CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION O.D. Nº 1.955 1 SESIONES ORDINARIAS 2001 ORDEN DEL DIA Nº 1955 COMISIONES DE LEGISLACION GENERAL, DE AGRICULTURA Y GANADERIA Y DE INDUSTRIA Impreso el día 15 de mayo de 2001 Término del artículo 113: 24 de mayo de 2001 SUMARIO: Derecho real de superficie forestal. Creación. 1. - Leyba de Martí. (62-D.-2000.)1 2. - Solmoirago y otros. (3.595-D.-2000.) Dictamen de las comisiones Honorable Cámara: Las comisiones de Legislación General, de Agricultura y Ganadería y de Industria, han considerado el proyecto de ley de la señora diputada Leyba de Martí sobre derecho real de superficie para el desarrollo forestal. Modificación del artículo 2.614 del Código Civil y el proyecto de ley de los señores diputados Solmoirago y otros sobre derecho real de superficie forestal; y, por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que dará el miembro informante, aconsejan la sanción del siguiente PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... Artículo l° – Créase el derecho real de superficie forestal, constituido a favor de terceros, por los titulares de dominio o condominio sobre un inmueble susceptible de forestación o silvicultura, de conformidad al régimen previsto en la Ley de Inversiones para Bosques Cultivados, y a lo establecido en la presente ley. Art. 2º – El derecho real de superficie forestal es un derecho real autónomo sobre cosa propia temporario, que otorga el uso, goce y disposición jurídica de la superficie de un inmueble ajeno con la facultad de realizar forestación o silvicultura y hacer propio lo plantado o adquirir la propiedad de plantaciones ya existentes, pudiendo gravarla con derecho real de garantía. 1 Reproducido. Art. 3º – El propietario del inmueble afectado a superficie forestal conserva el derecho de enajenar el mismo, debiendo el adquirente respetar el derecho real de superficie forestal constituido. Art. 4º – El propietario del inmueble afectado a derecho real de superficie forestal no podrá constituir sobre él ningún otro derecho real de disfrute o garantía durante la vigencia del contrato, ni perturbar los derechos del superficiario; si lo hace el superficiario puede exigir el cese de la turbación. Art. 5º – El derecho real de superficie forestal se adquiere por contrato, oneroso o gratuito, instrumentado por escritura pública y tradición de posesión. Deberá ser inscripto, a los efectos de su oponibilidad a terceros interesados en el Registro de la Propiedad Inmueble de la jurisdicción correspondiente, el que abrirá un nuevo folio correlacionado con la inscripción dominial antecedente. Art. 6º – El derecho real de superficie forestal tendrá un plazo máximo de duración por cincuenta años. En caso de convenirse plazas superiores, el excedente no valdrá a los efectos de esta ley. Art. 7º – El derecho real de superficie forestal no se extingue por la destrucción total o parcial de lo plantado, cualquiera fuera su causa, siempre que el superficiario realice nuevas plantaciones dentro del plazo de tres años. Art. 8º – El derecho real de superficie forestal se extingue por renuncia expresa, vencimiento del plazo contractual, cumplimiento de una condición resolutoria pactada, por consolidación en una misma persona de las calidades de propietario y superficiario o por el no uso durante tres años. Art. 9º – La renuncia del derecho por el superficiario, o su desuso o abandono, no lo liberan de sus obligaciones. 2 O.D. Nº 1.955 CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION Art. 10. – En el supuesto de extinción del derecho real de superficie forestal por consolidación, los derechos y obligaciones del propietario y del superficiario continuarán con sus mismos alcances y efectos. Art. 11. – Producida la extinción del derecho real de superficie forestal, el propietario del inmueble afectado, extiende su dominio a las plantaciones que subsistan, debiendo indemnizar al superficiario, salvo pacto en contrario, en la medida de su enriquecimiento. Art. 12. – Modifícase el artículo 2.614 del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente manera: Artículo 2.614: Los propietarios die bienes raíces no pueden constituir sobre ellos derechos enfitéuticos, ni imponerles censos ni rentas que se extiendan a mayor término que el de cinco años, cualquiera sea el fin de la imposición; ni hacer en ellos vinculación alguna. Art. 13. – Agrégase al artículo 2.503 de Código Civil como inciso 8º “La Superficie Forestal”. Art. 14. – La presente ley es complementaria del Código Civil. Art. 15. – Comuníquese al Poder Ejecutivo. Sala de las comisiones, 8 de mayo de 2001. José G. Dumón. – Héctor R. Romero. – Juan P. Baylac. – Humberto A. Volando. – Luis A. Trejo. – María del Carmen Falbo. – Miguel A. Giubergia. – Delki Scarpin. – Luis M. Díaz Colodrero. – Fernando C. Melillo – Guillermo E. Alchouron. – María del Carmen Alarcón. – César A. Albrisi. – Juan C. Ayala. – Miguel A. Bonino. – Alberto N. Briozzo. – Carlos A. Caballero Martín. – Mario H. Cafiero. – Guillermo E. Corfield. – María R. D’Errico. – Zulema B. Daher. – María R. Drisaldi. – Nicolás A. Fernández. – Isabel E. Foco. – Rafael H. Flores. – Teresa B. Foglia. – Beatriz Z. Fontanetto. – Beatriz M. Leyba de Martí. – Roberto I. Lix Klett. – María S. Mayans. – Benjamín R. Nieto Brizuela. – María G. Ocaña. – Juan C. Olivero. – Alejandro A. Peyrou. – José A. Recio. – Eduardo Santín. – Haydé T. Savron. – Luis A. Sebriano. – Raúl J. Solmoirago. – Federico R. G. Soñez. – Margarita R. Stolbizer. – Marcelo J. Stubrin. – Atilio P. Tazzioli. – Julio A. Tejerina. – Alfredo H. Villalba. INFORME Honorable Cámara: Las Comisiones de Legislación General, de Agricultura y Ganadería y de Industria al considerar el proyecto de ley de la señora diputada Leyba de Martí sobre derecho real de superficie para el desarrollo forestal. Modificación del artículo 2.614 del Código Civil y el proyecto de ley de los señores diputados Solmoirago y otros sobre derecho real de superficie forestal, han estimado conveniente modificarlo por razones de técnica legislativa unificándolos en un solo dictamen. Asimismo, creen innecesario abundar en más detalles que los expuestos en los fundamentos que lo acompañan, por lo que los hacen suyos y así lo expresan. José G. Dumón. FUNDAMENTOS 1 Señor presidente: La Argentina, no obstante tener más de 1/5 de su área territorial cubierta por bosques, es importadora neta de maderas, de celulosa y de papel para diarios. La razón fundamental es que no posee importantes extensiones de bosques de maderas blandas cuya explotación resulte, por el momento, rentable económicamente. Asimismo, conspira contra un adecuado aprovechamiento de sus reservas de maderas sustitutivas de las importadas, la falta de un mercado eficientemente organizado que valorice dichas especies. Para lograr el desarrollo foresto-industrial argentino, es necesario resolver todas y cada una de las cuestiones que obstaculizan su despegue, entre las cuales merece especial tratamiento la cuestión de la superficie apta para la forestación. La Argentina cuenta con más de setecientas mil (700.000) hectáreas de bosques cultivados, pero a pesar de su magnitud se observa muy bajo nivel de utilización. Para lograr el desarrollo foresto-industrial no basta con adoptar decisiones tales como la que deviene de la Ley de Estabilidad Fiscal y los subsidios anuales para la actividad, es necesario acompañar estas decisiones con otros institutos que permitan viabilizar la voluntad manifiesta de convertir a la Nación en un país forestal. Para ello resulta necesario derogar lo dispuesto en el artículo 2.614 del Código Civil, en lo que respecta a la prohibición de la constitución del derecho real de superficie allí previsto, por cuanto que el mismo se constituye en un freno para el despegue del sector. Y es un obstáculo por cuanto que impide a los titulares de dominio de inmuebles aptos para el desarrollo de la actividad forestal constituir a favor de terceros el derecho real de superficie, a través del cual se conceda la facultad de realizar plantaciones en un inmueble ajeno y hacer propio lo plantado, así como también de adquirir la propiedad de plantaciones ya existentes en un inmueble ajeno, separadamente del dominio sobre el suelo. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION De mantenerse esta limitación, la intención de convertir a la Argentina en un país forestal quedará sólo escrita en una ley como aconteciera en diferentes oportunidades, o por el contrario, generará una transferencia paulatina, ya de superficies de pequeños y medianos propietarios, ya de productores a favor de grupos que cuentan con recursos suficientes para adquirir las tierras aptas para la actividad forestal y foresto-industrial y acogerse a cada uno de los beneficios que se dispongan para su expansión. Si bien esta situación escapa al legislador, él mismo debe prever que el instituto que se promueve deje expedita la vía para que el desarrollo de la actividad que se promueva no genere beneficios discrecionales y deje en consecuencia sin respuesta a quienes desean sumarse a las actividades forestales y foresto-industriales. Por estas razones se impone la necesidad de instituir el derecho real de superficie el cual sólo podrá adquirirse por actos entre vivos y tradición de última voluntad, debiendo a tal fin observarse las formalidades requeridas para adquirir el dominio de los inmuebles. A los fines de garantizar el objetivo que se promueve con este proyecto de ley resulta necesario que los propietarios de los inmuebles no puedan bajo ningún pretexto constituir ningún otro derecho real de disfrute o garantía sobre los terrenos durante la vigencia del derecho real de superficie que se haya establecido. Como asimismo resulta necesario determinar inequívocamente los derechos y limitaciones del superficiario, el cual podrá usar, gozar, gravar y disponer de la propiedad superficiaria regulada por esta ley, no pudiendo afectarla bajo ninguna condición a otro destino mientras dure el derecho real de superficie que se hubiera constituido. Al mismo tiempo que, y a los fines de resguardar la titularidad del dominio, se impone la necesidad que los derechos constituidos por el superficiario se extinguen con la superficie. Asimismo se prevé que el derecho real de superficie no se extinga por la destrucción total de lo plantado, cualquiera sea su causa, siempre que el superficiario plante nuevas especies arbóreas dentro del plazo de tres años a contar desde la destrucción total, salvo convención en contrario. Para el caso de que el superficiario expresamente resuelva extinguir el derecho real de superficie, esta extinción no lo libera de las obligaciones asumidas al momento de la celebración del derecho de referencia. El proyecto que se promueve está destinado a viabilizar los intentos de consolidar el desarrollo foresto-industrial argentino, de manera que la actividad se constituya en un generador y factor multiplicador significativo de riqueza genuina. Sabido es que en el país se han aplicado al sector forestal incentivos de diverso tipo, tanto de ca- O.D. Nº 1.955 3 rácter tributario como otro tipo de instrumentos para fomentar su actividad. A pesar de los mismos, los resultados no han sido los esperados, debido entre otras causas a que las medidas no han tenido los marcos legales adecuados, entre los cuales, el derecho real de superficie es uno de ellos. El esfuerzo fiscal que hará cada uno de los argentinos amerita a que el sector forestal se desarrolle en un marco que dé iguales ventajas y oportunidades a quienes cuentan con recursos para las inversiones a largo plazo y de grandes magnitudes, como a quienes poseen la tierra o pequeño capital y que gustosos se sumarían a los planes de forestación de bosques implantados si se les proveyera el instituto adecuado para acceder a ellos. Por las razones expuestas, es que solicito la aprobación al presente proyecto de ley. Beatriz M. Leyba de Martí. – Miguel A. Abella. – Juan C. Passo. 2 Señor presidente: El presente proyecto de ley tiene como antecedente el dictamen de las Comisiones de Legislación General y de Agricultura que se elaborara en el período legislativo 1.999 pero que no fuera tratado en esta Honorable Cámara. El derecho real de superficie forestal fue introducido originalmente por el PEN cuando elaborara el anteproyecto de ley de inversiones de bosques cultivados (actualmente ley Nº 25.080), Asimismo, se presentaron diversos proyectos de ley a fin de incorporar esta valiosa figura jurídica (expedientes 2.291-D.-98, 3.235-D.-98 y 3.322-D.-98, de los señores diputados Barrios Arre-chea y otros, Martínez Garbino y Zacarías y Leyba de Martí y otros), los que tuvieron el dictamen de las Comisiones de Legislación General y de Agricultura y Ganadería al que hiciéramos referencia. El derecho real de superficie forestal, mediante el cual se disocia del dominio del inmueble la propiedad de plantaciones en él existentes o a realizarse, es un instrumento indispensable para facilitar la implementación de bosques, con importantes consecuencias económicas. Actualmente, la jurisprudencia y doctrina es pacífica en considerar que la misma es altamente beneficiosa en estos tiempos. (Lo prevé el Código Civil Alemán, Código Italiano de 1942, el Suizo, el Portugués, etcétera.) El mismo, aunque referido a las construcciones, también estuvo previsto en el Proyecto de Unificación del Código Civil y Comercial de 1987. Es así, señor presidente, que con el valioso aporte de estos proyectos y teniendo en cuenta el dictamen de las comisiones de esta Honorable Cámara, es que venimos a proponer la sanción de esa figura jurídica. 4 O.D. Nº 1.955 CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION La globalización de la actividad económica tiende a una cierta uniformidad en cuanto a formulación y aplicación de las políticas, ya que cada país se convierte en un competidor para mercados finitos y recursos escasos, Por ello, privilegiar las señales del mercado, fomentar la competitividad internacional, promover la capacidad empresarial se están convirtiendo en elementos comunes de los esfuerzos que deben realizar las naciones para mejorar su inserción internacional. En nuestro país, la redefinición del rol del Estado tiene aún asignaturas pendientes, vinculadas con su ausencia en la guía e inducción del crecimiento del sector privado empresario: el Estado debe asumir un rol fundamental en el desarrollo del sector empresario. El sector forestal tiene una proyección de significativo crecimiento en todo el mundo y la Argentina debe posicionarse como foco de inversiones. Tiene las ventajas naturales de sus insumos y la competitividad empresaria necesaria para tener un crecimiento de sus actividades. Además, por ser una actividad de uso intensivo de mano de obra, genera rápidamente aumento de empleo cuando se incrementa su nivel de actividad. Según el Censo Económico de 1994, emplea 50.600 personas en forma directa y 75.000 a través de actividades vinculadas. En caso de tener condiciones adecuadas para competir en el exterior, el sector foresto-industrial podría multiplicar por 14 su producción de madera y por 5 su producción de tableros. La nación ha tomado la decisión de ser un país forestal y lo ha hecho a través de dos vertientes significativas: La ley de estabilidad fiscal y los subsidios plurianuales para la actividad forestal. En el proyecto a futuro se ha propuesto como meta 20 millones de hectáreas forestadas a un ritmo de arranque de 100 mil hectáreas por año. Dicha fenomenal superficie abarca también alejadas y dispersas zonas del país. De esta manera es necesario crear mecanismos que colaboren y acompañen el crecimiento del sector forestal en nuestro país. Por ello, proponemos la creación del derecho de superficie forestal, en la que la propiedad superficiaria se encuentre separada de la del suelo. Este derecho real existe en varios países y en la actualidad se encuentra revalorizado por la conveniencia de este instituto para facilitar la política del suelo de las administraciones públicas. Es ésta una acertada decisión económica y social, de mediano y largo plazo que abre enormes posibilidades a poblaciones subocupadas o desocupadas de muy baja capacitación sin salida laboral estable a la vista de la competitiva economía actual. También posibilita a franjas medias de pequeños o medianos propietarios y a industriales madereros de la misma talla a participar de este gran impulso forestal que debe abarcar a todos los sectores de la actividad encontrando inteligentemente los caminos de su inversión. La experiencia en otros países y actualmente en el nuestro, enseña que librados los actores a sus propias posibilidades quienes terminan siendo los mayores beneficiarios de la promoción son aquellos quienes menos la necesitan, produciéndose además una poca deseable concentración de la tierra y de la masa forestal, excluyendo de hecho a los actores menores. Este derecho real de superficie es necesario para amparar el derecho de quienes quieren plantar en terreno ajeno porque si no quedarían desamparados al hacerse el propietario del inmueble dueño de lo plantado en él, situación de indefensión que hoy tienen muchos forestadores en nuestro país. Es por eso que en este proyecto de ley –con practicidad y eficacia– contemplamos encontrar el camino para resolver el acceso del sector chico y mediano a los planes forestales. Hay así razones que podemos denominar “prácticas” que justifican la admisión de este instituto. Pensemos en la gran cantidad de tierras aptas para la forestación que no son explotadas por sus propietarios, ya sea por falta de interés o de suficiente dinero. Ante tal supuesto, un tercero podría obtener de ellos ventajas económicas sin necesidad de adquirirlo, ni de constituir otro tipo de derechos personales o reales que no se adecuarían razonablemente a su propósito. Así, este instituto que venimos a crear es un derecho real que atribuye a una persona física o jurídica facultades de uso, goce y disposición respecto del bosque implantado en la superficie de un fundo cuyo dominio pertenece a otro. Es un derecho sobre la cosa ajena y temporario. Es además reversible, esto es, al producirse la extinción, ya sea por vencimiento del plazo o por cualquier otra causa, el dominio del dueño del suelo volverá a ser perfecto. Así, el superficiario tendrá las facultades de un propietario respecto de las plantaciones a las cuales se aplica su derecho y en estas condiciones podrá disponer materialmente de ellas, en tanto no ocasione perjuicio al dueño del suelo, como también podrá disponer jurídicaniente de su derecho. Es lo que se considera un derecho real autónomo, que acuerda al superficiario la propiedad temporal sobre lo plantado. Respecto a la publicidad del derecho real de superficie que se crea consideramos que el mismo debe ser inscripto a los efectos de su oponibilidad a terceros interesados. Sabemos que quienes quieren forestar teniendo tierra y capacidad ociosa laboral no pueden hacerlo pues su capacidad económica no se lo permite (colonos o chacareros pequeños y medianos) y sabemos de medianos industriales madereros que no disponen de materia prima propia, que están temero- CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION sos a futuro de su disponibilidad ante la real concentración de la propiedad forestal, que no tienen tierras para forestar y que aspiran a hacerlo pero que no pueden distraer su escaso capital de giro en compra de tierras porque ello, seguramente, frustraría la ecuación económico-financiera del emprendimiento. Proponemos entonces, una feliz conjunción de la mano de este proyecto de ley que resolverá la posibilidad de forestar a ambos, sumando a pequeños y medianos propietarios con idénticos industriales madereros y logrando que dos partes insuficientes constituyan una unidad posible de beneficios mutuos para sí y para el país. Si sumamos a estos dos sectores la posibilidad de que pequeños inversores que tampoco tienen capacidad para comprar tierras pero sí para forestar se incorporen a través de esta ley, estaríamos posibilitando al futuro forestal del país una enorme franja media de saludable participación para el necesario equilibrio económico y el resguardo antimonopólico forestal. Actualmente esta posibilidad no tiene soporte legal y no pasaría de ser una buena idea sin poder llevarla a la práctica. Por estas razones, presentamos este proyecto de ley en la convicción de que su aprobación significará posibilidades nuevas e insospechadas para que vastos sectores cuasi marginales de la economía puedan entrar plenamente como actores en un futuro forestal-industrial de la Argentina. Pero si miramos más lejos aún, esta ley es un aporte social porque posibilita a colonos y chacareros seguir produciendo y viviendo en el medio rural con su propio trabajo y capital tierra, evitando el inexorable camino de la venta o abandono de su propiedad y emigración a las villas suburbanas. Y es un aporte económico porque posibilita a medianos propietarios de aserraderos a asegurar el abastecimiento de materia prima y la seguridad de su permanencia del sector, muy comprometido a futuro por la actual concentración de la tierra y de la masa forestal, situación a la vista en la mesopotamia argentina por parte de grandes multinacionales forestales. Es bueno para el país que inversores extranjeros del sector vengan a poblar de árboles y de industrias forestales nuestras tierras, pero es malo para nuestro país –que está a costo de endeudamiento y de recursos propios– facilitando el desarrollo forestal, que no tengamos los ojos bien abiertos y una estrategia propia en el sector que contemple el interés nacional y un necesario equilibrio en el sector sin ningún costo financiero adicional, como lo propone este proyecto de ley. Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente. Jorge R. Solmoirago. – Darío P. Alessandro. – José G. Dumón. – Mabel Gómez de Marelli. – Fernando E. Llamosas. – Horacio F. Pernasetti. – Federico R. Puerta. – Héctor R. Romero. – María N. Sodá. O.D. Nº 1.955 5 ANTECEDENTES 1 PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... DERECHO REAL DE SUPERFICIE PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD FORESTAL Artículo 1° – Incorpórase al artículo 2.614 del Código Civil el siguiente texto: A los efectos de asegurar el desarrollo de la actividad forestal en la República Argentina, conforme lo establece el artículo 1º de la ley 13.273, los titulares de dominio de inmuebles aptos para el desarrollo de la actividad forestal podrán constituir a favor de terceros el derecho real de superficie. El mismo deberá instituirse bajo las condiciones que a continuación se detallan: a ) El derecho real de superficie que se instituye concede al superficiario la facultad de: 1. Realizar plantaciones en un inmueble ajeno y hacer propio lo plantado. 2. Adquirir la propiedad de plantaciones ya existentes en un inmueble ajeno, separadamente del dominio sobre el suelo; b ) La constitución del derecho real de superficie no perjudica los derechos constituidos con anterioridad por el propietario sobre el inmueble afectado; c) El derecho real de superficie sólo puede adquirirse por actos entre vivos y tradición de última voluntad, debiendo observarse las formalidades requeridas para adquirir el dominio de los inmuebles; d ) Las condiciones exigidas para la validez y oponibilidad de los títulos destinados a constituir y transferir el dominio de inmuebles son igualmente necesarias para la validez y oponibilidad de aquellos que tengan por objeto la constitución o transferencia del derecho de superficie regulado por esta ley; e) El derecho real de superficie establecido en la presente ley tendrá un plazo máximo de cincuenta (50) años y un plazo mínimo de quince (15) años; f) Los propietarios de los inmuebles no podrán constituir ningún otro derecho real de disfrute o garantía sobre los mencionados terrenos durante la vigencia del derecho real de superficie que se haya establecido; g ) El superficiario tendrá derecho a usar, gozar, gravar y disponer de la propiedad superficiaria regulada por esta ley, no pudiendo afectarla a otro destino mientras dure el 6 O.D. Nº 1.955 CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION derecho real de superficie que se hubiera constituido. Los derechos constituidos por el superficiario se extinguen con la superficie; h ) El derecho real de superficie se extingue por renuncia expresa. La renuncia por el superficiario de su derecho, no lo libera de sus obligaciones. El derecho real de superficie no se extingue por la destrucción total de lo plantado, cualquiera sea su causa, siempre que el superficiario plante nuevas especies arbóreas dentro del plazo de tres años a contar desde la destrucción total, salvo convención en contrario. Art. 2° – Comuníquese al Poder Ejecutivo. Beatriz M. Leyba de Martí. – Miguel A. Abella. – Juan C. Passo. 2 PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... DERECHO REAL DE SUPERFICIE FORESTAL Artículo 1° – Créase el derecho real de superficie forestal el que podrá ser constituido a favor de terceros por los titulares de dominio de inmuebles susceptibles de forestación, de conformidad al régimen establecido en la ley 25.080 y a lo previsto en esta ley. Art. 2° – El derecho real de superficie forestal podrá constituirse por un plazo máximo de 50 años, y uno mínimo de 15. En caso de constituirse este derecho por un plazo superior a cincuenta (50) años o inferior a quince (15) años se entenderá haberlo sido por dichos plazos máximo y mínimo. Art. 3° – El derecho de superficie forestal constituye un derecho autónomo y temporario que concede la facultad de realizar plantaciones en un inmueble ajeno y hacer propio lo plantado o el de adquirir la propiedad de plantaciones ya existentes en un inmueble ajeno, separadamente del dominio sobre el suelo. Art. 4° – El superficiario tendrá las facultades de un propietario respecto del bosque forestal al que se aplica su derecho. En esas condiciones podrá usar, gozar, disponer y gravar el mismo, no pudiendo afectarlo a otro destino. Art. 5° – El propietario del inmueble afectado a superficie forestal conserva el derecho de enajenar el mismo, debiendo el adquirente respetar el derecho real de superficie forestal constituido. Art. 6° – El propietario del inmueble afectado a la explotación forestal con derecho de superficie, no podrá constituir sobre él ningún otro derecho real de disfrute o garantía durante la vigencia del mismo. Art. 7° – El derecho real de superficie forestal se adquiere por contrato instrumentado por escritura pública y tradición o por disposición de última voluntad. Deberá ser inscrito a los efectos de su oponibilidad a terceros interesados, en el Registro de la Propiedad Inmueble, para lo cual se abrirá un nuevo folio real, separado, pero correlacionado con la inscripción dominial. Art. 8° – El derecho real de superficie forestal no se extingue por la destrucción total o parcial de lo plantado, cualquiera sea su causa, siempre que el superficiario realice nuevas plantaciones dentro del plazo de dos años. Art. 9° – El derecho real de superficie forestal se extingue por renuncia expresa, por consolidación en una misma persona de las calidades de propietario y de superficiario, vencimiento del plazo, cumplimiento de una condición resolutoria pactada o por el no uso durante dos años. Art. 10. – La renuncia del derecho por el superficiario, o su desuso o abandono, no lo liberan de sus obligaciones. Art. 11. – En el supuesto de extinción del derecho real de superficie forestal por consolidación, los derechos y obligaciones del propietario y del superficiario continuarán con sus mismos alcances. Art. 12. – Producida la extinción del derecho de superficie el propietario del inmueble afectado extiende su dominio a las plantaciones que subsistan, debiendo indemnizar al superficiario, salvo pacto en contrario, en la medida de su enriquecimiento. En caso de extinción por culpa o dolo del propietario, la indemnización deberá comprender también el daño sufrido por el superficiario. Art. 13. – Derógase al solo efecto de la presente ley el artículo 2.614 del Código Civil en lo que respecta a la prohibición de la constitución del derecho real de superficie allí establecida. Art. 14. – Comuníquese al Poder Ejecutivo. Jorge R. Solmoirago. – Darío P. Alessandro. – José G. Dumón. – Mabel Gómez de Marelli. – Fernando E. Llamosas. – Horacio F. Pernasetti. – Federico R. Puerta. – Héctor R. Romero. – María N. Sodá.