N°167 T° 1 F° 347/352 Rosario,02 Junio de 2014.AUTOS Y VISTOS: La apelación interpuesta en los caratulados “MONZON, OSCAR CESAR ANDRES S/ENCUBRIMIENTO AGRAVADO- APELACION DE PRISION PREVENTIVA”; procedente de la Oficina de Gestión Judicial de 1ra.Instancia, Carpeta Judicial CUIJ N° 2106015016-5 de trámite ante el Colegio de Jueces de Segunda Instancia del Distrito Judicial N° 2 Rosario Santa Fe; Y CONSIDERANDO: Que el tema decidendum se circunscribe a la prisión preventiva dictada en contra Monzón Oscar Cesar Andrés, en la audiencia oral del día 9/04/14 -oportunamente prorrogada hasta la audiencia preliminar- respecto de la causa que se le sigue por el delito de Encubrimiento agravado, respecto del cual la Defensora Adjunta del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal Dra. Siragusa interpone recurso de apelación. Se agravia la defensa, en primer lugar porque no se han brindado acabados fundamentos para desvirtuar, aunque sea en grado de probabilidad, la defensa ensayada por el acusado, debiendo tenerse presente que rige en este estadio el art.7 del C.P.P. En segundo lugar se agravia porque no se verificó la existencia de testigos de actuación (art-288 C.P.P),y en tercer lugar se agravia ante la violación del principio de congruencia, ya que la causal invocada por S.S. en su resolución para fundar la peligrosidad procesal, no fue la requerida por la Fiscalía para el dictado de la prisión preventiva, quien se basó en el peligro de fuga de Monzón. La Fiscalía resiste el planteo, argumentando que se da en autos por la pena en expectativa, se puede presumir el peligro de fuga; atenjto que aún cuando admite que el Magistrado de baja instancia, tipificó la conducta como encubrimiento simple, ello no le impide acusar por encubrimiento agravado y que pedirá la pena de dos años de prisión, y que no obstante no ha transcurrido en autos, un tiempo de detención que afecte derechos del imputado, pues el mínimo legal de ambos tipos penales es de Seis meses y el hecho de tener la acusación preparada da pie al fumus bonis iuris. Si bien el thema decidendum es la prisión preventiva, dado que la defensa se agravió porque no se trataron en la audiencia donde se le impone la misma a su pupilo, algunos planteos que efectuara; este Tribunal previamente abordará dichos aspectos; recordándole a la Defensa, que conforme dispone el Código de rito, debe litigar de buena fe y lealmente; y que no advertir al Magistrado sobre el no tratamiento de algún planteo efectuado además va en contra de los principios estipulados en el art 3 del CPP, en especial los de concentración, inmediatez, simplificación y celeridad. Sin olvidar lo normado por el Artículo 132.“Deber de lealtad.- Es deber de las partes y de sus representantes comportarse en el curso del procedimiento penal de acuerdo a los principios de lealtad, probidad y buena fe, evitando incurrir en actitudes sorpresivas o en conductas que impliquen un abuso del derecho procesal.” Debiendo tenerse presente además que Juan Manuel González Sabathié, en su opúsculo Normas Eticas de la Abogacía; en la 12ª; trata el tema que nos ocupa bajo el título: “Abusos de procedimiento, obstaculización del tramite: el abuso del procedimiento es una de las manifestaciones más resaltantes de la falta de conciencia profesional, oculta tras la observancia aparentemente meticulosa de las reglas legales. El abogado debe abstenerse en absoluto de la realización de todo trámite innecesario, y en especial de toda articulación puramente dilatoria, cuidándose de no entorpecer el normal desarrollo del juicio. El empleo de los recursos y formas legales, como medio de obstrucción o dilación del procedimiento, es uno de los más condenables excesos del ejercicio profesional, porque afecta a un tiempo la conducta del letrado que los emplea y el concepto público de la abogacía”. Entiende este Tribunal Unipersonal, que la versión del defendido en cuanto a que se la prestó una persona de la cual sólo sabe el nombre que le pidió la tarjeta verde y que le dijo que no la tenía; no resiste el más mínimo análisis a la luz de las reglas de la sana crítica; olvida la defensa, que la moto no tenía chapa patente, lo que fácilmente advertía al encartado que su origen era como mínimo dudoso y se le incorporáramos su discurso en cuanto a que le pide la tarjeta verde y no la tiene; nos permite inferir que no le podía caber duda alguna. Incluso la Defensa en su discurso de la audiencia del día 28 de Mayo, ante este Tribunal, manifestó que quien le prestó la moto a su pupilo, es una persona con la que no tiene mucha relación; todo ello nos exime de mayores argumentaciones. En cuanto al cuestionamiento del acta de procedimiento, la misma constituye un acto pre-procesal, que no daría lugar a la declaración de nulidad; salvo que fuera argüida de falsa y se probare dicha alegación. Siendo el juicio, durante el debate el momento y lugar, donde deberá ser evaluada y cuestionada dicha acta, como bien sostiene la Fiscalía. La Sala Segunda de esta Excma. Cámara de apelaciones, de la que formo parte, ha sostenido, en el precedente Maciel, “Entiendo que asiste razón al señor Fiscal de Cámaras, no todos los actos que ingresan al proceso penal pueden ser conminados con la sanción de nulidad, ya que los que realiza la autoridad policial en ejercicio de sus funciones específicas de prevención y seguridad son actos pre-procesales, distintos de los que lleva a cabo como auxiliar de la justicia y por ello, al no ser actos judiciales procesales no pueden ser objeto de invalidación, con la sanción de nulidad, sino que son objeto de valoración de acuerdo con las reglas de la sana crítica. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha consagrado el principio de conservación del acto, pues no debe declararse la nulidad por la nulidad misma”. Excma. Cámara de Apelaciones Sala Segunda, Acuerdo n° 47, Tomo 5, Folio 417/9, del 5 de Marzo de 2008, en la causa Maciel, Cristian Juan, s/robo calificado por uso de arma blanca y en otros precedentes; “III.- Los supuestos defectos formales de los actos de la prevención no derivan en nulidades procesales en tanto no se identifiquen con la sustancia de la resolución judicial impugnada; y en la especie resulta evidente que el juicio de probabilidad cuestionado no tiene fundamento exclusivo y excluyente en las diligencias objetadas. A mayor abundamiento esta Sala se ha pronunciado reiteradamente respecto de la validez de actas policiales sin la firma de los testigos requeridos por el código cuando la situación concreta de urgencia, riesgos para terceros o dificultosa suscripción del documento en el lugar, obstaculicen el cumplimiento de la preceptiva. En todo caso el acto defectuoso habrá de ser valorado en la sentencia definitiva en cuanto al grado de convicción que respalden.” (V.M.A. S/Homicidio Calificad – Expte. N° 414/08 - An° 200 T° 6 F° 176 - 05/06/2008); “A mayor abundamiento esta Sala ha reiterado el rechazo de las objeciones planteadas a las actas policiales que documentan la detención del protagonista de un hecho delictivo, pues la urgencia de la intervención coactiva y el eventual riesgo que pueden correr personas ajenas a la situación concreta, justifican una generosa dispensa a las formalidades exigidas de acuerdo a las circunstancias singulares del caso.” (C.M.A. S/Robo Calificado – Expte. N° 2084/07 – Ac 06 T° 6 F° 21 – 10/04/2008); “El ataque al aspecto formal de las actas policiales no es generadora de una automática invalidación, como reiteradamente lo ha decidido esta Sala en numerosos precedentes. Así, en la causa Abad recientemente se ha dicho: “la falta de firma de los testigos de actuación en procedimientos concretados, por ejemplo, en horas de la madrugada, donde se efectúa la aprehensión de un presunto delincuente, se enfrenta un escenario de flagrancia, es posible hacer correr riesgos a la integridad física de las personas ajenas al suceso y no configura una causa de invalidación del instrumento, el cual deberá valorarse a la luz de la sana critica en conjunción con los restantes elementos de autos”. Por lo demás el documento policial aparece ratificado por las testificales de los funcionarios (fjs. 39 y 94) y sometidos a disposición de la defensa para aclarar cualquier duda sobre la veracidad del contenido del instrumento.” (M.D.G. S/Robo – Expte. N° 2042/08 – Ac 178 T° 8 F° 31 – 30/04/2009). Lo antes expuesto nos permite concluir que se da el fumus bonis iure; requerido para confirmar la prisión preventiva; a lo que debe sumarse que la Fiscalía manifestó que ya tenía preparada la Acusación por Encubrimiento Agravado y que iba a pedir la imposición de una pena de Dos años de Prisión efectiva, en la audiencia que fuera suspendida a pedido de la Defensa. Y si bien le asiste razón a la Defensa, en cuanto a que el juez tipificó la conducta como Encubrimiento simple (art. 279 del Código Penal); que es la calificación con la que nos manejaremos en este estado del proceso; debe tenerse presente que ello no impide a la Fiscalía acusar por el Encubrimiento agravado. En cuanto al planteo efectuado por la Defensa respecto de la prisión preventiva; corresponde confirmar el auto apelado ya que no es sólo la magnitud de la pena en expectativa lo que respalda la denegatoria, sino que en la misma dirección confluyen la imposibilidad de aplicar en la especie una pena futura de ejecución condicional, fundado ello en la pluralidad de persecuciones penales que registra Monzón, causas en las que se encuentra condenado, como así también no ha de pasar inadvertido que ha desaprovechado las oportunidades que se le dieron, lo cual respalda fundadamente el pronostico, que Monzón se sustraiga a la acción de la Justicia, frente a la expectativa de afrontar una pena de cumplimiento efectivo.Aún con una escala penal de Seis meses a Tres años; no se dan en cuanto al mínimo -dado su cumplimiento efectivo-, los plazos para que goce de la libertad condicional, en la interpretación más favorable -dos tercios-; puesto que debe estar detenido Cuatro meses. La prisión preventiva reconoce su fundamento en el preámbulo de la Carta Magna, cuando habla de Afianzar la Justicia, pero la misma debe aplicarse a la luz del fomus bonus juris y el periculum in morae, que se consagran en las declaraciones, convenciones y pactos internacionales de Derechos Humanos que forman el texto enriquecido de la Constitución Nacional. Hay que tener en cuenta no sólo lo normado en el inciso 3º del Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos o Pacto de Nueva York, sino también lo dispuesto en el inciso 1º del mismo, y en el artículo 7º del llamado Pacto de San José de Costa Rica, que también se autoriza la detención e incluso el oportuno dictado de la prisión preventiva, en sus incisos 2º, 3º y 5º; interpretándolos en forma lógica y armónica. Sobre el tema ha sostenido la Sala en feria en Julio del 2010, en el precedente “Gomez, Hugo Angel, s/robo calificado el 13/07/2010”, y reiterado en Luna, Leonel Maximiliano, s/robo agravado del 15/07/2010, los siguientes argumentos que son aplicables al presente caso; “Por ello es menester aclarar que la prisión preventiva reconoce su fundamento en el preámbulo de la Carta Magna, cuando habla de Afianzar la Justicia, pero la misma debe aplicarse a la luz del fomun bonus juris y el periculum in morae, que se consagran en las declaraciones, convenciones y pactos internacionales de Derechos Humanos que forman el texto enriquecido de la Constitución Nacional, no perdiendo de vista que conforme el art. 14 de dicho ordenamiento, el principio aplicable es la libertad. Hay que tener en cuenta no sólo lo normado en el inciso 3º del Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos o Pacto de Nueva York, sino también lo dispuesto en el inciso 1º del mismo, y en el artículo 7º del llamado Pacto de San José de Costa Rica, que también se autoriza la detención e incluso el oportuno dictado de la prisión preventiva, en sus incisos 2º, 3º y 5º; interpretándolos en forma lógica y armónica. Las llamadas Reglas de Mallorca en su artículo Vigésimo, disponen: “La prisión preventiva no tendrá carácter de pena anticipada y podrá ser acordada únicamente como ‘’última ratio’’. Sólo podrá ser decretada en los casos que se compruebe peligro concreto de fuga del imputado o de destrucción, desaparición o alteración de pruebas. 2) Sólo se ordenará la prisión preventiva cuando la pena que previsiblemente se pueda imponer, sea privativa de libertad y superior a dos años. Contra esta decisión cabra un recurso ante un Tribunal Superior. En todo caso, los ordenamientos de los Estados Establecerán los límites máximos de duración de la prisión preventiva”. Inclusive la admiten Erbetta y otros, en el Comentario a la ley 12734, publicado por Zeus, págs. 427 al 434, dándose en autos las pautas objetivas y subjetivas que tratan los mencionados autores en cuanto a la procedencia de la imposición de la prisión preventiva. Al referirse a la presunción de peligrosidad procesal definen al “Peligro de fuga: por fuga debe considerarse a la sustracción voluntaria del proceso, en cualquiera de sus etapas, por parte del imputado. Para ponderarse debidamente cuando existe tal peligro y más allá de las pautas legalmente establecidas y que luego serán objeto de análisis, deben valorarse todas aquellas circunstancias del caso concreto y del imputado”, pág. 435 de la citada obra……..La jurisprudencia sobre el mantenimiento de la detención de una persona en la etapa instructoria, ha dicho: “En la tarea dirigida a justificar la persistencia de la coerción los organismos internacionales ponderan, además del fumus bonis iuris y el periculum in morae al riesgo de comisión de nuevos delitos, los valores morales de la persona, su ocupación, los bienes que posee, la historia y personalidad del justiciable, destacando como "importante constatar, entre otros elementos, si el procesado ha sido anteriormente condenado por ofensas similares, tanto en naturaleza como en gravedad" reconociendo que la reacción del público ante cierto tipo de delitos puede justificar la persistencia de la prisión preventiva (del informe 2/97 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (aprobado en la sesión n° 1341 celebrada en Washington el 11 de marzo de 1997)”, Cám. Penal Sala 2ª - Rosario - 18/02/00 - P, A.J. y G., J.E. s/ Robo calificado en T.J.P, 1527-2003. “ I.- En la tarea dirigida a justificar la persistencia de la coerción personal del imputado, de acuerdo a los criterios adoptados por los órganos internacionales de derechos humanos (especialmente la Comisión Interamericana y la Corte Europea de Derechos Humanos), debe ponderarse la dosis probatoria sobre la verosimilitud de la responsabilidad atribuida (fumus bonis iuris), el peligro de fuga o posibilidad de que el procesado intente eludir la acción de la justicia (periculum in morae), la existencia de alternativas eficaces para garantizar el objetivo referido que puedan sustituir la coerción mas gravosa, el riesgo de comisión de nuevos delitos (peligrosidad sustancial) y la preservación del orden publico. II.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha aseverado respecto del fumus bonis iuris, que la presunción de culpabilidad de una persona es una condición "sine qua non" para la continuación de la medida privativa de la libertad, pero que no basta la sola sospecha para avalar aquella mas allá de las instancias liminares de la persecución penal. En ese sentido los Magistrados intervinientes deben sustentarse en otros elementos adicionales que exterioricen una mejor dosis probatoria para otorgar validez a la detención una vez transcurrido cierto tiempo. III.- El periculum in morae se vincula con la severidad de la pena como circunstancias ponderables en la evaluación de la posibilidad de que el procesado intente sustraerse de la acción de la justicia; advirtiendo los precedentes internacionales que el peligro de fuga disminuye a medida que aumenta la duración de la detención, ya que este plazo será computado a efectos del cumplimiento de la pena eventualmente aplicable en la sentencia. También en la elucidación del periculum in morae cabe atender a los valores morales de la persona, su ocupación, bienes que posee, vínculos familiares y toda otra circunstancia influyente para su permanencia en el lugar, no obstante la expectativa a la posibilidad de una sentencia mas o menos prolongada. Por otra parte son los órganos públicos encargados de la persecución penal, los que tienen que demostrar la eventual intención de fuga u ocultamiento, porque sin evidencia suficiente la prisión preventiva se torna injustificada.”; Cám. Penal Sala 2ª Integrada - Rosario -25/09/98 - D., R. C. S. s/ Robo calificado, Zeus, Repertorio 13, págs. 1061/2”. Lo que ha vuelto ha reiterase en la Sala en feria en Julio del 2012 entre otros en el precedente Perezlindo S/ incidente de sustitución de prisión preventiva, Acuerdo 20, Tomo Feria, Folio 119, del 26 de Julio de 2012. Las Reglas de Mallorca autorizan el dictado y mantenimiento de la prisión preventiva, en el ítem E, en sus apartados Décimo Sexto: “Las medidas limitativas de derechos tienen por objeto asegurar los fines del proceso. Están destinadas, en particular, a garantizar la presencia del imputado, la adquisición y conservación de las pruebas”. Décimo séptimo: “En relación con las medidas limitativas de derechos, regirá el principio de proporcionalidad, considerando, en especial, la gravedad del hecho imputado, la sanción penal y las consecuencias del medio coercitivo adoptado”. El subrayado nos pertenece. En consecuencia ante el panorama que se avizora en autos, ha de considerarse especialmente la peligrosidad procesal del encartado, teniendo en cuenta, las dos condenas anteriores, circunstancias que llevan a presumir la imposición de una sentencia condenatoria, que resultará efectiva; por no poder aplicarse en forma condicional conforme las disposiciones del art.26 y concordantes del C. Penal, haciendo presumir que el imputado, conforme enseñan las reglas de la experiencia, intentará eludir la acción de la justicia, frente a la imposición de una pena efectiva. Por lo expuesto, cabe rechazar el recurso de prisión preventiva interpuesto; tener presente las reservas planteadas. RESUELVE: 1.- Confirmar la prisión preventiva impuesta en autos a Monzón, Oscar César Andrés. 2) Recomendar a la Defensora, Abogada Andrea Gabriela Siragusa, que litigue éticamente y de acuerdo a los principios de lealtad, probidad y buena fe; conforme lo normado en el art. 132 del ordenamiento ritual. 3) Tener presentes las reservas planteadas . Insértese, sáquese copia y entréguese a las partes.