Número de registro: 37 Octava Época Instancia: Tercera Sala

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CONTRADICCION DE TESIS 37/93.
Número de registro: 37
Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: Tomo XIII, Junio de 1994
Página: 282
CONTRADICCION DE TESIS 37/93. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO Y EL
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
SEGUNDO.-El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver
el toca 557/91, relativo a la revisión interpuesta en contra de la sentencia dictada por el
secretario del Juzgado Segundo de Distrito en Materia Civil en el Estado de Jalisco,
encargado del despacho por ministerio de ley, en el juicio de amparo 439/91, textualmente
sostuvo:
"IV. Los anteriores agravios son infundados."
"En efecto, de la lectura de la demanda de garantías se aprecia que la quejosa reclama del
titular y del secretario ejecutor del Juzgado Décimo Sexto de lo Civil local, el embargo
practicado en bienes de su propiedad y posesión, dentro del juicio civil sumario número
2118/91 (fojas 1 a 3 del expediente de amparo); y para acreditar su derecho, la impetrante
ofreció, entre otras pruebas, las facturas números 299531 y 0920, expedidas el veinticinco de
julio de mil novecientos ochenta y nueve y el primero de febrero de mil novecientos noventa,
respectivamente, por las negociaciones Ekar de Gas, Sociedad Anónima de Capital Variable,
y Mueblería El Cisne, Sociedad Anónima en hoja membretada de Ramírez Rábago, Sociedad
Anónima de Capital Variable (fojas 4 y 5).
"Ahora bien, contrario a lo que sostiene el revisionista, dichas facturas, valoradas al tenor de
los artículos 133 y 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicado
supletoriamente a la Ley de Amparo precepto este último, que, en lo que interesa, dispone: '...
El documento proveniente de un tercero sólo prueba en favor de la parte que quiera
beneficiarse de él y contra su colitigante, cuando éste no lo objeta. En caso contrario, la
verdad de su contenido debe demostrarse con otras pruebas' no únicamente prueba que la
oferente adquirió los bienes que amparan sino también que es propietaria de los mismos,
puesto que de acuerdo con el principio que inspira el citado 203, la falta de impugnación de
los documentos privados revela no sólo la admisión de los mismos, sino además los hechos
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en ellos consignados y, por tanto, no hay controversia en cuanto a su autenticidad y
contenido, situación que no puede desconocerse de oficio por el juzgador; en consecuencia,
como en la especie el hoy recurrente no objetó las facturas de que se trata, aceptó fíctamente
que la peticionaria es propietaria de los muebles que aquéllas amparan, consistentes en '1
estufa Supermatic Mod. 305 Col. Gris Platino Serie 38778' y '1 Refrigerador Easy G-1311
Almendra Serie 9450502 (9211-L)', bienes cuyos datos coinciden sustancialmente con los
que fueron objeto del embargo reclamado: '... un refrigerador Easy color crema, con 2
manijas color negro y 2 franjas vinil en color café tipo CE-9211, LEA-411-D Serie 9450502
de 2 puertas; una estufa Supermatic chromaline con 4 quemadores con comal en medio de
éstos, color gris humo, con 2 puertas, modelo S 305 No. 38778...' (foja 17 vuelta del
cuaderno de amparo). El criterio aquí sustentado también lo sostuvo este órgano colegiado al
resolver los tocas números R.P. 181/89, 237/89 y 504/90, relativas a los juicios de amparo
promovidos, respectivamente, por Antonio González padilla, Esperanza Silvia Sánchez de
Santillán y Javier Madrigal Rábago, criterio cuya sinopsis, reza: 'FACTURAS NO
OBJETADAS, VALOR PROBATORIO DE LAS.-Al tenor del artículo 203 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria por disposición expresa del
numeral 2o. de la Ley de Amparo, una factura no objetada tiene valor probatorio pleno,
porque de acuerdo con el principio que inspira a aquel precepto legal, la falta de impugnación
revela la admisión, no sólo del documento, sino también de los hechos en él mencionados y,
por tanto, no hay controversia en cuanto a su autenticidad y contenido, situación que el Juez
de Distrito no puede desconocer de oficio al hacer la valoración de las pruebas; por tanto,
debe tener por aceptado fictamente el contenido del documento y, con esa base, considerar
propietario del bien a que se refiere la factura, a quien aparece en ella como tal.'"
"No representa obstáculo a lo anterior la octava tesis relacionada con la jurisprudencia 839,
visible en la página 1394 y siguiente del último Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación, bajo la voz: 'FACTURAS. VALOR PROBATORIO DE LAS.', que cita y
transcribe (por cierto, en forma incompleta) el agraviado; puesto que la exigencia de que las
facturas se encuentren adminiculadas con otras 'presunciones' a que alude dicho criterio, debe
entenderse aplicable para el caso en que los datos que amparan los bienes descritos en las
propias facturas difieren con los que son materia de los actos reclamados, es decir, que no se
pueda establecer su identidad, que sean los mismos, pero no cuando exista tal coincidencia,
como acontece en el caso, pues así se colige del último párrafo de la ejecutoria de que se trata
al señalar '...Una factura extendida a favor de uno de los litigantes, aunque es un documento
formado por su orden, sólo puede perder su fuerza probatoria si se propone en su contra una
objeción formal, esto es, que se tache el documento de alterado, de falta de firma, etcétera',
párrafo que coincide con lo dispuesto por el artículo 203, antes mencionado."
"De lo anterior se sigue, pues, que si la peticionaria de amparo alegó que el embargo
reclamado afectó bienes de su propiedad, y demostró tener ésta con las mencionadas facturas,
no tenía por qué rendir alguna otra prueba con el fin de justificar que tiene la tenencia
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material de los muebles sujetos a embargo (concretamente la testimonial, por ser la prueba
idónea para acreditarse ese hecho), pues a través del juicio constitucional no sólo se protege
la posesión (tenencia material) sino también la propiedad, cuando este derecho, así como
aquél o cualesquier otro que se alegue, resulta afectado por las autoridades sin respeto a las
garantías consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales, en perjuicio de quien lo
acredite. Al respecto tiene aplicación la tesis jurisprudencial 1462, visible en la página 2331,
de la Segunda Parte del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, que
textualmente, dice: 'PROPIEDAD, PROTECCION AL DERECHO DE, MEDIANTE EL
AMPARO.-Cuando se trata de hacer respetar el derecho de propiedad y no de resolver
contienda acerca de quién sea legítimo dueño de un bien, procede el juicio de garantías, para
el solo efecto de que, reconocido aquel derecho, se mantenga en su goce el propietario,
mientras se resuelve en un juicio contradictorio, si su derecho debe subsistir.'"
"De esa suerte, el hecho que del acta de matrimonio exhibida por la quejosa no se desprenda
que es poseedora (que tiene la tenencia material) de los bienes muebles cuestionados, resulta
irrelevante, dado que, por un lado, como ya se dijo, la peticionaria acreditó que es propietaria
de los bienes y que ese derecho le fue afectado en el juicio natural sin haber sido oída y
vencida en el mismo; y por otro, dicho documento fue ofrecido con el objeto de justificar no
la posesión, sino que quien señaló los bienes para su embargo no es propietario de ellos,
porque contrajo matrimonio con la quejosa bajo el régimen de separación de bienes, y los que
fueron embargados, se insiste, pertenecen a la quejosa."
"En ese contexto, no puede sostenerse válidamente, que el Juez Federal haya valorado
incorrectamente las multirreferidas facturas, al considerar que con ellas la quejosa demostró
ser propietaria de los bienes que amparan, y, por tanto, como ya se estableció en el
considerando precedente, no es verdad que en el caso se surta la causa de improcedencia
prevista por la fracción V del artículo 73 de la Ley de Amparo (falta de interés jurídico), y
que, a decir del recurrente, debió examinar oficiosamente el a quo."
El criterio transcrito fue también sostenido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Tercer Circuito al fallar los amparos en revisión 181/89, 237/89, 504/90 y 561/91, el
veinticinco de mayo y veintiocho de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve,
dieciocho de enero de mil novecientos noventa y uno y nueve de enero de mil novecientos
noventa y dos, respectivamente, y dio lugar a la tesis jurisprudencial que con el número III.
1o. C.12 aparece publicada en las páginas 55 y 56 de la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación de marzo de mil novecientos noventa y dos, en los siguientes términos:
"FACTURAS NO OBJETADAS, VALOR PROBATORIO DE LAS.-Al tenor del artículo
203 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria por disposición
expresa del numeral 2o. de la Ley de Amparo, una factura no objetada tiene valor probatorio
pleno, porque de acuerdo con el principio que inspira a aquel precepto legal, la falta de
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impugnación revela la admisión no sólo de documento sino también de los hechos en él
mencionados y, por tanto, no hay controversia en cuanto a su autenticidad y contenido,
situación que el Juez de Distrito no puede desconocer de oficio al hacer la valoración de las
pruebas; por tanto, debe tener por aceptado el contenido del documento y, con esa base,
considerar propietario del bien a que se refiere la factura, a quien aparece en ella como tal."
TERCERO.-Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, al resolver el
toca 182/93, relativo a la revisión interpuesta contra la sentencia dictada en el juicio de
amparo 152/93, sostuvo:
"SEGUNDO.-Es procedente confirmar el resolutivo de la sentencia que sobresee, aun cuando
ello sea por diverso motivo a aquel en que se apoya el a quo, a juicio de este órgano de
control constitucional."
"En efecto, resulta innecesario transcribir y analizar los conceptos de agravio formulados por
el recurrente y atento lo previsto por la fracción XVIII, del artículo 73, de la Ley de Amparo,
es imperativo para este Tribunal Colegiado estudiar de oficio la existencia de la
improcedencia en el juicio de garantías."
"Ahora bien, de las constancias que informan el expediente de amparo se llega al
conocimiento que el impetrante de garantías aportó al juicio constitucional pruebas
documentales consistentes en el contrato plan auto noventa y uno de fecha dieciocho de
septiembre de mil novecientos noventa y dos, relativo al contrato de apertura de crédito
simple para la adquisición de bienes de consumo duradero con garantías prendaria que
celebraron por una parte Bancomer, Sociedad Nacional de Crédito como acreditante y
Francisco Quiñones Castañeda como acreditado o cliente, respecto de un vehículo automotriz
marca Ford F-350, serie número AC3JME30715; carta factura número 3455 expedida por la
empresa Mendívil Motors, Sociedad Anónima de Capital Variable, de la ciudad de Durango,
Durango, a favor de Francisco Quiñones Castañeda, respecto del vehículo cuyas
características se dejaron anotadas; copia al carbón de la denuncia presentada por Juan
Quiñones Castañeda el veintiocho de enero de mil novecientos noventa y tres, en contra de
Guadalupe Rivas Flores por el o los delitos que resulten; copia al carbón del acta levantada
en la Procuraduría General de Justicia en el Estado, Dirección General de Averiguaciones
Previas, el veintiséis de enero de mil novecientos noventa y tres, con efectos conciliatorios, a
la que comparecieron José Guadalupe Rivas Flores, su hijo Alfonso Rivas y su asesor José
Othón Sánchez Meléndez; Juan Quiñones Castañeda, Francisco Quiñones Castañeda, Ubaldo
Quiñones y el doctor Héctor Corrales."
"Por escrito del ocho de marzo del presente año, el quejoso ofreció diversas pruebas
documentales consistentes en copias fotostáticas certificadas relativas al juicio ejecutivo
mercantil expediente número 1101/92 radicado en el Juzgado Cuarto de lo Civil del Primer
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Distrito Judicial de Durango, formado con motivo de la demanda promovida por los
licenciados José Othón Sánchez Meléndez y J. Alberto Sánchez Meléndez, en su carácter de
endosatarios en procuración de J. Guadalupe Rivas Flores, en contra de Juan Quiñones
Castañeda; asimismo, ofrece las pruebas documentales que exhibió con su escrito inicial de
demanda de amparo, a las que ya se hizo referencia; documentos con los que ampara el bien
mueble embargado y secuestrado. Sin embargo, este medio de convicción por sí solo es
insuficiente para acreditar la posesión y propiedad del vehículo automotriz multicitado, pues
para que sea idóneo es menester perfeccionar el valor probatorio del contrato y carta factura
con diversa probanza como una información testimonial para demostrar la posesión actual,
vigencia del derecho de propiedad e identificación del bien mueble como en el que en los
documentos aludidos se consigna. Tiene aplicación al razonamiento anterior la ejecutoria
relacionada con la jurisprudencia definida número 839, consultable en tercer lugar, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1988, Segunda Parte, Salas y Tesis,
página 1393, que dice: 'FACTURAS.-Para que la factura que ampara unos muebles, pueda
servir para justificar la posesión de ellos, debe perfeccionarse el valor probatorio de tal
factura, adminiculándolo con una información testimonial, que a la vez que acredite la
posesión actual de tales muebles, los identifique como los que tal documento especifica.'"
"Luego, al no acreditar debidamente la posesión del precitado bien mueble, es incuestionable
que el quejoso no acreditó su interés jurídico y por tanto se actualiza la causal de
improcedencia prevista por la fracción V, del artículo 73, de la Ley de Amparo y por
consiguiente procede sobreseer en el juicio constitucional con apoyo en la fracción III del
artículo 73, de la propia Ley de Amparo. Tiene aplicación la tesis de jurisprudencia número
20/90, aprobada por la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con motivo
de la contradicción de tesis 8/90 entre las sustentadas por el Primer y Tercer Tribunales
Colegiados del Sexto Circuito, visible a foja veinte de la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación número 32, de agosto de mil novecientos noventa, que dice: 'POSESION.
CUANDO SE RECLAMA SU PRIVACION Y NO SE DEMUESTRA AQUELLA,
PROCEDE EL SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO POR FALTA DE INTERES
JURIDICO Y NO NEGAR EL AMPARO (INTERRUPCION Y MODIFICACION DE LA
TESIS JURISPRUDENCIAL NUMERO 217, PUBLICADA EN LA PAGINA 631,
CUARTA PARTE DEL APENDICE AL SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACION
1917-1985).-De lo dispuesto por los artículos 107, fracción I, constitucional y 4o. de la Ley
de Amparo, en relación con el 73, fracción V, de este propio ordenamiento, se desprende que
el juicio de garantías se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, lo que por
consiguiente implica que uno de los presupuestos que debe concurrir para la procedencia de
la acción constitucional es la demostración plena del interés jurídico, que no es otra cosa que
la titularidad que a la parte quejosa corresponde en relación a los derechos u obligaciones
afectados por el acto de autoridad reclamado. Ahora bien, tratándose de los actos de
desposeimiento es manifiesto que el supuesto básico en que descansa tal reclamación es la
posesión; luego, si no llega a probarse ese hecho medular, lo correcto es estimar que falta el
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interés jurídico que obliga a sobreseer en el juicio, pues no sería lógico negar la protección
constitucional a quien en modo alguno se ve afectado por el acto de desposeimiento
impugnado si la posesión de la cosa sobre la cual se dirige no pertenece a su esfera jurídica.'"
"Asimismo, el criterio ha sido sustentado por este propio Tribunal Colegiado en los amparos
en revisión 412/92 civil, visto en la sesión del doce de mayo (sic) de mil novecientos noventa
y tres; amparo en revisión número 10/93 civil, visto en la sesión del nueve de febrero de mil
novecientos noventa y tres y amparo en revisión toca número 67/93 administrativo, visto en
la sesión del diez de marzo de mil novecientos noventa y tres."
"En mérito de las circunstancias asentadas se impone confirmar la sentencia que se revisa y
sobreseer por diverso motivo, en el presente juicio de amparo."
El criterio reproducido lo sostuvo también el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito al fallar las revisiones 412/92, 10/93, 67/93 y 75/93, el doce de enero, nueve de
febrero, diez y veintitrés de marzo de mil novecientos noventa y tres, respectivamente, dando
lugar a la tesis jurisprudencial 14/93 de este tribunal, que señala:
"FACTURAS. INTERES JURIDICO EN EL JUICIO DE AMPARO.-Cuando el quejoso
reclame en el juicio de amparo la indebida desposesión de unos bienes muebles de los cuales
se dice propietario, debe aportar las pruebas idóneas que demuestren la adquisición de ese
derecho y la identidad de los muebles. Por tanto, si ofrece sólo una de las anteriores pruebas,
será insuficiente para acreditar su derecho, supuestamente violado."
CUARTO.-Existe contradicción entre las tesis sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del octavo circuito, al
fallar los amparos en revisión especificados en los considerandos segundo y tercero de esta
resolución, pues mientras el Primer Tribunal citado sostiene que se acredita el interés jurídico
en el amparo promovido por un tercero extraño al juicio natural contra el embargo ahí
practicado sobre bienes muebles de su propiedad y posesión, con las facturas a su nombre no
objetadas y que identifiquen los bienes, las que demuestran la propiedad y sin que se requiera
prueba de la posesión o tenencia material de los bienes sujetos a embargo; el segundo
Tribunal mencionado señala que para demostrar tal interés jurídico resultan insuficientes las
facturas ya que debe perfeccionarse su valor con la testimonial que pruebe la posesión actual
de los bienes embargados, la vigencia del derecho de propiedad e identificación de los
mismos. La anterior contradicción deriva del análisis de los criterios que se contienen en las
ejecutorias transcritas en los dos considerandos precedentes, los que sustancialmente se
sostuvieron en las diversas sentencias que dieron lugar a las tesis jurisprudenciales también
transcritas, ejecutorias a las que debe atenderse a fin de determinar el criterio jurídico en
contradicción, en la medida que la jurisprudencia del Primer Tribunal colegiado en Materia
Civil del Tercer Circuito no refleja en su totalidad lo que en las ejecutorias respectivas se
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sostuvo y la tesis del Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito resulta confusa.
QUINTO.-Antes de examinar la materia de la presente contradicción debe precisarse que no
existe jurisprudencia que la resuelva, ya que respecto de la publicada con el número 839 en el
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1988, Segunda Parte, Volumen III,
página 1392, que dice: "FACTURAS.-Siendo la factura un documento privado, solamente
hace prueba plena en contra de la parte que lo ha extendido, pero no en contra de terceros de
quienes no procede.", si bien pudiera seguirse que establecido que las facturas no hacen
prueba plena en contra de quienes no proceden son en sí mismas insuficientes para acreditar
la propiedad y posesión de bienes muebles y, por ende, el interés jurídico del quejoso que
reclama el embargo de bienes de su propiedad y posesión en un juicio en el que no fue parte,
esta jurisprudencia fue establecida con anterioridad al año de mil novecientos ochenta y ocho,
por lo que los Tribunales Colegiados están facultados para apartarse del criterio que establece
conforme a lo dispuesto por el artículo sexto transitorio de las reformas a la Ley de Amparo
que entraron en vigor el quince de enero del año citado y a lo razonado en la tesis CXL/90 de
esta Tercera Sala de esta Suprema Corte, que señala:
"CONTRADICCION DE TESIS. NO DEBE DECLARARSE SIN MATERIA O
IMPROCEDENTE, CUANDO EL CRITERIO DEBATIDO HAYA SIDO SUSTENTADO
POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION, CON ANTERIORIDAD AL
NUEVO SISTEMA.-Conforme a lo establecido por el artículo sexto transitorio de las
reformas a la Ley de Amparo que entraron en vigor el 15 de enero de 1988: 'La
jurisprudencia establecida por la Suprema Corte de Justicia hasta la fecha en que entren en
vigor las reformas y adiciones que contiene el presente decreto, en las materias cuyo
conocimiento corresponde a los Tribunales Colegiados de Circuito de acuerdo a las propias
reformas podrá ser interrumpida y modificada por los propios Tribunales Colegiados de
Circuito'. En tal virtud, no debe declararse sin materia o improcedente la denuncia de una
contradicción de tesis por el hecho de que el Pleno o las Salas de la Suprema Corte de
Justicia, hayan sustentado criterio jurisprudencial sobre el problema jurídico de que se trata,
antes de las indicadas reformas, toda vez que a partir de la fecha en que entró en vigor el
referido artículo sexto transitorio, los Tribunales Colegiados de circuito están facultados para
apartarse del criterio jurisprudencial que se hubiese sustentado con anterioridad al nuevo
sistema, así como para interrumpirlo o modificarlo; resultando por tanto imprescindible, que
la Sala que conozca del asunto, con base en el actual marco legal, fije la tesis que deberá
prevalecer con el carácter de jurisprudencia."
En relación a la jurisprudencia que con el número 705 es visible en el último Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación, Segunda Parte, Volumen III, páginas 1170 y 1171, con
el rubro "DOCUMENTOS SIMPLES PROVENIENTES DE TERCERO, NO
OBJETADOS.", en cuanto sostiene que la omisión en la objeción oportuna de esos
documentos revela la admisión de los hechos y la falta de controversia en cuanto a su
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contenido, lo que lleva a tener lo admitido fíctamente, salvo prueba en contrario, debe
señalarse que es insuficiente para resolver la materia de la presente contradicción pues
aunque de la misma pudiera derivarse que las facturas no objetadas prueban la propiedad de
los bienes muebles, de ello no se sigue que resulten suficientes para acreditar el interés
jurídico del tercero extraño al juicio natural que promueve amparo contra el embargo de
bienes de su propiedad o posesión, en la medida que no señala si basta el acreditamiento de la
propiedad para tal efecto; además, dicha jurisprudencia fue establecida con anterioridad al
nuevo sistema vigente a partir de enero de mil novecientos ochenta y ocho.
Por lo que se refiere a la jurisprudencia con el rubro "PROPIEDAD, PROTECCION AL
DERECHO DE, MEDIANTE EL AMPARO.", que se reproduce en la ejecutoria del Primer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, debe señalarse que también fue
establecida antes de enero de mil novecientos ochenta y ocho, además que aun cuando de la
misma pudiera seguirse que basta que se acredite la propiedad, sin necesidad de demostrar
además la posesión actual, para demostrar el interés jurídico a que se ha hecho referencia, lo
cierto es que nada razona en relación a si las facturas son suficientes para demostrar
plenamente la propiedad.
Por último, la jurisprudencia 20/90 de esta Tercera Sala, que transcribe el Segundo Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito, si bien fue establecida durante la vigencia del nuevo sistema
previsto por la Ley de Amparo, no resuelve la materia de la presente contradicción, pues lo
que sostiene es la procedencia de sobreseer en el juicio de amparo y no de negar la protección
constitucional cuando se reclama la privación de la posesión y no se demuestra ésta, mas
nada establece respecto a si las facturas no objetadas que identifican bienes muebles bastan
para acreditar la propiedad de los bienes embargados en el juicio natural en que no es parte el
quejoso, ni tampoco a la necesidad de reforzar el valor de tales facturas a través de la
testimonial para demostrar la posesión actual de los bienes y su identificación como
exigencia para probar el interés jurídico en el amparo.
SEXTO.-Este órgano colegiado considera que debe prevalecer con carácter jurisprudencial el
criterio establecido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, de
conformidad con los siguientes razonamientos.
Dado que la materia de la presente contradicción de tesis versa sobre el acreditamiento del
interés jurídico en el amparo promovido por el tercero extraño al juicio natural, contra el
embargo ahí practicado sobre bienes muebles que sostiene son de su propiedad y posesión,
debe atenderse a las disposiciones sobre pruebas establecidas en la Ley de Amparo,
reguladora del juicio de garantías, y supletoriamente a las normas relativas del Código
Federal de Procedimientos Civiles, según lo previsto por el artículo 2o. del primer
ordenamiento legal citado.
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Los artículo 150 y 153 de la Ley de Amparo establecen que en el juicio de garantías es
admisible toda clase de pruebas, excepto la de posiciones y las que fueren contra la moral o el
derecho, así como el procedimiento a seguir cuando se objeta de falso un documento. Por su
parte, los artículos 133, 136 y 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles disponen
que son documentos privados los que no reúnen los requisitos para ser considerados público,
es decir, aquellos cuya formación no corresponde a un funcionario público revestido de fe
pública y los que no han sido expedidos por funcionarios públicos en ejercicio de sus
funciones; que los documentos privados se presentaron originales; que "El documento
proveniente de un tercero sólo prueba en favor de la parte que quiere beneficiarse con él y
contra su colitigante, cuando éste no lo objeta. En caso contrario, la verdad de su contenido
debe demostrarse por otras pruebas".
Se sigue de lo establecido en las disposiciones legales citadas que siendo las facturas
documentos privados, aun cuando provengan de terceros, hacen prueba en favor de la parte
que quiere beneficiarse con ellas y en contra de su colitigante, cuando éste no las objete,
debiendo tenerse, en este supuesto, como tácitamente reconocidas en cuanto a su autenticidad
y contenido y, en consecuencia, constituyen documentales suficientes para acreditar la
propiedad a favor del quejoso, de los bienes muebles embargados cuando el tercero
perjudicado en el juicio de amparo no las objete, si están expedidas a favor del quejoso e
identifican los bienes muebles de forma tal que permitan establecer su identidad con los
embargados.
Basta el acreditamiento de la propiedad de los bienes embargados a través de las facturas que
reúnan los requisitos a que se ha hecho referencia para estimar plenamente demostrado el
interés jurídico en el amparo promovido por el tercero extraño al juicio natural contra el
embargo ahí practicado sobre bienes muebles que alega son de su propiedad y posesión, sin
que se requiera de ningún otro elemento probatorio, concretamente de la testimonial, como
inexactamente lo considera el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, para probar,
por un lado, la vigencia del derecho de propiedad y la identidad de los bienes pues estos
elementos están ya acreditados con las facturas de referencia, y por el otro, la posesión de
dichos bienes ya que su embargo afecta el derecho de propiedad sobre los mismos aunque se
carezca de su tenencia material.
Atento lo manifestado, este órgano colegiado considera que debe prevalecer el criterio
sostenido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y establece,
de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 195 de la Ley de Amparo, que dicho criterio que
debe regir con carácter jurisprudencial queda redactado con los siguientes rubro y texto:
INTERES JURIDICO EN EL AMPARO PROMOVIDO PRO EL TERCERO EXTRAÑO
AL JUICIO NATURAL CONTRA EL EMBARGO AHI PRACTICADO SOBRE BIENES
MUEBLES DE SU PROPIEDAD. BASTAN PARA ACREDITARLO LAS FACTURAS
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NO OBJETADAS QUE IDENTIFIQUEN LOS BIENES.-El artículo 203 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, aplicable supletoriamente a la sustanciación y decisión de los
juicios de garantías por disposición expresa del artículo 2o. de la Ley de Amparo, establece
que el documento proveniente de un tercero sólo prueba en favor de la parte que quiere
beneficiarse con él y contra su colitigante, cuando éste no lo objeta, y que en caso contrario la
verdad de su contenido debe demostrarse con otras pruebas. En consecuencia, siendo las
facturas documentos privados, aun cuando provengan de terceros, hacen prueba en favor del
quejoso y en contra del tercero perjudicado que no las objeta, debiendo tenerse, en este
supuesto, como tácitamente reconocidas en cuanto a su autenticidad y contenido y, por ende,
constituyen documentales suficientes para acreditar la propiedad de los bienes muebles
embargados si están expedidas a nombre del agraviado e identifican dichos bienes de forma
que permitan fijar su identidad. La propiedad así acreditada basta para estimar demostrado el
interés jurídico en el amparo promovido por el tercero extraño al juicio natural contra el
embargo ahí practicado sobre bienes muebles que alega son de su propiedad y posesión, sin
que se requiera de ningún otro elemento probatorio, concretamente de la testimonial, para
probar, por un lado, la vigencia del derecho de propiedad y la identidad de los bienes pues
estos elementos están ya acreditados con las facturas de referencia, y por el otro, la posesión
de dichos bienes pues su embargo afecta el derecho de propiedad sobre los mismos.
En términos del artículo 195 de la Ley de Amparo, la tesis jurisprudencial que se sustenta en
este fallo deberá identificarse con el número que por el orden progresivo le corresponda
dentro de las tesis de jurisprudencia de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
Por lo expuesto y con fundamento en los artículos 197-A de la Ley de Amparo, y 26, fracción
XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe contradicción entre la tesis sustentada por el Primer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Tercer Circuito al fallar los amparos en revisión 181/89, 237/89, 504/90,
561/91 y 557/91, y la sostenida por el Segundo Tribunal Colegiado del octavo Circuito al
resolver los amparos en revisión 412/92, 10/93, 67/93, 75/93 y 182/93.
SEGUNDO.-Se declara que debe prevalecer con carácter jurisprudencial el criterio
establecido en esta resolución, coincidente con el sustentado por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito.
TERCER.-Remítase de inmediato la tesis jurisprudencial que se sustenta en la presente
resolución al Semanario Judicial de la Federación para su publicación y a la Gaceta del
mismo, así como al Pleno y a las otras Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a
los Tribunales Colegiados de Circuito y Juzgados de Distrito en acatamiento a lo previsto por
el artículo 195 de la ley de Amparo.
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CONTRADICCION DE TESIS 37/93.
Notifíquese, cúmplase y, en su oportunidad, archívese el expediente.
Así lo resolvió la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cinco votos. De los señores Ministros: presidente Carlos Sempé Minvielle, Mariano
Azuela Güitrón, Sergio Hugo Chapital Gutiérrez, Irma Cué Sarquís y Luis Gutiérrez Vidal,
designados los dos últimos por el Tribunal Pleno en sustitución de los Ministros José
Trinidad Lanz Cárdenas y Miguel Montes García, respectivamente. Fue ponente el segundo
de los señores Ministros antes mencionados.
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