trabajadores de confianza del sistema bancario mexicano. para

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171893. I.3o.T.164 L. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Julio de 2007, Pág. 2722.
TRABAJADORES DE CONFIANZA DEL SISTEMA BANCARIO MEXICANO. PARA
DETERMINAR QUIÉNES TIENEN DICHO CARÁCTER EXISTE UNA DOBLE REGLA,
UNA GENERAL Y OTRA ESPECÍFICA, Y EN ESTA ÚLTIMA NO SE REQUIERE
ACREDITAR LA NATURALEZA DE LAS FUNCIONES, PUES LOS CARGOS QUE LA
LEY SEÑALA IMPLICAN UNA FUNCIÓN DE CONFIANZA. Las fracciones XIII bis y
XIV del apartado B del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establecen, respectivamente, que el banco central y las entidades de la
administración pública federal que formen parte del sistema bancario mexicano regirán sus
relaciones laborales con sus trabajadores por lo dispuesto en dicho apartado; y que la ley
determinará los cargos que serán considerados de confianza, y que las personas que los
desempeñen únicamente disfrutarán de las medidas de protección al salario y de los
beneficios de seguridad social. En esa tesitura, las relaciones de trabajo de los empleados de
confianza de las instituciones que formen parte del sistema bancario mexicano se rigen por la
Ley Reglamentaria de la Fracción XIII bis del Apartado B, del Artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado. Por otra parte, el artículo 3o. de la referida ley
reglamentaria indica que son trabajadores de confianza, entre otros, los directores generales,
subdirectores generales, directores y subdirectores adjuntos, directores y subdirectores de
división o de área, así como los que conforme al catálogo general de puestos de las
instituciones administren, controlen, registren o custodien información confidencial básica de
carácter general de las operaciones, o bien desempeñen funciones de dirección, inspección,
vigilancia, fiscalización, investigación científica, asesoría o consultoría, cuando éstas tengan
carácter general; y en el Banco de México, además de los anteriores, los que señale su ley
orgánica. Por ello, para determinar el carácter de confianza de los trabajadores de las
instituciones que conforman el sistema bancario mexicano existe una doble regla, una de tipo
general, y otra de tipo especial (excepción regla). Acorde con la primera serán trabajadores
de confianza los que conforme al catálogo general de puestos de las instituciones realicen las
funciones previstas en el indicado artículo 3o., para lo cual es necesario que se acredite con
cualquier medio de prueba la naturaleza de las funciones para estar en aptitud de determinar
tal carácter; y en términos de la segunda, deben tratarse de categorías o puestos consignados
en la mencionada ley reglamentaria o en la Ley Orgánica del Banco de México, supuesto en
el cual es intrascendente comprobar la naturaleza de las funciones del trabajador, pues basta
que con el nombramiento o con cualquier otro medio de prueba idóneo se acredite el cargo o
puesto desempeñado por aquél para considerarlo como de confianza, ya que no debe perderse
de vista que las instituciones integrantes del sistema bancario mexicano, a través de sus
trabajadores, efectúan las operaciones previstas en los numerales 46 y 47 de la Ley de
Instituciones de Crédito, por lo que los empleados que ocupen puestos o categorías
establecidos en la ley implícitamente realizan las actividades propias de los puestos de
confianza relacionados con la administración, control, registro o custodia de información
confidencial básica de carácter general de las operaciones bancarias; consecuentemente, es
innecesario acreditar la naturaleza de las actividades del puesto o cargo para poder considerar
a dichos trabajadores como de confianza. Por consiguiente si un trabajador de confianza que
pertenezca al sistema bancario mexicano, carece de acción para demandar la indemnización
constitucional o reinstalación por despido, entonces cuando se presenten este tipo de
conflictos el tribunal laboral tiene la obligación de examinar si la parte actora acredita o no
los elementos de la acción intentada, aun y cuando la parte demandada no se hubiera
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171893. I.3o.T.164 L. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Julio de 2007, Pág. 2722.
excepcionado, por ser una cuestión de orden público al estar previsto a nivel constitucional.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER
CIRCUITO.
Amparo directo 3483/2007. Marco Antonio Sánchez Macías. 23 de marzo de 2007.
Unanimidad de votos. Ponente: Héctor Arturo Mercado López. Secretario: Pedro Cruz
Ramírez.
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