PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES Índice de Contrapulsación Arterial a partir del Análisis de la Onda de Presión Aórtica JUAN M. CAMUS a, EDMUNDO I. C. FISCHER a,b, GUIDO NICOLINI a, JAVIER GIUNTA a Y MARCELO R. RISK c a Universidad Favaloro, Buenos Aires, Argentina b CONICET, Argentina c Centro de Procesamiento de Señales e Imágenes, Facultad Regional Buenos Aires, Universidad Tecnológica Nacional, Argentina Introducción La sangre humana viaja por un circuito en serie formado por venas y arterias, impulsada por el corazón, una bomba física formada por tejido muscular miocárdico. Desde una cavidad cardiaca llamada ventrículo izquierdo, la sangre pasa a la arteria aorta y mantiene un régimen de presiones que ciclan periódicamente (1.4 Hz). Ver Figura 1. Cuando hay una insuficiencia cardiaca el corazón no es capaz de impulsar la sangre y si no se puede corregir con medicamentos es preciso usar dispositivos mecánicos. La contrapulsación es un tratamiento utilizado en la insuficiencia cardiaca refractaria al tratamiento farmacológico. Consiste en lograr un aumento de presión arterial luego del cierre de la válvula aórtica (conecta el ventrículo izquierdo con la arteria aorta), con lo cual se consigue aumento del flujo sanguíneo en arterias torácicas abdominales y en las arterias coronarias. Por otro lado, se tiene un efecto beneficioso al disminuir la impedancia aórtica, que redunda en un aumento de la función de bomba y en una disminución de la demanda miocárdica de oxígeno. Ver Figura 1. mm Hg 120 * * * * * * * 80 40 0 tiempo Figura 1: Trazado de presión aórtica contrapulsado 1:2. Los aumentos de presión diastólica (*) generan disminuciones de la presión de fin de diástole y del pico sistólico siguiente. 313 CONTRAPULSACIÓN ARTERIAL Y SU EVALUACIÓN Camus J.M. et al A pesar de lo masivo de su utilización, la eficacia de la contrapulsación es medida con índices indirectos tales como el aumento de la perfusión periférica, la diuresis y otros parámetros hemodinámicas. En experimentación básica existe un índice que permite la objetivización de la contrapulsación denominado índice de viabilidad subendocárdica calculado como el cociente DPTI/TTI (diastolic pressure time index/tension time index). Este índice fue desarrollado por Buckberg (Buckberg 1972). Este índice es muy preciso y eficaz, pero tiene el inconveniente que necesita de la presión ventricular izquierda y por ello no es práctico en clínica y mucho menos en pacientes ambulatorios. En el laboratorio de asistencia circulatoria de la Universidad Favaloro se desarrolló un índice de contrapulsación arterial que permite obtener valores cuantitativos analizando las áreas bajo la onda de presión aórtica. Este índice fue llamado DABAC/SABAC (Diastolic Area Beneath Aortic Curve/Systolic Area Beneath Aortic Curve). No obstante la demostración de una alta correlación con datos experimentales, no existe experiencia clínica reportada en la que se haya usado este método para evaluar la eficacia de la contrapulsación intraaórtica. Señal de presión aórtica El elemento impulsor de la sangre es el corazón, órgano contráctil formado por cuatro cavidades. El ventrículo izquierdo impulsa la sangre oxigenada, a través de la válvula aórtica, hacia la arteria aorta, la cual se va ramificando sucesivamente hasta llegar al nivel de arteriolas y finalmente de capilares. Es a nivel de éstos que la sangre libera oxígeno y nutrientes y capta dióxido de carbono y desechos. Luego, los capilares se unen para formar vénulas y éstas últimas dan origen a venas que desembocan en las venas cavas superior e inferior, a través de las cuales la sangre es conducida de regreso al corazón, entrando a su aurícula derecha, de donde pasa al ventrículo derecho, cuya contracción la impulsa, hacia los pulmones, a través de la arteria pulmonar. En los pulmones la sangre se oxigena y vuelve a la aurícula izquierda del corazón a través de la vena pulmonar. De allí pasa al ventrículo izquierdo y un nuevo ciclo se inicia (Cingolani 1993). Las cavidades del corazón son contráctiles, y el ventrículo izquierdo no es la excepción. Éste presenta fases alternativas de contracción (sístole) y relajación (diástole). La Figura 2 representa la evolución temporal de la presión dentro del ventrículo izquierdo. Puede verse que la misma fluctúa entre un valor máximo cercano a los 120 Mm. Hg. durante la sístole y se hace prácticamente 0 durante la diástole. Características de la Onda de Presión Aórtica. La Figura 2 muestra la presión arterial registrada en la raíz aórtica. La primera observación que puede hacerse es que ésta varía entre 120 mmHg. (valor sistólico) y 80 mmHg. (valor diastólico) aproximadamente, es decir que las componentes de alta frecuencia han sido filtradas. 314 PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES Este efecto de filtrado se debe a las propiedades elásticas de la pared aórtica, la cual durante la sístole ventricular recibe volumen proveniente del ventrículo y almacena energía que durante la diástole transmite a la sangre (Fischer 2000). Esta característica de la aorta de poder recibir grandes volúmenes de sangre con cambios de presión menores se evalúa a través del valor de la compliance. La compliance representa la distensibilidad volumétrica de las arterias, es decir la capacidad de las arterias de aumentar su volumen frente a cambios de presión (Simón 1984). Figura 2: Índice DPTI/TTI. En negro se observa la señal de presión ventricular y en gris la señal de presión aórtica. Los latidos contrapulsados se indican con *. Esta característica atenúa las pulsaciones del flujo que eyecta el corazón, haciendo que el flujo a nivel de los capilares sea continuo. El sistema arterial puede ser analizado como una línea de transmisión a lo largo de la cual la onda de presión es amortiguada y sufre sucesivas reflexiones. Las reflexiones se producen en todos los puntos de bifurcación y/o cambio de diámetro; sin embargo está generalmente aceptado que la mayor reflexión se produce a nivel de las arteriolas, ya que es allí donde se concentra la resistencia del sistema arterial (O’Rourke 1982). En la Figura 3 y en los latidos no contrapulsados de la Figura 2, puede verse que la onda de presión aórtica está formada por una primera cresta, debida a la eyección ventricular (onda eyectiva), seguida por la incisura dicrótica, la cual se debe al cierre de la válvula aórtica; a continuación, aparece la onda reflejada debida a la reflexión de la onda eyectiva y finalmente una caída exponencial de la presión (O’ Rourke 1982). La mayor parte de la energía de la onda de presión arterial está presente en los componentes frecuenciales que van desde la frecuencia fundamental, que es la frecuencia cardiaca (algo más de 1 Hz en reposo) hasta las armónicas de alrededor de 10 Hz. Sin embargo, la incisura dícrota presenta armónicas por encima de los 25 Hz (O’ Rourke 1982). 315 CONTRAPULSACIÓN ARTERIAL Y SU EVALUACIÓN Camus J.M. et al Figura 3: Onda de presión aórtica. La flecha muestra la incisura dícrota que es originada por la sumatoria de la onda eyectiva (E) ventricular izquierda y la onda reflejada (R) desde la periferia. Obtención de señales Sensores de Presión Arterial Los sensores de presión arterial se diferencian a gran escala entre los invasivos y los no invasivos. Los sensores invasivos pueden ser intracorpóreos o paracorpóreos, mientras que existen diferentes técnicas no invasivas para el sensado de la presión arterial (Millasseau 2000). Los intracorpóreos consisten en un puente de Wheatstone formado por 4 galgas extensiométricas colocadas detrás de un diafragma y dispuestas de modo tal que cuando 2 de ellas son estiradas, las otras 2 sean comprimidas. Se los coloca sobre la pared del vaso o en la cavidad cuya presión se desea medir, y tienen el inconveniente de tener un valor de referencia incierto. Por lo tanto requieren ser calibrados, para lo que se usa un sensor paracorpóreo (Figura 4), que tiene una conformación similar al anterior, pero es fácilmente calibrable aplicándole dos valores de presión conocidos. Para utilizar estos últimos sensores, se introduce una sonda llena de solución fisiológica hasta la cavidad o vaso cuya presión se desea medir. Una desventaja de los sensores paracorpóreos es que tienen una menor velocidad de respuesta debido a la inercia de la columna de fluido. El método fotopletismográfico es una técnica no invasiva para registrar presión que consiste en rodear un dedo de la mano con un manguito, al cual se aplica, mediante un sistema de control, una presión que iguale en todo momento a la presión de las arterias del dedo (señal monitoreada), de modo que éstas tengan una presión transmural nula. Si esto se cumple, el volumen de estas arterias se mantendrá constante. La señal de referencia se obtiene mediante un LED, cuya luz atraviesa las arterias y es sensada. La intensidad de la luz sensada debe permanecer constante (Ramírez 1999). 316 PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES Galga extensiométrica Guía con solución fisiológica Vaso o cavidad Diafragma Figura 4: Esquema del sensor utilizado para la medición de la tensión arterial. La presión del interior del vaso es transmitida por una columna liquida que genera una deformación en un diafragma que a su vez cambia las características resistivas de 4 galgas extensiométricas (strain gauges), dispuestas en puente de Wheatstone. La tonometría arterial es otra técnica no invasiva muy utilizada que radica en calcular continuamente la presión sanguínea arterial por medio de un sensor aplicado sobre la piel en regiones del cuerpo donde las arterias se ubiquen superficialmente (arterias radial, carótida y femoral). El sensor consiste en un conjunto de transductores de presión (galgas extensiométricas) que miden la fuerza producida por el vaso sanguíneo, transmitida a través de la piel. La fabricación de estos sensores está ligada a la tecnología de circuitos integrados (Terry 1990). Se han desarrollado funciones de transferencia que estiman la onda de presión aórtica central a partir de señales obtenidas por tonometría en la arteria radial al analizar adquisiciones simultáneas de las señales (Chen 1997). Índices usados en la evaluación de la contrapulsación aórtica Los beneficiosos efectos hemodinámicos producidos por la contrapulsación aórtica, tanto mecánicos como biológicos, pueden ser evaluados por medio de índices obtenidos a partir del análisis de las señales de presión aórtica y ventricular izquierda (Buckberg 1972, Cabrera Fischer 2002, Dumcius 2003). Índice de Viabilidad Subendocárdica: DPTI/TTI El índice DPTI/TTI (Diastolic Pressure Time Index / Tensión Time Index) predice el grado de perfusión del músculo subendocárdico, la porción del músculo cardíaco próxima a la cavidad ventricular, como un determinante de isquemia (falta de irrigación) miocárdica. Es una relación que representa el balance entre el flujo sanguíneo coronario disponible en el músculo subendocárdico (directamente 317 CONTRAPULSACIÓN ARTERIAL Y SU EVALUACIÓN Camus J.M. et al proporcional al suministro de oxígeno) y la necesidad metabólica o demanda de oxígeno miocárdica (Buckberg 1972). El flujo de sangre subendocárdico es predominantemente diastólico, ya que durante la sístole cardiaca, la presión del músculo iguala o excede a la presión de la cavidad ventricular, imposibilitando su perfusión. El flujo arterial subendocárdico depende del gradiente de presión que favorece la perfusión y de la duración de la fase diastólica. El gradiente está formado por la presión diastólica arterial coronaria y la presión venosa coronaria o intramiocárdica diastólica (oposición al flujo). La presión arterial coronaria es igual a la aórtica en ausencia de obstrucciones, en tanto que la presión diastólica intramiocárdica es similar a la presión intracavitaria. De esta manera, los factores que determinan la perfusión diastólica del músculo subendocárdico están representados por el área que existe entre las curvas de presión aórtica y ventricular izquierda en diástole, denominada DPTI (Buckberg 1972). Ver Figura 2. La estimación de la demanda de oxígeno miocárdica está directamente relacionada con el área bajo la curva de presión ventricular durante la sístole, ésta se define como TTI (Buckberg 1972). Ver Figura 2. El índice de viabilidad subendocárdica se calcula al realizar el cociente entre la DPTI y el TTI. Como es obvio, si se aumenta el valor de presión diastólica, aumenta el área bajo la curva y por ende el índice de viabilidad subendocárdico. La principal aplicación de este parámetro es la realización de estudios comparativos en un mismo animal. Se han tratado de establecer umbrales de DPTI/TTI indicadores de isquemia, pero los resultados de ls investigaciones reflejan que éstos dependen de las diferentes condiciones fisiológicas de los modelos experimentales (Buckberg 1972). Índice DABAC/SABAC (Diastolic Area Beneath Aortic Curve/Systolic Area Beneath Aortic Curve) Para calcular el índice de viabilidad subendocárdica se necesita del registro de la presión ventricular izquierda; este requerimiento dificulta su aplicación clínica, por lo que su uso se restringe solo a la experimentación en animales (Cabrera Fischer 1999). El índice DABAC/SABAC permite medir la magnitud del aumento diastólico en forma no invasiva, ya que únicamente requiere para su cálculo de la onda de presión aórtica. Se obtiene de la relación entre las áreas diastólica y sistólica bajo la curva de presión aórtica. Es un método simple que facilita el seguimiento de pacientes ambulatorios sometidos a aortomioplastía dinámica, balón de contrapulsación intra-aórtico o contrapulsación externa. En la Figura 5 se observa la señal de presión aórtica de un paciente asistido 1:2 (un latido de cada dos) con la técnica de contrapulsación intra-aórtica clásica, donde se destacan las áreas utilizadas en el cálculo del DABAC/SABAC durante el latido asistido. 318 PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES Se ha demostrado una alta correlación entre el índice de viabilidad subendocárdica y el DABAC/SABAC, como también una variabilidad menor al 10% en ambos casos, esta última característica resulta imprescindible para estudiar la evolución de pacientes tratados con alguno de los métodos de asistencia circulatoria mecánica basados en la contrapulsación aórtica (Cabrera Fischer 1999). Debido a que clínicamente la contrapulsación aórtica 1:2 es la más aplicada, se analizan frecuentemente ambos índices computando el cambio porcentual de los mismos entre los latidos asistidos y no asistidos (Neilson 1986, Cabrera Fischer 2002) De esta manera, el cálculo se independiza de la frecuencia cardiaca del animal o paciente al momento que se realiza la valoración; factor que tiene gran influencia en el valor del índice, ya que modifica la duración de la diástole. Figura 5: Determinación del índice DABAC/SABAC en base a la medición de las áreas sistólicas y diastólicas de un latido determinado, en este caso uno de los contrapulsados (indicados con *). Para limitar automáticamente las áreas necesarias para el cálculo de ambos índices es necesario determinar las dos fases del ciclo cardíaco. Cuando se cuenta con la señal de presión ventricular, se puede utilizar su primera derivada para indicar el comienzo y el final de la sístole (Cabrera Fischer 1999). Otra alternativa es la señal de electrocardiografía, donde se relaciona el final de la diástole con el pico de la onda R (onda más prominente del electrocardiograma) y el fin de sístole con la terminación de la onda T del electrocardiograma superficial (Whar 1983). En el Laboratorio de Asistencia Circulatoria de la Fundación Favaloro se han desarrollado diversos algoritmos para el cálculo de los índices mencionados. El lenguaje gráfico de programación LabView (National Instruments, Austin, Texas, USA) es muy práctico para implementar estas mediciones ya que es muy potente en varios sentidos. Por un lado, es muy fácil configurar las placas de adquisición para digitalizar de las señales. Además, cuando se visualizan las señales digitales en gráficos, hay gran cantidad de herramientas para interactuar con él, por ejemplo se pueden identificar los períodos sistólico y diastólico del ciclo cardíaco 319 CONTRAPULSACIÓN ARTERIAL Y SU EVALUACIÓN Camus J.M. et al según el criterio de algún profesional médico antes de realizar el cálculo de los índices, situación difícil de determinar automáticamente cuando solo se cuenta con la señal de presión aortica contrapulsada. Estudio experimental Se tomaron ocho ovejas de raza corriedale a las que se les realizó contrapulsación arterial. Todos los animales habían sido anestesiados y provenían del bioterio de la Universidad Favaloro en donde habían sido vacunados contra rabia, moquillo, hepatitis y leptospirosis. La anestesia general fue inducida con tiopental sódico endovenoso (20 mg/Kg), seguido de intubación y mantenida con Halotano al 1% vehiculizado por un tubo de Bain conectado a un respirador (Mark VIII, Bird Electronic Corp., Cleveland, Ohio, USA). Con el animal anestesiado se introdujo por vía femoral un catéter-balón de 9.5-French de diámetro (Datascope Corp., Cardiac Assist Division, NJ, USA; 40 cc counterpulsation balloon) conectado a una consola que tenía como función sincronizar la asistencia con el ritmo cardíaco natural (Datascope Corp., Cardiac Assist Division, NJ, USA). El inflado del balón se hizo con helio a los fines de prevenir las consecuencias de una embolia gaseosa. La sincronización del inflado del balón se hizo a través de la onda R de un electrocardiograma de superficie. La eficiencia de la contrapulsación fue monitoreda visualmente en la pantalla de un osciloscopio Las señales electrocardiográficas y de presión registradas por el catéter balón fueron introducidas en un amplificador (Model 4600, Gould, Inc., Cleveland, Ohio) y registradas en papel milimetrado a baja velocidad en un polígrafo (Model 2600S, Gould, Inc., Cleveland, Ohio). Las señales fueron adquiridas en forma digital con una plaqueta (Keithley DAS802 data acquisition board) y con la ayuda de un programa específico desarrollado en nuestro laboratorio escrito en Visual Basic para Windows. Los parámetros fueron: 250 Hz de frecuencia de muestreo, 2 canales de adquisición y se tomaron en cada caso 1250 muestras. A los fines de obtener un amplio rango de variación de presiones, se hicieron maniobras sobre los animales que aseguraran dicho propósito. Dos animales fueron estudiados en estado control, dos de ellos en insuficiencia cardiaca inducida por una alta dosis de halothano (4%), y dos de ellos en hipertensión arterial inducida por un goteo de fenilefrina endovenosa. La adquisición de datos se realizó luego de dos minutos de contrapulsación 1:2 y en estado estable. Todos los animales de la serie fueron heparinizados (300 unidades/Kg) y la temperatura fue mantenida mediante una manta térmica. Luego de los experimentos los animales fueron sacrificados con una sobredosis de Tiopental Sódico. Durante todos los experimentos todos los animales recibieron cuidados de acuerdo a las recomendaciones de la "Guide for the Care and Use of Laboratory Animals" publicado por el National Institutes of Health (NIH Publication No. 8523, revised 1985). 320 PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES Los valores del índice DABAC/SABAC fueron calculados a través de un programa específico desarrollado en LabView (National Instruments, Austin, Texas, USA). Los valores obtenidos de presión arterial y de la cuantificación de la contrapulsación (Tabla 1) muestran un amplio rango de valores donde la presión sistólica osciló entre los 68 y 180 mmHg y la presión diastólica entre los 55 y los 135 mmHg. Se puede observar que la contrapulsación produce un incremento significativo (P<0.001) de la relación de las áreas lo cual implica un significativo aumento del área diastólica. Tabla1: Evaluación de la contrapulsación en animales de laboratorio. Animal 1 2 3 4 5 6 media DS PS 140 80 68 78 142 180 PD 90 55 60 62 100 135 DABAC/SABAC(B) 0.678 0.217 1.170 1.130 0.433 1.440 0.845 0.480 DABAC/SABAC(A) 1.060 0.597 1.430 1.440 0.707 1.600 1.139* 0.420* Valores de presión sistólica (PS) y diastólica (PD) obtenidos en ovejas anestesiadas en estado control (#1 y #2), en insuficiencia cardiaca (#3 y #4) y durante la infusión de fenilefrina (#5 y #6). El índice de contrapulsación DABAC/SABAC fue calculado en estado basal (B) y durante el contrapulsado (A). *: P<0.001. Estudio clínico Entre julio y septiembre de 2001 se seleccionaron 6 pacientes masculinos. El criterio de inclusión de casos en este trabajo consistió en estudiar pacientes en postoperatorio de cirugía cardiovascular (cirugía de revascularización miocárdica, reemplazo valvular o ambas), con fallo hemodinámico que requiriera colocación de balón de contrapulsación intraaórtico (Balón de Contrapulsación Datascope, Datascope Corp., Cardiac Assist Division, NJ, USA; 40 cc, Consola de Contrapulsación Datascope 97, Datascope Corp., Cardiac Assist Division, NJ, USA), en ritmo sinusal, con frecuencia cardíaca entre 60 y 100 latidos/minuto y con estabilidad de los parámetros a medir: electrocardiograma de superficie, presiones aórticas sistólica, diastólica y media, presión media de aurícula derecha, presiones de arteria pulmonar sistólica, diastólica y media y presión Wedge. El electrocardiograma de superficie y las ondas de presión aórtica se obtuvieron a partir de la consola de contrapulsación, y se realizó la adquisición en 321 CONTRAPULSACIÓN ARTERIAL Y SU EVALUACIÓN Camus J.M. et al una computadora IBM compatible, por medio de un programa de computación especialmente diseñado en Visual Basic. El resto de los valores de presiones se determinaron por medio de una computadora de volumen minuto. Las determinaciones de los parámetros mencionados se llevaron a cabo de la siguiente manera: una inmediatamente posterior a la colocación del balón de contrapulsación y otra inmediatamente previa a la suspensión de la contrapulsación intra-arterial. Además se realizó registro de edad, peso y cálculo de superficie corporal. No se realizó ningún procedimiento invasivo sobre paciente alguno en relación con los objetivos de este protocolo. Las indicaciones médicas obedecieron a las condiciones clínicas específicas de cada paciente y no al estudio en sí. Toda actividad médica se basó en la observación de las normas éticas de la convención de Helsinki. Los valores del índice DABAC/SABAC fueron calculados a través del mismo programa utilizado en el estudio experimental. Los valores se expresan en términos absolutos y como promedios y desvío estándar. El estudio estadístico se realizó mediante la prueba de Student para datos apareados considerándose un valor de P menor a 0.05 como significativo. La edad media de los pacientes fue 66.0±12.1 años (rango: 40.0-78.0 años). El peso promedio en estos pacientes fue de 77.3 Kg. (98-47 Kg) y la altura promedio de 1.64m (1.77-1.52 m), totalizando una superficie corporal promedio de 1.82 m2 (1.47-2.25 m2). A cada uno de estos pacientes le fue colocado un balón de contrapulsación por vía femoral. Todos los pacientes experimentaron una mejoría hemodinámica suficiente como para realizar el destete del balón de contrapulsación. El tiempo promedio de utilización del balón de contrapulsación fue de 2.5±1.7 días. En este grupo de pacientes no se observaron complicaciones secundarias a la inserción o retiro del balón de contrapulsación. Los valores obtenidos de presión y de cuantificación de la contrapulsación de acuerdo a la metodología antes descripta se muestran en la Tabla 2. Se puede observar que, nuevamente, la contrapulsación mostró un efecto benéfico expresado por un aumento del índice en cada uno de los pacientes aplicado. Este aumento fue significativo indicando un aumento del área diastólica por sobre la sistólica. Comentarios En medicina lo habitual es que no se pueda conocer directamente la estructura o función que se precisa analizar para diagnosticar o curar al paciente. Para ello es preciso echar mano a la tecnología. El análisis de señales biológicas permite conocer los estados de estructuras internas del aparato circulatorio que de otra manera no podrían ser conocidas. El simple análisis de una onda de presión permite por un lado conocer si existe una función cardiaca, alterada, pero 322 PROCESAMIENTO DE SEÑALES E IMÁGENES: TEORÍA Y APLICACIONES compatible aún con la vida, y por otro saber si el dispositivo de ayuda circulatoria está actuando bien. Tabla 2: Evaluación de la contrapulsación en humanos. Paciente 1 2 3 4 5 6 Media DS PS 70 100 100 100 70 75 PD 40 40 40 40 40 40 DABAC/SABAC(B) DABAC/SABAC(A) 0.539 1.520 1.550 2.350 1.090 2.310 0.990 1.340 1.690 2.150 0.829 1.640 1.115 1.885* 0.440 0.438 Valores de presión sistólica (PS) y diastólica (PD) obtenidos en pacientes contrapulsados con insuficiencia cardiaca. El índice de contrapulsación DABAC/SABAC fue calculado en estado basal (B) y durante la asistencia (A). *: P<0.01 Referencias Buckberg GD, Fixler DE, Archie JP, Hoffman JIE. Experimental Subendocardial Ischemia in Dogs with Normal Coronary Arteries. Circulation Research 1972; (30) 67-81. 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