Año XX. Núm. 39. Madrid, 22 de octubre de 1876

Anuncio
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III
.ü. iESPAÑOLES CATOLICOS A KoMA.
CO.MÜXiü.X DE LUE PERECI RlXoS EX EL ALTAR DE LA CÁTEDRA DE SAX PEDRO, EL 1■> DEL ACTUAL.
(Dibujo i!,-l mitm'.il, por el Sr. Ferrane)
Fall,
n|<T(uru I
1¡a,I
2.’«8
j_iA
CRÓNICA GENERAL.
A lus búlgaros, bosniaeos, hcrzcgovinos, croatas,
munium'iirimis. sérvios. griegos y rusos, amulo cl te­
légrafo nu nuevo enemigo declarado del (¡obierno «le
Turquía: los armonios. El Imperio otomano est ¡i cu
liquidación, y poi' todas parles salon acreedores.
Acaso nus equivoquemos, pero im uns parece probn1>lt» cl levantamiento anunciado *U* los armenios. gente
pacilica. rutleaila de turcos lunáticos. y :i la ipic llegaría
urde la protección armada de otros países, y mucho
más la diplomática.
V a propósito de esta providencia de los pueblos
oprimidos por cl (hibierno turco, ñipamos lo que decía
lince ocho años nn teniente coronel del ejercito oto­
mano n sobre la sitnación do los mahometanos cu
tas provineias asiáticas de Turquía :
•. Ea población mahometana délas ciudades no está
mejor tratada por la Administración que
compa­
triotas cristianos. A excepción de algunas lamillas pri­
vilegiadas, los demas viven en la esclavitud y la mi­
seria. I.os musulmanes sujetos al servicio militar son
brutalmente arrancados d' »u hogar, no para ir á tra­
bajar los campos por su propia cuenta, como hacen los
cristianos, sino para servir cúneo años en el ejército,
dejando ¡i sin familias privadas de toda clase de socor­
ro. Su situación es mucho más peuosn qnc la de los ar­
menios. »
(.’reculos que éstos no se habrán levantado en armas;
pero si lo hacen, y las potencias consiguen que se les
iguale 011 derechos con los mahometanos, añadirán a >u
actual miseria el servicio en los ejércitos del Sultan,
«r
«r *
c.ila voz que so habla de conspiraciones, decimos
como el borracho del encino:
I. ' mismo que el año pasado.
Sólo qtte á veces >e suelen experimentar grandes sor­
presas. como nos sucedió una vez c m un pacifico veci­
no. padre de familia, y de aspecto muy casero, a! en­
contrárnosle en el Circo ecuestre vestido de punto y
dando vueltas en el aire. En las conspiraciones descu­
biertas ocurre también ver convertidos de repente en
terribles conspiradores á personas, al parecer inofensi­
vas, á quienes sólo siij»ornamos entregadas á la pacifica
ocupación de hacer calceta.
Creemos de buena fe á todo (hibierno «pie asegura
existir conspiraciones : creemos siempre en éstas, sin
que ningún («obiertio nos lo diga, ¡mes de este uïoduse
entiende entre nosotros el turnar de los partidos : aun<|ii" nos duelen los rigores, comprendemos la necesidad
de los castigos, para que haya la debida distinción cutro quien entupí- la ley y 1a quebranta.
IVro m-s parece recia de prudencia evitar todo rigor
inútil con personas de inofensiva condición, pues en la
benevolencia con los débiles y el rigor con poderosos
iple falten a la ley, consiste la fortaleza y está la po­
pularidad ile los (hibiernos,
l’or lo demás, ignoramos la importancia de la cons­
piración ulriniumente di-rnbierla. cuya dirección se
atribuye al Sr. líuiz Zorrilla, jefe de uno de los un luc­
rosos partidos políticos (pie, según dicen las gentes,
exi'leu en España.
.Vosotros, empezamos á creer que no existen tales di­
visiones, y (pie en E-pañu hay solamente dos grandes
partidos: empicados y tesantes.
l*u amigo nuestro niega esta división, recordando
que se ha visto muchas veces á los funcionarios públi­
cos conspirando contra los (Jol ¡ionios á quienes sirven,
y d'-lbiede e-ia manera el verbo conspirar: « Pasatiem­
po nacional en (pie empican los españoles las horas que
pueden robar a I sueño: el que no i ¡ene contra quien
conspirar, conspira contra si propio. »
*
* *
I l u s t r a c ió n
E spañola
y
^Am e r ic a n a .
Cuando ocnvreu hechos de esta natural oza. no hay
sino compadecer á las victimas y deplorar amargamen­
te lo ocurrido. Pero, sin hacer cargos á nadie, cumple
á todos dirigir advertencias, que no nos parecen excusa­
das; empezamos por confesar que desconocemos el me­
canismo del servicio, respecto del acondicionamiento y
precauciones para el trasporte del material explosible:
pero, inclinándonos á creer, con la generalidad de las
gentes, que no se trata de nn descuido grave, crece
nuestra alarma al considerar que es muy fácil la ex­
plosión de esos armones, que cruzan todos los (lias á
nuestro lado por las calles, cuando no se necesita uu
gran descuido para su voladura; y en ese caso lo me­
nos (pie podemos desear es que la artillería no penetro
en la población muy á menudo, ya sea que las condi­
ciones del arma la hagan tan temible, ya que el estar
familiarizado con la pólvora y los proyectiles hagan al
artillero poco precavido.
Las consecuencias de un descuido son harto graves
para «pie no se tomen estas ligeras advertencias muy
cu serio. De lo contrario, á la aproximación de un tren
de artillería, las gentes se desbandarán para salvar su
cabeza con los pies, porque á nadie le gusta que jue­
guen á la pelota con su cráneo.
*
* #
Mientras en el extranjero se facilita á todo dibujan­
te de los diarios ilustrados la copia de monumentos,
sitios cu (pie ocurren sucesos extraordinarios, exposi­
ciones y todo 1" que os propio de estas publicaciones,
hay en España una resistencia musulmana á
que
constituye una necesidad de la época, y servirá de
gran auxiliar en lo futuro al estudio de nuestros tiem­
pos y nuestras costumbres.
Sucede á veces que se prohíbe tomar apuntes, como
un el cementerio del 1\ Eaehaisc. pero se justifica esta
medida presentando un libro cuya venta constituye uno
de los recursos del establecimiento, y en el cual halla
el viajero ó el curioso aquello que intentaba reproducir.
;Como se justifican los letreros que de trecho en trecho
están colocados cu el local donde se verifica la exposi­
ción regional de León, prohibiendo dibujar los objetos
allí expuestos'?
; Desmerecerán éstos si un lápiz reproduce sus con­
tornos desde lejos: ; Es que hay empeño cu que todo
quede en la provincia y no salga fuera ni aun la for­
ma ? Las Exposiciones tienen por objeto la notoriedad
y conocimiento publico de los productos (pie en ellas se
presentan: la prensa y el lápiz son sus auxiliares: ;qlté
significa tan incomprensible prohibición ?
En cambio do los obstáculos (pie encuentra todo el
que trabaja en España, hay la más completa libertad
para el (pie impide trabajar. Fungamos nn ejemplo: cu
.Madrid puede el 1».micho escarní.dizar á las altas ho­
ra.' ih- la noche ; el vendedor de lotería atruena las ca­
lles con »us gritos a las tres de la mañana; el pianista
de cale galopa sobre el teclado á las mismas hora»;
bullen los ociosos por ios sirios céntricos como si fuera
medio dia, y el hombre que licite necesidad de reposo
para ir temprano á su ira luíj o , se revuelve en el lecho
completamente desvelado. sin poder conciliar el sueño
con aquel estrépito nocturno, considerándose dichoso
si no se da en la vecindad alguna serénala al Ministro
(pie cumple años, ó á la cocinera que no cumple sus pa­
labras.
m
« •
; No o> lia sucedido nunca, lectores legos en Derecho,
al hacer nn contrato, al ser victimas (h- una injusticia,
al veros amenazados por mi pleito, llenarse vuestra
frente de díalas, y después de rascaros la cabeza, echar
mano al bolsillo muqninalmeute como buscando en él
lili abogado?
Es!a acción maquinal podéis efectuarla ya con ver­
No hace mucho tiempo, el arrojo de un artillero dadero provecho, gracia - a la diligencia y trabajo del
¡¡lipidio ceiva de Palacio la voladura de un armón (pe­ laborioso jurisconsulto D. Francisco Lustres, 'pie ha
so incendio estando lleno de proyectiles. Sin el valor y tenido la Inicua idea de vulgarizar el Derecho, por me­
serenidad do aquel soldado, hubiera ocurrido una ca­ dio de una biblioteca popular, cuyos volúmenes puedan
tástrofe do terribles consecuencias cu un sitio de mu­ llevarse en el bolsillo, y en los cuales están explicados,
cho tránsito. Aquel amago de explosion, y la explosion en forma clara y sencilla. vuestros deberes y derechos,
reciente del cutí ten ido de lili armón en el palio «h-l y compendiada la legislación española, al alcance de
cuartel de S.m (til, dan lugar á recelo.-- muy justifi­ toda - las iut.cligenciiis y de todas las fortunas.
Cuatro libraos \aii hasta ahora publicados, (pie por
cados.
Sucedió ínIii desgracia en la mañana del din iJi!. Sil diversa índole musí ¡i oyen obras independientes en­
' ' na detonación espantosa, que hizo estremecer hasta tre - !. l'.i .)/i/líiiii"iuii: l.d /'itlíiu /loli s/ili/: l' l Tex/ttlas casas que se hallan en la esquina <h- la plaza de iic/ilo y l.d //in iir,i/, y F.l . \iirin/'innnilo y A7 /JrsOriento, dest rozando mlhiilos cristales en las inmedia­ tii'iiiiiii: e¡ autor, presemdictido de teorías, se limita ñ
tas ai cuartel, llenó de alarma al vecindario ; el recelo exponer >e 11c 11hi \ iñelodienineiilc la legislación general
¡v .convirtió cñ pesadumbre al saber (pie la explosion que rige obre materia tan importantes y que aléelau
latíii)t ocasionado numerosas bajas, entre las cuales ha­ a la eonsl il.ncioii y ú la vida interior de la familia : in­
bía (pie lamentar la muerte inj!;mlauea de dos pobres sería al final de cada tomo formularios de los documen­
arliberos, uno de cuyos cuerpos vacia en el palio sin to;- (pie pueden ser necesarios para entablar alguna ac­
cabeza ; i-nliv los muchos heridos ( no leñemos la cifra ción, y cuantas noticia-; son indispensables para conocer
exaeia i había seis de extraordinaria gravedad y en el con claridad, aunque sin erudición, lo (pie interesa á la
generalidad de los lectores.
( ••lado niá' desconsolador y lastimoso.
El Sr. Last res ha emprendido una tarea útil, simpá­
tica y honrosa, que merece los elogios más sinceros.
' I) Fe lorien Mlllingcn (Osman ¡Seify-Bey), 1.a Tiinjuii: sous
o
le ivgiw d' Ahdul-Aziz.
o o
n .° x
l
Estamos en la primavera do los muertos. El senti­
miento de los vivos reverdece, y no hallando llores en
el campo para adornar las tumbas, se hacen llores de
trapo y de papel. En los escaparates de las iloristas se
vende dolor á iodos precios: le hay desgarrador para
madres desconsoladas, en tai'jetones grandes, en que
se piula el cuadro patético de una señora negra arro­
dillada ame uu sepulcro negro, bajo un sauce también
de tinta china, y encima esta i n s c r i p c i ó n h[¡"
mió! Se vende dolor de hijos ya casados, propio para
edificar á una familia morigerada : lo hay más templa­
do para viudas; y dolor do pacotilla para yernos, cu­
fiados y sobrinos. Se venden lagrimas de cristal muy
arregladas; ciprese» imitados, símbolo de un senti­
miento de sus misinas (limeusionc.s. Hay lamparas mag­
nificas, ipu» sirven después pura alumbrar una tertulia;
coronas de siemprevivas, qtte parece son muy agrada­
bles á los muertos: también se ofrecen al publico ver­
sos (pie hacen llorar á los mismos sepultureros, y ca­
prichos fúnebres, según el ultimo figurín del otro inun­
do. El dolor es inútil; nos le da hecho la industria,
1 que solloza por nosotros mientra» devoramos con res­
peto tradicional castañas asadas y buñuelos de viento,
manjares de duelo con que el estómago demuestra que
toma parte en el sentimiento general; ;eoiuo uu se cena
cu la noche de difnnios un guiso de calamares con tin­
ta, plato más apropiado por ser de luto rigoroso? La
Costumbre ha declarado (pie celebremos aquel diú, que­
mando aceite cu las cocinas y en el vaso de las ánimas:
en electo, chisporrotean las lamparillas. exhalan humo
de aceite los calderos, se usan las castañas al vapor . y
tañen lúgubremente las campanas.
Y sin embargo, en medio de esta fiesta hay un fondo
de amargura: el pensamiento pasa revista involunta­
riamente á los amigos que no existen, a las sombras
(pie en otro tiempo vivieron con nosotros: leemos su
nombre en los dorados epitafios, qtte nos dicen d jiñ
!/«' <a : pero sin querer recordamos aquellos versos de
Alarcun y Mclenctez :
i- Vo fui, hermana del alma,
Al cementerio á buscarte:
Vi tu nombre en una losa
Que me decía : .1 q■<i yare.
Como decía .1 y ni yace,
Allí Comencé a buscar.
Y sólo hallé tierra y polvo,
Queme dijo: Aguí, ito ca l ú.»
En electo, recordamos qne cuando se abrió el sepul­
cro en que fue depositado el gran Lope de Vega, sólo
encontraron los investigadores un boton: no quedaba
otn» vestigio de aquel célebre dramático, asombro de
lo» siglos. En vano encenderán luces delante de los ni­
chos los parientes de los muertos: casi todos los se­
pulcros están vacio»; »i en alguna parte están los que
pasaron, im es allí; pero «; Dónde están
preguntan
todos los (pie dudan : u En ninguna parte", contestan los
materialistas. «; Aquí.'», dicen señalando al corazón los
(pie lloran ;i lo» muertos con tristeza verdadera.
No nos burlemos de esos tarjeioiicsen que tul indus­
trial estampo una frase n<> sentida, porque no está el
duelo del día de difuntos en los cementerios: las fami­
lias no enviarían al Camposanto los lacayos para ha­
cer compañía á sus parientes; respetemos, pues, el do­
lor en todas sus manifestaciones, pues hay dolor hasta
en la risa.
*
# •*
Cuentan los periódicos el chasco ó sorpresa prepara­
do en l’aris por un marido á su esposa ausente, (pie
consistió en fingirse el muerto colocándose cu un ataúd
y amortajado; ante aquel espectáculo la señora cayó á
tierra y perdió >•! juicio.
Leyendo esta noticia en la Cm'i'i's/inni/i m ia , oímos
con espanto en los labios de una dama la siguiente ob­
servación freno-patológica:
; 'i fuñí sostendrá el Dr. (¡inc que nadie enloquece
de alegría !
Hemos visto hacer media y pintar cuadros con los
pies: se habla de mi pianista inglés (pie, en vez de qui­
tarse los guantes para tocar el piano, so quita los cal­
cetines y lmeo maravillas en el teclado con los dedos
de los piés. I’ero en I¡úrdeos existe una señorita sin
brazos (pie borda, dibuja y escribe como un calígrafo
excelente, valiéndose solo de la boca.
La joven sin brazos, según la prensa de Francia, es
muy agraciada ; pero hasta ahora nadie ha pedido su
mano, lo cual la lia exilado el disgusto de no poder
complacer á un pretendiente.
Y cómo maneja el cubierto esa señorita cuando
come? nos preguntaba una muchacha.
¿('un «pie ha de manejarlo? contestócándidamen­
te una pollita. <'mi la boca.
Las anécdotas anteriores son históricas: otra nos aca­
ban de referir, respondiendo de su veracidad una per­
sona grave y circunspecta.
No hace muchos dias desapareció el marido de una
señora que reside en una capital de provincia, dejando
X.° XL
J_/A
¡i ésta en la mayor inquietud é ¡noert ¡(lumbre : pasaron
algunos (lias sin noticias, siendo inútiles las gestiones
que se hicieron para averiguar el paradero del ausente.
MI lunes de la semana ultima, la sofera llamo ú una
de sus vecinas, y la dijo llena de alegría:
— Ya tengo noticias de mi esposo.
; <Y>mn ! ; Le ha visto alguien
No, señoril: he recibido carta suya. Lea V. loque
me escribe.
La vecina tomó la carta, y leyó aterrada estos ren­
glones :
« (¿Herida L.....Cuando recibas ésta habré dejado de
existir, porque la vida me es insoportable. Cuida mu­
idlo de mis pobres hijos y enséñalos :i rezar por mi des­
graciado padre.... /..»
— Pero ; llama V. á eMo una buena noticia? dijo la
vecina mirando á la presunta viuda con asombro.
; Oh ! si. contesto la esposa: ya sé dónde está mi
marido....
Lo que sabe Y. es dónde ha muerto.....
—X*o tenga Y. cuidado, replicó la mujer det suici­
d a : mí marido se lia muerto ya con ésta cuatro veces,
y estoy acostumbrada.
Mu electo, tres dias después, el m uerto, lleno de mu­
llid , daba un estrecho abrazo á su señora.
J
o sé
F
ernandez
B
iiem o n .
NUESTROS GRABAROS.
P F .R V .O R lN A C IO N
H E E S P A Ñ O L E S C A T Ó L IC O S Á RO M A .
<\immi!“ II LV!>rr:i! . til P i -IUsa
San IV Ii’ii, (■ : aiti làAl'tuUi'* r.'lu tlv » ... in rom cn.i.—.\.i¡;ili>i i'!:i «.'leium' -¡.t L» ji- r Su SuutMuil
et ai» i
Como ofrecimos eu el numero anterior, damos en el
presente nuevos grabados alusivos ¡i la romería de es­
pañoles católicos a la Ciudad Lterna, según dibujos
del natural que uos han remitido nuestros correspon­
sales artísticos cu Boma, los Sres. l’radilla y rerrant.
Reproduce el que ligara en la ¡llana primera un ac­
to solemne que se verificó en la grandiosa Basilica de
San Pedro, en el altar privilegiado de la Cátedra del
Pria ripe de los Apóstoles, duramela mañana del diti 1
« .Más de seis mil romeros t dice nuestro corresponsal )
llenaron el anchuroso templo, y recibieron con edifi­
cante piedad la Santa Comunión de manos de los Pre­
lados de (¡ranada, de t'viedo y de Yieh. Fué preciso
(añade) hacer hasta cuatro veces consagración de For­
mas. porque no bastaron las que contenían los co­
pones. »
Los grabad"? de la pág; Sfil presetltaii varios apun­
tes relativos á la peregrinación. debidos al discreto lá­
piz del Sr. Pradilla.
Alude el primero ¡i la llegada de los romeros, y á las
pesquisas que los numerosos grupos realizaban por las
calles de Boma para encontrar tilWrijo donde pudieran
acomodarse.
■<Aquí lian llegado (nos dice otro corresponsal i in­
terminables trenes, con miles de peregrinos; eu tudas
¡Kiries se oyen palabras españolas, y en todas las calles
y ¡liazas s e V e n castellanos y andaluces, catalanes y
aragoneses, gallegos y valencianos: llaman la atención
cu las iglesias semblantes de ari stomi! ¡cas damas y
de mujeres de pueblo midió cubiertos con airosa man­
tilla española, y ballatisi' en los museos, en las rui­
nas, en las catacumbas rostros conocidos cu ¡Madrid
y en Barcelona, cu Se\ illa y en <tviedo. Ademas de las
expediciones por tierra, lian llegado otras nuevas, por
mar basta Civil.tu- Yoeebin, en los vapores /huuhn/((i/a
i 'iiiiM’/i- lon, ]linn¡i<i¡iiu , Ln/io y <!itiuHaitn, procedentes
de Barcelona, l'alma de Mallorca y Valencia. Los h<>h b s , fondas y casas de huéspedes están llenos de ro­
meros, principalmente el llótel do la Minerva, donde
todos acuden de primera intención.»
Los grabados segundo y tercero de la misma página
se refieren también á la Misa de Comunión general ce­
lebrada p o rci Arzobispo do Granada el dia ló .c n el
altar de la Cátedra do San Bcdro. y á la visita de los
peregrinos al Tabernáculo, cantando la Letanía de To­
dos los Santos.
LI altar de la Cátedra de San Pedro está .-¡madu en
el fondo del ábside, y consta de un precioso monumen­
tò cu bronce dorado, que encierra ( dícese) la silla de
madera que sirvió :i San Pedro y á sus inmediatos su­
cesores, y está sostenida por cuatro estatuas, labradas
por Bcruini. representando á los doctores de la Iglesia
San Ambrosio y San Agustín, San Atanasio y .lumi Cri­
sòstomo. A los lados se hallan los sepulcros de los papas
pablo l l l ( Farnesi" ) y Libano Y i n I I(uri idilli ).
MI Tabernáculo aparece colocado sobre la ( 'tnij< ¡i'/i
tir Min l'rilni, ó sea encima del sepulcro (pie encierra',
la milail de los cuerpos de San Pedro y San Pablo,
porque, la otra mitad de los venerados cuerpos se con­
serva en la Basilica de San Pablo, y las cabezas se cus­
todian cu la Basilica de San Juan de Leí rail. Mstá
sostenido por cuatro columnas del orden compuesto,
en bronce dorado, y tiene una altura de 2 N metros.
Fue construido cu IiííB», según dibujos del citado a r­
quitecto y escultor Bernini.
| LU3TR.ACI0M
jiSPAÑOLA
Y y \ w ET^ICA^A.
Fero la escena más interesante de todas las que ha
motivado la peregrinación de les españoles debe seña­
larse en la recepción general otorgada por el Papa y
verificada con la mayor solemnidad el din 1(¡, en la
magnifica y v:isti>iina capilla de San Simón y San
•Indas, ó del (’nicilijo.
Previamente se Imbuí dispuesto que los romeros,
ademas de mi billete especial que se les entregó para
la entrada i n la Basílica de San Pedro, llevasen un lazo
de seda azul celeste, á lin de ser conocidos y de impe­
dir la entrada a los intrusos, oslo es. á los (pie no per­
teneciesen a la peregrinación ¡ de-de las ocho de la ma­
ñana empozó la «mirada por la puerta lateral (píese
halla enfrente de la estatua del gran Constantino, don­
de eran recibidos, los romeros por comisiones de los
re.quvÜvos Centros provinciales á que estaban agrega­
dos: á las doce -e hallaban ya todos reunidos en la espaeiosa capilla, frente á la gran sala del Concilio Yaticano. y en la cual se había preparado el solio para
Su S mi ¡dad : muchos romeros llevaban estandartes y
banderas de las diócesis y asociaciones piadosas á que
pertenecían. y se notaba entre todas la histórica de
Lepante, (pie era llevada por un religioso dominico.
Cuando las campanas del Vaticano hacían la señal
del mediodía. entró el Padre Santo en la Basílica ro­
deado de varios cardenales (Monseñor (¡uibort, arzo­
bispo de Puris, cutre otros), caballeros, guardias no­
bles y jefes de los suizos, y á sil aparición cu la capilla
lili' saludado con entusiastas vivas y gritos de alegría.
S litad" ya en el trono, y teniendo á su derecha, cómo
cu las mayores solemnidades, al Principo asistente al
solio pontificio, M. Filippi• <'>r>ini, acercóse el P. A r­
zobispo de (¡ranada, l>. Bienvenido Monzón* jefe os­
tensible de la romería, y después de besar de rodillas
la mano derecha del Papa leyó tui largo mensaje en
nombre de los peregrinos allí presentes y de los que en
España quedaban unidos espiritualmente á la peregri­
nación.
X'o lia sido aun publicado el discurso del Prelado
granadino: dicese por algunas personas que su publi­
cación ha ¡'Trocido inconveniente é inoportuna aun en
el misino Vaticano, pero añaden otras que el (¡obierno
italiano la ha prohibido en los periódicos de Roma, y
que se hará próximamente en algún diario ultramon­
tano de París.
Terminada la lectura del mensaje . Su Santidad pro­
nunció un breve discurso, que fué escuchado con ge­
neral emoción; si bien fueron pocos (nos dice un testi­
go presencial) los afortunados que lograron recoger el
sentid" exacto de sus palabras, ya porque el diseurs"
filé dicho en italiano, ya porque iii voz del Sumo Pon­
tífice. sonora y reposada en un principio, fué debili­
tándose gradualmente. Terminó emi la bendición, que
aceptaron de rodillas y con silencio profundo los pere­
grinos, quienes provumpieron después en aplausos en­
tusiastas, que en vano trataron de sofocar (uñado el
(issirnilnrr Ibiminiii) los romeros nuis caracterizados.
Acto (" ■tiniio, hizóse el Papa conducir en la m\¡u
i/ixhiI o i ' i i i , c u toda la majestuosa solemnidad que es
pi'"P¡.a do las (unciónos pontificales, basta el altar del
Sacramento, donde oró durante breves instantes, y la
muchedumbre entusiasmada repetía los aplausos y lós
vivas, a los cuales respondí» Pió I X . cotí amable son­
risa y con numerosas bendición«». A la tina y media
de la tarde entró Su Santidad cu sus habitaciones par­
ticulares, y terminó esta recepción solemne, que dejará
duradero recuerdo en todas las personas que la presenciaron.
MI grabado <¡no damos en las pág*. iM! I y giío (se­
ga u dibujo del natural por 1). F. Pradilla. que logró
penetrar en la basílica de Sun Pedro ú costa de mu­
cha diligencia, y merced ú los buenos cilicios de un
caracterizado peregrino i ofrece una vista exacta del as­
pecto que presentaba la gran capilla en el acto de la re­
cepción general.
«•El,ECUACION DEL SEOUX1)0 CENTENARIO DEL PADRE
KEY.IGÓ, EN ORENSE.
Fil s de Octubre de INTE emnpHnnw: doscientos años
desde el dia en «pie vio la luz del inundo el hombre in­
signe que, andando el tiempo, habia de ser la admira­
ción de sus contemporáneos, la honra de Mspuñu y la
gloria más pura de su provincia, por su saber y virtu ­
des : el lí. P. Miro. I>. Fray B mito (¡eróiiiuio l ’eyjoó
y Montenegro de Fuga. autor del Thnilro ( ‘fUirn l'/iirii Kfi/ v de ( 'iirtlln ii inlilitx t/ riin'nsiis, que nació en la
aldea de Casclcmim, cerca de tírense, el s de Octubre
(le l lITlLy fllleeiii en el lll'inaslerío de S;m Yieetili! de
• h ied o , de- 1ales de larga y laboriosa vida, en _'(! de
Sel ieiubrc de 1 I .
I.a ilustradísima ciudad de Orense, recordando «ai
tiempo oportuno la primera de listas dos fechas memo­
rables, determinó celebrar digna mente tan glorioso ani­
versario, con funciones religiosas, cuiuairsos literarios
y arlisiieos. feria, carreras de caladlos, regatas é ilu­
minaciones: el grabado que damos en la pág. 2<>o (com­
posición y dibujo de nuestro corresponsal artístico en
(¡alicia. I). Federico (¡uisasola ) ofrece lina ¡dea bas­
tante exacta de todos estos festejos populares.
2.V.I
SALON D E L A LC ÁZAR D E S E V I L L A ,
r.-lútni-la •lo
M. l i ISiTita D. I-. iN . ilo l(i*rt»>ti.
Saben ya nuestros lectores (pie en la tarde del 17
«leí actual entro en Sevilla S. AL la Peina l>. Isabel
de üorbon y de Borbon. acompañada de sus jovenes
bijas las infantas 1). Pilar. Ib Paz y I >.n Liilaiia.
Mntusiasta fué el recibimiento que lucieron los lea­
les sevillanos a la madre de nuestro Monarca, y sontimos (pie la falta de espacio nos impida reproducir
aipii algunas de las detalladas reseñas que. relativas
á esto suceso, han publicado los periódicos de aquella
capital: las autoridades de la provincia recibieron a
las augustas viajeras en la estación de l’cñallor, y el
Ayuntamiento «le la ciudad en el Lmpnlme: numerosas
personas de la alta sociedad sevillana se hallaban en la
estación de la Plaza de Armas, que habia sido t lígalanada vistosamente; á las cuatro y media llegó el tren
real, y N. AL la Peina, que tilo saludada con animados
vivas, salvas, músicas y repique «le campanas, se diri­
gió a la capital, «loude se cantó un solemne T> Ib mu,
y desde allí al Peal Alcázar, llegando a' palio de las
Banderas á las seis en punto, vitoreada nuevamente y
obsequiada con palomas, llores, poesías y coronas.
MI primer grabado de la pág. 2 (¡S representa uno de
los salones ¡ rineipales del (lepanámenlo donde habita
S. AL la Peina madre en el Peal Alcázar sevillano, y
'lut sido hecho según dibujo do! natural (pie ims ha re­
mitido el conocido artista Sr. de (Jarcia, con otro que
representaba la entrada de S. AI. en la población y que
no ha sido grabado por falta absoluta de tiempo.
CATÁSTROFE EX EL CLAKTT.L DE SAN OH..
Fu tristísimo suceso, semejante al qn? acaeció en lfi
de Marzo de 1*71 en S niorrostro. delante de la igle­
sia de San .luán, el incendio y explosión de un carro
que cono nía municiones de guerra . cearoó en el patio
del cuartel de San (¡MI, en esta córte, el ib! del actual.
A las. doce y cuarto del dia. una detonación espan­
tosa anuncio la voladura de un armón de municiones
de guerra . granadas y botes de metralla i. perteneciente
a la tercera batería del cuarto regimiento montado, que
estalla di.spouiéiuki.*e para ir á la instrucción. ( Véase el
primer grabado de la pág. £iüb)
Los diarios de noticias lian descrito mihncii - úneme
el cuadro desgarrador que ofrecía el patio del cuartel
cu el acto de la catástrofe: tres armones desaparecie­
ron instantáneamente, rrasformados en astillas incen­
diadas ; los cascos de las municione?, plisando por enci­
ma del tejado, fueron á parar á larga distancia; 1.-s
cristales del edificio y de algunas casas cercanas fueron
despedazados por la violenta conmoción.
Pero ludio unís dolorosos desgracias, ocasionada» por
tan inopinado y triste suceso; dos infelices artilleros
(piularon muertos en el acto; seis más. entre ellos un
sargento priuiero. resultaron heridos de gravedad, v
otros siete libraron afortunadamente con lesione? leves.
Ln joven teniente de artillería recibió también una he­
rnia leve en la cabeza.
A los pocos momentos presentóse cu el lugar del si­
niestro N. M. el Bey Ib Alfonso, acompañado del Mi­
nistro de la (íiteTra, del jefe de Alabarderos y de su
ayudante de servicio, y enterado de los detalles (pie
acompañaron á tan terrible escena, >e. dirigió al com i­
no hospital m ilitar, donde habiaii sido trasladados fifidudosamente los heridos, y prodigó á é-to.s palabras de
consuelo y oportunas recompensas, ord-nando ademas
que ?■• pidieran ¡nlbrmes respecto á la situación de las
familias de los muertos ¡i lin de socorrerlas.
Acudieron también desde los primeros moincutus las
autoridades civil y militar de la provincia. el director
y el subinspector del arma y varios generales, y se co­
menzó en el acto una información sumaría para conocer
las causas que habían motivado tan sensible accidente.
Por desgracia , lian fallecido ya tres artilleros: de los
(pie fueron heridos gravemente, y no es muy lisonjero
según se dice, el estado de algunos otros.
EXPOSICION PROVINCIAL DE OI ADALA.IARA.
A lr rlu n í (ti l oimcnrsd el IB .1<T n.-tnnl.
P a l } "iili'rin Uc ln Kiiiñ.-iolnn.
Mu la histórica ciudad de <otadalajnrn re ha verifi­
cado el 11¡ del actual, con asistencia del Exento, se­
ñor Ministro de Fomento, la apertura de la K\¡■■slcimi
provincial, artística., industrial y agrícola, iniciarla ha­
ce poco tiempo por el digno señor gohcniadür civil de
la provincia. Sr. Alcalá (¡allano.
Famosa fué (¡na hdajara (que figuró ya con e! nom­
bre de . Lrá/rvMTi itinerarios de los román..s ) durante,
la dominación de los árabes: pero adquirió más fama
desde (pie filé ocupada por las tropas viotorio-as de
Ib Fernando I do ('astilla, y despnes por la.- d" Alfon­
so V I. el glorioso i'iiiiquislador «le To|ido. ,\ este mo­
narca debió la ciudad innumerables privilegios y fran­
quicia*.
Mu (¡uadalajura vivió retirada la gran reina Ib Pe­
rdigúela de ('astilla, después ( p i e e-ta señora hubo re­
nunciado en su hijo las dos coronas de León y ('asti­
lla; alli nació aquel valiente (¡oiizalezdu .Mendoza, que
perdió la vida, por salvarla de su Rey, en la desastrosa
batalla ile A ljabarrota, y alli también nació y murió,
’ co
|_jA
O líE N SE .- - F E S T E J O S
I
lustración
.
[E s p a ñ o l a
y
A mericana
CELEBRADOS EN HONOR V MEMORIA D E L IN S IG N E AUTOR D E L «. TEATRO CRÍTICO " , E L N D E L ACTUAL.
(Composición y dibujo de D. F. Guisasola.)
N. XT
N.° XL
I ja
I lustración
J3s p a ñ o l a
y
/Vm e r i c a n a .
l’T: K EL lì I X ACl ON [IK K S P A Ñ O L I 'S C A T O L I C O S A IÍ OM A.
V « ,\MAM«J I.A uri AMA.—Til'lW III. IKI.XIKKOH.—(X>¡! ulti Jlîl liaUUUl. |JOr 1-1 t-r. hudJUtJ
2ni
J_j a
2G2
después de una larga existencia consagrada al Férvido
de la I’atria. aquel otro insigne varoti del mismo uomliro (pie designa la historia con el titulo de (Irán Car­
dinal de hispana : en ella se ratifica ron los matrimonios
de D. Felipe II con I». l-abel de Francia. y de I*. Feli­
pe V con 1).‘ Isalu-i de Farncsio; en ella vivió muchos
afios. y falleció en 171o. la bondadosa y desvent tirada
renta D. M atiade N’ciihuurg, viuda de D. Cal los ||
</ fhch izado.
I, i E\¡»‘>'io¡ini actual se halla reunida cu lo* salones
v galenas del espacioso convento do la Cotuvpcion. y
el dia de la apertura f'ud- un día de jubilo y entusiasmo
para los hijos de la culta ciudad: los balcones délas
iM-as apafecian adornados cotí vistosas colgaduras: las
músicas recorrieron las calles; en el paseo de la Concor­
dia so celebró, a las ocho de la noche, una l'tíncion de
rítenos artificiales; más de 1 l.ooo forasteros proceden­
tes do los pueblos de la provincia y do Madrid, inva­
dían calles y plazas, tomatillo parte cu la animada ale­
gría de la capital.
Se han presentado en el concurso muestras y objetos
dennos de especia! mención; trigo superior, de cñnla
Uñe filtras de peso en fanega : ricos vinos y aceites su­
po: a tvs, premiados ya en el gran certamen de Victia:
ceras y mieles, cu punes y lid »radas, do superior cali­
dad; mas de sesenta y tres ejemplares de lanas, blancas
y negras : una notable llora medicinal y otra industrial
do la provincia, a-t como muchas llores de adorno, en­
tre otras, nnas preciosas dalias azules: piedra caliza,
sale.- variadas, minerales de hierro y topacio- en bruto,
(’■igualmente notables objetos de barro obrado, como
I Ido-a*, semejante' u la- célebres valencianas de Nu­
da ; eneros, pieles, chagrines. badanas y buideses per­
fectamente elaborados; hilados y tejidos de lana y de
lienzo: numerosos objetos de arte, y una colección es­
cogidísima d" labores «le m ujer: un ejemplar, en fin.
de la Pi/dñi J ’olñ/ñ la, <|Ue imprimió tu Alcalá de lle ­
nares el célebre tipógrafo Arnufil" de Itrocar, á expen­
sas y bajo la dirección inmediata del insigne cardenal
.1 imenez de (.’¡suero-.
l. i Academia de Ingenieros militares, establecida cu
la ciudad, ha presentado, en una sala especial, mode­
los de puentes levadizos, de Ierro-carril y de taro, sislema Véalde: y en el testero de la sala principal se os­
tentaba una bandera »pie luc ganada a los austríacos
en la batalla de Yülavicioso.
Ibis grabados figuran cu la- pags. ¿US y líC'.i t según
dibujo del natural, por el Si', ¡ ’cadillo ) alusivos a o ta
modesta fiesta de la inteligencia y del trabajo, intere­
sante para la provincia, por conocerse a-i lo (pie tiene
y lo .pie puede tener, y que se completará, no lo duduuv
en las Exposiciones -uecsivns.
E l'.s k u io M a r t í n e z
de
Y
k i .a s c o .
NOTA INÉDITA
Á I.A EDICION' K0T0T 1 l ’Ot ¡ tí A FICA DE E » q iT JO T E v» .
CrinioRi IVirte. (i.liu li>* mullo. ¡ tíiu i-loitol c¡ip. xxix.
E-te capitulo es quizá. de todo el (Juijolr, donde me­
nudean más las dificultades (pie ofrece el texto. Halla­
se en él una cláusula fuera de su lu g ar; faltan algunas,
y sobran expresiones, .pie (¡i nuestro parecer til menos)
Corvan!,es no pudo escribir.
iTineipia el capitulo por ofrecernos equivocado el
epígrafe: el que se lee en él no es »•! .pie le correspon­
do ; so lo trocaron, aplicándole el del capítulo x x x , y
á ésto el del XXIV. donde se debiera leer: «Que trata
del gracioso artificio y orden (pie se tuvo para sacar á
nuestro enamorado caballero de la asperísima peniten­
cia en »pie se había puesto.» Es, en electo, sobre lo
que versa el capítulo XXIX; del xxx se debió d e cir:
« Que trata «le la discreción de la hermosa I b>rotea, con
otras cosas de mucho gusto y pasatiempo.» De la «//.%•ccrcinn, imprimimos, porque esta voz so lee en la tabla
«le los capítulos al fin del tomo, en la cual se corrige el
titulo, segunda vez errado, donde pusieron discordia en
lugar de .discreción: de modo que tenemos ya, en la mis­
ma titulación del capitulo, el epígrafe fuera de su lugar,
y una grosera errata dentro del epígrafe. La narración
con (pie el capítulo principia nos presenta al Cura y al
Barbero hablando en Sierra Morena con Dorotea y con
Cardenio, éi quienes acaban de encontrar, mientras es­
peraban á Sancho, 'pie se había separado de ellos para
ir en busca de I). Quijote. Sancho se había encontrado
con el Cura y el barbero, ó por mejor decir. el ('tira
y el Barbero le habían hallado á él casi ;i la entrada de
la venta de bulouieque ( cap. XXVI , Ibl. DE! vuelto ); y
en ninguna parte se dice al lector por qué calaban allí,
ni adúnde iban: se llegan :L Sancho y le preguntan,
descosas de .sabir de />. (Ja¡¡ule, expresión vaga, «pie no
parece la mas propia de personas que, habiendo salido
á buscarle, creyesen haberle encontrado. Mucho des­
pués dice el Cura al Ingenioso Hidalgo que han salido
J lustracion. JSspañola
y
N.° XL
m e ri c a n a .
de su lugar á recoger unos dineros él (el Cura) y Maese Nicolás: trazas tiene de cuento la tal relación : pero
la verdad no se nos descubre. Antes <le esto, Cura y
barbero han exigido de Sancho los diga dónde está don
Quijote : y fin tratar de otro asunto (como si sólo por
D. Quijote hubieran salido de sus casas ). van con San­
cho Inicia él. El Cura, al salir de la venta, se había
piloto un herreruelo (negro probablemente, por ser
vestidura de sacerdote, aunque e! color no se expre­
sa ': monto en su m illa, y se lile en demanda de don
Quijote con el barbero, guiándolos Sancho.
; Cómo
no extraña Sandio después ver al Sr. I’eró IVrez sin
herreruelo y sin muía? Se responderá que es porque
oyó y respeto el cuento o ficción del eclesiástico; ¡i
lo que se puede replicar que algo se debió sobre ello
indicar al lector, y no so fi< dijo.
Se lee en el fo­
lio 1 7-'i vuelto lo siguiente: >• Habíase en este tiempo
vestido Cnrdenio los vestidos que Dorotea traía cumulo
la hallaron, que aunque no eran muy buenos, hacían
mucha ventaja :i los que dejaba.» Aln»ra bien : ; para
qué se disfrazo Cardcnio con la ropa do Dorotea: l’ara
que por la suya, que era lástima verla, tu» le conociesen
D. Quijote ni Satu-li", quienes en electo le deseonoeieroii. l’ara esto fué menester que no se dejase Cardcnio
ver de I >. Quijote ni de Sandio, con sus calzones de ter­
ciopelo rotos, y descalzo de pié y pierna ; fué menester
que Cardcnio no se dejase ver de Sandio ni de D. Qui­
jote hasta haberse puesto Cardcnio los calzones, polai­
nas y abarcas de Dorotea : «pie abarcas llevaría, como
calzado d más á propósito para encubrir e n ios peales
la pequenez y la belleza de pié- de la gentil labradora,
bot- consiguiente, d trociío copiado del lobo 17.*» no
está bien donde se halla, sino que se debe colocar tin­
tes de aquellas expresiones del folio Dio vuelto: a Todo
esto miraban desde unas breñas Cardenio y d Cura....:
pero el Cura, -pie era gran tracista.....con unas tijeras,
que train en un estudie, quitó con mucha presteza la
barba ( y probablemente parte de los cabellos también,
que los traía mochos ij rchnUados i á Cardenio ; y vistió­
le un capotillo pardo ( que él Irai/i, se dice), y dióle un
herreruelo negro, y él t d C u ra) se quedó en calzas y
en jubón; y quedó tan otro de lo que antes parecía
Cardenio, (pie él mismo no se conociera, tiun» pie i •>■/,
nidada) á un espejo se m irara.» Dice el autor muy
bien : disfrazado Cardenio asi, con un regular vestido
de zagal, diferentísimo del destrozado (pie train de ca­
ballero: sin barba, y probablemente sin las greñas de
su estado de demencia ; con un presentable calzado en
lugar de traer descalzos los pié-, mida más natural (pie
d (pie no le conocieran D. Quijote ni Sandio ; pero de­
tengámonos un poco, examinando las piezas de o le
disfraz. Y istió d Cura a Cardenio aa rapofiU» /‘ardo:
allí no había otro capolillo ¡ ‘tardo que el de liorohu,
porque Cardenio. tintes de encontrarse con el Cura y
d barbero, no traía tal capotillo, ni ellos tampoco: y
si cu d momento en que el Cura se le vistió al Roto
(como última prenda del traje, como (pie era. loque
había (le ir encima de todo ), lo tenia ó lo traía con­
sigo, seria porque Dorotea se lo hubiese dejado: circunstaiieia que se omite en el texto. Se añade que el
Cura dio á Cardenio aa la rri ráelo negro: allí ni» ha­
bía más herreruelo (pie d del Cura (negro probable­
m ente). quien se I-» daría á Cardcnio, no para que si­
lo pusiera, sino para que lo llevase y cuidara de é l ; es
decir, para aparecer el Cura ante D. Quijote en calzas
y en jubón, y hacer más creíble que le hubiesen roba­
do. I’or consecuencia, en lugar de dñ'de mi herreruelo
a<¡)r“ se debe leer, sa herreraelo negro. ; bien abrigadilo hubiera ido un mozo como Cardenio con un her­
reruelo negro de cura, encima de un capotillo pardo
de labrador! No se necesitaba tanta ropa en d mes de
Agosto, cuando el Cura se quedaba en cuerpo y Doro­
tea andaba por aquella sierra con sólo d capotillo. An­
tes de esto, Dorotea, que iba vestida de zagal, mudó
de traje, y se puso uno de señora : falta decir dónde se
vistió , porque no hubo de ser delante del Cura, del bar­
bero y Cardenio. y sobre todo de Sancho bauza, queso
hubiera enterado de la. verdad, y sabido que aquella
joven no era la Princesa M¡comieona, como se le dice,
sino la labradora Dorotea. Como m» debió Sandio asis­
tir al trueque de traje, dividido en dos tiempos, (pie
hizo Cardenio, tampoco debió asistir al de la labradora;
y también esta, advertencia falta; y faltas son todas
(pie hacen buena falta. Pero sigamos. Ilácese, por fin,
d Cura encontradizo con D. Quijote, y le dice....
es
seguramente notable lo que le dice : « Nos salieron al
encuentro cuatro salteadores, // nos quitaron /oíslo las
barbas; // de modo n o s las quitaron, y i/e h convino a!
liarbcro ponérselas postizas. » Confesemos que la ocur­
rencia es peregrina, y que no se hallará otra como ella
en libro do invención alguno. ; Para qué querría las
barbas postizas d barbero? : De dótale las sacó, cuan­
do no las tenia cu la venta, y jaira disfrazarseeon una.
tuvo que apelar á la cola de buey, donde d ventero
prendili su peine ? Coiti o no haya aquí alguna emboza­
da alusión t> " embozada que no se d e lu b ri') á la
barba postiza hecha con la cola de Imey. lo que parece
haber es mi enorme desatino, de que no se puede su­
poner autor ¡i Cerváut es ¡ veamos si puede haber una
errata de las tundías que tiene d libro. Supongamos
que hubiese ( Yrvántes querido eseribir : » Xosqibtarpu
las malas, las rapos y los bolsas ; y hasta las ropos á
Mae-e Nu-olá-.» Supongamos que este trozo fué escrito
mal. y filé enmendado peor: que cu la palabra raízas
huí»» alguna enmienda, y no quedé» clara, v dio lugar
á lina erronea lectura: la sustitución de raízas á barbas
parece admisible, porque á un ladrón en un camino,
mas al caso fi- ¡»infieran hacer calzas que barbas de un
camíname : por fi» menos. al fin del capitulo x\u i Pri­
mera l’arte I se dice que los galeotes hubieran querido
quitar á D. Quijote las medias , alzos, -i las grehas no
lo estorbaran. Introducimos arriba la palabra malas.
porque el Cura se presentaba sin la suya, y añadimos
bolsas, porque parece que en relación ele robo no debe
faltar; y quizá de bolsas hicieron h - impresores barbas.
Sigamos suponiendo, porque tod<» cal e en una suposi­
ción. (pie no -e fia de tener por hecho averiguado. Hu­
biese, pues. Cervantes e-erit >: Nos quitaron las mu­
ías. las ropas y las bolsa*, y liU'tu las calzas al Maese.
y de modo se las quitaron, que le convino al Barbero
ponérselas de l 'Ubali,-/,,.... , ,v
bascamos caballi­
nas.» Esta última añadidura, de siete palabras, cor­
responde á otra omisión, á otro pedazo '¡lie también
falta, pues se le ha dicho á i.ton 'ja¡¡ule que Maese Nico­
lás había salido del pueblo : y como si la- barbas posti­
zas fueran el anillo de Diges. que hacia invisibles ¡i las
personas; cu poniéndoselas nuestro Barbero, desapare­
ce del capitulo. 1)espues de la palabra - ibalbrías, ti otra
■pie guste más al lector, ne -es¡tamos cambiar la //que
precedo á la expresión dan ó este manceba, y convertir­
la en nn y He causal, leyendo «que (porque) àun a rsfe
wniwcbo que aquí va, señalando á Cardenio, le pusie­
ron como de nuevo.» — Suposiciones y variaciones de­
masiado gratuitas parecerán las nuestras; y en electo,
lo son, y en efecto, nuda podremos añadir para defen­
derlas: /quién sabe lo que verdaderamente (liria el ori­
g in al:; pero las faltas (pie liemos noiíido en él son indu­
dables; y si Cervantes -o (pliso burlar inpii de a'gmi
disparate barbudo, cometido por algún escritor de aquel
tiempo, toléresenos esta nota hasta que se dé con el
pasaje ridiculizado. En est e capii tilo mismo se ve im­
preso el nombre de Teodora en lugar de llorolnt: en la
comedia de Lope ile Yoga, ¡ni ¡l alada l.a X i ioidi Piala,
se ve trueque igual : ; temi ria ya escrita Lope entóneos
esta comedia? ; Aludiría Cervantes á la de Lope, don­
de el cambio de Teodora por I tornirà, ó ! tornirà por
Teodora, aparece de una manera tuuy reparable? N'o
lo sabemos; otros lo averigüen, si gustan. Aquí sólo
nos resta añadir que no hemos hallado en las «»liras de
Corvantes la locución ponerse caitas de \'i/htdiei/o; ro­
garlas, escriba» cu el capitulo xxt ; pero no nos parece
impropia, ¡jorque no se eogeriau las tales calzas para
llevarlas en la inano; aunque allá en la Segunda l’arte
veremos un mocito que, ¡»or orearse, iba con los mus­
los al descubierto, sin más vestido (pie la camisa, y lle­
vaba los calzones é> pregúeseos al hombro. El capítu­
lo x x ix parece, ¡mes, «pie bulto de ser escrito con más
extensión, y que de pronto (es decir, poco nieditadá­
mente) se hicieron en él cortes y enmiendas, ó interca­
laciones y supresiones, en que se dejó fuera algo, y átm
algos, que hubiera debido conservarse, porque ello hizo
falta después. I,as omisiones relativas al disfraz de Car­
denio y a la mudanza de traje de Dorotea, (pie .Sancho
no debió presenciar, es!avian cu un mismo trozo; la ve­
lai isa a la desaparición del Maese hubo de estar proba­
blemente cu otro; y tío es <le presumir que lo que pro­
ponemos para suplir Lo «pie l’ulta, ni átm se acerque ¡L
¡o que se lia perdido. Cada uno supla eon su imagina­
ción lo (pie no hay, como mejor le parezca.
J
ea n
E
i c e n io
IL
v iit / e n h u k c ií.
----------------- —' --------------------------------------
X.» XTi
| L u s t ra c i o fí
LOS TEATROS.
I.
Los que llevan la nocion del idealismo hasta el pon­
to de considerar que todo gran poeta dehe piular el
sentimiento puro, en si mismo, el sentimiento en abs­
tracto, el sentimiento de toda humanidad . la vida mo­
ral. en lio. deshijada de. todos los accidentes del tiem­
p o y del espacio, no sabemos cómo pueden explicarse la
grandeza de (’ •rv.intcs. de Shukspoaiv. de Calderón, y
de otros genios insigues. que. sin dejar de. basar sus
composiciones en los alectos universales y eternos, no
prescinden del medio en que éstos se mueven, de los
obstáculos que limitan su acción, de las circunstancia*
que los solicitan, y de aquellos mil accidentes que sur­
gen en la vida, la penetran y la modifican.
1ilion ejemplo de esta venia I es el drama con que
ha inaugurado sus trabajos de la temporada el teatro
Español. L a i u r o c i n a d e ¡a C ru z es un poema que no
puede leerse, ni mucho menos asistir a su interpreta­
ción en la escena, sin experimentar la profunda impre­
sión que ocasiona lo terrible, en tina esfera excepcional,
en qué no funciona como único elemento lo que tiene
de inmutable la naturaleza humana.
l,a grandeza poética de L a l a r o c í a n d e la C ru z no
emana de la idea del destino que se desenvuelve en el
poema ; su grandeza poética consiste en el elemento his­
tórico que encierra; consiste en lo excesivo, en lo ca­
racterístico del lunatismo religioso que ha inspirado es­
ta sombría pagina al geni" de Calderón : consiste en la
pasión violenta, desembozada y peculiarmente españo­
la que palpita en la obra, sin embargo, á pesar de lo
que tiene d • intimo y de local el extraño temperamen­
to de esta robusta poesía, el drama de Calderón produ­
ce mas asombro y terror que emoción estética en el pú­
blico de nuestros dias. compuesto en su mayoría de ti­
bios católicos, poco dispuestos á entrar con las alas del
sentimiento en estos formidables problemas de la pre­
destinación. Asi. pites, la concurrencia que ha asistido
a la apertura y ti las representaciones sucesivas del tea­
tro Español, no ha podido entrar cu la idea ni cu la
enmente del sentimiento que ha inspirado el tétrico
drama de Calderón, y casi se puede asegurar que la
mayoría, poco preparada á seguir en los momentos
matemáticos del tiempo y del lugar las evoluciones del
genio, y á apreciarle con relación al medio en queso
lia inspirado, no ha juzgado con el sentimiento instin­
tivo de la grandeza poética el drama í . a l J e m e io n d e
l a ( ' f a z . Esto no puede maravillarnos: el resorte dra­
mático de esta composición está fuera de las corrientes
que hoy pueden despertar el entusiasmo ó la emoción
caloro,-a del auditorio, y la fuerza poética del drama
está limitada en lo que tiene do extraordinaria á una
libra que ha dejado do palpitar.
El público se sobrecoge bajo la impresión de lo ex­
cepcional, pero no encuentra aquella atmósfera sim­
pática en que la emoción solicitada responde dócilmen­
te ti. las inspiraciones del genio. L a / J ir o fin a d r /a C ru z
es la creación de una poética y de una inventiva que
traspasa osadamente los límites de lo humano, y que
al salir de la atmósfera excepcional en que se ha en­
gendrado, necesita buscar su prestigio en un criterio y
en un gusto (¡tic no residen en la generalidad.
L a D e v o c ió n d o l a C ru z ha pasado, pues, p o r el tea­
tro Español como una tempestad aterradora, pero como
una tempestad (pie no despide el rayo que hiere el sen­
timiento actual. El M a ch i’th de Shakspeare es la perso­
nificación terrible de la ambición, modificada por bus cir­
cunstancias que rodean al personaje; esto es, por el país
y la época en (pie vive, por la influencia de Lady M n c b c lh , por la superstición ; por mil causas, en fin, acci­
dentalmente humanas, que modifican esta pasión eterna
y universal. Pero á pesar de su sello característico, Lady
M a cb i’lh , como E l M e d ic o (le tul h o n r a , del mismo Cal­
derón, como otros poemas debidos á una extraordinaria
elevación del ingenio, pueden entrar perpetuamente en
el sentimiento universal, cualesquiera (pie sean las cir­
cunstancias especiales y contingentes que las impri­
man sello característico; pero obras tules como L a D o­
r a r f o n d e l a ( 'r a z , en (pie el ingenio necesita poner de
su parte, para que su creación éntre en el común sen­
tir, tina tendencia determinada á aceptar como poética
íntimamente humana lo portentoso y lo preternatural,
pueden vivir partí el sentimiento estético de la miño­
na, que sabe traducir el genio, cualquiera que sea la
base transitoria de inspiración á que obedece; pero fue­
E
spañola
y
A
mericana.
- gs
ra de su momento histórico, pierden su sentido íntimo d t i z a . originili de D. Enrique (’¡aspar, autor cómico de
privilegiado ingenio y de notorio arraiguen nuestra re­
para la generalidad.
L a D e v o ció n d e la C ru z ha sido puesta en escena en pública literaria.
El Sr. (raspar, dotado por la naturaleza de una vena
el teatro Español, prévia una refundición debida al
satirica
fácil *v abundante, •v de un gran instinto de la
ingenio del distinguido escritor D. Marcos Zapata, la
cual ii" ha sido acogida muy favorablemente por la escena, ha oscurecido ó mal empleado por mucho tiem­
crítica. Sin juzgar el trabajo del Sr. Zapata, y hablan­ p o estas aptitudes, buscando por errad" camino el sen­
do en términos generales, diremos «pie, á nuestro juicio, tido profundo, austero y trascendental di- sit ingenio
el drama excepcional de que venimos hablando es poco por senderos llanísimos orientado. Lu vez de seguir,
susceptible de refundición, si ésta ha de alterar su como parecían indicarlo sus [»rimeros pasos, las huellas
ponsan»ionio fundamental: pero, como ya hemos in­ de limoli y de XareLo Serra , el Sr. »¡asparse empeñó
dicado. 1¡; fuerza poética de esta extraña composición ¡ en lmccr olvidar sus tempranos, y bien ganados laure­
consiste precisamente en lo violento, en lo excesivo les. llevando á lu escena ahstrnsos problemas de moral
del sentimiento y do la idea en que está inspirada. en menos qnc mediana prosa desenvueltos, ó haciendo
Si éstos se dulcifican, dando otro sesgo ai vuelo som­ calzar el coturno ¡i su musa desenfadada y traviesa, e ni
brío del genio de Calderón, el drama pierde lo (pie tie­ lastimoso menosprecio de sus felices y naturales dispo­
ne de esencialmente extraordinario y de profundamente siciones. No tíos atrevemos á asegurar (pie el autor de La
histórico. A>t. pues, cualquiera refundición de L a D e­ X a d r iz a nos dé en su última obra señales evidentes de
v o c i ó n d r l a C ru z que tío tenga por único objeto los de­ un propósito firme de corregir la exccntracion de sus
talles, la armonía general de la composición, ó las con­ facultades poéticas; pero la. vis comica, franca y chis­
veniencias de la escena moderna, lia de parecemos tu- ) peante de esta comedia : su versificación fácil y espon­
oportuna y de ten i adora del espíritu intimo y peculiar tánea; la numera ingeniosa de arbitrar accidentes cómi­
de la composición, y del sello excepcional con «pie la re- ' cos con qnc sostener la situación unica y escabrosa á que
conócela critica de los países interesados en estudiar .-•• reduce lu composición. nos infunden la esperanza do
el genio intimo de nuestra literatura. Por esta razón que el instinto del Sr. <¡aspar haya vuelto resueltamente
creemos (jiie la dirección artística del teatro Español, al Lirón camino, en busca de las antiguas fuentes de ins­
decidida á llevar á la escena el drama L a D r r a c ió n d r piración. Celebraremos qnc asi sea, y (pie la amanerada
la C e a : , (¡no, como ya llevamos dicho, no puede entrar, *v mal cimentala sátira de comedias tales cuino E l E ssino por excepción, cu virtud de su elemento histórico, Inim a/n, el realismo pueril de que ha hecho gala este
en el sentimiento estético de nuestros dias. le debiera escritor al poner en acción la mayor [iurte de los mal
haber expuesto, á lo menos, ¡i la admiración de los en­ propuestos j»rol»lemas morales que lia llevado ú la esce­
tendidos sin rebajar en un ápice su ruda virginidad. na, y el énfasis desús veleidades trágicas, w» huyan
Hay poemas escénicos de Calderón, y en general de sido mas que un transitorio extravio de sus dotes poéti­
nuestros grandes poetas del siglo de oro. que se prestan cas. y un pasajero eclipse de su clarísimo ingenio.
Y no queremos decir con esto que la produce ion en
á una discreta refundición sin perder el prístino vigor
I de su resorte dramático : y ahí está, por ejemplo, E l A l­ que fundarnos esta esperanza pueda considerarse como
f a i d e d e Z a h t m m , composición en que un ingenie vi- tina buena comedia. Xada nuL lejos de nuestro ánimo.
¡ goroso y bien inspirado puede conciliar la verosimili­ L a X o d riz a del Sr. (¡aspar está basada en una idea tri­
tud v la armonía que exigen una critica retinada y un vial, y más '.pie trivial, poco ajustada ú las convenien­
gusto reflexivo con las bellezas ingénitas y grandemen­ cias del teatro. Los personajes que pone en juego el
te humanas de la composición. Pero en L a De r o e ¡o a d< autor están más cerca de la caricatura que del tipo
¡a ( ' c a z no cabe este trabajo do revisión y de acomo­ cómico sobrio y natural : la lección j» >*trer.ri dista mu­
damiento á las exigencias variables del gusto: no puede chi» de ser una solemnidad en obsequio de la mo­
suprimirse, sin mutilar el nervio terrible «leí poema, la ral , y los donaires de que ená sembrada la composi­
llamarada siniestra que brota del fondo sobrenatural de ción, no siempre se recomiendan por su cultura. L >
la idea de Calderón , y (pie es precisamente la que está X a d r iz a está, por consiguiente, fuera de las condicio­
fuera do las corrientes del sentimiento actual.
nes déla buena comedia, y el Sr. Cuspar subo hacer
Pero sea de esto lo que fuere, el drama del principe cu este género tin trabajo »mis delicado. Pero esta*
de nuestros dramáticos, menos que medianamente in­ temperamento casi grosero de la composición está de­
terprelado, en el colorido general de la composición, fendido por la gracia y desenvoltura del diti,logo, por
cu el teatro de la plaza de Santa Ana, no ha sido la el ingenio con que está conducida la situación única
ocasión de mui ovación entusiasta tributada al más in­ de que se compone la comedia, por su fácil y agrada­
signe de nuestros genios dramáticos, lia pasado por ia ble versificación, y. en suma, por todas aquellas con­
escena impresionando recogidamente el ánimo del au­ diciones de ingenio cómico distinguido (pie granjea­
ditorio, poro no sin producir cierto movimiento de ron ¡il Sr. (¡aspar tan merecidos y tempranos laureles
reacción en presencia de su idea final. Sin embargo, lia al dar los primeros pasos cu el escabroso camino de la
servido para que el histórico coliseo del Principe haya dramática. A todo esto se delie el aplauso espontáneo
inaugurado sus trabajos rindiendo tributo al escritor quo la ultima producción escénica do este escritor lia
ilustre (pie representa el genio dramático nacional en conseguido en el teatro de ht Comedia, y la indulgen­
su sentido más elevado y más profundo, como una jus­ cia con (pieci piihlieo ha dispensado el humor algo más
ta ofrenda consagrada lilas glorias literarias de nuestra «pie desenfadado é inaprensivo que domina en la com­
patria en aquel antiguo, y há mucho tiempo degene­ posición. Para nosotros L a X o d r i z a , no sólo sería dig­
rado emporio del arte dramático y del arte escénico na de esta benignidad, sino que merecería los pláce­
nacional.
mes más incondicionales, si fuera el signo seguro de
Después del drama de Calderón, el teatro Español una inesperada y feliz resurrección. Se la deseamos sinno ha ofrecido al público ninguna muestra llamante eerumente al Sr. (¡aspar, movidos del sentimiento de
del ingenio contemporáneo, si bien, al decir de los (pie simpatia que siempre nos ha inspirado su talento nada
se creen bien informados en los asuntos relativos á la común, y con el deseo de que no se malogren por más
escena, no lian de tardar en ofrecer señales de la fecun­ tiempo sns naturales y felices disposiciones.
didad del ingenio actual y militante el antiguo coliseo
l’KKIOOltlN (¡AKl.'iA ('AT)KXA.
de lu plaza de ¡Santa Ana y el moderno y batallador de
•
—
-V.**
----------la plaza de la Cebada.
CARTAS DE FILADELFIA.
A decir verdad, la temporada teatral, en lo (pie pue­
de tener de interesante para la historia de nuestra li­
teratura dramática, no ha empezado todavía. El coliseo
de la Comedia lia puesto en escena varias producciones
de escasa ó de ninguna importancia, de alguna de las
cuales tienen ya conocimiento nuestros lectores. La
última que se ha estrenado en aquel teat.ro es la «pie
oIrece ciertas condiciones de arraigo y de viabilidad,
si no en el terreno de la belleza duradera, de tan difí­
SCM MÍIO.
cil creación, no dirémos precisamente para el autor de HCUi’ l:i K \| mk|«'Íiin *!#• lo- r.xlil'ln» I
Kl mímU'IIIU »!•'• ojauliirl«. Olí CorftsK ( /W«r/ (/r/im yj, >u t-xplinirUiji.
'VliU‘iU'loii y rimirili.
('umililiesta obra, sino en general para el vulgo d is/ in i/ a id o de
ilari n i Ia illM nirrim .- Huí«»** «le mis r-cnrl;i*. K rr*io ilt* yus ).)«i>lin*t<•las medianías reinantes, á lo menos en las condicio­ n viji*1.i plumo. ¡ M:ii|uinu- • li- t rinar! .luirlo di* mi JXpu-irinn.
nes contingentes del gusto y del humor. La produc­
Es la Exposición de Industria Americana un càos
ción á que aludimos es la comedia denominada L a X o - donde se pierden lasque quieren estudiarla, si uose
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rigen por una clasificación. ó si. catálogo en mano, no las máquinas están en este país tan desarrolladas, que
dedican unos meses á revisarla, preparándose con anti­ hasta para educar á la juventud se emplean.
; Veis esas niñas de ocho años, que saben más histo­
cipación ;i ver destilar ante sus ojos las fuerzas indus­
ria y geografía que muchas de veinte (pío nosotros co­
triales de este hermoso continente.
Xo abrigando el (pie esto escribe la pretensión de nocemos r, pues ahora van á ejecutar ejercicios, con la
profundizar nada, poripie seria loca pretcnsión á sus profesora a la cabeza ; miradlas mover los brazos, las
años, puede terminar su visita cuando le aerado, y lu piernas, el cuerpo; sentarse, levantarse é inclinarse al
termina con la presente, convencido de (pie una doce­ compás de una canción que entonan todas juntas.
na de cartas más no puede decir todo lo que encierra Ahora van á escribir: un timbre suena y las cabeceras
la mitad del Talaeio, pues la mitad nada menos ocu­ se levantan: suena otra vez, y un aparato provisto de
plumas pasa con una precisión matemá! ion por delante
pa la Sección Americana.
Ya cu otro Iturar explicarnos el sistema de correos de cada niña, que toma la suya, poniéndose en posición
introducido cu este país, «pie empiezan h o ya copiar di1 escribir: suena otra vez. y trazan todas el primer
luirla torra y Alemania, y que muy pronto copiarán rasgo, guardando la misma posición, ejecutando el
casi todas las naciones. Xo nos referimos ¡i eso de que mismo movimiento y terminando tedas a la vez. No
jamas se pierda una carta ó un periódico, ni mucho parecen colegialas, sino reclutas. Entráis en clases su­
mellos que lleguen atrasadas; ni ¡i que todos los perió­ periores y las veis estudiando una máquina de vapor
dicos copien las listas de la pnatr rrshmh'; ni a que 0 resolviendo ecuaciones; a>i de la educación, de la
una carta después de dar la vuelta al mundo, sin en­ que es parte integrante la gimnasia, salen mujeres ins­
contrar dueño, vuelva á Washington. se abril, y se truidas. que saben educar a sus lujos.
Hace muy poco tiempo las escuelas primarias eran
ipteme si tampoco se hallan en ella indicios del inten ­
sado: ni ¡i (pie un cartero teñirá una responsabilidad comunes para los dos sexos, y hasta los ll! años parti­
tan gratule que antes se atreva á cometer un crimen cipaban de los mismos estudios, como participaban de
que á extraviar una carta, conjunto de detalles todo él I los misinos juegos. Por razón natural, elegían con pre­
«pie forma un perfecto servicio de correos ; sino que nos ¡ ferencia ellas amigos y ellos amigas, y al salir de la
referimos al material (pie lo constituye, al plano ad­ escuela salían abrazados como los mejores compañe­
mirable del edificio, á la sencillez de las operaciones, ros del anuido.
al sistema ib* apartado i M ui! ih Un m ) , que todo eso
La vieja Europa encontraba esto imprudente, in­
puede verse en teoría en el Palacio de la Industria, en moral y desatinado : la joven América, orgullos« de la
la instalación de llctiry R. Towno, presidente de esta pureza de sus costumbres, hallaba que esta comunidad
importante fabricación. y en práctica cu c! Tabelión de la juventud endulzaba los sentimientos del corazón,
del <hibierno americano, que tiene montado este ser­ formaba el carácter é inspiraba ideas generosas.
vicio en toda regla, para comodidad y admiración del
«Separar los niños de las niñas, exclama Laboulaye.
publico.
identificándose con los sentimientos americanos: en­
El ti/>o>‘lti(hi se verifica por medio de unas enj¡tas señarles desde la edad primera que son el uno para el
alineadas todo lo largo del muro, y provistas de un otro un misterioso peligro, turbando y excitando sus
cristal reforzado con unas barritas «le hierro y sn mi- imaginaciones infantiles, v después, de pronto, y en el
mero correspondiente. En vez de poner en el sobre las momento más difícil, «m ijar ul inundo hombres a r­
señas de la persona a quien va dirigida, se pone sólo dientes y temerarios, mujeres inquietas, tímidas y sin
el número de la caja. Pasada una hora de haber llega­ defensa, es una verdadera locura.»
do el correo, y á veces mucho antes, la correspondencia
Esta libertad que nace en las costumbres, crece en
se encuentra repartida: cada interesado saca su llave, las leyes y vive y se desarrolla en las instituciones. Las
llave que tiene de gruesa el canto de dos reales, y de Universidades son de particulares, los estudios son li­
largo una pulgada y media, y saca su correspondencia bres. el Un»bienio no restringe nada absolutamente, y
¡i cualquier hora del din ó de la noche.
esta libertad, tan perjudicial en algunas partes de Eu­
Las ventajas de esto sistema son la seguridad, la ropa. produce aquí resultados increíbles.
comodidad y la rapidez con <pie_.se recibe la corres­
Digna de estudio es esa parte de la Exposición, que
pondencia ; respecto de la Administración de Correos, enseña cómo se construyen las esencias, cómo se estu­
economías en el personal, y aumento de sus rentas, dia en ellas y qué sistemas han sido preferidos; pero
porque cada individuo paga un tanto por el alquiler cuando se recorren las estadísticas, entonces es cuando
del h o j- , lo cual, multiplicado por algunos miles, fur­ se comprende el vuelo inmenso que ha tomado la ins­
nia una suma nada despreciable.
trucción.
Ejemplo práctico. Ilostou tiene 3I2.OÚ0 habitan­
Hasta 18*¡7 se cuidaron más de construir escuelas
tes: el numero de cajas empleadas en su edificio de que de contarlas; mas creado entonces el departamen­
Correos es de 3.ñoti; d coste primero de esas cajas, to de educación para recoger cuantos datos contribu­
completamente instaladas, fin* de lo.ñon duros; cada yeran á probar su adelanto en los diferentes estados v
caja produce anualmente á la Administración 12; lue­ 1 "fritónos, los números sobrepasaron en mucho las
go tedas le producen 12.000 ; es decir, (pie la renta es esperanzas concebidas, y esto, que en otro país les
cuatro veces mayor que el capital empleado: es decir, hubiera hecho dormirse sobre los laureles, no hizo
que al introducir cu un país tan importantísima re­ a ptí mas «pie aguijonear su amor propio, prometién­
forma. produce, ademas de la perfección de un servicio dose llegar á ser el pueblo más sabio de la tierra.
interesantísimo, el aumento de las rentas del servicio.
El año en que se declararon independientes existían
Estas noticias, explicadas con gran copia de dalos cu los Estados-Unidos escasamente una docena de es­
por la casa eotisi ruetorn de casi todas las administra­ tablecimientos de instrucción: á los cien años exis­
ciones de Correos de los Kstados-Tnidos y del Canadá, ten lñti.ooo escuelas cor. 250.000 profesores, que dan
no han podido pasar inadvertidas para las comisiones instrucción á I3.000.ooo de alumnos; tienen de fondo
extranjeras, que estudian los adelantos «pie se exhiben para su sostenimiento *2 millones; gastan 7ñ, y poseen
en la Exposición. Télgiea, Francia. Holanda y otras, propiedades por valor de 1(15 millones de duros.
han encarnado tinos preciosos modelitos que, trasporta­
La m ujer, cuya educación está entre nosotros tan
dos á sus respectivos países, darán una precisa idea del descuidada, y lejos de pensar en instruirla disentimos
sistema, influyendo mucho para su introducción. Nos con seriedad si conviene conservarla en sn ignorancia
cabe la honra de haber dado el grito de alarma á la para no destruir el encanto que nos produce oir de
<'omisión española, y habernos entendido con la casa unos labios femeninos que Telayo estuvo cu las Cruza­
que los construye, para que España posea también su das, ó que Barba roja descubrió el Nuevo Mundo, tie­
modelo que, examinado y juzgado por los inteligentes ne en este país 20 !) seminarios, con 25.115 alumnas y
y reconocidas sus grandes ventajas, puede servir de 2.285 profesoras.
mucho s i, cu vez de arrinconarse en un Museo, se exhi­
Escuelas profesionales luiy 32;5 con 23.280 alumnos
be donde los constructores españoles lo puedan ver y y 2.IÚ0 profesores. Escuelas normales, 121 con 2 1.10 5
lo puedan visitar, perfeccionándolo aún si es posible, ó alumnos y llfiti maestros. Colegios mercantiles, 127 cotí
adaptándolo á nuestros hábitos.
25.802 estudiantes y 577 maestros. Escuelas prepara­
Sobre la instrucción en los Estados-Un idos se ha es­ torias, 1.122 con loo.ñ'.i;; discípulos y 0.1(55 profesores.
crito mucho y Inicuo; pero aun podía decirse mucho ¡Tanto como se ha escrito sobre el pauperismo y sobre
más y mucho mejor. Casi todos los Estados presentan la criminalidad, cuando estos dos problemas están re­
una completa colección de los sistemas y del material sueltos con lina sola palabra: la instrucción !
de su enseñanza, ¡i cual más perfeccionado é ingenioso.
La Exposición Americana sigue llamando nuestra
Tareco que luchan, y en efecto, todos se han declarado atención, y recorriendo centenares de vitrinas, vemos
guerra a muerte. Construye uno una escuela, y el otro restos de indios y de instrumentos de la prim itiva po­
levanta seis; edifica uno un gimnasio, y el otro lo blación de estos países lialiados en las orillas del Miperfecciona; el (pie inventa un mapa, (pie á la prime­ sonri ¡ instrumentos de labranza y de varios oficios, que
ra vista deje impresa en la mente del niño la situación atraen las miradas con el brillo de sus hojas semejando
de las naciones; el que escribe un libro consiguiendo escudos de armas; mauufacturas de alambres, de cla­
recopilar las más difíciles ciencias en los mas sencillos vos, de zinc, de cristalería, de porcelana, de cajas de
manuales; el que forma una combinación de horas de cartón, de instrumentos de música, de instrumentos
estudio. de clase y (le recreo, (pie baga trabajar mas á médicos y quirúrgicos, de lápices, ile plumas, de ju ­
los muchachos y les fatigue menos, ése es el (pie vale, guetes, de telas, de alfombras, de campanillas y cascaése se lleva el aplauso, porque trabaja para la juven­ líeles, etc... ele.
tud; es la misión más honrosa (pie puede llevar á cabo
Porque la particularidad de este país consiste en
mi americano.
imitarlo todo y en perfeccionarlo todo, trabajando para
Entrad en una escuela, y como no os expliquen lo que llegue ;i ser un (lia el mercado más rico y el cen­
<pie estáis mirando, de fijo que no lo entendéis, pues tro m:Ls potente de la civilización.
.
X. XL
Las pipas que Austria construye no tenían rival en
el inundo. Los Estados-Unidos las dejarán atras, por­
que traerán materiales austríacos, obreros austrúuos y
construirán pipas «pie serán americanas.
La Inclín de América con el inundo entero se adi­
vina recorriendo el palenque de la Exposición.
Ibice unos años. Inglaterra importaba en América
sus algodones; llegó un dia en (pie la América produ­
jo lo bastante para n<> necesitar del trabajo de una na­
ción extraña, y so suspendió la importación; al año si­
guiente se cambiaron los papeles, y ella exportaba mas
de lo que en otro tiempo la importaban a ella; hoy se
lian abierto los increados de la América del Sur para
poder dar salida a sus manufacturas; mañana no en­
contrará quien le compre las inmensas cantidades de
sus cosechas. Alemania se distinguía por >us estatuas
de pa<tu y por su cuchillería. mas ved en estatuas
cnanto podáis apetecer ; ved en cuchillería el lujo y la
bondad más exquisitos, y coronando su Exposición una
navaja con f h x c i e n l t w hojas, y un trinchante do cuatro
metros de largo, cuyo puño de marfil es campo de de­
licadísimos dibujos.
Este país no es guerrero, y sin embargo, ved lo mu­
cho y bueno que presenta en su parte m ilitar: cañones
de todos sistemas y de todos tamaños, y uno tan gran­
de como el celebre que lia enviado el regenerador de
Essi'ii; torpedos, cuyos secretos en vano tratan de ar­
rancarle todas las naciones; fábricas de armas, como la
de liemingtou. proveedora del mundo entero, que pre­
senta una lujosa instalación ? como la ile Winchester,
que presenta rifles de precisión, (pie no discrepan una
linea de la puntería; y en diversas vitrinas, y en las
más caprichosas agrupaciones, una colección de revól­
ver*, de rodo género de sistemas, de oro y de plata, con
preciosos dibujos expuestos sobre raso, como si fueran
joyas. Y no deja de llamar la atención el ver algunos,
en verdad preciosos, en los que se lee Mnrv. Lonise
ó Entina, como pudiera ponerse en tina sortija. ¡S a ­
bedlo. españolas, á quienes ánn acusa un bárbaro ex­
tranjero de llevar navaja, sabed que las americanas
usan revólver! y aunque en la forma con que nacieron
algunas ciudades. San Francisco, por ejemplo, com­
prendamos que eran el único argumento que podía em­
plearse, no creemos que los revólvers sean los mejores
guardadores de la inocencia.
El cielo siempre nos deja algo qne desear cuando
uos dispensa pródigo sus dones. Hemos descrito á las
americanas por fuera, y hemos visto (pie son hermosí­
simas; pero ahora hieren nuestra vista máquinas ex­
trañas que nos quitan la ilusión. ; Uóiuo admirar á una
preciosa hija de .Tonathan, sin acordarse de la perfec­
ción de esas máquinas fatulos destinadas á fingirlo
todo, todo absolutamenter
La nación que limita Nueva Tlrunswick, y el Cana­
dá por el Norte, y Méjico por el Sur. extendiéndose de
Ucean© á Océano, se lia presentado, cu fin. con el lujo
deslumbrador de la (pie, siendo reina del Talaeio, quie­
re ser reina de la Industria.
Su sudo empieza por ser una mina de inagotable
riqueza. Atravesando Oliio. Indiana é Illinois están las
montafias Atlegliaiiy, cuencas earhoiu leras inextingui­
bles, y entrando en Termsylvaiiia, ciudades enteras (pie
no se dedican más que á explotar lo que con tanta ge­
nerosidad ofrece la naturaleza, produciendo antracita
por valor de 38 millones y medio de duros, y carbón
bituminoso por valor de 35 y medio. En la misma
Tennsylvatiia están los famosos pozos de aceite mine­
ral. (pie producen una riqueza de 20 .
En ls7o existían en la Union 252.1 bs establecimien­
tos mecánicos y manufactureros, con máquinas do vapor
con fuerza de 1.200.000 caballos, empleando 2.(loo.non
trabajadores.
En 1830 existían 23 millas de ferro-carril en todo
el territorio U nido; hoy tiene loo. 000 . casi tanto como
Europa, y bien pronto la dejará atras, enlazando hasta
el pueblo más pequeño con una doble cinta de metal.
Las lineas telegráficas (pie pertenecen á (’oinpafiias
particulares tienen 11ti largo de 75.000 millas, aunque
los alambres alcanzan hasta Kiñ.ooo; tienen (1.172 ofi­
cinas, y trasmitieron durante el año 71, 1 I millones de
telégramas.
Así so describen los Estados-Unidos, amontonando
número sobre número, formando cuadros en que se
vean muchas cifras.
Un pensamiento sombrío nos asaltó, empero, rodea­
do de aquellos montones de grandezas, verdaderas ma­
ravillas de la Industria. La vida material, la vida (pie
nace entre las ruedas de la máquina, la vida del traba*
jo , la vida de la Industria :i tareco á nuestro alrededor fuerte y poderosa; mas <• ¡u te se encuentra osea­
reculo; los magníficos destel os que en sus Secciones
brillan son casi todos extranjeros.
Figuración, sin duda, fue; pero al contemplar des­
de los Estados-Unidos á la artística Italia asomando sus
obras de arte, ¡i través de sus modestas instalaciones,
parecíame que la América, levantándose sobre 1111 pe­
destal formado por sus máquinas, y enseñando el va­
por y la electricidad y lodos sus inventos, la miraba
exclamando: «¡T a so , (pie yo llevo el espíritu del
• N.° XL
pA
siglo vein te: f[iic yo mareo el camino de la civiliza­
ción; los que no me sigan no pueden marchar con el
progreso!»
El siglo xvjjT fue un siglo muy artístico ; las inven­
ciones no se acogen bien; el arte se admira y se vene­
ra. y con todo su atraso y con todos sus errores, toda­
vía tienen vida esas leyendas, que, como recuerdos her­
mosos. hoy copian los pintores ó cantan los poetas. El
siglo xix es el siglo de la lucha fecunda que protege el
arte y (pie protege la ciencia. Ful ton no es incompa­
tible con I.amai tin é; ved los palacios de las I»ellas A r­
les ¡unto ¡i los palacios de la Industria; ved cómo se
combinan en hermosa unión la belleza y la utilidad.
IVt'o el siglo w .q i i e aparecerá brillante y poderoso,
(pierrá tener el sello particular de una nueva era.
querrá materializar el pensamiento, querrá materia­
lizar el arte, y al encontrarse enfrente la barrera que
lian formado diez y nueve siglos con sus artísticas
obras, tal vez querrá arrollarlas diciendo : «. Paso: la
edad moderna lia concluido, yo empiezo creando una
nueva edad."
A i.fu uno E scoba«.
FlUuU'tfln. s de Octubre do l s 7c.
COSTUMBRES DEL SIGLO XVII.
1)0 X
ItO D lilfiO
EX
l.A
II l l l l C A.
fConelitrU.no
El 1!> de octubre, martes, á la inedia noche ( 1 ) . le
visitó Fray Pedro de la Concepción, ¡i lili de prepararle
pura recibir el viáricn al siguiente din. Oyó con resig­
nación la noticia, y por la mañana se reconcilió y co­
mulgó con gran devoción, pasando al electo á la capi­
lla que tenia inmediata á m i prisión, llevando puestos
el habito y manto de la Orden de Santiago, que el en
mucho a]irecialm, y oyó cuatro misas.
Ansioso seguía el vulgo las vicisitudes del proceso,
y áun cuando en un principio aclamó con aplauso á
los que hicieron prender á ministro tan aborrecido,
cuando se esparcieron las noticias de la resignación
del preso y de su grande cristiandad, trocóse el odio
en eoninUerueiuu, sobre todo porque se decía no ser sus
delitos tantos ni tan enormes como se le acumularon.
Ello es (pie por temor de que acudiese á Madrid
gran concurso á presenciar tan extraordinaria ejecu­
ción, se resolvió prepararla todo lo más secretamente
posible, v los jueces no publicaron su muerte.
El miércoles ¡i las dos de la tarde se principio á des­
embarazar la Plaza Mayor y se levanto el cadalso, no
bastando todas las precauciones para impedir que la
nueva corriera rápidamente.
Para constu-lo de 1). Rodrigo, filé a visitarle aquella
media noche Fi a y .luán de la Madre d é M í o s , compa­
ñero de su confesor, llevándole una memoria de Jas
manilas que por su alma huelan los frailes y monjas
carmelitas, de los que unos le dedicaban los méritos
de- seis misas, otros cien partes de rosario, otros siete
viernes de ayunos y disciplinas v ilcinus obras de pie­
dad y mortificación a (‘.-tas semejan íes.
Ilñn lanía serenidad y prevención anduvo preparan­
do cuanto á su lin correspondía, (pie pidió el vestido
que había de llevar al cadalso, que era una especie de
solana negra con capuz y caperuza, que caía, sobre los
hombros, y pareciemlole que el cuello de aquélla pudría
embarazar su ulicio al verdugo, recortóle él mismo,
con ayuda de mi guardia.
La "lechuguilla mandó prenderla con un boton, para
quitarla más presto, prevenciones que hizo en la ma­
ñana del dia veintiuno, esto es, momentos antes de
salir para el cadalso.
Cuando se vistió el traje cebó de ver que no se ha­
bía puesto en él la venera ó hábito de Santiago, y como
preguntase el motivo, (lijóle su confesor que no se dis­
trajese entóneos cu aquello, y si bien pareció confor­
marse, vistióse encima de la sotana un ferreruelo suyo,
en donde estaba el hábito.
I lijóse (pie se había hecho la ceremonia de exone­
rarle, conforme á la sentencia (pie le privaba desús
dignidades, pero se limitaron á no poner en la sotana
la espadilla.
A las nueve de la mañana fui* el alcalde de córte
I). I’edro Mansilla, con setenta alguaciles á caballo, á
los que se agregaron treinta porteros á pié, y á las diez
y tres cuartos entró en la prisión el Padre Urógeno
Pedresa á decir á. I). Rodrigo (pie ya le llamaba Dios
y (pie era hora de ir á buscarle, á lo que respondió:
/’///•« Ilion ñas llama, ramas apriesa. Quitóse enton­
ces la capa y le pusieron el capuz y caperuza, saliendo
asi del oratorio.
Su confesor le instó ñ que se desayunase, pero sólo
(I) Si nivali» purlo erecr que el iiiArt-rs cs dia acingo, mu­
glino (anno I'. Itodrigo :
n u t r i e * salai cm •lustraci a para V»Ilailnliil : »Ili I'- jMvinliiTon n i u n i r l e * ; “il ni.ro li: condii ji'rmi
al casi ilio do Montanchez : era ut tiri nt aiain lo le fnwlaiian.a
al ile Santo iva'', y u n i r l i * citando le llevaron a Madrid. Alli le
Ininuron la declaracion (ai u n irle * ; «ai u ni r l i * le dicroii tqrmcailo; lo noiilicanai la siailcncia en u n i rl e* y, por lin, era uni rle s «alando le (tienili la untici» dei] in: loajustieiarinn cl jiicvcs.
imi
| l u s t r .a c i o ^
JSspañola
y
A mericana.
tomó unos tragos de caldo y un huevo, hecho lo cual
bajó á la calle.
lie poco habían servido las precauciones para que
no trascendiese la nueva de la muerte del Marqués,
porque alluyó tal concurso de forasteros, que no sólo
balcones y ventanas estaban atestados, sino llenos de
gentes los tejados, y en las calles á duras penas podían
abrirse paso los alguaciles.
El éniio contra el valido se había trocado en lásti­
ma. tanto que los (pie le habían cercado en la prisión
lloraban al verle salir, y él los consolaba.
(’liando vio la muía que le cmaba destinada exclamó:
/ . I// . / //-s-/ a mi ¡líala na ¡libia ser. sino mi serán,
donde na1 Ib rasi h iilenami nilonie // sdt'itiiiloiiir la i'tirni'
11 baratías.
Subió con tal entereza (pie sorprendió a todos,
extrañando él solamente que le ataran las piernas;
pero cuando supo era cosí umbre. se conformó.
Compúsose la caperuza y si- puso en movimiento la
fúnebre comitiva. Procedían á todos las cofradías de
la Caridad y Misericordia, ó las que se había prohibi­
do tocar sus campanillas hasta entonces, que iban á
larga distancia do I). Rodrigó, para qiu* no lo dis­
trajesen.
Con ellas iba también el pregonero, que de trecho
en trecho decía: Esta es la jlisliriá t/ifr manda lairer
¡ I lín j A liesIra Señor de esle homla’i ■i'iu'i/uc hizo nadar
n ah " asesina ¡/ ah /'asami'/ile, // flor la enlpa. i/ur ll/i'a
i n la muerte ¡le alfa Ji-imhri. //las demás /ior </Uvfa é roai/i'Ha>/o, rail Ienalas en sn senleneia (- i.
Venia luégo el séquito de poneros y alguaciles á
caballo, y por lin 1>. Rodrigo, con la barita muy creci­
da y el cabello luengo hasta los hombros y cu crencha,
pues no se lo luibia cortado desde que le prendieron,
cumpliéndose aquel dia dos años y ocho meses.
Queda ya dicho que su casa, que le sirvió de prisión,
estulm en la plazuela de Santo Domingo, y cuando se
vio en ésta, y que el concurso se lastimaba derraman­
do lágrimas, volvióse al Padre (¡abniel, sn confesor,
y le dijo; Padre, isla na es ir afrentad», sino ir sireirnila ¡i A ui-slro Señor ./isiierislo ¡/ ir Iritenjane/o fiar
Crista. Todos Ir ihan blasjeiiianda // t seiipn,/iilo, ¡j a m¡
ladas aa ran i neouu lu/findo a Jjm s; rarf/tten ei Sn ¡t i­
rina J ¡ai'slild , ¡idlli i s , /la i/Ua i'a ¡Hll/di'iUi' ¡d l’s la l'ldd
r/ liara trabaja i/t/r /uiihzea ra il el aiCO '/Ue siento.
Pasáronle por delante del monasterio de los Ange­
les. cerca del cual estaba la casa de Luis de Salcedo, y
también en su carrera se hallaban las de D. Francisco
de fo n tretas. D. Diego del Corral y D. Alonso de Ca­
brera. o sea las de los tres jueces que firmaron su sen­
tencia, y la de uno de los dos adjuntos.
Advirtiólo D. Rodrigo y dijo al confesor: Padre,
o/riei'i'e ó ¡lias r l haberme Irania por las rasas de lados
mis /nrers, /ñus en esa }n paréenla a Crista.
Siguió su carrera por la plazuela de Sania ( ’alalina
de los Donados, donde tenia su casa el Marqués de
Velada, quien hizo estuviesen cerradas todas sus ven­
tanas. y de alli subió por la calle Ancha de las Fílen­
les. En este pitillo unas mujeres dijeron en voz alta:
/ Dios rai/a rontiej" // le perdone.' A lo que Calderón,
sin alzar los ojos, exclamo: ¡O h mi Chis, haeed lo
l/lir osle puebla Ir pide !
Entre tanto el innttmerahlogeiitio.se apiñaba. Inicia
la Plaza M ayor, en la que. y frente á las carnicerías,
se había elevado el cadalso. ,\ duras penas podía nadie
moverse en su puesto, y los balcones, y hasta los teja­
dos. estaban atestados, mas que en los dias de las la­
mosas tiestas que hacia un año se habían celebrado alli
mismo, por la beatificación del glorioso Isidro labra­
dor, patrón de Madrid.
Entre los que más próximos al cadalso esperaban el
trágico suceso, con mayores muestras de lástima, dis­
tinguíase un grupo de tres personas, ya de edad ma­
dura y aspecto grave, á quienes su traje daba á cono­
cer por hidalgos, con sus puntas y collares de ca­
balleros.
— Va veis, D. derónimo, dccia el de más edad, cu­
yos cabellos plateaban algunas canas; ya veis en qué
ha parado tanta grandeza.
— Decid mejor tantos odios acumulados contra el
Marqués, respondió el aludido. Desde que pasó á mejor
vida el santo rey D. Felipe (que haya gloria), previo
el lin que le aparejaban sus enemigos, apoderados del
ánimo de nuestro joven monarca; y dijo esto bajando
la voz hasta casi no dejarse oir.
De nada aprovechó, repuso entóneos el tercero,
que era el más joven, la intercesión del Cardenal Trejo,
sobrino de D. Rodrigo, que desde Roma vino al electo,
pues no quisieron oirle.
— De consuelo debe servirle 'pie el vulgo, ;tnLes con
él tnu airado, hoy le llora, dijo el más anciano de
los tres.
No delicis extrañarlo, repuso D. Jerónim o, pues
D i c e Q iii'V c d i» i*II s u s f i r m a l e s t ii> iib s i/ e i/m 'ite e i/.iu s q u e
« e l p r e g ó n le d io l a v i d a y le n r d o n ú l a i n n e r l c ; p o r q u e c « m i"
l a g e n io o slab a, a z o r a d a c o n lo s d e l i t o s t a n e n o r m e s c o m o se
lia b ia n c r e íd o , y o y e r o n cl p r e g ó n , iiio m c iit á iio a m 'a ilo a r r e ­
b a t o l o s c o r a z o n e s d e l o d o s , y d é l a v e n g a n z a |ns t r a j o ¡i p i e d a d
e n c a r e c i d a . c o n l a u t a s d o m o s ! . r a c i o n e s . q u e l a s lii 'l i m a s y l e s
r ú c e o s p ú b lic o s a c h a c a b a n ¡i la j u s t i c i a m o d e r a la n o m b r e do
I i r a n i a . i>
207
como en un principio creyó que estaba el Marqués
manchado con tan enormes crímenes y ahora ve que
sólo se lo ha probado haber hecho dar muerte á un
bribonnzo como Xuara, que en justicia debió haber
sido azotado y guindado, y al alguacil Avililln. cuando
cada dia se ve que los poderosos purgan con un leve
desi ierro mayores pecados, conoce que la saña entra
por masque la justicia en la muerte de Ib Rodrigo.
Conóceseos que sois aficionado y familiar del Mar­
qués: pero, con todo, yo opino que. en electo, sus ene­
migos se extreman en el castigo. A propósito; observo
que falta el paño de luto de la silla luí que lia de mo­
rir D. Rodrigo.
lian querido despojarle hasta de ese respeto;
ayer farde pusiéronla enlutada, pero á las diez ha lle­
gado orden de que se quii asen de ella las bayetas.
En cambio se ha mandado que sigan dándole tra­
tamiento de señoría, á pesar de estar despojado de sus
títulos.
Dicese (pie eran muchas, repuso el más anciano,
las mercedes de (pie D. Rodrigo disfrutaba : vos, don
Jerónimo, que tan tratado le teníais, podréis informar­
nos de ello.
— Asi era. y Sn Majestad le había favorecido nota­
blemente . pues ademas de sus títulos de Marqués de
Sieteiglesias y Conde de la Oliva, era Comendador de
(»raña. Capitan de la (¡mirilla alemana. Contino de la
casado Aragón (¡i). Alguacil mayor de la Chancilleria de Vnlladolid. .Registrador de olla. Mayordomo de
las o b ras de dicha ciudad. Archerò de ella con voz y
voto y la primera antigüedad. Alcaide do la cárcel Real
do dicha ciudad, su Corroo mayor, teniendo ademas
dos regimientos en ella (I) y un maravedí por cada
bula de la Santa Cruzada que alli se imprimi«, con
cuyo situado solamente recaudaba seis mil ducados
anuales: tenia balcón perpètuo en su casa de Ayunta­
miento. aposento (ó) en las Casas de las comedias de
dicha ciudad, y otro perpètuo en el Corral de la Cruz
de esta villa : el patronato del convento de Portaceli de
Valhtdolid: era también Regidor de la ciudad de Soria,
con voz y voto, y asimismo tenia otros dos regimien­
tos cu la de Paleada, con voz y voto, reuniendo ade­
mas el cargo de Depositario de dicha ciudad, con voz
y voto en su Ayuntamiento; era también sn escribano
y patrono de la capilla mayor de .Vuestra Señora de la
Merced. Asimismo tenia derecho á la mitad del bnzio
que se trae de las Indias Orientales por lastre de las na­
ves. que son treinta quintales de caracolillos, que en­
tra los negros pasan por moneda : el derecho del palo
del Brasil que viene do Lisboa, que le valia doce mil
ducados de renta, y finalmente, sin su licencia nadie
p alia tratar en piedras de tahona y de barbero, que se
envían á las Indias, y puedo asegurar que. entre esto
y los juros que percibía, entraban en su poder doscien­
tos mil ducados anuales.
Por eso me asombra el liu (pie ha tenido tanta
grandeza, comparable sólo al de D. Alvaro de Luna.
A esto llegaban de su conversación cuando las gen­
tes, que se habían agolpado con preferencia á la parte
de la calle do la Amargura (i¡), porque solian entrar
en la Plaza por ella á los condenados á horca y estaba
frontera a la plazuela de Herradores, por la que subían
á D. Rodrigo, se dirigieron en grande oleaje hacia la
do I¡oteros (7).
Era que (pusieron ahorrarle la infamia de llevarlo
por la carrera «pie seguían los ajusticiados vulgares, y
le condujeron á la Plaza por aquella última calle.
Rodearon el cadalso cofradías y alguaciles, y al lle­
gar I). Rodrigo á una valla (pie lo cercaba, apeóse de
la mala con muy buen aire y subió seis gradas, donde
le aguardaba su amigo el Padre Pedresa, y esto le (lió
tanto consuelo que se sonrió con él.
Causóle sorpresa ver el cadalso sin luto, como se [io­
nia. para los caballeros, y preguntó la causa, toda vez
(pie él no moria por traidor; pero le dijeron que se
hacia aquello con todos, y se conformó.
Pidió entonces un libro de horas y rezó, haciéndolo
al propio tiempo los doce frailes que le acompañaban,
y dijo el Miserere, las Letanías y el Credo en latin,
ocupando en ello irnos tres cuartos de hora.
Terminado el rezo acercóse á él Pedro de Soria, el
verdugo, diciétidole que ya era tiempo, y entonces se
le aproximó el confesor. Hubiera querido excusar con­
fesarse postrado, seguii era costumbre, porque no acha­
casen aquella postura ¡i vanagloria de humildad, pero
siguió la usanza de tales casos, y después de besar la
mano al confesor, filé á sentarse en la silla que estaba
clavada, en medio del tablado.
Compúsose en el asiento, levantándose y volviéndo­
se á sentar, y preguntó al verdugo si estaba bien ; (li­
jóle éste si le perdonaba, y respondió el Marqués:
— <S7, amina de mi alm a, y le abrazó.
Aun cuando su serenidad era admiración de lodos,
consolábale el confesor y le exhortaba á que tuviese
<:t) Clin U n ii, .intigno i mplco palaciego.
(I) ¡ t e tj h n l e n t o s , esto es, dos cargos de regidor.
(ó) A pese itili, lo que hoy se llam a calco
ili) bu calle de la .1 uní rt/iiru, hoy del S ie te ile Ju lio ,
(7) Callo de Jio te rus, en el d i a d e l'e ilp e / / / .
2 ns
pA
Jl u s t r a j ìo n
E s p a /i
Y
/VM F , R I C A M A
SESION UE A F E UT U K A , iîA JO I.A l ’ KESID ENCI A D EL EX F Mu. SK. MINISTRO DE FOMENTO, E L
N.° X I
J U D E L ACTUAL.
N." XL
p a
H
A l 'A l . A J A U A. —
p a t io
y g a l e r ía
I lustración
JSspañola
d e l a e x p o s ic ió n . —
y
yA.MERiCANA
(D ib u jos del natural, por nuestro comisionado especial Sr.de Badillo.)
áfiO
J-iA
270
ánimo, ¡i lo qtm él respondió «j«c nunca habia estado
más contento.
Cuando el verdugo se dispuso á atarle los pies ¡i la
silla, sorprendido le preguntó:
Amigo, ¿qué hacéis?
Pero los religiosos diéronle la repetida razón de que
era uso. y entonces d ijo :
— Ata*.
11 molo aquél, eu efecto, atando los pies, brazos y
cuerpo á la silla, y cuando estuvo sujeto pidió al ver­
dugo le abrazase, ya que él no podía nacerlo, y enton­
ces le dio paz en el rostro.
lin i al punto le encargó que cuando llegase el mo­
mento de vendarle los ojos le quitase una banda que
al efecto llevaba :ll cuello, loque hizo puntualmente,
pero citando estaba atándole las cintas por detras, don
Rodrigo, que no perdía mi punto ta idea de su honra
y la de sus hijos, pensó qitc trataba de degollarle pol­
la espalda, y le dijo :
Amigo, que un ha de ser por ahi.
I »¡rigiéndose entonces á les IVaih s exclamó :
-Padres míos, no se vayan.
-A qui estamos, señor, respondieron, diga Y. s.
.1esus.
IIizolo asi I). Rodrigo, y en aquel momento, en me­
dio de un silencio solemne. echóle el verdugo el cuchi­
llo al cuello v le degolló, y lité tanto sn ánimo y tan
extraordinario su valor, que, después de hundido el
hierro en la garganta, los que se hallaban próximos a
él oyéronle distintamente decir por segunda vez ¡Jesús!
Profunda lástima inspiró entonces al pueblo que ro­
deaba el cadalso, y los misinos que d"> años ñutes su­
pieron gozosos -u prisión, lloraban ahora desconsolados
por su muerte i 1 i, y se alejaban de la plaza silenciosos.
Entre el verdugo y el muñidor de las cofradías de la
Caridad y Misericordia le desataron y tendieron el cuer­
po sobre tuia bayeta negra, cubriéndole con o tra .d e
manera que sólo el rostro se viese : colocáronle una cruz
sobre el pecho, poniéndole éntre cuatro hachas de cera
amarilla, sostenidas por hacheras de pulo, echando lue­
go el acostumbrado pregón, de que nadie le toca-o, so
pena de la vida.
Todo el dia estuvo el cadalso visitado por religiosos
de todas las órdenes, que espontáneamente fueron ¡i
decirle responsos: teniéndose por cosa cierta que aquel
dia todos los de Madrid aplicaron por él la m isa.no
quedando señor ni señora eu la córte que no se las
mandase decir, y él empleó también eu misas dos mil
ducados, tínicos de que testó.
I.a saña de sus enemigos no se amansó ni ñun vién­
dole degollado en el cadalso, y para quitarle toda de­
mostración en favor de sn memoria, se mandó que á
boca de noche le amortajaran el verdugo y .los amortajadores de I"- ahorcados (_>. rigor que á todos pa­
reció» mal, así cuno que se prohibiera hacerle entierro
emi pompa, ñ pr-ur do que había im itado para ello el
( 'onde de Luna y Beiinvente ñ los señores.
Solo fueron e n el cadáver, que sin .•autos funerales
llevaban seis hermanos de Antón M artin, la cruz de la
parroquia, seis frailes con hachas y la cruz de los ahor­
cados, conduciéndole silenciosos al ('ármen Descalzo,
donde mandó le enterrasen.
Los frailes habían preparado un túmulo modesto,
poro cuando el entierro estulta cerca de la itriesiu. lle­
garon á ella los alguaciles y quitaron la tumba, y las
bayetas, haciendo colocar el cadáver sobre el suelo, y
cuando después se censuré» este encono, achacóse lo
hecho á demasías de los alguaciles (3).
J l USTRACIOH
Jp SP AÑ OLA
Y
JK M ERIC A N A.
Poco tiempo después, á '1 de Diciembre, se le hicie­
ron las honras con pompo, poniéndose sobre la tumba
el habito de Santiago, concurriendo á la ceremonia
muchos grandes y señores de titulo.
Di usóle enterramiento en la iglesia del (’ármen, per­
maneciendo allí tres años, de donde al caito de este
tiempo le trasladaron al convento de l ’ortaceli. de dun­
do liié ' patrono, á instancia de las religiosas ( 1 ).
Este lin tuvo aquel poderoso magnate, si desvaneci­
do y oh idado de su origen en la fortuna, resignado y
contrito en la adversidad, quedando la dmla después
de sti muerte «le -i en ésta tuvo más parte el odio de
sus enemigos que sus propias culpas.
Sirvió de pasto á la vulgar murmuración ver que. al
poeo tiempo, ñ I». Francisco de (’(»utreras, el princi­
pal de sus jueces, se dio la presidencia del l ’ousojo
Real de Castilla (á). cargo clavadísimo, vacante dcs«1»' «pie había sido desposeído de él I*. Fernando de
Acebedo, arzobispo de Burgos, en 7 d eSetien ib re.es
decir, poeo más de un mes ántos de la muerte de don
Rodrigo.
Por eierln «pie dicho cargo de Presidente del Conse­
jo de Castilla, parecía estar destinado para los jueces
que instruían las causas contra los validos de los reves,
pues en vida de Felipe II fm- con él agraciado I». Ro­
drigo Vázquez .le Arce, que juzgó y mandó dar tor­
mento al no menos famoso ministro Antonio Pérez.
Ello es que I». Rodrigo mostró tanta entereza ante
stts más encarnizados enemigos y e n el suplicio mismo,
que por él se dijo aquello de ivalar iit'is honrado <¡m
I). líoi/rij/o ni la /tona, que el vulgo, malicioso ó ig­
norante. trocó después t'ii /'tur mas orgullo tptr ]). Ro­
drigo ni la /tona.
Jumo Moxueál.
RETRATO DE ISABEL.
I Inii'.iuv i» .Iv A « t u , >
Es, de cuerpo. Isabel tan bien formada,
Que mejor no la harán diestros pintores:
Su rubia cabellera, bien trenzada,
Sobrepuja del oro á los fulgores,
Y adornan su mejilla delicada
De azucena y de rosa Es colores;
Si bien sólo el jazmín luce en su frente.
Extensa y elevada justamente.
Bajo dos lindos arcos, centinela
Hacen d«»s «»jos como soles claros;
i »jos cuya mirada nos revela
Eu pena dulce ó los deleites car«»?,
Y en tonto de los cuales Amor vuela.
Juguetea y acecha sus disparos.
Perfecta, luego, la nariz desciende,
l*o la envidia m» ve nada «pie enmiende.
Está después, como cMit.ro «los colina-.
Ea boca, fresca del earmiti natío.
Con stis hileras dos de perlas linas,
(¿tic cierra y abre un labio dulce y pin.
De do brotan la- pláticas divinas
(jno el pecho domestican unís bravio,
Y d<> se forma a<pt«'I plácido riso
Que nos abre CU la tierra el Paraíso.
Su cuello es de m urlil; de leche pura
Ancho y tendí«!«-» el pecho, de mum-ru
Que d »s pomas, «mi «'■!. «le nieve «hira
Van. y vienen cual «»tula á la ribera.
Argos. e«»n sus cien ojos, hi liglira
Ver «le las otras palies ma! pudiera :
Mas se puede juzgar «pie correspondo
A I«» «pie litera está lo que se esconde.
Muestran los brazos esbeltez robusta ,
¿ Y «pié*1 cincel á reraednr se atrevo
I.a mano «pie medida alcanza ju sta.
En «pte n«> abulta vena la más leve?
( 1 1 I,«»s p o e la s , en alores «le t rulos lo s sucesos nntnl.l.-s d e la
.•puní, «.•«¡.añilé m u ú I». R c t r ie .. cHU-reutes epiialius. _¡ :i!^un..sen su elogio, em papados en íumitga s á tira otros. I»c Villatncdinna se co n se rvan , mitre o tro s, 1 « dos signó m e s ;
KCIT.M'IO.
Aquí jave i n l'lm i n :
lXwiii m. •'!
l o - " leu.
i.i.n' en iniriiir y iti"»'lr í.w’n
N." XL
Y cuál, por cabo de la talla augusta,
El bellísimo pié, calmad«.» y breve?
¡ Ah. no es dado te oculte humano velo,
Angélica hermosura, dóit del ciclo!
J l'AX I>K LA l ’KZl'KT.A.
Siyuvia.
A BENITA GUIJARRO.
El lem or, la piedad, el indeciso
( ’repósen!»<que Ilota en la «‘spenmzn,
El albor do un soñado paraíso:
El faro en el incierto lontananza ;
Todo lo .pie lmy de tierno en mi pasad.»;
Todo lo que hav »'h‘ grande en mis memorias;
Todo lo que mis sueños han creado
De seres, de entusiasmos y de glorias:
Todo lo que hay en mi que me ennoblece;
Toilo |.» que perfuma mi camino:
Algo de 1.» inmortal que tío perece.
Confundiendo lo humano \ lo divino;
Do la ilusión el perezoso halago:
Do la niñez los eámliilos sonrojos.
Todo 1.1 v i. (Mimo :i través de un lago.
Nadar por las vislumbres «le tus «»jos.
; Qué recuerdan? ¿qué son? ¿quien puso en ellos
Ea luz con que ofuscados resplandecen?
;S¡ miran sin m irar.... parecen helios,
Y si mirando miran.....eulo«|uoeen !
Jamas vibraron con tremendas iras.
Que de un volean de amor el fuego guardan;
; El cielo se adelanta cuando miras.
Y si los cierras, las estrellas tardan!
Ruge el volean; el cráter turbulento
<’nnra su triunfo en rojas llamaradas:
¡T u arrebatad«» hlrviente pensamiento
Como el cráter estalla en tus miradas!
Miradas siempre ¡i lo impalpable abiertas:
Ojos que anuncian lo que nadie ha escrito;
¡T us párpados «le nieve son las puertas
Por donde ven las almas lo iulinito!!
; Feliz quien de tus ojos prisionero
Encuentre en ti consuelo á sus enojos,
Y de tu vida amante compañero
Se asome ¡i los abismos de tus ojos!!
A ntonio F. ( ¡ hilo.
A JED R EZ.
Solución al problema núm. 6.
UT.ANCA9.
NHORAS.
i i: i» r.
■2 A .» 7
c t>7
i: ll. limui
:: A a r>, «'■ <•
a
u
Cimlqiiiurn.
s . jit.|»ii‘ j mu»«.
Muy ir. - v u rliiiá c -l" r.u-il -"i»i-l"ii.
tilín «'»•ni¡tl.tr> solución c v u ch i: I». M. (.tiin/:ilc/ y m.i'i"s itcl «'n-liin do
I,.*.'.-.»: I».
V iillarlii". .1.- Vinnrn» ; i,1.. | " i rl i'.iv iiln tic A r l . . l e
. iivii-c ; 1 ».
M u ñ í . . i . 'r . . « ilol ('a-i.M de ild ír a n l I Vriui.ui .ilul íli.l.'i ».«or; 1 ». l.c.iminlii «'¡.-■ '"s, |.»•—íilciito .Wl Circiilo-Uc".» <1 .- humea (Uvlmlo)
y 1».‘ l.ulsu >1 il. A li‘ i<li'Biii, ili- UUIkui.
------------- ------------------------------------
PROBLEMA NÚM. 7.
N EG R A S.
S i ' isin -re ni l'ii"li hclroii.
OTRO.
ti oy de
«-I >li-- l.'i»
llió :u|l.i lililí i.merl" m.imrlal
A •ll.lel. el l.iel. Iliz." IfUil.
V ¡i i|U¡en el nuil lil/u I•i.m.
IUM. XiH'.. i»,. .I/.-2IHI;
K 1’ 1 T A I"I O Á CA IdliaiOX.
\i|llí .le .111lt<i|l|liC' <'l
V i . e e i . e ¡. .r ............i. - m . o :
ivrdi.i el c y lee -.1 .i.ieTle
Tul. i|..e eel.r" » t n.u\«>r :
Ci.n.li.iiiif.e. .In.ele Ves
N'i. r h ii .le sn iimnlire iiieiies;
Si lili' til i- I :irn ser liieiii».
I'ilé lie n" i-iil'u -i r mis.
/;//.». v.ii.. ni*. .I/.-2*.
i 'un ii ron ¡iilmnas- nuil! ¡t lid d " • o m : •. - y va lia s con ip i.-i.ines al m ism o a s u m o , «I.• ( ¡óii'.'oru. Vil tai
liana y ni i •.
( Z ) I ' i i i i t I ' I • 1 " i l e - n m l a r o i i t e d i á r o n l o l o d o - u e ie r o n U n
« lo d e l a s d i s c i p l i n a s i ' n l i f H '
l i i o i 'l i l i e a 'i a . y In.- M i d i h i ¡ l a i n l í i e i l l a e . 'i a law , a e o l i s i a m m u d a de| m i i e l i o t i. i i q i o i p i c p a s u l . a
e n i . n i 'ñ o i i .
(:t) K| liomlnv á ipiicn tan niiseralileinente
enli rratia
luiláa ilísfrutiidn lan miunlio' i- ii«|inv.a- en vida , .pn- a ........
sei'ileluda de SUS proCi -os s le .■¡"i'lll.'i . o il'i-i'ielltim Seleill I V
dos eiiei.los eienli. sesenta y dos lint sevenln y enalm m
vedts . ,'i| lii'udn al le'v : y la joya -. >|lie I aiiilie ii m: le api i".'lron, montaron Isl.DOO ilileados. y la., ijiie salieron i n almoii' •
da en lía de <lelilí.re, 770.oeo duendos; lodo >sto -in em iiar la
casa, pinturas, armas y ropa Idiinmi, ipie no eatiian en -f¡tírandes salas, siendo iodo ello la'iiilo en 1.V17. 70 S ducados,
suma enorme para aquella época.
( I) Al .l.-i'iil.'iTsrlo |ior:i -u Ii:i-lae¡nii, liiilliimn su cuerpo
i t 111.11 >, y la e n rae llexiJile y e n s i non « i m i n i n o c o l o r i p i e
t.'litii.'ll v illa, eoi -i'i Viín.lose ;.s[ l.,is| ¡h.I.m años ; stiOCSO «pie
llamó mucho la al enrió».
(A) K! U"iil i'oiiscj.» <ln ('a stilla era el prominente entro
lodos los «|nc -rrv íi. ii para el .. 1>i. •r o*««le la Nación, y por exco|eil«:¡:i le ltamal.au I. s r. yes /»»//>//•/» < tmsfjii. !•’1111•lólc l'Vrium(lo I I 1 . I año 12-lli, .'¡"tilín IIIlis (l'll i MI >«pie el I'iirlilllll'lll» «le
I’arls. Culi-taha Pn varias s a l a s , . ■n 1n • las «|iie ■slalian la «le Al­
caldes «Ir «'asa y «
«pi e <•«»»• ein P • la - .-ansas erliiiinalés
sin aeelaeii », y la Pe .U il // i/ulnii n /iif, asi Itamil ña ponine i-n tondia * ii las .pi - faina seirntiPa sajeirarK iii, rncPiaiite mi «lo| i 1 . pró ,'i.. Pe in 11 y 11ni o;" ni Ms Pul »la- .le oro. Pe I. y Pe Seirovin. til KinpernPi.r <'arlos V instiiiiv.'i tu «'¡uñara Pe <'a-liíla . .'oinpii'-sl.i .1*1 rresipeiiie «|.-l «'..nsejo, enjiti'o eniisejero-s
y Ir s -".'i. i arios. «■■m -l i l . iy ■upo una .'sp. •.■!*■ .le <'on-. •jo Ifil.il.i.i pel Mon i rea , , ti le ..rop..» o. eiia ni o Pet.ia prov. er n'-p. e.
lo ó p 'l' h.i,. - P PelIlo.-, roe .... ion I - I ,lulos pe nolili /.a , pre­
st Illarion ilr aiV.oliispos y i.lii-nos, y lo.lo lo >|il"sr r. I’rl'ia a In
pi'ovi -ion .Ir luiiph os y Pl'jiii.lailes, rareillaiuto-e en -'••1,'iit:»
mil ami i ! . : los olieio que por esta Cámara e i'i.nsilllaliaii «>
pl'opoiiian ni l.'ey, l.lainaha-i m h h i pi.if.ix .:i los que eunipoiiinn
la « 'amar i, y e| .»¡por I». Franri- -o .1 Cuntreras prop »Pió lito.
Pe es i - olleios. qn por h> pronto m. .•«m - i,rn i, ■, por lo que
..cliliPose r.'lin'i.le l a e '-r . ; pero li:.h¡i »Pole .ta lo In. .•■> mas
Pe lo «;«!«• ap.'ieeia , eoipii ,.'•»».1,,I.•, no ya una plasta Pe simple
eaiuarm ia. sino la l'r. sulrucia Pel C. nsrio, y por en.le Pe In
Cámara pe Casi illa , :,f.'|i; o el e¡u■•_'«>,Pe «pe e » l.'.L*7 fur r.'mo­
vido, pnra auraeiar o u i el al CnrPeunl 1 rejo, sobrino Pe don
Rodrigo Calderón.
me
III.ANCAS.
Ju eg an éstas y dan mato on cuatro jugadas.
I
N.° -XT.
'
p A
J
l
U STR A C IO N .
JE
s
PAÑOLA.
Y
m in a d a h a E s p a ñ a U n , a r i a . y se v e n d e ;i dos re a le s e j e m ­
p l a r en la s p rin c ip a le s l ib r e r ía s , y en la a d m in istr a c ió n ,
M adrid ( M i n a s , 2<'.
LIBROS PRESENTADOS
Á ESTA REDACCION TOU AUTORES (') EDITORES.
L a ( luuniN i"ii a , m a z n iv a (le con cierto p a r a p i a n o , y L r i ' im: l a 1 ’ a tiíi A . rom an za sin p a la b r a s . lis ta s dos n u e v a s
p ie za s d e nnisien, o r ig in a h s del enm.eiiln com p o sitor I *. |t rind,c Ku¡'/- y \ c í a , a c a b a n de ser p u b lic a d a s p o r la a c r e d i­
ta d a casa ed itorial de 1*. A n d ré s V id a l y l í n g e r . d e B a r c e ­
lona ( A n c h a . .'Iñ b \ én d en se ;i 1 1 0 rs. y 2 0 rs. e j e m p l a r , re s ­
petáis a m e n te . y se h a lla r á n ta m b ié n en M a d r id , e s ta b le c i­
miento do I», \ n d r c s N id a l, liijo ( C a t r e r a d e S a n J e r ó n i ­
m o , .'1 2 ).
Ib'Ll.A, pcipteño po ana d,- A lf r e d o d e Mnsset, traducción
etl Vct'so do 1 '. A n g e l l!. CUttVcS. P erten ece esta obrita
(til p.igx. c »
ñ la b ib lioteca d e o b ra s en c o gid as dctio-
ir.")
271
y ^ M E R lC A ^ A .
D i- r u s o leíd o por el d ire c to r del C o le g io ib' s e g u n d a
en señ an za estab léen lo en MI R o s illo d e C am eros, l.tr. 1 ' . .José
S e n/, d e X a v a r r e t e , en el a .'to d e la a p e rtu ra d e l curso
do I s i tí á 1 S 7 7 .
K \ la m ano ¡ r a : 1 1 j a tt 1 1 > tu: mi c a p t i v i c u m , s e g u i d o del
b ' lieto I.os M ami Us i -s . p o r 1'. A n ton io del Rosal y Y az .p ie/
de M o u d r a g o u . coron e l g r a d u a d o roim iiu lan to d e in f a n t e ­
ria. Kste libro puede con sid erarse co m o h istoria intim a de
la insu rrección cu b a n a , y m erece e x a m e n de ten id o; 2 '.' I p á ­
g in a s en I b ."
V én d ese á 1 2 rs. e j e m p l a r . . n la libreria de
1'. F r a ilé is .•<> ( iñ iig o r a , M adrid (C o rred era b a ja d e San l ’ a ­
ldo, 7 ) , a q u ie n s e d ir ig ir á n los pedid os d e pro vin c ia s.
ALMAXAi.-rii tua. g r a n m i w p o p a r a 1 * 7 7 . escrito y d il 'u ja d o p o r P . R ic a n ta R o e e rm . C on tien e a rtic u lo s y poes ia s in te r e s a n te s , y està ilu strad o con m n u eroso s g ra b a tlo s :
— 2 2 2 pfigs, eit .1 2 .° 4 re a le s en b is p rin e ip a le s lib re ria « , v
eti la A d m in istrae i.> n , M adrid ( S r. P . L u is do P i e g o , calle
del Cottile d e Mirati l a , 3 ,
L a s FfNDAi'lONKS PK F.sfANA i n R.-.MA. y las lev cs i t a li an as d e d. sam ortiz.a ciou . por i r Frati.-ise.. A g u a d o . F.studm
im p o rta n te y tieeesario p a r a c o n o c er c x a c ta llie tile los ih reeltos (pie tie n e in te sila p a tria sol-re mueltas f u m b i e i o m s
r.d ig io sa s y d e lum elieencia cu la c a p it a i del o rb e c a tó lie o .
F o llc to de 1 4 'ì pn gs. en 4 ." m e im r . ( le g a n t e m e n t e im p reso
eu R o m a . T ip g r a n a n a n a ..a {^Piazza S m S il v e s t r o , n u m e ­
ro 7ÒV.
V.
COMISION, EXPORTACION
n
£ -P A R I S * y> ^
P A R IS
AVISO.—Para satisfacer el deseo de nuestros corresponsales y suscritores, publicamos el cuadro siguiente, que indica
las casas de París á las cuales podran dirigirse para hacer los pedidos que les convengan.
A P A R A T O S P A R A D E S T I L A C I O N C > DE LAS CR IST A LE RÍ AS di BACCARAT
E U R O T , r u e M a t h i s , 2 3 , en P a r i s .
<im/iou/a<lit m
COMISION.— EXI-ORTACION.
I tili I.IF1 I V c rrs . Constracto:t-smaquinistas
XU-AUd DE BÍS R EX I MI LAS BJMSIC A 8.
C ifro (/■pósito e l l ’aris. r. I’t irudis-Poisstaindre. 3d bis.
AUGUS \ E GROSS
s
- f o r t s , todo h ie r r o
P i r r e I I A F 'F F E H , 1 0 y 22. p a s a je J o i f f r c y .
2 0 m e d a lla a do h on or.
F a b r i c a p o r e i c a j - r. 7H. , ¡ t e ti¡í Ti',, p i e .
Se envían modelos eu dibujo y precios corriente», ir».
1 3
i' í
»z a l e t e s ,
y C a d e n a s
C o l l o r e
e l e C7 > i - o
1
futí nrf £■ .ts*'S'$J r ! - " r*
r
F.■ ,
'Íllvio del catálogo illislnulo al que I" l'i.Li,
l . pal' p ie r
l ' A u f t l C V «le \ H A v \ s . Relojes di Sobremesa
V URIELS IT HIliiJCE, I'AIU tl-'-KNUS, L.
F Á B R I C A I’ OR E L V A P O R
L A N G U E R E A U ,linlllrtm>
1Ikllllliiül'.Tais.'Jit
P 0 I R H 1 E R KR • Ld l3 Ha.UóLs, 4 í, Pahs
Proveedor tfel Móbtlloño nocional, tís lis
Cesionario ib ! itererho rxehateo
¡Ir exploration ¡i thI jairlbi/lo ib In Pute¡un.
C adena« y C o lla r e i de O ro
1 1 , rite P o r t e f d a , au rcz*de-C hau*sie.
BOMBAS CENTRIFUGAS, PERFECCIONADAS ~
nísierros,
aei Senado r a e la P eleaura asi Sena.
J . D a b r a s s e et C.ìe, 2 1 , r. S im o n le F r a n c .
FÁ B R IC A
DE P A P E L PINTADO.
V e J O S S E k F i l s , rue d e Charonne. n .° 163.
Album de muestras enviado «rati? á los que ¡o pidan.
liitcvi ri>.
(i. i>. (,.
Realivatt un« er,.ti»tum «le ¡*Ul S" |K>rt<»'.
L. ni'- COMBETTES r r - z . t:> r nr B cndv. 0 2 .
■.1
S Sifones, Aparalos^arálE?
j
Ch. P IL L IV U Y T y Cia, F;i|i|'¡c:i de l'oicelanas ESCULTURA y ürcaat'.ciíen de nsrc:3 e: blata.
A n t i g u a c a s a C O U T A N.
D . R E N A U L T , sucesor, r-.c de B on d y, n .° " 0 , PL?7>
- R epreíeu tsu te, M. Iz)N .;rm :n : BAR EL NL. fonda de
.I
Oriente.
GRAN FABRICA DE SILLAS
SILLONES, BUTACAS Y SOFÁS DE TODAS CLASES.
H E D ( > y D , 2 1 , Faitbourg S a in t-A n to in e .
UDFAFORT, [ rivilegiado, r. de la Donnuc. 24
*«-' IMPRIMIR, \EGR.\Svdk COLORES.
¡?,!e M m e et C.i,? (asi. casa Garde), r. Taranoe, 1Û
AN'L'N l'TO* : 3 f r a n c o s l a l í n e a ,
llP IU L A M O S : P r e c i o s c o n v e n c i o n a l e s .
A D O LFO K W Iií, ú n ic o a g e n t e e n F r a n c i a .
10 , ru e T a itb o ú t, P a rís.
NEVRALGÌ4S
CURA Dr:•«,
Por los CIÜAP.ILLQ
.LOSn ESI'IC
A llu n im i., e l lilim ti, | t i <• Ir;• e n e l l 'e c l l ....... ¡lim a e l sU I, "in.i nerv iie .il, la e lllla l.l C N peeiu ruciO II ' filV -.fe e e la-, ft 111■ *i ■ >11 •- .le I..S K \ \
i.rg íitie s t'e s |iir a l. .i íe s .
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E D IT O R de Ks:atnpae, Mnjia» (jcegráficos , Imnaerln 5J
reliaiosn y todoe lo» Santos , (Jri.-tos y Vírgenes en ve­
neración eu !n América del Snr.—TestoespaBo!.
DR OGUERÍ A .
p i a n o s
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( E r i g i r e tti firnm
-I I.S I'IG
m il)n i- J . i x n r . t«M . r u é «*t l . n / n e e . I'iirif)
Karin inas di1 las Ain-'rieas.— * I r . I» e lija .
PASTA IlEI'ILATnIUA. Onda trial itilrineani.Til.. Imln veli» unpuriuno del rostro,
NU
EV A S M A Q U IN A S DE COSER
i '.s xn.,i..ni - i-aba i'wiit.i\-gi:o-i ni:n.\s, ,s.\>rur.s, zai -atüuos, k u l
r»eitid„d... La UTIL. 75 1-
La PRECIOSA. 121) f ' v - LA NUEVA SILENCIOSA,
•i,- i*»«-*.
v v i i lU.-r . e sp e d itíva tu ./«í .m v »>
.r, ,. \m- i»¡ mu<li.*l» !•;. n o \ t
ii .................... ..
M.t pn a- |.,i ,m la gii .i,¡. fia
Maquinas pulitipos. el.
.............
/A. R1C80URG - smii l.tr |'i¡i L ri iil-i, i " ni1 il.iliiiSi'u Lis i - i s.i ;.iiif.>imTvers i:. siic ll¡ 2.111*) J.
a.n ia „■ ,,«,r
r. 20. Buulcvat'cl Sel)astO]iul, l’.uás. {Hiltujns 'J muestras, fraiu i.t ilr porte.)
Se .1 i-ept i i .iii ageules y re|ire-eiil ni, l»riii.|ei en ...las p.a■ I>■> il.iinle sean lieeesanus.
el mas lev., peli jr., |. ira el filli«, ftv.'in 10 Ir. Pol.Vi.S .!>•; >1 KIULI.lt, [i.ir.l >|llitar
RÄTE ÉPILAT0IRE 4-IIIvello
dui (.aliujIiisLraius. Pr. Oír. IVríitiui'tia il-DUSSER.rucJ. J. Rousseau, 1,1'aris.
M Á Q U IN A S P A R A
)
OlitpInStn illglés
d e l ir e titani ff-m iiere
o fe ctiv a m e n tr: Iris «vtllos
y jiiaiteles y bis ju n tn r n s ile l*.s piés
c iig ra n d e e id n s. seg u ii In co n lìe sa n
niiii'liOK m ilbircs ile pcrsiuirtH.
A, t'iiiib ,ii bis p i i neipnb * /' ,/7 /e..,'(M iispnha
fi l'"i tn'jnì.
J*itk. i.. : N reales cada cnja.
!
M. Ibeic i n x.m , C h ' lh iili'tni, liiy liit n rn .
JiO M A S T I N T U R A S I'R Q G R E S I V A j
COSER.
|.«IU
l.E
P o ra o f r e c e r u n a v e n t a j a real y p o s i li v a á
todas la s c l a s e s d e ! a s o c ie d a d , b au siilo rediiciibis bis prcfioK di; los (lifc re ille s s is te m a s
de. m á q u in a s p a r a c o s e r, á loa s ig u ie n t e s :
Si-trina Wliitliry 11/7«oí................. Sun rs.
Sistema .'tinnir.....................
finn
S is Lei n a Unire. tlrinJinit'O................ C5t>
sinonm i iijitie,, Hin.ii.ùrii.............. suo
fit un F a lc o d e A r r o z e sp ecia l p r e p a r a d o
con B ism u to ,
t
M
p o r consiguiente ejerce una acción
En 2 dias, mi limila ni una cana!
\ n e r o / m is e r i, l i c i t a t i t i ' l e t ir a .
EAU FIGARO
Sin preparation, Calirllus leiuilis
P omada
¡ 'il.».««
N'<■!•• «ni il«* * 1^1 II" li.Ite •• .1,
1 . It i
clic, l'uri«.
i
o kh îo à ît £
UEI. DDi.lUll
Para volvnr inmcilialarniinto á 1<>b cabctlns y a !n
liiirlia su ciliar natural un
indos matices.
s a lu tife ra sobre la p ie l.
F s adhéren te r in visible,
y p o r esta razón p re sta a l c u lis color
y fr e s c u r a n atu ral.
S 1 IIONOUB
W
nio d e l ’n x , .San la rider.
GUANTES
de JOUVIN&C
<a;.\.\Ti:s «i«* ii" .ioi ví .n
P A M lK . ti, E o u l m m t t/ex / t a i ¡c u s á n le x p a t ín Rt-Dcñ&S)
___
m
I Jamos S M IT H S O N
l ’a ra m a y o r e s d e ta lle s d ir ig ir s e á II, A n t o ­
FI Papol Rigsllo! para S in ip id illie x ri unirò ndoii*
I ■*.I....... I.*' 11 ■ i- p1 1.1 1•- i itile- ile ! '.iris piti' SS. KK.
bis Mnti.'li iK de la linei r i \ ile la Marina ile Francni,
l'ara el Serurio ile l.i- atulnil.iii. .a- \ -le la animila.
l'.l unirò ail..|.l nlo j,itr el Uiiiii'aiiiaz••.. mira el -rrvirii» ili- lux |iii»|iila|i- inai ilinii.x \ unii., ia- i||- - M.
la lleilia ile lieti.ilei i a. I iii|,,-i .il• i|,- la balia1-.
lèi tltlil'.i i iix.i etili',ail.i en ri liiipeim r-l.i aiilonzada par el UiMi-rjo biipri ial ilr satini,ul iL I Czar ile
i.'.lax la- bu-ias.'
i w ca. » i.i.'’ =
W
'I
F o n esta Tintura n o h a v ^
sid ad du la v a r la cab eza m ‘ sl¡n.
ni después, su aplietu’-ton r’ s ‘ n,.
cilla y pronto el resultado. ,■
maneiia la piel ni dañ a l a 8 a
l.n rajti completa ** fe.
r ''a L L t GRAND Ferì"""'’“ ..
P an s, y en lus |.rinr.i|inlu9 l ' rlu
~
r ía s d o
América.
A V I S O : L a s c a s a s J o u v i x i y G " , \ H 1" J o u v i n . Iiciti-n el
h o n o r d e .i i i n n r i a r a m i clieiilel.'i la I u - io n de. ¡in d ia s c a s a s . L a
ra z ó n so c ia l s e r a i ' 1 1 a ib 'l a n l e
JOUVIN
&
C¡'°
L e e o rd a n io s q u e n u e s lr a c a s a , fu m l.n la en IM 7. lia o b ten id o c u I
la s Iexposiciones las p rin cip ales rc c o in p fii-¡ts x lia e sta d o s ie n tp r e ü la cabc/.a ib' la g u a itlc r ia d e f ra n c ia .
T r e s M e d a l l a s d e O ro : 1 8 4 1 ) , 1 H fi:., 1 8 6 7 .
F r i g i f lii a d j u n t a i n a i - c a d e f a h c i e a .
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LAS
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K>liitlios rrmr.-iH-s aceri a ile la
fio^ G l^ tV N
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Upn/sseur de plusieurs
i-iliK-.-u-i.'iiili la m u jer. S e g u n d a »-ili­
D .P A I
ción.
I.A V I D A
AIv
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T UE S T HONORE
l'iirreNjiomlniu-ia ‘ le •1 *>m 1 ‘miiilia.'
di 1 frían m o m io . K m este l il a o m H ala la ilrl.a liila rin-i-lion iL I nía
I ri ii i»ni i«>, i-iH'i i ram io mis p a " iim s
K-ln incumba lililí* |iri'|uir¡!t.iii!
os uiiliins 1 \ *o limili- roti l i. ilitl.> I:
dii froM'iirt » lirilliinto/. .-il «-ulis.
impido n«o si- Invilirli nrt.m;ii> i-nlil
.'•I. » ili-struyt' \ li n .- .1. ' .|.,.i.-. i-r |
las <|ili* si- li,hi l.irtiiii.ln yn, j >.m-|
s.-i-»a la li.-nnuMirn li.isl.i la ni ni
mas avnii/.ailii.
R
la m á s pura m.-ral.
("‘min nini d e ce la s d e s . Ina l'or­
ma mi H c n m .so li'tim . im|*i-.->• > con
erran lu jo \ r l r g a m
m u llas en Indas las
\d m in is tra . i.m d e
n .w n : 1 1 i 'M ' i i a i . \ y
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