EL BEBÉ A LOS 6 MESES Crecimiento. Generalmente el bebé dobla el peso al nacimiento hacia los 4 meses de edad, y lo triplica hacia el año. La ganancia de peso en los primeros 6 meses es de unos 4-5 kg, en los 6 meses siguientes de unos 2,5 kg. La talla media al nacer de los niños es de 51 cm y de las niñas de 50 cm. El aumento de talla es de 10 cm en los 3 primeros meses, de 6 cm en el segundo trimestre y algo más de 1 cm en cada uno de los 6 meses siguientes, alcanzando al año entre 74 y 76 cm. Entre los 6-9 meses es capaz de sentarse y entre los 9-12 meses se mantiene de pie. Coge objetos entre el pulgar y la cara lateral del índice (6-8 meses). Coordina ya su visión con el movimiento de su mano, pasándose objetos de mano a mano (6-8 meses). Realiza la pinza pulgar-índice con la punta de los dedos (9-12 meses). Algunos niñ@s hacen la pinza con los dedos índice y corazón, esto también es una variación normal del desarrollo. También comienza a buscar juguetes que se le caen para cogerlos. Dice papá-mamá inespecífico (8 meses), dice papá-mamá apropiado (10 meses). Se gira ante un ruido, mostrando su interés hacia el mismo (6-8 meses). A los 6 meses reconoce a los extraños. Entre los 6-9 meses disfruta con los juguetes musicales. Cuando tiene 9 meses es capaz de realizar órdenes simples acompañadas de un gesto como decir adiós y además le gusta explorar a su alrededor. A los 6 meses le gusta: Hacer ruidos, explorar, jugar con agua, introducir y sacar objetos de cajas y recipientes, pasear y mirar a la gente por la calle, niñ@s jugando, tiendas, vehículos. Empieza a saborear la libertad de explorar diferentes juguetes, texturas, en el parque o en el suelo, tirar de un manotazo las torres que otro construye, dar palmadas, jugar al escondite con las manos o ocultar objetos bajo servilleta o en una mano. Los “cinco lobitos” y otros juegos de manos. Signos de alarma: . Rechaza el contacto físico. No fija la mirada. La sonrisa social está ausente. . No emite sonidos al hablarle o acariciarle. No coge objetos voluntariamente. . Persiste el reflejo de Moro (al dejarlo caer hacia atrás el bebé abre brazos y piernas y alarga el cuello, para replegarse después, como dando un abrazo). Juguetes apropiados: Juguetes de construcción simples, recipientes irrompibles, muñecos de texturas diferentes, cuentos con imágenes vistosas, pelotas, etc. El movimiento corporal es importante desde los primeros meses de vida y por ello es interesante que permanezca en el “parque” el mayor tiempo posible para aumentar su maduración motora. No es aconsejable el uso de andadores. Sueño. Los recién nacidos no duermen de un tirón, sino que realizan varios periodos de sueño interrumpidos por periodos de vigilia que no suelen ceñirse a un determinado patrón. Alrededor del sexto mes de vida, un bebé ya puede tener un ritmo biológico de vigilia-sueño bien estructurado, es decir, ya puede dormir 11-12 horas durante la noche y realizar varias siestas durante el día (tras el desayuno, después de comer y tras la merienda). Algunos duermen de forma desestructurada, a estos será necesario enseñarles a dormir correctamente. Las comidas nos ayudan a organizar el ritmo de sueño nocturno-sueño diurno (siestas). Después del desayuno, la comida y la merienda los padres pondrán al niño a dormir. Las siestas de después del desayuno y la merienda serán progresivamente más cortas hasta que deje de hacerlas. La primera que perderá será la de la merienda: es posible que no la necesite a partir de los 7-8 meses, lo que aprovecharán los padres para pasar más rato con él hasta la hora del baño y la cena. La siesta del desayuno se pierde aproximadamente a los 15 meses. En cambio, la de después de comer seguirá siendo larga, pudiendo llegar a durar 3 horas (algunos niños dormirán más, otros algo menos). Los primeros dientes suelen salir entre los 4 y 7 meses (también antes o después dependiendo de la constitución o la familia). Los primeros en aparecer son los dos incisivos centrales inferiores, y en unas semanas, los dos incisivos centrales superiores, completándose los 20 dientes temporales o “de leche” antes de los 3 años de vida. La salida de los dientes puede provocar ciertas molestias en el bebé, desde irritabilidad, babeo abundante, piel irritada alrededor de la barbilla por el babeo, falta de apetito, insomnio, enrojecimiento perianal, e incluso unas décimas de fiebre. Podemos ayudar a aliviar las molestias ofreciendo un mordedor introducido un tiempo antes en la nevera o masajerar las encías aplicando localmente unas gotas de paracetamol líquido. Es aconsejable limpiar con una gasa seca las encías y los dientes, sin olvidarse de la lengua. Para prevenir la aparición de caries, no deben ponerse sustancias azucaradas en el chupete ni en los biberones. También hay que evitar utilizar los biberones con zumos envasados o naturales azucarados como tranquilizador a todas horas. Y es importante no dejar que el niño se duerma succionando del biberón. Es aconsejable limpiar con una gasa seca las encías y los dientes, sin olvidarse de la lengua. Prevención de accidentes: Uso de sistemas de retención adecuados a su edad en el coche. Cuidado con los líquidos calientes. No dejar a su alcance bolsas de plástico, productos tóxicos y medicamentos. Proteger enchufes y alargaderas, escaleras, balcones, ventanas y piscinas. No dejarlo sólo con animales domésticos ni con niñ@s pequeños, tampoco dejarlo sólo en lugares de los que pueda caer (p.e. mesa para cambio de pañal). Ofrecer sólo juguetes seguros para su edad (sin puntas ni aristas, ni partes pequeñas con las que se pueda asfixiar, ni pinturas tóxicas). No dejar al niño solo en la bañera. Ofrecer sólo objetos, alimentos y juguetes seguros. Tener al niñ@ siempre vigilado, especialmente junto a piscinas, playa, etc. Alimentación. La situación ideal es que el niñ@ permanezca los 6 primeros meses con lactancia materna exclusiva. Pasado este periodo las necesidades nutricionales se modifican, está agotando sus reservas de hierro y es necesario que tome alimentos que contienen más hierro. Además ya está preparado desde el punto de vista psicomotor (se sienta o está a punto de hacerlo, se interesa por las cosas que le rodean echando las manos a lo que le llama la atención) y es un buen momento para iniciar la administración de alimentos que complementan la lactancia materna (que se recomienda continuar hasta los 2 años o más, mientras madre e hijo lo deseen). Conservar y almacenar la leche materna. La leche materna tiene propiedades antibacterianas que permiten su almacenamiento por periodos prolongados de tiempo, en determinadas condiciones. Calostro a temperatura ambiente (27-32 ºC) 12 horas. Leche madura a temperatura ambiente (15 ºC: 24 horas, 19-22 ºC: 10 horas, 25 ºC: 4 a 6 horas, 30-38 ºC: 4 horas). Refrigerada (en nevera) entre 0 y 4 ºC: 8 días. Cuanto más estable sea la temperatura, mejor se conservará la leche, por lo que no se debe poner la leche en la puerta del frigorifico. Congelada (En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas. En un congelador que es parte de la nevera pero con puertas separadas (tipo combi): 3-4 meses (porque la temperatura varía cuando la puerta se abre con cierta frecuencia). En un congelador separado, tipo comercial, con temperatura constante de -19 ºC: 6 meses o más). Aunque las sustancias protectoras de la leche materna evitan el crecimiento bacteriano, cuantas más bacterias desaparecen, más defensas se gastan de la leche, por eso, lo ideal es enfriar rápidamente la leche extraída (en un recipiente con agua fría) y después congelarla lo antes posible. De este modo también se limita la acción de una enzima llamada lipasa y se evita el enranciamiento. Si se realiza la extracción en casa y la leche no se va a utilizar ese mismo día, lo mejor es congelarla. Si se realiza la extracción fuera de casa, hay que conservarla en una neverita portátil con frigolines y congelarla en cuanto se llegue a casa. La leche materna extraída debe almacenarse siempre en envases destinados para uso alimentario. Los mejores envases para congelación son los de cristal, ya que los de plástico pueden contener sustancias con efectos adversos para la salud (ftalatos y bisfenol A). Si utilizas bolsas de plástico almacénalas bien cerradas, dentro de un recipiente rígido, dentro de la nevera, para evitar pinchazos que supondrían pérdidas o contaminación. La leche se puede descongelar sumergiendo el recipiente en otro con agua caliente, mejor que calentándola directamente. Es preferible no utilizar el microondas porque el calentamiento es irregular y pueden producirse quemaduras. Una vez calentada, conviene agitarla antes de probar la temperatura. La leche descongelada se puede guardar en la nevera 24 horas pero no se debe volver a congelar. La leche que haya probado el bebé no se debe almacenar de nuevo. Evaluación del desarrollo psicomotor del niñ@ al cumplir 12 meses. Aplicar estas pruebas e informar de ello a los sanitarios en el control de salud a los 12 meses: • • • • • Se pone de pie Anda si se le da la mano o apoyándose en los muebles. Coge y bebe de un vaso. Coge objetos con los dedos pulgar e índice. Dice de 1 a 3 palabras (papá, mamá, etc). Bibliografía: * LA SALUD DE TU HIJO PASO A PASO. Conselleria Sanitat. Generalitat Valenciana.2005. http://publicaciones.san.gva.es/publicaciones/documentos/V.607-2004.pdf * Preguntas frecuentes sobre lactancia materna. Comité lactancia materna AEP. http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/preguntasfrecuentes-sobre-lactancia-materna * Programa de Supervisión de la Salud Infantil. Conselleria Sanitat. 1999. * Manual de puericultura AEP(Asociación Española de Pediatría). 2009. Guillermo Juan Porcar/Mª Carmen Montagud Carda/Maite López Leibar . C. S. Vall d’Alba y Benlloch (CS). Actualización: 01.04.2013