celulares suele dar lugar a proliferaciones o a desdoblamientos ce­ lulares. Estas hipertrofias o micocecidias, aun ocasionadas por un micelio circunscrito, pueden originar torsiones o deformaciones del limbo, del pedicelo o de las ramillas en que nacieron las facies en cuestión. Generalmente estas hipertrofias son causadas por las ecídicas y teleutospóricas. Una alteración muy común en las plantas y sobre todo en las arbóreas atacadas de Uredales es la producción de los llamados «Escobajos» o «Escobas de brujas», caracterizadas ya por la trans­ formación de las hojas persistentes en caducas, ya por aumento exagerado de las ramificaciones, ya por cambios del geotropismo y por la difusión, cada vez más intensa, del micelio, si éste es difuso, que es el caso más común. El acortamiento de los tallos, el enanis­ mo, el alargamiento de los entrenados, la reducción del número ha­ bitual de ramas, pudiendo llegar a la supresión de ellas, los aumen­ tos exagerados de ramificación y la conversión de ramos adultos en jóvenes son alteraciones todas fáciles de observar y, en muchísimos casos, muy perjudiciales a las plantas atacadas. Alteraciones en las formas de las hojas, particularmente en los brotes, en la filotaxia de ellas, en la orientación de la filotaxia (1) y aun la transformación de las hojas en involúcrales o florales, son también alteraciones muy comunes en las plantas atacadas, así como el ver que, en plantas rastreras, los tallos enfermos se yerguen en tanto los sanos permanecen como normalmente tendidos. Las modificaciones y alteraciones de los órganos florales suelen ser también comunes, no menos que la ausencia de órganos florales, la castración de los pies atacados. Esta castración, según Vuillemin (2), no es causada en realidad por el Uredal más que indirecta­ mente, siendo originada por el exceso de vitalidad y la ruptura de equilibrio producida entre las funciones tróficas y la formación de la flor, apoyando su opinión dicho autor en que la sequedad, por ejemplo, disminuyendo la excesiva vitalidad las devuelve la fertili­ dad. Efectivamente; los Uredales, al invadir los órganos en los bro­ t e s , tienen una acción excitante que hace crezcan más rápidamente, pero no es menos cierto que su acción sobre los cloroplastos dismi­ nuye el poder asimilador, y la planta invadida puede morir por ago(1) F I S C H E R ( E D . ) , Myk. beitr., n ú m . 8, in Miti. d. Naturf, Ges. in Bern, 1916. (2) VUILLEMIN (P.), Ball. Soc. Myc. de France, 1894, X, págs. 108-128.