Edwin Croes ]| | 119 Revista Dominicana de Economía • No. 6, junio 2015 [119-146 Economía política del funcionariado eléctrico estatal. Incentivos, intereses, mentiras y contra-reforma Edwin Croes Investigador del Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Profesor de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). La reforma eléctrica dominicana se produjo en dos grandes oleadas. La primera se comienza a concebir en 1987 y se implementó en 1990 a través de la Ley 14-90 que permitía la inversión privada en generación térmica que suministrasen energía exclusivamente al viejo monopolio estatal de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) que se había nacionalizado en 1954. A partir del consenso político que llevó a implantar la segunda oleada reformista de 1997 impone la des-segmentación que permitió desmantelar parte del poder que tenía el funcionariado de la CDE sobre el mercado eléctrico. Desde 2003, sin embargo, el funcionariado eléctrico estatal (FEE) ha auspiciado y aupado que las diversas administraciones que se suceden en el poder hayan implementado una agresiva estrategia de re-estatización y re-centralización del mercado alrededor de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE). El mecanismo más importante para ejecutar esta estrategia ha sido secuestrar las contrataciones de energía que la normativa ordena hacer a través de las EDEs, y volver a centrarlas en la CDEEE de tal forma que 120 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal puedan ser negociadas e intermediadas bajo un régimen discrecional y de excepción de las reglamentaciones sobre compras y contrataciones del propio Estado.1 El FEE de la CDEEE ha logrado avasallar y esterilizar tanto al regulador (SIE) como a la institución normativa y planificadora (CNE), poniendo ambos bajo “tutela administrativa” del recién creado Ministerio de Energía y Minas.2 El funcionariado eléctrico estatal ha acompañado estas políticas con una agresiva campaña de desprestigio de los contratos con generadores con el fin de forzar su renegociación. Este coctel parece haber tenido un efecto inhibitorio en la inversión privada que ha perdurado por más de una década en que el FEE no fue capaz de estructurar opciones viables de renegociación contractual. El nuevo gran desafío del FEE es asegurar una trayectoria de políticas estatistas de largo plazo, para lo cual ha planificado que el actual proceso de negociación de un Pacto Eléctrico Nacional (2016-2030) sea la culminación de la formalización y aprobación de esta agresiva estrategia contra-reformista, que se analiza más abajo. Renta, incentivos e intereses La renta que históricamente ha sacado el FEE del mercado eléctrico es un incentivo muy poderoso que los ha llevado a buscar sin descanso la reconstitución de la vieja CDE. ¿En qué consiste la renta eléctrica en este trabajo? A pesar de estar, en conjunto, 1 Esto se ha logrado a través de la promulgación de sendos decretos, cuando se aproximan las licitaciones, que declaran la solución a la crisis energética como emergencia nacional y amparan procedimientos expeditos de contratación. Este es el caso de los decretos números 894-09 del 20 de diciembre de 2009, el 143-11 del 17 de marzo de 2011, y del 167-13 del 21 de junio de 2013. 2 Ver artículo 2 de su ley orgánica (100-13): “La tutela y supervigilancia implica asegurar que el funcionamiento de las instituciones descentralizadas se ajuste a las prescripciones legales que les dieron origen; velar que cumplan con las políticas y normas vigentes y que operen en un marco de eficacia, eficiencia y calidad”. Edwin Croes | 121 quebradas, endeudadas y subsidiadas, las empresas eléctricas estatales manejan un flujo de caja de casi US$3 mil millones al año y deciden sobre 10 mil empleos directos bien pagados.3 Para entender el carácter de esta renta hay que, primero, entender la perspectiva desde la que el FEE ve y utiliza este flujo de recursos. Primero, el FEE no se siente responsable fiduciario de las empresas eléctricas estatales, ya que nunca se han castigado las irregularidades que se han cometido en estas empresas, es decir, la impunidad de su gestión, a cualquier nivel de responsabilidad, está garantizada. Segundo, el estatus de empresas descentralizadas y autónomas le permite al FEE realizar una amplia serie de transacciones en los mercados locales e internacionales que los ministerios e instituciones del gobierno central no pueden, incluyendo compromisos que conducen a endeudamiento continuo y abierto en moneda extranjera sin el requerimiento de aprobación congresual.4 Tercero, para el FEE, los ingresos de las empresas no son necesariamente para pagar los gastos o costos de las empresas ya que se cuenta con dos mecanismos alternativos, por un lado, las cuentas por pagar pueden pagarse con subsidio del gobierno central5 y, por otro lado, se cuenta con el endeudamiento y/o préstamos forzosos extraídos de los suplidores de las empresas eléctricas, sobre todo la electricidad misma suministrada por las empresas generadoras.6 3 En el periodo 2009-2013, en total, el conjunto de empresas eléctricas estatales (CDEEE, Empresa Generadora Hidroeléctrica-EGEHID, Empresa de Transmisión Dominicana-ETED, y las empresas de distribución de electricidad-EDEs) gastaron US$13,247 millones, e invirtieron US$1,489 millones, para un total de US$14,736 millones, para un promedio anual de US$2,947 millones. 4 Como es el caso de los contratos PPAs de compra-venta de energía de las EDEs y CDEEE con empresas generadoras. 5 Las empresas eléctricas estatales han recibido transferencias fiscales por cerca de 9 mil millones de dólares entre 2005 y 2014. 6 El Acuerdo Stand-By con el FMI prohibía mantener cuentas por pagar con los generadores, pero desde su extinción en 2011 esta deuda ha crecido de forma espectacular, pasando de US$503 millones en diciembre 2012 a US$675 en diciembre 2013 hasta alcanzar record de US$1,013 millones en la primera quincena de diciembre de 2014, lo cual equivale a unos seis meses de suministro de energía a las EDEs. 122 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal Cuarto, el FEE paga los gastos de acuerdo a su importancia y rentabilidad política y pecuniaria. Cada cuenta por pagar representa la posibilidad de soborno cuyo costo, muy probablemente, ya está cargado al precio de suministro cuando el vendedor está prevenido. Quinto, la inexistencia de sindicatos, o concursos basados en mérito, o carrera administrativa permiten que el FEE disponga de amplia discreción para utilizar la contratación de personal como renta para pagar a su clientela política.7 Sexto, el FEE se ha creado el derecho de utilizar el flujo financiero de las empresas para realizar donaciones provinciales y municipales (principalmente construcciones de iglesias, canchas deportivas, centros comunales, casas y hasta locales de organizaciones) en coordinación con candidatos políticos locales del mismo partido (y aliados) con el fin de apoyar sus candidaturas electorales. Séptimo, el FEE de las empresas cuenta con acceso privilegiado a permisos, licencias, concesiones (incluyendo de tramos de transmisión), derechos de paso y usufructos que son de gran valor fiduciario y se prestan a ser negociados con terceros. Octavo, las operaciones de despacho de las centrales hidroeléctricas definen el régimen general de despacho y precios marginales en el mercado spot, lo cual beneficia o afecta a determinadas centrales de otras empresas, mixtas y privadas. El mismo efecto se produce con la congestión de determinados tramos de las líneas de transmisión que restringen o expanden de forma selectiva los volúmenes de energía despachada por diversas centrales. Hasta ahora, estas manipulaciones no se han estudiado de forma sistemática, pero indicios arrojados por investigación reciente no permiten descartarlas (Croes 2013). Noveno, las operaciones de compra-venta de energía a los Usuarios No Regulados (UNRs, aquellos usuarios autorizados a comprar energía directamente a los generadores o intermediarios a 7 R. Segura ha declarado públicamente (programa TV 2009) que ésta es una práctica aceptable y que todos los funcionarios que han estado en la administración pública lo han hecho. Edwin Croes | 123 precios no regulados) por parte de las EDEs y EGEHID, así como las contrataciones sin licitación de compra-venta de energía de corto plazo con generadores privados, están llenas de oportunidades de irregularidades pecuniarias a favor de funcionarios públicos.8 Decimo, el acceso a manipular discrecionalmente la base de datos de clientes y transacciones de las EDEs también crea numerosas oportunidades de irregularidades pecuniarias, siempre y cuando se coordinen con operadores externos que intermedien con los clientes.9 Finalmente, un elemento institucional que facilita, e incluso incentiva, estas prácticas es el deficiente sistema de contabilidad que, muchas veces a propósito, caracteriza a todas las empresas eléctricas estatales. Las pocas auditorías que se han dado a conocer revelan las mismas irregularidades referentes a falta de confirmación de pagos, ingresos y deudas, deficiente auxiliares de contabilidad relativos a inventarios de activos (materiales e inmateriales, muebles e inmuebles), así como a construcciones en proceso. Igualmente, la forma y estilo de transparencia que recientemente se practica no aporta los elementos cruciales de la gestión financiera de las empresas, tales como contratos, precios, auditorias, compras, sub-contrataciones, utilización de fondos fiscales (subsidios), entre otros.10 8 Un caso de operaciones irregulares y cuestionables de esta naturaleza se describe en el informe INECOM (2011) en relación a ventas reportadas por EDENORTE a UNRs en 2009 por 370 gigavatios-hora, pero que las mediciones del Organismo Coordinador reportan en apenas 75 gigavatios-hora. 9 Esto ha sido denunciado públicamente por el Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE, Celso Marranzini, con respecto a su predecesor. 10 El irrespeto a las normativas regulatorias, comerciales, financieras y de gobernanza ética por parte del funcionariado de la CDEEE ha tenido consecuencias que se han hecho patentes en las auditorias independientes que ha contratado la Cámara de Cuentas de la RD para el periodo 2009-2010. Estas auditorías son el producto de la lucha por el poder entre cúpulas del funcionariado en este periodo (transición entre Segura y Marranzini, cuando este último buscaba desprestigiar al primero). Las auditorias citadas se encuentran disponibles en https://www. camaradecuentas.gob.do/index.php/seccion-de-auditorias-356/auditorias-realizadas-por-categoria/auditorias-licitadas-con-firmas-privadas-independientes.html (visitado 17 de enero de 2014). 124 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal Como se puede haber apreciado a estas alturas, son muy numerosas las fuentes potenciales de renta eléctrica disponibles a la discreción del FEE. Mentiras oficiales: ¿Subsidio al consumidor o a la incompetencia del funcionariado estatal? La justificación más importante que utiliza el FEE para mantener fluyendo las gigantescas transferencias fiscales que financian el déficit de las empresas eléctricas estatales es un alegado subsidio a la tarifa eléctrica que pagan los consumidores. En esta sección del ensayo se demuestra que no existe tal subsidio para el promedio de los clientes de las EDEs, y que las transferencias fiscales, en realidad, financian la ineficiencia e irregularidades en el desempeño del FEE. La tarifa eléctrica dominicana ha sido confeccionada por diversos consultores desde su primera versión establecida en 1998 hasta los últimos estudios para calcular la tarifa “técnica” y el proceso de transición entre una y otra.11 Pero la tarifa aplicada es producto de la discrecionalidad ejercida desde el despacho del Presidente de la República. Las altas pérdidas y el racionamiento discrecional de la oferta por parte de las EDEs han sido los elementos que mayores dificultades han provocado en el cálculo científico tanto de la tarifa realmente pagada como de la tarifa “técnica” requerida para el desarrollo equilibrado y la estabilidad financiera del sistema eléctrico en su conjunto. Al no conocerse a ciencia cierta el nivel de demanda y su evolución (así, como posible ruta de crecimiento), tampoco puede estimarse con precisión los requerimientos y dimensionamientos eficientes de infraestructura, equipamiento, 11 El primer estudio que establece la tarifa de transición se encuentra en SYNEX (1998). EDEESTE había ordenado un estudio preliminar a QUANTUM (2007), mientras que la Superintendencia de Electricidad contrató estudios a PA Consulting (2008) e INECOM (2011). Edwin Croes | 125 empleo, capital de trabajo, mantenimiento y energía del sistema en su conjunto que debería ser pagado por los consumidores. Los consultores de SYNEX (1998) diseñaron las bases del cálculo de la tarifa que fue implantada a través de la resolución SEIC-237 de 1998 y ha sido desde entonces la base conceptual y matemática de la tarifa. En aquel momento se requería diseñar un sistema de transición entre la anárquica y extremadamente estratificada tarifa prevaleciente y la tarifa “técnica” que se establecería en 2004, cuando vencieran los contratos PPAs de la capitalización y las EDEs estuviesen financieramente estabilizadas. Esta tarifa de transición se le llama “tarifa indexada”. En el lenguaje de las posteriores resoluciones de la SIE, esta tarifa “indexada” consiste en re-calcular la tarifa base original de agosto de 1998 utilizando los precios actualizados o indexados de cada uno de sus componentes, es decir, la energía (PE), la potencia (P), la transmisión (o Valor Agregado de Transmisión-VAT) y la distribución (o Valor Agregado de Distribución-VAD). CPI Tt = [PEt] + Pp0 × CPIt-2 0,e CPI + VAT0 × CPIt-2 0,p CPI + VAD × CPIt-2 0,p La indexación de la potencia, el VAT y el VAD no es problemática ya que se utiliza el estándar internacional del Índice de Precios al Consumidor de los EUA (CPI). El caso del precio de la energía es mucho más complejo. Primero, se segrega el precio en los componentes de combustible (C, 70% para el fuel, 40% para el carbón y 44% para gas natural), por un lado, y operación y mantenimiento (OyM), por el otro lado. Segundo, se actualiza el precio de cada uno de los combustibles (Pc). Tercero, el componente de O y M se indexa con el Índice de Precios al Consumidor de los EUA (CPI). Cuarto, este resultado es multiplicado por la participación del combustible en el total de generación del SENI (PC). ( Pct–2 –1 CPIt-2 Pc0 Pec = Pe0 × OyMpec × CPI + C + C × IC 0,e ( × PC 126 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal ( Pct–2 –1 CPIt-2 Pc0 Pec = Pe0 × OyMpec × CPI + C + C × IC 0,e ( × PC Hasta aquí todo es técnicamente razonable, pero entonces se ha agregado el Índice de Cobranza (IC) de las EDEs que, como divisor, tiene la función de corregir (o volver a indexar) el precio del combustible para cada tecnología. Dado que el costo (y el beneficio) del segmento de la distribución ya está incluido en la ecuación de la tarifa a través del VAD, la inclusión del Índice de Cobranza tenía el propósito de asegurar que la tarifa cubriera las pérdidas financieras provocadas por el bajo nivel de cobranza con que despegaba la privatización de las EDEs. Lo más importante de este concepto es el nivel cuantitativo del IC (mientras más cercano a la unidad menor el efecto indexador, teniendo la unidad un efecto nulo). Sin embargo, el calendario de desmonte de 1998 fue abortado por la decisión gubernamental de prohibir al regulador aplicar la indexación prevista con lo cual se “congela” la tarifa. No es hasta 2002 que se diseña e implementa plan de “liberalizar” la tarifa (es decir, “sincerizarla” con respecto al diseño original de la tarifa de 1998). Para ello se implementa la resolución SIE-31-2002 con un nuevo y generoso calendario de desmonte debido a su pausado descenso de apenas un punto porcentual por mes y un límite de hasta 81%. Este calendario también es abortado con la crisis bancaria y la posterior re-estatización de las EDEs en 2003. Con posteriores resoluciones, particularmente la SIE-33-2005, el regulador perpetúa aquel nivel del Índice de Cobros al nivel de 0.81, el cual ha permanecido como tal por más de una década hasta el presente sin que se haya producido cuestionamiento alguno sobre el tema, sobre todo por el hecho de que el Índice de Cobros real de las EDEs es de alrededor del 95%12 en 2013-2014. 12 En los hechos, el valor de este coeficiente (0.81) provoca una inflación del 23% a cualquiera que sea el resultado del indexador del precio del combustible, y recuérdese que este combus- Edwin Croes | 127 Esta construcción teórica de la tarifa “indexada” ha sufrido una metamorfosis para transformarse de un instrumento temporal de transición a un argumento conceptual de justificación de subsidio a las EDEs y herramienta de cálculo de las transferencias fiscales del Gobierno Central. Más aun, en la retórica y propaganda del FEE, este subsidio de ayuda a la ineficiencia de las EDEs hasta que alcanzasen la eficiencia del promedio latinoamericano se ha transformado en un “subsidio a los clientes de las EDEs”. La forma en que funciona este mecanismo fue establecido por el regulador en su resolución SIE-33-2005, planteando que el verdadero costo de la energía eléctrica es medido por la llamada “tarifa indexada”, y que la diferencia entre esta y la “tarifa aplicada”, o sea la que realmente paga el consumidor, equivale a un “subsidio” a dicho consumidor. Este “subsidio” se va contabilizando, mes a mes, en el llamado “Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica” (FETE). Las EDEs facturan este “subsidio” al Ministerio de Hacienda, el cual paga con transferencia fiscal a la CDEEE, con cargo al Presupuesto nacional.13 El objetivo de este espurio ejercicio conceptual es obvio, esta es una construcción teórica y matemática falsa que facilita al FEE un doble objetivo, por un lado, opacar y ocultar oficialmente la ineficiencia gerencial y el fraude vinculado a las empresas eléctricas estatales y, por el otro lado, justificar ante el Presidente y su “anillo palaciego” las asignaciones fiscales como subsidio populista masivo que gana popularidad y votos en elecciones. Otra forma de comprobar si realmente las transferencias fiscales que subsidian a las EDEs son traspasadas como subsidios a los consumidores o a las EDEs como subsidio a su ineficiencia y corrupción consiste en calcular el diferencial entre precio unitario medio de compra mayorista de la energía a los generadores versus el precio unitario medio de venta minorista de esta misma enertible ya había sido indexado, por lo tanto, esta operación equivale a una doble indexación del combustible. 13 Ver estados financieros de EDEESTE 2010, auditados por KPMG (2011). 128 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal gía, así como la existencia de algún margen a favor de las EDEs o los consumidores. Los cálculos se muestran en tabla adjunta. Las estadísticas indican claramente que el precio unitario medio de venta de electricidad de las EDEs (la tarifa) ha sido consistentemente superior al precio unitario medio de compra de energía a los generadores, por lo tanto no existe tal subsidio a los consumidores debido al “oneroso y leonino” costo de los contratos de compra de energía. Si bien es cierto que el margen medio a favor de las EDEs se ha venido deteriorando en los últimos cuatro años, su nivel promedio de largo plazo (que es como se miden estos indicadores en el sector eléctrico) no ha sido ruinosamente bajo, sino de 4 centavos de dólar por kilovatio-hora, lo cual está por encima de lo que la mayoría de los reguladores de la región consideran apropiado para cubrir costos y beneficios de una EDE medianamente eficiente (3 centavos de dólar por kilovatio-hora).14 Más aun, cuando al precio unitario medio de venta se agrega el equivalente unitario de lo que reciben las EDEs por concepto de subsidios del Gobierno Central a través del Fondo de Estabilización de la Tarifa (FETE), el margen que resulta es extraordinariamente alto, se duplica hasta llegar a 8 centavos de dólar por kilovatio-hora. 14 Ver PA Consulting (2006) y (2008), Llarens (2008), Quantum (2007), INECOM (2011). Edwin Croes | 129 Margen de Venta Real de EDEs: Diferencial entre precio unitario promedio de compra mayorista de energía a generadores versus precio unitario promedio de venta minorista, con y sin subsidio del FETE (US$ por kilovatio-hora) Precio Unitario Promedio Año Margen de Venta – Compra de EDEs Compra Venta sin Subsidio FETE a EDEs Venta con Subsidio FETE a EDEs Sin Subsidio FETE a EDEs Con Subsidio FETE a EDEs 2005 0.12 0.20 ND 0.08 ND 2006 0.13 0.20 ND 0.07 ND 2007 0.13 0.19 ND 0.06 ND 2008 0.17 0.18 ND 0.01 ND 2009 0.13 0.18 0.21 0.05 0.08 2010 0.14 0.19 0.22 0.05 0.08 2011 0.18 0.20 0.26 0.02 0.08 2012 0.18 0.21 0.27 0.03 0.09 2013 0.17 0.19 0.25 0.02 0.08 2014 0.17 0.19 0.23 0.02 0.06 Promedio 2005-2014 0.15 0.19 0.21 0.04 0.08 Fuente: Elaborado a partir de “Informes de Desempeño de Empresas Eléctricas Estatales” de CDEEE. En definitiva, el “subsidio” eléctrico no es más que una gran farsa, excepto por la pequeña fracción del consumo del programa estatal Bonoluz y el consumo menor a 300 kwh, que, por lo demás, las investigaciones rigurosas más recientes sugieren que está fuertemente sesgado a favorecer a los hogares de los consumidores más ricos.15 Mentiras Oficiales: ¿Pérdidas de energía o mercado paralelo? El FEE alimenta varios mitos acerca de las pérdidas de energía de las EDEs como el de que gran parte de las pérdidas se deben al fraude eléctrico producto a su vez de alegada “cultura del no pago” de los dominicanos.16 o el de que la mayoría de las familias “no pueden pagar” el importe de su factura eléctrica al precio que 15 Actis (2014). 16 Rufin (2003). 130 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal se debería cargar (tarifa “indexada”), lo cual se acompaña de un tono de compasión social, o el del que el alto costo de la energía eléctrica se debe a malos contratos “onerosos y leoninos” con los generadores, los cuales son caracterizados como avariciosos comerciantes privados, devoradores insaciables del bienestar colectivo que se alimentan de la sangría que provocan al erario público. Estos mitos han inducido a la elite política a una especie de tolerancia al hurto y a no ser muy agresiva con el castigo al fraude ya que podría ser contraproducente en términos de popularidad y elecciones. En los oscuros laberintos del imaginario subliminal funcionarial y popular esto equivale a una especie de política pública tipo “Robin Hood”, reforzada cuando las empresas eléctricas estatales adoptan una política “dura” frente a los generadores privados (dilatando pago de deuda, reclamando renegociación contratos). La evidencia de esta tolerancia gubernamental institucionalizada al hurto proviene de los pírricos resultados de los diversos programas e iniciativas de “lucha contra el fraude eléctrico” que se han implementado en los últimos quince años.17 No se trata solo de que los resultados globales de reducción de pérdidas de las EDEs han sido relativamente modestos y con retrocesos, sino que el número de casos por fraude que han sido procesados en los cuatro años de 2009 a 2013 es insignificante.18 Hasta ahora se han utilizado las cifras oficiales de “pérdidas” de electricidad de las EDEs tal como ellas son presentadas y analizadas por el mismo FEE, pero ha llegado el momento de ver estas mismas cifras de forma alternativa. El FEE utiliza el concepto de “pérdidas” como la medida de la energía comprada y no facturada (que llamamos “energía no factu17 Recuérdese que, primero, en 2002 fue creado el “Programa de Apoyo para la Erradicación del Fraude Eléctrico” (PAEF), conformado básicamente con un concepto policial y conformado, precisamente, por personal trasladado desde diferentes cuerpos de los estamentos de las fuerzas armadas y la policía nacional. Luego, en 2007 se modifica la Ley General de Electricidad para tipificar el crimen del fraude eléctrico de forma más precisa, establecer castigos y crear toda una Procuraduría General Adjunta para el Sistema Eléctrico (PGASE). 18 Un total de 15,663 casos, menos del 1% de los clientes de las EDEs, de los cuales casi la mitad de los casos investigados fueron desestimados o descargados. Edwin Croes | 131 rada”). Este concepto no incluye la energía que no logra ser cobrada, a pesar de haber sido facturada (que llamamos “energía no cobrada”).19 Este concepto no distingue las pérdidas “técnicas” de las “no-técnicas”, es decir, las que son producto de fraude intencional o descuido comercial y administrativo, por un lado, y las perdidas por fricción, distancia, obsolescencia, mal funcionamiento y otros factores vinculados a las redes y equipamiento, por el otro lado. Ha habido diversas sugerencias del nivel de pérdidas “técnicas” que las colocan entre 10% y 15% del total de la energía comprada por las EDEs, pero no existe ninguna estimación técnica rigurosa. Del otro lado, es nuestro entender que una de las mejores referencias empíricas es la de la experiencia en las zonas aisladas de la misma RD, en que las empresas verticalizadas no solo generan y transmiten, sino que también distribuyen y comercializan. En los dos casos más importantes, Luz y Fuerza de Las Terrenas y Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM), estas llamadas perdidas “técnicas” y las “no-técnicas”, conjuntamente, alcanzan el 4% y 3% del total de la energía que generan, compran y distribuyen estas empresas, respectivamente.20 De allí que para cuantificar el concepto fundamental que es el de energía “cobrable no cobrada” se ha asumido que las pérdidas “técnicas” (ineludibles) alcanzan el 5% de la energía “no cobrada”, la cual es la cantidad de energía que una EDE eficiente debería establecer como máxima a alcanzar. La valoración de estas cantidades también debe ser objeto de una modificación sustantiva. Lo primero a considerar es que la información privilegiada y popularizada por el FEE es el de la proporción de pérdidas físicas (con respecto al total de compras), pero se mostrará que esta medida minimiza el impacto de las pérdidas. Cuando estas pérdidas físicas son valoradas se lo hace al precio mayorista, es decir, al precio unitario promedio al que las EDEs 19 Es el equivalente, en energía, de la facturación menos los cobros. 20 Información no publicada, obtenida directamente de funcionarios de las empresas. En el caso de CEPM se confirma la información con sus estados financieros 2009-2011 depositados en la Superintendencia de Valores a los fines de emisión de bonos en Bolsa de Valores de Santo Domingo. 132 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal compran la energía a las empresas generadoras. Este puede ser un concepto contable e ingenieril adecuado, pero desde la perspectiva económica no explica el impacto de estas pérdidas. En efecto, esta energía pérdida debería ser valorada a su costo de oportunidad, el cual consiste en el precio al que la empresa lo vendería al consumidor en caso de que fuera capaz de facturarla y cobrarla, es decir el precio minorista, el precio unitario promedio de venta. Los resultados cuantitativos de los cálculos realizados de la forma descrita previamente se muestran en la tabla adjunta. Estos resultados de nuestros cálculos sugieren diversas hipótesis. Primero, el valor de las pérdidas es muy alto, masivo, como quiera que sea medido. La energía pérdida pero “cobrable” tiene valor promedio anual de entre US$667 millones, a precios mayoristas, y US$819 millones a precios minoristas. Estos son montos que afectan profundamente las finanzas de las EDEs, pero al mismo tiempo proveen la oportunidad de un gran mercado informal paralelo para el fraude eléctrico, tal como veremos más adelante. Pérdidas de Energía de EDEs: Cuantificación, Valoración e Impacto Concepto 2009 2010 2011 2012 2013 Total Promedio Energía No Facturada 3,705 3,904 3,659 4,104 3,961 19,333 3,867 % de Compras 36% 35% 33% 36% 33% 35% 35% Energía No Cobrada 4,070 4,597 4,628 4,507 4,287 22,089 4,418 % de Compras 40% 41% 42% 39% 36% 39% 39% Energía “Cobrable” no cobrada (95% de No Cobrada, por pérdidas “técnicas”) 3,866 4,367 4,397 4,282 4,073 20,985 4,197 % de Compras 38% 39% 40% 37% 34% 38% 38% Energía Perdida (en gigavatios-hora) Energía Cobrable no cobrada (millones de US$) A Precio Mayorista 495 624 787 758 672 3,336 667 % de Ventas Energía 45% 51% 58% 52% 46% 50% 50% % de Compras 38% 39% 39% 37% 34% 37% 37% A Precio Minorista 707 817 901 886 786 4,097 819 % de Ventas Energía 65% 67% 66% 61% 53% 62% 62% 469 473 582 707 704 2,935 587 151% 173% 155% 125% 112% 140% 140% Déficit Operacional EDEs (en millones de US$) Pérdidas (precio minorista)/Déficit Fuente: Elaborado a partir de “Informe de Desempeño de Empresas Eléctricas Estatales” de CDEEE Edwin Croes | 133 Segundo, inestabilidad de evolución, con empeoramiento en 2009-2011 y avances en 2012-2013, siguiendo patrón inestable de últimos 15 años. Esto significa que los mejoramientos no son sostenibles y que, por alguna razón, el FEE es incapaz de implementar los sucesivos planes de reducción de pérdidas que se han sucedido en el tiempo. ¿O será que las pérdidas pecuniarias y políticas por perder el subsidio y el manejo del mercado informal paralelo de energía fraudulenta son más importantes que las ganancias de cumplir planes de reducción de pérdidas? Tercero, las medidas físicas favorecidas por el FEE minimizan el nivel e importancia de las pérdidas de energía. En efecto, en términos de nivel absoluto, el promedio del quinquenio de la medida física (en gigavatios-hora) de la energía perdida “cobrable” representa el 38% del total de compras, mientras que en el caso de las medidas económicas (valoradas a precios vigentes) representa 38% a precios mayoristas y 46% a precios minoristas. Cuarto, cuando estas pérdidas “cobrables” se miden contra las ventas el impacto es más claro y mucho mayor. En efecto, analíticamente, mientras que la comparación con el monto de compras es indicador de pérdidas en la adquisición de insumos (que aumenta costos), pero la comparación con ventas indica el nivel de ineficiencia interno de la empresa que crea las dificultades financieras o, alternativamente, que impide su rentabilidad. En este caso, el promedio de pérdidas “cobrables” durante el quinquenio 2009-2013 es mucho mayor alcanzando 50% a precios mayoristas y 62% a precios minoristas. Quinto, las herramientas de análisis empresarial “normal” no son de mucha ayuda en el estudio de las EDEs, por lo que se requiere la ayuda de instrumentos analíticos de la economía política, tal como hemos estado haciendo en este ensayo. En efecto, el nivel tan alto de pérdidas provoca que la contabilidad de las EDEs no sea la de un negocio “normal” en que las compras de insumos son, invariablemente, de menor valor que las ventas, sobre todo después de adicionar el valor agregado por la empresa (el VAD 134 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal en este caso). En el caso de las EDEs la situación ha sido siempre contraria a esta “norma”. En efecto, desde su creación y puesta en operación hace 16 años, las EDEs han presentado un déficit de compras mayores que las ventas, lo cual se ha comido todo el patrimonio del accionista estatal y su acumulado es muchas veces mayor que el valor de los activos. Sexto, es evidente que las pérdidas dominan el déficit financiero operacional de las EDEs. En efecto, lo más evidente es que las pérdidas “cobrables” a precios minoristas han representado un monto mucho mayor que el de déficit operacional de las EDEs, promediando 140% en el quinquenio 2009-2013, sugiriendo que es allí donde están escondidos los recursos que permitirían pagar por la energía comprada al “oneroso y leonino” precio de los contratos, además de un gran margen de 40% para cubrir otros costos, inversiones y retorno al capital. Existe un gran debate sobre la importancia relativa de las pérdidas de las EDEs, en que el FEE estatal reduce la importancia relativa de este elemento para favorecer la importancia del alegado alto precio de los “leoninos y onerosos” contratos PPAs de las EDEs con los generadores. Este argumento, a su vez, sirve para un doble propósito, presionar por la renegociación de contratos, por un lado, y justificar la construcción de centrales eléctricas gigantescas por parte del Estado. La “prueba” empírica divulgada por el FEE se basa en el argumento de que una reducción de 1 punto porcentual en el precio de la energía comprada por EDEs tiene un mayor impacto en reducción de déficit operacional que la reducción de 1 punto porcentual en las pérdidas de energía (en términos “físicos”). Son muchas las debilidades de este argumento. Primero, no hay cuantificación del valor presente neto y Tasa Interna de Retorno que permita comparar los resultados de las inversiones requeridas en ambas alternativas (inversión en reducción de pérdidas versus inversión en nueva generación). Segundo, la valoración de las pérdidas es errada, ya que se centra en unidades físicas o a Edwin Croes | 135 precios mayoristas, cuando ya hemos demostrado que se debería hacer la valoración a precios minoristas. Tercero, el plazo en que maduran los beneficios no es tomado en consideración, lo cual favorece los efectos de corto plazo de la reducción de pérdidas que, a su vez, se vería reflejado en mayores beneficios a valor presente. Finalmente, un fenómeno tan masivo y que envuelve valores monetarios tan voluminosos requiere de una nueva perspectiva para poder analizarla en su justo dimensionamiento y articulación con el mercado eléctrico en su conjunto. Lo primero es que la evidencia existente sobre los programas de “lucha contra el fraude” sugiere cuestionar el hecho de que sea la simple acumulación de acciones sobre consumidores individuales. Todo parece indicar que, al mismo tiempo, existe un mercado informal paralelo que provee los fundamentos de un negocio bien organizado y lucrativo. En efecto, existen especie de “distribuidoras paralelas”, que cobran por el servicio de alterar los contadores con lo cual facilitan que los consumidores toleren los apagones y las facturas eléctricas. Conectan ilegalmente a grandes empresas, plazas comerciales, resorts turísticos, hospitales, casinos, amplias zonas residenciales de altos ingresos y hasta cabildean permisos a Usuarios No-Regulados (UNRs) a quienes les ofrecen toda la gama de servicios que requiere tal tipo de consumidor. Disponen del personal, todos los equipos, herramientas y conocimientos necesarios para estas operaciones. Borran la lectura de los contadores computarizados de las empresas, construyen nuevas acometidas trayendo la energía de otros cables montando un doble sistema eléctrico en empresas, residencias, edificios y fincas. Las “distribuidoras paralelas” cuentan con redes de contacto e información al interior de las empresas distribuidoras, a veces los cabecillas son hasta altos funcionarios en ellas. Esto les permite programar sus actividades con calendarios precisos de cuándo serán leídos los contadores para borrarlos días antes. También 136 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal programan teniendo en cuenta las rutinas de las brigadas de supervisión y de las brigadas de la PGASE. El método de cobro es cargar una fracción del precio de la tarifa por cada kilovatio-hora borrado (entre el 30 y 40%). Se factura de boca (verbalmente) y se paga allí mismo, al contado. Si el cliente no quiere pagar o se pone de moroso, pues hasta le hacen maldades, tales como arreglar el medidor para que la lectura sea mayor al consumo y el “cliente” reciba tremenda sorpresa. Mentiras oficiales: Crisis eléctrica y la reconstitución de la vieja y fallida CDE El FEE ha creado un modelo explicativo de la crisis eléctrica fundamentado en falsedades y mentiras que, ha sido muy efectivo para influir en la opinión pública, particularmente en medio del vacío de investigación y divulgación de estudios científicos y académicos independientes lo cual ha sido facilitado por la opacidad que permite la complejidad técnica, económica y jurídica del sector eléctrico y por la credibilidad con que el FEE ha hecho el montaje de su plan de publicidad, acompañándolo de un gigantesco presupuesto de publicidad y de empleos. La estrategia del FEE ha sido de triple ofensiva y se aplicó rigurosamente entre finales de 2004 y el verano de 2008. Un primer grupo de acciones buscaba desprestigiar los contratos de suministro de energía de los generadores, lo cual ha servido para presionar fuertemente a los generadores en pos de la renegociación de dichos contratos. Un segundo grupo de acciones buscaron convencer a población y Presidente de que el sector privado no quería invertir y, por lo tanto, se requería formular un plan para el sector cuyo eje central fuera inversión estatal de la CDEEE en plantas de carbón. El tercer grupo de acciones estaban destinadas a reformar la Ley General de Electricidad para ablandar gran parte de las regulaciones favorables a los consumidores (UNRs, compen- Edwin Croes | 137 sación por apagones, crédito), conceder al FMI el fortalecimiento formal de la base jurídica de criminalización del fraude eléctrico, y re-establecer la CDEEE como generador térmico verticalizado y privilegiado. En su conjunto, es una estrategia de re-centralización del sector en la CDEEE con el objetivo de volver a apoderarse de la renta eléctrica. Con la renegociación de los contratos se buscaba transferir recursos de los generadores privados y mixtos a las empresas estatales. Con la construcción de la planta de carbón se buscaba crear una fuente propia de renta eléctrica al interior del sector estatal bajo control del FEE. Todo esto confluiría a liberar recursos fiscales del subsidio, mientras el financiamiento de la política clientelar y populista a cargo del FEE tendría su propia fuente de financiamiento centrada en la CDEEE (tal como funcionaba el modelo de 1955-1998). El trabajo técnico en el que se fundamentó la presión renegociadora del FEE se concentró en una serie de puntos básicos que han perdurado en el imaginario popular y técnico aun después de casi una década. Para estos fines se creó, por decreto presidencial, una Comisión Presidencial para la Renegociación de Contratos Eléctricos que se apoyó en los estudios realizados por los asesores del FEE. Veamos los argumentos.21 En primer lugar, la Comisión condenaba al Acuerdo de Madrid ( AdM ) por haber cercenado la posibilidad de competencia a través de nuevas licitaciones a partir de 2004. Lo caracterizaba como un acuerdo en que la voluntad de los generadores había prevalecido, lo cual se reflejaba en los “abultados” precios de la energía en que había resultado. La Comisión nunca se interesó en explicar cómo podía este argumento sostenerse ante el hecho demostrado y auditado de que los precios contractuales se redujeron de forma importante (37%) para las EDEs, las cuales ese año (2001) lograron reducir sustancialmente el déficit operacional.22 Es decir, 21 Resumidos de Segura (2006). 22 Ver Llarens (2008), y Memoria Anual del Organismo Coordinador (2001). 138 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal si hubo rebaja importante, el precio que realmente estaba “abultado” y “sobre-indexado” era el de los contratos originales de la capitalización. Tampoco explicaba la Comisión que precisamente desde 2005 se habían podido licitar de 50 a 100 megavatios cada año (y, efectivamente, el FEE de CDEEE ha intentado licitar tres veces su sueño de planta de carbón estatal de 700 megavatios). En segundo lugar, a pesar de que el AdM partía del mismo precio base de la energía que el FEE había establecido en los contratos de la capitalización de hacía tres años (US$0.055 por kwh), los técnicos de la Comisión, ahora, entendían que estaba “abultado” y requería un “nivel más adecuado y razonable” (que resultaba ser US$0.027 por kwh, 51% más bajo) el cual nunca explicaron de dónde lo sacaron o cómo lo habían calculado. Con el tiempo hemos tenido acceso al modelo computacional de donde este precio fue calculado, el cual se basa en una serie de supuestos de comportamiento óptimo de las centrales de tecnología estándar al cual se alimenta con algunos parámetros globales de la central en cuestión. Pero este tema nunca se hizo transparente ni se llegó a debatir a este nivel de detalle, sino que se planteaba como punto de partida. En tercer lugar, la Comisión también argumentó que el componente combustible estaba “sobre-indexado”, ya que su ponderación en el costo marginal era menor al establecido en el AdM (70% vs 61%), por lo que el componente de Operación y Mantenimiento que se indexaba con el siempre más benigno Índice de Precios al Consumidor de EUA debía ajustarse hacia arriba proporcionalmente. Este argumento tenía algún mérito, sobre todo después de haber pasado casi una década de la firma del AdM y haberse quintuplicado el precio base del petróleo. En cuarto lugar, la Comisión entendía que la potencia, o precio de capacidad, también estaba “sobre-indexado”, ya que el mismo no debía ser indexado, ni siquiera por el Índice de Precios al Consumidor de EUA, como lo estaba. Este argumento no puede sostenerse sobre otro principio que el de negar al inversionista la recuperación de su inversión a precio de reposición, lo cual nunca Edwin Croes | 139 fue hecho explicito ni argumentado por la Comisión; por el contrario, en otras partes del documento se aseguraba una renegociación que permitiese recuperación de la inversión y ganancias “razonables”. En quinto lugar, la Comisión proponía rescindir los contratos de algunos generadores privados que tenían de los viejos contratos IPPs y habían sido terminados a cambio de contratos del AdM. La Comisión no explicaba este proceder ni revelaba su análisis costo-beneficio de tal medida, pero el hecho era que este intercambio se había hecho, precisamente, con el fin de abaratar los contratos anteriores, sacarlos de la jurisdicción de la CDEEE y traspasarlos a la jurisdicción económica, normativa y regulatoria del mercado mayorista.23 En otras palabras, la propuesta de regresar a los antiguos contratos hubiera significado un aumento inmediato y retroactivo de, por lo menos, 37% del precio mayorista de la energía para CDEEE.24 El trabajo técnico que dio soporte a la estrategia re-centralizadora del FEE fue muy exitoso entre los que no entendían muy bien el mercado y la tecnología eléctrica, pero los expertos nacionales y extranjeros procedieron a desmontar estas mentiras y falacias oficiales. En su evaluación del sector eléctrico dominicano para el CONEP, el renombrado experto internacional Llarens (2008) realizó un estudio de los contratos PPA de las EDEs dominicanas y con23 Esta estrategia nunca fue perdonada por una serie de agentes del funcionariado y otras esferas que se beneficiaban de diversas formas (suministros, comisiones, consultorías, empleos, participación accionaria, entre otros) de estos contratos IPPs. Una descripción del proceso se encuentra detallada en Croes (2008). 24 La Comisión también llevó sus argumentos hasta el terreno de la intimidación, mencionaba un estudio de naturaleza jurídico que concluía que el ADM era ilegal, ya que la Ley General de Electricidad, la cual no permitía contratos que no fuesen producto de licitaciones, había sido promulgada antes de su firma. La Comisión blandió este argumento por todos los medios incluso amenazando a los generadores con “hacer uso de todos los recursos necesarios que la ley pone a su alcance para lograr” la renegociación, sin embargo, nunca llevó el caso a los tribunales, ni siquiera lo convirtió en tema de disputa administrativa o constitucional. Este argumento no pasó de ser un instrumento para asustar a los inversionistas e inhibir la inversión privada, de tal forma que hubiera “espacio” en el mercado para la licitación de la planta de carbón del FEE de la CDEEE. 140 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal cluyó que el Acuerdo de Madrid había disminuido los precios de los contratos anteriores en cerca de 37%. Por su parte, el estudio de PA Consulting (2006) realizado para EGEHAINA muestra con detallada información que los contratos PPA dominicanos caen en un rango intermedio de precios cuando se les compara con los PPAs de las EDEs de América Latina. En conclusión, no es cierto que los contratos PPAs de las EDEs dominicanos son particularmente “leoninos y onerosos”, por lo que la fuente principal del problema financiero de las EDEs tampoco puede encontrarse en la carestía del suministro de la energía que compra a los generadores, como ha repetido y popularizado el FEE por más de una década. Contrarreforma: Modificaciones de la Ley General de Electricidad en 2007 y 2014 La estrategia del FEE hubiera sido incompleta y disfuncional sin también provocar cambios profundos en la arquitectura normativa legal y regulatoria que había establecido la Ley General de Electricidad. Se requería de una contra-reforma que acomodara la opacidad y discrecionalidad necesaria para que funcionase la re-centralización y re-verticalización del mercado eléctrico alrededor de la CDEEE. Esto se lleva a cabo en dos etapas entre 2007 y 2014 mientras el partido en el poder domina los tres poderes del Estado y el FEE podía hacer pasar casi cualquier cosa como ley. Las modificaciones de 2007 (a través de la Ley No. 186-07) constituyeron una contra-reforma que legalizó las acciones ilegales y anti-consumidores que los funcionarios habían llevado a cabo durante años. También fue una ineficiente repartición del poder entre dichos funcionarios que fragmentó y des-coordinó aún más las políticas públicas en el sector.25 25 Croes (2007). Edwin Croes | 141 La contra-reforma gubernamental afectó a los consumidores al imponer nuevos impuestos a la tarifa, neutralizaba la compensación por apagones y fortalecía la discrecionalidad de que disponía la SIE para actuar o no actuar sin rendición de cuentas. Los incrementos de la tarifa se deslizaron por diversas vías de forma muy solapada. Primero, se fijó en 1% de las ventas totales que hacen las empresas eléctricas el pago de la SIE y se permitió contabilizar este pago como parte de la tarifa. Segundo, se autorizó a las EDEs cargar los gastos de re-conexión y verificación de clientes al cálculo de la tarifa. Tercero, a los consumidores se le podría cortar el suministro después de vencida la primera factura, con lo cual los clientes perdieron unos 45 días de crédito en el pago de su factura. Cuarto, se estableció un impuesto del 10% al precio a que los UNRs compran la energía. Y quinto, se autorizó a las EDEs comprar menos energía en el mercado de ocasión o sobrantes (también llamado “spot”) en el que los precios han sido más bajos que en el mercado de contratos de largo plazo. Las modificaciones a la ley cerraron aún más el mercado eléctrico al multiplicar por siete el tamaño del consumo mínimo necesario (de 0.2 a 1.4 megavatios) para que las empresas puedan acceder al estatus de UNR que les permite licitar directamente la electricidad de los generadores. Además, como se dijo, se obliga a pagar un 10% de impuesto sobre este precio de contratación de la energía. Recordemos que este era el único alivio que tenían las empresas para mejorar su competitividad ante las tarifas eléctricas mucho más bajas que se pagan en casi todos los demás países competidores. También se formalizó la politización populista de las instituciones al establecer la eliminación de los concursos y requerimientos de calidad para la contratación de personal en la Superintendencia y en la CNE. Además, se estableció explícitamente la posibilidad de reelección de los miembros de la Superintendencia de Electricidad (SIE). Y, para colmo, ya la SIE no tiene obligación 142 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal de “evitar prácticas monopólicas”, como ordena la ley actual, sino que solo deberá “denunciarlas”. También se institucionalizaron los llamados “apagones financieros”, ya que se autorizó a las EDEs al racionamiento de la demanda de electricidad, es decir, reprimir el consumo de electricidad, según el criterio de la SIE en hasta un 30% de la energía demandada. El consumidor no tenía ni voz ni voto en estas decisiones. Los criterios bajo los cuales la SIE establecería o toleraría los apagones de las EDEs nunca fueron especificados. La segunda gran contra-reforma estatista se produce en 2014 a través de la Ley 345-14. Esta fue concebida como pieza complementaria fundamental del proyecto de construcción de una planta generadora a carbón de la CDEEE al elaborar su estrategia más reciente para el trienio 2013-2016.26 Estas modificaciones de 2014 constituyeron una profunda contra-reforma que modificó la estructura del mercado eléctrico dominicano. Legalizó el proceso de re-centralización del sector eléctrico en torno a la CDEEE, vigorizándola y empoderándola en sus viejas funciones de inversionista y empresaria en el segmento de la generación térmica. El debate del proyecto de ley en la cámara de diputados es un detallado retrato del profundo desconocimiento del funcionamiento del mercado eléctrico que aqueja a la elite política dominicana, particularmente de aquellos que sí deben tener conocimientos y habilidades para participar en comisiones especializadas en el tema de legislación energética, así como para no dejarse manipular por la propaganda del FEE de las empresas eléctricas estatales. También se reflejan con claridad las falencias del proceso de diseño de políticas públicas, al tiempo que confirma nuestros planteamientos sobre la gran influencia que han tenido las mentiras oficiales proyectadas por el FEE de la CDEEE desde 2006.27 26 CDEEE (2013:47). 27 Según el acta No.27-PLO-2014 del viernes 27 de junio de 2014 de la Comisión Permanente de Energía de la Cámara de Diputados. Ver anexo. Edwin Croes | 143 Esta contra-reforma ha ampliado una serie de privilegios a la CDEEE que son altamente cuestionables por una serie de razones que se detallan a continuación. Primero, los cambios no son razonables debido a que profundizan privilegios previamente existentes que ya le daban ventajas extraordinarias a la CDEEE. Estos privilegios incluyen exención de impuestos en actividades competitivas con empresas privadas que sí pagan impuestos; acceso a subsidios fiscales ilimitados y sin contrapartida; capacidad de imponer préstamos forzosos a proveedores; y trato privilegiado ante permisos y licencias de instituciones gubernamentales. Segundo, los permisos y concesiones son otorgados de forma casi automática y casi ilimitados, debido a que aún estableciéndose en la Ley las características de las inversiones que debería satisfacer la CDEEE para disfrutar de estos privilegios, este tipo de condicionalidad no es funcional ya que no se hacen explícitos los valores precisos que deberían tener estas características, por ejemplo, en materia de grado de modificación de la matriz generadora, nivel de costo del combustible a ser introducido o sustituido, y nivel de impacto ambiental a partir del cual la CDEEE puede invocar estos privilegios. Tercero, estos privilegios desnaturalizan el sistema de despacho por orden de mérito (costo marginal más bajo), ya que las EDEs no comprarán necesariamente la energía más eficiente, sino la que provea la CDEEE que, a su vez está a la entera discreción y voluntad del FEE de la CDEEE. De esta forma abre aún más las puertas para que generadores ineficientes vendan energía a la CDEEE y obtengan acceso privilegiado al despacho de sus plantas. Este privilegio elimina la necesidad de competir de la CDEEE en el suministro de energía a las EDEs con lo cual transforma la compra-venta de energía entre CDEEE y EDEs en un área opaca, no regulada, no competitiva, que ahora es objeto de transacción interna corporativa a la entera discreción del FEE de CDEEE. 144 | Economía Política del Funcionariado Eléctrico Estatal Cuarto, estos privilegios traspasan el umbral en que es posible que generadores privados extranjeros invoquen demandas en arbitraje internacional por expropiación indirecta debido a trato discriminatorio, según está tipificado en casi todos los tratados comerciales y de inversión internacionales, así como en el artículo 221 de la Constitución de la República Dominicana. Conclusiones Generales La estrategia del FEE ha sido implantada de forma exitosa en la medida en que ha logrado los siguientes objetivos: Hacer que la gran masa de la población crea, erróneamente, que el Gobierno subsidia una parte importante de la tarifa eléctrica como una forma de proteger su bienestar. En realidad, como se ha demostrado, el subsidio no se dirige a los consumidores sino a ocultar la ineficiencia e irregularidades del FEE en las empresas eléctricas estatales. Hacer que la mayoría de la población crea, erróneamente, que el problema principal en el sector eléctrico es el de contratos “onerosos y leoninos” que no pueden ser pagados por las EDEs, siendo que la tarifa promedio pagada por los consumidores es suficiente para pagar por esta energía contratada y un margen adicional para las EDEs. Hacer creer a la población que el fraude eléctrico es el producto de una alta tarifa y una alegada “cultura del no pago”, cuando en realidad se trata de un gran negocio paralelo informal tolerado por el FEE. Hacer creer que las empresas privadas no invierten con el fin de crear escasez y aprovecharse de altos precios, cuando en realidad el estancamiento de la inversión ha sido el producto intencional del virulento ataque contra los contratos privados por parte del FEE lo cual, lógicamente, ha inhibido la inversión privada. Este estancamiento era el objetivo buscado, con el fin ulterior de crear Edwin Croes | 145 espacio de mercado para las plantas a carbón que desde 2005 ha intentado infructuosamente construir el FEE desde la CDEEE. Bibliografía Actis, José Luis (2014) Evaluación de los Subsidios en las Tarifas Eléctricas Residenciales en la República Dominicana. 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