* Francisco Ramos Tristán LA INOBLIGATORIEDAD DE LA JURISPRUDENCIA EMITIDA POR EL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN PARA LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS Y LEGISLATIVAS NO JURISDICCIONALES EN MÉXICO 1. INTRODUCCIÓN El bien común, constituye el objetivo de todo Estado. Finalidad que se debe reflejar en las instituciones y acciones que ejerzan a través de las diversas fórmulas con las que cuenta todo ente que busca tal finalidad. Es decir; desde el respeto a la división del poder – legislativo, ejecutivo y judicial— hasta las políticas públicas estructuradas para beneficio de la población. El estado de derecho, juega un papel fundamental en la meta planteada –bien común—. Por ende, la generación de la ley deberá ejecutarse con estricto apego a la norma fundamental y, con gran respeto al ámbito competencial de los poderes del Estado. La función legislativa desempeña una labor trascendente para lograr este orden. México, no es ajeno a las consideraciones antes formuladas. Por ello, el Poder Legislativo permanente –federal y local— de acuerdo a sus facultades, emiten las leyes que consideran pertinentes para lograr satisfacer la necesidad y control social. Por su parte, el Poder Ejecutivo, conjuntamente con todo su imperio, propone y ejecuta las acciones que le son propias para que la población logre sus fines. Por otro lado, el Poder Judicial, a través de sus resoluciones y acuerdos, funge como guardián del respeto al orden jurídico para que se observe y se cumpla con las disposiciones constitucionales por parte de todas las autoridades. La Constitución Federal de la República Mexicana como norma suprema, contiene dispositivos e instituciones jurídicas que fortalecen el estado derecho, como son las garantías de legalidad establecidas en los artículos 14 y 16, además, jurisprudencia difundida por el Poder Judicial de la Federación. la En consonancia a lo citado; se deduce, que al cumplir cada poder con las prerrogativas que le son propias, se estarán constituyendo las bases adecuadas para lograr el fin planteado. Empero, en nuestro sistema jurídico existen “fallas estructurales” que impiden lograr al cien por ciento el objetivo. Una de estas deficiencias, se ubica en la incongruencia evidente, cuando el poder legislativo al crear leyes, algunas de estas se emitan sin observancia a la Constitución Federal, propiciando un beneficio para el gobierno aún en perjuicio del gobernado. Ejemplo de ello, lo ubicamos cuando el legislador –por ignorancia o mala fe—, aprueba una contribución para que sea cobrada por el Ejecutivo y sirva para “engordar” el ingreso público. Determinación legislativa, que en vía de juicios el poder judicial federal, a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, analiza por los diversos amparos promovidos por un sector de la población; resolviendo vía jurisprudencia la inconstitucionalidad de dicha contribución, obligando a las unidades administrativas a no cobrar o ha restituir el pago de tal carga fiscal, exclusivamente a quienes promovieron el amparo. Sin embargo; el Ejecutivo continúa cobrando tal impuesto aún cuando fue declarado inconstitucional. Trasgresión compartida por el legislador, pues a sabiendas que tal cargo atenta contra las garantías individuales del gobernado, no enmienda la “falla” para impedir que el Ejecutivo continúe con esa actuación arbitraria. Otro ejemplo, lo ubicamos en aquellos casos o supuestos en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emite jurisprudencia donde realiza interpretación directa de un precepto constitucional, en particular al artículo 20 –como sabemos ahí se concentran gran parte de los derechos de los procesados en un juicio penalprecisando el alcance de lo que se entiende por caución, el derechos a la defensa en esta materia, la oportunidad de ofrecer careos, etcétera. Pero en el desarrollo práctico, el Ministerio Público en la etapa de la averiguación previa no observa el contenido de dichas jurisprudencias, sencillamente por que estás no le imperan, actuando arbitrariamente y afectando la libertad y derechos del indiciado. Todo ello, por que la ley de Amparo no obliga a estas autoridades al acatamiento de la Jurisprudencia del Poder Judicial Federal, propiciando una falta de respeto al estado de derecho y perjuicio al gobernado. 2. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA La Constitución Federal de la República, reconoce en su artículo 94, la facultad del Poder Judicial Federal, a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los Tribunales Colegiados de Circuito, para integra jurisprudencia sobre la debida interpretación de la Constitución Federal de la República Mexicana, leyes, reglamentos federales, locales y tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano. Asimismo, el Ordenamiento Federal precisa que la Ley Federal Reglamentaria (Ley de Amparo) fijará los términos relativos a la obligatoriedad de la Jurisprudencia. Por su parte, el Título Cuarto, Capítulo Único, de la Ley Amparo, contempla los artículos 192 al 197-B, espacio donde se encuentra regulada la facultad y requisitos de la emisión de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los Tribunales Colegiados de Circuito. Respecto a la obligatoriedad de la Jurisprudencia citada en el artículo 94 de la Carta Magna –antes citada—, se encuentra prevista en los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo, que establece: ARTICULO 192.- La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia, funcionando en Pleno o en Salas, es obligatoria para éstas en tratándose de la que decrete el Pleno, y además para los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del orden común de los Estados y del Distrito Federal, y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. ARTICULO 193.- La jurisprudencia que establezca cada uno de los Tribunales Colegiados de Circuito es obligatoria para los tribunales unitarios, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del fuero común de los Estados y del Distrito Federal, y los tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. Numerales de donde se desprende, palmariamente, a que autoridades obliga la Jurisprudencia emitida por los Tribunales del Poder Judicial de la Federación. Siendo tal constreñimiento solamente para las autoridades “jurisdiccionales”, no obligando a las autoridades administrativas dependientes del Ejecutivo Federal, ni al Poder Legislativo. Así lo ha resuelto a Suprema Corte de Justicia de la Nación en la siguiente tesis, que al rubro establece: “JURISPRUDENCIA SOBRE INCONSTITUCIONALIDAD DE LEYES. LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS NO ESTÁN OBLIGADAS A APLICARLA AL CUMPLIR CON LA GARANTÍA DE FUNDAR Y MOTIVAR SUS ACTOS”. (Registro No. 186921.. Tesis: 2a./J. 38/2002. Jurisprudencia. Materia(s): Común.). (1) “Falla estructural”,(2) que propicia en gran medida la persistencia de que leyes o artículos declarados inconstitucionales por la suprema Corte de Justicia de la Nación a través de Jurisprudencia definida, se sigan aplicando sin control alguno por estas autoridades, propiciando, además, daño patrimonial,, pérdida de libertad del gobernado. Amén del cobro ilegítimo de contribuciones, disposición ilegal de fondos públicos, exceso de trabajo por los miles de amparos año con año por estos conceptos, encareciendo la impartición de justicia por la abundancia de litigios, etcétera. 3. PROPUESTA En todo estado de derecho, convergen diversos medios de control. En México el control –por antonomasia— más socorrido y que está al alcance de los gobernados es sin duda el juicio de amparo; que tiene en su haber quizás los más preciados de los principios del sistema normativo llamado derecho, como es el de la Constitucionalidad y legalidad. Proceso que está a cargo del Poder Judicial Federal, a través del cual se mantienen los pesos y contra pesos con el poder legislativo y el ejecutivo, a quienes les obliga las resoluciones que aquél emita. Pero el control por vía de los juicios no es suficiente, si la jurisprudencia que emita la Suprema Corte de la Nación, sobre la inconstitucionalidad de ciertas leyes o actos no obligué a su observancia a los otros poderes, ya que lamentablemente la redacción que guardan los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo así lo indica. Motivo por el cual consideramos pertinente una reforma sobre de estos numerales para corregir la falla estructural de nuestro sistema jurídico mexicano, proponiendo, la siguiente: Si dijera: “ARTÍCULO 192.- La Jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia, funcionando en Pleno o en Salas, es obligatoria para éstas en tratándose de la que decrete el Pleno, y además para los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, los Juzgados de Distrito, los Tribunales Militares y Judiciales del orden común de los Estados y del Distrito Federal, y Tribunales Administrativos y del Trabajo, Locales o Federales. Tratándose de leyes declaradas inconstitucionales, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la jurisprudencia es obligatoria para todas las autoridades jurisdiccionales y no jurisdiccionales. “ARTÍCULO 193.- La Jurisprudencia que establezca cada uno de los Tribunales Colegiados de Circuito es obligatoria para los tribunales unitarios, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del fuero común de los Estados y del Distrito Federal, y los tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. Tratándose de leyes declaradas inconstitucionales, por la suprema corte de justicia de la Nación, la jurisprudencia es obligatoria para todas las autoridades. Actualmente existen iniciativas de ley similares a la propuesta, pero éstas sólo proponen que la jurisprudencia obligue a las autoridades administrativas, excluyendo a las legislativas, por lo que se deduce incompleta tales iniciativas. 4. CONCLUSIONES. Por último, consideramos prudente resaltar algunos efectos que traería la reforma propuesta, pues siempre será gratificante palpar las consecuencias que produce toda iniciativa, mejor aún sí impactan en beneficio social; para ello, resaltamos las siguientes cifras: 1. En el año 2005 –según el informe anual de labores del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación—, se ventilaron: “777,011 asuntos jurisdiccionales ante los tribunales del Poder judicial de la Federación; 295,999 tramitados en los Tribunales Colegiados de Circuito; 60,730 ante los Tribunales Unitarios de Circuito y, 430,282 en los Juzgados de Distrito”.(3) El “29.253%”(4) del total de asuntos corresponden a la materia Administrativa; esto es, 227,300 amparos. 2. En ese mismo periodo –2005—, al Consejo de la Judicatura de la Federación le asignaron la cantidad de “$16,932,450,084.00 pesos”.(5) DIEZ Y SEIS MIL NOVECIENTOS TREINTA Y DOS MILLONES CUATROCIENTOS CINCUENTA MIL OCHENTA Y CUATRO PESOS. Aplicando el monto de “89.75%”(6) para la función netamente jurisdiccional, esto es $15, 196, 873,950.00 pesos del presupuesto anual del organismo mencionado. Ahora, si se divide el numerario en comento entre el número de asuntos, nos arroga la cantidad de $19,558.1194, lo que significa el costo individual por cada amparo que resuelven los Tribunales Federales. Ahora, si ese monto se multiplica por el número de asuntos (amparos) ventilados por los Tribunales Federales en la materia administrativa (227,300), nos arroga la cantidad de $4, 445, 558,403.00 pesos. Cabe aquí cuestionarse, ¿Cuánto dinero se ahorraría si la jurisprudencia también obligara a las autoridades administrativas y legislativas? , ¿Cuántos juicios se ahorrarían con tal propuesta? Advirtiendo, que no incluyen el gasto que se aplican en los asuntos administrativos –que guardan similitud— ventilados ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, SAT, IMPI, IMSS, ni tampoco se hace referencia a los procedimientos ventilados en la Agencias del Ministerio Público. 3. Con la extensión de la obligatoriedad de la jurisprudencia, que se propone, se obtendría un respeto a las garantías de los gobernados y se garantiza el estado de derecho. 4. Los artículos 5 y 11 de la Ley de Amparo, precisan las partes que intervienen en el juicio de garantías. Además, en el segundo de los dispositivos obsequia el concepto de autoridad responsable. Siendo el Poder Legislativo, en los amparo contra leyes la autoridad ordenadora, pues es quien propicio el acto reclamado con la ley o decreto aprobado. Por lo tanto, se le citará al juicio de amparo para que defienda la constitucionalidad de los actos que se le imputan. En consecuencia, se deberá sujetar a la determinación de la sentencia. Situación similar ocurre en la emisión de la jurisprudencia. Toda vez, que éste Poder Político, participó en los juicios de amparo correspondientes; es decir, se ventiló juicio con las formalidades de ley. Además, quien tiene la facultad de analizar la constitucionalidad de las leyes y de los actos de autoridad es el Poder Judicial de la Federación. Por ende, es legitimo que al declarar la suprema Corte de Justicia de la Nación que cierta ley o tratado internacional es inconstitucional, a través de jurisprudencia, es razonable que ésta le obligue, también a las autoridades legislativas y administrativas. 5. Esta propuesta, ayuda a fortalecer el equilibrio político de los poderes de la Unión y el de los estados; es decir, la figura de los pesos y contra pesos que se propicia entre los poderes de la Unión. Además, en estos tiempos en que se exige justicia social y mayor democracia, es pertinente que se detenga a través de la jurisprudencia el absolutismo o exceso de poder, que se refleja en las leyes lesivas al pacto federal y a las garantías individuales, incluso a los Derechos Humanos., 6. La exigencia del constreñimiento de la jurisprudencia tampoco representa invasión de poderes, como es su momento se opinó por algunos autores del saber jurídico. Lo anterior, se fundamenta en la fracción XII del artículo 107 de la Constitución federal, 177 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con los citados 192 y 193 de la Ley de Amparo. Estos dispositivos indican que compete al Poder Judicial Federal establecer jurisprudencia con motivo de los asuntos que conozcan y, por tanto, ejerce una función jurisdiccional y no legislativa. 7. Con la propuesta, tampoco se arremete con la fórmula Otero, o sea el principio de la relatividad de las sentencias a que se refiere el artículo 107 de la Constitución federal en su fracción II. Porque éste principio sólo aplica en la sentencias que se dicta en el amparo. Mientras que la jurisprudencia si tiene efectos generales en cuanto su aplicación, no así en la obligatoriedad. 8. Por último, no debe pasar desapercibido, que en la ley de Amparo vigente en el artículo 156, reconoce una aplicación “preferente” en aquellos procedimientos de garantías en donde se cite como acto reclamado una ley o leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo, tal prontitud, solamente beneficia en la reducción de tiempos en el dictado de la Sentencia de Amparo. Sin que cumpla con la finalidad que se propone con la reforma citada, al no evitar que el gobernado haya sido afectado en sus derechos Constitucionales por autoridades administrativas en la competencia de éstas, debiendo; además, impulsar la maquinaría constitucional a pesar del gasto que ello genere y el detrimento económico en el gobernado por la tramitación del amparo, ya que este tipo de exigencias no son gratuitos. ---------------------1.- Véase. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Registro No. 186921. Localización: Novena Época. Instancia: Segunda Sala. XV, Mayo de 2002. Página: 175. Tesis: 2a./J. 38/2002. Jurisprudencia. Materia(s): Común. 2.- Gudiño Pelayo, José de Jesús, Ingeniería Judicial y Reforma del Estado. 2ª. Ed. México Porrúa, 2003, p. 97. 3.- Informe Anual del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación correspondiente al 2005. 4.- Consejo de la Judicatura Federal, dirección General de Estadística y Planeación Judicial. (en línea), México D.F., Consejo de la Judicatura. 11 de Noviembre de 2005. (citado 18 Diciembre de 2006). Disponible en Internet http://www.cjf.gob.mx/dgepj 5.- Información otorgada por la Comisión para la transparencia y acceso a la información pública gubernamental, del acceso de la Judicatura Federal, con número de folio UETAI/5486/2006-2025, 29 de Noviembre de 2006. 6.- Información otorgada por la Comisión para la transparencia y acceso a la información pública gubernamental, del acceso de la Judicatura Federal, con número de folio UETAI/5487/2006-2028. 29 de Noviembre de 2006.