UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID

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UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID
PRUEBA DE ACCESO A LAS ENSEÑANZAS UNIVERSITARIAS
OFICIALES DE GRADO
Curso 2009-2010
MATERIA: HISTORIA DE ESPAÑA
El alumno dispone para contestar de un tiempo máximo de hora y media y de un único cuadernillo.
OPCIÓN A
CUESTIONES:
1) La organización económica y social en la Península Ibérica durante la Edad Media: AlÁndalus.
La España musulmana impulsó en agricultura el regadío, los cítricos, el arroz, el algodón o el
azafrán, aunque predominaban los cereales, la vid y el olivo. En la ganadería, descendió el cerdo, por
la prohibición religiosa, y subió la oveja y el caballo. Se desarrolló la apicultura. En minería era
importante. La producción de manufacturas se desarrolló: brocados, tejidos, cerámica, armas, papel, el
trabajo de las pieles y joyas,... El comercio se vio favorecido por la acuñación deel dinar de oro y el
dirhem de plata.
La mayor parte de la población vivía en el campo, pero las ciudades como Almería, Madrid,
Calatayud ó Córdoba, eran importantes. La aristocracia, familias de origen árabe y algunos linajes
visigodos, poseía tierras. La clase media estaba formada por mercaderes. El pueblo, por artesanos y
labriegos. Había esclavos de Europa oriental y del centro de África. La sociedad era muy machista.
2) Diversidad cultural: cristianos, musulmanes y judíos en la Península Ibérica en la Edad
Media.
Cristianos, musulmanes y judíos convivieron durante la Edad Media en la Península. Hasta el
siglo X, el Islam era la cultura dominante. Junto a ellos convivían en los monasterios monjes copistas
encargados de mantener la cultura cristiana.
Importantísima fue la labor de la Escuela de Traductores de Toledo, que vive su mejor época con
Alfonso X el Sabio. Cristianos, musulmanes y judíos traducían del árabe al latín y, luego, al
castellano.
La influencia del exterior vino a través de la ruta de peregrinación a Santiago. El Camino se
convirtió en una fuente a través de la que llegaron los cantares de gesta y estilos artísticos como el
románico y el gótico. Además, a partir del siglo XI se desarrollan las lenguas romances. En el s. XIII
abren sus puertas las Primeras Universidades, como la de Salamanca.
3) Crisis demográfica, económica y política en la Baja Edad Media (siglos XIV y XV).
Los siglos XIV y XV se caracterizaron por una crisis demográfica, económica y política. Las
malas cosechas, una agricultura rudimentaria, la escasez de alimentos, el hambre y las epidemias
como la de la peste negra diezmaron a la población. Sin población no hay mano de obra, con lo que
cayeron las rentas de la nobleza, que establece nuevos derechos señoriales. Estos excesos provocan
revueltas campesinas en Galicia y la de los payeses catalanes. A estos desórdenes se sumaron algunas
revueltas en las ciudades y la violencia contra cristianos nuevos (judíos conversos).
En cuanto a la economía, en Castilla, la ganadería transhumante ovina salvó la situación haciendo
que los privilegios del Concejo de la Mesta (asociación de ganaderos castellanos) aumentaran. La
artesanía cae por la falta de demanda debido al empobrecimiento. El comercio, en cambio, continuó
creciendo. Castilla exporta lana y compra manufacturas de lujo. Los catalanes exportan productos
textiles e importan sedas y especias.
En lo político, el rey y la nobleza y el clero se enfrentaron por el poder: así, la guerra civil entre
Pedro I y Enrique de Trastámara, que llevó a esta dinastía al trono de Castilla en el siglo XIV. En
1
Aragón se enfrentaron Juan II con la nobleza y el clero catalanes. La unidad no llegó hasta los tiempos
de los reyes católicos.
4) La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra.
Con los reyes católicos la península se dividía en cinco reinos: Castilla, Aragón (que comprendía
Aragón, Valencia, Mallorca y Barcelona), Navarra, el reino Nazarí de Granada y Portugal
La conquista de Granada se da no sólo por la unidad territorial, sino por terminar la conquista y
contra los piratas berberiscos apoyados por el reino Nazarí. La guerra se inició en 1482. Los cristianos
partían con ventaja por las desavenencias internas en el reino musulmán. El sitio final de Granada, de
abril de 1491 a enero de 1492, terminó con la rendición de Boabdil, aquel que, según el saber
popular, lloraba como mujer lo que no supo defender como hombre. Con las Capitulaciones de santa
Fe en 1492, los reyes católicos se comprometieron a respetar la religión y las leyes musulmanas,
situación que duró poco por la Inquisición. De ahí la sublevación a principios del siglo XVI de los
musulmanes granadinos, obligados a elegir entre la conversión o el exilio. Los convertidos (moriscos)
fueron expulsados definitivamente por el rey Felipe II en 1609.
Navarra estaba vinculada a la dinastía francesa. Tras la muerte de Isabel, y con Fernando como
regente de Castilla, el Duque de Alba termina con la independencia del reino de Navarra, aunque
conservó su propio ordenamiento jurídico, sus instituciones y su autonomía.
El intento de los reyes católicos de unir Portugal con la corona de Castilla con enlaces
matrimoniales no se va logrará hasta Felipe II.
5) Conquista y colonización.
Colón llega a América en 1492, pensando haber descubierto una nueva ruta de la seda. Pronto se
supo que esas tierras eran un nuevo continente. En el 1494 Castilla y Portugal firman el tratado de
Tordesillas en el que se reparten las zonas a colonizar. Se crea en Sevilla la Casa de Contratación y el
Consejo de Indias, que regulaba los asuntos americanos.
El sistema utilizado para la colonización fue el de la encomienda, por el que se le concede a un
colono la tutela de unos indígenas para evangelizarlos a cambio de la prestación de un trabajo. En la
práctica se cometieron muchísimos abusos y se destruyó parte de la riquísima cultura de los indígenas.
Carlos I exploró y conquistó el territorio americano, descubierto por los Reyes Católicos. En esta
época, Magallanes y Elcano da la vuelta al mundo y demuestran que la tierra es redonda. Además, se
conquista el imperio Azteca (Hernán Cortés) y el Inca (Francisco Pizarro). Ambas se dieron con
rapidez por la falta de cohesión política de los imperios precolombinos, la superioridad de armamento
español, la difusión de nuevas enfermedades introducidas por los españoles y desconocidas hasta
entonces en América y el ansia de los conquistadores de llegar a El Dorado (leyenda sobre una tierra
rica en metales preciosos).
Los conquistadores buscaban riqueza, aventuras, fama y sobre mejorar su posición social. Con
Felipe II se conquistaron las islas Filipinas y se fundó Manila.
6) El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.
El modelo político de los Austrias era una monarquía multinacional y descentralizada, bajo la
primacía de Castilla. Gobernaban mediante sínodos o Consejos. Los más importantes eran el Consejo
de Estado (creado por Carlos I, y con competencia en política exterior y altas cuestiones de Estado),
los Consejos territoriales (para asuntos particulares de cada reino, como el Consejo de Indias, el de
Italia, el de Castilla,...) y los Consejos temáticos como el de la Inquisición, el de Órdenes Militares ó
el de Hacienda. Cada territorio tenía unas instituciones que les conferían cierta autonomía. Los
virreyes suplieron al monarca en los territorios no castellanos. Había Cortes y las Audiencias
2
desempeñaron la función de tribunal de justicia (con nuevas sedes en el siglo XVI como Cerdeña,
Canarias y Mallorca).
7) Esplendor cultural. El Siglo de Oro.
Se llama Siglo de Oro Español a la etapa comprendida entre finales del siglo XVI hasta mediados
del XVIII. Se trata de una época de grave crisis política, demográfica y económica, pero de
importantísima relevancia artística. Si en Europa triunfaba el racionalismo de Descartes y el
empirismo de Newton, en España la Inquisición frenaba todo avance de la razón.
En arte, el Barroco exaltaba la monarquía y los dogmas católicos. Arquitecturas recargadas,
figuras atormentadas y retorcidas,… forman la iconografía del momento. Ribera, Velásquez,
Zurbarán, Alonso Cano ó Churriguera (con el recargado churrigueresco) son algunos nombres
destacables.
En literatura destacar la novela picaresca (que comenzó a darse en El Renacimiento y que crítica
los vicios sociales) con El Buscón de Quevedo. También, autores como Miguel de Cervantes (Don
Quijote representa el tránsito entre Renacimiento y Barroco) y los poetas Luis de Góngora
(representante del culteranismo) y Francisco de Quevedo (conceptismo). En teatro, nuestros autores
más sobresalientes: Lope de Vega (El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna,…), Calderón de la Barca
(más profundo con La vida es sueño, El alcalde de Zalamea),…
8) La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III.
Carlos III, antes de ser rey de España lo fue de Nápoles. Puso en práctica las reformas del
despotismo ilustrado. Podemos distinguir dos períodos en los gobiernos de Carlos III:
1759-1766 Gobiernos de Esquilache y Grimaldi. Los intentos reformistas terminaron en la
revuelta del Motín de Esquilache, contra un decreto que obligaba a cambiar capas y sombreros.
Los Jesuitas, acusados de fomentar el motín, fueron expulsados en 1767.
1766-1788 Gobiernos del Conde de Aranda, Floridablanca y Campomanes. Aquí se intentaron
poner en marcha algunas reformas, frenadas por la oposición del clero y la nobleza.
Los ilustrados proponían reformas en la agricultura, que estaba muy atrasada. Se crearon
asociaciones como las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País. Carlos III preparó diversos
planes de reforma (el Memorial Ajustado de Campomanes y el Informe sobre la Ley Agraria de
Jovellanos).Denunciaban que existían enormes propiedades en manos de unos pocos (la nobleza y la
Iglesia) lo que dificultaba el acceso a la tierra del campesinado que la trabajaba. Se empieza a hablar
de desamortización, pero no se llevaron a cabo (la Inquisición, por ejemplo, abrió un proceso por este
tema al Conde de Aranda). Sí se repartieron las tierras comunales en Extremadura, se intentó repoblar
Sierra Morena, se redujeron los derechos de la Mesta y se llevaron a cabo obras de regadío.
Para desarrollar la industria, los ministros de Carlos III rompieron el monopolio de los gremios; se
establecieron las Reales Fábricas con apoyo del estado aunque las industrias textiles privadas
catalanas fueron más competitivas que las empresas estatales.
En el comercio se mejoraron vías comunicación y se suprimieron aduanas interiores. Se liberalizó
el comercio con América, acabándose el monopolio de la Casa de Contratación, aunque se mantuvo el
proteccionismo. En el terreno financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del Banco
de España. Aparece la peseta.
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TEMA: Transformaciones económicas. Proceso de desamortización y cambios agrarios. Las
peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial. Modernización de las
infraestructuras: El impacto del ferrocarril.
Es conveniente que hagas un esquema previo a la redacción, para ir a lo principal. No tienes ni
espacio ni tiempo para enrollarte. Podría ser una cosa así:
Agricultura:
ausencia de tecnología
desigual distribución de la tierra.
o Supresión de mayorazgos
o Desamortizaciones de tierras de los municipios y de la Iglesia
La desamortización de Mendizábal (ley de 1837).
La desamortización de Madoz (1855-1867).
Desarrollo de cultivos dedicados a la exportación: vino, aceite, cítricos y carne de vacuno.
Huertas en Valencia, Murcia, Cataluña y valle del Ebro.
Industria
No había una burguesía emprendedora
se dependía financiera y técnicamente del exterior
inestable política económica
ni carbón ni materias primas
Textil: en Cataluña. Importancia de la protección arancelaria al algodón La industria química
irá de la mano de la textil (colorantes)..
Siderurgia y minería: el hierro de Málaga (por guerras carlistas), luego en Asturias (Mieres,
Langreo) y depués en Bilbao. La minería despega en el último cuarto de siglo. Importante Ley de
Bases sobre Minas, la entrada de capital extranjero impulsó la explotación del subsuelo español:
cobre (Tiotinto), plomo (Linares), mercurio (Almadén), plata (Jaén), carbón (Asturias, León),
hierro (País Vasco, Málaga), zinc (Asturias).
Otras industrias: alimentaria, vinícola, aceitunera, azucarer, conservas de pescado y de
corcho.
Comercio. Proteccionismo. Se reforma la Hacienda pública en 1845 y se establece la peseta como
moneda oficial en 1868.El Ferrocarril.
En la economía española en el siglo XIX convivían estructuras económicas antiguas y anticuadas
con amagos de desarrollo. Los cambios fueron lentos.
La agricultura siguió siendo la actividad más importante con ausencia de tecnología, bajo
rendimiento y el problema arrastrado de la desigual distribución de la tierra. La desamortización de
tierras de la nobleza, los municipios y la Iglesia fue una de las medidas que se adoptaron. El Estado
expropiaba las tierras eclesiásticas y municipales para su venta a particulares en subasta pública. En
compensación, el Estado se hacía cargo de los gastos del culto y el clero. Además, se suprimieron los
mayorazgos (institución que no dejaba a los nobles enajenar sus propiedades ni dividirlas, sólo
transmitirlas íntegras al primogénito). El proceso de desamortización más importante fue a partir de
1837:
La desamortización de Mendizábal (ley de 1837): Para sanear la Hacienda, financiar la guerra
civil y ganar adeptos para la causa liberal. Fue sobre todo una desamortización eclesiástica.
La desamortización de Madoz (1855-1867): se inició durante el bienio progresista e incluía
las tierras de la Iglesia aún no vendidas y las de las propiedades municipales.
Gracias a las desamortizaciones se pusieron en cultivo grandes extensiones de tierra, aunque los
principales compradores fueron las clases medias urbanas y no los campesinos (apareciendo una
oligarquía agraria que ejercería el poder político) y, además, aumentó la deforestación.
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La expansión agrícola se produjo por el desarrollo de cultivos dedicados a la exportación: vino,
aceite, cítricos y carne de vacuno. La vid se vio favorecida por la filoxera francesa. Hubo sectores que
sustituyeron los cultivos tradicionales de cereales por viñedos, frutales, tabaco, remolacha, lino,…
productos hortícolas y patatas. Las huertas de Valencia, Murcia, Cataluña y valle del Ebro se
dedicaron al consumo urbano y a la exportación.
La Revolución industrial española se inició en el reinado de Isabel II pero llegó tarde y mal: No
había una burguesía financiera emprendedora (sólo invertían en el ferrocarril), se dependía financiera
y técnicamente del exterior; tampoco existía una estabilidad en política económica y, como colofón,
ni el carbón ni el resto de materias primas necesarias abundaban en el territorio. Sólo se dio en zonas
muy localizadas de Cataluña y el País Vasco.
El textil se desarrolló sobre todo en Cataluña, con una industrialización a partir de capital
autóctono, con empresas medianas. La protección arancelaria salvó el algodón de la competencia
inglesa. La industria química irá de la mano de la textil (colorantes), de la producción de abonos y
explosivos.
Al no haber carbón, la siderurgia se desarrolló poco: primero, el hierro de Málaga ya que las
guerras carlistas dificultaban la explotación de las minas del norte. Después, el carbón de Asturias
(Mieres, Langreo). El auténtico despegue fue a finales del XIX en Bilbao, que exportaba hierro y
compraba carbón galés. La minería española despega en el último cuarto de siglo: A partir de 1868 y
la promulgación de la Ley de Bases sobre Minas, la entrada de capital extranjero impulsó la
explotación del subsuelo español: cobre (Tiotinto), plomo (Linares), mercurio (Almadén), plata
(Jaén), carbón (Asturias, León), hierro (País Vasco, Málaga), zinc (Asturias). El desarrollo siderúrgico
permitió el crecimiento de la industria mecánica en Cataluña y País Vasco (Astilleros del Nervión,
1888).
Las industrias alimentarias se desarrollaron al amparo del crecimiento de la demanda interna:
harinera (Valladolid, Santander), vinícola (Rioja, Jerez, Requena-Utiel), pasera (Alicante), aceitunera,
azucarera (Granada), conservas de pescado (Vigo) y de corcho (Cataluña).
El comercio aumento. La política proteccionista se mantuvo, salvo durante el sexenio democrático
con el Arancel Figuerola. Se reforma la Hacienda pública en 1845 y se establece la peseta como
moneda oficial en 1868.
Las comunicaciones mejoran con el ferrocarril. La primera línea se construyó en 1848
(Barcelona-Mataró). La ley general de Ferrocarriles de 1855 (con aportación de capitales de Cataluña,
País Vasco y Valencia) hace que los carriles de hierro se expandan por el territorio, lo que integró el
mercado español.
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TEXTO:
DISCURSO DE JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA EN EL TEATRO DE LA COMEDIA
(Madrid, 29 octubre 1933)
He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla. Que todos
los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de
destino.
Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político;
en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos
afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales (…) ¿para
qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos (…)?
Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad (…) del hombre. Porque sólo se
respeta la libertad del hombre cuando se le estima (…) portador de valores eternos; cuando se le
estima envoltura corporal de un alma que es capaz de condenarse y de salvarse. (…)
Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; (…) que las
funciones a realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu;
algunos, con un magisterio de costumbres y refinamientos. (…)
Queremos que (…) se dé a todo hombre (…) la manera de ganarse con su trabajo una vida
humana, justa y digna. Queremos que el espíritu religioso (…) sea respetado y amparado (…), sin que
por eso el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias (…)
Queremos que España recobre (…) el sentido universal de su cultura y de su Historia.
Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos
detengamos ante la violencia. (…) ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes
que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como
primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los
puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria.
Esto es lo que pensamos nosotros del Estado futuro que hemos de afanarnos en edificar.
ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES:
1. Clasifique el texto explicando: tipo de texto, circunstancias concretas en las que se escribe,
destino y finalidad por los que se redacta. (Puntuación máxima: 1 punto). Puede que no sepas que
es del discurso fundacional de la Falange, pero sí puedes contar quién es Primo de Rivera y en qué
etapa de la II República nos encontramos. También es interesante destacar la alusión al empleo de la
violencia.
Se trata de un fragmento de un discurso de José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador
Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange Española. En concreto, el texto propuesto se
pronunció el 29 de octubre de 1933, fecha de la fundación de la Falange, ante los seguidores de
partido.
A principios de octubre de ese año se disolvieron las Cortes y convocaron elecciones que, tras las
numerosas reformas llevadas a cabo por el Gobierno de Azaña desde la proclamación de la II
República en 1931 (molestas para las clases conservadoras y la Iglesia) llevaron al poder a los
conservadores de la CEDA, liderada por José María Gil-Robles y los radicales de Alejandro Lerroux.
En las palabras de Primo de Rivera puede verse claramente (“si esto ha de lograrse en algún caso
por la violencia, no nos detengamos ante la violencia”) el espíritu belicista que ya bullía entre un
sector del ejército y que desembocaría en el Golpe militar del 36 y la posterior Guerra Civil.
2. Indique y explique, con brevedad y concisión, las ideas que aparecen en el texto y resuma su
contenido. (Puntuación máxima: 1 punto). Resume con tus palabras. Si coges algún fragmento del
texto de forma literal, entrecomilla.
Primo de Rivera señala las siguientes pautas como base del Estado que quiere crear. En general
son ideas vagas, líneas generales, sin compromisos prácticos concretos:
Opta por la unión de España frente a los nacionalismos reconocidos en el centralismo de la II
República.
No gusta de partidos políticos como manera de asociación.
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Cree en un hombre portador de valores eternos. Esta idea es común en todos los fascismos,
como la pureza de la raza aria del nazismo,… idea que partía de una mala interpretación del
super-hombre de Nietzsche.
Cree en la espiritualidad (no especifica pero se refiere al cristianismo) y recurre a un
patriotismo basado en la tradición (“que España recobre (…) el sentido universal de su cultura
y de su Historia”).
No descarta la violencia como medio para conseguir imponer estas ideas, justificándola en
defensa de la justicia o la Patria.
3. Responda a las siguientes cuestiones (puntuación máxima: 4 puntos):
a) Circunstancias que propiciaron el advenimiento de la II República. (Hasta 2 puntos).
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII nombró jefe de Gobierno al general Berenguer.
Este periodo de transición es llamado por los historiadores la "Dictablanda", un momento difícil ya
que liberales y conservadores eran incapaces de turnarse en el poder y de colaborar con el régimen.
Sólo Romanones o De La Cierva, con poca credibilidad política, colaboraron con Berenguer.
En agosto de 1930, republicanos, socialistas y otros opositores al régimen, firmaron el Pacto de
San Sebastián, para derrocar la monarquía e instaurar un régimen democrático. Un Comité
Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora, coordinaba loas acciones. Alfonso XIII estaba
cada vez más aislado ya que hasta los militares ven como buena opción la República. Los anarquistas
de la CNT también apoyaban la República.
El 15 de diciembre de 1930, una sublevación militar republicana en Jaca fracasa, sus líderes
(Galán y García Hernández) fueron ajusticiados y los miembros del Comité Revolucionario fueron
detenidos. Berenguer dimitió en febrero de l año siguiente y le sustituyó el almirante Aznar que
convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Dado el descontento general y el sentimiento
antimonárquico las municipales se convirtieron en un referéndum sobre la monarquía: en las ciudades
ganaron republicanos y socialistas. Alfonso XIII no tuvo más remedio que abdicar y se proclamó la
República el 14 de abril de 1931.
b) La Segunda República: la revolución de 1934. (Hasta 2 puntos).
La Segunda República Española (1931 - 1939) se proclama el 14 de abril de 1931, tras de la salida
del país del rey Alfonso XIII, a la vista de los adversos resultados obtenidos por las candidaturas
monárquicas en las principales capitales de provincia. Se cierra así un periodo inestable vivido
durante la Restauración. Atrás quedan el reinado de Alfonso XIII y la Dictadura de Primo de Rivera.
La Constitución, aprobada el 9 de diciembre, definía a España como una República democrática
de trabajadores de toda clase organizada en un régimen de libertad y justicia. La unidad del Estado era
compatible con la autonomía de municipios y regiones. La Presidencia de la República era elegible
por un periodo de 6 años y el jefe de Gobierno era responsable de su gestión ante las Cortes,
organizadas en una sola Cámara, el Congreso de los Diputados, que sería elegido por sufragio
universal. Se aseguraba la separación de poderes y establecía un tribunal de Garantías para asegurar
que se cumpliera la Constitución. Se proclama la igual de todos los españoles ante la ley y se recogía
una amplia variedad de derechos individuales. Un tema polémico fue el que recogían los artículos 26
y 27 de la Constitución que provocó conflictos con la Iglesia, como se explicará más adelante.
Este era el inicio de los cinco años que duró la Segunda República. En ese periodo cabe distinguir
tres etapas: Bienio reformador (1931-1933), bienio de centro derecha (1934-1935) y el gobierno del
Frente Popular.
La llamada República de Izquierdas ó Bienio Reformista (1931-33). Se acometieron diversas
reformas en lo religioso (se extinguió la Compañía de Jesús y se confiscaron sus bienes, se implantó
el divorcio, se prohibió a los religiosos ejercer la enseñanza,...), lo militar (los cambios motivaron la
sublevación del general Sanjurjo en Sevilla, un golpe de estado fallido), la división regional del
estado, la Reforma Agraria contra el latifundismo,...
Demasiadas innovaciones que pusieron en contra del gobierno a los sectores más tradicionales.
Las elecciones, en 1933 llevaron al poder a la CEDA, es decir, a los radicales de Lerroux y a la
derecha de Gil Robles. Comienza así lo que muchos autores dan en llamar la llamada República de
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derechas (1934-36) ó Bienio radical-cedista. Ellos frenan las reformas iniciadas por Azaña lo que
lleva al pueblo a un estallido revolucionario en 1934.
La cada vez más radicalizada izquierda (PSOE, UGT, CNT, PCE), llamó a la huelga general. El
movimiento fracasó en Madrid. En Cataluña se proclama el Estado Catalán y en Mieres, Asturias, la
República Socialista; esta última fue reprimida por tropas dirigidas por Franco y que supuso la ruptura
definitiva entre derecha e izquierda.
La revolución del 34 se saldó miles de muertos y herido y con muchos líderes de izquierdas
detenidos (Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, Prieto o Largo Caballero). El
gobierno de derechas endureció su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se
redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, una contrarreforma.
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OPCIÓN B
CUESTIONES:
1) La organización económica y social en la Península Ibérica durante la Edad Media: AlÁndalus.
La España musulmana impulsó en agricultura el regadío, los cítricos, el arroz, el algodón o el
azafrán, aunque predominaban los cereales, la vid y el olivo. En la ganadería, descendió el cerdo, por
la prohibición religiosa, y subió la oveja y el caballo. Se desarrolló la apicultura. En minería era
importante. La producción de manufacturas se desarrolló: brocados, tejidos, cerámica, armas, papel, el
trabajo de las pieles y joyas,... El comercio se vio favorecido por la acuñación deel dinar de oro y el
dirhem de plata.
La mayor parte de la población vivía en el campo, pero las ciudades como Almería, Madrid,
Calatayud ó Córdoba, eran importantes. La aristocracia, familias de origen árabe y algunos linajes
visigodos, poseía tierras. La clase media estaba formada por mercaderes. El pueblo, por artesanos y
labriegos. Había esclavos de Europa oriental y del centro de África. La sociedad era muy machista.
2) Diversidad cultural: cristianos, musulmanes y judíos en la Península Ibérica en la Edad
Media.
Cristianos, musulmanes y judíos convivieron durante la Edad Media en la Península. Hasta el
siglo X, el Islam era la cultura dominante. Junto a ellos convivían en los monasterios monjes copistas
encargados de mantener la cultura cristiana.
Importantísima fue la labor de la Escuela de Traductores de Toledo, que vive su mejor época con
Alfonso X el Sabio. Cristianos, musulmanes y judíos traducían del árabe al latín y, luego, al
castellano.
La influencia del exterior vino a través de la ruta de peregrinación a Santiago. El Camino se
convirtió en una fuente a través de la que llegaron los cantares de gesta y estilos artísticos como el
románico y el gótico. Además, a partir del siglo XI se desarrollan las lenguas romances. En el s. XIII
abren sus puertas las Primeras Universidades, como la de Salamanca.
3) Crisis demográfica, económica y política en la Baja Edad Media (siglos XIV y XV).
Los siglos XIV y XV se caracterizaron por una crisis demográfica, económica y política. Las
malas cosechas, una agricultura rudimentaria, la escasez de alimentos, el hambre y las epidemias
como la de la peste negra diezmaron a la población. Sin población no hay mano de obra, con lo que
cayeron las rentas de la nobleza, que establece nuevos derechos señoriales. Estos excesos provocan
revueltas campesinas en Galicia y la de los payeses catalanes. A estos desórdenes se sumaron algunas
revueltas en las ciudades y la violencia contra cristianos nuevos (judíos conversos).
En cuanto a la economía, en Castilla, la ganadería transhumante ovina salvó la situación haciendo
que los privilegios del Concejo de la Mesta (asociación de ganaderos castellanos) aumentaran. La
artesanía cae por la falta de demanda debido al empobrecimiento. El comercio, en cambio, continuó
creciendo. Castilla exporta lana y compra manufacturas de lujo. Los catalanes exportan productos
textiles e importan sedas y especias.
En lo político, el rey y la nobleza y el clero se enfrentaron por el poder: así, la guerra civil entre
Pedro I y Enrique de Trastámara, que llevó a esta dinastía al trono de Castilla en el siglo XIV. En
Aragón se enfrentaron Juan II con la nobleza y el clero catalanes. La unidad no llegó hasta los tiempos
de los reyes católicos.
4) La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra.
Con los reyes católicos la península se dividía en cinco reinos: Castilla, Aragón (que comprendía
Aragón, Valencia, Mallorca y Barcelona), Navarra, el reino Nazarí de Granada y Portugal
La conquista de Granada se da no sólo por la unidad territorial, sino por terminar la conquista y
contra los piratas berberiscos apoyados por el reino Nazarí. La guerra se inició en 1482. Los cristianos
partían con ventaja por las desavenencias internas en el reino musulmán. El sitio final de Granada, de
abril de 1491 a enero de 1492, terminó con la rendición de Boabdil, aquel que, según el saber
9
popular, lloraba como mujer lo que no supo defender como hombre. Con las Capitulaciones de santa
Fe en 1492, los reyes católicos se comprometieron a respetar la religión y las leyes musulmanas,
situación que duró poco por la Inquisición. De ahí la sublevación a principios del siglo XVI de los
musulmanes granadinos, obligados a elegir entre la conversión o el exilio. Los convertidos (moriscos)
fueron expulsados definitivamente por el rey Felipe II en 1609.
Navarra estaba vinculada a la dinastía francesa. Tras la muerte de Isabel, y con Fernando como
regente de Castilla, el Duque de Alba termina con la independencia del reino de Navarra, aunque
conservó su propio ordenamiento jurídico, sus instituciones y su autonomía.
El intento de los reyes católicos de unir Portugal con la corona de Castilla con enlaces
matrimoniales no se va logrará hasta Felipe II.
5) Conquista y colonización.
Colón llega a América en 1492, pensando haber descubierto una nueva ruta de la seda. Pronto se
supo que esas tierras eran un nuevo continente. En el 1494 Castilla y Portugal firman el tratado de
Tordesillas en el que se reparten las zonas a colonizar. Se crea en Sevilla la Casa de Contratación y el
Consejo de Indias, que regulaba los asuntos americanos.
El sistema utilizado para la colonización fue el de la encomienda, por el que se le concede a un
colono la tutela de unos indígenas para evangelizarlos a cambio de la prestación de un trabajo. En la
práctica se cometieron muchísimos abusos y se destruyó parte de la riquísima cultura de los indígenas.
Carlos I exploró y conquistó el territorio americano, descubierto por los Reyes Católicos. En esta
época, Magallanes y Elcano da la vuelta al mundo y demuestran que la tierra es redonda. Además, se
conquista el imperio Azteca (Hernán Cortés) y el Inca (Francisco Pizarro). Ambas se dieron con
rapidez por la falta de cohesión política de los imperios precolombinos, la superioridad de armamento
español, la difusión de nuevas enfermedades introducidas por los españoles y desconocidas hasta
entonces en América y el ansia de los conquistadores de llegar a El Dorado (leyenda sobre una tierra
rica en metales preciosos).
Los conquistadores buscaban riqueza, aventuras, fama y sobre mejorar su posición social. Con
Felipe II se conquistaron las islas Filipinas y se fundó Manila.
6) El modelo político de los Austrias. La unión de reinos.
El modelo político de los Austrias era una monarquía multinacional y descentralizada, bajo la
primacía de Castilla. Gobernaban mediante sínodos o Consejos. Los más importantes eran el Consejo
de Estado (creado por Carlos I, y con competencia en política exterior y altas cuestiones de Estado),
los Consejos territoriales (para asuntos particulares de cada reino, como el Consejo de Indias, el de
Italia, el de Castilla,...) y los Consejos temáticos como el de la Inquisición, el de Órdenes Militares ó
el de Hacienda. Cada territorio tenía unas instituciones que les conferían cierta autonomía. Los
virreyes suplieron al monarca en los territorios no castellanos. Había Cortes y las Audiencias
desempeñaron la función de tribunal de justicia (con nuevas sedes en el siglo XVI como Cerdeña,
Canarias y Mallorca).
7) Esplendor cultural. El Siglo de Oro.
Se llama Siglo de Oro Español a la etapa comprendida entre finales del siglo XVI hasta mediados
del XVIII. Se trata de una época de grave crisis política, demográfica y económica, pero de
importantísima relevancia artística. Si en Europa triunfaba el racionalismo de Descartes y el
empirismo de Newton, en España la Inquisición frenaba todo avance de la razón.
En arte, el Barroco exaltaba la monarquía y los dogmas católicos. Arquitecturas recargadas,
figuras atormentadas y retorcidas,… forman la iconografía del momento. Ribera, Velásquez,
Zurbarán, Alonso Cano ó Churriguera (con el recargado churrigueresco) son algunos nombres
destacables.
En literatura destacar la novela picaresca (que comenzó a darse en El Renacimiento y que crítica
los vicios sociales) con El Buscón de Quevedo. También, autores como Miguel de Cervantes (Don
Quijote representa el tránsito entre Renacimiento y Barroco) y los poetas Luis de Góngora
(representante del culteranismo) y Francisco de Quevedo (conceptismo). En teatro, nuestros autores
más sobresalientes: Lope de Vega (El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna,…), Calderón de la Barca
(más profundo con La vida es sueño, El alcalde de Zalamea),…
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8) La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III.
Carlos III, antes de ser rey de España lo fue de Nápoles. Puso en práctica las reformas del
despotismo ilustrado. Podemos distinguir dos períodos en los gobiernos de Carlos III:
1759-1766 Gobiernos de Esquilache y Grimaldi. Los intentos reformistas terminaron en la
revuelta del Motín de Esquilache, contra un decreto que obligaba a cambiar capas y sombreros.
Los Jesuitas, acusados de fomentar el motín, fueron expulsados en 1767.
1766-1788 Gobiernos del Conde de Aranda, Floridablanca y Campomanes. Aquí se intentaron
poner en marcha algunas reformas, frenadas por la oposición del clero y la nobleza.
Los ilustrados proponían reformas en la agricultura, que estaba muy atrasada. Se crearon
asociaciones como las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País. Carlos III preparó diversos
planes de reforma (el Memorial Ajustado de Campomanes y el Informe sobre la Ley Agraria de
Jovellanos).Denunciaban que existían enormes propiedades en manos de unos pocos (la nobleza y la
Iglesia) lo que dificultaba el acceso a la tierra del campesinado que la trabajaba. Se empieza a hablar
de desamortización, pero no se llevaron a cabo (la Inquisición, por ejemplo, abrió un proceso por este
tema al Conde de Aranda). Sí se repartieron las tierras comunales en Extremadura, se intentó repoblar
Sierra Morena, se redujeron los derechos de la Mesta y se llevaron a cabo obras de regadío.
Para desarrollar la industria, los ministros de Carlos III rompieron el monopolio de los gremios; se
establecieron las Reales Fábricas con apoyo del estado aunque las industrias textiles privadas
catalanas fueron más competitivas que las empresas estatales.
En el comercio se mejoraron vías comunicación y se suprimieron aduanas interiores. Se liberalizó
el comercio con América, acabándose el monopolio de la Casa de Contratación, aunque se mantuvo el
proteccionismo. En el terreno financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del Banco
de España. Aparece la peseta.
TEMA: La transición a la democracia. La Constitución de 1978. Principios constitucionales y
desarrollo institucional. El estado de las autonomías y su evolución.
Es conveniente que hagas un esquema previo a la redacción, para ir a lo principal. No tienes ni
espacio ni tiempo para enrollarte. Podría ser una cosa así:
Definición Transición.
Etapas de la transición:
Don Juan Carlos
Suárez
Elecciones de 1977
Elecciones de 1982
La Constitución de 1978: padres de la Constitución, principales puntos.
Descentralización: Las AUTONOMÏAS.
La Transición es el proceso por el que España logró pasar de la dictadura de Francisco Franco a
un Estado social, democrático y de derecho. Se suele marcar el inicio de esta etapa en 1975, con la
muerte del dictador y el final en 1982, con la victoria electoral del PSOE.
La muerte de Franco dejaba el régimen sin sucesor. El entonces príncipe Juan Carlos se perfilaba
como tal. Su proyecto político pasaba por devolver la democracia a España. Un proyecto nada fácil
por las posiciones extremas que se mantenían en el país y que hacían temer una nueva guerra civil.
Varios Gobiernos se sucedieron, de los más continuistas a los democráticamente elegidos:
El primer gobierno de Don Juan Carlos fue presidido por Arias Navarro, candidato
continuista.
A él le siguió Adolfo Suárez. Suárez presentó un programa político basado la aprobación de
una Ley para la Reforma Política que, una vez aprobada por las Cortes y en referéndum por
los españoles, permitiría abrir un proceso constituyente para implantar una democracia liberal
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y la convocatoria de elecciones democráticas en junio de 1977. Suárez debía contar para su
proyecto con la oposición: Suárez fue adoptando amnistías políticas y legalizó el PCE (1977).
En medio de esta tensión política, el terrorismo se reactiva con ETA y los GRAPO.
Las elecciones del 1977 las ganó Suárez con la UCD. Entre las elecciones generales de 1979
y las de 1982, UCD pasó de ser el partido más votado a sufrir una espectacular derrota. Estos
hechos acentuaron las tensiones internas del partido y del Gobierno y empujaron a Calvo
Sotelo a disolver al parlamento y convocar elecciones para octubre de 1982. La ocupación del
Congreso de los Diputados, la tarde del 23 de febrero de 1981 por un grupo de guardias
civiles dirigidos por Fernando Tejero mostró claramente la existencia de una tendencia
golpista dentro del ejército.
Las elecciones de octubre de 1982 dieron la mayoría absoluta en el Parlamento al PSOE. Este
partido llevaba ya varios años preparando su imagen de alternativa de gobierno.
Una de las tareas prioritarias de las Cortes fue la redacción de una Constitución. La Comisión de
Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas del Congreso de los Diputados nombró una Ponencia
de siete diputados, que elaboró el texto. Estas siete personas, los Padres de la Constitución fueron:
Gabriel Cisneros (UCD), José Pedro Pérez Llorca (UCD), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón
(UCD), Miguel Roca Junyent (Minoría Catalana), Manuel Fraga Iribarne (AP), Gregorio Peces-Barba
(PSOE), Jordi Solé Tura (PCE).
La Constitución española de 1978 es la norma suprema del Ordenamiento Jurídico español. La
Constitución establece que la forma política del Estado es una monarquía parlamentaria, que la
soberanía reside en el pueblo y los tres poderes están separados:
El ejecutivo en manos del presidente del gobierno, elegido por el congreso de los diputados.
El Presidente elige a sus ministros.
El legislativo en manos del Congreso y el Senado. Ambas cámaras son elegidas por sufragio
universal (mayores de 18 años).
El judicial integrado por jueces. El máximo órgano judicial es el Tribunal Supremo y en
materia constitucional el Tribunal Constitucional.
Se reconocen derechos ciudadanos destinados a lograr la igualdad de los españoles y el desarrollo
de un estado del bienestar: libertad de expresión, de asociación, manifestación y huelga, y de
conciencia, declarándose España un estado aconfesional. Se declara la igualdad ante la ley. Otros
derechos: el derecho a la vida (abolición de la pena de muerte) o el deber del estado de proteger el
medio ambiente.
La Constitución de 1978 recoge el derecho de autonomía de las nacionalidades y regiones que
forman la nación española. Esto supuso un cambio radical con respecto al régimen anterior, que se
basaba en planes centralizados tradicionales. Se daba así respuesta a un problema heredado como
resultado de las diferentes identidades sobre las que se ha construido la unidad de la nación española.
En el título octavo de la Constitución España queda divida en comunidades autónomas con
competencias a nivel de política regional pero bajo un gobierno central. Gozan de autonomía
legislativa y competencias ejecutivas. La división política y administrativa de España tiene la forma
de diecisiete comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, cuyos estatutos de autonomía les
otorgan el rango de ciudades autónomas.
La entrada en vigor de la Constitución permitió la aprobación de los estatutos de autonomía del
País Vasco, Cataluña (1979), y Galicia (1981). Andalucía, tras un referéndum optó por la vía rápida,
pero las demás regiones españolas accedieron a la autonomía por la vía lenta prevista por la
Constitución. El traspaso de competencias ha sido complejo.
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TEXTO:
DECRETO DESAMORTIZADOR DE MENDIZÁBAL
(19 febrero 1836)
A su Majestad la Reina Gobernadora.
Señora: vender la masa de bienes que han venido a ser propiedad de la nación no es tan sólo una
promesa solemne y dar una garantía positiva a la deuda nacional por medio de una amortización (...);
es abrir una fuente abundantísima de felicidad pública; vivificar una riqueza muerta; desobstruir los
canales de la industria y de la circulación; apegar al país por el amor natural y vehemente a todo lo
propio; ensanchar la patria, crear nuevos y fuertes vínculos que liguen a ella; es, en fin, identificar con
el trono excelso de Isabel II, símbolo de orden y libertad. No es, Señora, ni una fría especulación
mercantil, ni una mera operación de crédito (...): es un elemento de animación, de vida y de ventura
para la España: Es (...), el complemento de su resurrección política.
El decreto que voy a tener la honra de someter a la augusta aprobación de V.M. sobre la venta de
esos bienes adquiridos ya para la nación, así como en su resultado material ha de producir el beneficio
de minorar la fuerte suma de la deuda pública, es menester que (...) en su objeto (...) se enlace [...con]
la alta idea de crear una copiosa familia de propietarios, cuyos goces y cuya existencia se apoya
principalmente en el triunfo completo de nuestras actuales instituciones.
(...) Y conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi excelsa
hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente:
Art. 1º. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase, que
hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas, y los demás que
hayan sido adjudicados a la nación por cualquier título o motivo (...).
Art. 2º. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine para el servicio
público, o para conservar monumentos de las artes, o para honrar la memoria de hazañas nacionales
(...).
Art. 3º. Se formará un reglamento sobre el modo de proceder a la venta de estos bienes (...).
Art. 10º. El pago del precio del remate se hará de uno de estos dos modos: en títulos de la deuda
consolidada o en dinero efectivo (...).
ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES:
1. Clasifique el texto explicando: tipo de texto, circunstancias concretas en las que se escribe,
destino y finalidad por los que se redacta. (Puntuación máxima: 1 punto). ¡Ojo! Hay truco. La
Gaceta de Madrid no es un periódico al uso, era el antiguo Boletín Oficial del Estado. No puedes
decir que se trata de un texto periodístico.
Se trata de un texto publicado en La Gaceta de Madrid, antiguo Boletín Oficial del Estado, en la que
aparecían avisos, decretos, leyes, que necesitaban hacerse públicas para que todo el mundo las conociera. En la
primera parte, el texto se dirige a la regente Mª Cristina, madre de la futura reina Isabel II, en aquel momento,
menor de edad.
El texto intenta hacer entendible y comprensible la razón de la desamortización de los bienes de la
iglesia. La monarquía siempre ha estado ligada a la Iglesia. Un siglo antes se pensaba incluso que el poder de los
reyes venía otorgado por Dios. Por ello, tratan de convencer a la regente de las bondades de la desamortización.
Nos encontramos en un periodo en el que se implanta el Estado liberal durante las regencias de Maria
Cristina y Espartero (1833-1843). Es un momento de tensión y de idas y venidas en el poder entre los más
moderados, como Martínez de la Rosa y los liberales. De fondo, las guerras carlistas. Los liberales progresistas,
antiguos exaltados, eran partidarios de limitar el poder de la Corona y eran partidarios de reformas radicales
como la desamortización de los bienes eclesiásticos y de los ayuntamientos, que es lo que el texto expone.
Los progresistas concentraron su apoyo social en las clases medias urbanas, en los artesanos,
empleados... Sus principales dirigentes fueron Espartero, Mendizábal, Madoz, Olózaga y Prim. A lo largo del
reinado de Isabel II y la regencia de María Cristina solo estuvieron en el poder durante breves períodos: 18351844 y 1854-56 (Bienio progresista). La mejor concreción de su programa fue la Constitución de 1837.
Entre sus medidas, la más conocida por los problemas que conllevó, fue la desamortización de los
bienes de la Iglesia. El texto la justifica para paliar la deuda pública y hacer de uso común lo que está
restringido. Pero la Iglesia católica tenía gran influencia en la España de aquellos años y la medida resultó
bastante polémica.
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En la siguiente parte, (comienza: “Y conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros...”),
la regente, en nombre de su hija, sanciona el polémico decreto, con el que parece resignarse, más que aprobarlo
con gusto.
2. Indique y explique, con brevedad y concisión, las ideas que aparecen en el texto y resuma su
contenido. (Puntuación máxima: 1 punto). Resume con tus palabras. Si coges algún fragmento del
texto de forma literal, entrecomilla.
Como ya hemos explicado, el texto intenta convencer a la regente Mª Cristina de las bondades de la
desamortización. Justifica esta medida diciendo que su objetivo es crear riqueza pública y paliar la deuda, de
tener dinero para invertir en industria, comercio,... Es una medida patriótica (“ensanchar la patria”, dice el texto)
utilizando recursos que eran de unos pocos para muchos.
El texto también define negando, sin duda ante las numerosas críticas que suscitaba la medida. Dice
que entronca con ideas comunistas de compartir los bienes públicos (“crear una copiosa familia de propietarios,
cuyos goces y cuya existencia se apoya principalmente en el triunfo completo de nuestras actuales
instituciones”).
Cuando la regente sanciona la ley lo hace conformándose “con lo propuesto por el Consejo de
Ministros”. Los bienes de comunidades extinguidas (como los jesuitas, que fueron expulsados) salen a la venta,
salvo los que se destinen a uso público (art.2). La forma en la que se venderán se legislará (art. 3º) y el precio y
modo de pago se fija en el art. 10º.
3. Responda a las siguientes cuestiones (puntuación máxima: 4 puntos):
a) La Regencia de María Cristina de Borbón (1833-1840). (Hasta 2 puntos).
A lo largo del periodo de regencia de María Cristina (1833.1840) se da el tránsito político del
absolutismo al liberalismo. Los liberales desarrollan el nuevo sistema político. Las diferentes visiones
dieron lugar a dos tendencias políticas: moderados y progresistas.
La sociedad española del XIX tiene los valores impuestos por la clase pujante en aquel momento:
la burguesía. Un campesinado abultadísimo y un incipiente proletariado (centrado sobre todo en
Cataluña) fueron marginados.
Un primer problema al que tuvieron que hacer frente fue al carlismo que es un movimiento
reaccionario a favor de Carlos, hermano de Fernando VII en la sucesión al trono al morir este
monarca sin hijos varones. En 1830 se había derogado la Ley Sálica que prohibía a las mujeres el
ascenso al trono. El Carlismo representa una tendencia de pensamiento absolutista frente a los
partidarios de Isabel, de ideas liberales. Al final, el trono fue para Isabel II. Antes del reinado de
Alfonso XII, el Carlismo provocó una Guerra Civil. A día de hoy, todavía quedan reductos del
antiguo Carlismo.
Durante la Regencia de María Cristina se fueron sucediendo los gobiernos. Sus principales
medidas fueron:
Cea Bermúdez impulsó una nueva división provincial.
Martínez de la Rosa es uno de los artífices del estatuto Real (1834) que era bastante
cauteloso: se niega a las Cortes la iniciativa legisladora ya que su convocatoria depende de la
voluntad real.
En 1836, el pronunciamiento de La Granja, obligó a la regente a acatar la Constitución de 1812.
Calatrava acelera el cambio y así nace la Constitución de 1837. Esta, junto a la nueva Ley Electoral
(de participación más amplia) y con la obra legislativa de las Cortes fue la base para una etapa
renovadora: se suprimen los señoríos, fin del diezmo, desamortización de los bienes de la Iglesia
(Mendizábal) y civiles (Madoz), se institucionaliza la Milicia Nacional y se promulga la libertad de
imprenta. La radicalización del partido liberal hizo que los moderados volvieran al poder.
En 1841, María Cristina de Borbón abdicó y el general Espartero asumió el cargo hasta 1843, año
en el que fue decretada la mayoría de edad de Isabel II (16 años). Se iniciaría entonces un nuevo
reinado en España, cargado de altibajos políticos y escándalos personales que terminarían con la
expulsión de Isabel II, tras la revolución de 1868
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b) Los procesos de desamortización y los cambios agrarios. (Hasta 2 puntos).
La desamortización fue un proceso que se inició en España a finales del siglo XVIII por Godoy
(en 1798, durante el reinado de Carlos IV). Consistió en poner en el mercado, mediante subasta
pública, las tierras y bienes no productivos en poder de quienes no las cultivaban (la Iglesia Católica o
las órdenes religiosas).
La desamortización se convirtió en el principal arma política con que los liberales modificaron el
régimen de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado burgués. Con la
desamortización se pretendía acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de
labradores propietarios.
Las desamortizaciones realmente importantes fueron, sobre todo, las de Juan Álvarez Mendizábal
y Pascual Madoz. Mendizábal, ministro de Isabel II, inició un proceso que no llegó a buen puerto pues
se encargó la división de los lotes para subastar a comisiones municipales. Estas manipularon los lotes
creando algunos inasequibles a los pequeños propietarios. Los labradores no pudieron entrar en las
pujas y las tierras fueron compradas por nobles y burgueses adinerados.
En 1841, Espartero, recién nombrado regente, impuso una nueva desamortización de bienes del
clero. En 1845, los moderados restablecieron relaciones con la Iglesia con la firma del Concordato de
1851. Pero durante el segundo gobierno del progresista Espartero, su ministro de Hacienda, Pascual
Madoz, realiza una nueva desamortización (1859). Se declaraban en venta todas las propiedades del
Estado, del clero, de las Órdenes Militares, cofradías, obras pías, santuarios, del ex-infante D.
Carlos,...
Aunque el impacto de las desamortizaciones fue importante, no fueron la reforma agraria
necesaria. El poder económico de la Iglesia fue derivado a la burguesía. Los nuevos propietarios se
asimilaron a la nobleza y se dio una progresiva “proletarización” del campesinado. Además, muchas
obras artísticas que eran albergadas en edificios religiosos fueron abandonadas o han desaparecieron.
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