Discurso Licenciatura

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Discurso despedida cuartos medios.
Segunda generación año 2011.
Distinguidas autoridades, representantes de la Fundacion Maria Educa, directivos de
nuestro colegio, representantes de los padres y apoderados. Queridos profesores y
assistentes de la educacion, estimados compañeros de promocion, estudiantes de nuestro
colegio, señoras y señores.
En primer lugar quiero dar las gracias a Dios y a la Mather por darme esta valiosa
oportunidad, para expresarles todos mis sentimientos a este colegio que nos acogió
durante doce años, por todas las vivencias, alegrías, hitos y hechos que sin duda nos han
marcado durante toda nuestra vida, personal, académica y espiritual.
También agradecer especialmente a nuestras familias, un pilar fundamental en nuestro
desarrollo como hombres y mujeres nuevos para la nueva comunidad. Sin duda alguna,
ha sido ella, la que en las buenas y las malas siempre ha estado ahí con todos nosotros,
aquella que nos da el apoyo incondicional y confianza en todo momento. También nos
corrige en los errores de cada uno de nosotros pero que gracias a ello, logramos ser
personas maduras y más responsables.
Todo esto comenzó un primero de Marzo del año 2000, se construía un nuevo colegio
en la villa y muchos niños se disponían a ingresar con sus nuevos uniformes. Para
nosotros, era nuestro primer día de clases. Para el colegio María Educa y la fundación,
un gran proyecto y para nuestros padres era el colegio que nos iba a educar para que el
día de mañana fuéramos hombres y mujeres de bien; con valores, anhelos y metas
claras.
Entramos en la sala de clases y de inmediato nos agrupamos e hicimos amigos y amigas
durante los recreos, en las academias y en actividades fuera del horario de clases. Con el
paso del tiempo, ambos cursos nos caracterizamos por ser muy unidos; nosotros, unos
desordenados totales; ellas, muy conservadoras y tiernas. Así comenzó el recorrido que
concluye hoy 26 de Noviembre del 2011, en este teatro.
Además, este ha sido un año muy importante para nuestra nación. Grandes tragedias nos
marcaron como país y la aparición de un gran movimiento que comenzó a luchar por la
igualdad en la educación, que cambio la manera de enfrentar los desafíos y con gran
esperanza para las nuevas generaciones que vienen y entre ellos nosotros, la segunda
generación 2011. Si bien no sabemos en qué va a terminar, nos deja con un futuro
educacional y económico incierto, nadie sabe lo que nos depara el futuro, pero no por
eso dejamos de soñar con lograrlo: Ser profesionales y personas que se la jueguen por
un mundo mejor.
Nuestra meta es clara, superar la vara que ha dejado la generación pasada en lo que es la
P.S.U. y dejar al colegio en lo más alto en la preparación para la prueba y que seamos
un ejemplo para nuestros compañeros de las próximas generaciones que egresarán
también como nosotros.
Seremos enviados al mundo como personas respetuosas, tolerantes, responsables, que
desarrollaremos al maximo nuestras capacidades y talentos, que haremos un buen uso
de nuestra libertad, y que pondremos nuestras capacidades al servicio de los demás,
siendo agentes de cambio, que formaremos familia y seremos profesionales con valores.
Pero todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de nuestros queridos profesores, en
las distintas asignaturas, el aprender cada día cosas nuevas que nos motiven a ser
excelentes estudiantes, destacados durante nuestro aprendizaje tanto en la enseñanza
básica y media. Cabe destacar a nuestros profesores jefes, que han estado durante todos
estos años aguantándonos, soportándonos y entendiendo nuestra manera de ser, de ver
las cosas con otro color, y que sin duda se han ganado un lugar en nuestro corazón.
Decirles gracias por fortalecernos y cultivar nuestra fe, por entregarse por entero a
nosotros y por sobre todo, “creer” en nosotros. Al director, inspectores, paradocentes,
auxiliares y todo personal administrativo que cumple un rol fundamental en el colegio,
también decirles muchísimas gracias por la labor que cumplen.
Se me viene a la memoria tantas anécdotas vividas en las paredes de este
establecimiento que necesitaría días y días para relatar esas aventuras, travesuras e hitos
vividos con mis compañeros y compañeras. Es que sin duda lo que más recordamos es
nuestra gira de estudios en octavo básico.
Para ambos cursos fue una experiencia inolvidable, algunos no tenían la posibilidad de
conocer más allá de la región, y esta gira era la ocasión perfecta para poder conocer las
distintas ciudades que visitamos, tomar fotografías, divertirnos en Fantasilandia, el
extrañar a nuestras familias, el hacer cada cosa, que sacaba una carcajadas y compartir
con las personas que te acompañan desde primero básico, es algo que no tiene precio y
que difícilmente se vuelva a repetir.
Pero no todo fue paseo, también hubo momento para reflexionar, cuando fuimos al
Santuario, esa jornada de reflexión fue tan emotivo que el lugar era el ideal para estar en
paz con uno mismo y con el mundo. El comunicarse con Dios, sin lugar a dudas es una
ayuda tanto mental como física para todos.
En fin, son tantos los recuerdos inolvidables, que quedaron impregnados en nuestras
retinas y que con el paso del tiempo seguiremos recordando, quien sabe, en unos diez
años más para un próximo encuentro de cuartos medios de esta generación.
También los momentos lindos con los cuales debemos quedarnos son las celebraciones
de los respectivos hitos vividos a lo largo de toda nuestra infancia hasta estos días. Los
aniversarios en el colegio, el competir por quien era la mejor alianza, el salir a misionar,
y conocer las realidades de otras personas, pero no sólo misiones fueron nuestros hitos,
recordar además lo que vivimos en séptimo básico donde fuimos a las cabañas y
pasamos una noche en ese lugar, sin duda alguna se vivieron grandes momentos.
También la Cuequería en el mes de la patria y preparando la revista de gimnasia a final
de cada año.
Todo por lo que hemos pasado, el cómo hemos crecido, sin duda que quedará en la
historia del colegio y creo que no será fácil olvidarnos.
Para finalizar solo me queda dar las gracias a todos los presentes, en especial a estos 52
compañeros que se encuentran en el escenario para que reciban el aplauso que ellos se
merecen.
Son unas grandes personas, nunca cambien y esperemos que el contacto después de
graduarnos no se pierda, no hay excusa para no decir un “te quiero amigo” o “te extraño
amiga”, vivimos en un mundo moderno, donde la tecnología está al alcance de nuestras
manos, aprovechémosla de buena forma. También les quiero desear éxito en todo lo que
se les avecina, un futuro próspero junto a sus familias, en los estudios, que ojalá que las
carreras que quieran seguir sean de su agrado y que por sobre todas las cosas sean,
tengan una vida plena junto a sus familias.
Que Dios los bendiga siempre y que este no sea un adiós, sino que un hasta pronto.
Y les queremos decir a todos, de parte de esta generación “Sin miedo”, que siempre los
llevaremos en el corazón, donde quiera que estemos y nunca los olvidaremos ¡MARIA
EDUCA!
¡Muchísimas gracias!
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