s ^ / PEfiíODfCO CONSAGRADO I LA DEFENSA DE LOS

Año
XhlX.
Madrid 20 de Diciombre de 1917.
Nátu. 51.
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CO
REVISTA CIENTÍFICA Y PROFESIONAL
PEfiíODfCO CONSAGRADO I LA DEFENSA DE LOS DERECHOS I INTERESES
DE L A C L A S E
FARMACÉUTICA
ESPAÑOLA
Director: B. Francisco Marín y Sancho.
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ESPAÑOLA, calle de Silva, 49, segundo (esquina á la de
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farmacia del Dr. Gómez Pamo; en la del Dr. Pizá, laft»
tas, 26, en las principales librerías y tamblé» PW avdlo 41
los corresponsales de proyiaoias.
m PUBLICA TODOS LOS J U E V E S
MADRID, JUEVES 20 DE DICIEMBRE DE
1917
fleiaciones entre la Universidad y la industria w
Esto que ocurre ahora sucedió siempre; España no tuvo dinero para investigaciones de
orden práctico más que en la época de Carlos III, y actualmente, convencida de que la
actitud de tacañería en que quiere sostenerse
no puede prolongarse por más tiempo, con
toda parsimonia va soltando unas pesetillas
que después de muchos rodeos llegan a los
laboratorios. Es muy probable que hoy se encuentren las clases directoras en el mismo
estado en que el malogrado profesor Fages
pintaba la masa nacional en los momentos en
que se pretendía implantar la enseñanza técnica, allá por los años 1750 á 1760: "Era indispensable—dice—que la masa de la nación, siquiera la medianamente ilustrada, comprendiera su importancia, que se penetrara de su
necesidad, que viera la utilidad que debía reportar y sintiera estimación á los que se dedican á ella" (2). Estamos en igual caso, aunque
con los términos invertidos, y es fácil demostrarlo glosando unos instantes el discurso del
que fué esclarecido maestro de análisis quimi(1) Véase •! número anterior.
(2) Discurso de recepción en la Academia de ciencias,
1909, pág. 23.
ca. Por los tiempos á que me refiero y en los
siguientes hasta la guerra de la Independencia,
los gobernantes se percataron "del excesivo
número de latinos, de médicos, de abogados
y de teólogos", y se emprendió una activa
campaña para restaurar la ciencia, "difundir
las luces y esperar el tiempo feliz de aplicarlas", á cuyo efecto se constituyeron sociedades sabias, se trajeron profesores del extranjero y á las Universidades de fuera se envió lo
más florido de la juventud española. A la fatal i d a d ^ no á los elementos directores, hay que
imputar el poco éxito de empeños tan loables,
porque la guerra de la Independencia puso
término á las investigaciones brillantes que
empezaron á realizar entre nosotros. Uno de
los maestros extranjeros que vinieron á d i fundir y estudiar la química en España fué
Chavaneau, á quien se encargó por orden superior de estudiar ¡cuestiones .químicas relacionadas con la alimentación, y, al efecto, el
citado„químico emprendió trabajos que p u blicó en los Extractos de la Sociedad" vascongada, con el título de Aplicación química al
caldo de los enfermos. Pues bien; no hace m u chos meses se ha mandado estudiar un género
de alimentación, á cuyos efectos son indispensables conocimientos de química, de termodinámica, de higiene y de fisiología, y se ha
encargado de este estudio á un Cuerpo administrativo. Un poco peligroso es que los altos
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LA FARMACIA ESPADOLA
pierdan lo que los bajos ganen: convertir un
monte en valle y un valle en monte, supone
un formidable cataclismo geológico.
Las grandes potencias no han gozado solamente de los beneficios de la cultura y se han
lucrado, con exageración, de las conquistas
científicas hechas por las Universidades, sino
que alguna debe su existencia á la Universidad. No fué propiamente Bismaik quien realizó la ¡unión de los Estados germánicos en
torno de Prusia; la Gonfederaciónjaació en las
Universidades, las Universidades la difundieron y el avispado canciller recogió los anhelos nacionales y los hizo cristalizar. Desde
1817 se reunían las Universidades alemanas
el 18 de Octubre, en Wartbourg, la cindadela
romana donde dicen que Wagner se inspiró
para componer la magnífica melopeya de los
Maestros Cantores, y allí se lanzó por vez p r i mera la idea de la Confederación germánica,
proclamando la unidad nacional garantizada
por el Estado, idea que los llamados por
Eisenach Parlamentos de estudiantes, convocados en los bosques turingios, defendieren
con calor y terminaron por imponerla á los
gobernantes.
Innecesario me parece aducir más argumentos para demostrar cuán interesante es la
Universidad en la vida de un pueblo, y por
eso estimo de gran urgencia acudir con medios de todo orden ai desarrollo de la nuestra, reorganizándola, fomentando los cursos
de verano, adquiriendo bibliotecas científicas
completas, ampliando laboratorios, edificando otros nuevos y sacando la enseñanza de
esos antiguos conventos en que hoy se aposen
ta para dolarla de locales más adecuados en
consonancia con el movimiento científico
actual.
No vale argüir que no hay dinero, que nuestra situación económica es un poco difícil.
No es razón: sobran Universidades en España, cinco por lo menos de las once existente?,
y si el Estado no puede dotar decorosamente
todas, s u p r í m a l a s que. no se juzguen precisas, porque es preferible contar con media
docena de organizaciones bien montadas,
siempre dispuestas al trabajo, que con una d'
sombras que aporten escaso ó ningún provecho á la cuitura nacional.
Plenamente convencido estoy de que la re
forma orientada hacia lo experimental, en
mayor intimidad de trabajo y de relaeiont s
de profesores y discípulos, tendrá consecuencias favorables para la vida pública española.
La juventud que respirase durante varios
años atmósfera de trabajo serio, de disciplina y de moralidad, en comunicación no interrumpida con maestros á quienes sólo el hecho de estar dedicados á la investigación de
la verdad hace altamente morales, sería capaz
cuando la llegase el turno y de su seno saliesen los gobernantes y directores de nuestra
sociedad, de desmontar el tinglado de la farsa
y de la ficción, en el que actúa con la gente
honrada y apta para la dirección del pueblo
lo más cínico y corrompido de la política española.
Para España es cuestión de honor la reforma universitaria, en sentido profundamente
experimental, porque todos los pueblos latinos han llegado á ella y comienzan á obtener
fruto: unos, como Francia, por su propia capacidad intelectual y económica; otros, como
Italia, por la influencia decisiva que en su Universidad y en su cultura han ejercido la Universidad y la cultura germánicas.
Las Repúblicas hispanoamericanas inauguran su época de esplendor levantando Universidades, y algunas como la Argentina dedican
ciudades enteras á la enseñanza, envían sus
hijos á Europa y esperan que España, y sobre
el calco de la Universidad del siglo xvi, repuesta de las contrariedades pasadas, construya la nueva en donde se vivifique el genio
de raza y que sirva de lazo espiritual entre la
Península Ibérica y Sud-América. Nuestra»
relaciones comerciales con la República Argentina, por ejemplo, son de 67,5 millones que
enviamos por 109,5 que nos envía, y el sostenimiento de esas relaciones, que debe i r en
aumento, porque las cifras actuales no representan más que el estado embrionario del tráfico cutre ambos países, no puede sostenerse
y acrecentarse si no hay un lazo espiritual
que haga nuestra intimidad más notoria.
Hace algunos años quedos Gobiernos españoles han tomado en cuenta el favorable estado de ánimo de las Repúblicas hispanoamericanas y han procurado fomentar las relaciones, hasta el punto de haber sido elevada
la categoría de algunas representaciones diplomáticas al otro lado del Atlántico, y tomando en cuenta también el aspecto pedagógico de la cuestión, han dejado para la Ciencia
un puesto respetable. No es piecLsameníe la
Universidad la que le ocupa, aunque son los
universitarios los que han de dar cumplimiento á una real orden en la que se dispone
que se reserven en los centros de la Junta,
LA FARMACIA ESPAÑOLA
para ampliación de estudios é investigacio
n: s científicas, cierto número de plazas á los
estudiantes americanos, con el fin de aten
dcr al fomento de las relaciones cientiflcss
con los países de idioma hispano. Y como
por inexplicable paradoja, los centros de la
Junta radican en su mayoría en la Universidad, es algo parecido á encargar del fomento de las relaciones con las Repúblicas de
sangre española á la misma Universidad.
Esa real 01 den, si no hoy, mañana ha de
cumplirse , porque en interés de todos está el
cumplirla; pero antes es preciso que refoi~
memos la Universidad si hemos de dar a l bergue científico á los sudamericanos que
quieran honrarnos, es urgente que nuestros
laboratorios sean más capaces que los actuales, que la dotación que se les asigne sea decorosa si se pretende que en ellos fructifique
la planta de la investigación y que nuestras
bibliotecas raquíticas no continúen siendo el
osario de la ciencia de los pueblos latinos.
Si se quiere transfundir en A m é r i c a el
ejemplo científico que de Alemania é Inglaterra vamos aprendiendo, no hemos de limitarnos á enseñar sólo el arte "como florescencia
del espíritu mismo de una nacionalidad", n i
sólo la historia que rectifique las fechas en
que se pretendió ramificar la historia de la
metrópoli y de sus antiguas colonias, hemos
de enseñar el saber científico de valor positivo que puedan los hispanoamericanos utilizar para el aprovechamiento de las inmensas
fuerzas con que la naturaleza dotó á las tierras descubiertas por españoles. Y el momento es el más adecuado para que, llevando juntos nuestra ciencia y nuestro comercio, los
lazos que nos unen se hagan cada día más
fuertes en provecho de todos los pueblos de
origen hispánico.
IV.—Protección que los particulares y las
industrias deben dispensar á l a Universidad.
Si al Estado corresponde desempeñar el
papel más importante en la tarea del desenvolvimiento industrial, y al Estado toca i n mediatamente la protección de la Universidad
como principal factor de la vida fabril, fuente
de ingresos para sostener la nacional, no por
eso las entidades que se lucran con largueza
de la obra universitaria deben desentenderse
y dejar de colaborar en ei orden económico
en la Universidad. En un país tan positivista
y tan comerciante como los Estados Unidos
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se ha comprendido rápidamente que "muchos
de los principios en que se fundamentan las
actuales organizaciones industriales, han sido
elaborados en los laboratorios universitarios", y, por tanto, para que puedan continuar
desarrollando su actividad, es preciso acudir
en su ayuda, facilitando productos industriales que en ellos no pueden obtenerse en condiciones económicas aceptables, aumentando
las bibliotecas, "primer requisito de todo trabajo de investigación", dotando becas para
que los escolares de modestos recursos puedan hacer los estudios que requiere la preparación de la tesis doctoral, sin prisa y
ampliando estas becas si el candidato á doctor deja pendiente un asunto secundario susceptible después de aplicaciones, ó desea adquirir más amplia educación investigadora.
Todos estos medios se ponen en práctica en
Norteamérica, no sólo con el interés de que
sus Universidades produzcan más que las de
Europa en el terreno de la ciencia pura, sino
como justa compensación á los esfuerzos por
ellas realizados en pro de la riqueza nacional. Y si de estos medios utilizados por las
industrias se pasa al orden particular, se verá
cómo la admiración por la Universidad se
acrecienta con el capital que los potentados
poseen. ¡A qué hablar de esos Mecenas universitarios como Rockefelerd, Carnegie y
otros, si tan lejos están de ellos los europeos!
En los áltimos cuarenta años han recibido los
Centros oficiales de investigación y de enseñanza de Norteamérica, la fabulosa suma
de 2.925.000.000 de pesetas; de cuya cantidad
150.000.000 hanse dedicado exclusivamente á
la mejora de la enseñanza. Y no se olvide que
en ese país hay muchos Centros no oficiales
dedicados á los trabajos de ciencia pura. Según la estadística publicada por A. P. Fleming,
consecuencia de un viaje de inspección á los
laboratorios de investigación, existen más de
50 Corporaciones particulares que costean
esa clase de Centros, para cuyos trabajos normales invierten anualmente de 20.000 á 100.000
libras esterlinas.
fContinuar á j
SECCIÓN O F I C I A L
MINISTERIO DE LA GOBERNACION
REAL ORDEN CIRCULAR
En cumplimiento üel real decreto de 23 de
Octubre de 19ió, y de acuerdo con el dictamen del real Consejo de Sanidad,
«04
LA FARMACIA ESPAÑOLA
S. M. el rey (a. D. g.) se ha servido aprobar
los adjuntos Estatutos para el régimen de los
Coíegios provinciales obligatorios farmacéuticos, asi como las bases para la redacción de
los reglamentos interiores de dichas Corporaciones.
De real orden lo digo á Y. S. para los efectos
oportunos. Dios guarde á V. S. muchos años.
Madrid, 6 de Diciembre de 1917.—JBa/iamo/idc—Señores gobernadores civiles de todas
las provincias.
ESTATUTOS
de los Colegios farmacéuticos obligatorios
CAPÍTULO
DISPOSICIONES
PRIMERO
GENERALAS
Articulo 1.° En cada capital de la Península é islas Baleares y Canarias, se establecerá
un Colegio de farmacéuticos con categoría de
Corporación oficial, donde será obligatorio
inscribirse para ejercer la profesión en cual
quiera localidad de la provincia respectiva.
Art. 2.° Todo farmacéutico podrá formar
parte del Colegio con carácter voluntario,
pero deberá inscribirse coa el de obligatorio
si ejerce civilmente la profesión en cualquiera de las formas que las disposiciones vigentes determinen.
Art. 3.° La colegiación obligatoria tiene
por objeto el mejoramiento, mutuo upoyo é
instrucción de la clase farmacéutica, otorgándose á los Colegios facultades disciplinarias
para mantener la unión y prestigio profesionales.
Art. 4.° Para el buen régimen de cada Colegio habrá una Junta directiva llamada de
gobierno, con sujeción á las disposiciones de
los presentes Estatutos.
CAPÍTULO I I
D E LOS COLEGIADOS
Art. 5.° Para ingresar en un Colegio se solicitará de la respectiva Junta de gobierno la
inscripción correspondiente, acompañando
el título ó copia autorizada del mismo. Caso
de haber pertenecido á otro Colegio, se adjuntará también el certificado de cese en ei
mismo.
La Junta resolverá dentro del plazo improrrogable de un mes, si procede la admisión
del solicitante, practicando las averiguaciones que estime oportunas, cerca de otros Colegios, autoridades sanitarias, etc. Notificada
la admisión, el interesado abonará la cuota de
Ingreso, librándosele entonces su hoja de
inscripción como documento acreditativo de
pertenecer al Colegio desde aquella fecha.
Este documento h a b r á de exhibirse al subdelegado, como condición indispensable para
la apertura de farmacias ó toma de posesión
de regencias.
Art. 6.° Será motivo de denegación del i n greso:
L Tener algún impedimento legal para el
ejercicio de la farmacia.
I I . No estar rehabilitado de cualquier pena
aflictiva ó correccional establecida en el Código penal.
I I I . Hallarse incurso, cuando solicite el ingreso, en alguna falta de decoro profesional
notoriamente evidenciada.
Art. 7.e La inscripción se denegará con formación de expediente, que habrá de notificarse al interesado, el cual podrá recurrir ante
las Juntas provinciales de Sanidad, y de su
resolución negativa al ministro de la Gobernación, quien resolverá con audiencia del real
Consejo de Sanidad.
Para que sea admitido tal recurso tendrá
que imponerse dentro del plazo de los treinta
dias siguientes al de la notificación en la Península, y de dos meses si el interesado residiera en las islas Baleares ó Canarias.
Art. 8.e Cuando los colegiados trasladen
su residencia á otra provincia, entregarán en
el Colegio de que hasta entonces hayan formado parte su hoja de inscripción, canjeándola por un certificado de cese, donde se
harán constar las correcciones, si le hubieren
sido impuestas, ó los premios que se le hayan
concedido.
A r t . 9.° Los farmacéuticos colegiados tienen las obligaciones siguientes:
I . Participar á la Junta de gobierno, dentro del plazo de quince días, los cambios de
domicilio ó su incorporación á otro Colegio.
I I . Asistir á las juntas generales del Colegio y desempeñar los cargos y comisiones que
por el mismo se le encomienden.
III. Satisfacer las cuotas ordinarias y extraordinarias que le correspondan.
IV. Cumplir lo que ordenan los presentes
estatutos y los acuerdos del Colegio respectivo, así como igualmente cuanto preceptúan
las disposiciones sanitarias vigentes.
V. No realizar acto profesional alguno que
redunde en menoscabo del propio decoro ó
en desprestigio de la colectividad.
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LA FARMA( 1A ESPAÑOLA
CAPÍTULO I I I
D E LOS COiEGIOS
Art. 10. Son atribuciones de los Colegios:
I . Representar en cualquier gestión el i n terés general de la clase, promoviendo cerca
del Gobierno las gestiones que estime beneficiosas para ésta.
I I . Defender á los colegiados en cuestiones
relacionadas con el ejercicio profesional, mostrándose parte ante los Tribunales.
I I I . Evacuar las consultas que se le hagan
por las autoridades en asuntos de su competencia, á excepción de los encomendados á las
Academias de Medicina.
IY. Organizar entre los colegiados concursos acerca de temas de farmacia ó de sus
ciencias auxiliares.
V. Conceder premios ó proponer al Gobierno la concesión de recompensas por méritos extraordinarios en el ejercicio de la profesión.
VI. Facilitar el cumplimiento de los fines
del Cuerpo de farmacéuticos titulares y Cajs
de socorro farmacéutica, estableciendo las
oportunas relaciones eatr® las entidades correspondientes.
VIL Cumplimentar el art. 80 de la vigente
ley de Sanidad, constituyen l o los Jurados de
calificación cuando lo crean oportuno.
VIII. Velar por el cumplimiento de las disposiciones sanitarias, fiscalizando muy especialmente las faltas ó delitos de intrusismo,
elevando á las autoridades las quejas ó denuncias á que haya lugar y proponiendo los
modos de remediarlas.
IX. Las Juntas de gobierno representarán
á la totalidad de los colegiados en la resolución de estos asuntos, pero habrán de con
sultar previamente á la junta general en lo
referente al apartado V de este articulo.
CAPÍTULO IV
D E LOS JORADOS D E CALIFICACIÓN
A r t . 11. Cuando llegue á conocimiento de
la Junta alguna falta grave cometida por un
farmacéutico (colegiado ó no) en cuestiones
no previstas por las disposiciones vigentes ó
que por su índole privada así lo exijan, aquélla se constituirá en Jurado de calificación.
Se citará al interesado, que 'podráj acudir
por sí ó representado, entregándosele ¡el escrito de acusación firmado por el presidente
y secretario y concediéndole un plazo de treinta días para reunir las pruebas de defensa. Si |
no compareciese por causa justificada, se le
citará de nuevo cuando ésta haya desaparecido, y si tampoco acudiera se entenderá que
renuncia á defenderse.
Art. 12. El interesado podrá recusar por escrito hasta la mitad más uno de los miembros
de la Junta de gobierno que hayan de constituir el Jurado, y, en tal caso, se nombrará por
sorteo el sustituto ó sustitutos entre los colegiados, no admitiéndose ya para éstos nuevas recusaciones.
Art. 13. En la audiencia de descargo podrán presentarse toda clase de testigos y
pruebas de defensa, y tanto los argumentos
de ésta como los de la acusación, se harán
constar en el acta que firmarán las partes, l i brándose copia al interesado si la solicitase.
Art. 14. Todos los acuerdos del Jurado se
tomarán por mayoría absoluta y en votaciones secretas, quedando prohibida, antes de
a sentencia, la publicación de noticias relacionadas con las actuaciones, así como el
aombre del interesado. Aquélla se comunicará por escrito é irá firmada por el presidente
y secretario.
Art. 15. Cuando el fallo no sea atendido y
el litigio pase á los Tribunales ó autoridades
administrativas, el Jurado emitirá informe,
que irá acompañado de la copia del acta á que
se refiere el art. 13.
CAPÍTULO V
D E LAS CORRECCIONES
A r t . 16. Las correcciones que habrán de
imponerse por las Juntas de gobierno de los
Colegios, constituidas ó no en Jurados de calificación, serán:
I . Amonestación privada.
I I . Amonestación pública, que se insertará
. n los periódicos profesionales.
I I I . Denuncia á las autoridades ó Tribunales de justicia.
Art. 17. Cuando el hecho esté calificado en
jtras disposiciones administrativas, el Colegio se limitará á ponerlo en conocimiento
de las autoridades, mostrándose parte, si lo
estimase conveniente, en las acciones á que
haya lugar.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
1.* En las capitales de provincia donde
existiesen Colegios farmacéuticos oficiales,
con arreglo á lo dispuesto en el art. 85 de la
Instrucción general de Sanidad vigente, se establccerán éstos con carácter obligatorio, en
LA FARMACIA ESPAÑOLA
el plazo máximo de treinta días. En las que no
existiesen, se procederá, dentro del expresado plazo, por los gobernadores civiles y los
inspectores provinciales de Sanidad, auxiliados éstos por los subdelegados de farmacia,
á la constitución de dichos Colegios, que elegirán sus Juntas definitivas con arreglo á lo
prevenido en estas bases.
2* Los Colegios redactarán sus reglamentos de régimen interior, de conformidad con
lo que dispone la citada Instrucción general
de Sanidad en el párrafo 4.° de su art. 85,
y siempre dentro del plazo de los treinta
días señalados para la constitución de las
mismas.
DISPOSICIÓN FINAL
Quedan derogadas cuantas disposiciones se
opongan al cumplimiento de lo prevenido en
los presentes estatutos.
BASES GENERALES
para el funcionamiento administratiuo de los
Colegios y redacción de sus reglamentos de orden interior
1. a Las Juntas de los Colegios correspondientes á capitales de primera clase, estarán
constituidas por el presidente, cinco vocales
(que se distinguirán por su numeración correlativa), un secretario, el contador y el tesorero. En las demás capitales por el presidente, tres vocales (que se distinguirán de
igual modo), un secretario, el contador y el
tesorero.
El presidente ó el vocal primero, el secretario y el tesorero, residirán en la capital de la
proTincia todo el tiempo que dure su gestión.
Los demás p o d r á n residir fuera de aquélla,
pero estarán obligados á asistir á las sesiones.
Cuando existan cuatro ó más vacantes en
los Colegios de capitales de primera clase y
tres ó más en los de segunda y tercera, se
proveerán interinamente hasta nueva elección
por colegiados que n o m b r a r á la Junta.
2. a Los cargos de la Junta son obligatorios,
se desempeñarán gratuitamente y d u r a r á n
cuatro años, renovándose por mitad cada dos
El Colegio acordará en su reglamento la forma en que han de hacerse las renovaciones
sucesivas.
3. a Serán electores todos los inscritos en
la lista de colegiados, y ejercitarán su derecho
personalmente, sin que se admita delegación.
Serán elegibles indistintamente para cualquiera de los cargos todos los colegiados, excepto los que no ejerzan la profesión y aque^
líos que hayan sido objeto de corrección por
Jurado de calificación.
4. a Las elecciones para la renovación parcial de las Juntas tendrán lugar en el primer
domingo del mes de Junio del año que corresponda efectuarlas, previa convocatoria, con
quince días de anticipación, que irá acompañada de la lista de colegiados. Las Juntas de
gobierno darán posesión á los nuevamente
elegidos en el tercer domingo del mes de Junio, cesando< entonces aquellos á quienes corresponde salir.
En las renovaciones parciales se proveerán
también los puestos que hubieren quedado
vacantes de la elección anterior, pero los elegidos en este caso sólo desempeñarán sus
cargos el tiempo que faltase á los que produjeron la vacante para completar el periodo de
su ejercicio.
La primera renovación se verificará el p r i mer domingo de Junio, cualquiera que sea la
fecha en que se hayan constituido las Juntas.
5. a Las Juntas de gobierno remitirán todos
los años, antes del mes de Octubre, á los subdelegados respectivos de cada distrito la lista
de los farmacéuticos que formen parte del
Colegio (señalando los que no ejerzan y los
que sean regentes), con expresión de las localidades de residencia, indicando las bajas por
traslado ó fallecimiento coa respecto á la del
año anterior.
6. a Las juntas ordinarias se celebrarán en
la segunda quincena de Enero, y las extraordiarias cuando lo acuerde la Junta de gobierno por sí ó á petición de 10 individuos en
provincias de primera clase y siete en las
demás.
7. a Constituyen los ingresos del Colegio:
I . La cuota de entrada que á su incorporación deben satisfacer todus los farmacéuticos,
y que será fijada por cada Colegio en su respectivo reglamento de orden interior.
I I . La cuota anual, que se determinará de
igual modo.
I I I . Los derechos sobre regulación de precios de medicamentos, cuando se reclame la
intervención del Colegio por particulares
como amigable componedor. Estos derechos
no pasarán del 3 por 100 de la cantidad total
que se fije en definitiva.
IV. El importe de las publicaciones que
pudiera editar.
V. Los donativos, subvenciones ó legados
de entidades ó particulares, pertenezcan ó no
á la profesión farmacéutica.
LA FARMACIA ESPAÑOLA
VI. Las cuotas eventuales acordadas en
junta general.
Los gastos de cada Colegio se fijarán en los
diversos casos por los reglamentos de orden
interior.
Madrid, 6 de Diciembre de 1917.—Aprobado por S. M.—José Bahamonde. — {Gaceta
del 10.)
SECCIÓN CIENTÍFICA
Las resinas y la resinificación^)
POR
D. Mariano de M. Abad
Catedrático de la Facultad de Medieina áe Valladolid
¿Cómo se explica laj/ácil transformación
del aceite de linaza en resina? Pues muy sencillamente: el aceite de olivas, y en general
todos los que se enrancian por la acción del
aire, tienen ácido oleico, que es un ácido graso
no saturado que, por lo tanto, en lugar de
tener todos los enlaces sencillos como el ácido esteárico, ha de tener un doble enlace.
Esto basta para cambiar la capacidad de reacción del compuesto, por cuya razón los enlaces etilénicos tienden á pasar á enlaces sencillos por simple adición de halógeno; piies
bien: en el aceite de linaza hay un ácido con
dos hidrógenos menos que el oleico, que es el
linólico, que tendrá, por lo tanto, dos enlaces
dobles, y aun hay otros ácidos más deshidrogenados, como son el linolinico é isolinolínico, provistos de mayor número de dobles enlaces; así se explica el aumento de la capacidad de reacción á que antes aludi y que puede
conducir á los más opuestos extremos: como
son la inflamación espontánea de los trapos
impregnados en aceite de linaza, que cita
Gigli, ó la polimerización para formar una
resina.
Resinificación de los hidratos de carbono.—
La madera está formada principalmente por
celulosa (una exana); pero ésta, que viene á
ser el soporte de los principios activos de
las plantas, no tiene la fórmula lineal de la
exosa, mejor conocida, la glucosa, sino la
anular de su isómero la inosita. Tal estructura molecular recuerda á la serie polimetilénica, en la que cada CH* sustituye un h i d r ó geno por OH, quedando cada núcleo transformado en el grupo CHOH; pero en la celulosa,
dada su fórmula (G6H10O5)n f tiene que faltar
(1) Véase el número anterior.
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en uno de los grupos un oxidrilo y en'otro un
hidrógeno; adoptando este criterio, Groes y
Bevan representan de una manera sencilla la
fórmula de la celulosa. En la de Leo Vignon
(que se consigna en la Química Biológica de
Garracido) hay un átomo de oxigeno intraanular, cuyas valencias están neutralizadas por
dos CH que forman parle del anillo; ssta misma relación, con los* dos GH del anillo, es
aceptada por Green. En cambio, de la oxicelulosa da Leo Vignon una fórmula'acíclica representándola como un alcohol triatómico
con las funciones aldehido y lactona. En^la
materia incrustante hay el producto llamado
lignina, formado por pentosanas^.'que dan
furfurol (compuesto heterocíclico); pero además la lignina fundida con potasa "da compuestos cíclicos, como son la pirocatequina y
la vainilina. Todo ello¡prueba la complejidad
real en lugar de la sencillez aparente de los
componentes que integran la madera.
Fácil es comprender cuál será el resultado
de la pirólisis al obrar sobre esta serie de
combinaciones que forma el carbono al unirse al hidrógeno y al oxígeno. La acción del
calor destruirá estas moléculas, las fragmentará convirtiendo las cadenas en sencillos eslabones que, puestos en libertad por la energía térmica y dada su gran inestabilidad, se
unirán nuevamente formando toda suerte de
combinaciones acíclicas, cíclicas y heterociclicas; entre éstas habrá también compuestos
nitrogenados, pues la madera tiene el 1 por
100 de nitrógeno. En una palabra, la pirólisis
ha formado series de compuestos muy distintos de los preexistentes en la madera, y que
fueron generados por la suave energía biológica en el seno del organismo vegetal.
Resinificación de los alhuminoides. - k\ hablar de los productos orgánicos pirogenados,
me he referido únicamente á los de procedencia vegetal, porque son los que tienen i n terés para el terapeuta; pero hay un producto
de mucho valor industrial como descolorante
y que interesa al farmacólogo: me refiero al
carbón animal, llamado también carbón de
huesos. Al obtenerlo se puede recoger una
materia viscosa, aceite animal, ó sea un alquitrán. Puede cilarse un remedio, desconocido
hoy, pero que fué popular en la primera m i tad del siglo xym: rae refiero al aceite animal
de Dippel. Resultaba de la acción pirolísica
ejercida sobre substancian queratínicas (lana,
cueros, etc.), y como estos alhuminoides son
más complejos que los colágenos, se com-
LA FARMACIA ESPAÑOLA
808
prende muy bien que el aceite mineral obtenido de tales susbstancias fuera de mayor
complejidad que el obtenido al preparar el
carbón de huesos.
Nada más sencillo que comprender cómo
actúa la pirólisis sobre los albuminoidea, si
se tiene en cuenta que éstos son generados en
las plantas como productos de la metamorfosis progresiva de los hidratos de carbono,
y que podemos representarnos sin dificultad una substancia proteica formada actuando N moléculas de amoníaco sobre la celulosa; habrá eliminación de N moléculas de
agua y consiguiente sustitución de grupos
OH por NH3.
De la fragmentación pirolisica han debido
quedar sueltos mayor número de eslabones
con nitrógeno, y, por lo tanto, al unirse se
formará un alquitrán que tendrá mayor número de compuestos formados por dicho elemento.
Resinificación de diversos compuestos orgánicos—Por todo lo expuesto anteriormonte, ha
podido apreciarse que existen una serie de
productos naturales é industriales que han
sido originados par el calor al actuar sobre
los tres grandes grupos de la Química biológica: los hidratos de carbono, los albumiacides y las grasas; paro queda un grupo de resinas que pueden obtenerse por condensación
de compuestos orgánicos más sencillos. Estos
productos, en la actualidad aun no muy bien
conocidos, han recibido el nombre de resinas
sintéticas.
(Continuará)
CRÓNICAS
Los estatutos de los Colegios de farmacéuticos.—En la sección oficial de este número publicamos los estatutos para el régimen de los Colegios farmacéuticos obligatorios y las bases generales para el funciona
miento administrativo de estos Colegios y
redacción de sus reglamentos de orden i n terior.
Corresponde ahora constituir estas corporaciones oficiales para realizar en seguida la
organización profesional farmacéutica, tan
ansiada por nuestros compañeros.
Sociedad Española de Higiene.—Bajo la
presidencia del señor vizconde de Matarnala,
ministro de la Gobernación, celebró esta prestigiosa Sociedad la sesión inaugural del presente curso académico el viernes último, 14
del presente mes.
El secretario de la Sociedad, D. Nemesio
Fernández Cuesta, leyó la Memoria reglamentaria, trabajo muy bien escrito en el que se
consigna, en breve compendio, la interesante
labor realizada por esta celosa y bien intencionada entidad en el último curso.
Con briosa entonación leyó el Dr. D. Gustavo Pittaluga el discurso inaugural que versa
Kcerca de este interesante tema, de indudable
actualidad: "El problema de las Vitaminas \
la alimentación del obrero". El magistral discurso del ilustre profesor fué oído con profunda atención por los concurrentes al solemne acto, y durante su lectura y al final mereció su autor muy merecidos aplausos y manifestaciones de afecto y de admiración.
Seguidamente fueron entregados á los autores de las Memorias premiadas los correspondientes diplomas, figurando entre ellas la
referente al legado Roel sobre el tema "Reglamentación higiénica de las industrias insalubres", de la que es autor nuestro distinguido
y laborioso amigo y compañero el Dr. D, José
ü b e d a y Correal, de la real Academia de medicina y farmacéutico militar, á quien eordialmente felicitamos por esta honrosa dislinción.
Pronunció el ilustrado presidente de la Sociedad D. Angel Fernández Caro un elocuente
discurso, y el señor ministro de la Gobernación manifestó su complacencia por haber
presidido este solemne acto, y eu palabras
elocuentes expuso la importancia de la labor
humanitaria y patriótica que va realizando la
Sociedad Española de Higiene.
F a b r i c a c i ó n y expendición de substancias
alimenticias adulteradas.—Por el ministerio
de Gracia y Justicia se ha dictado una real
orden con fecha 7 del corriente mes fGaceta
del 13), dirigida al fiscal del Tribunal Supremo, disponiendo que éste dé las necesarias
instrucciones á los funcionarios del ministerio fiscal para que procedan á la persecución
y el castigo en su día de los delitos contra la
salud pública á que se refieren los artículos
356, 357 y 547 del Código penal, y los 592 y 595
del mismo Cuerpo legal, depurando las responsabilidades en que incurra cada cual, á fin
de que éstas no alcancen exclusivamente á los
expendedores tie los productos nocivos, sino
que cuando se justifique que aquéllos no han
podido tener conocimiento del mal estado en
que se encuentre la mercancía, se dirija también la acción contra el fabricante que fuera
culpable del hecho por defectos en la fabricación, bien deliberados ó á causa de una indisculpable tolerancia, pues así quedará cumplído estrictamente lo que disponen los artículos 356 y 357 del Código penal.
Necrología.—Ha fallecido en Madrid nuestro antiguo y buen amigo D. Emilio Pariente,
benemérito profesor, adoctrinador de muchas generaciones de escolares y jefe del negociado de Derecho de la Universidad Central.
Fué el Sr. Pariente durante algunos años
auxiliar de la Secretaría de esta Facultad de
Farmacia, cargo que desempeñó con celo y
acierto, granjeándose el afecto de los catedráticos y de los alumnos por su inteligente gestión y por su carácter afable y bondadosoDescanse en paz el cariñoso amigo.
A d m i n i s t r a c i ó n de las drogas delicuescentes en cápsulas.—El Dr. N. G. Davis, de
LA FARMACIA ESPAÑOLA
Chicago, recomienda el uso de una mezcla de
una pasta de cera pura de abejas y tres de
aceite de ricino como excipiente para la administración en cápsulas de gelatina de sales
delicuescentes, como: ioduro de potasio, ioduro de sodio, bromuros, etc.
Recomienda también él uso de este excipiente al administrar substancias líquidas,
como guayacol, aceite de sándalo, etc.
"Hemos realizado nosotros—dice la Revista
Farmacéutica, de Buenos Aires—un ensayo
con la fórmula indicada, sin obtener el resultado ofrecido por el Dr. Davis; pero in virtiendo las cantidades, ó sea usando una mezcla de
J^'68 P.g£íes de cera.y mía parte de aceite, ohtu vimos un resultado admirable."
Accidentes por las conservas.—Sabido esa
que el consumo de las conservas alimenticias
pueda acarrear accidentes. El Dr. Garles estudia detenidamente su causa en la Gaz. de
Sc. Med. de Bardeaux.
Al retirar del autoclave las latas de conservas y enfriarse ofrecen diferente aspecto sus
bases. Si se esterilizó bien, el poco oxigeno
que quedaba fué absorbido por la materia orgánica; hay un vacío parcial en el que actuando la presión atmosférica sobre los fondos
los vuelve cóncavos; por el contrario, si ia
c jnservano se esterilizó bien predomina la
presión interna y los fondos se tornan convexos, no debiéndose considerar como buena
piara la venta aquella caja.
Hay fábrica que suele hacer un pequeño
a^ujoriío en la caja para que escape el gas
que surge silbando y luego se suelda esa p i C dura y se esteriliza de nuevo. Si ello se hace
pronto y en latas de conservas vegetales, puede tolerarse. Pero si se hace tardíamente, hay
conservas (setas, por ejemplo) que pueden
haberse alterado ya mucho y provocar en el
consumidor algunos trastornos digestivos, cefalea, etc. Si esa maniobra se realizó en las
latas de carne, arroz ó salchichería, las consecuencias pueden ser más importantes, tanto
mayores cuanto más tiempo tranctirrió entre
la primera y la segunda esterilización.
Téngase presente que la importancia de los
accidentes se halla en relación con el estado
del aparato digestivo de cada individuo; los
hay que nada notan y mientras otros sufren
gravemente.
Más peligrosas son esas consecuencias si se
trata de conservas de animales de sangra fría,
crustáceos, peces, que fermentan más rápidamente.
Es de advertir, además, que tales latas apenas se abren sufren un aceleramiento en su
descomposición. Es de costumbre peligrosa
tardar á consumirlas, aun siendo buenas.
Donativos italianos.—El Sr. Lázaro Levi,
muerto hace tiempo, ha dejado su patrimonio
da más de 1.000.( 00 de liras á la beneficencia
pública; el caballero Luis Spadaccini ha dado
á la obra antituberculosa infantil de Milán
10.000 Liras para el sostenimiento de una
cama; en la última reunión de la Empresa de
automóviles "Fiat" se ha concedido por aclamación la suma de 500.000 liras para los inválidos de la guerra; para el mismo objeto ha
809
contribuido con 250.000 liras la Metallurgia de
Brescia; el difunto diputado por Vercelli, señor Gugnolio, legó 15.000 liras al hospital de
esta ciudad; al hospital mayor legó el Sr. Manzoni 400.000 liras; la sociedad Uva y Elba ha
donado 10.000 liras á los inválidos; el general
Capurro, recientemente muerto en Génova,
ha legado toda su fortuna al hospital civil
para la construcción de su nuevo edificio en
San Martino de Albaro; la señora viuda de
Bereta ha hecho donación de 100.000 liras, reservándose su usufructo hasta el día de su
muerte, al hospital mayor de Milán.
¿A quién pertenece l a receta?—La Revista
Farmacéutica, de Buenos Aires, ha publicado
el siguiente suelto:
"Muchos han sido los debates que en nuestro país se han desarrollado alrededor de esta
pregunta, y como nunca se ha llegado á una
resolución definitiva, creemos muy conveniente hacer conocer una resolución tomada
hace poco tiempo por l a corte de Londres,
referente á un caso interesante que, seguramente, les llamará la atención:
Una señora enferma, consultó á un médico,
de quien recibió una receta, la cual fué entregada, personalmente por la misma enferma, á
una farmacia, para su preparación. Al entregársele los medicamentos recetados, no se le
devolvió la receta, manifestando el farmacéutico al ser pedida nuevamente su devolución,
por el esposo de la enferma, que no podía
complacerle por tener orden de los señores
médicos de no devolver ninguna de las recetas que no fueran expresamente autorizadas
por ellos mismos. Üna querella se inició,
entablada por el esposo contra el farmacéutico.
Ante el Tribunal, el médico manifestó que ei
farmacéutico había procedido según sus indicaciones, y que al proceder en esta forma, era
solamente como medida de protección para
el público mismo. Demostró claramente el
peligro que entraña dejar que el cliente conserve en su poder la receta, pues ocurren frecuentemente intoxicacioñes, producidas por
administrar á niños de corta- edad medicinas
recetadas para adultos, ,sin consultar previamente con un médico. El había pedido á los
farmacéuticos le informaran siempre que uno
de sus clientes pidiera la devolución de la
receta, y había puesto en práctica el escribir
las palabras devuélvase al paciente, á toda receta que podía ser devuelta. El abogado que
representaba al demandante, insistió en que
la receta no tenia ningún valor para el farmacéutico.
El juez resolvió que ningún derecho tenía
el demandante á la propiedad de la receta,
pues ésta había sido entregada por el médico
á la enferma, para que pudiera ella misma
llevarla á manos del farmacéutico para su
preparación, y evitar en esta forma que tuviera que i r personalmente el médico á la farrascia á pedir las medicinas necesarias para
la enferma. La demanda fué rechazada, con
costas."
Los Amigos del Libro.—Hemos recibido la
Memoria que se presentó en la Conferencia de
LA FARMACIA ESPAÑOLA
810
Editores y Amigo? del Libro celebrada en
Barcelona á principios do Junio, y que tan
elogiada ha sido. Efectivamente, el autor de
este trabajo trata desde un elevado punto de
vista la cuestión del libro español, presentándolo como vehículo principal de difusión da
nuestra cultura y de nuestro espíritu en t o dos los países de habla castellana, el más apto
mra estrechar las relaciones de España con
a América española. Propone la fundación de
una Cámara del Libro español ó Asociación
de los Amigos dal Libro, en la cual junten sus
esfuerzos todos los amantes del libro y de la
lengua, y se dirige á todos: escritores, políticos, hombres de estudio y de voluntad, no
menos que á los elemantos industriales del
libro, á fin de que presten apoyo á su hermoso pensamiento.
Recomendamos eficazmente la lectura de
este notable trabajo á todos nuestros lectores,
quienes p o d r á n obtener ejemplares pidiéndolos á la secretaria interina, Claris, 73, Barcelona, de donde «e enviarán gratis por
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