MEMORIA DEL VIAIE Máximo Machín Iriarte I Ar A i"* ,;"i'" :- J Capítulo I El 27 de Septiembre del año 1911 y en el pueblo o villa de SOS del Rey Católico, provincia de Zaragoza, vi la primera luz; soy el primogénito del matrimonio compuesto por Francisco Machín Bueno y Juana Iharte San Juan, ambos hijos de labradores y nací en el palacio donde nació el rey Fernando el Católico y en la misma habitación, varios siglos antes y esto aunque parezca extraño para el lector, si tiene la paciencia de seguir leyendo; no lo será; esta habitación forma parte del palacio de los Sada, al que a petición propia se trasladó desde el pueblo de Navarra, llamado Sangüesa y montada en un borriquillo la madre de dicho rey, pues quería que su hijo naciese en Aragón; este pueblo forma parte de las cinco villas de Aragón, llamadas Tauste, Egea de los Caballeros, Sádaba, Uncastilloy Sos, este pueblo que en año 1.911 tenía 6.000 habitantes, está situado al norte de la provincia de Zaragoza y en el límite de Navarra a 13 Km. de Sangüesa y 30 de Cancastillo, ambos pertenecientes a Navarra; región eminentemente agrícola donde los cereales son su mayor riqueza. El motivo de que naciese en dicho palacio fue debido a que mis padres ocupaban una parte de el, como inquilinos, junto con otras familias, como si e una casa de vecindad se tratase, pues en el pueblo, las casas las ocupaban sus propietarios con sus familias y nada había para alquilar; así que con el consentimiento del Ayuntamiento y sin pagar renta de ninguna clase, allí en un dicho edificio vivían varias familias del pueblo, pero expuestos a que cuando se les indicara, tenían que desalojarlo. En aquellos años solo se construían viviendas en aquellos pueblos si no eran para uso propio y esto los que económicamente lo podían hacer, y mis padres esto no e lo podían permitir a parte de que no pensaban vivir siempre en dicho lugar, pues preveían que sin tardar muchos años tendrían que abandonar dicho pueblo y así fue; solo los que tenían medios de vida, los propietarios de grandes fincas; pero como eran muchos más los que no tenían medios de vida, si no era por medio de algunos jornales que en épocas de siembra y recolección podian ganar su vida era muy dura y tenían que ingeniarse mil formas para sobrevivir y empezó el éxodo de muchas familias a buscar su vida en otros lugares de España por lo que hoy en el pueblo solo hay 900 habitantes y causa gran pena ver la mayoría de las casas abandonadas, hundidas o a punto de desmoronarse, sin tejados y con las puertas cerradas las que aun las conservan, pero llenas de telas de araña, lo cual indica que hace muchos años que por allí no ha pasado nadie; en lo más alto del pueblo existe un castillo con su mirador que ha sido conservado y desde este mrador puede contemplarse con gran tristeza las casas en ruinas y sus calles llenas de hierba, en total abandono y esto para mi, que conocí aquello en muy distinta forma que jugué, corrí y me divertí en mis años de infancia me produce una tristeza infinita, pues en aquella época no había ni una casa vacía, al contrario, en muchas vivían varias familias a las que unia algún parentesco mas o menos lejano y aunque pobremente se vivía con alegría y donde hoy solo se ven hierbajos, podian contemplarse macetas con flores y sus calles aunque empedradas, totalmente limpias. A una de estas familias, pertenecí yo y si bien mis padres trataron de aguantar en dicho lugar pues cuesta mucho abandonar el lugar donde uno ha nacido, aunque no haya sido muy bien tratado y como ninguno tenían mucho, se dedicaban a cualquier trabajo que les permitiera ir viviendo ya que no tenían nada en propiedad, pues ambos pertenecían a familias de labradores, estos, todos tenían familia numerosa y al ir haciéndose hombres, no habia trabajo para todos y cuando se casaban tenían que abandonar la casa paterna y buscarse la vida como podían. Mi padre que era bastante inteligente y decidido y tenia alguna preparación pues era uno de los pocos que sabia escribir, leer y algunas nociones de aritmética y geografía y además era muy fuerte físicamente, cuando hubo de incorporarse al Servicio Militar aprovechó para ampliar su conocimiento y en tres años que hizo de soldado en el arma de Caballería tuvo ocasión de prepararse para afrontar la vida, con alguna posibilidad de éxito; por otro lado su novia, la que después fue mi madre también tenia las mismas cualidades y era hábil para todo cuanto una mujer de aquellos tiempos y lugares se veia obligada a realizar y los dos tenían en común, una alegría y decisión que todos los vecinos admiraban y gozaban de su simpatía, pero como nada tenían en propiedad, tenían que arrimarse a los pobres como ellos, ya que los ricos tenían su círculo aparte y la diferencia de vida era muy grande. Cumplidos los tres años de Servicio Militar mi padre volvió al pueblo y trabajó duro para distintos terratenientes, pues se disputaban sus servicios ya que tenia gran habilidad para cualquier trabajo relacionado con la agricultura, pero era tan poco lo que pagaban que era imposible ahorrar algún dinero y esto siendo soltero podían vivir y divertirse, pero como el lo que pretendía era casarse y después de pasar algunos años, tomó la decisión de emigrar y en compañía de dos amigos que estaban en las mismas condiciones que el o parecidas, se trasladó a América, concretamente a La Argentina, el viaje fue una verdadera aventura, embarcó en Barcelona en un vapor llamado "Patricio Satrústegui" y cuya travesía se prolongaba un mes en circunstancias normales, pero debido a una avería en sus calderas de vapor y enfermedad de algunos de los fogoneros, tardaron 40 días y se vio obligado a trabajar de fogonero para alimentar de carbón dichas calderas o generadores de vapor; pero por fin llegaron a Buenos Aires. Mientras su novia en el pueblo, se sentia orgullosa de la decisión tomada y dispuesta a esperarle todo el tiempo que fuera preciso, aunque no le faltaban ocasiones de tener otros novios e incluso proposiciones de matrimonio. Cuando esto ocurría, el tenia 28 años y ella 22: en la capital de Buenos Aires se dedicaban a buscar trabajo y le ocurrieron algunas anécdotas, una de ellas que a mi me contó fue que uno de sus acompañantes, al pisar el muelle vio un peso en el suelo y en lugar de recogerlo, exclamo "cuando aquí el dinero está por el suelo, mucho más habrá mas adelante" y dándole con el pié lo dejó; asi de animosos y optimistas estaban si bien mi padre no aprobó aquel gesto: este amigo, también protagonizó otra anécdota y fue que caminando por las calles de la capital, se perdió de sus amigos y para dar con ellos, no se le ocurrió mejor cosa que preguntar en la calle a cuantos se cruzaban en su camino, lo siguiente, "oye ¿has visto por aquí a unos de SOS que los ando buscando? a lo que algunos contestaban con acento argentino " si, y también vi a la puta tu madre" esto viendo la pinta de quisn les preguntaba y vestido con el clásico traje de baturro, no es extraño que creyesen que les tomaba el pelo; por fin volvieron a encontrarse y como pasaban los dias y no encontraban trabajo, el que despeció e! peso en el muelle, queria volver a recogerlo y fue mi padre el que le quitó semojante idea de la cabeza; después de prestarse para hacer algunos trabajos de poca importancia, conocieron a un estanciero, propietario de una inmensa finca, en la que habia trabajo para todo aquel que no les hiciese ascos a los trabajos del campo: este propietario, un italiano que legó a La Argentina siendo niño y ya contaba sus 60 años, se dedicaba a la siembra de maiz principalmente y a la cria de ganado, su estancia o rancho podia ser comparada con un pueblodel campo español por la cantidad de personas que allí vivían y trabajaban, pero españoles no habia ninguno, lo cual al principio resultó un poco deprimente, para mi padre y sus amigos, pero ellos procuraron adaptarse, pues el trabajo duro del campo no era para ellos ninguna novedad, aunque si los métodos empleados, pues ya existían máquinas que ellos desconocían, pues en su tierra de Aragón toda la recolección de cereales se hacia a mano y por medio de animales, pero esto no fue obstáculo para que una vez sometidos a pruebas fuesen contratados, aunque el dueño no quería contratar a uno de los dos amigos de mi padre, pues entendía que no rendía lo suficiente, entonces el otro amigo y mi padre se negaron a seguir si no eran los tres y al fin lo consiguieron y allí permanecieron tres años, sin hacer otra cosa que trabajar y ahorrar algún dinero, pero para esto no salían de la estancia, sin otra diversión en los ratos libres que tocar la guitarra y jugar a la pelota en el frontón que en la estancia habia, ambas cosas mi padre las realizaba bastante bien pues en su pueblo ya las habia practicado; al cabo de permanecer allá los tres años, decidieron regresar a España, a su pueblo, pensando emplear sus ahorros en adquirir algunas tierras y organizar su vida; el viaje fue feliz dentro de los que cabe y a su llegada a SOS fueron recibidos con entusiasmo por parientes y amigos y mi padre se sintió feliz al encontrar a su novia esperándole y con el ajuar de novia preparado; asi que pasados algunos meses, contraían matrimonio y como digo al principio se instalaron a vivir en el palacio de los Sada. Como el dinero que el traia no era mucho para comprar tierras productivas, lo dedicó a comprar algún animal y aperos de labranza tomando en arriendo algunas tierras, pero con tan mala suerte que en dos años seguidos la cosecha se perdió debido a la sequía y otros fenómenos climatológicos, por lo que se desanimó de tal manera que renunció a ser labrador y solicitó una plaza de guarda forestal que le fue concedida; pero en un lugar distinto, no en su pueblo, por lo que tuvo que trasladarse al pueblo de Leciñena en la provincia de Huesca pero cerca de Zaragoza, y allí fuimos a parar yo al poco tiempo de nacer, mi madre fue contratada por el Ayuntamiento para dar clase de enseñanza a párvulos, y asi se inicio nuestra nueva vida y hasta con algún desahogo económico, pues se consideraba desahogo económico poder comer todos los días y no deber nada ni al tendero ni a nadie y mi madre podia permitirse el lujo de trasladarse en coche de caballos, de vez en cuando y conmigo en brazos a ver a sus padres y demás familiares en SOS, su pueblo; al año de estar en Leciñena nació mi segundo hermano y también en SOS del Rey Católico, como yo, pero este en casa de sus abuelos maternos; a este le pusieron de nombre José y en estas páginas le nombraré repetidas veces, pues su vida ha sido un calvario y vive de milagro. Asi pasaron en Leciñena cerca de tres años cuando mi padre, que tenia aspiraciones, se enteró de que en otro lugar de la provincia de Zaragoza estaba vacante la plaza de Guarda Mayor forestal que era de superior categoría que la que el ocupaba, el pueblo se llamaba Tiermas y estaba cerca de SOS pero en dirección a Francia en las estribaciones de los Pirineos y digo estaba, porque hoy no existe pues como otros muchos pueblos fue inundado por las aguas del Rio Aragón al construirse el pantano de Yesa que riega entre otras tierras, la lie lura de las Bardenas zona riquísima que solo necesitaba agua para producir maiz, cereales y remolacha principalmente y a la cual se llamaba el granero de España. En dicho pueblo nos instalamos en cuanto mi padre consiguió dicha plaza y alli vivíamos felices, pues era un pueblo pequeño de unos 500 habitantes que se dedicaban principalmente a la cria de ganado lanar y cabrío en los montes del Estado que abundan y dicho pueblo tenia también un balneario de aguas termales medicínales y un hotel bastante confortable en aquella época al cual llegaban enfermos de toda España y más de la vecina Francia, también existía un casino donde se jugaban el dinero los que allí tomaban las aguas: en verano se llenaba el pueblo de familias enteras francesas y estaba animadísimo, pues también se proyectaban algunas películas de aquella época y fue allí donde yo por primera vez vi cine y puedo recordar la película que vi y tenia 4 años, eso si, la vi varias veces y de ella recuerdo el paso de un tren hacia los espectadores por efecto de la cámara nos parecía que nos pasaba por encima y todos nos agachábamos instintivamente, también recuerdo ver un primer plano de un señor al que sacaron una muela y esta aparecía colgada de una cuerda con la cual se la sacaban delante de nuestros ojos y nos hacia exclamar "vaya muelón"; qué grande. También recuerdo al hombre que hacía de operador que para mi era un ser legendario y que se llamaba el Sr Celestino que a su vez era empleado del balneario. Mis recuerdos alcanzan también a las conversaciones que oia a todas horas sobre la guerra europea que estaba en pleno apogeo y sobre todo a las familias francesas ya que aquella se desarrollaba en teritorio francés, era el año 1.915.Yo jugaba con niños y niñas franceses, mi madre se sentía feliz y mi padre parecía satisfecho con su empleo e Guarda Mayor, en mis juegos recuerdo a una niña francesa que constantemente me invitaba a hacer el amor y me mostraba como lo hacia con otros niños y como yo no tenía todavía 5 años al contárselo a mi madre puso el grito en el cielo y procuró apartarme de aquellos juegos que como otras muchas cosas ocurridas en mi infancia quedaron muy gravadas en mi memoria, como veremos más adelante: asi iban pasando los días y llegó mi tercer hermano, una niña a la que se le puso de nombre Victorina, con la cual mis padres ya tenían tres descendientes. Mi padre disponía de muchos ratos libres, pues aunque tenía a su vigilancia una zona zona bastante grande de montes, disponía de un magnífico caballo y otros dos guardas como ayudantes y como en el casino se jugaba a las cartas, se aficionó a esto, atraído por el ambiente y porque disponía de algún dinero, mi madre veia esto con gran disgusto y preocupación y procuraba quitarle semejante vicio lo cual trajo consigo algunos disgustos entre ellos, por otro lado, también empezó a tener enemigos entre algunos caciques de la comarca propietarios de grande rebaños de ganado que siempre habian campado por sus respetos y burlado la ley de montes en vigor, lo cual tenía la obligación de hacer cumplir mi padre, y esto iba en contra de sus intereses partculares por lo que empezó a no ser persona grata en la comarca. Todo esto lo recuerdo yo y más tarde siendo ya mayor mi padre me lo explicó con detalles y cuando mi hermano menor empezó a dar sus primeros pasos yendo de los brazos de mi madre a los míos andando torpemente en una alameda del balneario se presentaron unos hombres a caballo preguntando por mi padre, mi madre notó que algo raro ocurría, entonces optaron por esperarle y cuando llegó, por e! gesto, mi madre notó que no le agradaba aquella visita y empezaron a hablar y luego a discutir y todo giraba sobre una denuncia que cumpliendo con su deber rni padre habia puesto a un cacique propietario de un gran número de cabras, por pastar en un monte propiedad del estado y que estaba absolutamente prohibido, como mi padre se mantenía firme empezáronlas amenazas y al fin se marcharon, el cacique " si no retiras la denuncia te vas a acordar de mi" y efectivamente asi fue; pasado un mes llegó un oficio de la jefatura de montes destituyéndole de dicho cargo y nombrando para sustituirle a uno de los que acompañaban a dicho propietario. De nada sirvió que algunos hombres del pueblo le apoyaran y cuando se presentó en la Jefatura de Montes en Zaragoza se encontró con la sorpresa, que habían numerosas firmas de propietarios de ganado y hombres de la comarca que le acusaban de tal número de calumnias, falsedades e inmoralidades que al enterarse casi se volvió loco y al ver que nada conseguía, teniendo toda la razón y viendo la engatada que le habían preparado algo muy grande debió decir o hacer en su reacción pues aunque pocas veces se enfadaba cuando lo hacia era bastante violento, el caso es que lo llevaron detenido y pasó algunos dias en la cárcel; cuando al fin volvió a casa en Tiermes , llegó hecho un guiñapo moral y físicamente, el que era un hombre fuerte, bien constituido físicamente y no mal parecido: de todo esto guardo yo recuerdo, aunque los detalles de todo sucedido el me los contó siendo yo casi un hombre. También recuerdo el nombre del que le preparó la maniobra a mi padre y causó nuestra ruina moral y económica. Se llamaba Juan de Arilla y era persona muy influyenteen aquella comarca, muy rico y con amistades en los centros oficiales de la capital de la provincia: Zaragoza, así pudo triunfar su maniobra; aunque yo le perdono y creo que también mis padres antes de morir. Después de ocurrir lo que relato no tubimos mas remedio que trasladarnos nuevamente a nuestro pueblo y aquí empezó una etapa dura, muy dura para todos; en principio, mis abuelos nos ayudaron en lo poco que podían mis padres se dedicaban a todo cuanto podia proporcionarles algún ingreso para mal comer, mientras mi hermano José y yo ¡bamos a una escuela de monjas que en el pueblo había, de ella solo recuerdo que las monjas nos daban un bocadillo a media tarde a los que no lo llevábamos de casa y nos limpiaban el culo cuando nos ensuciábamos, y lo único que aprendíamos era a rezar el padrenuestro y cantarle a la virgen. Bastante hacían, pues eramos muchos y todos menores de 5 años. Las conversaciones que oimos a los mayores generalmente grande la guerra que asolaba a Europa; pero ya sabíamos distinguir entre alemanes y franceses, aunque lo nuestro era jugar y ensuciarnos. Mi padre trabajaba en el campo cuando lo contrataban, mientras mi madre nos atendía y el tiempo libre, robando muchas horas a la noche, se dedicaba a coser prendas de vestir con una máquina que funcionaba a mano, regalo de mi padre en sus buenos tiempos y que pocas familias poseían. Viviamos en una casa de unos parientes que por tener otra en el campo, pocas veces ocupaban, pero cuando esto ocurría, teníamos que arreglarnos en una habitación, mis padres mis hermanos y yo. Al cumplir mis seis años yo era un niño fuerte, listo y decidido según referencias de mi madre, que ya podia contar con mi ayuda para muchas cosas propias de mi edad y como la necesidad enseña mucho a vivir, creo que en estas páginas podré demostrarlo. Yo tenia un apetito enorme y recuerdo que después de comer en casa, me iba a la de mis abuelos y volvía a comer, en estas circunstancias llegó mi cuarto hermano al que pusieron de nombre Francisco como mi padre, Paco para la familia e xxxxxx un niño robusto que parecía que se iba a tragar a mi madre cuando le daba de mamar, al mismo tiempo que la familia crecía las dificultades aumentaban y mi padre tubo que hacer de todo para poder sostenernos, fue carretero, cuidador de muías, cartero para repartir el correo en los caseríos que existen en la comarca y que alli se llaman pardinas o corrales, leñador, cazador, sereno, en fin hacia todo cuanto podía proporcionarle algún ingreso y mi madre le ayudaba haciendo de costurera, lavandera, cocinera trayendo a casa algún dinero o algún comestible, que todo se aceptaba. Como anécdota voy a relatar una profesión que ejercía y en la cual yo le ayudaba; cuando en el pueblo fallecía alguna persona, ella iba a rezar los rosarios en casa del fallecido al que acudían todos los parientes, vecinos y amigos y le daban algún dinero o algunos víveres, pero existia una competidora y la que primero llegaba se llevaba los beneficios, asi que cuando alguien estaba muy enfermo, mi madre procuraba enterarse como iba la cosa y como generalmente eran personas de mucha edad, casi se adivinaba el desenlace y me decía; mira hijo vete a tal casa y quédate en el portal sin que nadie te vea, verás entrar y salir mucha gente y cuando oigas que las mujeres lloran y corren por la casa dando gritos y se arma jaleo vienes deprisa y me lo dices; cuando esto era de noche, era fácil camuflarse pues no había luz de ninguna clase en el portal y a veces se pasaban horas esperando el desenlace; pero cuando esto ocurría mi madre era la primera en llegar, toda vestida de negro y se ponía a rezar, asi que cuando llegaba la competidora ya estaba bien situada, rezando y consolando a los familiares del difunto o difunta: esto aunque parezca inocente, siempre dio resultado y el cadáver se iba al otro mundo confortado y la familia tranquila y en mi casa habia comida extra dos o tres días. En la primavera del año 1.918 llegó mi primer trabajo por cuenta ajena, tenia yo 6 años y fui contratado para cuidar ovejas en un monte del pueblo llamado Los Zarecos y como ayudante de un pastor bastante viejo el trabajo era sencillo, pero yo pasé mucho miedo pues tenia que dormir en el monte en un refugio hecho con ramas de los árboles sin puerta y rodeado de las ovejas, el pastor se iba al pueblo y yo permanecía alli acompañado por un perro que era en realidad quien cuidaba de que las ovejas no se desperdigaran durante la noche y allí pasé desde el mes de mayo hasta octubre, de vuelta a casa mi madre me acompañó a cobrar la soldada de aquellos meses que fueron 6 y un capital de 90 pesetas, esto me llenó de orgullo y ya podía presumir ante los demás chicos. A partir de noviembre que en aquella región ya hace mucho frió hasta el mes de mayo siguiente habia que ir a la escuela donde unos frailes escolapios impartían la enseñanza gratuita a los numerosos chicos que íbamos y alli aprendí las primeras letras durante dos inviernos que pude asistir a clase, pues al llegar la primavera ya tenia otra ocupación para otros seis meses. Mi segundo trabajo fue cuidar un rebaño de yeguas de vientre llevándolas a un monte próximo llamado Valmediona, al amanecer y volviendo al pueblo con ellas al anochecer, este trabajo era más duro que el anterior, pero todas las noches dormía en casa y cobré en los seis meses que estube 180 pts además de la comida, claro que esta era bastante mala pues se componía de pan queso y algo de tocino no muy abundante para mi apetito pues pocas veces me alcanzaba para merendar. Llegado el invierno otra vez al colegio y al llegar la primavera del año 1.919 ya sabia leer el catón, escribir mi nombre y algo más, conocía los números y hacia cuentas de sumar, pero mi fuerte era la geografía pues con el puntero y ante el mapa de España era el primero; pero aquellos frailes lo que más nos enseñaban era religión, de esto, si que estábamos bien enterados y lo que más recuerdo es la bofetada que recibí de un fraile llamado Eusebio Pera y eso que a mis padres les decia que me quería quería mucho, asi que si no llega a quererme...pero era tanta mi vitalidad que en clase no podia permanecer quieto, llevava siempre la voz cantante en todos los juegos y travesuras que hacíamos protestaba cuando yo consideraba que se cometía una injusticia. Al llegar la primavera, otro trabajo se presentó: habia en el pueblo una vaquería y fui contratado para repartir la leche por el pueblo y llevar las vacas al monte y allí pasaba el día, al anochecer volvía al pueblo y una vez ordeñadas repartía la leche y asi permanecí otros seis meses y cuya soldada fue también de 180 pts. También esta primavera fue contratado mi hermano José y trabajó en una casa de labranza durante seis meses, de esto el también guarda el recuerdo, pues quedó marcado para toda su vida, un animal le dio una patada en la boca y aunque erró, su labio superior quedó marcado para siempre con una cicatriz. De esta época guardo también el recuerdo de una bestialidad que cometió conmigo mi padre muy extaño fue, pero lo cierto es que las cosas no debían irle muy bien y un dia me dio una tremenda paliza con manos y pies que si pude sobrevivir fue de milagro. El motivo si lo recuerdo, fue que mi madre me mandó a la tienda a buscar 15 céntimos de arroz, en el camino tropecé con un vendedor ambulante que vendia unas naranjas tan apetitosas recien traidas de Valencia en un carro, que no pude contenerme y gasté cinco céntimos en el sabroso fruto dándome un atracón y claro en la tienda solo compré 10 céntimos de arroz, cuando llegué a casa mi madre notó la diferencia y como llevaba en la boca las huellas de haber comido naranjas, no le fue difícil averiguar lo que habia pasado y estaba riñéndome por mi proceder, cuando llegó mi padre, enterado de lo que habia hecho empezó a golpearme rodando por el suelo y chocando contra las paredes de la habitación, fue una paliza brutal y sangraba por varias partes de la cara y mi madre asustada, trató de evitarlo, pero una cosa inexplicable, pues nunca , ni antes ni después nos pegó ni a mi ni a mis hermanos, pero lo cierto es que yo tuve que permanecer varios dias en la cama con todo el cuerpo dolorido y lleno de cardenales, o ematomas: cuando a los pocos días ya pude valerme notaba en casa la ausencia de mi padre, mi madre me dijo que estaba trabajando en Francia: era ya cuando la guerra europea habia terminado y en el vecino pais hacían falta trabajadores: de mi pueblo fueron varios pues como prácticamente esta cerca, en una jornada y andando a través de montes llegaban y rápidamente sin ninguna dificultad encontraban trabajo; alli permaneció algunos meses de vez en cuando venia a casa y cuando se terminó el trabajo volvió y se encontró con que pronto tendría otro hijo, este llegó y fue una niña a la que se le puso el nombre de Patrocinio y otra vez en el pueblo a trabajar en lo que (22) salía, pero en el campo, aprovechando los buenos jornales que en épocas de siembra y recolección pagaban los terratenientes. De mis años en este pueblo guardo también buenos recuerdos; con mucha frecuencia se organizaban rondas de mozos en el pueblo que eran muchos los que sabían tocar algún instrumento de cuerda; guitarra, bandurria, requinto y violín. cantaban jotas y las calles del pueblo se animaban hasta altas horas de la noche, estas rondas las formaban grupos de jóvenes formando cuadrillas o peñas y rivalizaban en hacerlo mejor, también hubo ( ?) en que acababan a guítarrazos y golpes, que también era una diversión para los que desde las ventanas y balcones contemplábamos todo aquello, estas cuadrillas tenían cada una su local independiente donde se celebraba baile y se tomaba buen vino; cuando las mozas se retiraban; ellos S9 tomaban su buena cena en dicho local y era después de esto cuando se organizaba la ronda y las gentes ens sus casa esperaban sin acostarse hasta que esta recorría todo el pueblo, siendo al dia siguiente los comentarios de aquellas gentes que los había para todos los gustos, otra cosa que para mi es inolvidable son las fiestas que en el (23) pueblo se celebraban el 14 de Sepbre. Día de la Santa Cruz y que coincidian con la recogida de la cosecha y duraban una semana, en estos días las gentes, como vulgarmente se dice, tiraba la casa por la ventana, cuanto mejor habia sido la cosecha mejor con las fiestas, la alegría, los festejos y las diversiones abundaban, las rondas recorrían todo el pueblo, a parte la banda municipal actuaba incansablemente y además se contrataba alguna otra agrupación musical, de otra localidad, había numerosos concursos de pelota, tiro de borra, carreras pedestres, los gigantes y cabezudos hacían las delicias de los perqueños y todas las tardes habia becerrada en la palza de toros con toreros principiantes, se lidiaban y mataban dos becerros, suelta de vaquillas y al final se mataba un novillo por los mozos del pueblo, que después se comían amigablemente y baile a todas horas, sin olvidar los concursos de jota y subida al palo ensebado. La animación en el pueblo era extraordinaria pues en todas las casas habia invitados de otros lugares y recuerdo que con lo que mas disfrutaba era oyendo la música y admiraba con toda mi alma al que tocaba el cornetín colocándome siempre junto a el y haciendo con la boca todos los gestos que aquel hacía y prometiéndome solemnemente que cuando fuese mayor sería músico (24) terminadas las fiestas, todo el mundo acababa agotado y en varios días todas las conversaciones giraban sobre este espectáculo: a fines de sepbre, era costumbre el cambio de criados en las casa de labranza y y a una de estas fui yo a parar con mis 8 a los recien cumplidos, pero ya no era para solo el buen tiempo sino para todo el año, asi que la escuela se terminó para mi y tuve la suerte de dar en esta casa con gentes bastante comprensivas tanto en los dueños como en los demás criados, ya hombres y sobre todo por parte de una muchacha algo pariente y que hacía de cocinera, ama de llaves y todas las labores de una mujer en la casa; se llamaba María y he tenido el gusto de verla y charlar con ella al cabo de 55 años, cuantos recuerdos y anécdotas y que corto se hace el tiempo recordando todo aquello: pero volvamos a mis actividades y sucedidos en aquel pueblo. A pesar de la dureza de la vida, por el trabajo y el clima, que también es durísimo, no faltaba la alegría y el buen humor y en esto mi padre fue siempre destacado pues no le faltaba ingenio y procuraba mirar las cosas por el lado mejor y varios sucedidos y protagonizados por el se hicieron célebres y aun hoy se comentan por las gentes ya viejas del pueblo. La casa por la que fui contratado para un año se la llamaba casa Larcona, y su finca (25) distaba del pueblo unos 12 k. alli existía en mitad de sus campos una casa en la que vivian todo e! año sus dueños y criados; pero la casa si puede llamarse asi, se componía de un edificio de dos plantas. La de arriba para los dueños y la de abajo para ¡os criados y animales de labranza, mulos y caballos, pues elementos mecánicos no existia ninguno, la casa carecía de luz eléctrica, de agua cerca, y alli no se conocía ningan clase de comodidades, los criados teníamos que dormir en la cuadra con los animales y la cama era un saco lleno de paja, la luz un candil de lo más rudimentario a base de grasa de animales generalmente sebo de oveja cuyo olor era para los no habituados inaguantable y lo único que podía hacerse encenderlo lo menos posible asi que cuando anochecía, personas y animales se procuraba dormir, en invierno, cuando el frió en el exterior de la cuadra era muy intenso, era muy agradable estar allí, pero dormíamos enteramente vestidos sobre el saco de paja y tapados con una manta, cuyo olor a sudor de los animales que también la usaban, era tan desagradable como puede suponerse pues ni yo, ni ninguno de los hombres que alli trabajábamos se lavaba la cara y menos el cuerpo, este nunca, si no era cuando por alguna circunstancia (26) Íbamos al pueblo, el mudarse de ropa interior se hacia una vez al mes, como mucho y la ropa exterior cuando estaba inútil; en los pies se usaban una especie de mocasiones de goma igual a la cubiertas de los automóviles con unos calcetines de tela de manta; pero lo extraño pese a toda esta falta de higiene es que nadies tenía miseria piojos o pulgas y la piel tanto la de la cara y manos como la del cuerpo estaba limpia y con buen color aunque curtida por el sol y el viento pues todas las horas del dia se pasaban en el campo. La alimentación era otro capitulo, que tampoco era muy exquisita pues siempre era la misma a base dé patata, carne de oveja o cordero, cabra o cabrito, cerdo arroz, algunas verduras pocas, bacalao y frutos secos huevos y sebo como grasa, en verano alguna ensalada y como grasa aceite para eta: pero el alimento principal era el pan y casi siempre duro hasta de 15 días no faltando para beber el vino, pues el agua solo se tomaba en verano y ésta no de manantial sino procedente de la lluvia y mantenida en estanques en los cuales también bebían los animales todo el año y en los cuales abundaban las ranas, sapos y otos bichos; pero a nadie le hacía daño (27) En esta casa aprendí todo lo relacionado con la siembra y recolección de cereales, aceitunas, fruta y uvas asi como su transformación en vino; el trato con los animales, que se dedicaban al labreo de tierras transporte de frutos y a los cuales se cuidaba tanto o mas que a las personas; tuve varios accidentes, por caidas, hasta que aprendí a montar en ellos a pelo, pero en solo dos o tres necesité asistencia. La primera pudo tener graves consecuencias, pues un potro joven en el que iba montado, empezó a galopar por un terreno pedregoso y lleno de quebraduras, yo llevaba colgadas al hombro varias hoces para la siega a mano de cereales y algún rollo de cuerdas, total que fui derribado y al caer al suelo me hice un lio con dichas herramientas y cuerdas y el animal asustado me arrastró varios metros hasta que la cuerda se rompió; pero mi ropa quedó destrozada todo mi cuerpo lleno de ematomas la piel de mi vientre rota por varios sitios y una tremenda herida en mi mano izqda. producida por y cuya cicatriz conservaré mientras viva, de este accidente se dio cuenta la criada de la casa María que fue quien me recogió y traladó a la casa e inmediatamente me aplicó los remedios a su alcance, para los ematomas y raspaduras de mi piel sal y vinagre en abundancia que con el dolor (28) que esto producía daba unos gritos espantosos y para las heridas más profundas entre ellas la de mi mano le aplicó una tela de araña de las que abundaban en la cuadra y graneros envuelta en un trapo varios días, sin más medicamento ni cuidados y haciendo solo las labores que podía dado mi estado, todas mis heridas se curaron en pocos días y de nuevo otra vez a mis actividades. De este accidente mi padre ni se enteró, hasta que fui al pueblo y me vio las señales que quedaron en mi cuerpo, pero sobre todo la cicatriz de mi mano, como consecuencia de este accidente se me prohibió montar aquel potro y para mis traslados de un lugar a otro me designaron un animal bastante viejo, pero muy voluminoso y tranquilo y en el me trasladaba de un sitio a otro con mis piernas abiertas excesivamente, dado el volumen del cuerpo del animal; pasado algún tiempo empecé a sufrir fuertes dolores en la parte superior de mis piernas y aunque me quejaba nadie le daba importancia, pero llegó un momento que ya no podía andar y apenas me teñí en pié; alarmado mí patrón me trasladó al pueblo a mi casa y mi madre me llevó a un medico, este diagnosticó reuma y como pasaron varios dias y no mejorase la aconsejaron otro médico que vivia en mi pueblo próximo a 13 K. para trasladarme (29) a dicho pueblo tuvo que pedir prestado un animal y montado sobre el llegamos a la casa del médico este después de reconocerme no se que vio pero si recuerdo que recetó una aspirina cada 4 horas y que no ándase, durante el viaje de regreso a casa, mi madre llevaba el animal sujeto por el ranzal pues daba muestras de estar nervioso o asustado, como íbamos por la carretera que unía los dos pueblos dio la casualidad que un autobús que hacia aquel recorrido una o dos veces a la semana nos alcanzó y el animal asustado salió galopando a través de un barbecho. Soltándose de un tirón de la cuerda que mi madre le sujetaba; aunque yo hice todo lo posible por permanecer sobre el animal, al fin caí sobre la tierra ondulada del barbecho y fue un milagro que no me matase cunado mi madre llegó junto a mi, lloraba desconsoladamente pero tuve la suerte de que los viajeros del autobús se diesen cuenta y parando el vehículo nos recogieron pero mí madre tuvo que quedarse a recoger el animal mientras yo terminé el viaje montado por primera vez en mi vida en un automóvil pero tan asombrado y feliz que ni sentía dolores de ninguna clase y lamenté lo pronto que llegamos; más adelante relataré este fin de viaje que nunca olvidare: una vez en el pueblo (30) fui trasladado por un pariente en sus brazos a mi casa y mientras llegaba mi madre le conté nuestra aventura pasaron algunos días y yo mejoraba cuando se presentó mi padre que al enterarse de todo me llevó a que me viese no un médico sino un vetrinario que había en el pueblo llamado D. Juan llorri en el cual cunfiaban las gentes mucho mas que en los médicos y entre ellos mi padre, este señor me miró bien después de hacerme desnudar y creo que lo que víó fue mis caderas deformadas, mis piernas abiertas endemasía por la parte superior y ordenó que estubiese acostado con las piernas juntas y mis caderas sujetas y apretadas con un bendaje que el un me puso lo cierto es que en pocos días me puse bien, pero me prohibió montar en aquel animal tan voluminoso, asi lo hice y hoy saco la consecuencia que la causa de mis dolores debió ser la deformación de mis huesos en ambas piernas: asi que volví a mi empleo y aprendí algunas cosas que no debía hacer y asi permanecí todo el año; pero al terminar mi contrato, fui otra vez requerido para otro año mas. Mientras tanto mi padre habia vuelto de trabajar en Francia y también llegó para mí otro nuevo hermano este se llamaría Antonio con el cual ya eramos seis. Mi hermano José también tenia que trabajar y este hacía de recadista (31) en la única fonda que había en el pueblo con lo cual por lo menos tenia asegurada la comida diaria. Por aquel entonces se organizó un trabajo extra en el pueblo y fue que había que repoblar un monte pelado con pinos, el trabajo era a destajo y fueron varios los hombres del pueblo que lo hicieron se trataba de hacer los hoyos para plantar los pinos, con unas medidas de medio metro cuadrado y pagaban a cinco céntimos cada hoyo con lo cual un hombre bien dotado y con una azada podia hacer en el día cien de estos hoyos sacando un jornal de cinco pts. así se repobló este monte que hay está convertido en un hermoso pinar en el cual yo me encuentro muy agusto cuando visito e! pueblo. 10 Habia prometido narrar algunas enedotas acaecidas y de las que mi padre el principal protagonista; en una ocasión se presentó en mi casa un mendigo pidiendo limosna, como es de suponer, la situación de mis padres no era como para dar limosnas, total que mi padre le abrió la puerta y muy amablemente le dijo "oiga/oya (¿) majo, espera un poco que voy a buscar la alforja y nos iremos juntos". En otra ocasión se anuncio en el pueblo la visita del Sr obispo de Jaca, poblacióm que dista 70 K. y el ayuntamiento engalanó el pueblo y preparó un gran recibimiento a dicha personalidad; pero habia que (32) ir a buscarlo en un carruaje digno de tal personalidad y con un cochero de toda confianza, pues el viaje era largo y mucha responsabilidad; tras largo debate en el ayuntamiento fue nombrado para este servicio mi padre pues era conocedor del camino y muy hábil como cochero, así que en un carruaje bastante cómodo llamado allí tartana y con dos buenos cabalos todo propiedad de un rico hacendado que lo prestó gustoso, se puso en camino, no sin antes escuchar mil recomendaciones de las autoridades tanto civiles como eclesiásticas tratándose de tan ilustre viajero y recomendóle que el viaje seria un dia para ir, dormir en Jaca y a la mañana siguiente salir con dicho señor hacia el pueblo para llegar por la tarde que es cuando era esperado por el pueblo y autoridades; pero por lo que fuese, el plan falló y el mismo dia que salió se presentó con su ilustrísima al caer la tarde y cuando nadie los esperaba, era un señor gordo y con buen humor, así que mi padre le ayudó a aapearse del carruaje y pasándole el brazo por los hombros se presentó con el en el ayuntamiento, pero los dos con una borrachera más que regular tratándose de tu y gastándose bromas y riendo a carajadas y no era para menos, pues en Jaca les prepararon buenas viandas para el camino y un barrilito de un vino superior que ellos se encargaron de liquidar: Cuando el alcalde (33) trató de amonestar a mi padre por todo lo que acababa de ocurrir, su ilustrisima no lo permitió y salió en su defensa diciendo que para el viaje de regreso no quería otro cochero asi que después de dormir y pasar un par de dias en el pueblo, volvió con el a Jaca y desde entonces contó con su amistad aunque por este servicio le dieron 20 duros cantidad nada despreciable en aquellos tiempos. También es digna de mención la actuación de los médicos que habia tres en el pueblo; pero sus habitantes tenian tant confianza en ellos que rara vez los llamaban, tenían mas fé en el veterinario un señor que tenia la suerte de acertar casi siempre que era consultado por alguno y que fue quien me asistió a mi cuando no podia andar ni tenerme en pié y para curar a los anímales era llamado de todos los pueblos de la comarca, pues debía tener bastantes conocimientos de su profesión. Era querido y respetado aqui el diálogo de uno de aquellos mésdicos con el familiar de un eenfermo, que fue a avisarle. A ver ¿que les pasa a tu padre? pues que le duele mucho la barriga y grita mucho y jura sin parar: El médico: bien hombre bien ; turna este papel y vete a buscar esto a la botica y le dais una cucharada cada hora: llegada a la botica, el boticario estaba (34) haciendo solitarios, toma la receta se cala las gafas y después de tardar bastante tiempo, le dice vete y dile al médico que la escriba con letra redondilla que aqui no se sabe lo que dice; vuelta al médico y este va y le dice, mira vete a casa que tu padre no tiene nada mas que muchos años y ya se le pasará: a las 24 horas fallecía el enfermo de un cólico miserere que era como se llamaba a la apendicitis y que en verano era muy corriente en aquellos lugares y claro el que la padecía no se salvaba, pñues aunque el ii veterinario solia diagnosticarla los remedios no podían llegar a tiemnpo y era esta dolencia la que causaba siempre alguna víctima entre personas jóvenes; los demás que fallecían casi todos eran de viejos pues habia muchas personas que pasaban de los 90 años, medio ciegos, sordos y la mayoría sin dentadura. Mis abuelos, tanto paternos como maternos fallecieron después de los 90 años y yo recuerdo bien a mi abuelo paterno que murió a los 99 años y a causa de una pulmonía que agarró al ser derribado por una muía que montaba en un estanque de agua: era la única vez que su cuerpo se mojó. Lo normal era que cuando alguna persona se sentía indispuesta ella o sus familiares se ponían el tatamiento: unos días a verduras, leche y sopa de ajo y a los pocos días el que no se moría estaba (35) como nuevo: anécdotas de médicos y enfermos podría contar muchas y si estos galenos podian sobrevivir no era por lo que con su profesión ganaban, sino porque pertenecían a familias de ricos hacendados del pueblo y allí morían también de viejos, otra anécdota muy curiosa fue la siguiente Llegó en una ocasión al pueblo, un regimiento de caballería, para realizar maniobras por aquellos montes y fue un gran acontecimiento en el pueblo, donde se alojaban los mandos en casas particulares y sus caballos en las cuadras del pueblo y a que la tropa lo hacía al aire libre, fue un acontecimiento sobre todo para la chiquillería, pues eran invitados a comer el rancho de la tropa, mezclados y en buena armonía , de esto también participamos mis hermanos y yo, todas las noches había baile y alegría pues la banda de mñusica del regimiento se encargaba de ameninzar la fiesta y para la gente joven feuron unos días inolvidables; pero también trajeron consecuencias bien desagradables para alguna familia, pues en algunos casos se rompieron algunos noviazgos entre mozos y mozas y en otros ocurrió algo peor, concretamente recuerdo de un caso, que fue una verdadera catástrofe para la interesada y su familia, una joven bastante agraciada llamada Petrica e hija de un pastor muy estimado y conocido en el (36) pueblo se encontró pasado algún tiempo después de marchar la tropa en estado y cuando no pudo disimularlo más lo comunicó a su madre que no se encontraba bien, su madre no pensó ni por un momento la realidad del caso, pues en el pueblo, nunca ocurría un caso así, por lo tanto lo primero que hizo fue ponerla a régimen alimenticio como el tiempo pasaba y la cosa seguia adelante optó por llevarla a uno de los médicos del pueblo, este la miró: la hizo preguntas y al fin la dijo a su madre: mira, me parece que tu hija está muy "jodida" y esto que tiene no se le curará hasta dentro de 4 o 5 meses y no le hace falta ninguna medicina: no la hagas trabajar mucho y dal bien de comer, que lo demás a su tiempo llegará: la madre o no entendía o no quería entender e insistió; per oiga D Jorge ¿qué es lo que tiene mi hija? a lo que el médico un poco a lo bestia le contestó, que a tu hija la han jodido bien y que pronto tendrás un nieto o nieta o las dos a un tiempo: ¿entiendes ahora? pues iros con Dios. Cuando esta mujer le comunicó a su marido lo que pasaba, casi se volvió loco y la dio tal paliza entre grandes voces y blasfemias y con los peores insultos le preguntaba cime ¿quien ha sido? ella apenas si podia hablar, pero entre sollozos pudo decir: fue un soldado, muy alto que tenía bigote (37) y se llama Tomás: de los otros no me acuerdo y Tomás tenia estrellas en las mangas de la chaqueta y en varios dias los comentarios fueron para todos los gustos: Seguramente no fue la única que tropezó de esta forma; pero lo disimuló mejor yéndose a servir a Zaragoza a Pamplona, aunque con el tiempo también se sabía: pero la Petrica tuvo que oir y sufrir muchas cosas, sobre todo de los 12 mozos del pueblo y fue para ella un verdadero calvario, oir algunas coplas que los muy brutos compusieron: algunas decían así un soldado con estrellas ha "empreñao" a la Petrica de los otros no sacuerda La grandisma cochinica. La Petrica la pastora tiene mala la tripica por culpa de unos soldaos que la dieron pichorrica Todos estos acontecimientos que pasando el tiempo no tendría gran importancia, entonces era una gran vergüenza para la interesada y sus familiares y amigos. Otro sucedido, pero este más trágico tuvo lugar por aquellos tiempos y en el pueblo dio lugar a diversos comentarios durante bastante tiempo. (38) En aquel pueblo, como en casi todos, siempre habia algún matón que buscaba pelea por cualquier motivo, allí se trataba de un mozo bien parecido, aunque no muy fuerte físicamente, yo lo recuerdo, pues era algo pariente y muy amigo de mi padre, se llamaba Santiago y era el hijo mimado de una casa que a la vez que labradores eran dueños de la única posada que en el pueblo había a la que se conocía por casa del Panilio" este joven que cuando esto ocurrió tendría unos 26 años tenia atemorizados a la mayoría de los mozos del pueblo, el caso es que era muy simpático y alegre, pero faltón y atrevido y en cuantos lances tomó parte siempre salió triunfante, el abofeteó a varios de los mas caracterizados buenos mozoz que le hicieron frente en algunos casos, y en otros, sin motivo alguno, también repartía bofetadas y sobre todo en el baile y en la taberna; asi se hizo temer por muchos y odiar por otros, mi padre a quien admiraba y respetaba, siempre que tenia ocasión le decia, mira Santiago, no sigas por ese camino que algún dia te va a matar, aunque sea a traición, a lo que el contestaba; aqui no hay nadie que se atreva, son todos muy falsos, su madre también le pedia a mi padre que le hiciera comprender, pero su carácter violento solo (39) entendia el machismo y la violencia y llegó un buen dia lo que muchos esperaban y deseaban: habia en el pueblo otro muchacho que sin ser tan violento como el, en alguna ocasión le hizo frente pero siempre salió perdiendo, se llamaba Antera Gallar, un dia este salió con sus muías a buscar leña a un monte, cuando Santiago le vio, preparó también sus muías y salió poco después; asi que se encontraron y Santiago sin a pearse de la mukla en que iba nmontado empezó a insultarle y a probarle, Antera que ya estaba haciendo leña en el suelo, reaccionó y le dijo, anda apéate si eres tan hombre como dices, al oir esto Santiago, saltó del animal y antes de que pusiese los pies en el suelo, recibió una tremenda cuchillada cuya hoja al chocar con la espina dorsal, se partió y con el restó siguió asestándole cuchilladas, Santiago trató de defender-se y también le hirió en la cara, cuello y hombros a su rival pero estaba ya herido de muerte, esto fue presenciado de lejos por algunos pastores pero cuando trataron de intervenir, Santir.go estaba desangrado y su rival ciego por las heridas que tenia en el rosto, pero en pié: uno de los pastores acudió presuroso al pueblo avisó y fue la guardia civil un médico y también mi padre con (40) un hermano de Santiago, mayor que el: total que Antero llegó al pueblo por su pié y Santiago en una muía, pero ya cadáver, todo esto lo recuerdo perfectamente, pñorque adem's mi padre trajo a casa la ropa de Santiago y más de una vez vi su faja con numerosas perforaciones producidas por la hoja del cuchillo y cuya faja mi padre conservó como recuerdo de su pariente y amigo: este suceso alteró la vida normal de aquellas gentes y fue el comentario general durante mucho tiempo, luego vino el juicio, para juzgar el caso, numerosos vecinos tubieron que desplazarse a Zaragoza para declarar y al fin la condena para el matador, 12 meses de prisión. Cuando fue puesto en libertad volvió al pueblo y yo lo recuerdo, con su rosto y cuello lleno de cicatrices; pero algo debia ocurrir en su pensamiento pues se volvió taciturno poco comunicativo y al poco tiempo despareció a otro lugar y ya nuna más le vi; pero si puedo recordar que contaba con la simpatía de muchas gentes del pueblo. De estas rivalidades entre mozos recuerdo otras, pero sin las consecuencias de la que hago mención, aunque heridos si que hubo pues allí todo el se sentía belicoso siempre llevaba consigo el cuchillo que era el arma preferida ; Algunos años antes también ocurrió otra (41) tragedia, pero esta de carácter familiar, que yo solo la conozco por oiría contar a mis padres; per sí conocí al protagonista, se llamaba Valentín y este hombre siendo muy joven se quedó huérfano de padre, su madre volvió a casarse y este segundo marido la maltrataba constantemente dándola enormes palizas sin ninguna justificación y presumiendo de su hombría; el muchacho solo podia hacer esconderse, pues si estaba presente o trataba de defender a su madre, recibía el mismo trato o peor, y un día harto de aguantar semejante situación y después de recibir una tremenda paliza aprovecho el momento en que su padastro dormía y con un azadón le dio en la cabeza tal golpe que quedó sin vida. Fue trasladado a un correccional y alli permaneció algunos años: volviendo ya hombre al pueblo, fue entonces cuando yo le conocí y era una persona ni mejor ni peor que otros, dedicándose a hortelano y perqueño labrador. Lo que era muy frecuente eran las bromas entre los mozos, pero ¡qué bromas! después de una juerga con baile y merienda y bastante aufóricos se liaban a golpes y aparecía uno con la cabeza vendada, y la pregunta de rigor ¿ pues que le pasó a Fulano? nada: que en broma, le rompieron una silla en la cabeza... (42) volviendo a mis actividades; prometí contar mis impresiones de mi primer viaje en autobús que aunque no fueron más que 8 o 10 K. jamás lo puede olvidar, este vehículo, procedente de la guerra europea, un Berlict francés, con ruedas macizas y movidas por cadenas, hacía el recorrido de Sangüesa a Sádaba parando claro en Sos, recuerdo tal y como era, por dentro y por fuera, el conductor era para,mi como un ser sobrenatural y mi admiración para el no tenía límites, dentó del vehículo se notaba un olor a gasolina que a mi me parecía el perfume más maravilloso del mundo y creo que yo estaba destinado a percibir aquel olor a lo largo de toda mi vida activa, aquel olor tenia para mi tal atractivo que en cuanto el vehículo paraba en el pueblo, me ofrecía voluntario para limpiar su interior, a cambio de que me dejase el conductor, contemplar su motor que era donde más intenso era el olor a gasolina. También por aquella época apareció en el pueblo el primer automóvil de turismo para uso particular y fue un rico hacendado, el que lo compró; se trataba de un Ford negro, descapotable y junto con el coche llegó el conductor que se pasó mucho tiempo en el pueblo tratando de enseñar a su dueño (43) a conducirlo: este coche era uno de aquellos que tantas veces hemos visto en 14 películas mudas americanas y sobre todo en las cómicas, que aun se ehxiben como celuloide rancio y fue en el pueblo un gran acontecimiento, ver por los alrededores el coche entre nubes de polvo, con el conductor y su dueñoaprendiz enfundados en batas blancas guardapolvos, gorra de visera especiales gafas y botas altas y buscando cuando se paraba algún forzudo para darle a la manivela para poner el motor en marcha, que cuando al fin arrancaba, todo el temblaba y quien montaba en el tenia que tener buen estómago, para no devolver la primera papilla que tomó en su vida, pero a pesar de todo los chavales nos ofrecíamos a hacer cualquier trabajo, a cambio de dejarnos montar en el, aunque estubiese parado: pocos meses después llegó otro coche igual, este propiedad de un notario que ejercía su profesión en varios pueblos de aquella región y de este recuerdo que cada vez que salia con el, había que ir a biscarlo con muías y traerlo a remolque: pero de todas formas tanto el autobús como los dos coches, cualquier arrapiezo como yo corríamos más que el y muchas veces montábamos en su estribor sin que los conductores (44) se enterasen, apeándonos cuando se iban a parar, para no ser sorprendidos, ya que el que no lo hacía, recibía algún golpe del conductor. En Sepbre del año 1922 terminé mi contrato con la casa Larcona y volvi al pueblo, trabajé en lia vendimia una temporada y después acompañé a mí padre a cazar y pescar, volviendo por las noches a la escuela, donde el padre Eusebio me daba clase junto con otros muchachos, esto sirvió para no olvidar del todo, lo que ya habia aprendido, con mi padre fui feliz cazando por aquellos muntes ya que esto me entusiasmaba y al mismo tiempo obteníamos buenos rendimientos pues a mi padre se le daba muy bien la caza de conejos y sin necesidad de escopeta, pues tenia dos perros y el conocimiento que mi padre tenia de aquellos montes, no era difícil volver a casa al anochecer con varias piezas cobradas: de estos vendíamos la mayor parte y en casa comíamos todos y bien, cuando llegó el invierno y las nevadas eran frecuentes el negocio era aun mas productivo, pues mi padre valiéndose de un hurón, hacia que los conejos saliesen de sus madrigueras y unos con una red y otros que los atrapaban los perros con facilidad sobre (45) la nieve, en poco tiempo reuníamos numerosas piezas: solo faltaba llevarlos al pueblo y venderlos a los clientes que a una peseta la pieza, era un buen negocio. En cuanto a la pesca, en los riachuelos que rodean el pueblo, no había mucha variedad pero no faltaban las anguilas, truchas y barbos de comida un poco sosa pero muy fina y los pescaba mi padre con sus manos, aunque hacia falta bastante habilidad y pasar mucho frío, pues el agua estaba casi helada. Con todo esto Íbamos viviendo, pero mi padre siempre con la ¡dea de salir del pueblo en busca de algo mas seguro. También tuvo durante algún tiempo otra fuente de ingresos y estos más fáciles como verá el lector. En el pueblo había gran afición a jugar a las cartas y sobre todo en invierno, se reunían después de cenar varios jugadores en un establecimiento, empezaban jugando poco dinero, pero se iban animando y la suerte, unida a la gran habilk' ;d que mi padre tenía para los naipes le sonrió durante algún tiempo y mi madre pudo incluso ahorrar algún dinero, pues como administradora era única; pro llegó una racha de mala suerte y aunque los ahorros no disminuían tampoco aumentaban, entonces mi madre recurrió a una estratagema, que aunque no tenia explicación, dio durante algún tiempo buenos resultados o por lo menos así parecía Se trataba de (48) lo siguiente: vivía en el pueblo una anciana que según las gentes, sabia c: sas sobrenaturales; habia pasado algunos años en francia donde su marido 15 trabajó hasta que murió: ella volvió al pueblo y vivia sola y pobremente pero hablaba mucho y muy bien, mi madre hizo con ella amistad y pasaban algunos ratos de charla: de todo esto resultó que a mi madre le dio un consejo asegurándole que daría buenos resultados: para que mi padre ganase siempre en el juego, era preciso que entre sus ropas llevase sin saberlo el, una lagartija viva y siempre ganaría en el juego; mí madre que no era nada ignorante lo puso en duda, pero pensó que por probar, no se perdía nada, asi que me llamó y me dijo: vete a buscar una lagartija y traemela viva con mucho cuidado, esto para mí no era nada difícil y en pocos momentos ya estaba en casa con ella bien guardada en un bote. Por la noche, mientras mi padre dormía yo le ayudé a colocar el bichejo en una costura de su chaleco de pana, bien cosido y reforzado y seguro; yo observaba todo esto con enorme curiosidad, pero al conocer su objeto, dudé de su resultado y entre los dos nos pasamos un buen rato de risa. El caso fue que al dia siguiente y después de varios días redíendo, le volvió la suerte y en casa volvieron a entrar dineros procedentes (47) del juego: entre los jugadores, se comentaba su buena suerte, aunque reconocían sus jugadas muy bien; pasados algunos días, volvió la mala suerte y mi madre vio que la lagartija cautiva estaba ya casi disecada; nuevamente fue colocada otra y volvió a ganar y así se repitió la operación varias veces, ocurriendo, claro que por casualidad el resultado era bueno y al fin ocurrió lo que tenía que ocurrir; que nadie en el pueblo quería jugar con el; pero en casa! entre lo que ingresaba con la caza y con el juego, mi madre reunió algún dinero que nos vino muy bien, para lanzarse a una nueva vida: algún tiempo después, llegaba a mi casa mi 6o hermano, una niña a la que se puso el n ombre de Pilar con lo cual ya eramos 7 hermanos, mis padres, hacían planes y yo que les oía adivinaba que trataban de buscar una solución para el futuro y ocurrió que en una visita que hizo al pueblo una prima mía, mayor que yo, e hija de el mayor de los hermanos de mi padere, llamado Leandro, al ver nuestra situación, se ofreció a aqudarnos buscando algún trabajo seguro para mi padre fuera del pueblo cairo, mi padre estaba dispuesto a trasladarse aa donde fuese y esta prima llamada Pilar y que tenia la carrera de magisterio que con mucho sacrificio de sus padres pudo aprender ((48) ejercía en Madrid y alli tenia numerosas amistades; esta mujer que tenia unos dotes extraordinarios, pues a su gran inteligencia, unía una decisión y una audacia envidiables y además una gran belleza: los primeros tiempos de terminar su carrera ejerció como es natural de maestra en Madrid, pero tenia más aspiraciones y muchas ganas de trabajar, asi pues se puso de auerdo con otras dos profesoras, que disponían de algún dinero y las tres en sociedad, organizaron e instalaron un colegio particular en la calle de San Felipe Neri en la Capital de España, la directora era ella, al mismo tiempo que profesora y solo daban clase a niñas entre los 5 y 15 anños, tubieron tanto éxito que el colegio se acreditó pronto y necesitaron másprofesores y alli acudía niñas de familias bien situadas económicamente, pero ella no olvidaba a su familia que también residía en el pueblo como nosotros y que tenía tantos hermanos o más que yo aunque económicamente estaban algo mejor pues poseían algunas tierras y su padre, mi tio Leandro, era adema guarda mayor forestal en los montes del pueblo, persona muy apreciada e intiügente, así iban las cosas cuando mi padre recibió una caarta de su sobrina Pilar al mismo tiempo que el aviso por parte de su hermano Leandro para que se trasladase a Madrid (49) donde podría colocarse sin pasar mucho tiempo, mi padre, no lo pensó mucho, contestando que allí iba dentro de 16 una semana dispuesto a trabajar en lo que fuese; asi que empezaron los preparativos en mi casa, recuerdo que lo primero que hizo fue dejarnos bien provistos de leña, que traia del monte con mi ayuda y de mi hermano José, pues eso era artículo de primera necesidad por el mucho frío que en invierno hacía en aquellos lugares, otra medida que tomó fue visitar a sus muchos familiares, padres, hermanos y parientes allegados que eran muchos pues más de la mitad de las gentes del pñueblo eran parientes, pues nuestros apellidos, sobre todo el de mi padre, son los que más abundan, sin olvidar a sus buenos amigos y a todos les recomendaba que nos prestasen su ayuda moral en su ausencia que no sabia cuando se prolongaría, aunque el procuraría llevarnos junto a el, en cuanto tubiese un trabajo fijo, asi que despidiéndose de todos, parecía que vislumbraba que su ausencia iba a ser larga, un buen dia tomó el autobús y salió del pueblo, alli quedó mi madre con 7 hijos el mayor con 10 años, yo y la menor Pilar, con pocos dias, me imagino mi madre; per ésta fue la que más le animó, con palabras de cariño, recordándole (50)que pensase en sus 7 hijos y en el porvenir que en el pueblo les esperaba... a los pocos dias de su marcha, yo empecé a trabajar, pero ¡ que trabajo! a un ricachón del pueblo, precisamente el que más labor de zapa hizo para que le expulsasen de guarda mayor forestal en la comarca de Tiernos, le fue concedida la contrata de reparar las carreteras del pueblo entre este y Sádaba por el Sur hasta Sangüesa por el norte unos 45 K, y empecé sacando piedra de una carretera en un lugar llamado Campo real en el límite de Navarra y los medios para este trabjo eran el picachón y la pala y barrenos con pólvora, yo aunque físicamente no era muy fuerte y estaba ya acostumbrado a trabajos duros, llegaba por la noche a casa los primeros dias de este trabajo con las manos destrozadas, los pies igual y todo el cuerpo lleno de polvo y con numerosos golpes, mi madre me limpiaba como podía y me quedaba dormido mientras cenaba, pues si el trabajo duraba desde que amanecía hasta que era de noche, habia que andar desde casa hasta el tajo 9 K. antes de que amaneciese y al terminas la jornada, otra vez trasladarse a casa, pero ya de noche, igual distancia: en estas condiciones estube algunos meses y ¡aguanté! no se como, pero aguanté hasta que un amigo de mi padre llamado Ángel (51) "El Zaragozano" que también se apellida como yo y que tenia buenas relaciones, intervino sobre el hombre que hacia de capataz y este suavizó mi trabajo, pues me puso a transportar mediante borriquillos, la piedra que se extraía de la cantera a la orilla de la carretera, formando montones de 1 m3 y que una vez picada y convertida en grava, era esparcida por otros obreros, sobre la carretera, además tenia la ventaja de que el camino desde mi casa hasta el "tajo" lo hacia montado sobre uno de aquellos animales, lo que no recordó es lo que me pagaban, pero no seria mucho más de una peseta por dia y la comida por mi cuenta, así habia que trabajar sufriendo además malos tratos, recibiendo amenazas por cualquier motivo y deprisa siempre deprisa, pues tanto el capataz como el patrón eran tan inhumanos que cuesta trabajo creerlo, pero lo que más huella dejó en mi de este trabajo, fue e! miedo que pasaba, pues en el camino que tenia que recorrer para trasladarme de casa al trabajo, habia siempre alguna familia de gitanos y por las mañanas tenia que pasar junto a ellos que como sabían que llevaba conmigo la comida del dia salian a mi encuentro y alguna vez me la quitavan, mientras muerto de miedo trataba de evitarlo y para esto tuve que recurrir a dar un (52) gran rod?o para evitar su encuentro, donde yo sabia que me esperaban, pero para esto, tenia que 17 madrugar mas; por la noche no habia que burlarles pues sabían que nada encontrarían y no me esperaban; todo esto es muy inocente, pero a mis diez años ¿ que podía hacer? Y; como lo recuerdo! Además tenia el gran cuidado de no decir nada a mi madre por no preocuparla, y menos a mis amigos y primos, para que no me llamasen miedoso: mi hermano José era el único que lo sabía y este tuvo un gesto muy peculiar en el, fue un dia y me dijo: yo puedo ir contigo y también puedo trabajar como tu, pues me canso de ir a la escuela, como esto me lo repitiera varias veces yo pedi al capataz trabajo para el y fue admitido, haciendo el mismo trabajo que yo; pero estubo poco tiempo, pues un buen dia mi madre recibió una carta de mi padre en la cual le decia que lo enviase a Madrid pues iba a ser empleado como botones en el colegio de nuestra prima Pilar, a mi madre le gustó el empleo y llena de satisfacción le preparó sus cosas y solo el pero recomendado al conductor del autobús, éste lo recomendó a otros conductores hasta situarlo en el tren en Zaragoza y en Madrid le esperaba una persona que no le conocía y para que fuera identificado ( 53 ) mi madre le puso un pañuelo al cuello con una tarjeta bien visible y asi fue reconocido en la estación de Madrid y conducido a casa de su prima, donde lo recibieron, con gran sorpresa al saber que habia viajado el solo, teniendo 8 años y siendo la primera vez que salia del pueblo, teniendo que hacer algunos transbordos antes de llegar a Madrid, seguidamente le hicieron el uniforme y empezó su trabajo siendo la admiración de quienes tenían algún trato con el al verle tan pequeño y tan decidido; pues no tardó en adaptarse a su empleo y andaba por Madrid como sí estubiese en el pueblo, con la única diferencia de que en Madrid hacía algunos recorridos en el estribo de los tranvías sin pagar. Para todo esto mi padre empezó a trabajar, pues un contratista de obras e importador de grasas lubrificantes, cuya hija única iba al colegio de mi prima, le aceptó en su empresa a prueba, recomendado por mi prima Pilar: su primer trabajo fue en el metropolitano que se estaba construyendo y este contratista tenia contratado varios tramos en los que trabajaban varios obreros perforando los trinales por el subsuelo de las calles, y mi madre empezó a recibir algún dinero y lo que más ilusión le hacia era pensar que pronto nos trasladariamos a Madrid todos. Así iban las cosas cuando mi ( 54 ) prima Pilar contrajo matrimonio con un joven de Madrid empleado en la "Standard eléctrica", llamado Eduardo Castañón y que a su vez era agente de Aduanas. Yo seguía en mi trabajo en el pueblo, pensando con ilusión que no tardaría en trasladarme a Madrid, pues mi madre que no tenia secretos para mi, así me lo hacia ver y ya no me importaba tanto la dureza de mi trabajo, el mal trato del capataz y de los demás obreros, gente inculta y brutal, pero si me dolia que como llegó la primavera y el verano y !os dias eran más largo, las horas de trabajo eran mas, desde que amanecía hasta que anochesia y cuando llegaba a casa, no podia asistir a la clase que en el colegio daban y que comprendía que me iba a hacer falta, cuando me fuese a Madrid: esto si que lo sentía de veras.mediado el verano mi madre recibió la noticia de que mi hermano José volvía a casa y así fue se presentó solo como cuando se marchó y el motivo nos lo explicó el a su manera y después mi padre. Cuando se casó mi prima Pilar, se fue del pueblo su madre a vivir con ella y esta sra. La tia Petra, para nosotros no sentía ninguna simpatía por su cuñado, mi padre, y este la pagaba con la ( 55 ) misma moneda, es más creo que se odiaban, por cosas ocr'ridas antes en el pueblo, entre ambos. El motivo de que mi hermano José tuviera que dejar el puesto de botones en el colegio, fue precisamente que la tia Petra no queria verlo en casa de su hija y claro entre madre e hija no iba a ser la presencia de mi hermano causa de disgustos ni discusiones; pero al poco tiempo de esto, mi prima fue llevándose a Madrid a varios de sus hermanos, que aunque en el pueblo teniana mejor situación económica que nosotros, tampoco tenían porvenir y asi los fue situando primero fue su hermana Rosa, luego su hermana Angeles, después Jesús más tarde otros tres hermanos Leandro, Conchita y Tomas, unos estudiaban y otros aprendían algún oficio: hoy todos están casados y bien situados, el último Tomás es hoy piloto de Iberia, por lo que conoce y recorre todo el mundo, con este tengo yo algún contacto pues posee una finca en el pueblo y allí nos vemos de vez en cuando, pues el como yo, se siente feliz allí, donde nació y dio sus primeros pasos. En cuanto mi hermano José llegó a casa, le enviamos a trabajar en el campo, en casa de una prima, esta por parte materna, también llamada Pilar, esta fue para el como una segunda madre (56), y tanto ella como su esposo llamado Cristino Samitier, le trataron como si de un hijo se tratara o mejor, pues eran personas buenisima y allí estubo feliz varios meses; pero para este matrimonio, las cosas no fueron bien y emigraron a Francia, a un pueblecito de los bajos Pirineos franceses llamado Monleón donde empezaron su vida trabajando duro, pero menos que en el pueblo; ante esto mi hermano José volvió a casa y otra vez volvió a trabajar conmigo en la cantera y reparación de carretera, cuya obra iba a terminar en pocos meses: pero antes, nos ocurrió en mi casa, algo tan desagradable y triste que yo jamás podré olvidar. Como los dias eran muy largos, las horas de descanso eran pocas y como el trabajo coincidía cada vez más lejos del pueblo sí al anochecer teníamos que trasladarnos a dormir a casa eran menos las horas de descanso y de acuerdo con mi madre, nos quedábamos como los demás obreros a dormir cerca del tajo en una casacorral abandonada que nos servía de refugio a las personas y a los animales y de esta forma solo iba yo a casa cuando se terminaban los vivires, cada 5 o 6 días y ocurrió que una noche, al llegar a casa encontré yo a mis hermanos llorando y muy asustados y solo decían ¡ mama! ¡mama! ( 57 ) yo también me asusté y mucho y me dirigí a su habitación y la encontré en la cama, pero sin conocimiento con el rostro desfigurado, por una inflamación enorme y que la hacia irreconocible, de su pecho mamaba mi hermana Pilar que tenia pocos meses, al ver todo aquello fui yo a buscar a mi tia Primitiva hermana de mi madre la hice levantar de la cama y de ahí fui a buscar al médico D. Jorge Fuentes, también este se sorprendió pero al ver el estado en que yo iba se vistió rápidamente y me acompañó a casa cuando la vio exclamó ¡ válgame Dios! Pero que es esto? Anda le dijo a mi tia lo primero aparta esa criatura de su pecho ¿ no ves que está mamando sangre? Acto seguido me pidió que le acompañase y fuimos a la farmacia hizo levantar al farmacéutico y hablaron entre los dos algo que yo no comprendí y preparando rápidamente un medicamento nos fuimos a casa otra vez allí la hizo tomar varias cucharadas de aquello y a mi me envió a su casa a buscar una jarra de leche; de vuelta a casa la hizo tomar una buena. Yo contemplaba todo esto con los ojos muy abierto, mientras mi tia se ocupaba de dar de cenar a mis hermanos ( 58 ) y de acostarlos al fin mi madre pudo balbucear algunas palabras, que yo no comprendí pero si el médico y mi tia, estos permanecieron toda la noche al lado de ella mientras yo procuraba dormir aunque solo conseguía llorar; pues a parte de que sentía por ella adoración, no se apartaba de mi vista su rostro monstruoso y aquella criatura mamando o intentándolo y asomando por la 19 comisura de su boca un liquido sanguinolento esta escena tardó mucho tiempo en apartarse de mi y hoy la recuerdo como si fuese reciente y, han pasado 56 años! Por mandato de mi tia, cuando amaneció y con los víveres que ella me preparó me fui a mi trabajo: aquel dia recibí algún golpe y broncas por mi escaso rendimiento en el trabajo, pues aunque manifesté que no había descansado porque mi madre estaba enferma, de poco me valió y mi hermano José cuando se lo conté todo, reaccionó como puede hacerlo un niño de 8 años. Por lo que supe después, mi madre sufrió una intoxicación enorme producida por haber comido setas no comestibles y algún otro alimento en malas condiciones y que cuando notó los primeros síntomas, solo pudo hacer acostarse y no pudo ni encomendarse a Dios. Según palabra suya, ( 59 ) por lo mal que se sintió pero a la noche siguiente y cuando todo dormían en el corral yo me fui al pueblo, a mi casa, robando horas al descanso y pude ver que mi madre ya estaba mejor, su rostro casi era ya el suyo, mi tia seguía atendiéndola igual que a mis hermanos y con cierta tranquilidad volví a marcharme otra vez. Acompañado por el canto de los grillos y otros bichejos que durante la noche es lo único que se oye en aquellos lugares y que si entonces no podia yo apreciar, hoy me parece música celestial y quizá mucho mejor, pues aquella nunca la he oido, pero con esa otra, me siento inmensamente feliz tumbado en el suelo en noches de verano y en pleno campo. Atrás quedavan aquellas desventuras, aquella vida, increíblemente dura y desgraciada para mi, para los míos y para muchos otros seres que conocí y traté, aunque después de mi infancia, tampoco ha sido agua de rosas precisamente, como veremos más adelante. De todo esto, saco la consecuencia de que la capacidad de resistencia y sufrimiento en algunos seres humanos es inmensa y que tampoco sabemos valorar en toda su extensión lo que la vida nos ofrece a lo largo de nuestra existencia, aunque yo creo personalmente, 22 que si se apreciar las cosas bastante mejor que la gran mayoría de las personas que en mi vida he conocido y tratado. Pero volvamos a mis andanzas y las de mi familia; habia empezado el otoño de 1923 y en el pueblo se comentaba el golpe de estado, mucho de política entre la gente mayores y en mis oídos sonaba el nombre del general Primo de Rivera y su gobierno; pero como es natural a mi esto poco me importaba lo que si me llenó de preocupación fue lo que mí padre decía de su trabajo en el metro y cuya carta mi madre me leyó. También con gran preocupación; en esta carta nos anunciaba que su trabajo pronto iba a terminar, aunque era posible que saliese otro pues el era muy apreciado por su patrón y si este podia no le faltaría trabajo; con esta esperanza vivía yo, y procuraba animar a mi madre; pero muchas de nuestras ilusiones se fueron por el suelo y así pasó algún tiempo, esperando con ansiedad noticias de mi padre, que en esta ocasión, tardaban mas que lo normal; algunas personas que tenían alguna relación con mi madre, llegaban a decirle con bastante mala intención, que mi padre nos habia abandonado y que nunca más le veríamos el pelo y esto mismo también me lo decían a mi algunos obreros con los que trabajaba y que me hacían tanto daño que ( 60 ) muchas veces lloré de rabia cuando me encontraba solo. Por fin recibimos carta de mi padre, que llegó en un momento de gran desmoralización por parte de mi madre y mia y en ella nos anunciaba que habia aceptado un nuevo trabajo, con el mismo patrón pero fuera de Madrid y que salía para su nuevo destino que era Santander y que lo único que sabia es que esta capi'al estaba en el norte de España y que Novia siempre y que 20 cuando llegara nos escribiría con mas detalles; con estas noticias, renació la tranquilidad hasta cierto punto, ya que nuestra ilusión era Madrid. Yo tomé con mucho interés mis estudios y como ya íbamos por la noche a dormir a casa empecé a asistir a clase del profesor Padre Eusebio Pera y este fraile, que tantos azotes me dio, tiempo atrás, hizo por mi todo lo que pudo, pues a parte de la enseñanza, me hablaba mucho de Santander, pues el lo conocía y siempre al terminar la clase me hablaba de esto en términos que a mi llegó a gustarme sin conocerlo, me puso al corriente de la vida en dicha capital, sus costumbres, su situación geográfica, sus medios de vida y lo que más recuerdo son dos cosas que me recalcaba; que no hacia frió, aunque sí llovía más que en el pueblo y que sí podía evitarlo no fuese a trabajar en la mar en barquito de pesca, pues era muy dura y peligrosa ( 62 ) y poco agradable para las personas nacidas lejos de la mar, hablando de esto y escuchando lo que me decía ya más me acordaba de ¡r a casa y tenia que ser el que me decía que me fuera a dormir. Después de la carta en que mi padre nos anunciaba su traslado a Santander, pasamos muchos días sin recibir más noticias y quienes me martirizaban diciendome que nos había abandonado, volvieron a la carga hasta tal punto que llegue a dudar de el y muchas noches al ir a casa me paraba en el camino, lloraba y señalando hacía el norte y hacia el sur (Santander y Madrid) me hacia esta pregunta Pero ¿ donde estás padre? ¿Por que no escribes? ¿Cuándo nos llamas? Y cuando faltaban pocos días para terminar el mes de nobre. recibimos las esperadas noticias suyas, una larga carta y en ella nos decía que ya tenia un trabajo fijo y también para mi y para mi hermano José y que con un poco de suerte podia ser la solución de nuestra vida y por lo tanto que nos pusiéramos en camino anunciándole nuestra salida para esperarnos en la estación de Santander, haciéndonos toda clase de recomendaciones y dando instrucciones relacionadas con la forma de realizar el viaje y al mismo tiempo nos anunciaba el envió de algún dinero que oportunamente recibimos: ( 63 ) al recibir estas noticias, fue tal la emoción de todos mi madre y yo derramamos muchas lagrimas y todos los sufrimientos pasados los olvidamos para hacer nuestros planes y emprender el viaje lo antes posible, teníamos prisa mucha prisa, porqué además mi padre en su carta nos contaba sus impresiones que no podían ser más optimistas con relación a aquella capital; el ambiente era muy agradable, no hacia frío, la gente eran simpáticos y amables la ciudad muy bonita sin tanto jaleo como Madrid y tenia un puerto de mar precioso y playas enormes y esto del mar sí que era para nosotros la gran sorpresa, asi que todo fue como un sueño y por nada del mundo hubiéramos cambiado nuestro destino por Madrid, también nos decia que ya tenia casa para nosotros, cara pero buena, su renta era de 50 pts al mes, pero era nueva; en el pueblo pagábamos 5 pts, y lo que a nadie se nos ocurrió pensar que clase de trabajo era el que realizaba mi padre y cual iba a ser el de mi hermano y mió y cuando algún allegado a mi familia nos preguntaba, tanto mi madre como yo solíamos contestar que peor que el que hacíamos en el pueblo no seria y por lo tanto lo único que nos interesaba era llegar cuanto antes; de repente parecía que todos se habían vuelto amables con nosotros, pero se notaba en algunos la envidia, mientras ( 64 ) que en otros, sobre todo algunos amigos de mi padre, su alegría era sincera y lo manifestaban con la ayuda tanto moral como material que nos prestavan: entre estas personas quiero destacar a sus primos y amigos, Ángel Machín, "El Zaragozano" Juan Pérez, más conocido por "Juan de Cusíodio". 21 Jorge Fuertes este medico del pueblo, Antonio Lapiera, cartero, Victoriano Almarcegui, este secretario del Ayuntamiento, que incluso consiguió una bonificación en el precio de los billetes para el ferrocarril, por tractarse de una familia numerosa y pobre y otros cuyos nombres siento no recordar. Sin olvidar a mis tios Leandro y Juan, hermanos de mi padre y a mis tias Julia y Primitiva hermanas de mi madre, y la esposa del médico Fuertes D.ña Felisa Martín, prima de mi padre y la familia del "Lechador", de nombres Jacobo y Luciana; pido disculpas si alguno se me olvida. Los preparativos fueron rápidos, pues no llevavamos muebles; nada mas ropas y algún objeto indispensable; pero eso si habia un bulto o cajón para cada uno de nosotros y algún baúl que un primo de mi madre llamado ( 1 ) el carpintero se encargó de preparar. Dos dias antes de emprender el viaje mi hermano y yo nos despedimos de nuestro patrón, cobramos nuestros haberes 100 pts. En total con propina y lo último que hice yo fue ir a la escuela despedirme del padre Eusebio Pera, ( 65 ) recibir sus consejos y dar mi último vistazo al mapa de España, fijando mis ojos especialmente en Santander. Este viaje y estos recuerdos, hoy son del todo inocentes para mis lectores, pero en aquella época y en aquellas circunstancias tenia un mérito extraordinario, tratándose además de una mujer de pueblo sin haber viajado nunca y con 7 hijos, el mayor de 11 años y el menos mamando y como era la primera familia que abandonaba el pueblo , a unos les producía asombro y admiración a otros: yo animaba a mi madre constantemente y le pedia que me dejara a mi llevar la responsabilidad de todo, pues era el mayor y estaba dispuesto a cualquier sacrificio con tal de llegar a su destino lo antes posible sin novedad. Asi que en los últimos dias de noviembre de 1923 una madrugada antes de amanecer y cada uno con su bulto al hombro mayor o menor según su edad, tomábamos un carromato con dos caballos igual a aquello que se emplearon en la conquista del oeste americano y despidiéndonos de todos los familiares y amigos, emprendimos la primera etapa de nuestro viaje hasta el próximo pueblo. Sangüesa a donde llegamos al amanecer los mas pequeños dormidos pero mi hermano José mi madre y yo con los ojos bien abiertos cruzamos el pueblo y llegamos a la parada o estación de un tranvía de via estrecha que iba hasta Pamplona al cual llamaban ( 66 ) el "Iratí" y este si que era novedad para nosotros a excepción de mi hermano Pepe que ya habia viajado en tren a Madrid: esta fue la 2 a etapa de nuestro viaje que nos resultó maravillosa comparándola con el viaje en carro hacia el mediodía llegamos a Pamplona y allí ya nos esperaba un amigo de mi padre al que llamaban Santiago "el chato" y que habia vivido en Sos algunos años dedicado al transporte entre el pueblo y Sangüesa. Este hombre nos trasladó a su casa y allí comimos con un apetito envidiable, pues su mujer ya conocía nuestros gustos; después nos hizo mil recomendaciones y nos pusimos nuevamente en marcha en el carro de este buen hombre hasta la estación y el se encargó de todo, sacar billetes, colocar los bultos y situarnos a cada uno en su sitio; luego se despidió y allí quedamos todos asombrados tanto de la estación como del tren en el que estábamos; no quiero dejar de mencionar la impresión que me causó la ciudad de Pamplona, sus calles, sus edificios sus comercios, todo para mi resultaba grandioso y todavía hoy llevo en la retina de mis ojos la visión de aquella para mi gran ciudad; yo leia los nombres de todos los comercios y lo que me llamó mucho la atención fue la fotografia del General Don Miguel Primo de Rivera que figuraba en numerosos 22 ( 67 ) carteles colocados por toda la ciudad, esto era porque dos meses antes este general había dado un golpe de estado y se habia hecho cargo del gobierno de la nacióm y aunque en el pueblo yo habia oido algo de esto, para mi, nada significaba, a este acontecimiento lo recuerdo bien y fue al que se llamó y se le sigue llamando La Dictadura de Primo de Rivera, que duró 7 años. Volvamos a nuestro viaje, al principio de colocarnos en el tren, permanecimos sentados y quietos, pero como la espera se hacia larga, mi hermano José y yo empezamos a curiosear todo, bajando y subiendo, tocándolo todo, y contando los coches que llevava el tren y viendo como otros trenes entraban en la estación; al fin entre toques de campanilla, silbidos de la locomotora y voces de los viajeros y empleados de la estación nuestro tren se puso en marcha, hacia Bilbao; pero antes, nos hicimos con buena provisión de agua ya que todos nos decían que el viaje seria largo, así bien pegados a las ventanillas, leyendo los nombres de todas las estaciones donde pasaba, que eran muchas, se hizo de noche y mis hermanos se iban quedando dormidos, pero yo iba bien atento a todo y así llegó la media noche y el primer sobrre salto, pues en la estación de Miranda de Ebro, nos avisaron que teníamos que dejar aquel tren y tomar otro, de prisa, asi que entre mi madre y yo despertamos a todos, que no fue fácil, bajamos al anden (68) con todos nuestros bultos y allí después de hacer mil preguntas a los empleados sobre nuestro nuevo tren, esperamos varias horas, pasando mucho frió e inquietud sobretodo mi madre y yo, hasta que al fin llegó nuestro tren compuesto de vagones de mercancías y algún coche de viajeros y al que llamaban el mixto, yo que nunca habia oido esta palabra nada mas que para aplicarla a las cerillas, quede sorprendido, pero nada comenté; otra vez a cargar los bultos y en marcha nuevamente y cuando amanecía, otro transbordo, en una estación llamada Manzaga y de aquí ya a Bilbao que cuando llegamos anochecía, pero ya contentos pues pronto Íbamos a ver mi padre; nuestra nueva casa, y la capital en la cual ¡bamos a vivir. Bilbao nos deslumhró pues su iluminación era para mi algo extraordinario, pues en compañía de un mozo de equipajes recorrimos varias calles hasta que nos situó en una pensión, donde nos sirvieron de cenar y allí dormimos, tranquilos tanto mi madre como yo pues el que nos llevó a la pensión quedó en recogernos al dia siguiente para trasladarnos al primer tren para Santander: aun recuerdo la cena que nos sirvieron en la pensioón, patatas con bacalao abundante y que liquidamos totalmente ( 69 ) acompañado con mucho pan, después sardinas fritas que también llegaron justas, es decir, que no sobró ninguna y de la mesa, medio dormidos todos, nos acomodamos en una habitación con cuatro camas donde dormimos como niños, hasta que nos despertaron a la mañana siguiente bien temprano y sin tiempo para desayunar, nos trasladamos a la estación de Santander, acompañados por el mozo cuyo servizio mi madre pagó explendidamente, le dio 5 pts. Y también recuerdo lo que pagó en la pensión 24 pts. En total, y deseando la dueña que volviéramos pronto: en si viaje a Santander lo que más llamó mi atención fue el paisaje, pues viniendo de una tierra donde en aquella época del año todo era campos en barbecho todo blanco y seco con el trigo recien sembrado y las viñas con sus cepas de color amarillo claro, no podia comprender como ahora todo lo que veía era verde, en varios tonos, pero verde y pensaba que era trigo, lo que eran prados de hierba y comentaba con mi madre lo adelantada y buena que estaba la cosecha en estas tierras sacando la consecuencia de que todos debian ser ricos en estos pueblos, pues además las gentes que veia en las estaciones además de seer buenos mozos estaban bien vestidos y se les veia contentos por todo lo cual saqué la consecuencia de que llegábamos a una región estupenda para vivir. ( 70 ) Las seis horas que invertimos en el tren desde Bilbao a Santander pasaron volando y cuando al fin llegamos al final de nuestro viaje, yo debia ir muy distraído porque de repente mi hermano José empezó a gritar: ¡Santander! ¡Santander! ¡Ya estamos! Después de 54 horas de viaje y saturados de ver cosas nuevas, la estación de esta capital nada nos llamó la atención; atrás quedaba nuestro pueblo, con sus calles estrechas empinadas y empedradas, sus casas de piedra y sus aleros casi tocándose; sus campos de trigo y cebada, centeno y maiz, sus viñedos almendros y las gentes, casi en general vestidas de pana, los hombres con su gran bufanda en invierno tampandoles el rostro hasta los ojos y las mujeres con sus gruesas ropas de color oscuro y su pañuelo en la cabeza; en sus montes ganado lanar y cabrio en abundancia, así como en los campos trabajando, sus animales de labranza; y miseria y pobreza entre la mayoría de sus habitantes, faltos de propiedades o tierras que les permitiesen vivir con algún desahogo; pero que permanecían allí por ignorancia y falta de decisión para buscar en otros lugares, mejores medios de vida. Después de esperar en la estación algún tiempo con la ansiedad que es de suponer apareció mi padre con un amigo y propietario de un carromato, cuando le vimos nos costó reconocerlo, ( 71 ) pues mi madre, mi hermano José y yo teníamos de el en la retina de nuestros ojos otra figura distinta y en cuanto a mis hermanos menores algunos no le recordaban o no le conocían, teniendo en cuenta que habían pasado más de dos años sin verle, pero de todas formas la emoción, los gritos de alegría y las lagrimas de mi madre y mías, hicimos que el y su amigo pasasen unos momentos de confusión y ternura; yo al verle vestido con mono de trabajo azul, más esbelto, bien afeitado y con un aire tan distinto a los hombres que allá en el pueblo quedaban, me pareció mucho mas joven que cuando le última vez en el pueblo, donde todas las personas mayores aparentaban mucha mas edad que la que tenían, asi que de este encuentro guardo un recuerdo imborrable, a continuación vinieron las preguntas, los incidentes del viaje, de las gentes del pueblo, de sus comportamiento para con nosotros durante su ausencia y otras muchas cosas, mientras su amigo iba colocando en el carro todos nuestros bultos, después nos colocamos todos en el y subiendo por una cuesta muy empinada y con varias curvas, llamada rampa de satiliza, y que más se la conocía por "el paredón" hicimos alto en la calle alta en un establecimiento de comidas llamado " El Resbalón" y allí nos sirvieron unos platos enormes del típico cocido montañés que a mi me supo a gloria y servidos por el dueño un tipo muy campechano, grueso que lucia un importante bigote y una gran calva, se cubría el vientre con ( 72 ) un delantal no muy limpio, pero esto no tenia importancia, pues el buen apetito que todos teníamos a el le satisfacía y nos animaba a comer más diciendo ¡venga venga! Que a mi me gusta que la gente coma y volvía a traer más platos de cocido y yo observaba como su dedo pulgar se hundía dentro del plato lleno de cocido y que al dejarlo sobre la mesa se lo limpiaba sobre la pared: era ya amigo de mi padre y le decia: Mario, vaya apetito que traen tus hijos, así da gusto, pues del que come bien, se puede esperar algo bueno, porque del que no come no tardamos mucho tiempo en dar cuenta de esta primera comida en nuestro nuevo lugar de residencia sobre todo yo que me sobró tiempo para salir a la calle y mirar, mirar todo con gran interés llamándome la atención los carros tirados por bueyes cosa para mi desconocida y los varios establecimientos de comida y bebidas que en dicha calle habia y el olor a pescado frito que de ellos salia; también notaba que las gentes me miraban, sobre todo los chavales como yo, y esto dio lugar a una anécdota que más adelante relataré; en cuanto todos terminaron su comida, montamos nuevamente en el carro que iba tirado por dos caballos y nos trasladamos a través de varias calles a nuestro nuevo domicilio situado a las afueras de la capital ( 73 ) a dos kms. en un barrio de obreros llamado La Albenica, cuando llegamos frente a la casa nos quedamos todos con la boca abierta, asombrados, de su buena presencia y siguiendo a mi padre subimos al tercer piso y que nosotros Íbamos a estrenar, allí nuestro asombro fue mayor pues con sus cuatro dormitorios su cocina, su retrete y todas sus ventanas y balcones mirando a la calle y agua, agua corriente en la cocina, todo esto a mi madre le pareció un cuento de adas, sobre todo lo del agua en casa, acostumbrada en el pueblo a transportarla desde la fuente a cántaros, también nos mostró mi padre un trozo de puerta pegado a la casa que nos pertenecía y mi madre viendo todo esto exclamó alarmada. Pero ¿podemos pagar lo que esto debe costar? mi padre la tranquilizó, mientras yo observaba todo con mucha atención y escogía mi habitación que ocuparía con mis dos hermanos José y Francisco; como mi padre ya habia colocado algunos muebles, con las ropas y enseres que nosotros traíamos pusimos la casa en condiciones de poder alojarnos, sin muchas comodidades, pero felices comparando nuestra nueva casa con la que en el pueblo habíamos dejado. Después de pasar la primera noche yo me levanté muy temprano, apenas mi padre salió para su trabajo, mi madre ya andaba por la casa, y me fui a curiosear el barrio, pasé por la escuela cuando los niños ( 74 ) estaban entrando y volví a observar que los mayores me miraban con atención y cuchicheaban entre si riéndose, igual que me pasó el día anterior, al salir de comer en la calle alta, en cuanto llegué a casa se lo dije a mi madre y esta me dijo: claro te miran porque vas muy bien vestido pues solo los grandes señores llevan como tu traje negro y zapatos de dos colores: yo no quedé muy convencido, pues todos los chavales iban vestidos como correspondía a niños, blusas o jersey, pantalones cortos y sandalias o alpargatas y el pelo largo y peinado, mientras que yo iba vestido todo de negro y con el pelo cortado al cero y los pantalones largos, total que mi figura debia ser bastante estrafalaria, pues mi madre no tuvo en cuenta estos detalles y cuando estábamos en el pueblo preparando nuestro viaje, la esposa del médico D. Jorge Fuertes, le regaló un traje negro de su esposo que ya no usaba y con su habilidad proverbial ella me hizo de el un traje a mi medida y cuando me lo probó satisfecha de su obra exclamó: "Cuando te vean en Santander tan bien vestido, todos dirán ¿Quién será ese chaval tan elegante? El caso es que yo a partir de mi primera salida no volví a la calle hasta que me pusieran otra ropa; pero yo tenia una obsesión y era ver el mar, pues todavía no lo habia visto, y el primer dia que mi ( 75 ) padre tuvo libre nos llevó a mis hermanos mayores y a mi junto con mi madre a visitar los muelles y el mar que no me pareció tan grande como me lo imaginaba y es que solo vimos la bahía con sus numerosos barcos y botes de pesca; yo creía que era un rio grande y asi se lo manifesté a mi padre, entonces el me hizo probar el agua, al ver que era salada quedé convencido de que era el mar; pero pedí más explicaciones sobre la grandiosidad de los mares que yo no veía, así que el se dirigió con nosotros al sardinero y aquí ya pude convencerme de lo que era el mar al ver que el agua se juntaba con el cielo y no se veian las orillas: de vuelta a los muelles, nos llevó a uno en el que estaba atracado un transatlántico llamado "Cristóbal Colón", yo miraba, pero no comprendía que aquella enorme mole pudiera ir por el agua, mas bien me parecía un pueblo muy junto y apiñado, blanco de metal para arriba y negro todo su casco, yo lo tocaba y no me cansaba de mirar; pero no pude comprender bien hasta que el muelle se fue llenando de gente a despedir a quien en el se iban a otros continentes y vi que lentamente se iba separando del muelle e iniciaba su marcha por la bahía hacia mar abierta esta estampa jamás pude olvidarla, aunque pronto me acostumbré a ver este espectáculo y fue perdiendo interés para mi al convertirse en una cosa normal en un puerto de mar. Los primeros ( 76 ) dias de mi estancia en Santander y junto con mi hermano José los dediqué a conocer un poco la capital dándonos buenas palizas de andar. Las comidas nos parecían deliciosas, sobre todo el pan y la novedad para mi fue que todos los dias desayunaba leche cosa que en el pueblo no se tenía costumbre, pues ese alimento solo era para enfermos; así pasando muy pocos días, empecé a trabajar junto con mi padre, para lo cual tenia que madrugar, esto para mi no fue novedad, pero si el trabajo: en cuanto a mis hermanos menor la menor Pilar, todos empezaron a ir a la escuela así que todo cambió muy pronto para nosotros, siendo el mayor sacrificio para mí madre, pues desde donde vivíamos a nuestro trabajo había 5 kms. Y todos los días iba a llevarnos la comida a las 12 ademas de atender la casa y a mis hermanos que eran seis ¡que vida mas arrastrada para ella! Y con que alegría la soportaba pensando que en el pueblo era mucho peor: ¡que exclavitud la de las mujeres de aquella época! Hoy nos parece increíble. El trabajo de mi padre era el siguiente: su patrón de Madrid había formado una sociedad anónima la cual se denominaba "Francisco Novela S.A." de la cual era Director y de ella formaban parte dos capitalistas de Santander llamados D. Ángel Hiera y (77) D. José Jiménez de la Serna el primero agente de Aduana y el otro abogado, los dos residentes en Santander: esta sociedad proyectó la construcción de una factoría petrolífera que llevó a cabo en el puerto de Santander. Cuando mi padre llegó a esta capital se presentó a estos señores y a los pocos dias empezó la explanación de terrenos, mi padre fue el encargado de los obreros que fueran entrando a trabajar y fueran llegando materiales de Alemania en barcos que descargaban sobre el muelle y con parejas de bueyes eran arrastrados hasta el lugar preciso unos 300 mts. Y se componían de chapas de hierro cajas de herramientas tubos de acero y otros accesorios para la construcción de tanques, donde se almacenarían los productos petrolíferos que más adelante transportarían Buques-Tanques desde el extranjero, America principalmente: asi que este fue mí primer trabajo, muy duro, muchas horas, pues no se respetaba el horario de 8 horas que ya estaba reglamentado, pero para mi era mucho mas llevadero que los que en el pueblo habia realizado; al frente de todo esto estaba un ingeniero de nacionalidad austríaca llamado D. Fernando Stranich, que apenas sabia el idioma castellano y que enseguida simpatizó conmigo pues parece que apreció en mí el deseo de aprender y mi buena disposición para realizar cualquier cometido de mí ( 78 ) edad: como se trabajaba a buen ritmo y al mismo tiempo que se construían los tanques, también los edificios iban al mismo ritmo, almacenes, salas de máquinas, oficinas y todo lo que iba a ser preciso, así pues en 18 meses, estaba ya todo listo a excepción de las tuberías que eran la parte más delicada y sumaban varios kmts. Y distintos dián^tros pues recorrían toda la factoría e iban hasta el muelle y todas bajo tierra, así que cuando estubieron terminados los tanques, y edificios, vinieron unos técnicos de alemania, que la casa proveedora de materiales envió y el montaje de tuberías fue rápido: yo estaba admirado de la forma de trabajar de aquellos hombres y conseguí, que junto con algún otro obrero español, los mejores, pasara a formar parte de aquell equipo eran cuatro y se llamaban Rodolfo, Otto, Franz y Meyer y a pesar de ser ingenieros, ellos hadan toda clase de trabajos, tendían los planes en el suelo y ¡hala! Tubos por aquí y tubos por allá a continuación, mantener las máquinas, compresores, bombas aspirantes e irrepelentes y todo lo necesario para el funcionamiento de dicha factoría, que en dos años quedó terminada e incluso garantizada, pues antes de montarse estos hombres se hicieron las pruebas de presión y estanqueidad de tuberías y tanques, con agua del mar, después un equipo de pintores se encargó de ponerlo todo a punto y se hizo la inauguración asistiendo todas las autoridades y la alta dirección de la compañía teniendo yo la ocasión de conocer el director general, D. Francisco Novela y como este señor permaneció algún tiempo en Santander, también simpaticé con el y recuerdo que dio orden de que me diesen facilidades para asistir a alguna escuela, pues quería que con el tiempo yo ocupase algún cargo importante en la empresa. Pasó algún tiempo y llegó el primer buque-tanque, procedente del puerto de Pensylvania en Estados Unidos, cargado de productos petrolíferos a granel, lubrificantes en su mayor parte y cuyo nombre era " W.D.ANDERSON" ante cuyo buque yo quedé maravillado así como muchos santanderinos, pues era la primera vez que un buque como aquel atracaba en el muelle de este puerto ( Este barco fue hundido posteriormente por submarinos alemanes durante la guerra europea 1939 - 1945 ) Durante la descarga de este barco yo tenia parte activa formando parte del equipo nombrado para dicho trabajo y a las ordenes del Ingeniero de la factoría Sr. Stronich y como todo se realizó sin novedad, recibí una gratificación extrarutinaria que me sirvió para comprarme ropa y calzado a mí gusto, lo cual me hizo mas feliz, pues ya me gustaba vestir bien en lo posible y tenía 14 años. Al dar principio los trabajos de manipulaciones de productos en la factoría, mi padre pidió ( 80 ) trabajo para mi hermano José con que le fue concedido con lo cual ya eramos tres y mientras mi padre se encargaba de distintos trabajos al frente de un equipo de obreros, yo con gran interés me fui preparando para los distintos trabajos que requería la manipulación de productos lubrificantes, cosa que se me daba muy bien y que además me gustaba enormemente, el manejo de maquinas, bombas, calderas de vapor, almacén de efectos, y todo cuanto se relacionaba con el envasado de productos para su distribución y venta; pero lo que más me gustaba era los trabajos de laboratorio, por lo que un químico catalán llamado D. José Rivas, en vista de mi buena disposición, me tomó a su servicio y con el aprendí prácticamente muchas cosas relacionada con esta industria; así sin regatear esfuerzos y siempre bien dispuesto para todo me iba convírtiendo en una pieza importante en la factoria; pero me faltaba preparación escolar, aunque lo poco que había aprendido en mis años anteriores, en el colegio del pueblo, no lo había olvidado, pero esto era insuficiente y junto con mi hermano José empecé a ir a la escuela de noche gratuita, que durante la temporada escolar existia y que era para adultos, pero mi padre consiguió que fuéramos admitidos. Allí íbamos todos los dias después de salir del trabajo, hacia las 7 de la tarde y permanecíamos ( 81 ) hasta las 10, así que cuando llegábamos a casa después de caminar 5 Kms. El cansancio 27 era enorme; pero asi como mi hermano protestaba algunas veces, yo iba contento pues progresaba y es que también tuve profesores que tenían interés por mi, sobre todo uno llamado D. José Arranz, que también era aragonés y que era un bendito, pues su paciencia no tenia limites, e incluso me ofreció su casa para darme clase los días que en la escuela no la había. En verano este buen hombre con su familia se iba a su tierra y yo para no perder el ritmo iba a un profesor particular que vivia al lado de mi casa y me daba clase junto con otros muchachos, cobrándonos por dos horas 1,50 pts a la semana. Debo hacer constar también que en cuantos percances y vicisitudes tuve en mi vida y que algunos ya conocemos, siempre me acompañó la suerte, pues unas veces por desgracia y otras por ignorancia o imprudencia, siempre salí bien, aunque fuese con milagro y el caso que voy a relatar es una muestra, despres vendrán mas: ocurrió que a parte de mis trabajos en el laboratorio también tenia que atender una caldera de vapor que estaba instalada cerca, y un día, entusiasmado con lo que estaba haciendo en el laboratorio olvidé vigilar dicha caldera y cuando me acordé y fui a ver como estaba, la presión había subido con exceso, sobrepasando el limite máximo ( 82 ) que podía soportar, al ver yo el peligro que había, intenté hacer que la presión bajase, pero al mismo tiempo reventó un tubo y dos chorros de vapor salieron con gran presión, uno por cada lado de mi cuerpo, sin que sufriese la más leve quemadura ni daño alguno, aunque el susto fue mayúsculo, tanto por mi parte, como de los obreros que se encontraban cerca; pero esto, me sirvió de aviso y experiencia, tan necesaria, para salir adelante en la vida. Por aquella época hice amistad con algunos muchachos de mi barrio y tomé gran afición a jugar al fútbol y a presenciar películas afición que hoy todavía conservo, lo primero lo practicaba cuando podía, generalmente los domingos por la mañana y no lo hacia mal, en mi puesto de extremo derecha en el equipo de mi barrio, llegando a ser imprescindible y ganando un año un torneo llamado campeonato de barrios, organizado por un periódico local llamado El Cantábrico, mi equipo se llamaba " El Fortuna de la Albencia " y mi otra afición, el cine podia realizarla los domingos por la tarde yendo a ver dos sesiones en dos cines distintos, una empezaba a las 3 !4 y al salir de esta corriendo a ver la otra, que empezaba a las 5 Vi y debo decir que me identificaba tan bien con el protagonista, sobre todo si era de aventuras, que llegué a soñar con ser artista de cine y ( 83 ) estaba dispuesto a realizar los más grandes sacrificios para conseguir ver mis sueños convertido en realidad; pero este pasó pronto. ¿Quién no ha soñado en su vida con algo irrealizable? Así iban pasando aquellos tiempos, pero lo que era imprescindible, el trabajo, para poder vivir fue lo único que veía hecho realidad. Un acontecimiento vino a alterar un poco mi vida y fue que llegó otro hermano, lo cual a mi me sentó bastante mal, y con este ya éramos ocho una boca más y alguna complicación, pues mi hermana mayor que tenia 13 años tuvo que dejar de ir a la escuela para ayudar a mi madre en sus muchas faenas; y fue una verdadera pena, ya que los estudios se le daban muy bien y podía haber llegado a estudiar alguna "carrerita" tal como maestra o algo parecido, relacionado con la enseñanza. Tanto mi padre, como mi hermano José y yo teníamos que prolongar la jornada de trabajo con el fin de ganar mas, ya que las necesidades eran cada vez mayores, y algunas veces la protesta estubo a punto de salir de mis labios, pero recordando y comparando todo esto con la vida que habia llevado años atrás en el pueblo, me conformaba y seguía aceptando los acontecimientos tal y como se presentaban, pues oirás muchas familias conocidas estaban peor ( 84 ) lo que no podia aceptar era trabajar la huerta de que disponiamos junto a la casa y de esto se encargaban mi padre y mi hermano José, y con este motivo me encajaron el apodo de "El señorito". En la factoría se trabajaba mucho y yo tenia que multiplicarme para atender los varios puestos que tenia, laboratorio, caldera de vapor, almacén de efectos, sala de máquina y torna de muestras además del movimiento y central del patio de tanques y no tenia 15 años, aunque mi estatura y mi fortaleza física eran muy superiores a mi edad. En estas circunstancias hizo su entrada en el puerto un nuevo buque - tanque llamado "Pendrech" de nacionalidad holandesa y una vez atracado en el muelle y conectadas mangueras a la tubería, se empezó su descarga, este barco era más pequeño que el anterior y su cargamento consistía en gasolina y petróleo, producto mucho más peligrosos que los que trajo el primero, por su inflamabilidad, gases tóxicos y peligrosa manipulación para la cual el personal no estaba debidamente preparado, desconociendo el peligro que existia, si no se tomaban las debidas precauciones y esto, la empresa y sus representantes o jefes en la factoria tampoco valoravan ni estimavan demasiado las medidas a tomar, más atentos ( 85 ) al rendimiento del personal y a la explotación al máximo de las posibilidades de la factoría, sin tener en cuenta otras necesidades primordiales en una industria de estas característica. Por estos motivos, cuando este segundo barco terminó su descarga, que milagrosamente se realizó sin ningún contratiempo, cosa que jamás he podido explicarme, a lo largo de toda mi vida dedicado a la industria del petróleo y sus derivados; parece que estoy viendo al personal trabajando con fraguas y sopletes por la instalación, junto a los tanques y estos despidiendo gases cuyo olor era lo mas característico, fumando, golpeando tubos y válvulas por donde había derrames de gasolina y algunos de estos obreros con sus ropas empapadas de gasolina, notando el escozor sobre su piel, e ignorando a lo que estaban expuestos y por eso pienso que nunca mejor aplicada la frase que tantas veces he oido "Dios protege la inocencia" y también pienso que milagros como este es imposible que se repitan. Solamente hubo un accidente grave que ocurrió a un obrero y fue que tratando de dar forma en curva a un trozo de tubo en una fragua con su carbón al rojo vivo y con grandes llamas se acercó con su pantalón impapado en gasolina que inmediatamente se le prendió fuego y no se le ocurrió mejor cosa que salir corriendo, lo peor que podía hacer hasta que cayó ( 86 ) al suelo y aquí le fueron arrojadas calderas de agua, hasta que las llamas se apagaron; pero este pobre hombre, un gran obrero, llamado Feliciano Sánchez, aunque salvó su vida, quedó inútil de sus piernas y el resto de su cuerpo marcado con grandes quemaduras y así vivió algunos años: también se dieron casos de pequeños incendios y síntomas de asfixia en algún obrero y esto también me tocó a mi, y esto si que fue un verdadero milagro, la cosa ocurrió así. Era lo normal subir a los tanques y sacar en un recipiente una muestra del producto para su análisis, yo esto lo había hecho muchas veces, pero tratándose de lubricantes; pero desconocía las características de la gasolina: Así que tomé un sacamuestras, subí por la escalera de gato que existía por la parte exterior del tanque al llegar a la cúpula, descendí por otra escalera que había por el interior del tanque para lo cual tuve que introducirme por una abertura llamada boca de hombre, y aunque notaba mucho olor a gasolina tengo que decir que no me resultaba desagradable, así que fui bajando por esta escalera y al llegar al liquido tomé la muestra y empecé a subir, cuando ya 29 faltaba poco para llegar a la cúpula sentí que me mareaba y me ahogaba, pero haciendo ( 87 ) un esfuerzo sobrenatural conseguí sacra la cabeza al exterior y ya no pude hacer más: quedé con medio cuerpo fuera del tanque y con los brazos en cruz me sostube unos momentos hasta que logré recobrar el conocimiento, conseguí salir fuera y tumbado permanecí media hora entre vómitos y convulsiones, cuando esto paró descendí por la escalera exterior y al llegar al suelo otra vez quede inconscientes, asi me vieron algunos obreros que me recogieron y trasladaron a una clínica, fui tratado por un médico y la cosa no pasó de ahí; pero nadie pudo explicarse ni entonces ni ahora como pude salir del deposito, que contenia 500 m3 de gasolina, en cuyo caso hubiesen notado mi falta, pero a nadie se hubiera ocurrido pensar donde me encontraba, ni me hubiesen encontrado, hasta que el tanque se hubiese vaciado y abierto para su limpieza pero seguramente hubiesen pasado meses o años y claro lo que hubiesen encontrado, se puede suponer.... Tengo que mencionar que este tanque tenia 10 mts. de altura y una capacidad de 1.000 m3 como puede verse volví a nacer y asi me lo recordaban a cada momento, tanto en el trabajo 31 como en mi casa así tuve que aprender y aunque pasando el tiempo ya recibíamos instrucciones por varios conductos, sobre las precauciones a tener en los distintos trabajos con estos productos, mi experiencia también era muy grande; pero mucho más grande ( 88 ) mi suerte. Otras de las cosas que hacia, que sin ser tan peligrosa como la que relato anteriormente, también tenia su riesgo; como los tanques estaban separados entre si por una distancia de 4 mts. si yo tenia que subir en varios de ellos, por ganar tiempo, en lugar de subir y bajar varias veces, lo cual era incómodo y costoso saltaba de uno a otro, tomando impulso, y como al caer en mis pies sobre las chapas de la cúpula, era mucho el ruido que producía no tardaban en darse cuenta algunos obreros entre ellos mi padre, y esto me costó la gran bronca y toque de atención por parte del jefe de la factoría, con lo cual esto ya no volvió a repetirse; pero no fueron solo estos hechos que relato, los únicos que imprudentemente realicé y que afortunadamente no tubieron consecuencias de importancia, fueron otros muchos y en gran parte debidos a lo mucho que la empresa exigía a sus obreros, rendir rendir mucho, cada dia más y siempre con la amenaza del despido, sin la más miníma medida de seguridad ni higiene; pero habia que aguantar pues el trabaji escaseaba y quien lo tenia como nosotros tenía que conservarlo como fuese: esto hacía pensar a mucho, entre ellos yo, que tenia que llegar algún día en que el trabajador fuese tratado de forma más humana, pudiendo reclamar sus derechos e imponerlos como fuese y ( 89 ) empecé a leer cuanto caia en mis manos relacionados con la cuestión social, la explotación del hombre por el hombre y a dialogar con trabajadores mayores y con algún conocimiento, pero este tema tanto en la escuela como en mi casa era tabú y con poquísimas personas podias tratarlo. Mientras tanto, nuestra empresa no cumplía apenas las disposiciones que a favor de los trabajadores estaban en vigor, ni la jornada de 8 horas ni el descanso dominical, pues se daba el caso que mi hermano José y yo y algún otro muchacho, teníamos que acudir los domingos a limpiar los distintos departamentos sin percibir retribuciones de ninguna clase y en cuanto a los salarios cada empresa pagaba lo que q uería y la muestra no era de las más explendida aunque habia otras que solo tenia trabajando mujeres y muchachos que lo hacian por la mitad que los hombres y les obligaban a realizar el mismo trabajo; así estaban las cosas en aquellos años y así habia que aceptarlas pues la mano de obra sobraba por todas partes, por lo tanto el que tenia trabajo podia considerarse feliz aunque fuese tratado como una bestia, sin asistencia médica, ni en caso de accidente si no era muy grave, sin vacaciones, total: una "delicia" de vida para la clase trabajadora 32 mientras yo veía en verano sobre todo, que Santander con su Rey al frente se llenaba de (90) veraneantes y con los privilegiados que le acompañaban con lo cual la vida todavía se ponia peor para la clase humilde, la clase trabajadora; para mi familia llegaban más estrecheses, pues a medida que mis hermanos iban creciendo los gastos aumentaban y por lo tanto había que mirar como defenderse, una de las medidas que tomaron mis padres fue cambiarnos de casa; pues era mucha renta la que pagábamos y nos fuimos a vivir a otra que rentaba la mitad, aunque estaba bastante mas lejos del trabajo y también mi hermana mayor, empezó a trabajar en una fábrica de loza y asi nos Íbamos defendiendo; yo cada ve más aficionado a la lectura y al cine pues este era el entretenimiento mas barato que existia, ya que los domingos por 20 céntimos veias dos películas esto era en invierno pues en verano los domingos teniamos que trabajar por la mañana en la factoría y por la tarde ayudábamos a algún ganadero a recoger hierba de los prados y transportarla a su pajar, esto nos daba derecho a tener leche gratis toda la semana. Así llegó el año 1927 y el gobierno de Primo de Rivera empezó a estudiar, por iniciativa de su ministro de hacienda D. José Calvo Sotelo la creación de un monopolio de petróleos, yo leia con gran interés todo cuanto se relacionaba con esta medida y que la prensa publicaba diariamente, pues ( 91 ) pensaba que si los que trabajamos en la industria petrolífera pasábamos a depender del estado, podía ser una cosa buena para nuestros intereses que eran los de ser tratados mejor y con mejores seguridades de permanencia en el trabajo. Asi iban transcurriendo las cosas, cuando un dia, mi padre no pudo soportar algo que el director de la factoría, D. Francisco Novela trató de imponerle y vino la discusión y con esta su despido: esto cayó como una bomba en mi casa, donde mi madre no aprobó la conducta de mi padre, aunque no dejaba de comprender que sus razones habia tenido y también aquí las discusiones eran el plato del día; ante esta situación yo tomé una decisión y acompañado por mi hermano José y mi hermana Victorína, me presenté ante aquel señor para rogarle que admitiese a mi padre, debí emplear buenos argumentos, pues conseguí que el despido quedase sin efecto, aunque sin el cargo de capataz, volvió al trabajo, y creo que fue lo mejor que pudo pasar, pues el sueldo era casi igual y la responsabilidad mucho menor. Otro acontecimiento vino a alterar un poco nuestra vida, pues un hermano de mi padre, el tio Juan, le escribió comunicándole el falecimiento de su padre, mi abuelo Blas, y que le pedía le dijese que hacia con la herencia que le pertenecía, pues como era viudo, habían hecho el reparto para ( 92 ) todos los hermanos que eran cinco, con las tierras se quedó el tio Juan que era el hermano menor, entonces mi padre, que nada esperaba por ese lado, contestó que le enviasen lo que fuese y a los pocos dias recibió un giro de 1.100 pts, en aquellos tiempos nada despreciables, y al mismo tiempo un documento para firmar, su renuncia a todo lo demás; esto mi padre no lo quiso firmar; pero si contestó diciendo que no se preocupase, pues el jamás reclamaría nada: y esto lo cumplió, pues en el resto de su vida volvió a acordarse de aquello. Yo seguia preparándome tanto en la escuela como en el trabajo, aquí por obligación, pues cumplía todos mis cometidos a satisfacción de mis jefes y 31 puedo decir que llegué a convertirme en la pieza imprescindible en la factoria y tanto fue asi, que con mis diez y seis años al finalizar el año 1927 me pagaban mas jornal que a ninguno de los demás obreros. La creación del Monopolio de petróleos fue un hecho, al igual que el que ya existia en tabacos, llamado monopolio de tabacos. Asi que todas las empresas que en España existían dedicadas a esta industria y que la mayoría eran extranjeros, fueron incautadas por el estado e indemnizadas, pagando el estado las instalaciones y los productos que en ellas se almacenaban. Durante los meses de Dbre de 1927 y Enero de 1928 yo ( 93 ) recuerdo el desconcierto que observaba en la factoria, pues junto a los que eran mis jefes aparecían otros señores, para mi desconocidos pero amabilisimos, que todo lo miraban, de todo tomaban nota y de todo hadan preguntas y lo que más recuerdo es que les servían la comida de un hotel y que comían juntos en la oficina de la factoria, y de estas comidas para mi muy exquisitas, yo también participaba, pues tenia que permanecer el tiempo que esto duró, siempre al lado de ellos, mientras el resto de los obreros estaban sin dar golpe, es decir no tenían nada que hacer pues todos los trabajos estaban prácticamente paralizados. A mediados del mes de enero, desaparecieron casi todos, quedando únicamente dos de mis antiguos jefes D. Fernando Stranich y D. José Jiménez de la Serna y junto a éstos otros dos nuevos, llamados D. Narciso Seriñá y D. Fernando de Alvear i se cambió el letrero de la factoria; donde decia con grandes letras "Francisco Novela s.a." se puso otro que decía "Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos S.A." CAMPSA para mi esto fue un gran acontecimiento y siempre lo tendré presente: así empezó la nueva organización y la primera medida que la CAMPSA tomó fue despedir al 80% del personal obrero, como eramos unos 50 solo quedamos 10: entre ellos mi padre, mi hermano y yo; pero a todos los que fueron despedidos les fue ( 94 ) entregada una indemnización y el derecho a reingresar en cuanto hiciesen falta, los primeros, creándose en toda España por el estado, una especie de organización llamada obreros expetroliferos, que poco a poco fueron reingresando, los que quisieran, los que no fuimos despedidos estábamos algún tiempo sin cobrar nuestros haberes y por eso en mi casa, gracias a la herencia de mi padre, no se notó la falta de jornal: pero a finales de Enero cobramos todos nuestros atrasos, al tiempo que nos entregaban un carnet como empleados de CAMPSA a partir del 1 de Enero de 1928 con carácter fijo: esto si que fue tanto para mi familia como para mi motivo de gran alegría, pues pasamos bastante tiempo llenos de inquietud, ante nuestro porvenir, debido a las circunstancias de la nueva situación, que la creación del monopolio tenia que traer: pero tuvimos suerte y nuestra situación laboral mejoró sensiblemente en pocos meses: el trato al personal era más humano, laas disposiciones en vigor se cumplían exactamente, las medidas de seguridad, desconocidas para nosotros, se pusieron en vigor, nuestro sueldo aumentó algo y todo hizo mas llevadero nuestro trabajo: nuestros antiguos jefes fueron trasladados a otras dependencias y vinieron otros nuevos, buenas personas, pero desconocedores prácticamente de todo cuanto se relacionaba con esta industria, aunque en teoría si ( 95 ) que estaban preparados, solo uno llamado D. José Luís Ibáñez, sabia por donde andaba, y fue este señor, quien organizó las cosas bastante bien y la factoria empezó a trabajar y rendir con arreglo a las nuevas necesidades: como en Santander habia dos factorias, la otra estaba a 10 km. en e! pueblo de Cestülero y era antes de la incautación propiedad de dos 32 empresas francesas, allí había destilación de productos, fabricación de envases de 2-5-10-y 18 pts. Y era en estos envases donde se distribuían los productos para el uso de surtidores en carretera era desconocido, en esta factoría que tenia también algunas viviendas, se instaló el nuevo Ingeniero jefe Dr. De Alvear y el segundo jefe allí también se instalaron las oficinas generales, quedando la factoría de Santander como una dependencia de aquella: y por esta empezavan a desfilar nuevos técnicos titulados para practicar, nuevos empleados administrativos, personal para la futura flota petrolífera que la Campsa proyectaba comprar o construir, pilotos, maquinistas y cuantos titulados en maquinarias servían precisar en el futuro, todos eran recomendados de algún ministro o personalidad del gobierno, sobre todo del Sr. Calvo Sotelo, unos se iban y otros venían y por este motivo yo tuve ocasión de conocer y tractar a numoerosas personas que mas adelante tendrían cargos importantes en la dirección o factorías de toda España ( 96 )y lo mismo que con los marinos que fueran ocupando puestos en los buques petrolíferos, capitanes, oficiales y maquinistas: con todos ellos conservé la amistad siempre pues todos recordaban a aquel muchacho que les explicaba a su manera, todo cuanto se relacionaba con el movimiento de una factoría petrolífera. Como es natural, tanto el resto de los obreros como yo, nos adaptamos pronto a los nuevos métodos de trabajo, que de trabajar en una empresa en competencia con otros del mismo ramo a otra sin competencia, hay bastante diferencia: de todas formas, yo en contacto con todos estos técnicos, adquirí bastante conocimiento que de mucho me sirvieron en el futuro, para ocupar puestos de responsabilidad y superior categoría, y a que punto los obreros mejor dotados y previo examen de suficiencia teorico-práctica que la empresa iba creando en sus instalaciones segon sus necesidades se iban ocupando, siendo notable la diferencia de su sueldo y su trato. Yo que tenia aspiraciones y deseo de mejorar, ambición, buen carácter y físicamente estaba bien constituido y gozaba de muy buena salud y de espíritu de sacrificio cuando hacia falta y lo más importante, me gustaba trabajar y jamás puse reparos a cualquier misión que me fuese encomendada, esto me valió ser bien considerado por mis ( 97 ) superiores dentro de la factoría, y conocido en la empresa: así fui escalando puestos, que me llevarían a pasar de aprendiz a los 12 años, pasando por todas las categorías, previo examen, a ocupar el más alto cargo, dentro del personal obrero, de la empresa cuanto contaba 33. Pero antes de estos pasaron muchas cosas en mi vida, que trataré de dar a conocer y que como ya le he dicho anteriormente, la suerte también me acompañó y mucho. En el Año 1930 la situación política se complicó de tal forma que la dictadura de! general Primo de Rivera fue derribada y se sucedieron varios gobiernos que nada resolvían, la situación llegó a tal extremo, que a la fuerza que las organizaciones obreras C.N.T. y U.G.T. las más importantes, se unían los enemigos de la Monarquía, los republicanos, los socialistas y otros así empezó una campaña de propaganda contra la monarquía, en la que los mítines, conferencias, huelgas y violencias en la calle hicieron que el rey convocara unas elecciones municipales en toda la nación y estas se celebrasen el dia 30 de abril de 1931 triunfando por una gran mayoria de votos los enemigos de la monarquía, ante este hecho, y sin esperar a celebrar unas elecciones generales, el rey con su familia, salió de España refugiándose en ( 98 ) Londres y más tarde en París donde también se encontraba el artiguo jefe del gobierno 33 general Primo de Rivera: como ya existía un gobierno republicano provisional formado por hombres solventes, aunque fueron encarcelados unos meses antes, este gobierno en bloque y otras muchas personas republicanas fueron puestos en libertad y dicho gobierno se hizo cargo del poder proclamando la república el dia 14 de abril de 1931 sin el menor incidente. Así nació la 2a República en España . De todo estos acontecimientos, así como de lo que después ocurriría suponemos esté informado, pues escritores e historiadores imparciales lo handado a conocer en numerosos libros. Así que voy a seguir con mis actividades, que es lo que en ciertas cuartillas mal hilvanadas, quiero dar a conocer y que reflejan a grandes rasgos, mi vida, que es la de muchos hombres españoles, desde su infancia, dedicados a trabajar y ser útil a la sociedad. Con la proclamación de la República, se promulgaron nuevas leyes, a favor de las clases más desheredadas, se dio plena libertad de asociación y las centrales sindicales que habian actuado en la clandestinidad, pudieron actuar libremente, entre estas, se encontraba la C.N.T. la más poderosas, junto con la U.G.T. que antes de la proclamación de la República, solo en las grandes ciudades tenían afiliados y ( 99 ) fuerza; pero se fueron formando sindicatos en toda España empezando así la lucha de los trabajadores contra los empresarios, las huelgas fueron numerosas y varios los incidentes; los capitalistas cerraban sus fábricas y se inició la huida de capitales al extranjero, con todo esto, se puso muy difícil la actuación del gobierno, que se habia formado después de celebrar elecciones generales, que como en las municipales, triunfarán los partidos de izquierda, por gran mayoría, proclamándose presidente de la República a D. Niceto Alcalá Zamora. Tanto mis compañeros de trabajo como yo habíamos formado un sindicato en toda España llamado" Unión Petrolífera" que afiliaba a todos los trabajadores de la industria petrolífera; al principio era autónoma o sea que no pertenecía ni a la U.G.T. ni a la C.N.T. pero convencidos de que asi no teníamos ninguna fuerza, decidimos por gran mayoría pasar a formar parte de la C.N.T. yo tomé parte activa en esta labor, pues siempre ocupé algún cargo dentro de la directiva aunque solo tenía 19 años, pero cargos administrativos, pues la violencia no iba con mi carácter, aunque si el convencimiento de que habia que luchar contra toda clase de injusticias y prepararse para dar la batalla al gran capital, educándose socialmente y dando ejemplo, tanto en el ( 100 ) trabajo, como en la vida individual de cada uno, como hombres responsables que desean lo mejor para la humanidad. También tomé parte como delegado representante de los trabajadores del petróleo en Santander y nombrado por unanimidad, en un congreso nacional de todos los trabajadores del petróleo que se celebró en Madrid y también tomé parte en alguna huelgas de carácter local por solidaridad con otros sindicatos, siendo lo mas importante la de carácter revolucionario que se produjo en toda España en octubre de 1934 y que en algunos lugares como Asturias, dominó el ejercito de África mandado por el general Franco, con motivo de esta huelga, fui despedido con todos mis compañeros, aunque después de algún tiempo fui nuevamente admitido, como la mayoría de mis compañeros, aunque algunos fueron trasladados a otras dependencias como mi hermano José que lo fue a Teruel. A pesar del trabajo y de las lixhas sociales también procuraba divertirme pues a mi edad esto es indispensable, me gustaba el deporte que practicaba con soltura y entusiasmo, sobre todo el fútbol la natación y la pelota vasca, éste ya la practiqué en el pueblo, a mano y con pelotas de cuero y fue el que más tiempo practiqué incluso hoy todavía y tengo 67 años. ( 101 ) Otra de mis diversiones eran las fiestas con chicas, música y bailes en las numerosas romerias que en toda la región se celebraban desde la primavera hasta el otoño; pero me gustaban más estas fiestas en los distintos que en la capital existían y en los pueblos próximos: este me hizo conocer y tratar a distintas chicas y hacer amistad con ellas, entre las cuales contaba con muchas simpatías, por mi carácter, mi presencia y que además vestía muy bien, lo cual tenía mucha importancia y todo esto unido a que manejaba bastante dinero, pues ya ganaba un buen sueldo a parte las horas extraordinarias; todo esto me hacia destacar entre los muchos jóvenes de mi edad y entre mis numerosos amigos. Pero volvemos a mis actividades como trabajador en la empresa: por mi dedicación, mi preparación y el interés que siempre puse, a los veinte años ya ocupaba un puesto de gran responsabilidad en la factoría y bien retribuido, contando además con la simpatía de todos mis superiores, y su confianza: esto dio lugar en muchas ocasiones a la envidia, las murmuraciones e intrigas por parte de mis compañeros, que faltos de preparación e interés para el trabajo y por aprender e incapaces del menor sacrificio, veian como aquel jovenzuelo, habia ido escalando puestos hasta situarse profesionalmente, a pesar de mis consejos y que constantemente los animaba a superarse y pregonaba con el ejemplo, ellos preferían pasar el rato en la taberna, donde entre vaso y vaso de vino, criticaban o entablaban conversaciones banales cuando no injuriosas o de carácter poco edificante: a todo esto yo lo llamaba "conversaciones de tasca" que a nada práctico conducían, para mí todo esto me resultaba muy desagradable y así lo manifestaba, pues ni me gustaba el alcohol, ni fumaba y por lo tanto estos establecimientos sobraban para mí, pero lo que me gustaba era visitar el Ateneo Popular, siempre que el trabajo me dejaba algún rato libre y alli hice muchas amistades. En mi casa, hubo otro acontecimiento totalmente inesperado y que no me resultó nada agradable y fue que nació otro hermano, cuando el menor Alfonso ya tenía cuatro ó cinco años, con este ya eramos nueve hermanos, que no estaba nada mal y mi madre debió de sufrir lo suyo, pues notaba en mi y mis hermanos, lo poco que el acontecimiento nos agraciaba, esto dio lugar a que mi padre me llamara la atención y procurase deponer mi actitud, ya que mi conducta era muy dolorosa sobre todo para mi madre, creo que , .Falta una línea lo que son las cosas, pasando algún tiempo, sería a este hermano al que quizá más (103 ) quise, pues creo que ha sido y es, el más inteligente y el mejor dotado de todos: a lo largo de mis memorias, lo mencionaré muchas veces: se llama Ángel. Cuando este nació ya habíamos cambiado nuevamente de casa, esta era mejor y estaba situada mucho más cerca del trabajo, por lo cual teníamos tiempo de ir al mediodía a comer en casa, evitando así que mi madre o alguno de mis hermanos tubiesen que desplazarse todos los días a Nevarnos la comida: esto lo impuse yo, con razonamientos, ya que tanto mi padre como mi hermano José no estaban muy conformes, pero había que evitar sacrificios a mi madre que bien se lo merecía. En España las cuestiones políticas y sindicales iban de mal en peor, sobre todo en lo primero y todo esto me preocuba enormemente; sufrí algunas decepciones, me llevé muchos disgustos y llegué a la conclusión de que no 35 merecía la pena dedicarse por entero a estas actividades, sin tener ilusión y como además, odiaba todo lo que podía convertirme en un figurón, como ocurría con algunos que conocía, peor dotados que yo y que demostraban que solo buscaban su medro personal y la forma de eludir el trabajo, dando un ejemplo de lo más deplorable, aunque no faltaba quines les adulaban y los consideraban ( 104 ) como seres superiores, a los que seguían con los ojos cerrados como borregos: yo manifestaba en las asambleas y en todos cuantos actos sindicales tomaba parte mis puntos de vista y siempre procuraba hacer comprender lo equivocado del procedimiento para resolver muchos de los problemas que se presentaban, procuraba hacer entender que no había que menospreciar la fuerza y poder que el capitalismo y el ejército tenían en España, a pesar de tener un gobierno republicano y unas fuerzas sindicales muy numerosas pero mal organizadas y con grandes diferencias entre ellas que a nada bueno podían conducirnos si el caso se presentaba, ignorancia, egoísmo, afán de mando y de poder y una confianza ciega era lo que predominaba; esto me hizo ser tachado de pesimista por algunos y equivocado por otros, cosa que no me molestaba, pero sí que no se tomasen en cuenta mis advertencias. En estas circunstancias me llegó, como a todos los jóvenes, el día de mi incorporación al ejercito; para mí esto resultaba muy desagradable y era un año; pero yo solo hice cinco meses, pues habia que, sacrificándose un poco y aprendiendo la instrucción antes de incorporarse, rebajaban cuatro meses. Yo me acogí a esta disposición y durante el verano de 1932 me matriculé en una escuela que dirigían algunos ( 105 ) oficiales del ejército en activo y mediante el pago de 96 pts, salías preparado y con un certificado que acreditaba que sabías la instrucción que todo los soldados teníamos que aprender; para esto los meses de Junio, Julio y Agosto había que ir a unos terrenos donde estos oficiales enseñaban todos los movimientos, ordenanzas, manejo del fusil, gimnasia y conocer la graduación de todos los superiores, por sus signos o estrellas en sus uniformes, pero había que madrugar; las clases se daban a las 6 1/2 de la mañana y duraban hasta las 7,45 asi que nos quedaba el tiempo justo para estar en el trabajo a las 8. pero merecía la pena, pues al incorporarte al ejercito, ya eras veterano y con un poco de suerte podías ocupar algún destino en el cuartel y la mili la pasabas mucho mejor y además menos tiempo, que era lo que a mí me interesaba. En noviembre de 1932 me incorporé a mi unidad "Regimiento de Gavellano" en Bilbao: aquí nuevas experiencias, nueva vida; para mí, la vida militar resultaba de lo más ridículo, en principio porque odiaba la violencia y amaba la libertad, la paz y la armonía entre los hombres, esto fue siempre mi lema desde niño y más acusado ahora que ya era un hombre pues en mi vida, hice siempre de mediador en cuantas ocasiones se me presentaran, procurando que el diálogo sereno y razonable, triunfase sobre la violencia; pero esto en el cuartel ni podía realizarlo ( 106 ) y menos manifestarlo; en aquella época era ministro del ejército, el republicano D.Manuel Azaña, que algunos años después sería Presidente de la República Española con este hombre la vida deis soldado cambió mucho en favor de este, habia mas libertad, los cuarteles se dotaron de algunas comodidades, se instalaron bibliotecas la comida era buena y los oficiales y clases en contra de sus deseos, salvo raras escepciones, tenían que reprimirse en su trato para con los soldados, que siempre habia sido duro y dictatorial y yo podia observar lo mucho que esto les disgustaba; así que la mayoría estaban en contra del Ministro, en contra de la República y solo 3ó deseaban que esta se derrumbase cuanto antes, para lo cual hadan lo posible. Yo procuraba hacer algo útil, pues la vida de parásito no era para mi y tuve la suerte de pasar, dentro de mi unidad, al grupo de Sanidad Militar y esto resultó para mi más tolerable, ya que podia hacer algo útil en favor de los demás. Así pasaron mis 8 meses de soldado, dentro de los cuales, adquirí algunos conocimientos, muchos amigos y conocí muchas personas de toda clase y condición. De nuevo en mi puesto de trabajo, y en mi casa, empezó para mi una nueva etapa de mi vida siendo quizá una de las más agradables en mi vida con algunos ahorros que conseguí, ( 107 ) durante mi vida de soldado, ya que en mis horas libres realizaba algún trabajo, me compré ropa de paisano, me vestí lo mejor que pude, esto me gustaba mucho, y después de cumplir en mi trabajo, procuré divertirme, hice nuevas amistades, buenos amigos, conocí mujeres de todas clases, pues el sexo contrario me atraía enormemente, como a todo joven normal, sano y fuerte, pero siempre de unos límites de convivencia y simpatía mutuos: en esta época tuve relaciones íntimas con algunas jóvenes, sin que éstas relaciones tubiesen ninguna consecuencia desagradable para ambos. De estas mujeres, que después llegaran a casarse, como es natural, pues todas tenían gran actractivo físico, guardo buenos recuerdos y creo que a ellas les sucede igual conmigo. En mi trabajo seguía dando ejemplo de laboriosidad, pues era mi norma que para exigir derechos, había que cumplir obligaciones, este fue durante toda mí vida laboral, mi modo de ser, lo mismo que mi vida particular. En reconocimiento a mis méritos en el trabajo, la empresa me ofreció un puesto de superior categoría, en una dependencia del Sur de España, encargado de la dependencia con sueldo duperior, casa vivienda y otras mejoras, y después de pensarlo, rechacé tal puesto; a los pocos meses me fue ofrecido ( 108 ) otro puesto igual en otra dependencia , esta en el centro de España que tampoco acepté y todo esto con gran satisfacion de mis jefes actuales, pues no les hacía nada de gracia que yo me marchase de su lado: por esta época ingresaron en la empresa varios ingenieros jóvenes y a Santander llegaron tres, dos a la factoría de Santander y una a la de Astillero, se llamaban José Folgueras Civit y Alfredo González I naneo los de Santander y Domingo Romero Estebanot el de Astillero, menciono sus nombres porque en el futuro saldrán en estas paginas: estos hombres recién salidos de la universidad, demostraban muchas ganas de trabajar, y de enseñar a quien tubiese interés en aprender, a su vez necesitaban adquirir práctica y yo hice con ellos gran amistad, con otro obrero como yo, aunque un poco mayor, formamos un equipo muy bien compenetrado, pero siempre reconociendo su jerarquía laboral, pues ellos eran ingenieros y nosotros obreros, aunque especilizados y bien preparados prácticamente dentro de la factoría también empezaron a llegar buques tanques con distintos cargamentos y en ellos oficiales jóvenes que yo ya habia conocido en la factoría, cuando ingresaron en espera de que hubiese barcos para embarcar, propiedad de ( 109 ) la Campsa; el movimiento de productos petrolíferos hiba en aumento y ya se disponía a parte de algunos buques tanques, de una flota de camiones cisternas y wagones, para la distribución por toda españa de estos productos que como es natural, debido a la mecanización y circulación de vehículos eran imprescindibles y también se iban instalando 37 aparatos surtidores en distintas localidades, a las cuales había que abastecer a granel en estos camiones cisterna, por todo esto quien tenía interés en aprender, no le faltaban ocasiones y al mismo tiempo ocupar un puesto importante dentro de la empresa y más en las factorias receptoras como era la de Santander y este fue el motivo, o por lo menos uno de ellos, que yo esto lo preveía, de que no aceptase salir de la factoría, cuando me lo propusieron, sin que por esto, mi prestigio en la empresa no disminuyó en absoluto, pues poco tiempo después y previo examen de suficiencia, ocupé otro puesto superior sin salir de mi casa, ni de "mi" factoría, a la cual tenía gran cariño, como si de algo mió se tratase. Otro de los motivos fue también muy poderoso, aunque de índole muy distinta, y fue que mantenía relaciones amorosas con una joven llamada Elvira de la cual estaba profundamente enamorado y con la cual (110) me casé en el año 1937, aunque de este acontecimiento hablaré más adelante, pues creo que merece la pena, por las circunstancias que concurrieron. Mientras tanto, las cuestiones políticas se complicaban de una manera alarmante, pues los distintos gobiernos que se sucedían eran atacados por derechas e izquierdas aquellas, porque querían que la República se hundiese y estas porque tampoco estaban conformes con la lentitud con que el gobierno ponía en practica, lo que habia prometido, pues la clase trabajadora se sentía defraudada y engañada; así surgieron numerosos conflictos en toda España; levantamientos militares como el que protagonizó en Sevilla el general Sanjurjo y que fracasó, huelgas generales en toda España de carácter revolucionario, las más importantes en Cataluña, Andalucía Zaragoza y la mas sangrienta en Asturias en Octubre de 1934 y que después de muchos días, triunfante la revolución, al final fue sofocada por el ejercito de África al mando del general Franco, con una represión feroz que produjo miles de muertos y encarcelamientos masivos, destacándose enormemente en esta represión el comandante Doval de la Guardia Civil el cual se hizo tristemente célebre en aquellos sucesos, que todos los españoles mayores de 60 años recordamos con espanto. A partir de estos sucesos, con los gobiernos desbordados, un odio feroz entre las dos tendencias derechas e izquierdas; ( 1 1 1 ) violencias por todas partes, enfrentamientos entre los propios trabajadores, ignorancia en unos mala fe en otros, equivocaciones en la apreciación de los problemas y odio envidia y todas las miserias que los humanos llevamos dentro y que en circunstancias como éstas salian a flote, todo esto producía en mí una gran decepción y un dolor inmenso; pero a pesar de mis esfuerzos y de nuestros hombres sensatos y con la mejor voluntad nada práctico se conseguía, el buen sentido no prevalecía, y yo llegué a la conclusión de que lo único que merecía la pena era tratar con personas de bien, nobles, de buenos sentimientos, con verdaderos amigos, aunque su ideología política y social fuese distinta y pensaba que de estas personas, nada malo se podía esperar, así que yo cultivé siempre su amistad y esta teoría siempre me dio buenos rresultados: esta actitud me valió algunas censuras por parte de quienes eran incapaces de sentir lo que era una verdadera amistad entre personas bien nacidas, solamente porque no pensaban igual, políticamente o manifestaban su disconformidad con ciertos procedimientos. Dentro del Sindicato mis cargos mas bien eran de carácter administrativo y conciliador y por este motivo poco 38 espectacular, por este procedimiento colaboré eficazmente para conseguir ( 112 ) algunas mejoras para los trabajadores, sin huelgas y sin violencias: pero no era bien visto por los mas exaltados, que también censuraban mis buenas relaciones con los representantes de la empresa y su Director. Todo esto a mi poco me importaba, pues a pesar de todo, seguí con mi modo de ver las cosas, teniendo buenas relaciones con quien demostraba merecer mi amistad y su hombría de bien: pero eso sí, defendiendo siempre la razón con energía sin olvidar mi condición de trabajador asalariado y toda mi vida explotado. Así iba transcurriendo el año 1935 entre luchas, conflictos laborales, incendios y violencias, represiones y enfrentamientos entre los mismos trabajadores, agresiones personales, pues afiliados a la extrema derecha, asesinaban en la calle a los de la extrema izquierda, intentando éstos de la misma forma, haciéndose tristemente célebres algunos jóvenes de Falange Española, pistoleros profesionales, y otros de la C.N.T. o F.A.I. En estas circunstancias, en Febrero del año 1936 se celebraron elecciones generales en toda España, triunfando rotundamente las izquierdas y teniendo el poder los representantes de estas organizaciones que rápidamente dictaron una serie de disposiciones que favorecieron a todos los represaliados y castigados por gobiernos anteriores, saliendo de prisión muchos trabajadores y siendo (113 )admitidos en sus puestos de trabajo abonándoseles sus sueldos perdidos: esto afectó sobre todo a aquellos que en el movimiento revolucionario de Octubre de 1934 fueron despedidos o encarcelados y afectó notablemente a la región Asturiana así volvieron a sus puestos muchos amigos míos y también algún familiar como mi hermano José y el padre de mi novia entre otros. Esto sentó como es de suponer a la reacción que multiplicó sus esfuerzos y sus preparativos para alzarse contra la República de la cual ya era Presidente D.Manuel Azaña y eran los sindicatos los que alertaban al gobierno de lo que la reacción preparaba, para un futuro próximo, mientras seguían cayendo asesinados hombres destacados de la extrema izquierda en la calle o en sus domicilios: la situación se hacía violentísima y en los primeros días del mes de julio, caía asesinado un teniente de la policía de Asalto, fuerza creada por la República, para pistoleros de la reacción; a este asesinato, pocos días después siguió el de el líder en el parlamento de las fuerzas reaccionarias, D.José Calvo Sotelo, por elementos de la policía de Asalto en venganza por la muerte de su jefe el teniente Castillo y esto precipitó el levantamiento de todas las fuerzas reaccionarias y del ejercito, siendo el director y organizador principal, el general Mola y colaborando con el la gran mayoría de los jefes militares, el más destacado, el general Franco destacado en aquellos momentos en Canarias y que rápidamente se trasladó a África a ponerse al frente de aquel ejército. Para mí y para muchos de mis amigos y compañeros, esto no fue una sorpresa: pero lo que yo no calculé las consecuencias que esta sublevación iba a tener: era el 18 de julio de 1936 y por ser día festivo, pues era domingo, las plazas y paseos estaban llenos de gentes y 'por allí andaba yo con mi novia, cuando empezaron a circular rumores alarmantes sobre la sublevación en África y gran parte de la península y como ocurre siempre, las noticias eran contradictorias, pero por si acaso yo dejé a mi novia en su casa, donde su padre y hermano Antonio que por ser también obreros militaban en sindicatos de la U.G.T. y estos ya conocían los rumores, pero más alarmantes, así que me trasladé al sindicato mío y allí en pocas horas se confirmó la gravedad de la situación y aunque yo trataba de creer que no seria más que otra intentona de 39 levantamiento de los enemigos de la República y que fracasaría rápidamente, pronto pude ver que la cosa era mucho mas importante y grave así que se tomaron acuerdos y fueron convocados por radio todos los trabajadores para formar piquetes y organizar la ocupación de centros oficiales y lugares clave, para evitar que los militares y las fuerzas sublevadas se adueñasen de la ciudad, a mí me correspondió vigilar la factoría, por ser codiciada pieza importante, en ios actuales sucesos, allí sin descanso paré con algunos compañeros varios días con sus noches, que fueron terribles, pero al fin se fue aclarando Ja situación y... bueno, para que voy a repetir aquí lo que sucedió después, si es de sobra conocido, únicamente que en lo que se refiere a la factoría, se nombró un comité responsable, que prescindiendo de los jefes como tales, se encargó de organizar todos los trabajos con arreglo a la actual situación, prestando cada uno el servicio que se le encomendó separando a algunos de la factoría y encargando a otros de la misión que como técnicos debían asumir, pero sin usar la violencia en ninguno de los casos y todos prestaron su colaboración, para la buena marcha de todos los servicios en la factoría. En las reuniones que en los sindicatos se celebraban yo procuraba hacer comprender que dada la situación, el peligro estaba en los límites de la provincia, pues las fuerzas sublevadas se encontraban cerca por la parte de León Palencia y Burgos, aunque ya se habían tomado algunas medidas pero eran insuficientes; pero se carecía de armamento o era muy escaso; por otro lado, yo veía y criticaba la actuación poco ejemplar de algunos de mis compañeros en el comité responsable de mi Sindicato, por todo lo cual tomé una decisión y junto con mi hermano José que compartía mis puntos de vista, nos alistamos en las milicias voluntarias y salimos con otros compañeros, entre ellos, mi futuro cuñado Antonio, al frente de batalla, a mí y mi cuñado nos enviaron al frente en la parte de Guipúzcoa donde los vascos se defendian como podían desde las fuerzas que desde Vitoria les atacaban y mi hermano José fue destinado al frente de Palencia. a los pocos meses, también otro hermano mío llamado Francisco y muy joven todavía, también se alistó en dichas milicias con otros amigos o compañeros. En mi unidad me fue encomendada la misión de enlace y pude comprobar que se luchaba en inferioridad de condiciones, sin armamento y sin disciplina, aunque con mucho valor, mientras que el enemigo bien armado y organizado, nos batía constantemente; esto me producía dolor y desesperación, pues pude ver morir a algunos de mis compañeros, entre ellos un vecino de mi casa y buen muchacho, llamado Ramón Aznar, empleado en el Ayuntamiento de Santander y que recibió varios balazos en el pecho, esta primera víctima en el frente, la recordaré siempre; también vi evacuar a mi cuñado Antonio, lesionado por accidente en un pié y así todos los días y a todas horas nos iban produciendo bajas, por unas u otras causas y poniéndose de manifiesto la falta de organización, pues nos faltaba de todo, ropa, comida, armas y mandos con alguna capacidad; en poco tiempo mi unidad fue prácticamente liquidada retirándonos el mando a la retaguardia a cubrir bajas y descansar los que pudimos sobrevivir, que más parecíamos guiñapos que hombres y allá quedó el Monte Kalamua de triste recuerdo para mí. Por aqueíllos días recibí la noticia de que mis dos hermanos José y Francisco habían resultado heridos y se encontraban en un hospital, aunque no muy graves. En Santander seguían formando batallones lo mismo que en Bilbao y Asturias pero ya con armas, por 40 lo menos pues por aquellos días llegó un barco de Méjico cargado principalmente de fusiles y munición y esto dio algún optimismo a los combatientes republicanos, lográndose estabilizar los frentes y hacer la guerra de descubiertos y parapetos; pero los sufrimientos eran muchos para los combatientes pues había llegado el mal tiempo, las lluvias, nieve, frío y toda clase de calamidades. Mi unidad fue destinada al frente de Burgos y nos correspondió guarnecer el sector entre Los Tornos, Nocero, Villasante, hasta Espinosa de los Monteros, aquí permanecí tres meses, sufriendo ataques del enemigo que dominaba las alturas y viendo caer heridos a muchos compañeros, a los que no se podía evacuar hasta que se hacía de noche y no pudiendo recibir asistencia médica, por lo cual algunos morían dentro de la trinchera o parapeto; a mí me tocó evacuar a muchos aparte de mi misión como enlace, pero la organización seguía siendo tan deficiente como al principio y el hambre y el frío causaban más bajas que el enemigo que teníamos enfrente y había que tener mucha fuerza de voluntad y mucho espíritu de sacrificio para soportar aquella situación y para ayuda de males el enemigo instaló piezas de artillería y nos batían constantemente. Pero lo que más me dolía era que, si tenías la ocasión de ir a la capital, el contemplar como algunos responsables se paseaban bien equipados, bien alimentados y parecía que al que volvía del frente lo miraban como un bicho raro y mientras ellos agotaban las bebidas en los establecimientos que aun quedaba sobre todo cerveza y licores caros o sea que se daban la gran vida: en el frente había otro enemigo temible, este de carácter climatológico, la niebla, ya que en varias ocasiones los combatientes se perdían por los montes y cuando se pensaba que se habían pasado al enemigo, aparecían sus cadáveres cerca de las posiciones enemigas: en los frentes de lucha, las noticias eran de toda clase, pues a la toma de Málaga por los nacionales y tropas italianas, cosa que nos desmoralizaba, seguía otra en la que se nos decía que estaban llegando aviones de Rusia al frente del Norte y que esto haría que la situación cambiase en favor de los combatientes republicanos, y así un día y otro, seguía la guerra de parapetos y trincheras con algunas bajas por heridas de fusil o de cañón y la mayoría por el frío, pues pocos combatientes disponían de ropa y calzado adecuados, también causó muchas bajas la actuación de algunos campesinos que vivían en lugares próximos al frente y que se ofrecían para guiar por los montes a los combatientes y lo que hacían era entregarlos al enemigo, y de los cuales nunca más se supo. Otra mala noticia llego a los frentes, el dia 27 de Dbre, la aviación franquista bombardeó Santander con gran dureza causando muchas víctimas y grandes destrozos en las estaciones, muelles y aglomeraciones de viviendas, y como no encontraron ninguna resistencia bombardearon a placer, de día y con gran visibilidad, pues hacia un dia claro y las gentes por ser además festivo se encontraban por los paseos, sobre todo mujeres y niños; este acto tan criminal causó tal indignación ente las gentes que la reacción fue inmediata y se contestó con otro acto violentísimo también como fue el ataque por las gentes enloquecidas a los detenidos, partidarios o simpatizantes de los sublevados y que se encontraban en el barco convertido en prisión y atracado a uno de los muelles, llamado "Alfonso Pérez" una vez dentro del barco los más exaltados empezaron a arrojar bombas a las bodegas donde estaban los detenidos apiñados y totalmente indefensos; el balance fue de muchas víctimas y a este acto siguieron otros no menos graves, pues muchos sospechosos fueron detenidos y muchos también fusilados en 41 cualquier lugar después de invitarles a lo que se llamaba darles un paseo en coche; ante estos actos muchos colaboradores o simpatizantes de la sublevación, desaparecieron, unos se escondieron, otros se pasaron por los montes a la llamada zona nacional y así se dieron numerosos casos de que cuando las tropas franquistas ocuparon Santander, muchos de estos desaparecidos hicieron acto de presencia y con unas ganas de venganza, que dio lugar a numerosas víctimas y como siempre en estos casos, muchos inocentes. Creo que para el lector todo esto ya es conocido pues mucho se ha escrito sobre ello; por lo tanto voy a seguir con mis andanzas, por aquella época que es al fin y al cabo, lo que se trata de dar a conocer. A primeros del mes de Enero de 1937 y estando yo en un parapeto frente a Espinosa de los Monteros fui llamado por el Jefe de mi unidad, con urgencia; al presentarme ante el, lo encontré acompañado de algunos de mis compañeros en la compañía petrolífera, los que componían el comité responsable, y ante mi sorpresa me dijo: a partir de este momento, dejas de pertenecer a mi unidad, pues tengo aquí la orden del Estado mayor, y te pones a las órdenes de estos señores que han venido a buscarte; sin más me dio su mano deseándome suerte y asi nos despedimos. Yo sentía al mismo tiempo alegría y preocupación, al salir de la chavola, que hacía de oficina, y rodeado de mis antiguos compañeros, no pudiendo resistir más mi curiosidad les pregunté el motivo de todo esto a lo cual me contestaron: vienes con nosotros a la factoría a trabajar, pues tú nunca debiste abandonar aquello pues allí haces más falta que aquí en el frente o por lo menos allí tu labor es mucho mas importante y mientras nos acercábamos al coche en el que habían venido a buscarme, me fueron explicando lo que yo deseaba saber, así que ya en el coche, quedé informado de cual iba a ser mi labor a partir de aquel día. Por aquellos días empezaron a llegar aviones de caza rusos los llamados moscas y venían precedidos de una fama extraordinaria y verdaderamente debían ser una maravilla, no hay que decir con qué alegría fueron recibidos y cuanto se esperaba de ellos; pero no habia combustible para ellos y habia que prepararlo con toda urgencia: este combustible se componía de una gasolina muy ligera que habia que rectificar mediante destilación fraccionada y obtenida esta mezclarla con tetraetilo de plomo al 1 x mil y cuyo producto lo enviaron en los mismos aviones, en envases de 5 Its. el manejo de este producto era peligrosísimo, pues a juzgar por las precauciones que habia que tomar y con los medios con que se contaba en la factoría, puede decirse que solo un suicida podría atreverse a manipularlo, así que esto por un lado y por otro que las cosas en la factoría tampoco iban demasiado bien, pues algunos obreros, además de mi hermano José y yo se habían ido al frente y eran de los más competentes, pero la verdad era que ninguno de los que estaban, se atrevía a manejar dicho producto, y los técnicos ingenieros señores Folgueras y González Juaneo, también aconsejaron a los responsables de la factoría que mi presencia era imprescindible en aquella situación, así que dirigidos por estos dos ingenieros, preparamos una instalación muy rudimentaria pero práctica y todo a marchas forzadas, pues todas las autoridades tanto civiles como militares estaban pendientes de nosotros, de quien tenía que proveer de combustible a dichos aviones. A mí me tocó la peor parte en todo esto, pero para consolarme, pensaba que peor se estaba en el frente: en un tiempo record, unas 60 horas ya estábamos preparados y preparando dicho combustible yo era quien prácticamente tenía que manipular el famoso tetraetilo de plomo, así que bien protegido todo mi cuerpo, careta y casco para mi cabeza con aspiración de oxígeno, traje de goma y amianto, para todo el cuerpo y botas de goma para los pies igual que los guantes para mis manos; con todo este equipo tenia que manejar los envases de tetraetilo, de poco volumen pero de mucho peso, pues cada envase pesaba unos 25 K. y todo esto había que hacerlo sobre un castillete a 15 mts de altura; pero no hubo mas obstáculos y los aviones recibieron el combustible y pudieron volar y cumplir su misión; en poco tiempo este trabajo no sería para mí más que una rutina, pero al principio, confieso que pasé miedo. También hubo que tener serias precauciones para proteger la factoría de los bombardeos enemigos, pues ya lo habían intentado, pero sin acierto, por suerte para nosotros, se camuflaron los tanques se instaló una ametralladora antiaérea y se tomaron otras muchas medidas, una de ellas la más importante fue vaciar los depósitos de combustible trasegándolos a un petrolero El "Campoamor" dejando solo en la instalación la mínima cantidad y todos los demás depósitos se llenaron de agua del mar y así este barco se convirtió en depósito flotante para cubrir todas las necesidades de la guerra en esta zona y siendo atracado junto al barco prisión "Alfonso Pérez" con lo cual estaba garantizado que no sería atacado por la aviación enemiga: se sabía que había espías que hacían llegar noticias de Santander a Burgos, por lo tanto había que estar preparados para todo, así uno de estos días y cuando habíamos terminado de construir un refugio antiaéreo, recibimos, una vez mas, la visita de la aviación enemiga, que se limitó a bombardear la factoría con bombas incendiarias, sin resultado práctico para ellos, pues los daños fueron insignificantes, gracias a las precauciones que se habían tomado. En contra de lo que se pensaba, al estallar el movimiento, de que la guerra sería corta, ahora se pensaba que no sería así, sino larga, dadas las circunstancias y los acontecimientos que se sucedían en ambas zonas la republicana y la nacional, por lo tanto se tomaron medidas para una guerra larga y se trató de dotar a los combatientes de todo lo necesario o por lo menos lo indispensable, como eran los alimentos; estos que ya eran escasos, para la población civil, se quedaron en nada y cada familia tenia que ingeniarse para poder sobrevivir, pues a la zona norte no llegaban alimentos, estos que tenían que llegar en barcos, no llegaba, pues la costa estaba bloqueada por los barcos de guerra franquistas, así que la situación era muy grave; ante esta situación, las autoridades republicanas ordenaron la evacuación de los no combatientes o sea ancianos, mujeres y niños, que a través del sur de Francia pasarían a la zona republicana que comprendía desde la frontera francesa por Figueras hasta cerca de Andalucía pasando por Alicante o sea todo el mediterráneo y allá fueron a pasar todos los evacuados de Asturias Santander y Vizcaya entre estos mi madre con cinco hijos quedando en Santander mi padre, mis dos hermanos José y Francisco que ya curados de sus heridas habían vuelto de nuevo al 43 frente mi hermana Victorina que trabajaba y yo. Pero antes de seguir, tengo que mencionar un acontecimiento, para mí muy importante de carácter sentimental y familiar: cuando los padres de mi novia recibieron la orden de evacuación, para su madre, sus dos hermanos y ella, yo pensé que lo más probable era que no volviese a verla, pues como la quería me tracé mi plan y de a cuerdo con ella, pero de mala gana por parte de sus padres, decidimos contraer matrimonio que era la única forma de evitar que ella saliese con los evacuados, tanto sus padres como los míos, lo consideraban como una locura, dadas las actuales circunstancias, pero a pesar de todo lo realizamos y ante un juez y los consiguientes testigos, el día 26 de Marzo de 1937 a las 10 de la mañana yo, con un permiso especial, dejaba el trabajo, y recogiendo a mi novia en su casa, realizamos lo que los dos deseábamos, unirnos en matrimonio, civil, pero completamente legal, trasladándonos a vivir cerca de donde yo trabajaba. A los pocos días los padres de mi esposa también serían evacuados junto con dos hermanos menores; pero se vieron obligados a regresar de nuevo, pues el barco en el que iban no pudo forzar el bloqueo que la escuadra franquista ejercía en toda la costa Cantábrica y en Santander pasaron la guerra y todas las calamidades que consigo trajo, sobre todo el hambre. Cuando habían pasado algunos meses y tube noticias de mi madre y hermanos por medio de la Cruz Roja, que después de pasar por Francia, se encontraban sin novedad en Cataluña, donde también se encontraban mi hermano José y mi cuñado Antonio, estos combatiendo en el ejército republicano; claro que estas noticias las tubimos después de la caída de Santander en poder del ejército nacional. Yo, en mi nueva situación de casado, me sentía feliz, pero lo que no podía resolver era la cuestión alimentos y el hambre nos martirizaba a todas horas, pues solo algunos privilegiados, podían permitirse el lujo de comer y saliendo a flote una vez más la baja catadura moral de algunos responsables, precisamente entre los que se encontraban compañeros en mi trabajo a los que nada les faltaba y además hacían gala de ello, no importándoles las palabras de censura que por parte de los demás tenían que escuchar y esto era para mí muy decepcionante; podría mencionar nombres, pero no merece la pena, pues todos han fallecido, unos en el exilio y otros de muerte natural y supongo que también habrán sufrido lo suyo. Yo no les guardo rencor. Al poco tiempo de estos sucesos, las tropas nacionales iniciaron la ofensiva sobre Bilbao y su provincia y tras duras batallas, pues la resistencia que ofrecieron los batallones Vascos, Santanderinos y Asturianos fue tenaz, pero como en todas las demás batallas faltaba lo principal, organización y armas y sobraba valor que de nada sirvió siendo ocupado por las tropas franquistas; de esto ya se ha escrito mucho, por lo tanto, no hace falta repetirlo, pero sí mencionaré que la provincia de Santander y su capital se llenó de gentes de aquella provincia, gentes que abarrotaron sus hogares sin más que la ropa puesta y aquí se les acogió y viviendo su terrible drama que nos tocó de cerca, aunque ya conocíamos lo que había ocurrido al abandonar otras capitales, aunque lejos, en ¡guales condiciones: con la llegada de estos refugiados la situación empeoró mucho más pues aunque se les pudo ofrecer refugio, yo, en mi casa coloqué a dos familias, lo que no se podía era darles de comer, así pues ya se puede comprender cual sería la situación. Las cosas se ponían cada vez peor para el gobierno de la República, pero no se perdía la 44 esperanza, y se luchaba y se trabajaba, afrontando todas las dificultades, así pasaron algunos días y el frente se estabilizó entre Bilbao y Santander, pudiendo tener un respiro y pensando que el gobierno ayudaría como prometía. Yo en las horas que mi trabajo me dejaba libre, me dedicaba a atender a los refugiados vascos, pues formaba parte de un comité que se formó para este fin; la labor era muy difícil por la cantidad de familias y gentes no combatientes que de toda Vizcaya llegaban; se habilitaron, cines y toda clase de salas de espectáculos, colegios y toda clase de locales donde por lo menos hubiese un tejado y cuatro paredes, pero la dificultad mayor era darles alimentos, pues ropas como era en pleno verano, era menos importante. En la factoría el trabajo también aumentó enormemente pues al perderse Bilbao, teníamos que distribuir los carburantes a una zona mucho mayor, aunque llegaron algunos obreros de las factorías de Bilbao con sus camiones y material y colaboraron con nosotros, fueron dias terribles; pero habia que multiplicarse, se dormía cuando se podía, se comía poco o nada, mi esposa y yo pasamos muchos días sin comer más que un plato de habas secas, en puré, alimento que normalmente se daba a los caballos, de vez en cuando también mi suegra, hacía algún viaje a la provincia donde tenía parientes y traía algún trozo de pan de maiz y un poco de leche, que habia que comer ocultándose para que los demás no te viesen: en los frentes se encontraban tropas de todo el norte, vascos, santanderinos y asturianos, hacían todo lo que podían para organizar la resistencia, si como se suponía, el enemigo iniciaba la ofensiva hacia Santander. Por fin llegó la prometida ayuda del gobierno y consisitió en una ofensiva que inició en el frente de Madrid con gran lujo de medios de combate, la que se llamó batalla de Brúñete, con el fin de distraer fuerzas de las que en el norte, estaban orgaznizándose para atacar Santander, esta batalla quizá retrasó un poco la ofensiva hacia Santander de las tropas franquistas, pero no fue más que un pequeño respiro; a primeros del mes de agosto, y con todo lujo de medios, iniciaban la esperada ofensiva; en principio se aguantó, pero en pocos días la resistencia se derrumbó y los ejércitos republicanos iniciaron la retirada replegandose hacia Asturias y dando como perdido Santander y su provincia; así estaba la situación cuando estando el enemigo a 30 K. de Santander, se presentó a la factoría, uno de sus obreros que era uno de los líderes de la C.N.T. llamando Cecilio Galdos, y que en cuanto empezó la guerra, abandonó su cómodo puesto de trabajo y al frente de un batallón de voluntarios, se fue al frente de lucha donde tuvo una actuación muy destacada como comandante de dicha unidad; este hombre muy culto, con mucho valor y entusiasmo, pero honrado y realista, dio pruebas de su buena intención para con sus compañeros de trabajo, al hablarnos de esta forma: "Compañeros, ya me conocéis y sabéis como pienso y como soy, quiero que entendáis bien lo que voy a deciros: la guerra aquí en el norte está perdida para nosotros, yo se que vosotros aqui en este puesto tan importante habéis hecho cuanto habéis podido; pero de momento hemos perdido y por lo tanto hay que afrontar la realidad, sin olvidar que la lucha sigue y que al final triunfaremos: yo os aconsejo que ante el desconcierto que por todas partes se respira, tengáis serenidad y que por todos los medios a vuestro alcance evitéis que esta factoría sea destruida por las tropas en retirada, que quizá lo intenten, aunque caiga, como la ciudad, en poder del enemigo, que está muy cerca como sabéis. Si evitáis su destrucción, estar seguros q ¡e lo que aquí habéis prestado vuestro servicio, aquí continuareis con la nueva situación; pero tener muy en 45 cuenta, que todos seréis sometidos a una depuración, para averiguar cual ha sido vuestra actuación, y si esta se ha limitado a trabajar y cumplir vuestro cometido, como obreros, no tenéis nada que temer del enemigo, a apesar de toda la propaganda que se ha hecho y todo lo que habéis oido, desde que estalló la sublevación; ser conscientes, tener valor y afrontar la nueva situación; no intentéis huir pues a parte de que es muy difícil conseguirlo, agravaríais la situación de los que no les queda otro remedio que hacerlo si queréis salvar su vida, como en el caso mío. Yo lo voy a intentar, tengo que hacerlo, si puedo, y también si aqui entre vosotros, hay alguno que fuera de su trabajo, se haya destacado en otras actividades, tenga otras responsabilidades, o algo que ocultar al enemigo, ese que se vaya, que haga lo posible por lo menos, pues los vencedores no le perdonarán y quizá pague con su vida así que hacer un repaso de vuestra actuación en estos 13 meses y obrar en consecuencia, os deseo suerte y; hasta la vista: así se despidió. Las palabras de este hombre causaron un gran impacto entre todos los presentes que eran la mayoría de los obreros, algunos administrativos y los dos ingenieros que habían prestado sus servicios a las órdenes del comité durante 13 meses. La reación fue primero de estos dos señores, y dirigiéndose a todos nos hicieron ver lo acertado de las palabras que acabamos de oír, aconsejando a su vez que tubiesemos calma y que cada uno ocupase su puesto de trabajo; entonces algunos de los que formaban el comité y de acuerdo con el resto del personal entregaron los poderes y el mando a estos dos señores y desde aquel momento volvieron a ser los jefes como antes de estallar el movimiento. Algunos de los obreros desaparecieron silenciosamente, pero la mayoría aceptaron las cosas como se presentaban; poco después se recibía un aviso de la factoría de Astillero donde el desconcierto y las dudas, los distintos criterios sobre, si destruir la factoría antes de abandonarla o entregarla intacta a los ya próximos vencedores, en esta factoría había muchos más obreros que en la de Santander, mas administrativos y además alli estaba el que antes del movimiento era el ingeniero jefe de las dos factorías, Sr.Alvear y también el ingeniero Sr.Romero, pero éste algún tiempo antes había desaparecido de la factoría, suponiéndose que se había "pasado" a las tropas franquistas, como así fue, según pudimos comprobar pocos días después. En estos momentos lo que urgía era unificar criterios entre el personal de las dos factorías; pero el comité responsable de la de Astillero había desaparecido; entonces yo tomé una decisión, había que trasladarse a aquella factoría y hablar con aquel personal y asi lo manifesté; pero las tropas vencedoras se encontraban ya muy cerca de Astillero y no era fácil llegar, ante la avalancha de tropas en retirada, gentes de toda condición y vehículos de todas clases, de todas formas alguien tenía que hacerlo y fui yo, tomando una moto que había al servicio de la factoría, salí disparado y tuve la suerte de poder llegar aunque tardando más de la cuenta y venciendo toda clase de obstáculos, y alli estaban todos los obreros y empleados y con ellos el ingeniero jefe que trataba de hacerles ver lo inútil de incendiar la factoría y destruirla y a lo que se exponían, pero ellos lo que querían era saber que habíamos hecho los de Santander para seguir el mismo criterio: el telefono ya no funcionaba y en medio de aquel desconcierto llegué yo a quien todos conocían; como pude me hice oír y les hice saber lo que en Santander habíamos hecho y esto fue lo que ellos hicieron, además les recomendé que cuidasen de que nadie sobre todo algunas tropas en retirada, la destruyeran, al marchar el Sr.Alvear olo pudo decirme, gracias, no sabe Vd. el bien que ha 46 hecho a estos hombres y a mí. el viaje de regereso fue mucho mas difícil, pero todo salió bien a las pocas horas, las tropas vencedoras llegaban a Astillero, era el día 25 de Agosto, pero aquella noche fue terrible para mi y y algunos de los obreros que junto con los dos ingenieros nos encargamos de vigilar la factoría, pues un batallón asturiano en retirada, acampó junto a ella con el propósito de destruirla, para que el enemigo no se sirviese de ella, nunca olvidaré lo que costó convencerles y los malos momentos que pasé aquella noche, creo que influyó mucho la prisa que tenían para poder seguir su retirada hacia Asturias, pues ya llegaban noticias de que las tropas franquistas estaban a punto de cortar la comunicación con aquella provincia, porTorrelavega. Yo ya llevaba varios días sin poder ver a mi esposa ni a mi familia pero sabia que estaba bien y junto a sus padres esperando como yo los acontecimientos y lo incierto de nuestro porvenir, pero no habia otra alternativa, de todas formas, aún pude acercarme a casa unos momentos y aquí también se repitió el drama de tantas familias con todo lo que estaba pasando, yo trataba de contestar a muchas preguntas, calmar, aconsejar pero mis fuerzas flaqueaban no podía más, pues estaba física y moralmente destrozado; como pude me despedí de ellos, pues mi obligación estaba también junto a mis compañeros, donde también, me consideraban en aquellos momentos como algo indispensable; antes de ir junto a ellos y pude comprobar que los refugiados vascos que habíamos recogido en nuestra casa, se habían ¡do ¿a donde? Sentí mucha lástima por ellos, a pesar de que de mi casa se habían llevado todo cuanto había y que podia serles útil. En la ciudad las autoridades y todos cuantos habían tenido algún cargo de responsabilidad, habían huido, las gentes ambrientas y sin control, asaltaban los pequeños depósitos de víveres que para las tropas se guardaban y por lo menos aquel día muchas personas pudieron comer; nunca olvidaré la escena de unos niños intentando abrir unas latas de leche, a golpes contra el suelo y otras conservas que caían en sus manos, sin tener en cuenta ni la suciedad, ni el peligro que corrían entre toda aquella masa de gentes ni los tiroteos que sonaban por todas partes y yo pensaba ¿como es posible que hayamos llegado a esto? y ¿por qué? ¿como podrán rendir cuentas los responsables de esta tragedia entre hermanos? No tenía mas tiempo para pensar, pues los acontecimientos se precipitaban y habia que hacer algo, para evitar sufrimientos a gentes inocentes; mientrastanto seguían llegando gentes de toda condición y combatientes vencidos que se dirigían principalmente a los muelles en busca de alguna embarcación para poder huir, vano intento, pues ya hacía algunas horas que no habia ni un solo bote y allí se quedaban a merced del vencedor, unas horas antes de la entrada de las tropas, la ciudad ya estaba en poder de la llamada "quinta columna" o sea los partidarios y simpatizantes de los sublevados, que ocultos esperaban que llegase su hora. A media mañana del día 26 de Agosto hacían su entrada triunfal las tropas franquistas, en la ciudad, por varios puestos a la vez y con ellas varios camiones cargados de piezas de pan, que arrojaban a su paso sobre la población civil y que ansiosamente recogían y devoraban, mientras varios fotógrafos sacaban fotografías de estos hechos; pero este reparto duró muy poco y el hambre siguió...y yo puede comprobar con rabia, dolor y desesperación lo que era la ocupación de una ciudad por un ejercito invasor pues las primeras tropas que yo vi eran italianas y ocupando numerosos vehículos; alemanas también bien 47 motorizadas, que se burlaban de los combatientes republicanos amontonados por todas partes, con sus armas y munición, sus ropas desgarradas, hambrientos y deshechos moral y físicamente, asi fueron hechos prisioneros, los que no pudieron pasar para Asturias y que se contaban por miles, algunos con un poco de suerte pudieron refugiarse en sus casas o de algún amigo evitando asi ser hechos prisioneros, tal fue el caso de mi hermano Francisco que con un compañero, pudieron ocultarse en casa de mis padres, esperando que la situación se aclarase, mientras se reponían descansando; tampoco faltaban gentes que aplaudían y vitoreaban a las tropas vencedoras a su paso por las calles. Yo en honor a la verdad, pensaba que a pesar de todo lo que estaba pasando, el triunfo final, sería del gobierno legal, de la República, aunque tardase algún tiempo, no me cabia otra cosa en la cabeza, aunque de momento había que aceptar las cosas como se presentaban. Pero volvamos a los acontecimientos que se produjeron al ocupar la factoría, las tropas, éstas eran soldados italianos, con gran sorpresa mía y se dedicaron al pillaje únicamente, registrando oficinas, departamentos y apoderándose de todo cuanto tenía algún valor, rompieron las taquillas del personal, apoderándose de dinero, encendedores, relojes y todo cuanto les apetecía, llegando incluso a registrar a los propios empleados, buscando algo de valor; estos soldados, debían ser, por sus modales y comportamiento, "basura" reclutada en cualquier lugar de Italia, eran incultos, ignorantes atrasados y zafios, uno de estos, trató de arrancar de mi cuello, una cadena con un dije y una fotografía, que solo tenía valor moral y solo para mí; yo me opuse y recibí un puñetazo en el pecho, yo fuera de mí, contesté con una patada en el bajo vientre y al empezar el a dar gritos, acudieron algunos obreros y soldados, pero por suerte y por casualidad, en aquel momento, hicieron su aparición varios oficiales españoles y entre ellos dos ingenieros que habían trabajado conmigo antes de la guerra y que me conocían, venían de Bilbao y entraron con las primeras tropas, para hacerse cargo de la factoría y organizaría rápidamente, cosa que no les fue nada difícil, como los soldados italianos no hacían más que dar voces en su idioma y chillar como ratas, nosotros, algunos obreros y yo, explicamos lo que estaba sucediendo y pude comprobar, que los italianos, no tenían muchas simpatías entre los soldados españoles, aunque combatían juntos; total, que el incidente terminó siendo expulsados de la factoría aunque con buenas maneras y ocupándola técnicos y personal de la empresa junto con algunos militares, que tenían esa misión en todas las localidades que el ejercito franquista ocupaba; Acto seguido fuimos reunidos todos los trabajadores en un patio interior y puestos en fila, nos hicieron varias preguntas uno a uno, sobre nuestra misión y actuación dentro del trabajo, en los 13 meses que la ciudad permaneció al lado del gobierno republicano, junto a nosotros permanecían los ingenieros que compartieron el trabajo todo ese tiempo Srs.Alvear Folgueras y G.Juaneo, pero estos en calidad de más bien de observadores sobretodo el Sr.alvear que ya había prestado declaración el día anterior en Astillero junto con el personal de aquella facotría; terminada esta especie de presentación, fue detenido un obrero que se refugió allí el día anterior, que pertenecía a la factoría de Astillero, llamado Eusebio Cortezón y que a pesar de que algunos le aconsejamos que E9 fuese o se ocultase no fue capaz de reaccionar estaba completamente desmoralizado y solo sabía decir, "dejarme en paz que todo me da igual" al poco tiempo supimos que había sido fusilado por su actuación en el pueblo de Astillero durante los 13 meses anteriores. A continuación se nos 48 oordenó a todos que volviésemos a nuestros puestos de trabajo y acatásemos las órdenes de nuestros jefes y trabajásemos con interés y colaborando con ellos, pues en breves días todos seríamos depurados para conocer realmente nuestra actuación dentro del trabajo, no siendo despedido todo aquel que se hubiese limitado a trabajar: también se nos advirtió que de nuestra actuación fuera de la factoría, serían otras personas las que nos juzgarían. Cuando ya nos retirábamos, yo fui llamado por el ingeniero jefe Sr. Alvear y me hablo así: "Tengo que agradecerle lo que Vd. hizo ayer presentándose en Astillero cuando lo hizo y hablando al personal como lo hizo, pues yo me sentía incapaz de imponer el buen sentido, pues aunque algunos desaparecieron, los demás esperaron la llegada de las tropas en sus puestos de trabajo y parece que tanto ellos como yo podremos conservar nuestros puestos, dentro de la empresa en la nueva situación y muy emocionado me abrazó diciendo, hombres como Vd. nunca deben morir, pues piense Vd. como piense, su actuación no será nunca bien pagada, sobre todo por los que le conocemos y le hemos tratado. Le deseo mucha suerte, que todos la vamos a necesitar, en un futuro tan incierto como el que nos está tocando vivir y ahora que ya puedo dar órdenes, le ruego cumpla esta: vayase a ver a su familia y a descansar que bien lo necesita, que mañana a primera hora espero verle a Vd. aquí. Realmente yo no podía más y como pude llegué a mi casa pasando por entre una multitud que gritaba, vitoreaba y se abrazaba, pero yo solo veía a los reunidos, tirados por el suelo y sin fuerzas para reaccionar en ningún sentido, también pude contemplar el cadáver de un conocido, llamado Varea que junto a la puerta de un centro obrero, se había suicidado disparándose un tiro en la sien; ya en mi casa, con parte de mi familia esperándome y viendo que ya habían tomado algún alimento, yo no pude hacer más que acostarme y dormir 15 horas seguidas. Cuando al dia siguiente me presenté en el trabajo lo primero que vi fue un aviso en el que la empresa daba 24 horas para que todos los trabajadores se presentasen, siendo considerado despedido, todo el que no lo hiciese; pero claro, no podían presentarse los que habían huido como pudieron y que fueron varios, entre ellos, mi hermano José, que pudo, según supimos después, huir hacia Asturias con el ejercito en retirada y ocupada después Asturias, también pudo embarcar y después de muchas peripecias, llegar a través de Francia a la zona republicana, en el Mediterráneo, concretamente a Barcelona y allí se encontró con mi madre y mi cuñado Antonio, incorporándose ambos al ejército republicano, y aquí empieza una nueva etapa para mí en mi vida: Los primeros días permanecí las 24 horas en el trabajo, descansando a ratos sobre una colchoneta y comiendo algunas conservas, pero no faltaba la cerveza; ahora se trataba de poner la faactoría a pleno rendimiento y cuando esto se consiguió fueron ingresando nuevos trabajadores para sustituir a los que no se habían presentado: los dos ingenieros Srs. Folguera y G.Juaneo una vez depurados, se incorporaron voluntarios al ejército nacional con el grado de oficiales y también puede ver al que huyó antes de la ocupación de Santander y que prestaba servicio en la factoría de Astillero, llamado Romero, este ya con cierta veteranía en el ejército franquista, al verme, me saludó y me animó a que me alistase yo también, al contestarle yo que no pensaba hacerlo, me anunció, pues peor para Vd. porque si no le meten en la cárcel tendrá que ir, pues su quinta está en el frente y por lo tanto no tardaran en llamarle; y tuvo razón: cuando yo comenté esto con ei 49 ingeniero jefe, que ya estava nuevamente ocupando su puesto, después de su depuración, me dijo, Vd. hace más servicio aquí que como soldado en el frente, por lo tanto yo trataré de conseguir que Vd. no salga de la factoría: esto me dio cierta esperanza, pero yo no tenía confianza en que lo consiguiese y esto ya era una constante preocupación, mientrastanto las factorías tanto de Santander como de Astillero tenían que trabajar sin interupción pues el ejército que avanzaba hacia Asturias en gran parte era ya motorizado, pues había numerosos vehículos, tanto italianos como alemanes y consumían enormes cantidades de combustible y fueron llegando también nuevos ingenieros que solo sabían dar órdenes pero desconocían totalmente el funcionamiento de la factoría; yo conocedor del funcionamiento de todos los departamentos era requerido constantemente y bastante bien tratado aunque notaba que se me vigilaba, pues debían conocer mis simpatías por uno de los bandos en lucha y mi filiación política o sindical: pocos días después empezó la temida y esperada depuración de todos los que estábamos trabajando, por una especie de tribunal compuesto por militares, civiles y representantes de la empresa y con sorpresa pudimos comprobar que no era tan dura como esperábamos, pues todos cuantos permanecimos en nuestros puestos de trabajo en los momentos de la ocupación, continuamos al servicio de la empresa y ya con carácter fijo, así que por este lado nada había que temer, aunque siendo vigilados disimuladamente por los que habían ingresado después de la ocupación; así estaban las cosas cuando fuimos llamados otro compañero y yo este de Astillero llamado José Vega, por el mando militar, para incorporamos al ejercito como soldados, pues nuestra quinta, como ya he dicho antes, estaba movilizada en el frente, esto fue para mí un averdadera tragedia entre otros motivos de carácter moral, porque en mí familia, habían ocurrido cosas muy desaagradables y preocupantes, primero, porque los padres de mi esposa habían sido encarcelados, denunciados como "rojos peligrosos" y otras cosas completamente falsas, lo único cierto era que simpatizaban con el gobierno republicano, por su calidad de obreros y afiliados a la central obrera U.G.T. pero honrados a carta cabal, también había sido detenida mi hermana Victorina por igual motivo: estos hechos eran lo más corriente, después de la ocupación por el ejército, en cualquier ciudad o pueblo, pues el ejercito o elementos de investigación, que generalmente eran individuos de la misma localidad, veían enemigos por todas partes entre la población civil y bastaba un mal querer o una envidia y ganas de hacer méritos para con los ocupantes, para que algunos canallas y malnacidos se dedicasen a denunciar a personas, honradas y buenas y ¡hala! más víctimas mas dolor y miseria; ¡cuantos indeseables se aprovecharon de esta situación para saquear y realizar mil canalladas que jamás tendrán perdón, con familias a las que condenaron a la ruina y a la desesperación, al sufrimiento y al dolor, mientras ellos medraban y hacían una vida a la que jamás tendrán derecho, por su baja catadura moral y falta de escrúpulos y de conciencia; ya he dicho antes que al estallar la sublevación, salieron a flote, todas las malas pasiones que algunos seres llevan en su interior, por no tener ocasión de que salgan a la luz, y entonces si que la tubieron, y no me refiero solo a uno de los bandos en lucha, pues fue en los dos donde esto ocurrió, pero es mucho más censurable entre los que, con el cristo colgado del pecho y haciendo alrade de católicos, patriotas y otras lindezas cometiesen semejantes crímenes, entre hermanos de raza y 50 compatriotas, que por los que vivimos, es imposible de olvidar. Decir esto ya es bien doloroso; pero así fue. Por los motivos expuestos en casa de mis padres políticos quedó mi esposa al frente de sus dos hermanos menores y en la de mis padres el solo de 11 miembros de que se componía la familia, pues mi hermano Francisco que se refugió en casa a la entrada de las tropas, tuvo que presentarse a las autoridades militares y una vez depurado, fue destinado al ejercito nacional e incorporado seguidamente al frente de combate como soldado. Otra gran preocupación era el no saber nada de mi madre y hermanos refugiados en Cataluña, ni de mi hermano José y mi cuñado Antonio que suponíamos estaban luchando en Asturias al lado del ejercito republicano, pero que su porvenir no era muy esperanzados suponiendo que lograsen sobrevivir al final de esta batalla. Así que mi esposa y yo nos trasladamos a vivir a la casa de sus padres, haciéndonos cargo de toda su familia, sus padres en la cárcel y sus hermanos de 15 y 13 años de edad, en casa y todos a vivir de mi jornal, que con el precio que tenían los artículos de primera necesidad en el mercado negro, no daba ni para los mas imprescindibles; había que enviar a los presos algún alimento, al mismo tiempo que se recogía su ropa para limpiarla, y que lo único que se podía hacer era hervirla, pues no había jabón ni otros artículos de limpieza, así que la sarna, los piojos y los chinches abundaban en las cárceles, ya que los presos estaban en locales que no tenían ni lo más imprescindible para ser ocupados por personas, haciéndose célebres entre otros por la gente que allí había, "La Tabacalera" edificio inmenso y que fue construido para almacenar el tabaco en rama que se importaba, antes de la guerra, y el Seminario de Corbán de donde en tiempo normal salían curas y frailes a manadas; había otros de menor capacida, pero todos a cual peor; la vida de estos detenidos era espantosa, entre el hambre, la miseria y toda clase de vejaciones, tampoco se les permitía tener comunicación con sus familias y las sacas diarias de detenidos para ser fusilados, hombres y mujeres y juntos iban a parar a una fos común habilitada en un cementerio y de cuya muerte se enteraban sus familiares cuando al ir a llevarles la ropa limpia, les comunicaban: "llévesela que ya no le hace falta". Volviendo a mi situación: ya he dicho que fui avisado para ser incorporado al ejercito nacional y al comunicárselo al ingeniero jefe este inició unas gestiones acerca de las autoridades militares que tras demostrar la labor que yo realizaba en mi centro de trabajo, consiguió que se me concediese una prórroga para incorporarme y esto me dio un pequeño respiro, aunque no desaparecía de mi pensamiento, que en cualquier momento, tendría que incorporarme: Ante mi familia, tenía que demostrar otra cosa para tranquilizarlos sobretodo a mi esposa; mientrastanto en mi trabajo tenía que permanecer casi las 24 horas, pero ganaba bastante dinero pues me eran abonadas por mi empresa las horas extraordinarias que hacía y además tenía ocasión de hacerme de algunos alimentos, por medio de los soldados que venían a buscar combustible ......que camiones, así fueron transcurriendo los primeros días de la ocupación entre la alegría y felicidad de algunos que vivían a sus anchas y de nada carecian y el dolor, la miseria, hambre y desesperación de los mas, personas y familias enteras que de una u c. ra forma habían mostrado sus 51 simpatías por el gobierno legal, o sea el de la República. En aquellos momentos yo procuraba ayudar a cuantas prsonas podía entre mis amistades y conocidos, pero era tan poco lo que podía hacer... y por otro lado tuve que afrontar situaciones muy delicadas y violentas en que el temor me invadía, pues no faltaban personas que me conocían y que al verme mostraban su extrañeza de que estubiese en libertad, conociendo mi modo de pensar, eran gentes ruines de las que nada bueno podía esperar y vivía constantemente con la zozobra de ser detenido en cualquier momento; así que la vida se me hacía insoportable, pero tenía que ocultar todo esto a mi familia, pues bastante dolor soportaban sobretodo, mi esposa, ¿qué iba a ser de ellos si yo faltaba en las actuales circunstancias? También puede comprobar que entre los muchos indeseables y aprovechados que existían, había personas buenas, amigos de verdad, que aunque politicamente no estaban de acuerdo, conmigo, me ofrecieron su ayuda con toda nobleza en lo que pudiesen y esto en aquellos momentos era algo que no tenía precio y que yo jamás podré olvidar. Así iba transcurriendo el tiempo, sin una alegría ni una satisfacción, solo problemas preocupación tristeza hambre, pero había que afrontarlo todo y pensar que todavía los había que estaban peor y llegó la ocupación de Asturias y con ella el fin de la guerra en el norte de España, aquí en el puerto de Gijón se repitieron las mismas escenas que en el de Santander, pero aumentado y mucho, pues allí, junto a la población civil se encontraron las tropas que pudieron llegar a el procedentes de Bilbao Santander y Asturias sin otra salida que el mar y este vigilado por la escuadra nacional: a pesar de todo, muchos hombres lograron embarcar, dónde y como pudieron abandonando todo el material en el puerto de Gijón y aunque algunas embarcaciones fueron apresadas, otras lograron llegar a Francia y en una de ellas iba mi hermano José y mi cuñado Antonio, que después de muchísimas peripecias y desgracias lograron milagrosamente llegar a un puerto francés y digo milagrosamente porque la embarcación iba gobernada por hombres ignorantes de todo cuanto se relaciona con la navegación, sobrecargada de personas de toda condición, que para ayuda de males corrieron un gran temporal y muchas cayeron al mar y a punto estubieron también de arribar a puertos españoles del cantábrico en poder de los sublevados. El mes de Octubre en mi casa también transcurrió en las mismas condiciones, aunque en mi trabajo pude tener un respiro y trabajar menos horas; pero en mi casa los sustos y sobresaltos seguían, pues muchas noches se presentaban agentes de investigación que generalmente eran falangistas y guardias civiles en busca de mi cuñado Antonio tratando de averiguar su paradero, de nada servía que les dijésemos que nada sabíamos de el, pues ellos registraban todo y afirmaban que tenían una denuncia en la que decían que sus familiares sabían donde se ocultaba, cuando en realidad el ya se encontraba en Francia o en la zona republicana de Cataluña; pero claro, nosotros en aquellos momentos no lo sabíamos; por este motivo su madre también fue sometida a tortura en prisión repetidas veces. ¿Cuando y como recibirán su castigo los autores de tanta canallada? Aunque la historia los juzagará esto de poco servirá para tanta víctima inocente. Y ahora un acontecimiento muy normal en otras circunstancias y siempre motivo de alegría en una familia, vino a preocuparme hondamente pues complicaba más todavía nuestra situación: se trataba de mi esposa que se hallaba encinta de algunos meses, acontecimiento 52 que habia que afrontar, pero con un porvenir tan incierto ¿como no iba a ser motivo de preocupación? Llegó el mes de Noviembre y el ejercito republicano inició una gran ofensiva en el bajo Aragón operación que culminó con la conquista de Teruel cuya ciudad siempre había estado en poder de los sublevados y este primer éxito de las fuerzas republicanas tuvo una gran importancia para el gobierno republicano y su ejercito: fue una batalla durísima, por las condiciones climatológicas y los efectivos puestos en ambos ejércitos en lucha, las temperaturas en aquella región en el mes de Dbre, eran de varios grados bajo cero y como consecuencia las bajas por ambas partes eran cuantiosas; pero mayores las del ejercito nacional: los mandos militares de este ejercito ante el cariz que tomaban los acontecimientos ordenaron una movilización de todos sus efectivos humanos para lanzarlos a la lucha y aquí llegó la orden tan temida por mi, de incorporarme al ejército a pesar de las gestiones que mi jefe, en el trabajo, realizó, así pues en compañía de otros muchos hombres, procedentes de campos de prisioneros, hospitales y algunos falangistas emboscados y otros en iguales condiciones que yo, militarizados en algunas industrias, fuimos destinados, pasando por Pamplona a recibir nuestro equipo y armamento, a cubrir bajas al frente de Teruel donde la lucha era terrible. Antes de dejar mi trabajo fui llamado por el jefe Sr.Alvear que al despedirse de mí me dijo, Mira hijo, tú sabes bien cuánto se te aprecia aqui, como hombre y como trabajador y cuanto sentimos tu marcha, sobretodo yo, por muchas razones, pero no he podido impedirlo aunque lo he intentado por todos los medios, espero que sigas teniendo suerte y vuelvas a tu puesto de trabajo donde mucho te vamos a hechar de menos y me atrevo a hacerte una recomendación, no te pases al ejército republicano, pues yo se que tu modo de pensar no está de acuerdo con lo que aqui ha llegado, pero hay una razón importantísima que dejas aqui una familia que solo te tienen a tí y que les esperan tiempos muy duros, sobretodo a tu esposa y sobre ella vendrían todos los golpes y sinsabores: cuenta que en lo que yo pueda trataré de ayudarles; pero no me defraudes, yo se que te sobra corazón y cabeza para pensar, así que procura cuidarte que tengas suerte en tu nuevo destino y que volvamos a verte pronto; con estas palabras y un abrazo se despidió de mi. Yo estabas anonadado y mi pensamiento estaba en todas las cosas que estaban sucediendo y en las que podían suceder y cuando llegué a mi casa empecé mis preparativos para mi nueva situación tratando de ocultar lo que por mi mente pasaba. Al día siguiente a las 4 de la madrugada, salia de mi casa en dirección al cuartel de reclutamiento, desde, con otros muchos futuros soldados, fui conducido a un tren de mercancías, en el cual nos colocaron como el ganado y en el, iniciamos nuestra primera etapa en dirección al frente de batalla en Teruel. Aunque han pasado más de 40 años nunca olvidaré mi despedida de mi esposa y de sus hermanos, su llanto y su dolor, el golpe de la puerta al cerarla tras de mí y las pisadas en la calle con mis botas claveteadas, mientras me iba alejando, y la lluvia y el viento que me acompañó hasta el cuartel, donde mezclado con otros muchos, iniciaba una nueva etapa de mi vida, quizá la más dura, pero en la que tampoco me faltó la suerte: la tristeza, el dolor y mis 53 pensamientos, ocupaban todo mi ser, no pensaba a donde iba ni lo que podia pasarme, solo pensaba en lo que dejaba atrás, en mi casa, en mi familia, sin ninguna protección ni ayuda, expuestos a toda clase de atropellos, pues aunque tenían algunos parientes, estos por miedo y por tener otras ideas políticas, les volvieron la espalda, quedando abandonados a su suerte, en las circunstancias que ya conocemos; pero aun había otras familias peor, pues por lo menos a mi esposa le entregaría, la empresa donde yo trabajaba, mi sueldo, lo mismo que si estubiese trabajando, que aunque poco podía hacerse, otros no tenían ni eso, eran 72 pts. semanales que solo daban para comprar pan en el mercado negro y poco; pero habia que arreglarse malvendiendo lo que en casa había de algún valor; así fueron desapareciendo ropas, la lana de los colchones y alguna otra cosa que no fuese absolutamente indispensable, además también se agregaba a ellos alguna persona amiga que no tenía ni casa donde dormir, tal era el caso de una mujer llamada Zoa de bastante edad y enferma. Después de varios dias en tren, mi expedición y haciendo numerosos transbordos pasando mucho frió y sin poder dormir, comiendo pan chocolate y algunos higos secos, mi expedición llegó al pueblo de Monreal del Campo en la provincia de Teruel, y aquí nos apeamos, pues el frente de batalla estaba próximo, la vía cortada en este pueblo y ya se palpaba un ambiente sobrecogedor de la guerra. Ambulancias con heridos, grupos de prisioneros republicanos, trenes con material de guerra, que estos prisioneros, bien vigilados, se encargaban de descargar y cargar a camiones, soldados por todas partes, órdenes y gritos de los oficiales, aviones que pasaban hacia el frente y otros que volvían de descargar sus bombas y su mensaje de muerte y destrucción: (156 ) 156 aquí me encontré entre miles de hombres medio muertos de frió y de hambre que como yo habían llegado en tenes anteriores, el desconcierto era espantoso y yo trataba de situarme de tener alguna idea que me permitiese ver la realidad de mi situación y lo que son las cosas asi me encontraba cuando un prisionero me llamo por mi nombre al tiempo que se acercaba a mi, se trataba de un muchacho vecino de mi casa al que llamábamos TOLO y cuyo apellido era Olavarri y tenia una barbería cerca de mi casa, este llamo a otros y alli me encontré con varios conocidos que habian sido hechos prisioneros por las tropas nacionales, es su retirada hacia Asturias; todos querían hablar al mismo tiempo todos querían saber cosas de Santander, de sus familias y preguntaban sin cesar, sin poder yo contestar mas que algunas cosas concretas que conocía gracias a estos hombres pude tomar algún alimento, café, coñac y abrigarme con alguna prenda apropiada y todo esto lo tenían porque estaban dedicados a descargar trenes de la intendencia militar y no les era difícil de apropiarse con un poco de habilidad de muchas cosas verdaderamente necesarias y de las que carecíamos los que Íbamos llegando y la paradoja se (157) producía porque nosotros Íbamos como soldados y ellos eran prisioneros y estaban bien abrigados y alimentados. Después de la guerra y al vemos nuevamente en nuestras casas, cuantas veces hemos recordado todo aquello que ni eüos ni yo olvidaremos mientras tengamos vida. Pasadas muchas horas en aquel lugar ignorado que iban a hacer con nosotros llego la orden de ponerse en marcha y de nuevo andando por campos y veredas, oysndo sin 54 cesar las explosiones de bombas y disparos de cañón, viendo su resplandor y con el animo sobrecogido llegamos a un lugar donde numerosas fogatas de leñahacian suponer que allí habia bastantes personas, cosa que pudimos comprobar al hacer alto en nuestra marcha, se trataba de una agrupación de miles de hombres cuya agrupación se llamaba "Unidad de instrucción" a la cual iban a parar gran parte de los soldados del ejercito republicano, una vez depurados, algunos otros hombres que salian de los hospitales y pertenecientes al ejercito nacional, algunos falangistas que habían permanecido en diversos servicios en las zonas ocupadas y nombres de diversa condición que por diversas causas no habían participado en la guerra, pero la mayoría eran antiguos soldados del ejercito republicano, vascos santanderinos y asturianos(158) o sea del norte de España en poder ya de los sublevados como sabemos, en este lugar nos dieron algunos alimentos y un liquido que llamaban café con leche muy caliente, eso si, pero al que se acercaba con algún recipiente para recogerlo y como ya estaba amaneciendo todos procurábamos encontrar algún bote vacio por el suelo o algo donde recibir aquel desayuno caliente que tanto necesitábamos a partir de aquel momento empezó nuestra instrucción con carácter intensivo, manejo de armas, cavar trincheras, correr, saltar, grandes marchas y todo eso que tan aburrido y duro resulta para quien como yo odia todo lo relacionado con la disciplina militar. La batalla por reconquistar la capital de Teruel seguía y mientras el ejercito nacional atacaba con todos sus medios, el ejercito republicano se defendía y no cedía ni un palmo de terreno, las bajas del ejercito atacante eran cuantiosas, heridos enfermos con sus extremidades, manos y pies helados pues la temperatura era de muchos grados bajo cero en la mayoría de los casos estos miembros habia que amputarlos y para cubrir estas bajas salian de mi unidad nuevos soldados con su armamento y preparados para la lucha pero su moral era tan baja que mas bien parecían (159) autómatas que iban al matadero y este era el ambiente que alli se respiraba, asi fue pasando el mes de Diciembre y cuando Íbamos conociendo algunos pueblos entre ellos Celia, albarracin, Santa Eulalia donde nos refugiábamos algunas veces cuando el frió era insoportable en estos pueblos que habían pasado en poco tiempo de un ejercito a otro, no habia absolutamente nada y las pocas personas que alli se encontraban ancianos todos eran desconfiados no hablaban nada y si algo podían comer era lo que nosotros los soldados les dábamos, eran gentes que siempre habian vivido pobrementede la agricultura y el ganado y ahora no tenian nada; unos primero y otros después todo se lo habían llevado y ninguna persona útil quedaba en aquellos lugares; ver esto resultaba penosísimo y eso qua aquellas pobres gentes no podrían sobrevivir nuestro tiempo, asi estaban las cosas, los rumores entre los hombres que alli nos encontrábamos erasn de todas clases sobre la marcha de la guerra pero lo único cierto era que esta seguía y cada vez mas terrible en todos los territorios que rodean Teruel y se hicieron celebres las batallas libradas en la muela de alcaudet otros lugares de lo mas abrupto; asi (160) iban las cosas cuando un dia ya en el mes de Enero con un frió insoportable, se nos ordeno a todos los hombres formar sin armas en unos campos próximos al pueblo de Celia eramos varios miles alli permanecíamos de pie sin saber a que era debido aquello pero presintiendo que algo importante iba a ocurrir, cuando al fin se presentaron varios oficiales rodeando a un general llamado García Valiño este hombre se habia hecho famoso entre las tropas franquistas por su dureza y era llamado "el carnicero" contándose de el las mayores salvajadas, no dando ningún valor a la vida de los hombres que tenia a sus ordenes con tal de conseguir lo que se proponía ; rodeado de estos oficiales fue pasando entre las filas de hombres formados que medio muertos de frió y cansancio aguantábamos aquella mirada fria y despectiva y pregunto ¿ de donde proceden estos hombres? A lo que un coronel le contesto: del Norte y ya están preparados para lo que haga falta, y el contesto, pues que los fusilen a todos antes de mañana al mediodía. Estas palabras fueros oidas por varios hombres y entre ellos varios conocidos míos de Santander y pertenecientes a la Falange y fueron estos los que se movieron y organizaron para visitar al estado mayor y pedir que aquella orden no se cumpliese y lo consiguieron quedando anulada la orden que aquel bestia habia dado (161). Lo que pasaba era que por aquellos dias muchos soldados, unidades enteras, que procedían también del ejercito republicano del norte se habían pasado en el frente de Teruel con armas y bagajes al enemigo, a sus antiguos compañeros de lucha. A partir de estos sucesos los hombres que componíamos la "Unidad de Instrucción" fuimos retirados un poco mas a retaguardia y vigilados pero mal tratados, igual que los que componían los batallones de trabajadores" para comer teníamos que ingeniarnos pero como nos dedicaban a descargar los trenes que llegaban cuando se trataba de víveres nos aprovechábamos; nos fuimos organizando y todo esto también tomaban parte los falangistas, pues estos preferían estar asi que en el frente, como normalmente estaban obligados, asi paso algún tiempo y un dia pude ver entre los heridos que eran evacuados a mi hermano Francisco que herido y con los pies helados se encontraba en un puesto de socorro en el pueblo de Santa Eulalia y quiso la suerte que no se los amputaran como solían hacer, siendo tratado en un hospital de Zaragoza donde se restableció totalmente. En estos dias yo hice nuevas amistades y logre situarme y darme una idea de lo que se podía hacer en el futuro; pero siempre con mi pensamiento puesto en mi familia de la que no tenia noticias (162) y ver la forma de ayudarles pero era tan difícil estaba tan lejos... El mando del ejercito nacional al ver que como lo intentaban no reconquistaban Teruel que era todo su empeño, organizaron una ofensiva cambiando de táctica y allí empezaron a llegar más tropas bien equipadas y veteranas que eran trasladados de otros frentes y toda clase de armas y medios de combate, wse inicio asi la que quedo con el nombre de batalla de Alambra por ser próximo al cauce de este rio donde se libraran los mas encarnizados combates que terminaron con la conquista de Teruel cuando ya finalizaba el mes de febrero; pero costo al ejercito nacional cuantiosas bajas y los pueblos de Celia, Santa Eulalia y Broncal del Campos se convirtieron en un enorme hospital a donde llegaban los heridos y evacuados una vez realizada la primera cura a otros hospitales principalmente Zaragoza; en el tiempo que permaneci en estos lugares me familiarice con las escenas de la guerra en los frentes que con las que ya conocía y que sucedían en las ciudades ocupadas completaban mi experiencia al mismo tiempo que perdía mi sensibilidad y veia todo esto sin concédele demasiada importancia, presenciando como y porque en una guerra se desea la muerte en muchas ocasiones como un medio de liberación ante tanto sufrimiento (163) y tanto dolor. Para mi lo único que me hacia sentir un humano era el recuerdo de mi familia, que por aquellos dias tuve noticias de ellos, siendo estas noticias de lo mas desagradables, pues mi esposa se veia acosada por todas partes e incapacitada para soportarla si 56 alguien no la ayudaba, como yo ya sabia como ivan las cosas me trace un plan pensando en ponerlo en practica en cuanto viese una situación faborable aunque tuviese que jugarme el todo por el todo, pues en aquellos momentos todo me daba igual. Como resultado de la batalla de Alhambra la toma de Teruel, empezaron a llegar prisioneros republicanos en gran cantidad y en un estado de lo mas lastimoso, yo a pesar de mi insensibilidad sentía un gran dolor al verlos; pero bien poco podia hacer por ellos, únicamente entre algunos amigos y yo reunimos un pequeño deposito de víveres y lo repartíamos entre ellos, pero cuidando mucho de que no nos viesen nuestros mandos y soldados de mi unidad. Con motivo de la conquista de Teruel, el mando de las fuerzas que en ella tomavan parte concedió 48 horas de permiso, como premio a su actuación a aquellos combatientes que fuesen de Zaragoza o sus proximidades y no se porque este premio también le toco a mi unidad esta circunstancia la aproveche yo y mi amigo de Santander que estaba conmigo llamado Fermín Prieto y que pertenecía a la Falange en Santander desde que se fundo (164), puestos de acuerdo los dos , pedimos permiso para trasladarnos a Zaragoza, aunque nuestra intención era llegar a Santander, pues el de una forma y yo de otra los dos teníamos problemas familiares, los dos eramos casados, Asi que mezclados con los que salian hacia Zaragoza en tren o en camiones salimos y en pocas horas ya estábamos en la estación para tomar un tren hacia Bilbao y de aquí a Santander pero antes logramos reunir algunos víveres tratandop de llevarlos a nuestras familias al poco tiempo de estar en la estación de Zaragoza salió un tren con heridos hacia Bilbao y en el Nos acomodamos como pudimos, pero mi amigo tuvo mas suerte que yo pues pudo viajar dentro de un vagón, mientras que yo lo hice fuera entre dos vagones de pie sobre los topes cosa que pense imposible de soportar en un viaje que duro 20 horas, apeándome cuando el tren paraba para desentumecer los músculos de mis piernas asi llegue a Bilbao y de aquí a Santander con algo mas de comodidad. Al llegar a mi casa pude comprobar todo lo que mi esposa me decia, mí esposa era asediada dia y noche, insultada amenazada por no acceder a lo que de ella pretendían algunos de los camuflados cuya labor era de lo mas inmoral y asquerosa aprovechándose de las circunstancias y de su ruin espíritu entre estos elementos (165) habia uno con el que yo tope cuando entre en mi casa, su sorpresa fue mayúscula sobre todo cuando yo logre desenmascararlo adivinando sus intenciones, yo sabia que me jugaba mucho pues yo estaba alli sin permiso oficial, pero aproveche su desconocimiento y me hice dueño de la situación, amenazandolecon dar cuenta a sus superiores, seguidamente, cosa que todavía le desconcertó mas, pues salió disparado; se trataba de un guardia civil de los que hacían la investigación en las ciudades ocupadas y este mal nacido aprovechándose del terror que imponían no se cansaba de asediar a mi esposa por todos los medios con fines inconfesables; cuando la tranquilidad volvió a reinar entre mis familiares y yo fueron informándome de todo cuanto estaban sufriendo, pues quienes les molestaban no querían creer que yo estuviese en el frente, acto seguido, presente una denuncia en la comandancia de la guardia civil exponiendo la verdad sin importarme las consecuencias, pero sin hacerme muchas ilusiones sobre su resultado también y valiéndome de mi amistad con el falangista que vino conmigo y aconsejado por el, dirigí un escrito a la Comisaria Nacional de Propaganda del Movimiento haciendo saber los atropellos que con mi esposa y sus hermanos se cometían pues mi idea era que ya que me habia expuesto a 57 todo viniendo sin permiso a mi casa desde el frente tenia que tratar de arreglar algo la situación de mi esposa (166) por lo menos que la dejaran tranquila con sus problemas y sufrimientos que no eran pocos. Pasados dos dias en mi casa haciendo todo lo posible para evitar sufrimientos a mi esposa me puse en camino en dirección a mi unidad en el frente de Teruel, el viaje de regreso no fue tan duro, pero si muy doloroso moralmente pues no podía quitar de mi pensamiento lo que dejaba a tras y pensando en lo peor cuando llegase a mi destinopues en lugar de tomarme dos dias entre viaje y estancia con mi familia se habían pasado ocho y yo sabia que esto era en el ejercito muy grave y mucho mas estando en guerra; pero estaba dispuesto a todo y no sentía arrepentimiento de haberlo hecho si servia para algo. Y si que sirvió, por suerte como veremos mas adelante. Al llegar al lugar donde habia dejado mi unidad, el pueblecito de Celia cerca de Teruel, me encontré con algo inesperado, pero muy corriente en el frente, mi unidad ya no estaba allí, habían sido trasladados a otro lugar distante unos 100 KMT. Pero habían quedado alli algunos enfermos y personal para atenderlos y al frente de todos estos hombres , un oficial, al que yo tengo mucho que agradecer pues de el dependió mi suerte para el futuro; se trataba de un capitán de bastante edad que estaba jubilado cuando estallo la sublevación y que tuvo que incorporarse de nuevo para servicios auxiliares pues bien yo me presente a el y le dije lo que habia (167) hecho y porque le di toda clase de explicaciones y le dije toda la verdad y que estaba dispuesto a cargar con toda la responsabilidad, pues la vida no tenia para mi ningún valor tal era mi estado de animo y agravado por mi estado físico que era de lo mas deplorable después de mi viaje y lo que ocurrió fue lo siguiente: este oficial me escucho atentamente y a continuación me dijo mira muchacho lo que has hecho es muy grave, pero yo te creo y me pongo en tu lugar tu sinceridad me admira y voy a hacer por ti todo lo que pueda; lo primero vete a ver si en la cocina te dan algo de comer después procura descansar y mañana a primera hora vienes a verme, ahora el frente esta lejos y aquí como ves hay tranquilidad. Tengo que aclarar que los viajes desde los frentes de lucha hasta la estación mas próxima del ferrocarril habia que hacerlo por montes vaguadas y campos si habia alguna carretera y con mucha suerte podías montar en algún camión militar que circulaba con pertrechos de guerra, pues ocurría muchas veces que estos camiones te trasladaban en dirección contraria a la que deseabas, tal era la desorientación y mas si era de noche, pero cualquier cosa era mejor que estar en el frente de batalla (169) como me ordeno el capitán el dia anterior a primera hora de la mañana me presente a el y quede sorprendido al escuchar de sus labios lo siguiente. Bueno si no te importa te vas a quedar aquí de momento pues te he hecho figurar en la lista de enfermos, asi me ayudaras a mi y mientras tanto ya pensaremos algo o quiza surja alguna alguna ocasión de enrolarte en algún puesto de la División que no sea estar con un fusil en primera linea , pues creo que tu vales para algo mas que eso y ademas estas casado, y alli me quede aunque no por mucho tiempo, Constantemente seguían llegando mas hombres a esta unidad y mi capitán tenia que trabajar mucho para atenderles, yo también me multiplicaba para ayudarle, y asi estaban las cosas cuando recibi una carta de mi esposa en que me daba cuenta de que ya no era molestada y gozaba de cierta tranquilidad mientras se preparaba para el momento de sua alumbramiento, que estaba próximo. También y con gran sorpresa por mi parte recibi otra carta de la Comisaria de 58 Propaganda del Movimiento contestando a la denuncia que yo hice desde mi casa y en la que poco mas o menos me diecian:"Habiéndose comprobado la certeza de tu denuncia de fecha tal, recibida en este organismo, te damos cuenta de su resultado: El agente XX de la Guardia Civil ha sido expulsado del benemérito cuerpo y enviado al frente como soldado, precisamente a la misma unidad a la que tu perteneces" y firmaba la carta Dionisio Ridruejo Ministro de Información y Propaganda del Movimiento y venia de Burgos que era donde estaba el gobierno franquista por aquellas fechas . De todas formas al citado elemento nunca mas volvi a verlo ni supe de el, pero aun quedaban muchos tan miserables como el y de la misma catadura, que hacían inpunemente lo que les apetecía y esto no dejaba de preocuparme. Terminada la ocupación de Teruel, todas las tropas que en aquella batalla habían tomado parte fueron trasladadas y concentradas en un lugar no lejos de Zaragoza, cuyo principal pueblo se llamaba Losa y por aquellos lugares se reorganizo un ejercito compuesto por varias divisiones y toda clase de medios ofensivos, se reorganizo también sanidad, intendencia y varias compañías de automovilismo con gran numero de camiones americanos nuevecitos y ambulancias de marca FORD y STUDEBAKER estaba claro que a medida que la guerra se prolongaba las tropas nacionales disponían de mas medios y mas perfecta organización constantemente yo oia a mi capitán comentar se esta preparando una buena y no tardara en empezar el gran follón; no se hacia donde pero pronto lo veremos: este buen señor recibió (170) una orden urgente de dar cuenta de todos los hombres útiles de que disponía: contestando por telefono y por el mismo medio le comunicaron que en el plazo de dos horas los tubiese a todos dispuestos para ser trasladados; efectivamente antes de dos horas se presentaron varios camiones al mando de un oficial y varios sargentos y entre estos y mi capitán nos fueron clasificando y destinando a distintas unidades de que se componía el ejercito que se estaba reorganizando; uno de los primeros fui yo y con un papel en la manoy un numero me decían al camión n° tal y en compañía de otros hombres me dirigía a dicho camión viendo con agrado que en dicho camión habia un letrero que decía "Para intendencia y Sanidad "Primera División de Navarra". En poco tiempo todos los hombres habíamos embarcado y seguidamente se pusieron en marcha, pero ya de noche. En pocas horas llegamos a un lugar donde nos apeamosy aunque era de noche, pude darme cuenta de que allí debia de haber muchos miles de hombres pues en todo lo que la vista me alcanzaba se veían gran cantidad de hogueras, esto me pareció un disparate pues de noche todo aquel terreno ofrecía un blanco extraordinario para la aviación enemiga, que con toda tranquilidad podia hacer una verdadera carnicería entre los miles de hombres que alli nos encontrábamos, (171) acto seguido un sargento nos condujo a los que íbamos en mi camión ante un oficial de Sanidad Militar cuyas insignias eran bien visibles y este dirigiéndose a mi me dijo Tu de donde eres ¿ de Santander , conteste, bien entonces seguramente serás bastante caradura, pero no serás tonto y así se fue dirigiendo a otros tres, formando asi un grupito de cuatro hombre, sin saber porque esto me iba gustando, dirigiéndose al sargento le ordenó los demás llévalos al comandante de intendencia y allí recibirás ordenes. Acto seguido llamo a otro oficial y en presencia nuestra le dijo ¿qué te parece !a adquisición? Este no contesto mas que "ya veremos" y dirjiendose a los cuatro pero principalmente a mi nos dijo "vamos a ver si pitáis bien como yo 59 necesito y esto lo voy a ver antes de 3 dias, si es asi no lo pasareis mal, y otra vez dirigiéndose a mi nos dijo, tu con estos tres tenéis que organizar una especie de cocina-comedor para cuarenta hombres que son los conductores de las ambulancias en la 1 división, un oficial que es este señor, dos sargentos y que no han comido caliente desde que empezó la guerra: lo demás ya lo ira explicando el teniente y con la misma desapareció; este oficial supe después que era medico, se llamaba Manuel Lon Teller y era el capitán jefe de "Sanidad Militar" en la " 1 a División de Navarra" que era a la que yo pertenecía, el teniente que también era medico se llamaba Florentino Zubicoa este era vasco y el capitán Aragonés de Ayerbe en la provincia de Huesca. Lo primero que hizo el teniente Zubicoa fue preguntarnos ¿tenéis hambre? Al contestarle afirmativamente mando que nos diesen pan y una lata de sardinas en aceite, de esta comiuda ya estábamos hasta la coronilla pues prácticamente no habíamos comido otra cosa desde que ingresamos en el ejercito nacional, seguidamente nos fue explicando lo que deseaba de nosotros, tenéis que empezar por buscarlo todo pues solo tenemos el plato y la cuchara y eso el que no la ha perdido, necesitareis cacharros para guisar y la comida tenéis que ingeniaros para buscarlo todo como sea y donde sea, pues no disponemos de una perra hasta que cobremos los haberes a primeros de mes asi que a espabilar a ver cuando nos podéis dar una comida caliente y bien guisada, de momento podéis disponer de un vehículo para lo que os haga faslta que es ese y señalo una especie de furgón cuyo conductor escuchaba todo esto, sonriendo, dicho conductor que era un gallego con cara de buena personay muy veterano en la guerra, pues esta le sorprendió haciendo el servicio militar y gracias a que simpatizamos con el de mucho nos sirvió para la misión que nos habian encomendado y que resulto menos difícil de lo que suponíamos, como veremos por los resultados; como el lugar donde nos encontrábamos al sur de Zaragoza, habia algunos pueblecitos aunque todos estaban inundados de tropas, no fue difícil en uno de ellos encontrar un local medio derruido y con muchas ganas lo adecentamos un poco y ya con Bastante buen humor, colocacmos un letrero que decia " 1 a división de Navarra, Sanidad Militar, Centro Ambulancias, Cocina Comedor. A continuación salimos con el furgón y buscando por las casas del pueblo y por las cocinas de los demás batallones pidiendo algunas cosas, robando otras, a las dos horas teníamos leña y algunos cacharros, volvimos a salir y esto ya fue un poco mas difícil, pero de todas formas derrochando ingenio conseguimos algunos víveres y todo lo imprescindible para hacer café y comida para el mediodía, esta a base de cordero y patatas, para conseguir todo esto fue muy preciso hecharle "Cara", simpatía, y buenos modales a la cosa y en todo nos fue de una ayuda enorme el conductor del furgón, al amanecer ya estabamops en nuestro local y empezamos a preparar el desayuno y primero lo tomábamos nosotros, café con leche condensada y bien hecho pues no escatimamos nada a continuación ei gallego fue avisando a los demás conductores y yo avise al tenientey los sargentos que fueron los primeros en llegar, tomaron todo lo que quisieron y ademas también teníamos un garrafón de coñac del que participaron viendo mis compañeros y yo que el teniente se sentía satisfecho y tanto fue asi que exclamo: esto va mejor de lo que yo pensaba" aver que nos dais p~.ra comer" asi fueron llegando los demás hombres que cuando el gallego les aviso creían se cataba de una broma, pues nada sabian del asunto alli entre sorbo y sorbo de cafey de coñac nos fuimos conociendo todos los que compondríamos a 60 partir de aquel dia la sección de Autoambulancias prometiendo todos su ayuda para la buena marcha de nuestra cocina comedor, los habia vascos. Catalanes de Santander, Canarios asturianos, castellanos, una mezcolanza de todas las regiones españolas yo como es natural simpatice primero con los aragoneses debido a mi origen pero todos nos hicimos amigos y la amistad la conservamos después de la guerra incluso hoy cuando ya han pasado mas de 40 años procuramos vernos de vez en cuando; entre los que formamos la cocina habia uno que sabia bastante de cocinar era simpático y agradable listo como un ajo, se llamaba Porfirio Riagua de la provincia de Burgos(175) otro de Zamora este era una bestia trabajando, se llamaba José Arias y se encargaba de todos los trabajos mas pesados, el otro era un asturiano, listo como un lince, se llamava Alvarez y era estudiante en la vida civil, era muy valiente y decidido, este y yo nos encargábamos de buscar el suministro y de distribuir la comida entre los conductores, pues si bien ahora no habia operaciones y todos acudían a comer a la cocina, después no seria igual ya que la comida habia que llevarla al lugar donde las ambulancias estaban situadas en los distintos lugares del frente y esto era lo mas peligroso y duro cuando las batallas y avances se iniciaban. Después de tomar todo el desayuno yo me dedique a curiosear y como ya era media mañana hacia un dia muy claro pude darme cuenta de los preparativos que se estaban haciendo en toda aquella zona para iniciar un avance muy importante, aquello era sobrecogedor los miles de hombres, la gran cantidad y variedad de armas y una serie de detalles para mi desconocidos y que me hadan pensar muchas cosas y la mas importante ¿seria posible que la guerra durase mucho tiempo?¿Qué estaría haciendo el enemigo? Mientras aquí se preparaba todo esto?. Lo que (176) mas me interesaba era para poder cumplir mi cometido averiguar donde se hallaba la intendencia pues esto era muy importante, no tarde en localizarla y pude ver que alli habia de todo, pero habia que pagarlo con dinero contante y sonante, estábamos a primeros de mesy hasta el dia 30 no dispondríamos de dinero yo comentaba esto con algunos hombres de la sección sobre todo con el gallego y todos me animaban y me decían en cuanto empiecen el avance de la División tomaremos muchos pueblos en los que encontraremos de todo y poco tendrás que comprar en intendencia yo de todas formas estaba animado total que se hizo la hora de la comida y pudimos servirla compuesta de un plato de sopa y otro de carne con patatas pan y vino y el que quiso repitió y esto fue el no va mas la camaradería fue completa y la simpatía y admiración por mis tres compañeros y por mi fue completa: de esta alegría también participaban el teniente y los sargentos aquel me felicito y me hizo ver que con la división en operaciones nuestra misión seria por mi lado mas fácil para encontrar lo que hacia falta pero por el otro mas difícil, el hacer llegar la comida a todos los hombres, pero no habia que dejarse abatir. Yo me retire pues mí preocupación era buscar mas víveres para el dia siguiente, en esta labor todos colaboraron (177) pero principalmente e¡ asturiano Alvarez y el gallego que nos desplazamos lejos y conseguimos hacernos de 6 gallinas y una oveja con su cria y algunas otras cosas sobre todo vino y aceite asi se inicio mi actuación en el ejercito nacional que dentro de lo que es la guerra me parecía algo que tenia que conservar aunque la misión no era nada fácil, estaba dispuesto a cualquier sacrificio para llevarla a buen fin. Al día siguiente fui llamado por el teniente que me comuniico que tanto yo como mis tres compañeros ya pertenecíamos a la compañía de sanidad de la División lo cual debia gustarnos, pues íbamos a realizar una labor de lo mas humanitario y quiza con menos riesgo que los combatientes de 1 a linea pero también habría que sufrir y trabajar mucho . La 1 a División se componía de tropas de choque escondidas y experimentadas, legionarios, regulares, falangistas.voluntarios, requetes e infantería, dos batallones de cada tipo, acompañados de artillería de montaña, carros de combate, artillería antiaérea, esta era compuesta por soldados y oficiales alemanes voluntarios intendencia y varias compañías de Camiones mas los hombres de sanidad con mulos y las autoambulancias en total 22.000 hombres todos bajo las ordenes de un militar profesional al que ya hemos nombrado el general García Valiño mas conocido entre la tropa por "el carnicero" asi estaban las cosas(178) preparativos, organización y todo para iniciar la próxima ofensiva que iba a ser importantísima y había que llevarla a buen termino, según los planes del alto mando del ejercito nacional, cuando se recibió una orden que me afectaba a mi directamente, se trataba de que los soldados que se habían incorporado procedentes del ejercito republicano que estuviesen casados solo por lo civil tenían que hacerlo por la iglesia y esto rápidamente, para lo cual se les concedía permiso oficial aunque muy breve, y con este motivo yo me presente en mi casa inesperadamente con la alegria y sorpresa de mis familiares sobre todo de mi esposa, Pero puse buen cuidado de realizar toda esta ceremonia lo antes posible, aunque tuve que vencer la resistencia del sacerdote, que tenia que hacerlo, pues se negaba si antes no pagaba los derechos por el establecidos. Ante esta negativa, yo le pedi un justificante, pues tenia que volver a mi unidad lo mas rápidamente posible, casado o no, por la iglesia y no podia pagar ni un céntimo (yo ya sabia que tenia que hacerlo gratis) al fin accedió el muy granuja y acompañado de mi esposa, con testigos y padrinos y algún familiar cumplí este requisito que me vino muy bien para pasar unas horas con mi familia y llevarles algunos víveres que tanta (179) falta les hacían al mismo tiempo, pude comprobar que los sustos y amenazas contra mi esposa volvían a producirse, pero no podía prolongar mas mi estancia y me puse en camino, pero prometí volver lo antes posible como fuese a resolver de una vez su angustiosa situación: durante mi viaje mis preocupaciones eran inmensas pues también se acercaba la fecha de su alumbramiento y se iba a encontrar sola si alguna vecina amable no la ayudaba, el viaje otra vez reaulto para mi muy penoso y solo podia confiar en la suerte, ya que hasta ahora no me había abandonado dentro de lo que cabe. En cuanto llegue a Zaragoza pude enterarme por varios soldados que el "Tomate"(as¡ se denominaba en el argot de la tropa a las batallas y ofensivas que se producían en el frente) habían comenzado y que la 1 a División y los demás que componían el Cuerpo de ejercito, trataban de romper la resistencia con todos los medios puestos en marcha y según me iba acercando al lugar donde se encontraba mi unidad, ya notaba la actividad de la aviación que con la artillería trataban de romper la resistencia del enemigo, bombardeando sin piedad, trincheras, fortificaciones, concentraciones de tropas, carreteras, puentes.pueblos y todo parecía indicar que la ofensiva se dirigía hacia el sur de Zaragoza en dirección al mar mediterráneo (180) el humo el olor a pólvora y el ruido de las explosiones asi lo indicaban; en este ambiente pude llegar a mi unidad donde fui bien recibido por todos y sobre todo por el teniente que se intereso vivamente por el resultado de mi misión pudiendo comprobar que este hombre tenia muy buenos sentimientos cosa que me demostró a lo largo de toda la guerra como veremos en mas ocasiones; metido 62 ya en mi obligación tuve que olvidarme de mis problemas familiares para hacer frente a la situación pero pude descansar algunas horas después de tomar algún alimebnto que me vino m,uy bien, pues justamente al amanecer del dia siguiente, se iniciaba el avance de las tropas y unidos a ellos nosotros los soldados de sanidad con puestos de socorro, ambulancias y todo lo necesario para asistir y evacuar a los heridos para su primera cura. La ofensiva se desarrollava en varios CMS de anchura convirtiendo en un infierno muchos cientos de kms cuadrados de tierras aragonesas bien cultivadas, montículos valles carreteras caminos y pueblos convirtiéndose todo en tierras quemada, ya que a pesar de su preparación con la artillería y la aviación la infantería se encontró con mas resistencia de la prevista y los heridos y muertos empezaban a ocupar las ambulancias cuando estas que multiplicarse para trasladarlos a(181)puestos de socorro asi como los médicos y personal sanitario que tenían que trabajar sin descanso. Asi que empezaron las dificultades para nosotros los encargados de la cocina para poder hacer llegar la comida al personal de la sección, pues tambuien el furgón tenia que trabajar sin descanso para trasladar los muertos al lugar de su enterramiento; pero de todas formas y como con esto ya contábamos tuvimos que ingeniarnos y ningún hombre de la sección se quedo sin comer mas tarde o mas temprano y esto se que tenia mérito para nosotros, después de 48 horas de dura lucha el enemigo cedió y el frente se rompió por varios puntos, iniciándose el avance de las tropas y por lo tanto de todos los servicios, teniendpo también que cambiar el lugar de nuestra cocina, pues esta debía estar siempre próxima al frente de batalla, igual que todos los servicios de sanidad, como el avance continuaba se fueron ocupando algunos pueblos y en uno de ellos nos instalamos, aunque por poco tiempo, fue el primer pueblo en el que yo entraba ocupado al ejercito republicano y tuvo para mi mucha emoción ver la propaganda del gobierno republicano como billetes de banco tirados por las calles, ya que estos solo tenían valor en la zona republicana, las casas del pueblo abandonadas por sus habitantes (182) saqueadas y revueltas por los primeros soldados que las ocuparan aunque en ellas guardaban enseres y cosas que una xxxxxxx necesita como ropas alimentos animales domésticos, como cerdos gallinas y algún mulo todo a disposición del ejercito ocupante pero este pasaba y allí lo dejaba aprovechándose después de todo, algunas gentes del pueblo los aprovechados y los llamados fuerzas de investigación, de triste recuerdo para mi, que sin exponerse a nada, llegaban y se adueñaban de todo, como dueños de vidas y haciendas. En este lugar permanecimos solo algunas horas, como ya suponíamos y nmos sirvió para proveernos de lo necesario para el funcionamiento de nuestra cocina, también tomamos algunos víveres los indispensables pues preveíamos que como el vanee continuaba en todos los pueblos podríamos encontral algo. El problema era el transporte pero lo resolvimos aprovechando un mulo, este fue el primer medio de transporte de nuestra cocina comedor, pensando que encontraríamos otro mejor; rota ya la resistencia del enemigo fueron cayendo varios pueblos entre ellos Rillo, Villar de los Navarros, Albacete del Arzobispo, Lécera Andorra entre otros y en todos el mismo panorama, casas abandonadas y medio saqueadas por algunos soldados y en esta labor se distinguían las moros que cargaban con todo !o que podían para abandonarlo poco mas adelante (183). A partir de ahora a mis tres compañeros y a mi ya no nos falto lugar para instalar la cocina pues en cualquier pueblo que nos instalábamos podíamos escoger una casa 63 abandonada colocando seguidamente el letrerito que ya conocemos y que todos los hombres de la sección localizaban rápidamente, lo que no dio resultado fue el mulo para el transporte por lo cual lo abandonamos a su suerte en el campo por lo menos no le faltaría para comer y pensamos servirnos unas veces del furgón y otras de aguna de las ambulancias con lo que quedaba demostrado que en la guerra como en la paz entre los soldados la veterania es un grado,pero mas en la guerra y tanto yo, como mis compañeros la íbamos adquiriendo ya nunca nos faltarían los víveres y preparábamos buenas comidas aunque muchas veces habia que tirar parte de ellas por tener que salir rápidamente para otro lugar mas próximo al frente y asi seria nuestra misión todo el tiempo que duro la guerra; con todos estos acontecimientos yo no tenia tiempo para pensar en los problemas de mi casa, pero cuando podía disfrutar de algunas horas de descanso, volvían a mi imaginación y eran un verdadero tormento. El ultimo pueblo conquistado en estos dias fue Lecera y aquí nos instalamos todos los servicios de sanidad(184) puestos de socorro, ambulancias y demás, fue al anochecer, este pueblo era importante y allí tenían instalado el ejercito republicano, un hospital completamente lleno de heridos que en su retirada no habian podido evacuar pero si habian desaparecido el persoanal que lo atendía, cuando nosotros instalamos nuestra cocinayo hice una escapada a dicho hospital con la ilusión de encontrarme algún conocido y también pensando que tenia en el ejercito republicano a mi hermano José y mi cuñado antonio pudiendo darse la casualidad de que estuviesen entre los heridos, aquel espectáculo me sobrecogió y me lleno de tristeza pero no halle a ningún conocido, poco después comentaba esto con el teniente de mi sección y este hombre se apresuro a ponerlo en conocimiento de su jefe inmediato el capitán Lon Teller y estos acompañados de algunos otros médicos y personal sanitario se dirigieron a dicho hospital, haciendo todo lo que pudieron por aquellos heridos que no era mucho pues también del ejercito nacional llegaban heridos constantemente a los puestos de socorro, lo que si temían proyectado era cuando al dia siguiente amaneciese era evacuar estos heridos hacia Zaragoza (185)y para lo cual habian tomado las medidas ya que de esta forma aquel hospital serviria para los heridos del ejercito nacional, ya que estaba bastante bien instalado pero ocurrió algo muy triste, al amanecer del dia siguiente se presento una escuadrilla de aviación republicana y bombardeo las posiciones acabadas de conquistar por el ejercito nacionales las proximidades del pueblo, las carreteras y todo cuanto podia entorpecer el avance del ejercito nacional, pues lo doloroso fue que también el pueblo sufrió el bombardeo, fueron alcanzadas varias casas y el hospital en el cual murieron muchos de los heridos creándose la confusión natural ya que también murieron muchos soldados del ejercito nacional, la casa donde nosotros habíamos instalado la cocina también se quedo destruida desapareciendo todo cuanto teníamos, cacharros víveres ropas y salvándonos nosotros por suerte e intuición, pues nos refugiamos en un embudo hecho por una bomba y aunque cubierto de tierra piedras y escombro no sufrimos mas que el susto que no fue pequeño. A fin de cuentas, una de tantas cosas que en la guerra ocurrían y que eras lo normal no me fue difícil instalarnos de nuevo y hacernos de cacharros y todo lo necesario aunque aquel dia nadie de nuestra sección tomo el desayuno (186), la cena y gracias, al anochecer y cuando parecía que todo habia pasado, empezó la artillería a disparar con toda clase de obuses haciendo otra vez numerosa bajas entre las tropas que se encontraban en las afueras del pueblo, 64 con lo mal en nuestros puestos de socorro el trabajo era enorme. Aquella noche cuando la artillería enemiga dejo de disparar yo hice una nueva visita al hospital y entre los heridos que quedaban encontré un oficial del ejercito republicano, pude hablar con el y me informo de que en el frente, no habia ningún combatiente del norte, yo hice por este hombre todo lo que pude lo mismo que por los demás heridos republicanos, pues mi sección permaneció allí 36 horas y yo realice numerosas visitas a estos hombres, por lo que recibí un toque de atención del teniente de mi sección que me dijo asi, "ten cuidado con lo que haces muchacho, pues aunque a mi personalmente me parece muy bien lo que haces, aquí todos no somos iguales y puedes tener un disgusto, creo que me entiendes asi que mucho ojo esta fue otra demostración de los buenos sentimientos de este hombre hacia mi y no fue la última (187) como veremos en varias ocasiones más adelante. Cuando se inició nuevamente el avance de las tropas nacionales, abandonamos el pueblo y a poca distancia, volvió a bombardear la aviación republicana y yo pase otro gran susto, tuve que refugiarme debajo de una roca, pero fueron muchos los hombres que también lo hicieron tapando la salida y entrada de aire, yo que estaba en el fondo sentía que me axfisiaba y no podia salir cuando al fin lo conseguí, poco me importo que las bombas cayesen cerca y jure no refugiarme mas en mi vida si no era al aire libre, en el campo. A pesar de defensa que hadan las tropas republicanas de sus bombarderos y ataques de su artillería, el avance de las tropas nacionales continuaba y fueron cayendo mas pueblos aragoneses en todos el mismo panorama, casas abandonadas y saqueada, en uno de estos llamado Calanda entraron los primeros los moros y yo pude presenciar algo que me dejo recuerdo, desde el balancín de una casa a la entrada del pueblo unas mujeres lanzaban gritos de auxilio unas de angustia diciendo están matando a mis hijas! Aunque el follón que habia era enorme fueron oidos por un oficial de regulares y cuya compañía estaba ocupando el pueblo, este oficial, llamado Jiménez y que era del pueblo de Astillero en la provincia de Santander (188) subió a dicha casa y a golpes hizo salir a un grupo de moros de su compañía que intentando violar o lo habían conseguido a tres mujeres jóvenes ,. Una vez en la calle, los hizo conducir a la plaza del pueblo allí los formo y sin mas contemplaciones mando fusilarlos y alli quedaron sus cadáveres, todo esto no duro mas de 15 minutos y dicho oficial se gano la simpatía de todos cuantos presenciaron los hechos, particularmente de los soldados españoles, siendo comentado durante algunos días en toda la División.- En este pueblo se ocupó también un campo de aviación provisionalmente, con varios aviones destruidos del ejercito republicano. Ya hemos dicho en otras ocasiones que los servicios de Sanidad iban siempre en vanguardia cosa muy necesaria, y habia ocasiones que inclusose adelantaba, sobre todo el servicio de autoambulancias entrando los primeros en algunos pueblos después de ser rodeados por las tropasy esto era debido a que nuestro teniente tenia gtran interés en encontrar un coche para su servicio, y en esto yo le hacia la competencia, pero no para mi uso, sino para que el servicio que tenia encomendado fuese mas fácil y eficaz , que a pesar de todo funcionaba bien pues debido a los muchos pueblos (189) que se iban ocupando siempre se encontraban suministros de boca, no teniendo necesidad de pasar por intendencia si no era por algunos víveres como café y leche condensada, debido a esto el personal de la sección podia guardarse sus 65 haberes casi Íntegros, mientras que los demás conductores de la División tenían que pagarse la comida, ya que su importe lo recibían en metálico; pero colaboraban con la cocina y procuraban buscarnos víveres en todos los pueblos por los que pasaban y se comia muy bien . Por esta causa nuestra cocina se hizo celebre en la División y mucho mas porque los soldados que iban o volvían de permiso siempre encontraban alli un refugio dende comer algo y descansar, sobre todo si eran de Santander, pues muchas veces por medio de ellos yo enviaba a mi casa algo de comer aunque no siempre llegaban todos, pues el viaje siempre era largo y penoso y por este medio también yo recibía notocias de mi esposa con la realidad de lo que pasaba pues por correo y debido a la censura, era imposible. Mientras tanto la ofensiba proseguía y se iban tomando terreno al enemigo, ocupando pueblos aldeas y caseríos pero a costa de muchas bajas, siendo mi División la más castigada por lo que tanto las ambulancias como el furgón los médicos y todo el personal sanitario sobre todo camilleros(190) no tenian un momento de descanso: también eran interminables las filas de prisioneros y estos hombres a mi me daban mucha pena , vencidos maltratados y a merced de su enemigo, yo procuiraba hablar con ellos y a veces les oia decir, que hagan con nosotros lo que quieran con tal de que no tengamos que volver al frente, en el cual hasta ahora nuestra desventaja es enorme, también era muy triste comprobar que a estos hombres se les despojaba de todo cuanto podían tener algún valor sobre todo efectos personales, pues los encargados de su custodia, que los había de toda de toda clase y condición, se aprovechaban de su situación, yo a pesar de la advertencia que mí tenienteme hizo en otra ocasión procuraba ayudarles, dándoles algunos alimentos pero eran tantos ... tomaba direcciones de sus familiares, con el fin de poder comunicarles su situación y esto era lo que mas les interesaba. Como la 1 a División habia sido muy castigada desde que empezó esta ofensiva fue relevada por otra, dándola 48 horas de descanso con el fin de cubrir las bajas y reorganizarse, las ambulancias eran revisadas y lo mismo los demás servicios con lo cual el descanso era muy relativo y a mi me fue encomendada una misión que no me hizo ni pizca de gracia: en compañía de unos cuantos hombres nos trasladaron en un camión a un Pueblo de la provincia , cerca de Teruel, Llamado (191) Daroca a buscar mulos para el servicio de Sanidad de Montaña pues estos animales son insustituibles, para el transporte de heridos en terrenos accidentados y donde las ambulancias no pueden llegar, una vez en este pueblo nos entregaron dichos animales y montando un soldado en cada uno nos pusimos en camino en dirección a donde se encontraba la División esto al principio resulto divertido, pues algunos de estos animales no soportaba la carga sobre sus lomo y como tampoco los hombres eran muy expertos en su manejo, eran derribados pues no era nada fácil sostenerse sin ninguna clase de montura, a pelo, a mi me sirvió de mucho el haber hecho esto, en mi infancia, allá en mi pueblo y como me sostenía, los demás soldados se extrañaban que no siendo yo hombre del campo sino un obrero industrial me desenvolviese como lo hacia, yo procuraba ayudarles y con algunos consejos consiguieron dominarlos un poco y asi unas veces a pie y otra sobre el animal después de muchas horas y con las piernas llenas de rozaduras, conseguimos llegar hechos unos guiñapos a nuestro destino una vez reorganizada la División volvió al frente de lucha y prosiguió el avance consiguiendo ocupar (192) y después de dura lucha un pueblo muy importante, llamado Alcañiz lugar muy estratégico y de gran valor militar, aquí nos 66 instalamos todos los servicios de sanidad, cuando en el pueblo todavía seguía la lucha, al final fue ocupado hacia media tarde, cuando llego la noche, la aviación republicana lo atacó y a continuación las tropas, consiguiendo apoderarse de el nuevamente, estos ataques de las tropas republicanas eran terribles pues casi siempre lo hacían de noche y muchas veces conseguían recuperar lo perdido durante el día. Asi que quienes nos habíamos instalado ya en pueblo tuvimos que salir de el precipitadamente, abandonando todo cuanto teníamos, pero no todos tuvieron nuestra suerte, muchos soldados nacionales quedaron allí muertos o heridos, aquel día mi sección tuvo que conformarse con cenar rancho en frío o sea conservas y pan. Al amanecer otra vez y con toda clase de medios de combate fue atacado dicho pueblo, asi como todas las posiciones que lo rodeaban, fue una batalla durísima y al anochecer otra vez quedó en poder de las tropas nacionales, pero costo muchas bajas que seguían aumentando, ya que la artillería republicana seguia lanzando metralla sobre el pueblo, (193) nosotros volvimos a instalarnos de nuevo y aquí permanecimos 72 horas ya que el avance se habia detenido por la enorme resistencia que oponían las tropas republicanas muy cerca del pueblo defendiendo el terreno palmo a palmo; pero eran muchos los medios con que contaba el ejercito nacional y al fin la resistencia cedió y la 1 a División siguió avanzando hacia otro importante pueblo llamado Caspe; pero su ocupación costo muchas bajas, pues estaba bien fortificado y defendido 'por ser un punto estratégico de mucho valor para ambos ejércitos, por todo esto la lucha aquí fue durísima se notaba que el ejercito republicano se había reorganizado y se comentaba que en aquel sector habían muchos voluntarios pertenecientes a las brigadas internacionales, nuestro teniente seguia con la obsesión de "pisar" un coche y nos dijo, en este pueblo tiene que haber alguno y el que lo localice tendrá unos dias de permiso, asi que todos andábamos con los ojos bien abiertos y deseando ser los primeros en entrar en el pueblo; pero no era nada fácil y pasarían varios dias, el ejercito nacional tuvo que conquistar primero mucho terreno y sobre todo las alturas que dominaban el pueblo, que al fin fue ocupado, entrando con las primeras tropas todos los servicios de sanidad, mi sección ocupo un hotel medio destruido, pero en el encontramos todo lo que necesitábamos para organizar nuevamente la cocina (194) sobre todo nos dio mucha alegría encontrar abundantes verduras pues todos estábamos hastiados de comer carne y alimentos grasos, asi que la primera comida que preparamos fue coliflor cocida que aliñada con aceite yu vinagre nos supo a gloria. Yo tenia la impresión de que en este pueblo íbamos a pasar algunos dias si antes la aviación o la artillería republicana no nos hacia papilla, pues sus ataques eran constantes y sobre todo de noche, el humo y los escombros, el olor a pólvora y el resplandor de las explosiones nos acompañaban y como es natural las bajas eran muchas pensando en muchos momentos oir la orden de retirada de este pueblo, pero esto no llego y aquí aguantamos como pudimos pero nadie pensó en encontrar el coche, ¡para coches estábamos todos! Junto a este pueblo pasa el rio Guadalope que para continuar el avance habia que cruzarlo, pero los intentos fracasaron muchas veces pues en la otra orilla habían unos montículos y dentro unas fortificaciones que ni la aviación ni la artilleria lograban destruir y como estas dominaban el cauce del rio era imposible vadearlo, después de sufrir gran cantidad de bajas el ejercito nacional y mediante(195) una maniobra envolvente se intento tomarlos una vez mas las primeras fuerzas que lograran pasar el rio, una bandera de la legión fue fue 67 liquidada el rio se tino de sangre y los que lograron pisar la orilla fueron hechos prisioneros, esta resistencia tan tenaz causaba a pesar de todo la admiración de nuestros oficiales del ejercito nacional; pero al fin y como costase lo que costase habia que tomarla se tomaron y con gran sorpresa se pudo comprobar que solo las defendían un pequeño grupo de hombres al mando de un oficial y todos pertenecientes a una brigada internacional y ninguno hablaba el castellano lo único que se supo es que eran voluntarios antifascistas. Una vez hechos prisioneros fueron formados y acto seguido fusilados, junto a las fortificaciones que con tanto valor habian defendido. Creo que nunca se sabrá quien dio la orden aunque se puede suponer; un episodio mas de nuestra guerra, pero como otros muchos, nunca tendrán disculpa. Aquí termino la batalla por Caspe y rápidamente dfueron ocupados otros pueblos próximos entre ellos Maella, Ñonaspe, Fabara y Batea y se dio un pequeño descanso a varias divisiones para cubrir bajas entre ellas la 1 a , la mia, durante este descanso recibí la noticia oficial aunque atrasada de que mi esposa habia dado a luz una niña, eran los últimos dias del mes de marzo y habia nacido el dia 16. Por este motivo me fueron concedidos cuatro dias de permiso y rápidamente me puse en camino, con la emoción que es de suponer y lleno de preocupación, llegue a mi casa, encontrando bien a todos incluso los presos pero con mucha necesidad, mi admiración hacia mi esposa que sola o con la ayuda de alguna vecina tuvo que afrontar el trance de su alumbramiento; mi emoción fue enorme al contemplar a aquella criatura que venia al mundo en tan critica situación; pero mi obligación era buscar soluciones y esto fue lo que hice en el tiempo que permanecí en mi casa pedi dinero prestado, rogue a algunos parientes que le prestasen su ayuda moral, resolví varios problemas que se presentaron con la nueva situación y tuve gran cuidado de no mencionar el peligro a que estaba sometido en el frente volviendo nuevamente a mi destino con algún dia de retraso, que no tuvo consecuencias debido al buen concepto que de mi tenían mis superiores. A partir de este acontecimiento yo senti alguna transformación, empece a sentir miedo ante el peligro y como este era constante tomaba mas precauciones y exponía menos mi vida (197) no confiando solo en la suerte. También tuve que poner mi interés e ingeniar me para enviar algún alimento a mí familia por todos los medios a mi alcance, también deseaba más que nunca que la guerra terminase, aunque ya veía que iba para largo. Con mi llegada coincidió una nueva ofensiva ya hacia la provincia de Tarragona, primero fue ocupado el pueblo de Fayón, aqui junto al rio Ebro y este se cruzó durante la noche, al amanecer se produjo una enorme confusión, pues se encontraron cruzadas tropas nacionales y republicanas, librándose una batalla cuerpo a cuerpo y siendo hechos prisioneros varios combatientes de los dos bandos; siguiendo el avance mi división llegó a situarse en las proximidades de Gandesa, población importante d ela provincia de Tarragona, que se ocupó con cierta facilidad desues de rodearlo, aqui se instalo Sanidad con bastante buena suerte, pues se podia escoger buen aposento, puesto que el pueblo no habia sufrido apenas daño y la amyoria de sus habitantes permanecían en sus casas, atentos a los acontecimientos: en este pueblo se recuperó gran cantidad de armamento y una intendencia del ejercito republicano en la que todos aprovechamos para proveernos de víveres entre otras cosas habia una cooperativa de vino estupendo y aqui llenaros sus cantimploras (198) todos los soldados aparte de otros recipientes y desde luego no faltaban los que se emborrachaban a base de bien, las gentes del 68 pueblo parecían contentos, pues contrariamente a lo que les habían anunciado los anteriores ocupantes, los soldados de Franco como ellos decían, no les habían hecho el menor daño y nos miraban con simpatía, por lo menos aparentemente, y hice amistad con algunas personas e incluso disponía de una cama para dormir, por primera vez, desde que estaba en el ejército nacional; a estas personas, yo las puse al corriente de los procedimientos que emplearían los que llegaran detrás del ejercito, o sea los llamados agentes de investigación, asesorados y acompañados por gentes del mismo pueblo, estos, les decía yo, no son como los soldados y ojalá no sufran Vds. las canalladas que algunos de estos indeseables practicam con toda impunidad. Cunado yo más agusto me encontraba en este lugar, llegó la orden de dividir el cuerpo de ejercito en dos, y mi división y algunas otras fueron trasladados a otro sector, embarcando la tropa, en camiones que por cientos se presentaban y fuimos a parar al Maestrazgo unos montes impresionantes en la provincia de Castellón colindantes con la de Teruel y cuyo pueblo principal es Morella. Aqui empezó otra vez el (199) "tomate" pues el ejercito republicano estaba bien situado en todos los puntos clave y dominaban todas las alturas. Aqui se demostró una vez más, el conocimiento que en el "arte" de la guerra tenían los mandos del ejército nacional y los medios con que contaban, pues una vez situadas la tropas recien llegadas para reforzar aquel sector empezó la aviación a lanzar metralla en cantidades enormes, la artillería lo mismo, registrándose varios duelos, pues los republicanos también disponían de aviación y de artillería, en una de estas batallas aereas, cayo muy cerca de donde yo me encontraba, un avión republicano de caza, que se aplastó totalmente contra el suelo y allá nos acercamos varios hombres, pudiendo comprobar que tanto el avión como el piloto eran rusos, llamándonos la atención el equipo que el piloto llevaba puesto, y cuyo cadáver estaba destrozado, iba completamente cubierto de negro, pasamontañas, mono, guantes y botas y era muy joven creo que no tenía ni 20 años, yo pude apropiarme de los guantes que guardé como recuerdo sin usarlos y los conservé como una reliquia toda la guerra, también fue derribado otro avión nacional, pero este cayó muy lejos: después de varias horas, unas 24, de duelos ininterrumpidos entre la aviación (200) y la artillería , las tropas iniciaron una operación envolvente y ocuparon varias posiciones clave en el pueblo de Morella, haciendo un gran número de prisioneros; pero perdiendo muchos hombres; las ambulancias trabajaban sin descanso. En Morella permanecimos algunos días y fue donde nos enteramos que la ocupación que se estaba realizando tenia como objetivo llegar al mar mediterráneo y dividir la zona republicana en dos, a un lado Cataluña y al otro levante, llamándose esta operación "el corte al mar" y que tenia una importancia extraordinaria. Desde las alturas que rodean Morella y en días claros y con prismáticos podia contemplarse el Mar y esto a los soldados procedentes del Norte, a los vascos, Santanderinos y Asturianos nos producía una emoción indescriptible, cansados de andar en barbecho, llenos de polvo y con los pies xxx y llenos de rozaduras, siempre sucios, cargados con todo el equipo y sintiendo durante el dia calor y el martirio de los piojos, pensar que Íbamos a llegar al, mar, nos hacia sentir una ilusión enorme. Dominado Morella las tropas siguieron avanzando y ocupando posiciones pero con mucha resistencia, aqui (201) operó con gran eficacia la caballería y los tanques, asi que con todas las xxx bien sincronizadas, dominando ya el ejercito nacional todas las alturas se inició a toda velocidad el avance hacia el puerto de 69 Vinaroz, en pleno Mar Mediterráneo y pertenenciente a la provincia de Castellón. En el tiempo que estube en el pueblo de Morella sentí una especie de nostalgia, por su mucho parecido al pueblo donde nací, su posició en una altura, sus accesos, sus edificaciones, sus calles, murallas y castillos: sus arcos y su iglesia, todo tiene mucho parecido e incluso sus gentes se dedican a lo mismo, la agricultura y el ganado lanar: tengo que manifestar que me gustó muchísimo este pueblo, el cual he vuelto a visitar después de la guerra varias veces, pues es camino casi obligado para ¡r de Zaragoza al mar Mediterráneo en automóvil. Vencida ya la resistencia del enemigo el avance fue rápido y espectacular, ocupando los pueblos de La Torreta, La Hermita, Chert, La Jana, Traiguera, San Rafael del Rio y San Jorge, estos últimos ya muy cerca del mar, llanos y con sus tierras bien cultivadas, con unos campos verdes y todo esto se parecía ya a la costa cantábrica, peo con mejor temperatura, se iba tan deprisa que no habia tiempo para contemplaciones; habia que tra...jar (202) mucho y yo con mis compañeros, apenas teníamos tiempo de prepararnos la comida y todavía era más difícil repartirla, pues las ambulancias iban pegadas a las tropas de vanguardia que avanzaban a marchas forzadas: una de esta ambulacias sufrió un despiste de carreteras muy cerca de un pueblecito llamado Caté (Catí?) y se metió en terreno del enemigo, siendo rodeada y hechos prisioneros todos sus servidores, por soldados republicanos, encontrádose estos con un magnifico vehículo como llovido del cielo: con los servidores de la ambulancia iba un sargento de la Sección: uno de los servidores logró escaparse lanzándose como ujn loco por un precipicio lleno de maleza y aquí fue encontrado algunas horas después, por las tropas nacionales, estando tan asustado, que era imposible hacerle hablar con algún coherencia, solo sabia decir, rojos, rojos, malos, matar, son demonios yo los v i , era un pobre soldado de la provincia de palencia, con pocas luces, que le habían metido en la cabeza historias fantásticas, que el las creyó, acerca del ejercito enemigo, pasados algunos días pudo explicarse mejor y por el se supo lo que había pasado. De todas formas tanto el teniente, como el personal de la Sección, en particular los conductores, se llevaron (203) un gran disgusto: ¡cosas de la guerra y nada más! Cuando se llegó a la carretera general que desde Barcelona va en dirección a Valenciua por toda la costa, se formó un gran bolsa y dentro de esta en unos cuantos Kms. quedaron atrapados muchos camiones con perterechos de guerra, siendo hechos prisioneros sus conductores y personal que les acompañaba entre esto una mujer joven y muy hermosa que sufrió un shoc nervioso y tuvo que ser trasladadaa un puesto de socorro donde fue atendida, aqui fue donde yo la vi. una vez repuesta esta mujer se hizo gran amiga, del Jefe de Sanidad, el Capitán León Teller. aquien acompañó mientras duró la guerra y fue considerada por todo el personal de Sanidad como "botin de guerra" de todas formas, ella demostraba encontrarse muy a gusto, y el capitán mucho más. E dia 10 o 12 de abril de 1938 día señalador pues era Jeves Santo, el puerto de Vinarox el pueblo y sus playas fueron ocupados y la mayor parte de los soldados, se metieron en el mar, vestidos, calzados, y con todo su equipo, demostrando gran alegría, pues el calor apretaba y el sudor, la mugre y los piojos eran un tormento, para mi fue algo que siempre recordaré, nadé un gran rato y allí me despiogé a gusto (204) aunque por poco tiempo. Desde Vinaroz las tropas siguieron ensanchando la bolsa, unas hacia levante y otras hacia Cataluña, ocupando varios pueblos de 70 la costa entre ellos, Alcalá de Chisvert, Santa Bárbara y San Carlos de la Rápita, llegando hasta Tortosa y aqui sufrieron un descalabro las tropas italianas que operaban en uno de nuestros flancos, pues el enemigo que se había retirado a la otra orilla del Ebro en Amposta, dejó que los italianos cruzasen el puente y cuando estaban en la otra orilla con sus camiones, motos, toda clase de vehículos y la artillería, volaron el puente, quedando atrapados, sin poder reaccionar; fue un gran botin para las tropas republicanas: este hecho causó alegría entre las tropas nacionales, aunque se trataba de disimular, pues no sentían ninguna simpatía por los subditos de Benito Mussolini el dictador fascista italiano. En este punto, y con el Ebro por medio se detuvo la ofensiva hacia Cataluña ocupando antes el pueblo de Ulldecona, de la provincia de Tarragona, siguiendo las tropas hacia Castellón y valencia ocupando los pueblos de Benicarló y peñíscola ocupada toda esta zona sin demasiada resistencia y mientras otras divisiones seguían avanzando por la costa hacia Castellón, la 1 a división , fue trasladada a Morella (205) ocupada 15 dias antes y de aqui inició su avance a través del maestrazgo, también endirección a Castellón: esto resulto muy duro; primero por el terreno que no podía ser mas abrupto, todo montañas y por la resistencia que aqui puso el enemigo, pues el terreno se prestaba bien par la defensa, nosotros, los hombres de Sanidad nos instalamos en Morella durante ocho días y teniendo mucho trabajo, por las bajas que se producían y sobre todo las ambulancias, que para poder situarse en lugares estratégicos, tenían que rodar por pistas provisionales, en las que trabajaban algunos batallones de trabajadores en su construcción, estos hombres que no eran ni mejores ni peores que los que en ambos bandos luchaban, eran despreciados por los fanáticos e ignorantes del ejercito nacional, pero tubieron la mala suerte de ser hechos prisioneros; yo tuve ocasión de conversar con algunos de estos hombres y preferían estar allí, mejor que en el ejército o en los campos de prisioneros o cárceles: algunos conseguían evadirse a pesar de la vigilancia a que eran sometidos. Después de varios días y muchas bajas, la 1 a División, apoyada por otras fuerzas y una gran mas de aviación, logró romper la resistencia y avanzar, ocupando varias aldeas y pueblos entre ellos Cintorres, Forcall, Iglesuela del Cid, Musqueruela, Puerto-Mingalvo y xxx, unos de la provincia de Teruel y otros de Castellón; en este último (206) pueblo se instaló Sanidad y yo pude contemplar un panorama sensacional, pues debido a su altura podía contemplarse toda la grandiosidad de las montañas del Maestrazgo y también pude presenciar una hermosa tormenta de relámpagos, truenos, agua y todos los elementos desatados, que sobrecogían el ánimo más templado, un espectáculo que jamás podré olvidar, aunque no duró mas que 3 horas. De este lugar y como las tropas seguían avanzando hacia el Mar, fuimos a instalarnos en el pueblo de Azdaneta, bastante importante y ya en terreno casi llano, pero en el cual se luchaba todavía; ocupado este, le siguieron Vistacella, Lucena del Cid, Liseras y Alcona ya cerca de Castellón y en todos ellos estuvimos instalados, aunque por poco tiempo, los hombres de la sección de Autoambulancias y puestos de socorro. Mientras tanto, las tropas que avanzaban por la costa habían tomado varios pueblos y se acercaban a Castellón ocupando antes Onda xxx t otros, por fin también fue ocupado Castellón; ya estábamos en e! mes de Junio y el calor se hacia insoportable, un sufrimiento más, que unido al olor que despedían los cadáveres de soldados y animales en descomposición, las moscas y otros parásitos que los hombres llevábamos, siempre desde que empezó la lucha y también hizo su aparición la sama, había (207) momentos que era imposible aguantar tanto tormento y pedíamos un balazo o algo que terminase con todo aquello. Ya no era fácil avanzar pues el enemigo se defendía bien y hacia muchas bajas, asi pasaron algunos días; en uno de estos desplazamientos y cuando para cumplir mi cometido circulaba con el furgón por un lugar muy peligroso, fuimos alcanzados por un impacto de mortero que nos lanzó a varios metros y se incendió sufriendo, el conductor, otro soldado y yo heridas y quemaduras más o menos graves; el lugar donde quedó el vehículo no podía ser más peligroso, pues estaba batido por toda clase de armas del enemigo: como pudimos, abandonamos el vehículo para salvarnos de la llamas y disparos, era media tarde y hasta que no llegó la noche no pudimos ser asistidos; pero al fin llegaron los camilleros y fuimos trasladados al puesto de socorro más próximo. De los tres, el que más suerte tuvo fui yo que solo sufri algunas heridas de metralla en ambas piernas y una quemadura grave en el pié derecho y esto era lo que más me hacia sufrir, ya que como que había que atender primero a heridos más graves de mi nadie se ocupaba y cuando lo hicieron fue una cura demasiado provisional que nada (208) aliviaba mis sufrimientos, sobre todo la quemadura, que me dolía terriblemente; pero tuve que esperar varias horas, hasta que fui trasladado a un hospital de campaña, en compañía de otros heridos; pero ya en la retaguardia a unos cien Kms. del frente, concretamente en el pueblo de Alcañiz; este viajecito no lo olvidaré tan fácilmente, llegando a dichol hospital, también alli tuve que esperar varias horas, pues repitió lo del puesto de socorro, que llegaban muchos heridos mas graves que yo; el único consuelo que tenia y que me ayudaba mucho a soportar los dolores, era que pensaba que la guerra para mi, en una temporadita no existiría, que estaba fuera del peligro del frente y de los sufrimientos del calor y sus secuelas. Cuandollegó mí tumo y pudieron atenderme vi con satisfacción que el ambiente de este hospital era bastante agradable, los médicos eran hombres ya maduros, el personal auxiliar, enfermeras y algunas monjas no podían ser mas amables y se multiplicaban para atender a todos, aunque las ambulancias llegaban continuamente con heridos y también con algunos cadáveres que fallecían durante el viaje, entre el frente y el hospital. (209) contemplando todo esto, casi no sentia mis dolores, que en otras circunstancias no hubiese soportado, al descubrir mis heridas pudieron comprobar que estaban compkletamente infectadas, sobre todo las quemaduras y tuve que soportar una cura bastante laboriosa que a veces me hacía morder la ropa y soltar algún taco bastante grueso; pero nada de esto asustaba a quienes me atendían: también aquí fui despiojado, y aunque el baño no estaba a su alcance, por lo menos con un caldero de agua y una esponja impregnada en un jabón que olía a Zotal fuertemente, quedé bastante limpio y sin piojos, aunque mí piel estaba roja como una amapola, a continuación me dieron un plato de sopa de ajo con huevos que me supo a gloria y como también los dolores eran menos, pude dormir que buena falta me hacía: esto ya se iba pareciendo al paraíso, recordando los meses que llevaba en campaña: aquí permanecí muy poco tiempo; pues seguidamente fui trasladado en un tren a otro hospital de Zaragoza donde existian muchos y bien acondicionados y atendidos, aquí me hicieron la segunda cura importante y tammbien bastante dolorosa: pero¿que bien se soportaba esto recordando el frente de guerra! (210) aquí recibí una grata sorpresa, pues la monja que estaba encargada de aquella sala, al ver mi ficha a los pies de la cama, 72 exclamó después de leer mi nombre y lugar de nacimiento: pero muchacho¿tu no me recuerdas? al decirle yo que no, continuó diciendo, pues yo te enseñé las primeras letras; te limpié los mocos y otras cosas cuando tenías 3 o 4 años en Sos, tu pueblo, entonces yo recordé perfectamente y exclamé: Vd. debe ser Sor Saturnina, a lo que ella contestó afirmativamente y la verdad, yo recibí una gran alegría, ella se ofreció para lo que pudiese ayudarme y aproveché esta circunstancia para escribir unas letras a mi esposa dándole a conocer mi situación, pues queria que se enterase po mí, antes que de una manera oficial y rutinaria de mi estado; pues queria evitar su preocupación y disgusto consiguiente, y de todo esto se encargó esta monja, consiguiendo yo lo que deseaba; pues recibí contestación en muy breves dias: también aquí pude enterarme de que diariamente salían trenes con heridos a otros hospitales del norte a terminar su curación y lo traté con esta monja, consiguiendo que me eníasen a Bilbao ya que a Santander no podia ser, desde Bilbao ya pude comunicarme con mi esposa y aclarar todas las dudas y la tranquilidad volvió tanto a (211) mi, como a mi familia: como ya era el mes de Julio y el calor era el propio de la estación, yo me encontraba muy a gusto, pues el hospital se hallaba situado en un colegio de frailes en el pueblecito de Santurce, junto al mar y yo me daba mis paseos diarios, aunque con muletas, por la playa, así ya podia soportarse la guerra.... desde este hospital pude también realizar un viaje rápido a mi casa de Santander y resolver algunos problemas qiue tenia mi esposa, el más grave era que el propietario de la vivienda, la obligaba a desalojarla, cosa que no pudo hacer mediante mi gestión, por otro lado las molestias de la policía, los insultos de los indeseables, ya no eran tan frecuentes, mi hija iba desarrollándose y el resto de la familia incluso los presos, estaban bien dentro de lo que cabe. De vuelta al hospital bastante tranquilo, continuó mi curación y merepuse físicamente: pero estaba muy pendiente de la marcha de la guerra y leyendo la prensa y hablando con otros soldados pude enterarme que mi División, la 1 a de Navarra, habia sufrido un nuevo descalabro, al intentar ocupar la sierra de Espadan, una de Sagunto, en dirección a Valencia y se encontraba de descanso y cubriendo bajas, vamos, reorganizándose, para volver (212) otra vez a la lucha, como tantas veces había ocurrido, a primeros de agosto fui dado de alta en el hospital y me concedieron un permiso de 15 días de convalecencia para pasarlos en mi casa, cosa que aproveché bien en todos los sentidos, visitando amigos, resoviendo problemas y enterándome de muchas cosas que me interesaban enormemente con vists al futuro: que se iban terminando mis días de permiso: pero antes ocurrió algo muy importante en el frente de guerra; a últimos del mes de Julio, el ejercito republicano inició una ofensiva desde Cataluña hacia Aragón pasando por el rio Ebro y ocupamdo mucho terreno y algunos pueblos, esto sorprendió al ejercito nacional que tuvo que replegarse en desorden abandonando material y perdiendo muchos hombres, y de haber continuado, las tropas republicanas esta ofensiva, como la iniciaron, seguramente hubiese cambiado totalmente el resultado de la guerra, puess ocurria una cosa muy significativa: Cuando las tropas nacionales eran atacadas con eficacia por las tropas republicanas la desmoralización era enorme y el alto mando del ejercito nacional renia que tomar medidas especiales y xxx todos sus medios para que la moral volviese a sus tropas, como eran trasladar ((213) miles de hombres y toda clase de armas, de otros sectores, hasta, que su superioridad fuese bien palpable y esto ocurrió aquí, siendo detenidas las tropas republicanas en el 73 límite de la provincia de Tarragona con la de Zaragoza y aqui pusieron ambos ejércitos con sus efectivos o casi todos, entablándose lo que se llamó "La batalla del Ebro" que duró varios meses y decidió la victoria del bando nacional. Volviendo a mi situación y terminado mi permiso, podia escoger entre volver a mi antiguo puesto o sea la 1 a Divisdión o incorporarme a un cuartel de reclutamiento, en este caso a Pamplona, yo no lo dudé y pedí volver a mi antiguo puesto, poniéndome en viaje en dirección a Zaragoza, donde me informarían el lugar donde se hallaba mi División en aquellos momentos durante el viaje ya pude darme cuenta del "follón" que había en el Sector del Ebro pues mi tren se cruzó con varios trenes de heridos y al llegar a Zaragoza, los convoyes de camiones y trenes con hombres y material en dirección a Cataluña eran interminables, los aviones iban y volvían en grandes masas, tropas por todas partes y todo el mundo hablando de lo mismo, de la batalla del Ebro. En Zaragoza me dirigí en compañía de otros soldados a la oficina de información, donde (214) me informaron del lugar aproximado donde se encontraba mi División, confirmándose mis temores; se encontraba en el Ebro, trasladada con otras divisiones desde El Espadan en el frente de Sagunto, en los alrededores de un pueblecito llamado Boot cerca de Gandesa; tomé un tren hacia este lugar y pensé que mi suerte estaba decidida, asi que adelante: hacía un calor espantoso y durante este viaje mi tren fue atacado por la aviación republicana y tras muchas paradas, llegó a la estación de Boot. aqui estaba cortada la vía: no me fue difícil encontrar mi División y averiguar que los servicios de Sanidad estaban en Gandesa, allí encontré a mi sección de autoambulancias, viendo caras nuevas que habian sustituido a los heridos; pero por suerte para mi los mandos eran los mismosn que dejé; al encotrarme con el teniente Zubicoa, su alegría fue grande asi como la de los demás compañeros de la cocina comedor que como estaban siguros que volvería, se había multiplicado, para q. nadie me sustituyese; entre estos compañeros el que hacía de cocinero, un burgalés llamado Porfirio recio y noble, que a poesar de todos los sufrimientos, siempre estaba de buen humor, se emocionó al verme igual que los demás y estos me presentaron al conductor del furgón, un asturiano formidable, pues el antiguo, el gallego, que fue herido conmigo, de (215) este nunca más se supo; ellos me informaron de todo cuanto me interesaba, enterándome también de que desde que yo salí para el hospital, la División había actuado poco, y entre bromas y chistes me dijeron, fíjate si tienes suerte, ya que llegar en un momento, en que nos están "jodiendo" por todas partes, como puedes ver y aquí no va a quedar ni el apuntador: ellos estaban instalados en un lugar del pueblo y el ejército republicano dominaba las sierras de Pandols y el Caball nos obsequiaban constantemente con sus disparos y en las estribaciones de esta sierra se luchaba encarnizadamente, sin que el enemigo cediese ni un palmo de terreno: el nombre de este pueblo quedó bien gravado en mi memoria GANDESA y que gran diferencia existia en el, con relación a cuando fue ocupado unos meses antes por mi División, aquí pude colcer a ver a algunos de los vecinos con los que hice amistad anteriormente, los cuales me contaban sus desdichas, recordando lo que yo les dije en aquella ocasión, sobre la actuación de la policía de investigación y Vigilancia, pues muchos de sus familiares amigos y vecions habian sido detenidos, sacados de sus casa, maltratados y de los (216) cuakes nada se sabía, otros habían tenido que huir abandonando todo, o sea que se repetía lo de todos los pueblos o ciudades ocupadas, el ejercito se comportaba de una 74 forma, pero los de investigación de otra muy distinta. Pasados algunos días pude enterarme que muy cerca había un sector en el cual existía cierta calma entre los dos ejércitos era un pueblo llamado Aseó, situado en una altura: el Ebro dividía, separaba a los dos ejércitos y de vez en cuando entablaban diálogos; yo me trasladé lleno de curiosidad a dicho lugar y pud hablar con los soldados republicanos, preguntando si entre ellos habia alguno de Santander me contestaron afirmativamente, di el nombre de mi hermano Pepe y pasado un poco de tiempo y con la emoción que es de suponer; este me habló, me dio noticia de mi madre y de mis hermanos perqueños de otros amigos y también yo pude ponerle a el al corriente de todo cuanto le interesaba, cortando el diálogo bruscamente, ante la proximidad de un oficial y avisado por otros soldados que asistían a la escena; estos momentos fueron de una emoción indescriptible y mereció la pena exponerse. Mientras tanto la batalla en todos los demás sectores seguía las bajas por parte del ejercito nacional que era (217) el que atacaba eran cuantiosas y las cotas y lugares estratégicos cambiaban de ocupantes cada día, los que eran tomados de dia por el ejercito nacional con la ayuda de la aciación eran recuperados por el ejercito republicano, por la noche, los duelos de artillería eran constantes, lo mismo que los combates nde la aviación todo el sector donde se desarrollaba la lucha, era un volcán el polvo, el humo, el olor a pólvora y el calor durante el día, hadan la atmosfera irrespirable, el movimiento de ambulancias y toda clase de vehículos era constante los puestos der socorro estaban abarrotados de heridos y los cementerios provisionales se llenaban de cadáveres y asi un dia y otro, los médicos tenían que ser ayudados por soldados de Sanidad que limpiaban heridas, vendaban y hasta en algunos casos amputaban algún miembro ya perdido como me pasó a mi, que me encontré en un puesto de socorro con un amigo de Santander, llamado Eugenio Pedraja, este llegó en una camilla, con un pié colgando y sostenido únicamente por algunos nervios; con síntomas de gangrena, al verle yo hice lo posible porque un médico lo atendiese, cuando lo vio me dio unas tijeras y me dijo, si quieres hacer (218) algo por el corta estos nervios, limpíale y véndale, no se puede hacer otra cosa, pero date prisa si quieres que se salve, y allí quedó su pié en el suelo, entre otros miembros y montones de algodón sanguinolentos: hoy este hombre con su piue ortopédico, vive, hace una vida normal y de vez en cuando nos vemos y charlamos. En uno de estos combates y en un lugar llamado Venta de Caposines, fue hecho prisionero un general del ejercito nacional llamado Vallespín que terminada la guerra, ocupó altos cargos en el gobierno franquista y con el varios oficíales y muchos soldados; hay abundantes libros escritos sobre esta batalla, por distintos autore, quizá el lector conozca alguno, pero par mi el mejor se titula "Los que estubimos en la batalla del Ebro." Como sabemos los españoles, esta batalla decidió la guerra en favor de uno de los bandos, el llamado bando nacional, yo solo quiero hacer mención a un detalle que viví muy de cerca; la 1 a División de navarra tubo en esta batalla 16.000 bajas y era constante la incorporación de nuevos hombres, algunos muy jóvenes y sin preparación, estos jóvenes daban mucha lástima, pero no había lugar a lamentaciones, muchos murieron el primer dia de entrar en combate y con ellos, muchos oficiales (219) recien salidos de las academias , les faltaba esperiencia aunque Iñes sobraba valor, los llamados alféreces provisionales; esto que todos conocemos el Sanbenito que se les encajaba en cuanto daban el grado y que decía "Alférez provisional, cadáver efectivo" tanto entre oficiales 75 como entre soldados y en la guerra sobre todo, la veteranía vale mucho. Tal fue la importancia de esta batalla, que el general Franco la dirigió personalmente, instalando su puesto de observación muy próximo al frente de lucha, en un altozano llamado "Coll del Moro" muy cerca de Gandesa, donde se construyó un pequeño monumento en memoria de esta batalla y que hoy se puede visitar. No quiero extenderme mas en estos detalles; pero si quiero hacer mención al hecho de que por su actuación en esta batalla, la 1 a División de Navarra fue condecorada con la "medalla militar colectiva". Después de varios meses de lucha sin precedentes, de un desgaste de fuerzas horroroso, fueron cayendo posiciones del ejerciuto republicano y tras una operación envolvente, atacando con cientos de aviones, enorme cantidad de baterías de artillería de todos los calibres, tanques, y sin reparar en perdidas de hombres fueron ocupados los pueblecitos destrozados de Corvera de Ebro, Mora de Ebro, Pinell del Rio, La Fatarella y las cota más (220) importantes; el "Caball" y la " Sierra de Pandols" que fueron pulverizados, siendo pocos los prisioneros que cayeron, pero muchos los nuestros que se encontraron muchísimos: aquí quedó la flor y nata del ejercito republicano, que demostró un valor iniguable y que causó la admiración, aunque disimulada de gran parte de los hombres del ejercito nacional siendo unánimes los elogios a los mandos del ejercito enemigo o sus hombres más representativos como fueron Enrique Lister, Modesto, Cipriano xxx, El Campesino y otros que harían muy extensas estas memorias, pero que se menciona en el libro del que hemos hablado anteriormente. Liquidada la batalla del Ebro, el ejercito nacional, con moral de victoria se lanzó por varios sectores a la conquista de Cataluña y provincia de Huesca en dirección al Pirineo sin encontrar demasiada resistencia, en esta dirección avanzaba la 1 a División y todos los días ocupaba algún pueblo importante, Monzón, Benabarre, Avellanes entre otros y aqui se nos dio un pequeño descanso, mientras otras divisiones, menos castigadas; avanzaban por la costa y otros sectores en dirección a Tarragona y Lérida. Durante este descanso, recibí una orden, para presentarme urgentemente en el Gobiernop Militar de Santander; esto fue una sorpresa para todos mis superiores y compañeros (221) y un susto mayúsculo para mí, que no podi imaginarme, de que podia tratarse y pasé unas horas inquietantes, en cualquier otra ocasión; el pensar en viajar a casa me hacia muy feliz, pero lo que es ahora.... al ver mi preocupación tanto mis Jefes como mis compañeros tratavan de animarme y me decían, si fuese una desgracia familiar te lo diría y si fuese por algo relacionado con tu actuación pasada o algo delictivo, no te mandaría ¡r, vendría la guardia civil a buscarte, pero eran tantos los problemas que había en mi casa, era tanta la saña con que eran o habían sido perseguidos y mal tratados que cualqui8er cosa me parecía posible, incluso llegué a relacionar esto con mi diálogo en el Ebro con mi hermano José, de todas formas me puse en viaje y como siempre, parando camiones que fuesen en dirección a Zaragoza, cambiando de vehículo muchas veces hasta llegar al lugar a donde llegase el tren, estos viajes por lugares recien ocupados, hasta poder alcanzar un tren eran de lo mas desagradable y duro y este aun lo fue más, pues tardé en llegar a Zaragoza más de 40 horas una vez aqui, no quise seguir sin saber algo sobre mi viaje y por teléfono y tras larga espera y laboriosas gestiones logré ponerme en contacto con mi esposa; pero esta nada sabia, pero me esperaba con alegría y (222) fuese lo que fuese, también logré hablar con mi padre y este no muy seguro me dijo que debía ser algo relacionado con mi trabajo en la factoría 76 Campsa. Ya algo mas tranquilo, seguí viaje en tren, llegando a Santander en el preciso momento en que se celebraba un desfile para celebrar la toma de Tarragona por el ejercito nacional en este desfile intervenían fuerzas de la guardia civil, policía gubernativa, falangistas, algunos soldados y personajes siniestros de las fuerzas de investigación, todos bien vestidos, limpios con las botas bien brillantes, camisas azules y bien visibles la cinco flechas y el correaje, aqui me ocurrió un incidente que pudo tener para mi graves consecuencias: como no podia cruzar la calle, mientras desfilaban, me paré en la acera mientras veia pasaar hombres jóvenes bien equipados y marcando el paso con gran marcialidad, este espectáculo, me llenó de rabia e indignación viéndome yo sucio, cansado y agotado físicamente después del viaje y de pasar lo que pasé en la última batalla, a parte de los que desfilaban, entre las personas que presenciaban estos desfiles, vigilaban otros que obligaban a la gente a levantaar el brazo con la mano extendida, y saludar al estilo fascista yo que presenciaba todo esto, estaba pasando tan mal rato que en mi rostro debia notarse y al (223) dirigirse a mi uno de estos desgraciados, para que saludase no pude reprimirme y le dije¡ enchfado es que no vales más que para esto? tu puesto ersta en el frente de donde yo vengo y déjame en paz de saludos; se me quedó mirando acudió otro igual que el, luego otro y entre ellos dialogaron, pero nada dijeron y siguieron su labor mientras yo me dirigí a mi casa. Para que el lector se de una idea de la diferencia que existia, en cuanto a disciplina entre los soldados en el frente y los camouflados en la retaguardia, aquellos, el saludo rara vez lo hacían, en esto, en el vestir y en otros muchos detalles poco se diferenciaban de los superiores, y cada uno vestía como podia y existia verdadera camaradería, existia un slogan que decía ña tropa ¿saludar? de general para arriba, pero cuando esté limpio y con la barriga llena, la limpieza ¡vaya lujo! Teníamos todos piojos a manadas, sarna en todo el cuerpo y mugre en cantidades industriales y coin todo teníamos que xxx pero creo que todo esto ya lo conoce el lector por lo tanto vuelvo a relatar el motivo de mi viaje. En cuanto llegué a mi casa y vi a mi familia, dejé la mochila con algunos víveres que traía y que fueron devorados coon inmenso placer y sin asearme me traslade rápido (224) al Gobierno Militar, alli me preguntaron que cuando había llegado a lo que conteste, ahoíra mismo! y tengo muchos deseos de saber para que se me llama, pues vengo sin descanso desde los pirineos, de lo que mi jefe militar bastante viejo contestójno hace falta que lo jures muchacho! y a continuaciuón me explicó: tienes que presentarte en el lugar de trabajo donde prestabas tus servicios antes de ir al frente, el ingeniero jefe te dirá el motivo de la llamada, nosotros nada más sabemos, aunque ya hace varios dias que se te ha reclamado, pero antes vete a tu casa, aséate un poco y descansa, que buena falta te hace. El motivo de mi llamada seguía siendo poco claro, asi que en cuanto sali de allí llamé por teléfono a dicho Sr. y al fin pude saber de que se trataba, recibiendo la noticia con cierta alegría y mucha sorpresa. Resultó que la empresa Campsa se estaba reorganizando desde hacia algún tiempo con vistas al futuro y se estaban celebrando unos cursillos de capacitación para ocupar puestos delicados y de responsabilidad después de estos cursillos vendría un examen y de este sacarían los hombres mejor preparados para ocupar xxx xxx en las factorías de Campsa. yo me encontrés allí con varios aspirantes, todos empleados de Campsa unos 20, ninguno de ellos por su edad estaban en (225) el frente y pertenecían a varias factorías en distintos lugares de España. De momento yo ante esto me enbcontré un poco descentrado, 77 pues llevaba año y medio zapateando por los frentes y sin ningún contacto con mi trabajo, así lo manifesté pero el director de la empresa me dijo: yo lo que no he querido ha sido que tu perdieses esta oportunidad, pues creo que puedes alcanzar un puesto en la empresa muy de acuerdo con tus conocimientos y actitudes y he procurado por todos los medios que tu no faltases a esta convocatoria: además me animó mucho. Estos puestos eran muy codiciados por el personal de Campsa, estaban bien renumerados y merecía la pena intentarlo, al mismo tiempo que demostré a este Sr. mi agradecimiento por el interés que puso ante una cosa muy justa y que podi significar mucho, para mi porvenir dentro de la empresa, contando claro, que de la guerra saliese bien: estos puestos o cargos se llamaban "maestros de fabricación y distribución de productos petrolíferos" y habia uno en cada factoría. Yo por unos días tuve que olvidarme de todo lio relacionado con los frentes de guerra y concentrar toda mi atención en lo que hacía tiempo no practicaba; pero no me fue difícil volver a recordarlo y habituarme y para ello puse gran interés, tanto, que el resultado ((216) como veremos mmas aadelante no pudo ser mejor. Lo desagradable fue que una vez terminados los cursillos y exámenes, todos los aspirantes teníamos que volver a nuestos puestos habituales a esperar que la dirección de la empresa diese a conocer el resultado de todo estos exámenes y claro yo tuve que volver a mí lugar en el frente de guerra; pero entre viajes estancia y demás pasé 15 días lejos del frente de batalla y de estos 8 en casa que me sentí muy feliz al lado de los míos y casi conseguí que mi hija que ya tenia 6 o 7 meses se fijase en mí i me sonriese, como solo un niño sabe hacerlo; era una criatura encantadopra. También me vino muy bien para resolver algunos asuntos de los que a mi familia tanto abrumaban, mi marcha otra vez fue dolorosa sobre todo al contemplar aqulla criatura que a lo largo de su vida tantas alegrías me ha proporcionado por su carácter y cualidades sin igual. De regreso al frente tuve la suerte de encontrar mi División muy cerca de donde la dejé con sus bajas cubiertas, sus cuadors de mando completos y preparada para iniciar lo que ya se llamaba la ofensiva final, entre los soldados los había muy jóvenes y otros no tanto, recuperados de hospitales y cuarteles. También tuve la oportunidad de ver y charlar con (227) tres ingenieros de Campsa que también estaban en el frente, estos voluntarios como oficiales; se trataba de lo que en Santander habían permanecido en las factorías durante el periodo republicano y que al ser ocupado Santander, dos de ellos se incorporaronal ejercito nacional, el otro se pasó primero. Se llamaban como recordará el lector González Juano (Juaneo?), Folgueras Cívit y Romero Estebanot, este último fue el que se pasó antes de la ocupación de Santander, y ahora les habia tocado incorporarse para cubrir bajas de oficiales a mi misma División menciono sus nombres porque mas adelante volveré a hablar de ellos. En estos momentos, ya entrado el mes de Dbre de 1938 la División se encontraba en un sector cuyo centro era el pueblo de Castelló de Farfaña de la provincia de Lérida y aqui se inició la ofensiva con muy poca resistenciam ocupando el ejercito nacionalñ varios pñueblos y nuestro terreno llamado Ager, La Baronía y el mas importante de todos Tremp, este con mucha resistencia y por lo tanto muchas bajas para el ejercito nacional, rebasado este, fue disminuyendo la resistencia y las tropas avanzaban sin resistencia cubriendo mucho terreno y en varias ocasiones con el fusil al hombro: el enemigo se (228) retiraba, muchos soldados republicanos se escondían en pueblos y masías conocedores de! terreno y desmoralizados, prácticamente ya no se les hacía prisioneros, se 78 les dejaba a su aire, puesto que ya no llevaban armamento la mayoría lo habian tirado entre la maleza, ocupadas todas las alturas por las tropas nacionales seguían , andar andar y sin disparar un solo tiro, asi se llegó a un pueblo llamado Santa María de Maya con un exceso de confianza suicida; en una de estaas alturas habia organizado el ejercito republicano su resistencia y al ocuparlas un batallón de la 1 a División el "° de América" sufrió un serio descalabro en esta acción encontró la muerte uno de los ingenieros de Campsa que como teniente mandaba mi compañía el llamado Gonzákez Juano (Juaneo?), una buena persona y un buen profesional como ingeniero industrial y del cual yo aprendí mucho xxx con mi trabajo: este hombre recibió en el pecho una ráfaga de ametralladora cuando avanzaba al frente de sus hombres y por exceso de confianza: como su enlace me conocía, vino a avisarme y pude ayudar a rescatar su cadáver y enterrarlo provisionalmente hasta que su familia vino a retirarlo. Yo tengo que decir que me llevé un gran disgusto (229) Después de esta acción, las bajas fueron muy pocas y los pueblos se ocupaban como de paseo, entre estos recuerdo Artesa del Segre, Agramunt y de este pueblo era otro ingeniero de Campsa el llamado Folguera Civit. aquí me encontré yo con el y como puso gran intereés en entrar de los primeros en su pueblo tuvo la suerte de encontrar a su familia sin n ovedad, unos ricos terratenientes de aquel pueblo, como no sabia lo sucedido a su compañero González xxx , a comunicárselo yo.tuvo un disgusto enorme y allí hicimos toda clase de comentarios referentes al caso y también se comentó la marcha de la guerra, los recuerdos en el trabajo y los dos nos deseamos suerte para volver a encontrarnos otra vez en Campsa, como así fue y si antes teníamos buena amistad, después la conservamos con más intimidad cada uno en su puesto de trabajo. Mi División seguía su avance y en ppocos días se ocuparon los pueblos de cervera, Calaf, San Fructuoso de Bogué y Manresa, aqui en este importante pueblo me llevé la gran sorpresa y como yo, todos cuantos entramos los primeros pues sin disparar un solo tiro recorrimos todo el pueblo, la gente ocupaba las calles el comercio funcionaba y se podían adquirir muchas cosas sobre todo tejidos no fallaba la luz eléctrica ni el agua y todo era (230) normalidad; pero nuestra sorpresa fue al ir a comprar alguna cosa e intentar pagar con dinero republicano, no lo aceptaban desde hacia media hora y todos se habian puesto de acuerdo, lo que demostraba el sentido comercial de los catalanes, pues pocas horas antes de la ocupación, en los comercios no habia nada para vender y ahora aparecía abarrotados de géneros que tenia ocultos, suponiendo lo que iba a pasar. De todas formas para nosotros los soldados fue una cosa agradable, pasar unas hora en este lugar acostumbrados a ocupar pueblos medio abandonados destruidos en parte y mucho mas sí los ocupaban los soldados italianos, pues estos los machacaban con la artillen, pues nada les importaba su destrucción así que pobres los pueblos que caían en el sector en que ellos operaban; de todos era conocido el slogan ue usaban:"una bala de cañón se tarda en hacer unos segundos, pero un hombre tarda en hacerse 20 años" A pesar de todo, buenas palizas les dieron los soldados republicanos,xxx Guadalajara, "El Escudo" y Tortosa entre otros lugares donde operaron. Después de Manresa mi división se dirigió hacia la frontera francesa, nuestras otras fuerzas avanzaban por la costa y centro de Cataluña y ya en plena retirada del ejercito republicano que en pocos sectores ofrecia resistencia (231) e! mando nacional ya no concedía descanso pues el invierno estaba allí y habia prisa, mucha prisa, asi que se avanzaba de dia y de noche, mi división ocupó 79 los pñueblos de Sallent, Artes, avínyó, Calders, Mxxx, El Estaní y el má importante Vich, este costó algunas bajas, pues todos daban la sensación de casi normalidad, únicamente algunas casas abandonadas por sus habitantes que no querían caer en poder del ejercito nacional y huyeron hacia francia otros volvían con gran temor y haciendo acto de contricción , lo cual a los soldados nos hacía darles ánimos para que sin miedo reanudasen su vida de siempre por aquellos pueblos y masías, asi llegamos a la población de Olot donde se entregaron bastantes soldados republicanos que preferían entregarse antes que andar huyendo, a la mayoría de estos hombres se les recogió el armamento y con cierto disimulo se les dejaba en libertad, aunque muchos no sabían que hacer ni a donde dirigirse, solo deseaban dejar de combatir, pues la vida habia sido para ellos muy dura y al fin casi se sentían felices por lo menos de momento, asi con pequñas escaramuzas, algunos incidentes, cansados, sucios llenos de miseria, ocupamos un inmenso territorio y en un pueblo importante llamado Besalú se unieron a nosotros otras divisiones, menos (232) castigadas y fatigadas y se nos dio un descanso indefinido, instalándose Sanidad en un local bastante bien acondicionado y la Sección de Autoambulacias dispuso también de otro, donde poder dormir bajo techo, comer a las horas, asearse y parecer personas, aunque trabajo no faltaba, pues se trataba de atender a 22 000 hombres y los enfermos abundaban, otros con heridos mal curados e infectados, pero de todas formas esto comparado con lo que veníamos pasando meses atrás era jauja. Lo que no habíamos podido conseguir los hombres de miu sección fue el coche para el teniente, pero este no perdía la esperanza, pues la guerra todavía no habia terminado, por desgracia, para muchos de los que tanto lo deseábamos. En este descanso llegó la noticia de la ocupación de Barcelona por el ejército nacional y yo empecé a pensar en trasladarme a dicha ciudad, pues según mis últimas noticias, aquí se encontraba mi madre y mis hermanos menores como refugiados; tracé mi plan y con permiso de mí teniente me traslade en compañía de un catalán llamado José Luís Barceló, conductor de autoambulancias y que tenia también su familia en dicha capital y a la que no veia desde que empezó la guerra, una vez allí nos separamos y cada uno nos dídicamos a buscar a los nuestros. Para (233) mi la cosa no era nada fácil, pues eran muchos miles de familias sobre todo del norte de España los que se encontraban en toda Cataluña y que últimamente, ante el avance de las tropas nacionales, se habian concentrado en Barcelona y muchas de esta familias habian huido hacia Francia entorpeciendo la retirada de las tropas republicanas y creando en las carreteras un verdader caos, yo sabia todo est, pero no perdi la esperanza de encontrarlos, así que como teniaa verdaderos deseos y estaba muy animado, empecé mis gestiones muy laboriosas, pro que dieron su fruto cuando ya empezaba a desanimarme conseguí averiguar que los refugiados del norte habian recibido la orden de concentrarse en la estación para ser trasladados a sus respectivas localidades en trenes especiales y que algunos ya habian partido. Allí mre dirigí y pude contemplar un espectáculo que jamás olvidaré, pero conseguí una buena pista, allí se encontraban gentes de toda España, la mayor parte madres con varios hijos que correteaban por la estación y sus alrededores, esperando su tren, comían lo que podían, dormían en el suelo, junto a sus bultos y equipages; otros andaban de un lado para otro, dando gritos y llamándose, preguntando cosas relacionadas con su viaje que nadie les contestaba y en el andén varios wagones llenos de gente y que 80 seguían metiéndose, como podían, (234) madres que tenían que hacer verdadros milagros para mantener juntos a sus hijos, lloros gritos y angustia por todas partes, allí permanecí varias horas buscando haciendo pregun tas a los que se dirigían al norte y como yo, también habia otros soldados que buscaban lo mismo y gentes de todas clases y para todo, seguían llegando familias, aumentando la confusión y creando un ambiente que no podia ser más deprimente,, pobres gentes! las cosas que contaban y comoi los gustaba que alguien les escuchase y les dirigiese algunas palabras de consuelo para sus problema. Al fi9n y entre esta familias que seguían llegando pude ver y reconocer a mi madre que junto a mis hermanos, preguntaba y buscaba un sitio donde acomodarse; el lector puede darse una idea de la emoción que sentimos al encontrarnos y en aquellas circunstancias, mi madre estaba muy estropeada, parecía mucho más vieja, lloraba sin cesar y mis hermanos me parecieron mucho más altos que cuando los vi la última vez hacia 20 meses, ellos me extrañaban aunque mucho era por mi uniforme y también les pareció que yo era mas viejo y empezaron las preguntas, lo primero que noté fue que faltaba mi hermana Patrocinio, que tenia entonces 15 años y era la mayor (235) de los cinco q1ue con mi madre evacuaron de Santander, al preguntar por ella, mi madre me informó que se habia ido con una familia amiga a Francia hacia ya varios días y sabia que estaba bien. También me informaron que mi hermano Pepe y mi cuñado Antonio a los que busqué yo entre los prisioneros, se encontraban bien aunque formaban parte de las tropas republicanas que se retiraban hacia la frontera, pude enterarme también que mi hermano Pepe era teniente de Artillería y mi cuñado el mismo grado, pero en Antiaéreos D.C.A. "Defensa Contra Aviones" y estos antes de despedirse hacia varios días, les recomendaron que no fuesen hacia Francia, que ser quedasen en Barcelona hasta que pudiesen ir a Santander, al mismo tiempo que les dejaron algunas provisiones de boca que aun conservaban, con estos y algo que yo les pude dejar y algún dinero, pudieron hacer frente a la espera en la estación y hasta llegar a su punto de destino y también pude conseguir dejarlos instalados en un wagón donde la espera era menos dura, pues eera el mes de enero y hacia mucho frío, asi que me despedí de ellos y volví a mi destino en La División haciendo el viaje como pude, en camiones, cambiando de vehículo varias (236) veces como era lo normal, pero como ya estaba acostumbrado, además la durez de estos viajes ppor cuenta de uno, con ser mucha no era comparable con la que sufría cuando la División estaba en combate y que era casi siempre. De todas formas todo lo di por bueno después de los resultados que obtube, pues bien mereció la pena. Cuando llegue a mi destino encontré todo donde lo deje y todos se extrañaron de que hubiese encontrado lo que fui a buscar gastándome bromas y diciéndome que era "el tio de la polla lisa" ya que parecía imposible , cuando me fui que la cosa me saliera bien. E este lugar permanecimos 15 días y la vida era tolerable, mientras otras tropas iban liquidando la guerra en Cataluña llegando a la frontera francesa. I empezaron los rumores lo que vulgarmente llamamos "radio macuto" que si madrid se rendía, que si habia negociaciones de los franquistas con el gobierno republicano, que si licenciaban tropas, en fin, lo que si era cierto, que la guerra estaba decidida y que los sufrimientos para los combatientes ya no serían tantos como en los tiempos pasados; pero com faltaban unos meses para vernos en nuestras casas y también se nos mentalizaba que aun nos faltaban (237) muchos tiempos de sufrimientos aunque llegase el fin de la guerra, pues 81 luego habia que ganar la paz y asi fue, como vermos más adelante, aunque nada es comparad ¡o con la vida en el frente de lucha y más tratándose de ujna guerra civil como la nuestra aqui en Besalú hice algunas amistades entre paisanos y se estaba bien; pero cuando menos lo esperábamos llegó la temida orden de traslado a otros frentes ¿a donde? eso solo lo sabia el alto mando, pues todavía se luchaba en madrid, en Valencia, en esxtremadura en la Mancha y en otros lugares de España, una orden y los 22000 hombres de la División con todos sus servicios, ocupando una interminable caravana de camiones se puso en marcha por carreteras desconocidas y en muy mal estado, pistas provisionales viajando dia y noche llegamos a Calatayud, aquí embarcamos en trenes, de mercancías, claro, como siempre y viajando despacio con paradas frecuentes y largas, pude enterarme por la prensa de que las tropas nacionales habian llegado a la frontera francesa y por lo tanto Cataluña estaba ocupada: bien llegamos a Avila y aqui todo el mundo a tierra y a esperar órdenes, estas no tardaron en llegar y La División fue situada en la provincia de Toledo pasando aqui a la Mancha en Torrijos permanecimos (238) 2 días y después pasamos a Ciudad Real aqui se instaló Sanidad y por lo tanto la Sección de autoambulancia, mi madre también habia llegado a Santander con mis hermanos, mi esposa e hija asi como mis suegros y cuñados estaban bien; pero llenos todos de inquietud, pues el futuro lo veían muy duro, las necesidades eran muchas, el hambre y la miseria lo abarcaban todo la postguerra no se presentaba precisamente como una balsa de aceite, para la gran mayoría del pueblo español. En esta ciudad permanecimos varios días, mientras la División se dedicaba a misiones de policía ocupando algunos pueblos y realizando grandes marchas y asi llegó la ocupación de madrid por otras tropas y avanzando otras hacia Valencia y Alicante, la 1 a División recibió la orden de concentrarse en los alrededores de Valdepeñas y andando , pasamos por numerosos pueblos y sin parar llegamos a Manzanares aqui nueva parada, pero de señales de lucha no habia nada, el frió era malo y yas se presentía el fin de la guerra, aqui otra parada de 3 o 4 días y cuando todos los servicios de la División se habian instalado en dicho pueblo y sus alrededores llegó la noticia, la gran noticia ¡ La guerra ha terminado! Los lectores que(239) afortunadamente no la pasaron en los frentes, nunca podrán comprender lo que aquello significó, era la 1 a División de Navarra compuesta por legionarios regulares, requetes, falangistas y batallones de infantería, todas fuerzas escogidas, pues esta División fue una de las primeras fuerzas de choque y ofensiva en toda la guerra y por lo tanto sus bajas fueron de muchos miles de soldados para cubrir bajas. Como era imposible colocar a todos los hombres en este pueblo, nos destinaron a la mitad a Valdepeñas, pues se trataba dee que la tropa estubiese lo mejor posible hasta que empezaron los licénciamientos, la suerte nos favoreció a todos pues en estos pueblos habia algunas cosas de comer y mucho vino y bueno, asi que con el fin de la guerra y en esta bendita tierra donde nadie sofrió mucho en comparación con otros lugares, la gente era muy amable fuimos tratados en general muy bien, las borracheras eran entre los soldados permanentes la alegría la nota general y todo el mundo lo pasaba lo mejor posible, porque además se entregaron todas las armas y solo habia que ocuparse de cuidarse y descansar y divertirse, pero claro (240) siempre sin olvidar que eramos tadavia soldados. Este pueblo de la mancha tiene para mi los mejores recuerdos de la guerra, pues fui tratado muy bien, tuve la suerte de encontrar en el pueblo una casa enorme en la que solo 82 vivia un matrimonio anciano y pusieron a mi disposición la casa y los locales adjuntos para que la cocina=comedor de la Sección de autoambulancias y todo el personal pudiese estar lo mejor posible, asi que mi misión asi como la de mis compañeros se reducía a preparar la comida, adquirir alimentos que no comíamos desde mucho tiempo atrás cambiando lo que teníamos en abundancia como eran conservas por verdura, huevos e incluso pescado fresco y otras cosas y para todo esto el vino era regalado pues había numerosas bodegas y cooperativas en las que lo había de todas clases y gustos ¡ y nos lo regalaban? comportándonos correctamente! yo tenia para mi una habitación bastante cómoda y una hermosa cama, pero no quise ni pisarla hasta que no me quité toda la miseria y mugre que llevaba conmigo y esto procuramos hacerlo todos los hombres de la sección, conseguido esto nuestra vida era parecida a la del cuartel, pero sin la disciplina ni todas esas cosas que en tiempos de paz son tan desagradables, aquí se pasaba (241) lista al anochecer y cada uno cumpliendo la misión que tenía que tenía encomendada, era libre para hacer lo que le diese la gana dentro del sentir que la División tenía asignada; la alegría era la nota dominante y como no, los rumores, pues como pasaban los sías y nadie era licenciado, se hablaba de que Alemania iba a desencadenar una guerra contra varias naciones de Europa y habia que ayudarla, est era la noticia, mejor dicho el rumor más versímil y el más preocupante; en esta situaicón estábamos cuando pudimos comprobar, los que nos dedicábamos a observar y no solo a tomar vino y divertirnos que la "legión Cóndor" o sea los soldados alemanes que habían actuado en nuestra División con su artillería antiaérea, aquella maravilla de fuerzas que lo mkismo disparaba contra aviones que contra objetivos en tierra, como sí fuesen ametralladoras, los famos 8/8, se estaban preparando para maarchar y se les notaba nerviosos; merece la pena hablar un poco de estos alemanes, que todos eran oficiales y voluntarios, la disciplina y la forma de comportarse eran admirables, tenían siempre su campamento separado y esto cerrado para los soldados españoles, contaban con una flota de camiones que servían para todo, remolcaban las piezas de artillería transportaban todo el campamento, sus tiendas de (242) campaña eran una maravilla y cuando era necesario en pocos minutos tenían todo colocado sobre los camiones; su cocina, sus servicios de aseo, comian como bestias y de lo bueno lo mejor, su servicio médico era extraordinario y disponian también de varios coches "todo terreno" todo , en fin, era formidable. Cuando los soldados españoles e incluso nuestros jefes, contemplábamos todo aquello, nos quedábamos boquiabiertos y el comentario siempre el mismo "asi ya se puede hacer la guerra" Pues bien esta agrupación se marchaba y para despedirles se organizó un desfile entre las tropas de la División en su honor y mientras los soldados españoles desfilaban, ellos seguían sus preparativos de maarcha con todos sus vehículos bien alineados y limpios y cuando aun nuestros soldados seguían desfilando, ellos, entre gritos, órdenes de mando, que parecían dadas a caballos, se pusieron en marcha hacia el puesto de embarque, con toda aquella masa rodante, que tanto contribuyó a la victoria del ejercito nacional, pues agrupaciones como ésta operaban varias, formando parte de la Divisiones de choque del ejercito naciona, además de las escuadrillas de aviación de caza y bombardeo: estos alemane, bien se entrenaron en España, para su próxima guerra que como (243) todos sabemos comenzó algunos meses después exactamente cinco; Mientras tanto en la 1 a División todo era preocupación y solo se pensaba en el 83 próximo licénciamiento de la mayoría de sus hombres, aunque todos procuraban divertirse, existía la preocupación de lo que nos esperaba en nuestras casa, el hambre y muchos problemas, así que todos procurábamos hacer su pequeño depósito de víveres para llevarlos cuando nos licenciasen; pero en mi sección nos adelantamos y una noche después de pasar lista y cenar, una ambulancia bien preparada y con varios hombres a bordo, salía de Valdepeñas, sigilosamente hacia el norte; estos hombres eran el teniente XXX jefe de la Sección, tres alféreces mecánicos y cinco soldados conductores, todos vascos y un servidor, que fue quien se encargó de preparar todas las provisiones de boca que queríamos llevar a nuestras familias, todos íbamos con gran ilusión y cada uno llevaba lo que podia; pero todo muy importante en aquellas circunstancias nuestra idea era estar de vuelta 24 hora después. Llegamos a Burgos sin novedad y en el tiempo previsto, aqui se quedaron dos; seguimos viaje hacia Santander; pero la bajada del puente del Escudo nos jugó una mala pasada (244) y fue toda una hazaña, la niebla era tan densa que era imposible rodar, pero había que seguir y yo me coloqué delante del vehículo, pegado a el y con los brazos extendidos anadando despacio, pero era tant la ilusión de llegar que no sentía cansancio, fueron 3 hora interminables y lo peor lo pasó el conductor, cuando salimos de la niebla, la ambulancia rodó a tope y al amanecer, yo llegaba a mi casa con mi paquete como un gran tesoro, mientras los demás seguían hacia Bilbao, quedando en encontrarnos para el viaje de vuelta 8 horas después. Cuando yo llamé en mi casa, el susto de mi esposa y sus hermanos fue mayúsculo, pues pensaron que la policía de investigación volvía a las andadas y medio dormidos me abrieron la puerta temblando de miedo, pero el susto y el temor fueron ahogados por la alegría de verme ante ellos y aunque la hora no era muy apropiada, al ver los víveres todos se pusieron a comer con gran alegría y apetito, pans conservas y lo que no recordaban como sabía, el vino, que les supo a gloria. Después de charlar y darse a conocer todo lo que deseaban saber a grandes rasgos se despertó mi hija que también partido del banquete, galletas, leche condensada chocolate, estaba nerviosa ya tenia 13 meses y aunque era (245) para ella un desconocido, se puso a hacer carantoñas y como ya andaba; iba de un lado para otro, pero sin acercarse a mi, que momentos más agradables pasé lo mismo que mi esposa y ssobre todo sabiendo que muy pronto volvería definitivamente. Cuando descansé un ppoco y me limpié me vestí de paisano y me fui a visitar a mis padres y hermanos encontrando a todos bien pero como la mayoría de las gentes, hambrientos, pues ya sabemos que no habia que comer si no era pagando en el mercado negro unos precios fabulosos que no estaban al alcance de las familias de la clase trabajadora, aqui pude enterarme de que tanto mi hermano José como mi cuñado Antonio estaban en un campo de concentración en el Sur de Francia y que en la retirada por el Pirineo catalán tuvieron suerte y pasaron con otros muchos combatientes del ejercito republicano, a contin uación una visita a la cárcel donde pude ver a mi madre política, pero no tuve la misma suerte con su esposo, aunque supe que estaban bien, con todo esto se pasó el tiempo muy rápidamente y tuve que marchar y situarme en el lugar convenido a esperar la ambulacia que regresaba de Vizcaya, la espera fue más larga de lo previsto, pero habia que estar allí y aguantar, pero al fin apareció y montndo en ella, seguimo viaje sin detenernos hasta Burgos donde ya esperaban los otros (246) dos viajeros impacientes y a correr otra vez, todo lo que el vehículo daba de sí hasta 84 Valdepeñas a donde llegamos sin más novedad, pero con ganas de descansar; esto ocurría a finales del mes de abril y pocos días después empezaron los licénciamientos de topas, empezando por los más viejos, por quintas movilizadas y a partir de ahora ya era un espectáculo diario en la estación viendo marchar a los licenciados en largos trenes y con la alegría que es de suponer, no faltando los que con buena carga de vino en su estomago, perdían el control y alguno cayó en la vía, pero sin mas consecuencias que el susto de los que lo veian. Entre los que nos quedábamos, la vida era bastante tolerable procurando pasarlo lo mejor posible; yo, en la casa en que estaba, hice buena amistad con los dueños y tampoco faltaba la nota cómica, pues este matrimonio de ancianos, el era un poco sordo, pero ella no oia absolutamente nada, así que los gritos para hablarle se oian en todo el pueblo. Uno de estos días recibí una buena noticia de la empresa donde trabajaba, en la que me felicitaban y me comunicaban, que habia obtenido una plaza de Maestro de Fabricación y Manipulación en el lugar o dependencia que yo mismo señalase, pues debido al buen resultado obtenidop en los exámenes celebrados meses antes, tenia derecho a escoger la (247) factoría que quisiese y a la cual debia incorporarme en cuanto nfuese licenciado. En circunstancias normales quizá hubiese escogido otra factoría, pero actualmente, estaba obligado a permanecer en Santander, pues toda la familia de mi esposa, sus padres en la cárcel y sus hermanos pequeños, todos necesitaban de mi, pues junto con mi esposa, éramos los únicos a quien tenia y nuestra obligación era mirar de ellos; comuniqué que como mi licénciamiento era cosa de días, lo que me comunicasen a este respecto, lo hiciesen a mi casa en Santander, mientras tanto yo en Valdepeñas, procuraba cuidarme y descansar y alimentarme pues sabia lo que me esperaba al llegar a casa. A mediados de Junio llegó mi licénciamiento y con algo de dinero que pude hacer, con perqueños negocios en Valdepeñas y todos los alimentos que podia llevar conmigo, bien provisto de documentos, muy necesarios para poder vivir en paz, enla postguerra, tomé el tren y llegué a mi casa donde cada dia que pasaba, a ellos se les hacia un siglo. Lo primero que me entregaron fue la comunicación de mi nuevo puesto de trabajo en Santander pero como aqui la empresa tenia dos factorías, una en el puerto de Santander, donde yo habia trabajado siempre y otra en el pueblo de (248) Astillero a 10 K. de Santander por ferrocarril a este último fui destinado y aunque en principio quedé sorprendido, las razones que me expusieron me convencieron y aquí empezó una nueva etapa de mi vida, que aunque en dureza y sufrimiento no podía compararse a la última pasada, tampoco fue ninguna bendición, pues la guerra habia terminado, pero la postguerra se presentaba llena de problemas, muchas calamidades, la pero el hambre, pues a escepción de algunos privilegiados del nuevo régimen, como eran los cargos militares profesionales, los que ocupaban cargos importantes concedidos por Franco en los altos organismos, los aprovechados e indeseables que eran muchos, los que dfisponian de capital que luego aumentarían escandalosamente, los copmerciantes sin escrúpulos, los reptiles de todo orden que rápidamente se enriquecieron, los demás el pueblo trabajador, el pueblo honrado, los de abajo. Mucho tuvimos que sufrir y yo no me considero de los más desafortunados ya que muchos estaban peor. Los artículos de primera necesidad se racionaron, entregando a cad familia la famosa cartilla de racionamiento pero que racionamiento, mediante su pago nos daban 150 eramos de pan que de todo tenías menos harina, era negro y macizo como el 85 cemento esta cantidad por persona y diaa y para toda la semana 100 gramos de lentejas, 100 gramos de arroz, 100 gramos de aceite y de vez een cuando alguna patata, esto era todo, el azúcar tan necesariuo solo se podia adquirir con receta medica y para los niños pero tan escasa cantidad que no merecía la pena molestarse en pedirla. Los demás alimentos sí que los había, pan blanco, carne, pescado, leche y otras cosas, pero en el mercado negro y a que precios, un litro de aceite valia 100 pts. 150 gramos de pan blanco 10 y todo en esta proporción y un obreor ganaba por termino medio 54 p'ts a la semana, por lo tanto puede el lector comprender como xxx la mayoría de la población a esto hay que agregar que por falta de higienee, pues no habia jabón ni detergente, la sarna, los piojos y otras miserias eran companeros inseparables de la personas, pues contagiados por los soldados que venían del frente unos, y otros por las ropas que los familiares en prisión enviaban para su limpieza, rara era la casa donde no existiese tan asquerosa paga, pero a pesar de rodo y por el carácter de los españoles a todo se le buscaba la parte cómica asi que a la sarna se la llamaba el "pica" "pica" y como todo el mundo se arrascaba, aunque fuera en público también se la llamaba el "gusto cubano" De todas formas quien disponía de dinero de nada carecía. (250) En estas circunstancias me incorporé a mi trabajo, donde por mi categoría, mis ingresos eran 90 pts. a la semana: mis jefes me recibieron con alegría y simpatía y me pusieron al corriente de lo que de mi esperaban: el trabajo en si; no era duro, per sí de bastante responsabilidad, todos los días tenía que trasladarme desde mi casa en tren hasta Astillero y el regreso al final de la jornada, haciendo la comida del mediodía , en un establecimiento, cuya comida no podí ser mas escasa, pues se componía de un plato de caldo y un pedacito de pescado o despojos de carne, el pan había que llevarlo de casa o pasar sin el. Por la mañana, salía de casa sin desayunar, pues no habia nada la mayor paarte de los dias y la cena parecida a la comida y muchos días nada, el fumar un pitillo era un lujo y esto era lo que más deseaba, teniendo que conformarme con fumar hojas secas de cualquier planta que por el suelo había, pasado algún tiempo fui adquiriendo confianza con algunos obreros que por vivir en aldeas, no les faltaba el pan de maiz, ni la leche y otras cosas y estos me facilitaban algo, pero priumero habia que atender a mi hija cosa natural, asi que con 90 pts a la semana teníamos que arreglarnos 7 personas, la casa de mis padres el problema era el mismo, pues (251) solo tenían de ingresos el sueldo de mi padre y por lo tanto no podíamos ayudarnos. Para ayuda de males, un buen dia ¡vaya día! se presentó en mi casa un jovenzuelo antiguo conocido de mi familia, iba, según dijo, a saludarnos, muy símpaático el chico; cuando yo llegué se interesó también por mí, y aunque yo estaba un poco extrañado de tanta amabilidad, nada sospecheé, deje mi americana colgada y en ella tenia mi sueldo que acababa de cobrar, el se paseaba por la casa y al fin, se despidió y se fue. Acto seguido yo fui a buscar mi cartera y ¿horror! ésta había desaparecido sali deprisa a la calle y encontré mis documentos y fotografías rotos en pedacitos y tirados por la calle pero dei joven nunca más se supo. Todo esto ocurría a finales del año 1939 "AÑO DE LA VICTORIA" sefun el slogan franquista y yo no andaba muy bien de salud y mi moral era muy baja, pues eran muchas las cosas desagradables que ocurrían y sin ver solución y el incidente del robo de mi cartera y mis documentos contribuyo también y enfermé, tenía toda la piel de mi cuerpo amarilla y mucho más mis ojos, tuve que quedarme en cama y avisado el medico, un buen médico buena persona y amigo se llamaba D.José Felipe Pombo Suintana y era el médico de mi familia, su diagnóstico claro (252) fue epatitis, mi hígado estaba hecho polvo yo no tenía fuerza para nada y aunque el médico hizo lo que pudo, mi recuperación dependía de una alimentación adecuada y esto era muy difícil, permanecí en cama 40 días, dando una impresión a quienes me visitaban de lo más pesimista: en estas circunstancias, salió de prisión mi jmadre política y fue ella, quien más contribuyó a que me recuperase y venciese mi enfermedad, pues hizo lo indecible para buscar como fuese los alimentos que necesitaba, yendo de un lado para otro, visitando familiares aldeanos que ella tenía y consiguiendo lo más imprescindible para mi salud. Era una mujer fuera de serie, lista, valiente trabajadora, una mujer en fin, de las que no hay muchas y a la cual yo nunca olvidaré, porque además sufrió mucho, muchísimo, como veremos más adelante; pero a todo hizo frente y siempre tuvo un carácter maravilloso y un trato inigualable¿Pobre Sra. Nina! Dio principio el año 1940 yo conseguí restablecerme; pero el año empezó igual o peor que el anterior y para adquiri algún alimento había que desplazarse a las aldeas y a cambio de algunas cosas de las que carecían te daban otras- por ejemplo sí llevabas jabón te daban harina de maiz y leche: por petróleo, en aldeas que no había luz (253) eléctrica te daban alubias y a cambio de azúcar te daban lo que querías y de todo esto se encargó la Sra. Nina, que recorrió toda la provincia, viajando en tren, anadando y como podía; pero existia un gran peligro para hacer estas maniobras tan necesarias si querías comer, habia una policía oficial que perseguía estas maniobras y a quien sorprendían se quedaba sin nada y era lo menos que podia pasarles todo se lo llevaban ellos; pero se estudiaba la forma de burlarles y yo colaboré mucho y bastante bien con mi suegra, asi que cuando la pñolicia la sorprendía, ella no transportaba nada, los bultos los había arrojado del tren donde habíamos convenido ella y yo y quien los depositaba en casa era yo. habia que ingeniarse de muchas maneras: pero cuanto daño hicieron algunos miserables a gentes que se exponían a esto para poder comer lo mas indispensable; cuando querían hacian la vista gorda, pero en sus casas no faltaba de nada a costa de estos desgraciados, que caian con sus paquetes en sus manos. No faltaban los chistes, a pesar de todo, relacionado con el hambre, al pan lo llamban "cocadas" al vino "el ausente" las patatas "manjar de Dioses" por nombrar algunos de los mas corrientes, se veian a muchas personas que habían sido muy tragonas y siempre los habíamos conocido gruesos, que parecían (254) esqueletos y la ropa les sobraba por todo el cuerpo, los que mas lo notaron fueron los grandes bebedores de vino, andaban como sonámbulos; pero también muchos enfermos de úlceras de estomago, se curaron, mientras muchos mas murieron tuberculosos, entre estos, una hermana política mia y tenia 25 años. Cuando yo pude levantarme de la cama después de mi enfermedad mi aspecto era ral que los que me veian también creian que mi enfermedad era esa y que no tenia remedio; pero esto pasó y pude volver al trabajo pasados casi dos meses, a fuerza de ingenio pudimos conseguir que las cosas fueran mejorando algo, mi hija iba creciendo y ya se habia convertido en la alegría de todos, mi padre político, también fue puesto en libertad y aunque no pudo encontrar trabajo, pues su condición de no adicto al régimen se lo impedia, pues para todo habia que buscar avales de personas de probada adhesión al nuevo régimen, sin estos avales, ni te daban cartilla de racionamiento, ni podías encontrar trabajo en ninguna parte y para todo era 87 necesario los famosos avales, pero en muchas ocasiones y con un poco de suerte y mucho ingenio estas medidas eran burladas; claro yo, por mi condición de excombatiente, no tuve estos problemas, pero si los miembros de mi familia: Decia que mi situación mejoró un poco, pues por lo menos (256) nho teniendo que ir con comida y ropa a la cárcel qu era menos duro, y por lo menos todos estábamos en casa juntos y lo que había se repartía. Por una orden del gobierno se estableción que los puestos de trabajo debian ser ocupados por los excombatientes que iban siendo licenciados, los del ejercito nacional, claro, para los otros los del ejercito republicano nada de nada, solo el deprecio oficial y toda clase de vejaciones, aunque pocos estaban en libertad, unos en campos de prsioneros otros en la cárcel, los más en batallones de trabajadores esparcidos por toda España, asi que si alguno estaba libre, tnia que apartarse de la sociedad e ingeniarse para vivir si tenia algún amigo que le ayudase o algún familiar; pero siempre expuesto a ser denunciado y como mal menos enviado a algún batallón de trabajadores. En cuanto a la ocupación de puestos de trabajo, por los excombatientes, aqui se cometieron toda clase de inmoralidades, pues era indignante ver como Iso mejores puestos, los ocuparon los que durante la guerra habían estado enchufados en la retaguardia y nunca vieron el frente, sinvergüenzas y vividores que se las ingeniaban para aparecer como excombatientes, asi que cuando iban llegando los verdaderos los que habían hacho toda la campaña, tenían que acepptar lo que no quisieron los otros y para muchos no había nada así que a esperar y pasar hambre y necesidades sin fin, (257) y esto ocurrió en mi empresa, que de todos los excombatientes que allí encontré ninguno habia visto el frente de guerra, pero eso si, habían hecho la labor más asquerosa de investigación, denunciando y haciendo sufrir las mayores vejaciones a personas que no eran de su simpatía, aprovechándose de las circunstancias, y esto ya era un mérito ¡cuantos miserables y canallas, tuve que tratar! y cuantos discusiones al maargen del trabajo tuve con ellos, cuantas amenazas dejaban entrever, pero de trabajar de cumplir con su deber como productores, nombre que se daba a los trabajadores, de esto no querían saber nada, pues se valían de toda clase de pillerías para faltar al trabajo, cosa que justificaban oficialente, pues eran los niños mimados de las autoridades, mientras los trabajadores honrados tenían que hacer la labor de estos vividores y además sin protestar, por miedo a la venganza de estos indeseables; en las empresas no los querían , pero habia que "tragarlos" y asi fue pasando el año 1940 siendo el mayor azote el hambre. Voy a relatar una anédota ocurrida en mí casa la noche de Navidad, todos teníamos verdaderos deseos de comer algo extraordinario esa noche y todos pusimos verdadero interés en conseguir llenar el estómago, pero fue un cuñado mmío llamado Miguel, quien a la sxazón tenia unos (258) 18 años, el que consiguió gran parte de la solución pues un día antes, se presento en casa con un saco y dentro de el dos hermosos gatos que logró "cazar" el rato que pasamos todos en casa fue algo para no olvidarlo, pues los "bichos" se movían como demonios dentro del saco, maullaban sin descanso y era difícil acercarse a ellos sin recibir algún tremedo arañazo a través de saco, pero habia que aprovechar aquel inesperado "regalo" asi que con su ayuda, yo tomé un machete y protegidos por una manta, logré con mucho trabajo cortarles la cabeza sin sacrlos del saco; lo demás pelarlos, destriparlos y prepararl.os para guisar fue ya juego de niños, con la misma, 24 horas al sereno y después la Sra. Nina, mi suegra se encargó de gujisarlos, con esto y algunas otras cositas 88 que ella trajo de alguna aldea, celebramos aquella noche y creo que nunca he comido cosa mejor, el guiso de gato estaba superior y a pesar de que no faltaba quien parecía hacer ascos todos lo comimos y a todos nos sentó bien. Poco a poco las cosas fueron mejorando, mi suegro cuya profesión era la de mecánico, lograva hacer algún trabajito aunque su salud dejaba bastante que desear, pues era enfermo de estómago y esto le hacia sufrir mucho, mi cuñado Miguel empezó a trabajar en una frábrica a la que nadie quería presentarse por la (259) fama muy merecida que tenia de mal trabajo, mal trato y poca retribución se tratba de la fabrica de loza "La Ibero Tanagra" aquí empez'-o y como era un muchacho fuerte y buen trabajador lo soportó y continuó muchos años, yo los domingos y días que no se trabajaba me iba a visitar a algunos amigos aldeanos, pasaba el día con ellos, los ayudaba en lo que podía, comia hasta no poder mas y siempre traía algo para casa, esto me dio la idea de que lo mejor par poder comer era tener tierra y algún animal, aunque trabajando mucho pero esto a mi no me importaba, asi que cuando se me presentó la ocasión la aproveché y me hice labrador, trabaje la tierra, sin deatender mi trabajo habitual, pero de esto hablaré más adelante. Yo tenia algunos amigos que estaban ocultos pñor su actuación como soldados republicanos y por ser personas conocidas de los agentes de investigación, entre estos uno llamado Gerardo, buen amigo y buena persona fue voluntario de las tropas republicanas y ocupó el grado de capitán, este hombre logró burlar la vigilancia de todos cuantos se propusieron detenerle y se ocultó conociendo muy pocas personas, su escondrijo yo era uno de ellos a parte de sus familiares, siempre que podia iba a verle, charlábamos, le informaba de todo cuanto deseaba saber, le ayudaba (260) cuanto podía materialmente que no era mucho y pudo al fin, con mucho ingenio y valor salir airoso de su situación, recorriendo media España con nombre supuesto: hoy es una persona respetable, con un trabajo digno y rodeado de familia, como este caso conocí otros muchos, yo siempre que podia trataba con estos hombres, aunque no fuese mmás que charlar y fumar un pitillo, son personas formidables y dignos de aporecio. Por estos días, mediados de Febrero del año 1.941, ocurrió en Santander una gran catástrofe y fue un gran incendio que destruyó media ciudad, fue una noche espantosa, vinieron bomberos de varias provincias y entre las llamas y las manzanas de casas que hubo que derribar con cinamita la mitad de la población se quedó sin vivienda y el comercio desapareció en su mayor parte, pues lo que quedó destruido fue el centro de la ciudad, su parte mas comercial. Como se puede comprender esto agravó mucho más la situación, aunque no hubo víctimas milagrosamente,; pero fue terrible ver a la gente correr por las calles en pijama, pues pocos pudieron salvar nada de sus viviendas y tuvieron que arreglarse para vivir como pudieron, pues la ayuda que recibieron, solo fue en ropa y algún alimento pero viviendas nada hasta que no pasaron (261) varios años: tanto mi familia como mis padres por vivir en el extraradio no sufrimos ningún daño; pero la catástrofe nos afectó a todos. Para todo esto y como el hambre era el problema más apremiante yo busqué tierra donde sembrar algo y en el tiempo que mi trabajo me dejaba libre me dediqué a trabajar la tierra como un aldeano más: como en la casa de los padres de mi esposa que es donde yo vivía ya no cabíamos todos y con lo que mi suegro ganaba con sus chapuzas y mi cuñado Miguel también y la ayuda de mi suegra, decidimos mi esposa y yo irnos a vivir al pueblo, alli encontré una 89 vivienda y a ella nos trasladamos, precisamente junto a donde yo trabajaba, asi empezó mi vida de aldeano. Al poco tiempo de este traslado, hicimos amistad con una familia que tenia una finca muy cerca en el pueblo de Liaño, cuya finca tenia tierra para sembrar pardo y árboles frutales además de la casa. Esta familiaaaaa tenía que trasladarse a vivir a Madrid y necesitaban una persona que se hiciese cargo de la casa y la finca, en unas condiciones económicas que a mi me convenían y mucho y como tanto mi esposa como yo les simpatizamos mucho, me la ofrecieron y me pidieron por favor que me hiciese cargo de ella, esto yo no me lo esperaba y me dejó perplejo, pues enseguida pensé que era (262) demasiado para mi, el trabajo y la responsabilidad, pidiendo que me lo dejaran pensar 24 horas; al dia siguiente y de acuerdo con mi esposa acepté y me convertí en un labrador, al mismo tiempo que obrero industrial, lo que no sabía lo aprendí, trabajé mucho; ñpero con gran ilusión, coseché patatas, alubias, maíz, tomates, cebollas, lechugas, ajos y todo lo que podía y que era muy preciso, la hierba de los prados la vendía en su época de recolección, y aunque tenia que pagar algunos jornales, a quienes me ayudaban, la cosa fue bien y apsamos algunos años felices pues el hambre se acabó para mi familia y ayudé a quien pude, trabajé mucho, mi esposa se sentía feliz sobre todo cuando se recogía la fruta que había mucha y muy variada, también se ocupaba de sus gallinas, patos, conejos, crderos y del cerdo; cuando las gentes de los alrededores, vieron que yo me hacia cargo de la finca, todos me anunciaban el fracaso en estas actividades, pues sabían que siendo hombre de la ciudad lo mismo que mi esposa, no sabíamos defendernos como labradores; pero se equivocaron y aunque no faltaban los envidiosos la mayoría se hicieron nuestros amigos y siguen siéndolos. Mayor fue la envidia entre mis compañeros de trabajo, como siempre, los mal nacidos, que desgracidamente aqui eran mayoría y no faltaron los que valiéndose de malas artes y de su situación (268) privilegiada dentro del nuevo régimen intentaron hacerme mucho daño, pero fracasaron pues yo siempre he sostenido que siempre y en todas las circunstancias, se encuentran personas de buena condición y este criterio lo sostendré mientras viava. En este caso concreto fue el alcalde del pueblo de Astillero un comerciante, llamado José Solana (Joselin) a quien solamnete conocía de vista y por ser cliente de su casa, pero eso sí, como persona me simpatizaba y creo yo a el también; un dia fui llamado a su despacho de la alcaldía y cuando me presenté me dijo: mira hay aquí algunas denuncias contra ti y quiero que me aclares algo sobre ellas, pues viniendo de quien vienen me temo cualquier cosa mala; pero no me preguntes quienes son tus denunciantes y espero que tu me digas la verdad sobre ello, yo le contesté, muy bien, y de acuerdo, la cosa era que me denunciaban de ocupar tres viviendas una en Santander, otra en el pueblo de astillero y la otra en el de Liaño, donde estaba la finca que yo administraba y cuidaba, pues bien yo a todo esto contestes, pues se han equivocado, no son tres las casas que tengo, son cuatro con las que cuento, al oir esto dio un salto en su silla y me dijo eso no puede ser, pues solo se puede disponer de una vivienda por familia y creo que tu lo sepas (264) a lo que contesté muy tranquilo y hasta con buen humor si que lo se, y te voy a replicar y decirte la verdad como te he prometido: tengo en este pueblo una vivienda alquilada, que es la mia; en Santander tengo la de mis padres políticos, tengo también la de mis padres, de las cuales puedo disponer siempñre y tengo la de la finca de Liaño que también dispongo de ella, esto es. entonces me pregunto: pero ¿cuantas 90 están a tu nombre y por cuantas pagas renta? pues por una, la mia. Se quedó pensativo y me dijo: vete tranquilo, que la cosa ahora está muy clara y que tengas suerte en tu vida de campesino, pues en la otra , ya se que no te falta y además lo mereces. Esto ocurría a finales del año 1.941 y la guerra europea estaba, al parecer y según la prensa y propaganda española ganada por Alemania nazi por eso la euforia entre los imbéciles fascistas españoles digo los imbéciles porque habia fascistas que no loeran tanto, era enorme y parecía que eran ellos los que la ganaban; bien es cierto que en aquellos momentos, alemania era dueña de media Europa; asi que organizaban desfiles, celebraban misas y demostraban su desprecio a quien no lo celebraba, como ellos, tampoco faltaban los que se emborrachaban y con el alchol se mostraban más agresivos Yo no asistía a ninguno de estos actos y menos ((265) a las tabernas o establecimientos donde se empinaba el codo y se charlaba demasiado y casi siempre imbecilidades, lo mío era el trabajo, tanto en la empresa como en la fiunca que administraba y por esto no faltaban los que me crearon mal ambiente en el pueblo, sobre todo por que nunca iba a misa como tampoco mi esposa en alguna ocasión, hasta llegaron a decirme que sí era excombatiente y adicto al régimen desmostraba todo lo contrario y que tubiese cuidado y otras muchas tonterías que yoviniendo de quien venían, jamás: tomé en cuenta: pero entre estos fascistas de nuevo cuño habia uno a quien yo conocía antes de la guerra, pues ocupó algún cargo entre los dirigentes de la organización obrera U.G.T. llamado Carlos San Emeterio. "Carlines" este elemento, era obrero en mi empresa y precisamente estaba bajo mis órdenes, er a un borracho y un ignorante; pero no se cómo se arregló, que cuando Santander fue ocupado lo mismo que su pueblo, por el ejercito nacional, apareció entre otros indeseables como agente de investigación con sú uniforme de falangista y en unión de otros dos tipos igual que el, formaban un trio que en el pueblo se hizo temer, claro que contaban con la confianza del alcalde del pueblo, un tal Vega Gorostegui que fue el primer alcalde que (266) tuvo el pueblo al ser ocupado y que se convirtió en el amo de vidas y haciendas durante algunos años. El daño que hicieron a nuestras familias fue enorme, entraban a la viviendas cuando querían, se llevaban lo que les apetecía, maltrataban a las personas y presumían de todo esto en presencia de muchas personas, sobre todo cuando estaban borrachos, total que durante dos o tres a.ños este trio conocido como "Carlines" "El Corneta" y "Montes " este último un castellano que se afincó en elpueblo cuando fue ocupado, fue el terror de las gentes que a ellos les vino en gana; todo esto me lo contaban a mi algunos obreros de la empresa, que habían tenido que sufrir las canalladas de estos tres elementos, algunos llegaron a decirme, ya puedes tener cuidado, pues el "Carlines" en cuanto pueda te la hará pues es muy malo. A mi me sentaba de muy mala manera lo que haciaa con respecto al trabajo, pues ya he dicho que pertenecía a mi sección, venia al trabajo cuando queria y lo justificaba oficialmente con un volante firmado por el alcalde, yo empecé a cansarme y me dírigi al Director de la empresa D. Fernando de Alvear al que puse al corrien te de todo esto, pidiéndole que interviniese o me mandase otro obreor que cumpliese con su deber en el trabajo; pero con gran sorpresa (267) por mi parte me dijo, Yo se todo esto y muchas cosas más de este desgraciado, pero no puedo hacer nada y pienso que serás tu el que consiga traerle ai buen camino, pues también se que te teme y ya sabes que cuentas con mi ayuda en cualquier medida que 91 tomes, con tal de que desaparezca de esta factoría; como puede verse la papeleta se las traía; pero yo me formé un plan, que dio buen resultado. Llegó un día al trabajop muy eufórico y hablador; pero en plan provocativo, yo aguante lo que pude, pero pensé que era el momento de poner mi plan en marcha, asi que le dije, ven conmigo, que vamos a ver que pasa en el tanque auxiliar de la caldera de vapor, este era un depósito de agua y estaba a 3 mts. de altura del suelo, sobre una base de cemento, al que se ascendía por una escalera, le ordené que subiese y mirase si estaba llenbo o9 vacío, estábamos los dos solos y cuando vi que tenia la cabeza dentro del depósito, le cogí por las piernas, lo empujé hacia dentro y cuando lo vi muy asustado, pues creyó que se ahogaba, le saqué lo tendi en el suelo y le dije si no te marchas de esta factoría, hoy mismo, ya nunca lo podrás contar, eres un canall y vas a pagar todas las que has hecho. Yo mismo me asombré del resultado, pues me dijo que (268) queria ir a la oficina a ver al Director, vete le dije y a ver lo que dices; con la misma, tomé el telefono interior y le dije al jefe, ahi va "Carlines" a verle, está muy asustado, pues le he dicho que tiene que desaparecer de esta factoría y hoy mismo, haga lo que pueda y ayúdeme, que para todos será bueno que se vaya. Pasaron dos horas que para mi fueron interminables, me sentía nervioso, pero también pensaba que si no me llamaban era buena señal, y así resultó cuando fui por fin llamado al despacho del Director, este se encontraba con el 2o Jefe y al entrar, me dijo con aire de satisfacción: te felicito y te admiro; no se como te las has arreglado, pero ya no tendremos que aguantar más a este elemento. Ha solicitado traslado y se va a la factoría de Barcelona, vendrá esta tarde a recoger sus papeles y le he dado permiso para que se fuera a su casa, a preparar sus cosas; asi que ya la factoría se ha librado de el y en el pueblo creo que tampoco le hecharán en falta, pues incluso su familia ya no podía aguantarle más. Yo no conté a nadie de que medios me habia valido para hacerle tomar aquella decisión, pero siempre he pensado que algo mas habia, que le obligaba a cambiar de aires. Pasado un año, se supo en el pueblo que en (269) el muelle de Barcelona, habían encontrado su cadáver. Estos acontecimientos ocurrían a primeros del año 1.943 y en febrero de este año mi esposa daba a luz otra niña a la llamaríamos Ma de los Angeles, esta ya vino al mundo en mejores circunstancias que la primera y estábamos muy felices, la mayor ya tenía cinco años y fue para ella el mayor juguete, la situación tanto política como económica iba mejorando, la política, porque ya no se veía tan claro que los alemanes iban a ganar la guerra y algunos personajes del nuevo régimen, trataban de situarse y la económica porque la gente se iba ingeniando para pasar menos habré, yo en mi doble condición de obreor industrial y agricultor, a pequeña escala cubría las necesidades de mí familia, pero sin vicios y administrando bien mis i'ngresos, pagué algunas deudas atrasadas y respiré, mi esposa, que al principio de vivir en la aldea pasó mucho miedo, acostumbrada a vivir siempre en la capital, le costó adpatarse a vivir en una casa solitaria en el campo aunque yo procuré tener siempre a algún amigo o familiar que la hiciese compañía, y quien vivia con nosotros era una jovencita pariente lejana, llamada Rosita, que a la sazón tenia unos 17 anís y (270) que además en su casa no sobraba nada y con nosotros por lo menos comía y era tratada igual que una más en la familia; también contribuía mucho a nuestra tranquilidad, un perro guardián que yo adiestré y resultó un animal magnífico, por su presencia e inteligencia, ai que llamábamos "Caifas" 92 En casa de mis padres también fue mejorandoi la situación pues mis hermanos menores empezaron a trabajar y también volvió de la guerra y la milicia, mi hermano Francisco que empezó a trabajar y a ayudar en casa. Precisamente uno de mis hermanos llamado Antonio de 18 años nos dio un disgusto enorme pues un dia, despareció de casa y fue imposible dar con el, hasta que recibimos suyas noticias de que se habia alistado voluntario a la División Azul, un cuerpo expedicionario que el gobierno español envió a luchar al lado de los alemanes, este muchacho no esció noticias al mismo tiempo que pedía perdón po sus decisión; pero decia que harto de pasar hambre y privaciones no vio otra salida y esto nos lo decia en una carta enviada, mientras dicha expedición , se alejaba de España hacia el frente ruso, al poco tiempo nos comunicaban que habia muerto en el frente de batalla cerca de (271) de Moscú, en una operación que dicha División partido, posteriormente un amigo suyo nos escribió con más detalles y entre otras cosas nos decia que murieron muchos españoles y muchos fueros hechos prisionerso por el ejercito ruso. También mis padres tuvieron noticias de mí otro hermanol, José, el que fue oficial del ejercito republicano y cuyas últimas noticias las recibimos años antes desde Francia, poco después de terminar la guerra civil española; este enviaba noticias desde un campoo de concentración alemán, pues fue hecho prisionero en la batalla de Dunkerque, cuandoO luchaba con el ejercito francés, junto con otros muchos españoles: este campo de prisioneros que a lo largo de la guerra se hizo tristemente célebre, se hallaba en un territorio austríaco, en los alpes y se llamaba Mantjausen; al saber esto perdimos la esperanza de volverle a ver. De mi cuñado Antonio, también tuvimos noticias, nos escribía desde México, este tuvo mejor suerte, pues logró embarcar en Francia ncon otros muchos españoles, al estallar la guerra europea; de todos los españoles que abandonaron España, estos fueron los más afortunados, más adelante, volveré a ocuparme de ellos: de momento ya sabíamos donde se encontraban que no era poco, asi fue pasando (272) el año 1943, yo segui mi vida, esperando acontecimientos importantes, pues la güera europea, habia cambiado de tal forma, en favor de los aliados, que hacían preveer que mucho iban a cambiar las cosa, en Europa y que España seria afectada por muchos motivos; en mis conversaciones con amigos y familiares, yo me mostrava, menos optimista que ellos, pues ya veían el derrumbamiento del franquismo próximo; pero yo que seguía muy de cerca los acontecimientos que se producían en el mundo, leyendo todo lo que podia, oyendo emisiones de radio extranjeras, pues las de España, la prensa habia que leerla entre lineas y la radios rodo controlado por el gobierno franquista, si no era con cierta habilidad, nada de cambios dejaban entrever y la masa no se daba cuenta de la mentiras y apaños que nos contaban dia a dia. A medida de que la guerra la tenia perdida alemania yo más seguro estaba de que en España no se iba a producir el cambio que muchos españoles deseaban y yo entre ellos y todos sabemos ya las causas de que España siguiese el régimen impuesto por la fuerza. Los acuerdos de Postdau entre los ya seguros vencedores y Roosswelt decidieron el porvenir de nuestro (275)país a lo largo de 40 años. Al fin llegó el fin de la guerra europea como todos sabemos en abril de 1.945, alemania vencida, el Japón Italia y todos sus colaboradores pero España siguió con su fascismo, franquismo o como se quiera llamar y aquellos optimistas a los que antes me he referido, que todo lo esperaban de la victoria de los aliados, sufrieron una terrible decepción; pero de todas formas la represión no 93 era tan dura, muchos presos salieron a la calle y los alimentos no escaseaban tanto y los fascistas admiradores de los nazis y otros muchos personajillos ya no presumían tanto ni se creían tan seguros. En el mes de Diciembre de este mismo año recibí noticias de mi hermano José, se encontraba en Francia, en el pueblo de Manteón de los Pirineos franceses y cerca de la frontera española, estas noticias nos llenaron de alegría, pues habían pasado varios años sin saber de el má, que se encontraba en un campo de prisioneros nazi y con pocas esperanzas de que saliera vivo de el este campo fue ocupado por tropas norteamericanas y todos los prisioneros fueron puestos en libertad y trasladados a donde ellos pidieron los que estaban bien, que eran pocos, los enfermos a hospitales y mi hermano fue con otros prisioneros franceses enfermos trasladado a un ( 274) hospital de Paris donde fue atendido y tratado hasta su total recuperación que duró varios meses cuando fue dado de alta pidió ser trasladado a este pueblecito donde teníamos unos parientes y a mi hermana Patrocinio la que marchó desde Barcelona, ya que a España no podía venir, sin exponerse a graves contratiempos, por su condición de oficial del ejercito republicano, en cambio en Francia, era tratado como un combatiente francés y con toda clase de consideraciones y respeto. Asi que yo me tracé un plan para ir a verle, ya que le no podia venir, nos pusimos de acuerdo y cuando finalizaba el año1945 me trasladé a la frontera, no sin antes hacerme de ropas, calzado y algunos víveres pues en aquellos momentos en francia escaseaba todo y yo lo sabia; por medio de amistades conseguí un permiso para transporta aquel equipaje y para poderlo pasar en la frontera, cosa que no fue nada fácil, además los permiso o pasaportes tampoco se conseguían faílmente; pero yo fui recomendado a un hombre que vivia en Irún y que mediante el pago de una cantidad, el conseguía de las autoridades españolas lo que se proponía; el fue quien xxx, quien consiguió un permiso para pasar en Hendaya 4 horas, pero faltaba lo más difícil, que los aduaneros franceses autorizasen mi entrada; esto (275) me tenia preocupado, aunque mi hermano me había dicho que yo procurase llegar a la aduana francesa, y que una vez allí, la cosa se resolvería. Después de pasar una noche en Irún en la que n o pñude dormir y sí pensar mucho y recordar cosas pasadas que tenían relación con mi hermano, más la emoción de volver a verle, cuando yo no contaba con eso tiempos atrás y la duda de si todo saldría bien, me levanté temprano, hacia un día caluroso como en verano y esto me ayudó en mis planes, me vestí colocando sobre mí cuerpo toda la ropa que pude, varias camisetas, camisas jerseys y todo cuanto fue posible, encima de todo una trinchera o gabardina y con el resto hice dos bultos mas otro que transportaba con vivires y con todo esto me dirigí a la hora convenida, las 10 de la mañana, al puesto fronterizo, por parte de las autoridades españolas todo salió bien, asi que atravesé el puente internacional, cargado como una muía, sudando a chorros y me situé junto a la barrera que señala territorio francés aquí esperé unos minutos, fueron llegando otras personas ya dentro de Hendaya, habia grupos de personas, que parecían esperar a alguien (276), pues saludaban y agitaban pañuelos en dirección a donde yo me encontraba, cuando ya estábamos reunidos un numeroso grupo de personas esperando la entrada en Hendaya, apareció un policía francés y poco más atrás más policías: el primero empezó a nombrar a personas de las que estaban conmigo que iban pasando y se reunían con las que saludaban al otro lado u de pronto xxx que el "poli" pronunciaba algo que se parecía a mi nombre y apellidos, pero con un acento francés tan pronunciado que no parecía mi nombre, únicamente el segundo apellido, como pude me acerqué a el y le pedí que me dejase ver lo que leía y pude ver mi nombre y mis dos apellidos, pasé lo más aprisa que pude y junto a los policías que acompañaban al que leia habia un muchacho rubio, que al verme se acercó y empezó a besarme con gran emocióln y dando muestras de alegría , yo no pude disimular mi sorpresa, pues aunque esto formaba parte del plan para que los gendarmes me dejasen pasar, yo no lo sabía, pero el que me besaba, se las arregló para acercarme al grupo que esperaba y me ayudó a llevar los bultos, enseguida reconocí a mi hermano José aunque estaba bastante cambiado fisícamente y nos fundimos (277) en un abrazo interminable preguntas y más preguntas y asi me fue explicando algo de su vida yo le hablé de lo más principal claro, el me fue presentando familiares que yo no conocía y al muchacho que me recibió y me beso era I novio de mi hermana la que estaba en Manleón (Monleón?) y con la que se casó poco tiempoo después, y el motivo de que fuese el, quien hiciese todo aquello, ellos me lo explicaron; resulta que en aquellos momentos para que un español pudiese entrar en francia renia que ser reclamado y conocido po un ciudadano francés. Aclarado esto fui saludando a muchos espñoles que acudieron con mi hermano a verme, a la mayoría los conocía y hablamos mucho de todo, siendo el tema principal el cambio que ellos veían próximo en España, yo me veía en un compromiso, pues no queria desilusionarles, pero por otro lado consideraba que debía decirles lo que pensaba, y lo que hice fue aconsejarles que se ambientasen a vivir en Francia, donde no eran mal tratados, pues la mayoría habían combatido en el ejercito francés o habían pertenecido al "maquis" ya que el cambio político en España seguramente no se produciría tan pronto y que tubiesen en cuenta que a dos de la grandes potencias vencedoras Inglaterra y Norteamérica les interesaba que el régimen franquista siguiese. Con (278) mi hermano no pude hablar todo lo que hubiese deseado; pero si pude enterarme a grandes rasgos de lo que le pasó, desde que se refugió en Francia en Enero del año 1.937 de su incorporación al ejercito francés poco después y de como fue hecho prisionero por los alemanes cuando estos perseguían al cuerpo del ejercito ingles que trató de ayudar al francés y que se vio obligado a reembarcar parfa Inglaterra derrotados ambos por l,os alemanes, de aqui trasladado a través de media Europa hasta dar con sus huesos en aquel famoso campo de prisioneros, como el tiempo se terminaba, entregué todo cuanto llevaba e incluso mis zapatos a cambio de una alpargatas, asi resultó que cuando pasé por la mañana el puente parecía un "Michelin" y cuando volví en dirección a España 4 horas después parecía un corredor pedestre, asi de ligero de ropa entré en Irún , provocando las sonrisa de los guardias civiles que me habían visto por la mañana e incluso me gastaron algunas bromas, Mi hermano repartió alguna ropa y lo de comoer lo recibió, y me dio dinero lo que quise pues todos ellos lo tenían en grandes cantidades, asi que ya en Irún volví a comprarme ropa, lo indispensable para llegar a casa pues el dinero francés tenia en España en aquellos momentos muy poco valor. En resumen el viaje fue bien aprovechado y regresé satisfecho, pues la cosa no salió mal afortunadamente (279) No soy capaz de describir todo lo que oí a mi hermano y a los demás españoles que con el estaban aunque solo el habia estado en el campo de prisioneros nazi; pues de todo esto, escritores o historiadores, ya lo han dicho y el lector, seguro que ya lo sabe, pero si quiero mencionar que de 9.000 españoles que estubieron en aquel campo solo regresaron con vida al 95 ser ocupado por el ejercito americano 800 pero ¡en que estado! baste decir que mi hermano al ser liberado y llegar al hospital de París pesaba 29 K. cuando su peso normal era de 65. Cuando llegué a mi casa, alli me esperaba toda mi familia a los que di cuenta de todo, mis padres sobre todo, no pudieron contener la lagrimas pero a todos los tranquilicé, pues les hice ver que en adelante ya podrían tener correspondencia y enterarse con detalles de todo cuanto deseaban saber. De vuelta a mi vida normal, muchos amigos de mi hermano me visitaron para saber de el y yo también visité algunas familias cuyos hijos, hermanos o esposos habina muerto en aquel campo, y de los cuales mi hermano habia conseguido conservar una lista, muchas de estas familias, pasado algún tiempo, pudieron cobrar una indemnización que el gobierno alemán pagó: otra cosa notable fue,la rapidez con que Francia se repuso de (280) su escasez de cosas imprescindibles, pues si cuando yo visité a mi hermano de todo carecían al poco tiempo de todo tenían, claro, no hace falta decir que fue debido al famoso "Plan Marshall" en cambio España. ¡ Vaya diferencia! pobres españoles, pobresy por tanto motivos, sufrimos la gran mayoría sin culpa. De mi cuñado el que estaba en México tubimos noticias, se habia casado con una mexicana, se habia situado y vivia bien y daba gracias al Presidente de aquella nación D. Lázaro Cárdenas que fue quien abrió las puertas a tantos miles de españoles que tubieron que abandonar España y que allá se iban situando y reorganizando su vida; pero siempre pensando en su querida patria: asi iba pasando el tiempo cuando un triste acontecimiento vino a alterar nuestra vida y fue el fallecimiento de mi padre politico tras una intervención quirúrgica en su estómago que no pudo superar. Esto ocurría el 25/2/47 otra vez la tristeza se adueñó de nosotros y sobre todo de mi esposa, cuando con nuestras dos hijas que eran un bendición, empezábamos a sentirnos felices. Pocos meses después, mi madre política la Sra. Nina, sufría un accidente al caerse de un tren lesionándose una pierna y aunque fue intervenida en una clínica, jamás se restableció y (281) con su pierna medio inútil tadavia vivió algunos años aunque con mucho sufrimiento, esta mujer nació solo para sufrir solo era feliz estando al lado de sus nietas a la que adoraban y por est, tanto mi esposa como y procurábamos tenerlas con ella lo más posible, hasta que otra desgracia vino a complicar las cosas, y fue que una hermana de mi esposa llamada Elisa que hacía tiempo que andaba delicada de salud, empezó a dar muestras inequívocas de que algo grave padecía, los médicos que la habían visro anteriormente se limitaban a diagnosticar, catarro y recetaban jarabes y pastillas, con especialistas, estos diagnosticaron tuberculosis pulmonar muy avanzada y por lo tanto muy grave; inmediatamente aconsejaron su aislamiento y que los niños, sobre todo, no se acercasen a ella, pues tenia contagio y como no habia posibilidad de internarla en un sanatorio pues estos estaban llenos a rebosar, hab'-ia que cuidarla en casa, asi que su madre tuvo que conformarse con ver a sus queridas nietas, cuando podía venir a nuestra casa de la aldea, fueron unos meses terribles, tanto para ella como para la enferma y aunque por esta hiciéramos todo lo humanamente posible, falleció el (282) dia 24 de Septiembre de 1.948, menos mal, que su enfermedad no tuvo consecuencias para nadie más de la familia debido a que su madre tomó todas la medidas pertinentes al caso, pues en la misma casa vivia con ella, el otro muchacho llamado Miguel. Por esta época ya fue desapareciendo el racionamiento de algunos artículos de primera necesidad, y el tabaco, los 96 ingresos de los trabajadores aunque poco fueron aumentando y la clase baja, los trabajadores, ya podían disfrutar de tomar un vaso de vino visitando la taberna. Para mi todo esto estaba de más, pues nun ca me gustó entrar en los establecimientos de esta clase, asi iban pasando los dias para mí trabajando en la factoria y la tierra, aunque sin privaciones. Debido a que en mi trabajo en la industria , tenia que tratar además de los productos petrolíferos, otros productos todavía más tóxicos como el acido sulfúrico la sosa caustica entre otros, empecé a sufrir de mi estómago, aunque no me impedía hacer mi vida normal, pero en mi presencia física se notaba y tenía que cuidarme. En estas circunstancias, empezó la construcción, por la empresa de una nueva factoría en terrenos muy próximos a Santander, mucho más importante que las dos que ya existían, juntas y con (283) la intención de que una vez terminada, desapreciesen aquellas dos, todo muy lógico y bien pensado, y por esta circunstancia, a mí me encargó la dirección que me ocupase de vigilar los trabajos y personal que allí se rtealizaban, poniendo a mi disposición los medios para desplazarme, ya que de momento seguia viviendo en el pueblo y atendiendo mi trabajo habitual; pero organizándome para poder atender las dos cosas para lo cual la empresa me dio facilidades, asi fue como pude ver todas las fases de la nueva construcción y conociendo todo, igual que me pasó cuando 25 años antes llegué de mi pueblo, para tomar parte en la construcción de la factoria, que ahora se trataba de abandonar. Rn este año de 1.948 otro acontecimiento familiar, pero muy agradable vino a alegrarnos la vida, pues mi esposa dio a luz un niño, el primer varón, cuando la mayor Elvira, ya tenia 10 años, y la segunda, Ma de los Angeles 5 a este hombrecito, le pusimos de nombre Miguel Ángel, y una cosa que llamaba la atención era que de uno a otro de mis tres hijos iban cinco años y coincidía su nacimiento, con aumento de sueldo en la empresa, que se realizaba cada cinco años, los llamados quinquenios, por esto ( (284) algunos de mis compañeros ( (284) algunos de mis compañeros y amigos me gastaban bromas, relacionadas con dicha casualidad. Yo me sentía muy feliz, pues todo iba mejorando, aunque mi dolencia de estómago no desaparecía: otro suceso que nos causó tristeza fue lo sucedido a mi perro guardián "Caifas" al que todos queríamos, sobre todo mis hijas, ocurrió que por aquella zona se declaró una epidemia de rabia (hidrofobia) entre los animales que por allí existían y una nochoe, cuando todos dormíamos, apareció un perro enorme que atacó con furia a "Caifas" yo me somé a una ventana y pude ver cómo luchaban y el escándalo que armaban mi esposa también se levanto y los dos presenciábamos con gran emoción, pero sin atrevernos a intervenir, la lucha que sostenían, hasta que al fin el forastero huyó: en cuanto amaneció el nuevo dia, pudimos ver con pena que Caifas tenia varias heridas sangrando en todo su cuerpo, sobre todo en el cuello: fui a buscar al veterinario y este aconsejó darle muerte pues era seguro que había sido contagiado y era muy peligroso tener aquel animal en casa sobre todo habiendo niños, asi un gran disgusto por parte de todos, llamé a un vecion que poseía escopeta y ante mi reuesgo, se puso de lante (285) del animal, este parecía adivinar lo que le iba a pasar pues se tumbó en el suelo con la cabeza entre las patas delanteras, mirando al hombre que le apuntaba con la escopeta y recibió dos tiros en la cabeza muriendo en el acto: este momento fue muy emocionante para todos, incluidas la ninas, pues aquel animal había prestado enormes servicios en su condición de guardián de la casa y la finca, sobre todo en la época de la fruta, 97 pues nadie se atrevía a entrar a robarla, también hay que decir que mi esposa, hacia participar a los vecinos y amigos de todo cuanto los árboles daban y que era mucho. Acto seguido hiuce un hoyo cerca de la casa y allí enterramos al pobre "Caifas", durante muchos días no le faltaba la visita de mis hijas ni las flores que ellas con toda su inocencia colocaban sobre la tierra que lo cubría. Pocos dias después de este suceso, mientras todos dormíamos, en la casa, alguien entró forzando una ventana de la planta baja y y buscando por la casa, nos robó varias cosas y además encontró el dinero que yo habia cobrado aquel día, de la venta de una partida de hierba, encontrándome yo una sorpresa al levantarme por la mañana, esto nos hizo recordar más a nuestro (286) perro guardián, con el, no hubiese ocurrido. Como era natural se dio aviso a la guardia civil, pero de los ladrones, jamás se supo nada; lo único que adelantamos fue que durante varios dias, a la hora de merendar venia una pareja, hacia preguntas, investigaba la casa y los alrededores, hasta que se les daba de merendar, después desaparecían, hasta el día siguiente: Cuando dejamos de darle de merendar, ya no volvieron y nada más supimos del asunto. Poco tiempo después, vinieron de Santander a vivir con nosotros, mi hermano Francisco y su esposa, con una niña que tenían, pues debido a una averia en la casa que habitaban, tuvieron que desalojarla. Juntos trabajábamos la tierra, el igual que yo, tenía su empleo en el puerto de Santander, y aprovechaba sus horas Ikibres para ayudarme; de aquellos tiempos, todos guardamos muy buenos recuerdos. Mis hijas iban ya al colegio, para lo cual tenían que andar todos los días diez Kmts. entre viajes de ¡da y vuelta; pero eran muy felices ny el pequeño varón Miguel Angelm se criaba como un ternero, fuerte, robusto y bastante bruto. Asi fue pasando el tiempo y el hambre y las necesidades fueron quedando atrás, aunque nunca olvidadas, con la ayuda de mi hermano, de un obrero albañil y otro carpintero, hice algunos arreglos en la casa y sus (287) alrededores, cosa a la que me comprometí cuando me hice cargo de ella, cuando los dueños vieron la obra realizada y las mejoras y cuidados tanto de la casa como de la finca, quedaron muy satisfechos: pero el destino quiso que mí situación , tanto laboral como económica cambiasen un poco a mi favor, la económica, por que me tocó la lotería, la cantidad no fue importante, pero en aquellos tiempos y dada mi situación económica fue una ayuda; me tocaron 30.000 pts. y también mis padres tubieron suerte, pues les tocó bastante más. En cuanto a mí situación laboral, también mejoró, en lo que a la cuestión económica se refiere, pues en el verano de 1.949 fui propuesto por la Dirección de mi empresa para ocupar el cargo de Encargado general en las factorías de Santander, la que estaba en funcionamiento y la nueva en construcción, la categoría que se me ofrecía, era superior a la que yo tenía entonces y la máxima, a que un trabajador de Campsa podia aspirar y a la que solo llegaban los hombres mejor dotados de cuantos trabajábamos en la empresa: pero esto ocurría cuando el trabajador tenia 50 años de servicio en la empresa, muchos conocimientos profesionales y unas dotes de mando excepcionales, a mi se me decía en la propuesta (288) para dicho cargo que de todo habia dado buena prueba y que la única cualidad que me faltaba era tener más años, pues habia algunas personas en la Dirección que consideraban que era demasiado joven para ocupar un cargo de tanta responsabilidad; yo tenia entonces 38 años y como la cosa me interesaba, lo puse bien, mi esposa me animaba, mucho porque de esta forma, tendríamos que vivir en la capital, pues dicho cargo requería que me trasladase 98 defin ¡tivamente, yo me sentía muy ilusionado, aunque no ignoraba los inconvenientes que dicho cargo llevaba consigo, pues todo el personal quedaba bajo mis órdenes, todos los trabajos, bajo mi control, teniendo como superior, únicamente al Ingeniero director, mis familiares y amigos se sentían orgullosos, pero yo que conocía bien lo que me venia encima, estaba lleno de preocupación; de todas formas acepté y en la contestación a la Dirección con mi conformidad, también exponía mí deacuerdo con quienes me consideraban demasiado jocen y decía "más joven era Franco cuando ascendió a general" asi me salió y asi lo dije, no se lo que pensarían algunos de este expresión pero a mi nadie me dijo nada a pesar de que entonces no el el general Franco; era el Generalísimo, el Caudillo de España, el Salvador de la Patria (289) el no va más, y todo lo que los españoles ya conocemos. A partir de ahora empezó una nueva etapa de mi vida, quizá la más dura, pero en la que tampoco me abandonó la suerte, empezaron las envidias y las intrigas, sobre todo entre los que se consideraban con más derechos, no por méritos profesionales, pues estos nadie se los discutía, pero si por los que pertenecían a la falange o estaban muy vinculados con el falangismo, pues estos consideraban que eran ellos los que tanto en las empresas, como en los organismos estatales, tenían que ocupar todos los puntos importantes, aunque fueran totalmente inútiles, nulos profesionalmente y con una moral que dejaba mucho que desear; pero con un orgullo y una mentalidad que les hacia creerse algo asi como semidioses y razonaban así, ¿como puede ser que un hombre, que ni el, ni su familia van a misa ni a ningún acto oficial, ni pertenece a ninguna organización del glorioso movimiento, que solo tiene amistad con quienes son igual que el, sea designado para este cargo, habiendo en la emprsa camaradas que han prestado y prestan enormes servicios a la causa del movimiento? De todas formas yo hice una serie de observaciones e impuse a la empresa algunas consideraciones que creí9a ineludibles, para el buen cumplimiento de mis obligaciones (290), pues ni en la jefatura de la empresa en Santander, ni en la Dirección en Madrid, se ignoraba y por ello crearon este puesto, que en dichas dependencias existia una indisciplina enorme entre el personal que todos los servicios iban mal, pues las personas responsable que allí había, eran incapaces de resolver, solucinar: ante estas consideraciones que yo hice, recibí toda clase de garantías y felicitaciones por tener entre sus empleados uji hombre con mis condiciones y cualidades de todo tipo y en la mejor edad de su vida: asi pues empecé mi actuación, sin cambiar mi domicilio, por lo que diariamente me trasladaba de Astillero a Santander, haciendo mi comida del mediodía en un establecimiento apropiado. Volvía a repetirse lo que diez años antes, hice, pero en sentido contrario. No necesité mucho tiempo para hacerme cargo e informarme de cual ¡ba a ser la mayor dificultad, para salir xxx de mi cometido: allí habia entre le personal alguien con los que yo trabajé antes de la güera y por lo tanto los conocía; pero la mayor parte habían ingresado, como excombatientes al terminar aquella, entre unos y otros existía cierta rivalidad, pero se ponían de acuerdo para no trabajar y cometer toda clase de raterías, juntos se emborrachaban y se unían muy bien cuando el (291) capataz, un pobre hombre, a quien tenían completamente atemorizado, trataba de evitar lo que ya era imposible, para el, en cunato al jefe de la dependencia, un ingeniero llamado Rpmero, a quien ya he mencionado en mis memorias y que los dos nos conocíamos, estaba disminuido en sus facultades físicas y adema sostenía que el no estaba dispuesto a realizar labores de capataz ni a tratar con los 99 obreros directamente, pero en realidad lo que pasaba era que también le tenían apabullado, asi que cuando yo llegué lo único que me dijo fue que tubiese mucho cuidado, pues el personal no eran más que una pandilla de indeseables, que yo tenía amplías facultades para pñoner remedio a aquella situación, pero que no le trajese complicaciones, que obrase con tacto especial, pues se trataba de personas muy vinculadas al glorioso movimiento, aunque como trabajadores, eran una nulidad completa y agregó, Vd. es joven, conoce perfectamente todos los departamentos de la factoría, conoce al personal antiguo y por otras muchas razones, yo desde este momento le considero aqui, algo asi como si fuese el amo de todo, pero mucho va a tener que trabajar y mucha paciencia va a necesitar. Lo primero que hice fue reunir a todo el personal, y hablarles como se hace con unos (292) verdaderos compañeros, hacerles ver que nuestra misión era cumplir, cosa que en esta empresa no era nada dificil. trabajando cada uno en su cometido y siendo responsables y traté de hacerles comprender que a mi no se me podia engañar, pues conocía todos los secretos de esta dependencia y lo mismo de la que estaba en construcción y que siempre verían en mi al hombre que marca la pauta para la buena marcha de nuestra obligación en la empresa. Yo pude apreciar que no ponían mucha atención a mis palabras, hablaban entre ellos y uno a quien no conocía por se de los nuevos, incluso me dijo "oye, no vayas a creerte que nos chupamos el dedo, que ya somos mayorcitos y sabemos bastante más de lo que tu te cree, y no olvides que hemos ganado la guerra y esto que es bastante mérito, asi que si quieres meterte con alguno, hazlo con tus antiguos compañeros los que estaban aqui antes de la guerra, que tu ya sabes uienes son. Esto me llenó de indignación y contesté; yo aquí no conozco más que a obreros, no a personas y procuraré que todos cumplan con su deber los antiguos y los modernos, pues dentro del trabajo todos somos ¡guales, y si no os chupáis el dedo, mucho mejor, xxx quiere decir que sabéis cuales son vuestros derechos y esto (293) yo nunca lo olvidaré, pero vamos a ver cuales son esos derechos y si también sabéis cuales son vuestros deberes y obligaciones: con mucha paciencia, derrochando esfuerzos y siempre dando ejemplo, fui haciendo entrar en vereda a todos, hasta que fueron dándose cuenta de que a mi no se me podia engañar fácilmente, pues supervisaba todo y mucho me ayudó el conocimiento que tenia de todo cuanto se relacionaba con los distintos trabajos, los cuales tuve que organizar y vigilar: en poco tiempo las cosas habían cambiado bastante, se rendia más y el trabajo bien repartido , para nadie reultaba penoso no faltaban los aduladores, cosa que yo nunca admití y tampooco faltaron las denuncias de los indeseables, relacionadas con mí actuación antes de la guerra, pero totalmente falsas y con este motivo fui citado por algunas autoridades laborales y de investigación, también fueron llamados algunos de mis jefes y estos supe que me ayudaron diciendo la verdady todo se aclaró, quedando demostrado que yo lo único que pretendía era que todos cumpliesen con su deber y que mi conducta habia sido siempre ejemplar como hombre y como trabajador, muy diferente de la que demostraban mis denunciantes y calumniadores de todo esto sali airoso, pero aun faltaba xxx con cosa que (294) fueron ocurriendo, pues no todos se conformaban con su fracaso; pero yo ya conocía de donde venían los tiros y de quien podia esperar cualquier maniobra en contra mía; hubo uno que envalentonado y animado por otros que no daban la cara, se atrevió a entrar en mi oficina y sacando una pistola la puso sobre mi mesa, me 100 contó todos los méritos que habia hecho como militante de la Falange y los que seguia haciendo como persona destacada de la llamada Guardia de Franco yo sin perder la calma, me levanté, tomé la pistola y la arrojé a un pozo, imposible de recuperar al mismo tiempo que le decía yo admito que se me hable; pero no que se me amenace; este elemento, se quedó de piedra, esto causó un impacto fenomenal entre los que lo presenciaron y los comentarios fueron para todos Los gustos, a partir de esto mi prestigio aumentó y sin necesidad de tomar otras medidas contra aquel individuo ni contra otros parecidos a el fueron cambiando de actitud aunque a regañadientes, por lo cual yo no me confiaba del todo: pero conseguí hacerles trabajar, evité las "raterías" y hurtos que en la factoría estaban acostumbrados a realizar para sostener sus vicios que eran muchos: otro de estos elementos a quien cogí ínfragnati en una sucia faena le amenacé con dar cuenta de su grave falta, cosa que (295) no pensaba hacer, pero el hizo también lo menos indicado en este caso y fue que me salió al encuentro, cuando me dirigía a mi casa y sacando un arma blanca intentó amedrentarme, yo le solté una patada en la mano armada y su arma se perdió; entonces su reacción dué bien distinta, lloró, imploró y llegó a ofrecerme lo que le pidiese. Yo solo le dije lo siguiente; vete desgraciado y a ver si cambias de conducta, de lo contrario conmigo estás perdido, como todos los que son igual que tu. Asi entre incidentes laborales, lucha constante, disgustos y preocupaciones pasó algún tiempo y yo tomé la decisión de trasladarme a vivir a Santander, dejando a mi hermano Francisco al cuidado de la casa y la finca en Astillero. Compré un piso modesto, pero que cubria mis necesidades , y ya sin el traslado diario, la vida se hizo más a gusto. El trabajo aumentaba en la factoría y por lo tanto yo tenía que esforzarme más, al mismo tiempo que el personal también tenia que trabajar más y para todos empezó una época en que el que tenia gana de trabajar ganaba mucho más dinero pues trabajaba todas las horas extraordinarias que quería y lo mismo me ocurría a mí, que ganaba más dinero de horas extras que de sueldo (296) y cuando ya empezaba a estar tranquilo, en lo que se refería al comportamiento del personal, alguien realizó unsabotage en la factoría que demostró la ignorancia y la mala intención de quien lo realizó y aunque yo tenía mis sospechas, de quien podía ser no pude comprobarlo y el asunto queó como un accidente pero yo me espuse a un grave accidente por evitar males mayores: ocurrió que una noche, fui avisado a mi casa, por los vigilantes de la factoría, muy alarmados, dándome cuenta de que uno de los depósitos de mayor capacidad, estaba derramando líquido en gran cantidad,; me trasladé rápido, y vi como el depósito tenía abierta una de las válvulas de fondo por la que salía el liquido a raudales, pero era agua, quien lo hizo ignoraba lo que el depósito contenía; pero lo peor fue que al hacer una salida por la parte inferior y no haber abierto una toma de aire por la parte superior, el depósito sufrió una contracción y la cúpula y las chapas laterales se hundieron hacia adentro, de medio depósito hacia arriba, esto fue lo primero que yo vi y lo que me preocupó grandemente; sin pensarlo más subí por la escalera exterior a la cúpula medio hundida y con un gran esfuerzo conseguí abrir una toma de aire, con lo cual el depósito fue recobrando (297) su forma normal en gran parte, todo esto producía un ruido sordo y los guardas que presenciaban esta maniobra se asustaron, pues no comprendían a que era debido, solo estaban preocupados por que no sabían que podia haberme pasado a mi ya que no me veía, primeo porque era de noche y también porque desde el suelo, no era fácil verme a 12 metros de 101 altura, cuando al fin, me vieron bajar aunque un poco nervioso, respiraron; pero creo que pasaron un mal rato; yo ya no podia hacer nada más asi que cerrada la válvula inferior y todos un poco más tranquilos yo me retiré a mi casa, me cambié de ropa, desayuné y una hora antes de que el personal entrase al trabajo, me presenté nuevamente y como que era de día, pude apreciar bien el daño que había sufrido el depósito. Acto seguido se avisó a los jefes, que se presentaron inmediatamente, viendo con sorpresa lo que pudo pasar, haciendo toda clase de comentarios y admirando mi decisión, el peligro a que habia estado expuesto y el acierto y suerte que tuve. De todas formas, el depósito necesitaba una reparación, pues aun les quedaban grandes abolladuras, y cuando se estudiaba la forma de volverlo a poner normal, yo propuse una solución rápida y de poco costo que fue aceptada con ciertas reservas, tal era la seguridad que yo tenía, que lo dejaran en (298) mis manos; aquel ndia, esperábamos un petrolero que venia a descargar productos a los tanques de la factoría, cosa completamente normal, como este buque tenia unas bombas mucho más potentes que de las que disponíamos en la factoría, aproveché esta ocasión y la tubería conectada al muelle y ordené impulsar agua del mar a dicho depósito teniendo bien cerradas todas las salidas de aire, con lo que conseguí que se formase una presió de varias atmosferas; el resultado fue completamente satisfactorio, pues el depósito fue volviendo a su forma cilindrica normal y aunque con algunas pequeñas fugas, de fácil actuación, el asunto quedó resuelto; por mi actuación en este asunto yo recibí la felicitación de mis jefes y un premio en metálico, que yo, devolviendo bien por mal, gasté en convidar a cenar a todo el personal que quiso asistir no faltando nadie: los comentarios puede hacerlos el lector, mientras que la vieja factoría trabajaba a todo rendimiento, la construcción de la nueva iba a marchas forzadas, con varios equipos de hombres trasladados de otras dependencias de la empresa y varios contratistas, teniendo yo que trasladarme constantemente de una a otra separadas dos Kms. esto requería un esfuerzo enorme, pero yo veía zl mismo tiempo que se recibía (299) todo el material, como se iban construyendo los tanques muchos más y de mayor capacidad, que los que existían en la viejafactoria; para darse una idea, la vieja tenia una capacidad de almacenamiento de 22 millones de litros, y en la nueva se estaban construyendo tanques para 80 millones , al mismo tiempo se realizaba el montaje de tuberías de varios diámetros y muchos miles de metros en sus distintos recorridos: montaje de edificios, vias de acceso para el ferrocarril y todos los trabajos para su puesta en marcha con toda rapidez y aunque en los distintos trabajos habí8a personal técnico que los dirigía, yo tenia una labor muy importante que realizar, poniendo de mi parte en todo, un enorme entusiasmo y mereciendo por parte de todos, el calificativo de hombre imprescindible, mientras tanto veía, como mis hijos, con gran alegría, iban creciendo, estudiaban, eran buenos y solo satisfacciones recibí de ellos; mi esposa se sentía feliz, se conservava muy hermosa y todo esto contribuía en gran parte a mi felicidad al mismo tiempo que al exitoen mi difícil cometido en mí trabajo diario, asi que mi prestigio profesional y mi moral eran muy altos, causando asombro mi capacidad de trabajo y organizador, trataba amistosamente a quienes se lo merecían y a (300) los demás correctamente; mis superiores se limitaban a dar el visto bueno a cuanto realizaba pues perfecto conocedor de la organización de mi empresa con una clara visión de las necesidades y misión a cumplir en todos los casos, me xxx a ponerlos en 102 práctica, antes de recibir las ordenes de mis superiores, por todo lo cual estos tenían en mí, ujna confianza sin límites, y lo que más les asombraba, era como manejaba al personal, que fue durante variso años el avispero en que nadie quería meterse ni se atrevía, y yo sin castigos, sin expedientes, sin que la jefatura transcendiese ningún incidente, en que tubiese que intervenir, cada uno cumplía con su cometido, pues buen conocedor de todos sus hombres siempre conseguí situarles donde trabajasen a gusto según su forma de ser y su capacidad y casi todos rendían a tope; pero ¿cuanto tuve que luchar! cunatos disgustos y sinsabores tuve que tragarme, hasta hacer un poco de disciplkina y orden en aquel conglomerado de hombres de diversa condición y modo de pensar, enemigos de realizar el menor esfuerzo y usando su poca o mucha inteligencia en eludir sus obligaciones; pero mi prestigio era tan grande, que la mayoría me admiraban, aunque tenian gran cuidado en manifestarlo (301) y fueron sacando chistes realcionados con mi vitalidad y habilidad para estar en todas partes, mi visión del trabajo y su distribución para todos los grupos y me comparaban con un gran futbolista del Real Santander, un centrocampista llamado Mathiensen que poseía unas facultades físicas extraordinarias y repartía juego a todo el equipo, con pases medidos que casi siempre eran goles, asi que unos me llamaban Mathiensen, otros "Magritos", este era un futbolista muy rápido y que siempre estaba en todas partes donde hacia falta; con estos dos apodos me designaban, otro accidente, este casual tuvo lugar , y que también me obligó a exponer mi vida y del cual salí completamente indemne por casualidad, pues ocurrió que un wagón cisterna completamente cargado con éter de petróleo, líquido en extremo inflamable, tenia su tapa superior abierta mientras se obtenían unas muestras y debido a una chispa eléctrica se prendió fuego, saliendo la llama por la parte superior como si fuese un mechero dio la casualidad que yo me encontraba cerca y hice lo único que podia dar resultado, subí a dicha cisterna, colqué su tapa y como el líquido todavía no habia cogido temperatura, la llama se ahogó al faltarle el aire y el fuego se apagó, yo no sufri el menor daño; pero cuando bajé (302) al suelo, mis piernas no me sostenían y mis nervios estaban a punto de estallar: esto fue presenciado por gran parte del personal que acudieron al dar la señal de alarma y tubieron que ayudarme a andar tal era mi estado y mi emoción; pero evité una verdadera catástrofe: en otros muchos peligros me vi metido que no viene al caso enumerar, pues en esta clase de industria eran cosas que habia que tener siempre muy en cuenta: otro asunto que me daba muchos disgustos u xxx de cabeza, era el atraque de nuestros petroleros al muelle propio y alli atracaban otros barcos con distinto cargamento, existiendo algo asi como la "ley del más fuerte", aunque existia una persona responsable , con el titulo de Comisario del Puerto, pero este hombre, ya con bastantes años encima se dejaba manejar por los contratistas de descarga y carga de barcos, que le imponían sus deseos, muchas veces sin razón, le dominaban y yo tnía que luchar con estos contratistas, pues teniendo razón, no toleraba que me atrepellasen; entre estos contratistas, el más fuerte, por razones politivcas, era un tal Jesús Fiochi este era la cabez principal, entre varios hermanos que tenia a su servicio, uno d ellos llamado Ángel, era uno de los primeros falangistas que empezaron a (303) actuar en Santander antes de la guerra, un verdadero "camisa vieja" que ocupó el cargo de investigación a la entrada de las tropas nacionales en Santander, éste demostró no ser una persona ambiciosa, pero sí fue bien aprovechado por su hermano Jesús, para hacerse una persona 103 importante en los muelles de Santander e imponerse, haciéndose multimillonario en pocos años, valiéndose también de la ayuda de otro hermano llamado Santiago, aunque éste no ha tenido la misma suerte, pues aunque tiene que realizar la parte más dura que es el pelear con los obreros del puerto, su hermano solo le paga un sueldo, igual que a otro llamado Fernando aunque este tiene otra misión menos dura. Yo que los conocía antes de la guerra sobre todo a Jesús que trabajaba como obrero en el muelle y tengo que decir que es el igual que sus hermanos, grandes trabajadores, simpáticos y tratables; pero que van a la suya saltando por encima de lo que se les ponga delante; pues bien, con estos personajes tenia yo que nfrentarme a menudo, unas veces con palabras fuertes, otras con más violencia y varias veces fui amenazado con tirarme al agua; pero (304) siempre me salí con la mía consiguiendo ser respetado por ellos y eso que hasta admirado, todos estos incidentes se terminaron cuando se terminó de construir y empezó su funcionamiento, la nueva factoría, pues ya teníamos nuestro muelle propio. De todas formas y aunque han pasado muchos años, seguimos manteniendo amistad personal, aunque Jesús tiene muchos millones y yo no tengo nada más que la satisfacción del deber cumplido. Estos años que van desde 1949 hasta 1.955 creo que han sido para mi los más duros en cuanto se relaciona con el trabajo. A partir de aqui fui trasladado definitivamente a la nueva factoría que empezó a funcionar, dejanddo en la vieja a otra persona bastante competente; se trasladaron mediante buques tanques todos los productos de una a otra factoría, asunto que me dio mucho trabajo extra y muchos quebraderos de cabeza. Por estas fechas mi esposa, me premió con mi cuarto hijo, una niña que se malogró al nacer y lo mismo que todos, nació cuando el pequeño Miguel Ángel cumplía los 5 años, asi que seguía el curso de un hijo cada 5 años, fue una desgracia y más siendo una niña, pues tanto mi esposa como yo estábamos muy ilusionados. Cuando se terminó el traslado (305) de todo, productos tanques, máquinas tubeís, todo el personal pasó también con lo cual resultaba algo mas cómodo el trabajo para mi aunque fue muy laborioso y complicado el acoplar e instruir a cada uno en su nuevo grupo o sección acorde con su capacidad y teniendo en cuenta que el volumen y movimiento de productos iba en aumento de una manera extraordinaria. En estos momentos el ingeniero jefe D. Fernando de Alvear con quien yo estaba muy compenetrado, fue ascendido y trasladado a La Dirección en Madrid, cosa que yo sentí mucho, quedando como nuevo director su segundo, el ingeniero Romero a quien ya he mencionado anteriormente y viniendo otro nuevo que resultó una persona buenísima, pero con un desconocimiento total de lo que era el desenvolvimiento en una factoría de la importancia de esta, por lo que yo tenía que seguir prácticamente al frente de todo; pero eso sí, con toda clase de facilidades, por lo que cada día que pasaba aumentaba mi prestigio, mi responsabilidad y mi dolor de estómago, aunque esto no me impidió nunca permanecer en mi puesto de 12 a 16 horas diarias, percibiendo unos ingresos muy saneados, no sin tener algún disgusto con mi esposa, por mi entera dedicación a mí trabajo con tantas horas de servicio diarias, fiestas y domingos (306) incluidos. Yo aunque comprendía qu etenia razón no podia hacer otra cosa, dad mi situación pero pensando que esto no iba a durar siempre, ya que no era lógico. Asi pasó un año más y empezó el traslado de personal de la factoría de Astillero asi como los productos almacenados que no eran de 104 mucho volumen, pero si muy complicados, por tratarse de productos rectificados producidos en la planta de fabricación de aquella factoría en la que yo habia permanecido 10n años. Montada una nueva planta en la nueva factoría, todo se iba centralizando aquí y por último pasó también, la dirección, las oficinas administrativas y todo su personal que siempre habían estado en aquella dependencia, cosa un poco extraña, cuya causa yo podría explicar, pero seria muy largo y creo no merece la pena, únicamente diré que allá en Astillero, estaban dentro de la factoría, las viviendas que propiedad de la empresa, ocupaban, el director, el 2o jefe y el jefe administrativo y algunos guardas, para los primeros ya se habían construido en la nueva factoría, cómodas viviendas; pero se resistían a ocuparlas ¿motivos? bien sencillos, a 10 K. de distancia de todo el follón de trabajo, vivían más tranquilos, tenían espacios verdes, los obreros de aquella dependencia les cultivaban huertos (307) en el pueblo eran las persona más importantes y como tenían a su disposición coche y sofer por cuenta de la empresa... y en estas circunstancias se produjo otro cambio de directos. Fue trasladado a Madrid, el llamado Romero y vino a sustituirle otro ingeniero llamado Rafel García Iturri. como es natural el que se iba, le pñuso bien al corriente de todo y tras unas cuantas visitas rápidas a la nueva factoría en las cuales, el mayor tiempo lo pasaba en mi compañía, se trajo a su familia y se instaló a vivir en la casa de Astillero, para algunos, esto fue extraño, para mi no pues en mis conversaciones con el, pude comprobar que era un veterano en la empresa, que no quería complicarse la vida, que me conocía a mí, mucho mejor de lo que yo podia suponer y termino diciendome que me cuídase mucho, que el dejaba todo en mis manos, pues sabía de lo que era capaz y como todos, que siempre le tendría a mi lado en cualquier asunto que pudiese surgir; pero por lo menos iba y venia todos los dias a la nueva factoría, para entrevistarse conmigo y permanecer en su despacho: hizo que se trasladasen su 2 o y el jefe administrativo a sus viviendas nuevas y se dio mucha prisa en conseguir que a mí, me construyesen mi vivienda (308) (308) en el lugar más extrategico de la factoría y que esta, fuese de mi gusto, aunque esto no lo pude conseguir todo, por lo menos me hicieron una vivienda amplia, con toda clase de comodidades, calefacción, servicio eléctrico, amplias escaleras, terraza, desván, que mis hijos convirtieron en sala de fistas para amigos y familiares, parque infantil para mis hijos menores y un precioso jardín, todo se hizo en un tiempo record, con el fin de que yo me trasladas rápidamente a ocuparla; pero aún pasó algún tiempo, pues algunos acontecimientos familiares de todo orden lo impidieron; el primero y bien triste, fue el fallecimiento de mi madre política, que ya haci tiempo se encontraba delicada, esto ocurría en Enero del año 1.959 fue para todos una gran pérdida, murió sin poder conseguir su mayor deseo, que era ver a su hijo Antonio, el cual como ya sabemos residia en Méjico y al que no habia vuelto a ver desde el año 1937 y por el que sufrió prisión, malos tratos y toda clase de sufrimientos fiícos y morales y todo sin ningún motivo ni razón. Poco tiempo después, otro acontecimiento, este muy distinto, pues habían pasado 5 años desde que nación mi último hijo, la niña que se malogró al nacer, cuando mi esposa me obsequió con el 5o hijo, un niño (309) al que llamamos José Antonio, como recuerdo a sus tíos José el que vive en Francia y Antonio el de Méjico: pero entre estos dos acontecimientos otro inesperado y emotivo de mi cuñado Antonio, cuando menos lo esperábamos, acompañado por algunos empresarios mexicanos relacionados con la radio difusión, y garantizado por 105 estos de que en España nadie le iba a molestar, como así fue; esto ocurría a los pocos dias de morir su madre siendo enorme la emoción de todos al verle allá en Madrid y fue por pocos días, no pudiese abrazar a su madre y ella que vivió siempre con la esperanza y la ilusión de volver a ver algún dia a su hijo predilecto, por el cual sufrió prisión, castigos y toda clase de vejaciones. Paralelamente a estos sucesos, mi hija Elvira, la mayor conseguía mediante oposición, ingresar en mi empresa como empleado administrativo, cosa que le hizo mucha ilusión y para ello, habia estudiado con gran interés; pero hubo de trasladarse a otra dependencia de la empresa, en Bilbao y allí permaneció un año, hasta que consiguió verse trasladad a Santander. Por aquellos días recibimos la visita de una joven mexicana llamadaa Mari Carmen, e hija de mi íntimo amigo de (310) mi cuñado Antonio, llamado Manuel Galorza, esta joven vino con idea de visitarnos y pasar unos dias con nosotros era una joven estupenda y a todos nos agradó su trato, ella también se encontraba a gusto entre nosotros y el resultado fue que se quedó a vivir en nuestra compañía durante algunos años, también simpatizó con mi hermano Ángel, el menor de la familia, que prestaba sus servicios en mi empresa y de esta simpatía pasaron a otra más íntima y acabaron contrayendo matrimonio y avecinándose en Santander donde han creado ya una familia, pues tienen varios hijos y de vez en cuando reciben la visita de su padre y hermanos, desde México; también yo hice gran amistad con esta familia sobre todo con Galorza el padre una persona estupenda de origen vasco pero que vive en México desde que era un niño, dedicándose a los negocios, y siendo alia muy conocido, así fuimos también conociendo a muchas personas amigas de mi cuñado y de su amigo Galorza residentes en México, pues todos los que llegaban de visita a España pasaban a hacernos una visita y también a finales del año 1950 vinieron a pasar unos días con nosotros mi cuñado Antonio y su amigo Galorza, fueron unos días muy felices, viajamos un (311) poco por distintas regiones españolas y también fuimos a Francia pues mi cuñado mostraba muchos deseos de ver a mi hermano José, con quien hizo la guerra en el ejercito republicano y a quien no habia visto desde que se separaron en los campos de prisioneros de Francia: fue una visita rápida pero llena de emoción, mi hermano ya casado con una francesa fijó su residencia en aquel país y allí sigue aunque de vez en cuando viene a España y pasa algunos días, está muy delicado de salud pues los sufrimientos en los campos de prisioneros nazis le dejaron profundas huellas. A principios del aó 1.960 trasladé mi vivienda y me instalé en la que la empresa había construido para mí dentro de la factoría creo que fueron los años más felices pues todos nos encontrábamos muy a gusto, aunque yo vivia dedicado por entero a mi trabajo, tenia una familia estupenda, mi hija Elvira trabajaba y estaba junto a su casa , además sostenía relaciones amorosas con un muchacho formidable, llamado Arturo era licenciado en derecho, pero trabajaba en Barcelona al mismo tiempo que estudiaba Ciencias económicas. Mi segunda hija, estudiaba y practicaba la pintura, para lo cual tenia una formidable disposición, obsequiando con cuadros pintados pintados por ella, a toda la familkia, mi (312) hijo Miguel Ángel estudiaba con aprovechamiento el bachiller y el pequeño José Antonio jugeteaba po la casa, mientras la mexicana Mari Carmen, como un miembro más de la familia ayudaba a mi esposa y atendía al pequeño al que adoraba, mis hijos organizaban pequeñas fiestas a las que acudían sus amigas y amigos, pues disponían de un local en la casa que se prestaba muy bien para ello, y que fue magníficamente decorado con 106 pinturas por mi hija Angelines, yo habia conseguido organizar el trabajo y al personal de forma bastante satisfactoria aunque yo no era de los que se confiaban en las cualidades de mis subordinados, pues sostenía y sostengo que en el trabajo hay que dar ejemplo cuando se tiene uncargo de responsabilidad y vale más un toque de atención a tiempo, que un castigo cunado las órdenes dadas no se han cumplico debidamente, pero para esto hay que sacrificarse y supervisar todo sin regatear esfuerzos, adivinando siempre por donde puede venir un fallo, esto es lo que yo hice siempre y me siento satisfecho de los resultados, aunque quizá alguien no me comprenda, pues teniendo como superiores en la empresa a personas con titulo y categoría superior Ingenieros, ayudantes técnicos y otros, tenía que ser (313) yo quien cargase con el peso de todo en una factoría de tan enorme responsabilidad; pero así era y así fue hasta que no pude más, claro que asun pasaron años. Prácticamente en la factoría yo hacia y deshacía, daba ordenes directamente a todo el personal bajo mi responsabilidad aunque también contaba con personas responsables como capataces, jefes de equipo y otros y en cuanto a mis superiores, no podia, ni debia mandarles pero me las arreglaba para que "bailaran al son que le tocaba" y nadie tomaba una decisión sin antes consultarme a mí. En cuanto a entidades o personas relacionadas directamente con mí empresa, como era la Renfe, junta de obras del Puerto, armadores de buques mercantes, y de pesca transportistas, Prácticos del puerto y sobre todo el personal de nuestra flota petrolera que diariamente atracaba a nuestros muelles todos en general se dirigían a mi, para que les resolviese sus problemas o les orientase en sus necesidades y relaciones con la empresa, única en la distribución de materia tan importante como son los carburantes, con todo esto se comprenderá el prestigio que dentro y fuera de mi empresa tenía y de todo esto pueden dar fé cuantos me trataron y conocieron porque además debido a mi carácter, sencillo, pero (314) enormemente practico; solamente tuve algunos roces o disgustos con personas de la empresa bajo mis órdenes, personas que dejaban mucho que desear como hombres y como trabajadores, tenia que luchar cin borrachos, esquizofrénicos, cortos de inteligencia y con otros defectos, pues entre una plantilla de 300 obreros tenía que haber de todo, aunque estos fueran los menos, por desgracia, pero habia que aceptarlos, pues su ingreso en la empresa no fue por méritos como trabajadors sino por su título de excombatientes. También llegó otra desgracia, pero esta puede considerarse natural y fue que mi padre ya con 83 años y asmático desde hacia varios, falleció el 16/2/63. asi quedó la familia compuesta ya por mi madre y mi hermano Ángel, los demás ya casados, todo esto me recordaba cuando nos juntábamos 11 a la mesa, pero todo era normal. En agosto de este mismo año y tas varios años de noviazgo, mi hija Elvira, contraía matrimonio trasladándose a vivir a Barcelona, pues su esposo tenia alli su trabajo y teniendo que dejar ella el suyo en Santander, esto me costó un gran disgusto, pues ya no volvería a tener con ella el contacto diario, tanto laboral, como el familiar, en el primero, porque era para mi un colaboradora estupenda muy eficiente y trabajadora, y en el otro, porque era y (315) es una hija de bendición, pues la adornan todas las virtudes que puede tener una mujer; además de ser muy hermosa e inteligente, repito que fue para mí un duro golpe, pero lo acepté con gusto, puesto que era su deseo y muy natural y humano: asi empezó el desfile de mis hijos, cosa muy natural. No disponía de mucho tiempo para pensar en estas cosas tn íntimas, pues el 107 trabajo me absorvía plenamente, cada dia aumentaban las complicaciones y casi nueva la factoría ya se quedaba pequeña por lo que hubo que ampliarla y al mismo tiempo que se trabajaba a todo rendimiento empezaron nuva s construcciones de tanques, tuberías y edificios, generadores de vapor y toda clase de máquinas propias de dicha industria. Ya hacía tiempo que no ocurría nada desagradable a pesar de ser una industria tan peligrosa; pero una noche, precisamente la noche del 24 de Diciembre de 1.963 y cuando toda la familia estábamos reunidos para cenar y celebrar la noche-buena, se desencadenó una tormenta enorme de viento, agua y gran aparato eléctrico, habia dos petroleros atracados a los muelles y también sus tripulaciones celebraban la fiesta, pues era fiesta para todos, solamente los vigilantes cumplían su misión como otro dia cualquiera, entre el viento, los truenos y los golpes de agua que caían yo percibí que algo anormal (316) sucedía en la factoría y fueron dos cosas muy peligrosas, primero que los petroleros los iba separando el viento de los muelles, pues se rompieron algunas amarras y los tipulantes se vieron muy apurados, para conseguir evitar lo que podía haber sido una verdadera catástrofe, pues estaban cargados con 20 millones de litros de gasolina: pero lo que más me afectó a mi, fue que uno de los tanques en construcción, un verdadero gigante, de 10.000 millones de litros de capacidad se hundió, pues no tenía todavía colocada la cúpula o cubierta, la fuerza del viento derribó sus partes laterales con gran estruendo, yo estaba mujy intranquilo y la cena familiar no tenia para mí ningún atractivo en aquellas circunstancias, aunque trataba de disimular mi inquietud, por no alarmar a mi familia pues los vigilantes me llamaron muy alarmados, que notasen desde alguna distancia lo que ocurría, yo abandoné la reunión familiar y me lancé a la instalación lleno de temor, cuando me acerqué al tanque derribado, pensé que la avería seria muy grave pero por fortuna, solo se trataba de su hundimiento y éste hacía su interior, por lo que las tuberías que pasaban cerca de el y estaban llenas de gasolina no sufrieron ningún daño, que era lo que (317) yo más temía por se lo más peligroso, percatado de todo y tomando algunas medidas, como era la exprema vigilancia, colvi a reunirme con mí familia que me aguardaban llenos de angustia y al verme sin el menor daño, aunque calado de agua, la tranquilidad renació, porque además la tormenta se fue pasando: desde luego, no fue una noche-buena muy tranquila. Tengo que mencionar que todos los años, la empresa destinaba una importante cantidad en metálico a premiar a sus empleados mas eficiente y esto era a nivel nacional; yo puedo decir con la mayor sencillez, pero con satisfacción, que todos los años recibí dicho premio que aunque no era muy grande la cantidad si servia de estímulo, aunque a mi, no me hacia falta esta distinción para estar siempre entregado a cumplir con mi deber en todas las circunstancias: este modo de ver las cosas por mi parte, me costaba alguna regañina con mi esposa, que veia las cosas de distinta forma y quizá no le faltase razón, pues pensaba que era demasiada mi entrega al trabajo; pero cada uno es como es y aunque yo, alguna vez intenté cambiar, sin darme cuenta, siempre volvia a ser lo que mi carácter me dictaba ¿Equivocado? quien lea esto prodrá juzgar, asi era yo. (318)En cuanto a mi situación económica, podia considerarme satisfecho, sin olvidar que no era más que un trabajador a sueldo, aunque bien remunerado, como no tenia vicios ni me gustaban las juergas o francahelas, aunque si vivir bien, tener siempre buena mesa, que mi familia no careciese de nada y que 108 mis hijos se formaran para el futuro, todo lo tenia resuelto y todavía podía ahorrar algún dinero. En cuanto pude disponer del suficiente lo empleé en adquirir un coche un modelo Citroen Z C.V. y con esto se cumplía uno de mis mayores deseos. Pocos meses antes, tuvo que regresar a su país la mexicana que con nosotros vivía, aunque pasado algún tiempo volvería, pero ya casada por poder, con mi hermano Ángel que se habia convertido en uno de mis mejores colaboradores dentro del trabajo, y quizá el mas eficiente, reconocido así, tanto por mi, como por nuestos superiores, pues ya tenía yo en quien confiar en mis ausencias sin que nada en el trabajo diario se alterase, asi pues empecé a disfrutar saliendo de vacaciones con mi coche y parte de mi familia, unas veces unos y otras veces los demás ya que todos tenia algunas obligaciones con sus deberes y estudios, asi que mi primer viaje de importancia, lo organicé (319) acompañado por mi hijo mayor, Miguel Ángel a realizar uno de mis grandes deseos, hacer una visita al pueblo donde nací y pasé mi infancia, que dista de Santander 350 K. y que no habia vuelto a ver desde que salí de en el año 1.923. habían pasado 43 años pues estábamos ya en el otoño del año 1.966. Fue un viaje inolvidable para los dos, pues según nos íbamos acercando yo me iba volviendo niño, los recuerdos se agolpaban en mi mente, tan claros y concisos que más bien me parecía que solo hacía unos meses que habia salido de allí, al llegar al pueblo, todo lo recordé con claridad; pero eso si, todo me parecía más pequeño aunque allí tenia todavía familia, no quise molestarles y nos alojamos en una fonda, bastante confortable; lo primero que noté, que muchas casas estaban vacías y la mayor parte muy deterioradas o hundidas un 85% de familis lo habian abandonado, buscando mejor vivir en otras localidades, todo esto me pareció muy natural y al mismo tiempo muy triste, en mi primer paseo por el pueblo me encontré con personas de mi edad o mayores que reconocí y al llamarlos por su nombre o apodo se quedaban sorprendidas y todos contestaban lo mismo : ¿y Vd. quien es, que yo no lo conozco? mi hijo estaba asombrado y no podia creer lo que veia, le enseñé la casa donde nací y donde nacieron 6 hermanos mas, la casa (320) de mis abuelos, paternos y maternos, parientes o amigos nadie las ocupaba, pero yo volvía a vivir como 43 años antes, me detenia con frecuencia en los lugares donde jugué, donde trabajé y sufrí, mi hijo que notaba mi emoción y la poca prisa que me daba en abandonar aquellos lugares y sobre todo lo que me gustaba charlar con las gentes, que en cuanto me daba a conocer, recordaban a mis padres y me contaban anédotas, muchas de las cuales yo recordaba también, me hizo volver a la realidad diciendome, papá ya esta bien, por hoy, vamos a descansar, y nos fuimos a nuestro alojamiento que era al mismo tiempo restaurant y bar, cenamos muy bien a base de productos de la tierra y allí recibimos la visita de parientes y amigos de mis padres, con lo cual la velada se pñrolongó, pero yo me sentia tan feliz como no lo habia sido nunca, las gentes nos acogieron con enorme cariño y admiración, nos obsequiaban y recordaban las calamidades que alli pasamos casi todos eran pariente, algunos lejanos y todos querían saber como habia sido nuestra vida al salir de allí. Las gentes que allí vivían se desenvolvían bien económicamente, pues eran las únicas que poseían propiedades enormemente productivas y poseían moderna maquinaria agrícola y en sus casas (321) comodidades con en cualquier ciudad, estaban al corriente de todo y la pobreza habia desaparecido entre las pocas familias que quedaban; mi hijo hizo enseguida buenas amistades entre jóvenes de ambos sexos y lo pasaba en grande, 109 conociendo las costumbres, chascarrillos y nobleza del pueblo aragonés, los orígenes des esta localidad y sus antiguos habitantes, como estudiante que era, todo le interesaba, pues sobre todo el pueblo le causó una enorme impresión, posus edificaciones y lugares históricos, no en vano fue declarada años antes "ciudad monumental" y asi decia un enorme rótulo a la entrada del pueblo, que a mí me sorprendió muy agradablemente, estaba encantado y tan feliz como yo, muchas gentes lo visitaban y más quienes se habían visto obligados a abandonarlo como nosotros que fuimos quizá los pri8meros. De Francia llegaban autocares con turistas, y todos tiraban numerosas placas fotográficas, al tiempo que aunimaban sus calles y el comercio hacia su agosto; En estos días llegaron también la Fiestas del pueblo, que una vez al año se celebran y aquello ya fue la locura, alli se reunían casi todas las gentes, sobre todo los hijos de los quye habían abandonado y ya sabe lo que son las fiestas en los pueblos, hay que tener (322) una enorme resistencia física para aguantar y participar en las diversiones que se organizan y sobre todo, un estómago privilegiado, para soportar todo lo que te ves obligado a meter en el con la llegada de estas gentes pude ver a muchas personas, parientes y conocidos por lo que las conversaciones eran muy agradables y el tiempo no daba para atender y aceptar todas las invitaciones que te hacían, fueron unos días inolvidables y aunque parezca extraño, aquel pueblo en el que tanto sufrí, tantas calamidades pasé y tan mal trato recibí, en lugar de odiarlo y de mercer mi repulsa, me sucede todo lo contrario, me atrae, me emmociona y cada vez siento mas deseos de visitarlo y de pasar algunos dias y esto podrá comprobarlo el lector si tiene la paciencia de seguir leyendo. Pasadas las fiestas, agotados físicamente tanto mi hijo como yo, peroemocionados y llenos de felicidad, salimos de el, en dirección a otros pueblos de Aragón donde yo quería visitar a aantiguos compañeros de armas de la guerra civil, recibiéndonos todos con gran cariño e ilusión y obsequiándonos con largueza, y cuando ya el cuerpo no aguantaba más, iniciamos el regreso a casa, no sin antes tomarnos un descanso de 24 horas en una localidad donde a nadie (323) concíamos, bien lo necesitábamos. En casa de nuevo, muchas cosas tubimos que contar al mismo tiempo que también participaban de algunas cosas típicas de los pueblos que habíamos visitado sobre todo, comidas y bebidas. Y otra vez el trabajo, que se había acumulado, pues ninguan medida de importancia se habia tomado sin mí presencia, asi que a resolver problemas, a poner todo en orden y al día, pero pensando en hacer un nuevo viaje en cuanto la ocasión fuese propicia. Tengo que pedir disculpas, pues se me ha olvidado mencionar que mi hija Elvira habia tenido la suerte , al año de casada, de dar a luz auna preciosa niña, mi primera nieta, a la que se le puso el nombre de María del Mar, que ua tenia dos años, y ya venía un hermano para fecha cercana: todo normal¡ por lo tanto, cuando habia pasado un mes de mí viaje con mi hijo por Aragón, emprendí otro con mi esposa a Barcelona y alli asistimos al nacimiento de mi segundo nieto, un niño al que llamamos Arturo igual que su feliz padre: este viaje también fue feliz aunque más corto, pues mis obligaciones y las de mi esposa eran muchas, pero ésta pudo disfrutar de un viaje en coche, en que todo (324) fue maravilloso, sin prisas y parando en los lugares que nos apetecía, Logroño, Zaragoza, Lérida y pueblos intermedios; teniendo este segundo viaje en coche, recuerdos estupendos. En este año perdí también a mí madre, de muerte natural, pues tenía 83 años y fue un milagor que llegase a tan larga edad ya que su vida fue un constante sacrificio; pero murió no acompañada de todos sus hijos pues incluso el que vivia en Francia se encontraba entre todos nosotros. Por ahora todo iba siendo normal y el tiempo iba pasando sin grandes novedades, cuando mi cuñado el de México nos anunció la visita de su esposa y dos de sus hijas, una de 12 y otra de 3 años, fuimos a recogerlos a Madrid y con nosotros pasaron una buena temporada, esta mujer era toda una señora, amable, muy culta y simática y juntos pasamos dias muy felices, a la otra a xxx(hora?) de partir no lo hicieron las tres, pues la mayor llamada Rocío se quedó con nosotros indicado por sus padres que trataban de que conociese bien las cosas de España y se educase en nuestro ambiente, por lo que permaneció con nosotros algunos años: cuando regresó a su país era toda una señorita y mas española que mexicana. También recibíamos con frecuencia la visita de los (325) dueños de la finca que yo administré en el pueblo de Astillero, ya que con esta familia nos unía una gran amistad que todavía perdura, pues es gente con la que siempre estamos de acuerdo por su carácter y amabilidad, teniendo nosotros también en Madrid su casa a nuestra disposición, lo que sentimos es que ya se van haciendo viejos. También mi hijo Miguel Ángel, tuvo que abandonar nuestra casa, aunque solo por época de estudios, pues se decidió por estudiar arquitectura y esto no podía hacerlo en Santander y todos de acuerdo, se trasladó a Barcelona a la casa de su hermana, donde pasando el tiempo normal se convirtió en un arquitecto con muchas ganas de trabajar, por lo que muy pronto y cumplido el Servicio militar se colocó en una gran empresa extranjera, con capital en Cataluña, Andalucía y Baleares, viéndose mi hijo obligado a viajar constantemente, pero tenia y tiena "buena madera" y el trabajo no le asusta, ni las dificultades que encuentra en su camino. Otro acontecimiento familiar importante y agradable, mi segunda hija Ma de los Angeles después del correspondiente periodo de relaciones, contraía matrimonio con un joven ingeniero técnico, llamado Miguel y con trabajo (326) en Torrelavega cerca nde Santander, este acontecimiento reunía por segunda vez a toda la familia y amigos, no faltando la representación mexicana, pues mi casa, se había convertido en una especie de consulado de aquel país en Santander, pues todos los ciudadanos que llegaban de aquel país pasaban por mi casa, y eran muchos, pues mi cuñado que trabajaba como locutor de radio, se habia convertido en el número uno, especializado en tema de fútbol, siendo sus amistades tan numerosas y tan grande su popularidad en la capital mexicana, como sus cualidades retransmitiendo encuentros de este deporte y teniendo que trasladarse constantemente a Europa o donde se celebraba algún partido importante, con este motivo hizo varios viajes a España aunque pocs veces pasó por Santander, por falta de tiempo. En mi casa ya no quedábamos más que mi esposa y yo, el pequeño José Antonio y la sobrina Rocío, todos iban desfilando, mi hija Elvira nos traía otro nieto, con lo cual mi esposa se trasladó a Barcelona como hacia siempre que ocurría este acontecimiento y al regresar a Santander tuvo que atender por el mismo caso a Ma de los Angeles, que tenia también su primera hija, a la que llamamos Paloma Elvira, ya eran (327) cuatro los nietos y "la fábrica en plena producción" La casa se nos quedaba grande, pero en verano y por Navidad resultaba pequeña pues todos, hijos nietos y demás, nos juntábamos en lo que todos llamábamos "la casa madre" lo triste, era verles marchar después de sus vacaciones; pero a todo se acostumbra uno, por Navidad, todos reunidos, todo era má acogedor, permanecíamos más tiempo juntos y además a todos les hacía una enorme ni ilusión, recibir los obsequios que en gran cantidad llegaban a mi casa, cestas enormes con viandas propias de dichas fiestas, como reconocimiento a los muchos favores que yo hacía a entidades y personas, relacionadas con la empresa, que eran muchos, y era de notar, que solo a mi, me obsequiaban existiendo en la empresa personas con más altos cargos que yo: pero la cosa tenia su explicación y ya he dicho en estas pagina, lo que y representaba dentro de la factoría, asi que las comidas eran copiosas, alegres y cuando mis hijos se marchaban , para todos quedaba algo que les recordaba los dias pasados todos juntos y la abundfancia de viandas de la mejor calidad que se consumían en esos dias, ñporque además y por fortuna todos gozaban de buena salud, con un estómago perfecto y una alegría desbordante con (328) unas ganas de vivir ¡limitadas que a mi me hadan muy feliz, lo mismo que a mi esposa y eso que esta llevaba la pero parte, pues las faenas de la casa durante estos dias, la dejaban agotada. Yo, siempre tenia mucho trabajo y a veces este llegó a agriarme un poco el carácter, mis horas de servicio, aunque no era legal, eran las 24 del dia, por tener la vivienda dentro de la factoría y por mi interés en que todo funcionase perfectamente, aunque sabia que cuando dejase por mi edad, o falta de salud, el trabajo, nadie iba a agradecérmelo. De todas formas, que tenia un sustituto en mi hermano Ángel, que aunque sin tener mi categoria, ponía gran interés en todo y estaba bien preparado y es muy inteligente, solo les faltan dotes de mando, pero esto lo adquirirá sí algún dia ocupa mi puesto, pues es la persona mejor dotadan dentro de la factoría, y ocupa ya en la actualidad un cargo de categoria próxima inferior a la de encargado general o sea la mia. A partir de ahora, mis viajes ya eran más frecuentes y mi coche se quedó pequeño, pues siempre viajaba con varios familiares o amistades por lo que adquirí otro más potente y de superior categoría, un coche que colmaba ya, todas mis aspiraciones, una marca inglesa muy acreditada, el "Morris 1.100" un gran (329) coche; esto era a mediados del año 1.968 y ya habia circulando por las carreteras españolas gran cantidad de vehículos, pues cualquier trabajador con algo de categoria podia adquirirlo, pues también las facilidades eran muchas, pero aquí vino un pequeño compromiso para mí, mi hijo Miguel Ángel que tambiensentia una gran afición a conducir y que se le daba muy bien, empezó a pedirme que se lo dejase, cuando se encontraba en casa en periodo de vacaciones, y esto a mí ya no me gustaba, pues cuando accedía a sus deseos, lo hacía de mala gana, no me gustaba que nadies manejase mi coche y busqué la solución adquiriendo para el, otro más modesto y usado aunque en perfecto estado, un modesto 600, con lo que los dos nos sentimos felices: con este coche iba y venia a Barcelona, disfrutaba pasando por mi pueblo, que tanto le gustaba y donde tenia grandes amistades, sus estudios los llevava muy bien y como que tenia 20 años, tenía que hacer el servicio militar, aprovechando una ley que concedía prórroga a los estudiantes con aprovechamiento, para hacer este servicio ineludible se acogió a esta ley y pudo terminar la carrera antes de incorporarse a dicha obligación, se llamaban Milicias universitarias y tuvo que hacerlas en varias etapas y en distintos campamentos, y todo (330) salió bien, prestándole magníficos servicios su modestito coche; porque además ya tenia relaciones con una magnifica muchacha de Santander y esto también era motivo para trasladarse a Santander siempre que se presentaba la ocasión aunque fuese por pocas horas. Yanto mi hijo como yo debemos estar bien dotados para conducir sin 112 descartar la suerte que siempre nos ha acompañado, pues ya en los años que siguieron a la compra de mi 2o coche, la circulación en las no muy buenas carreteras españolas era enorme, los accidentes cuantitativos pero a nosotros jamás nos ocurrió nada ni siquiera el más leve susto a pesar de haber recorrido todas las carreteras españolas y portuguesas, cuando estoy escribiendo estas paginas mi coche ya tiene 10 años en mi poder y todavía no ha necesitado ninguna reparación de importancia, bien hay que decir que yo lo cuido mucho por lo que tanto en presencia como en rendimiento está perfecto, un gran coche en fin. Con motivo de la terminación del Servicio Militar y jura de bandera de Miguel Ángel, realizamos un viaje al pirineo leridano, al campamento de Talart un maravilloso viaje, haciendo un alto en mi pueblo; en este viaje también iba mi hija Ma de los Angeles con su esposo e hija, en su coche y en el mió, mi esposa, mi hijo José Antonio (331) y la novia de Miguel Ángel, recorrimos todos los lugares dignos de visitarse, del pirineo aragonés y leridano, pero lo que má les gusto a todos fue mí pueblo, que solo yo conocía a la vuelta nos acompaño también Miguel Ángel, en su coche; fue una excursión maravillosa, por que además también acudieron al campamento mi hija Elvira su esposo y sus hijos, desde Barcelona, trayendo nosotros a Santander sus dos hijos mayores, pues estábamos en el mes de agosto y como en Santander no se está en ninguna parte, mi felicidad era completa, pues todo se desarrollaba según mis deseos, no hace falta repetir que mi hobbi mayor era viajar, las demás diversiones para mi estaban de más. Así iba pasando el tiempo; mi trabajo de forma intensiva y dos o tres excursiones al año. mi restigio en la empresa iba en aumento pues me había convertido en la persona indispensable, todos los problemas que surgía los solucionaba, el personal obrero cuyo trato eral el pero de los problemas respondía en su mayor nmarte y nunca tuve necesidad de llegar a soluciones extremas aunque los había que bien merecían alguna sanción ejemplar, siendo en España la única dependencia en que no hubo necesidad de incoar expediente al personal en los muchos años que yo estube al frente de todo ni tampoco sufrió nadie (332) accidente alguno de importancia; pero todo esto lo conseguía a fuerza de sacrificios por mi parte aunque lo tenia bien merecido, jamás adopté la vida cómoda, siendo el primero en dar ejemplo en las ocasiones en que el trabajo era duro y de responsabilidad: pero como nunca faltan los desgraciados, envidiosos e incapaces de nada positivo, tampoco yo me libré de esta plaga: existia un grupo de mandos intermedios entre los ingenieros y yo titulados, ayudantes técnicos, con categoría superior a la mia, sobre el papel, pero incapaces de solucionar nada dentros del trabajo, estos hombres, generalmente jóvenes, en cuanto conseguían un puesto en la empresa, ya se daban por satisfechos y yo no tuve la suerte de dar con ninguno, que mostrase interés por cumplir con su deber ni realizar el menor esfuerzo, por aprender, prácticamente lo que en una de estas dependencias era indispensable, por mucha teoría que conociesen, para mí todos sobraban, aunque siempre los traté con respeto y corrección: pero ellos sentían celos de mí, no veian con buenos ojos, que tanto el ingeniero Jefe como el 2o solo contasen conmigo para todo y asi se lo manifestaban en diversas ocasiones, estos señores con muchos años de experiencia en la empresa y habiendo pasado por varis dependencias, lo que querían era personas que solucionasen todo, asi que en contestación a sus (LA PÁG. 333 NO EXISTEIX, PASEM A LA 334) 11: (334) quejas y lamentaciones les decían: Procuren Vds. imitarlo y demostrar el mismo interés que el en todo cuanto se relaciona con la buena marcha de la empresa; pero para eso hay que sacrificarse, pero desde ahora mismo, pero son Vds. jóvenes y deben demostrar de lo que son capaces, ya saben Vds. que por ahora, el es quien resuelve todos los problema que surgen en la factoría y los que surgirían sin su directa intervención. Vds. deben saber todo esto y tratar de poner remedio, mientras tanto el será mi mano derecha y también puede llegar el dia que se canse, así poco mas o menos los despedía; pero las cosas seguían igual, estos técnicos todos tenían algún trabajo fuera de la factoría y esta poco les importaba en realidad, como el sueldo lo cobraban igual a fin de mes. Yo por mi parte, pensaba que dicho Jefe, era una buena persona, pero un mal director, pues no era capaz de obligar a estos señores a funcionar como era su obligación, mientras yo tenia que cargar con su trabajo y hacer mucho más que lo que me pertenecía en realidad, hasta que quizá viniese otro, que organizase las cosas como desbia ser; pero mientras tanto todo seguía igual y ya ya tenía 60 años y algunos achaques, mi estomago me daba mucha lata, mi sistema nervioso tampoco funcionaba del todo bien y mi paciencia (335) no era la misma de siempre. Finalizaba el año 1971 y las obras en la factoría se terminaron, por ahora, con lo cual el trabajo resultaba algo más cómodo sobre todo poar mí y con menor esfuerzo el rendimiento era mayor, pero también aumento el movimiento de productos, la capacidad de la factoría llegó a los 200 millomes de litros, la descarga y carga de buques era permanente, la salida de trenes y camiones iba en constante aumento, las máquinas ya eran insuficientes, los generadores de vapor igual, pues en el horario normal de 8 horas no se podían abastecer todas la necesidades, por lo que habia que recurrir a trabajar muchas horas extrordinarias en algunos departamentos de la factoría, otro hecho importante fue la entrada en la Dirección de la empresa en Madrid, un nuevo director general un hombre relativamente joven llamado López Majano y este reunió a su alrededor un equipo a su gusto y siendo el delegado del estado, para Campsa el Sr. Silva Muñoz, todos estos señores empezaron a realizar algunos cambios en el funcionamiento de la empresa, uno de ellos fue suprimir las horas extraordinarias, en algunos departamentos, turnos continuados de 8 horas con lo cual el servicio se realizaba (336) ininterrumpidamente las 24 horas: esto me costó mucho trabajo y disgustos, pues el personal ponía inconvenientes y además yo me encontraba con muchos inconven ¡entes también porque el personal como puede comprenderse era insuficiente, sobre todo, el especializado, por lo que de forma intensiva hubo que prepararlo, pero lo que nadie quería eran cargos de responsabilidad aun recibiendo mayor retribución y fue para mi, muy difícil organizar tres equipos, pero al fin lo conseguí, cargando yo con más trabajo, pues los tres turnos giraban bajo mi vigilancia, siendo prácticamente mi servicio las 24 horas, hasta que la cuestión se fue normalizando y los equipos se fueron responsabilizando, mi labor en este sentido me dejó bastante cansado, por lo que en cuanto pude me tomé unos dias de descanso y acompañado por mi esposa y Roció la mexicana nos fuimos a mi pueblo a pasar unos dias de descanso: para mí trasladarme a este lugar y cambiar de ambiente ya era un gran descanso y me sentia feliz y rejuvenecido: en uno de estos viajes me ofrecieron en renta una casita situada en buen lugar y en buenas condiciones económicas, no dudé en adquirirla, y 114 me hizo mucha ilusión, igual que a todos mis hijos pensando en pasar allí largas temporadas cuando llegase la hora de mi Jubilación que ya estaba (337) cerca: pero aun me quedaba mucho que luchar y a veces me sentía cansado y con algunos fallos en mi salud, que siempre había sido estupenda, no faltando nunca al trabajo en mis muchos años de servicio y total entrega, lo más delicado era mi estómago que me hacia sufrir bastante, siendo la opinión de los médicos que esta dolencia era producida por mi estado nervioso y constante preocupación pero a pesar de todo yo seguía mi vida normal, sin más contratiempors. A finales de este año 1.971, la Dirección de la empresa en Madrid, organizó un homenaje a sus empleados con 40 años o más de servicio y nos hizo reunimos en Madrid, en uno de los mejores hoteles, esto a mi me hizo una gran ilusión y alli acudí lleno de curiosidad y también con la idea de conseguir algo positivo, pues además de ser uno de los empleados más antiguos de la empresa, no ignoraba que también en la Dirección estaba bien considerado. Una vez en Madrid fui presentado a los altos directivos, teniendo todos palabras muy emotivas y de agradecimiento hacía mi, siendo lo que más me emocionó, el encontrarme con con muchos antiguos amigos y conocidos que hacia muchos años que no veía, todos de mi edad, aunque con menos años de servicio que yo, antífuos jefes y compañeros que estaban esparcidos por toda España y que yo al verles (338) los llamaba por su nombre viéndose sorprendidos de que les conociese después de haber pasado 40 años o mas: ya he dicho en alguna otra ocasión que soy un gran fisonomista y que poseo una memoria privilegiada: pues bien, cuando todos nos encontrábamos reunidos en un gran salón del hotel, nos dirigieron lias más bellas palabras, haciéndonos pasar a todos por la presidencia uno a uno, y llamándonos por nuestro nombre, al mismo tiempo que daban a conocer al mucho público que asistía como espectadores invitados, los años de servicio que llevamos en la empresa y nuestros méritos y condiciones, poniéndonos como ejemplo a otros empleados de la Cia. y tengo que manifestar, sinmodestia, que fui uno de los que más bellas palabras me fueron dirigidas y más aplausos recibió; una vez terminadas las presentaciones, fuimos obsequiados con un recuerdo simbólico, un diploma, un magnífico reloj Omega de oro y fuertes abrazos del delegado del estado en Campsa, Directo general, presidente del consejo de administración y del consejo de accionistas, todo muy bonito, aunque yo sabia que no eran más que palabras, pero en fin la cosa estubo muy bien: seguidamente se celebró un ágape, para homenajeados e invitados al que nada faltó y cosas finas siendo algunos centenares de personas la que ocuparon (339) las mesas, símpatizándome a mi algunos periodistas que me hicieron varias preguntas y alguna fotografía. Las preguntas no se han publicado en ninguna parte y las fotos jamás las vi, a pesar de tener gran cuidado en lo que contestaba a sus intencionadas preguntas, con intencionas respuestas, antes de abandonar Madrid, quise hacer una gestión para conseguir algo que yo sabia que era muy difícil; se trataba de conseguir un puesto de trabajo en la empresa para mi hermano de mi esposa, el menor llamado Miguel, cuyo trabajo en su empresa, una fabrica de loza, se acabó, después de pertenencer a ella desde sus años jóvenes cuando ya estaba en la guerra; ahora el ya tenia mas de 40 años y era muy difícil que en Campsa pudiese ingresa, pero la suerte me acompañó una vez más, pues al ser recibido por el jefe de personal de la empresa, un señor llamado Cabanillas, y esponerle mis deseos me dijo, si por Vd. no se hace esto ¿por quien va a 115 hacerse? vayase tranquilo y muy pronto tendrá noticias mías o de mi departamento, efectivamente no habían pasado 8 dias cuando mi cuñado Miguel, recibía el aviso de ingreso y adema con categoría de vigilante en la factoría de Vigo. para todos fue una sorpresa, menos para mi, que ya lo esperaba, aunque no tan pronto (340) Escribí dando las gracias a dicho señor, que por cierto, era también de los antiguos de la empresa, a lo cual el me contestó anunciándome su jubilación por lo que solo podría disponer de el, en su vida particular, pasado algún tiempo supe de su fallecimiento, como poco a poco de otros antiguos conocidos, por motivo de su edad. En Campsa, iban quedando pocos o ninguno, de los que como yo, ingresaron en el año1.928 aunque yo ñera mucho mas joven que ellos. Ya iba la mitad del año 1.972 cunado mí hijo Miguel Ángel, terminaba sus estudios de arquitectura, terminaba su milicia y empezó a trabajar con ganas, e ilusión de crearse un porvenir y a finales de este año contraía matrimonio, encontrándonos mi esposa y yo con una nueva hija a la que ya queríamos por haberla tratado y conocer sus magníficas cualidades, pues le acompañaba todo, belleza, inteligencia y amor por su esposo, y además los dos eran muy jóvenes, pero bien preparados para que su unión fuese un éxito como habia sido la de sus dos hermanas. Como su trabajo lo tenia en Barcelona, allí fijaron su residencia y muy cerca de donde vivia mi hija Elvira, que ya habia tenido su cuarto hijo, un niño llamado José Miguel. Como puede verse ya estábamos la familia, repartida en partes (341) iguales, mitad en Barcelona y mitad en Santander pero con nosotros solo el pequeño José Antonio, pues Roció nuestra sobrina mexicana, que ya se había convertido en una mujer, tenía por obligación que regresar a su pais, a su casa, pñues su madre estaba gravemente enferma, falleciendo algún tiempo después, produciendo un gran dolor entre los suyos y de cuantos la tratamos, era una gran mujer. Al empezar el año 1.973 una disposición de la Campsa autorizaba la jubilación de sus empleados que tubiesen cumplidos los 60 años y 25 de servicio como mínimo; las condiciones económicas eran buenas y muchos empleados, sobre todo entre el personal obrero de todas la categorías pidieron su jubilación, prácticamente me quedé sin los más antiguos y entre ellos muchos bastante eficientes en el trabajo: para cubrir sus puestos fueron llegando jóvenes de otras dependencias y desgraciadamente resultaron un lastre, pues no mostraban el menor interés en ponerse al corriente, para rendir con eficacia en las misiones que se les encomendaban y otra vez me tocó la "doma de potros" y los disgustos aumentaron al tiempo que yo perdía facultades disícas y ganas de luchar y empecé a pensar en jubilarme, mis hijos, notaron mi preocupación, aunque yo no les habia hablado de lo que pensaba; cuando les comuniqué lo que pensaba (342) todos se alegraron y me animaron a que pidiese mi retirada, por muchas razones, la primera que habia trabajado y luchado bastante, podia irme por la puerta grande, pues no habia tenido tdovai el menor fallo, mi situación económica resuelta, pues mis ingresos iban a ser los mismos que estando en activo, pues ya habia tenido yo en cuenta siendo jove, que esto tenia que llegar y cotizaba mucho dinero por distintos conductos para cuando llegase mi retiro, mis hijos me decian, Papá ya está bien de trabajar, búscate un entretenimiento, descansa y disfruta de la vida ahora que todavía tienes buenos años, queremos nuestro padre, no al "Mandarrias" de la Campsa siempre lleno de problemas y preocupaciones. La única que no estaba de 116 acuerdo era mi esposa, y sus razonamientos eran que no podria adptarme a la nueva situación, dado mi carácter y no habiendo hecho otra cosa en mi vida que trabajar y siempre entregado totalmente a lo mismo, en esta situaciónj fue pasando el año 1.973, el ingeniero Jefe Garda Iturri enfermó gravemente tenia un poco más edad que yo y este cuando le visitaba, siempre me decia lo mismo. Vd. a trabajado mucho; ha tenido mucha suerte y debido a su inteligencia y su aactividad no ha tenido el menor fracaso, va Vd. a tener que aceptar , nuevas normas que seguramente no serán de su (343) agrado, debido a la nueva estructuración de la empresa y Vd. no se merce más que agradecimiento y los nuevos responsables en la dirección ya no le conocen a Vd. ni a nadie, por lo tanto esté alerta y observe lo que pasa y sobre todo tenga mucho cuidado con el nuevo ingeniero Jefe que manden para sustituirme a mí, pues yo se, que ya no volveré. Todo esto me hacia pensar y recordar los muchos antiguos compañeros que del trabajo habian salido hacia su tumba, pero yo, no pensaba llegar a esto, pudiendo evitarlo. A primeros de diciembre del año 1.973 llegó el nuevo ingeniero jefe un hombre relativamente joven de nuevo ingreso en la empresa, era según decían, un recomendado de la esposa del Caudillo Franco, un hombre cuyas maneras nada me gustaban, daba a entender claramente que desconocía totalmente lo que era una factoría de la Campsa, lo suyo era teoría; pero imposible de poner en práctica sin antes pasar mucho tiempo y realizar costosos cambios en la estructuración y organización de la factoría, cuando yo le fui presentado por el 2o Jefe, solo dijo, ya le conozco por referencias, pues el nuevo Jefe de personal en Madrid es mi amigo. De momento, yo pensé que a mi eso no me importaba, y no hubo más conversación, nos mandó retirarnos, diciendo que estaba muy ocupado. (344) Yo, durante ese primer mes de actuación de este señor, nunca recibí órdenes directas de el, si no a través de sus ayudantes técnicos; esto era lo más natural, pero eran una órdenes que tenia que cumplir que unas veces eran una verdadera animalada y otras imposibles de realizar, yo al recibirlas de los técnicos se lo hací ver con razonamientos pero ellos me decían, dígaselo Vd. a el pues yo no hago más que cumplir lo que me ordena, así que cuando yo trataba de convencerle y razonar lo que no debia hacerse com el lo ordenaba, me disparaba una retaila de teorías ilustradas con cuadros de producción, rendimiento hora, xxx y toda una serie de novedades en el trabajo, que me dejaban aturdido; pero el terminaba diciendo: haga Vd. las cosas como se le ordenan y nada más, el caso es que tampoco sus ayudantes, los técnicos, entendían nada de aquello; pue si entendían los razonamientos que yo exponía, resultado: yo obligaba al personal a realizar lo que se me ordenaba y este me hacia notar a mi lo inútil de aquel trabajo que yo les obligaba a realizar. Cuando se comprobaba que aquello no servía, llegaba la orden de volver a ponerlo como estaba, total, trabajo totalmente inútil, rebeldía entre quienes lo habían realizado, protestas de todo tipo y disgusto para mí. (345) como todos los años llegó Navidad y toda la familia nos reunimos en la "casa madre" en mis conversaciones con mis hijos yo hacia notar que quizá esta fuese la última vez que en aquella casa nos reuníamos todos, pues si yo me jubilaba, tenía que dejar la casa para quien me sustituyese, a mis hijos esto nada importaba, pues en esta o en otra sienmpre lo pasaríamos juntos; lo que hacia falta era que yo me retirase y viviese mi vida, antes de que fuese tarde. Con el principio del nuevo año, los cambios se hicieron mas radicales en la organización y las nuevas normas de trabajo desconcentraban a todos, pues nadie aceptaba de 117 buen grado dichos cambios, ni la forma de imponerlos, pues se estaba demostrando la incapacidad de quien daba las órdenes y en estas condiciones to era uno, quizá, el más afectado, pues de nada servia mi esperiencia, ni mis conocimientos, ni tampooco la opinión de los antiguos jefes, ya que la alta Dirección de la empresa estaba en manos de los nuevos jóvenes que habian ingresado y estaban ingresando, unos impuestos por políticos y otros por personas de gran influencia económica; los antiguos jefes con muchos años de servicio en la Campsa fueron relegados a segundo termino, obligados a jubilarse o se les hacia la vidda imposible y asi fue como se iba cumpliendo el deseo del nuevo Director. López Majano que al ocupar su puesto, dijo que no quería en la (346) empresa a nadie que tubiese 60 años o más. De esta forma la empresa se iba deshumanizando, los empleados desconfiaban unos de otros y la vida se nos fue complicando, pñues la Campsa uan índustira tan compleja y a la vez tan sensilla de manejar se convirtió en algo, difícil de explicar y por referencias que yo tenia en todas las dependencias pasaba lo mismo, acusando de una manera muy sensible, el descenso de producción y el aumento de gastos: yo contemplaba todo esto y pensaba que tantos unos, los de arriba, como los ingenieros jefes de factorías rectif¡carian, pero tambienpensaba que yo no lo iba a ver, pues la idea de jubilarme cada vez era mas firme ny decidida, aunque tenia mis dudas de poder adaptarme; pero eran muchas las cosas que me obligaban a tomar aquella decisión, la principal, mi estado de salud y mi moral que era muy baja: así llegó el mes de Marzo del año 1974 y yo me retiré. Esta decisión mía fue para muchos una tremenda sorpresa pues no concebían aquel centro de trabajo sin mi presencia y para mi esposa fue causa de un enorme disgusto, que la produjo una gran tristeza y depresión, pues tenia la idea que yo no podría adaptarme a la nueva vida y esto la obsesionaba. Ante mi retirada, el personal de la factoría en masa, me rendió un homenajue conssistente en un obsequio de regalo y un recuerdo simbólico, ambas cosas (347) las conservaré siempre, además organizaron una XXX-homenaje en la cual se pronunciarían muy bellas palabras de despedida y deseándome los más felices años futuros de descanso bien merecido a esta cena, también asistieron mis hijos, para lo cual Miguel Ángel se trasladó desde Barcelona. Todo esto lo agradecí con toda mi alma y me propuse aprovechar bien mí descanso, levantando mi moral y cuidando mi salud. Los primeros meses fueron muy duros tanto para mi como para mi esposa, como tenia previsto, me cambié de domicilio, trasladándome a una vivienda de mi propiedad, al centro de la ciudad y muy a gusto de mi esposa, fue amueblada, no olvidando que en verano y en Navidad nuestros hijos se reunirían con nosotros. Contra lo que tanto mi esposa como pensábamos, nos fuimos adaptando a la nueva situación aunque realizando un gran esfuerzo y cuando estubimos instalados en el nuevo domicilio, trasladamos todos los muebles de la casa que tubímos que dejar, a la casa de mi pueblo natal, con lo cual nos encontramos con dos viviendas perfectamente acondicionadas para toda la familia; como este pueblo se halla a la misma distancia de Santander como de Barcelona, mis hijos y nietos se trasladaban con frecuencia, aprovechando fiestas, fines (348) de semana, o vacaciones al mismo tiempo que nosotros lo hacíamos desde Santander y allí nos reuníamos todos, sintiéndonos muy felices y yo sobre todo; mí esposa se fue recuperando, a lo cua! contribuyó todo este jaleo y cambio de costumbres y yo sentía notablemente que mi estado de salud mejoraba, asi pasaron algunos meses y 118 para nada me acordaba de mis antiguas actividades en la Capsa, si no era cuando mis antiguos compañeros venían a saludarme a darme cuenta de lo que alli pasaba, todo muy desagradable, notándose demasiado mí ausencia, pero felicitándome por el acierto de mi decisión al retirarme y el buen estado de salud y ánimo en que me encontraba, mis viajes al pueblo eran frecuentes y alli si que me sentía feliz y creo que esto contribuyó a mi totoal recuperación y la de mi esposa, pues en el pueblo éramos apreciados y respetados, contando con muchos y buenos amigos, asi iban transcurriendo los días cuando recibimos la invitación de mi cuñado Antonio, el que vivia en México para pasar una temporada en su casa, siendo su hija Rocío la que con mas ilusión nos rogaba que fuésemos pues ésta recibió su mayor alegría , cuando supo que yo había dejado el Trabajo, pues ella sabia muy bien, por los años que vivió en nuestra compañía, de los (349) muchos problemas preocupaciones y disgustos que mí cargo me proporcionaba; y para que no pudiésemos poner disculpas a realizar dicho viaje, nos enviaba también los pasajes para el avión de ida y vuelta, a falta nada más de pedir nosotros la fecha: enviaron tres pasajes, o boletos como dicen allá, para mí, para mi esposa y para el pequeño José Antonio y un cuarto boleto para que con nosotros viajase, un hijo de mi hermano Antonio que enviaba su abuelo, el padre de la mexicana Mari Carmen. íntimo amigo de mi cuñado Antonio y mió, Manuel Galorza , asi pues el día 25 de julio de 1.974 volamos hacia la capital azteca, en un avión colosal de las Líneas aéreas mexicanas que resultó un viaje completamente feliz, con escala en Miami y todo de lo más agradable; pero lo mas inesperado fue la llegada al aeropuerto mexicano y contemplar la ciudad desde el aire de noche, un espectáculo grandioso e inolvidable, con sus millones de luces de todos los colores. Sus anuncios luminosos en toda la extensión de una ciudad de 12 millones de habitantes y al fin el aterrizaje, todo perfecto, pero lo más sorprendente para nosotros fue el recibimiento que nos dispensaron nuesta familia, sus amigos y muchas personas (350) que nosotros ya conocíamos por haber pasado por nuestra casa en Santander y que como aquí, habian sido bien atendidos y agasajados nos demostraban su agradecimiento, alli habia fotógrafos tirando placas con entusiasmo, señoras con ramos de flores para mi esposa, mientras nos abrazaban y besaban y nos llevaban casi en volandas a sus magníficos coches, todo esto nos llenó de confusión y nos hizo pensar sí no se habrían equivocado confundiéndonos con alguna celebridad del cine o personalidad importante en otras actividades; pero no: todo lo habia organizado nuestra sobrina Rocío, después de los saludos y contestar a muchas preguntas, sobre todo a los que nos hacían los españoles refugiados alli desde 34 años antes y grandes amigos de mi cuñado nos trasladamos a su casa, situada en una magnífica urbanización a las afueras de la capital, una vivienda individual, rodeada de jardín y en su interior, llena de comodidades, quedando gratamente sorprendidos, pero muy felices, aunque un poco aturdidos, por el recibimiento y cansados acusando un poco la diferencia de horario y la altura con relación a España sobre todo Santander, pues nuestros lectores ya saben que esta diferencia de altura es de 3000 mts. una vez solos y en la intimidad de la familia (351) pudimos conocer y tratar a todos, pues Rocío tenía otros dos hermanos, un magnífico muchacho de 20 años llamado Luis Miguel y una jovencita de 14 años preciosa, llamada Rosa Elvira. Tras unas horas de descanso e intimidad, empezamos a recibir a diario visitas de maigos la mayor parte españoles exiliados y que no habian vuelto a España 119 desde que se vieron obligados a abandonarla, ñpor las causas que todos conocemos, alli vimos a personas de toda clase y condición, comerciantes, pequeños industriales, gentes de profesiones liberales, abogados, médicos, ingenieros y deportistas sobre todo futbolistas que en los años próximos a nuestra guerra eran los más famosos en España y fuera de ella, alli yo pude charlar a gusto con los xxx (Regueiro?), Lángara,xxx (Vantolrrá?), Fernando García este de Santander, concretamente del pueblo de Astillero, donde yo conocía a su familia, y otros muchos que alli habían logrado situarse después de llegar a la edad nde no poder practicar el deporte, todos estos hombres tenían con mi cuñado una amistad entrañable por su profesión, pues ya he dicho antes que desde que llegó a México se había dedicado, pñrevia preparación, a la radiodifusión y cuya especialidad era el fútbol. XXX en la capital azteca, el número uno, con una popularidad (352) enorme, donde era conocido y lo es hoy con el pseudónimo de "El Moro" siendo escuchados con gran interés su charlas, noticias y comentarios diarios, por todo los aficionados a este deporte que en México son muy numerosos; todas estas personas que nos visitaban, nos invitaban a sus casa, pues todos querían saber cosas de España, y era muy emocionante comprobar como la añoraban, algunos estaban mal informados, sobre la situación y condiciones de la vida de nuestro país y preguntaban sin descanso. Yo a veces tenia que sacarles de su error, procurando ser sincero; pero lo que pude comprobar en mis conversaciones con estos hombres, fue que seguían divididos en su forma de pensar con relación a la política y a la organización en la futura España, a los acontecimientos que la esperaban cuando el general Franco dejase de existir cosa que ya se veía próxima. Alli visité yo el edificio donde estaba instalado el gobierno de la República Española con la bandera flotando al viento, cuyos colores rojo amarillo y morado me hicieron recordar otros tiempos, siendo este gobierno y ésta bandera los únicos que México reconocía como representantes de España. Pero lo más notable para mi era la diferencia que existia entre el modo de pensar de los españoles exiliados (353) (¿falta una linea?) y los que vivían alli. Años antes de la guerra civil española, pues estos eran simpatizantes del régimen franquista y todos habían hecho algún viaje a España, hablamos a su regreso de lo que habían visto, claro que como solo contaban lo bueno, los exiliados no lo creían y así empezaban las discusiones entre ellos, en muchas de estas tuve yo que intervenir y aclarar muchas cosas sin apasionamientos, poniendo las cosas en su punto, estas conversaciones se hadan interminables pero yo pude comprobar que a pesar de todo la amistad y la cordialidad era la nota dominante entre ellos Mi esposa se sentía muy feliz charlando con su hermano y sobrino, obligándola a hacerse cargo de la casa y su administración, pues desde que la madre murió, las cosas no iban muy bien, asi que se convirtió en el ama de casa y fuera xxxx en todo, con gran contento de todos sobre todo de su hermano, que desde que murió su esposa, veia que las cosas no iban bien, pero nada podía hacer para remediarlo y a parte de la pérdida de ella, cosa que todos comentábamos, pues era una gran mujer, el estaba muy afectado, el chalet que ocupaba, lo compró para que ella se sintiese feliz, le puso su nombre, "Villa Berenice" pero ella no llegó a conocerlo y fue su hija Roció, la (354)que se ocupó amueblarlo y ponerlo en condiciones para ser habitado. Como el tiempo de permanencia en aquel pais, era limitado para nosotros, y deseábamos conocer lo más posible de lo mucho que allí hay que ver, empezamos a 120 organizamos, puesto que ya nos habíamos ambientado con respecto a la diferencia de altura, aunque extrañábamos mucho los alimentos; pero esto no era inconveniente y después de conocer lo más importante de la ciudad de México, nos trasladamos a Acapulco en la costa del pacífico, fuimos en coche y conocimos las más importantes localidades que hay en esta ruta. Con nosotros venían mi cuñado y sus hijos y al llegar a Acapulco lo que mas nos sorpñrendió fue la miseria que en los alrededores y a la entrada de dicha ciudad pudimos ver: chavolas de cartón y latas con sus habitantes pidiendo una limosna a los viajeros, niños desnudos y sucios, muchos niños y todo esto, contrastaba notablemente con el lujo y derroche qye se hacía en la cadena de hoteles que rodean la inmensa playa a la que se llega en ascensor sin salir del hotel en este la temperatura era deliciosa gracias al aire acondicionado, pero en la playa no se podia estar sino era dentro del agua pues la temperatura era superior a (355) los 40° y esto para nosotros era insoportable habituados a la temperatura del norte de España Dentro de la ciudad, y en cuanto salías del hotel, la suciedad y la miseria era la nota característica, sin embargo a las gentes se las veia felices, sentadas o tumbadas al Sol, sin ropa y comiendo cualquier chuchería pero trabajando no vimos a nadie. Mí cuñado nos decia que allí se trabaja de noche y que el resultado era la cantidad de niños que había, todo esto, claro, en plan de broma. También allí visitamosn a muchos españoles, amigos de mi cuañado y todos dueños de algún negocio, restaurants o establecimientos similares, que estaban allí desde el año 1.941 como exiliados y siempre con estas gentes el tema de conversación era España a la que todos deseaban volver, pero cuando el régimen franquista no existiese: alli permanecimos 15 días y ya estábamos deseando volver a la ciudad de México, donde la temperatura era mucho más agradable y el ambiente más de acuerdo con nuestro modo de ser. Aunque también existe la gran miseria junto al lujo mas refinado; pero esto es en toda la nación, aunque en las grandes ciudades es más acusado y mientras mi esposa visitabaa acompañada por (356) su sobrina todas laas cosas agradables que hay allá y que son muchas para el turista, yo lo que hacía era lo contrario, visitaba lugares y conversaba con gentes de toda condición y más me convencía de la gran diferencia de clases que allá existe, no pudiendo evitar hacer comparaciones con la forma de vivir en España, pero claro, sin la libertad que allá existia: otra que nos llamó la atención fue, la inmoralidad que existia entre los funcionarios del Estado; pues con una propina, allí dicen "mordida" se te habren todas las puertas y hacen la "vista gorda" a cualquier infracción que cometas; pero en general, la gente igual en todas las esferas sociales, es muy amable ¡ respetuosa. Lo cual produce una sensación muy agradable y esto no dejó de sorprenderme, pues lo que yo tenía entendido era que a los españoles nos odiaban la mayor parte de los mexicanos, que ya desde niños los educan y enseñan ese sentimiento, debido según decían alia a las barbaridades que Hernán Cortés y los demás conquistadores españoles cometieron en aquel país. De todas formas yo este sentimiento no lo noté quizá por mi corta estancia en aquelpais, pero los que vivían alia desde hacía muchos años, asi lo manifestaban, aunque están muy agradecidos, pñor la acogida de que (357) fueron objeto cuando tubieron que abandonar España. Los días pasados allá, se fueron volando también pude comprobar que en aquel país hay enorme posibilidades económicas, para que la miseria deje de existir, pues debido a mis charlas con algunas personas ¡nígenas, bien preparadas 121 técnicamente y de forma intelectual, el nivel de vida que es muy bajo solo lo justifica la indolencia y la educación que el pueblo mexicano ha recibido: otra cosa, en la que todos, indígenas u extranjeros están de acuerdo y yo también, es que la culpa de todo la tienen sus vecinos por el norte, los poderosos E.E.U.U. dueños de ntodo lo que en México da dinero y bienestar, los gringos como ellos llaman. Antes de dejar aquel país puede ver a algunos exiliados españoles a los que conocía y ahbia olvidado hasta que los vi. La vuelta a España también fue un viaje feliz, volamos en un jumbo de Iberia, con escala en Montreal (Canadá) una vez en Madrid erntregamos a mí sobrino a sus padres, mi hermano Ángel y esposa y nosotros seguimos viaje a Barcelona a ver a nuestros hijos a los que tuvimos que contar muchas cosas, pasando con ellos unos días muy agradables. Yo hice un resumen de todas mis eperiencias en aquel viaje y aunque tendo que decir que (358) i estancia en aquel pais fue muy agradable yo me sentía más feliz en españa con todos sus defectos. De vuelta a Santander pasamos por mí pueblo donde también tuve que explicar muchas cosas con relación a nuestro viaje a México y de aquia nuestra casa en Santander donde mi segunda hija nos traia el 6o nieto, una niña a la que llamamos Patricia. Tras unos días de descanso y como nuestra salud y estado de animo era estupendo, organizamos otro viaje por asturias, Galicia, entrando en Portugal por Tuy y recorriendo las principales ciudades y lugares importantes del vecino pais: el viaje en mi coche fue un sedante sin prisa y pude comprobar también la pobreza y atraso que aquí existia no pudiendo evitar hacer comparaciones con relación a España aunque en Portugal vi cosas maravillosas y guardo un recuerdo muy agradable, lo que más me llamó la atención fue la visión con todo detalle del Puente sobre el rio Tajo en Lisboa, por el que pasé, un dia de gran viento, que me causó gran emoción al notar que se movía y que sentí un gran alibio al verme al otro lado, en tierra firme. La nota más importante para mí, fue la diferencia de precios en hoteles y restaurantes, con (359) relación a España: aqui en Portugal, todo era más barato y otra cosa que llamó mi atención fue la amabilidad de las gentes y el firme de las carreteras portuguesas, que en la mayoría es de adoquines, por lo que es conveniente llevar las ruedas del coche, más bien bajas de presión para sentir menos molestias, pasados 15 días en este país, volvimos a entrar en España por Badajoz, recorriendo toda extremadura y parando 24 horas en cada ciudad importante admirando mucho Cáceres aunque al lector le parezca extraño, pero mucho más nos gusto Salamanca donde pasamos dos días, de aqui a Zamora, donde también existen cosas que admirar y por último León, cuya estancia en el parador de Turismo San Marcos se está de maravilla, aquí tuve tiempo de hacer algunas comparaciones con mi reciente viaje a México y llegué a una conclusión que como España no hay nada para pasar por toda ella sin prisa, en paln turista y que ninguna español debia dejar de conocerla, antes de viajar al extranjero, claro que esta es una opinión muy personal. Todos estos viajes contribuyeron a que tanto yo como mi esposa recuperásemos totalmente, nuestra salud y mi estado físico ya era formidable sintiéndome feliz de estar jubilado y sin ninguna (360) oblígacióny en cuanto a mi esposa, recuperó su tranquilidad, ovídando sus depresiones y sus crisis nerviosas, pues todos los viajes y estancias se realizaron sin el menos incidente ni la más mínima contrariedad. Saliendo de León nos dirigimos hacía Santander pudiendo admirar la belleza que se contempla desde el puerto de San Glorio en el límite de ambas provincias y pasando 24 horas en la villa de 122 Potes lugar que a pesar de estar cerca de Santander no habíamos visitado desde que nos casamos en Marzo del año 1.937 en plena guerra civil española. Y ya la llegada a casa a mediados de octubre, haciendo sin prisas, un resumen de todo lo visto y recorrido y dedicando los elogios que se merecía mi coche, por su comportamiento, sin el menor fallo, ni contratiempo a pesar de los muchos kilómetros recorridos por toda clase de carretera. Pues bien, empezaron las clases para el pequño José Antonio en el colegio y para nosotros las visitas a familiares de exiliados que visitamos en México a los que tubimos que explicar muchas cosas sobre ellos. Con la llegada de nuestra 6a nieta la pequeña Patricia también llegó una época floreciente para sus padres, pues que habían iniciado unos negocios relacionados con la mecáncia, en la que el es un experto (361) y las cosas iban muy bien, aunque mucho tenía que trabajar; y adquirieron una vivienda junto a la nuestra, por lo que prácticamente estábamos juntos y sus niños pasaban con nosotros la mayor parte del tiempo y sin más novededes llegó Navidad, fecha en que como todos los años, nos reuníamos en mi casa toda la familia, armándose la gran revolución, entre hijos y nietos, juntándonos a la mesa 15 personas y como esto duraba 10 días como mínimo, mi esposa terminaba agotada con tanto ajetreo; pero feliz viendo a toda la familia en perfectas condiciones de salud y económicamente. Los niños contemplaban el árbol de Navidad que todos los años se instalaba con sus regalos para todos y otra cosa muy emotiva era la llegada de los obsequios, que a mi seguían enviandome como cuando estaba en activo en la empresa personas y entidades que no olvidaban los favores que yo les presté. Pasados estos días cad uno volvía a su lugar habitual y la calma volvía a la "casa madre" como todos la llamaban y la siguen llamando, por estas fechas 10 de Enero del año 1975 yo recibí una oferta de trabajo que me satisfací plenamente, trabajo sin ninguna complicación, que a nada me comprometía y que podía realizar a mi conveniencia, que además de ser de (362) carácter muy humanitario, sde trataba de prestar ayuda a los automovilistas que tubiesen alguna avería a contratiempo, para lo cual contaba con toda clase de medios. Coches ntaller, con personal especializado, grúas y todo esto en servicio permanente, haciendo yo el horario de servicio que más me conviniese y desde un despacho con emisoras y telefonos dirigir a las patrullas al lugar donde se les necesitaba, esto me producía muchas satisfacciones y me gustó, aunque la retribución era muy pequeña pero esto era lo de menos, lo importante era que me entretenía algunas horas del día y me sentía satisfecho. Esta empresa, se llama A.D.A. "ayuda del Automovilista" y tiene carácter nacional, asi pasarton los meses de Enero, Febrero y Mar4zo y a primeros de abril recibimos otra invitación para trasladamos nuevamente a México donde nuestra sobrina Rocío iba a contraer matrimonio y nosotros teníamos que ser sus padrinos de boda. Aceptamos la invitación y empezamos los preparativos de viaje hacia aquel pais que tan buenos recuerdo tenia, sobre todo para mi esposa, pero en este viaje nonos acompañaría nuestro hijo José Antonio pues sus obligaciones escolares no se lo permnitian. E dia 12 de abril (363) iniciamos nuestro segundo viaje a la capital azteca, pero este viaje no resultó tan feliz como el primero, pues nada más elevarse el avión en que volavamos, sufrió una averia uno de sus motores y tubimos que aterrizar de nuevo en el aeropuerto de madrid-Barajas, esta averia retrasó su salida 8 horas con el consiguiente disgusto y preocupación de los pasajeros, cerca de 500 que íbamos en el. con esto retraso se desorganizaba, todo lo realcionado con la 123 llegada, para las gentes que nos esperaban en el aeropuerto mexicano, cuando el vuelo se reanudó de nuevo, algo flotaba en el ambiente, entre los pasajeros que a todos nos tenía preocupados, observando cin interés aunque disimuladamente las reacciones de la azafatas y personal de servicio en el avión, que aunque trataban de tranquilizarnos, nos sentíamos inquietos y si el lector ha realizado algún viaje des este tipo, volando de noche, sobre el mar a 11.000 mts. de altura y 10 horas seguidas comprenderá cual era el estado de ánimo del pasaje, aunque sin motivo: cuando llegamos a Montreal y el avión tomó tierra con absoluta normalidad, nos sentimos muy felices y para nada nos acordábamos del retraso y del transtorno que a quienes nos esperaban les causaba. Este aterizaje era normal, ya (364) que los aviones de Iberia, en su vuelo a la capital azteca de ida y vuelta hacían escala en Montreal, mientras que los de las "Líneas Aéreas Mexicanas" lo hacían en Miami, permaneciendo en ambos aeorpuertos lo mismo unos que otros una hora aproximadamente; pero nosotros o sea nuestro avión, en esta ocasión taardó 5 horas en salir: anomalia que nos fue comunicada en la sala de espera dándonos cuenta de que se estaban revisando a fondo los motores del avión algunso. Yo creo que algunos pasajeros, igual que yo algo notamos en el vuelo desde Madrid y de ahí nuestra inquietud, con estas hora perdidas, la compícación del cambio de horario y la mala información que en el aeropuerto de México dieron a los que esperaban, resultó que a nuestra llegada nadie nos esperaba y mientras buscábamos un taxi, cosa nada fácil en aquellos momentos apareció nuestro sobrino Luis Miguel, que sin saber si habíamos llegado o no se dio una vuelta y nos encontramos por casualidad, pero muy felices y nos trasladó a sus casa, donde su padre y hermana Roció no estaban pues habían tenido que salir a obligaciones ineludibles, lo mismo que otros familiares y amigos que nos habían esperado a la hora normal de la llegada del avión. (365) asi que ya en casa, cuando todos fueron llegando allí nos encontraron sintiéndonos todos felices de vernos otra vez juntos, pero ahora como se trataba de los preparativos de la boda de Rocío y el lector ya sabe lo que esto lleva consigo, haciendo mi esposa de madre y ama de casa y con poco tiempo por delante, no hubo tiempo para visiteos sobre todo para ella, pero en casa, a todas horas habia parientes por parte de la madre de Rocío y amigos de la familia con sus regalos, asi que el trabajo era mucho para organizar todo para la fecha prevista y muy poxima porque además la boda se quería celebrar por todo lo alto y haciendo bien las cosas. Cuando llegó el dia señalado, todo estaba preparado: la ceremonia se celebró en una pequeña iglesia católica, cuya iglesia de los tiempos de la conquista tenia un valor artístico incalculable y en ella celebraban su enlace casi todas las familias de los españoles residentes en aquella ciudad, unos exiliados y otros que vivían alli antes de la guerra civil española, aqui hubo algunas diferencia entre la novia y su padre, pues este no estaba conforme con esta ceremoniano, pero se trataba de su hija mayor y tuvo que acceder a sus deseos. Fue una ceremonia inolvidable por lo emotiva y por las gentes de toda clase y condición que a ella asistieron como invitados conociendo alli a (366) muchas gentes que no habíamos visto en el viaje anterior y siendo nosotros los padrinos, el blanco de todas las atenciones y miradas, después de los novios, por nuestra condición de familiares llegados de España para dicha cermonia. Después de la ceremonia religiosa nos reunimos todos en el banquete de bodas este se celebró en un establecimiento muy conocido en la ciudad, quizá el más popular "El Centro Asturiano" que 124 reunía unas condiciones inigualables para esta clase de fiestas, siendo alli donde también lo hadan todos los españoles e hijos de estos, reuniéndose cientos de personas para comoer y divertirse. Todo resultó magnífico y los padrinos recibimos tantas atenciones como los novios, aunque no faltó la nota triste y era que el padre de la novia recordaba en aquellos momentos a su fallecida esposa y también porque le hubiese gustado que su hija se hubiese casado con un español o descendiente de ellos; pero ante los hechos consumados tuvo que aceptar como yerno a un mexicano auténtico, el cual parecía un gran muchacho por todos conceptos, se llamaba Guillermo Torres y ni el nombre ni su físico, tienen nada de la raza azteca y esto ya era un consuelo para el. Tengo que hacer constar que mi cuñado, además de tener mucha popularidad como locutor de radio, era delegado de venta de la empresa "Pedro Domecq" en México y por (367) ello era conocidísimo y apreciado sobre todo entre los propietarios de restaurants y toda clase de lugares donde se consumen bebidas a las que aquellas gentes son muy aficionadas, demasiado para mi gusto. Al dia siguiente a la ceremonia, el nuevo matrimonio, se trasladó a la ciudad de Monterrey en el norte de México y frontera a E.E.U.U. pues alli tenia el nuevo matrimonio su residencia debido a que el trabajaba como técnico en una empresa de aquella ciudad, la más industrial en todo el territorio mexicano. Pasados unos días, fuimos invitados a pasar unos días con el nuevo matrimonio, circuntancia que aprovechamos y tomando un avión , nos trasladamos a Monterrey pasando unos días deliciosos junto al nuevo matrimonio y durante los cuales pudimos comprobar que Guillermo era una persona muy culta y con una simpatía desbordante, por lo que yo pensé que su suegro, cuando le tratase, no le importaría que fuese mexicano, ¡un gran muchacho! tanto a mi como a mi esposa nos llamó poderosamente la atención la ciudad pues en nada se parecía a las que conocimos de aquel país; sus gentes, sus edificios y calles, su forma de vida y costumbres nos recordaban por muchas cosas nuestra Barcelona en España, aunque (368) su climatología es de los dos extremos en invierno menos de 0 o de temperatura y en verano pasan de los 40° como pudimos comprobar nosotros por aquellos días y estábamos en Mayo. Durante el viaje de vuelta pudimos contemplar desde el avión la grandiosidad de aquel país, sus montañas, valles, ríos y todo cuanto puede contemplarse desde el aire, a nuestra llegada a la capital nos sorprendió la lluvia que en aquellos momentos caía y como no habíamos avisado de nuestra llegada, nadie nos esperaba por lo que tuvimos que alquilar un taxi y con este motivo yo me llevé una gran sorpresa, pues antes de ocuparlo, el conductor nos preguntaba a donde queríamos ir y uno tras de otro se negaban a llevarnos, sin explicarnos las causas, yo estaba muy enfadado, cuando por fin, encontramos uno que ajustando su precio previamente y pagando por adelantado, inició su recorrido, por lugares que yo no habia visto, pues recordaba perfectamente los lugares por donde había pasado desde el aeropuerto a la casa de mi cuñaado en anteriores viajes además el coche se detenía con frecuencia en lugares habitados por familias humildísimas y el sofer platicaba con algunos hombres en una jerga que yo entendía muy poco, Novia fuertemente y como era de noche yo empecé a alarmarme (369) pues era mucho tiempo el que tardábamos en llegar, al preguntarle al sofer si es que no sabía el camin o, solo me dijo si yo era español o gringo que es como llaman allá a los norteamericanos al contestarle yo que era español y que estaba de 125 muy mal humor por lo extraño de su comportamineto, nada contestóp, pero yo simulé que llevaba en mi poder una arma y el observava por el espejo retrovisor mis movimientos y lo que hablaba con mi esposa, que yo procuraba dar a entender que iba a disparar contra el si no llegábamos enseguida al final de nuestro recorrido, pues llevábamos más de tres horas en el coche; yo tengo que decir que estaba pasando un mal rato y lo mismo le ocurría a mi esposa, cuando al fin enfilamos una avenida muy conocida por mi, pues en ella se encuentra el Estadio azteca famoso en todo el mundo y que siempre me fijaba en el, pues por alli pasaba siempre para ir a la casa de mí familia, aqui ya respiré y como enseguida llegamos a casa, nos apeamos y mientras mí esposa llamba, pues estaban todos acostados, yo traté de aclarar con el conductor su extraño comportamiento, pues este, puso su coche en marcha y sin contestarme nada, se alejó. Tampoco mi cuñado me pudo explicar aquel extraño comportamiento, aunque (370) mucho platicamos sobre esto, llegando a la conclusión más normal, ignorancia del conductor, aunque más de tres horas era demasiado tiempo empleado, aunque desconociese totalmente el recorrido, y no volvimos a mencionar dicho asunto, que para nosotros fue muy preocupante y nos sentimos muy tranquilos cuando terminó el recorrido. Al casarse Rocío, su padre se encontró otra vez, sin ama de casa que la gobernase pues la pequeña Rosa Elvira iba al colegio, por lo que mi esposa tuvo que hacerle cargo nuevamente de todo pero como este solo podia hacerlo mientras estubiesemos allí, mi cuñaso tuvo que buscar una mujer, que no era nada fácil, pero pagando bien la encontró y mi esposa la fue poniendo al corriente de todo lo necesario, era una mexicana autentica, con sus trenzas de pelo colgando hasta la cintura; muy respetuosa y trabajadora, a la ... llamábamos Dña. Carmen hizo muy buenas migas con mi esposa y su dedicación era por completo a sus obligaciones, gracias a esto, pudimos hacer algunas excursiones y conocer maravillosos lugares y poblaciones, admirando en todas ellas las edificaciones de tipo colonial español; pero en todas partes mucha pobreza y diferencia de clases y muchos niños, todos desnudos o poco menos, mientras las personas mayores, tomaban el sol, al parecer ninguna (371) clase de preocupación como el tiempo pasaba rápido y el calor resultaba agotador, los últimos días los pasamos en casa, recibiendo visitas y charlando y yo, ya me iba acostumbrando a la indolencia de las gentes de aquel país, cosa que llamó la atención de mi esposa, creyendo algunas veces que me encontraba en fermo. También ella notaba el cansancio, pero esto no impedia que enseñase e impusiese a la pequeña Rosa Elvira sus obligaciones en la casa, con vistas al futuro. La última visita mía fue a un español de Santander, amigo de mi cuñado llamado Eulalio Ferrer . este hombre, que siendo muy joven, salió de España en compañía de sus padres a quienes yo conocía en Santander, habia logrado mediante su esfuerzo lograrse un porvenir fabuloso, pues se dedicaba a negocios de publicidad y era dueño de un enorme edificio en el centro de la capital, que por sus dimensiones se veía de todas partes, siendo de noche, llamaba más la atención por sus letreros luminosos donde se leia Publicidad Ferrer y allí tenia instaladas sus oficinas con una gran cantidad de personal en cada una de sus plantas. Cuando le anunciaron mi visita, salió a recibirme y me encontré con un hombre de unos 50 años, todo bondad y sencillez y tan enamorado de Santander que la conversación que sostuvimos soio fue relacionada con el (372) mismo tema Santander y España, su padre, un socialista sano y activo y que en Santander había ocupado numerosos 126 cargos durante la época republicana, ya habia fallecido; pero su madre vivía y me invitó a visitarla, asi como a su esposa e hijos y en uno de los coches que tenia a su servicio nos trasladamos a su casa situada a las afuera de la ciudad, en una colonia residencial donde vivían todas las personalidades que regian los destinos de la nación y los magnates de todo tipo: al ver su casa yo creía estar soñando, pues ni en los cuentos de "las mil y una noches" he visto nada igual y soy incapaz de señalar las maravillas que alli existen, destacando en su exterior, un fabuloso parque natural de una grandiosidad sin igual y en el interior de la casa, jardines con una variedad de flores maravillosas, y lo que mas llama la atención del visitante es un museo del Quijote con figuras, escenas y personajes que en el libro de Cervantes se mencionan, y este museo es lo que más le enorgullece a su propietario, que piensa según me dijo a mi, donarlo en su tiempo, a la nación mexicana, y como contraste de todas estas maravillas, la conversación con su madre, una anciana, de lo mas simpático y sencillo que solo la gusta hablar de su Santander donde nació, se crió y pasó las mil calamidades de la clase trabajadora, (373) , ya que su difunto esposo era tipógrafo en una imprenta que dependía de un jornal. Total que salí de allí tremendamente impresionado por lo que habia visto. Este hombre, que viaja constantemente por todo el mundo, que ha escrito libros con temas de publicidad y convivencia, que posee numerosos títulos de universidades de todo el mundo, cuando viene a Santander le gusta reunirse con sus amigos y compañeros de la escuela laica a donde asistía en la infancia, visitar los barrios por donde jugó y hacer la vida de cualquier santanderino de la clase trabajadora, yo suelo acompañarlo a menudo en sus paseos y charlamos de todo, haciendo una vida muy tranquila porque muy poca gente le conoce únicamente se habla de el y se publica su fotografía en la prensa cuando se concede por el ateneo de Santander el premio anual a la mejor novela publicada, que lleva su nombre o el de su padre "Premio Eulalio Ferrer" y que lleva consigo una cantidad en metálico importante pagado por el con este motivo, todos los años, al dar su fallo el jurado y premiar la mejor novela, se celebra una gran fiesta organizada por el Ateneo de Santander a la que asiste con su familia y algunos amigos entre los cuales me cuento. Y llegó el dia de partir hacia España, que yo, ya deseaba, pues recordaba demasiado (la PRIMERA LINEA DE LA PÁG. 374 ÉS LA MATEIXA DE LA 372) (374) al pequeño José Antonio que aunque había quedado bien atendido en casa de su hermana Ma de los Angeles, el también nos hechaba de menos; asi pues tomamos el avión un jumbo de Iberia, con un poco de recelo por lo que pasé en el viaje de venida, y haciendo escala en Montreal, como era lo normal; tomamos tierra en Barajas con toda facilidad; como ya estábamos en el mes de junio, también en Madrid hacia calor y estábamos deseando llegar a Santander a nuesta casa donde la temperatura era deliciosa, asi que tomamos el primer tren, después de realizar en Madrid algunas visitas y encargos de gentes de México y llegamos a casa sin más novedades. Como el calor ya era la nota dominante en todo el interior de España, pasamos el verano en Santander y al llegar el otoño nos trasladamos a mi pueblo donde yo me sentía feliz y muy cómodo rodeado de amigos y parientes a los que tuvimos que contar muchas cosas relacionadas con nuestro segundo viaje a México y sobre todo las anedotas que siempre se producen y que a aquellas gentes les gusta escuchar, sobre todo si se las adorna con un poco de ingenio como yo solía hacer. Desde mi pueblo nos trasladamos a Barcelona donde nuestros hijos nos esperaban 127 con grandes deseos de vernos y contarles nuestras andanzas por tierras mexicanas. Estos viajes en coche eran para mí, el (375) mejor sedante y me sentía feliz rodando por las carreteras españolas, sin prisa, contemplando todo a mi paso y pasando donde nos apetecía. Ya había desaparecido por completo mi desorientación y angustia que tanto me hizo sufrir los primeros meses de mí jubilación, mi salud era perfecta y mi esposa tambiense había habituado a la nueva vida, aunque los dos recordábamos los años pasados en nuestra vivienda de la Campsa, de la cual salieron nuestros tres hijos mayores, para contraer matrimonio y empezar su nueva vida, pero tampoco olvidábamos las preocupaciones y disgustos que alli sufrimos y comparando una situación con otra, la actual era mucho mejor en todos los sentidos, mi presencia física y mí salud eran estupendos y extrañaba a muchas gentes amigos o conocidos que yo estubíese ya jubilado a pesar de mis 65 años; pero me sentía feliz y procuraba estar al tanto de cuanto acontecía en España que ya se vislumbraba el cambio de régimen y que la dictadura franquista se desmoronaba, como asi ocurrió, antes de lo previsto, debido a la enfermedad de Franco y su muerte inmediata: este acontecimiento trajo el desconcierto para muchos españoles, la preocupación y ansiedad eran notables, mientras para otros españoles suponía la gran ilusión, la esperanza, pero también la inquietud, sobre todo para los que habíamos pie... (376) (FALTA UNA LINEA) ...mente la guerra civil y todoslos acontecimientos acaecidos y dervados de ella. Yo, personalmente veía el porvenir muy incierto, pero lo que no deseava de ninguna forma era que volviese a pasar lo que pasó a partir del año 1.930. sin ser pesimista, veía se aproximaban tiempos duros para los españoles y que había que afrontarlos, pero por todos, cosa muy difícil dado el carácter nuestro, la falta de educación cívica y la ignorancia a que habíamos estado sometidos los últimos 40 años: empezaron a formarse partidos políticos, centrales sindicales y la consiguiente propaganda de cada grupo: esto para los españoles menores de 50 años era algo nuevo y desconcertante; pero para mi y los de mi época volvía el recuerdo de los años 1929 a 1936, aunque ahora veíamos las cosas más difíciles, ¿Como iban a dejar el poder, todos los gobernantes que durante 40 años habían ocupado todos los puestos importantes de la nación impuestos por el dictador, sin que el pueblo interviniese para nada? asi pues me convertí en espectador, procurando estar al tanto de todo cuanto pasaba y como se desarrollavan los acontecimiento que a todos los españoles me interesaban. Mientras procuraba hacer una vida sana, y sin complicaciones, pasando algunas horas en mi ocupación de Ayuda al Automovilista que me agradaba y (377) proporcionaba algunas satisfacciones, realizando de vez en cuando, algunos viajes a mi pueblo y a Barcelona a visitar a mis hijos, pues estos ya no acudían al pueblo más que una vez al año por las fiestas, pues mi hijo Miguel Ángel, había construido una casa en la montaña a 40 K. de barcelona, para el y para su hermana Elvira y alli se iban los fines de semana y todos los días que tenían libres. A finales del año 1976 ocurrió algo en mi familia que alteró mi modo de vivir, pues mi hermano Francisco, enfermó gravemente, este hermano, uno de los mas queridos por mi, pues era con quien tenia mas contacto siempre; también pasó las calamidades de la guerra y a la sazón tenia 59 años, se le internó en una clínica y a los dos meses falleció a consecuencia de un cáncer pulmonar; esto produjo en toda la familia el sentimiento que es de suponer, pues en toda su vida una persona buena y agradable; pero para mi que fui quien le acompañó en toda su enfermedad fue un mazazo terrible; pero 128 a pesar de todo, procuré y sigo haciéndolo ayudar a su viuda e hijos aunque no sea más que morlamente. Estamos ya a mediados del año 1 '977 y mi vida ya no tiene nada de particular, procuro cuidarme, mi salud es buena viajo de vez en cuando al pueblo y a Barcelona y (378) todos mis desvelos y cuidados son para mi esposa e hijo José Antonio que estudia ciencias de la información, nos acompañan constantemente mi hija Ma de los Angeles y su esposo y nos producen muchas alegrías mis nietas Paloma y Patricia que dan a mi casa la alegría que años antes la dieron mis hijos durante la infancia y que ahora solo se reúnen con nosotros, dos veces al año, en el mes de agosto y por Navidad. Cuando escribo esto, se vislumbra ya con claridad otra desgracia en la familia; un hermano de mi esposa llamado Miguel, el menor de todos y el único que vive en Santander, padece la terrible enfermedad, cáncer de garganta y otra vez mis visitas constantes a la clínica, sin poder hacer otra cosa que esperar el desenlace fatal, mientras su hermana, mi esposa, sufre la consiguiente depresión y los días no son ahora muy agradables ni para ella ni para mi y todavía peor para su esposa e hijo. Voluntariamente y por falta de interés en lo que pueda escribir, dejo pasar algunos dias, con este block cerrado, en espera de alguna cosa que merezca la pena señalar y son dias terribles porque estamos asistiendo a la agonía de mi cuñado Miguel, una agonía que se prolonga, con las consecuencias consiguientes para el y para todos cuantos la (379) estamos presenciando: el equipo de especialistas que le atiende lo único que puede hacer es tratar de evitarle en lo posible, sufrimientos, que cada vez es más difícil, npues la enfermedad avanza hacia el cerbro y los médicos opinan que se prolongará, pues su naturaleza es muy fuerte y que lo único que podría adelantar su fin seria la rotura de la vena ahorta, con lo cual el desenlace sería rápido y sin sufrimientos: asi van pasando los días, las noches y siempre acompañado por su esposa, una hermana de esta llamada Juani, la cual siente por el, un gran cariño y tiene además un gran valor para asistirle y no regatea ningún esfuerzo; mi esposa que hace lo que puede y finalmente yo, que le acompaño constantemente y me muevo alrededor del equipo médico y que gracias a mi coche me traslado de un sitio a otro, transportando familiares y amigos que por el se interesan. Asi llegó el domingo dia 9 de abril de este año 1.978 y cuando era acompañado por todos nosotros y algunos amigos y compañeros de trabajo, se produjo una enorme emorragia por la boca y heridas de su garganta quedámdose vacio de sangre, perdiendo la vida por momentos, aunque fue asistido rápidamente (380) por los médicos lo único que dieron hacer fue prolongar la vida unas horas más falleciendo al dia siguiente lunes a las diez de la mañana. Asi terminó un hombre de 55 años fuerte, buena persona, gran trabajador y que por su carácter, amable y simpático, gozaba del aprecio sincero de todos cuanto le conocían, y no hace falta decir lo que significó para su esposa, su único hijo Miguel Ángel de 17 años, que veía en su padre, todo un símbolo, y para mi esposa que fue un golpe terrible y tanto más para mi que desde niño le traté y le ayudé a situarse en la vida, la cual tenia resuelta últimamente en todos los aspectos, después de grandes sacrificios y venciendo toda clase de dificultades. 129