. (Estudio Comparado de las
Constituciones de Austria y Norteamérica. Revista Jus et Veritas. Ob. cit., Nº 6, págs. 37 y 38).
64
IVÁN ESCOBAR FORNOS
que la última lo prescriba expresamente. La regla general es que la
derogación de la ley derogatoria no produce la reviviscencia de la
primera ley, salvo que así lo disponga esta última. Tal regla se refiere a
la derogación expresa, en la que se puede dar la omisión de expresar
la reviviscencia de la primera ley. En la derogación tácita nunca se
puede dar la reviviscencia, ya que no puede existir expresión de
voluntad sobre ella.
También opera la regla general si la última o tercera ley es
simplemente derogatoria por no regular la materia o por ser
regulatoria de ésta. No se produce la reviviscencia con la derogación
de la ley derogatoria porque: a) La última ley regula la materia de las
dos leyes anteriores, en cuyo caso prevalecen las nuevas disposiciones.
b) La última ley es simplemente derogatoria, en cuyo caso o son
abolidas las instituciones anteriores o la materia antes regulada
legalmente queda bajo el juego de la libertad ante el vacío legal.
El planteamiento y los efectos cambian cuando se declara
inconstitucional la ley derogatoria por el tribunal de control, pues de
acuerdo con el art. 182 de la Constitución, tiene efectos retroactivos. En
esta nulidad va comprendida la derogación, la cual pierde sus efectos,
volviendo a la vida la ley derogada. Creo que la reviviscencia debe ser
manejada con prudencia por la Corte Suprema. Por ejemplo, no es
recomendable la reviviscencia cuando la ley derogada por la nula es
inconstitucional o no es razonable por estar desajustada
ostensiblemente de la realidad. También el Tribunal podría declarar la
inconstitucionalidad de la ley y abstenerse de anularla, señalándole un
plazo a la Asamblea Nacional para que dicte la regulación
correspondiente, o bien declaran la inconstitucionalidad y nulidad de
ley a partir de determinado plazo para mientras la Asamblea Nacional
hace la regulación de la materia.
11. SENTENCIAS ESTIMATORIAS DESAPLICATIVAS
Estas sentencias no anulan la norma o el acto impugnado, pero
declaran su inaplicación al caso concreto o a ciertas situaciones
protegidas de los efectos retroactivos. Se dan generalmente en los
sistemas difusos.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
65
12. SENTENCIAS DESESTIMATORIAS
DE INCONSTITUCIONALIDAD
A. SU NATURALEZA JURÍDICA
La doctrina mayoritaria sostiene que la sentencia desestimatoria de
la inconstitucionalidad no hace tránsito a cosa juzgada material, sino
solamente a la formal.
Esto significa que se puede plantear nuevamente la inconstitucionalidad y el tribunal variar o cambiar su criterio y anularlo al ser
contrario al bloque de constitucionalidad, por las razones siguientes:
los jueces son seres humanos que pueden cambiar de criterio; los
jueces pueden ser sustituidos por otros con distinto criterio; la
sentencia de desestimación de la inconstitucionalidad está vinculada
estrechamente al caso concreto, lo cual no impide que otros
interesados puedan plantear nuevamente la cuestión, y con mayor
razón cuando presentan sus propias particularidades. Impedirlo sería
contrario a la justicia y a la igualdad, y se le daría validez perpetua a la
sentencia desestimatoria por el simple hecho de que antes otras
personas se hayan adelantado; la sentencia desestimativa sólo se limita
a comprobar la inexistencia del vicio alegado, lo que no impide una
revisión posterior.
Los argumentos del nuevo recurso contra la sentencia desestimatoria pueden ser los mismos argumentos que fueron rechazados, o
nuevos argumentos.
Como ya lo expresamos, nuestro sistema es diferente. El art. 19 de
la Ley de Amparo dispone que la sentencia que declara la
constitucionalidad, en todo o en parte de una ley, decreto o reglamento, produce cosa juzgada general en cuanto a las partes declaradas
constitucionales. Pero creo que si existen nuevos argumentos, motivos
o una inconstitucionalidad sobreviniente, puede ser declarada la
inconstitucionalidad. También podría darse el caso que, en general, sin
indicaciones específicas, se declara una ley constitucional y después se
alegue la inconstitucionalidad de una o varias disposiciones de dicha
ley que, específicamente, no fueron objeto de análisis. Creo que en
esta circunstancia procede el recurso.
66
IVÁN ESCOBAR FORNOS
B. TIPOS DE SENTENCIAS DESESTIMATORIAS DE INCONSTITUCIONALIDAD
La doctrina reconoce las siguientes: desestimatorias simples, las
de inadmisibilidad y nulidad, y las interpretativas.
a) Sentencias de inadmisibilidad.
En estas sentencias el órgano de control no se pronuncia sobre el
fondo del asunto. Se funda en las causas de inadmisibilidad
establecida en la ley. En nuestro país, de acuerdo con lo establecido
para ese efecto en la Ley de Amparo. El juez constitucional lo
puede hacer desde el inicio o al final del procedimiento.
Generalmente se fundan en faltas o errores de carácter procesal.
Por ejemplo: falta de legitimación procesal activa y pasiva; falta de
señalamiento de la norma impugnada como objeto de control de
inconstitucionalidad; no haberse agotado la vía administrativa; no
corregir las omisiones o errores que el órgano de control le indicó
corregir al recurrente dentro del plazo de ley.
Estas sentencias y las que se refieren a defectos procesales que
no afectan el fondo del asunto, no producen cosa juzgada material,
sin perjuicio del vencimiento de los plazos de caducidad para
poder impugnar o de la prescripción. Por ejemplo, vencido el plazo
de sesenta días para impugnar la ley, se puede volver a impugnar
cuando se le aplique a la persona en un caso concreto; si no se agota
la vía administrativa, se puede comenzar para agotarla dentro del
plazo otorgado; si se declara inadmisible el amparo por defectos
del poder otorgado por el interesado se puede volver a corregir
dentro del plazo de interposición y presentar nuevamente el
recurso.
b) Sentencias desestimatorias simples
El órgano de control declara que los vicios de
inconstitucionalidad del texto de la norma o el acto impugnados,
no son contrarios a la Constitución o al bloque de constitucionalidad. Se rechazan los argumentos del recurrente porque
comprueba que no existe el alegado roce con la Constitución o con
el bloque de constitucionalidad.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
67
Es una comprobación negativa, lo que permite abrir una nueva
discusión sobre la constitucionalidad. Su característica no es afirmar
positivamente la legitimidad de la norma o disposición.
El caso más típico es el del recurso manifiestamente infundado.
Por ejemplo: impugnar la ley con base en los criterios de
oportunidad, necesidad y discrecionalidad de que goza el legislador.
c) Sentencias de inadmisiblidad y nulidad
En las constituciones desarrolladas, principalmente las que
surgen del Estado Benefactor, se conceden una serie de derechos
sociales y económicos que en muchas ocasiones el Estado se
encuentra imposibilitado de conceder. Para tal efecto, los órganos de
control constitucional han buscado algunas técnicas procesales para
denegar ese tipo de prestaciones, entre ellas, la sentencia objeto de
este apartado.
Por ejemplo: en las sentencias aditivas se equipara al grupo
excluido con los beneficiarios de la ley que los excluyó, para que
todos gocen de ese beneficio, por estimar que se había producido
una discriminación sin fundada razón, violatoria de la igualdad ante
la ley. Por el contrario, en este tipo de sentencia, se puede declarar
inadmisible la pretensión de los excluidos por considerarse un
asunto de la discrecionalidad del legislador, y en la misma sentencia
se anula el derecho de los originales beneficiarios porque constituye
un privilegio injustificado que se opone al principio de igualdad ante
la ley.
Por sentencia del 15 de junio de 1993, la Sala Constitucional de
Costa Rica declaró inadmisible la pretensión de un grupo de
trabajadores costarricenses del Consejo Monetario Centro-americano
para que los equipararan en los beneficios de que gozaban los
funcionarios extranjeros de ese órgano, y, al mismo tiempo, anuló la
reforma que concedía los beneficios a los extranjeros porque les
otorgaba privilegios injustificados y contrarios a la Constitución.
Se atacan estas sentencias por dos razones: porque se puede
perjudicar a personas que no han sido parte en el proceso
constitucional y que habían adquirido derechos de buena fe sobre la
68
IVÁN ESCOBAR FORNOS
base de una ley en que el legislador, en su función discrecional,
otorgó los beneficios; y porque es una invasión a la esfera de acción
legislativa.
d) Sentencias desestimatorias interpretativas
En este tipo de sentencias se procede de la manera siguiente: se
rechaza la interpretación alegada de una norma por considerar que
dicha interpretación es inconstitucional; y simultáneamente se
señala la forma correcta en que debe interpretarse para que sea
compatible con el bloque de constitucionalidad.
Posteriormente, podría dársele otra interpretación a la norma
interpretada por el órgano de control constitucional, siempre que
sea compatible con el bloque de constitucionalidad.
Las sentencias interpretativas o de interpretación se fundan en
la distinción italiana entre enunciado normativo o texto normativo
y la norma que se deriva del texto normativo vía interpretación
constitucional.
Para evitar trastorno institucional, vacíos y eliminaciones
normativas, se desarrollan las sentencias denominadas de
interpretación conforme la Constitución. Esta interpretación evita
declarar la inconstitucionalidad de los preceptos impugnados
cuando después de un esfuerzo desestiman las hipótesis
interpretativas y encuentran una conforme a la Constitución. Este
tipo de interpretación busca aplicar hasta donde sea posible el
principio de conservación de las normas.
Las sentencias interpretativas son declarativas, pues tal
interpretación existía desde que la norma entra en vigencia.
Algunas de estas sentencias desarrollan el razonamiento básico de
la constitucionalidad en la parte resolutiva para que este
razonamiento adquiera fuerza vinculante y erga omnes.
Las sentencias interpretativas son estimatorias y desestimatorias. Las primeras consideran inconstitucionales ciertas interpretaciones de un enunciado jurídico, las que son expulsadas del
ordenamiento jurídico, dejando inalterado el enunciado legal. Las
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
69
desestimotorias rechazan la inconstitucionalidad al establecer la
interpretación conforme la Constitución.
En Colombia, la Ley 38 establece en los arts. 8 y 16 la
inembargabilidad de las rentas y recursos incorporados al
Presupuesto General de la Nación. Se impugnaron de
inconstitucionales dichos artículos porque menoscababan el
derecho de los trabajadores. La Corte Constitucional acogió la
demanda de impugnación al considerar que comprometía derechos
fundamentales de los trabajadores, estimando inconstitucional que
el presupuesto sea inembargable frente a créditos laborales. Sin
embargo, declaró que el principio de inembargabilidad del
presupuesto es una garantía necesaria de preservar, ya que permite
que los recursos financieros del Estado estén destinados a satisfacer
los requerimientos indispensables para la realización de la
dignidad humana. Por tal razón dicta la sentencia C-545/92, que
declara la inembargabilidad presupuestaria, salvo en aquellos casos
en los cuales la efectividad del pago de las obligaciones en dinero a
cargo del Estado, surgidos de obligaciones laborales, sólo se logre
mediante embargo de bienes y recursos incorporados al
Presupuesto de la Nación, caso en el cual éste será embargable.
Los arts. 430 y 450 del Código del Trabajo colombiano
establecían la prohibición de la huelga en los servicios públicos y la
ilegalidad de toda suspensión colectiva de trabajo en los mismos.
Pero la Constitución de 1991 en el art. 56 garantiza el derecho de
huelga, salvo en los servicios públicos esenciales definidos por el
legislador, de lo cual se deducía que las prohibiciones de las
huelgas en los servicios públicos no esenciales son
inconstitucionales. Por tal razón, la Corte Constitucional en
sentencia C-473/94 declara constitucionales los artículos
impugnados del Código del Trabajo, siempre que se trate de
servicios públicos esenciales definidos por el legislador.
Las sentencias interpretativas o condicionales, como las
denominan en Colombia, buscan mantener y conservar la obra
legislativa hasta donde sea posible, sin eliminarla del ordenamiento
jurídico, mientras exista una interpretación de la norma impugnada
que sea compatible con la Constitución. Sólo cuando una norma no
70
IVÁN ESCOBAR FORNOS
tiene ninguna interpretación conforme la Constitución es que debe
ser expulsada del ordenamiento jurídico.
Las sentencias interpretativas son útiles y deben respetarse. Son
aceptados por nuestra justicia constitucional.
13. DOCTRINA ITALIANA SOBRE LA MANIPULACIÓN
LEGISLATIVA
Se entiende por manipulación de los textos legislativos la
extracción de normas de las disposiciones legales con el fin de
seleccionar aquellas que se crean compatibles con los principios
constitucionales, apartando las otras normas que se consideren
inconstitucionales. Como consecuencia, se dan numerosos casos en
que se dictan sentencias interpretativas desestimatorias de la
inconstitucionalidad, y posteriormente se replantea la cuestión,
dictando una sentencia estimatoria de la inconstitucionalidad,
dando como argumento que la primera interpretación no se había
hecho de acuerdo con el Derecho vigente. De las sentencias
manipulativas se puede hacer la división siguiente:
a) Sentencias que desechan una interpretación y acogen otra. Se
trata de casos en que una misma disposición legislativa se presta a
varias interpretaciones. Como ejemplo se cita el art. 2 de la Ley de
Seguridad Pública de 1931, que establecía que, en casos de urgencia
o de grave enfermedad, el Prefecto tiene la facultad de velar por el
mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana. En una
primera sentencia interpretativa se desestimó su inconstitucionalidad, y más tarde, en otra sentencia interpretativa y estimatoria se declaró que dicha disposición era constitucionalmente
ilegítima en la medida que concede a los Prefectos la competencia
para dictar ordenanzas sin respetar los derechos de libertad
sancionados por la Constitución. En esta sentencia se redujo el
alcance normativo del artículo.86
86 En España se cita como ejemplo de sentencia manipulativa la 185/90, que al interpretar
el art. 240 de la Ley Orgánica del Poder Judicial expresa que debe entenderse por sentencia
firme aquella sentencia definitivamente ejecutada.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
71
b) Sentencias que extraen de una disposición explícita una
norma implícita, en virtud de la cual no podría aparecer para el
futuro la disposición explícita. Se ha usado con base en el
razonamiento a contrario sensu, al considerar el tratamiento dado al
art. 304 bis aptdo. 1 del Código Procesal Penal italiano, que
establecía que la defensa de las partes tiene el derecho de asistir a
las pruebas judiciales, a los exámenes periciales, y a los reconocimientos, salvo las excepciones expresamente previstas por la ley.
De esto se deducía que el acusado no tenía derecho de ser asistido
en los interrogatorios. Por sentencia del Tribunal Constitucional se
declaró que la exclusión de la asistencia legal de los defensores en
los interrogatorios es una violación al art. 24, 2 de la Constitución,
en la medida que excluye el derecho de los defensores a asistir a los
interrogatorios. En esta sentencia se amplía el alcance normativo
del art. 304 bis del Código Procesal Penal, que ya no se aplica a la
nueva hipótesis de los interrogatorios.
Se considera que con este tipo de sentencia el juez constitucional
se convierte en un legislador positivo.
c) Sentencias manipulativas que sustituyen la norma escrita en el
texto por otra norma. Estas sentencias son llamadas sustitutivas.
Como ejemplo en la doctrina de Italia encontramos la
interpretación del art. 313 aptdo. 3 del Código Penal, que ha sido
declarado constitucionalmente ilegítimo en la medida que confería
la facultad de dar autorización al Ministerio de Justicia para
promover la acción de justicia por el delito de ultraje al Tribunal
Constitucional, en lugar de otorgársele a éste. En este caso, aparece
el Tribunal como legislador positivo y negativo.
d) Sentencias delegativas. Una de ellas declaró la
inconstitucionalidad de las normas legislativas de los monopolios
públicos de las emisiones de radio y televisión, y a su vez sentó una
serie de principios sobre una nueva ley que regulara este tipo de
materia, y que debería ser compatible con los principios
constitucionales.87
87 En España se cita como ejemplo de sentencia delegativa la 53/85, que conoció del
recurso previo de inconstitucionalidad contra el proyecto de ley de despenalización de
determinados supuestos de interrupción voluntaria del embarazo.
72
IVÁN ESCOBAR FORNOS
e) Otro tipo de sentencias manipulativas es el que se da en el caso
de las omisiones legislativas por no desarrollar la norma
constitucional. Este problema presenta dos aspectos: i) La posibilidad
de una protección provisional al quejoso, lo cual es admisible. ii) La
posibilidad de una sentencia manipulativa aditiva que introduzca en
el ordenamiento jurídico las normas que la legislación ha omitido, y
cuya ausencia implica una violación a la Constitución, lo cual también
es admisible, pero no en todo caso.
14. LA COSA JUZGADA EN LA JURISDICCIÓN
CONSTITUCIONAL
A. EFECTOS DE LA COSA JUZGADA
Una vez que han entrado al cauce del proceso, los conflictos o
litigios no pueden permanecer abiertos indefinidamente, por así
exigirlo la paz y la seguridad jurídica.88 El instituto que ha encontrado
el Derecho para terminar con estos litigios se llama cosa juzgada. Para
que la certidumbre de la cosa juzgada no espere largo tiempo, el
ordenamiento procesal sólo autoriza contra la sentencia los recursos
necesarios que garanticen el derecho de la defensa ante los errores de
los jueces.
En los procesos constitucionales, las sentencias también producen
cosa juzgada, y cuando se trata del recurso de inconstitucionalidad
contra la ley, decreto o reglamento, las sentencias que produce la cosa
juzgada anulan la ley con efectos generales.
La cosa juzgada de la jurisdicción constitucional tiene otros y
mayores efectos que los propios de la cosa juzgada tradicional, porque
trascienden al Derecho Constitucional material y afectan el equilibrio
de la división de poderes.
Para señalar los efectos de la cosa juzgada de la justicia
constitucional, se han tenido en cuenta, entre otros criterios, los
siguientes: las normas, principios y valores del Derecho
Constitucional; la posición del juez o tribunal constitucional, cuyas
88
Art. 25 inc. 2 de la Constitución.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
73
decisiones deben ser respetadas por todos los órganos del Estado; y
la trascendencia económica, política y social que encierra su fallo.
En el sistema de inaplicabilidad, con la obligatoriedad moral
persuasiva, jerárquica o legal de la jurisprudencia, la ley desparece
del ordenamiento jurídico. En los sistemas europeos, y en algunos
de los difusos, no hay duda que desaparece como norma, ya sea
por derogación o por nulidad. En todos estos supuestos, la
jurisdicción constitucional se torna en legislador negativo. También
en sus sentencias, como ya vimos, puede convertirse en legislador
positivo, principalmente en las sentencias normativas.
De acuerdo con los arts. 18 y 19 de la Ley de Amparo, la
sentencia que declara la inconstitucionalidad produce efectos para
el futuro y en forma general (erga omnes), lo cual es inconstitucional
de acuerdo con el art. 182 de la Constitución, que declara sin
ningún valor las leyes, tratados, órdenes o disposiciones que se
opongan a la Constitución. La sentencia, según mi criterio, debería
declarar la nulidad absoluta con efectos retroactivos y generales
(erga omnes).
Produce cosa juzgada erga omnes la sentencia que declara la
constitucionalidad de la ley, lo que no permite abrir nueva
discusión sobre su inconstitucionalidad, y de hacerse se rechazará
de plano el recurso, salvo que presente nuevos vicios y
fundamentos que no fueron discutidos y fallados en el primer
recurso, de acuerdo con lo antes expuesto.
En el amparo propiamente dicho, la sentencia que se dicta tiene
efectos solamente en relación con el caso que se ventila, pero existe
una fuerte tendencia de concederle fuerza expansiva subjetiva a la
cosa juzgada mediante la unificación por diferentes medios
(citaciones por periódicos, televisión, asambleas, etc.), de la
representación en aquellas acciones que protegen los intereses
difusos (problemas de los consumidores, catástrofes, daños
colectivos, etc.). Por otra parte, existe la tendencia de mantener
inalterables los precedentes o la jurisprudencia en las acciones
colectivas que protegen el patrimonio cultural, la seguridad y
salubridad pública, la moral administrativa, el ambiente y la libre
competencia en la economía.
74
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Cuando existe unificación de la representación, la cosa juzgada
constitucional surgida del amparo beneficia o perjudica a los
representados. Por ejemplo, los amparos interpuestos por los
representantes de las sociedades, cooperativas, sindicatos, etc., afectan
a todos los asociados o afiliados.
B. NECESIDAD DE LA COSA JUZGADA
La sentencia es la manera normal de terminar con el litigio que
decide sobre las pretensiones de las partes, ya que de otro modo los
derechos y la defensa se tornarían inciertos, y los juicios interminables.
La teoría general de la cosa juzgada, traída del Derecho Procesal,
no se puede aplicar sin reservas en el ámbito del Derecho Procesal
Constitucional por dos razones: como ya expresamos, la cosa juzgada
constitucional afecta el equilibrio de la separación de los poderes, y
pone a los constitucionalistas en la encrucijada de decidir sobre la
prioridad de aplicar hasta sus últimas consecuencias la seguridad
jurídica o permitir constantemente la posibilidad de revisar las
decisiones constitucionales ya objetos de sentencia.
C. LÍMITES Y FUNCIONES DE LA COSA JUZGADA
a) Funciones.
La cosa juzgada tiene dos funciones: una positiva y otra negativa.
La primera consiste en permitir la ejecución o cumpli-miento de la
sentencia; la segunda, en no permitir a las partes cuestionar la decisión
y ejercer una nueva acción judicial en contra de la sentencia dictada
primeramente, para mantener la paz y la seguridad jurídica.
b) Los obligados por la cosa juzgada.
La cosa juzgada en los procesos constitucionales tiene la
particularidad de obligar al Estado como parte que es en el proceso.
En resumen, obliga a los recurrentes, a las demás partes, a los
coadyuvantes y a la Administración recurrida, y a los demás
órganos y entes estatales (el Estado). Por ejemplo: la dministración
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
75
tiene prohibido reproducir, total o parcialmente, los actos anulados;
el Parlamento no puede dictar nuevas leyes con un contenido igual
(o con alteraciones que no lo cambien) a las declaradas
inconstitucionales; los jueces y tribunales no pueden aplicar la ley o
actos anulados por inconstitucionales; en fin, su fuerza obligatoria
se extiende a todas las personas.
En algunos países, la repetición de estos actos o leyes anuladas
se dejan sin efecto por el mismo tribunal constitucional dentro del
proceso de ejecución de sentencia, sin obligar al afectado a recurrir
al planteamiento de un nuevo juicio.
c) ¿Qué parte de la sentencia obliga?
Existe una antigua y complicada disputa acerca de si solamente
la parte dispositiva de la sentencia produce cosa juzgada o si
también la parte considerativa (la ratio desidendi).
Los italianos limitan la eficacia de la cosa juzgada a la parte
dispositiva; en cambio, los alemanes, la extienden también a los
considerandos cuando éstos han sido relevantes para la parte
dispositiva. Estas razones o consideraciones de las sentencias son
las que conducen a tomar la decisión, de tal manera que no podrían
ser cambiadas sin variar la parte dispositiva. Esta tesis es la que
sigue nuestra jurisprudencia y a la cual nos adherimos.
d) Tiempo de vinculación de la cosa juzgada.
Debido a la dinámica de la política y del desarrollo social, los
efectos temporales de la cosa juzgada en los procesos
constitucionales no pueden ser iguales a los del Derecho Procesal
ordinario. En este último, la cosa juzgada le pone fin al litigio, sin
que jamás pueda volverse a discutir lo decidido, salvo en algunos
casos que ameriten revisión. En cambio, los jueces constitucionales
deben tener la facultad de variar sus decisiones en un futuro. Pero
una ley, decreto, reglamento o acto que fuere declarado
inconstitucional no puede ser restablecido por una sentencia
posterior.
76
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Por tal razón, las leyes de algunos países disponen que las
sentencias constitucionales producen efectos erga ommnes, excepto
para el mismo tribunal que las dictó. En esta forma se deja abierta
la posibilidad de que los tribunales puedan variar la jurisprudencia
a medida que van cambiando las circunstancias.
Sería conveniente que la ley deba regular si los considerandos
de las sentencias tienen o no carácter vinculante, o bien establecer
qué valor tienen. El art. 48 de la Ley 270 Estatutaria de la
Administración de Justicia de Colombia, establece que sólo será de
obligatorio cumplimiento y con efectos erga omnes la parte
resolutiva del fallo. La parte motiva sólo constituye un criterio
auxiliar para la actividad judicial y para la aplicación de las normas
de Derecho en general.
CAPÍTULO VII
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
Y LA DEMOCRACIA
1. LA IMPORTANCIA DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
El Estado de Derecho se perfecciona con el control de la
legalidad de la Administración (lo contencioso administrativo) y el
control de la constitucionalidad mediante la justicia constitucional.
Este control es una pieza fundamental de la democracia moderna.89
Además de lo antes expuesto, se pueden señalar otros aportes
de la justicia constitucional a la democracia:90
a) Sin una justicia constitucional, regulada por la Constitución y
las leyes, la Constitución sería papel mojado, sin importancia,
porque no existiría un instrumento de su defensa y cumplimiento,
como le pasaría a un Código Penal que carezca de un Código
Procesal Penal para su aplicación, lo mismo al Código Civil sin un
Código de Procedimiento Civil, etc.
b) Es un instrumento de control del cumplimiento de las
competencias de los poderes u órganos constitucionales del Estado,
lo mismo que del respeto a los derechos fundamentales por parte
del Estado y de los particulares.
c) Es un medio de defensa de las minorías para hacer valer sus
derechos e intereses.
89 La doctrina europea estima al control de la constitucionalidad como una pieza
fundamental de la democracia,
como lo son la separación de poderes, la libertad de sufragio, el pluralismo de los partidos
políticos y de los medios de comunicación. (Cfr. José FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ. La Justicia
Constitucional Europea ante el siglo XXI. Ob. cit., pág. 15).
90 Cfr. Dominique ROUSSEAU. La Justicia Constitucional en Europa. Ob. cit, págs. 14 a 16.
77
78
IVÁN ESCOBAR FORNOS
d) El activismo de la justicia constitucional ha provocado
grandes avances a favor de la justicia económica, cultural y social.
e) La inconstitucionalidad por omisión, que avanza en su
consagración constitucional y reconocimiento jurisprudencial, es
una institución de vital importancia para promover el
cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales.
f) Sirve para controlar la separación de poder en la solución del
conflicto entre los poderes.
g) Es una pieza fundamental de la democracia moderna, como lo
es la separación de poderes, el sufragio, el pluralismo político, que
controla el cumplimiento de los elegidos por el pueblo de los
mandatos consagrados por la ciudadanía en la Constitución. Por
eso, Dominique Rousseau habla de una democracia continua que
amplía el espacio de participación popular, que crea formas
particulares y, sobre todo, la jurisdicción constitucional, las que
permiten a los pueblos ejercer el trabajo político de control de la
acción de los gobernantes fuera de los momentos electorales.
h) Fortalece el Estado de Derecho. La Corte Suprema de Justicia
acepta la opinión del constitucionalista Manuel García Pelayo, de
que la jurisdicción constitucional significa la culminación del
proceso del Estado de Derecho, o sea, la transformación del Estado
legal de Derecho en un Estado constitucional de Derecho. El
primero se caracteriza por el principio de legalidad, que se
distingue por la primacía de la ley sobre los restantes actos del
Estado, hecha efectiva por el funcionamiento de tribunales
destinados a garantizar la legalidad de la administración estatal. El
segundo se caracteriza por el principio de constitucionalidad, es
decir, la primacía de la Constitución sobre la ley, y por el
funcionamiento de la jurisdicción constitucional que conoce de la
constitucionalidad de los actos del Estado, incluida la propia ley. El
Estado constitucional de Derecho mantiene el principio de
legalidad, pero subordinada su forma concreta de manifestarse al
principio de la constitucionalidad.91
91
S. 9:00 a. m. del 27 de noviembre de 1992, B. J., pág. 259.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
79
Esta función de control y participación popular, que viene a
oxigenar la democracia representativa, se logra también a través de las
instituciones de la democracia semi representativa: el plebiscito, el
referéndum, la iniciativa popular de leyes y la revocatoria del
mandato de los gobernantes.
2. IMPUGNACIÓN DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
Son dos los argumentos entrelazados que se esgrimen para impugnar
de ilegítimo el control de la constitucionalidad de las leyes. Tratan de
extraer de raíz el sistema, expulsándolo: la creatividad normativa de la
jurisprudencia constitucional y su poder de declarar sin valor las leyes
inconstitucionales, convierten al tribunal constitucional en legislador
positivo y negativo. Como consecuencia, se viola la división de
poderes, según la cual corresponde al Poder Legislativo aprobar,
modificar y derogar las leyes. Esto lo hace la justicia constitucional sin
tener representación popular ni responsabilidad política ante el
electorado.
3. LEGITIMIDAD Y NECESIDAD DE LA JUSTICIA
CONSTITUCIONAL
Aunque parezca paradójico, en las relaciones entre los derechos
humanos, la democracia y el control constitucional, se producen
tensiones y complementaciones.
Los derechos humanos, principios y valores de la Constitución
constituyen un condicionamiento a la democracia, porque obligan a
todos los poderes, pero al mismo tiempo son una garantía para los
gobernados por los abusos que pueden cometer esos poderes,
mediante la justicia constitucional con creatividad normativa y sin
legitimidad popular, a diferencia de los poderes Legislativo y
Ejecutivo que representan a la mayoría de los sufragios.
Robert Alexy92 describe dos relaciones opuestas entre los
derechos humanos y la democracia. En un primer enfoque señala
92
“Los Derechos Fundamentales en el Estado Constitucional
Neoconstitucionalismo. Editorial Trotta. Madrid, 2003, págs. 31 y sigts.
de
Derecho.”
80
IVÁN ESCOBAR FORNOS
que los derechos fundamentales son profundamente democráticos,
porque aseguran el desarrollo y existencia de las personas a través
de la libertad y la igualdad que mantiene estable el procedimiento
democrático, y, además, aseguran el proceso democrático mediante
la libertad de opinión, prensa, radiodifusión, reunión, asociación,
derecho al sufragio y otras libertades políticas. En un segundo
enfoque expresa que son profundamente antidemocráticos porque
desconfían del proceso democrático, cuando al someter al Poder
Legislativo privan del poder de decisión a la mayoría
parlamentaria legítima, lo que se ve frecuentemente: la oposición
pierde en el proceso democrático y vence después en el aerópago
de la Karlsruhe.
Los anteriores argumentos son combatidos por un fuerte sector
doctrinal que legitima su creación y fundamenta su necesidad y
utilidad.
Los argumentos sobre su legitimidad son los siguientes:
a) El Parlamento y el Ejecutivo (poderes políticos) no siempre
representan al electorado y los intereses generales de la población
(abstención electoral, sectores no aptos para votar, minorías que no
logran representación en el Parlamento, etc.), sus decisiones en
muchas oportunidades no responden a los intereses de la mayoría,
y, en general, con frecuencia se alejan del control de sus mandantes,
por lo que, teniendo en cuenta también las desviaciones del Poder,
se han formulado correctivos políticos (revocación del mandato, el
voto de censura, etc.) y judiciales (el amparo, el recurso de
inconstitucionalidad, la exhibición personal, etc.).
b) En muchos países los magistrados son seleccionados y
nombrados de manera conjunta por el Ejecutivo y el Congreso, lo
que permite que la magistratura no sea ajena al pensamiento
político imperante y que no carezcan de cierta representatividad.
Los tribunales constitucionales, por lo general, están integrados por
magistrados elegidos políticamente.
c) Se sostiene que los jueces no son responsables ante los otros
poderes, los particulares y el electorado por sus opiniones legales y
filosóficas, contrariamente al Legislativo, por lo que resulta incon-
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
81
cebible que jueces no responsables controlen a políticos responsables. No obstante, tal modo de opinar es rechazado con fuertes
argumentos; a saber: i) La libertad de expresión y el carácter público
del proceso permiten al pueblo controlar la buena marcha de la
administración de justicia, y vuelve al juez objeto de críticas y
responsable socialmente. El juez está abierto a la crítica externa y la
actuación de su legalidad se puede controlar fácilmente, pues la
sentencia tiene que ser motivada. Por otra parte, tiene responsabilidad
civil, disciplinaria y penal. ii) El nombramiento periódico de los
magistrados asegura una vinculación con la sociedad y la política
imperantes. iii) La actuación del juez en el proceso es altamente
participativa y en contacto directo con la realidad, pues actúa ante
casos reales y a petición e impulso de las partes.
d) La democracia y representatividad de los tribunales aumenta
mediante la protección a los grupos marginados que no han podido
acceder a las ramas políticas. Esta defensa es más favorable dentro de
un proceso judicial, en el cual las partes actúan en pie de igualdad, lo
que no ocurre ante otros órganos. Dentro de este proceso encuentran
la protección política que no hallan en otra parte.
e) La legitimidad de la justicia no es electoral, representativa,
aunque en algunos países ciertos jueces son escogidos en elección
popular. Su legitimidad depende de su forma bastante segura y
aceptable de decidir: sentencia un órgano independiente e imparcial;
éste actúa a petición de parte ante casos reales; las partes tienen
intervención en pie de igualdad; su decisión se ajusta a lo probado y
alegado por las partes, falla de acuerdo con la ley y la Constitución.
f) Un sistema de justicia activa y creadora contribuye a mantener
un sano equilibrio de poderes frente a las ramas políticas. La
democracia no funciona simplemente bajo la idea de las mayorías,
pues, es preciso completar con otras instituciones útiles a su
funcionamiento.
g) La mejor prueba de su legitimidad es su aceptación generalizada
en el constitucionalismo moderno y sus buenos frutos. Ésta es la mejor
forma de legitimar ante el pueblo una institución política. Para que
una Constitución pueda llamarse Constitución es preciso que la
82
IVÁN ESCOBAR FORNOS
respalde una jurisdicción constitucional que garantice su cumplimiento. El Estado constitucional no puede funcionar sin esta pieza
fundamental, lo mismo que la democracia.
h) Su legitimación en la democracia representativa no proviene
del Legislativo corriente ni del constituyente derivado, sino del
Poder constituyente original, el más cercano a la soberanía popular,
sobre todo cuando la Asamblea Constituyente que aprobó la
Constitución la somete a referendo.
Dos son los argumentos a favor de su necesidad: es un
instrumento de equilibrio frente al crecimiento de la
preponderancia del Legislativo y el Ejecutivo, y la protección de los
derechos humanos, a saber:
a) Instrumento de equilibrio y control
Las funciones normales del Estado son administrar, legislar y
hacer justicia; pero con el correr del tiempo, bajo la influencia de las
nuevas doctrinas sociales, asume funciones de otra índole, y así lo
vemos aparecer como fabricante, mercader, agricultor y hasta como
benefactor, sin mucho éxito, pues la realidad ha demostrado que es
un mal administrador.
Estas nuevas funciones lo dotan de un gran poder económico,
político y social, generalmente en manos de una burocracia política
omnipresente (aunque distante de su pueblo) que cree ser dueña de
la verdad. El Estado crece en desarmonía. La actividad legislativa
se intensifica, pues así lo exige el carácter interventor del Estado.
Sin embargo, actualmente, los parlamentos son objeto de
desconfianza: su afán de intervención en múltiples materias y
objetivos los sitúa en condiciones de no poder atenderlas y
terminan abdicando en el Ejecutivo. Por lo general, los parlamentos
responden a intereses locales o de grupo, alejándose de sus
mandantes; en el desarrollo social no son tan eficaces como se
piensa, pues no son pocas las leyes que llegan tarde, que no
responden a la realidad, que son contradictorias, etc.
Son muchas las disposiciones constitucionales que remiten a la
ley o mandatan aprobarla, sin que en ninguno de los dos casos se
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
83
apruebe la ley, incurriendo el Poder Legislativo en una omisión
inconstitucional. En fin, no se puede esperar que todo lo solucione
el Parlamento.
El Ejecutivo también crece y en ocasiones aparece hipertrofiado
en detrimento de los otros poderes. El judicial se encuentra sin
recursos humanos y económicos, sin una efectiva independencia, y,
en general, temeroso de intervenir en el control de los otros
poderes.
El surgimiento de poderosos grupos políticos, económicos y
sociales justifica la consagración de la justicia constitucional en su
aspecto del amparo, para que el individuo pueda defenderse
también de ellos frente a la violación de sus derechos.
Ante esta situación es necesaria no sólo la justicia
constitucional, sino también la contenciosa administrativa, como
contrapeso al crecimiento del Legislativo y el Ejecutivo, lo que
permite a las personas defenderse de un Estado poderoso que todo
lo controla. No vaya a creerse que la justicia constitucional sólo se
justifica ante el peligro del Estado gigante. En el Estado meramente
observador también existe tal peligro, aunque es menor.
b) Protección de los derechos humanos
Tanto a nivel internacional como nacional, en la mayoría de los
países se han emitido declaraciones de derechos individuales y
sociales. En casi la totalidad de sus constituciones se incorporan
estos derechos, pasando a formar la parte dogmática de ellas.
Algunas, como la nuestra, incorporan a su cuerpo varias
declaraciones internacionales, dándoles rango constitucional.
Pero no basta la simple declaración de derechos para asegurar el
cumplimiento de los mismos. Es preciso la creación de órganos que
aseguren su cumplimiento, y ese órgano tendrá que ser judicial, el
menos peligroso y el más idóneo, según lo ha demostrado la
realidad práctica. Son órganos independientes encargados de
controlar a los poderes políticos.
Un órgano político no puede servir para el control del
cumplimiento de tales declaraciones. Existen tribunales judiciales
84
IVÁN ESCOBAR FORNOS
nacionales e internacionales encargados de verificar el cumplimiento
de esas garantías y derechos. Este control constituye una de las partes
más importantes de la justicia constitucional. También es un
importante factor de crecimiento del Poder Judicial.
El tema de la legitimación ha pasado a segundo plano por la
general aceptación, con sus modalidades y alcances, de la justicia
constitucional en las constituciones de los países, pero resurge cuando
la justicia constitucional entra en conflicto con los poderes del Estado,
los partidos políticos y los altos intereses de la sociedad civil. También
surge cuando la justicia constitucional se encuentra en proceso de
establecimiento.
Dominique Rousseau93 fundamenta la legitimidad de la justicia
constitucional en los derechos humanos y el sistema de control de
poderes.
En relación con los derechos humanos argumenta de la manera
siguiente: Si la voluntad del pueblo es la misma que la voluntad de los
representantes elegidos, el Parlamento encarna la soberanía y, como
consecuencia, el control de la actividad legislativa por el juez es
contraria a la democracia. Si por el contrario, es posible diferenciar la
voluntad del pueblo o gobernados de la de los representantes o
gobernantes, el control de la constitucionalidad de la ley no sería
contrario a la democracia, pues lo controlable no sería la voluntad del
pueblo, sino la de los diputados.
La autora se pronuncia a favor de esta última opinión, pues la
política contemporánea constata que los representantes forman un
cuerpo profesional con intereses propios, diferentes de los de los
ciudadanos, dedicados a defenderlos, enfrascados en mantener sus
posiciones, formando un grupo separado del votante. Esta distinción
entre gobernantes y gobernados conduce a establecer reglas de
conducta a los gobernantes en la Constitución, en la que el pueblo
expresa su voluntad soberana.
Por todo lo expuesto existen dos espacios bien diferenciados: el de
los ciudadanos, formado por los derechos, libertades y principios de
organización de los poderes enunciados en la Constitución; y el de los
93
La Justicia Constitucional en Europa. Ob. cit, pág. 26 y sigts.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
85
representantes que no tienen derechos, sino obligaciones que respetar,
deberes que defender, y desarrollar los derechos de sus representados.
Cada uno de estos espacios tiene su expresión institucional. Los
tribunales constitucionales son órganos de la esfera o espacio de los
ciudadanos. El Ejecutivo y el Parlamento son instituciones del espacio
de los gobernantes. El control de constitucionalidad encuentra, en
parte, su legitimidad al proteger los derechos y libertades de los
gobernados, pieza fundamental de la democracia constitucional.
Respecto del control de poderes se expresa así: El origen del poder
no es el único criterio distintivo de la democracia. Si el sufragio
universal es el elemento que define por completo la democracia, el
control de la constitucional es antidemocrático, al impedir a los
diputados que representan la mayoría legislativa legislar libremente
siguiendo el mandato del pueblo; por el contrario, si el sufragio no es
suficiente para definir la democracia, para definir el régimen
democrático no basta tener en cuenta únicamente el sufragio, pues es
posible que sea elegido un tirano por sufragio popular. Para el
funcionamiento de la democracia es indispensable la división de
poderes y los controles. Los tribunales constitucionales son órganos de
control de los poderes, y principalmente del cumplimiento de los
derechos y libertades.
4. CREATIVIDAD DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
La justicia constitucional tiene un poder creativo de normas positivas
y negativas: a) Sentencia de inconstitucionalidad con efectos generales,
la cual es una verdadera ley, con efectos derogatorios o anulatorios
según el sistema adoptado. b) La reviviscencia. c) La función de
integración del Derecho del tribunal constitucional. d) Sentencias
aditivas y sustitutivas, normativas, etc. e) Las recomendaciones al
legislador. f) Las normas generales, abiertas, ambiguas, etc. que
permiten amplitud a las decisiones de los tribunales. g) La
inconstitucionalidad por omisión.
Si el juez ordinario no es simplemente la boca por donde se expresa
la ley, menos aún lo es el juez constitucional.
CAPÍTULO VIII
TIPOS DE CONTROL CONSTITUCIONAL
1. EL ESTADO CONSTITUCIONAL
El Estado constitucional contemporáneo no absorbe todo el
orden jurídico, pero sí lo condiciona e informa. Se caracteriza por lo
siguiente:
a) Coloca a la Constitución en la cúspide del orden jurídico. Es la
norma superior.
El principio de legalidad supone la superioridad de la ley sobre
los otros actos del Estado, representa el imperio de la ley y la
conversión del Parlamento en el Poder supremo del Estado. La
supremacía e igualdad de la ley se controlaba después de la
Revolución Francesa con el Tribunal de Casación y la Revisión
Administrativa. Todo esto representa lo que se denomina el Estado
de Derecho. Existían constituciones, pero no tenían valor
normativo. Representaban programas políticos. Por tal razón, sus
disposiciones eran programáticas y necesitaban de la ley ordinaria
para su aplicación. No tenían aplicación normativa directa.
Posteriormente surge el Estado constitucional de Derecho, donde la
Constitución es la ley suprema, el Poder Constituyente es el poder
superior del Estado y la legalidad constitucional prevalece sobre el
principio de legalidad.
El cumplimiento del principio de legalidad por la
Administración es controlada por el contencioso administrativo, y
el Principio de Constitucionalidad por las salas o tribunales
constitucionales.
b) La Constitución es considerada como una norma jurídica
aplicable en forma directa, superando así la etapa en que necesitaba
del desarrollo legislativo porque se estimaba que era un orden
programático.
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IVÁN ESCOBAR FORNOS
c) Las normas constitucionales encierran valores y principios con
un ámbito de aplicación extensa en el Derecho.
d) Se han creado procedimientos y procesos y una jurisdicción
constitucional, lo cual ha permitido el cumplimiento de la Constitución, la amplitud de su interpretación e integración y el avance
del Derecho Constitucional y su adecuación a los tiempos actuales.
e) Mayor creatividad jurisprudencial en materia constitucional y
en la legislación ordinaria vinculada a ésta.
f) La Constitución penetra en todas las ramas del Derecho:
Derecho Penal, Civil, Procesal Penal y Civil, Familia, Internacional,
etc.
g) La Constitución, su interpretación e integración, y la
jurisprudencia constitucional, han pasado a ser la matriz y centro del
Derecho.
h) La aplicación de los derechos humanos en las relaciones
privadas, y la procedencia del amparo contra los particulares,
consagrada en muchas constituciones, incluso latinoamericanas.
2. CONTROL POLÍTICO Y CONTROL JURISDICCIONAL
Atendiendo a la función del órgano de control, los sistemas de
control se dividen en políticos y jurisdiccionales.
Son jurisdiccionales los situados dentro del Poder Judicial, y
políticos los situados en los otros poderes del Estado, el Ejecutivo o el
Legislativo.
Esta clasificación ha sido criticada por la doctrina, porque aun los
órganos jurisdiccionales que controlan el cumplimiento de la
Constitución, desarrollan una actividad política como órgano
moderador, de control y dirimente de los conflictos de los otros
poderes, y de creación del Derecho, las cuales son tareas políticas.
Por tal razón, se dice que el Poder Judicial o los tribunales
constitucionales que ejercen función de control constitucional son
también órganos políticos.
Por otra parte, existen órganos de control difíciles de encasillar en
el sector político o jurisdiccional. Por ejemplo: el Consejo de
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
89
Custodia o Consejo de Supervisores de Irán94 y el Consejo
Constitucional francés95 (son considerados por unos como órganos
políticos, y por otros como órganos judiciales).
Para cierto sector doctrinal el control es político cuando se
otorga a un órgano no judicial, y es generalmente de carácter
preventivo; en él no existen litigio ni contrapartes. No obstante,
también puede darse el control preventivo en los sistemas
judiciales, como sucede en Costa Rica, Chile, Portugal e Irlanda,
entre otros.
Por todo lo antes expuesto, se formula la clasificación entre
órganos judiciales de control y órganos no judiciales de control.
Los órganos judiciales de control pueden pertenecer a los
tribunales comunes (sistema norteamericano o difuso) o no estar
dentro de la órbita del Poder Judicial, como los tribunales
especiales constitucionales, con fisonomía judicial. Ciertos autores
han calificado a algunos de estos tribunales (España y Austria)
como constitutivos de un cuarto poder. Los tribunales
constitucionales están regulados separadamente de los poderes
Legislativo, Judicial y Ejecutivo, y controlan el cumplimiento de la
Constitución, como en Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovenia,
España, Francia, Hungría, Italia, Lituania, Macedonia, Moldavia,
Polonia, Portugal y Rumania.96
En Nicaragua el control judicial se estableció en las
Constituciones de 1854, non nata de 1911, non nata de 1913, 1939,
1948, 1974 y 1987.
Los órganos no judiciales están ubicados en diferentes lugares, a
saber: en el Poder Legislativo, en la antigua Unión Soviética y en
otras constituciones inspiradas por ella; en el Poder Ejecutivo, en la
España franquista;97 en el cuerpo electoral en el Estado de
Art. 91 de la Constitución de 1979.
Art. 56 y sigts. de la Constitución de 1958.
96 Con la excepción de Estonia, que sigue el sistema difuso, los países de Europa centrooccidental han establecido una jurisdicción concentrada, especializada, constitutiva, posterior,
accesible en la vía principal o incidental. (Para profundizar Cfr. Michele Misto. “La Justicia
Constitucional en los países de Europa Centro-Oriental”. La Justicia Constitucional en Europa.
Ob. cit., pág. 191 y sigts.).
97 Ley Orgánica del Estado Español de 1967.
94
95
90
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Colorado, Estados Unidos; o en un órgano sui generis, como el
Consejo Constitucional francés; en el Poder Legislativo, en la
Constitución Federal de Centroamérica de 1824 y en la
Constitución nicaragüense de 1838; y en un órgano especial
denominado Consejo Representativo, en la Constitución del Estado
de Nicaragua de 1826.
La justicia constitucional no puede quedar en manos del Poder
Ejecutivo, del Legislativo o de otro órgano de naturaleza política.
No podría tener el carácter de justicia constitucional. En la
actualidad se ha generalizado el control constitucional atribuido a
órganos de carácter judicial. Los controles políticos están
abandonados.
3. PLURALIDAD DE SUJETOS DE LA INTERPRETACIÓN
CONSTITUCIONAL
Son varios los sujetos que interpretan la Constitución: la
interpretación de los legisladores98 (interpretación auténtica); la
interpretación de los órganos del Estado (interpretación oficial); la
interpretación de los órganos jurisdiccionales (interpretación
judicial); la interpretación de los autores (interpretación doctrinal);
y la interpretación de los particulares (interpretación popular), esta
última muy en boga debido al avance vertiginoso de la
comunicación.
4. CONTROL POR EL PODER LEGISLATIVO
Bajo este sistema, el Poder Legislativo asume la función de
controlar la constitucionalidad. Tuvo acogida en la URSS y sus
países satélites.
98 La ley ordinaria, al desarrollar la Constitución, la interpreta y la adecua a los casos y
situaciones concretas para su aplicación. Eso es admitido por la generalidad de la doctrina, las
constituciones y la jurisprudencia; en cambio, la mera interpretación por la ley de la norma
constitucional es admitida excepcionalmente por algunas constituciones, pero sujeta al control
de la constitucionalidad (Ecuador, Uruguay y Chile). La doctrina mayoritaria rechaza la mera
interpretación (Cfr. Iván Escobar Fornos. Interpretación e Integración Constitucional. Editorial
Hispamer. Managua, Nicaragua. 2002, pág. 73 y sigts).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
91
Entre ellos se pueden ver ciertas modalidades o matices diferentes.
Son cuatro los principales:
a) El sistema parlamentario puro
En este sistema el Poder Legislativo controla la constitucionalidad
de sus propias leyes (autocontrol) y de las otras normas dictadas por
órganos inferiores creadores de normas. Ejemplos: la Constitución de
Bulgaria de 1971 dispone que la suprema vigilancia sobre la
observancia de la Constitución y de las leyes corresponde a la
Asamblea Nacional;99 la Constitución de la República Popular de
China de 1954 dispone que a la Asamblea Popular Nacional le
corresponde controlar la aplicación de la Constitución;100 en la
Constitución Federal Centroamericana de 1824 le correspondía al
Congreso anular toda disposición legislativa contraria a las garantías
y libertades consagradas en los Títulos X y XI y, según lo disponía el
art. 99, al Congreso y al Senado se le encargaba sostener la
Constitución;101 en la Constitución de Nicaragua de 1838 le
correspondía al Poder Legislativo velar sobre la observancia de la
Constitución.102
b) Sistema parlamentario con órganos inferiores delegados o asesores
Estas modalidades eran las más aceptadas en la URSS y sus países
satélites. Por ejemplo: la Constitución de la URSS de 1977 disponía que
correspondía al Presidente del Soviet Supremo (electo por el Soviet
Supremo de entre sus miembros)103 controlar la observancia de la
Constitución y asegurar la correspondencia de las constituciones y las
leyes de las repúblicas federadas con la Constitución y las leyes de la
URSS.104
En la Constitución de la República Democrática Alemana,
ninguna disposición podía oponerse a la Constitución,105 y en caso
Art. 78 inc. 17 de la Constitución.
Art. 27 inc. 3 de la Constitución.
101 Artos. 69 inc. 29 y 152 y sigts. de la Constitución.
102 Art. 109 inc. 23. de la Constitución.
103 Art. 120 de la Constitución.
104 Art. 121 inc. 4 de la Constitución.
105 Art. 89 inc. 3 de la Constitución.
99
100
92
IVÁN ESCOBAR FORNOS
de duda sobre su constitucionalidad, la Cámara del Pueblo
resolvería, pero el Consejo de Estado (órgano de la Cámara del
Pueblo)106 tenía el mandato de ésta para la supervisión permanente
de la constitucionalidad y legalidad del Tribunal Supremo y de la
Fiscalía General.107
En la Constitución de Polonia de 1976, le correspondía al
Consejo de Estado elegido por la Dieta108 (o Parlamento) velar por
la concordancia de las leyes con la Constitución.109
En la Constitución de Rumania de los años 1974-1975 se
disponía que sólo a la Gran Asamblea Nacional le correspondería
decidir sobre la constitucionalidad de las leyes, pero para optimizar
su control nombró una Comisión Constitucional y Jurídica, la cual
presentaba a la Gran Asamblea Nacional informes y notificaciones
sobre la constitucionalidad de las leyes.
c) Sistema compartido entre el Ministerio Público y el Parlamento
Es el sistema seguido por la Constitución de Albania de 1976.
Disponía que a la Asamblea del Pueblo le correspondería
pronunciarse sobre la conformidad de las leyes con la
Constitución;110 pero el Fiscal General presentaría ante la Asamblea
del Pueblo y ante el Presidium, casos en los que las leyes y decretos
no concordaran con la Constitución111.
d) Control judicial compartido con el legislativo
Excepcionalmente en Portugal, Polonia y Rumania los
parlamentos pueden limpiar de inconstitucionalidad la ley así
declarada por una decisión de los jueces constitucionales, por
mayoría de dos tercios, reservando a los Representantes del Pueblo
la decisión final (un poder político). En Francia, la censura
constitucional a las disposiciones legislativas relativas al derecho
Art. 66 de la Constitución.
Art. 74 de la Constitución.
108 Art. 29 de la Constitución.
109 Art. 30 inc. 3 de la Constitución.
110 Art. 66 de la Constitución.
111 Art. 109 de la Constitución.
106
107
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
93
de asilo, provocó que el gobierno de Edourd Balladur convocará al
Congreso en noviembre de 1993 para que anulara la decisión del
Consejo, aprobando por mayoría de tres quintos una revisión de la
Constitución.
En nuestra Constitución de 1848 se formuló una especie de
control compartido, ya que en el art. 74 inc. 9 se dispone que las
providencias que en forma de ley, ordenanza, orden o resolución se
opongan a la Constitución y sobre las cuales las secciones de la
Corte Suprema se pongan de acuerdo sobre la inconstitucionalidad,
éstas prevendrán a los jueces para que no hagan aplicación de ellas
(suspendan su aplicación) hasta que el Poder Legislativo resuelva
sobre su constitucionalidad.
5. CONTROL POR EL PODER EJECUTIVO
El ejemplo es el sistema establecido por el régimen franquista en la
Ley Orgánica del Estado Español. El recurso de contrafuero se
otorgaba contra todo acto legislativo o disposición del gobierno que
vulneraba los principios del Movimiento Nacional (que era el
partido de gobierno) o de las demás leyes fundamentales del
Reino.112 Se calificaba como un recurso contra las leyes. Se
interponía ante el Consejo del Reino, pero en definitiva quien
resolvía era el Jefe de Estado.
6. CONTROL POR EL ELECTORADO
Este sistema se acepta en el Estado de Colorado (Estados Unidos de
América). Su Constitución dispone que el 5% de los inscritos en los
comicios tienen la facultad de pedir que se someta a referéndum la
ley que el Tribunal Supremo del Estado haya declarado
inconstitucional. Se denomina “apelación popular de sentencias”. A
nivel federal fue patrocinado por Teodoro Roosevelt en la campaña
presidencial de 1912, pero no logró éxito.
112
Art. 59 de la Ley Orgánica del Estado Español.
94
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Es el sistema más democrático, pero tiene serias desventajas: agita
las pasiones políticas y sociales; puede desestabilizar al gobierno con
apelaciones constantes poniendo en tela de juicio su respeto y
autoridad; el pueblo no está preparado para este tipo de decisión
jurídica.
7. CONCURRENCIA DE CONTROLES
Con cierta frecuencia concurren varios órganos diferentes a ejercer el
control de constitucionalidad. Por ejemplo: en Nicaragua el Poder
Judicial tiene el control general, y al Consejo Supremo Electoral le
corresponde conocer de la materia electoral en forma privativa;113 en
Francia el control le corresponde al Consejo Constitucional, pero
también el Consejo de Estado y la Corte de Casación han dictado
sentencias que tocan el tema de la supremacía de la Constitución; en
Italia el control constitucional le corresponde a la Corte Constitucional,
pero en varias de sus resoluciones la Corte de Casación y el Consejo de
Estado se han pronunciado sobre la protección de los derechos
humanos y la supremacía de la Constitución.
El sistema centralizado y monopolizado de la justicia constitucional ayuda a bloquear posibles contradicciones entre tribunales.
8. LOS DOS GRANDES SISTEMAS DE CONTROL
CONSTITUCIONAL
La Historia del Derecho, concretamente del Derecho Procesal
Constitucional, registra la existencia de dos hitos importantes del
control constitucional: el sistema norteamericano y el europeo. Son
dos juristas, a partir de su ingenio y talento, los que plantan estos
hitos: John Marshall y Hans Kelsen. Aportaron dos sistemas valiosos
para la Ciencia del Derecho y la democracia.
Son dos, pues, los grandes sistemas de control de la
constitucionalidad: el difuso o norteamericano y el concentrado o
austriaco, denominado también europeo.
113
Art. 20 de la Constitución
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
95
Éstos han constituido la fuente de inspiración del desarrollo de
la justicia constitucional, dando pie a la creación de una nueva
rama del Derecho denominada Derecho Procesal Constitucional,
cuyo gran impulsor ha sido Kelsen, particularmente con su obra La
Garantía Jurisdiccional de la Constitución, publicada en 1928,114 en
la cual desarrolla, a la luz de la experiencia como magistrado de la
Corte Constitucional de Austria, aspectos importantes de la
relación constitucional, la regularidad jurídica, la noción de
Constitución, las garantías constitucionales, el significado jurídico y
político en doctrina y justicia, etc.
En los sistemas concentrados, al tribunal constitucional
generalmente se le asignan buena cantidad de atribuciones, algunas
propias de la jurisdicción constitucional y otras ajenas. Su mayor o
menor cantidad dependerá de factores políticos, económicos y
sociales.
Como ya expresamos, se puede afirmar que en el sistema
concentrado, no todas las funciones del tribunal constitucional son
de jurisdicción constitucional, y que en el difuso la generalidad de
la actividad del Poder Judicial no es constitucional, salvo en la
actualidad en la cúpula del Poder Judicial (la Corte Suprema de los
Estados Unidos115 y la Corte Suprema de México, convertidas en
tribunales constitucionales).
114 En nuestras manos, la traducción de Rolando Tomayo y Salmorán. Universidad
Nacional Autónoma de México. México, D.F., 2001.
115 Dominique Rousseau distingue cinco períodos de la jurisprudencia de la Corte
Suprema de los Estados Unidos: entre 1789 y la Guerra Civil creó el sistema de control de
constitucionalidad de la ley y fortaleció al gobierno federal; de la Guerra Civil hasta 1937
adquiere una actitud muy conservadora al oponerse a la legalidad social que limitara el poder
de los empresarios, y se muestra indiferente en relación con la protección de los derechos
individuales; entre 1953 y 1969, bajo la presidencia de Earl Warren, desarrolla una
jurisprudencia liberal y progresista, condenando y combatiendo la discriminación y
segregación social, los recuentos electorales desiguales y la limitación de la defensa de los
acusados, y además reconoció el valor constitucional de numerosas libertades públicas; entre
1969 y 1986, bajo la presidencia de Warren Burgen, se mantiene la anterior jurisprudencia,
pero con un giro conservador; y desde 1986, se inicia una revolución conservadora. (La Justicia
Constitucional en Europa. Ob. cit., pág. 11).
96
IVÁN ESCOBAR FORNOS
A. BASES FUNDAMENTALES DEL SISTEMA DIFUSO
El arquetipo del sistema difuso descansa sobre las bases
siguientes:
a) Aplica la disposición legislativa superior en jerarquía y
desecha la inferior en el supuesto de contradicción. Ésta es una
regla de interpretación del Derecho que los jueces están
autorizados a aplicar en su función de administrar justicia y,
por consiguiente, no existe una invasión del juez en la esfera
legislativa. Se respeta la división de poderes.
b) Cualquier juez está investido del poder de no aplicar la ley
contraria a la Constitución, de oficio o a petición de parte, en
cualquier caso sometido a su conocimiento (vía incidental o
indirecta). La inconstitucionalidad se puede presentar en todo tipo
de procedimiento judicial, y no existe un procedimiento especial
para dilucidar la materia constitucional, pues se discute, tramita y
falla dentro del juicio en que se plantea, y llega a los tribunales
superiores a través de los recursos ordinarios o extraordinarios. La
cuestión constitucional se falla, junto con el fondo del asunto, en la
sentencia definitiva. No existe un procedimiento previo sobre la
constitucionalidad.
La denominación “vía incidental” se puede prestar a confusión,
pues sugiere accesoriedad, pero en realidad la cuestión de
inconstitucionalidad en el sistema difuso es principal, ya que se
falla en la sentencia definitiva del juicio y forma parte de la premisa
mayor del silogismo que constituye dicha sentencia.
El destacado constitucionalista Javier Pérez Royo en forma
admirable define el significado del vocablo “difuso”: “Difuso
quiere decir lo contrario de concentrado. El Poder Legislativo es un
poder concentrado. El Poder Judicial es un poder difuso. El
parlamentario no es el titular del Poder Legislativo, el titular del
Poder Legislativo es el Parlamento. Por el contrario, el Poder
Judicial no existe como un poder, sino que existe en la forma de
miles de jueces y magistrados repartidos por todo el territorio del
Estado, titulares cada uno de ellos individualmente del Poder
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
97
Judicial. En consecuencia, al ser el control un control judicial, ello
quiere decir que está uniformemente a disposición de todos y cada
uno de los jueces integrados en el Poder Judicial. Esto quiere decir
difuso”.116
c) La cuestión de inconstitucionalidad no se puede proponer por
vía de acción, ajena a un conflicto judicial. Esto no quiere decir que el
actor en la vía judicial no puede promover la inconstitucionalidad de
una ley que le perjudica, en el caso concreto, sometido a la decisión del
juez o tribunal.
d) La sentencia que declara la inconstitucionalidad de la ley tiene
efectos sólo en relación con el caso concreto (inaplicabilidad al caso
concreto), pero en los Estados Unidos de América, por el stare decisis
(precedente judicial), produce efectos generales.
En los Estados Unidos los efectos generales de la sentencia
provienen del stare decisis, figura necesaria dentro de la concepción del
Derecho en ese país, en donde no existe un sistema de normas
cerradas que el juez debe interpretar e integrar, sino un conjunto de
reglas concretas derivadas de los casos definidos.
El juez es creativo en la solución del conflicto, y como existe
infinidad de jueces y tribunales (todos creadores del Derecho) es
preciso, por razones de seguridad y unidad del Derecho, vincular al
juez con sus propias decisiones y con las de los otros jueces de igual o
superior jerarquía, lo que en última instancia realiza la Suprema Corte.
El juez norteamericano se ajusta a la jurisprudencia de la Suprema
Corte, no por el temor de que su resolución sea revocada, como sucede
en nuestro sistema, sino para no apartarse del Derecho vigente.
B. INCONVENIENTES DEL SISTEMA DIFUSO
El sistema difuso, en los países en donde no existe el stare decisis,
presenta serios inconvenientes que provocan incertidumbre y
conflicto entre órganos; a saber:
116 Curso de Derecho Constitucional. Marcial Pons, S. A. Madrid, 1994, pág. 123. Ésta es una
obra clásica del Derecho Constitucional por su claridad, originalidad, precisión, profundidad y
rigor científico.
98
IVÁN ESCOBAR FORNOS
a) El mismo u otro juez que declara la inconstitucionalidad de la
ley puede aplicarla posteriormente, o no aplicar por inconstitucional la que anteriormente se declaró constitucional.
b) Pueden surgir diferentes interpretaciones a la Constitución
entre órganos de diversos tipos, como por ejemplo, entre la justicia
ordinaria y la administrativa.
c) También se pueden presentar contrastes de opiniones entre
tribunales inferiores y superiores, debido a que los primeros
generalmente están formados por personas jóvenes, menos
apegadas al pasado y posiblemente dispuestos a declarar la
inconstitucionalidad; en cambio, los segundos son más
conservadores e inclinados a mantener la constitucionalidad.
d) A pesar de que en un caso concreto anterior ya se declaró la
inconstitucionalidad de la ley, cualquier otra persona extraña
al juicio anterior que tenga interés en que no se le aplique, por
ser inconstitucional, tendrá que promover un nuevo proceso.
Estos inconvenientes han sido evitados en los Estados Unidos y
en los otros países del Common Law, en los cuales rige el stare decisis,
pero persiste en los sistemas de base romanista. Podrían
solucionarse otorgándole efectos generales a la sentencia de la
Corte Suprema, pero en tal caso surgiría un sistema mixto, situado
a mitad de camino entre el difuso y el austriaco.
C. CREACIÓN Y BASES DEL SISTEMA AUSTRIACO
Varios factores contribuyeron en Europa al surgimiento del
sistema concentrado: la modesta aplicación del sistema difuso en
los países escandinavos y su fracaso en los otros países del Civil
Law (Derecho románico); los inconvenientes ya vistos; el carácter
extraño del stare decisis para poder adoptarlo; el carácter
conservador de los jueces comunes de carrera que, aunque
capacitados y con prestigio de muchos siglos en la aplicación del
Derecho, carecían de la idoneidad para administrar la justicia
constitucional que requiere de mayor atrevimiento, creatividad y
voluntad política.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
99
Por eso se pensó en la creación de un tribunal especial, de
carácter judicial, encargado fundamentalmente de controlar la
constitucionalidad de las leyes, sobre las bases siguientes:
a) Los jueces ordinarios no pueden conocer de la constitucionalidad de las leyes como manifestación de su poder de
interpretación, ni bajo ninguna otra razón, sino que será una Corte
Constitucional la que, dentro del sistema de pesos y contrapesos,
controle al Poder Legislativo para que respete la supremacía de la
Constitución, lo que evidentemente constituye una función política.
En los sistemas de Italia, Alemania y otros que se inspiraron en
el austriaco, no se permite a los jueces ordinarios conocer sobre la
constitucionalidad, sea por la vía de acción o de excepción.
b) Originalmente (1920) el control se daba sólo en la vía
principal, esto es, mediante una acción especial directa cuyo objeto
exclusivo es plantear la inconstitucionalidad de la ley ante la Corte
Constitucional.
Estaban legitimados para ejercitar esta acción órganos políticos
y no judiciales, tales como el Gobierno Federal y los Länders; el
primero, para pedir el control de la legitimidad constitucional de
leyes de los Länders, y los últimos para el control de las leyes
federales.
Solamente estos dos órganos constitucionales estaban
legitimados, pero a partir de la reforma de 1929 se permite que de
manera incidental los dos altos órganos judiciales ordinarios
planteen la cuestión de constitucionalidad de una ley, aplicable en
forma relevante al caso que se encuentra bajo su conocimiento,
pero los jueces inferiores, jamás pueden negar la aplicación de la
ley cuestionada de inconstitucional. Estos dos órganos superiores
legitimados son: la Corte Suprema para Asuntos Civiles y Penales y
la Corte Suprema para Asuntos Administrativos. Pero no están
legitimados para proponer la acción de inconstitucionalidad.
La acción de inconstitucionalidad es abstracta, ajena a todo caso
concreto y, como consecuencia, no presupone ninguna sentencia
judicial que impugnar. Cuando la inconstitucionalidad es
promovida por las Cortes Superiores, se suspende la aplicación de
100
IVÁN ESCOBAR FORNOS
la ley y se concede intervención ante la Corte Constitucional a las
partes interesadas en el caso concreto, a los gobiernos interesados
en la constitu-cionalidad de las leyes (Gobierno Federal o Länders).
Se admite, pues, la vía de acción y la incidental, por eso se dice que
es un sistema híbrido.
c) La sentencia que dicta la Corte Constitucional tiene efectos
generales, o sea, elimina del Derecho vigente a la ley
declarada inconstitucional. Es una función de legislador negativo.
d) La sentencia sólo tiene efecto para el futuro. Es constitutiva y
no afecta a situaciones surgidas de acuerdo con la ley anulada,
excepto a aquéllas que hayan dado origen al fallo.
Actualmente, la justicia constitucional no es sólo un poder
normativo negativo, sino también un poder positivo, y se funda en
las razones siguientes:
a) La sentencia que declara la inconstitucionalidad de la ley
produce cosa juzgada con efectos erga omnes y la deja sin vigencia.
b) Los vacíos indeseables que se pueden provocar al anular la
ley inconstitucional que, a su vez, había derogado a otra que deja
un vacío, se solucionan dándole vida o vigencia a esa ley derogada
(reviviscencia). Ésta es la opinión de Kelsen, que encuentra su
reconocimiento en el art. 140.6 de la Constitución austriaca al
disponer que “si una ley fuese anulada por el Tribunal
Constitucional por inconstitucionalidad, entrarían de nuevo en
vigor el día en que empiece a producir efecto la derogación, a
menos que la sentencia establezca otra cosa, todas las disposiciones
que hubiesen sido derogadas por la ley declarada inconstitucional
por el Tribunal Constitucional”. La decisión del Tribunal
Constitucional es la de un legislador negativo al anular la ley, y de
uno positivo al revivir una ley derogada. En la publicación de la
anulación de la ley se menciona también si entran de nuevo en
vigor disposiciones legislativas y cuáles. Esta facultad se podría
extender a todos los jueces y tribunales.
c) La función integradora del Derecho de los tribunales
constitucionales.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
101
d) Las sentencias aditivas, normativas y sustitutivas.
e) La recomendación de los tribunales constitucionales en sus
sentencias para ajustar las leyes ordinarias a la Constitución,
generalmente aceptadas por el Poder Legislativo.
f) Las normas generales, abiertas, ambiguas, los conceptos
jurídicos indeterminados, permiten la creatividad de la justicia
constitucional.
g) En el sistema kelseniano, la sentencia que declara la
inconstitucionalidad de la ley produce efectos ex nunc, lo cual
representa un respeto al pasado de la validez de la ley declarada
inconstitucional. La sentencia es constitutiva de una nueva
situación jurídica. Pero en Alemania y otros países de Europa, la
inconstitucionalidad conlleva la nulidad o inexistencia de la ley en
forma retroactiva desde su creación. En resumen, tiene efectos ex
tunc. La sentencia es declarativa de una nulidad que ya existía
antes de dictar sentencia, no obstante se respetan situaciones
consolidadas como las sentencias particulares y actos
administrativos fundados en disposiciones anuladas y que no están
sujetos a ningún recurso, pero se aplica la retroactividad a favor del
reo. La solución austriaca permite al Tribunal Constitucional
conceder una prórroga para la entrada en vigencia de la sentencia
de anulación por un plazo no mayor de seis meses, según el art.
140.5 de la Constitución. Es una función legislativa la prórroga de
una ley declarada inconstitucional.
D. NATURALEZA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Son varias las opiniones que se formulan:
a) Son órganos jurisdiccionales. Están sometidos a todas las
reglas que rigen la actividad de los tribunales ordinarios (incluso la
presunción de inocencia, el derecho de defensa, la publicidad, etc.)
No existen intromisiones metajurídicas. Es la idea kelseniana de la
justicia constitucional.
b) La justicia constitucional tiene naturaleza absolutamente
política, pues son políticos su objeto y el órgano de interpretación
de la justicia constitucional.
102
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Carl Schmitt publicó en 1931 el libro titulado “La Defensa de la
Constitución,”117 contestando a Kelsen lo expuesto en “La garantía
jurisdiccional de la Constitución”, y en el mismo año, poco tiempo
después, Hans Kelsen publicó su monografía “¿Quién debe ser el
defensor de la Constitución?”,118 en la cual expone sus severas
críticas, lo que ahonda la confrontación entre ellos.
Schmitt rechaza la justicia constitucional como protectora de la
Constitución. Ningún tribunal constitucional puede ser guardián
de la Constitución. Kelsen propugnaba por un tribunal
constitucional, del que fue impulsor y miembro en Austria y
después separado a pesar de ser vitalicio en su cargo. Por el
contrario, Schmitt propone como defensor de la Constitución al
Presidente del Reich (el Jefe de Estado).
El tribunal constitucional colabora y participa en la dirección
política del Estado. La judicialización de la política o la politización
de la justicia (Leowenstein y Schmitt), lejos de situar a los
tribunales constitucionales en función de garantía, los coloca como
árbitros dominantes y supremos del proceso político.
Para Carl Schmitt, es un problema de oportunidad práctica
establecer hasta qué punto puede encomendarse a instancias ya
existentes o de nueva creación, la misión de fijar de modo auténtico
el contenido de los preceptos imprecisos o indeterminados que
están incorporados a la Constitución, y a la misión de establecer un
contrapeso al Poder Legislativo.
Con claridad, expresa que la determinación precisa del
contenido de un precepto constitucional dudoso en cuanto a su
contenido, es, en concreto, materia de legislación constitucional, no
de la justicia.119
En nuestras manos la Edición publicada por Tecnos, Madrid, España 1983.
En nuestras manos la 2da. Edición de Tecnos de 1999, publicada en Madrid, España.
119 La Defensa de la Constitución. Tecnos, España. 1983. Págs. 77, 93 y 94. El mismo Kelsen
también reconoce que las fórmulas vagas en los textos constitucionales pueden ser peligrosas
al controlar la constitucionalidad de las leyes, por lo que deben evitarse en la Constitución.
Cuando se establezcan principios, directrices y límites al contenido de las leyes, éstos deben
ser definidos del modo más preciso posible. Esto podría ser así en las constituciones clásicas y
no en las desarrolladas, producto de consensos transaccionales entre las diversas fuerzas
117
118
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
103
Algunos autores toman posiciones intermedias y expresan
diversas opiniones: que son órganos políticos que ejercen funciones
jurisdiccionales o viceversa, órganos jurisdiccionales con funciones
políticas; la calificación de políticos o jurisdiccionales depende de
los casos que sentencien; que su situación como órgano intermedio
entre el Parlamento y el Poder Judicial, parece dotarlo de los
caracteres que éstos poseen: politicidad (sistema de selección de
magistrados, nulidad de la norma, colmar lagunas, etc.) y
juridicidad (impulso procesal externo, procedimiento jurisdiccional, resoluciones en forma de sentencia, etc.).
c) Tercera cámara legislativa. Los tribunales constitucionales,
forman una tercera cámara legislativa al tener una gran
participación en la formación de la ley. No son órganos
jurisdiccionales, sino políticos. En nuestra época contemporánea, se
ha detectado que en el proceso de producción de la ley participan el
Ejecutivo, el Legislativo y los tribunales constitucionales, y existen
delegaciones legislativas en el Ejecutivo.
Es nuestro país, la Corte Suprema de Justicia, cuyo Pleno conoce
del recurso por inconstitucionalidad de la ley, tiene iniciativa de ley
en asuntos de su competencia, y ya ha hecho uso de ese derecho al
enviar a la Asamblea Nacional los proyectos, entre otros, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial (ya en vigencia), el Proyecto de Código
Procesal Penal (ya en vigencia), el Código Penal (en trámite). De tal
políticas que adquieren beligerancia con el sufragio universal. Esto lleva a Pedro de Vega
García, en el prólogo a la obra citada, a plantear la alternativa siguiente: o el tribunal asume la
independencia absoluta para interpretar las normas dudosas, convirtiéndose en un legislador
negativo que pasa a ocupar en buena medida el lugar del Parlamento, o se autolimita por
presiones políticas o por prudencia, en cuyo caso su carácter independiente queda lastimado.
Como ha podido observarse, el problema constitucional no es tema resuelto. Tiene razón
García Belaunde cuando reconoce el dominio de la tesis de Kelsen. Piensa que lo mejor es ver
cuál es la situación actual, y que mientras el modelo europeo diseñado por Kelsen se extiende
por doquier y se afianza en el continente europeo y en otros países en donde ha sido
aprobado, el planteamiento de Schmitt, no obstante su vigor, ha sido totalmente olvidado,
salvo en las canteras académicas, en donde siempre quedará como un estímulo para el
pensamiento. (Derecho Procesal Constitucional. Ob. cit. pág. 177).
104
IVÁN ESCOBAR FORNOS
manera que ante cualquier omisión legislativa que se declare,
puede enviar el proyecto de ley para colmar la laguna, siempre que
sea dentro de su competencia, la cual, si uno se pone a meditar con
calma, es muy amplia.
La figura del juez, principalmente el constitucional, ha tomado
auge. Es una figura central en el Derecho, y no sólo participa en el
proceso de formación de la ley (cuando el Poder Judicial tiene
iniciativa de ley), sino llenando sus vacíos, generalidades, alcances,
y declarando la nulidad si se opone a la Constitución.
E. NOMBRAMIENTO DE LA MAGISTRATURA CONSTITUCIONAL
Ya hemos expresado que en muchos países los magistrados de la
justicia constitucional son nombrados conjuntamente por el
Ejecutivo y el Legislativo, lo cual permite que la magistratura no
sea ajena a la política imperante y que no carezca de cierta
representatividad. También intervienen en su nombramiento en
algunos países el Poder Judicial y el Congreso.120 Pero, en realidad,
en la postulación o nombramiento intervienen los poderes del
Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) y ciertos órganos como el
Consejo de la Judicatura, pero lo más aceptado es que el nombramiento lo haga el Legislativo, ya sea de manera directa o a través
120 En Latinoamérica, la intervención de las autoridades en el nombramiento de los
magistrados se presenta así: en Bolivia los elige el Congreso por dos tercios de sus miembros
presentes. En Colombia son nombrados por el Senado de ternas presentadas por el Presidente
de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. En Chile, tres son
elegidos por la Corte Suprema de Justicia, un abogado designado por el Presidente de la
República, dos abogados elegidos por el Consejo de Seguridad Nacional, un abogado elegido
por el Senado. En Ecuador son designados por el Congreso Nacional así: dos de las ternas
enviadas por el Presiente de la República, dos de las ternas enviadas por la Corte Suprema de
Justicia fuera de su seno, dos elegidos por el Legislativo y que no sean legisladores, uno de las
ternas enviadas por los alcaldes y prefectos, uno por los trabajadores, indígenas y campesinos,
y uno por la Cámara de la Producción. En Guatemala son designados así: un magistrado por la
Corte Suprema de Justicia, uno por el Pleno del Congreso, uno por el Presidente de la
República en Consejo de Ministros, uno por la Universidad de San Carlos y uno por el Colegio
de Abogados. En el Perú los elige el Congreso. En Europa el Poder Judicial interviene así: en
Italia, dos son designados por el Tribunal Supremo; en Rusia, cuatro son elegidos por la
Asamblea General de entre los jueces del Tribunal Supremo de Casación y el Tribunal
Supremo Administrativo.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
105
de la postulación de aquéllos a quienes se les haya atribuido este
derecho.121 Por lo general, los tribunales constitucionales están
integrados por magistrados elegidos políticamente.
Para la independencia de los magistrados de la justicia
constitucional es importante formular un buen sistema de
elección,122 garantía de su estabilidad, nombramientos por
mayorías calificadas, buenos salarios, y principalmente escoger a
las personas con mayor capacidad y sensibilidad, visión y
flexibilidad, capaces de captar las diferentes aspiraciones de los
segmentos de la población, de tal manera que puedan ser atendidos
sin perder la importancia del interés general. La interpretación de
la Constitución es una labor muy importante y de trascendencia
para todo el orden jurídico y político de un país.
Aunque se admite por algunos autores y ordenamientos
jurídicos el carácter vitalicio123 de la magistratura constitucional,
vinculado a la carrera judicial, no creo que sea conveniente, porque
esta justicia requiere de juristas no anclados al pasado y limitados
por intereses de casta, sino con una visión amplia del Derecho y de
la realidad política, social, económica y cultural, que permita
adecuar la Constitución a la realidad en que vivimos. Deben tener
121 En Francia la designación es discrecional de los integrantes del Consejo Constitucional:
tres por el Presidente de la República, tres por el Presidente de la Asamblea Nacional y tres
por el Presidente del Senado. La integran también de derecho y en forma vitalicia los antiguos
presidentes de la República. Se critica porque no ofrece una garantía de una representación de
las diferentes corrientes ideológicas y jurídicas, ya que en virtud de la elección de las tres
autoridades que nombran es posible que queden bajo el control del mismo conglomerado
ideológico y controlen el Consejo Constitucional. Esto se dio en 1974 y en 1995. Asimismo, dos
de ellos, el Jefe de Estado y el Presidente de la Asamblea, pertenecían al mismo movimiento
político de 1985 a 1974, de 1981 a 1986, y de 1988 a 1993. (Cfr. Dominique Rousseau. La Justicia
Constitucional en Europa. Ob cit. pág. 34).
122 En siete estados europeos los jueces constitucionales son elegidos por el Parlamento por
mayoría especial: Alemania, Portugal, Hungría, Suiza, Polonia, Croacia y Eslovenia. (Cfr.
Dominique Rousseau. Ob. cit., págs. 34 y 35).
123 Tiene carácter vitalicio, pero con el límite de la edad de setenta años en Austria y
Bélgica, también es vitalicio en Estonia. No debemos olvidar que son vitalicios en la Corte
Suprema de Estados Unidos. La mayor parte de los datos sobre Europa que usamos en este
trabajo los hemos tomado de una de las mejores obras sobre sistemas de la justicia
constitucional en Europa, de Julio Fernández Rodríguez: “La justicia constitucional europea
ante el siglo XXI”. Ob. cit.
106
IVÁN ESCOBAR FORNOS
un plazo,124 ni muy corto, para no arraigarse y ponerle amor al
trabajo, ni muy largo para desconectarse de la realidad.
Kelsen parte de la particularidad de cada jurisdicción
constitucional para realizar su construcción y hace algunas
consideraciones generales: a) El número de jueces no debe ser muy
elevado y la misión de la justicia constitucional es puramente
jurídica de interpretación de la Constitución. b) No le parece
recomendable el nombramiento de los jueces constitucionales
exclusivamente por el Ejecutivo o por el Legislativo, y expresa la
posibilidad del nombramiento por el Parlamento a propuesta del
Ejecutivo. Considera de gran importancia la presencia de los
juristas en la jurisdicción constitucional, para la cual sugiere que las
facultades de Derecho propongan candidatos para una parte de los
cargos. También acepta la cooptación o la proposición para el
nombramiento por parte del tribunal constitucional. Éste tiene gran
interés en llamar a su seno a especialistas eminentes. c) Acepta el
peligro de la influencia política, aunque no lo desea, y prefiere
afrontarlo directamente, permitiendo que el Parlamento nombre
una parte de los jueces constitucionales, teniendo en cuenta la
fuerza relativa de los partidos políticos.125
Expresa Jean Rivero que los tribunales constitucionales no
pueden componerse de acuerdo con las normas habituales de los
tribunales de justicia ordinarios. Los jueces de carrera carecen del
peso e independencia de espíritu necesarios para imponerse a los
poderes públicos. No pueden estar compuestos exclusivamente de
juristas o profesores de Derecho. Es preciso que haya en los
tribunales constitucionales hombres que tengan sentido de la vida
política y cierta experiencia en la misma. Se pregunta si conviene
incorporar a jóvenes que, carentes de la experiencia de la vida
124 Se establecen nueve años en Albania, Bulgaria, Eslovenia, España, Francia, Hungría,
Italia, Lituania, Macedonia, Polonia, Rumania Ucrania y Yugoslavia. Son cinco años en BosniaHerzegovina y Liechtenstein. Seis en Portugal y Moldavia. Siete en Eslovaquia. Ocho en
Andorra y Croacia. Diez en República Checa y Letonia. Once en Bielorrusia. Doce en Alemania
y Rusia. Ocho en Colombia y Chile. Diez en Bolivia sin reelección hasta pasados diez años.
Cuatro años en Ecuador. Cinco en Guatemala y Perú. Creo que el plazo adecuado para
Nicaragua es de siete años, que podría ser con reelección inmediata o sin reelección.
125 La Garantía Jurisdiccional de la Constitución. Ob. cit., págs. 57 y 58.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
107
anterior, aporten nuevas ideas, atendiendo una opinión bastante
generalizada. Se necesita, pues, tribunales compuestos por juristas
y por hombres con cierta experiencia de la vida política, pero
tribunales independientes.
Considera que existe cierto consenso en cuanto a que lo que
importa para alcanzar esa calidad no es tanto el modo de
nominación de los jueces, como en definitiva un status que
garantice su independencia, esto es, asegurar la duración del
mandato, pero que prohíba su renovación. Conviene más pensar en
la madurez de los miembros del tribunal que en un exceso de
juventud. El miembro del tribunal no debe tener necesidad de
pensar en el puesto que se le podría ofrecer según agradó o no al
poder, una vez que haya concluido su permanencia en la
jurisdicción constitucional. No debe ser una función para jubilados,
pero si para jubilarse.126
En el sistema nicaragüense no existe un tribunal constitucional,
pero una de las Salas de la Corte Suprema conoce del recurso de
amparo, y el Pleno de la Corte lo hace del recurso por
inconstitucionalidad de las leyes. Por la reforma de 1998 a la
Constitución vigente (1987), la Corte Suprema de Justicia se dividió
por primera vez en Salas, entre ellas, la Sala de lo Constitucional,
que se integró en septiembre de 1996.
Creo que el número de magistrados de la Sala de lo
Constitucional debe ser de siete, de acuerdo con la cantidad de
trabajo y población del nuestro país.
En Europa, el número de miembros varía entre tres y
diecinueve, de acuerdo con la extensión del país, su número de
habitantes, su organización, número de litigios y las posibilidades
económicas: tres en Chipre y Malta; cuatro en Andorra; cinco en
Liechtenstein; seis en Moldavia; siete en Letonia y Yugoslavia;
nueve en Albania, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Francia,
Lituania, Macedonia y Rumania; diez en Eslovaquia; once en
Croacia, Hungría, Turquía; doce en Bélgica, Bielorrusia, Bulgaria y
126 “A Modo de Síntesis”. Tribunales Constitucionales Europeos y Derechos Fundamentales.
Centro de Estudios Constitucionales. Obra Colectiva. Madrid, 1984, págs. 668 y 669.
108
IVÁN ESCOBAR FORNOS
España; trece en Portugal; catorce en Austria; quince en la
República Checa, Italia y Polonia; dieciséis en Alemania y Estonia;
dieciocho en Ucrania y diecinueve en Rusia.
En Latinoamérica se integran así: en Colombia la ley
determinará un número de magistrados en forma impar. En Chile
tiene siete miembros; en Bolivia, cinco; en Ecuador, nueve; en
Guatemala, cinco, pero se aumentará en siete de entre los suplentes
por sorteo, en asuntos de inconstitucionalidad en contra de la Corte
Suprema de Justicia, el Congreso, el Presidente y Vicepresidente de
la República; en Perú, siete.
El estatuto de los jueces constitucionales garantiza su
imparcialidad, independencia y dignidad. Por tal razón, para el
nombramiento y ejercicio de los tribunales constitucionales se
establecen requisitos de edad, profesión e incompatibilidades. A
estas condiciones deben agregarse la duración, remoción, jubilación
e inmunidad y los tratamientos protocolarios.
Para la independencia es importante un buen sistema de
selección de jueces constitucionales. Pero para la independencia de
los jueces constitucionales no sólo es necesario un buen sistema de
selección, sino además garantías de estabilidad, nombramiento por
mayoría calificada, buenos salarios, capacidad y sensibilidad de los
jueces, visión y reflexión, capacidad de captar las aspiraciones del
pueblo y sus grupos.
La edad mínima para ser miembro del tribunal constitucional
debe ser de treinta años y el máximo de setenta y cinco años. Esto
varía en los diferentes países.
La formación jurídica es una condición fundamental para el
nombramiento, pero es posible, como en Francia, que puedan ser
miembros políticos que no tengan esa formación, pero que posean
ciertos conocimientos jurídicos. La ley debe ser exigente en la
formación jurídica, por lo que deben seleccionarse juristas de
prestigio en el ejercicio profesional, catedráticos y autores que se
dediquen al estudio del Derecho Constitucional.
Algunas condiciones se refieren al lenguaje, dado la compleja
organización social de la nación. En Suiza, la Constitución dispone
que las tres lenguas de la Constitución (alemán, francés e italiano)
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
109
estén representadas en el Tribunal Federal. En Bélgica, de doce
miembros que integran la Cour d’ Arbitrage, seis deben ser
francófonos y seis neerlandófonos, y en cada grupo tres deben
poseer calificaciones jurídicas, y tres, políticas. El Tribunal tiene dos
presidentes, cada uno elegido por su grupo lingüístico, y se turnan
cada año la presidencia.
La duración del mandato debe ser de siete a diez años. No es tan
corto como para depender de los procesos electorales y no poder
desarrollar la jurisprudencia, ni tan largo como para divorciarse de
la realidad política, social y económica del país e impedir el acceso
a nuevos valores e ideas. No es raro encontrar el carácter vitalicio
de la magistratura constitucional: Bélgica, Austria y Estados
Unidos de América.
El mandato no debe ser renovable para evitar compromisos de
los miembros del tribunal con las autoridades que los nombran o
postulan, garantizándose así la independencia. En Europa, el
mandato de los jueces constitucionales no es renovable, salvo en
España, que sólo prohíbe la reelección inmediata, y en Hungría,
donde sólo pueden reelegirse una vez.
La renovación de los jueces no debe ser en un solo bloque, de tal
manera que solamente entren a la función profesionales sin
experiencia; por lo que debe hacerse en forma gradual, por
períodos, para que los nuevos tengan el apoyo de los antiguos y
éstos la riqueza de las nuevas ideas.
Como ya expresamos, también es importante para la
independencia de los jueces constitucionales un buen salario y una
jubilación acorde con su dignidad. Para señalarlos, debe tenerse
como referencia el salario y jubilación de los más altos funcionarios
del Estado.
El nombramiento del presidente del tribunal incide en su
independencia. Existen dos sistemas: en el primero, el presidente es
nombrado por la autoridad que participa en el nombramiento o
postulación de sus miembros, o sea, por una autoridad externa al
tribunal, lo cual le resta independencia. Se ha consagrado en
110
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Francia, Eslovaquia, Austria, Alemana, Polonia y Bolivia;127 en el
segundo, lo nombra el mismo tribunal, lo cual le otorga
independencia (Italia, España y Rusia, Portugal, Bélgica,
Guatemala, Croacia, Eslovenia y Nicaragua).
La duración del presidente debe ser de dos a tres años para
evitar las campañas anuales que dividen al tribunal y atrasan el
trabajo y la administración. La campaña por la elección de la
presidencia de la Corte en 2003, en nuestro país, fue cara,
desgastante, similar a una campaña por la presidencia de la
República, con incidencia negativa en la actividad jurisdiccional y
el prestigio del Poder Judicial.
Las incompatibilidades se refieren a la imposibilidad de ejercer
otros cargos u oficios simultáneamente. Por ejemplo, ministro,
diputado, el ejercicio de la abogacía, etc. Así se garantiza la
separación de poderes y la independencia judicial. Los jueces
constitucionales trabajan de tiempo completo. Si fueran de medio
tiempo se podrían permitir algunas compatibilidades razonables.
Se les debe permitir ser catedráticos, autores, participar en
seminarios, coloquios, debates, comentar sus propias decisiones,
etc.
Sus votos razonados deben ser publicados, aunque no en todos
los países se permite (no lo permiten Francia e Italia), pues se
argumenta que le restan valor y autoridad a la sentencia, que viene
a ser el resultado de una operación aritmética y no de la razón
jurídica, permite la propaganda de las ideas de ciertos jueces y la
participación de la política en la jurisdicción por las críticas
políticas que provocan.
Pero, en realidad, el voto razonado tiene sus ventajas: impulsa a
que las sentencias sean bien motivadas, lleva a procurar el consenso
mediante el convencimiento a la minoría, y redactar así una
sentencia bien explicativa. Debe reconocerse que el voto disidente
puede ser en el futuro la idea que prevalezca en el tribunal y la
127 En nuestra Constitución vigente de 1987, en su texto original, el Presidente de la Corte
Suprema era elegido por el Presidente de la República entre los magistrados elegidos por la
Asamblea Nacional.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
111
sociedad. Permiten manifestar el desacuerdo España, Eslovenia,
Polonia, Bulgaria, Croacia, Rusia y Nicaragua.
La inmunidad es una garantía muy importante para poder
procesar penalmente a un juez constitucional, hay que desaforarlo
primeramente por la Asamblea Nacional. Sin embargo, el tribunal
constitucional debe tener potestad disciplinaria sobre sus miembros
y personal. Todo esto garantiza su independencia.
F.
DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE AMBOS SISTEMAS
Aunque la doctrina observa un acercamiento entre ambos
sistemas, no por esto se borran las diferencias fundamentales, las
cuales son:
a) El sistema difuso es descentralizado, pues conoce de la
constitucionalidad cualquier juez (sin distinción de jerarquía), ante
quien se tramita un caso concreto propio de su competencia; en
cambio, el austriaco es centralizado, pues es el tribunal
constitucional quien tiene el monopolio del conocimiento sobre la
inconstitucionalidad de las leyes, privando de esa función a los
jueces y cortes judiciales ordinarias.
b) En el sistema difuso, se conoce en forma indirecta (llamada
también excepcional o incidental) sobre la constitucionalidad de la
ley, pues surge con ocasión del caso concreto pendiente de trámite
y fallo ante los tribunales de justicia, por lo que no existe un
procedimiento especial, ni se permite la acción abstracta y directa;
en cambio, en el sistema austriaco se emplea la vía directa mediante
una acción abstracta y un procedimiento especial ante la Corte
Constitucional, aunque con posterioridad a la reforma de 1929 se
emplea también la vía incidental, pero sólo están legitimadas las
dos Cortes Superiores y no los jueces inferiores.
c) En el sistema difuso, la ley inconstitucional es absolutamente
nula por oponerse a una norma superior (constitucional), pero la
sentencia no es constitutiva de la nulidad, sino sólo declara la
nulidad preexistente de la misma y tiene efectos retroactivos (ex
tunc); en cambio en el sistema austriaco, la sentencia anula la ley
112
IVÁN ESCOBAR FORNOS
que hasta el momento era válida y eficaz, y tiene efectos para el
futuro (ex nunc) a partir de su publicación, pero la Corte puede
posponer su eficacia a una fecha posterior, no mayor de un año en
Austria y seis meses en Turquía.
La no retroactividad protege el principio de seguridad jurídica,
y los efectos retroactivos protegen la supremacía de la Constitución
y la igualdad ante el Derecho. Estos principios deben coordinarse
sin que el uno destruya al otro, mediante un equilibrio entre ellos
regulado por la ley, y no dejarse al arbitrio del tribunal
constitucional. La regla de cada sistema debe admitir excepciones y
administrarse modulaciones en el tiempo.
d) En el sistema difuso, la sentencia tiene eficacia sólo en
relación con el caso concreto respecto del cual se planteó la cuestión
constitucional. No obstante, en Estados Unidos y sistemas afines,
por el stare decisis, la sentencia adquiere efectos generales; en
cambio, en el sistema austriaco, la sentencia tiene efectos generales.
La doctrina europea considera al sistema austriaco más
completo que el difuso, pues en éste es posible que muchas leyes
escapen al control constitucional, porque difícilmente se prestan a
discusión en los casos concretos pendientes ante los jueces y
tribunales; pero reconoce que es más peligroso, pues sin prudencia
y sabiduría (la que tiene la Suprema Corte de los Estados Unidos)
se corre el riesgo de que el tribunal constitucional se convierta en
una grave amenaza política al intervenir en el Poder Legislativo
directa o indirectamente.
G. ACERCAMIENTO DE AMBOS SISTEMAS
En la doctrina se observa un acercamiento de los dos grandes
sistemas; a saber: la naturaleza judicial de ambos; los efectos
generales de las sentencias en ambos sistemas; la aceptación de la
vía incidental en el sistema austriaco, aunque restringida; el
funcionamiento casi exclusivamente constitucional de la Suprema
Corte de los Estados Unidos y la orientación política de sus
decisiones; la adopción generalizada de sistemas mixtos, no sólo
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
113
integrados por ambos sistemas, con sus propias características;128 la
adopción del sistema austriaco en algunos países latinoamericanos;
y la aceptación parcial en las constituciones alemana, italiana y
austriaca del sistema de los checks and balances en lugar de la
versión francesa de la separación rígida de poderes.
Se sostiene que los sistemas italiano y alemán, en cierto sentido,
se encuentran a medio camino entre el austriaco y el americano,129
criterio que no es compartido por algunos autores.130
El sistema español se fundamenta en sus tradiciones y posee
bastante del sistema europeo, algo del norteamericano y un poco
del francés. El Tribunal Constitucional tiene las competencias
siguientes: a) El control de la constitucionalidad de las leyes y de
los actos con fuerza de ley por medio de un recurso abstracto (no
existe caso concreto), directo, a posteriori, y con plazo de tres meses
para interponerlo a partir de la publicación. La legitimidad para
interponer este recurso es restringida. b) La cuestión de
inconstitucionalidad de la norma aplicable. La cuestión es mediata,
a posteriori, frente al caso concreto (control concreto), y planteada
por el juez de oficio o a petición de parte, en forma motivada, ante
el Tribunal Constitucional al concluir el proceso y antes de dictar
sentencia definitiva para evitar retardaciones. c) La defensa de los
derechos fundamentales, mediante el amparo, reconocidos en los
arts. 14 al 29 de la Constitución, que son los clásicos, quedando
excluidos los sociales y económicos. Es un recurso subsidiario,
después de agotada la vía ordinaria. Existe también un recurso de
amparo electoral para resolver conflictos relativos a las elecciones.
d) La denominada “autocuestión de inconstitucionalidad” que se
plantea al Pleno del Tribunal Constitucional contra las leyes
después de fallado el amparo, cuando la Sala estima que la
violación del derecho se deriva de la inconstitucionalidad de la ley
128 Cfr. Lucio PEGORARO. “La Circulación, la Recepción y la Hibridación en la Justicia
Constitucional”. Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional. 2000. Núm. 6, pág. 393 y
sigts.
129 CAPPELLETI. Control Judicial de las Leyes en el Derecho Comparado. La Justicia
Constitucional. Ob. cit., pág. 85.
130 Francisco Rubio Llorente. “La Jurisdicción Constitucional como Forma de Creación del
Derecho”. Revista Española de Derecho Constitucional. Año 8, núm. 22, enero-abril 1988, pág. 25.
114
IVÁN ESCOBAR FORNOS
aplicada en el caso. e) El control previo de los tratados
internacionales. Es el único control previo, pues el que existía sobre
los proyectos de Estatutos de Autonomía y los Proyectos de Ley
Orgánica, fue suprimido por Ley Orgánica de 1985. Este control
tiene inspiración francesa. Cuando el Tribunal Constitucional
encuentra una incompatibilidad entre el tratado y la Constitución,
invita a las cámaras a reformar la Constitución con la finalidad de
garantizar la constitucionalidad del tratado e indicará el
procedimiento simple o agravado de reforma. Si se procede a la
reforma, se podrá ratificar. El Tratado de Maastricht precisó de
una reforma que pidió el Tribunal Constitucional. f) La solución de
los conflictos de competencia entre el Estado y las Comunidades
Autónomas, o entre estas últimas, y los conflictos de competencia
entre los órganos constitucionales del Estado.
El destacado jurista español Francisco Fernández Segado
profundiza sobre la obsolescencia de la bipolaridad, como criterio
analítico del control de constitucionalidad entre los modelos
europeo y norteamericano. Realiza un estudio histórico, jurídico y
filosófico de ambos sistemas, de las razones políticas de sus
nacimientos y del ambiente en que funcionan. Además de estudiar
cada uno de ellos, los compara en su evolución y demuestra que en
el proceso evolutivo se acercan y dan lugar a una riqueza de
sistemas mixtos.
Con base en lo expuesto en su obra, la más completa en esta
materia, propone una original clasificación de los sistemas de
control constitucional. Estudia con admirable rigor científico y
claridad la quiebra frontal de la concepción kelseniana del
legislador negativo, y evidencia la función normativa positiva y
negativa de la jurisdicción constitucional. En apoyo de sus ideas
cita abundantes opiniones de reconocidos autores, leyes,
constituciones y sentencias.131
131 La obsolescencia de la bipolaridad: modelo americano, modelo europeo-kelseniano
como criterio analítico del control de constitucionalidad y la búsqueda de una tipología
explicativa. Conferencia pronunciada en San José, Costa Rica. Patrocinada por el Instituto
Interamericano de Derechos Humanos. Costa Rica, 2002. Fernández Segado es uno de los
juristas españoles más conocedores de la justicia constitucional latinoamericana.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
115
9. ALGUNAS CLASIFICACIONES
A. CLASIFICACIÓN DE ALGUNOS AUTORES
Del acercamiento de los dos grandes sistemas y de la riqueza
creativa de los juristas y legisladores han surgido bastantes
sistemas mixtos. En forma general, también se habla de sistema
europeo, americano, latinoamericano, y de sistemas mixtos.
Piero Calamandrei hace la clasificación de los sistemas de
control de la constitucionalidad de las leyes así:
1) Atendiendo al objeto: a) Formal. Por violación del
procedimiento de formación de las leyes (error in procedendum). b)
Material. Por violación del contenido de la Constitución (error in
iudicando).
2) Atendiendo al órgano: a) Judicial (difuso). Todos los órganos
del Poder Judicial controlan la constitucionalidad de las leyes. b)
Autónomo o concentrado. Controla un único y especial órgano
instituido con esa atribución exclusiva, colocado en forma
preeminente y fuera de cualquier otro orden de órganos.
3) Atendiendo la legitimación: a) Incidental. Se propone en
forma prejudicial por quien es parte de una controversia concreta al
momento de aplicarse la ley tachada de inconstitucionalidad. b)
Principal. Cuando se propone como tema separado y principal de
la petición. Se pone directamente en cuestión la inconstitucionalidad de la ley sin esperar que se ofrezca la ocasión de una
controversia especial.
4) Por la extensión de sus efectos: a) Efectos generales. La
ilegitimidad conduce a invalidar la ley erga omnes, haciéndola
perder para siempre su eficacia normativa general y abstracta. b)
Efecto especial. La inconstitucionalidad se limita a declarar la ley
inaplicable al caso concreto, limitando sus efectos sólo a ese caso.
5) Por la naturaleza de los efectos: a) Efectos declarativos. La
declaración de certeza (la sentencia que declara la
inconstitucionalidad) opera retroactivamente sobre una nulidad
116
IVÁN ESCOBAR FORNOS
preexistente (ex tunc) b) Efectos constitutivos. Con efectos anulatorios
o de ineficacia que valen para el futuro (ex nunc), pero respetan en
cuanto al pasado la validez de la ley ilegítima.132
Por su parte Ricardo Guastini, atendiendo al momento del control,
distingue tres modelos de control de la constitucionalidad, desde el
punto de vista de su eficacia:
a) El modelo de Estados Unidos de control posterior por vía de
excepción, y como consecuencia in concreto, en virtud del cual cada
juez conoce de la cuestión de la constitucionalidad. Señala las
características siguientes: i) Hace posible que una ley inconstitucional
entre en vigor y se aplique por largo tiempo antes de que su
ilegitimidad sea reconocida por los jueces. ii) La ilegitimidad
constitucional de una ley no produce efectos generales. iii) En los
Estados Unidos esta ilegitimidad produce efectos generales por el stare
decisis.
b) El modelo francés de control a priori por vía de acción y por tanto
in abstracto, ejercido por un tribunal constitucional (o algo similar).
Teóricamente impide que entren en vigor leyes inconstitucionales,
pero no es difícil que se escapen leyes cuya inconstitucionalidad se
descubra al contacto con los casos concretos. No garantiza, pues, una
constitucionalidad segura de la ley.
c) El modelo seguido por España, Italia y otros países, de control
posterior por vía de excepción y, por tanto, in concreto, atribuido a un
tribunal constitucional. No impide la entrada en vigor de leyes
inconstitucionales por ser a posteriori. La declaración de
inconstitucionalidad de una ley tiene efectos generales (erga omnes) y
no puede ser aplicada por ningún juez. 133
En la mayor parte de los países latinoamericanos y europeos
adoptan el sistema a posteriori134 aunque se presentan algunos
sistema mixtos.
132 El control de constitucionalidad bajo el ordenamiento derogado. Estudios sobre el
Proceso Civil. Editorial Ejea. Argentina, 1962, t. III, pág. 29 y sigts.
133
“La constitucionalización del ordenamiento jurídico”. Estudios de Teoría
Constitucional. Doctrina Jurídica Contemporánea. México, 2001, págs. 155, 156 y 157).
134 En Europa el control es a posteriori en Albania, Alemania, Andorra, Austria, Bélgica,
Bulgaria, Croacia, Eslovenia, España, Hungría, Italia, Lichteinstein, Portugal, Turquía y otros
países que con los anteriores forman la mayoría.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
117
Otros países adoptan el sistema concreto.135
B. CONTROL PREVENTIVO DE LA CONSTITUCIONALIDAD
a) Concepto
El denominado control preventivo (a priori, previo) se usa para
el control de normas jurídicas, sobre todo de leyes y tratados
internacionales, como también eventualmente para otros actos. Es
una técnica de control constitucional difundida en Europa, con
aplicación relevante en algunos países y de menor grado en otros.
Esta técnica se aplica antes de la promulgación de las leyes, de la
aprobación legislativa del tratado internacional o de entrar en
vigencia el reglamento parlamentario. Es un control a priori, antes
de concluir el procedimiento de creación de la ley, tratado y
reglamento o cualquier otro acto o resolución. El control a posteriori
se da después de entrar en vigencia la ley, el tratado, reglamento, o
perfeccionado el acto o resolución. Éste se produce en nuestro
sistema a través del amparo y del recurso de inconstitucionalidad
de la ley, decreto o reglamento.
El control preventivo es propio de los sistemas concentrados que
han sido ampliamente aceptados por los países europeos. En el
sistema difuso, el juez o tribunal ordinario se ocupa de casos
concretos frente a leyes vigentes, a las cuales puede declarar
inconstitucionales. Su competencia no lo faculta para pronunciarse
sobre proyectos de ley, tratados o reglamentos sin actual vigencia,
aunque se concibe la existencia de un control previo consultivo más
o menos vinculante.
b) Naturaleza jurídica
Un sector doctrinal sostiene que el control preventivo no tiene
carácter jurisdiccional, sino político, por las razones siguientes: i)
Lo que es objeto de control no es la ley o tratado vigente y remediar
135 Siguen este sistema en Europa. Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, BosniaHerzegovina, Bulgaria, República Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Hungría,
Italia, Lichteinstein, Lituania, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia y Turquía.
118
IVÁN ESCOBAR FORNOS
su valoración, sino evitar que al entrar en vigencia se viole la
Constitución y cause daño. ii) Su efecto es permitir la continuación
del procedimiento suspendido cuando no hay violación a la
Constitución o eliminar las normas violatorias a la Constitución, o
declarar inconstitucional toda la ley. Es conveniente advertir que al
iniciarse el control previo se suspende el procedimiento legislativo.
Se agrega, por otra parte, que el efecto de la inconstitucionalidad
es la anulación, y que en el control previo ésta no se produce, si se
considera que cuando el proyecto de ley es inconstitucional, se
suspende la tramitación, y cuando se declara que no lo es, se siguen
los trámites previstos.
Por tal razón, el tribunal constitucional en el control previo
actúa como un cuasi legislador no sólo negativo (caso de
pronunciarse a favor de la inconstitucionalidad), sino positivo, ya
que para que una ley o tratado llegare a ser tal y produzca sus
efectos jurídicos, se necesita que el tribunal constitucional, el cual
aparece en el proceso legislativo actuando conjuntamente con la
asamblea legislativa y el Poder Ejecutivo, se pronuncie a favor de
su constitucionalidad.
Por último, otros autores consideran que el control previo de
constitucionalidad es un control jurídico que tiene mayor
proximidad al control jurisdiccional que a las funciones consultivas
o legislativas. De aquí que afirmen que no se trata de un mero
control político, aunque reconocen que se puede utilizar para
resolver cuestiones de ese carácter.
Además, el procedimiento y los criterios para decidir son
jurídicos, y constituyen una cuestión de Derecho en la que se
confrontan la ley ya votada o el tratado ya firmado con la
Constitución. También piensan que no actúa como legislador
porque no fija el contenido de la futura ley o tratado para que sean
constitucionales. Es de la misma naturaleza del control a posteriori,
pues solamente adelanta el control a una etapa anterior. Una
corriente doctrinal dominante en Francia considera al control
previo como jurisdiccional.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
119
Es interesante observar que cuando conviven en un mismo
sistema el control a priori y a posteriori, se considera al primero no
jurisdiccional y al segundo sí, cuando se juzgan las mismas normas.
Es importante advertir que en ciertos sistemas la decisión del
tribunal constitucional en el control previo es vinculante y no de
mera información, como es en el consultivo, que deja abierta una
vía posterior para discutir la constitucionalidad.
c) Sistemas de control previo
Los sistemas de control preventivo pueden ser de tres clases:
sistema puro de control preventivo; sistema mixto, en el que
funcionan conjuntamente el control preventivo y el a posteriori; y los
sistemas en que se aplica poco.
i) El prototipo del modelo puro es el francés. El control puede
ser preceptivo o facultativo. Al Consejo Constitucional se le
atribuye el control previo de la constitucionalidad de las leyes
ordinarias y orgánicas, de los reglamentos parlamentarios y de los
tratados internacionales. No controla los reglamentos, los cuales
quedan sometidos a la jurisdicción contenciosa-administrativa, en
cuya jerarquía superior aparece el Consejo de Estado. El juez
administrativo juzga sobre la legalidad y constitucionalidad de los
actos administrativos.
El sistema francés admite excepcionalmente el control sucesivo
cuando el Consejo Constitucional observa que la ley regula materia
reglamentaria no atribuida al legislador, o cuando de acuerdo con
la resolución del Consejo Constitucional del 2 de abril de 1985, la
ley promulgada es examinada con ocasión de las disposiciones
legislativas que la modifican.
El control preventivo está consagrado en el párrafo primero del
art. 61, al disponer que antes de su promulgación, las leyes
orgánicas deben ser sometidas al Consejo Constitucional para
pronunciarse sobre la constitucionalidad; así mismo, los
reglamentos de la Asamblea Parlamentaria antes de ser puestos en
vigor.
120
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Son leyes orgánicas las que regulan las instituciones
fundamentales del Estado, elaboradas por un procedimiento
especial y reforzado, diferente al de las leyes ordinarias. El control
facultativo es el más importante, y ha permitido al Consejo
Constitucional hacer jurisprudencia sobre las bases constitucionales
del Derecho positivo y defender los derechos humanos. Para el
ejercicio de sus funciones no sólo parte del texto de la Constitución,
sino del llamado bloque de constitucionalidad, integrado por la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789,
los Preámbulos de las Constituciones de 1946 y de 1958, y los
principios fundamentales reconocidos por las leyes de la República,
desde la Primera República a finales del siglo XVIII.
Están legitimados para proponer el control facultativo algunos
órganos. Éstos son, desde la reforma de 1974: el Presidente de la
República, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Presidente del
Senado, y sesenta diputados o senadores. Esta última legitimación
ha permitido que casi todas las leyes importantes aprobadas por el
Parlamento, principalmente las que afectan derechos o regulan la
vida cotidiana, sean examinadas por el Consejo Constitucional.
ii) Los sistemas mixtos combinan, con el equilibrio que cada país
adopta, el control preventivo y el a posteriori. Este sistema fue
adoptado por Portugal, Chile y Costa Rica (en este último país
generalmente sólo es vinculante cuando establece la existencia de
trámites inconstitucionales), así como por varios países
excomunistas de Europa.
iii) El sistema de poca aplicación fue adoptado en Europa por
Italia, Austria y España. En este último país, la Constitución
Política de 1978 no contempla ni directa ni indirectamente el
control previo de constitucionalidad de las leyes. Pero la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional estableció el control previo de
constitucionalidad, que abarcaba la constitucionalidad de los
tratados internacionales y el recurso previo de inconstitucionalidad
contra proyectos de estatutos de autonomía y de leyes orgánicas.
No se regulaba un sistema global del control preventivo. El sistema
provocó problemas, principalmente con las leyes orgánicas. La
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
121
intervención del Tribunal Constitucional en el control de estas leyes
se considera como una intervención de tal Tribunal en el
procedimiento legislativo.
Agrava más la situación el hecho de que el control previo sólo
sirve de obstáculo a la labor legislativa, pues no tiene la ventaja de
terminar con los problemas existentes al permitirse el control a
posteriori. Tal situación dio origen a la reforma del 7 de junio de
1985, que sólo conserva el control previo de los tratados
internacionales.
d) Ventajas y desventajas del control previo de la constitucionalidad
El control previo de la constitucionalidad tiene ventajas y
desventajas.
Son ventajas: a) Adelanta el análisis de la constitucionalidad, lo
cual es una economía de tiempo, dinero y trámites, evitando los
eventuales daños que podrían causar una ley o un acto legislativo
inconstitucional aplicados a casos concretos. b) Se aceptan las
ventajas en el control de los tratados internacionales. c) Los plazos
breves y la rapidez con que se resuelve la constitucionalidad
planteada. d) Se garantiza mejor el principio de igualdad de los
ciudadanos que en el sistema a posteriori.
Las desventajas son las siguientes: a) Interrumpe el proceso de
formación de la ley o acto legislativo, iniciado por un órgano con
legitimidad democrática, por disposición de un órgano de justicia
constitucional que no surge de elección popular. Es el surgimiento
del gobierno de los jueces. Se presta para que la oposición o los
grupos de interés o presión atrasen, mediaticen o maniobren el
proceso legislativo, lo cual pone en difícil situación al tribunal, en
un papel que no le corresponde. b) No garantiza la supresión de las
inconstitucionalidades, pues funciona a petición de parte y el
tribunal puede no detectar las violaciones a la Constitución. c) No
es un buen sistema de garantía de las libertades y derechos
humanos. En esta materia es mejor el sistema a posteriori.
Algunos autores se pronuncian a favor de la combinación de los
sistemas de control a priori y a posteriori, considerando al previo
122
IVÁN ESCOBAR FORNOS
como un arma útil, y aducen las razones siguientes: a) No existe
incompatibilidad entre ambos sistemas, el previo puede funcionar
con el a posteriori, ya sea abstracto o concreto, mediante una
adecuada organización, lo cual evitaría los daños de una declaración
de inconstitucionalidad posterior. Se justifica el a posteriori en el
supuesto de ausencia de control previo de la ley o lo reducido de
dicho control. b) Los plazos para que se pronuncie el tribunal deben
ser reducidos o abreviados. c) Para evitar recursos frívolos se recurre
a la limitación de la legitimación para interponerlo, por lo general
atribuida sólo a pocos órganos constitucionales y a minorías
parlamentarias.
En Nicaragua existió la consulta a la Corte Suprema, sin que la
opinión de ésta fuera vinculante, con carácter amplio, pues no sólo se
ocupaba de la constitucionalidad, sino también de la conveniencia,
oportunidad y técnica del proyecto. No se podía tramitar el proyecto
de ley sin esa opinión. La consulta se hacía cuando se pretendía
dictar, reformar o derogar disposiciones relacionadas con los códigos
Civil, Penal, de Comercio y de Procedimiento Civil o Penal.
No tenemos en Nicaragua control previo. Sin embargo, la Corte
Suprema de Justicia, con el voto favorable de sólo nueve
magistrados, de dieciséis que la integran, dictó la sentencia de la una
y cuarenta y cinco minutos de la tarde del 17 de agosto de 2004, en la
que se crea el control previo de los proyectos de ley en trámite a
través del recurso de amparo, el cual se otorga por violación o
amenaza de violación de los derechos y garantías constitucionales
por cualquier funcionario, autoridad o agente de los mismos.
El resumen del caso es como sigue: se interpuso un recurso de
amparo ante la Sala Civil Número Dos del Tribunal de Apelaciones
de Managua, por un grupo de jueces y magistrados de apelaciones
contra el dictamen de minoría sobre el proyecto de Ley de la Carrera
Judicial. Se dirigió contra los miembros de la Comisión de Justicia
que suscribieron dicho dictamen, diputados Noel Pereira Majano,
Luis Benavides Romero, Delia Arellano Sandoval y Noé Campos
Carcache, porque lesionaba los principios constitucionales de
igualdad e irretroactividad de la ley, el sistema republicano y otros.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
123
Se interpusieron otros amparos, los que fueron acumulados por el
tribunal a quo, quien ordenó de oficio decretar la suspensión del acto
reclamado, que consistía en ordenarle a la Asamblea Nacional no
someter al Plenario para su discusión el dictamen de mayoría del
proyecto de Ley de Carrera Judicial. El recurso llegó a la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, quien por sentencia
de las diez y cuarenta y cinco minutos de la mañana de 17 de mayo
de 2004, declaró con lugar el amparo, porque el dictamen contenía
conceptos contrarios a la Constitución que violaban los derechos
individuales de los recurrentes, conceptos que no debían repetirse en
cualquier otro dictamen. Además, eleva el recurso al conocimiento
de la Corte Plena para que declaren la inconstitucionalidad del art.
51 numeral 2 de la Ley de Amparo reformada que dice: “No procede
el recurso de amparo: 2. Contra el proceso de formación de la ley, su
promulgación o su publicación”. La Corte en Pleno declaró la
inconstitucionalidad argumentando que esa disposición se opone al
art. 188 de la Constitución, que no establece limitaciones en cuanto al
funcionario y actos contra los que puede promoverse el amparo, el
cual puede interponerse en contra de toda disposición, acto o
resolución, y en general en contra de toda acción u omisión de
cualquier funcionario, autoridad o agente de los mismos que viole o
trate de violar los derechos y garantías consagrados en la
Constitución Política.
Ésta es una sentencia que ha alterado nuestro sistema de control
de la constitucionalidad, consagrado en la Constitución y la Ley de
Amparo, introduce elementos extraños que rechaza nuestro
ordenamiento jurídico. Permite que a través del recurso de amparo
se controle la constitucionalidad de un proyecto de ley en su fase de
formación, lo cual ha sido extraño en nuestro constitucionalismo.
La Constitución y la Ley de Amparo consagran tres recursos para
controlar la constitucionalidad: el recurso por inconstitucionalidad
de la ley ya promulgada; el recurso de amparo por violación o
amenaza de violación de los derechos y garantías de la Constitución,
el cual no cabe contra las resoluciones judiciales y los trámites de
formación de la ley; y el habeas corpus para defender la libertad,
integridad física y seguridad.
124
IVÁN ESCOBAR FORNOS
También se contempla por la Ley de Amparo y el Código de
Procedimiento Civil, el sistema difuso, en virtud del cual, a petición
de parte o de oficio, cualquier juez o tribunal de la justicia ordinaria
tiene que aplicar de preferencia la Constitución y declarar
inaplicable la ley que se le oponga. Esta inaplicabilidad puede ser
declarada en el recurso de amparo cuando la ley le ha sido aplicada
al agraviado en sus derechos y garantías constitucionales.
El art. 188 de la Constitución, al establecer que el amparo se
concede contra cualquier autoridad, parte de que ya quedó
excluida la Asamblea Nacional en relación con los proyectos de ley,
pues para combatir el resultado del procedimiento legislativo (la
ley promulgada) lo que cabe, de acuerdo con el art. 187 de la
Constitución, es esperar para interponer el recurso de inconstitucionalidad de la ley dentro de sesenta días de promulgada, o
después, cuando sea aplicada al agraviado en casos concretos. Esto
lo confirma el art. 190 de la Constitución que remite a la Ley de
Amparo, de rango constitucional, que se encarga de desarrollar los
recursos establecidos, la cual excluye del amparo, siguiendo la
Constitución, el proceso de formación de la ley.
Ni en la Constitución ni en la Ley de Amparo, ni en el Código de
Procedimiento Civil ni en ninguna otra ley, se establece o regula
ninguna especie de control previo de la constitucionalidad de las
leyes. No ha estado en la mente del constituyente, del legislador
ordinario, del jurista y de la jurisprudencia este sistema de control
previo. Por el contrario, ha sido rechazado. El proceso de formación
y aprobación de la ley es de competencia atribuida privativamente
a la Asamblea Nacional, y en él no puede intervenir el Poder
Judicial136
Es más, ya existía una sentencia declarando la constitucionalidad de la improcedencia del amparo contra los actos del
procedimiento de la formación de la ley,137 la que produjo cosa
juzgada constitucional general, absoluta, con efectos erga omnes,
136
137
Arts. 138 incs.1 y 141 de la Constitución.
S. No. 98, 9:00 a.m. del 17 de agosto de 2001.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
125
que no puede ser anulada o alterada y obliga a todos los poderes
del Estado, incluido el Judicial.
Transcribo algunas sentencias:
a) “En manera alguna el amparo fue creado para impugnar las
disposiciones legales en cuanto a tales, mucho menos para atacar
los actos que realiza el cuerpo legislativo en la aprobación de la ley.
Ese modo errado de pensar llevaría al desquiciamiento del
equilibrio de los poderes públicos convirtiendo al Poder Judicial en
instancia revisora de las funciones legislativas. Burgoa lo dice
terminantemente que es contraria al orden constitucional, investir
al Poder Judicial de la facultad derogatoria o abrogatoria por
impedirlo la independencia de los poderes y porque cada uno de
ellos tiene su respectiva competencia. (Sentencia de las 9:45 a.m. del
30 de enero de 1974). b) “Que siendo la Ley de Amparo, a que se
acoge el recurrente, la que podría facultar a la Corte Suprema de
Justicia para anular los actos del Congreso en que se basa el
recurso, del estudio de la Ley citada se desprende que no está el
Congreso sujeto a la jurisdicción de la Corte, sino cuando dicta
leyes contrarias a la Constitución o leyes constitutivas, y recurre la
persona que al serle aplicadas en un caso concreto sea perjudicada
en sus derechos. Entre la arbitrariedad atribuida al Congreso y la
arbitrariedad en que se pretende incurra la Corte Suprema para
destruir la primera, esta Corte se abstiene de cometerla por sí, pues
mal podría imponer a otros el cumplimiento de la Constitución si
para ese fin violara la propia Constitución, arrogándose más
facultades que las que expresamente le da la ley”.138
A pesar de no haber tenido oportunidad de participar en la
votación y redacción de las sentencias del 17 de mayo y 17 de
agosto de 2004 había preparado una ponencia a la que se sumaron
algunos magistrados. Cito párrafos: “De igual manera, la Sentencia
de Corte Plena N° 98 ya relacionada señaló en su Considerando III
que: “... El proceso de formación de la ley es una función de
138 Sentencia de las 12:00 m. del 11 de junio de 1927. A las sentencias citadas debe
agregarse la sentencia No. 90 de las 10:30 a. m. del 22 de abril de 1999.
126
IVÁN ESCOBAR FORNOS
carácter legislativo que por mandato constitucional corresponde
al Poder Legislativo, no pudiendo por ello ser objetada en su
tramitación, mediante un recurso de amparo, ya que se estaría
violentando las facultades constitucionales que le fueron
conferidas a dicho órgano, y que están reguladas por nuestra
Constitución Política....” Con base en lo antes señalado, vale
afirmar que de conformidad con el art. 19 de la Ley de Amparo,
que establece: “La Sentencia que declare si es inconstitucional o no,
el todo o parte de una ley, decreto o reglamento, producirá cosa
juzgada en forma general en cuanto a los puntos declarados
constitucionales o inconstitucionales”, la Sentencia antes referida
ha producido cosa juzgada y, por consiguiente, la Ley N° 205 que
reforma los arts. 6 y 51 de la Ley de Amparo no puede ser objeto de
un nuevo estudio. Para concluir y siendo éste el punto más
importante a analizar, al declarar con lugar el recurso de amparo
interpuesto en contra de un Dictamen de Minoría, se está
estableciendo en Nicaragua, el sistema de control previo de
constitucionalidad, el cual es utilizado, en las legislaciones que lo
aceptan, para el control de normas jurídicas, principalmente de las
leyes y tratados internacionales, como también eventualmente para
otros actos, no es un control jurisdiccional sino parte del
procedimiento del proceso de formación de la ley. En él, el Poder
Judicial actúa como legislador y acomoda las leyes dentro de
amplios criterios de constitucionalidad o inconstitucionalidad,
dándoles el alcance que desee. Este sistema se concede únicamente
contra leyes ya aprobadas y todavía no sancionadas, y no contra
procedimientos legislativos, lo cual significa la paralización del
Poder Legislativo; es un control político que arrebata un gran
segmento legislativo a la Asamblea Nacional, por lo que viola el
principio de división de poderes al entrar a legislar el Poder
Judicial, ya que limita los criterios de conveniencia y oportunidad
de que goza el legislador, lo mismo que los alcances
constitucionales que les imprime a las leyes, sin perjuicio que
puede ser controlado por la jurisdicción constitucional. Tal como lo
establece el art. 129 de la Constitución: “Los Poderes Legislativo,
Ejecutivo, Judicial y Electoral, son independientes entre sí y se
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
127
coordinan armónicamente, subordinados únicamente a los
intereses supremos de la nación y lo establecido en la presente
Constitución”, pero el control previo afecta la independencia de los
poderes del Estado, obstaculizando su coordinación armónica,
afectando con ello la estabilidad y gobernabilidad. Se viola el
sistema democrático al participar el Poder Judicial en la creación
legislativa, sin ser un órgano con legitimación popular. La Ley
dejaría de ser expresión de la voluntad popular y pasaría a
convertirse en la voluntad de la Corte Suprema. El Poder Judicial se
estaría convirtiendo en un gobierno de jueces, sin control, monoideológico, lo que es totalmente opuesto al sistema democrático,
desvirtuando la democracia y atentando contra el Estado mismo y
su conformación. En nuestro sistema, el amparo se concede para
impugnar actos, hechos, omisiones que violen los derechos y
garantías contenidos en la Constitución Política, y no directamente
contra leyes, salvo que se aplique en el caso concreto en el amparo,
pero nunca contra el procedimiento legislativo.
Para impugnar la ley considerada inconstitucional se puede
hacer directamente dentro del plazo legal o dentro de los juicios al
aplicar de preferencia la Constitución a la ley que la contradice. Si
se facultara a esta Sala de lo Constitucional para controlar el
procedimiento legislativo se convertiría en un órgano
eminentemente político, provocándose con ello un gran deterioro a
la correcta administración de justicia.
Un cambio de este sistema por el del control previo representa
un cambio profundo de nuestra Constitución, una decisión política
fundamental, la que amerita ser hecha por un poder constituyente
convocado al efecto y no por una simple reforma constitucional, y
mucho menos por una resolución de la Corte Suprema de Justicia,
la que no tiene las facultades ni la capacidad para ello, por lo que
viola el art. 130 de la Constitución, que establece que ninguna
autoridad ejerce más funciones que las que le confían la
Constitución y las leyes. Los actos que violan esta disposición no
tienen valor alguno. Así se garantiza la división de poderes,
señalando su competencia a cada poder u órgano.
128
IVÁN ESCOBAR FORNOS
“Por todo lo antes señalado disentimos del presente proyecto de
sentencia, ya que de ser aprobado la Corte Suprema de Justicia se
estaría convirtiendo en un Poder Constituyente”.
Creo que se actuó con precipitación, por el temor de que el
Frente Sandinista de Liberación Nacional perdiera el control del
Poder Judicial, al no esperar que la ley se promulgara, burlando lo
que exige el recurso por inconstitucionalidad, como es la
intervención del Presidente de la Asamblea, el cual representa al
Poder Legislativo; del Presidente de la República y del Procurador
General de la República. Sabían que el proyecto de ley sería
aprobado desfavorablemente para ellos, porque la mayoría de los
diputados quería cambiar el sistema de control político en que se
encuentra el Poder Judicial.
La precipitación también se dio en la Sala Civil número Dos del
Tribunal de Apelaciones de Managua, porque el amparo se
interpuso contra el dictamen de minoría, y en forma incongruente
mandó suspender el dictamen de mayoría que no fue impugnado,
y, por tanto, no podía ser suspendido en ninguna hipótesis. De esta
forma se decretó la suspensión de la tramitación de todo el
proyecto de ley, porque sabían que por medio de mociones de los
diputados el proyecto podía ser modificado y resultarle
desfavorable.
Por lo expuesto se podría decir que la sentencia de la Corte
Suprema y la inconstitucionalidad que declaró carecen de valor.139
139 No obstante, existen opiniones en contra que sostienen que la cosa juzgada prevalece
cuando entra en conflicto con las normas superiores. La sentencia inconstitucional es
confirmada por el ordenamiento jurídico por aplicación del principio de seguridad. Kelsen
trata este punto que denomina convalidación de una norma singular violatoria de una norma
superior (Véanse: Hans Kelsen. Teoría General del Derecho y del Estado 2ª ed. UNAM, México.
1958, págs. 183, 188 y 189. Enrique AFLALIÓN, Fernando GARCÍA OLANO y JOSÉ VILANOVA.
Introducción al Derecho. 7ª ed. Buenos Aires, Argentina. La Ley 1964, págs. 216, 869 a 871.
Néstor Pedro Sagües. Derecho Procesal Constitucional. Acción de Amparo. 4ª ed. Astrea. Buenos
Aires, Argentina. T. III, págs. 203 y 204).
CAPÍTULO IX
NUESTRA CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS
DE CONTROL CONSTITUCIONAL
1. EXPLICACIONES PREVIAS
El sistema nicaragüense de control constitucional es de carácter
mixto, muy original dentro del sistema latinoamericano, y creo que
debe mantenerse con algunas modificaciones. Pero es preciso
profundizar en su estudio y técnica por funcionarios judiciales,
abogados, profesores y alumnos. El pueblo debe conocer de los
alcances y beneficios del sistema. Haré mi clasificación, aunque
ruego me dispensen algunas repeticiones, pero se hace para la
mejor compresión del sistema.
2. ATENDIENDO A SU EXTENSIÓN
A. ALCANCE GENERAL
En virtud de este sistema la ley inconstitucional es invalidada
con carácter general (erga omnes). Desaparece como ley para
siempre. En resumen, la ley deja de ser ley.
Tienen alcance general en cuanto a la inconstitucionalidad de la
ley: la Constitución austriaca de 1920; la cubana de 1940;140 los
recursos directos de inconstitucionalidad de Colombia, Venezuela
y España, los sistemas italiano, alemán, ecuatoriano y boliviano; en
general, todos los inspirados en el sistema austriaco; y nuestras
Leyes de Amparo de 1948, 1950 y 1974.
140 Art. 194 (Cfr. Rafael PÉREZ LOVO, Código Civil y Constitución, Cultural, S. A. La Habana,
1944). El régimen comunista ha promulgado una nueva Constitución en 1976 y un nuevo
Código Civil en 1987.
129
130
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Lo acoge la vigente Ley de Amparo en el recurso por
inconstitucionalidad de la ley interpuesto directamente ante la
Corte Suprema de Justicia y se incorpora al sistema difuso cuando
se declara la inconstitucionalidad de la ley en el caso concreto.141
De acuerdo con el artículo XXXVII del Título Preliminar del
Código Civil la derogación de la ley derogatoria no restablece la
primera ley, a no ser que la última lo prescriba expresamente.
Esta regla no se aplica en el supuesto de inconstitucionalidad de
la ley, pues la sentencia no es derogatoria, sino declarativa de la
inconstitucionalidad de la ley preexistente a dicha sentencia, con
efecto retroactivo a la fecha de la promulgación, y restablece dicha
ley derogada por la ley declarada nula por ser inconstitucional. La
sentencia que declara la nulidad absoluta de la ley lo hace con
efectos retroactivos que restablecen la ley derogada por la nula.
Aunque la Ley de Amparo en el art. 18 establezca que la
inconstitucionalidad tiene efectos a partir de la sentencia,142 esta
disposición es inconstitucional porque se opone al art. 182 de la
Constitución, que declara nulos y sin ningún valor, las leyes,
tratados, órdenes o disposiciones que se le opongan.
Existen dos sistemas: el austriaco, en el que una vez eliminada la
ley inconstitucional entran de nuevo en vigor las leyes que le
preexisten, salvo lo dispuesto en sentido contrario por la Corte
Constitucional; en el otro sistema, las leyes derogadas expresa o
tácitamente por la ley declarada inconstitucional entran de nuevo
en vigencia sin necesidad de ningún acto o manifestación de la
Asamblea Legislativa o de la Corte. Este último sistema es el que se
ajusta a nuestras leyes, por lo cual debe aplicarse a pesar de no
Arts. 20 y 21 de la Ley de Amparo.
La fecha a partir de la cual produce efectos la inconstitucionalidad varía en los diversos
sistemas; pero lo aceptable en virtud del principio de la seguridad jurídica es que sea a partir
de la publicación de la sentencia como sucede en Croacia, España, Estonia, Hungría, Lituania,
Macedonia, Polonia, Rusia, Persia y Yugoslavia. En algunos países de Europa los efectos se
producen a partir de la fecha de la sentencia; a saber: Letonia, Moldavia y Ucrania. Este
sistema deriva del carácter relativo de la cosa juzgada en el sistema difuso; por el contrario, el
sistema de publicar la sentencia para que principie a producir sus efectos es propio del sistema
europeo, en el cual la sentencia produce efectos generales. En Latinoamérica, en Ecuador y
Perú produce sus efectos a partir de la publicación de la sentencia.
141
142
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
131
existir disposición expresa en la Ley de Amparo, por la razón
expuesta.
En Costa Rica se dispone que la retroactividad es sin perjuicio
de los derechos adquiridos de buena fe. La Sala de lo
Constitucional podrá graduar o dimensionar en el espacio, el
tiempo y la materia, su efecto retroactivo, y dictará las reglas
necesarias para evitar que éste produzca graves dislocaciones de la
seguridad, la justicia o la paz social.
B. ALCANCE PARTICULAR
En este sistema, la sentencia se limita a declarar inaplicable la
ley al caso concreto y en relación con los contendientes; pero no
desaparece como ley, continúa vigente. Por eso la sentencia que
declara la inconstitucionalidad carece de efectos erga omnes y se
desenvuelve dentro de los efectos relativos de la cosa juzgada
(efectos entre las partes). No existe, pues, una declaración general
de nulidad como en el sistema anterior. De donde se infiere que la
ley declarada inconstitucional puede ser posteriormente
considerada válida por el mismo juez y otros o viceversa. Entonces,
se da el caso de que lo que hoy se estima inconstitucional mañana
no lo sea o viceversa. Esto crea inconvenientes que pueden dar pie
a la incertidumbre en la actuación de las personas con base en la ley
declarada inconstitucional, y a la realización de fraudes.
Sin embargo, cuando la jurisprudencia es obligatoria (stare
decisis) la ley declarada inconstitucional en la práctica queda
derogada y hasta es suprimida de las recopilaciones de leyes
vigentes, y aunque así no se haga, aparece como una ley muerta (en
Estados Unidos, por ejemplo).
Ha sido seguido por nuestras leyes de Amparo de 1893, 1911 y
1939 y dentro del control difuso de la constitucionalidad de las
leyes, con excepción del actual.
C. ALCANCE MIXTO
Resulta de la combinación de los dos anteriores y funciona así:
cuando la inconstitucionalidad es por el quebrantamiento de los
132
IVÁN ESCOBAR FORNOS
trámites de la formación de la ley, la nulidad de ésta es absoluta, y
como tal desaparece del ordenamiento jurídico para siempre, ya no
seguirá rigiendo como ley (alcance general); cuando la violación se
produce contra disposiciones materiales o sustantivas, la sentencia
que declara la inconstitucionalidad de la ley sólo produce efectos
en el caso concreto (alcance particular). Es el sistema del Tribunal
de Garantías de España de 1933.143
3. ATENDIENDO A LA NATURALEZA DEL ÓRGANO
A. SISTEMA DE CONTROL POLÍTICO
El control del cumplimiento de la Constitución es entregado a
un órgano político que puede ser uno de la estructura normal del
Estado o uno creado especialmente. Corresponde a la primera
forma: el Presidente del Reich que propone Carl Schmitt; el
Congreso y Senado de la Constitución Federal de 1824; el Poder
Legislativo en la Constitución de 1838. Se encuentra dentro de la
segunda forma: el Senado Conservador de la Constitución francesa
del 13 de diciembre de 1779 y el Consejo Representativo de nuestra
Constitución de 1826. Se aparta al Poder Judicial porque se piensa
que esta función es política y le corresponde a un órgano de esa
naturaleza. Además, se estima conveniente alejar al Poder Judicial
de las pasiones y conflictos políticos, dañinos a la buena administración de justicia. Este sistema tiene algunos simpatizantes.
No es aconsejable, y más en nuestro medio, la adopción de un
sistema como éste, pues se presta al juego político partidista y a las
consecuencias que trae, y el autocontrol no rinde buenos frutos.
Tiene poca aceptación legislativa, sobre todo en Latinoamérica.
143 Cfr. ALCALÁ ZAMORA CASTILLO y Ricardo LEVENE, Derecho Procesal Penal, Guillermo
Koaft, Ltda. Argentina, 1945, T. I. pág. 195 y sigts. Alcalá ZAMORA CASTILLO, Significado y
Funciones del Tribunal de Garantías Constitucionales. Ensayos de Derecho Procesal, Revista de
Jurisprudencia Argentina, S. A., 1944, pág. 503 y sigts.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
133
B. SISTEMA DE CONTROL JUDICIAL
Es el sistema más aceptable por las razones siguientes: la oposición
de la ley o de cualquier acto a la Constitución es una cuestión jurídica
que corresponde resolver a órganos judiciales mediante la aplicación
preferente de este cuerpo superior de leyes; los funcionarios judiciales
son los más capacitados e imparciales para esa labor; los poderes
Legislativo y Ejecutivo generalmente son los sujetos pasivos contra los
que se dirige el recurso, lo cual les quita imparcialidad para conocer; el
Poder Judicial es menos peligroso que los poderes políticos
(Legislativo y Ejecutivo), más capacitado y ofrece mejores garantías.
a) Sistemas de control por los tribunales ordinario
La defensa de la Constitución se entrega a la jurisdicción ordinaria,
ya sea en forma difusa (conocimiento por todos los jueces y
tribunales) o directa mediante el conocimiento de la cuestión
constitucional por un órgano determinado del mismo Poder Judicial
que tenga la mayor jerarquía, como la Corte Suprema de Justicia.144
Es el que siguen Estados Unidos y la mayoría de los países
latinoamericanos en su versión difusa, y en menor medida la vía
directa. Nicaragua consagra el difuso, pero complementado con el
recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema (recibido por un tribunal de apelación y enviado a la
Suprema para su decisión), el recurso directo de inconstitucionalidad
de la ley, decreto o reglamento ante el Pleno de la Corte Suprema, y la
casación ante la Sala de lo Civil de este mismo Tribunal, como
veremos más adelante.
b) Sistemas de control por un tribunal especial
La defensa de la Constitución ha cobrado una formidable
importancia, y ha pasado a ser parte principal de la nueva rama
144
La Constitución cubana de 1940 creó el Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales,
encargado de conocer de la inconstitucionalidad, pero era una Sala del Tribunal Supremo de Justicia que
formaba parte de la justicia ordinaria, como puede verse en los artículos 171 y 172.
134
IVÁN ESCOBAR FORNOS
denominada Derecho Procesal Constitucional, y sirvió de base para
crear tribunales jurisdiccionales especiales como los de Austria145,
Alemania,146 Italia,147 España,148 Guatemala,149 Portugal,150
Grecia,151 Francia,152 Bolivia,153 Colombia,154 Chile,155 Ecuador156 y
Perú.157
Los tribunales constitucionales latinoamericanos se crearon por
la poca defensa de la Constitución que hacen los jueces, tribunales
y Cortes Supremas. En los países en que goza de prestigio el Poder
Judicial existe resistencia del constituyente, del Poder Legislativo y
el Poder Judicial para crearlos. Los sistemas latinoamericanos
tienen un carácter mixto, tomando elementos de los dos sistemas
modelos: el norteamericano y el europeo.
Las constituciones de los países de Europa Central y Oriental
regulan la jurisdicción constitucional y los tribunales
constitucionales: Croacia, Eslovenia, Rumania, República Checa,
Estonia, Yugoslavia, Letonia, Lituania, Rusia, Moldavia, BosniaHerzegovina, Ucrania y Polonia.
En otros países existe en la Corte Suprema de Justicia una Sala
de lo Constitucional que conoce de la jurisdicción constitucional.
145 Art. 147 de la Constitución. No es en Austria donde se crea por primera vez un
Tribunal Constitucional. La Constitución alemana de Weimar del 11 de agosto de 1911 es la
que establece por primera vez en el art. 108 un Tribunal Constitucional fuera de la jurisdicción
ordinaria, y que comparte con ésta ciertas funciones constitucionales. El Tribunal
Constitucional resolvería los conflictos entre el Reich y los Länder y de éstos entre sí. Al
Tribunal Supremo le correspondía fiscalizar la constitucionalidad de las leyes.
146 Art. 94 de la Constitución.
147 Art. 135 de la Constitución.
148 Art. 159 y 160 de la Constitución.
149 En Guatemala se creó inicialmente la Corte de Constitucionalidad compuesta por doce
miembros, pero no actuaba con carácter permanente. Se integraba cuando la demanda era
interpuesta (cfr. Mario AGUIRRE GODOY, Derecho Procesal Civil, Guatemala, 1982, t. II, vol. I.
pág. 490 y sigts.). Pero ahora es un tribunal permanente con cinco magistrados permanentes y
sus suplentes (art. 269 Cn.).
150 Art. 224 de la Constitución.
151 Art. A. A. 1002 de la Constitución. Tribunal Especial Superior.
152 Arts. 56 y 57 de la Constitución. Consejo Constitucional.
153 Art. 119 y sigts. de la Constitución.
154 Art. 239 y sigts. de la Constitución.
155 Art. 81 y sigts. de la Constitución.
156 Art. 174 de la Constitución.
157 Art. 200 y sigts. de la Constitución.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
135
Tiene la ventaja de fortalecer la independencia del Poder Judicial y
no recargar al Estado de gastos adicionales con la creación de un
nuevo tribunal. Tienen Sala de lo Constitucional: Nicaragua,158
Honduras,159 El Salvador,160 Costa Rica,161 Venezuela162 y
Paraguay.163
En algunos países conoce la materia constitucional la Corte
Suprema y no una Sala de lo Constitucional, por ejemplo:
Panamá,164 Uruguay,165 Brasil166 y Dominicana.167
No dudamos, como ya lo expresamos, que el Derecho Procesal
Constitucional tenga autonomía (principios propios, importancia
reconocida y ley especial: la de Amparo en nuestro medio) y que
son muchos los países que contemplan procedimientos defensivos
de la integridad constitucional. Pero la autonomía de una rama
procesal no necesariamente conduce a la creación de órganos
especiales encargados de aplicarla, pues donde no se justifica
podría traer complicaciones y gastos innecesarios. Por ejemplo,
cuando existe una legislación procesal civil y constitucional ágil y
moderna, y jueces ordinarios capaces, hay que meditar con mucha
seriedad para crear nuevos tribunales especializados.
Tampoco la autonomía de una rama sustantiva trae aparejada
necesariamente la creación de una nueva rama procesal y el
establecimiento de tribunales especiales. Por ejemplo, para la
aplicación del Derecho Comercial, cuya importancia en la vida
moderna es indiscutible, no ha sido necesario crear tribunales
mercantiles especializados y una rama procesal comercial, ni una
ley procesal especial que lo regule. A pesar de ello, generalmente
en la mayoría de los países son los tribunales ordinarios los que
siguen conociendo de esos negocios mediante la aplicación del
Art. 163 de la Constitución.
Art. 31 de la Constitución.
160 Arts. 174 y 183 de la Constitución.
161 Art. 10 de la Constitución y 49 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
162 Art. 262 de la Constitución.
163 Arts. 258 y 260 de la Constitución.
164 Art. 203 de la Constitución.
165 Art. Arts. 256, 257, 258, 259, 260 y 261 de la Constitución.
166 Art. 96 de la Constitución.
167 Art. 66 inc. 1 de la Constitución.
158
159
136
IVÁN ESCOBAR FORNOS
procedimiento civil con sus necesarias variantes. Debemos reconocer
que en algunos países se han creado tribunales mercantiles y leyes
especialmente sobre procedimiento mercantil, pero con posterioridad
fueron suprimidas.
No creo que amerite el control de la constitucionalidad la creación
de un tribunal especial, por lo menos en nuestro país, pues sería
manejado por los poderes políticos y se debilitará el Poder Judicial en su
independencia.
Se podría argumentar a favor del tribunal especial expresando que
con él se logra la especialidad, se atienden más casos y se asegura una
participación más dinámica, efectiva y sin temores de la justicia en el
control de la constitucionalidad. Pero todas estas cualidades se pueden
obtener en los tribunales ordinarios por diferentes medios: creación de
una sala especializada en la Corte Suprema, aumento del número de
magistrados, mejoramiento de locales, preparación del personal,
garantía de independencia, etc. 168 Un tribunal constitucional representa
mayores gastos en personal, edificios, etc., y un debilitamiento del
Poder Judicial.
En la reforma constitucional de 1995 fue rechazada su creación, lo
mismo que del tribunal de lo contencioso administrativo.
4. ATENDIENDO A LAS FORMAS DE PROPONERLO
A. SISTEMA DIFUSO
En virtud de este sistema todos los jueces y tribunales de la justicia
ordinaria, desde el de más inferior jerarquía hasta el tribunal supremo,
pueden en la sentencia definitiva del juicio aplicar de preferencia la
Constitución desechando la ley que se opone a ella. El interesado tiene a
su favor los recursos ordinarios para atacar la sentencia, y el recurso
extraordinario de casación en el fondo cuando se violó la Constitución.
El conflicto de la inconstitucionalidad se puede promover de
oficio o a petición de partes. Son los dos formas de proceder de este
sistema. Pueden ir acompañadas o separadas.
168 En Europa la creación de un tribunal especial constitucional ha tenido éxito, pero no
creo que se logre en nuestro país porque son otras las realidades.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
137
Cuando el juez o tribunal inferior son los que declaran la
inconstitucionalidad, sus decisiones generalmente no forman
jurisprudencia. Se soluciona este problema enviando el tribunal
inferior copia de la sentencia firme para que la Corte Suprema de
Justicia se pronuncie sobre la inconstitucionalidad, y así declarar su
criterio a favor o en contra y formar jurisprudencia, pero sin afectar
la cosa juzgada, como ya expresamos. Así se deduce de la
interpretación conjunta de los arts. 19 y 21 de la Ley de Amparo.
En la Ley del 2 de julio de 1912 se disponía que los jueces
(locales o de distrito) o tribunales (de apelación) que hubieren
dictado sentencia en la que se negó la aplicación de una ley por
juzgarla inconstitucional, y que hizo tránsito a cosa juzgada, debían
enviarla a la Corte Suprema a los propósitos del recurso de
casación en interés de la Ley, 169 es decir, con el fin de que ese
Tribunal se pronuncie y establezca jurisprudencia, pero ésta no
afecta lo decidido definitivamente inter partes. Si la Corte Suprema
declara que la ley es inconstitucional en nada beneficia a la parte
interesada que así lo sostenía en el juicio.
169 La casación tiene las finalidades siguientes: a) La defensa del derecho objetivo mediante
la aplicación correcta de la ley por los jueces y tribunales, con lo cual se pretende conseguir
seguridad jurídica, la igualdad ante la ley y la supremacía del órgano legislativo. Es la función
nomofiláctica. b) Uniformar la jurisprudencia, con lo cual también se logra seguridad e
igualdad ante la ley. En la casación en interés de la ley (o denuncia de oficio, como la
denomina Calamandrei, Casación Civil, Ejea, Argentina, 1959, pág. 60) los efectos y propósitos
se logran para el futuro, porque la sentencia casada en virtud de este recurso sigue surtiendo
efecto entre las partes. Por el contrario, la sentencia dictada por la Corte Suprema servirá para
decidir de acuerdo con su criterio otros casos semejantes. Este tipo de casación ha sido objeto
de crítica, y Calamandrei en la citada obra (pág. 62) se abstiene de abordarla porque aparece
desprovista de toda importancia práctica al punto de ser abolida del proceso penal. Manuel
Ibáñez Frecham se alegra de que en su país no se haya acogido y la califica de casación
simbólica (Los Recursos en el Proceso Civil, Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires,
1957, págs. 271 y 272). Alcalá Zamora la combate duramente (Clínica Procesal, Editorial
Porrúa, S.A., México, 1982, pág. 76 y sigs.). En realidad, la casación en interés de la ley ha caído
en desuso por su ineficacia práctica, se encuentra desprestigiada por el grave contraste entre la
sentencia de casación y la del tribunal de instancia declarada injusta, pero que a pesar de ello
conserva su fuerza vinculante, y además tiene sustitutos. La casación en interés de la ley no fue
consagrada en el nuevo Código Procesal Penal de Nicaragua. En materia constitucional, este
tipo de consulta es efectiva y beneficiosa. Antes de la Ley del 2 de julio de 1912 se podía usar
del recurso de casación en interés de la ley, interpuesto por el Ministerio Público para discutir
la inconstitucionalidad. Aunque prácticamente ya no es necesario, aún sigue vigente este
medio.
138
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Éste es el sistema que ha seguido nuestro Derecho, acompañado
de la casación y del recurso directo de inconstitucionalidad
interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia contra las leyes y
decretos, y el amparo contra actos u omisiones de autoridades no
judiciales.
En algunos países la proposición de la inconstitucionalidad ante
jueces o tribunales inferiores suspende la tramitación del juicio y se
traslada a la Corte Suprema la decisión de la inconstitucionalidad.
Constituye una excepción de previo pronunciamiento que la falla
este Alto Tribunal. En ciertas legislaciones, el planteamiento de la
inconstitucionalidad no provoca la suspensión del proceso, ya que
se decide en la sentencia definitiva, la cual es objeto de los recursos
que establece la ley (apelación, casación), como en nuestro sistema.
B. SISTEMA DIRECTO ANTE TRIBUNAL ESPECIAL CONSTITUCIONAL
Aquí la acción de inconstitucionalidad se entabla directamente
ante un tribunal especial y único encargado de conocer de esa
materia. La inconstitucionalidad es el objeto principal de la acción y
no es preciso que surja con ocasión de una controversia especial.
5. SISTEMA DIRECTO ANTE LA CORTE SUPREMA
Nuestras leyes de Amparo han permitido que se recurra
directamente ante la Corte Suprema de Justicia contra la
inconstitucionalidad de la ley, decreto o reglamento. Pero no es un
tribunal especial el que conoce, sino uno de la justicia ordinaria, el
de mayor jerarquía. Este sistema tiene dos variantes:
A. La inconstitucionalidad de la ley, decreto o reglamento puede
ser propuesta por cualquier ciudadano, independientemente de
resultar o no perjudicado de manera directa. Es una acción
abstracta, independiente de un caso concreto. Lo que legitima al
proponente es simplemente la existencia de la oposición de la ley a
la Constitución. Es lo que se conoce bajo el nombre de acción
popular o pública.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
139
La acción popular también se da en los sistemas de recursos
directos de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema como en
Colombia,170 Venezuela171 y Nicaragua. La acción popular es
abstracta, no requiere invocar interés.
La acción popular se ha extendido a El Salvador, Panamá y
algunas provincias argentinas.
B. La inconstitucionalidad sólo puede ser pedida por la parte
perjudicada, o amenazada de serlo, por la ley.172
Este sistema está vinculado al sistema difuso e individualista de
la justicia constitucional.
6. SISTEMAS DECLARATIVO Y CONSTITUTIVO
A.
SISTEMA DECLARATIVO
En virtud de este sistema, la ley declarada inconstitucional es
nula desde su aprobación (ab initio). Nace nula. Tal forma de operar
de la nulidad le comunica a la sentencia naturaleza declarativa con
plenos efectos retroactivos al tiempo en que se produjo la nulidad
por la colisión entre la ley y la Constitución (ex tunc). La sentencia
se limita a declarar que en ese momento surgió la nulidad. No
170 Cfr. Jaime SANÍN GREIFFENSTEIN, La Defensa Judicial de la Constitución. Editorial Temis,
Bogotá, 1971, pág. 110 y sigts.; Tulio Enrique Tascón, Derecho Constitucional Colombiano,
Editorial La Gran Colombia, 1994, pág. 295 y sigts. Hoy Colombia tiene un Tribunal
Constitucional.
171 Cfr. Humberto J. LAROCHE, Derecho Constitucional General, Maracaibo, 1969, pág. 110 y
sigts.; Allan R. BREWER-CARÍAS, “Introducción General al Régimen del Derecho de Amparo a los
Deberes y Garantías Constitucionales”, pág. 11 y sigts., y Carlos H. AYALA CORAO, “La Acción de
Amparo Constitucional en Venezuela”, pág. 111 y sigts., ambos en Ley de Amparo, Derechos y
Garantías Constitucionales, Editorial Jurídica venezolana, Caracas, 1988.
172 En nuestras leyes de Amparo el recurso de inconstitucionalidad contra la ley se
concedía cuando se aplicaba a caso concreto en perjuicio del recurrente. La acción popular fue
creada por la Constitución vigente de 1987. En algunas sentencias se admitió contra las leyes
autoaplicativas (S. 10:35 a. m. del 24 de junio de 1967, B. J., pág. 132. S. 11:40 a. m. del 30 de
julio de 1968, B. J., pág. 173) y en la Ley de Amparo de 1974 se consolida esa doctrina al
disponer (art. 9 inc. 2) que también se concedía cuando la ley causaba perjuicio por el solo
hecho de su publicación.
140
IVÁN ESCOBAR FORNOS
existe la creación de una situación jurídica nueva,173 de todo lo cual
se infiere que la ley desaparece para el pasado y para el futuro. Al
no ser ley desde su nacimiento, carece de efectos para conceder
derechos y protección jurídica e imponer deberes a los que
actuaron de conformidad con ella.
Aplicado este sistema en forma rigurosa da pie a algunas
injusticias y deja huérfanos de protección a actos que la merecen.
Por eso se propugna a favor de suavizarla.
Pongamos un ejemplo: si realizo un acto considerado legal con
base en una ley declarada posteriormente inconstitucional y ese
acto ha dejado de ser legal porque la ley anterior que pretendió
derogar lo estima ilegal, deberé ser sancionado o perjudicado. La
razón es muy sencilla: la ley que se pretendió derogar siempre
existió, y de acuerdo con su texto el acto que realicé es ilegal, y
sobre la base de ella resultaré perjudicado. Por el contrario, la ley
inconstitucional sobre la base de la cual actué, nunca existió.
A fin de moderar esos rigores, algunos autores han propuesto
considerar la ley inconstitucional como anulable y no como nula.174
Esto nos llevaría a sostener que la ley produjo efectos a los que se
les debe protección, por lo que en el caso expuesto el acto que
realicé será legal y no podré ser sancionado. Pero en realidad esta
posición más bien corresponde al sistema que a continuación
desarrollaré.
173 Cfr. COUTURE. Declaración Judicial de la Prescripción Adquisitiva. Estudios de Derecho
Procesal Civil, Ediar, Argentina, 1949, t. II, pág. 357 y sigts. Fundamentos del Derecho Procesal
Civil, Ediciones Depalma, Argentina, 1974, pág. 314 y sigts. En síntesis, sostiene que toda
sentencia contiene una declaración del derecho como antecedente lógico que es de la decisión
principal, incluyendo las que no dan lugar a la demanda porque declaran la inexistencia del
derecho que el actor pretende, y las de condena y constitutivas por cuanto se llega a ese tipo
de decisión después de considerar y declarar la existencia de la circunstancia que
determinaron la condena o la constitución de un estado jurídicamente nuevo. Pero la sentencia
de mera declaración no va más allá de esa decisión, la que tiene por objeto la pura declaración
de la existencia de un derecho. Acepta como declarativas o de mera declaración: la que declara
la existencia de la falsedad de un documento, la que declara la inexistencia de una obligación,
la de jactancia y la que reconoce la prescripción adquisitiva.
174 Calamandrei llega a aceptar que en el sistema declarativo existe una nulidad de la ley y
en el constitutivo una anulabilidad de la misma (Ilegitimidad Constitucional de las Leyes. Ob. cit.,
T. III, pág. 95 y sigts.).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
141
También se propone la aplicación de principios o figuras
jurídicas como el error común, la legitimación, el enriquecimiento
sin causa, el abuso del derecho y la cosa juzgada, excepto en lo
penal.
La tendencia doctrinal se encamina hacia la suavización de los
principios de la no retroactividad y de la retroactividad, teniendo
en cuenta un justo equilibrio entre la justicia y la seguridad
jurídica. Ya vimos cómo se hizo en Austria (modestamente) en
relación con el primero, y ahora en relación con el segundo, en
donde se permite la consolidación, con base en los principios
señalados en el párrafo anterior, de ciertas situaciones fundadas en
una ley posteriormente declarada inconstitucional, con la finalidad
de respetar la paz social y la estabilidad y certeza de las relaciones
y situaciones jurídicas.
B. SISTEMA CONSTITUTIVO
A diferencia del anterior, la ley declarada inconstitucional sólo
desaparece para el futuro (ex nunc). Ésta se aplica a los actos y
hechos realizados antes de ser declarada inconstitucional. No
existen efectos declarativos y retroactivos de la sentencia que
declara la nulidad; por el contrario, produce efectos constitutivos y
para el futuro.
El efecto que produce esta sentencia equivale al que surge de la
derogación de la ley: la ley anterior declarada inconstitucional se
aplica para los actos o hechos realizados antes de la derogación, y
la nueva ley, a los futuros. La nueva ley en esta técnica carece de
efectos retroactivos.
En el sistema anterior, la ley inconstitucional se considera como
inexistente o nula absolutamente desde que se produjo la colisión.
Por el contrario, en éste se considera anulable y, por lo tanto, existía
y era válida hasta que se dictó la sentencia que la anula
(anulabilidad), lo que equivale en sus efectos a una derogación a
partir de este momento. Se aplican a este sistema las mismas reglas
que rigen para el conflicto de leyes en el tiempo. Este sistema
también tiene sus inconvenientes y se presta a injusticias. Lo sigue
142
IVÁN ESCOBAR FORNOS
la actual Ley de Amparo, y, como ya vimos, es inconstitucional.175
Por esto, con el fin de corregirlo, se ha pretendido darle ciertos
efectos retroactivos.
En realidad, de verdad sólo existen, propiamente hablando, dos
sistemas de control de la constitucionalidad: el político y el
jurisdiccional, los demás son características que pueden acompañar
a uno u otro, o no. Pero como el sistema político carece de
aceptación y no lo seguimos, nos hemos limitado a exponer la
posibilidad de combinación de ciertas características en los sistemas
generales judiciales. Es posible que algunas de estas características
estén presentes o no en los sistemas judiciales; pero generalmente,
por razones de lógica, van acompañados así: el sistema de los
tribunales ordinarios es difuso, surge con ocasión de una
controversia judicial, se limita a disponer la inaplicabilidad al caso
de la ley inconstitucional y es declarativo con efectos retroactivos;
el sistema de los tribunales especiales es directo, con efectos
generales y constitutivos. Estos sistemas así formulados son
antitéticos.
175
Art. 18 de la Ley de Amparo.
CAPÍTULO X
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
1. OBJETO DEL RECURSO
Este recurso tiene como objeto directo y principal la declaración
de la inconstitucionalidad de la ley, decreto o reglamento que se
opongan a la Constitución. Es una confrontación entre esas normas
inferiores y la Constitución como norma superior. Así se desprende
de los arts. 187 de la Constitución, y 2, 6, 7 y otros de la Ley de
Amparo. No es preciso que de previo se encuentre pendiente de
resolución ante las autoridades administrativas o judiciales un caso
concreto. Su objeto está claramente determinado por el art. 187 de
la Constitución y desarrollado por la Ley de Amparo.
2. NORMATIVA SUJETA AL RECURSO
Es amplia la normativa sujeta al recurso de inconstitucionalidad,
de acuerdo con la Ley de Amparo. No se reduce la ley. Sin perjuicio
de ampliar el tema, al tratar el bloque de constitucionalidad,
veamos lo que abarca:
A. LA LEY
La ley es el principal objeto del recurso directo de
inconstitucionalidad. Tanto la ley material como la formal (la ley de
amnistía o indulto, la ley General del Presupuesto, etc.). La Ley de
Amparo puede ser impugnada de inconstitucionalidad, lo mismo
que las otras leyes constitucionales (Ley de Emergencia y Ley
Electoral).
143
144
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Bidart Campos hace un interesante estudio sobre la influencia del
tiempo y el cambio social en la constitucionalidad de las leyes; a
saber:
a) Una norma puede ser constitucional en un tiempo e
inconstitucional posteriormente, sin cambiar su texto original.
Ejemplo: La ley que indexa los créditos y fija un mecanismo de
reajuste puede ser constitucional mientras la actualización que se
obtiene refleja bien el índice inflacionario; pero a partir del momento
en que el ritmo de la inflación desborda al reajuste, el sistema legal
de indexación se vuelve ilegal, al perder su significación real
económica.
b) Según el ámbito en que se aplique una norma, puede ser
simultáneamente constitucional e inconstitucional. Ejemplo: La ley
provincial que obliga a realizar un reclamo administrativo antes de
demandar a la provincia es constitucional cuando se demanda a la
provincia ante sus propios tribunales; en cambio, es inconstitucional
cuando la demanda contra la provincia debe entablarse ante la
jurisdicción federal, ya que una ley local no puede condicionar la
justiciabilidad de las provincias en jurisdicción federal, al escapar
esta jurisdicción a la competencia local.
c) La ley puede ser constitucional cuando tiene que aplicarse a
determinados casos e inconstitucional para otros. Ejemplos: i) La ley
que consagra en materia fiscal el solve et repete puede ser
inconstitucional en un caso en que la imposibilidad material de
pagar el tributo (previamente a acceder a la vía judicial), implica
violar el derecho a la jurisdicción y consumar la privación de la
justicia, pero puede no ser inconstitucional cuando no hay obstáculo
económico frustráneo. ii) La ley que dispone la reintegración del
personal cesante es constitucional cuando se aplica a los empleados
públicos, porque el Estado puede auto-obligarse a reintegrar a sus
empleados, y la misma ley puede ser inconstitucional si obliga a
empleadores privados a reintegrar a su plantel a trabajadores que
antes fueron despedidos, porque viola el derecho de contratación al
empleador.
d) El caso de las leyes anteriores a la reforma constitucional y
opuestas a ésta.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
145
e) Normas que son constitucionales de acuerdo con los valores
sociales, políticos y económicos, pero por un cambio de estas
circunstancias pueden ser inconstitucionales o no. Ejemplos: i) Si la
Constitución omite regular determinada cuestión y la ley ordinaria
la regula de acuerdo con las circunstancias sociales actuales, pero
éstas cambian, no por esto dicha ley es inconstitucional. ii) Si la
Constitución brinda concepto o puntos sobre la cuestión (por
ejemplo: la igualdad) y la ley ordinaria la regula de acuerdo con las
circunstancias sociales actuales, es posible ante un cambio de estas
circunstancias que esos conceptos o pautas se interpreten
dinámicamente, de tal forma que lleguen a convertir en
inconstitucional la ley ordinaria que no era inconstitucional bajo las
anteriores circunstancias y valoraciones. En las actuales
circunstancias sociales serían tachados de inconstitucionalidad
sobreveniente las leyes que desigualaren a las mujeres en materia
civil, social y política, o que mantuviere la discriminación de
filiaciones según la situación de los padres.
Nosotros agregaríamos el caso de aquellas leyes que fueren
inconstitucionales al tiempo de su promulgación, y que
posteriormente pueden ser declaradas inconstitucionales,176 aunque
con posterioridad fuese sustituida o reformada la Constitución
terminando con la inconstitucionalidad,177 sin perjuicio de las
situaciones protegibles ante los efectos de la retroactividad.
176 Por sentencia de las 9:00 a. m. del 16 de noviembre de 1956, B. J., pág. 18308, la Corte
Suprema de Justicia declaró en su considerando segundo que las asignaciones forzosas (los
alimentos y la porción conyugal) consagradas en el Código Civil vigente de 1904 son ineficaces
para producir efectos porque fueron emitidas en contra del art. 58 de la Constitución de 1893
que expresa que todo individuo es libre de disponer de sus propiedades por venta, donación,
testamento (libre testamentificación activa) o cualquier otro título legal, el cual fue
reproducido por el art. 37 de la Constitución de 1905. Esta sentencia se dictó bajo la vigencia de
la Constitución de 1950 cuando ya estaban derogadas, desde hace mucho tiempo, las
Constituciones de 1893 y 1905.
177 Si conforme las Constituciones de 1893 y 1905, como expresamos en la nota anterior,
fueron declaradas inconstitucionales las asignaciones forzadas, su restablecimiento
constitucional por las Constituciones de 1911, 1948 y 1950, que no fueron reglamentadas por
ley en esa materia, no les devolvió la vigencia (S. 9:30 a. m. del 11 de noviembre de 1956, B. J.,
pág. 18308). Como prueba de que fueron excluidas del Código Civil, las asignaciones forzosas
146
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El art. 140.4 de la Constitución de Austria le permite al tribunal
constitucional declarar la inconstitucionalidad o constitucionalidad,178 si al dictar el fallo, ya se encuentra derogada la ley
impugnada.
Creo que ello puede ser aplicable en nuestro sistema, si la ley
tuvo eficacia real, principalmente cuando el impugnante invoque
perjuicio por violación de sus derechos constitucionales.
B. EL DECRETO
El decreto abarca todas las disposiciones generales y abstractas
dictadas por cualquier autoridad. Los planes de arbitrios y las
ordenanzas municipales podrían incluirse dentro del concepto de
decreto.
C. EL DECRETO-LEY
El decreto-ley se contempla en los arts. 6 (original) y 7 de la Ley
de Amparo; sin embargo, esta figura ya no existe en nuestra
Constitución reformada. La Constitución de 1974 los autorizaba en
el art. 190 inc. 10, pero ya fueron suprimidos como objeto del
recurso por la reforma al art. 6 hecha por la Ley No. 205/95.
Los usan los gobiernos de facto para gobernar. Fueron
empleados tras la caída del gobierno de Somoza. Ya no existe razón
para seguirlos dictando y, además, carecen de respaldo
constitucional.
En los casos de necesidad y urgencia, los decretos-ley eran
dictados por el Presidente, sin delegación del Legislativo.
Cuando el Ejecutivo dicta decretos por delegación del
Legislativo, generalmente en circunstancias anómalas (guerra,
epidemia, crisis económica, etc.), la doctrina los denomina decretos
con fuerza de ley. Tampoco los contempla nuestra Constitución.
fueron restablecidas por ley ordinaria del 19 de marzo de 1959, y la Constitución de 1974
reconoció las asignaciones forzosas de acuerdo con lo establecido en la ley.
178 Cfr. Marco Olivetti. “El Tribunal Constitucional Austriaco”. La Justicia Constitucional. Ob.
cit., pág. 52.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
147
D. EL REGLAMENTO
El reglamento es un decreto que en algunos países se puede
impugnar en la jurisdicción contenciosa administrativa. En nuestro
sistema, el reglamento se impugna por medio del recurso directo por
inconstitucionalidad, y por el de amparo179 cuando se aplica en caso
concreto.
Muchos administrativistas180 se pronuncian a favor del control
contencioso administrativo, aunque reconocen que algunos países
siguen todavía el control constitucional.
E. LOS ACTOS NORMATIVOS
De acuerdo con el art. 6 de la Ley de Amparo reformado, cualquier
otro acto normativo que tenga un carácter general y no individual.
Éste es un caso sin respaldo constitucional, pues el art. 187 sólo
autoriza el recurso de inconstitucionalidad contra la ley, decreto y
reglamento.
Creo que debe ser objeto de amparo y así debe presentarse para
evitar fracasos.
F. LOS TRATADOS INTERNACIONALES
Los tratados internacionales son actos complejos que requieren de
la voluntad del de los poderes Ejecutivo y Legislativo. El Poder
Judicial no forma parte de este proceso de formación, pero en nuestro
sistema puede revisar su constitucionalidad. Los pasos para la
formación de los tratados son los siguientes: negociación, celebración
179 Para Hans Kelsen las leyes atacadas de inconstitucionalidad forman el objeto de la
justicia constitucional, pero también somete al juicio de esta jurisdicción: los actos que tengan
forma de ley, aunque sólo contengan normas individuales, como, por ejemplo, el presupuesto;
el reglamento parlamentario; el reglamento complementario de las leyes que entren a legislar.
(Estudio Comparado de las Constituciones de América y Austria. Ob. cit., pág. 31 y sigts).
180 González Pérez se pronuncia a favor del control a través de lo contencioso
administrativo (Derecho Procesal Administrativo. Editorial Temis , Colombia, 1985, págs. 170 y
sigts.).
148
IVÁN ESCOBAR FORNOS
y firma a cargo del Poder Ejecutivo;181 aprobación o rechazo por la
Asamblea Nacional;182 y ratificación en sede internacional a cargo
del Ejecutivo.
La jerarquía legal de los tratados dentro del orden interno de
cada país es contemplada en diferentes formas. Veamos:
a) Algunas constituciones guardan silencio sobre el valor de los
tratados frente al Derecho interno, a pesar de señalar el
procedimiento de elaboración. Frente a esta situación se pueden
dar dos soluciones: que el tratado sea igual a la ley ordinaria, o bien
superior si la costumbre constitucional así lo dispone. En la primera
solución, el tratado ratificado deroga la ley ordinaria, y, a su vez, la
ley ordinaria deroga el tratado. En la segunda solución, el tratado
prevalece sobre la ley ordinaria, y ésta no puede invalidarlo.
b) Otras constituciones equiparan explícitamente los tratados a
las leyes ordinarias. Como consecuencia, el tratado deroga la ley
ordinaria, ésta el tratado, y éste no puede oponerse a la
Constitución.
c) Existe una amplia tendencia a constitucionalizar la
superioridad de los tratados sobre las leyes ordinarias. Costa Rica
(art. 7), Honduras (art. 18), Alemania (art. 25) y El Salvador (art.
144) aceptan esta tesis. De acuerdo con ella, la ley ordinaria no
puede derogar o modificar los tratados vigentes. Por el contrario, el
tratado puede modificar o derogar la ley ordinaria. Esta condición
de superioridad sobre las leyes internas, no autoriza a los tratados a
violar la Constitución. Es una supralegalidad consagrada en la
Constitución sobre el ordenamiento infraconstitucional. Ciertas
constituciones, como la de Guatemala, establecen que los tratados y
convenciones sobre derechos humanos aceptados y aprobados
tienen preeminencia sobre el Derecho interno. Otras establecen la
superioridad de los tratados sobre las leyes, pero exigen
reciprocidad. El art. 145 de la Constitución de El Salvador expresa
que no se pueden ratificar los tratados que restrinjan o afecten las
disposiciones constitucionales, a menos que se hagan las reservas
181
182
Art. 150 inc. 8 de la Constitución
Art. 138 inc. 12 de la Constitución
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
149
correspondientes y, como consecuencia, las normas objeto de
reserva no son leyes de la República.
Se discute sobre la naturaleza del grado jerárquico de estos
tratados. Se dice que son cuasi constitucionales; que representan un
escalón intermedio entra la Constitución y las leyes, o una situación
jurídica sui géneris. Estos tratados derogan las leyes anteriores por
ser superiores a ellas. Si las leyes son posteriores y se oponen al
tratado, son inconstitucionales y pueden ser impugnadas por tal
razón, ya que violarían la gradación normativa establecida en la
Constitución. Es una inconstitucionalidad indirecta y así se
contempla en Costa Rica.
d) Ciertas constituciones conceden igual valor a los tratados que
a la Constitución. Ejemplo de ello es el art. 75 inc. 22 de la
Constitución argentina, en relación con algunos documentos
internacionales sobre derechos humanos, también recogidos en
parte por nuestro art. 46 de la Constitución. El artículo argentino y
el nuestro les conceden jerarquía constitucional. Estos tratados
tienen el mismo valor que la Constitución, aunque por técnica
legislativa constitucional no pueden aparecer íntegramente en la
Constitución vigente para evitar que ésta se convierta en un
enorme código complicado, de difícil lectura y entendimiento.183
Nuestra Constitución, en relación con los tratados, toma la
posición siguiente:
a) Los tratados no tienen igual valor que la Constitución ni
prelación sobre las leyes ordinarias. Esta situación permite
soluciones antitéticas, a saber: i) Se sostiene que el tratado es una
ley ordinaria (así se ha considerado por costumbre, la doctrina y la
Corte Suprema de Justicia,184 aunque se tramita como ley y se
183 Para profundizar el tema de los tratados en relación con la Constitución Cfr. a Néstor
Pedro SAGÜES. Teoría de la Constitución. Editorial Astrea. Buenos Aires, Argentina. 2001, pág.
397 y sigts. También estudia los casos y posibilidades de derogación o superioridad de los
tratados sobre la Constitución. Ejemplos de superioridad: art. 66 de la Constitución de
Surinam de 1957 y art. 91.3 de la Constitución de Holanda de 1983.
184 La Corte Suprema de Justicia considera que el tratado ratificado es ley de la República y
puede derogar las leyes anteriores que se le opongan (Pronunciamiento del 4 de marzo de
1953, B. J., pág. 16742).
150
IVÁN ESCOBAR FORNOS
aprueba por decreto), y como tal puede derogar a la ley ordinaria
anterior que se le oponga, y a su vez puede ser derogado o
modificado por ley ordinaria posterior. ii) Que el tratado puede
derogar a la ley anterior que se le oponga, pero no puede
modificar185 la ley ordinaria o derogar el tratado por las razones
siguientes: no se puede violar el pacta sunt servanda reconocido por
el Derecho Internacional, el cual forma parte de ius congens
imperativo; el tratado es un acto complejo en el que intervienen no
sólo el Legislativo, sino también el Ejecutivo; es un acto complejo
en el que se compromete la responsabilidad del Estado que no
puede permanecer al margen del Derecho Internacional y, por lo
tanto, la derogación del tratado por la ley debe ser interpretada
solamente como un llamado al Ejecutivo para su denuncia, pues la
denuncia es una de las formas de terminar el tratado y no a través
de la ley, criterio que compartimos; por último, debe aplicarse el
art. 27 de la Convención de Viena sobre los Tratados, que les
concede primacía frente a la legislación interna, y dispone que una
parte no puede invocar las disposiciones de su Derecho interno
como justificación al incumplimiento de un tratado.
Éste es un tratado que, aunque, no ha sido aprobado por
Nicaragua, es reconocido por el Derecho Internacional y, como
consecuencia, la ley ordinaria que modifique o derogue al tratado
puede ser recurrida directamente de inconstitucionalidad o de
amparo en su caso, porque creo que estas reglas del Derecho
Internacional forman parte del bloque de constitucionalidad. Si
estos recursos no son considerados procedentes, se puede declarar
en la vía ordinaria su inaplicabilidad o invalidez. Por otra parte, el
tratado que se oponga a la Constitución puede ser impugnado
directamente de inconstitucionalidad o de amparo en su caso.
185 La Corte Suprema estima que los tratados son semejantes a los contratos civiles y no
pueden ser modificados unilateralmente, sino por consenso de los contratantes, salvo que sean
denunciados. El Congreso no puede modificar el tratado, sólo lo puede rechazar o aprobar.
Las Constituciones de 1893, 1905 y 1911 autorizaban al Congreso modificar los tratados, pero
las constituciones de 1939, 1948 y 1950 excluyen la posibilidad de modificarlos por el
Congreso, el cual sólo podía aprobarlos o rechazarlos. (Consulta del 3 de mayo de 1961, B. J.,
pág. 20776).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
151
De acuerdo con el art. 138 inc. 12, los tratados, convenios,
pactos, acuerdos y contratos internacionales de carácter económico,
de comercio internacional, de integración regional, de defensa y
seguridad, y otros, pueden ser rechazados o aprobados, pero no
modificados por la Asamblea Nacional cuando se presentan para
su aprobación. Pero una vez aprobado el tratado no lo puede
modificar o derogar por ley, por todas las razones antes expuestas.
b) Las declaraciones, convenciones, tratados y documentos
internacionales sobre derechos humanos consagrados en el art. 46
de la Constitución, no pueden ser modificados o derogados por ley
ordinaria ni por otros tipos de tratados, y en el supuesto de que se
opongan a ellos se puede recurrir directamente por
inconstitucionalidad o de amparo en su caso.
Contra cualquier otro acto de autoridad diferente de los
enumerados, no cabe más que el recurso de amparo de acuerdo con
lo establecido en la Ley de Amparo.
3. VICIOS DENUNCIABLES
Los arts. 187 de la Constitución y 2 de la Ley de Amparo, que
desarrollan en parte el principio de supremacía de la Constitución,
consagrado en el art. 182 de la Constitución, señalan, sin hacer
distinciones, como motivo del recurso, la oposición de la ley,
decreto o reglamento a la Constitución. Procede, pues, cualquiera
que sea la naturaleza de la norma constitucional violada. Bien
puede ser de procedimiento, de organización o sustantiva.
En la doctrina se conocen dos tipos de vicios que afectan las
leyes: a) Los que provienen de la violación a las reglas de
procedimiento establecidas para la formación de la ley (error in
procedendo). La inconstitucionalidad por vicios de forma tiene lugar:
i) Por violación del procedimiento legislativo. ii) Si se altera el
sistema de fuentes normativas. Por ejemplo, cuando el decreto o
reglamento invade lo atribuido exclusivamente a la ley.
Para apreciar la inconstitucionalidad por vicios de forma deben
tenerse en cuenta la Constitución, el Reglamento Interno y el
Estatuto General de la Asamblea Nacional. La nulidad por vicios de
152
IVÁN ESCOBAR FORNOS
forma sólo debe declararse cuando existen nulidades sustanciales
(falta de iniciativa de ley, falta de quórum, etc.) y no cuando existen
irregularidades sin trascendencia (vencimiento de los plazos, el
quebrantamiento de la orden del día para someter a votación la ley,
etc.). El recurso por inconstitucionalidad de la ley puede estar
fundado en vicios de forma y de fondo, y por razones de orden y
de lógica deben examinarse primero los vicios de forma, para
poder declarar con lugar o sin lugar la petición de fondo. Los
tribunales constitucionales son poco proclives para declarar la
constitucionalidad por vicios de forma. Queda al buen criterio de la
Corte Plena determinar qué vicios de forma causan la
inconstitucionalidad por ser esenciales. b) Los que provienen de la
oposición de la ley a las disposiciones sustantivas constitucionales
(error in iudicando).186
La Ley de Amparo, en todas sus manifestaciones (recurso de
inconstitucionalidad, amparo y exhibición personal) es un
instrumento procesal que desarrolla y hace efectivo el principio de
la supremacía constitucional consagrado en el art. 182 de la
Constitución. Esta supremacía y dicha ley deben cubrir toda la
Constitución y no una parte de su articulado, cualquiera que sea la
186 La Ley de Amparo de 1948 admitió expresamente la inconstitucionalidad de la ley por
defecto de forma y de fondo. Lo fundamental de todo sistema moderno es que se permita la
impugnación por violación de disposiciones sustantivas. Muchos países admiten el control por
ambos motivos, pero se dan casos de algunos que sólo aceptan el control judicial por motivos
de forma, como sucedió en Italia bajo el flexible Estatuto Albertino de 1848, y se admite aún
en los sistemas en que se rechaza el control judicial de la constitucionalidad de las leyes.
Nuestra Corte Suprema rechazaba los recursos fundados en irregularidades de forma. No
obstante, en recientes sentencias de las 9:00 a.m. del 22 de agosto de 1989, B. J., pág. 184, de las
11:00 a. m. del 24 de noviembre de 1992, B. J., pág. 254, S. 9:00 a. m. del 22 de abril de 1993, B.
J., pág. 26 y S. 9:00 a. m. del 27 de noviembre de 1992, B. J., pág. 259, admitió el recurso de
inconstitucionalidad por cuestiones de forma, aceptando la opinión que había sostenido en mi
estudio “Líneas Fundamentales de la Nueva Ley de Amparo”, publicado en 1989. Kelsen
acepta la inconstitucionalidad de forma. Expresa que se debe controlar el procedimiento según
el cual ha sido elaborado el acto y el contenido de éste, de acuerdo con las normas de grado
superior. Se pregunta, teniendo en cuenta la extremada importancia de anular una ley, si no
fuese conveniente solamente autorizar al tribunal constitucional anular una ley por vicios de
forma cuando éstos sean esenciales. En tal caso, la apreciación del carácter esencial debe
entregarse a la entera libertad del tribunal constitucional, porque no es bueno que la
Constitución haga la difícil distinción entre vicios esenciales y no esenciales (Estudio Comparado
de las Constituciones de América y Austria. Ob. cit. Num. 6, págs. 35 y 37).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
153
naturaleza de la norma, que contenga o no derechos o garantías
fundamentales.
La Constitución debe ser protegida por la Ley de Amparo en
todas sus manifestaciones cuando sea violada, mediante las leyes,
decretos, reglamentos, actos, acuerdos, disposiciones y órdenes.
Deben ser protegidos no sólo los derechos y garantías consagrados
en la parte dogmática, sino también la parte orgánica y el resto de
la Constitución, incluyendo las leyes constitucionales, en resumen
toda la Constitución.187
No obstante lo expuesto, en la versión original de la Ley de
Amparo y en los arts. 188 y 189 de la Constitución, nuestro amparo
en todas sus manifestaciones sólo garantiza en forma primordial y
directa una parte del articulado de la Constitución: la que contiene
los derechos y garantías. Veamos: a) De acuerdo con el art. 6 de la
Ley de Amparo vigente (texto original), el recurso de
inconstitucionalidad sólo podía interponerlo el perjudicado en sus
derechos constitucionales, o sea, cuando habían sido violadas
disposiciones constitucionales que los consagran y no cuando la
violación es de otro tipo de norma.
187 La doctrina mexicana promueve la tesis de la defensa total de la Constitución por
medio del amparo. Por ejemplo, Ignacio Burgos, destacado amparista mexicano, país en donde
a esta institución se le ha dado legislativamente un tratamiento individualista,
circunscribiéndola a la defensa de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución,
expresa: “La restricción practicada por los legisladores del 57 y 17 en lo concerniente al juicio
de amparo viene a desnaturalizar el alcance propio y sustancial del mismo, ya que aquél, por
esencia, debe ser un medio de control de toda la Constitución y no sólo, como sucede en
nuestro actual y próximo pasado régimen constitucional, de determinados preceptos”. (El
Juicio de Amparo. Editorial Porrúa, México, 1957, pág. 202). En la página 214 de la citada obra
hace una formulación general del amparo: “Procede el juicio de amparo contra toda ley o acto
de cualquier autoridad que viole cualquier precepto constitucional, siempre y cuando dicha
violación se resuelva en un agravio personal. No llega a la acción popular, pero cubre a toda la
Constitución a través de la acción de los agraviados”. Un buen sector doctrinal sostiene que las
violaciones a las competencias y atribuciones del Estado no violan derechos fundamentales,
salvo en situaciones excepcionales, como por ejemplo, que el Ejecutivo decrete impuesto, que
una ley sustraiga de su juez natural al recurrente, etc.
154
IVÁN ESCOBAR FORNOS
b) El recurso de amparo sólo se interpone por violación de los
derechos y garantías consagrados en la Constitución.188 c) La
exhibición personal en sus dos modalidades (contra las autoridades
y contra los particulares) se otorga cuando se violan la libertad y
seguridad personales.
Originalmente, pues, era un sistema de marcada estructura
individualista, en el cual el individuo, de forma directa, fue el
principal defendido, y la Constitución era defendida en forma
secundaria a través de la actividad y protección de los intereses de
aquél. Este sistema ha sido superado por una concepción más
colectivista del Derecho, que estima la defensa de la Constitución
como un objeto fundamental y de interés general, por lo que, sin
perjuicio de la protección del individuo, se concede acción popular,
la ley inconstitucional se declara nula y, en general, el proceso
constitucional es inquisitivo.
El sistema original de la Ley de Amparo era contrario a la idea
general que contempla el art. 182 de la Constitución, a la acción
popular consagrada en el art. 187 de la Constitución, a la doctrina
dominante y a nuestro constitucionalismo, que no había conocido
una restricción semejante, ni siquiera en la primera Ley de Amparo
dictada con ocasión de la Revolución Liberal de 1893.
El art. 6 de la Ley de Amparo (texto original) al vincular la
legitimación activa a los perjuicios directos o indirectos del
recurrente, se oponía a los arts. 182 y 187 de la Constitución, por lo
que pudo ser declarado inconstitucional. Así lo sostuve desde la
promulgación de la Ley de Amparo vigente.
Estos límites en los que se desenvolvía la Ley de Amparo, nos
permitían vislumbrar posibles rechazos de los recursos fundados
en violaciones de normas de procedimiento, porque la Corte
Suprema podría argumentar que no se han violado derechos
fundamentales con un cuerpo legal que padece de tales vicios.189
Art. 23 de la Ley de Amparo.
En algunas sentencias la Corte Suprema ha sostenido que los requisitos de forma o de
procedimiento no dan motivo para el amparo, pues no dañan en sus derechos y garantías al
188
189
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
155
Al ser reformado el art. 6 de la Ley de Amparo y establecer que
cualquier ciudadano puede interponer el recurso de inconstitucionalidad con la sola condición de que exista oposición a la
Constitución, desapareció la inconstitucionalidad y se abrió el
camino para que prospere el recurso sin necesidad de una
afectación concreta a los derechos individuales. Pero es conveniente
advertir que el término de caducidad de sesenta días de la acción
popular da poco margen para que sea ejercitada, convirtiéndose el
sistema en marcadamente individualista, porque el único recurso
que puede ejercitarse posteriormente es el de amparo, en el cual la
pretensión debe fundarse en la violación de un derecho de rango
constitucional. En virtud de la reforma del art. 6 de la Ley de
Amparo hecha por la Ley No. 205/95, cualquier ciudadano puede
interponer el recurso de inconstitucionalidad, y basta que exista
oposición a la Constitución en cualquiera de sus artículos para que
esté legitimado a interponerlo. Dice el art. 6 reformado: “El recurso
por inconstitucionalidad puede ser interpuesto por cualquier
ciudadano o ciudadanos cuando una ley, decreto o reglamento y en
general cualquier acto normativo de rango inferior a la
Constitución se oponga a lo prescrito en ella, en consecuencia no
procede el recurso de inconstitucionalidad contra la Constitución y
sus reformas, excepto cuando estando en vigencia se alegue la
existencia de vicios en su tramitación, discusión y aprobación”.
Por esta reforma no se exige el perjuicio directo o indirecto por
violación de derechos fundamentales, se amplía el objeto del
recurso a cualquier acto normativo inferior a la Constitución que no
sea la ley, decreto o reglamento, no se permite el recurso de
inconstitucionalidad contra la Constitución y su reforma, salvo
cuando estando en vigencia se alegue la existencia de vicios de
procedimientos en su tramitación, discusión y aprobación. Estos
vicios deben ser fundamentales (falta de iniciativa, falta de
quórum, etc.), y su determinación queda el buen juicio de la Corte
Plena. Pero aun antes de la reforma, la Excelentísima Corte
quejoso. (S. 11:30 a. m. del 25 de enero de 1928, B. J., pág. 6238. S. 10:00 a.m. del 6 de agosto de
1929, B. J., pág. 7097. S. 12 m. del 27 de septiembre de 1929, B. J., pág. 7163).
156
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Suprema de Justicia aceptó que existía acción popular en manos de
los ciudadanos para interponer el recurso,190 confirmando lo
expuesto en mi monografía publicada en 1989, titulada “Líneas
Fundamentales de la Nueva Ley de Amparo”. Es conveniente
advertir que posteriormente la Corte Suprema de Justicia ha
retrocedido, al declarar que el recurso por inconstitucionalidad se
da contra toda ley, decreto-ley, o decreto o reglamento que se
oponga a la Constitución, el cual puede interponerse por cualquier
ciudadano que directa o indirectamente resulte perjudicado en sus
derechos constitucionales.191
4. INCONSTITUCIONALIDAD DE ALGUNAS LEYES,
DECRETOS Y DE LA LEY DE AMPARO VIGENTE
Es conveniente advertir que después de la caída del gobierno de
Somoza no existía amparo contra las leyes y decretos. Éste surge
con el nombre de Recurso de Inconstitucionalidad en la
Constitución de 1987 y la posterior Ley de Amparo de 1988.
Existían varias leyes, decretos y decretos-leyes, unos anteriores y
otros posteriores a la Constitución vigente, pero dictados antes de
que entrara en vigencia la Ley de Amparo, y que se le oponen.
Todos estos decretos y leyes represivas pudieron ser objeto del
recurso de inconstitucionalidad, la vía más rápida y confiable para
excluirlas del ordenamiento jurídico. Pero en relación con las
normas dictadas con anterioridad a la Constitución existía duda,
pues podría argüirse que contra leyes derogadas no cabe el recurso,
ya que el art. 198 de la Constitución derogó tácitamente esas leyes
represivas, lo cual no sería un problema de inconstitucionalidad
sobrevenida, sino de derogación.192 Para lograr la eliminación de
dichas leyes sostuve que era procedente el recurso de
190 S. 10:00 a.m. del 2 de octubre de 1991, B. J., pág. 170. S. 9:00 a. m. del 18 de febrero de
1986, B. J., pág. 30. S. 9:20 a.m. del 8 de febrero de 1986, B. J., pág. 40. S. 10:00 a. m. del 21 de
julio de 1992, B. J., pág. 163.
191 S. 9:00 a.m. del 4 de julio de 1996, B. J., pág. 202.
192 Ya en sentencia de las 9:00 a. m. del 16 de noviembre de 1956, B. J., pág. 18308, se
pronuncia a favor de la derogación.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
157
inconstitucionalidad, pues los arts. 2 de la Ley de Amparo, y 182 y
187 de la Constitución, no distinguen, para los efectos del recurso,
entre leyes anteriores o posteriores a la Constitución. Además, la
más autorizada doctrina lo confirmaba,193 aunque reconozco que el
tema es polémico.
La Constitución tiene efectos derogatorios, de acuerdo con el art.
196 de la Constitución. Este artículo derogó los Estatutos
Fundamental y de Derechos y Garantías de 1979 y cualquier otra
disposición legal que se le oponga. También como ley superior, la
Constitución prevalece sobre las leyes posteriores a su promulgación, de acuerdo con el art. 182 de la Constitución, al preceptuar
que no tendrán valor alguno las leyes, tratados, órdenes o
disposiciones que se le opongan. En resumen, la Constitución
derogó las anteriores leyes que se le oponen y anula las posteriores.
De aquí que, lógicamente, para las leyes anteriores a la justicia le
basta declarar la derogación, y para las posteriores es preciso usar
193 CALAMANDREI. Ilegitimidad Constitucional de las Leyes. Estudios Sobre el Proceso Civil.
Ob. cit, T. III. págs. 106 y 144. Primera Sentencia de la Corte Constitucional, T. III. págs. 185 y
sigts. En este estudio elogia la doctrina de la Corte formulada en su primera sentencia a favor
del control de la ilegitimidad de las leyes anteriores a la Constitución y que permitió la caída
de muchas leyes fascistas. Destaca que la sentencia se funda en dos razones para rechazar la
tesis de que la ilegitimidad constitucional se limita a las leyes posteriores a la Constitución;
uno textual (ibo lex non distinguit) y otro lógico, pues la relación de prevalencia entre la
Constitución y las leyes ordinarias no se basa en razón de sucesión cronológica, sino siempre
en una diversidad intrínseca de autoridad en la gradación de las fuentes jurídicas. (Cfr.
Alejandro Silva Bascuñán. Tratado de Derecho Constitucional. T. III. Editorial Jurídica de
Chile, 1963, pág. 438; Cfr. CAPPELLETTI. Justicia Constitucional Comparada). Kelsen hacer ver la
dificultad e importancia política de resolver el problema de la oposición de las leyes anteriores
a la Constitución. Cita como ejemplo de esa dificultad las concepciones antitéticas siguientes:
“Si la Constitución dispone que no puede fundarse ningún privilegio en el sexo y se interpreta
esta disposición como válida para las leyes posteriores, pero no para las leyes anteriores o para
las leyes recibidas por la Constitución, y si se debe de admitir que la nueva Constitución
deroga inmediatamente la Constitución antigua sin necesidad de leyes especiales de revisión,
es difícil resolver el problema. Por otra parte, puede parecer malo retirar la solución del
conflicto a las múltiples autoridades encargadas de aplicar la ley, cuyas opiniones quizás sean
muy vacilantes. Se pregunta si no cabría hacer tal retiro y encargarle la solución del problema
a un tribunal constitucional central, lo cual equivaldría retirarle la fuerza derogatoria de la
Constitución nueva frente a las leyes anteriores que no ha anulado expresamente,
sustituyéndolo por el poder de anulación del tribunal constitucional. Lo dispuesto es idéntico,
sin importar que la norma general sea anterior o posterior a la Constitución, con la cual se
encuentra en oposición. En ambos casos, el tribunal declara la anulación de la norma
inconstitucional”. (Estudio Comparado de las Constituciones en América y Austria. Ob. cit., No. 6,
págs. 38, 136 y 137).
158
IVÁN ESCOBAR FORNOS
el recurso de inconstitucionalidad. Pero esa no ha sido la solución
seguida en toda su extensión, como ya vimos y veremos a
continuación.
En Alemania, el art. 123 de la Ley Fundamental expresa que el
Derecho en vigor antes de la reunión del Parlamento Federal
continúa rigiendo siempre que no esté en contradicción con la Ley
Fundamental. Como puede observarse, se entiende que todo el
Derecho anterior a la Constitución que la contradiga se encuentra
derogado. No obstante, el Tribunal Constitucional alemán admite
el recurso directo de inconstitucionalidad contra leyes anteriores a
la Constitución. En Italia, el Tribunal Constitucional declaró que
puede conocer de la inconstitucionalidad de las leyes anteriores a la
Constitución, porque no se trata de un problema de derogación,
sino de ilegalidad constitucional sobrevenida. Eduardo García de
Enterría confirma lo expresado en la primera edición de su
conocida obra, al aceptar la solución italiana, porque cree que era
mejor dejar en manos del Tribunal Constitucional la cuestión de la
constitucionalidad de las leyes anteriores a la Constitución que al
conocimiento de todos los jueces y tribunales del país. Confía en
que dicho Tribunal especializado lo haría mejor, con mayores
frutos y seguridad. Concreta la derogación para aquellas materias
en que es indiscutible la aplicación directa de la Constitución, como
se da en los derechos fundamentales y la organización,
competencia y funcionamiento de los poderes, por lo que cuando
existe oposición de alguna ley a la Constitución en esas materias no
puede plantearse la cuestión de derogación ante el Tribunal
Constitucional. Para el resto de las leyes anteriores y contrarias a la
Constitución y que no se refieren a las materias anteriormente
indicadas, no dan pie a una derogación, sino a una cuestión de
inconstitucionalidad sobrevenida sobre la cual debe conocer el
Tribunal Constitucional.194
La propia Ley de Amparo pudo haber sido tachada de
inconstitucional, en virtud de que violó el art. 187 de la
194 La Constitución como Norma y el Tribunal Constitucional. Editorial Civitas. España,
1985, pág. 77 y sigts.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
159
Constitución, que consagra expresamente la acción popular para
promover el recurso de inconstitucionalidad. Todos los ciudadanos
pueden interponer el recurso por el único y suficiente motivo de
que la norma o normas impugnadas se oponen a la Constitución.
Es una acción abstracta. Contrariando lo expuesto, el art. 6 del texto
original y el art. 11 inc. 4 de la Ley de Amparo exigen el perjuicio,
directo o indirecto, para interponer el recurso.
Son dos sistemas antitéticos que se rechazan. El sistema de la
acción popular se funda en una concepción publicista y social, y la
acción es abstracta, y el de la acción en manos del agraviado es una
concepción privada e individualista del mismo y la acción es
causal, lo que supone un caso concreto. Como ya vimos, esa
inconstitucionalidad ya está superada.
No nos debe extrañar que una ley constitucional sea impugnada
por oponerse a la Constitución porque, en primer lugar, son leyes
ordinarias que se incorporan a ella para recibir su protección frente
a las reformas de las leyes también ordinarias, y no para que la
Constitución se autodestruya, por lo que no la pueden contrariar;
en segundo lugar, si las mismas reformas a la Constitución, donde
interviene el poder constituyente derivado, pueden ser tachadas de
inconstitucionales según lo confirma la doctrina,195 con mayor
razón las leyes constitucionales que la contradicen.
Pero las reformas a la Constitución no pueden ser atacadas por
violaciones de fondo, salvo aquellas que hayan violado principios,
derechos humanos o decisiones jurídicas fundamentales en las que
descansa la Constitución, que no puedan ser derogados por el
195 Cfr. Segundo V. LINARES QUINTANA. Tratado de Derecho Constitucional. Parte General.
Editorial Alfa. Argentina. 1953. T. II., págs. 143 y sigts. En Colombia la acción popular de
inconstitucionalidad se da contra las reformas a la Constitución por defecto de forma (Cfr. Fix
Zamudio. La Justicia Constitucional en América Latina. UNAM. México, 1989, págs. 493 y sigts.
Jaime Sanín Greiffenstein. La Defensa Judicial de la Constitución. Ob. cit., págs. 178 y sigts). La
inconstitucionalidad de las reformas a la Constitución se da cuando son contrarias a los
principios fundamentales o violatorios de las reglas de procedimiento. La Ley No. 205/95
(publicada en el diario La Tribuna del 30 noviembre de 1995), reformadora de la Ley de
Amparo, permite impugnar de inconstitucionalidad las reformas a la Constitución por
violación de normas de procedimiento, pero no de fondo (art. 6).
160
IVÁN ESCOBAR FORNOS
poder constituyente reformador,196 pero sí por infracciones de
forma cuando existan vicios en su tramitación, discusión y
aprobación. Deben ser vicios esenciales (falta de iniciativa, falta de
quórum, etc.) según se desprende del art. 6 reformado de la Ley de
Amparo.197 En cambio las leyes constitucionales (Ley de Amparo,
Ley Electoral y ley de Emergencia) pueden ser impugnados de
inconstitucionales por vicios de fondo y forma. Las dos primeras
leyes señaladas han sufrido inconstitucionalidades de fondo en
algunos artículos.198
5. COMPETENCIA
De acuerdo con los arts. 163 inc. 4 de la Constitución y 27 inc. 1
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Pleno de la Corte Suprema
de Justicia, es el competente para conocer del recurso por
nconstitucionalidad. Se mantiene la antigua tradición de nuestro
constitucionalismo.
196 En la doctrina se discute la existencia de las normas constitucionales inconstitucionales.
Con ocasión de las reformas de 1995, se discutió la posibilidad de disposiciones
inconstitucionales por motivos de fondo. (Para profundizar el tema Cfr. Iván Escobar Fornos.
Interpretación e Integración Constitucional. Ob. cit., pág. 49 y sigts.).
197 La Corte Suprema ha expresado que no cabe el recurso de inconstitucionalidad contra
las reformas a la Constitución, pues éstas se incorporan a la Constitución Política formando un
todo unitario con ella, y admitirlo sería equiparlas a una ley ordinaria. Sus disposiciones sólo
pueden ser reformadas total o parcialmente mediante los procedimientos y requerimientos
consignados en la misma y por el órgano competente facultado para ello. Se trataba de las
reformas constitucionales de la Ley No. 129/95. (S. 9:00 a.m. del 8 de febrero de 1996, pág. 36.
S. 9:00 a. m. del 8 de febrero de 1996, B. J., pág. 40. S. 9:45 a. m. del 8 de febrero de 1996, B. J.,
pág. 44. S. 12:30 m. del 5 de agosto de 1996, B. J., pág. 230).
198 Por sentencia de la Corte Plena de la Corte Suprema de Justicia de las 10:00 a. m. del 8
de noviembre de 2002 se declara inconstitucionales los arts. 10, numeral 17 inc. b); 65 inc. 9
párrafo 1 y 2; 77 numeral 7; y 90 numeral 4 de la Ley Electoral. El mismo Tribunal por
sentencia de la 1:45 p. m. del 17 de agosto del 2004, declaró inconstitucional el inc. 2 del art. 51
de la Ley de Amparo, abriéndole las puertas al control previo. Ya examinamos la falta de
validez de esta sentencia.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
161
6. CAPACIDAD PROCESAL
Los arts. 187 de la Constitución y 6 de la Ley de Amparo
conceden el derecho de interponer el recurso exclusivamente a los
ciudadanos. Podría calificarse como un derecho ciudadano de
carácter público. Ahora bien, son ciudadanos los nicaragüenses que
hubieren cumplido los dieciséis años.199
En virtud de lo expuesto, las personas de dieciséis años tienen
capacidad procesal para interponer personalmente, sin necesidad
de la asistencia de su representante legal, el recurso por
inconstitucionalidad. Es una excepción a la capacidad procesal
general que se adquiere a los veintiún años. Los que tienen
suspendidos sus derechos ciudadanos no pueden interponer este
recurso.
Esta capacidad, junto con la acción popular, constituyen los dos
pilares fundamentales en los que descansa la amplitud del recurso,
pero que se trocó en restricción al suprimirse originalmente la
acción popular en la Ley de Amparo, problema ya superado.
En el anteproyecto de la Ley de Amparo que redacté por
encargo del Partido Popular Social Cristiano (PPSC), la acción
popular se concedía en forma amplia a cualquier ciudadano, grupo
de ciudadanos, uniones y organizaciones, con o sin personalidad
jurídica.
7. LEGITIMACIÓN ACTIVA
Originalmente, sólo el ciudadano o ciudadanos perjudicados
directa o indirectamente estaban legitimados para interponer este
recurso. Así lo establecían los arts. 6 y 11 de la Ley de Amparo;
pero como ya vimos, el art. 6 de la Ley de Amparo fue reformado
por la Ley 205/95, consagrando la acción popular. Es una acción
abstracta, no es necesario demostrar perjuicio o interés directo o
indirecto. Podríamos decir que el interés es general: que la ley no
viole la Constitución, la cual encierra la soberanía popular. Ni los
199
Art. 47 de la Constitución.
162
IVÁN ESCOBAR FORNOS
extranjeros ni las personas jurídicas tienen legitimación para
interponerlo, por no gozar de la calidad de ciudadanos.200
En el anteproyecto que preparé para el PPSC se estableció la
acción popular en todas las manifestaciones del amparo. Nuestro
constitucionalismo ha concedido acción popular en la exhibición
personal y en el llamado “amparito” (exhibición dirigida contra
particulares), dos manifestaciones importantes de la Ley de
Amparo. Antes de la Constitución vigente, he sostenido la tesis de
la acción popular,201 a pesar de la oposición de algunos autores202 y
del temor de que los tribunales se llenen de procesos que hagan
imposible su ágil tramitación y fallo, muchos de ellos iniciados
infundadamente. Como ya dijimos, algunos países han concedido
la acción popular para el recurso de inconstitucionalidad, y esto es
una prueba de que puede funcionar. No hay que tenerle temor.
8. LEGITIMACIÓN PASIVA
El recurso se dirige contra el titular del órgano que emitió la ley,
decreto o reglamento. Así lo dispone el art. 7 de la Ley de Amparo.
Por ejemplo, si es ley de la Asamblea Nacional se dirige contra el
200 Opina Kelsen que deben intervenir en el proceso de control: la autoridad cuyo acto es
atacado; el órgano que interpone la demanda; eventualmente el particular interesado en el
litigio pendiente ante el tribunal o autoridad administrativa que dio lugar al procedimiento de
control, o el particular que pueda someter el acto inmediato al conocimiento del tribunal
constitucional. Estudio Comparado de las Constituciones de América y Austria. Ob. cit. No. 6, pág.
40.
201 Cfr. “El Amparo”. Editorial Temis, S. A. Bogotá, Colombia. 1990, pág. 81. En la primera
edición de “Líneas Generales de la Nueva Ley de Amparo”, publicada en 1989 en la Revista
Jurídica de la Barra de Abogados de Nicaragua, sostuve que la Constitución contemplaba la
acción popular, y que la Ley de Amparo en los artículos que exigía al recurrente tener interés
directo o indirecto era inconstitucional. La Corte Suprema, siguiendo mi opinión, aceptó tal
criterio, como puede verse en las sentencias siguientes: S. 11:00 a. m. del 2 de octubre de 1991,
B. J., pág. 170. S. 11:00 a. m. del 24 de noviembre de 1991, B. J., pág. 170. S. 10:00 a. m. del 21 de
junio de 1992, B. J., pág. 163.
202 CALAMANDREI Ilegitimidad Constitucional de las Leyes, pág. 69 y sigts. Héctor FIX
ZAMUDIO. Juicio de Amparo. Editorial Porrúa, S. A., México 1964, pág. 119.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
163
Presidente de la misma, que es su representante.203 El recurso se
interpone contra el Presidente de la República cuando éste emite el
reglamento impugnado.
La Corte Suprema de Justicia ha dicho que:
a) El recurso de inconstitucionalidad debe dirigirse contra el
Presidente de la Asamblea Nacional salvo el caso de delegación de
facultades en el Presidente de la República o en el de decretosleyes. 204 Es conveniente advertir que ya no existe delegación
legislativa, suprimida por la reforma de 1995 a la Constitución.
b) Se declara inadmisible el recurso de inconstitucionalidad
porque el art. 7 de la Ley de Amparo ordena que el recurso se dirija
contra el titular del órgano que emitió la ley, decreto-ley o decreto
recurrido, órgano que discutió, votó y aprobó el decreto o ley de
que se trata, por lo que debió dirigirse contra el Presidente de la
Asamblea Nacional y no contra el Presidente de la República como
se hizo. Si el Presidente de la República aprueba la ley por
delegación legislativa, el recurso debe dirigirse contra éste, ya que
es el titular del órgano que la emite.205 Volvemos a decir que ya no
existe delegación legislativa.
c) Dentro del actual Estado de Derecho, no cabe tolerar, como a
comienzos del siglo, que las decisiones de los parlamentos o
asambleas legislativas o de sus funcionarios o autoridades
revistiesen carácter de absolutas, omnicompetentes y justas por sí
mismas, porque la validez de tales decisiones o actos en el actual
Estado de Derecho, depende de su concordancia con la
Constitución, o lo que es lo mismo, que se desenvuelvan dentro de
los límites fijados por la Constitución vigente.206
Art. 23 Estatuto General de la Asamblea Nacional.
S. 9:00 a. m. del 22 de agosto de 1989, B. J., pág. 184.
205 S. 11:00 a. m. del 28 de febrero de 1991, B. J., pág. 23.
206 S. 9:00 a. m. del 27 de noviembre de 1992, B. J., pág. 259.
203
204
164
IVÁN ESCOBAR FORNOS
9. PROCEDIMIENTO
A. INTERPOSICIÓN DEL RECURSO
El segundo párrafo del art. 11 de la Ley de Amparo señala los
elementos que debe contener el escrito de interposición del recurso.
B. ADMISIBILIDAD
Los conceptos de admisibilidad y fundabilidad son aplicables
tanto a la demanda como a los recursos. A manera de introducción
me referiré a la admisibilidad, porque la doctrina asimila este
proceso constitucional a una u otra de las últimas figuras, pues su
naturaleza es dudosa. Algunos dicen que es un recurso, otros que
es una demanda, hay quienes señalan que es una acción de
impugnación, haciéndolo participar de una naturaleza mixta (de la
acción y del recurso).207
La admisibilidad de la demanda o del medio impugnativo
(recurso) se refiere al cumplimiento de los requisitos procesales
para que puedan ser tramitados y fallados en el fondo.208 Por
ejemplo, son requisitos de admisibilidad de la demanda las
exigencias de los arts. 1021 y 1024 del Código de Procedimiento
Civil y, según lo dispone el art. 1035 del mismo Código, el juez de
oficio puede rechazar la demanda que no contenga los tres
primeros requisitos señalados en el art. 1021 del Código de
Procedimiento Civil o cuando fuere ininteligible u oscura.
Son requisitos de admisibilidad del recurso de apelación:
recurrir dentro del término de ley, ser apelable la sentencia, tener
interés jurídico el apelante, ausencia de pacto de no apelar, que no
se interponga en forma condicional. Los requisitos de admisibi207 Se considera por un sector doctrinal minoritario, pero respaldado por autores
destacados, que la jurisdicción constitucional es voluntaria, no contenciosa (Cfr. Cappelleti.
“Breves Explicaciones de Otros Problemas y Conclusión”. La Justicia Constitucional. Ob. cit.,
pag. 107).
208 ALCALÁ ZAMORA Y CASTILLO. Derecho Procesal Penal. T. III. Guillermo Koaft Ltda..
Argentina, pág. 237. Cfr. CALAMANDREI. La Acción, pág. 56 y sigts. “El Proceso”, pág. 349 y
sigts. “Estudios”. Ob. cit., T. I.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
165
lidad los controla el juez a quo y el tribunal ad quem, el cual aun de
oficio los puede denunciar en cualquier tiempo aunque haya
admitido provisionalmente el recurso.209 Nuestro Código de
Procedimiento Civil se refiere a ellos usando indistintamente los
vocablos de admisión y procedencia del recurso.
La admisibilidad se verifica ad limine, constituyendo la puerta de
entrada, en donde se controla la posibilidad de acceso a trámite de
la demanda o recurso, pero sin prejuzgar el fondo del asunto.
Por su parte, la fundabilidad se refiere a las razones jurídicas
que se invocan en la demanda o recurso y de cuyo acreditamiento y
justicia dependerá el éxito de los mismos. En la demanda, son:
existencia de un derecho, interés y legitimación activa y pasiva.
Generalmente las razones del recurso se fundan en normas de
Derecho material, pero hay casos en que son de carácter procesal y
la sentencia que decida aplicará esas normas.
La verificación de la admisibilidad y la exigencia de fundar el
recurso (expresar los agravios en el escrito de interposición) son
medios usados para impedir la interposición de recursos maliciosos
o temerarios, sin viabilidad.
Algunos autores han dado gran amplitud al concepto de
admisibilidad de la demanda,210 comprendiendo dentro de él a
muchas figuras. Se considera que forman parte de él: la capacidad
procesal y la capacidad para ser parte, la jurisdicción y la
competencia, los requisitos formales de la demanda, los requisitos
fiscales, la legitimación, el interés y las imposibilidades judiciales
de atender desde el umbral la pretensión del demandante.
En la mayoría de las legislaciones no se aprecian y fallan ad
limine las inadmisibilidades de la demanda. Son objeto de
excepciones dilatorias puestas al servicio del demandado por
aplicación del principio dispositivo. Pero en algunos códigos la
omisión de cualquier elemento del contenido de la demanda
provoca su rechazo desde el inicio, aun de oficio por el juez.
Art. 2002 del Código de Procedimiento Civil.
Enrique Vescovi. Derecho Procesal. Recursos. Ediciones Idea, Montevideo, 1985, T. VI.
Pag. 34.
209
210
166
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Es importante destacar que el fondo o mérito del asunto, lo
mismo que sus presupuestos (la existencia de un derecho, el interés
legítimo, actual y lícito y la legitimación ad causam activa y pasiva)
deben ser fallados en la sentencia definitiva, como quiera que atañen
a la fundabilidad y que la acción es autónoma (se otorga al que tiene
o no tiene el derecho sustancial invocado), vista por el Derecho
Procesal moderno como un derecho humano fundamental, ya que
concede la potestad de solicitar la actividad jurisdiccional para pedir
justicia. Como es lógico y puede observarse, las inadmisibilidades de
la demanda y del recurso tienen tratamiento diferente: las primeras
se tramitan y como regla general no se fallan ad limine; las segundas
se fallan ad limine, con escasos trámites o sin ellos.
No obstante, algunas inadmisibilidades se aprecian y fallan en el
umbral: la incompetencia absoluta es denunciada de oficio por el
juez;211 lo mismo que la falta de los requisitos del art. 1021 del
Código de Procedimiento Civil, o cuando la demanda fuere
ininteligible y oscura. El obstáculo legal que imposibilita la tutela
jurídica (pedir divorcio vincular donde no existe) o la invocación de
una causa torpe para fundar la pretensión (reclamar deudas de
juegos prohibidos) se estiman como motivos de inadmisibilidad. En
estos dos últimos casos se admite por excepción, dada la naturaleza
de ellos, que el juez desde el inicio rechace la demanda,
pronunciándose sobre el fondo del asunto.
La Ley de Amparo vigente distingue la admisibilidad de los
requisitos de forma del recurso por inconstitucionalidad. Establece el
trámite de admisibilidad más con el propósito de que no funcione el
recurso que con el fin de evitar recursos maliciosos o temerarios,
pues se le conceden facultades a la Corte Suprema de Justicia para
apreciar en vía de inadmisibilidad cuestiones vinculadas al fondo,
que en el control constitucional, más asimilable a la acción que al
recurso, deben dejarse para la decisión de la sentencia definitiva.
De acuerdo con el art. 12 de la Ley de Amparo, cuando falten los
requisitos de forma, la Corte Suprema le señala al recurrente un
plazo de cinco días para que llene las omisiones del recurso, bajo
211
Art. 827 inc. 2 del Código de Procedimiento Civil.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
167
apercibimiento de tenerlo por no interpuesto si no lo hiciere. Estos
requisitos son: que el recurso se redacte en español, que sea por
escrito y en papel sellado, y que se acompañen sendas copias para
el funcionario contra quien se dirige y para el Procurador General
de la República, quien participa como parte. Interpuesto en forma
el recurso, el tribunal, dentro de los quince días siguientes, se
pronuncia sobre la admisibilidad con base en los arts. 6, 10, 11, 12,
13 y 19 de la Ley de Amparo. La resolución que tome será
rechazando el recurso si hubieren causas de inadmisibilidad y, en
caso contrario, ordenará su tramitación. Así lo dispone el art. 14 de
la Ley de Amparo.
Veamos cuáles son las causas de inadmisibilidad del recurso
contempladas en los citados artículos:
a) Art. 6 de la Ley de Amparo. Este artículo consagra la
legitimación activa, y en su versión original señalaba tres
condiciones para este recurso; a saber:
i) Que se interponga por un ciudadano. Éste es un presupuesto
de admisibilidad, por lo que si el recurso lo interpone un
extranjero, una persona jurídica o un ciudadano que tiene
suspendidos sus derechos, el Tribunal lo puede declarar
inadmisible desde la entrada.
ii) Que el recurrente resulte perjudicado en forma directa o
indirecta en sus derechos constitucionales. Ya vimos que este
requisito del perjuicio personal al recurrente era inconstitucional
por oponerse a la acción popular consagrada en la Constitución,
problema hoy superado al no exigirse este requisito. Pero en el
supuesto de que no lo fuere, creo que es un exceso de la Ley
considerar el interés como una cuestión de admisibilidad
controlable en el umbral, como se hace en los recursos propiamente
dichos, por las razones siguientes: ii. a) Este control tiene más de
acción que de recurso y, como consecuencia, el interés para obrar
debe ser tratado en forma diferente a la del recurso. ii. b) En cada
uno de ellos, el interés para obrar se aprecia y falla en forma
diferente. ii. c) En la acción, el interés para obrar es objeto de
decisión de la sentencia definitiva o, cuando menos, como sucede
168
IVÁN ESCOBAR FORNOS
en Brasil y Venezuela, objeto, junto con algunos de los otros
presupuestos de fondo o condiciones de la acción, de una excepción
de previo y especial pronunciamiento,212 porque la acción en virtud
de su autonomía se concede al que tiene la razón o no la tiene. ii. d)
En el recurso, el derecho a la impugnación lo tienen las partes que
han actuado previamente en el proceso, y la medida del interés lo da
el agravio que consta en el expediente, por lo que se puede apreciar y
decidir en el umbral como condición de admisibilidad, sin peligro de
prejuzgar el fondo del asunto. Además, no se trata del ejercicio
inicial de la acción y de juzgarla en el inicio, sino de la realización de
un acto procesal dentro del proceso. Claro está, que cuando es un
tercero el que recurre, se puede abrir un incidente para acreditar el
interés, y con base en su resultado, conceder o denegar el recurso.
En resumen, en su afán de impedir el funcionamiento del control,
partiendo de que es un recurso, la Ley de Amparo, en su versión
original, estimó como condición de admisibilidad el interés para
obrar.
La Ley de Amparo en su texto original habla de que la norma
recurrida debe perjudicar los derechos constitucionales del
recurrente. De manera que si el cuerpo legal impugnado que se
opone a la Constitución no viola derechos consagrados en la misma,
el recurso podrá ser declarado inadmisible, aunque se oponga a otras
disposiciones de la Constitución. Esto constituye otra limitación del
recurso que no aparece en el art. 187 de la Constitución, pero como
ya vimos, esta inconstitucionalidad ya está superada.
iii) Que se recurra contra una ley, decreto o reglamento. La
reforma al art. 6 de la Ley de Amparo agregó cualquier otra
normativa. Si no se recurre contra un cuerpo legal de esa especie se
puede declarar inadmisible el recurso, a menos que la naturaleza del
mismo sea el objeto principal de la impugnación, en cuyo caso debe
fallarse en la sentencia definitiva.
b) Art. 10 de la Ley de Amparo. Este artículo da sesenta días
para interponer el recurso, contados desde la fecha en que entra en
vigencia el cuerpo normativo impugnado. Si no se recurre dentro
212
Excepción de inadmisibilidad.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
169
de este plazo, se declara inadmisibilidad. Este plazo de sesenta días
para interponerlo es una grave restricción.
La Corte Suprema ha dicho que:
i) Es improcedente por extemporáneo el recurso de
inconstitucionalidad contra la ley de Funciones Jurisdiccionales de
la Policía Sandinista. “Para el ejercicio del control directo de la
constitucionalidad de la ley, es imperativo que se interponga el
recurso dentro del término de sesenta días que se cuentan a partir
de la fecha en que entra en vigencia la ley, decreto-ley o
reglamento; se entiende, entonces, que no es requisito
condicionante del recurso ningún acto de ejecución o aplicación de
la ley, basta el hecho de su vigencia, para que el ciudadano directa
o indirectamente perjudicado pueda impugnarla por medio del
recurso por inconstitucionalidad; lógico es que la existencia del
plazo de sesenta días, no excluye la posibilidad de la aplicación de
la ley a casos concretos, antes de vencerse dicho plazo, en tal caso
válidamente pudiera intentarse tanto el recurso directo como el
indirecto, pero su vencimiento, sí concluye y extingue la
oportunidad del recurso directo de inconstitucionalidad”.213
ii) Para el recurso extraordinario de inconstitucionalidad, así
como también para el recurso ordinario, la ley establece un término
fatal para que pueda hacerse uso de dicho remedio.214
iii) La ley que no ha entrado en vigencia no puede ser atacada
por medio del recurso de inconstitucionalidad, pues éste debe
interponerse dentro de los sesenta días de entrar en vigencia la ley,
decreto-ley, decreto o reglamento, de acuerdo con el art. 10 de la
Ley de Amparo.215
213 S. 1.30 p. m. del 7 de abril de 1989, B. J., pág. 87. Esto confirma mi opinión sostenida en
“Líneas Fundamentales de la Nueva Ley de Amparo de Nicaragua”.
214 S. 10:45 a. m. del 19 de febrero de 1992, B. J., pág. 41. S. 9:30 a. m. del 3 de mayo de 1993,
B. J., pág. 34. S. 9:30 a. m. del 29 de mayo de 1995, B. J., pág. 30.
215 S. 10:45 a. m. del 21 de julio de 1995, B. J., pág. 89. S. 10:45 a. m. del 8 de mayo de 1995,
B. J., pág. 15.
170
IVÁN ESCOBAR FORNOS
c) Art. 11 de la Ley de Amparo. Este artículo señala, en su
primera parte, los requisitos de forma del recurso, y en la segunda,
el contenido del mismo.
Sostengo esto porque el art. 14 de la Ley de Amparo no expresa
que todo lo establecido en el art. 11 de la Ley de Amparo, al cual
remite, sea objeto de inadmisibilidad. Lo que se deduce de su
redacción es una remisión para que se busquen estos motivos en el
citado artículo.
De acuerdo con lo expuesto, la omisión de un requisito de forma
da lugar a que el tribunal mande a llenar el vacío. Por el contrario,
la omisión de uno de los elementos que debe contener el recurso,
señalados en el segundo párrafo del art. 11 de la Ley de Amparo, es
causa de inadmisibilidad.
d) Art. 12 de la Ley de Amparo. La remisión que hace a el art. 14
de la Ley de Amparo es innecesaria y antitécnica. Si el recurrente
no llenó las omisiones que el Tribunal le ordenó que hiciera, el
recurso se tendrá por no interpuesto. La resolución será teniéndolo
así y no declarándolo inadmisible.
Además, esos son requisitos formales a los que el propio art. 12
de la Ley de Amparo da un tratamiento diferente al dado a la
inadmisibilidad.
e) Art. 13 de la Ley de Amparo. Este artículo establece que el
recurso puede interponerse personalmente o por medio de
apoderado. Si se hiciere en esta última forma, el apoderado debe
estar especialmente facultado para ello en escritura pública
otorgada ante Notario domiciliado en Nicaragua.
Por lo expuesto, si el apoderado no tuviere facultades suficientes o
el poder no fuere otorgado ante Notario Público domiciliado en
Nicaragua, el tribunal declarará la inadmisibilidad.
Ésta es otra traba que se le pone al recurso. Es bien sabido que
cerca de un millón de nicaragüenses fueron privados por el
régimen sandinista del derecho de comparecer ante cartulario fuera
del país. Para interponer el recurso tenían que venir al país, lo cual
era prácticamente imposible por la represión que sufrían.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
171
f) Art. 19 de la Ley de Amparo. Este artículo establece que la sentencia
que declara inconstitucional o constitucional una ley, decreto-ley,
decreto o reglamento, o una parte de éstos, produce cosa juzgada
general.
Si la ley fue declarada inconstitucional en todo o en parte con
anterioridad, y se pretende en el nuevo recurso discutir nuevamente
su inconstitucionalidad, se declarará inadmisible el recurso por falta
de interés. También se declarará inadmisible el recurso, si la ley en
todo o en parte ya fue declarada constitucional en un anterior recurso,
y se tratare en el nuevo declararla inconstitucional en todo o en parte.
De lo expuesto, fácilmente se deduce que la admisibilidad, con
excepción del fondo o mérito del conflicto (la constitucionalidad o
inconstitucionalidad), lo abarca todo: el fondo y la forma, la capacidad
procesal y la capacidad para ser parte, ilegitimidad de personería,
interés para obrar, materia de la impugnación, tiempo de la
interposición, elementos del escrito de interposición y control de la
cosa juzgada sobre la constitucionalidad o inconstitucio-nalidad
declarada con anterioridad.
C. OTROS TRÁMITES
Admitido el recurso, la Corte Suprema pedirá informe al
funcionario en contra del que se interpuso, el cual lo tendrá que
evacuar dentro de quince días de notificado.216 Si la Corte necesita
algún dato para resolver, dictará la providencia ordenando su
obtención con intervención de las partes.217 La Procuraduría
dictaminará sobre el recurso dentro de seis días y después la Suprema
fallará dentro de sesenta días.218
En este recurso, la confrontación sobre la que decide la Corte
Suprema se da entre la Constitución y el cuerpo legal impugnado,
para determinar la violación constitucional.219 Como ambos forman
Art. 15 de la Ley de Amparo.
Art. 18 de la Ley de Amparo.
218 Art. 17 de la Ley de Amparo.
219 Tanto la inconstitucionalidad como la casación son instrumentos de lucha a favor del
cumplimiento del Derecho, pero de diferente contenido. En la primera, la confrontación se da
entre el acto o cuerpo legal (de inferior jerarquía) y la Constitución (de superior jerarquía), y se
216
217
172
IVÁN ESCOBAR FORNOS
parte del Derecho, no necesitan probarse (iura novit curia), por lo
que basta citar en el escrito de interposición el concepto de
violación de la norma constitucional y la fecha de publicación y
vigencia del cuerpo legal impugnado. Es poco o nada lo que tiene
que probarse en este recurso por lo que la ley no contempla ningún
término probatorio.
juzga sobre la validez de los primeros con base en la conformidad con ésta. Es un sistema de
control externo encomendado al Poder Judicial o a un tribunal constitucional en el cual el
Estado deposita su confianza (control de la constitucionalidad). En la segunda, la
confrontación se da entre la sentencia de instancia y la ley, y se juzga sobre la legalidad de ésta
(control de la legalidad). Es un sistema de control interno encomendado al Poder Judicial. Es un
sistema de control interno de carácter jurídico, aunque originalmente fue externo y político del
Legislativo sobre el Judicial, a quien los revolucionarios franceses de 1789 no le tenían
confianza. No obstante, ALCALÁ ZAMORA y Castillo encuentran una semejanza entre el
recurso de inconstitucionalidad y la casación. El primero, persigue constatar la conformidad
de una ley con la Constitución; y el segundo, la de una sentencia con la ley aplicable al caso
discutido. De aquí que así como la casación admite la impugnación por errores in procedendo e
in iudicando, el de inconstitucionalidad procede por violaciones materiales y formales.
(“Significado y Funciones del Tribunal de Garantías Constitucionales”. Ensayos de Derecho
Procesal. Revista de Jurisprudencia Argentina, S. A., 1944, pág. 513. “Derecho Procesal”. T. III,
pág. 316). En nuestro sistema, ocupamos también a la casación para acusar de
inconstitucionales a las leyes. Las semejanzas que tengan en manera alguna borran las notables
diferencias. Sin embargo, no son incompatibles; los revolucionarios franceses crearon la
casación como un instrumento de control constitucional, pues el Tribunal de Casación
originalmente era un órgano político adscrito al Poder Legislativo para que el Poder Judicial
no invadiera, aun en vías de interpretación, el campo de acción de aquél, con la finalidad de
que se cumpliera estrictamente la teoría de la separación de poderes; por lo que para cumplir
con esta separación, tampoco interpretaba la ley y no se pronunciaba sobre la decisión del
asunto, limitándose en caso de infracción a anular la sentencia recurrida y reenviar el asunto.
En México, el amparo abarca a las dos figuras. En Nicaragua existe una Ley de Amparo que
consagra el recurso de inconstitucionalidad de la ley, y en virtud de la causal primera del
recurso de casación en el fondo también se puede denunciar tal inconstitucionalidad, lo cual
está autorizado por la misma Ley de Amparo (art. 20 de la Ley de Amparo). No se vaya a
creer que al dejar de tener vigencia la Constitución de 1974 quedó derogada dicha causal,
porque en realidad sólo cayó el orden jerárquico en que descansaba el sistema, que al entrar en
vigor la Constitución de 1987 volvió a funcionar (Cfrs. MARIO CAPPELLETTI. Control Judicial de
la Constitucionalidad de las Leyes, Ob. cit., págs. 37 y sigs.; Danilo MANZANARES ENRÍQUEZ.
Causales de Casación en el Fondo. Tesis doctoral. León, Nicaragua, 1961, págs. 15-16;
Opinión de la Corte Suprema, en B.J. de 1915, págs. 939 y 749). En España, en donde el
amparo se concede también contra las resoluciones judiciales violatorias de las libertades y
derechos constitucionales, es considerado por algunos autores como un recurso especial de
casación limitado a examinar la aplicación hecha por los tribunales ordinarios de las normas
constitucionales reguladoras de los derechos constitucionales (Cfr. José Antonio Miguel
Calatayud, El Amparo. RCDI, núm. 559, julio-agosto, pág. 88).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
173
Esto lo confirma el párrafo segundo del art. 11 de la Ley de
Amparo, que solamente exige señalar en el escrito de interposición
de recurso la ley, decreto o reglamento, la disposición o
disposiciones se opongan a la Constitución y las normas de éstas
que se estimen violadas o contravenidas. No exige acompañar La
Gaceta donde fue publicada la materia impugnada. El párrafo
primero del citado artículo únicamente exige que se acompañen
copias del recurso en papel común para ser entregado al
funcionario recurrido y al Procurador General de Justicia.
Sin embargo, la Corte Suprema exige la presentación de La
Gaceta donde se publica la normativa impugnada, y de no hacerlo
el recurrente se le pedirá llenar la omisión bajo la sanción de tener
por no interpuesto el recurso.
10. LA SENTENCIA Y SUS EFECTOS
La sentencia que declara la inconstitucionalidad o la
constitucionalidad es la forma normal de terminar el recurso, pero
existen otros que analizaremos al final. En cuanto a las exigencias
que deben llenar y contener las sentencias no sólo se someten a la
Ley de Amparo, sino al Código de Procedimiento Civil y la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Debe ser motivada con arreglo al art.
13 de la última ley citada.
De acuerdo con los arts. 18 y 19 de la Ley de Amparo, la
inconstitucionalidad produce efectos para el futuro (a partir de la
sentencia que la declara) y, en forma general, de manera que la ley,
decretos o reglamento dejan de ser tales como si hubieren sido
derogados, desapareciendo de la legislación nacional. La sentencia
que declara la inconstitucionalidad no pueden ser revisadas por
otro recurso, pues ya no existe ley, decreto o reglamento sobre el
cual fundarlo, y, además, produce cosa juzgada formal, material y
general. No es posible volver a la vida la ley o actos declarados
inconstitucionales y debe rechazarse de plano el recurso.
174
IVÁN ESCOBAR FORNOS
La sentencia se notifica a las partes, enviándose copia a los otros
poderes del Estado y publicándose en La Gaceta, diario oficial.220
La sentencia que declara la constitucionalidad también produce
cosa juzgada general,221 lo cual significa que será constitucional
para todos sin que pueda volverse a discutir su inconstitucionalidad, con base en lo cual la Corte puede rechazar de plano un
nuevo recurso,222 pero en las sentencias interpretativas es posible
cambiar de criterio si los motivos son diferentes, como lo
expresamos al referirnos a este tipo de sentencia.223
Se produce cosa juzgada general en el recurso directo por
inconstitucionalidad porque así lo exige el interés general, la
presencia del Ministerio Público y la depuración constitucional del
ordenamiento jurídico.
220 En otros países, la anulación entra en vigor hasta su publicación. Expresa Kelsen que la
sentencia que anula una norma que necesita de publicación para entrar en vigor, también debe
ser publicada en la misma forma que lo fue la norma anulada; aunque no excluye a priori la
publicación en un boletín oficial del tribunal para este tipo de sentencia. Pero considera que
en todo caso debe publicarse la anulación de las leyes o reglamentos en el mismo órgano
informativo en que fueron publicadas las leyes anuladas. La anulación entra en vigor hasta su
publicación. Estima conveniente que el tribunal disponga que la anulación, especialmente de
leyes y tratados internacionales, no surta efecto sino hasta la expiración de ciertos términos a
partir de su publicación, aunque no sea más que para darle tiempo al Parlamento para que
reemplace la ley inconstitucional por una que esté de acuerdo con la Constitución, y así evitar
que la materia regulada por la ley anulada quede fuera de la reglamentación durante un
tiempo relativamente largo. (Estudio Comparado de las Constituciones de América y Austria. Ob.
cit. No. 6, pág. 40).
221 Art. 19 inc. 2 de la Ley de Amparo. En lo civil, la cosa juzgada tiene efectos expansivos
excepcionalmente, como en el divorcio, separación de cuerpos, interdicción, nulidad del
matrimonio, etc.
222 Art. 14 y 19 de la Ley de Aparo.
223 Puede darse el caso de que una sentencia de un tribunal constitucional que determina
la constitucionalidad de un enunciado normativo no tenga fuerza de cosa juzgada material, si
otras partes pueden volver a sostener la inconstitucionalidad aun por la misma razón y
provocar la declaración de la inconstitucionalidad. Si el tribunal constitucional declara la
inconstitucionalidad con efecto retroactivo (ex tunc), el primer fallo que sostuvo la
constitucionalidad no pudo tener efectos de cosa juzgada material. Así lo establece el art. 87 de
la Ley de Jurisdicción Constitucional de Costa Rica, que dice que “las resoluciones o sentencias
que denieguen la inconstitucionalidad únicamente surten efectos entre las partes en el caso
concreto y no producirán cosa juzgada.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
175
La declaratoria de constitucionalidad de una norma por no tener
vicios de forma, no impide que posteriormente sea impugnada por
razones de fondo.
La constitucionalidad de un precepto declarada en el recurso de
inconstitucionalidad en la vía abstracta, puede ser impugnada al
aplicarse al caso concreto en el amparo, porque al aplicarse se detecta la
inconstitucionalidad no considerada en el recurso abstracto.
La Corte Suprema puede pronunciarse de oficio sobre la
inconstitucionalidad del resto del cuerpo de normas, cuando se
impugnó sólo una parte del mismo.
El carácter constitutivo (efectos ex nunc) que le imprime la Ley de
Amparo a la sentencia, es contrario al efecto declarativo que se
desprende del art. 182 de la Constitución, que a texto expreso dispone
que no tienen valor alguno las leyes, tratados, órdenes o disposiciones
que se opongan a la Constitución. Se consagra la nulidad absoluta con
el objeto de que la defensa de la Constitución sea completa. Este
resultado sólo puede darlo la sentencia declarativa con efectos
retroactivos. Con la retroactividad del sistema declarativo se borran
todos los efectos de la ley declarada inconstitucional, por eso expresa el
citado artículo que no tendrán efecto alguno. En resumen, la
Constitución consagra el sistema declarativo con sus naturales efectos
retroactivos.
En este punto también puede ser tachada de
inconstitucional la Ley de Amparo vigente, como lo hemos expresado
varias veces. La sentencia definitiva que declara la constitucionalidad o
inconstitucionalidad no admite recurso.
La sentencia que declara sin lugar el recurso sin tocar el fondo
porque se fundó en cuestiones formales o de procedimiento, no impide
que se vuelvan a plantear la misma cuestión de inconstitucionalidad,
siempre que no se haya vencido el plazo de 60 días de caducidad para
interponerlo, o bien en el amparo, al aplicarse al caso concreto la ley,
decreto o reglamento.
11. INCONSTITUCIONALIDAD EN CASOS CONCRETOS
En el Capítulo IV del Título II de la Ley de Amparo se contempla la
posibilidad de alegar en casación y en el amparo la inconstitucionalidad
176
IVÁN ESCOBAR FORNOS
de la ley, decreto o reglamento; se indican algunas reglas de
procedimiento y se señala los efectos de la sentencia que se pronuncia
en esos recursos. En ambos casos, es necesario que los recurrentes
señalen sus derechos constitucionales violados. No existen en este caso
acciones o recursos abstractos.
Se regulan dos formas de declarar la inconstitucionalidad:
dentro de un juicio, mediante sentencia dictada por cualquier juez
o tribunal (jueces locales, jueces de distrito, salas de los tribunales
de apelación y Salas de lo Civil y de lo Penal de la Corte Suprema
de Justicia,224 sistema conocido como difuso); o mediante el recurso
de amparo, cuando se aplica dicha normativa inconstitucional al
quejoso por autoridades no judiciales, y del cual conoce
directamente la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema
(previa interposición, por razones de facilidad, ante un tribunal de
apelaciones), sin que exista con anterioridad litigio ante
autoridades judiciales.225 Es más, no cabe contra resoluciones
judiciales, como explicaremos en el capítulo dedicado al amparo.
También la Corte evacua consultas, que no producen cosa
juzgada ni constituyen jurisprudencia.226
La inconstitucionalidad declarada por la Corte Suprema,
confirmando la declarada en casación o amparo, tiene efectos
futuros y generales. Si la sentencia la pronuncia un juez o tribunal
inferior y no pudiere llegar a casación porque no se recurrió o
porque no admite ese recurso, deberá enviarse a la Corte Suprema
para que se pronuncie sobre el punto de la inconstitucionalidad. Si
es confirmada, la sentencia confirmatoria produce también efectos
futuros y generales. No está de más señalar que la sentencia dictada
Ars. 5 inc. 1, 20 y 21 de la Ley de Amparo.
Art. 20 de la Ley de Amparo.
226 Expresa Kelsen que la Constitución austriaca autoriza al Tribunal Constitucional para
dar opiniones consultivas solicitadas por el gobierno federal o los gobiernos locales sobre si un
acto legislativo o administrativo cae bajo la jurisdicción de la federación o la de los estados
miembros. Si es cuestión de competencia legislativa, la petición debe ser acompañada del
proyecto de ley que está siendo estudiado por el Legislativo. Si es cuestión de competencia
reglamentaria, la solicitud al Tribunal debe contener el texto del proyecto y la autoridad que lo
expediría. Si se tratare de otros actos de la administración, la determinación de los hechos
respecto a los cuales el acto sería expedido. (La Garantía Jurisdiccional de la Constitución. Ob. cit.
No. 9, pág. 90).
224
225
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
177
por los jueces o tribunales inferiores no sienta jurisprudencia ni
anula todo o parte de cuerpo legal declarado inconstitucional, sólo
resultará inaplicable al caso concreto. La Corte Suprema es la única
competente para dictar una sentencia con esos trascendentales
efectos.
La Ley de Amparo no disponía expresamente nada en relación
con los efectos de la resolución de la Corte Suprema sobre la
sentencia de los jueces o tribunales inferiores antes relacionados.
Sólo expresa que si se confirma la inconstitucionalidad, no afectará
a la sentencia del tribunal inferior, y sus efectos generales serán
para el futuro, lo que refuerza lo expuesto primero. Si la sentencia
declara la inconstitucionalidad de la ley, considerada constitucional
por el juez o tribunal a quo, no se modifican los efectos que produjo
entre las parte la sentencia del tribunal inferior, por aplicación de la
Ley de 2 de julio de 1912.
De acuerdo con el art. 5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la
autoridad judicial puede de oficio o a petición de parte declarar la
inconstitucionalidad de una norma aplicable al caso concreto y de
cuya validez depende del fallo. Cuando fuere a petición de parte,
el juez o tribunal está obligado a acoger o rechazar la pretensión.
Cuando no hubiere casación, ya sea porque no lo permite el tipo
de proceso, o porque no se llegó hasta ella, haciendo tránsito a cosa
juzgada la sentencia que declaró la inconstitucionalidad de la ley,
decreto o reglamento, la autoridad judicial en cuyo poder quedó
firme la resolución deberá remitir el expediente a la Corte Suprema
de Justicia, la que puede ratificar la resolución o no. Si ratifica la
resolución de inconstitucionalidad de la ley, decreto o reglamento,
hará una declaración general de su inaplicabilidad para todos los
casos similares, según se desprende el citado artículo.
La disposición mencionada no establece los efectos de la
sentencia del juez o tribunal inferior cuando la Corte no ratifica la
inconstitucionalidad. Creo que debe hacer una declaración general
de la validez de los puntos declarados inconstitucionales, pero no
puede perjudicar la santidad de la cosa juzgada que se dio en el
caso objeto del juicio, violando el principio de seguridad jurídica y
el derecho de propiedad, en los supuestos de caso patrimonial. Es
178
IVÁN ESCOBAR FORNOS
una declaración en interés de la supremacía de la Constitución, sin
perjuicio de las responsabilidades pertinentes. En ningún caso, sea
confirmada o rechazada la inconstitucionalidad, puede la sentencia
destruir la cosa juzgada del caso concreto. Creo que esta
disposición de la Ley Orgánica del Poder Judicial no contradice lo
antes expuesto.
Cuando la cuestión de inconstitucionalidad llega al Pleno de la
Corte Suprema de Justicia a través del amparo, la declaración de
inconstitucionalidad también produce efectos futuros y generales.
Debemos reconocer que la consagración de los efectos generales
en el sistema difuso es un avance, pues no existía en las primeras
leyes de amparo.227
En nuestro sistema difuso se puede declarar la
inconstitucionalidad a petición de parte o de oficio. El juez o
tribunal lo hace en la primera forma, cuando la inconstitucionalidad del cuerpo legal la pide una de las partes del proceso
mediante solicitud en tal sentido. Para proceder en la segunda
forma, lo autorizan los arts. 182 de la Constitución, el art. 194 del
Código de Procedimiento Civil, y el 5 de la Ley de Amparo. La
Corte Suprema ha mantenido este criterio desde hace mucho
tiempo, fundado en disposiciones semejantes al art. 182 de la
Constitución, que sienta el principio de la supremacía de la
Constitución.228 El art. 5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
contempla ambos sistemas de conocimiento.
227 Cuando entraron en vigencia el Código de Procedimiento Civil y la Ley de Amparo del
2 de julio de 1912, el sistema de nuestro amparo era el de la inaplicabilidad de la ley declarada
inconstitucional al caso concreto y sin efectos generales, y no hay razón para creer que dicho
Código haya implantado otro diferente al permitirle a los jueces y tribunales en el art. 194,
aplicar con preferencia la Constitución y rechazar las leyes estimadas inconstitucionales.
Todavía en 1936 la Corte Suprema decía que nuestro sistema constitucional no permitía
invalidar la ley de modo general. (S. 11.00 a.m. del 20 de mayo de 1936, B.J., pág. 9318). Las
leyes de Amparo de 1948, 1950 y 1974 disponían que las sentencias que declaraban la validez o
inaplicabilidad de la ley causaban estado y debían ser publicadas las sentencias y además en
La Gaceta. Esto quiere decir, en forma muy tímida, que la sentencia producía cosa juzgada y
efectos generales. Congruentemente con esta solución, dichas constituciones, incluyendo la de
1939, expresaban que no tenían valor alguno las leyes que se oponían a la Constitución,
nulidad que era absoluta.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
179
Para impugnar las violaciones de la Constitución hechas por la
sentencia definitiva dentro del procedimiento judicial, existe una
causal autónoma y es la primera de casación en el fondo (art. 2057
inc. 1 del Código de Procedimiento Civil). La jurisprudencia ha
limitado el alcance de esta causal a los supuestos en que la
violación a la Constitución es directa y no a través de leyes o
códigos ordinarios,229 en cuyo caso cabe aplicar la causal segunda
del art. 2057 del Código de Procedimiento Civil. Lo correcto es
aplicar la causal primera de ese artículo cuando se violen
directamente las disposiciones constitucionales y cuando se aplica
una ley inconstitucional.230
En el Derecho Comparado no se conoce antecedente alguno de
la causal primera del art. 2057 citado, y la doctrina dominante en
Nicaragua le niega razón de existir, pues con la causal segunda del
mismo artículo se pueden impugnar las violaciones a la
Constitución. Su aceptación se funda en las razones siguientes: la
importancia de mantener la supremacía de la Constitución; el
hecho de que con esta causal se aclara la duda de si era o no
procedente el recurso fundado en normas constitucionales, pues se
pensaba que carecían de aplicaciones directas e inmediatas, lo cual
de hecho no es cierto, sobre todo en las constituciones modernas,
las cuales, a diferencia de las clásicas, contienen un buen número
de derechos y garantías de aplicación inmediata.
228 S. 12 m. del 3 de mayo de 1921, B. J., pág. 3286. S. 9:30 a.m. del 5 de agosto de 1970, B. J.,
pág. 20074.
229 S. 11:00 a. m. del 22 de febrero de 1966, B. J., pág. 41. S. 9: 45 a.m. del 2 de febrero de
1967, B.J., pág. 41. S. 11:00 a. m. del 12 de mayo de 1967, B .J., pág. 75. S. 8:30 a.m. del 5 de
septiembre de 1967, B. J., pág. 175. S. 10:35 a.m. del 22 de diciembre de 1967, B. J., pág. 258. S.
8:30 a.m. del 13 de agosto de 1970, B. J., 186. S. :45 a.m. del 15 de diciembre de 1971, B.J., pág.
242. S. 10 a. m. del 24 de febrero de 1972, B.J., pág. 14. S. 9:45 a.m. del 14 de marzo de 1972, B.
J., pág. 39. S. 8:30 a.m. del 15 de agosto de 1972, B. J., pág. 190. S. 12 m. del 9 de marzo de
1961, B.J.; pág. 20328. S. 10:00 a.m. del 21 de abril de 1961 B.J., pág. 30396.
230 ARÍSTIDES SOMARRIBA V. Casación en el Fondo. Tesis doctoral. León, 1947, págs. 43 y
sigts. Danilo MANZANARES E. “Causales de Casación en el Fondo”, pág. 11 y sigts. Opinión de la
Suprema, publicada en el B.J. de 1915, págs. 739 y 740.
180
IVÁN ESCOBAR FORNOS
¿Cuáles son los efectos de la declaración de constitucionalidad
parcial o total del cuerpo legal emitida por la Corte Suprema de
Justicia en las vías expuestas? Creo que también son generales y no
pueden volverse a discutir, y para ello se aplica el art. 19 de la Ley
de Amparo.
12. OTRAS FORMAS DE TERMINAR EL RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD
No sólo con la sentencia que declara la inconstitucionalidad o
constitucionalidad de la ley, decreto o reglamento termina el recurso
de inconstitucionalidad. También termina por desistimiento y
allanamiento. No cabe la caducidad.231
La Ley de Amparo no habla de ellos, y aunque no remite al Código
de Procedimiento Civil para la aplicación de sus disposiciones en caso
de omisión, como en el recurso de amparo, bien pueden aplicarse
ciertas reglas referentes a las recusaciones, implicaciones,
notificaciones, forma de los actos, el desistimiento y el allanamiento.
En principio, cabe el desistimiento del recurrente, pero si el
Procurador General de la República considera que efectivamente
existen inconstitucionalidades, la Corte Suprema no puede declarar
con lugar el desistimiento y debe dictar sentencia pronunciándose a
favor o en contra de recurso.
También dicho Tribunal, apartando el desistimiento, puede de
oficio declarar la inconstitucionalidad. No debemos olvidar que el
recurso por inconstitucionalidad es abstracto, y el interés que lo
mueve es público y general, a fin de que prevalezca la Constitución.
Prevalece el interés objetivo y no rige el principio dispositivo.
En el allanamiento rigen las mismas reglas del desistimiento. No
basta la voluntad de los recurridos, es preciso que la Corte Suprema
de oficio constate las inconstitucionalidades, y si no existen así debe
declararlo.
También termina el recurso de inconstitucionalidad cuando la
ley impugnada es derogada. Por ejemplo, una ley es impugnada
231
Art. 5 inc. 4 de la Ley de Amparo
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
181
por ser retroactiva y después se deroga. Se terminó el objeto del
recurso. Pero si la ley efectivamente se le aplicó al recurrente dentro
de los 60 días en que compareció al Pleno de la Corte Suprema y
después fue derogada, esta Corte puede pronunciarse sobre la
inconstitucionalidad de la ley y reparar así el perjuicio. No sería
justo, ni ajustado al principio de economía procesal, indicarle al
recurrente que debería haber usado la vía del amparo a la ordinaria
para declarar la retroactividad que le dañó.232 En la práctica es
difícil que se presente este caso.
232 Ya hemos transcurrido anteriormente la sentencia que el hecho que el vencimiento del
plazo de los 60 días no excluye la posibilidad de la aplicación de la ley al caso concreto, y, en
tal caso, puede entablar dentro de dicho plazo el recurso directo de inconstitucionalidad como
el indirecto (S. 11:30 a. m. del 7 de abril de 1989, B. J., pág. 87).
CAPÍTULO XI
EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
1. CONCEPTO E IMPORTANCIA
El bloque de constitucionalidad (denominado también parámetro
de constitucionalidad o bloque de normatividad) es el conjunto de
leyes que junto a la Constitución determinan la inconstitucionalidad de las leyes.
La confrontación para declarar la inconstitucionalidad no sólo se
hace con la Constitución, sino también con otras leyes constitucionales o complementarias con valor constitucional.
Su importancia es doble: se aumentan los elementos con que se
confronta la ley, ya que no sólo se contrasta con la Constitución,
sino también con otras leyes; se amplía la facultad interpretativa
del órgano de la jurisdicción constitucional y, como consecuencia,
crece el ámbito de las potestades del Poder Judicial.233
2. ORIGEN FRANCÉS DEL BLOQUE
DE CONSTITUCIONALIDAD
La doctrina del bloque de constitucionalidad tiene su origen en
Francia y después es trasladada a Italia, España y Austria, luego
pasa a América, recogiéndolo Costa Rica, Panamá y Colombia.
233 María Luisa Balaguer Callejón sostiene que las leyes que integran el bloque de
constitucionalidad no sólo son objeto de interpretación constitucional (como el resto de las
leyes), sino también son utilizadas como criterios de interpretación de la constitucionalidad de
otras leyes, ampliando el campo de la interpretación constitucional: la constitución y dichas
leyes, que por tal razón deben ser bien revisadas en su constitucionalidad (Interpretación de la
Constitución y Ordenamiento Jurídico. Editorial Tecnos. Madrid 1997. págs. 118 y 119).
183
184
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Los autores franceses con mucha profundidad y delicadeza han
estudiado la integración, importancia y consecuencias del bloc de
constitutionnalité. El Cónseil Constitutione recoge esta creación y la aplica
en el control previo de la constitucionalidad de las leyes.
El contenido del bloque de constitucionalidad en Francia ha
variado con el tiempo. Señalaremos los elementos integrantes más
aceptados:
a) La Constitución. La Constitución vigente de 1958 es el principal
elemento del bloque de constitucionalidad, y con base en ella, se dicta
la mayor parte de las decisiones de inconstitu-cionalidad.
b) El articulado de la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1787. Ésta es una declaración de derechos individuales,
de la primera generación.
c) Las disposiciones del Preámbulo de la Constitución de 1946. Son
disposiciones sobre derechos económicos y sociales que se unen a la
Declaración de 1787.
La Constitución de 1958 remite expresamente a la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano y al Preámbulo de la
Constitución de 1946.
d) Los principios fundamentales recogidos por las leyes de la
República. Entre estos principios pueden citarse: la libertad de
asociación, el derecho de defensa, la libertad de conciencia, la
independencia de la jurisdicción administrativa, la independencia de
los profesores universitarios, los tribunales judiciales como guardianes
de la propiedad privada, la competencia privativa de la jurisdicción
administrativa para anular los actos de la autoridad pública.
No son elementos del bloque de constitucionalidad los reglamentos
de las asambleas parlamentarias, las normas interna-cionales y los
principios generales del Derecho.
El bloque de constitucionalidad en Francia favorece el desarrollo
del constitucionalismo francés.
3. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD EN ESPAÑA
La doctrina y la jurisprudencia española han aceptado la
doctrina del bloque de constitucionalidad, pero ni una ni otra han
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
185
expuesto con claridad los elementos que lo integran. Según parece,
la expresión fue usada por primera vez por el Tribunal Constitucional en 1982.
El art. 28.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
dispone que para apreciar la conformidad o disconformidad con la
Constitución de una ley, disposición o acto con fuerza de ley del
Estado o de las Comunidades autónomas, el Tribunal considerará,
además de los preceptos constitucionales, las leyes que, dentro del
marco constitucional, se hubieran dictado para delimitar las
competencias del Estado y las diferentes comunidades autónomas,
o para regular o armonizar el ejercicio de las competencias de éstas.
Francisco Rubio Llorente estima que esta disposición es un falso
punto de partida: “Al aludir al bloque de la constitucionalidad,
tanto el Tribunal Constitucional como los diversos autores antes
citados, toman frecuentemente, como punto de referencia, el
artículo 28 LOTC (a veces, según hemos visto, sólo su apartado
primero), un precepto, sin embargo, que es, por decir lo menos,
perfectamente superfluo y que, en todo caso, ni incluye todas las
normas infraconstitucionales que según el propio Tribunal se han
de tomar en consideración para resolver sobre la constitucionalidad
de las leyes sometidas a su conocimiento, ni precisa, salvo por
referencia a su función, cuáles son las leyes a las que su apartado
primero alude, ni toma en cuenta, en razón de su inserción
sistemática, más que un aspecto de esta función.
La interposición de normas subconstitucionales en el juicio de
constitucionalidad de la Ley sólo es posible cuando viene exigida
por la Constitución, y es necesaria siempre que ésta la impone, con
independencia de que la recuerde o no otra norma legal, cuya
existencia, en la medida en que pretenda establecer el elenco
completo de esas normas interpuestas es, por lo menos, de dudosa
legitimidad. Buena prueba práctica de esta superfluidad del
artículo 28 LOTC la ofrece, por lo demás, el uso que el Tribunal
Constitucional ha hecho de él, especialmente en lo que toca al
mandato que en el mismo se contiene respecto de las leyes
orgánicas, y ello con absoluta independencia del juicio que merezca
186
IVÁN ESCOBAR FORNOS
la configuración que el Tribunal ha hecho de esta penosa
innovación de nuestros constituyentes”.234
No obstante, existen algunos elementos que forman el
parámetro de constitucionalidad: las normas constitucionales; las
leyes que regulan los derechos y libertades fundamentales; las que
aprueban los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral y las
demás prevista en la Constitución; la Declaración Universal de
Derechos Humanos y los tratados o acuerdos sobre esta materia, en
el caso de violaciones a los derechos y libertades tutelados por la
Constitución; el conjunto de normas que, de acuerdo con el art. 28.1
de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, regulan, delimitan
y armonizan la distribución de competencias entre el Estado y las
comunidades autónomas.
El bloque de constitucionalidad español ha contribuido mucho
al señalamiento de los límites de competencia entre el Estado y las
comunidades autónomas, problema de gran importancia y de
actualidad.
4. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
EN COSTA RICA
El bloque de constitucionalidad en Costa Rica es bien amplio de
acuerdo con el ordenamiento vigente. La doctrina y la jurisprudencia lo califican de parámetro de constitucionalidad.
Sus elementos son los siguientes:
a) Las disposiciones constitucionales, como fuente principal. La
Constitución vigente es la de 1949. A ésta deben agregarse las
disposiciones o leyes con valor constitucional: i) El precepto que
establece el número de Magistrados de la Corte Suprema de
Justicia. ii) La disposición de la Ley de División Territorial de la
República que divide el territorio en siete provincias de acuerdo
con los arts. 157 y 168 de la Constitución. Estas leyes sólo pueden
234“El Bloque de Constitucionalidad”. Estudio sobre la Constitución Española. Homenaje al
profesor Eduardo García de Enterría. Editorial Civitas, S.A. Madrid, 1991. T. I, págs. 11 y 12.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
187
ser reformados por el procedimiento especial de reforma parcial de
la Constitución.
b) Los principios constitucionales. Según Rubén Hernández
Valle, estos principios son de tres tipos: los derivados de la
interpretación lógico-sistemática de dos o más disposiciones
constitucionales, los que provienen de normas de carácter legal, y
los institucionales.235
Están aceptados en el art. 73 de la Ley de Jurisdicción
Constitucional.
c) La costumbre constitucional. Es la aceptación constante y
uniforme de prácticas constitucionales por parte de los órganos
constitucionales. A esto se debe añadir la convicción de que son
obligatorias.
d) El Reglamento de la Asamblea. Forman parte del parámetro
de constitucionalidades las disposiciones que regulan el
procedimiento legislativo. El art. 73 ordinal c) de la Ley de
Jurisdicción Constitucional, expresa que es procedente la acción de
inconstitucionalidad cuando en la formación de las leyes se viole
algún requisito o trámite sustancial previsto en la Constitución o,
en su caso, establecido en el Reglamento de Orden, Dirección y
Disciplina de la Asamblea Legislativa.
e) Los tratados internacionales. Antes de todo es preciso
expresar que de acuerdo con el art. 7 de la Constitución, los
tratados internacionales después de ratificados y promulgados
adquieren un rango superior a las leyes.
Por tal razón, se produce una confrontación entre la ley ordinaria y
el tratado internacional. Si la ley viola el tratado se produce
también una violación indirecta del art. 7 de la Constitución. Esta
confrontación es recogida en el art. 73, párrafo primero de la Ley de
Jurisdicción Constitucional, que dispone que es procedente la
acción de inconstitucionalidad cuando alguna ley o disposición
general infrinja el art. 7 párrafo primero de la Constitución, por
oponerse a un tratado o convenio internacional.
235 “La Jurisdicción Constitucional en Costa Rica”. La Jurisdicción Constitucional en
Iberoamérica. Dykyson, SL. Madrid. 1997. Obra Colectiva. pág. 511. Derecho Procesal
Constitucional. Editorial Juriscentro, San José, Costa Rica. 1995, pág. 292 y sigts.
188
IVÁN ESCOBAR FORNOS
5. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD EN PANAMÁ
Esta doctrina ha sido recogida por la Corte Suprema de Justicia.
Sus elementos son los siguientes:
a) Las disposiciones constitucionales como la primera y más
amplia fuente del bloque de constitucionalidad, sobre la cual se
funda la mayoría de los fallos de la Corte Suprema. La Constitución
vigente es la de 1983.
b) La jurisprudencia constitucional de la Corte Suprema. La
misma Corte Suprema de Justicia ha señalado que la doctrina
constitucional sentada por el Pleno de la Corte Suprema de Justicia,
al ser declarada de carácter definitiva y obligatoria por el art. 203
de la Constitución, es un elemento integrante del bloque de
constitucionalidad.
c) La costumbre constitucional. Forma parte del bloque de
constitucionalidad siempre que no sea contra constitutionem, pero
sí puede integrar este bloque la costumbre praeter o secundum
constitutionem.
d) El reglamento de la Asamblea Legislativa. Generalmente se
refiere a la violación del procedimiento previsto para la aprobación
de las leyes, lo mismo que a la función legislativa.
e) La Constitución derogada en 1946. Se refiere a casos de
inconstitucionalidad sobre actos que se dieron y surtieron sus
efectos durante la vigencia de la Constitución derogada.
6. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
EN COLOMBIA
En Colombia algunos autores abordan el tema de bloque de
constitucionalidad.236
236 Gaspar CABALLERO SIERRA y Marcela ANZOLA Gil. Teoría Constitucional. Editorial Temis.
Bogotá, Colombia. 1995, pág. 66 y sigts. También la jurisprudencia se refiere al parámetro de
constitucionalidad (Sentencia 11.11.1993).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
189
Se consideran como parte del bloque de constitucionalidad la
Constitución y su Preámbulo, los principios fundamentales sentados
por la jurisprudencia constitucional y por las leyes, los tratados
internacionales y las leyes orgánicas, aunque sobre estas últimas existe
discusión.
7. NUESTRO BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
No existe ninguna disposición que expresamente lo contemple,
pero puede deducirse del ordenamiento constitucional y, por otra
parte, la jurisprudencia abre una puerta de entrada para formularlo
con amplitud.
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ha
sostenido que el debido proceso es un derecho humano y un elemento
fundamental del Estado de Derecho, y forma con los otros derechos el
bloque de constitucionalidad de la República. Ésta es la primera vez
que ese Alto Tribunal invoca el bloque de constitucionalidad.237
Los elementos de este bloque de constitucionalidad son los
siguientes:
A. LA CONSTITUCIÓN DE 1987 Y SUS REFORMAS
Las disposiciones constitucionales constituyen los principales
elementos del bloque de constitucionalidad, en los que prácticamente
en nuestro país se ha fundado el control de la constitucionalidad.
La Constitución ha sido reformada cinco veces: en 1990, 1995, 2000,
2004 y 2005.
B. LAS LEYES CONSTITUCIONALES
De acuerdo con el art. 184 de la Constitución, son leyes
constitucionales: la Ley Electoral, la Ley de Amparo, y la Ley de
Emergencia. En las leyes de Amparo de 1894, 1911, 1948, 1950 y1974
se concedía el recurso de amparo (lo que es hoy el recurso de
237
S. 3:30 p.m. del 11 de septiembre de 2000. B.J.C., pág. 99.
190
IVÁN ESCOBAR FORNOS
inconstitucionalidad y el de amparo establecidos en forma separada)
por violación de la Constitución y de las leyes constitucionales.
C. LOS CONVENIOS Y DEMÁS DOCUMENTOS INTERNACIONALES SOBRE
DERECHOS HUMANOS
De conformidad con el art. 46 de la Constitución, toda persona
goza de la protección estatal y del reconocimiento de los derechos
inherentes a la persona humana, del irrestricto respeto, promoción y
protección de los derechos humanos y de la plena vigencia de los
derechos consignados: a) En la Declaración Universal de los Derechos
Humanos aprobada el 10 de diciembre de 1948. b) En la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre aprobada en la
Novena Conferencia Internacional Americana en Bogotá en 1948. c) En
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
aprobado el 16 de diciembre de 1966. d) En el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones
Unidas aprobado el 16 de diciembre de 1966. e) En la Convención
Americana sobre Derechos Humanos de la Organización de Estados
Americanos suscrita en San José, Costa Rica, el 22 de noviembre de
1969.
Por otra parte, el art. 71 párrafo 2 de la Constitución dispone que
tienen plena vigencia la Convención Internacional de los Derechos del
Niño y la Niña.
D. EL ESTATUTO Y EL REGLAMENTO DE LA ASAMBLEA NACIONAL
Solamente en la que se refiere al procedimiento de formación de la
ley, que en buena parte aparece en la Constitución.
E. LA LEY DE MUNICIPIOS
La Ley de Municipios regula, entre otros aspectos, la autonomía
municipal, las competencias municipales, las relaciones con el
gobierno central, con los pueblos indígenas, con los poderes del
Estado y la coordinación interinstitucional.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
191
Para su aprobación y reforma se necesita de la mayoría absoluta
de los diputados.238 La reforma debe dirigirse específicamente a
dicha ley y aprobarse por la mayoría señalada y no por otra ley
ordinaria, la cual sería inconstitucional por violar el art. 177 de la
Constitución.
Es una ley especial por razón de la materia, y para su
aprobación y reforma necesita una mayoría calificada.
F. LA LEY DE AUTONOMÍA DE LA COSTA ATLÁNTICA
De conformidad con el art. 181 de la Constitución, una ley
especial organizará el régimen de autonomía de la Costa Atlántica,
la cual debe contener, entre otras normas, la atribución de los
órganos de gobierno, su relación con los poderes Ejecutivo y
Legislativo y con los municipios, y el ejercicio de sus derechos.
Para su aprobación y reforma se requiere de la mayoría y
trámites establecidos para la reforma a las leyes constitucionales.
También la reforma tiene que hacerse directamente a dicha ley, y
aprobarse por la mayoría especial indicada y no por otra ley
ordinaria, la cual sería inconstitucional por violar el citado art. 181.
Es una ley especial por razón de la materia, los procedimientos
para su aprobación y reforma y por la mayoría calificada.
G. LA CONSTITUCIÓN DEROGADA
Se puede invocar como norma o normas violadas las consagrada
en la Constitución derogada, cuando se refiere a actos violatorios
de dichas normas en el momento en que se encontraba vigente, en
virtud de la ultractividad de la misma.
La Constitución de 1974 no fue derogada por la vigente
Constitución de 1987, pues sucumbió con la Revolución Sandinista.
No obstante, tiene ultractividad en los términos indicados.
238
Art. 177 de la Constitución.
CAPÍTULO XII
INCONSTITUCIONALIDAD POR OMISIÓN
1. EL SILENCIO EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL
La Constitución puede callar, dejando un vacío para solucionar un
caso o situación. Este silencio puede ser prohibitivo o permisivo de
lo callado. Por ejemplo: las Constituciones de 1893 (art. 82.22), 1905
(art. 36.19) y 1911 (art. 85.8) confirieron expresamente al Congreso
la facultad de modificar los tratados, pero las Constituciones de
1939 (art. 164.9), 1948 (art. 133.7), 1950 (art. 148.8) y 1987 (art.
138.12) no atribuyen al Congreso la facultad de la modificación,
silencio que no constituye un olvido involuntario, sino una
prohibición de dicha modificación; cuando la Constitución señala
simplemente un plazo para el ejercicio de la Presidencia de la
República y guarda silencio sobre la reelección, significa que la
permite; si el art. 26 de la Constitución Política permite revisar los
registros que lleva el Estado sin referirse a los que llevan los
particulares, significa que también se puede regular el habeas data
en contra de los particulares.
Para determinar si procede la prohibición o la permisión es
preciso tener en cuenta el contexto de la Constitución, sus
principios y valores. Por ejemplo: la ausencia de la prohibición de
la esclavitud, proscrita en las Constituciones de 1824, 1826 y 1838,
en las posteriores constituciones no significa su restablecimiento,
pues no lo permiten la consagración de los principios de libertad e
igualdad.239
239 Todavía se venden y compran personas y hasta se descuartizan para extraer sus
órganos, se encuentran bajo la esclavitud laboral, sexual y de otra índole unos veintisiete
millones de personas de diferentes regiones y países, por lo que podría ser útil volver a la
prohibición de la esclavitud en las constituciones para que el mundo tenga presente esta
atrocidad y la combata.
193
194
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El art. 23 de la Constitución expresa que en Nicaragua no existe
la pena de muerte. Si se suprime esta disposición, igualmente no
sería permitida por el art. 39 de la Constitución, que establece que
el sistema penitenciario es para transformar al interno y
reintegrarlo a la sociedad, lo que implica un rechazo a la pena de
muerte. En el caso del habeas data, se permite contra los particulares
en virtud del derecho a la privacidad, el honor y la reputación
regulados en el art. 26 de la Constitución, con lo que se le da vida al
principio de amplitud y expansión de los Derechos Humanos.
Pero aquí no terminan los silencios constitucionales, por lo que
cito otros:
a) En el supuesto de que el Presidente de la República no
promulgue ni publique el proyecto de reforma a la Constitución o a
las leyes constitucionales, lo mismo cuando no sancione,
promulgue y publique las leyes en un plazo de quince días, el
Presidente de la Asamblea Legislativa mandará a que se publique,
de acuerdo con el art. 141 inc. 10 de la Constitución.
b) Los tratados internacionales a que se refiere el art. 138 inc. 12
de la Constitución en su texto original deben ser aprobados dentro
del plazo no mayor de sesenta días a partir de su presentación. Si se
vence el plazo sin ser aprobados o rechazados, se tendrán por
aprobados. Es un silencio que implica aprobación o aceptación.
Pero en la última reforma constitucional publicada en La Gaceta
No. 132, del 7 de julio de 2004, en la Asamblea Nacional ya no se le
señala dicho plazo para la aprobación o rechazo.
c) La falta de presentación por el diputado de la declaración de
sus bienes ante la Contraloría General de la República acarrea la
pérdida de su función, de acuerdo con el art. 138 inc. 10 de la
Constitución.
d) El abandono del diputado de sus funciones parlamentarias
durante sesenta días continuos, sin causa justificada, acarrea la
pérdida de su función, de acuerdo con el art. 138 inc 10 de la
Constitución.
e) El derecho al veto se pierde si el Presidente deja pasar quince
días luego de recibida la ley sin hacer uso de él, de acuerdo con el
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
195
art. 142 de la Constitución. Se interpreta como una aceptación tácita
de la ley.
f) El art. 39 de la Ley de Amparo vigente, de rango
constitucional, establece que la falta del informe del funcionario
recurrido presume de ser cierto el acto reclamado.
En un voto disidente sobre una sentencia dictada por la Sala de
lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (Distribuidora
Nicaragüense de Petróleo, S. A. vs. Alcaldía de Bluefields) he
sostenido que esa presunción admite prueba en contrario. Este voto
disidente se ha convertido en sentencia suscrita por unanimidad en
varios casos posteriores. Transcribo a continuación las partes
pertinentes de dicho voto:
“El art. 39 Ley de Amparo vigente establece: “Recibidos los
autos por la Corte Suprema, con o sin el informe, dará al Amparo el
curso que corresponda. La falta de informe establece la
presunción de ser cierto el acto reclamado”. Es evidente que esta
norma establece una presunción simplemente legal que admite
prueba en contrario, pues no se enmarca dentro de ninguna de las
tres hipótesis del art. 1383 del Código de Procedimiento Civil para
considerarla una presunción de Derecho. El hecho conocido es la
falta de informe del funcionario recurrido, el hecho desconocido
que se da por probado es la ocurrencia de los actos de los que
reclama el recurrente, pues la frase “ser cierto el acto reclamado”
debe rectamente interpretarse como “ser ciertos los hechos
aducidos por el recurrente”. Sin embargo, una cosa es dar por
probado que se realizaron determinados actos, y otra muy distinta
dar por probado que esos actos constituyen una violación a
derechos y garantías constitucionales y que hayan causado
agravios al recurrente, pues ello lo debe deducir la Sala del
contenido de los autos (del escrito de interposición del recurso, y de
las probanzas aportadas por el recurrente).
Si se amparara de forma automática al recurrente simplemente
ante la falta de informe del funcionario recurrido, desde el punto
de vista estrictamente jurídico, la Sala correría el riesgo de conceder
un absurdo (por ejemplo, admitir que al recurrente se le conceda
196
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Cédula de Identidad como miembro de otro sexo), o de emitir un
fallo violatorio de la legalidad (como en el caso de autos, admitir
que se le conceda al recurrente una exención fiscal a la que no tiene
derecho). Desde el punto de vista político (estatal), podría
perjudicarse gravemente al Estado simplemente por la negligencia,
omisión, incapacidad o mala fe del funcionario recurrido (quien
podría incluso estar coludido con el recurrente). Por ello, considero
que la Sala no puede dejar de juzgar el recurso sobre la base de lo
argumentado y probado en autos y a la luz de las disposiciones
constitucionales y legales pertinentes, siendo la presunción de ser
ciertos los hechos aducidos por el recurrido tan sólo uno de los
elementos a considerar para dictar fallo.”
El silencio de la Constitución se puede llenar por medio de la
analogía y la aplicación de los principios constitucionales. Puede
provocar un silencio la contradicción de dos disposiciones
constitucionales que no pueden armonizarse.
Uno de los silencios históricos de fundamental importancia fue
llenado por la jurisprudencia de la Suprema Corte de los Estados
Unidos al crear, en el caso Madison vs. Marbury, en 1803, bajo la
inspiración del famoso juez John Marshall, el control de la
constitucionalidad de las leyes.
En Argentina, el artículo 43 de la Constitución, reformada en
1994, concede amparo en forma amplia por los actos y omisiones de
las autoridades o de los particulares en virtud de la violación de los
derechos y garantías consignados en la Constitución, en un tratado
o en una ley.
Su antecedente lo encontramos en el caso Siri. En 1957 la Corte
Suprema argentina había concedido el amparo contra actos de
autoridad sin que este recurso estuviere regulado en ninguna ley,
aunque se podía deducir de la Constitución. Es una creación
jurisprudencial, tanto este caso como el caso Kot. En ambas
sentencias, como no existía regulación del amparo, la Corte
Suprema se aprovechó del procedimiento del habeas corpus para
darle vida al amparo, y así continuó admitiendo los recursos de
amparo hasta las reformas posteriores que lo consagran. La mayor
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
197
parte de la doctrina también apoya este sistema.240 En el caso
Samuel Kot, S.R.L. la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
sentencia del 5 de septiembre de 1958 admitió el amparo contra
actos de particulares con el fin de hacer respetar la libertad frente a
una sociedad donde aparecen fuertes grupos de poder que se
enfrentan no sólo contra el Estado, sino también contra los
particulares. Se trataba de un conflicto entre la sociedad patronal
que pedía la desocupación del local por los trabajadores. Se admitió
el amparo interpuesto por la patronal a fin de proteger la
propiedad y el derecho a trabajar241.
La República Dominicana no tiene regulado el amparo en su
legislación interna, pero se aplica el Pacto de San José por haber
sido aprobado por el Congreso, y el art. 29 de la Ley de
Organización Judicial dispone que la Suprema Corte de Justicia
tiene competencia para determinar el procedimiento judicial que
deberá observarse en los casos ocurrentes, cuando no esté
establecido en la ley, o resolver cualquier punto para que tal
procedimiento sea necesario. La Suprema Corte de Justicia, por
sentencia del 24 de febrero de 1999, adopta el amparo consagrado
en el art. 25, numeral 1) del Pacto de San José, incorporado por ley
al Derecho dominicano. Pero como lógicamente no existía
procedimiento para el amparo, dicha Corte, fundamentándose en el
citado art. 29, atribuyó competencia para su conocimiento y diseñó
el procedimiento a observar en este recurso. En resumen, es una
sentencia creativa.
240 Adolfo Amadeo Rivas. El Amparo. Buenos Aires. Ediciones la Rocca, 1990, pàg. 359 y
sigts. Adolfo GABINO ZIULU. Derecho Constitucional, Depalma T. II., pág. 37. Roberto Dromi y
Eduardo MENEM. La Constitución Reformada. Buenos Aires, Ediciones Ciudad Argentina, 1994,
pág. 158 y sigts. Germán J. BIDART CAMPOS. Tratado Elemental de Derecho Constitucional, T. I.,
pág. 708 y sigts. Buenos Aires, Ediar 1994.
241 La Corte Suprema expresa: “Nada hay en la letra ni en el espíritu de la Constitución
que permita sostener que la protección de los derechos humanos se circunscriba a los ataques
que provengan de la autoridad solamente. Hay ahora una categoría de sujetos que sólo
raramente conocieron los siglos anteriores: los consorcios, las asociaciones profesionales, las
grandes empresas que acumulan un enorme poderío material y económico. Y no es discutible
que estos entes colectivos representen una fuerte amenaza contra los individuos y sus
derechos fundamentales”.
198
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Con la aparición del control de la constitucionalidad de las leyes, la
creatividad de los tribunales que ejercen esta jurisdicción, se facilita
adecuar la Constitución a las realidades actuales, lo mismo que
integrarla.
2. CONCEPTO DE INCONSTITUCIONALIDAD
POR OMISIÓN
No se trata de un silencio de la Constitución, por el contrario,
ésta se expresa claramente en forma de mandato para que los
órganos normativos la desarrollen y pueda aplicarse. No existe
ausencia de norma constitucional como se explica en el apartado
anterior; por el contrario, existen normas constitucionales que
deben hacerse efectivas. Una cosa es la omisión por faltar la norma
constitucional y otra la ausencia o falta de norma ordinaria que
desarrolle la disposición constitucional, lo cual da pie a la
inconstitucionalidad por omisión.
La omisión tampoco es un simple silencio, es la violación de una
obligación de hacer, impuesta por un deber constitucional. En otras
palabras, para no incurrir en una omisión inconstitucional hay que
hacer, actuar, lo que la cláusula constitucional dispone.
En términos concretos, la omisión constitucional es la no
expedición del decreto, orden, acto o ley que la Constitución
ordena dictar, en virtud de lo cual esta resulta violada.
La aplicación de esta institución se funda en las razones
siguientes:
a) La Constitución es una norma jurídica, cuya máxima sanción
es la nulidad de lo que se le oponga. A la que se le pueden añadir
otras: sanciones de daños y perjuicios, delitos, etc.
b) Es una ley superior cuya aplicación no puede quedar al
arbitrio del Estado y de los particulares, portadora de la voluntad
del Constituyente de que sea cumplida y desarrollada.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
199
c) Tiene una función transformadora de la sociedad en busca de
la igualdad real, lo que obliga al Estado a superar los obstáculos
que la impiden, mediante la formulación y cumplimiento de los
programas sociales.
d) Existen normas constitucionales que encierran un mandato
para que sean desarrollados.
e) Existe un deber constitucional de cumplir las normas
constitucionales y uno de sus medios es la denuncia de violación
por omisión.
f) Ciertos derechos constitucionales quedan desprotegidos o
violados por no cumplir el legislador el deber de legislar sobre
ellos.
Pero existe una fuerte oposición contra esta institución y se
esgrimen los argumentos siguientes:
a) En los países donde no está regulada, se oponen a su
aplicación, precisamente, su falta de regulación; pero la
jurisprudencia, ante la necesidad práctica de incorporarla, la ha
aceptado aplicando por analogía procedimientos ya establecidos
(exhibición personal, amparo) o dictando las sentencias aditivas,
normativas y apelativas.242
b) Los que niegan valor normativo a la Constitución, no pueden
aceptar esta institución, pues no puede surgir un deber
constitucional del desarrollo del articulado de la Constitución.
Además, existen normas programáticas que exigen desarrollo
legislativo para su aplicación. Pero esta razón no puede ser
aceptada en la actualidad, y no es obstáculo para la aplicación de la
institución.
c) El Poder Legislativo tiene amplias facultades y libertades para
formar sus leyes de acuerdo con los principios de oportunidad,
conveniencia y concretización de los preceptos constitucionales de
acuerdo con los valores, principios y opiniones políticas de una
sociedad plural; pero tal potestad no debe servir de pretexto para dejar
242 Cfr. Víctor Bazán. “Repasando Algunas Alternativas Procesales para Superar la
Mediatización de las Cláusulas Constitucionales y de Aquellas que Ostentan Idéntica
Jerarquía”. Garantías y Procesos Constitucionales. Obra Colectiva dirigida por Néstor Pedro
Sagües. Ediciones Jurídicas Cuyos. Mendoza. Argentina. 2003, pág. 311 y sigts.
200
IVÁN ESCOBAR FORNOS
muertos por inanición muchos principios y mandatos constitucionales
que requieren y exigen desarrollo, negando de esta manera la
aplicación de esta institución.243
d) La división de poderes es otro impedimento para el
funcionamiento de esta institución, porque se considera que se viola al
intervenir la justicia constitucional en la aprobación de las leyes; pero
si aceptamos que el tribunal constitucional se limite a recomendar al
Poder Legislativo la aprobación de las leyes que exigen el mandato
constitucional y soluciona el caso concreto, podemos ver en ella un
sistema de control y no de intervención, como se da en el amparo y en
el recurso por inconstitucionalidad de las leyes.
e) La jurisdicción constitucional podría con esta figura bombardear
al Parlamento con recomendaciones legislativas que ya no son
aceptables en la sociedad o que recargan al Estado de obligaciones
económicas y sociales fuera de su capacidad. Para evitar este mal, los
tribunales constitucionales deben actuar con prudencia.
f) El carácter de legislador negativo que tiene el tribunal
constitucional impide el funcionamiento práctico de la institución;
pero en la realidad las cosas han cambiado, los tribunales
constitucionales también han asumido funciones de formación
normativa, como de legislador positivo, rebasando el concepto
kelseniano.
3. SISTEMAS DE CONTROL DE LA OMISIÓN
Existen dos corrientes doctrinales y legislativas en relación con el
control de la omisión, una amplia y la otra restrictiva.
En virtud del concepto amplio se permite controlar la omisión
proveniente de todos los poderes del Estado, derivado de la
obligación constitucional de actuar o reglamentar la Constitución.
243 Existen situaciones que bloquean al tribunal constitucional a suplantar al legislador:
retrasos justificados (consultas, cabildos abiertos, etc.), negociaciones políticas de los actores
sociales sobre el tema de la ley, una opinión pública contraria al proyecto de la ley,
inoportunidad para dictarla, omisiones intencionadas del legislador que ya escogió una opción
política, y los límites de la analogía.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
201
Los partidarios de la posición restrictiva consideran que la omisión
violatoria de la Constitución debe concretarse a la falta de la
promulgación de la ley por parte del Poder Legislativo, obligado
por mandato expreso. Su origen y justificación la vinculan al
surgimiento del Estado Social de Derecho, cuyas constituciones
consagran los derechos económicos, sociales y culturales.
Existen tres sistemas de control de la omisión inconstitucional: el
judicial, el administrativo y el legislativo. Por claridad, es
conveniente advertir que son sistemas de control del Poder Judicial,
la Administración (principalmente el Poder Ejecutivo como gran
administrador) y el Poder Legislativo por omisiones inconstitucionales. Estos tres sistemas son seguidos por nuestro ordenamiento constitucional y jurídico. Por tal razón, trataremos
brevemente de cada uno de ellos.
A. EL SISTEMA JUDICIAL
Tanto la Constitución244 como la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre245 y la Convención Americana de
Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos246,
ambos con rango constitucional, garantizan un proceso o
juzgamiento sin dilaciones. Para tal efecto, la Constitución,247 los
Códigos y las leyes procesales establecen los plazos dentro de los
cuales deben dictarse las sentencias.
Las personas tienen derecho a un juicio sin dilaciones indebidas.
Es un derecho que se aplica a todo proceso. La retardación de
justicia es uno de los males que ataca con mayor fuerza la
administración de justicia en muchos países y es difícil de
combatir.248
Art. 34 inc. 2 de la Constitución.
Art. XXV.
246 Art. 8.
247 Art. 34 inc. 8 de la Constitución.
248 En Nicaragua se calculaba en 2003 que existían 156,000 casos pendientes que deben
resolverse de acuerdo con el derogado Código de Instrucción Criminal, y en lo civil se
presentaba una morosidad no menor de 200,000 casos por resolver en forma definitiva.
244
245
202
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Son muchos los factores que contribuyen a la retardación de
justicia: el juicio escrito, las crisis procesales (excepciones dilatorias,
incidentes de previo pronunciamiento, etc.), pocos jueces y muchos
litigios, lentitud de los jueces, falta de organización, falta de
comodidad para trabajar, procedimientos complicados, y las
instancias y recursos, entre otros.
Se recomienda el juicio oral por su rapidez, inmediación y otras
ventajas para superar la lentitud. No obstante, es caro y en nuestro
país nunca se había regulado, por lo que no tenemos experiencia en
su manejo. El juicio oral está en prueba con el reciente Código
Procesal Penal.
La mora judicial al no fallar en el tiempo señalado por la ley o
atrasar el juicio, conlleva una violación de la Constitución por
omisión.
El art. 98 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que la
sentencia definitiva debe dictarse dentro de treinta días de
encontrarse el proceso en estado de fallo, salvo los casos en que las
leyes señalen otro plazo menor. Las sanciones que se impondrían a
los jueces y tribunales son las siguientes: la primera vez es una
amonestación; la segunda, la suspensión de un año sin goce de
salario; por tercera vez, la destitución. Este artículo está
reglamentado y se establece un juicio sumario para conocer de las
sanciones, que son impuestas por el superior jerárquico, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles en que pueden incurrir los
judiciales omisos.
Además, las partes pueden interponer el recurso de retardación
de justicia, regulado en los arts. 2103 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
Es preciso advertir que dentro de los juicios es posible declarar
la inconstitucionalidad por omisión legislativa en cualquier
instancia, y en casación con fundamento en la causal primera de
fondo, específica para la violación de la Constitución.
La Procuraduría de Derechos Humanos también tiene una
potestad de control de la retardación de justicia. No son pocas las
quejas que ha presentado contra los jueces y contra la misma Corte
Suprema de Justicia.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
203
B. EL SISTEMA ADMINISTRATIVO
En el art. 188 de la Constitución se consagra el amparo en contra
de toda disposición, acto o regulación, y, en general, en contra de
toda acción u omisión de cualquier funcionario autoridad o agente
de los mismos que viole o trate de violar los derechos y garantías
consagrados en la Constitución.
Éste es un recurso extraordinario que se interpone ante la Sala
de lo Civil del Tribunal de Apelaciones correspondiente, pero se
falla por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia.
Afecta a todos los poderes, siempre que no se refiera a leyes,
sentencias judiciales o materia electoral.
Se puede, por ejemplo, recurrir de amparo porque la autoridad
correspondiente no le otorga un pasaporte o licencia a una
persona; recurrir de amparo para obligar a la Asamblea Nacional a
nombrar a los magistrados de la Corte Suprema cuando no lo
hicieren en tiempo (los que debían ser nombrados en 2002
esperaron casi un año). La sentencia, de acuerdo con el citado art.
46, obligaría a la Asamblea Legislativa a nombrarlos.
La Asamblea Legislativa también nombra a otros funcionarios, y
en tales casos también cabe el amparo por omisión. En todos los
casos, establezca o no plazo la Constitución para el nombramiento
de un funcionario, y cuando no se haya hecho el nombramiento,
cabe el recurso de amparo.
También se puede interponer el habeas corpus para salir de la
cárcel por detención ilegal; lo mismo que hacer uso del habeas data
sirviéndose del amparo para ser eliminado del archivo de la Policía
porque no ha cometido delito.
Se puede hacer uso del amparo para emplazar al Presidente, con
el fin de que en el plazo no mayor de sesenta días, que le otorga el
art. 150 inc. 10 de la Constitución, reglamente la ley. Si el Ejecutivo
no la reglamenta en ese plazo, hará la reglamentación la Asamblea
Legislativa de acuerdo con el art. 141, párr. 9 de la Constitución. En
este último caso no señala plazo para su aprobación, pero por
analogía debe entenderse que debe hacerlo dentro de otros sesenta
204
IVÁN ESCOBAR FORNOS
días. Si el Legislativo no lo hace, se puede recurrir por omisión
inconstitucional haciendo uso del amparo.
Por omisión se pueden violar los derechos constitucionales, para
lo cual la ley otorga los mencionados recursos contra la autoridad
violadora.
C. EL SISTEMA LEGISLATIVO
En la Ciencia Constitucional clásica no existía preocupación por
el fenómeno de la inconstitucionalidad por omisión de las leyes. La
Constitución tenía un valor programático, sus normas no tenían
carácter jurídico, y se aplicaban cuando el legislador decidía por
cuestiones de oportunidad y de conveniencia desarrollarlas.
Este criterio ha cambiado, la Constitución es una norma jurídica
obligatoria para el Estado y los particulares, la cual debe
cumplirse ante las acciones y omisiones que la violen. La
Constitución debe adecuarse a los tiempos a través de la
interpretación y las leyes que dicte el Poder Legislativo,
particularmente sobre los derechos humanos en sus tres
generaciones.
El Estado Social de Derecho le ha dado mucho impulso a esta
institución, sobre la base de los derechos culturales, económicos y
sociales. La omisión del Estado, incluyendo la legislativa, es el peor
enemigo de estos derechos. Por tal razón, en este tipo de Estado se
acepta la violación constitucional por omisión.
El primer antecedente constitucional lo encontramos en los
países tras la Cortina de Hierro. El art. 377 de la Constitución de la
ex Yugoslavia expresa: “Si el Tribunal de Garantías Constitucionales de Yugoslavia constatare que un órgano competente no
hubiere dictado las normas necesarias para la ejecución de las
disposiciones de esta Constitución, de las leyes federales y de otras
prescripciones y actos generales, estando obligado a dictarlas, dará
conocimiento de ello a la Asamblea de la República Socialista
Federativa de Yugoslavia”.
La labor del Tribunal de Garantías Constitucionales era, pues,
de carácter informativo y de recomendación sin fuerza coactiva,
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
205
pero la disposición es amplia en cuanto a la ejecución de la
Constitución, leyes y prescripciones y a las autoridades que abarca.
Después la figura se regula en Portugal y pasa a otros países
como veremos más adelante.
4. IMPORTANCIA DE LA INSTITUCIÓN
La Constitución es la ley superior del ordenamiento jurídico, y
debe cumplirse por todos los poderes y órganos estatales y por los
particulares.
Se puede incumplir (violar) por acciones u omisiones que,
lógicamente, serían inconstitucionales. En nuestros países no son
pocas las violaciones por omisión, pues los gobiernos generalmente
callan y entran a la inacción ante los problemas económicos,
políticos, jurídicos y sociales.
Para que el cumplimiento de la Constitución sea completo y no
existan burlas en contra de ella, es preciso aplicar los recursos o
juicios existentes o crear los adecuados para defender la
Constitución contra las violaciones por omisión.
Ya hemos visto que a través del amparo y en los juicios comunes
existe un control por omisión. Pero nuestro sistema no fue
formulado para controlar la omisión de las leyes, por el respeto a la
teoría de la división de poderes.
La justicia constitucional nicaragüense tiene cuatro retos
fundamentales: regular la acción de inconstitucionalidad por
omisión de leyes, reglamentar el habeas data, reglamentar los
conflictos de competencia y constitucionalidad entre los poderes
del Estado y poner a funcionar la causal primera de la casación civil
en el fondo, que autoriza recurrir por violación directa o indirecta
de la Constitución.
5. REQUISITOS DE PROCEDENCIA
Tres son los requisitos que se exigen para que proceda al recurso
de inconstitucionalidad por omisión: a) Que la norma constitucional exija la aprobación de la ley y no la deje a discreción del
legislador. b) Que exista mora de la Asamblea Legislativa porque se
206
IVÁN ESCOBAR FORNOS
venció el plazo establecido en la Constitución o que haya
transcurrido un tiempo prudencial que amerite declarar la mora. c)
Legitimación activa del recurrente.
A. PRIMER REQUISITO
En el sistema democrático, el Poder Legislativo es el encargado de
dictar, reformar y derogar las leyes, de acuerdo con los criterios de
conveniencia y oportunidad. En otras palabras, la conveniencia, la
oportunidad, su eficacia económica o social son cuestiones políticas de
la exclusiva apreciación de la Asamblea Legislativa y no justiciables,
están fuera de la jurisdicción constitucional.
Por otra parte, la Asamblea Nacional no es una máquina
permanente de hacer leyes, lo cual nos llevaría a un sistema legal
inflacionario que provocaría graves males: complicación y atraso en la
administración de justicia, la seguridad jurídica se afecta porque
muchas veces no se sabe cuáles son las leyes vigentes, es difícil para el
pueblo saber a que atenerse en materia legal, la libertad se deteriora
porque las leyes en alguna forma limitan la libertad;249 igualmente, es
posible que no existan los recursos económicos para la aplicación
eficaz de la ley, etc.
Sin embargo, esta libertad de la Asamblea Legislativa está limitada
por los mandatos constitucionales. En el Estado Constitucional,
principalmente en el Constitucional de Derecho Social, no se puede
permitir que la Constitución no se desarrolle y cumpla con sus fines,
valores y principios. La Constitución es una norma que debe
cumplirse, que el legislador debe desarrollar. Esa es la voluntad del
Constituyente. Es obligación del legislador mantener una legislación
clara, actualizada y suficiente, aunque no inflacionaria.
El legislador está obligado a desarrollar los mandatos
constitucionales que por su propia naturaleza lo requieran, pero no
todos de manera inmediata o en el corto plazo, salvo que la
Constitución le exija expresamente que dicte una ley y no deje a su
249 Se ha dicho, con razón, que las dictaduras se distinguen porque en ellas todas las
actividades de las personas son objeto de leyes, hasta en los detalles más insignificantes.
Nuestro sistema jurídico es inflacionario.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
207
discreción. Debemos advertir que si el mandato constitucional
contiene un derecho ejercitable inmediatamente, sin necesidad de
regulación por ley ordinaria, no estamos en presencia de la
inconstitucio-nalidad por omisión. La norma constitucional que da
lugar a la inconstitucionalidad por omisión es la que requiere la
intervención del legislador para lograr su eficacia, intervención que
es obligatoria y que se traduce en la aprobación de la ley.
B. SEGUNDO REQUISITO
La mora legislativa, o sea, el surgimiento de la obligación de
iniciar el procedimiento de la ley que exige el mandato
constitucional, comienza a operar de la manera siguiente:
a) Si se ha establecido plazo en la cláusula constitucional que
obliga al legislador a dictar la ley dentro de dicho plazo, la mora
inicia con el simple vencimiento del plazo, sin ningún
requerimiento previo a la Asamblea Legislativa. Si el plazo es para
que inicie el procedimiento legislativo, también el simple
vencimiento del plazo hace las veces de requerimiento al
Legislativo para que lo inicie y apruebe la ley. No es común señalar
constitucionalmente un plazo para que se apruebe la ley.
Existen algunos ejemplos en el Derecho comparado: El art. 117.1
de la Constitución de Alemania, el art. 22 de la Constitución de la
provincia de Río Negro (Argentina), que señala varios plazos para
que el legislador adopte ciertas normas, el art. 39 de la Constitución
federal argentina que ordenaba aprobar la normativa
reglamentaria de la iniciativa popular de leyes dentro de los
dieciocho meses de entrada en vigor la reforma de 1994 de la
Constitución.250
250 La reforma constitucional de 1995 en una de sus disposiciones transitorias disponía que
el Presidente de la República debía enviar, en un plazo no mayor de noventa días de que
hubieran entrado en vigencia las reformas, la Ley de Organización, Competencia y
Procedimientos Estatales, a la Asamblea Legislativa para su aprobación. El plazo para el
Presidente era expreso y perentorio, y debemos entender por la premura del caso, que la
Asamblea Legislativa al recibir dicha ley ya estaba obligada a iniciar el procedimiento de
aprobación y concluirlo lo antes posible. Sin embargo, se promulgó el 27 de mayo de 1998, y se
publicó en La Gaceta No. 102 del 3 de junio de 1998.
208
IVÁN ESCOBAR FORNOS
b) Si no existe plazo para aprobar o principiar la ley, debe
transcurrir un plazo prudencial251 para que entre en mora el
Legislativo, de acuerdo con las circunstancias y exigencias del
momento. El destacado constitucionalista español José Julio Fernández
Rodríguez opina que la inactividad legislativa debe ser excesivamente
prolongada pero admite modulaciones. Expresa: “En segundo lugar,
la inactividad debe conectarse a un período excesivamente
prolongado. Aquí se encuentra la gran relatividad de la institución y la
necesidad de un proceder casuístico que analice individualmente las
circunstancias de cada supuesto, lo cual puede traducirse en diferentes
posiciones en función del caso, aunque en apariencia haya similitud
desde el punto de vista técnico. “Durante un tiempo excesivamente
largo” es una expresión que permite modulaciones, que puede
entenderse como un tiempo irrazonablemente largo y que, a priori,
carece de concreción, por lo que queda en manos del órgano
competente determinar si ha transcurrido o no este tiempo teniendo
presente las diversas circunstancias que existan, circunstancias de
variada naturaleza.”252
Si la ley se encuentra en trámites y ha transcurrido el tiempo
prudencial y existe el momento oportuno para aprobarla, procede el
recurso por omisión inconstitucional.
C. TERCER REQUISITO
Están legitimadas activamente por ejercer esta acción todas
aquellas personas perjudicadas por la omisión legislativa
inconstitucional. Debe ser abierta a los sujetos individuales y
colectivos, lo mismo que concederse acción popular. La legitimación
pasiva reside en la Asamblea Legislativa, la cual por su inactividad
viola la Constitución. Se dirige el recurso contra su Presidente.
251 La mayoría de los autores sostienen que la inconstitucionalidad no se produce
inmediatamente después de promulgada la Constitución, sino después del transcurso de un
tiempo reprochable al legislador.
252 “Aproximación al Concepto de Inconstitucionalidad por Omisión”. En Busca de las
Normas Ausentes. Obra colectiva dirigida por Miguel Carbonell. UNAM. México. 2003, pág.
33.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
209
6. OMISIÓN TOTAL Y OMISIÓN PARCIAL
La omisión constitucional puede ser total (absoluta) o parcial
(relativa)253. Es total cuando no se aprueba la ley que debe
desarrollar la cláusula constitucional. Es parcial cuando se aprueba
la ley, pero se omiten algunos aspectos, instituciones, casos o
situaciones. Ejemplos de leyes que faltan en forma absoluta:
proyecto de ley que impida que los medios de comunicación social
sean sometidos a intereses extranjeros o al monopolio económico
de algún grupo,254 proyecto de ley que regule la unión de hecho de
la pareja255. Ejemplos de omisiones parciales: falta de la regulación
de la participación popular en la organización de los tribunales que
administran justicia256 en la Ley Orgánica del Poder Judicial, falta
de regulación del habeas data en la Ley de Amparo.
La omisión parcial o relativa también puede darse cuando se
otorga un derecho, pero se omite a ciertos grupos que deben gozar
del mismo,257 violándose el derecho de igualdad.
7. OMISIONES QUE AFECTAN LOS DERECHOS HUMANOS
Y LAS QUE NO LOS AFECTAN
Esta distinción tiene su origen en el diferente contenido de las
normas constitucionales, las cuales fundamentalmente organizan el
Estado y consagran los derechos humanos. De aquí la distinción
entre las partes orgánica y dogmática de la Constitución.
La distinción tiene como finalidad destacar la importancia que
debe dársele a los derechos humanos y el papel activo que deben
jugar los jueces y tribunales de la jurisdicción constitucional y todos
253 La distinción entre omisión absoluta y relativa (la que vulnera el principio de igualdad)
tiene su origen en un artículo que Wessel, jurista alemán y magistrado del Tribunal
Constitucional, publicó sobre el amparo. Esta distinción ha sido atacada por varios autores,
pero defendida por Fernández Rodríguez por ser útil. Además, le concede autonomía a la
relativa. (Cfr. “Aproximación al Concepto de Inconstitucionalidad por Omisión”. En Busca de
las Normas Ausentes. Ob. cit, pág. 59).
254 Art. 68 inc. 3 de la Constitución.
255 Art. 72 de la Constitución.
256 Art. 166 de la Constitución.
257 La doctrina y la jurisprudencia contemplan muchos casos de este tipo de omisión.
210
IVÁN ESCOBAR FORNOS
los aplicadores de la Constitución en su defensa, aun en el caso de
vacíos y omisiones.
Sin los derechos humanos y el cumplimiento de los mismos no
existe democracia. No debemos olvidar que el estudio e
interpretación de los mismos es una especialidad muy importante.
8. OMISIÓN FORMAL Y OMISIÓN MATERIAL
Según Fernández Rodríguez, existe otra distinción entre omisión
formal y material, vinculada con la distinción entre la omisión
absoluta y la relativa. La omisión absoluta formal se produce
cuando el legislador adopta una inactividad total o parcial ante
disposiciones que necesitan regulación. Agrega que las omisiones
absolutas o totales son formales; en cambio, en las omisiones
parciales es necesario distinguir: las que violan el principio de
igualdad, que son de carácter material, y las que desarrollan en
forma incompleta una norma constitucional, que son formales.258
9. LOS DERECHOS SOCIALES Y LA OMISIÓN
Los derechos en el Estado Constitucional burgués fueron
consagrados junto con sus garantías para asegurar su
cumplimiento. Entre otras garantías, estableció las siguientes: un
Estado mínimo, abstencionista, los recursos de habeas corpus, el
amparo, la inconstitucionalidad de la ley, el libre mercado para el
juego de la libertad de empresa, del comercio y el ejercicio del
derecho de propiedad.
Posteriormente, en el Estado Social de Derecho se incorporaron
a la Constitución los derechos sociales de la segunda y tercera
generaciones, pero los instrumentos legales para defenderlos del
Estado burgués no eran adecuados para ello y no se establecieron
otros. Pero este nuevo tipo de Estado es grande, poderoso,
intervencionista. El Estado y su Constitución promueven el
258 “Aproximación al Concepto de Inconstitucionalidad por Omisión”. En Busca de las
Normas Ausentes. Ob. Cit., pág. 60.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
211
desarrollo y aplicación de derechos humanos. Pero actualmente
están en crisis.259
Este vacío de garantías se vuelve evidente en la justicia
constitucional, que ha hecho grandes esfuerzos para el desarrollo
económico, cultural y político de la sociedad, provocando en
muchos casos verdaderas revoluciones en materia social.
Mucho se ha discutido sobre la naturaleza jurídica de los derechos
prestacionales, a saber:
a) Algunos autores como Burdeau, le niegan fortaleza jurídica y
los conciben como pretensiones frente a la sociedad para exigirle al
Estado prestaciones a fin de desarrollar la personalidad.
b) Otros los consideran como derechos cívicos exigibles al
Estado, el cual tiene que realizar acciones positivas frente a ellos.
c) Los derechos prestacionales se derivan del Estado Social de
Derecho. Forman parte de su propia estructura y finalidad para
hacer una sociedad más justa con base en la promoción de la
igualdad real. En consecuencia, son verdaderos derechos y
principios constitucionales.
d) Son normas programáticas que tienen cumplimiento cuando
el Estado tiene recursos y el legislador las desarrolla, por lo que no
pueden ser exigidos por el recurso de amparo. No son derechos
subjetivos porque no son tutelados judicialmente. Son directrices
de las que no puede desviarse el legislador, pero no tienen efectos
jurídicos concretos en el supuesto de que no sean cumplidos.
259 Gregorio Peces-Barba Martínez señala cuatro generaciones de los derechos humanos:
los de la primera generación son los individuales y civiles, generales y universales, son los
derechos del hombre; los de la segunda generación son los derechos políticos, en un principio
limitados y ahora extendidos a todos los ciudadanos; los de la tercera generación son los
económicos, sociales y culturales; los de la cuarta generación son los derechos de la mujer, de
los ancianos, de los minusválidos y de los consumidores. Los destinatarios de los derechos
individuales y políticos son todas las personas, los destinatarios de los derechos económicos,
sociales y culturales son los que carecen de medios para ejercerlos y no los ricos que sí tienen,
por lo que sería desvirtuar estos derechos concediendo, por ejemplo, salud y enseñanza
gratuita a los que tienen posibilidades de satisfacer estas necesidades, junto con los pobres, de
lo cual depende el porvenir del Estado Social. Los derechos de la cuarta generación deben
atribuirse a los grupos señalados, no son derechos de todos. (Derechos Sociales y Positivismo
Jurídico. Dykinson. Madrid. 1999, pág. 61 y sigts).
212
IVÁN ESCOBAR FORNOS
e) Son verdaderas normas jurídicas que obligan al Estado a
realizar las acciones necesarias para que sean desarrolladas, sirven
como criterios de interpretación de la Constitución y las leyes
ordinarias, pueden ser atendidas judicialmente en algunos casos
concretos, obligan al legislador, pero éste tiene amplia libertad para
las configuraciones sin desnaturalizarlas.
Los derechos sociales son verdaderos derechos justiciables, pero
con ciertas limitaciones sustantivas y de la justicia constitucional,
los cuales tienen que ser fortalecidos con procedimientos
específicos o generales de defensa de los derechos humanos, a los
cuales pertenecen.260
Expresa el constitucionalista Javier Tajadura Tejada: “El profesor
Carlos de Cabo, uno de los más cualificados estudiosos del Estado
Social, y de su crisis, recordaba hace años en una obra ya clásica,
cómo “el Estado Social no produce una estructura institucional
garantista de los derechos sociales a la manera como el Estado
liberal la construyó para los derechos individuales”. “El hecho,
continuaba el Catedrático de la Universidad Complutense, es
jurídicamente inatacable, pero no se hace sin coste de legitimación
y de erosión de credibilidad y del sentimiento constitucional”. Esas
insuficiencias de la estructura institucional garantista del Estado
constitucional son manifiestas y notorias en el ámbito de la justicia
constitucional, instituto con el que el Estado constitucional alcanza
su consolidación definitiva.
260 Víctor Abramovich y Chistian Curtis son grandes defensores de la exigibilidad de los
derechos sociales frente a la tesis aceptada por un buen sector doctrinal de que no son
propiamente derechos, porque su satisfacción consiste en un hacer y no en un no hacer y, por
lo tanto, no son formalizables ni universables. No son actos sancionables y anulables, sino
omisiones que no resultan sancionables ni justiciables. Pero observan que tanto los derechos
clásicos como los sociales imponen prohibiciones y obligaciones, por lo que estos derechos y
los derechos de libertad clásica no se diferencian en su estructura. Son sancionables y
justiciables, por ejemplo, las violaciones al medio ambiente, la salud, etc., y las omisiones y
falta de prestaciones, cuya efectividad es posible garantizar judicialmente en buena parte de
los casos. Es un estudio completo sobre las formas de lograr el cumplimiento de estos
derechos. (Los Derechos Sociales como Derechos Exigibles. Editorial Trota. Madrid, España. 2002).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
213
La justicia constitucional fue concebida para coronar con éxito el
grandioso y armónico edificio del Estado Constitucional liberal.
Cuando sobre las ruinas de éste, tras la Segunda Guerra Mundial,
fueron erigidos los Estados sociales contemporáneos, las
Constituciones introdujeron sin cambios el modelo de justicia
constitucional del Estado constitucional clásico.”261
Los derechos sociales, pues, determinan el tipo y fines del Estado.
El Estado burgués y el social representan la lucha entre la libertad y
la igualdad, analizada en la Filosofía del Derecho, la Economía y la
Ciencia Constitucional. Debe existir un equilibrio entre la libertad y
la igualdad, sin que una destruya a la otra.
Los economistas vinculan los derechos al mercado. Algunos ven
al mercado como productor de muchas injusticias, otros como
fuente de libertad, responsabilidad individual, de progreso y de
moralidad sin envidia.
Para el economista español Carlos Rodríguez Braun,262 defensor
de la libertad del mercado, las libertades clásicas, como la religiosa
o de opinión o de prensa, tienen en común las características
siguientes: son iguales para todos; su ejercicio no requiere la
usurpación de la libertad de ningún otro individuo; la acción del
Estado es contenida porque esas libertades requieren que no
intervenga, lo cual armoniza con los principios liberales de
limitación del poder, respeto a los derechos y las libertades y la no
discriminación.
Si una persona recibe vivienda y educación sin pagarlo o
pagando menos se invierten las tres libertades clásicas: el derecho
no es igual para todos; para el disfrute de esos derechos hay que
obligar a otros para que paguen por el beneficiario, lo que
quebranta el derecho de propiedad; el poder del Estado crece
porque tales derechos exigen que intervenga coaccionando a los
ciudadanos para obtener los ingresos necesarios, todo lo cual
contradice los principios fundamentales del liberalismo; el poder ya
no es limitado; los derechos y libertades individuales están
261 “La Inconstitucionalidad por Omisión y los Derechos Sociales”. En Busca de las Normas
Ausentes. O.b. cit., págs. 287 y 288
262 Estado Contra Mercado. Editorial Taurus. Madrid, 2000, págs. 67, 68, 69 y 70.
214
IVÁN ESCOBAR FORNOS
condicionados a la satisfacción de esos nuevos derechos; el Estado
está obligado a discriminar entre las personas tanto para recaudar
impuestos como para brindar prestaciones.
El recurso de inconstitucionalidad por omisión es un
instrumento útil para promover y aplicar los derechos sociales,
huérfanos de defensas legales en la justicia constitucional, pero ya
se ha logrado un avance en el Derecho positivo y la jurisprudencia.
Luigi Ferrajoli estima que la omisión es la forma más frecuente
en que se viola un derecho social, y niega que las garantías frente a
la omisión sean necesariamente menos eficaces que las previstas
para una comisión (en la que generalmente se viola un derecho de
libertad). La tesis podría invertirse, porque la violación de libertad,
o peor aún, del derecho a la vida, puede ser sancionada pero no
anulada, en cambio, la violación por incumplimiento de un derecho
social, puede ser reparada por la ejecución, aun tardía, por lo que
las garantías jurisdiccionales de un derecho social pueden ser más
efectivas que las de un derecho de libertad.263
10. PROCEDIMIENTO PARA CONOCER LA OMISIÓN Y
ÓRGANO COMPETENTE
En las constituciones debe consagrarse la acción de inconstitucionalidad por omisión y remitir a la ley correspondiente su
regulación, en nuestro caso en la Ley de Amparo, de rango
constitucional, que regula la jurisdicción constitucional con los
artículos 4 y 5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, y el Código de
Procedimiento Civil en la causal primera de la casación en el fondo
y el art. 194 del mismo.
El órgano estatal debe ser el Pleno de la Corte Suprema de
Justicia, la Sala de lo Constitucional de dicha Corte o un Tribunal
Constitucional.
263 Prólogo a la obra de Victor ABRAMOVICH y Chistian CURTIS. Los Derechos Sociales como
Derechos Exigibles. Ob. cit, pág. 11.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
215
Se deben usar, a falta de esta regulación expresa, otros procesos
constitucionales como el amparo, los recursos innominados, las
sentencias aditivas, normativas y apelativas, etc. para corregir la
inconstitucionalidad por omisión.
11. SISTEMAS QUE CONTEMPLAN EXPRESAMENTE
LA INSTITUCIÓN
Como ya hemos expresado, la inconstitucionalidad por omisión
comienza a incorporarse a algunas constituciones en el último
cuarto del siglo XX, a pesar de la oposición de cierto sector de la
doctrina.
El movimiento inicia en Yugoslavia, pasa a Portugal y Hungría
y luego a Latinoamérica. En Europa no es recogido por otra
Constitución.
Expresa José Julio Fernández Rodríguez: “Reconocimiento
positivo expreso de esta competencia lo hallamos en Portugal y en
Hungría. En Portugal se concibe la omisión inconstitucional de una
manera amplia: inaplicación de los artículos no directamente
exigibles de la Carta Magna por la ausencia de la legislación que les
dote de aplicabilidad. En Hungría se ve como el incumplimiento,
por parte del legislador, de sus obligaciones legislativas derivadas
de una norma jurídica, lo cual también le otorga unas dimensiones
amplias. La introducción de esta figura vía jurisprudencia se ha
producido en otros ordenamientos, como en Alemania e Italia,
aunque en otros lugares el órgano de justicia constitucional ha
tenido que enfrentarse expresamente a la misma en alguna ocasión
(Andorra, Bélgica, Rumanía). No hay que olvidar que los
problemas que genera una omisión parcial que infringe el principio
de igualdad pueden ser, hasta cierto punto, habituales.”264
264
La Justicia Constitucional Europea ante el Siglo XXI. Ob. cit., pág. 77.
216
IVÁN ESCOBAR FORNOS
12. SISTEMAS QUE NO CONTEMPLAN LA INSTITUCIÓN
Existen algunos países que no contemplan la inconstitucionalidad por omisión, y la jurisprudencia y la doctrina se niegan
a aplicarla o simplemente la ignoran o apartan265.
Son varios los argumentos que se pueden esgrimir, entre otros,
los siguientes: no existe una disposición expresa en el
ordenamiento jurídico para que funcione; la justicia constitucional
hace de legislador negativo y no positivo; viola la libre
conformación de la ley por parte del Legislativo, afectando la
división de poderes.266
No obstante existen, entre otros, contundentes argumentos para
aceptar la inconstitucionalidad por omisión en estos sistemas: el
hecho de que no se contemple expresamente, no es un silencio que
implique negación, vacío que se puede llenar con otros
procedimientos constitucionales por analogía (el amparo, los
recursos innominados, etc.) o las sentencias normativas, aditivas y
apelativas; la Constitución es la ley superior que quedaría
parcialmente garantizada por la jurisdicción constitucional, sí sólo
funciona contra la ley y no contra su omisión, lo que sería grave en
relación con los derechos humanos; la Constitución en la actualidad
es transformadora de las realidades políticas, sociales, económicas
y culturales, es un medio para desarrollar los derechos sociales.
Es conveniente ubicarse dentro de este tema y expresar que la
jurisdicción constitucional tiene tres funciones:
a) La función meramente interpretativa de la Constitución.
b) La función creativa del Derecho, convirtiéndose en legislador
negativo y positivo, lo cual se manifiesta en la forma siguiente: i) La
265 Según Edgardo Molina Mola, constitucionalista panameño, el control de las omisiones
legislativas no es aceptado en Panamá, pues sólo puede tener lugar contra una norma o
proyecto ya vigente, pero no por omisión de las funciones legislativas, porque es requisito que
la norma exista o esté en procedimiento de convertirse en ley o en una reforma constitucional.
La Jurisdicción Constitucional en Panamá. Panamá, 2002, pág. 362.
266 Cfr. José Julio Fernández Rodríguez. Estudia con amplitud los argumentos a favor y en
contra del instituto y las consecuencias de aceptarlo o rechazarlo (“La Inconstitucionalidad por
Omisión”. Teoría General. Derecho Comparado. El caso español. Civitas. Madrid. 1998, pág.
124 y sigts.).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
217
declaración de la inconstitucionalidad de la ley (legislador
negativo). ii) Se le concede iniciativa legislativa y constitucional en
algunos países. iii) Interpreta la Constitución de acuerdo con las
realidades económicas, políticas y sociales. iv) Conoce del recurso
de inconstitucionalidad por omisión. v) Dicta las conocidas
sentencias interpretativas, aditivas, sustitutivas, etc., mediante las
cuales modifica, agrega e interpreta la norma.
c) Integra y unifica el Derecho.
13. CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS POR LOS EFECTOS
DE LA SENTENCIA
Esta clasificación tiene importancia porque de la escogencia de uno
u otro sistema puede depender su aceptación o rechazo por la
doctrina, la jurisprudencia o el constituyente.
Los efectos de la sentencia determinan las líneas fundamentales
de los sistemas de inconstitucionalidad por omisión. Podemos citar
los sistemas siguientes:
a) Sistema en el cual la sentencia se limitaría a hacerle una
recomendación al legislador para que dicte la ley. Es aceptado
porque no pone en riesgo la división de poderes.
b) Sistema en el cual la sentencia ordenaría al legislativo dictar la
ley, señalando o no plazo para hacerlo. Es más fuerte que el
anterior y se ha considerado como una limitación a la facultad del
Legislativo de juzgar el fin, la oportunidad y la conveniencia de la
ley, sobre todo en relación con las normas programáticas.
c) Sistema en el cual la sentencia resuelve el caso concreto que
provoca la omisión por inconstitucionalidad y recomienda al
Legislativo aprobar la ley. Este sistema es el más aceptable y da pie
para un entendimiento y proceder armónico entre los poderes
Legislativo y Judicial.
d) Sistema en el cual la sentencia aprueba la normativa en forma
provisional para regular la norma constitucional, mientras el
Legislativo acepta la recomendación de la sentencia y aprueba la
ley. Se le critica porque viola la división de poderes.
218
IVÁN ESCOBAR FORNOS
14. RESPONSABILIDAD POR ACTOS LEGISLATIVOS
Y POR LA OMISIÓN
Es conveniente advertir que la aparición de la Constitución
como ley suprema desplaza la soberanía de la ley por la soberanía
de la Constitución. La ley ordinaria tiene que ajustarse a este
cuerpo de normas. La ley no puede manifestar una voluntad
ilimitada (se niega el carácter soberano a la ley). La contradicción
entre la ley y la Constitución puede ser solucionada por el Poder
Judicial ordinario o por un tribunal constitucional.
La supremacía de la Constitución y el sistema de control de su
cumplimiento, y el efecto retroactivo de las sentencias que declaran
la inconstitucionalidad de las leyes, son instituciones jurídicas que
destruyen el principio básico de la irresponsabilidad del Estado por
actos legislativos.267
Bajo estas condiciones se ha pensado fundar la responsabilidad
en la culpa o ilicitud de la ley: si antes la ley delimitaba lo lícito e
ilícito, ahora ella puede ser ilícita al entrar en conflicto con la
Constitución. Esta teoría resulta forzada y ofrece graves
inconvenientes.
El efecto retroactivo como método para poder reparar o
compensar es efectivo, pero tiene sus inconvenientes. Hay que
consagrar disposiciones regulatorias que permitan al juez o
tribunal excluir ciertas situaciones.
La doctrina sostiene que la responsabilidad por actos
legislativos no sólo se da cuando se viola la Constitución, sino
también cuando no se viole. En nuestro sistema pueden tener
aceptación ambas violaciones.
El tema en general es polémico y hasta las ideologías han
intervenido; la izquierda defiende la inmunidad y la derecha la
responsabilidad. Los tribunales tienen que proceder con mucha
prudencia.
267 Existen otras razones teóricas que ayudan a la destrucción de la irresponsabilidad del
Estado: el legislador deja de ser considerado como órgano de la sociedad y sus actos son de
Estado; como consecuencia, el diputado deja de ser representante popular y se convierte en
titular inmediato de un órgano estatal; el carácter general de la ley se quiebra en muchos casos.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
219
En nuestro sistema, el art. 139 de la Constitución exime a los
diputados de responsabilidad por sus opiniones y votos emitidos
en la Asamblea Nacional. Esto los libera de toda responsabilidad
civil por los efectos de las leyes que aprueben, pero el Estado sería
en todo caso el responsable de acuerdo con el art. 131 de la
Constitución. Esta responsabilidad estatal por actos legislativos es
de carácter extracontractual, y su prescripción sería la general de
diez años, de acuerdo con el art. 905 del Código Civil, pues no se
establece un plazo especial. El problema es muy complejo, y es
poco probable que los tribunales de justicia se abran a una
aceptación amplia de la responsabilidad del Estado por actos
legislativos.
También la inconstitucionalidad por omisión produce
responsabilidades y es una forma de inducir a no incurrir en ella.
15. DERECHO COMPARADO
A. INTRODUCCIÓN
No son muchas las constituciones que consagran la figura de la
inconstitucionalidad por omisión. Solamente la contemplan: la de
la ex Yugoslavia, la de Argentina (destacándose la provincia de Río
Negro), la de Portugal, la de Brasil y la de Venezuela. En Europa
solamente la contempla la Constitución de Portugal.
Muchos países de Europa y algunos de Latinoamérica la han
introducido a través de su jurisprudencia, como veremos a
continuación. En ésta existe una gran riqueza de ingenio,
creatividad y avance que vale la pena expresar brevemente.
Sobre la ex Yugoslavia ya expusimos de forma breve su sistema
y su carácter de fuente de inspiración.
B. PORTUGAL
En Portugal, el art. 279 de la Constitución de 1976 disponía
inicialmente que cuando la Constitución resulte incumplida por
omisión de las medidas legislativas necesarias para hacer aplicables
220
IVÁN ESCOBAR FORNOS
las normas constitucionales, el Consejo de la Revolución podía
recomendar a los órganos legislativos competentes que las dictaran
en un plazo razonable; pero fue reformado, limitando al Tribunal
Constitucional a comunicarle al órgano legislativo la existencia de
la inconstitucionalidad por omisión. Según parece, el antecedente
del sistema de Portugal fue el de Yugoslavia, que consagraba este
tipo de violación en el art. 377 de la extinta Constitución de 1974.
El art. 283 de la Constitución regula la acción de
inconstitucionalidad. Dice: “ A requerimiento del Presidente de la
Republica, del Defensor del Pueblo o, con fundamento en una
violación de los derechos de las regiones autónomas o de los
presidentes de las asambleas legislativas regionales, el Tribunal
Constitucional aprecia y verifica el incumplimiento de la
Constitución por omisión de las medidas legislativas necesarias
para hacer efectivas las normas constitucionales. En el supuesto de
que el Tribunal Constitucional verificase la existencia de
inconstitucionalidad por omisión, dará conocimiento al órgano
legislativo competente”.
De la disposición transcrita se deduce que la legitimación para
entablar la acción le corresponde al Presidente de la República, al
Defensor del Pueblo, y cuando se violan los derechos de las
regiones autónomas al Presidente de la Asamblea Legislativa
regional; el órgano competente para conocer es el Tribunal
Constitucional, y el destinatario de la orden es el legislador, el
cual recibe la comunicación de la inconstitucionalidad por
omisión, lo que implica una recomendación de que los
legisladores realicen los actos legislativos omitidos que impiden
la realización de la norma constitucional.
C. ARGENTINA
Es importante señalar que la inconstitucionalidad por omisión
cuenta con tradición en Argentina. Su jurisprudencia en un
principio fue negativa, pero a partir de los casos Siri y Kot, las
omisiones normativas fueron llenadas por la jurisprudencia.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
221
La Constitución de la provincia de Río Negro del 3 de junio de
1988, establece una acción por el incumplimiento en el dictado de una
norma que impone un deber concreto al Estado Provincial o a los
municipios. Se tramita ante el Tribunal Superior de Justicia. Cuando
éste declara procedente la acción, fija un plazo para que se subsane la
omisión. Si no se subsana la omisión, el tribunal integra el orden
normativo resolviendo el caso con efecto limitado al mismo, y de no
ser posible esta resolución determinará el monto del resarcimiento a
cargo del Estado conforme al perjuicio indemnizable que se acredite.
Por sentencia del 20 de noviembre de 1996, el Tribunal Superior de
Justicia de Río Negro le fijó un plazo a la legislatura provincial para
que dictara la ley reglamentaria del derecho de revocatoria popular de
leyes, reconocido en los arts. 2 y 149 de la Constitución Provincial.
Posteriormente, en la reforma de 1994 del art. 43 de la Constitución
Nacional se consagra la inconstitucionalidad por omisión a través del
amparo. Así lo señalan Humberto Quiroga Lavié, Miguel Ángel
Benedetti y María de las Nieves Cenicacelaya al expresar: “Un
importante aporte de la reforma constitucional de 1994 es la inclusión
en el nuevo artículo 43, párrafo 1º in fine de la posibilidad de que en el
trámite del amparo el juez declare la inconstitucionalidad de la norma
en que se funde el acto “u omisión lesiva”. De esta forma, la vía
judicial por excelencia para poner en funcionamiento el control de la
inconstitucionalidad por omisión en la Argentina, es el amparo como
género de tutela en cualquiera de sus especies (amparo propiamente
dicho, habeas data, habeas corpus, acción declarativa de certeza, todos
estudiados en contralor de constitucionalidad).”268
Para Bidart Campos una interpretación razonable del art. 43
encuentra sustento para que por medio de la acción de amparo se
ataque la inconstitucionalidad de la norma en la que se funda la
omisión.269
268 Derecho Constitucional Argentino. Rubinzal-Culzone Editores. Argentina. 2001. TI,
pág. 564.
269 Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino. La Reforma Constitucional de
1994. Ediar, Argentina. 1995. T. IV, pág. 315.
222
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El art. 43 de la Constitución dispone: “Toda persona puede
interponer acción expedita y rápida de amparo siempre que no
exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión
de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o
inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidas por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto
u omisión lesiva”.
La legitimación activa que contempla este artículo es amplia,
pues se le concede a “toda persona”, pero sólo a la perjudicada,
pues no es una acción popular. En relación con los intereses
colectivos la extiende al Defensor del Pueblo y las asociaciones que
se dedican a promover tales fines.
D. VENEZUELA
La Constitución venezolana de 1999 en su art. 236 establece el
control constitucional de las leyes por omisión, del cual conoce la
Sala Constitucional. Dispone: “Artículo 336. 1. Son atribuciones de
la Sala Constitucional del Tribunal de Justicia... 7. Declarar la
inconstitucionalidad del Poder Legislativo, municipal, estadal o
nacional, cuando haya dejado de dictar las normas o medidas
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución
o las haya dictado en forma incompleta, y establecer el plazo y, de
ser necesario, los lineamientos de su corrección”.
La disposición trascrita tiene el alcance siguiente: a) Contempla
tanto la omisión total como la parcial. b) Se refiere a la
inconstitucionalidad omisiva de la potestad normativa del poder
municipal, estadal o nacional. c) Las normas deben ser
indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución.
d) La Sala Constitucional del Tribunal de Justicia es la competente
para conocer de esta acción. e) La Sala Constitucional puede
establecer un plazo para que se dicte la normativa. f) La Sala
también tienen la facultad de establecer los lineamientos para
corregir la omisión si esto fuere necesario.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
223
En la Exposición de Motivos se expresa el propósito de la
institución: “por falta de desarrollo por parte del Poder
Legislativo, durante un tiempo excesivamente largo, de aquellas
normas constitucionales de obligatorio y concreto desarrollo, de
forma tal que impida su eficaz aplicación.”
E. BRASIL
La Constitución del Brasil de 1988 contempla, en los arts. 5LXXI y 103-2 la inconstitucionalidad por omisión que provenga
de los tres poderes.
El citado art. 103-2 le otorga legitimidad para entablar la
acción de inconstitucionalidad por omisión al Presidente de la
República, a la Mesa del Senado Federal, a la Mesa de la Cámara
de Diputados y a la Mesa de la Asamblea Legislativa, al
Gobernador estatal, al Procurador General de la República, al
Consejo Federal de la Orden de Abogados del Brasil, a los
partidos políticos con representación parlamentaria nacional, a
las confederaciones sindicales y a las entidades de clase con
alcance nacional. Es una acción abstracta, directa y a posteriori.
En el párrafo segundo se señala el efecto de la sentencia, dice:
“Declarada la inconstitucionalidad por omisión de una medida
para tornar efectiva la norma constitucional, se dará
conocimiento al poder competente para la adopción de las
medidas necesarias, y tratándose de un órgano administrativo,
para que lo haga en treinta días”.
En la Constitución del Brasil 270 existe el mandato de injuncao
que consiste en la orden judicial de cumplimiento de un derecho
violado ante la ausencia de norma, para así impedir su violación
pero, a diferencia de la inconstitucionalidad por omisión, no
pretende la creación de normas que la Constitución requiere
para su realización y cumplimiento. Las constituciones estatales
de Río Grande do Sul, de Río de Janeiro y de Santa Catarina
prevén la inconstitucionalidad por omisión, ajustándose así a la
Constitución Federal.
270
Arts. 5. LXXI; 102.18); 11 a); 105. I. h) y 121 párrafo 4º.
224
IVÁN ESCOBAR FORNOS
F. COSTA RICA
El art. 10 de la Constitución contempla esta figura y la desarrolla
la Ley de Jurisdicción Constitucional de Costa Rica.
Se contempla la inconstitucionalidad de la ley por omisión en el
art. 73, el cual en sus partes pertinentes dice: “a) Contra las leyes y
otras disposiciones generales, incluso las originadas en actos de
sujetos privados, que infrinjan, por acción u omisión, alguna norma
o principio constitucional. b) Contra los actos subjetivos de las
autoridades públicas cuando infrinjan, por acción u omisión,
alguna norma o principio constitucional, si no fueren susceptibles
de los recursos de habeas corpus o de amparo... f) Contra la inercia,
las omisiones y las abstenciones de las autoridades públicas”.
En el sistema costarricense procede la acción por omisión
absoluta y relativa de las leyes y por omisiones de la
administración. Las omisiones de la administración pueden ser
atacados por la acción de inconstitucionalidad por omisión o por el
amparo.
La Sala de lo Constitucional es la que conoce de estas acciones,
de acuerdo con el artículo constitucional citado.
La doctrina y la jurisprudencia han respaldado esta
institución.271
G. MÉXICO
En México, el juicio de amparo no cubre la omisión legislativa,
sólo la de índole administrativa.
Pero en tres estados se contempla la omisión normativa:
271 Para profundizar el tema véanse: Rubén Hernández Valle. Derecho Procesal
Constitucional. Editorial Juricentro. San José. Costa Rica. 1995, pág. 34 y sigts. Magda Inés
Rojas. Control de Constitucionalidad por Omisión. Revista de Derecho Constitucional. San José,
Costa Rica. Núm. 2. Mayo – Agosto, 1991, pág. 9 y sigts. Silva Patiño Cruz y Víctor Orozco
Solano. La Inconstitucionalidad por Omisión. Investigaciones Jurídicas, S. A. San José Costa, Rica,
2004.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
225
a) Veracruz
Se encuentra establecida en el art. 65 de la Constitución del
Estado de Veracruz. La acción se interpone ante el Pleno del
Tribunal Superior de Justicia y están legitimados el Gobernador del
Estado o por lo menos una tercera parte de los ayuntamientos del
Estado.
Cuando el tribunal declara con lugar la acción por omisión
legislativa, el Congreso del Estado tiene como plazo dos períodos
de sesiones ordinarias para aprobar la ley o decreto.
Si se vence dicho plazo sin que se apruebe la ley o decreto, el
propio tribunal deberá decretar las bases a las que deben sujetarse
las autoridades hasta que se apruebe la ley o decreto.
El tribunal ordena llenar el vacío al Congreso del Estado, y si no lo
llena hará de legislador provisional hasta que se llene el vacío por
el Congreso.
Este sistema es duramente criticado por sustituir al legislador y
romper la división de poderes.
b) Tlaxcala
En la reciente reforma integral de su Constitución se consagra la
potestad del Pleno del Supremo Tribunal de Justicia de conocer las
acciones contra la omisión legislativa imputable al Congreso, al
Gobernador y al Ayuntamiento o a los concejales por la falta de
expedición de las normas jurídicas de carácter general a que están
obligados en los términos de las Constituciones Políticas de los
Estados Unidos Mexicanos, del Estado y de las leyes.272
Están legitimados activamente para ejercitar esta acción contra
la omisión legislativa, las autoridades estatales y municipales y las
personas residentes en el estado.
No se le señala plazo para entablar la acción, la cual se dirige
(legitimación pasiva) contra la autoridad responsable: Congreso,
Gobernador, Ayuntamiento o Concejal.
272
Art. 81, fracción V de la Constitución del Estado.
226
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Si se declara con lugar la inconstitucionalidad por omisión se le
concederá un término de tres meses para dictar la norma
correspondiente. Si no cumple será motivo de responsabilidad.
c) Chiapas
Por la reforma del año 2002 a la Constitución se introdujo la
acción por omisión legislativa. Conoce el Pleno de la Sala Superior
del Tribunal Superior de Justicia del Estado cuando considere que
el Congreso no ha resuelto alguna ley o decreto y que dicha
omisión afecte el debido cumplimiento de la Constitución del
Estado.273
Tiene legitimación activa para promover la acción por omisión
legislativa el gobernador del Estado, la tercera parte de los
miembros del Congreso y la tercera parte de los ayuntamientos del
Estado. La acción se dirige contra el Congreso del Estado.
La acción debe referirse a iniciativas de ley retrasadas,
congeladas, en su tramitación. La sentencia del tribunal
determinará un plazo que comprende dos períodos ordinarios de
sesiones del Congreso del Estado, para que éste resuelva sobre la
iniciativa de ley o decreto de que trate la omisión.
H. COLOMBIA
La Constitución colombiana no contempla la inconstitucionalidad por omisión, pero existe jurisprudencia que la acepta.
En la acción de cumplimiento de la ley o acto administrativo,
contemplada en el art. 87 de la Constitución, se dispone que
cuando se declara con lugar la acción, la sentencia ordenará a la
autoridad renuente el cumplimiento del deber omitido. Pero no
trata de la omisión inconstitucional de la ley. La doctrina y la
jurisprudencia274 admiten la inconstitucionalidad por omisión
legislativa.
Art. 56 fracción 11 de la Constitución.
S. Núm. C-543 del 16 de octubre de 1996. S. Núm. C-956/99. S. Núm. C-080/99. S.
Núm. C-007 del 2001. S. Núm. C-1433 de 2000 y otros.
273
274
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
227
La acción para promover la acción de inconstitucionalidad por
omisión legislativa es abstracta y popular.
I. ECUADOR Y PARAGUAY
Aunque no se expresan en términos idénticos, en las
constituciones de ambos países los derechos y garantías tienen
aplicación directa, y la ausencia de ley no puede ser pretexto para no
aplicarlos. Los jueces y tribunales tienen amplios campos normativos
y de decisión.
El art. 18 de la Constitución de Ecuador del 5 de junio de 1998 en
sus párrafos 1, 2 y 4 expresa:
“Los derechos y garantías determinados en esta Constitución y en
los instrumentos internacionales vigentes serán directa e
indirectamente aplicables por cualquier juez, tribunal o autoridad.
“En materia de derechos y garantías constitucionales, se estará a la
interpretación que más favorezca su efectiva vigencia. Ninguna
autoridad podrá exigir condiciones o requisitos no establecidos en la
Constitución o la ley, para el ejercicio de estos derechos. “No podrá
alegarse falta de ley para justificar la violación o desconocimiento de
los derechos establecidos en la Constitución, para desechar la acción
por esos hechos, o para negar el reconocimiento de tales derechos.
“Las leyes no podrán restringir el ejercicio de los derechos y
garantías constitucionales.” El art. 45 de la Constitución del Paraguay
expresa: “De los derechos y garantías no enunciados. La enunciación
de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución no debe
entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la
personalidad humana, no figuren expresamente en ella. La falta de ley
reglamentaria no podrá ser invocada para negar ni para menoscabar
algún derecho o garantía”.
J. ESPAÑA
Ante la inexistencia de disposiciones expresas en el
ordenamiento jurídico español, la jurisprudencia y la doctrina han
salido a defender la inconstitucionalidad por omisión, con diversos
alcances y argumentos.
228
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El Tribunal Constitucional español se ha pronunciado sobre la
inconstitucionalidad por omisión.275 Se vale de diferentes tipos de
sentencias. La inserción de esta figura en el ordenamiento jurídico
español es de creación jurisprudencial. El destacado constitucionalista español Francisco Fernández Segado expresa: “También en
España, el Tribunal Constitucional ha recurrido a una serie de
técnicas con las que ha enfrentado el problema de las omisiones
legislativas: recomendaciones al legislador, sentencias aditivas,
declaración de la inconstitucionalidad parcial de una norma por
vulneración del principio de igualdad y sentencias que declaran la
inconstitucionalidad sin nulidad”.276
Pérez Royo277 sostiene que en España no existe la
inconstitucionalidad por omisión, porque la Constitución no señala
límite al legislador para desarrollar el mandato del constituyente,
dejan no a su discrecionalidad, sino a su libertad absoluta la
decisión legislativa que estime oportuna. No ve defensa frente a la
omisión absoluta. Pero expresa que eso no quiere decir que el
ciudadano quede inerme en caso de que el legislador no actúe. Si la
norma constitucional contiene un derecho directamente accionable,
la ausencia de regulación no impide su ejercicio y aplicación. Por el
contrario, si la norma constitucional contiene un derecho de
configuración legal, no existe ningún mecanismo de protección
para el mismo ante la inactividad del legislador.
Agrega que una cuestión distinta son las lagunas por omisión
del legislador, que tiene que ser integrada por el Tribunal y a partir
de la decisión por el Poder Judicial.
No obstante, José Julio Fernández Rodríguez278 entiende posible
el planteamiento de utilizar el recurso de amparo para proteger las
infracciones de los derechos y libertades por omisión de desarrollo
legislativo, en cuanto a que su regulación no excluye esa
Sentencias : 24/1982, 72/1984, 98/1985 y 45/1989.
“¿Cauce de Tutela de los Derechos de Naturaleza Socioeconómica?. Inconstitucionalidad por
Omisión”. Coordinado por Víctor Bazán. Editorial Temis, Bogotá. Colombia, 1997, pag. 22.
277 “Inconstitucionalidad por Omisión”. Temas Básicos de Derecho Constitucional. Civitas.
Madrid, España 2001. TI, pág. 66 y sigts.
278 “La Inconstitucionalidad por Omisión.” Ob. cit, pág. 409.
275
276
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
229
posibilidad. Cita como partidarios de la procedencia del amparo
para resolver la omisión inconstitucional a Aguiar de Luque,
Ahumado Ruiz y Figueruelo Burrieza, y advierte que el Tribunal
Constitucional en alguna ocasión rechaza el amparo para decidir la
omisión legislativa, y en otras lo acepta para suplir la inactividad
legislativa referida a determinados derechos.
K. ALEMANIA
La iniciación de los estudios y el desarrollo jurisprudencial de la
inconstitucionalidad por omisión se produce en Alemania. Veamos
cómo ha penetrado esta figura:279
a) El art. 117 inc. 1 de la Ley Fundamental de 1949 de la
República Federal Alemana le otorgó poder normativo a los jueces
en el supuesto de omisión legislativa. Este artículo expresa que las
disposiciones que se opongan al apartado 2 del art. 3, que establece
la igualdad de sexo, permanecerán en vigor, hasta su adaptación a
la Constitución, pero en ningún caso más allá del 31 de marzo de
1953, por lo que todas las disposiciones contrarias a la igualdad
entre hombres y mujeres serían modificadas al 31 de marzo de
1953. El Legislativo no hizo las reformas, por lo que el Tribunal
Constitucional declaró que todas las leyes incompatibles con la
regla quedaban sin efecto.
b) El art. 6 inc. 5 de la Ley Fundamental de Bonn establece que
para los hijos ilegítimos, la legislación creará las mismas
condiciones de desarrollo físico y espiritual y de posición social que
para los hijos legítimos. Después de veinte años de entrar en
vigencia la Constitución no se legisló para lograr la señalada
igualdad, por lo que el Tribunal Constitucional Federal en
sentencia número 26/1969, del 29 de enero, decidió que la materia
constitucional era directamente aplicable con fuerza derogatoria de
las disposiciones contrarias previstas en las leyes ordinarias, y
ordenó al legislador dictar la normativa establecida en el artículo
279 Cfr. Víctor Bazán. “Repuestas Normativas y Jurisdiccionales Frente a las Omisiones
inconstitucionales: Una Visión de Derecho Comparado”. En Busca de las Normas Ausentes. Ob.
cit., pág.169 y sigts.
230
IVÁN ESCOBAR FORNOS
constitucional citado anteriormente, en el curso de la legislatura de
1969, lo que así fue hecho.
c) Por la reforma de 1970 de la Ley del Tribunal Constitucional
Federal, éste quedó habilitado para declarar la inconstitucionalidad
sin nulidad de la ley cuando el texto de la ley es constitucional,
pero tiene omisiones o lagunas que deben ser llenadas por razones
constitucionales.
d) Otro tema desarrollado por la doctrina alemana lo
constituyen las normas de prognosis, que son aquellas
promulgadas para reglamentar un mandato constitucional, las
cuales se encuentran desfasadas a causa de las circunstancias
sobrevinientes, tornándose anacrónicas total o parcialmente. Se
contempla la posibilidad de que la justicia constitucional controle la
inactividad u omisión legislativa tendiente a corregir o perfeccionar
estas normas desfasadas, con mayor razón cuando resultan
gravosas para hacer efectivos los derechos humanos.
e) También el Tribunal Constitucional emplea las sentencias
apelativas, las cuales consideran que todavía una situación es
constitucional, pero apela al legislador para que realice una
modificación o una nueva regulación; o que una disposición de la
ley es todavía aceptable, pero exige una modificación, ya que los
cambios han provocado una violación del principio de igualdad.
Por ejemplo: procurar la igualdad entre hijos naturales y legítimos;
la igualdad de trato en jubilaciones a categorías iguales.
L. AUSTRIA
No existe un instrumento procesal que atribuya específicamente
al Tribunal Constitucional la facultad de conocer sobre las
omisiones legislativas.
Sin embargo, el art. 140 párrafos 5 y 7 de la Constitución, le
permite al Tribunal Constitucional dictar sentencias de anulación
con efectos diferidos, mediante las cuales el Tribunal
Constitucional establece un plazo no mayor de una año en el cual la
inconstitucionalidad pierde sus efectos, la ley se continúa
aplicando, y, mientras tanto, el legislador debe modificar la ley
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
231
poniéndola de acuerdo con la Constitución. Vencido el plazo la ley
pierde su vigencia, a menos que se corrija su inconstitucionalidad.
De esta manera el Tribunal Constitucional puede solucionar los
problemas que se presentan cuando una ley solamente es
inconstitucional por lo que omite, o por no incluir en la categoría de
beneficiarios a todos los que clasifican en ella.
También el Tribunal Constitucional se vale de las sentencias
aditivas.
M. ITALIA
Los vacíos legales y las omisiones legislativas inconstitucionales
son llenados, respectivamente, a través de la integración y las
sentencias aditivas, sustitutivas y aditivas de principios.
Estas últimas se usan últimamente para evitar roces con el
Parlamento y buscar un procedimiento de colaboración con el
Tribunal Constitucional. Siguen la misma técnica de las aditivas,
pero simplemente sientan un principio que debe materializarse por
el legislador, pero que el juez debe aplicar en la decisión del caso
concreto.
16. NUESTRO SISTEMA
A. INTRODUCCIÓN
En nuestro ordenamiento jurídico, la ley inconstitucional se
puede impugnar directamente ante la Corte Suprema de Justicia
dentro de los sesenta días después de publicada o cuando se aplica
dentro de un juicio común o en el amparo. Del recurso de
inconstitucionalidad de la ley conoce el Pleno de la Corte Suprema
de Justicia. Antes que un recurso se estima como una acción
popular, abstracta y a posteriori.
El recurso directo de inconstitucionalidad sólo se da contra la
ley promulgada y publicada. Cuando se aplica dentro de un
proceso judicial, se puede pedir a lo largo del juicio que se aplique
de preferencia la Constitución, lo que puede hacerse de oficio por el
juez, y desemboca finalmente en la casación.
232
IVÁN ESCOBAR FORNOS
En casación se abre la posibilidad de denunciar, de acuerdo con
la causal primera de la casación en el fondo, la violación de la
Constitución, ya sea en forma directa o indirecta, aunque la Corte
Suprema ha reservado la causal segunda de la casación en el fondo
para denunciar la violación indirecta de la Constitución por medio
de ley inconstitucional. De este recurso conoce la Sala Civil de la
Corte Suprema de Justicia.
En relación con la casación, parte de la doctrina y toda nuestra
jurisprudencia han convertido en inoperante la causal primera de la
casación en el fondo, que permite expresamente impugnar la
sentencia por violación de la Constitución en forma indirecta o
directa, esta última considerada muy difícil que prospere, por no
decir imposible. Se rechaza esta causal porque la violación a la
Constitución solamente puede ser invocada en forma indirecta a
través de leyes inconstitucionales en la causal segunda de casación
en el fondo, a menos que sea violada directamente, sobrando la
primera; existe duda muy arraigada sobre la posibilidad de aplicar
en forma inmediata las normas constitucionales. Se olvidan que las
constituciones modernas son muy extensas en su contenido,
penetrando en todo el orden jurídico, y sus normas tienen
aplicación directa.
Esta doctrina deja sin ningún valor la causal primera de la
casación en el fondo, pues, repito, no funciona ni por violación
directa ni indirecta de la Constitución, con lo que se le cercena la
cabeza de uno de los sistemas de control constitucional.
Hasta julio de 1996 no se conocían sentencias de la Corte
Suprema que hayan declarado una inconstitucionalidad por
violación directa fundada en la causal primera de fondo. Exige que
el precepto constitucional hubiese sido infringido directa e
inmediatamente y no mediante leyes o códigos secundarios.280 Para
280 S. 10:00 a.m. del 22 de febrero de 1966, B.J., pág. 41. S. 9:45 a.m. del 22 de febrero de 1967, B.J.
pág. 41. S. 11:00 a.m. del 12 de mayo de 1967, B.J., pág. 75. S. 8:30 a.m. del 5 de septiembre de 1967,
B.J., pág. 175. S. 10:35 a.m. del 22 de diciembre de 1967, B. .J., pág. 258. S. 8:30 a.m. del 13 de agosto
de 1970, B. J., pág. 186. S. 9:45 a.m. del 15 de diciembre de 1971, B. J., pág. 242. S. 10:00 a.m. del 24 de
febrero de 1972, B.J., pág. 14. S. 9:45 a.m. del 14 de marzo de 1972, B.J., pág. 39. S. 8:30 a.m. del 15 de
agosto de 1972, B. J. pág. 190. S. 9 a.m. del 17 de junio de 1975, B. J., pág. 158. S. 11:40 a.m. del 28 de
julio de 1975, B. J., pág. 187. S. 9:00 a.m. del 26 de junio de 1976, B.J., pág. 118.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
233
hacer este tipo de impugnación indirecta se debe usar la causal
segunda.281 Las impugnaciones fundadas en esta causal tampoco
han prosperado. La Corte ha perdido muchas oportunidades de
adecuar la legislación ordinaria a la Constitución, de acuerdo con
las realidades consolidadas del país. En lo único que acertó es en
reconocer la posibilidad de aplicar inmediatamente las normas
constitucionales, aunque no lo hacía. No obstante, en dos
sentencias recientes aceptó la posibilidad de discutir bajo el amparo
de la causal primera, violaciones a la Constitución a través de la
aplicación de leyes o códigos ordinarios, y en una de ellas prosperó
la impugnación.282 Pero en sentencia de fecha intermedia, entre las
dos sentencias antes citadas, regresó a la vieja doctrina aún más
extrema, al expresar que la casación fundada en la causal primera
es raro que prospere, ya que también es raro que un precepto
constitucional sufra infracción directa o inmediata, por ser las
infracciones propias de las leyes que emanan de los preceptos
constitucionales.283
B. LA CASACIÓN EN EL FONDO
La Corte Suprema de Justicia a través de la casación en el fondo
ha dictado varias sentencias que se refieren a la omisión.
El art. 78 de la Constitución, en busca de protección a los hijos
ilegítimos y llevarlos a un plano de igualdad con los legítimos,
establece el derecho de investigar la paternidad y la maternidad,
remitiendo a la ley su regulación. Por el contrario, el art. 225 del
Código Civil establece la prohibición de investigar la paternidad
ilegítima excepto en tres casos. Por otra parte, el art. 228 del mismo
Código establece otras limitaciones. Es necesario reformar el
Código para ponerlo a tono con la disposición constitucional y
S. 8:30 a.m. del 17 de junio de 1971, B.J., pág. 137.
S. 11 a.m. del 6 de junio de 1986, B.J. p. 105. En esta sentencia no prosperó la impugnación.
S. 10: 00 a.m. del 2 de julio de 1996, B.J. p. 188. En esta sentencia prosperó la impugnación
declarando retroactivo un decreto ley.
283 S. 10: 45 a.m. del 8 de mayo de 1996, B.J., p. 138.
281
282
234
IVÁN ESCOBAR FORNOS
hacer más accesible el derecho de investigar la paternidad
ilegítima.
La Corte Suprema de Justicia, aplicando el principio de la
prohibición, ha mantenido el estrecho margen que concede el
Derecho Civil para investigar la paternidad a pesar de que las
constituciones de 1950284 y de 1987285 abrieron la posibilidad de
investigarla con mayor amplitud. Este Alto Tribunal ha expresado
que:
a) Los arts. 80 y 81 de la Constitución de 1950, que establecen en
forma amplia el derecho de investigar la paternidad a favor de todos
los ciudadanos, no son compatibles con las rígidas limitaciones de los
arts. 225 y 228 del Código Civil, por lo que esperaban una nueva
legislación de acuerdo con los avances modernos consignados en
dichos artículos. Por tal razón, le resultaba imposible dictar
resoluciones de acuerdo con el espíritu de los preceptos
constitucionales sobre la investigación de la paternidad. Pero como
no se había dictado la ley reglamentaria de estos artículos, interpretó
que la ley a que remitía el artículo 81, era al Código Civil, por lo cual
decidió aplicar los artículos 225 y 228 de este cuerpo de leyes a pesar
de que, de acuerdo con los arts. 233, 324 y 335 de la Constitución, y
194 del Código de Procedimiento Civil, los tribunales están obligados
a acomodar sus decisiones preferentemente a los mandatos
constitucionales.286 Rechaza la Corte el principio de la supremacía de
la Constitución, la aplicación directa de ésta, el principio de igualdad
y la doctrina generalmente admitida de que la interpretación de la
legislación ordinaria debe de hacerse de acuerdo con la Constitución.
Se reconoce la inconstitucionalidad, pero no declara sus efectos y
espera una nueva legislación.
b) El art. 35 del Estatuto de Derechos y Garantías de los
Nicaragüenses que consagra el derecho de investigar la paternidad
no derogó las limitaciones del art. 225 del Código Civil. El Estatuto
Fundamental de la República y el Estatuto de Derechos y Garantías
Arts. 80 y 81 de la Constitución.
Art. 78 de la Constitución.
286 S. 8 a.m. del 22 de noviembre de 1957, B.J, pág. 18730.
284
285
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
235
de los Nicaragüenses de la Revolución Sandinista hacían la función
de la Constitución Política, por lo que debían prevalecer sobre las
demás leyes de Nicaragua en toda su extensión. El citado art. 35,
establece el derecho de investigar la paternidad, sin remitir a ninguna
ley, en completa contraposición y en completo viraje con el art. 101 de
la desechada Constitución de 1974, el cual supeditaba el derecho de
investigar la paternidad a las leyes secundarias existentes aún, las
cuales no eran otras que lo dispuesto en el art. 225 del Código Civil y
pertinentes. Con el artículo 35 se ha querido librar de las trabas del
Código Civil de acuerdo con el espíritu y la letra del Derecho
originado en el proceso revolucionario, que busca la más eficaz
protección de los hijos en relación con los padres. No obstante, para
garantía del ejercicio del Derecho revolucionario y evitar que el
juzgador haga subrepticiamente de legislador, se aplican los arts. 225
y 228 del Código Civil que regulan suficientemente la investigación
de la paternidad, como una solución transitoria. El derecho de
igualdad ante la ley, consagrado en el art. 34 del Estatuto de Derechos
y Garantías de los Nicaragüenses, no es aplicable a la investigación de
la paternidad. Para garantía del ejercicio de los derechos emanados
de la legislación revolucionaria, en tanto no se regularan
adecuadamente los medios para el ejercicio de las acciones, se
deberán seguir aplicando los preceptos de la legislación no
revolucionaria, concepto que debía aceptarse dada su racionalidad
jurídica.287
c) Lo dispuesto en el art. 78 de la Constitución vigente de 1987 no
deroga el art. 228 del Código Civil, porque no existe oposición entre
ellos.288
Todo lo expuesto plantea respectivamente al legislador y a la
justicia constitucional dos problemas: la necesidad de aprobar una ley
ordinaria que regule con mayor amplitud la investigación de la
paternidad; mientras tanto los tribunales deben interpretar la ley
ordinaria289 de acuerdo con los valores y disposiciones
constitucionales.
S. 11 a.m. del 6 de junio de 1986, B.J., p. 105.
Consulta 1 de septiembre de 1987, B.J., pág. 418.
289 Arts. 225 y 228 del Código Civil.
287
288
236
IVÁN ESCOBAR FORNOS
En el primer problema se observa una violación de la Constitución
por la omisión de la Asamblea de dictar la ley ordinaria. La Asamblea
debería aprobar la ley. En caso contrario, la Corte debe exhortar (lo
que ya hizo) nuevamente, al conocer de casos concretos, a la
Asamblea, para que apruebe la ley.
El segundo se puede resolver con lo que se llama “doctrina de la
interpretación adecuada de la ley ordinaria a la Constitución”. Ésta es
la solución que debe acoger la Corte Suprema al juzgar cada caso. Por
ejemplo: permitir a los menores de edad la investigación de la
paternidad aún en vida del padre; autorizar los medios de prueba
que brinda el avance científico, siempre que aseguren la veracidad;
etc.
Los arts. 225 y 228 del Código Civil no han sido derogados
totalmente, pero sí fueron modificados en su estructura y alcance por
el citado Estatuto y las dos últimas constituciones. Creo, pues, que los
jueces y tribunales deben aplicar de preferencia el art. 78 de la
Constitución y ampliar las posibilidades de investigar la paternidad,
en relación con las causales y los medios de prueba sin esperar las
reformas del Código Civil para adecuar la ley ordinaria a la
Constitución. Los magistrados revolucionarios sandinistas
renunciaron a la supremacía del Estatuto y de la Constitución
revolucionarias. Renunciaron a la interpretación adecuada y al uso
alternativo del Derecho.
C. RECURSOS DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY Y DE AMPARO
El recurso de inconstitucionalidad de la ley (decreto o
reglamento) sólo cabe contra la ley promulgada y publicada. Por tal
razón, se puede decir que no cabe el recurso de
inconstitucionalidad por omisión de una ley que manda aprobar
una disposición constitucional porque no está contemplado
expresamente por la Constitución.290 Creo que no podemos usar
este recurso porque únicamente se concede contra ley vigente, y no
290 Como ya vimos, con este argumento no se acepta en Panamá la inconstitucionalidad
por omisión.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
237
contra omisión de leyes. Pero se puede usar para impugnar la
inconstitucionalidad por omisión parcial de una ley, por cuanto
íntegramente entró en vigencia y ya tenemos el vehículo donde
llevar el recurso.
Pero veamos si podemos, en nuestro país, usar el amparo para
poder recurrir contra la omisión legislativa total o parcial.
Con el amparo no se puede recurrir directamente contra una ley
vigente por considerarla inconstitucional, ni contra su tramitación.
Pero se puede alegar su inconstitucionalidad en este mismo
amparo cuando se haya aplicado por una autoridad que no sea
judicial.291
De acuerdo con el art. 188 de la Constitución, seguido por el art.
23 de la Ley de Amparo, el amparo se concede contra toda
disposición, acto o resolución, y en general contra toda acción u
omisión de cualquier funcionario, autoridad o agente de los
mismos que viole o trate de violar los derechos y garantías
consagrados en la Constitución Política.
Cuado se denuncia la inconstitucionalidad por no aprobar una
ley que manda la Constitución, no recurrimos de una ley vigente
porque no existe,292 recurrimos de la omisión en que ha incurrido el
legislador al no dictarla e incumplir con el mandato constitucional,
el cual debe citarse como violado. La omisión es el objeto del
amparo. Por tal razón podríamos aplicar el amparo para recurrir
por la omisión total o parcial de la ley, ya que las disposiciones
citadas autorizan a recurrir contra las omisiones de cualquier
autoridad, entre las que se encuentra la Asamblea Legislativa, que
viola la Constitución al no dictar la ley a que le obliga ésta.
Aunque no con estos razonamientos, la Sala Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia, en sentencia número 90 de las 10:30 a.m.
del 22 de abril de 1999, declaró con lugar el recurso de amparo por
no aprobarse en tiempo el Proyecto de Presupuesto, que es una ley
Art. 20 de la Ley de Amparo.
Expresa Bidart Campos: “Si es así, la norma superior que manda dictar esta norma
inferior no es la norma en que se funda la omisión de no dictar tal norma inferior; tampoco la
omisión absorbe su inconstitucionalidad de la norma a lo que se omite complementar, sino que
la adquiere por sí misma, precisamente al no cumplir con la norma que tiene que desarrollar y
que no desarrolla (Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentina. 1977. T. VI, pág. 316).
291
292
238
IVÁN ESCOBAR FORNOS
anual que obligatoriamente, de acuerdo con la Constitución, debe
aprobar la Asamblea Nacional. Pero se negó a señalar plazo por la
aprobación de la ley.
El caso se presentó y resolvió así:
a) El Proyecto de Presupuesto General de la República de 1999
fue presentado a la Asamblea Nacional en el mes de octubre de
1998. Pero en virtud de los desastres ocasionados por el Huracán
Mitch, se modificó dicho Presupuesto, modificación que fue
presentada en el mes de febrero de 1999. Como consecuencia tenía
que aplicarse dicho Proyecto provisionalmente en el primer
trimestre de 1999.
b) Ante esta omisión de aprobar el presupuesto en tiempo
(1998), el Procurador General de la República interpuso recurso de
amparo contra la Asamblea Nacional ante la Sala Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia. Señaló como violado el principio
constitucional de legalidad establecido en los arts. 32,130, párrafo 1
y 183 de la Constitución, así como la Ley de Régimen
Presupuestario.
c) El Presidente de la Asamblea Nacional estuvo de acuerdo con
que se dio una omisión al no aprobar el Presupuesto.
d) La Sala señala en sus considerandos de la sentencia que el art.
188 de la Constitución garantiza el Recurso de Amparo por omisión
de cualquier funcionario, autoridad o agente de los mismos que
viole o trate de violar los derechos y garantías consagrados en la
Constitución.
e) Agrega que la Asamblea Nacional no cumplió con los
mandatos establecidos en los arts. 113, 138 numeral 6, y 150
numeral 5 de la Constitución, que establecen la obligación
constitucional de conocer, discutir y aprobar el proyecto de ley
presentado por el Presidente de la República para su aprobación.
Por tal razón debía declararse con lugar el amparo.
f) El Procurador también pidió en su escrito de apersonamiento:
i) Que se declarara la legalidad de los artículos de la Ley del
Presupuesto hasta el momento aprobados por la Asamblea
Nacional. ii) Que se concediera un término prudencial a la
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
239
Asamblea Nacional para que discuta y apruebe el Proyecto de
Presupuesto por haberse vencido el término del art. 41 de La Ley
del Régimen Presupuestario. iii) Que mientras no rija dicho
término, autorizar al Ministerio de Hacienda para seguir operando
con el Proyecto de Presupuesto.
g) La Sala se pronunció en sus considerandos, a pesar de ser
irregular la forma en que se pidió, en la forma siguiente: i) Que
tales peticiones escapan de la órbita jurisdiccional de la Sala, ya que
en ningún apartado de la Constitución Política ni de la Ley de
Amparo se contemplan tales situaciones. ii) En relación con la
legalización de los artículos aprobados por la Asamblea Legislativa,
dijo que de acceder a ello estaría violando la Ley de Amparo que en
su reforma del art. 51, inc. 3, hecha en la Ley 205, establece que no
cabe el recurso contra el proceso de formación de la ley, su
promulgación y publicación. Que es un contrasentido considerar
aprobados tres artículos de una ley que en su conjunto no ha sido
aprobada, sancionada y publicada. iii) En relación con el término
pedido, la Sala consideró que no tiene facultad legal para conceder
términos prudenciales ni prórrogas automáticas a términos
establecidos en las leyes, cuya atribución le corresponde a la
Asamblea Nacional de acuerdo con el art. 138 inc. inc. 1 de la
Constitución, ni mucho menos autorizar al Ministerio de Hacienda
y Crédito Público seguir operando con el Anteproyecto del
Presupuesto y sus reformas por tratarse de un funcionario del
Poder Ejecutivo.
h) La Sala en su parte resolutiva dijo: i) Ha lugar al Amparo por
omisión, vuelvan las cosas al estado que tenían antes de la
violación constitucional por la falta de aprobación de Proyecto de
Presupuesto General de la República 1999. ii) Es obligación de la
Asamblea Nacional cumplir con su atribución constitucional de
conocer, discutir y aprobar el Proyecto de Presupuesto General de
la República 1999, a efecto de que no persista el estado de violación
constitucional actualmente existente. iii) No ha lugar a la solicitud
de que se declare la legalidad de los artículos del Proyecto de
Presupuesto de la República para el presente año, porque no hay
amparo contra el proceso de formación de la ley. iv) No ha lugar a
240
IVÁN ESCOBAR FORNOS
la solicitud de que se conceda un término prudencial a la asamblea
Nacional para que discuta y apruebe el Proyecto de Presupuesto
General de la República 1999, por ser una facultad eminentemente
legislativa. v) No ha lugar a la solicitud de autorizar al Ministerio
de Hacienda y Crédito Público para seguir operando con el
Anteproyecto de Presupuesto y sus reformas presentadas, por ser
notoriamente improcedente.
Acepta la omisión absoluta y no hay razón para que no acepte la
parcial. La proyección de la Constitución sobre el sistema jurídico
es enorme, pues éste debe desarrollarse de acuerdo con ella. Gran
cantidad de leyes desarrollan disposiciones, principios y valores
constitucionales. Por tal razón, es fácil observar esa orientación
constitucional de las normas jurídicas.
Citaremos algunas normas que desarrollan artículos
constitucionales:
a) Los arts. 15 y siguientes de la Constitución que regulan la
nacionalidad son desarrollados por la Ley de Nacionalidad
promulgada el 30 de junio de 1992 y su reglamento, y la Ley de
Extranjería.
b) La libertad individual establecida en el art. 25 de la
Constitución está garantizada por el habeas corpus consagrado en la
Ley de Amparo.
c) El respeto a la honra y la reputación establecido en el art. 26
de la Constitución está garantizado en el Código Penal por el delito
de injurias y calumnias.
d) Las garantías del procesado (presunción de inocencia, juicio
por jurado, etc.) establecidas en los arts. 33 y 34 de la Constitución
están desarrolladas por el Código Procesal Penal.
e) La no retroactividad establecida en el art. 37 de la
Constitución aparece desarrollada en el art. IV del Título
Preliminar del Código Civil y el art. 4 del Código Penal.
f) El art. 61 de la Constitución que consagra la seguridad social
está desarrollado por varias leyes.
g) Los derechos laborales establecidos en el art. 80 y siguiente de
la Constitución están desarrollados en el Código del Trabajo y otras
leyes.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
241
h) La desaforación del Presidente y Vicepresidente de la República
establecida en el art. 130 de la Constitución es regulada por el Código
Procesal Penal.
i) El juzgamiento sin dilaciones establecido en el art. 34 inc. 2 de la
Constitución se desarrolla a través del juicio oral regulado por el
Código Procesal Penal.
j) La Convención de la Niñez, incorporada por el art. 71 de la
Constitución, en parte es desarrollada por el Código de la Niñez y
Adolescencia del 24 de mayo de 1998.
k) La iniciativa popular de leyes establecida en el art. 140, inc. 4 de
la Constitución, está desarrollada en la Ley de Iniciativa Ciudadana de
Leyes del 3 de octubre de 1997.
l) La protección a los discapacitados consagrada en el art. 56 de la
Constitución se desarrolla en parte por la Ley de Prevención,
Rehabilitación y Equiparación de Oportunidades para las Personas
Discapacitadas del 27 de septiembre de 1995.
m) El derecho a la salud establecido en el art. 105 de la Constitución
es desarrollado por la Ley General de Salud del 17 de mayo de 2002.
n) El derecho al ambiente establecido en el art. 60 de la
Constitución se desarrolla en parte por la Ley General del Medio
Ambiente y los Recursos Naturales del 27 de marzo de 1996 y su
reglamento del 14 de junio de 1999.
o) La protección a los derechos de los consumidores establecida en
el art. 105 inc. 4 de la Constitución es desarrollada por la Ley de
Defensa a los Consumidores del 1 de noviembre de 1994 y su
reglamento del 14 de junio de 1999.
p) El patrimonio familiar establecido en el art. 71 de la Constitución
es desarrollado por la Ley del Patrimonio Familiar, del 21 de abril de
1959.
q) El derecho de adopción establecido en el art. 79 de la
Constitución está desarrollado por la Ley de Adopción del 12 de
octubre de 1981.
r) La Ley de Amparo cumple con el art. 190 de la Constitución, que
exige que dicha ley regule los recursos de inconstitucionalidad de la
ley, decreto y reglamento, el recurso de amparo y el de exhibición
personal.
242
IVÁN ESCOBAR FORNOS
s) El art. 184 de la Constitución dispone que son constitucionales
la Ley Electoral, la Ley de Emergencia y la Ley de Amparo que se
dictaren, las cuales ya fueron aprobadas y entraron en vigencia.
t) La Ley de Municipios se dictó en cumplimiento del art. 177 de
la Constitución.
u) La Ley de Inversiones Extranjeras se dictó en cumplimiento
del art. 100 de la Constitución.
v) La Ley de Carrera Docente del 10 de octubre de 1990 en
cumplimiento del art. 130 párrafo 7 de la Constitución.
w) La Ley del Servicio Civil y Carrera Administrativa del 5 de
diciembre de 1989 y reforma del 19 de mayo de 1990, en
cumplimiento del art. 130 párrafo 7 de la Constitución.
En nuestra Constitución existen, pues, muchos mandatos
legislativos, algunos de los cuales ya se han cumplido mediante la
vigencia de la correspondiente ley.
Existen otros mandatos constitucionales a los que todavía no les
ha llegado su tiempo. Por ejemplo: la participación popular en la
administración de justicia293 y el derecho de los trabajadores de
participar en la administración de la empresa.294 Pero existen otros
mandatos que ya están en mora de ser cumplidos. Ejemplos: la ley
que regula la unión de hecho entre hombre y mujer,295 las reformas
para hacer efectiva la igualdad de los hijos legítimos e ilegítimos,296
las reformas para regular con más amplitud la investigación de la
paternidad.297 Además, no debemos olvidar el mandato
constitucional de aprobar anualmente el Presupuesto de la
República.
De acuerdo con el art. 164 inc. 12 de la Constitución, le
corresponde a la Corte Suprema de Justicia conocer y resolver los
conflictos de competencia y constitucionalidad entre los poderes
del Estado, competencia que se le atribuyó a la Corte Plena de
acuerdo con el art. 27 inc. 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
Art. 166 de la Constitución.
Art. 81 de la Constitución.
295 Art. 79 de la Constitución.
296 Art. 75 de la Constitución
297 Art. 78 de la Constitución.
293
294
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
243
pero esta ley no estableció el procedimiento para resolver el conflicto:
planteamiento del conflicto, tipos de conflictos, efectos suspensivos o
no suspensivos de los actos, efectos de la sentencia, etc. Es un vacío
legal que la Corte Plena llenó parcialmente al expresar que para
plantear el conflicto debe hacerse uso de un recurso innominado, sin
nombre, como los recursos innominados establecidos por el art. 173
del antiguo Código de Enjuiciamiento Militar (CEM) en sentencia de
1959, B. J., pág. 80 y 1997 B. J., pág. 252. También expresó que este
recurso innominado es distinto del amparo y del recurso de
inconstitucionalidad contra la ley, decreto y reglamento.
Dice la Corte Suprema de Justicia: “Que de la lectura de dicho
inciso se desprende que la facultad de la Corte Suprema es para
conocer los conflictos entre los poderes del Estado (…)”. Podemos
decir que la atribución que se le da a la Corte Suprema de Justicia,
para conocer y resolver los conflictos de constitucionalidad entre los
poderes del Estado es un recurso innominado, no sólo porque la
Constitución no lo denomina, sino porque como medio de resolución
de conflictos entre los poderes del Estado es una norma nacida de la
reforma parcial constitucional verificada por la Asamblea Nacional en
uso de sus poderes constitucionales, la cual en los incisos 3 y 4 del
artículo mencionado da competencia a esta Corte Suprema de Justicia
para conocer de amparo e inconstitucionalidad, dos recursos distintos
a la atribución del inciso 12”.
“Este Supremo Tribunal ya ha conocido anteriormente del Recurso
sin nombre a los que ha calificado de “innominados”… y el cual por
no tener nombre, le calificaron de innominado (…)”.298
En realidad no se trata de ningún recurso innominado que no
establece la Constitución. Se trata del planteamiento de un conflicto de
competencia o de constitucionalidad ante ese Alto Tribunal.
Los conflictos de competencia pueden ser positivos y negativos.
Existe conflicto de competencia positivo cuando los poderes en
conflicto reclaman su propia competencia en la disputa por un acto,
resolución, decreto o ley.
298
S. 11:00 a. m. del 19 de diciembre de 1996, B. J., pág. 331.
244
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Para que pueda plantearse el conflicto ante la Corte Suprema de
Justicia es preciso formalizarlo mediante las reclamaciones
recíprocas de los poderes, conflicto en el que se reivindica la
competencia de las actividades que realizan.
Este conflicto puede llevar a un problema constitucional cuando
las partes plantean violaciones constitucionales.
La sentencia que decide este conflicto tiene doble efecto; anula la
disposición, resolución o ley viciadas de incompetencia o
inconstitucionalidad; y le otorga la competencia discutida al
recurrente.
Los conflictos de competencia son negativos cuando ninguno de
los poderes quiere resolver sobre las pretensiones de las personas
naturales o jurídicas. También tiene que formalizarse el conflicto.
La decisión que le pone fin al conflicto señala el Poder o
autoridad a quien le corresponde decidir.
Estos conflictos son de poca ocurrencia. Los que normalmente se
presentan son los positivos.
Si el mandato encierra un derecho ejercitable inmediatamente
no surge el problema de la omisión inconstitucional. Simplemente
se invoca y los jueces y tribunales deben aplicarlo.
Peter Häberle expresa sobre los mandatos constitucionales: “La
actividad del legislador puede concebirse como procesamiento
permanente del cambio social en el tiempo y ofrece una variedad
de procedimientos y técnicas pertinentes. En la primera época de la
LF, se intentaba “cumplir” los mandatos constitucionales, abiertos
(u ocultos), por ejemplo, sobre la igualdad de los sexos (artículo 3º,
inciso 2, de la LF), de los hijos nacidos fuera de matrimonio
(artículo 6º, inciso 5 de la LF) o sobre la democracia interna de los
partidos (artículo 21, inciso 1, frase 3, de la LF) (cfr. también los
artículos 95, inciso 3, y 117, inciso 2, de la LF).”299
299 El Estado Constitucional. Universidad Nacional Autónoma de México. México. 2001,
págs. 63 y 64.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
245
17. FUTURO DE LA INSTITUCIÓN
El futuro de una institución depende del grado de penetración
en la sociedad y de su fortaleza en el cumplimiento de sus fines. Sin
estas condiciones cualquier figura o institución legal o cae en
disfunción o en desuso, lo cual termina en un fracaso.
Pero estamos partiendo de que ya se encuentra consagrada en
las constituciones y en funcionamiento. Sin embargo, la realidad es
que la inconstitucionalidad por omisión es una institución que
recientemente se incorpora (fines del siglo XX) en las constituciones, como asimismo es reciente su creación jurisprudencial. Es
una institución en experimentación. No son muchos los países que
la regulan expresamente, tampoco los que en su jurisprudencia la
aceptan. Por otra parte, la doctrina no le ha dedicado mucho
tiempo y espacio para lograr su penetración. Uno de sus
obstáculos, además de la falta de información de los constituyentes
y tribunales, es la falsa creencia de que se viola la división de
poderes y se limitan las facultades del Poder Legislativo, aunque la
sentencia se limite a solucionar el caso concreto y a recomendar al
legislador la regulación urgente del mandato constitucional. Se
enfrenta la teoría de la división de poderes con el principio de la
superioridad de la Constitución y su ineludible cumplimiento.300
No creo que exista tal enfrentamiento, pues con la figura en
estudio, limitando la sentencia en los términos indicados, lo que se
logra es un balance y contrapeso entre los poderes, un sistema
efectivo de control301 y el cumplimiento de la Constitución, la
máxima ley de la República. Por otra parte, la teoría de división de
poderes, revisada y hasta rechazada por algunos autores, todavía
es mantenida con modificaciones por su utilidad y difícil
sustitución. Una de sus modificaciones es la presencia de los
tribunales constitucionales, en algunos países separados del Poder
300 Es preciso advertir que no sólo el principio de la división de poderes y otros
argumentos se oponen a esta institución. Los diputados y constituyentistas son fuertes
opositores.
301 Para profundizar sobre los controles del poder véase una de las obras más importantes
sobre este tema del destacado constitucionalista Diego VALADÉS: “El Control del Poder”. Ob. cit.
246
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Judicial, los que tienen funciones normativas de carácter negativo y
positivo, sin que lleguen a sustituir al legislador, por lo que se ha
creído que constituyen un poder político.302
La lucha debe principiar por incorporarla a las constituciones y
después velar por su cumplimiento. Creo en su futuro,
principalmente en Latinoamérica, por las razones siguientes:
a) El principio de la supremacía de la Constitución, no puede
permitir que se le defienda solamente ante violaciones producidas
por acción, no contra infracciones por omisión, con las cuales no
pocas veces se le transgrede, se burla de ella, y se llega a mutarla.
b) El juez en la sociedad moderna es una figura central en el
Derecho, que cada día adquiere más poder y beligerancia por su
sentencia razonada, su neutralidad y las garantías en los procesos
en que interviene.
c) El activismo de la justicia constitucional viene a llenar la
inactividad e inoportunidad de los parlamentos, muy criticados en
la actualidad. No puede permitir que la Constitución sea una
mentira, solamente efectiva en el papel, sin valor normativo
efectivo en la realidad.
d) La inconstitucionalidad por omisión es un instrumento de
defensa de las minorías, que funciona mejor en nuestros países
latinoamericanos que la iniciativa popular de ley, la cual no
funciona bien, y que en nuestro país nunca se ha usado a pesar de
estar regulada y reglamentada.
e) La inconstitucionalidad por omisión es un valioso
instrumento para el desarrollo de los derechos sociales, aunque
éstos para algunos autores no son considerados como verdaderos
derechos subjetivos exigibles judicialmente si no están
desarrollados en la ley ordinaria.303
302 Cfr. José Julio FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ. La Inconstitucionalidad por Omisión. Ob. cit, pág.
171 y sigts.
303 Cfr. Víctor ABRAMOVICH y Cristián
COURTIS. Los Derechos Sociales como Derechos
Exigibles. Ob. cit. Gustavo Linares Berezo. “Derecho Prestacionales y Separación de Poderes”.
Constitucionalismo Hoy. Obra Colectiva. Fundación Manuel GARCÍA-PELAYO. Caracas,
Venezuela. 2000, pág. 413 y sigts.
CAPÍTULO XIII
RECURSO DE AMPARO
1. REGULACIÓN CONSTITUCIONAL Y LEGAL
DEL AMPARO VIGENTE
En La Gaceta número 5 del 9 de enero de 1987 se publicó la vigente
Constitución. Los arts. 187, 188 y 189 de la Constitución establecen
tres recursos: el de inconstitucionalidad contra leyes, decretos o
reglamentos, el de amparo y el de exhibición personal. Éstos debían
ser regulados por una Ley de Amparo con rango constitucional,
según lo disponían los arts. 184 y 190 de la Constitución. En La
Gaceta número 24, del 20 de diciembre de 1988, se publicó la
correspondiente Ley de Amparo, la cual equivale al Código
Procesal Constitucional que ya se ha promulgado en algunos
países.
El amparo también lo contemplan el art. 25 de la Convención
Internacional Americana de los Derechos del Hombre, y su
antecedente en el art. XVIII de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre y el Pacto de Derechos Civiles y
Políticos, todas aplicables en Nicaragua de acuerdo con el art. 46 de
la Constitución. Esta consagración en dichos instrumentos
internacionales la han propiciado juristas mexicanos.
2. OBJETO O MATERIA DEL AMPARO
De acuerdo con los arts. 3 y 23 de la Ley de Amparo y 188 de la
Constitución, la materia del amparo es amplia, pues comprende los
actos, disposiciones, resoluciones, y en general toda acción u
247
248
IVÁN ESCOBAR FORNOS
omisión de cualquier funcionario, autoridad o agentes de los
mismos que violen o traten de violar los derechos y garantías
consagradas en la Constitución.
El amparo, pues, se da solamente contra los actos de autoridad y
no contra los actos de los particulares, según se desprende
especialmente de los arts. 188 de la Constitución, 3 y 23 de la Ley
de Amparo y del resto de su articulado. Éste ha sido el criterio
mantenido por nuestras leyes de amparo y confirmado por la
jurisprudencia.304
Dentro de este mismo orden de ideas, no cabe el amparo cuando
la autoridad actúa como un particular, ya sea en la celebración o
cumplimiento de un contrato, o con ocasión de cualquier otro acto
o hecho. Así lo reconocen la Corte Suprema305 y la doctrina.
Siempre en relación con este mismo criterio, la Corte Suprema
ha dicho que contra la autoridad que ocupa un terreno, de cuyo
conflicto nacen y derivan acciones ordinarias para las partes, no
cabe el amparo, sino el ejercicio de dichas acciones.306 Estas
acciones podrían ser la reivindicatoria o las posesorias (interdictos
posesorios).
Los elementos sobre los que se pronuncia el órgano
jurisdiccional (thema decidendum) están constituidos por la
pretensión del recurrente, la contestación (informe de la autoridad
recurrida), el acto recurrido, las pruebas aportadas, las partes y los
terceros involucrados.
304 S. 11:00 a.m. del 3 marzo de 1916, B. J., pág. 1097. S. 9:00 a.m. del 3 de junio de 1937, B.
J., pág. 9757. S. 12 a. m. del 26 de julio de 1945, B. J., pág. 12904. S.10:00 a. m. del 24 de mayo de
1947, B. J., pág. 13829. S. 10:00 a.m. del 26 de enero de 1955, B. J., pág. 17323. S. 10:30 a.m. del 28
de noviembre de 1958, B. J., pág. 19245. S. 10:30 a.m. del 26 de marzo de 1996, B. J., pág. 88. En
otras legislaciones es amplio y se da no sólo contra los actos de autoridad, sino contra las
entidades autónomas y contra los concesionarios de servicios públicos.
305 S. 11:00 a.m. del 30 de noviembre de 1923, B. J., pág. 4150. S. 11:00 a.m. del 3 de mayo de
1934, B. J., pág. 8605. S. 11:00 a.m. del 13 de diciembre de 1935, B. J., pág. 9139. S. 10:00 a.m. del
4 de abril de 1937, B. J., pág. 9669. S. 10:00 a.m. del 12 de noviembre de 1952, B. J., pág. 16242.
S.10:00 a.m. del 9 de mayo de 1956, B. J., pág. 18051. S.11:00 a.m. del 5 de abril de 1961, B. J.,
pág. 20368. S. 12 m. del 5 de abril de 1961, B. J., pág. 20369. S. 9:45 a. m. del 2 de septiembre de
1965, B. J., pág. 256.
306 S. 12 m. del 5 de abril de 1937, B. J., pág. 9630. S. 11:40 a. m. del 30 de noviembre de
1965, B. J., pág. 355. S. 9:45 a.m. del 5 de diciembre de 1966, B. J., pág. 306.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
249
La Corte Suprema ha dicho:
a) Los convenios o contratos administrativos no son actos de
autoridad, y para el cumplimiento de alguna prestación debe
acudirse a los tribunales ordinarios y no debe usar la autoridad la
vía de imperio, y de hacerlo cabe contra ella la vía del amparo.307
b) El recurso de amparo, por su propia naturaleza, tiene por
objeto mantener la supremacía de la Constitución Política y el
imperio de la misma, así como de las leyes constitucionales, y
procede en contra de toda disposición, acto o resolución y en
general, contra toda acción u omisión de cualquier funcionario,
autoridad o agente de los mismos que viole o trate de violar los
derechos y garantías consagrados en la Constitución Política. Por
su naturaleza de recurso extraordinario, la ley que regula su
ejercicio, reviste al mismo de ciertos y determinados requisitos que
deben de cumplirse por la persona natural o jurídica que hace uso
de dicho remedio legal ante el Tribunal competente, y que de no
cumplirse, hacen que el recurso corra la suerte de ser declarado
improcedente. La Ley de Amparo, publicada en el diario oficial La
Gaceta el veinte de diciembre de 1988, señala de manera expresa en
los arts. 26 y 27 los requisitos que deben observarse para la
interposición de la demanda correspondiente.308
c) Esta Sala tiene el criterio de que aun cuando el recurso de
Amparo está específicamente establecido y regulado para proteger
contra violaciones de derechos y garantías consagradas en la
Constitución Política, en aquellos casos en que determinados actos
administrativos son claramente violatorios de derechos
establecidos en una ley ordinaria, puede acogerse el recurso de
amparo por violación al principio de legalidad.309
Efectivamente, el principio de legalidad está establecido en
nuestra Constitución en los arts. 32, 129, 130, 131, 150 inc. 1, 160,
164 inc. 4 y 182. Ésta nos induce a pensar que la sentencia final de
S. 9:00 a.m. del 22 de abril de 1993 B. J., pág. 26.
S. 10:45 a.m. del 12 de junio de 1995, B. J., pág. 47.
309 S. de la Sala Constitucional No. 117 de las 2:00 p. m. del 3 de octubre de 2002.
307
308
250
IVÁN ESCOBAR FORNOS
lo contencioso administrativo puede ser objeto de amparo si se
viola la Constitución.
Nuestra Ley de Amparo es el instrumento legal mediante el cual
se ejerce el control del ordenamiento jurídico y de las actuaciones
de los funcionarios públicos para mantener y restablecer el imperio
de la Constitución Política.310
3. DERECHOS TUTELADOS
Es difícil hacer una lista completa de todos los derechos que
consagra nuestra Constitución, porque ocuparía mucho espacio.
Existen derechos individuales, derechos políticos, derechos
sociales, derechos de la familia y derechos laborales.
A manera de ejemplos citaré algunos: derecho a la nacionalidad;
derecho a la vida; derecho a la libertad individual; derecho a la
vida privada; a la honra y la reputación; a la imagen, a la
inviolabilidad del domicilio, de las comunicaciones y de los
documentos privados; derecho a la seguridad; derecho al
reconocimiento a la capacidad y personalidad jurídica de las
personas; derecho a la autonomía personal; libertad ideológica;
libertad de pensamiento y conciencia; libertad religiosa; libertad de
culto; derecho de circulación y residencia; igualdad ante la ley, la
jurisdicción y el debido proceso; presunción de inocencia; proceso
rápido; juzgamiento por tribunal competente establecida por la ley
(el juez natural) e imparcial; derecho a ser juzgado por un tribunal
de jurado; derecho a la defensa; derecho de recurrir a un tribunal
superior; derecho a no ser procesado dos veces (non bis in idem);
principio de legalidad y de retroactividad a favor del reo;
publicidad del proceso; inimputabilidad los menores; respeto a la
integridad física, psíquica y moral; no prisión por deudas; derecho
a la propiedad privada y prohibición a la confiscación de bienes;
libertad de empresa; el principio de irretroactividad de la ley;
derecho de asociación; derecho de reunión; derecho de
manifestación; derecho de petición; el sufragio; el derecho a la
310
S. 10:45 a.m. del 7 de agosto de 1995, B. J., pág, 105.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
251
educación, recreación, deporte y cultura; autonomía universitaria;
derecho a la cultura, creación artística y el deporte; la libertad de
cátedra; derecho a la salud; derecho a la seguridad social; derecho a
una vivienda digna; derecho de protección al medio ambiente;
derecho del consumidor; libertad de expresión; protección al
matrimonio y a la unión de hecho estable; protección a la
reproducción; protección a los ancianos; protección de los menores;
libertad de trabajo; derecho a la huelga y libertad sindical.
Por otra parte, de acuerdo con el art. 46 de la Constitución son
aplicables con rango constitucional los derechos consagrados en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos; en la Declaración
de Derechos y Deberes del Hombre; en el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la Organización de
las Naciones Unidas; y en la Convención Americana de Derechos
Humanos de la Organización de Estados Americanos.
Ni la ley ni la Constitución excluyen de la protección del
amparo los derechos establecidos en la Constitución y los
instrumentos internacionales, pero evidentemente la intensidad de
protección varía, porque algunos derechos necesitan de desarrollo
o reglamentación de la ley ordinaria, o porque los recursos
económicos imposibilitan su cumplimiento.
4. LA PRETENSIÓN DEL AMPARO
En el amparo, la pretensión es la petición del quejoso al órgano
jurisdiccional para que le restituya o preserve sus derechos, si el
hecho contra el cual se recurre fuere positivo; si fuere negativo, la
pretensión es obligar al funcionario a respetar la ley y cumplir con
lo que ésta exija.
La Corte Suprema ha expresado que el recurso de amparo tiene
sus raíces en la necesidad de encontrar un medio jurídico que
consagre y haga respetar los derechos establecidos en la
Constitución Política, a favor de las personas que hubieren sido
agraviadas por parte de funcionarios, autoridades o agentes de los
252
IVÁN ESCOBAR FORNOS
mismos, y que necesitaren de su protección mediante la acción
correspondiente.
Conforme este concepto nuestra Ley de Amparo es el
instrumento legal mediante el cual se ejerce el control del
ordenamiento jurídico y de las actuaciones de los funcionarios
públicos para mantener y restablecer el imperio de la Constitución
Política.311
5. LAS PARTES
Las partes en el amparo son tres: el quejoso o recurrente, la
autoridad responsable y el Procurador General de Justicia. También
pueden intervenir los terceros interesados.312
Lo pueden interponer las personas naturales, las personas
jurídicas privadas o públicas: las sociedades civiles o comerciales, las
organizaciones no gubernamentales, los sindicatos, el Estado y sus
entes, las municipalidades, los partidos políticos, el Procurador
General de la República, el Procurador de Derechos Humanos.
El amparo sólo puede promoverse y tramitarse a petición de parte.
Rige el principio del impulso privado. La Corte Suprema de Justicia
dice que el principio de iniciativa lo recoge el art. 23 de la Ley de
Amparo, el cual ordena que la tramitación del recurso de amparo sólo
se realiza por iniciativa de la parte agraviada.313
Haremos un breve estudio de la legitimación y de las diferentes
capacidades de las partes en el amparo.
A. CAPACIDAD PARA SER PARTE
Es la aptitud de ser sujeto del amparo. La tienen todas las personas
naturales por el hecho de ser tales, las personas jurídicas y públicas, y
hasta los extranjeros. Ejemplos: los menores de edad tienen capacidad
para ser parte en el amparo, los dementes o incapacitados en general;
311 S. 11:30 a.m. del 7 de junio de 1995, B. J., pág. 35. S. 10:45 a.m. del 21 de diciembre de
1993, B. J., pág. 219. S. 11:30 a.m. del 7 de junio de 1995, B. J., pág. 35. S. 12 m. del 3 de julio de
1995, B. J., pág. 66.
312 Art. 41 de la Ley de Amparo.
313 S. 11:00 a.m. del 26 de julio de 1992, B. J., pág. 185.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
253
las personas jurídicas tienen capacidad para ser parte a menos que se
hayan extinguido o aún no hayan surgido a la vida legal (v. gr., una
sociedad anónima que no está inscrita). Esta capacidad equivale a la
capacidad de goce, y se refiere a la capacidad de las personas de
poder ser titulares de derechos fundamentales.
a) Personas naturales. Pueden interponer el amparo todas las
personas naturales, tanto nacionales como extranjeras.
Los nicaragüenses tienen una capacidad plena. Los extranjeros
tienen los mismos derechos y deberes que los nicaragüenses con
excepción de los derechos políticos (sufragio activo y pasivo, etc.), de
los que establezcan las leyes, y no tienen derecho de intervenir en los
asuntos políticos del país. Así lo dispone el art. 27 de la Constitución,
el que para reforzar esta idea expone en su parte final que el Estado
respeta y garantiza los derechos reconocidos en la Constitución a
todas las personas que se encuentren en su territorio y sujetos a su
jurisdicción.
Por otra parte, el art. 46 de la Constitución protege en el territorio
nacional a todas las personas en sus derechos inherentes y los
consignados en los principales documentos y declaraciones
internacionales sobre derechos humanos que incorpora a
la
Constitución.
Un problema fundamental es el relativo a la protección del
nasciturus. En el art. 5 y siguientes del Código Civil, se distingue entre
personas de existencia visible o legal (los ya nacidos) y las personas
con existencia natural o concebidos en el vientre materno. Los
primeros son capaces de adquirir derechos y contraer obligaciones, y
les son permitidos todos los actos y todos los derechos que no le
fueren expresamente prohibidos. Estos artículos del Código Civil
desarrollan en parte el art. 32 de la Constitución, el cual dispone que
ninguna persona está obligada a hacer lo que la ley no manda ni
impedida de hacer lo que ella prohíbe. Esto viene a confirmar el
derecho que tienen todas las personas naturales para interponer el
amparo.
Las personas por nacer son las concebidas en el vientre materno, y
desde ese momento comienza su existencia natural. Se les debe
254
IVÁN ESCOBAR FORNOS
protección para conservarles la vida mediante la intervención de la
autoridad, la cual tomará todas las providencias para garantizar la
existencia del concebido que se crea se encuentre de algún modo en
peligro. También se les puede nombrar guardador para protegerles
los derechos eventuales que puedan adquirir por su existencia legal.
Este tipo de legislación permite al nasciturus, a través de su
guardador, interponer el amparo para defender sus derechos
eventuales o su vida cuando hubiere peligro de aborto. También
podría ejercer esta acción el Ministerio Público o el Procurador de los
Derechos Humanos.
Nuestra legislación no acepta ninguna de las dos tesis legales que
fundamentan el aborto: la que considera al aborto como un derecho,
pero admite causa justificada para realizarlo, dentro de un criterio
amplio; y la que lo considera un acto antijurídico, pero lo admite de
manera justificada dentro de un criterio restrictivo.
La primera tesis la sostiene la Suprema Corte de los Estados
Unidos a partir de 1973, cuando en el caso Rose versus Wade
consideró que las mujeres embarazadas tienen un derecho
constitucional a interrumpir el embarazo como consecuencia directa
de sus derechos de libertad, igualdad y privacidad, dentro de un
criterio amplio. Pero este derecho, como cualquier otro, tiene límites
establecidos por el legislador de manera justificada.
La segunda tesis proviene del Tribunal Constitucional Federal
alemán, para quien la vida es un bien jurídico que debe protegerse
hasta frente a la libertad de la mujer embarazada dentro de un criterio
restrictivo, por lo que la interrupción del embarazo es un acto
antijurídico que se puede eximir de responsabilidad penal bajo cierta
circunstancia que lo justifiquen, ya que en caso contrario es un delito.
El art. 165 de nuestro Código Penal despenaliza solamente el
aborto terapéutico, determinado con la intervención de tres
facultativos. Además, se exige el consentimiento del cónyuge o de la
persona más cercana a la mujer.
b) Las personas jurídicas de Derecho Privado. Las personas
jurídicas de Derecho Privado pueden interponer el amparo. En la Ley
de Amparo de 1980 se exigía el requisito de la afectación de sus
intereses patrimoniales. Era una condición tanto para las personas
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
255
jurídicas de Derecho Privado como para las de Derecho Público. La
eliminación de este requisito permite una mayor amplitud para la
legitimación de las personas jurídicas en relación con la violación de
los derechos constitucionales.
Un sector doctrinal que limita la titularidad a las personas
naturales no concibe a las personas jurídicas como titulares directos
de los derechos fundamentales, sino de manera secundaria, pues
representan una titularidad de los sujetos primarios que son las
personas individuales.
Es más, existe la posibilidad de que un mismo derecho tenga
aspectos que puedan ser titularizados por una persona jurídica y
otros aspectos que no los puede titularizar.
La determinación de las titularidades de los derechos
fundamentales es algo complejo. No se puede hacer en forma general
en relación con todos y cada uno de los derechos. El tema es algo
casuístico. Deben tenerse en cuenta, entre otros elementos, la
naturaleza del derecho, las finalidades de las personas jurídicas y la
ley.
Inicialmente, a las personas jurídicas se les negaba la capacidad
para ser titulares de derechos fundamentales.314 Éstos solamente eran
atribuidos a las personas naturales para protegerlas frente al Estado.
Superadas en parte estas ideas y ante el aumento de los derechos y la
amplitud del desarrollo de los mismos, surge el criterio de que las
personas jurídicas puedan ser titulares de derechos fundamentales
atendiendo a la naturaleza del derecho que puedan ejercer. Es una
titularidad general de los derechos, pero limitada por la naturaleza
del derecho y por lo establecido en la ley.
Por ejemplo, las personas jurídicas privadas son titulares (lo
mismo que las públicas) de los derechos a la inviolabilidad del
domicilio; del derecho de no ser sancionadas administrativamente
por acciones u omisiones que al momento de producirse no
314 German J. Bidart Campos se pronuncia a favor de conceder la titularidad de los
derechos humanos a las entidades intermedias que integran la sociedad pluralista:
asociaciones, agrupaciones, corporaciones, organizaciones, etc., porque con ellas el hombre
individual expande y despliega su sociabilidad, su libertad, sus energías creadoras, su
iniciativa privada y donde realiza muchos de sus fines parciales (Teoría General de los Derechos
Humanos. Editorial Astrea, Buenos Aires, 1991, pág. 371).
256
IVÁN ESCOBAR FORNOS
constituyen infracción; del derecho de propiedad; del derecho de
reunión; etc. Sin embargo, carecen del derecho al sufragio activo y
pasivo; del derecho de la identidad familiar; del derecho a la libertad
personal; de los derechos concedidos a la familia en general; del
derecho de asilo; del derecho a no ser extraditado; derecho al
matrimonio; derecho al aborto, y a la muerte digna en los casos
permitidos por la ley; etc. Son las personas naturales las que tienen la
titularidad en estos casos.
A esta limitación de las personas jurídicas debe agregarse el
ámbito de sus finalidades. Por ejemplo: un sindicato debe limitar sus
funciones a la finalidad que de acuerdo con la ley le es asignada y no
tiene, por ejemplo, titularidad de libertad religiosa; una sociedad
mercantil y civil tiene titularidad sobre el derecho de propiedad y no,
por ejemplo, sobre el derecho al sufragio; un partido político debe
limitar sus funciones a aquéllas para las que fue creado, y no tiene
titularidad, por ejemplo, del derecho de asilo.
Es conveniente advertir que la persona jurídica, o el Estado como
tal, no puede fundar en la titularidad de un derecho fundamental la
ampliación o modificación del ámbito de sus competencias.
Las ideas expuestas en este apartado se convienen con el art. 19. III
de la Ley Fundamental de Bonn, que dice: "Los derechos
fundamentales se extienden a las personas jurídicas nacionales en la
medida en que, con arreglo a su respectiva naturaleza, aquéllos les
sean aplicables".
c) Personas de carácter público. La capacidad de las personas de
carácter público para adquirir derechos fundamentales es más
complicada. Si las personas jurídicas de carácter público son sujetos
de derechos fundamentales, lo son con carácter excepcional.
Sobre la capacidad de las personas públicas existen dos tesis
contradictorias. La primera le niega el derecho de interponer el
amparo al Estado315 y sus entes, por ser únicamente titulares de
315 Germán J. Bidart Campos expresa que no es correcto incluir entre los sujetos de
derechos humanos al Estado, aunque detecta la posibilidad de atribuirle excepcionalmente
ciertos derechos desprovistos de la naturaleza que, con otros fundamentos filosóficos,
históricos y políticos, revisten los derechos humanos. Entre ellos: el derecho a la propiedad, a
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
257
competencias, potestades y atribuciones y no de derechos
fundamentales. La segunda, por el contrario, acepta que las personas
jurídicas de Derecho Público (Estado, municipios, entes gubernamentales) sean sujetos de ciertos derechos fundamentales que, por su
naturaleza, puedan ejercer, y, por lo tanto, estarían legitimadas para
defenderlos por medio del amparo. El tema no es pacífico ni en la
doctrina ni en la jurisprudencia.
Creo que las personas jurídicas de carácter público pueden
interponer el amparo cuando actúan como personas de carácter
privado; cuando invocan el derecho a una tutela judicial efectiva sin
indefensión; cuando defienden a sus miembros en el cumplimiento
de sus fines: cuando la universidad defiende la libertad de cátedra;
cuando la Iglesia defiende la libertad religiosa; y cuando las
municipalidades defienden su autonomía.
La doctrina le niega el derecho de amparo a las personas jurídicas
de carácter público cuando lo hacen para defender sus competencias,
facultades y atribuciones frente a otras personas jurídicas de carácter
público. Se dice que el amparo es un instrumento de defensa de los
ciudadanos frente a los poderes, y no de protección a éstos.
Tales asuntos o conflictos deben ser solucionados por la Corte
Suprema de Justicia de acuerdo con el art. 164 incs. 10 a 13 de la
Constitución. El procedimiento aún no está reglamentado, a pesar de
lo cual es posible hacer el planteamiento y que resuelva la Corte
Suprema como lo hizo recientemente en un conflicto entre la
Asamblea Nacional y el Presidente de la República.316
B. CAPACIDAD PROCESAL
Es la capacidad de las personas de comparecer al proceso por sí
mismas. Las personas naturales la adquieren a los veintiún años. Por
ejemplo: los menores de edad tienen capacidad para ser parte en el
amparo, pero no capacidad procesal para comparecer por sí al
amparo. Lo pueden hacer a través de su representante legal.
la jurisdicción y al debido proceso. Teoría General de los Derechos Humanos. Ob. cit., pág. 41 y
sigts.).
316 S. 9:00 a.m. del 7 de enero de 1997.
258
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Las personas jurídicas lo pueden interponer por medio de
apoderado especialmente autorizado para ello. Esta capacidad
equivale a la capacidad de ejercicio.
El art. 29 de la Ley de Amparo permite al menor que hubiere
cumplido quince años interponer el amparo personalmente cuando
su representante estuviere ausente o impedido, pero se le nombrará
un guardador especial para que lo represente. Si el menor no tenía
quince años y se ausentó o estuviere impedido su representante,
podrá interponer el amparo en su nombre el Procurador General de
Justicia o cualquiera otra persona.
Sin embargo, la Corte Suprema ha dicho que un menor de
diecinueve años de edad con estudios universitarios puede
interponer amparo, y se le ampara contra la declaración de nulidad
de un juicio que siguió y en la que no se le opuso la excepción de falta
de capacidad.317
C. LEGITIMACIÓN AD CAUSAM ACTIVA Y PASIVA
Se refiere a la relación material y bilateral entre el recurrente y el
recurrido. El recurrente invoca la titularidad de un derecho
fundamental que ha sido violado o peligra que lo sea (legitimación
activa). Esta reclamación debe dirigirse en contra de la autoridad que
ha violado o ha puesto en peligro el derecho fundamental invocado
por el recurrente en virtud de un acto, disposición, resolución u
omisión (legitimación pasiva).318 El amparo, pues, se interpone contra
el funcionario o autoridad que emitió el acto, disposición o resolución
o incurrió en omisión, contra el agente ejecutor o contra ambos, según
lo dispone el art. 24 de la Ley de Amparo.
Si de acuerdo con lo expuesto, sólo la persona agraviada en sus
derechos consagrados en la Constitución puede proponer el
amparo, es lógico concluir que no cabe en los casos siguientes: si es
S. 11: 30 a.m. del 29 de enero de 1997.
La Corte Suprema expresa que es improcedente el amparo interpuesto por persona
diferente del agraviado (S. 11:00 a. m. del 3 de febrero de 1988 B. J., pág. 32). En otra sentencia
declaró sin lugar el amparo por no demostrarse el acto violatorio (S. 9:30 a. m. del 23 de julio
de 1982, B. J., pág. 326).
317
318
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
259
interpuesto por el acreedor del agraviado haciendo uso de la acción
oblicua consagrada en el art. 1870 del Código Civil, pues en el
amparo se protegen sólo intereses directos y personales, y el del
tercero en este supuesto es indirecto; cuando se ha violado otra
disposición que no consagra un derecho fundamental.
¿Existe el amparo contra los particulares? Como lo expresamos
antes, en nuestra legislación no se acepta el amparo contra los
particulares; pero en la doctrina existe una fuerte corriente
favorable para establecerlo y varios países, algunos bajo ciertas
modalidades, ya lo contemplan: Argentina, Paraguay, Colombia
(acción de tutela), Perú Bolivia, Uruguay, Costa Rica y
Guatemala.319
Son varios los argumentos que se esgrimen: en la sociedad
moderna existen enormes transnacionales y grupos de presión e
intereses con poderes similares o superiores al Estado; el ejercicio
de los derechos de uno tiene como límite el ejercicio de los derechos
de la otra, interrelación que en la vida real es difícil que se
desarrolle en forma armoniosa o normal, a la cual contribuyen los
poderes privados antes citados; como consecuencia, se palpan con
frecuencia colisiones entre la autonomía de la voluntad y el
principio de igualdad, entre la libertad de expresión y de cátedra y
la libertad de crear centros de educación, entre la libertad de
expresión y el principio de la inocencia en el proceso, entre la
libertad de expresión y el honor.320
Estos derechos deben ser respetados tanto por el Estado como
por los particulares, pues la Constitución obliga a ambos, y los
particulares deben respetar el derecho de los otros, según se
desprende de los arts. 24, 25 y 29 de la Constitución. Además, la
forma en que están redactados muchos artículos de la Constitución
dan a entender lo expuesto: “Art. 23. El derecho a la vida es
inviolable...”, “Art. 24 Toda persona tiene deberes para con la
familia...”, “Art. 25 Toda persona tiene derecho: 1). A la libertad
Cfr. Iván ESCOBAR FORNOS. Los Derechos Humanos y el Control del Poder Privado. Ob. cit.
Para Germán J. Bidart Campos los derechos humanos son ambivalentes porque se
hacen valer frente a dos sujetos pasivos: el Estado y los particulares (Teoría General de los
Derechos Humanos. Editorial Astrea, Buenos Aires, Argentina. 1991, pág. 13 y sigts.).
319
320
260
IVÁN ESCOBAR FORNOS
individual...”, “Art. 26. Toda persona tiene derecho: 1) A su vida
privada y a la de su familia...”.
También en este mismo sentido se manifiestan los arts. 26, 27,
29, 30, 31, 32, 33, 34 de la Constitución. Esta enumeración no agota
la lista, pues existe un buen número de artículos que falta por citar.
6. LOS TERCEROS INTERESADOS
Según se desprende del art. 41 de la Ley de Amparo son tres las
partes en el amparo: el quejoso o recurrente, la autoridad
responsable y la Procuraduría General de la República.
Los terceros pueden intervenir en litis consorcio con el recurrente,
o bien coadyuvando con éste siempre que tenga un interés directo.
Si el tercero que puede formar un litisconsorcio con el recurrente no
se presenta al amparo, puede hacerlo en forma separada y proceder
posteriormente a la acumulación de autos en su caso.
Si al tercero le interesa que se mantenga la resolución recurrida
puede coadyuvar con la autoridad recurrida, pero no puede formar
litis consorcio con ella. También puede intervenir en forma
independiente defendiendo dicha resolución.
7. PLAZO PARA SU INTERPOSICIÓN
El recurso de amparo debe interponerse dentro de treinta días
contados desde la notificación o conocimiento legal del acto,
disposición o resolución. Según el art. 78 de la Ley de Amparo,
todos los plazos son improrrogables. No obstante, se puede
ampliar por razón de la distancia, según lo dispuesto en el art. 26
de dicha Ley; asimismo, se suspende por caso fortuito o fuerza
mayor según se deduce del art. 51 inc. 4 de la Ley de Amparo,
cuando expresa que se suspenderá de acuerdo con el Derecho
común, y el art. 168 inc. 2. del Código de Procedimiento Civil
dispone que sólo por fuerza mayor que impida utilizarlos podrán
suspenderse los plazos durante su curso.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
261
No se interrumpe el término para proponer el amparo, si en la
vía administrativa se interpone un recurso improcedente o no
permitido o interpuesto ante una autoridad no competente.
La Corte Suprema ha expresado que:
a) No interrumpe el plazo la interposición de un recurso
improcedente.321
b) Mientras existían pláticas con el funcionario responsable no
corre el término para interponer el amparo, aunque dicho
funcionario mantenga su negativa.322
c) La interposición de un recurso no establecido por la ley no
interrumpe el término para proponer el amparo.323
d) Es improcedente el amparo cuando se recurrió en la vía
administrativa ante la autoridad incompetente para ello y, como
consecuencia, se dejó transcurrir el término para recurrir de
amparo.324
e) Es improcedente el amparo que no contiene ninguna fecha
relativa a la causa o motivo, que sirva como punto de partida para
computar el término de interposición del amparo.325
f) El plazo es de días y se cuenta día por día.326
g) El término para interponer el recurso se cuenta desde que el
recurrente tuvo conocimiento del acto, aun cuando la notificación
sea posterior.327
h) El Título Preliminar del Código Civil, en su Parágrafo V “Del
Modo de Contar los Intervalos del Derecho”, expresa en el párrafo
XXVI que el día es el intervalo entero que corre de media noche a
media noche, y los plazos de día no se contarán de momento a
momento ni por hora sino de la media noche en que termina el día
de su fecha. El párrafo XXX del Título Preliminar también expresa:
S. 12 m. del 8 de marzo de 1919, B. J., pág. 2244.
S. 1:40 a.m. del 26 de mayo de 1965, B. J., pág. 156.
323 S. 9:45 a.m. del 7 de junio de 1967, B. J., pág 104. S. 11:00 a. m. del 18 de noviembre de
1971, B.J. pág. 223. S. 11:40 a. m. del 10 de marzo de 1972, B. J. pág. 33.
324 S. 11:40 a. m. del 9 de febrero de 1970, B. J., pág. 28. S. 9:45 a.m. del 6 de septiembre de
1976, B. J. pág. 205.
325 S. 9:00 a.m. del 11 de diciembre de 1974, B. J., pág. 257.
326 S. 11:00 a.m. del 24 de noviembre de 1962, B.J., pág. 509.
327 S. 11:00 a. m. del 2 de septiembre de 1986 B. J., pág. 237.
321
322
262
IVÁN ESCOBAR FORNOS
“Todos los plazos serán continuos y completos, debiendo siempre
terminar en la media noche del último día; así, los actos que deben
ejecutarse en o dentro de ciertos plazos, valen si se ejecutan el
último día en que termina el plazo.328
i) Si el último día para interponer el amparo es inhábil se
entenderá que el último día de plazo es el siguiente que fuere hábil,
de acuerdo con el art. 162 del Código de Procedimiento Civil.329
j) El recurso de amparo se interpondrá dentro del término de
treinta días contados desde que se haya notificado o comunicado
legalmente al agraviado, la disposición, acto o resolución,
considerando que dicho término se cuenta por días calendario, ya
que los términos judiciales son aplicables en los juicios
ordinarios.330
8. COMPETENCIA
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia es
la competente para conocer y fallar el amparo; pero la Ley de
Amparo comisionó al tribunal de apelaciones donde no hay salas, o
a la sala civil de éstos donde existen, para que instruya las primeras
actuaciones hasta la suspensión del acto inclusive331. Se concede tal
comisión para facilitar la interposición y adelantar ciertos trámites
del recurso.
Este artículo habla de conocer de estas primeras diligencias, lo
cual es excesiva afirmación, porque de acuerdo con el art. 164 inc. 3
de la Constitución, a la Corte Suprema le corresponde el
conocimiento y fallo del amparo. La atribución concedida al
tribunal de apelaciones sólo la podemos apreciar como una
comisión judicial concedida por la ley.
La Corte Suprema ha dicho que:
a) El tribunal de apelaciones no puede declarar improcedente un
amparo por falta de los requisitos formales. Sólo está autorizado a
S. 11: 00 a.m. del 24 de noviembre de 1992, B. J., pág. 254.
S. 9:00 a. m. del 22 de enero de 1993, B. J., pág. 1.
330 S. 12 m. del 21 de julio de 1995, B. J., pág. 90.
331 Art. 25 de la Ley de Amparo.
328
329
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
263
concederle un plazo al recurrente para que corrija su recurso, y si éste
lo deja pasar sin hacer las correcciones, se declararía como no
interpuesto.332
b) El tribunal de apelaciones no puede declarar inadmisible un
recurso de amparo.333
El art. 25 de la Ley de Amparo dispone que el amparo se
interpondrá ante el tribunal de apelaciones respectivo; pero no
establece reglas de competencia por razón del domicilio que
determine la competencia ¿Cuál domicilio determinara la
competencia: el del recurrente, el del funcionario recurrido, o el que
elija el recurrente? La Corte no tiene un criterio firme. Ha dicho que:
i) Para determinar esta competencia, de acuerdo con el art. 41 de la
Ley de Amparo se aplica el art. 280 del Código de Procedimiento
Civil, que expresa que el domicilio de una persona determina la
jurisdicción de las autoridades que deben conocer la demanda en
contra de ellas. Por tanto, siendo el domicilio de la autoridad recurrida
la ciudad de Managua, el tribunal competente donde debe
interponerse el recurso es el Tribunal de Apelaciones de Managua,
Sala de lo Civil.334
ii) El amparo debe interponerse ante el tribunal del lugar en que se
ha ejecutado el acto contra el cual se recurre.335
iii) El amparo debe interponerse ante el tribunal de apelación que le
corresponde al recurrente por razón de su domicilio.336
iv) El recurso de amparo puede interponerse también en el
domicilio del recurrido a elección del recurrente.337
Creo, fundado en el principio pro libertate, que el recurrente puede
interponer el amparo en su domicilio, en el domicilio del recurrido o
en el lugar donde se ha ejecutado el acto, a su elección, aunque
comprendo que cuando son varios los interesados pueden plantearse
algunos problemas frente a recursos interpuestos en diferentes
tribunales.
S. 11:00 a. m. del 26 de febrero de 1990. B. J. pág. 52.
S. 10:45 a. m. del 19 de octubre de 1990. B. J., pág. 189.
334 S. 9:00 a. m. del 2 de abril de 1993, B. J., pág. 26.
335 Cta. 5 de septiembre de 1988 B. J., pág. 383.
336 Sala Constitucional. 8:30 a. m. del 8 de mayo del 2003.
337 Sala Constitucional. S. 10:45 a. m. del 23 de Junio del 2003.
332
333
264
IVÁN ESCOBAR FORNOS
9. TRAMITACIÓN
La Corte Suprema de Justicia, en muchas sentencias, antes de
entrar a exponer sus consideraciones sobre el caso, hace un
resumen del procedimiento y sus etapas. Resumiremos una.
El recurso de amparo sólo puede interponerse por parte
agraviada. Se entiende por tal toda persona natural o jurídica a
quien perjudique o esté en inminente peligro de ser perjudicada
por toda disposición, acto o resolución, y, en general, toda acción u
omisión de la autoridad que viole o trate de violar los derechos y
garantías consagrados en la Constitución Política.
Se interpondrá ante el tribunal de apelaciones respectivo o ante
la sala para lo civil de los mismos en donde estuvieren divididos en
salas, el que conocerá de las primeras actuaciones hasta la
suspensión del acto inclusive, correspondiéndole a la Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia el conocimiento
ulterior hasta la resolución definitiva.
Debe interponerse dentro del término de treinta días, que se
contará desde que se haya notificado o comunicado legalmente al
agraviado, la disposición, acto o resolución. En todo caso, este
término se aumentará en razón de la distancia. También podrá
interponerse desde que la acción u omisión haya llegado a su
conocimiento.
El recurrente está en la obligación de haber agotado de previo
los recursos ordinarios establecidos por la ley, es decir, la vía
administrativa correspondiente. Todo de conformidad con lo que
disponen los arts. 23 y siguientes en lo conducente de la Ley de
Amparo vigente.
El tribunal de apelaciones dentro de tres días, de oficio o a
solicitud de parte, puede decretar la suspensión del acto o
denegarlo.
Se pedirá a los recurridos que envíen su informe al Supremo
Tribunal, dentro del término de diez días a partir de la fecha en que
reciban el correspondiente oficio, agregando las diligencias de todo
lo actuado. Las partes deberán personarse ante la Corte Suprema
dentro del término de tres días hábiles más el de la distancia, para
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
265
hacer uso de sus derechos. Si la parte recurrente no se persona
dentro del término señalado, se declarará desierto el recurso de
conformidad con lo establecido en el art. 38 de la Ley de Amparo
vigente.
A. EL AMPARO ES UN RECURSO EXTRAORDINARIO
La Constitución califica de recurso nuestros procesos
constitucionales de amparo, exhibición personal y recurso de
inconstitucionalidad. La Corte Suprema le ha agregado el
calificativo de extraordinario al recurso de amparo, destinado a
mantener la supremacía de la Constitución, y sujeto a ciertos
requisitos.338 También lo considera como un recurso eminente o
extremadamente formalista.339
Esta opinión es contraria a los principios de celeridad y
antiformalidad de los procesos constitucionales recogidos por
nuestra Constitución y la Ley de Amparo. Creo que la Corte se está
excediendo, tornando difícil el conocimiento del fondo del amparo.
B. EL AMPARO NO ES BI-INSTANCIAL
Algunos juristas, apoyados en una opinión aislada de la Corte
Suprema de Justicia,340 han sostenido que el amparo es un
procedimiento bi-instancial entre la Sala Civil del Tribunal de
Apelaciones y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia.
338 La Corte Suprema ha dicho que el amparo es un recurso extraordinario cuyo único fin
es mantener la supremacía de la Constitución, sujeto a estar revestido de ciertos requisitos (S.
10:45 a.m. del 12 de junio de 1995, B. J., pág. 47. S. 10:45 a.m. del 12 de junio de 1995, B. J., pág.
47. S. 10:45 a.m. del 11 de julio de 1995, B. J., pág. 86. S. 9:00 a. m. del 3 de julio de 1996, B. J.,
pág. 194).
339 El amparo es un recurso eminente o extremadamente formalista, entendiéndose que
cuando la parte afectada no cumple de forma estricta con el procedimiento legal pierde su
acción. (S. 10:30 a.m. del 20 de noviembre de 1995, B. J., pág. 115. S. 10:30 a.m. del 26 de marzo
de 1996, B. J., pág. 88. S. 10: 30 a.m. del 27 de marzo de 1996, B. J., pág. 91. S. 10:30 a. m. del 4 de
julio de 1996, B. J., pág. 161).
340 La Corte Suprema ha dicho que para la tramitación del recurso de amparo se establece
un procedimiento bi-instancial entre la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones y la Corte
Suprema de Justicia. (S. 10:30 a.m. del 19 de enero de 1994, B. J., pág. 1).
266
IVÁN ESCOBAR FORNOS
En realidad, es una comisión de carácter procesal la que se le ha
atribuido a la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones y no la
potestad de conocimiento del fondo del asunto, lo que corresponde
a la Corte Suprema de Justicia. Al no conocer del fondo y sólo
tramitar algunas diligencias previas, no se podría decir que el
Tribunal de Apelaciones conoce en primera instancia en el proceso
de amparo.
C. ESCRITO DE INTERPOSICIÓN
Según se desprende de la Ley de Amparo vigente, el curso del
amparo puede dividirse en dos etapas.
La primera etapa se realiza ante el tribunal de apelaciones y
abarca el escrito de interposición, el examen que hace el tribunal
sobre el cumplimiento de los requisitos del escrito, la admisión o
denegación de la suspensión del acto reclamado, la petición del
tribunal a la autoridad señalada como responsable para que
informe a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia y, por último, el emplazamiento para que comparezcan
ante este Alto Tribunal.
La segunda etapa se realiza ante la Sala de lo Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia, y comprende la apertura a prueba, la
sentencia definitiva y la ejecución del amparo. Estas dos etapas del
amparo están reconocidas por abundante jurisprudencia.341
De acuerdo con el art. 27 de la Ley de Amparo, el recurso de
amparo se interpone por escrito y en papel común, con copias
341 S. 10: 30 a.m. del 11 de mayo de 1995, B. J., pág. 23. S. 12 m. del 21 de julio de 19995, B.
J., pág. 90. S. 10:30 a. m. del 6 de octubre de 1994, B. J., pág. 171. S. 10:30 a.m. del 11 de mayo de
1995, B. J., pág. 23. S. 10:30 a. m. del 19 de junio de 1995, B. J., pág. 57. S. 10:30 a.m. del 20 de
junio de 1995, B. J., pág. 59. S. 10:30 a. m. del 10 de julio de 1995, B. J., pág. 80. S. 10:30 a.m. del
20 de noviembre de 1995, B. J., pág. 158. S. 9:30 a.m. del 10 de agosto de 1993, B. J., pág. 87. S.
10:30 a.m. del 19 de junio de 1995, B. J., pág. 57. S. 10:30 a.m. del 20 de junio de 1995, B. J., pág.
59. S. 10:30 a.m. del 10 de julio de 1995, B. J., pág. 80. S. 10:30 a. m. del 21 de noviembre de
1995, B. J., pág. 160. S. 12 m. del 21 de julio de 1995, B. J., pág. 90. S. 10:30 a.m. del 15 de octubre
de 1995, B. J., pág, 165. S. 10:30 a.m. del 21 de marzo de 1996, B. J., pág. 84. S. 10:30 a.m. del 17
de abril de 1996, B. J., pág. 103. S. 10:30 a.m. del 18 de abril de 1996, B. J., pág. 107. S. 9:30 a.m.
del 15 de julio de 1996; B. J., pág. 194. S. 9:00 a.m. del 5 de julio de 1996, B. J., pág. 208. S. 10:30
a.m. del 26 de marzo de 1996, B. J., pág. 88. S. 9:00 a.m. del 26 de agosto de 1996, B. J., pág. 257.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
267
suficientes para las autoridades señaladas como responsables y
para la Procuraduría General de Justicia.
Este escrito debe contener:
a) El nombre, apellido y generales del agraviado y de la persona
que lo promueva en su nombre.
b) El nombre, apellidos, cargos del funcionario, autoridad o
agentes de los mismos contra quien se interpone el recurso.
En las leyes anteriores de 1950 y 1974 no se exige el
señalamiento de las generales del responsable. En cambio se exigen
en las de 1894, 1911, 1948 y en la vigente.
Sobre esto, la Corte Suprema ha dicho:
i) Si el amparo se dirige contra un cuerpo colegiado debe
expresarse el nombre y cargo de los integrantes.342
ii) El recurso de amparo debe interponerse en contra del
funcionario o autoridad que ordene el acto que se presume
violatorio de la Constitución, y no contra el acto o resolución, el
cual sí debe estar claramente identificado.343
iii) No es improcedente el recurso por el hecho de que haya un
error en el nombre del recurrido.344
iv) En el recurso deben identificarse los funcionarios que
integran el órgano que dictó la resolución.345
c) El recurso de amparo debe especificar la disposición, acto,
resolución, acción u omisión contra los cuales se reclaman,
incluyendo la ley, decreto-ley o reglamento, que a juicio del
recurrente fuere inconstitucional.
La Corte Suprema ha dicho que:
i) Si el amparo se dirige contra un cuerpo colegiado debe
expresarse el nombre y cargo de los integrantes.346
S. 9:00 a. m. del 25 de febrero de 1985, B. J.,pág. 45.
12 m. del 15 de julio de 1993, B. J., pág. 78. S. 10:45 a. m. del 10 de junio de 1985, B. J.,
pág, 188. S. 11:00 a. m. del 17 de junio de 1985, B. J., pág. 217. S. 9:00 a. m. del 19 de agosto de
1976, B. J., pág. 186. S. 9:45 a. m. del 5 de junio de 1978, B. J., pág. 142. S. 9:45 a.m. del 19 de
junio de 1978, B. J., pág. 162. S. 9:00 a.m. del 29 de marzo de 1979, B. J., pág. 487.
344 S 11:00 a. m. del 12 de septiembre de 1986, B. J., pág. 237.
345 S. 11:30 a. m. del 21 de diciembre de 1989, B. J., pág. 306.
342
343
268
IVÁN ESCOBAR FORNOS
ii) El amparo debe interponerse contra el funcionario que dictó la
orden de que se recurre y no contra ésta.347
iii) El recurso de amparo debe interponerse en contra del funcionario
o autoridad que ordene el acto que se presume violatorio de la
Constitución y no contra el acto o resolución, el cual sí debe estar
claramente identificado.348
iv) Se declaró improcedente el recurso de amparo interpuesto en
contra del intendente y administrador del Mercado Municipal de
Masaya porque no es funcionario o autoridad o agente.349
v) No es improcedente el recurso por el hecho de que haya un error
en el nombre del recurrido.350
d) Las disposiciones constitucionales que el reclamante estima
violadas.
No se exige, como en las Leyes de Amparo de 1894, 1911, 1950 y
1974, expresar el concepto de violación. En cambio, las de 1939 y 1948
exigen que se exprese tal concepto.
Pero por claridad y para permitirle a la Corte Suprema de Justicia
conocer del fondo y fallar es necesario expresar el concepto de la
violación, el que debe estar presidido de una exposición de los hechos
que lo fundamentan. La Ley de Amparo solamente se refiere a la
violación; pero la infracción de la Constitución también puede resultar
de la mala interpretación o aplicación indebida de sus disposiciones por
la autoridad responsable, en cuyo caso debe explicarse tal circunstancia.
Las disposiciones que deben citarse como violadas son las de la
Constitución y no las de otras leyes o códigos, a menos que las
desarrollen, en cuyo caso pueden ser citadas junto con las
constitucionales para ilustrar mejor el concepto de la infracción. Por
consiguiente, no se cumple con este requisito si sólo se citan leyes
ordinarias y no la Constitución.
S. 9:00 a. m. del 25 de febrero de 1985, B. J., pág. 45.
S. 10:45 a. m. del 10 de junio de 1985, B. J., pág. 188. S. 11:00 a. m. del 17 de junio de
1985, B. J., pág. 217.
348 S. 12 m. del 15 de julio de 1993, B. J., pág. 78.
349 S. 10:30 a. m. del 4 de junio de 1996, B. J,. pág. 161.
350 S. 11:00 a. m. del 2 de septiembre de 1986, B. J., pág. 237.
346
347
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
269
La Corte Suprema ha dicho que:
i) En el amparo debe expresarse el concepto de la infracción de la
disposición estatutaria citada, por aplicación en lo pertinente de lo
prescrito para la casación en el fondo en la causal 2 del art. 2057 del
Código de Procedimiento Civil.351
ii) Es improcedente el amparo si se invoca sólo la disposición
relacionada con la garantía de los derechos humanos, sin precisar el
derecho infringido y el concepto de la infracción.352
iii) No basta citar disposiciones constitucionales para fundamentar,
sino que deben citarse como violadas y expresar en qué consiste la
violación.353
e) El recurso podrá interponerse de manera personal o por
apoderado especialmente facultado para ello.
La Corte Suprema ha dicho que:
i) En el recurso de amparo los funcionarios o autoridades no
pueden ser representados, pero sí podrán por medio de simple oficio
acreditar delegados ante el Tribunal para el solo efecto que rindan
pruebas, aleguen y hagan gestiones en las correspondientes audiencias
de acuerdo con el art. 42 de la Ley de Amparo. El alcalde no puede
otorgar poder porque es un cargo obtenido por elección popular, y esa
función no puede ser representada por medio de apoderado. Su
gestión tiene que ser personal.354
ii) Se declara improcedente el recurso de amparo porque no se
cumplió con el requisito de presentar el apoderado del recurrente el
poder judicial especial.355
f) Por haber agotado los recursos ordinarios establecidos por la ley,
o no haberse dictado resolución en la última instancia dentro del
término que la ley respectiva señala.
Son dos las condiciones que se establecen para la procedencia
del amparo: haber agotado todos los recursos legales o no haberse
S. 11:00 a. m. del 31 de octubre de 1985, B. J. pág. 340.
S. 10:45 a. m. del 3 de octubre de 1986, B. J., pág. 198.
353 S. 11:30 a.m. del 21 de diciembre de 1989, B. J., pág. 304.
354 S. 10:35 a.m. del 2 de febrero de 1979, B. J., pág.459. S. 10:30 a. m. del 15 de diciembre de
1995, B. J., pág. 165.
355 S. 12:30 a. m. del 16 de abril de 1996, B. J., pág. 96.
351
352
270
IVÁN ESCOBAR FORNOS
dictado resolución de la última instancia dentro del término de ley.
Esto último relacionado con el silencio administrativo.
La Corte Suprema de Justicia sostiene que el agraviado tiene la
obligación de agotar los recursos ordinarios tendientes a revocar o
modificar los actos. Tales recursos, cuya no promoción hace
improcedente al recurso de amparo, deben estar expresamente
regulados por la ley. Por lo tanto al no estar previstos en ésta no
existe recurso alguno que agotar.356
La Corte Suprema ha dicho que:
i) No ha lugar el amparo por no haberse agotado la vía
administrativa, ya que al denegarse una apelación por el Consejo
Nacional de Transporte debió interponerse el recurso de hecho.
Hay dos disentimientos.357
ii) Contra un acto ejecutado sin forma ni figura de juicio no es
necesario agotar la vía administrativa.358
iii) Cuando no existe un procedimiento claro a utilizar no puede
señalarse falta de agotamiento de la vía administrativa. No es ilegal
la orden de remitir la edición cotidiana de un periódico para ser
censurada, ya que de no hacerse resultaría ilusoria la censura
decretada sobre cuestiones militares o de seguridad nacional, y esa
censura es de índole discrecional. Es improcedente el recurso ya
que, aun cuando la censura no fuera legal en el momento de la
interposición del recurso, vino a serlo con posterioridad, y además
se ha ordenado la suspensión de la publicación del periódico y por
lo tanto se trata de actos ya consumados que no son susceptibles de
ser reparados. Hay tres disentimientos.359
356 S. 9:30 a.m. del 16 de abril de 1996, B. J., pág. 326. S. 9:00 a. m. del 27 de noviembre de
1992, B. J., pág. 259. S. 10:30 a. m. del 12 de junio de 1992, B. J., pág. 124. S. 9:00 a.m. del 22 de
enero de 1993, B. J., pág. 1. S. 9:00 a.m. del 1 de abril de 1993, B. J., pág. 22. S. 9:00 a. m. del 25
de octubre de 1993, B. J., pág. 162. S. 9:00 a. m. del 26 de octubre de 1993, B. J., pág. 169. S. 3:00
p. m. del 2 de noviembre de 1993, B. J., pág. 180. S. 11:30 a.m. del 6 de junio de 1995, B. J., pág.
35. S. 9:00 a.m. del 4 de julio de 1996, B. J., pág. 202. S. 10:30 a.m. del 2 de mayo de 1996, B. J.,
pág. 125. S. 10:30 a.m. del 4 de junio de 1996, B. J.,pág. 161.
357 S. 11:00 a. m. del 3 de febrero de 1975, B. J., pág. 9.
358 S. 11:30 a.m. del 16 de agosto de 1982, B. J., pág. 364.
359 S. 10:00 a. m. del 1 de octubre de 1986, B. J., pág. 283.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
271
iv) La Corte Suprema sostiene que no existen recursos internos
para recurrir contra las resoluciones de la Asamblea Legislativa,
por lo que el recurso de amparo es directo porque no hay vía
administrativa que agotar. Existe voto disidente de dos
magistrados, que sostienen que existe un recurso de alzada ante el
pleno de la Asamblea, con lo que se agota la vía administrativa.360
La Corte Suprema dijo que de acuerdo con el art. 27 inc. 6 de la
Ley de Amparo para interponer el amparo es preciso agotar todos
los recursos ordinarios que establece la ley, pero que se tiene por
agotada la vía administrativa:
i) Cuando el recurso no existe se puede interponer el amparo
contra las actuaciones de la autoridad.
ii) Cuando las autoridades recurren a las vías de hecho. De esta
actuación sólo pueden resultar actos inexistentes por la gravedad
extrema que surge de la usurpación de funciones o de la invasión
de atribuciones, o cuando los actos no estén comprendidos en
ninguna de las facultades de la administración. Se colocan en
general en la categoría de actos inexistentes, aquellos en los cuales
hay manifiesta incompetencia para la realización de un acto, así,
por ejemplo: Si el Poder Ejecutivo resolviese un litigio sobre
propiedad de tierras, o el Poder Judicial expidiese una ley,
indudablemente que éstas serán actuaciones arbitrarias,
actuaciones de hecho de los funcionarios responsables, e
indudablemente que ninguno de estos actos necesitaría de una
resolución judicial para privarlos de sus efectos.
iii) Cuando al quejoso se le ha dejado en indefensión en el
procedimiento”.361
Es preciso que se agoten todos los recursos ordinarios que
concedan en las leyes para después recurrir de amparo contra la
sentencia que se dicte en el último recurso permitido. No se
permiten saltos en el amparo, pues hay que agotar la vía
S. 9:00 a. m. del 26 de noviembre de 1992, B. J., pág. 259.
S. 9:00 a.m. del 8 de noviembre de 1993, B. J., pág. 180. S. 9:00 a.m. del 25 de octubre de
1993, B. J., pág. 162. S. 9:00 a. m. del 2 de noviembre de 1993, B. J., pág. 175. S. 9:00 a.m. del 11
de noviembre de 1993, B. J., pág. 185.
360
361
272
IVÁN ESCOBAR FORNOS
gubernativa. Son numerosas las sentencias que han declarado la
improcedencia por no haberse agotado la vía administrativa.
Cuando la autoridad, a pesar de las reclamaciones, no se pronuncia
sobre las peticiones rechazándolas o acogiéndolas, se presenta el
problema de determinar el valor jurídico que tiene ese silencio y con
base en él asumir la actitud que corresponda a la solución encontrada.
Se han formulado cuatro soluciones:
i) La que sostiene que una vez vencido el plazo para dictar
sentencia, el interesado debe pedir que las diligencias pasen a otra
autoridad para que decida.
ii) La que sostiene que, en tal supuesto, otra autoridad de oficio
puede avocarse el conocimiento del problema.
iii) La que sostiene que, una vez vencido el plazo, se entiende que
la autoridad ha decidido afirmativamente, como lo establece el art. 40
de la Ley de Municipios.
iv) La que sostiene que en tal caso la decisión ha sido negativa, por
lo que el quejoso puede intentar los recursos administrativos o
jurisdiccionales correspondientes.
Las dos últimas soluciones son las más aceptadas por la doctrina, la
jurisprudencia y la legislación.
La tesis del silencio negativo es la más aceptable aunque,
excepcionalmente, en algunos supuestos legales se admite la tesis del
silencio positivo, de mucho riesgo y peligro para la Administración,
con mayor razón donde no existe un servicio civil técnico y
organizado, como en nuestro país.
Según Eduardo García de Enterría, el silencio de carácter negativo
no es un verdadero acto administrativo, sino una ficción legal con
efectos estrictamente procesales, limitados a abrir la vía del recurso.
Sustituye el acto expreso, pero en el fondo no existe una voluntad
expresa de la Administración.362
El silencio positivo tiene una función y un régimen diferente al
silencio negativo. El silencio positivo es una técnica material para
362 La Corte Suprema de Justicia acepta las opiniones de García de Enterría y mantiene la
tesis del silencio negativo en varias sentencias (S. 11:30 a.m. del 11 de octubre de 1993, B. J.,
pág. 18).
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
273
lograr de manera más suave la exigencia de obtener una
autorización o aprobación administrativa. Es un verdadero acto
administrativo equivalente a la autorización o aprobación a los que
sustituye. Sus efectos son muy importantes y al mismo tiempo
peligrosos para la Administración, si no actúa con diligencia para
resolver, pues queda vinculado como si hubiera fallado a favor del
reclamante.363
La Corte Suprema ha dicho que:
i) Modernamente se ha establecido que si se descubre silencio
administrativo, se establece como inmediata consecuencia negativa
presunta o acto (fallo) negativo presunto, y por tal razón, cuando
tal ocurra, debe conocer y resolver sobre el asunto, como era deber
del funcionario remiso;364
ii) El silencio administrativo hace que no corra el término para
recurrir de amparo. 365
iii) En virtud del silencio administrativo de la autoridad
recurrida se agota la vía administrativa.366
Como puede observarse, la Corte Suprema de Justicia le ha dado
valores diferentes al silencio: un valor de fallo negativo y el otro
como causa de suspensión del término para interponer el recurso.
En nuestro sistema existen, pues, tres tipos de silencio: un
silencio que significa fallo a favor del reclamante (Ley de
Municipalidades); otro silencio que significa fallo negativo; y un
último silencio que significa suspensión del término para recurrir.
g) Señalamiento de casa conocida en la ciudad sede del tribunal
para subsiguientes notificaciones.
Si el recurrente no señala cosa conocida para oír notificaciones
en el recurso ante la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones o al
presentarse ante la Sala de lo Constitucional, se notificará en la
tabla de avisos y se tendrá por notificada dentro de las veinticuatro
horas.
Curso de Derecho Administrativo. Editorial Civitas, S. A. Madrid, 1984, pág. 550 y sigts.
S. 11:40 a. m. del 16 de enero de 1978, B. J., pág. 1.
365 S. 11:00 a.m. del 12 de junio de 1986, B. J., pág. 142. S. 10:45 a. m. del 19 de febrero de
1987, B. J., pág. 63.
366 S. 9:00 a. m. del 2 de abril de 1993, B. J., pág. 26.
363
364
274
IVÁN ESCOBAR FORNOS
D. EXAMEN DEL ESCRITO DE INTERPOSICIÓN
El tribunal de apelaciones tiene la obligación de examinar el
escrito del recurrente y señalarle un plazo de cinco días para que
llenen las omisiones de forma. Si el recurrente dejare pasar este
término sin hacer las correcciones el recurso se tendrá por no
interpuesto. Así se dispone en el art. 28 de la Ley de Amparo.
Estas omisiones pueden ser: el no uso del idioma español, falta
de las copias del recurso, omisiones de las calidades del recurrente,
falta de claridad u omisión en el señalamiento de la autoridad
responsable, falta del señalamiento de las disposiciones
constitucionales violadas, etc. El tribunal no puede indicarle las
disposiciones constitucionales que debe citar, el concepto de
violación que debe desarrollar, cómo debe corregirse la
legitimación activa y pasiva, ni señalarle la forma de estructurar el
recurso.
Con esta depuración previa de recurso se pretende facilitar su
entrada y brindarle la oportunidad al órgano de control de conocer
el fondo del asunto, ya que está de por medio en el amparo el
interés general. En las Leyes de Amparo de 1948, 1950 y 1974
también se estableció este trámite.
Como es posible que el tribunal de apelaciones no detecte las
irregularidades o lo haga erróneamente y se corrija conforme lo
indicado, se corrija mal y lo tolere el tribunal, o que por cualquier
otro motivo el expediente llegue al estado de sentencia a pesar de
las irregularidades, la Corte Suprema de Justicia puede declarar la
improcedencia; pero últimamente le envía el expediente al tribunal
a quo para la corrección cuando detecta errores y éstos sean
subsanables.
E. SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO
Ésta es una medida precautelar que se concede con la finalidad
de mantener la materia del amparo y evitarle perjuicio al quejoso,
mientras se dicta la sentencia definitiva. Entre la interposición del
recurso y la sentencia existe un período en el cual, si no se ordena la
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
275
suspensión del acto reclamado, puede resultar ineficaz el amparo.
La suspensión garantiza que las cosas puedan volver al estado
anterior a la violación, asegurando así la efectividad de la sentencia
definitiva. De aquí la gran importancia de esta medida.
La solicitud de suspensión se tramita como incidente en la
misma pieza de autos, o sea, como incidente de especial y previo
conocimiento, de acuerdo con el art. 242 del Código de
Procedimiento Civil. Cuando es de oficio no se forma incidente,
pues se decreta en el acto de admisión del amparo, ni se necesita
que se haya pedido la suspensión. Generalmente se pide la
suspensión en el escrito de amparo, pero también puede solicitarse
con posterioridad.
Cabe la suspensión contra los actos positivos y prohibitivos,
pero no contra los negativos (un no hacer o abstención). De acuerdo
con el art. 32 de la Ley de Amparo, procede la suspensión de oficio:
a) Cuando se trata de algún acto que de llegar a consumarse
haría físicamente imposible restituir al quejoso en el derecho
reclamado. Ejemplo: el honor, el inminente peligro que desaparezca
una obra de arte, la vida, la mutilación de un órgano, etc.
b) Cuando sea notoria la falta de jurisdicción o competencia de
la autoridad, funcionario o agente contra quien se interpusiere el
recurso. Ejemplo: imponer y cobrar impuestos las autoridades
administrativas, decretar indultos o amnistías las autoridades
administrativas, etc.
c) Cuando el acto sea de aquello que ninguna autoridad pueda
ejecutar legalmente. Ejemplo: imponer la pena de muerte, abolida
por los arts. 23 y 39 de la Constitución.
De acuerdo con el art. 33 de la Ley de Amparo, la suspensión a
solicitud de parte será decretada cuando concurran
copulativamente las condiciones siguientes:
a) Que la suspensión no cause perjuicio al interés general ni se
contravengan disposiciones de orden público. Como consecuencia
de lo expuesto, debe rechazarse la suspensión si con ella se
pretende continuar el expendio de drogas, el funcionamiento de un
prostíbulo, la consumación de un delito, etc.
276
IVÁN ESCOBAR FORNOS
b) Que los daños y perjuicios que pudieren causarse al
agraviado con su ejecución sean de difícil reparación a juicio del
tribunal. No se puede precisar a priori cuando un daño es de difícil
reparación. Será el tribunal el que determinará en cada caso si
existe o no dificultad, tomando en cuenta, entre otros elementos, los
costos, medios complicados para reparar, etc.
c) Que el reclamante otorgare garantía suficiente para reparar el
daño o indemnizar los perjuicios que la suspensión pudiere causar
a terceros, si el amparo fuere declarado sin lugar. El monto de la
garantía lo determina el tribunal.
Como la suspensión del acto se prolonga durante todo el juicio,
de acuerdo con el art. 34 de la Ley de Amparo, el tribunal fijará la
situación en que deberán de quedar las cosas y se tomarán las
medidas pertinentes para conservar la materia objeto del amparo
hasta la terminación del procedimiento. De conformidad con el art.
35 de la Ley de Amparo, la suspensión quedará sin efecto si un
tercero interesado da a su vez caución suficiente para restituir las
cosas al estado que tenían antes del acto que motivó el amparo, y
para pagar los daños y perjuicios que provengan al quejoso, en el
caso que se declare con lugar el amparo.
Como esta medida precautelar recae sobre el acto recurrido que
será objeto de la sentencia definitiva, se pueden presentar los
problemas siguientes:
a) Que en ciertos casos la suspensión produzca los efectos de la
sentencia definitiva (se le prohíbe cantar a una persona el primero
de enero y en virtud de la suspensión pide hacerlo ese día; se le
prohíbe a un torero presentarse en la plaza de toros el dos de enero
y en virtud de la suspensión pide que se le permita hacerlo ese día;
a una persona se le prohíbe levantar la cosecha en el tiempo que
oportunamente debe hacerlo y en virtud de la suspensión pide que
se le permita hacerlo en esa oportunidad, etc.).
b) Que se solicite la suspensión sobre actos ya consumados; por
lo que de concederse la suspensión tendría efectos restitutorios
propios de la sentencia definitiva que debe dictarse en el amparo.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
277
En relación con el primer problema la legislación no es expresa y la
doctrina se ha dividido; unos sostienen que cabe la suspensión, por
cuanto ésta produce los efectos del amparo en forma temporal; otros
opinan que no debe conceder la suspensión porque en tal supuesto
producirá los efectos de la sentencia definitiva del amparo. No puede
sentarse un principio general para solucionar este problema. El
tribunal debe proceder con mucha prudencia y tomar en cuenta la
gravedad del perjuicio, su difícil reparación y la naturaleza de la
violación alegada para proceder a decretar o denegar la suspensión.
Respecto del segundo problema, nuestra jurisprudencia ha
sostenido que la suspensión no se extiende a retrotraer la situación de
las cosas al estado que tenía al consumarse el acto, sino a hacer que
permanezcan en el estado que tenían al momento de notificarse la
suspensión al funcionamiento recurrido367.
Cuando el acto es de tracto sucesivo se puede negar la suspensión
de los consumados y decretarla para los sucesivos.
Una vez que se resuelva sobre la suspensión, se prevendrá a las
partes para que se personen en el plazo de tres días hábiles, más el
término de la distancia, para que hagan uso de sus derechos ante la
Corte Suprema de Justicia368.
La Corte Suprema ha dicho que:
i) La suspensión provisional de oficio del acto recurrido no admite
recurso.369
ii) No admite recurso la sentencia sobre suspensión provisional del
acto recurrido.370
El desacato a lo resuelto por los tribunales de justicia sobre la
suspensión, trae como consecuencia la falta de validez del acto cuya
suspensión se ordenó, desde el momento de la notificación de su
suspensión y así lo ha declarado en más de una oportunidad la
Corte Suprema de Justicia.371
S. 10:40 a.m. del 9 de enero de 1974, B.J., pág. 2.
Art. 38 de la Ley de Amparo.
369 S. 10:35 a.m. del 2 de febrero de 1979, B. J., pág. 459.
370 S. 9:30 a. m. del 29 de marzo de 1979, B. J., pág. 488.
371 S. 9:30 a.m. del 29 de mayo de 1995, B. J., pág. 30. S. 9:30 a.m. del 25 de junio de 1992, B.
J., pág. 133
367
368
278
IVÁN ESCOBAR FORNOS
F. APERTURA A PRUEBA
Una vez que los autos están radicados ante la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, ésta le podrá pedir
al recurrente ampliación sobre los hechos reclamados, y además
resolver sobre la suspensión del acto según lo disponen los arts. 39
y 40 de la Ley de Amparo.
El recurrente puede ampliar o rectificar el recurso antes del
informe del funcionario responsable, sin necesidad de que se lo
pida la Sala de lo Constitucional.
De acuerdo con el art. 43 de la Ley de Amparo, si la Sala de lo
Constitucional no encontrare datos suficientes para resolver el
amparo lo abrirá a prueba por diez días. Se admiten toda clase de
pruebas y la Sala podrá recabar de oficio otras que considere
conveniente.
Buena parte del material probatorio aparece en las diligencias
levantadas por las autoridades responsables, las cuales tendrán que
ser enviadas al Supremo Tribunal. El citado artículo le permite a
éste fallar de acuerdo con los datos que arrojan las diligencias y las
que con posterioridad se pudieran recabar sin necesidad de abrir a
prueba.
Aplicar el citado artículo atendiendo su sentido literal resulta
peligroso. Por una parte, las pruebas aportadas en las diligencias
administrativas por el funcionario culpable no son recibidas con las
garantías necesarias. Por otro lado, debe abrirse a prueba el amparo
siempre que existan hechos dudosos o controvertidos, a menos que
la discusión sólo verse sobre la constitucionalidad del acto y no
sobre los hechos del conflicto, pues no debemos olvidar que el
amparo tiene más de juicio que de recurso, por lo cual es necesaria
la prueba. El amparo no tiene una simple función revisora del acto
de la autoridad, en la cual no sea necesario el término de prueba.
De acuerdo con los arts. 5 y 41 de la Ley de Amparo, en el
recurso de amparo no existe caducidad, ya que está de por medio la
defensa de la Constitución, ley suprema del país, son pocos los
trámites, y el tribunal está obligado a proveer lo que fuere
necesario para que no se paralice el proceso.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
279
Tampoco hay alegatos orales,372 y la falta de informe de la
autoridad responsable no hace más que señalar la presunción legal
(iuris tantum) de ser cierto el acto reclamado.373
G. EL ESTADO DE SITIO Y EL AMPARO
El recurso de amparo funciona aunque se haya declarado el
estado de emergencia, siempre que se refiera a derechos no
suspendidos por el decreto de emergencia. Así lo dispone el art. 16
de la Ley de Amparo.
La Corte Suprema ha dicho que el tribunal de apelaciones no
puede negarse a tramitar el amparo aunque se funde en la vigencia
de la Ley de Emergencia.374
10. TERMINACIÓN DEL AMPARO
El amparo puede terminar en forma normal mediante la
sentencia definitiva acogiendo o rechazando el amparo; o en forma
anormal mediante la improcedencia, desistimiento o deserción.
A. SENTENCIA DEFINITIVA
La forma normal de terminar el amparo es mediante la sentencia
definitiva. Ésta puede ser estimatoria o desestimatoria.
Si el acto reclamado fuere positivo, la sentencia que acoge el
amparo restituye al quejoso en sus derechos mediante el
restablecimiento de las cosas al estado que tenían antes de la
violación. Si fuere negativo, la autoridad será obligada a respetar la
ley, derecho o garantía y a cumplir con lo que ésta exija.375
S. 12:30 p.m. del 12 de noviembre de 1996, B. J., pág, 320.
10:45 a.m. del 24 de julio de 1992, B. J., pág. 180. S. 9:00 a.m. del 27 de octubre de 1993,
B. J., pág. 171. S. 9:30 a. m. del 3 de mayo de 1993, B. J., pág. 34. S. 9:30 a.m. del 29 de mayo de
1995, B. J., pág. 30.
374 S. 10:45 a. m. del 9 de febrero de 1985, B. J., pág. 70.
375 Art. 45 de la Ley de Amparo.
372
373
280
IVÁN ESCOBAR FORNOS
La sentencia que desestima el amparo declara la validez del acto
reclamado y autoriza a la autoridad para que continúe su ejecución.
La sentencia que se dicta en el amparo sólo tiene efectos en
relación con el caso controvertido376, que son los efectos relativos
de la cosa juzgada.
La sentencia produce cosa juzgada formal y materia.377 En
virtud de la primera, una vez agotados los recursos y firme la
sentencia definitiva, ésta ya no puede ser impugnada, el recurso
concluyó, está cerrada y sellada. La sentencia ya no puede ser
revocada o modificada por el tribunal sentenciador. En virtud de la
segunda ya no se admite discusión en un nuevo amparo sobre el
mismo caso, el cual debe ser rechazado de plano, evitando así
decisiones contradictorios, ya que ni el sometimiento del tribunal a
su sentencia de acuerdo con el art. 451 del Código de
Procedimiento Civil, ni la cosa juzgada formal pueden evitar que se
discuta, nuevamente la cuestión.
La cosa juzgada abarca subjetivamente sólo a las partes que
intervinieron en el amparo. El interesado que no fue parte en el
amparo anterior puede volver a interponer el amparo por la misma
razón o por otra por la que fue declarado constitucional por
sentencia anterior el acto nuevamente impugnado, y la Sala
Constitucional puede cambiar de criterio y declararlo
inconstitucional, pero si el acto es declarado inconstitucional ya no
Arts. 41 y 44 de la Ley de Amparo.
Las sentencias de las Cortes Supremas o Tribunales Constitucionales pueden ser
revisadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para los estados partes de la
Convención Interamericana de Derechos Humanos, las sentencias que dicte dicha Corte son
definitivas, inapelables, y se comprometen a cumplirlas (arts. 67 y 68.1 de la Convención). Por
ejemplo, la Corte Interamericana, en el caso Castillo Pretuzzi y otros, anuló la sentencia del
órgano judicial superior de la jurisdicción militar peruana y ordenó al Estado realizar un
nuevo juicio que respetara las normas de un tribunal independiente e imparcial y se cumpliera
con el debido proceso. El Estado peruano cumplió con la sentencia de la Corte Interamericana
y anuló las sentencias impuestas por el órgano militar, y se realizó el nuevo proceso de
acuerdo con las reglas señaladas. Es conveniente advertir que la Constitución del Perú de 1993
establece que “agotada la jurisdicción interna, quien se considere lesionado en los derechos
que la Constitución reconoce puede recurrir a los tribunales u órganos internacionales
constituidos según los tratados o convenios en que Perú es parte.”
376
377
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
281
existe posibilidad de declararlo constitucional en otro amparo. Es el
efecto relativo de la cosa juzga material, la cual no afecta a los que
no fueren parte en el amparo.
La cosa juzgada material pasa primero por la formal. Pero se
deja abierta la posibilidad de discutir en vía judicial diferente del
amparo cuando la sentencia rechaza el amparo por cuestiones
formales (falta de capacidad procesal, ilegitimidad de personería,
etc.), cuando se tratare de asunto de mayor amplitud en el debate y
la prueba o cuestiones que no son materia de amparo (son propias
de la jurisdicción ordinaria).
Las leyes de amparo anteriores a la vigente expresaban que no
existía cosa juzgada en el amparo, pero que no podía repetirse
nuevamente el amparo por el perdidoso, y las partes conservaban
sus derechos y acciones para discutirlas ante la justicia ordinaria.
Por tal razón, la Corte Suprema de Justicia había dicho:
i) A pesar de las sentencias que se dictan en el amparo no hacen
tránsito a cosa juzgada, son definitivas en cuanto el procedimiento,
y, como consecuencia, no procede contra ellas ningún recurso ni
incidente de nulidad.378
ii) No son procedentes los recursos de reposición y reforma
contra las sentencias del amparo, porque son definitivas a pesar de
no producir cosa juzgada.379
La doctrina ha formulado una rica tipología de sentencias:
a) Sentencias estimatorias: sentencias anulatorias; sentencias
aditivas; sentencias exhortativas; sentencias conminatorias; y
sentencias de satisfacción extraprocesal al recurrente.
b) Sentencias desestimatorias: las desestimatorias simples y las
sentencias interpretativas.
Las sentencias estimatorias anulatorias tienen por objeto
declarar la nulidad de los actos, disposiciones, órdenes, decretos o
resoluciones de los derechos trasgredidos, restableciendo las cosas
al estado anterior a la trasgresión, según lo disponen los arts. 45 y
378
379
S. de las 10: 00 a. m. del 26 de enero de 1926, B. J., pág. 5464.
S. de las 10:30 a. m. del 26 de mayo de 1954, B. J., pág. 16941.
282
IVÁN ESCOBAR FORNOS
46 de la Ley de Amparo. Cuando tengan por objeto una conducta o
actuación material o se refieran a una amenaza, ordenarán su
cesación y tomarán las medidas necesarias para que no surja una
nueva violación o amenaza, ordenando al recurrido se abstenga de
seguir realizando conducta semejante.
Son sentencias estimatorias aditivas aquellas que ordenan la
realización de una conducta al funcionario que ilegalmente negó u
omitió un acto o conducta perjudicial al recurrente, según se
desprende de los arts. 45 y 46 de la Ley de Amparo. Las sentencias
estimatorias ordenan, pues, a la autoridad responsable la
realización del acto o conducta que ha sido negado u omitido.
Son sentencias estimatorias exhortativas aquellas que tienen una
relación directa con los derechos prestacionales de carácter
educativo, económico y social, para cuyo cumplimiento o
realización, el Estado, el principal obligado generalmente, carece de
recursos económicos con que hacerles frente. Ante esta situación de
escasez, las sentencias exhortativas no constriñen inmediatamente
al cumplimiento de la obligación de dar o hacer contenida en las
normas programáticas. Se limitan a exhortar al Estado para que
establezca el servicio público reclamado o dicte el reglamento que
permita hacer efectiva la pretensión del recurrente, dentro de
límites temporales, razonables, y las posibilidades económicas. Por
ejemplo, en un amparo en el cual se discuta la crisis del sistema
penitenciario y sus inadecuadas condiciones físicas, alimenticias, de
salud y educativas de los internos, lo que cabría es una sentencia
exhortativa del tipo indicado.
Las sentencias estimatorias conminatorias se dictan cuando no
es posible restablecer al recurrente en el goce efectivo de sus
derechos o libertades violados por haberse consumado el hecho de
manera irreparable. La sentencia conminará al funcionario para que
se abstenga de hacer o de incurrir en las omisiones que dieron
origen al amparo.
Las sentencias estimatorias también se pueden dictar cuando ya
hubo una satisfacción extraprocesal, en tal caso la sentencia hará la
condena al funcionario responsable y comunicará a las autoridades
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
283
penales correspondientes que ejerciten las acciones pertinentes en su
caso.
Son sentencias desestimatorias simples aquellas que deciden la
inexistencia de la violación alegada; por tal razón rechazan el recurso
en cuanto al fondo del asunto.
Las sentencias interpretativas rechazan una pretensión de amparo;
sin embargo, pueden indicar que la norma en la que se funda el acto
impugnado debe interpretarse en un determinado sentido, o que los
efectos del acto son los indicados en los considerandos o en la parte
dispositiva, pues de lo contrario se estaría violando el derecho
fundamental del amparado.
B. IMPROCEDENCIA
La improcedencia se decreta cuando la Sala de lo Constitucional
encuentra un obstáculo legal que le impide decidir sobre el fondo del
asunto. La sentencia que declara la improcedencia se abstiene de
entrar a conocer y decidir sobre el fondo.
De acuerdo con el art. 51 de la Ley de Amparo, reformado por la
Ley No. 205/95, no procede el amparo:
a) Contra las resoluciones de los funcionarios judiciales en asuntos
de su competencia.
Las resoluciones judiciales no admiten el recurso de amparo.
Contra ellas se conceden los recursos consagrados en los códigos y
leyes (reposición, apelación, casación, etc.). Las sentencias que dictan
los jueces pueden ser apeladas ante un tribunal de apelaciones y
posteriormente ser objetos de casación, pero no de amparo. En otros
países, como España, se permite el recurso de amparo contra las
decisiones de la Corte Suprema de Justicia ante el Tribunal
Constitucional, cuando se han violado los derechos fundamentales.
La jurisprudencia que declara improcedentes los recursos contra
las resoluciones de los jueces y tribunales de justicia es abundante.380
380 S. 10:45 a. m. del 8 de febrero de 1991 pág. 22. S. 9:30 a. m. del 21 de abril de 1998, B. J.,
pág. 92. S. 11:30 a.m. del 3 de mayo de 1988, B. J., pág. 123. S. 10:00 a.m. del 18 de mayo de
1988, B. J., pág. 155. S. 9:30 a.m. del 1 de julio de 1988, B. J., pág. 197. S. 10:00 a. m. del 4 de julio
de 1988, B. J., pág. 211. S. 9:30 a.m. del 2 de noviembre de 1988, B. J., pág. 323. S. 12 m. del 15
284
IVÁN ESCOBAR FORNOS
La Corte Suprema de Justicia ha expresado que de acuerdo con
el art. 51 inc. 1 de la Ley de Amparo, no procede el amparo contra
las resoluciones de los funcionarios judiciales en asuntos de su
competencia, lo que a contrario sensu, podría interpretarse que cabe
en el supuesto de que fueren incompetentes. Afirma que cabe el
recurso de amparo por falta de competencia del judicial si fue
alegada en las instancias correspondientes.381 Esta doctrina abre
nuevas perspectivas para el amparo, pero altera el sistema, en el
cual se contemplan otras vías para la solución del conflicto de
competencia dentro del Poder Judicial y entre los poderes del
Estado.
b) Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado o éste se
haya consumado en forma irreparable.
Esta causal tiene dos modalidades: la cesación de los efectos del
acto reclamado y la consumación del acto reclamado en forma
irreparable.
i) Cesación de los efectos del acto reclamado. La cesación de los
efectos del acto como causal de improcedencia del recurso no
aparecía en la Ley de Amparo anterior ni en el original art. 51 de la
Ley de Amparo vigente. En estos casos se declara la improcedencia,
pues si cesó la violación carece de objeto el amparo, por ejemplo: se
extendió el pasaporte que se había negado; se le permitió la salida
del país a quien se le negó la visa.
La Corte Suprema ha dicho que es improcedente el amparo si la
disposición que lo motiva ha sido anulada;382 que no ha lugar al
amparo porque la orden de desocupar el terreno fue dejada sin
efecto por el mismo funcionario que la dio;383 que no ha lugar al
diciembre de 1988, B. J., pág. 369. S. 11.00 a.m. del 19 de mayo de 1989, B. J., pág. 126. S. 11:00
a.m. del 13 de junio de 1989, B. J., pág. 154. S. 11:00 a .m. del 4 de octubre de 1989, B. J., pág.
249. S. 11:30 a.m. del 3 de noviembre de 1989, B. J., pág. 271. S. 10:30 a. m. del 6 de junio de
1995, B. J., pág. 35. S. 12 m. del 23 de abril de 1987, B. J., pág. 144. S. 9:00 a. m. del 13 de agosto
de 1991, B. J., pág. 123. S. 9:00 a. m. del 22 de octubre de 1993, B. J., pág. 157. S. 10:00 a.m. del 27
de marzo de 1996, B. J., pág. 91. S. 10:30 a.m. del 9 de septiembre de 1991, B. J., pág. 135. S. 9:00
a.m. del 11 de septiembre de 1991, B. J., pág. 144. S. 9:30 a.m. del 9 de abril de 1991, B. J., pág.
37.
381 S. 9:00 a.m. del 5 de noviembre de 1996, B. J., pág. 325.
382 S. 11:00 a.m. del 7 de enero de 1962, B. J., pág. 4.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
285
amparo por haberse revocado la prohibición de destazar dictada
contra el recurrente;384 que es improcedente el recurso si ha dejado
de existir el objeto o materia reclamada en un caso en el cual la
pena de suspensión de los derechos de ciudadano era por ciento
ochenta días.385
También la Corte Suprema rechazó de plano el amparo contra la
elección del designado a la Presidencia de la República porque el
recurrente no sufrió agravio personal y directo, los efectos del acto
ya habían cesado por encontrarse reunido el Congreso, no cabe
amparo contra los actos relativos a la organización del Estado y por
reunir el designado los requisitos constitucionales.386
ii) Consumación del acto reclamado de modo irreparable. Esta
irreparabilidad puede ser material o jurídica. Por ejemplo: muerte,
mutilación, extradición, etc.
El amparo tiene por objeto restituir al quejoso en el pleno goce
de su derecho violado en virtud del acto reclamado, razón por la
cual, si éste se consuma de manera irreparable en forma tal que no
se le pueda restituir al quejoso el goce de su derecho, carece ya de
objeto, y, por lo tanto, debe declararse improcedente, sin perjuicio
de que el quejoso ejercite sus acciones civiles o penales ante los
tribunales de justicia.
La Corte Suprema de Justicia ha expresado que al condenar las
autoridades de policía al recurrente a ciento ochenta días de arresto
inconmutable por el delito de alteración del orden público, pena
que ya se había cumplido, el daño se torna irreparable y el recurso
improcedente.387
d) Contra los actos que habían sido consentidos por el agraviado
de modo expreso o tácito. Se presumen consentidos aquellos actos
por los cuales no se hubiere recurrido de amparo dentro del
término legal, sin perjuicio de suspensión del término de
conformidad con el Derecho común.
S. 10:00 a.m. del 26 de marzo de 1969, B. J., pág. 56.
S. 11:00 a.m. del 1 de septiembre de 1914, B. J., pág. 531.
385 S. 9:00 a. m. del 12 de marzo de 1975, B. J., pág. 67.
386 S. 9:00 a. m. del 13 de julio de 1977, B. J., pág. 212.
387 S. 9:00 a. m. del 13 de enero de 1992, B. J., pág. 1.
383
384
286
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El consentimiento es expreso cuando se manifiesta en forma clara e
inequívoca, ya sea verbalmente o por escrito. Es tácito cuando se
puede deducir de los hechos realizados por el recurrente, dirigidos a
cumplir el acto reclamado (cumplimiento parcial del acto reclamado).
Esta causal habla de consentimiento tácito por no haberse recurrido
dentro del término legal. La consecuencia de este consentimiento es la
preclusión de la acción de amparo.
Contra las leyes autoaplicativas se puede recurrir de amparo o de
inconstitucionalidad: de inconstitucionalidad dentro de sesenta días, y
de amparo inmediatamente o después de vencido dicho plazo.
La Corte Suprema de Justicia sostiene que la doctrina de los
tratadistas del recurso de amparo expresa que el consentimiento tácito,
en el caso del art. 51 inc. 3 de la Ley de Amparo, estriba en la no
promoción de la acción de amparo dentro del término legal, lo que
equivale a la pérdida de la acción de amparo por expiración del plazo
legal dentro del cual se debió haber intentado, o lo que es lo mismo,
siguiendo la terminología de los procesalistas modernos, a la
preclusión de la acción de amparo.388
e) Contra las resoluciones dictadas en materia electoral. Esta causal
tiene por objeto reafirmar lo restablecido el art. 173 de la Constitución
que en su parte final establece que contra las resoluciones del Consejo
Supremo Electoral en materia electoral no cabe recurso alguno
ordinario ni extraordinario. Contra las otras resoluciones no
electorales que dicta el Consejo Supremo Electoral cabe el recurso de
amparo.
La Corte Suprema ha dicho:
i) Los conflictos internos en las filas de los partidos son un asunto
de la competencia exclusiva del Consejo Supremo Electoral, y contra
las resoluciones de éste no cabe en materia electoral recurso alguno,
ordinario o extraordinario, de acuerdo con el art. 173 de la
Constitución inc. 5 y párrafo final de la Constitución.389
ii) El Consejo Supremo Electoral no tiene facultades para privar
de su nacionalidad a ningún ciudadano del país, competencia que
388
389
S. 9:30 a.m. del 1 de julio de 1993, B. J., pág. 72.
S. 10:30 a. m. del 28 de octubre de 1995, B. J., pág. 125.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
287
le corresponde exclusivamente al Ministerio de Gobernación de
acuerdo con el Decreto No. 1/90 Numeral 6 y la Ley de
Nacionalidad. El Ministerio de Gobernación no ha tramitado ni
privado de su nacionalidad al recurrente.390
f) Contra los actos relativos a la organización de los poderes del
Estado y al nombramiento y destitución de los funcionarios que
gozan de inmunidad.
A pesar de lo establecido en esta causal, la Corte Suprema de
Justicia391 declaró que cabe contra la organización de la Junta
Directiva de la Asamblea Nacional, organización que tiene carácter
político, se refiere a un órgano constitucional y es el gobierno de la
Asamblea Legislativa.
De acuerdo con la Constitución, gozan de inmunidad: los
diputados,392 el Presidente y Vicepresidente de la República,393 los
ministros y viceministros de Estado,394 el Contralor y Subcontralor
de la República,395 los magistrados de la Corte Suprema de
Justicia396 y los magistrados del Consejo Supremo Electoral.397
Además de los anteriores casos de improcedencia existen otros
que se desprenden de la naturaleza del amparo. Por ejemplo:
i) La litispendencia. En este caso el recurso más reciente se
declara improcedente y se tramita el más antiguo. No obstante, es
conveniente advertir que cabe la acumulación de los recursos en los
casos permitidos para la acumulación de los autos en el Código de
Procedimiento Civil.
ii) La repetición del amparo anteriormente rechazado.
iii) La ilegitimidad de personería.
iv) Contra actos de particulares.
v) Contra los laudos de los árbitros o arbitradores.
S. 10:30 a.m. del 20 de noviembre de 1996, B. J., pág. 326.
S. 10:30 a.m. del 18 de diciembre de 1997, aún no publicada.
392 Art. 139 de la Constitución.
393 Art. 148 inc. 2 de la Constitución.
394 Art. 151 de la Constitución.
395 Art. 156 inc. 2 de la Constitución.
396 Art. 162 de la Constitución.
397 Art. 172 de la Constitución.
390
391
288
IVÁN ESCOBAR FORNOS
La improcedencia solamente la puede decretar la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de oficio o a
petición de parte. De oficio la puede decretar en cualquier tiempo.
Así se desprende del art. 2002 del Código de Procedimiento Civil,
aplicable en virtud del art. 41 de la Ley de Amparo. El tribunal de
apelaciones no puede decretar la improcedencia.
La Corte Suprema ha dicho:
i) Se revoca la resolución de una Sala que niega la tramitación de
un recurso de amparo con base en que el acto recurrido es anterior
a la nueva Ley de Amparo. Se funda en que la autoridad recurrida
debe dar fe de la fecha de sus actuaciones, y en que la Sala no
puede declarar la improcedencia de un amparo conforme la nueva
ley que rige desde el 31 de mayo de 1980.398
ii) La Sala no puede declarar improcedente un recurso de
amparo.399
B. DESISTIMIENTO
El recurrente puede desistir del recurso. Los efectos y trámites
de este desistimiento dependen de la consideración que se tenga
del amparo como recurso o como un juicio.
Algunos juristas, apoyados por la Corte Suprema, piensan que
se tramita como el desistimiento de la acción dentro de un juicio.400
Consecuencia de esta posición sería que si se desiste antes de
notificado el amparo a la autoridad responsable, se dictará
sentencia sin trámite alguno de acuerdo con el art. 386 del Código
de Procedimiento Civil, y el quejoso puede volver a entablar su
acción de amparo401 si todavía está en tiempo.
Por el contrario, si se procede de acuerdo con el desistimiento de
los recursos, la Sala de lo Constitucional dictará sentencia sin otro
S. 9:00 a.m. del 9 de agosto de 1980, B. J., pág. 187.
S. 9: 00 a. m. del 18 de agosto de 1980, B. J., pág. 254. S. 9: 00 a. m. del 9 de agosto de 1980, B.
J., pág. 87. S. 9: 00 a. m. del 10 de septiembre de 1980, B. J., pág. 254.
400 S. 10:30 a. m. del 24 de mayo de 1961, B. J., pág. 20447. S. 9:45 a.m. del 8 de octubre de 1964,
B. J., pág. 425.
401 S. 12 m. del 23 de mayo de 1935, B. J., pág. 8935.
398
399
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
289
trámite, y el recurrente no puede volver a entablar su acción de
amparo de acuerdo con el art. 2011 del Código de Procedimiento
Civil, pero conserva sus acciones ordinarias.
La Corte Suprema en otras sentencias ha sostenido que se
desiste como en los recursos.402
La solución del anterior problema depende del criterio que se
tenga sobre la naturaleza del amparo: para los que consideran al
amparo como un juicio, se aplica la primera solución, y para los
que lo consideran como un recurso, se aplica la segunda.
Se puede desistir en la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones
antes que se remitan los autos a la Sala de lo Constitucional de la
Corte Suprema de Justicia. Ya radicados los autos en este Tribunal,
puede desistir antes de haberse dictado la sentencia definitiva.
Cuando concurran la improcedencia y el desistimiento, la Sala
de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia debe
pronunciarse sobre la improcedencia, y sólo después sobre el
desistimiento, si no acoge el primero.
C. DESERCIÓN
De acuerdo con el art. 38 de la Ley de Amparo, resuelta la
suspensión por el tribunal de apelaciones, se remitirán los autos a
la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y se le prevendrá a
las partes que deben presentarse dentro del término de tres días
hábiles, más el de la distancia, para que hagan uso de sus derechos.
Si no se persona el recurrente dentro del término indicado se
declarará la deserción del recurso.
402 S. 11:30 a.m. del 17 de noviembre de 1915, B. J., pág. 986. S. 11:30 a.m. del 8 de
noviembre de 1917, B. J., pág. 1732. S. 12 m. del 3 de agosto de 1918, B. J., pág.. 2029. S. 10 a.m.
del 16 de agosto de 1918, B. J., pág. 2045. S. 11:30 a.m. del 7 de agosto de 1919, B. J., pág. 2448.
S. 10 a.m. del 31 de enero de 1920, B. J., pág. 2797. S. 11:30 a.m. del 10 de noviembre de 1920, B.
J. pág. 3143. S. 12 m. del 31 de marzo de 1921, B. J., pág. 3240. S. 9:45 a.m. del 21 de julio de
1976, B. J., pág. 145.
290
IVÁN ESCOBAR FORNOS
11. APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL
Según el art. 41 de la Ley de Amparo, en lo que no estuviere
establecido en ella, se aplicará en forma supletoria el Código de
Procedimiento Civil; pero esta aplicación debe de hacerse de
acuerdo con la naturaleza del amparo, a juicio del Tribunal
Supremo.
12. CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
Contra la sentencia que acoge o desecha el amparo no se admite
recurso.
La Corte Suprema ha expresado que no cabe la reposición contra
las sentencias dictadas en amparo,403 pero sí cabe la aclaración.404
La sentencia que acoge el amparo debe ser puesta en
conocimiento por medio de oficio dentro del término de tres días a
las autoridades o funcionarios responsables para su cumplimiento.
También se pondrá en conocimiento de las demás partes.405
Si las autoridades o funcionarios responsables, dentro del
término de veinticuatro horas después de notificadas no dieren
cumplimiento a la sentencia, la Corte Suprema de Justicia requerirá
al superior inmediato de la autoridad o funcionario reacio para que
obligue a éstos a cumplir sin demora la sentencia. Si no tuvieren
superior jerárquico, el requerimiento se hará directamente al
funcionario remiso.406
Si a pesar de los requerimientos la autoridad responsable no
cumple con la sentencia, la Corte Suprema de Justicia pondrá los
hechos en conocimiento de la Presidencia de la República para que
ordene su cumplimiento. Además, informará a la Asamblea
403 S. 11:00 a. m. del 3 de junio de 1913, B. J., pág. 108. S. 11:30 a.m. del 9 de noviembre de
1914, B. J., pág. 709. S. 12 m. del 18 de agoto de 1917, B. J., pág. 1651.
404 S. 9:30 a.m. del 3 de febrero de 1987, B. J., pág. 31. Existen tres desistimientos.
405 Art. 48 de la Ley de Amparo.
406 Art. 49 de la Ley de Amparo.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
291
Nacional sobre lo ocurrido y pondrá el caso en conocimiento del
Ministerio Público para que ejercite las acciones correspondientes.
Este mismo procedimiento se observará cuando no sea obedecida la
suspensión del acto, decretada por el tribunal de apelaciones o por
la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
La Corte Suprema ha dicho que las salas de los tribunales de
apelaciones no son competentes para conocer del cumplimiento de
sentencias de amparo. En caso de incumplimiento, la Corte
Suprema lo pondrá en conocimiento del superior, y si esto no es
suficiente, al Secretario de la Junta de Gobierno.407 Se advierte que
ésta ya no existe.
13. EL AMPARO COMO MEDIO DE INVOCAR OTROS
DERECHOS Y GARANTÍAS
El amparo también sirve de vehículo para ejercitar:
a) El habeas data.
b) El control de la constitucionalidad de los proyectos de ley.
c) La violación de la Constitución por omisión en la aprobación
de las leyes.
El habeas data es un proceso constitucional que las personas
pueden iniciar para solicitar a las autoridades judiciales la
exhibición de los registros que llevan las autoridades o las personas
privadas en los cuales aparecen sus datos personales o los de su
grupo familiar o étnico, para enterarse de su exactitud y de la razón
de su existencia, y pedir su rectificación, supresión o modificación,
si fueren inexactos o encerraren una discriminación. El art. 26 de la
Constitución sólo lo establece para los registros del Estado, pero
puede usarse también en contra de los particulares, porque la
protección de la vida privada de la persona y la familia, derecho
humano consagrado en la Constitución, justifica su ejercicio en
ambos supuestos. No existe ley reglamentaria, pero puede
invocarse a través del amparo por violación del derecho a la
privacidad. Hace poco tiempo, con el voto favorable de nueve
407
Cta. 19 de marzo de 1982, B. J., pág. 599.
292
IVÁN ESCOBAR FORNOS
magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de dieciséis que la
integran, se dicto la sentencia de la 1:45 p. m. del 17 de agosto de 2004,
que declaró la inconstitucionalidad del art. 51 inc. 2 de la Ley de
Amparo, que dispone que es improcedente el amparo en contra del
proceso de formación de la ley, lo cual abre las puertas para ocupar el
amparo para impugnar los preceptos del proyecto ley que violen los
derechos y garantías constitucionales. Como ya expresamos, esta
sentencia es contraria a la Constitución y sin validez por las razones
siguientes:
a) Ya existen los procedimientos constitucionales especialmente
establecidos para proteger la Constitución: el amparo, la exhibición
personal y el recurso de inconstitucionalidad de la ley ya en vigencia,
y no en vía de formación.
b) Se viola el principio de la división de poderes porque se
interviene en la función exclusiva del Poder Legislativo de aprobar,
modificar o derogar las leyes.
c) Se viola el procedimiento de formación de la ley establecida en la
Constitución, en el cual no se establece la intervención del Poder
Judicial.
d) Por sentencia número 98 de la Corte Plena, de las 9:00 a.m. del 17
de agosto de 2001 se declaró que era constitucional el art. 51 inc. 2 de la
Ley de Amparo, resolución que produjo cosa juzgada general,
absoluta, con efecto erga omnes, por lo que no puede ser anulada o
alterada, y obliga a todos los poderes del Estado, todo de conformidad
con el art. 19 de la Ley de Amparo, que expresa que la sentencia que
declare si es inconstitucional o no, en todo o en parte, una ley
producirá cosa juzgada general.
e) Por otra parte, ya existían sentencias a partir de 1927 hasta la
época reciente, que expresan claramente que no cabe el amparo
contra el proceso de formación de la ley. También se ha usado el
amparo para impugnar la inconstitucionalidad por omisión de una
ley, la cual representa un avance en el control constitucional. Este
criterio lo confirma la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema.408
408 S. 9:30 a. m. del 22 de abril de 1999. Se trataba del retraso de la ley anual del
Presupuesto General de la República.
CAPÍTULO XIV
EL RECURSO DE EXHIBICIÓN PERSONAL
1. NATURALEZA JURÍDICA DE LA EXHIBICIÓN
PERSONAL
El tema de la naturaleza jurídica de la exhibición personal es
muy discutido en la doctrina: unos sostienen que es un recurso;
otros, que es una medida cautelar de carácter personal, y otros, por
último, lo consideran semejante al amparo. Nuestra Constitución
ya tomó partido, y en el art. 189 lo estima como un recurso.
Es un derecho subjetivo de carácter público, cuyo fin específico
es defender la libertad, la integridad y la seguridad personal. Se
ejercita en contra de la autoridad y de los particulares que
restrinjan la libertad.
2. MATERIA DEL RECURSO DE EXHIBICIÓN PERSONAL
Este recurso tiene por objeto proteger la libertad, integridad y
seguridad de las personas, consagradas, entre otros, en los artículos
25, 31 y 35 de la Constitución. La violación de esas garantías da
origen a este recurso.409
409 Ante la ausencia de procedimientos especiales se ha recurrido en Latinoamérica
(Argentina, Bolivia, Perú y Brasil) al habeas corpus (exhibición personal) como instrumento de
protección de todos los derechos consagrados en la Constitución, a excepción, en algunos
países, de los de carácter económico. Por otra parte, se ha ocupado el amparo como habeas
corpus, y asimismo como medio de protección de todos los derechos fundamentales, con
excepción de la libertad personal protegida por el habeas corpus, que funciona paralelamente
con él. En nuestro país, bajo la Ley de Amparo, funciona el recurso por inconstitucionalidad de
la ley, el amparo propiamente dicho y el habeas corpus. Éste fue consagrado en la Ley
Reglamentaria para los Tribunales y Juzgados de la República, de 4 de julio de 1851 (arts. 8
incs. 11, 16 y 31) con el nombre de “recurso de amparo contra la prisión injusta”, en el Código
293
294
IVÁN ESCOBAR FORNOS
3. LEGITIMACIÓN ACTIVA
Se concede a favor del que sufre la violación o amenaza, y lo
puede promover éste o cualquier habitante de la República (acción
popular) por escrito, carta, telegrama o verbalmente.410
Cuando se interpone contra un particular, sólo se permite
hacerlo por escrito o verbal.411
4. LEGITIMACIÓN PASIVA
La exhibición personal se da tanto contra las autoridades como
contra los particulares, por actos restrictivos de la libertad personal.
Creo que el particular que restringe la libertad a que se refiere la ley
puede ser una persona jurídica, contra la cual puede entablarse el
recurso de exhibición personal.
5. COMPETENCIA
Cuando la exhibición se realiza contra actos de autoridad por
detención ilegal, conoce el Tribunal de Apelaciones o la Sala Penal
en su caso, y se nombra, para cumplimentar la exhibición, a un Juez
Ejecutor.
Si el recurso se concede contra un particular, es el juez de lo
penal del distrito respectivo el que personalmente o por delegado
cumplimentará la exhibición.
6. PROCEDIMIENTO
Nada especial y digno de comentarse y menos de elogiarse
existe en la Ley de Amparo de 1988. Por el contrario, existen
evidentes inconvenientes. Por ejemplo:
de Instrucción Criminal de 1879, y posteriormente fue absorbido por las leyes de amparo, pues
técnicamente pertenece al Derecho Procesal Constitucional y no al Proceso Penal.
410 Art. 52 de la Ley de Amparo.
411 Art. 74 de la Ley de Amparo.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
295
a) Cuando la exhibición se pide por amenazas de detención ilegal,
de previo se solicita informe a la autoridad responsable, en vez de
nombrar inmediatamente al Juez Ejecutor, con palpable pérdida de
tiempo y grave riesgo para la seguridad e integridad del quejoso.
b) Se debilita la independencia del Juez Ejecutor, pieza
fundamental de la exhibición personal, pues éste puede ser acusado
por la autoridad responsable ante el Tribunal de Apelaciones,
cuando estime que se ha excedido en sus atribuciones o resuelto
contra ley expresa, y se establece como sanción una multa de 25% de
sus ingresos y otras responsabilidades. También lo puede juzgar de
oficio dicho Tribunal por las mismas razones412. Cuando el Tribunal
no está contaminado por la política, la situación no es peligrosa, pero
en caso contrario resulta fatal, pues es quien interpreta y decide lo
que expresa la ley.
A lo anterior se puede agregar como medida de hostigamiento y
ablandamiento contra ciertos jueces ejecutores el envío frecuente
de casos, ya que el cargo es obligatorio bajo la sanción de ser
juzgado por desobediencia y multado con el 25% de sus
ingresos413. Estas medidas tienen por objeto ablandar a los jueces
ejecutores y obligarlos a seguir las orientaciones del Tribunal.
7. ACTUACIONES DEL JUEZ EJECUTOR EN EL RECURSO DE
EXHIBICIÓN POR DETENCIÓN ILEGAL
Introducida en forma la petición, la Sala de lo Penal decretará la
Exhibición Personal y nombrará Juez Ejecutor a cualquier autoridad
o empleado del orden civil o a un ciudadano, de preferencia
abogado, procurando que el nombramiento no recaiga en
funcionarios propietarios del Poder Judicial.
El Juez Ejecutor cumplirá de inmediato el encargo, dirigiéndose a
la autoridad contra quien se expide el auto de exhibición. Éste debe
recibir al Juez Ejecutor de inmediato sin hacerlo guardar antesala.
412
413
Arts. 67 y 83 de la ley de Amparo.
Art. 59 de la Ley de Amparo.
296
IVÁN ESCOBAR FORNOS
El Juez Ejecutor lo intimará a que exhiba en el acto a la persona
agraviada, que muestre el expediente o explique, en caso contrario,
los motivos de la detención indicando su fecha, y procederá así:
a) Si la persona está a la orden de autoridad que no es
competente para conocer, ordenará su libertad o la remitirá de
inmediato a la autoridad competente.
b) Si la persona está detenida a la orden de autoridad
competente, pero el término de ley se hubiere excedido, ordenará
por auto que el detenido pase de inmediato a la orden de autoridad
competente o que sea puesto en libertad.
c) Si el que tiene bajo su custodia a otra fuese la autoridad
competente, pero no ha iniciado el proceso o no ha proveído auto
de detención en el plazo legal o no hubiere dictado el auto de
prisión en el plazo legal, el Juez Ejecutor mandará por auto ponerlo
en libertad bajo fianza de la haz otorgada apud acta ante el mismo
Juez Ejecutor.
Fuera de estos tres casos ordenará que se siga el proceso.
d) Si la persona está bajo sentencia condenatoria firme, decretará
por auto que continúe detenida por el plazo legal; si ha cumplido la
condena mandara ponerlo inmediatamente en libertad; si se trata
de sentencia judicial cumplida por compensaciones legales,
ordenará la liquidación de la pena y luego de hecha esta ordenará
su libertad.
e) Si el interno sufre pena diferente o mayor de la contemplada
en la ley o la sentencia, o está incomunicado contra lo que estas
previenen, ordenará que se cumpla la pena señalada en la sentencia
o que cese la incomunicación.
El Juez Ejecutor está en la obligación de dictar todas las medidas
de seguridad legales que sean indispensables en favor del detenido
ilegalmente.
La autoridad requerida debe cumplir lo ordenado por el Juez
Ejecutor en el acto mismo de la notificación; si desobedece, el Juez
Ejecutor informará a la Sala de lo Penal para que ésta haga cumplir
el mandato. La Sala de lo Penal, a solicitud de parte, dictará orden
para que el Juez Ejecutor se apodere del favorecido y lo presente
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
297
ante ella, cuando se esté en presencia de alguno de los casos
siguientes:
a) Cuando por declaración dada bajo promesa de ley de un
testigo fidedigno o por indicio grave, aparece que alguien se halla
en prisión o custodia ilegales, y hay motivos fundados para creer
que será expulsado del territorio nacional.
b) Cuando haya motivos suficientes para creer que el detenido
sufrirá un daño irreparable antes que pueda ser socorrido en el
curso ordinario del procedimiento. c) Cuando el auto de exhibición
ha sido desobedecido. La autoridad, funcionario o empleado
público, contra quien se dirige la exhibición, atenderá
inmediatamente la intimación y lo resuelto por el Juez Ejecutor,
bajo pena de multa de hasta el 25 % de su salario o ingreso mensual
a juicio de la Sala de lo Penal, sin perjuicio de ser juzgado por el
delito que corresponda. La Sala de lo Penal impondrá la multa y
pondrá el caso en conocimiento del Ministerio Público, para que
ejercite las acciones correspondientes.
Si la autoridad intimada estima que el Juez Ejecutor se ha
excedido en sus atribuciones o resuelto contra ley expresa, podrá
informarlo a la Sala de lo Penal, quien mandará a oír al Ministerio
Público dentro del término de 24 horas, y resolverá conforme a
Derecho. Si la autoridad intimada hubiese sido un Fiscal se
mandará a oír al superior inmediato. En todo caso, la Sala de lo
Penal podrá de oficio revisar las actuaciones del Juez Ejecutor.
Si la Sala de lo Penal declara sin lugar la Exhibición Personal o
desoye infundadamente la petición, puede el solicitante, en un
plazo de 20 días, recurrir de queja ante la Sala de lo Constitucional
de la Corte Suprema de Justicia, la cual debe resolver dentro de las
24 horas, con vista de las razones expuestas por el interesado. Si
por algún impedimento no puede interponerse la queja, el plazo se
cuenta desde que cesa el impedimento.
Si los magistrados de Apelaciones que han negado el Recurso de
Exhibición Personal son declarados responsables sufrirán, además
de las penas establecidas en el Código Penal, una multa de hasta el
25 % de su salario mensual, cada uno de ellos.
CAPÍTULO XV
EL HABEAS DATA
1. IDEAS GENERALES
La recolección, almacenamiento y circulación de datos sobre las
personas no está prohibido, ya sea en manos privadas o del Estado,
en forma rústica o técnica, hoy muy avanzada por la cibernética y
los sistemas informáticos. Pero esta acumulación de información
representa un peligro para la privacidad e intimidad de las
personas. También afecta la libertad. Un manejo sin límites y
controles de esta naturaleza es peligroso para la vida privada y la
libertad de las personas. Éstas pierden el control de sus propios
datos y pueden ser víctimas de un sistema de control social.
Por medio del habeas data se permite a las personas que sea
exhibida la información registrada en archivos o bases de datos
para conocerlas, actualizarlos o rectificarlos.
Este problema es más acentuado en los países industrializados.
Su manejo es peligroso. En los Estados Unidos, en la historia de
algunos estados, se comprobó que sólo un 12% de la información
de las agencias estatales era correcto. Estos datos son comprados
por el sector privado para su utilización. En Alemania las
aseguradoras utilizan las bases de datos para escoger a los
asegurados menos costosos (cliente ideal) y eliminar a los más
gravosos: ahora se puede determinar la tendencia de las personas a
sufrir ciertas enfermedades, a las cuales las compañías
aseguradoras podrían eliminarlas de sus seguros.
Es preciso una legislación que regule estas bases de datos para
evitar invasiones injustificadas en la vida privada y la limitación de
la libertad.
299
300
IVÁN ESCOBAR FORNOS
2. BREVE HISTORIA
El habeas data no es una institución antigua, sino de reciente
formulación. Sirve como reacción contra las manipulaciones y
abusos que se hace con la información en una empresa, oficina o
ente público, donde la computación permite la creación de bancos
de datos de control inmediato, lo cual les atribuye un considerable
poder y control sobre las personas. Se consagra en las
constituciones recientes.414
3. CONCEPTO
La denominación habeas data está formada de los términos latinos
“habeas” traer o exhibir y “data” (información). Literalmente
significa “traer o exhibir los datos”. Con el habeas corpus se pide la
exhibición de una persona, con el habeas data se pide la exhibición
de datos o informaciones.
El habeas data es un proceso constitucional que se inicia con la
acción que le asiste a toda persona para solicitar a las autoridades
judiciales la exhibición de los registros que llevan las autoridades o
las personas privadas,415 en los cuales aparecen sus datos
414 Constitución de Portugal (art. 35); Constitución de España (arts. 18.4 y 105 b));
Constitución de los Países Bajos (art. 10); Constitución de Hungría (art. 59); constitución de
Suecia (art. 3); Constitución de Venezuela (art. 59); Constitución del Brasil (art. 5);
Constitución de Colombia (art. 15); Constitución del Paraguay (art. 33); Constitución de
Honduras (art. 76); Constitución de El Salvador (art. 2); Constitución de Costa Rica (art. 24);
Constitución de Chile (art. 19 inc. 4); Constitución de Guatemala (art. 31). Se señalan tres
etapas en la evolución de la protección de los datos. La primera etapa le corresponde al
Parlamento del Länd de Hesse (Alemania), que promulgó el primer texto legal, la Datenshutz
del 7 de octubre de 1970. Después se dictó la Datenshutz federal alemana de 1977. La segunda
etapa se inicia con la aprobación de la Privacy Act norteamericana del 31 de diciembre de 1974.
A esta etapa corresponde la incorporación constitucional de la protección de datos. La tercera
etapa corresponde al reconocimiento internacional de la protección de datos. El Pacto de San
José Costa Rica (art. 11, aunque muy limitado); la Organización de las Naciones Unidas (art. 12
y sus resoluciones); el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos (art.
8.1).
415 Creo que en nuestro país el habeas data también procede contra los particulares. La
omisión del art. 26 de la Constitución de referirse a los particulares en la acumulación de datos
no significa un rechazo, además, se justifica en virtud de la dignidad humana, el derecho a la
intimidad y la libertad.
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
301
personales o los de su grupo familiar o étnico, para enterarse de su
exactitud y de la razón de su existencia, y pedir su rectificación,
supresión o modificación, si fueren inexactos o encerraren una
discriminación.416
El proceso indicado para protegerse es el habeas data, que es una
ampliación del amparo. Es un medio de carácter urgente que tienen
las personas (naturales o jurídicas, en su caso) para obtener: a) el
conocimiento de los datos en registros o bancos de datos públicos o
privados; b) el conocimiento de la finalidad para la que se tiene
dicha información; c) exigir su supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización. Estas medidas no aparecen en
forma expresa en la Constitución, pero sí implícitas, pues por ellas
se garantizan los derechos constitucionales que protege este
instituto.
Por ejemplo, cabe la supresión del dato o información cuando
no existe el consentimiento expreso del interesado o un fin legítimo
de acumular datos relativos a religión, ideología, ciencias, filiación
ideológica, origen social, salud, orientación sexual. Todos estos
datos son sensibles, para informaciones confidenciales; además,
puede ser que el dato ya no tenga razón de permanecer por haber
cumplido su fin o haber prescrito la acción que le dio vida; ser
innecesaria la información; o haber sido obtenida la información al
margen de la ley.
Es una importante garantía para el buen funcionamiento de la
democracia moderna. Los medios tecnológicos modernos pueden
recoger y difundir en forma rápida y eficiente abundante
información de datos personales que pueden perjudicar a las
personas. Es enorme el volumen de datos que pueden ser
manejados por medio de bancos de datos públicos y privados, con
información cruzada. Muchas instituciones manejan abundante
información: el Registro Civil, el Consejo Supremo Electoral, el
Registro de la Propiedad Inmueble, la Dirección General de
416 Para profundizar sobre los tipos y subtipos del habeas data en Latinoamérica véase
Oscar Raúl PUCCINELLI. “Variaciones, Tipos y Subespecies de Habeas Data en el Derecho
Latinoamericano”. Revista Iberoamericano de Derecho Procesal Constitucional. Núm. 1. Enero-junio
2004, pág. 93 y sigts.
302
IVÁN ESCOBAR FORNOS
Ingresos, el Registro Mercantil y de Prendas, el Registro de la
Propiedad Industrial, la Policía, el Ejército, los colegios, las
universidades, los sindicatos, los hospitales y médicos, las
compañías de seguros, las empresas industriales y comerciales, etc.
Con este cúmulo de información unificado se podría obtener un
perfil completo de la persona, una radiografía. Esto representa una
invasión en su espacio de privacidad. Se podría crear un mundo de
opresión y asfixia como lo imaginó George Orwell en su novela
“1984”.
4. FUNDAMENTO
El habeas data se deriva del derecho a una vida privada interna,
íntima. Es una parte sustancial del derecho a la intimidad, que se
deriva a su vez del derecho a la dignidad.
El derecho a la intimidad es amplio y requiere de las
protecciones e inviolabilidades siguientes: inviolabilidad del
domicilio; inviolabilidad de las comunicaciones; protección frente a
la informática; protección frente a la libertad de expresión y
comunicación. El derecho a la vida privada está contemplado en el
art. 25 inc. 2 de la Constitución.
Toda persona tiene, pues, derecho a llevar una vida privada,
tanto personal como familiar. Este derecho comprende, además, la
inviolabilidad del domicilio, de la correspondencia y comunicaciones de todo tipo, el respeto de su honra y reputación, y el
derecho a conocer y pedir explicaciones sobre la información
registrada por las autoridades.
La información en la sociedad moderna es un factor
importantísimo de poder, y, como consecuencia, puede ser
manipulada en perjuicio de los derechos de las personas. Manejar
la investigación y la información otorga un enorme poder, pues tal
como ha dicho el destacado administrativista español García de
Enterría, la riqueza de hoy no consiste en atesorar bienes, sino en
acumular conocimientos. Este poder-saber se presenta en el ámbito
internacional entre los Estados, y en el ámbito nacional entre los
habitantes de un país. El control de las personas y de sus pasos en
INTRODUCCIÓN AL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
303
la imaginación orwelliana ya no se presenta como una profecía,
sino como una voz de alerta a la sociedad actual.
Veamos algunos peligros que presenta la informática: control de
un poder del Estado con mayor información sobre otro por tener
menos información; control de las personas por razón de sus
convicciones políticas o fe religiosa; control de la vida privada;
atribución de un número nacional único a los ciudadanos; etc.
Si bien la información es el motor de la tercera revolución
industrial como lo fue el vapor para la primera y la electricidad
para la segunda, debe tener cierto control para evitar violaciones a
los derechos humanos. Su contribución al progreso es sumamente
importante, pero eso no justifica que invada la esfera de libertad de
las personas.
5. DERECHO DE LA TERCERA GENERACIÓN
El habeas data, o sea, el derecho a la intimidad frente a la
revolución informática, pertenece a los derechos humanos de la
tercera generación. Son derechos que se otorgan a las personas en
forma individual o en forma genérica a los pueblos o grupos
intermedios. Forman parte de esta generación, entre otros, el
derecho a la defensa del ambiente,417 el derecho a la mejor calidad
de vida,418 el derecho de los pueblos al desarrollo, al progreso,419 a
la explotación de sus propios recursos, a la paz,420 a la
autodeterminación,421 a la integración regional.422
Casi todos estos derechos están reconocidos en nuestra
Constitución en los artículos señalados, entre otros. Son
complementarios de los individuales de la primera generación y de
los derechos sociales (o de crédito) de la segunda generación, con el
objeto de defenderlos del desgaste o degradación que presentan
ante el avance incesante de la tecnología.
Art. 60 de la Constitución.
Art. 4 de la Constitución.
419 Idem.
420 Art. 5 párrafo 5 de la Constitución.
421 Idem.
422 Art. 5 párrafo final y art. 9 de la Constitución.
417
418
304
IVÁN ESCOBAR FORNOS
6. SU APLICACIÓN
Para hacer funcionar el habeas data, consagrado en el art. 26 inc. 4
de la Constitución, pero no regulado su procedimiento, se le puede
aplicar por analogía el procedimiento del recurso de amparo,
contemplado en la Ley de Amparo.423
423 No obstante, el doctor Alejandro Montiel Argüello sostiene que debe dictarse una ley
ordinaria. Expresa: “En nuestro sistema legal, el amparo puede dirigirse sólo contra un
funcionario o autoridad de los mismos, pero el recurso de habeas data podría también dirigirse
contra toda entidad o persona que mantenga un banco de datos con la finalidad de suministrar
información a terceros. Ciertamente, en el momento actual nuestro desarrollo no ha llegado a
ese punto, pero en materia informática el progreso es muy rápido y es posible que pronto se
presente la oportunidad de aplicar la ley, lo cual es preferible a tener que dictar
apresuradamente leyes para atender situaciones después que éstas se presenten”. (Temas
Internacionales. “El Derecho a la Intimidad en la Era Informática. El Recurso de Habeas Data”.
Ob. cit., pág. 314). Creo que debe regularse en la Ley de Amparo.
ESTE LIBRO FUE IMPRESO Y ENCUADERNADO
EL 10 DE OCTUBRE DE 2005, EN LOS TALLERES DE
F UENTES IMPRESORES S . A .
Centeno, 109,09810, México, D.F.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
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8.
9.
10.
El sistema de derechos, magistratura y procesos constitucionales en América Latina. Néstor
Pedro Sagüés.
La jurisdicción constitucional y los tribunales constitucionales de Sudamérica en la alborada
del siglo XXI. Humberto Nogueira Alcalá.
Estudios sobre la jurisdicción constitucional (con especial referencia al Tribunal
Constitucional Alemán) (trad. de Joaquín Brage Camazano). Konrad Hesse y Peter
Haberle.
Los problemas de la legitimación en los procesos constitucionales. Osvaldo Alfredo
Gozaíni.
La jurisdicción constitucional de la libertad (Teoría general Argentina, México, Corte
Interamericana de Derechos Humanos). Joaquín Brage Camazano.
Introducción al Derecho Procesal Constitucional. Rubén Hernández Valle.
El amparo social. Juventino V. Castro y Castro.
Escritos sobre justicia constitucional. Pablo Pérez Tremps.
Introducción al Derecho Procesal Constitucional. Iván Escobar Fornos.
La Corte constitucional en Italia (Para una mejor defensa de la Constitución en un sistema
mixto de control de constitucionalidad de la normativa infraconstitucional). Alfonso
Celotto.
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