Análisis de Iniciativa que Dispone Aprobar Reforma a la Constitución Política de la República de Guatemala (Iniciativa de Ley 4028, impulsada por Pro-Reforma) 1. El modelo de Estado Constitucional La construcción moderna de los modelos de Estado, ha pasado desde el Estado liberal, hasta el Estado social y democrático de derecho. En este devenir histórico, la crisis del Estado liberal tiene lugar porque los derechos se habían convertido en simples declaraciones formales (retóricas), sin contenido material. Por su parte el Estado social y democrático de derecho, implicó una trasformación social, política y económica. Ésta se caracterizó en cuanto al Estado Social, por el reconocimiento y protección de los derechos sociales, tales como salud, educación y trabajo, con la intervención de los poderes públicos organizando el modelo económico.1 El Estado democrático se orienta a la materialización de los derechos a la libertad e igualdad, que posibiliten la mayor participación de la persona en los aspectos de la vida social y política, como factores esenciales que facilitan el desarrollo integral de la misma. Esta dimensión de la democracia no se limita únicamente al tema de la participación electoral, sino en todos los órdenes de la vida social, política y económica que le pueden favorecer o afectar su desarrollo como persona. Implica también que la participación de la persona no puede limitarse por ninguna condición, tales como sexo, edad, raza o por cualquier otro aspecto con fines discriminatorios. Esto está reconocido en la Constitución Política de la República de Guatemala en los artículos 1, 2, 4, 5, 12, 28. 1 Suárez Sánchez Alberto, Debido Proceso. Pág. 27 Finalmente el Estado de Derecho, conlleva la sujeción de todas las personas, especialmente del poder público al imperio de la ley, además, consustancial al Estado de derecho plantea la división de poderes estatales y la no subordinación entre los mismos; el Estado Derecho basa su legitimidad en la adecuación a limites racionales y al respeto irrestricto a los derechos humanos, a través de la observancia de derechos, garantías y libertades fundamentales, como el de legalidad, separación de poderes, independencia judicial, mínima intervención, entre otros.2 La Constitución Política de la República reconoce la división e independencia de poderes en los artículos 141 y 203. Nuestra Constitución Política de la República (en adelante CPRG) ha establecido las bases para construir un modelo de Estado Social y Democrático de Derecho,3 organiza para ello se en forma de república democrática y representativa, el fundamento de su legitimidad es el respeto de los derechos humanos y su fin supremo es la realización del bien común. Artículos 1, 2, 3,4, 152. Los siguientes artículos de la CPRG fundamentan la orientación del Estado social y democrático de derecho en Guatemala: artículo 1. Protección de la persona y la familia como objeto de organización del Estado. 2. Deberes del Estado a garantizar a los habitantes la vida, la libertad, la justicia, la paz y el desarrollo integral de la persona; artículo 3. Derecho a la vida; artículo 4. Derechos de libertad e igualdad para hombres y mujeres. Articulo 5. Libertad de acción. 51 Protección a menores y ancianos; 58 Identidad Cultural; 71, Derecho a la Educación; 94, Obligación del Estado sobre salud y asistencia social; 97, Medio ambiente y equilibrio ecológico; 99, Alimentación y Nutrición; 100, Seguridad Social; 102, Derechos sociales mínimos de la legislación del trabajo; 108, Régimen de los trabajadores del Estado; En este sentido. Díaz Efraín. Estado de derecho y sociedad democrática. Pág. 17 Esta construcción teórica se atribuye entre otros autores a Herman Heller citado por García Pelayo, Manuel. Las transformaciones del Estado Contemporáneo. Pág. 12 2 3 118 Principios del régimen económico y social; 119 Obligaciones del Estado, entre otros. 2. Grandes problemas nacionales y acuerdos de paz A pesar del reconocimiento constitucional del Estado Social y Democrático de Derecho, el Estado de Guatemala enfrenta serios problemas históricos que en buena medida propiciaron el conflicto armado que duró 36 años y que generó miles de víctimas que sufrieron graves violaciones a sus derechos humanos; estos problemas históricos principalmente están directamente asociados a la impunidad, la desigualdad económica, social y política de las grandes mayorías de la población: pueblos indígenas, mujeres, niñez y adolescencia, lo que en la práctica implica que las personas pertenecientes a estos grupos sociales no disfruten sus derechos en condiciones de igualdad que el resto de ciudadanos. A pesar del retorno a la democracia y la firma de los acuerdos de paz, así como de varios esfuerzos emprendidos por diversos sectores políticos, sociales y el apoyo de la comunidad internacional, los problemas históricos indicados en el párrafo anterior no se han resuelto, más bien se han profundizado en la última década. Dichos problemas no necesariamente devienen del diseño constitucional sino de una estructura social profundamente desigual y discriminatoria que ha pervivido desde varios siglos y que aún no se ha podido desmontar; asimismo esta estructura social ha permitido que la práctica de impunidad perviva y que en la actualidad la falta de castigo para los delitos de las graves violaciones a los derechos humanos sea un elemento que alimenta más la impunidad y la violencia social. El conflicto armado interno evidenció las contradicciones históricas de naturaleza social, económica, política y cultural de Guatemala. Entre ellos los grandes problemas nacionales: a. El racismo, la subordinación y la exclusión de los pueblos indígenas; b. La subordinación y exclusión de las mujeres, la niñez y la juventud; c. La exclusión económica y política de la mayoría de la población d. Una estructura socioeconómica que favorece la concentración de la riqueza y poder en pocas manos; e. El autoritarismo y la violencia como forma de atender los conflictos sociales. f. La debilidad institucional del Estado para cumplir sus funciones de garante y promotor del respeto de los derechos humanos individuales y colectivos; g. Un sistema de Justicia burocrático, discriminatorio e influenciado por los intereses e influencias de poderes fácticos, que facilita la impunidad de los delitos en graves de las graves violaciones a los derechos humanos tanto del conflicto armado como los del presente; h. La pervivencia de estructuras de seguridad y prácticas ilegales que no permiten consolidar un sistema de seguridad ciudadana respetuosa de los derechos humanos. La anterior problemática hace necesario avanzar a la materialización de Estado Social y Democrático de Derecho que consagra nuestra Constitución Política de la República, como forma de garantizar tanto los derechos individuales como los derechos colectivos de todos y todas. Ante tal situación los Acuerdos de Paz deben ser asumidos como compromisos políticos de Estado, específicamente el “Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas”, el “Acuerdo sobre aspectos Socioeconómicos y situación Agraria” y el “Acuerdo sobre El Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad democrática”, los que definieron algunos aspectos centrales para retomar el modelo de Estado constitucional y superar los grandes problemas históricos del país, tales como: i. Mejorar, modernizar y fortalecer el Estado y su sistema de gobierno republicano, democrático y representativo; ii. Reconocer la identidad y los derechos de los pueblos indígenas para la construcción de una Estado multiétnico, pluricultural y multilingüe; iii. El desarrollo socioeconómico participativo con justicia social orientado al bien común que responda a las necesidades de toda la población; iv. Reformar y modernizar la administración de justicia. v. Reformar el sistema de seguridad hacia un modelo democrático y respetuoso de los derechos humanos y la interculturalidad. vi. Modernizar el ejército hacia un rol acorde a una sociedad democrática. vii. Modernización de la administración pública. viii. Promover la participación social de la mujer. 3. Análisis de la iniciativa 4028, que pretende aprobar reformas a la Constitución Política de la República A continuación se analizará la iniciativa 4028, que pretende aprobar reformas a la Constitución Política de la República, para el efecto se analizarán los considerandos de la iniciativa, así como algunos artículos estratégicos de la misma. 3.1 Análisis de la exposición de motivos La exposición de motivos de la iniciativa 4028 plantea un modelo de Constitución que no es congruente con el Modelo de Estado Social y Democrático de Derecho anteriormente descrito, esto debido a que a) La exposición de motivos plantea una orientación absolutamente individualista del Estado y disminuye el espíritu de desarrollo de los derechos económicos, sociales y culturales. A su vez hace un juego de palabras entre interés particular e interés social, desnaturalizando los principios de solidaridad y fraternidad propios de los Estados Republicanos. b) Además la propuesta analizada no considera el carácter multilingüe, multiétnico y pluricultural de Guatemala la cual está conformado por cuatro pueblos: ladino, maya, Xinca, y Garifuna, cuya visión del mundo difiere de la cultura occidental y cuyo equilibrio se basa en los diversos componentes de la naturaleza de la cual el ser humano es sólo parte de ella. 3.2 Análisis de artículos estratégicos Artículo 161. Prerrogativas de senadores y diputados. Esta propuesta contempla como prerrogativa de los senadores y diputados, que la pena a imponer a una persona por el delito de calumnia en contra de senador o diputado, sea del doble del castigo normal para este delito. Esta disposición viola el derecho constitucional a la igualdad, pues no existe argumento jurídico o político criminal para castigar en forma más severa los delitos cometidos contra un funcionario público que los cometidos contra particulares, así mismo, limita la libertad de expresión y crítica hacia la función de los funcionarios públicos. En este mismo artículo se establece el mandato para el juez de otorgar medida de coerción personal de arresto domiciliario en los procesos penales en contra de senadores o diputados, hasta que la sentencia esté firme. Esta disposición contraviene la garantía procesal de independencia judicial (artículo 203 CPRG) y el derecho a la igualdad (artículo 4 CPRG), ya que el legislador ex ante se abroga facultades de juez al imponer medida de coerción personal a priori sin considerar si cumple con los requisitos formales y sustantivos para tal medida. Así mismo esta disposición viola también el derecho a la igualdad, ya que la calidad de senador o diputado sería el elemento que le otorga privilegios para no ser sujeto de prisión preventiva; aspecto que coloca al ciudadano y ciudadana comunes y corrientes en una situación de discriminación. Artículo 162. Requisitos y prohibiciones para ser senador o diputado. Uno de los grandes problemas del sistema político guatemalteco es la escasa participación de mujeres, indígenas y jóvenes en la toma de decisiones que les afectan, lejos de facilitar la participación ciudadana, la iniciativa objeto de estudio incrementa los requisitos necesarios para ser senador o diputado. En primer lugar la edad de 50 a 65 años para senadores y en segundo lugar la edad de 30 años para diputados. Actualmente no existe limitación de edad, más que la mayoría de la misma. Si tomamos en cuenta que la expectativa de vida de los guatemaltecos promedio es de 60 años y con las condiciones actuales de violencia, donde se cometen más de 48 homicidios por cada cien mil habitantes, las posibilidades reales de que la mayoría de la población puede ser senador son mínimas y favorecerían a aquellas elites que si cuenta con los recursos económicos y políticos para acceder al poder. En segundo lugar, el 70% de la población de Guatemala es menor de 30 años, por lo que de aprobarse esta propuesta, una gran parte de la población quedarían fuera del goce de los derechos civiles y políticos garantizados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Declaración Americana de Derechos Humanos y el Pacto de San José; principalmente el derecho de elegir y ser electo. Asimismo, contraviene el artículo 136 y 147 de la CPRG que no sufre modificación por la propuesta de Pro Reforma. En la práctica, una minoría del 30% de la población sería la única que puede abrogarse la representación del pueblo en la función legislativa. Artículo 171. Integración del senado. Este artículo establece un senado conformado por cuarenta y cinco miembros. Norma que los senadores deberán ser mayores de cincuenta años y durarán en el ejercicio de su cargo quince años. Además regula que los senadores serán electos por personas mayores de cincuenta años. Esta disposición también viola el derecho humano a la igualdad, contemplado en el artículo 4 CPRG, que indica, “En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades”. La limitación de participar como candidato a senador, por la edad, constituye una discriminación intolerable constitucionalmente. Además contradice el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo. Artículo 177. Aprobación, sanción y publicación de la ley. Violentado el principio constitucional de pesos y contrapesos se exonera a las Leyes aprobadas por el Senado de sanción por parte del organismo ejecutivo. Este Senado compuesto por un grupo de ciudadanos de entre 50 a 65 años, lo que sienta las bases de un sistema elitista, gerontocrático, excluyente, absolutista y abiertamente antagónica con los artículos 1 y 2 de la CPRG. Artículo 165. Atribuciones generales del Congreso. Uno de los puntos centrales de la iniciativa es la creación de un senado con poderes extraordinarios, que en ocasiones subordina a los otros poderes del Estado, tal es el caso de la literal f del artículo 165 de la iniciativa, que le otorgan poderes extraordinarios al Congreso para destituir al Presidente de la República por “denuncias fundamentadas de corrupción presentadas ante el Congreso de la República”, o por “extralimitación en el ejercicio de sus funciones”, dicho artículo no hace referencia a procesos penales en curso contra el Presidente ni mucho menos a condenas. Esta propuesta afecta el equilibrio de poderes lo cual contraviene el artículo 141 de la CPRG y deja facultades arbitrarias al Congreso, en tanto que no queda claro que no existen criterios de calificación y procedimentales para los extremos de la destitución del Presidente. Esta modificación abre la puerta a que la revocación del mandato presidencial se supedite a conflictos de índole político ideológico y/o económico y altera el sistema de pesos y contrapesos actualmente existente con el antejuicio que, aún con sus debilidades, limitaciones y necesidad de reforma, blinda el sistema de la manipulación política. Artículo 183 Funciones. Este artículo se refiere a las funciones del Presidente de la República. La inserción de la literal d) referida a la facultad presidencial de “hacer que se cumplan estrictamente las sentencias judiciales”, esta literal no establece límites necesarios al ejecutivo para que esta función la lleve a cabo con los entes responsables, como la policía en coordinación con instituciones como el Ministerio Público, según el caso. La literal r) abre las puertas para la privatización de todos los servicios públicos, ya que establece que cualquier persona natural o jurídica podrá siempre a prestarlos, sin necesidad de licencia o autorización especial alguna. Esta disposición debilitaría aún más al Estado y dejaría en absoluta indefensión social a las grandes mayorías del país, llevando a nivel constitucional el Estado Neoliberal. Artículo 203. Independencia del Poder Judicial y Potestad de juzgar. Como se redacta dicho artículo se estaría “facultando arbitrariamente el uso de la fuerza por parte de la judicatura”; ya que el poder judicial podría autorizar para cumplir sus resoluciones cualquier diligencia que considere necesario. Hay que recordar que las resoluciones judiciales deben cumplirse por las autoridades policiales y judiciales que corresponden, para ello se deben contar con procedimientos para no afectar los derechos humanos de ninguna persona, por lo que la redacción del artículo en mención lleva más allá de las facultades que tiene el poder judicial y podría ser fuente de gran arbitrariedad, incluso convirtiendo al poder judicial en un órgano de seguridad. En cuanto a la independencia judicial, curiosamente en la propuesta de Pro Reforma, se suprime el mandato constitucional de tipificar y sancionar el atentado en contra de la independencia del organismo judicial. Artículo 169. Citación al Presidente de la República. El epígrafe no obstante no tiene valor jurídico, es incongruente con su contenido, ya que el mismo se refiere a interpelación de funcionarios públicos. Este artículo plantea una especie de interpelación al Presidente de la República, con la posibilidad de que sea censurado y sometido a consulta popular con potencial revocación del mandato presidencial. En el caso de Ministros y funcionarios de instituciones autónomas, semiautónomas y descentralizadas, contra quienes emita voto de censura la cámara de diputados, están obligados a renunciar o quedan destituidos ipso facto. Este artículo es tan laxo, que permite la interpelación de alcaldes, norma que puede contravenir el artículo 253 constitucional referido a la autonomía municipal. Este artículo abre la posibilidad de un excesivo poder del organismo legislativo, rompe la división de poderes, y el sistema de pesos y contrapesos. Artículo 175. Primacía Constitucional y jerarquía de las normas. Este artículo plantea una jerarquía normativa de la siguiente manera: 1. La Constitución Política de la República; 2. Los tratados y convenciones sobre Derechos Humanos, celebrados, aprobados y ratificados por los organismos correspondientes del Estado de Guatemala; 3. Las leyes emitidas por la Asamblea Nacional; 4. Las Leyes decretadas por el Senado; 5. Los tratados no incluidos en el numeral 2 de este artículo; 6. Los decretos legislativos emitidos por la Cámara de Diputados; 7. Las disposiciones gubernativas y reglamentarias. Esta jerarquía es contraria a la doctrina moderna de Derechos Humanos sostenida en el ámbito jurisprudencial y académico a nivel de los países desarrollados, en donde se plantea claramente la supremacía de los tratados de derechos humanos sobre la legislación interna, y que en todo caso de conflicto entre normas constitucionales e internacionales en la materia prevalece la que proteja más el derecho. Esta disposición en el fondo nuevamente fortalece la visión de que debe protegerse la soberanía a costa incluso de los derechos humanos. Además la Corte de Constitucionalidad ha indicado en la sentencia 19-10-90, gaceta número 18, expediente número 280-90, pág. 99, que las normas de los tratados y convenciones internacionales en materia de derechos humanos son norma constitucional, lo que implica la armonización de éstos con dichas normas y la jerarquía constitucional de las normas de derechos humanos. Artículo 176. Presentación y discusión. Pro Reforma plantea procedimientos distintos para normas aprobadas por el mismo poder legislativo. Las Leyes aprobadas por el Senado, no están sujetas a los procedimientos de dictamen de las comisiones legislativas, caso contrario de los decretos legislativos aprobados por la cámara de diputados, que además de los procedimientos de dictamen, contemplan para la publicación electrónica de las iniciativas admitidas; también la posibilidad de que los ciudadanos emitan comentarios y opiniones. Especialmente obligan a la cámara de diputados a informar a la población sobre los efectos económicos y jurídicos, así como afectará a la población su implementación. El senado está eximido de esta obligación. Esto es contradictorio, ya que el senado tiene facultad de aprobar Leyes del Sistema Tributario, de derecho privado, de derechos humanos; leyes todas que afectan jurídicamente y en los dos primeros casos con un gran impacto económico y financiero. ¿Qué intereses hay para privilegiar al senado? Esta propuesta en materia de reformas a leyes constitucionales, elimina el candado de que exista dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad, tal y como el artículo 175 de la CPRG actual. Además le quita la iniciativa de ley a los mismos diputados en forma individual, lo que indirectamente restringe derechos políticas, la de la Universidad de San Carlos y la del Tribunal Supremo Electoral. En el caso de las que conoce el Senado, el Presidente también queda sin iniciativa de ley, lo que implica que no puede proponer reformas tributarias. 4. Conclusiones La propuesta de Pro Reforma presenta serias contradicciones con el espíritu del Estado Social y Democrático de Derecho que ha erigido la Constitución Política de la República de Guatemala, vulnera el derecho a la igualdad, favorece la supresión de garantías sociales, eleva a rango constitucional la exclusión política y suprime la independencia y división de poderes. La propuesta Pro Reforma no entra a ninguna consideración sobre la conformación multiétnica, plurilingüe y multicultural de Guatemala, no obstante la enorme deuda del Estado guatemalteco sobre los pueblos indígenas, más bien con ella se está volviendo a intentar una asimilación discriminatoria en pleno siglo XXI. La propuesta Pro Reforma deja a un lado los Acuerdos de Paz que contienen una agenda política para iniciar a superar los enormes problemas del país. La propuesta de Pro Reforma privilegia a las elites económicas y políticas, tirando a sus pies una alfombra de superpoder por medio del Senado, abriendo las puertas a la privatización de los servicios públicos de carácter esencial con la cual se debilitaría más el Estado guatemalteco; asimismo otorga privilegios políticos y jurídico - procesales penales a diputados; La propuesta de Pro Reforma sobrepone a una concepción decimonónica y retrógrada de soberanía del Estado de Guatemala a los avances del derecho internacional de Derechos Humanos queriendo retroceder los avances obtenidos en la parte fundante de la Constitución vigente, así como de la jurisprudencia desarrollada hasta el momento. La propuesta de Pro Reforma no facilita ni aporta herramientas para la resolución de los grandes problemas nacionales, algunos de ellos identificados en los Acuerdos de Paz; más bien profundizan las causas estructurales de la exclusión de género, de etnia, de edad y de clase; así como de la impunidad y la violencia reinante. Peticiones de la Convergencia por los Derechos Humanos de Guatemala Solicita a la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República emitir dictamen desfavorable a la iniciativa 4028 que dispone aprobar reforma a la Constitución Política de la República de Guatemala presentada por 73,193 ciudadanos patrocinados por Pro Reforma. Solicita que cualquier iniciativa de reforma constitucional sea ampliamente sometida a discusión nacional, tomando en cuenta la más amplia participación ciudadana, principalmente de los pueblos indígenas, mujeres, niñez y juventud, campesinos, etc., con quienes el Estado guatemalteco tiene una enorme deuda histórica en materia política, económica, social y cultural.