CAPÍTULO IV CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO INFANTIL

Anuncio
CAPÍTULO IV
CARACTERÍSTICAS DEL
TRABAJO INFANTIL
Algunas de las más importantes características del trabajo infantil están determinadas por
las ramas de actividad en las que se desempeñan los niños, niñas y adolescentes que
marcan condiciones particulares y determinan diferentes formas de afectación de su desarrollo físico o psicológico.
Además de que las ramas de actividad caracterizan de diferentes maneras las actividades desempeñadas, desde el punto de vista económico, muestran distintos desarrollos
y formas de articulación al mercado laboral. Es claro que en algunas de estas actividades
el trabajo exige mayor rudeza, es de mayor riesgo, tiene menos protección y menos posibilidades de acceso a la escolaridad, diferencias que pueden ser vistas claramente en la
cabecera y el resto.
Las estructuras de las tasas de participación de los ocupados, indican la capacidad de
ajuste que existe entre las potencialidades de las ramas de actividad y las competencias y
condicionamientos de los niños, niñas y adolescentes que buscan participar en las actividades laborales. En este sentido, interviene la presencia de una informalidad asociada a un
bajo desarrollo tecnológico, la existencia de pequeñas empresas familiares o labores como
los servicios personales, frente a situaciones que obligan a la población entre 5 y 17 años a
acudir al mercado laboral, y a condiciones tales como los niveles educativos, los patrones
culturales o los roles por géneros.
En general, como se ha podido constatar en los estudios adelantados durante esta década,
el trabajo infantil ha disminuido mostrando una estructura de participación similar dentro
de todas las ramas de actividad, con algunas pequeñas diferencias de comportamiento entre
ellas, concentrándose la mayor parte de niños, niñas y adolescentes en la agricultura y el comercio, sectores que tienden a agrupar cerca del 68% de la población infantil trabajadora.
Cuadro 38. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según rama
de actividad y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Rama de actividad
Total nacional
Agricultura
Minas y canteras
Industria
Construcción
Comercio
Transporte,
almacenamiento,
comunicaciones
Actividades
inmobiliarias
Servicios
No informa
2001
100,0
34,7
0,1
13,0
2,0
31,6
2003
100,0
38,2
1,6
11,8
2,3
30,6
2,8
Año
2005
100,0
36,3
0,8
12,2
2,7
32,5
2007
100,0
36,4
1,0
11,6
2,4
30,4
3,5
4,8
6,2
1,0
2,0
1,9
1,6
14,1
0,6
10,0
0,0
8,8
0,0
10,1
0,3
Fuente: DANE. Cuadros encuestas ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
Para el 2001 se encontró en las ramas de agricultura y comercio un 66,2% del trabajo infantil
del país, en el 2003 pasó a un 68,8%, con el mismo resultado en el año 2005, mientras que en
el 2007 se registró una ligera disminución para estas dos actividades, alcanzando un total de
66,8% de participación de niños, niñas y adolescentes en estos sectores de la producción.
69
Gráfico 37. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según rama
de actividad y por año
Total nacional
Noviembre 2001, 2003, 2005 y 2007
34,7
38,2
36,3
36,4
Agricultura
Minas y canteras
0,1
1,6
0,8
1,0
13,0
11,8
12,2
11,6
Industria
2,0
2,3
2,7
2,4
Rama de actividad
Construcción
31,6
30,6
32,5
30,4
Comercio
Transporte,
almacenamiento,
comunicaciones
Actividades
inmobiliarias
2,8
3,5
4,8
6,2
1,0
2,0
1,9
1,6
14,1
10,0
8,8
10,1
Servicios
No informa
0,6
0,0
0,0
0,3
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0 45,0
Porcentajes
2001
2003 2005
Año
2007
Fuente: cuadro 38.
70
Al observar el número de niños, niñas y adolescentes que se ocuparon en el sector productivo, se encuentra que para el 2001 se registraron en la agricultura 488 607 ocupados
y en el comercio 445 351 de 1 409 776. Para el 2003 se encontraron 450 648 y 361 672
respectivamente, de un total de 1 180 864. En el 2005 se ocuparon 363 313 en agricultura
y 325 252 en comercio, de un total de 999 896. Por último, en el 2007, 286 212 en la agricultura y 238 987 en el comercio de un total de 786 567.
Existe una disminución muy importante en el número de ocupados, pero debe subrayarse el hecho de que con esta distribución se sostiene la alta participación en agricultura y comercio, dos sectores con difíciles condiciones en donde confluyen actividades
al aire libre, alta intensidad de tiempo dedicado al trabajo, elevado nivel de riesgo de
accidentalidad y enfermedad, y una baja posibilidad de control institucional y social
que facilite la llegada de políticas y programas con los que se logre evitar la vinculación
laboral de niños, niñas y adolescentes.
Se observa que en la agricultura dejaron de trabajar entre 2001 y 2007 un total de 202 395,
y en el sector comercio 206 364. Cifras que resultan muy importantes, aunque se puede
ver que al mantenerse las tasas de participación, la disminución está más relacionada
con el crecimiento demográfico.
En las otras ramas de actividad se encuentra un crecimiento continuo en las tasas de participación, correspondientes a construcción, transporte, almacenamiento y comunicaciones. En el primer caso, la tasa pasa del 2,0% en el 2001 al 2,4% en el 2007, mientras que la
segunda rama de actividad mencionada pasa del 2,8% al 6,2%, participación que muestra
un crecimiento muy marcado. En términos absolutos, el número de trabajadores entre 5
y 17 años en la construcción pasó de 28 357 a 18 959, lo que significa una disminución de
9 398 niños, mientras que transporte, almacenamiento y comunicaciones pasó de
39 916 a 48 928, registrándose un total de 9 012 nuevos ocupados vinculados a este sector.
Para los sectores minas y canteras, las tasas de participación, aunque son inferiores, no
muestran una tendencia de disminución.
4.1. LA PARTICIPACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL POR ÁREAS
Al observar los resultados obtenidos para cabecera y resto, y como es de esperar, de
acuerdo con las distintas características de organización de la producción, se encuentran
participaciones diferentes para cada una de las ramas de actividad.
La mayor concentración de niños, niñas y adolescentes trabajadores por rama de
actividad se registra para agricultura en el resto, en donde las tasas para los años estudiados están por encima del 67,0%, mientras en las cabeceras la mayor concentración se
registra para el comercio con tasas que oscilan entre el 44,0% y 50,0%. En rurales resto,
el segundo grupo de concentración corresponde al comercio, con tasas entre el 10,0% y
14,0%. Un tercer nivel de importancia en el resto corresponde a la industria, con tasas en
los tres primeros años cercanas al 7,0% y que para el 2007 muestran un descenso muy
significativo, registrando un 2,3% de participación en esta rama.
En segundo lugar, y luego del comercio, en las cabecera se registra la industria con tasas
entre el 16,0% y 19,0%, siguiendo en importancia de participación los servicios con tasas
cercanas al 13,0%, excepto para 2001. La agricultura en la cabecera muestra unos niveles
de participación relativamente altos, aunque tendientes a disminuir, si se tiene en cuenta
que en el 2003 y 2005 se registraron tasas de 10,2% y 9,1% respectivamente.
En cuanto a la evolución de estas tasas en la cabecera, aunque sin mostrar una tendencia
continua, se observa que entre el primer año y el último disminuye la participación de
mayor a menor importancia en comercio, servicios y en la agricultura, mientras crece en
minas y canteras, industria, construcción, transporte y comunicaciones. Para el resto de
municipio se observa tendencia a la reducción de las tasas en industria, minas y canteras,
y construcción, mientras se incrementan en agricultura, transporte y servicios.
71
Cuadro 39. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según ramas de actividad, y por área y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Rama de actividad
Total nacional
2003
2005
38,2
36,3
1,6
0,8
11,8
12,2
2,3
2,7
30,6
32,5
3,5
4,8
2,0
1,9
10,0
8,8
0,0
0,0
2001
34,7
0,1
13,0
2,0
31,6
2,8
1,0
14,1
0,6
Agricultura
Minas y canteras
Industria
Construcción
Comercio
Transporte
Actividades inmobiliarias
Servicios
No informa
2007
36,4
1,0
11,6
2,4
30,4
0,0
1,6
10,1
0,3
Fuente: DANE. Cuadros encuestas ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
40,0
30,0
2001
2003 2005
Año
No informa
0,6
0,0
0,0
0,3
1,0
2,0
1,9
1,6
Actividades
inmobiliarias
Comercio
Construcción
Industria
Agricultura
0,0
Minas y
canteras
0,1
1,6
0,8
1,0
5,0
2,0
2,3
2,7
2,4
10,0
2,8
Transporte,
3,5
almacenamiento,
4,8
comunicaciones 0,0
15,0
Servicios
20,0
14,1
10,0
8,8
10,1
25,0
13,0
11,8
12,2
11,6
Porcentajes
35,0
31,6
30,6
32,5
30,4
45,0
34,7
38,2
36,3
36,4
Gráfico 38. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según ramas de actividad y por área y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Rama de actividad
2007
Fuente: cuadro 39.
Cuadro 39A. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según ramas de actividad, y por área y año
Cabecera y resto
2001, 2003, 2005 y 2007
Rama de actividad
Agricultura
Minas
Industria
Construcción
Comercio
Transportes
Servicios financieros
Actividades inmobiliarias
Servicios
Otras
No informa
72
2001
5,1
0,1
18,5
2,6
47,4
3,6
0,2
1,7
20,2
0,0
0,7
Cabecera
2003
2005
10,2
9,1
0,1
0,1
16,4
16,1
2,5
3,4
47,3
48,8
6,0
7,4
0,0
0,0
3,6
2,6
13,7
12,5
0,0
0,0
0,0
0,0
2007
7,6
0,9
19,0
3,6
44,6
8,3
0,0
2,2
13,5
0,1
0,2
2001
73,8
0,1
5,8
1,3
10,6
1,9
0,0
0,0
6,0
0,0
0,6
2003
71,3
3,3
6,2
2,1
10,8
0,6
0,0
0,2
5,5
0,0
0,0
Fuente: DANE. Cuadros encuestas ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
Resto
2005
67,1
1,6
7,8
2,0
14,1
1,8
0,0
1,0
4,6
0,0
0,0
2007
72,7
1,3
2,3
0,9
12,4
3,6
0,0
0,8
5,8
0,0
0,2
Gráfico 38A . Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según ramas de actividad y por área
2001, 2003, 2005 y 2007
Cabecera
Resto
73,8
71,3
67,1
72,7
5,1
10,2
9,1
7,6
Agricultura
0,1
0,1
0,1
0,9
Minas y
canteras
Minas y
canteras
18,5
16,4
16,1
19,0
Industria
47,4
47,3
48,8
44,6
Transporte,
almacenamiento,
comunicaciones
3,6
6,0
7,4
8,3
2001
Servicios
No informa
10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0
Porcentajes
2003 2005
Año
1,3
2,1
2,0
0,9
10,6
10,8
14,1
12,4
Transporte,
1,9
almacenamiento, 0,6
comunicaciones 1,8
20,2
0,7
0,0
0,0
0,2
0,0
5,8
6,2
7,8
2,3
Comercio
Actividades
inmobiliarias
13,7
12,5
13,5
Servicios
0,1
3,3
1,6
1,3
3,6
1,7
3,6
2,6
2,2
Actividades
inmobiliarias
Rama de actividad
Construcción
Comercio
No informa
Industria
2,6
2,5
3,4
3,6
Construcción
Rama de actividad
Agricultura
0,0
0,2
1,0
0,8
6,0
5,5
4,6
5,8
0,6
0,0
0,0
0,2
0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 70,0 80,0
Porcentajes
2007
Fuente: cuadro 39A.
Resulta importante observar el crecimiento de las tasas de participación en sectores
que no corresponden a una producción «propiamente urbana», como ocurre con minas
y canteras, y el crecimiento de la agricultura en la cabecera, aunque estos resultados
estén mediados por el tamaño de las poblaciones en cada una de las áreas. Algo similar
ocurre en el resto, con el crecimiento de las tasas de transporte y comunicaciones, y
actividades inmobiliarias.
73
Teniendo en cuenta los volúmenes de población mencionados para cada área, se encuentra que en la agricultura el número de ocupados en las cabeceras disminuyó en 7 213
entre 2001 y 2007, mientras que en esta misma rama, en el resto, dejaron de participar
195 180 ocupados entre 5 y 17 años. Por otra parte, el número de niños, niñas y adolescentes trabajadores en minas y canteras aumentó en 3 138 en este mismo período.
Los resultados para el comercio señalan en la cabecera una disminución de 184 959,
mientras que en el resto del municipio se registra una disminución de 21 405. En la industria, el trabajo infantil disminuyó en 64 968 personas en la cabecera, y en 27 182 en el
resto. En los servicios se encontró que el número de trabajadores disminuyó en 103 234
en la cabecera y 16 479 en el resto.
4.2. LA PARTICIPACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL POR SEXO
Al observar la vinculación a las ramas de actividad por sexo, se encuentra que en todas,
salvo en servicios, los hombres tienen una mayor participación, la cual resulta aún más
marcada en las ramas donde es posible suponer trabajos más pesados y de mayores
riesgos, como ya se ha dicho.
Cuadro 40. Participación porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rama de actividad, por año y sexo
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Rama de actividad
Total nacional
Agricultura
Minas
Industria
Construcción
Comercio
Transporte
Servicios
financieros
Actividades
Inmboliarias
Servicios
2001
Hombres
69,5
84,7
100,0
66,4
97,8
64,8
87,1
2003
2005
30,5
15,3
0,0
33,6
2,2
35,2
12,9
Hombres
65,1
76,2
89,0
63,4
100,0
59,0
85,4
92,7
7,3
100,0
0,0
78,1
39,0
21,9
61,0
67,3
23,1
32,7
76,9
Mujeres
Mujeres
34,9
23,8
11,0
36,6
41,0
14,6
Hombres
68,2
85,2
77,3
55,7
99,4
61,2
88,4
2007
31,8
14,8
22,7
44,3
0,6
38,8
11,6
Hombres
70,8
87,5
100,0
70,6
99,1
60,5
77,2
0,0
0,0
84,3
15,7
55,5
22,3
44,5
77,7
47,2
31,6
52,8
68,4
Mujeres
Mujeres
29,2
12,5
29,4
0,9
39,5
22,8
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
La construcción en particular, es una rama de actividad en donde predominantemente
se registran niños trabajadores. Si bien, la magnitud de esta rama no corresponde a los
grandes totales, la mayor parte de los ocupados entre 5 y 17 años son hombres, con una
participación superior a la de las mujeres, y superior en todos los años al 96,0%, en una
rama en donde tradicionalmente predomina el sexo masculino, reproduciéndose así la
tradicional estructura de vinculación al mercado laboral.
74
Igualmente, los hombres aparecen con mayor participación en las ramas de transporte
y agricultura, en todos los años estudiados, siendo esta última rama, como ya se señaló,
en la que se encuentra el mayor número de ocupados. Esta situación de tasas de participación mayores para los niños, se revierte para la rama servicios en todos los años, rama
en la cual es superior la participación de las niñas, correspondiendo el 61,0% en el 2001,
el 76,9% en el 2003, el 77,7% en el 2005 y el 68,4% en el 2007.
Gráfico 39. Participación porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rama de actividad, por año y sexo
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
2001
100,0
Porcentajes
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Agricultura
Total
nacional
Minas
Sexo
Mujeres
Hombres
30,5
69,5
15,3
84,7
Industria Construc- Comercio Transporte Servicios Activifinancieros dades
ción
Inmobiliaria
2,2
97,8
33,6
66,4
0,0
100,0
12,9
87,1
35,2
64,8
7,3
92,7
21,9
78,1
Servicios
61,0
39,0
2003
100,0
Porcentajes
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Total
nacional
Agricultura
Minas
Industria Construc- Comercio Transporte Servicios Activición
financieros dades
Inmobiliaria
Servicios
Sexo
Mujeres
Hombres
34,9
65,1
23,8
76,2
11,0
89,0
0,0
100,0
36,6
63,4
41,0
59,0
14,6
85,4
0,0
100,0
32,7
67,3
76,9
23,1
2005
100,0
Porcentajes
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Total
nacional
Agricultura
Minas
Sexo
Mujeres
31,8
44,3
68,2
14,8
85,2
22,7
Hombres
77,3
55,7
Industria
Construc- Comercio Transporte
ción
0,6
99,4
38,8
61,2
11,6
88,4
Actividades
Inmobiliaria
Servicios
44,5
77,7
55,5
22,3
75
Gráfico 39. Participación porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rama de actividad, por año y sexo
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007 (conclusión)
2007
100,0
Porcentajes
80,0
60,0
40,0
20,0
0,0
Total
nacional
Agricultura
Minas
Industria Construc- Comercio
ción
Transporte
Servicios
financieros
Actividades
Inmobiliaria
Servicios
22,8
77,2
15,7
84,3
52,8
47,2
68,4
31,6
Sexo
Mujeres
Hombres
29,2
70,8
12,5
87,5
0,0
100,0
29,4
70,6
0,9
99,1
39,5
60,5
Fuente: cuadro 40.
Ahora bien, el número de ocupados por sexo, que depende de la magnitud del mercado
laboral y de cómo se vinculan a este los diferentes miembros del hogar según el comportamiento general de la economía y las necesidades de los hogares, presenta en el
caso de los hombres una disminución de 211 555 entre 2001 y 2003, mientras que en los
períodos siguientes se presenta una reducción de 86 671 entre 2003-2005, y de 124 528
entre 2005-2007.
Entre 2001 y 2003 se registra una reducción de 17 359 niñas adolescentes que trabajan,
entre 2003 y 2005 disminuyen en 94 296 y entre 2005 y 2007 se cuenta con 88 801 niñas y
adolescentes trabajadoras menos.
En resumen, la reducción de hombres trabajadores entre 5 y 17 años, en lo registrado entre 2001 y 2007 fue de 422 754, mientras un total de 200 456 niñas y adolescentes salieron
del mercado laboral, en este mismo período.
La importante disminución de niños trabajadores en el primer período (2001-2003) corresponde principalmente, en su orden, a la disminución en la rama de comercio, en
donde se registró un total de 75 154 niños menos trabajando; en agricultura con una
disminución de 70 459 niños; servicios con 50 172 niños menos; e industria con 33 733.
Por el contrario, los hombres aumentaron durante 2001 y 2003 el trabajo infantil en las
ramas de minas y canteras (15 428); actividades inmobiliarias (5 585); y transporte y
comunicaciones (963) .
76
En el caso de las niñas y adolescentes que trabajan, si bien se registran reducciones entre
2001 y 2003, principalmente en construcción y comercio, ramas de actividad de las que
salen 9 141 niñas, también se registra un importante incremento en el trabajo infantil
femenino en la agricultura y minas, sectores que reciben 34 550 niñas, por lo que el balance de este período no es el que más aporta a la disminución del trabajo infantil entre
2001 y 2007.
La disminución más importante de las actividades laborales de las niñas y adolescentes,
se observa entre 2003-2005 y 2005-2007. En el primero de estos períodos dejaron de trabajar 94 297 niñas principalmente en la agricultura, los servicios y el comercio, y en el
período siguiente 89 517 salieron del mercado laboral, principalmente de los sectores
industria agricultura y servicios.
4.3. EL TRABAJO INFANTIL SEGÚN SU INTENSIDAD
Otra de las características que permite evaluar el impacto negativo del trabajo en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, es el número de horas semanales dedicadas
a las actividades laborales o el número de horas dedicadas a oficios del hogar. El tiempo
utilizado en estas actividades, de acuerdo con su mayor o menor intensidad, permite o
no el desarrollo en mayor o menor grado de otras actividades, como estudiar o recrearse, e influye en la calidad de estas actividades hasta el punto en que se puede imposibilitar el desarrollo de una actividad diferente.
La consecuencia del desempeño de actividades laborales en proporción a la intensidad,
va induciendo al menor de edad a una sola actividad, alejándolo de una adecuada formación o, en el mejor de los casos, permitiendo una educación de mala calidad, dadas
las condiciones de fatiga que disminuyen sus capacidades y no facilitan el aprendizaje.
Cuadro 41. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rango de horas semanales trabajadas y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Año
Rango de horas
semanales trabajadas
2001
100
45,1
21,9
16,0
17,0
Total nacional
Menos de 15
De 15 a 34
De 35 a 48
De 49 y más
2003
100
38,5
28,9
17,4
15,2
2005
100
33,6
32,3
18,5
15,6
2007
100
28,3
31,4
23,5
16,8
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005.
Porcentajes
Gráfico 40. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rango de horas semanales trabajadas y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
50,0
45,0
40,0
35,0
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
5,0
0,0
45,1
38,5
33,6
28,9
28,3
32,3 31,4
23,5
21,9
Menos de 15
2001 2003
2005
Año
Fuente: cuadro 41.
De 15 a 34
2007
18,5
16,0 17,4
Horas
De 35 a 48
17,0
15,2 15,6 16,8
De 49 y más
77
Al observar los registros sobre el número de horas trabajadas por niños, niñas y adolescentes para el total país, se encuentra no sólo que la mayoría trabaja más de 15 horas a la
semana, sino que de 2001 a 2007 disminuye la participación de quienes trabajan menos de
15 horas, pasando de 45,1% a 38,5%, 33,6% y 28,3% en el 2001, 2003, 2005 y 2007 respectivamente, lo que significa una intensificación en las jornadas de quienes trabajan más
de las 15 horas a la semana. Este porcentaje se incrementó en 16,8 puntos porcentuales
al pasar del 54,9% al 71,7%.
Si bien se ha venido señalando la disminución del trabajo infantil en términos generales
para el período estudiado, esta tendencia, sobre intensidad en las actividades desarrolladas, muestra un empeoramiento de las condiciones de los niños y niñas y adolescentes
que aún permanecen involucrados en el trabajo infantil. En este sentido, con respecto
a la intensidad horaria, el grupo que trabaja entre 15 y 34 horas es el que más se incrementó en el período señalado (9,5 puntos porcentuales), seguido de quienes trabajan de
35 a 48 horas (7,5 puntos porcentuales), resultado en el que es posible leer «estabilidad»
hacia incorporación definitiva al mercado laboral, con la consecuencia que esta población
tendrá cada vez menos horas dedicadas a la escolaridad y la recreación.
Cuadro 42. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rangos de horas semanales trabajadas, por área y año
2001, 2003, 2005 y 2007
Cabecera
Resto
Rango de horas
semanales trabajadas
2001
2003
2005
2007
2001
2003
2005
2007
Total nacional
Menos de 15
De 15 a 34
De 35 a 48
De 49 y más
100
49,6
20,8
13,3
16,2
100
40,8
28,8
15,5
14,8
100
35,8
28,7
17,9
17,6
100
31,6
28,0
21,9
18,5
100
39,1
23,2
19,7
18,0
100
35,8
29,0
19,6
15,6
100
31,1
36,2
19,2
13,5
100
24,2
35,7
25,6
14,6
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005.
La situación registrada para el último año, luego de la dinámica descrita, muestra que
un total de 222 737, el 28,3% de niños, niñas y adolescentes, trabaja menos de 15 horas,
mientras que entre 15 y 34 horas se encontraron 246 852 niños, niñas y adolescentes desempeñando actividades productivas, entre 35 a 48 horas, 184 911, y, finalmente, 132 068
personas trabajando 49 y más horas.
Gráfico 41. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según rangos de
horas semanales trabajadas, por área y año
2001, 2003, 2005 y 2007
80,0
70,0
Porcentajes
60,0
50,0
59,1
49,6
40,0
30,0
64,2
68,4
60,9
64,2
68,9
75,8
50,4
40,8
35,8
39,1 35,8
31,6
20,0
31,1
24,2
10,0
0,0
Menos de 15 horas
15 horas o más
Cabecera
2001
78
Fuente: cuadro 42.
2003
2005
Año
2007
Menos de 15 horas
Resto
15 horas o más
La distribución porcentual del trabajo infantil entre cabecera y resto, permite observar
que el tiempo dedicado a las actividades laborales es superior para la población ubicada
en el resto.
El porcentaje de quienes trabajan menos de 15 horas en la cabecera, pasa del 49,6% en
2001 a 31,6% en el 2007, con una reducción de 18 puntos porcentuales. Para los niños,
niñas y adolescentes que trabajan más de 15 horas en la cabecera su participación pasa
de 50,4% a 68,4%. Para el resto, quienes trabajan menos de quince horas pasan del 39,1%
al 24,2% con una reducción de 14,9 puntos porcentuales, y un crecimiento del grupo que
trabaja más de 15 horas a la semana, que pasa del 60,9% al 75,9% con 15 puntos porcentuales de diferencia en este incremento.
Cuadro 43. Participación porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según horas
trabajadas, y por año, sexo y áreas
2001, 2003, 2005 y 2007
Horas trabajadas
2001
HomMujebres
res
2003
HomMujebres
res
Cabecera
2005
HomMujebres
res
2007
HomMujebres
res
Menos de 15 horas
65,1
34,9
54,6
45,4
58,0
42,0
63,2
36,8
Más de 15 horas
62,2
37,8
63,4
36,6
64,9
35,1
64,9
35,1
Menos de 15 horas
69,7
30,3
54,1
45,9
64,9
35,1
69,0
31,0
Más de 15 horas
82,7
17,3
80,9
19,1
79,1
20,9
82,2
17,8
Resto
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
Ahora bien, en cuanto a la participación por sexo es posible constatar que los hombres
trabajan un mayor número de horas, tanto en la cabecera como en el resto. Por otro lado,
las mujeres participan más en jornadas inferiores a las 15 horas tanto en cabecera como
en el resto, durante todos los años.
Hombre
Mujer
Mujer
Menos de 15 horas
Más de 15 horas
Cabecera
2001 2003 2005
Año
Fuente: cuadro 43.
82,7
80,9
79,1
82,2
Hombre
Mujer
17,3
19,1
20,9
17,8
30,3
37,8
36,6
35,1
35,1
Hombre
45,9
35,1
31,0
69,7
54,1
64,9
69,0
62,2
63,4
64,9
64,9
34,9
45,4
42,0
36,8
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0
0,0
65,1
54,6
58,0
63,2
Porcentajes
Gráfico 42. Participación porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según horas
trabajadas y por año, sexo y áreas
2001, 2003, 2005 y 2007
Hombre
Menos de 15 horas
Mujer
Más de 15 horas
Resto
2007
79
Estos resultados permiten confirmar que paralelamente a la disminución del trabajo
infantil, se registran unas condiciones de mayor desventaja para los niños, niñas y adolescentes que trabajan, en este caso, con el incremento de jornadas y la agudización de
las condiciones en el resto.
Cuadro 44. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según rango de horas semanales trabajadas, por rama de actividad y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Rango de horas
semanales trabajadas
Rama de actividad
Total
Agricultura
Industria
Comercio
Servicios
Otras
2001
Total nacional
1a9
10 a 24
25 a 48
49 y más
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
31,7
28,2
23,2
16,9
21,4
28,7
32,1
17,8
30,3
37,8
21,5
10,4
38,5
28,5
17,6
15,4
40,2
15,9
16,1
27,9
38,7
31,3
21,0
9,0
100,0
35,1
23,4
29,2
12,4
100,0
28,8
39,1
21,6
10,5
100,0
22,3
17,1
26,9
33,6
100,0
32,6
25,3
29,9
12,2
2003
Total nacional
1a9
10 a 24
25 a 48
49 y más
100,0
27,3
29,6
27,9
15,2
100,0
23,9
28,1
32,2
15,8
Total nacional
1a9
10 a 24
100,0
21,6
32,8
100,0
16,4
31,2
100,0
26,3
38,7
100,0
27,2
36,3
100,0
18,5
19,9
100,0
19,1
31,4
25 a 48
30,0
38,1
21,6
23,7
30,3
31,0
49 y más
15,6
14,3
13,4
12,8
31,3
18,4
100,0
21,6
32,8
30,0
15,6
100,0
16,4
31,2
38,1
14,3
100,0
26,3
38,7
21,6
13,4
100,0
27,2
36,3
23,7
12,8
100,0
18,5
19,9
30,3
31,3
100,0
21,6
31
31,1
18,4
2005
2007
Total nacional
1a9
10 a 24
25 a 48
49 y más
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
Adicionalmente, a nivel nacional es posible observar una tendencia a la disminución de
la participación de quienes trabajan un menor número de horas, a favor de aquellos que
trabajan más de 15 horas a la semana, desmejorando las condiciones para estos niños,
niñas y adolescentes, en la medida en que los acerca más al mercado laboral regular en
cuanto a horarios de trabajo establecidos, lo que significaría, o mejor, aseguraría, su retiro definitivo del sistema educativo.
80
Sin embargo, esta tendencia presenta comportamientos diferentes, según la rama de
actividad económica en la que se ocupa la población entre 5 y 17 años. En la agricultura,
que es la rama de actividad que más concentra el trabajo infantil, se observa cómo de
2001 a 2007 se presenta un incremento en la participación de los rangos de mayor número
de horas, pasando del 49,9% al 52,4%, y, en consecuencia, registrándose la disminución
para quienes trabajan de 1 a 24 horas, aunque se observe un incremento en el año 2003
para el rango de 1 a 9 horas.
Para el comercio, que es la otra rama de actividad económica con marcada participación
del trabajo infantil, se registra una alta concentración de ocupados en los rangos que corresponden a menor número de horas, alrededor del 63,5% para quienes trabajan entre
1 y 9, y 10 y 24 horas en una actividad en la que debe encontrarse el comercio informal
como forma de apoyo a la consecución de recursos para el hogar, en donde es menor la
participación de los grupos que trabajan entre 25 a 48 y 49 y más horas, y en el cual el
aumento de quienes trabajan de 25 a 48 horas se compensa con la tendencia a la disminución de quienes trabajan más de 49 horas a la semana.
Finalmente, la industria registra una concentración de ocupados en los menores rangos
de número de horas a la semana, con participación entre 65,0% y 68,1%, y los servicios
registran, igualmente, una alta participación de quienes trabajan entre el mayor número
de horas, salvo en el 2001 con porcentajes cercanos al 61,0%.
4.4. LA POSICIÓN OCUPACIONAL
La posición ocupacional determina varios aspectos que se señalan como características
del trabajo en general y en particular, del trabajo infantil. Por una parte, es posible considerar diferentes formas de relacionarse con los otros en el ámbito laboral, teniendo
mayor o menor autonomía, y por otra, la posición que se tenga determina, en buena
medida, la remuneración recibida a cambio de la tarea que se realiza.
En cuanto a las relaciones laborales, es claro que el obrero tiene mayor dependencia que
el trabajador independiente, pero, al mismo tiempo, tiene una remuneración más fija
respecto a las posibles variaciones del trabajador independiente, el cual a cambio tiene
una mayor autonomía.
Para el trabajador familiar la dependencia incluye una doble relación de patrón y padre
o madre, que a la vez que disminuye la autonomía, permite remuneraciones confusas
o, en la mayoría de los casos, inexistentes, y mucho menos formalizadas por contratos,
hecho que sólo se da aplicando la costumbre y relaciones familiares. Las categorías de
posición ocupacional que tienen mayor importancia dentro de la estructura laboral del
trabajo infantil, son las de trabajadores familiares sin remuneración y obrero o empleado,
seguidas por trabajador independiente y trabajador doméstico.
El trabajador doméstico, además de que pierde autonomía, encuentra relaciones laborales que lo dejan en gran desventaja, pues al estar próximas a la servidumbre, hacen
que para los niños, niñas y adolescentes sea ésta una posición ocupacional que obliga a
considerar a quienes la desempeñan, dentro de las peores formas de trabajo infantil.
Los registros existentes sobre trabajo infantil para los períodos estudiados, muestran
que en el 2001, para la mayor de estas categorías (trabajador familiar sin remuneración)
se contabilizó un total de 548 343 niños, niñas y adolescentes. Dicha cifra pasó a 545 841,
389 863, y 302 011 en el 2003, 2005 y 2007 respectivamente, mientras para la categoría de
obrero o empleado, que ocupa el segundo lugar, se registraron 557 840, 366 352, 377 866
y 195 561 ocupados para cada uno de estos años en los mismos años.
Los resultados para estas dos posiciones ocupacionales muestran que en el período de
2001 a 2007 dejaron de trabajar 246 332 familiares sin remuneración, y 362 279 obreros
y empleados. Dentro de los trabajadores domésticos que tienen un menor peso en participación como posición ocupacional dejaron de trabajar 63 259 niños, niñas y adolescentes. Cifra relevante debido a que la disminución es proporcional a la registrada para
las otras posiciones.
81
Cuadro 45. Población entre 5 y 17 años que trabaja por años, según posición ocupacional y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Año
Posición ocupacional
2001
100,0
39,6
6,5
2003
100,0
31,0
5,4
2005
100,0
37,8
5,2
2007
100,0
24,9
3,6
Trabajador familiar
sin remuneración
41,0
46,2
39,0
38,4
Trabajador
independiente
12,9
16,9
17,6
33,0
0,0
0,5
0,4
0,1
Total nacional
Obrero o empleado
Trabajador doméstico
Otra
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005. Estimaciones de tendencia para 2007.
Frente a estas disminuciones, es muy importante señalar un marcado crecimiento de los
trabajadores independientes entre 2001 y 2007. Mientras los trabajadores familiares sin
remuneración disminuyen en el período señalado 2,6 puntos porcentuales y los obreros
y empleados 14,7 puntos porcentuales, los trabajadores independientes ganan en participación 20,1 puntos al pasar de 12,9% en el 2001 a 33% 2007, lo que representa un total
de 99 977 niños, niñas y adolescentes más ocupados en esta posición ocupacional.
Gráfico 43. Población entre 5 y 17 años que trabaja por años, según posición ocupacional
y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
50,0
45,0
40,0
46,2
35,0
Porcentajes
41,0
39,6
37,8
39,0
38,4
33,0
31,0
30,0
24,9
25,0
16,9 17,6
20,0
12,9
15,0
10,0
6,5 5,4
5,2
5,0
0,0
Obrero o
empleado
2001
2003 2005
Año
3,6
Trabajador
doméstico
0,0
Trabajador
familiar sin
remuneración
Trabajador
independiente
0,5 0,4 0,1
Otra
2007
Fuente: cuadro 45.
4.5. LA POSICIÓN OCUPACIONAL EN CABECERA Y RESTO
82
Si bien, la posición ocupacional determina distintos niveles de autonomía y remuneración diferentes para el trabajo infantil, la mayor o menor concentración en las distintas
categorías ocupacionales se presenta como otra característica, a la que es posible asociar
distintos niveles de visibilidad del trabajo infantil y, en consecuencia, resultados diferentes frente a las intervenciones con las que se puede pretender erradicar el problema.
La observación de la distribución porcentual por área muestra que para el resto se
registra un peso significativamente mayor de los trabajadores familiares sin remuneración, con porcentajes que en todos los años superan el 45,0%, y complementariamente
niveles más bajos para obreros y empleados y para trabajadores domésticos, en este
último caso, como una característica adicional de la organización del mercado laboral
en el resto.
A las graves condiciones rurales de los trabajadores domésticos, se suman las desventajas del trabajador familiar, como lo son la falta de remuneración y poca visibilidad de
este trabajo al ocurrir al interior de los hogares y en zonas probablemente apartadas y
con baja densidad de población. Como trabajadores familiares sin remuneración en el
sector rural se encontró en el 2001 un total de 332 412 ocupados y 171 972 en el 2007, lo
que significó una contribución a la disminución del trabajo infantil de 160 440 ocupados
menos en trabajos familiares en esta área. En las cabeceras, esta disminución de
trabajadores familiares fue equivalente a 115 892 ocupados menos, al pasar de 245 931
a 130 039 personas.
La participación de niños, niñas y adolescentes como obreros o empleados asalariados,
que se registra en mayor proporción en la cabecera, disminuye tanto en esta área como
en el resto. En el primer caso, entre 2001 y 2007 esa participación pasa del 42,7% al
35,6%, mientras que en el resto la participación de obreros y empleados pasa del 35,5%
al 11,2% para los mismos años.
Al considerar este período como de crecimiento económico y con mejores niveles de
empleo, se puede pensar que un mayor equilibrio en los ingresos de los hogares ha
permitido una disminución en el número de ocupados asalariados entre 5 y 17 años.
De hecho, en la cabecera se registra cómo 186 239 niños dejaron de trabajar como obreros
asalariados, mientras en el resto lo hicieron 176 204. Esto significa que durante este
período y para estos trabajadores asalariados, se observa proporcionalmente un mayor
beneficio en el resto.
Para los trabajadores independientes se registra en el resto un crecimiento continuo y
muy marcado, 7,7%, 12,5%, 15,0%, y 37,8% para 2001, 2003, 23 005 y 2007 respectivamente.
Mientras que en estos mismos años se observa en la cabecera un incremento notable del
primero al segundo año, una ligera disminución para 2005 y un crecimiento pronunciado
para 2007 (16,9%, 29,5%, 19,9% y 29,2% respectivamente).
La importante dinámica de crecimiento de este grupo de trabajadores puede estar asociada a menores competencias o a aptitudes de los niños que no les permiten incursionar como trabajadores asalariados, o a la presión de las campañas y programas de
prevención y por la abolición del trabajo infantil, quedándoles entonces el rebusque
oposiciones menos visibles como mejor solución para la obtención del ingreso.
Respecto a niños, niñas y adolescentes ocupados como trabajadores domésticos, tal y
como ya se observó, la participación es marcadamente superior en la cabecera frente al
resto, mostrando un relativo estancamiento en los tres primeros años para un descenso
de la participación porcentual en el 2007.
83
Cuadro 46. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según posición ocupacional, y por áreas y años
2001, 2003, 2005 y 2007
Cabecera
Posición
ocupacional
Resto
2001
2003
2005
2007
2001
2003
2005
2007
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Obrero o
empleado
42,7
35,3
39,0
35,6
35,5
25,9
36,4
11,2
Trabajador
doméstico
9,8
6,3
7,2
5,4
2,1
4,2
2,8
1,3
Trabajador
familiar sin
remuneración
30,6
36,8
33,0
29,6
54,8
57,4
45,8
49,5
Trabajador
independiente
16,9
20,5
19,9
29,2
7,7
12,5
15,0
37,8
0,0
1,1
0,9
0,2
0,0
0,0
0,0
0,2
Total nacional
Otra
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005.
En el resto, a pesar de que hay un incremento muy notable en el 2003 respecto al 2001, la
situación se revierte a partir del año 2005, mostrando un resultado favorable a la finalización del período. La participación de esta categoría en el sector rural para el 2001 fue
de 2,1% frente a 1,3% en el 2007. En términos de número de ocupados, los niños, niñas
y adolescentes trabajadores domésticos disminuyeron en 55 208 la cabecera y en el resto
en 8 051 trabajadores entre 5 y 17 años.
Gráfico 44. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según cabecera
y por año
2001, 2003, 2005 y 2007
45,0
40,0
Porcentajes
35,0
42,7
39,0
35,3
36,8
35,6
30,6
30,0
29,2
29,6
25,0
20,0
16,9
20,5 19,9
15,0
9,8
10,0
6,3 7,2
5,0
0,0
2001
84
33,0
5,4
0,0
Obrero o empleado
2003 2005
Año
2007
Trabajador
doméstico
Trabajador familiar
sin remuneración
Trabajador
independiente
1,1, 0,9 0,2
Otra
Gráfico 44. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según cabecera
y por año
2001, 2003, 2005 y 2007 (conclusión)
70,0
60,0
54,8
Porcentajes
50,0
40,0
57,4
45,8
37,8
36,4
35,5
30,0
49,5
25,9
20,0
11,2
10,0
0,0
7,7
4,2 2,8
2,1
1,3
Obrero o empleado
2001
2003 2005
Año
Trabajador
doméstico
12,5
15,0
0,0 0,0 0,0
Trabajador familiar
sin remuneración
Trabajador
independiente
0,2
Otra
2007
Fuente: cuadro 46.
Respecto a la disminución general del trabajo infantil, por posición ocupacional, los
obreros y empleados asalariados, trabajadores familiares sin remuneración, y trabajadores domésticos son los que más aportan para esta reducción.
Es posible anotar que si bien las categorías obreros y trabajadores domésticos están
directamente asociadas a la percepción de remuneración para contribuir a los hogares,
que en la medida en que mejoran los indicadores económicos los requieren menos, la
categoría de trabajador familiar sin remuneración está, también, asociada indirectamente a los ingresos de los hogares, al ser posible, con este apoyo, la participación de
otros miembros en el mercado laboral. Cabe señalar, finalmente, que el incremento en
el número de los trabajadores independientes está naturalmente unido a la consecución
de otros recursos de apoyo.
4.6. LA POSICIÓN OCUPACIONAL POR SEXO
Al observar el comportamiento de las posiciones ocupacionales en el período 2001-2007,
desagregadas por sexo, se encuentra una evolución muy diferente en la participación de
hombres y mujeres en cada una de estas categorías.
Para la posición de obreros y empleados en el caso de los hombres, se presenta un fuerte
cambio en la participación en el 2007, luego de una relativa estabilidad registrada para
2001, 2003 y 2005. En este caso, la variación entre 2001 y 2007 equivalió a una disminución de 19,7%, mientras el comportamiento de las niñas ocupadas como obreras y
empleadas muestra más estabilidad con una ligera disminución de 3,6% entre el primer
y último año.
En cuanto al número de ocupados, se registró una disminución de 422 754 hombres
y 200 456 mujeres. Para los trabajadores familiares sin remuneración se observa una
85
tendencia contraria a la ya señalada, siendo, en este caso, el grupo de mujeres el que
presenta una mayor reducción en la participación, pasando de 44,6% a 27,1%, con 17,5
puntos de menor participación, mientras para los hombres esta permanece relativamente
estable al pasar de 39,5% a 43,1% entre 2001 y 2007.
El número de mujeres que contribuyó a la disminución del trabajo infantil fue de
185 403, mientras se encontró un total de 354 568 hombres menos ocupados como
trabajadores familiares sin remuneración. Respecto a los trabajadores independientes,
se presenta un incremento tanto en la participación de niños como de niñas. Para los
primeros, la participación se incrementa en 17,0% y para las mujeres 27,6%.
Cuadro 47. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según posición ocupacional, por sexo y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Posición ocupacional
Total nacional
Obrero o empleado
Trabajador doméstico
Trabajador familiar
sin remuneración
Trabajador independiente
Otra
2001
100,0
45,6
1,5
Hombres
2003
2005
100,0
100,0
36,0
44,4
0,7
0,3
2007
100,0
25,9
0,5
2001
100,0
25,8
17,6
Mujeres
2003
2005
100,0
100,0
21,8
23,7
14,1
15,6
2007
100,0
22,2
11,1
39,5
42,5
35,3
43,1
44,6
53,2
46,9
27,1
13,3
0,1
20,2
0,6
19,5
0,5
30,3
0,2
11,9
0,1
10,7
0,2
13,6
0,2
39,5
0,1
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005.
Finalmente, en cuanto a los trabajadores domésticos, se destaca la participación de
las mujeres en esta posición ocupacional, aunque se observa una reducción de 6,5
puntos porcentuales, mientras que la participación de los hombres se reduce en 1,0
puntos porcentuales.
Gráfico 45. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según posición
ocupacional, por sexo y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Porcentajes
Hombres
86
50,0
45,0
40,0
35,0
30,0
25,0
20,0
15,0
10,0
5,0
0,0
45,6
44,4
39,5
36,0
42,5
43,1
35,3
30,3
25,9
20,2 19,5
13,3
1,5 0,7
0,3 0,5
Obrero o empleado
2001 2003 2005
Año
2007
Trabajador
doméstico
0,1
Trabajador familiar
sin remuneración
Trabajador
independiente
0,6 0,5 0,2
Otra
Gráfico 45. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados, según posición
ocupacional, por sexo y año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007 (conclusión)
Mujeres
60,0
53,2
Porcentajes
50,0
44,6
46,9
39,5
40,0
30,0
25,8
20,0
21,8
23,7
22,2
10,0
0,0
2001
Obrero o empleado
2003 2005
Año
27,1
17,8
14,1
15,6
11,9
11,1
Trabajador
doméstico
Trabajador familiar
sin remuneración
10,7
13,6
Trabajador
independiente
0,1
0,2 0,2
0,1
Otra
2007
Fuente: cuadro 47.
La evolución encontrada en la distribución de hombres y mujeres, entre 2001 y 2007,
en las distintas categorías de posición ocupacional, muestra que las mujeres fortalecen su participación como trabajadoras independientes, trabajadoras familiares sin
remuneración y trabajadoras domésticas, mientras los hombres pasan a participar
más como obreros y empleados.
4.7. LOS INGRESOS Y EL TRABAJO INFANTIL
De una u otra forma, las decisiones que llevan a los hogares a involucrar a los niños,
niñas y adolescentes en el trabajo infantil, están relacionadas directa o indirectamente
con la necesitad de fortalecer los ingresos de los hogares con menos posibilidades
económicas y en una situación de mayor vulnerabilidad. O bien, se trata de obtener
recursos con los cuales apoyar el hogar o sus estudios, o desempeñar trabajos familiares no remunerados, u oficios del hogar, con los cuales es posible liberar tiempo
para que otros miembros se ocupen de la consecución de ingresos adicionales.
En general, el apoyo económico que la población entre 5 y 17 años puede brindar
a sus hogares, en razón a sus capacidades, es en términos monetarios o muy bajo o
inexistente, lo que adicionalmente coloca a esta población en una situación de desventaja por las formas adicionales de dependencia que se establecen, además de iniciarlos en el mercado laboral y no permitir el adecuado desarrollo personal al disminuir tanto los tiempos para la escolaridad como los de recreación.
Cuadro 48. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes
ocupados que reciben remuneración en dinero y/o especie y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Nivel de ingreso
Total nacional
Sin remuneración
con remuneración
2001
100
41,6
58,4
2003
100
48,1
51,9
Año
2005
100
45,3
54,7
2007
100
37,6
62,4
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
87
Gráfico 46. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados que reciben
remuneración en dinero y/o especie, por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Porcentajes
70,0
60,0
50,0
45,0
58,4
48,1
41,6
62,4
54,7
51,9
45,3
37,6
30,0
20,0
10,0
0,0
2001
2003
2005
2007
Años
Sin remuneración o ganancia
Con remuneración
Nivel de ingreso
Fuente: cuadro 48.
Al observar la estructura de los ingresos, se encuentra que el grupo de quienes no
reciben remuneración o ganancia aumenta del primero al segundo período en 6,5%,
para, finalmente, disminuir, a partir de 2003, con un resultado que muestra una menor
participación para el 2001-2007, en un valor de 4,0%.
Es notable el crecimiento de las proporciones de niños niñas y adolescentes que reciben ingresos. En el 2001 la participación de los que reciben ingresos era de 58,4%
mostrando para el 2007 un incremento de 4,0 puntos porcentuales.
La situación hasta aquí descrita, es decir la disminución de quienes no reciben ingresos compensada por un nivel más alto de quienes sí lo hacen, lleva a concluir
que existe una tendencia a la estabilización o, mejor, la incorporación de la población
trabajadora infantil a condiciones de mercado más justas, lo que es muy grave para
esta población, pues se está afianzando su desventaja frente a la necesidad que tiene
de educarse y recrearse, teniendo en cuenta que tal remuneración representa un incentivo para este proceso.
4.8. SOBRE LAS RAZONES POR LAS CUALES SE TRABAJA
En el total nacional se observa que los principales motivos que se tienen para que los
niños, niñas y adolescentes trabajen son: buscar su propio dinero y participar en la actividad económica de la familia.
Estas dos explicaciones corresponden a más de la mitad de la población trabajadora
para todos los años, el 55,4%, el 60,3%, el 51,2%, y el 62,9% para 2001, 2003, 2005 y
2007 respectivamente.
En tercer lugar, dentro de las razones expresadas, se encuentra el apoyar los gastos del
hogar, con una participación que está entre el 18% y 19%, excepto para el año 2005 en el
que se registra una participación más alta, del 34,8%, que coincide con la disminución
para el porcentaje de participar en la actividad económica de la familia.
88
Este comportamiento muestra la importancia de obtener ingresos para contribuir a
solucionar la situación económica del hogar. Si se consideran las dos razones más
estrechamente relacionadas con la precariedad económica de las familias, como son
ayudar a los gastos de la casa y participar en la actividad económica del hogar, tendremos que el porcentaje de quienes las expresan es del 44,4% en el 2001, 51,7% en
el 2003, 60,4% en el 2005 y 44,8% en el 2007. Esto significa que la participación de
quienes expresan estas razones se mantienen entre 2001 y 2007. Sin embargo, es necesario destacar que se registran incrementos importantes en los años intermedios y, en
particular, para 2005, cuando habría de esperarse, debido a los mejores indicadores
macroeconómicos, una disminución en esta participación.
Cuadro 49. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados por años,
según razones para trabajar y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Año
Razones para trabajar
2001
2003
2005
2007
Total nacional
100
100
100
100
Debe ayudar a costearse el estudio
4,3
5,8
3,5
5,6
Debe ayudar con los gastos de la casa
19,8
18,5
34,8
16,7
Debe participar en la actividad económica de la familia
24,6
33,2
25,6
28,1
El trabajo lo forma y lo hace honrado
9,9
7,1
6,0
7,1
El trabajo lo aleja de los vicios
1,7
1,0
2,0
2,2
30,8
27,1
25,5
34,8
8,9
7,3
2,7
5,5
Le gusta trabajar para tener su propio dinero
Otra
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
24,6
5,0
0,0
2001
8,9
7,3
1,7
1,0
2,0
2,2
10,0
9,9
7,1
6,0
7,1
15,0
Le gusta
Debe ayudar Debe ayudar Debe parti- El trabajo lo El trabajo lo
trabajar para
forma y lo
a costearse el con los gastos cipar en la
aleja de
tener su
estudio
de la casa
actividad hace honrado los vicios
propio dinero
económica de
la familia
2003
Fuente: cuadro 49.
Año
2005
2007
2,7
5,5
20,0
16,7
19,8
18,5
25,0
4,3
5,8
3,5
5,6
Porcentajes
30,0
25,6
28,1
35,0
33,2
34,8
40,0
30,8
27,1
25,5
34,8
Gráfico 47. Distribución porcentual de niños, niñas y adolescentes ocupados por años,
según razones para trabajar y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Otra
Razones para trabajar
89
El resultado de que estas razones prevalezcan, sumado al poco aporte económico que
puede significar el trabajo de la población entre 5 y 17 años, y teniendo en cuenta que la
mayoría no recibe remuneración, expresa la gravedad de la situación de estos hogares
frente a la sobrevivencia, como una característica incluso más importante que las expectativas del estudio o el mismo hecho de participar en el mercado laboral.
El apoyo económico registrado de esta manera es mínimo, y comprueba la vulnerabilidad de esta población, situación que tiende a reproducirse en estas condiciones de
pobreza al alejar a la población infantil de la escolaridad. Parte de la población trabajadora, además de ocuparse de su actividad productiva, remunerada o no, realiza oficios
del hogar. Si se considera la población que solo trabaja en los años investigados frente
a la que trabaja y realiza oficios del hogar, se encuentra que la participación de quienes
solo trabajan crece de manera muy significativa entre 2001 y 2007, pasando del 26,6% en
el primer año, al 38,3% en el 2007. Mientras quienes desarrollan las dos actividades de
manera complementaria, disminuyen su participación.
Cuadro 50. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados por años,
según combinación de actividad con oficios del hogar y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Actividad
2001
26,6
73,4
100,0
Solo trabaja
Trabaja y realiza oficios del hogar
Total
2003
29,7
70,3
100,0
Año
2005
32,1
67,9
100,0
2007
38,3
61,7
100,0
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
Gráfico 48. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados por años, según combinen
esta actividad con oficios del hogar y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
80,0
73,4
70,0
70,3
67,9
61,7
Porcentajes
60,0
50,0
38,3
40,0
29,7
26,6
30,0
32,1
20,0
10,0
0,0
Sólo trabaja
Trabaja y realiza oficios del hogar
Actividad
2001
90
Fuente: cuadro 50.
2003
Año
2005
2007
Los niños, niñas y adolescentes que sólo trabajan tienen la mayor participación dentro
de los que consideraron que deben ayudar con los gastos de la casa, superior a la participación de los que trabajan y hacen oficios del hogar. En el cuadro 51 se observa que
este grupo, el que ayuda con los gastos de la casa, tiende a incrementarse, y entre 20012007 se registra 3,1 puntos porcentuales de diferencia con un importante incremento
en 2005.
De la misma manera, en todos los años es superior el grupo de quienes solo trabajan porque les gusta tener su propio dinero, que implica no solo remuneración sino prioridad sobre
la colaboración, por ejemplo, como ayudantes domésticos o en los oficios del hogar.
Por el contrario, cuando se debe participar en la actividad económica del hogar, resulta
más importante, en todos los años, quienes trabajan y hacen oficios del hogar, lo que significa que el apoyo a la actividad económica es directamente en el hogar y podrían ser
ayudantes familiares sin remuneración o realizar sólo oficios del hogar, que tampoco son
remunerados, pero que en los dos casos facilita o libera tiempo de estas actividades a otros
miembros de la unidad familiar para acudir en la búsqueda de recursos adicionales.
Cuadro 51. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados por combinación de
actividades y años, según razón principal por la que trabaja y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
2001
Razón principal
por la que trabaja
2003
2005
2007
Trabaja
Trabaja
y realiza
oficios
Trabaja
Trabaja
y realiza
oficios
Trabaja
Trabaja
y realiza
oficios
Trabaja
Trabaja
y realiza
oficios
5,3
3,9
6,6
5,5
3,0
3,7
6,7
4,9
Debe ayudar con
los gastos de
la casa
18,7
20,2
21,6
17,3
43,4
30,7
21,8
13,5
Debe participar en
la actividad económica de la familia
17,9
27,0
23,9
37,1
16,8
29,7
20,5
32,9
El trabajo lo forma
y lo hace honrado
8,0
10,6
6,0
7,5
3,5
7,2
7,3
7,1
El trabajo lo
aleja de los vicios
1,5
1,8
0,4
1,3
1,9
2,0
1,9
2,4
Le gusta trabajar
para tener su
propio dinero
39,0
27,9
38,8
22,1
28,9
23,9
37,4
33,2
9,7
8,6
2,7
9,2
2,5
2,8
4,4
6,0
Debe ayudar a
costearse el estudio
Otra
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
91
Gráfico 49. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados por combinación de
actividades y años, según razón principal por la que trabaja y por año
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Sólo trabaja
5,3
6,6
3,0
6,7
Trabaja y realiza
oficios del hogar
3,9
5,5
3,7
4,9
Debe ayudar a
costearse el estudio
18,7
21,6
Sólo trabaja
Razón principal por la que trabaja
17,9
23,9
16,8
20,5
27,0
37,1
29,7
32,9
Trabaja y realiza
oficios del hogar
8,0
6,0
3,5
7,3
Trabaja y realiza
oficios del hogar
7,5
7,2
7,1
10,6
1,5
0,4
1,9
1,9
Sólo trabaja
El trabajo lo aleja
de los vicios
30,7
13,5
Sólo trabaja
Sólo trabaja
El trabajo lo forma
y lo hace honrado
20,2
17,3
3,7
Trabaja y realiza
oficios del hogar
Debe participar en la
actividad económica
de la familia
43,4
21,8
Debe ayudar con
los gastos de la casa
Trabaja y realiza
oficios del hogar
1,8
1,3
2,0
2,4
Sólo trabaja
39,0
38,8
28,9
Trabaja y realiza
oficios del hogar
2,7
2,5
4,4
Sólo trabaja
Otra
Trabaja y realiza
oficios del hogar
27,9
22,1
23,9
3,7
Le gusta trabajar para
tener su propio dinero
2,8
6,0
37,4
33,2
9,7
8,6
9,2
0,0 5,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 70,0 80,0 90,0
Porcentajes
2001
92
2003
Fuente: cuadro 51.
Año
2005
2007
4.9. LAS RAZONES PARA TRABAJAR, LA ASISTENCIA ESCOLAR Y LA
COMBINACIÓN CON LOS OFICIOS DEL HOGAR
La combinación del trabajo con la realización de oficios del hogar, frente a la asistencia
escolar y las razones para trabajar, presentan resultados que confirman la tendencia a la
incorporación de la población infantil de manera formal al mercado laboral.
Para el total nacional durante los períodos investigados se encuentra que excepto para el
2001, y con una muy pequeña diferencia entre estos, quienes trabajan y realizan oficios del
hogar muestran una mayor participación en la asistencia escolar, y quienes sólo trabajan
dejan en un mayor porcentaje de asistir a las instituciones educativas.
Sobre esta situación puede entenderse que los niños, niñas y adolescentes que trabajan y
realizan oficios del hogar apoyan a sus hogares sin que la condición prevaleciente en este
apoyo sea el aporte económico directo, por el contrario, los niños, niñas y adolescentes
que sólo trabajan están motivados por la consecución de alguna remuneración, en una
situación en donde esta población está más expuesta a la inasistencia escolar y más estimulada a la participación en el mercado laboral.
En el 2007, el porcentaje de quienes trabajan y asisten a un establecimiento educativo
baja al 76,8%, y para este mismo año quienes asisten y hacen oficios del hogar alcanzan
el 97,2% que son las cifras extremas.
Para las otras razones se observa, como ya se señaló, que las relacionadas directamente a
aportes económicos u obtención de ingresos, alejan más a la población entre 5 y 17 años
de la escolaridad, esto es debe ayudar con los gastos de la casa y obtener su propio dinero, en
donde los porcentajes de no asistencia están por encima del 57% en el primer caso y del
43% en el segundo.
Los que deben participar en la actividad económica del hogar y hacen oficios del hogar, tienden más
a asistir a un establecimiento educativo con proporciones superiores al 74%. Finalmente,
quienes tienen razones como la formación o el alejarse de los vicios, asisten en altas proporciones, excepto en el 2001 y 2007, para quienes sólo trabajan.
Cuadro 52. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados, según razón principal
por la que trabaja, por año, actividad y asistencia
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007
Razón principal
por la que trabaja
Trabaja
Asiste
No
asiste
Trabaja y oficios
del hogar
No
Asiste
asiste
Trabaja
Asiste
2001
Total nacional
Debe ayudar a
costearse el estudio
Debe ayudar con los
gastos de la casa
Debe participar en la
actividad económica
de la familia
No
asiste
Trabaja y oficios
del hogar
No
Asiste
asiste
2003
49,7
50,3
63,8
36,2
38,7
61,3
71,5
28,5
82,3
17,7
85,1
14,9
87,7
12,3
93,4
6,6
22,7
77,3
38,5
61,5
18,5
81,5
42,3
57,7
52,5
47,5
73,6
26,4
47,8
52,2
77,9
22,1
93
Cuadro 52. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados, según razón principal por
la que trabaja, por año, actividad y asistencia
Total nacional
2001, 2003, 2005 y 2007 (conclusión)
Razón principal
por la que trabaja
Trabaja
Asiste
No
asiste
Trabaja y oficios
del hogar
No
Asiste
asiste
Trabaja
Asiste
No
asiste
2001
Trabaja y oficios
del hogar
No
Asiste
asiste
2003
El trabajo lo forma
y lo hace honrado
78,1
21,9
69,9
30,1
56,0
44,0
87,2
12,8
El trabajo lo aleja
de los vicios
25,9
74,1
71,5
28,5
58,9
41,2
67,1
32,9
Le gusta trabajar para
tener su propio dinero
48,5
51,5
63,3
36,7
31,0
69,0
64,1
35,9
Otra
64,2
35,8
75,0
25,0
68,2
31,8
92,7
7,3
2005
2007
Total nacional
39,1
60,9
65
35
44,3
55,7
65,7
34,3
Debe ayudar a
costearse el estudio
94,5
5,5
89,2
10,8
76,8
23,2
97,2
2,8
Debe ayudar con los
gastos de la casa
28,5
71,5
53,3
46,7
20,8
79,2
42,4
57,6
Debe participar en la
actividad económica
de la familia
55,7
44,3
76,8
23,2
58,2
41,8
74,9
25,1
El trabajo lo forma
y lo hace honrado
52,2
47,8
76
24
65,3
34,7
88
12
El trabajo lo
aleja de los vicios
53
47
70,3
29,7
35,9
64,1
78,7
21,3
Le gusta trabajar para
tener su propio dinero
39
61
56,4
43,6
40,3
59,7
56,2
43,8
14,8
85,2
76,8
23,2
51,1
49
64,5
35,5
Otra
Fuente DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulos de Trabajo Infantil en ECH 2003, 2005 y GEIH 2007.
4.10. LOS EMPLEADORES Y LOS LUGARES DE TRABAJO DE LOS NIÑOS,
NIÑAS Y ADOLESCENTES
94
Otro aspecto relacionado con las características del trabajo infantil, y a pesar de las limitaciones de información, es el que hace referencia a las condiciones en las que estos
menores de edad ejercen sus actividades en cuanto a lugares, por los riesgos implícitos,
y en cuanto a los empleadores porque pueden ofrecer una mayor o menor protección y
distintas formas de remuneración, entre otros aspectos.
Cuadro 53. Participación de los niños, niñas y adolescentes ocupados, según lugar
donde trabajan, por área y año
2001 y 2003
Lugar donde trabajan
Total nacional
Cabecera
Resto
2001
En una obra en construcción
1,0
1,0
0,9
En una mina o cantera
0,2
0,2
0,1
En el campo realizando
labores agropecuarias
26,3
4,0
55,9
En local fijo, fabrica, almacén, oficina
19,8
30,7
5,4
En la vivienda que habita
22,6
23,0
22,1
En otra vivienda
8,9
11,5
5,5
11,3
18,0
2,3
Puerta a puerta
2,0
3,2
0,3
En un quiosco o caseta
1,0
1,3
0,6
En un vehículo u otro medio de transporte
2,0
2,7
1,0
En la calle, estacionario o ambulante
En otro sitio
4,9
4,2
5,9
Total
100
100
100
En una obra en construcción
1,5
1,9
1,1
En una mina o cantera
1,4
0,1
3,0
En el campo realizando
labores agropecuarias
32,9
7,1
63,6
En local fijo, fabrica, almacén, oficina
21,3
33,2
7,2
En la vivienda que habita
2003
19,5
25,0
13,0
En otra vivienda
6,7
8,0
5,1
En la calle, estacionario o ambulante
9,5
14,9
3,0
Puerta a puerta
3,4
5,0
1,4
En un quiosco o caseta
1,0
1,4
0,4
En un vehículo u otro medio de transporte
1,5
2,7
0,2
En otro sitio
1,4
0,7
2,1
Total
100
100
100
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulo Trabajo Infantil en ECH 2003.
Al analizar los datos del lugar en donde se realiza el trabajo entre 2001 y 2003 para el
total nacional, se puede encontrar que los resultados más significativos se registraron
en el campo realizando labores agropecuarias, en donde se pasa de tener una participación
de 26,3% en el 2001 a 32,9% en el 2003, seguida de en la vivienda que habita con cifras de
22,6% en 2001 a 19,5% en 2003, y luego en local, fabrica, almacén u oficina con un 19,8% en
el primer año y un 21,3% en el último año.
Entre los lugares que es menos frecuente encontrar el trabajo infantil están las minas o
canteras (0,2% y 1,4%), en la construcción (1,0% y 1,5%) y en un quiosco o caseta (1,0%
y 1,0%). Todo esto va de la mano con las ramas de actividad en las que se desarrolla la
mayor parte del trabajo infantil.
De acuerdo al lugar donde trabajan los niños, niñas y adolescentes por área para el año
2001 y el año 2003, la situación varía un poco. En la cabecera los sitios que mostraron una
95
mayor participación fueron en su orden local fijo, fábrica, almacén u oficina, con un porcentaje entre 31,0% y 33,0%, la vivienda que habita con un 23,0% y 25,0% respectivamente, y
la calle, estacionario o ambulante con un 18,0% a 15,0% entre los años señalados, dejando a
las minas y a las construcciones prácticamente descartados como sitios de trabajo.
Estos resultados muestran, de alguna manera, el nivel de urbanización, modernización
o industrialización de las cabeceras municipales y los centros urbanos, y el riesgo al que
se someten los niños, niñas y adolescentes al trabajar la mayoría de veces fuera de sus
casas e incluso en la calle.
En el resto, las mayores participaciones se registraron en el campo realizando labores
agropecuarias, que pasó de 55,9% a 63,6%, y en la vivienda que habita, que pasó de 22,1%
a 13,0%, y deja al margen lugares como los quioscos o casetas y los vehículos o medios de
transporte, como es de esperarse, ya que en el resto, la rama de actividad preponderante
es la agricultura.
Por otra parte, al considerar a los empleadores de los menores de edad para el período
2001-2003, lo que se pudo notar es que tanto para el total nacional como para cabecera
y resto, los empleadores son, en la mayoría de casos, los mismos padres, con participaciones que van desde 38,6% hasta 55,7%, seguidos de personas diferentes a la familia
con participaciones que se ubican entre 22,1% y 33,4%.
Cuadro 54. Participación de niños, niñas y adolescentes ocupados,
según empleador, por área y año
2001 y 2003
Empleador
Total nacional
Cabecera
Resto
2001
Padres
44,6
38,0
53,4
Otros familiares
14,5
14,2
14,8
Persona distinta a la familia
28,0
31,0
24,0
Es independiente
12,9
16,9
7,7
2003
Padres
46,4
38,6
55,7
Otros familiares
10,5
10,1
10,8
Persona distinta a la familia
28,2
33,4
22,1
Es independiente
14,9
17,9
11,4
Fuente: DANE. Cuadros Encuesta ETI 2001 y Módulo ECH 2003.
96
Descargar