CARTA TERCERA o o~ o H en ::::L ----------==~~---------- AL ClUD .DANO AQUILEO PARRA, ENCARGADO DEL PODER EJECUTIVO. Die lI, Rcñor, <j 11 f' viE'ne Ó vino un Comi",ionudo del G obierno del Estado Gobe!'uno de AntifJ1 !lJ3 , para tratar la paz, 6 de la p:u,:, con el G lh:crno que presidíH. InvO('ad, ahora Rí, ,in(,(1'Ornente y conjc, COll espc,'anza y con (,a1 'itlr~ d, á csa suprema Pro\'idellcia c'¡1If-, t..:i l \'('z pOI' moda, invoeústci¡¡ elLo du A hril el 20 de Julio ültimos, Nunca, como ahwa, nceesitásteis, efectivamente, elc la gl'G'!U y la mirada paterllal ejc Dios. Soi3 y babeis Bido el Ílrbitro de la suert·] dd país; la puz y la guerl'a han estatlo N en Vllcstras mano~o ¿ Lo estal'.'in a1Ín y-, ¡'~S,) depende, en Cftf',(l de q \le sea posi l)JI,!, eso dE'pende de YO;; j GOU la diferencia !~ qU(~ hoyos será m¡is difícil (lile ánh". ¿ P',l' qlJ(~ ?-.Porq,l. e "Ilt~s .os bastaba no C",1JeZal', no lUyad¡r :11 l iJhma, uo JcdQI' r la gl:crra; y, Ú, la t'P.cha, tendl'eis 'lllC 'I.l"er el sael':fi .. io, t.ll cr uel para el (¡r~l! 1io Illltn:~no.' de vol ;"" r atraso ¿, L ) podreis '? 1<':00 p'\ ·ce e humanumen'!:e i!np('s;hlr. , t'P;"llH.: la- t1in:ir,li '<1 rno ral se rige po r !O'i '¡li::lltlOS 1,l'il!t'lp:., l' IC la fíHica: la puia"ll'((. d{ 1 ór.len p íl,' ~o, cuyo jld c¡,w,¿ él' j" )' ,,,Di,,, no ]l\ldi(l (" ,n er la,' ,'esistencia de k ¡I'll: -i no se r;¡ü 1.. ,Ji If, Cl1siones que vn7;;t '(t l"lr'¡¡(ad qui~;i",'a br ni brazo t1e p:da'¡";¡ ('" la gll~r:':l. ,- yo, con deseo d e e:,,"'\- ¡"I" ,'l'('() qne VlH'.'( ra im p l'e\'isi01l ¡ l. ,'.<, ("'Ít! hr'l ,'2:1 hoy más 131' g:l C;'J(, d h ':IZO d(' In I" ¡ Z. Lr 10rlll.lla me('(lIl<'a [ !lla, en mi con cepto, erolltn \'(:8. í-".¡( e'U"/, /)rrn,m dij o que es obligacion VUL:.t"l d,'¡rihne I):j g obiernos C'onsel' va(hrc:; de Aminrplia y el To¡¡ma; y \' o~, in"lJi¡"¡(!( r ('("wido <le esa prensa, mo ví.;;· te:s t'''¡;~fm guardIa colombiana, y declar::h,t(~i,., (1(' hc('l1o, sin previo ma ni6 e:;:to, gUl'rra ( lo;; eonse r~·adorcs y á la ConRti.tm'ion Ql1f' '(trolw IJá ~ teiR, al pretend ct horrat·, c.¡}~ la ti¡¡ta de vuestl'o decl'elo las frouÍ"l':lil ,ll' un E stado Sobemno. ' ']'t~.lcL" (':i vC1'dad, el derecho de situar VllP,:;tlm; fuerza, en dondc qlliE'ra qu e gu"teis; pero no os liareis la illlsion de pCn831' q llO c"ta is alegando en estrados: las iI,terjll'('(¡ do nes ele la ley y la chicana ::;on ex{t¡c:¡", "id ículas, en un campamentu. Y, alllle 'le vos no querais decirlo, fu¡;r¡m es ql veais que habeis hecho lev. I' f at' h~ ( h s desde el término su r de A~ti ;cplhl J¡, "ita la frontera ecuatoria na, en t'J' a la !J 1 II occidental dellVIagdal ena . VUE'"tt' I 1 ,rtitlo os ha lanzado contra tns E,.,ta ,; ¿ No leeis el Censo? No :;;;¡Of:S qo : ¡oís puesto fuera de la ley á \.03~,I/OO (¡ Iombianos cuyos derechos Jw'(Hci, "'" l,'tar? Pero ¿ fJ. 'l; vale un juramento en vuestr' v,elle!; Icfilosofía? ¿ Qué pesa el perjurio u,_'a el que olvidó 10 que es jurar? E"t" ( d segundo tropiczo que teneis qué f'.lv que desco qtfe salveis; pero flue n.r: 'ce insuperable. " A 1{J~ jl,()f~s ateos, á los materia listas, :; • Ji'; ]"",,' lalIstas, á los prudOlti::mOS, lt .os qllll "(len qtle el fin santifica los mc(l'ú,J, •• lIS que creen que la palabra CI,Up '1 d· IÍ. nada compromete, no se débe III Stl pu, l! creerles. L Fl'escos, palpitantes están los hechos que oemu e~tl'an el poco caso que vosotros, los filósofos de moda, 'haceis del juramento . ¿ Os flcordais oe aquella visita que uno de l08 vuestros hizo á los señores Samper y Raiz en su prision? ¿ Habrá quien olvide que Pérez, que os abrió el camino, fué, á pesar dc su librito místico, pe¡jul'o, para serviros, en Pan a má, en Bolíval', y en donde quiera? S i haceis un tratallo ¿ quién creerá, quién podrá descansar en él? ¿ N o se os ha enseiiado á seguir el ejemplo de aquel hipócrita y vil Clodio que, al derribar la República romana en la persona tIe Cicel'Ol1, consagró, sobre los escon lbros, la tierra del orador ,á la Diosa d e la Co nc01'dia '! , Si os mirárais, señor, en el espejo místico y fi el de la opinion desapasionada, cerra ría is los e00s con horror: no lo dudeis. ¿, O es que no sabeis qué estais haciendo ni lo que están haciendo de vos los al bo rutadores? ¿ Eo <J ue están pescando éstos con vos, como pescan los chinmJ con lo~ corvejones? Hit,irnos la Constitucion de 8 de Mayo, vo;;'y otros : Constitucion ad hominem, vo .vll {t plldos ante ~l espantable coco de Mo.r!uera. Qllisi mos hacer ljn Poder Ejecutivo sin fun ,j')lJes, una e'jPecie de Presidente honorario, á quien ptetendimos haber dej,\,l., "11 (llerOS, desphes d e q ne repartill](h Sll-: vestiduras de antailo, entre la ()I)rte buprcma, el Senado y los Estados Sob, 1':.I1H)~ . L1e¡.;ado el (lia ele la prueba, ese mismo Mo;;q ll ol'U hizo el 29 de Abril; y Pérez hi :w b; que hizo; y vos e.:'tais haciendo lo qu e h icieron ellos. EstaIs en plena rebelion, s81101'. L o.;; art ículos de primera necesidad valen hoy, g racias á la inseguridad, la mitad miÍs ó el d<>ble que ántC's. y el pobre obrero ,no solo no gana la mitad m~ís, ó el doble que iíntes, sino que tien e q llé perma Deccr ocioso en su forzado esco ndite. • y su familia, y sus hijo", y él ¿de qué \ ivirán, seilor? Porque, al fin, es necesct1'1:0 viv!r: el p nh "c qlle huye del delito, no por el delito; aquel cnya familia amena zais con los horrores del desamparo, no pueJe hacerse sOfelo á los gritos del pequeñuelo que le pide pan, ni al suspiro de la esposa cnyos pechos se empobrecen, se enjutan y se secan. .E ntónces es preciso robar, porque es preci so vi vil' ; Es preciso vender el honor, porque es preciso vivir: Pobres hombres! Pobres mujeres! Pobres vícti mas! y los que son conducidos al cuartel ¿ alimentarán á sus familias abandonadas con la p61'vora de sus cartuchos? Y , sobre estas ruinas privarlas ¿no vend rán los extremos de la crísis monetaria, y la crísis comercial? Y la impunidad que, de ticmpo atras, nos persigue como mal endémico; y la inmoralidad que vive sentada al borde de las mesas de los despachos públicos; y la vagancia, que no puede respirar sino en- tre la atmósfera del vicio; y la ley de la violencia, que se alza en razon directa del abatimiento del derecho; y el déjim't, que pesa ya sobre las arcas; yel desC1"édito público cuya primera ley orgánica es la guerra ...... ' .. Ah! señor: no cambiada yo mi pohre y trabajusa vida por una sola, por la ménos , cruel de vuestras noches! Aun despierto, aun de dia, debeis de sufrir horribles pesadillas! y ¿ por qué'?--Por un capricho. Mañana morireis, y nadie os agradecerá 10 que ganare con el mal que hicisteis. Pero cuántos se acordarán del padre que hicísteis morir, del hijo que arreba,tásteis, de la mujer cuya virtud sucumbió, elel techo pajizo hundido, de la familia desbandada ......... ! Ay! La paz! La paz! D,adnos la paz, señor! Creed con fe ciega en Dios; invocad con fe su Providencia, y no temais veros humillado, porque la 'verdadera grandeza tiene pOI' base á la hubilelad. lVIe direis quizá que os fastidia el que os dirijan sermones de moral cristiana. Pero en tal caso yo os responderé que, si vuestros amigos y vos fuérais cristianos, reinaria hoy la paz en la República. Quereis derribar y mantener en silencio eterno al partido que defiende la libertad dc la República. Pero no pensais en que para imponE'r silencio perpetuo á un partido es necesario exterminarlo; y en que los partidos que sostienen el de1'r:c!w no pucden ser exterm i nados. El derecho elel hombre, el derecho natural, es revelacion i tu perecedera del Verbo que está y estará eternamente en Dios. El del'echo del hombre es más que una invencion ; es más que un deseo del alma; y más que el aire que respira el alma; es el alma inmortal con otro nombre. ¿ Haréis que, en obsequio de vuestro candidato oficial, más impopular que V08 mismo, se inflame la guerra en el país? Los candidatos romanos se presentaban en el rost'fum, vestidos de blancas túnicas (alba candida) ...... ; pero vos quereis que Murillo, al pedir un escrutinio en su favor, se presente dE'sde las cornizas del Capitolio, con la túnica de pretendiente empapada en la sangre que la guerra hará verter .. """. ! Mas notad el dedo de Dios: esa tínica blanca ensangrentada, existe escond;da en las capillas de nuestro antiguo régill1en ... i Era la túnica de los parricidas ! El banquillo se acabó; pero quedó la túnica. y la mue1'te civil qued¡¿ con ella. Teneis diez y ocho meses a~n para organizar vuestra rebélion conth la ley de Dios ...... Pero ¿ qué son diez y ocho meses para AQUEL que ve pasar m~llones de siglos, ántes que la gota ínfima de agua tenga tiempo para desprenderse del vaso alto de la clepsidra? Dios quiere la paz. Pero ¿ negais á Dios? negais la ley divina? negais el alma humana? Guardad, os ruego, la rcspuesta para <lespues de vuestra muerte y la mia. Entónces nos vcremos: os emplazo. CAMILO A. ECHEVERRI. ,1 I / I ) )