Que Pobres Somos?

Anuncio
El Ginebrino
Que Pobres Somos?
Autor Carlos Holmes Buitrago Ocampo
jueves, 07 de abril de 2011
Analizando un discurso dicho por un conferencista COLOMBOJAPONES Â muy popular por la internet LOS
COLOMBIANOS EN VEZ DE VER DISCURSOS ROMANTICOS DEBERIAN LEER A FERNANDO VALLEJO...
Â
 Empecemos por lo primero: y lo primero es decir que no está mal que alguien quiera hacer soñar a este paÃ-s. No está
mal que un orador, moderadamente diestro en las formas retóricas, nos diga que acá las sandÃ-as crecen gigantes y
que somos un paÃ-s lleno de recursos naturales, que hay que valorar a la gente.
Â
 No está mal que alguien nos recuerde, en un discurso emotivo, que nuestra gente es cálida, que nuestra pobreza está
primordialmente en nuestras cabezas y que acá nos sobra lo que en muchos paÃ-ses hace falta.
  No está mal nada de eso, hasta ahÃ-. Â
Lo que es inaceptable es que alguien se
convierta en héroe nacional diciéndonos, entre sensiblerÃ-as y una que otra falacia retórica, que Colombia es una
especie de paÃ-s maravilloso  cuyo único problema real es que sus ciudadanos somos mendicantes y pobres en la
mente.
Â
 Lo que es peligroso es que haciendo uso de comparaciones disparatadas, de oxÃ-moros casi sofisticados, Kenji Orito
DÃ-az nos haga olvidar unas cuantas cosas que no se nos deben olvidar por ahora. Y digo oxÃ-moros porque Orito DÃ-az
afirma, por ejemplo, que "Japón es un paÃ-s pobre que vive en la riqueza".
Â
 Y la popularidad del discurso y las tantas veces que la gente lo comparte en las redes sociales parecen señalar que
nadie cuestiona semejante afirmación. Que tiemble Amartya Sen, porque hay un genio  Colombo-Nipón que cuestiona
toda la teorÃ-a económica sobre pobreza y afirma que se puede ser pobre y además, vivir en la riqueza.
 Dice entonces Orito, elaborando al respecto, que Colombia no es un paÃ-s pobre porque tenemos recursos naturales en
abundancia, pero se le olvida que los indicadores económicos de la riqueza y la pobreza no están dados en términos
de sandÃ-as per capita, ni responden a un conteo de los comedores comunitarios en los barrios marginales.Â
Â
En la academia hay una discusión muy sofisticada  que cuestiona los criterios que usa occidente para medir la pobreza,
pero Orito DÃ-az está lejos de llegar a ese debate y en ese sentido su discurso aunque bonito, emotivo  y patriotero, es
simplemente un discurso falaz.
 Colombia, incluso según las cifras del DANE, a las que todo el mundo tilda de "maquilladas" y excesivamente
convenientes para los gobiernos de turno, es un paÃ-s pobre. En efecto, según el último informe del DANE fechado en
abril de 2010, el 45.5% de la población Colombiana vivÃ-a en condiciones de pobreza en 2009. Esto significa, palabras
más palabras menos, que hace dos años el 45.5% de los colombianos censados tenÃ-a una capacidad adquisitiva de
menos de dos dólares diarios.Â
Â
Pero sigamos buscando esa riqueza metafórica que Orito DÃ-az encuentra en Colombia entre las cifras, en las
estadÃ-sticas, en los estudios económicos. Resulta que hay otro nivel de pobreza que el Banco Mundial denomina
"Pobreza Extrema", en el que se encuentra toda persona que no disponga de una capacidad adquisitiva equivalente a
un mÃ-nimo de 1.25 dólares diarios. ¿Como estamos de pobreza extrema en este paÃ-s en el que Orito DÃ-az se deleita
los ojos viendo niños gorditos y pantallas de Plasma en Ciudad Bolivar? El DANE dice que en 2009, diecinueve de
cada 100 Colombianos vivÃ-a en esa pobreza, en esa terrible pobreza que le impide a las personas la adquisición de
productos básicos que son necesarios para la supervivencia. Y paremos de hablar de pobreza ahÃ-. Ni siquiera
mencionemos las cifras sobre indigencia o el coeficiente de Gini, no digamos más nada.
http://www.elginebrino.com
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:43
El Ginebrino
Â
Bástenos para desenmascarar la falacia de sus comparaciones con decir que el porcentaje de la población Japonesa
que vivÃ-a en la pobreza en la década que inició en el año 2000 era sólo del 15%.  Hacen falta solo dos cifras frÃ-as
pero ciertas para recordar que esto no es Suiza. Acá la gente -pasa trabajo- aunque haya un Japonés lleno de palabras
bonitas y buenas intenciones que nos quiera vender a Ciudad Bolivar como destino turÃ-stico. Una persona que haga
uso de recursos tan poco sofisticados para vendernos la idea de que somos ricos, de que vivimos en la abundancia, es
una persona por lo menos irresponsable.
Â
Lo que nuestros lÃ-deres destacados deberÃ-an recordarnos es, por el contrario, que hay mucho trabajo por hacer, que
45 de cada 100 colombianos viven en la pobreza, señor/a lector/a, mientras usted lee esta nota. Aunque Orito DÃ-az se
atreva a decirnos, con voz quebrada  y tierna,  que "No cree en la pobreza de Colombia", toda su ternura, toda su buena
vibra, todo su positivismo, por sÃ- solos, no lograrán que bajemos ni un punto porcentual en la escala de pobreza.
Repito: Somos pobres, somos muy pobres. Â No necesitamos alguien que nos diga que somos ricos y que esconda
nuestros problemas sino alguien que  pueda indicarnos la dirección correcta, el camino a seguir para solucionarlos.
Â
 Si lo que Orito DÃ-az propone es un simple cambio de mentalidad, tendrÃ-a que decirnos cual es ese cambio, y tendrÃ-a
que hacer un análisis mucho más riguroso, mucho menos sensiblero.   Pero el mencionado discurso no es innovador
únicamente en lo que respecta a teorÃ-a económica. El discurso también sugiere que en Colombia no somos violentos,
que "Colombia no es un paÃ-s violento sino que nos creÃ-mos esa historia".
Â
Y para sustentar esa afirmación, Orito DÃ-az hace uso nuevamente de una comparación Colombia versus Japón que
no nos atrevemos a cuestionar, que pasamos por alto mientras nos secamos las lágrimas que derramamos al
escucharlo exaltar nuestra Colombianidad. Dice Orito DÃ-az, en un ejercicio de populismo, que acá no somos violentos
sino amorosos porque en Japón no se usa el abrazo, porque los novios se encuentran y no se dan ni un abrazo ni un
beso. Dice Orito DÃ-az que en Colombia no somos violentos porque "acá hasta el vecino lo abraza a uno", porque "es
increÃ-ble como el Colombiano se ama, se abraza, se quiere y se sonrÃ-e". ¡Tienes razón Orito!  ¡Acá todos somos un
dechado de paz y amor! ¡Japón es el paÃ-s violento! Acá en Colombia somos tan amorosos, tan amorosos, que
cuando nuestros estudiantes de BiologÃ-a van a hacer trabajos de campo en las áreas rurales, los devolvemos a sus
familias en ataúdes. Los abrazamos bastante, eso sÃ-, pero los matamos. Acá somos tan amorosos y tan pacÃ-ficos que
obligamos a los campesinos (los mismos que cultivan las sandÃ-as baratas) a abandonar sus tierras y a vivir en
cinturones de miseria en las ciudades.
Â
Acá somos tan amorosos y tan pacÃ-ficos que según algunos rankings de organizaciones muy serias  somos el sexto
paÃ-s del mundo con más desplazados y el décimo quinto paÃ-s en el que suceden más homicidios. Dejémonos de
vainas! dirÃ-an en una serie de los noventas. Es que aunque en Japón no se abracen, una gente muy seria y muy
estudiosa del Instituto para la economÃ-a y la paz nos ha ubicado en el puesto número 138 entre 149 paÃ-ses, en algo
que podrÃ-amos llamar un  ranking mundial de paz. Lo que quiere decir, si me permiten a mi (a un simple GINEBRINO
PERO DE COLOMBIA) un recurso retórico menos abusivo que  los de Orito DÃ-az, que Colombia es el onceavo paÃ-s
menos pacÃ-fico del mundo, solo superado en -escasez de paz- (o en violencia, como lo quieran llamar) por paÃ-ses
tales como Irak y Corea del Norte. ¡Que pacÃ-ficos somos en nuestra Colombia de la mano fuerte y el Corazón Grande!
Que hermanados y abrazadores andamos por el mundo. Es preferible que en este paÃ-s nadie se abrace, que nadie se
bese, pero que a cambio subamos un poquito en ese ranking. Que no nos demos tantos besos falsos pero que los
estudiantes puedan visitar el departamento de Córdoba sin que los maten; que no nos abracen nuestros vecinos
borrachos si eso hace que las calles sean más seguras. DeberÃ-amos todos renunciar a los besos y a los abrazos si eso
implica menos falsos positivos, menos guerrilleros, menos secuestrados.Â
 Lo que necesita Colombia es un montón de voces crÃ-ticas y menos discursitos patrioteros y sensibleros a la medida
de "Colombia es Pasión". Es escalofriante que los discursitos complacientes, tiernitos y populistas hagan más eco que
la obra de nuestros grandes pensadores crÃ-ticos. Es imperdonable que Orito DÃ-az sea el personaje más popular del
Internet en Colombia y que por otro lado la gente no pierda la oportunidad de insultar a Fernando Vallejo cada vez que
este toma un micrófono en la radio.
Â
Es imperdonable, repito, pero comprensible. La historia está llena de populistas que le dijeron unas cuantas cosas
http://www.elginebrino.com
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:43
El Ginebrino
bonitas a las naciones,pueblos  exaltaron sus valores, sus virtudes más encomiables, se ganaron posiciones de
liderazgo y luego las traicionaron. Miren por ejemplo aqui en Ginebra Valle nuestros Alcalde se monto con la imagen
del populista,el que se habia levantado con esfuerzo y la benevolente mano de la Senadora Dilian Francisca
Toro ,apenas llego al poder se olvido de su honestidad, de su identidad de su  humildad .Â
  Vamonos al plano Universal ¿Alguien ha oÃ-do hablar de un tal Hitler y de la forma en que convenció al pueblo
Alemán de que era virtuoso, hermoso, superior?  ¿Alguien recuerda como terminó esa historia? Que fastidioso serÃ-a
un concejal, alcalde, gobernador, congresista o presidente asÃ- de sensiblero y populista. Qué peligroso. Pero lo predigo:
Orito DÃ-az tiene futuro en nuestra polÃ-tica.Â
Â
 Lo que nos hace falta es mucha más gente como Vallejo, que se atreva a decirnos todas las verdades que no nos
atrevemos a decirnos, que nos regañe y nos cuestione, porque la crÃ-tica, la auto-crÃ-tica, es mucho más importante
que la lisonja. Sobran ese tipo de lÃ-deres que nos intenten convencer de lo buenos que somos, de lo amorosos que
somos, porque no hay nada más peligroso que decirle a un Colombiano que su patria es una maravilla. Se corre el
riesgo, en el intento, de que se nos olvide para siempre  que hay mucho trabajo por hacer, que la gran mayorÃ-a es
pobre y que la guerra sigue matando.Miren lo que pasa con los deportistas colombianos, apenas se les dice que son los
mejores del mundo se tiran al descuido, se vuelven unos Asprilla,Pambele,Montoya groseros,arrogantes,
hedonistas,humillativos con mas  vanidad que talento.
 Parte esencial de cualquier cambio de "mentalidad" tendrÃ-a que venir a través de una actitud que busque afrontar esos
problemas, que los asuma, que los ponga en nuestra conciencia colectiva, para luego buscar soluciones.
Â
  La peor forma de lidiar con ellos es olvidarlos entre sensiblerÃ-a y falsos sentimientos patrióticos. Tal vez en un paÃ-s
lleno de autocrÃ-tica y menos auto-indulgencia no necesitarÃ-amos héroes como la señora Estela que menciona Orito en
su discurso. No serÃ-amos un paÃ-s de héroes tristes, como esa señora que vende -maticas- en Ciudad Bolivar y que
asÃ- sustenta a tres hijos y ha levantado una casa.  En Japón, como en otros paÃ-ses civilizados, no es un héroe quien
sobrevive.
http://www.elginebrino.com
Potenciado por Joomla!
Generado: 24 November, 2016, 23:43
Descargar