el agua sólida promete regar en épocas de sequía

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Agua y Riego
Para mitigar problemas escasez hídrica
EL AGUA SÓLIDA
PROMETE REGAR EN
ÉPOCAS DE SEQUÍA
Muchos agricultores cada cierto tiempo deben enfrentar problemas
de escasez de agua. Basta ver lo que ha pasado en el último tiempo
en el centro norte de Chile, en California, en São Paulo, en España,
en México… Sin embargo, existe un desarrollo de la NASA que ha
cumplido más de cinco décadas, los polímeros súper absorbentes,
que además de asegurar agua a los huertos, permiten un aumento
productivo y un importante ahorro de costos. Solo se requiere diez
gramos de acrilato de potasio para solidificar un litro de agua, la que
aplicada al suelo de un huerto no se evapora ni tampoco se filtra.
Por Rodrigo Pizarro Yáñez
L
luvias escasas, por debajo de la media
o sencillamente inexistentes podrían
empujar a la agricultura al precipicio
en diferentes zonas productoras del
mundo. Eso es lo que está ocurriendo hoy en día en California, donde
un estudio de la UCDavis determinó que se
había perdido el 5% de los cultivos que allí
se producen y donde a finales de marzo el
41,11% del estado se encontraba en categoría
4, también llamada ‘sequía excepcional’. En
una situación similar está São Paulo, donde
los principales embalses que abastecen de
agua a la población y también a la industria y
la agricultura, están funcionando con las reservas desde el año pasado. Y en el valle del
Limarí, la situación es incluso peor. En artículos anteriores hemos constatado en terreno
la devastación de huertos y cosechas, a raíz de
la severa sequía que ha imposibilitado desde
hace más de un año que muchos canales de
riego puedan llevar agua hasta los campos.
Y los agricultores que están viviendo en carne propia un evento de sequía extrema como
los antes descritos, califican la experiencia
de traumática, básicamente porque si no hay
agua las posibilidades del desarrollo agrícola
son mínimas, aunque todo podría mitigarse
con el uso de una innovadora tecnología: los
polímeros súper absorbentes, los que podrían
dar un respiro en tiempos de escasez a miles
de agricultores en todo el planeta.
Como ha ocurrido muchas veces desde que
fuese creada en 1958, varios de los desarrollos tecnológicos realizados por la NASA
para los viajes espaciales siguen teniendo un
impacto directo en la vida diaria de miles
de millones de personas en todo el planeta.
Y uno de ellos, los polímeros súper absorAgosto 2015
bentes, creados hace más de 50 años por
esta agencia espacial, están solucionando el
problema de la escasez de agua en diferentes
países, aunque no fuesen creados especialmente pensando en ello. Por esos mismos
años el Ministerio de Agricultura de EE UU
comenzó la búsqueda de materiales que sirviesen para mejorar la economía hídrica del
suelo, desarrollando una resina basada en un
polímero de acrilonitrito que tenía una capacidad de absorción de 400 veces su peso.
‘LLUVIA SÓLIDA’ PARA LA AGRICULTURA
“A diferencia de los polímeros que se usan
en los pañales desechables, que no se pueden
usar para usos agrícolas, el acrilato de potasio
tiene una gran capacidad de retención de agua
que lo hace especialmente útil en la agricultura”, explica Sergio Rico, un ingeniero químico
mexicano que vio en este tipo de polímeros
una oportunidad de desarrollo exclusivo para
el agro. Hace más de 18 años que trabaja con
ellos y en 2003 fundó la empresa Silos de
Agua, que ha ido desarrollando esta tecnología diversas zonas de México, permitiendo
un ahorro de agua en el agro, por la cual hoy
es uno de los nominados al próximo ‘Premio
Nobel del Agua’ (Stockholm Water Prize que
se da en la Water Week de Estocolmo).
En simple, esta técnica tiene el objetivo de
optimizar el uso de agua para el riego agrícola
en cultivos hortícolas, frutales, extensivos, ornamentales, forestales, viñedos, viveros y pastizales. Actualmente, además de México, la
tecnología la están empleando productores de
Chile, España, Costa de Marfil y California.
El producto llamado Lluvia Sólida es un polvo granulado de acrilato de potasio biodegradable e inocuo (no tóxico), que puede ab-
sorber hasta 200 veces su peso en agua. Los
hidrogeles, por su parte, aun cuando son un
polímero hidroabsorbente cuya estructura
química está formulada a base de sodio, estos
son menos capaces en la retención de agua e
incluso tienen un cuarto de vida útil que los
polímeros de acrilato de potasio.
En México, donde en muchas zonas hay escasez de agua, el proceso comienza con la cosecha de aguas lluvia, las que posteriormente
son embalsadas o guardadas en cubetas de
200 litros. Tras eso, se les agregará el polímero, agua que se solidifica y puede almacenar
en sacos durante unos 4 o 5 meses, para usarla
posteriormente.
CÓMO FUNCIONA EL POLÍMERO
¿Cómo se solidifica el agua? “El principio
es sencillo. Cuando el polímero entra en
contacto con el agua, los iones de los que
está compuesto el acrilato de potasio se
liberan, actuando como imanes a los que
se adhieren las moléculas de agua, lo que
provoca que el líquido se granule formando
esferas transparentes, similares a hielo picado, sin embargo, es la misma agua, con el
mismo pH, con las mismas sales disueltas,
pero con la diferencia de que no es líquida
sino granulada”, explica Rico.
El producto Aquaviva®, de la empresa
francesa SNF, en su
estado natural y tras
ser hidratado.
Agua y Riego
Gracias a esta característica, es posible
darle aplicaciones eficientes en la agricultura. El único requisito para que
funcione es que se aplique en la raíz de
las plantas, ya que es ahí donde se pre-
tende mantener la humedad para que la
planta se mantenga viva o germinen las
semillas y no se pierdan las cosechas.
haya lluvias, que será cuando el producto se vuelva a cargar y la planta volverá
a tomar agua.
Este agua granulada se aplica mezclado
con la tierra en el área donde se desarrollarán las raíces. Y cuando llueve o
se aplica un riego, esa agua sólida se
volverá a cargar para dar humedad al
cultivo, pero tiene dos características
importantes: no se infiltrará al subsuelo
ni tampoco se evaporará. “Pueden pasar semanas o meses sin que haya que
volver a regar, porque se mantiene una
reserva de humedad que se conserva en
la raíz de la planta”, precisa José Luis
Valenzuela, distribuidor en Chile de Silos de Agua, sobre una tecnología que
se aplica en aquellas raíces absorbentes,
que son las que están a entre 10 y 25 cm
de profundidad. De esta forma, el agua
se solidificará y retendrá la humedad
por semanas o incluso meses.
VIDA ÚTIL DE 10 AÑOS
Este ‘agua sólida’ también se puede almacenar en costales durante cuatro o
cinco meses, “de manera que el agricultor no tendrá que esperar a la temporada siguiente para comenzar a regar,
porque sacará el costal que tiene guardado, trabajará la tierra igual que siempre, pero ahora además de sembrar, por
ejemplo, maíz, ‘sembrará’ ese agua sólida”, explica Rico. Tras eso, el agricultor
podrá esperar 20 o 30 días hasta que
Uno de las principales ventajas de usar
un producto como éste es su vida útil
que, según Rico, se calcula en 10 años.
Eso lo hace ser un producto muy económico y también amigable con el medio
ambiente porque su uso permite un ahorro en el consumo del agua, de fertilizantes, de energía eléctrica y de mano de
obra. “Es una inversión muy costeable
en todos los casos”, sentencia Valenzuela, aunque Rico precisa que es una tecnología que se adapta mejor a medianos
y grandes productores agrícolas.
Así, por ejemplo, para un árbol de nogal se usarán 100 gramos de producto,
que se traduce en un coste de US$1,20/
árbol. “Si tenemos en cuenta que el
producto hay que reemplazarlo cada 10
años, su valor anual sería de US$0,12/
árbol”, precisa el distribuidor en Chile,
donde actualmente están trabajando
en plantaciones frutícolas, forestales y
también en áreas verdes.
En un cultivo extensivo como el maíz,
cada hectárea sólo consumirá 50 kilos
del producto, lo que se traduce en una
inversión cercana a los US$1.000/ha.
Para los frutales, viñedos u olivos, su
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uso dependerá de las características del
huerto, del tamaño de los árboles y del
sistema de conducción que se emplee.
En todos los casos se calcula que la inversión se recupera en un año.
Otra de las ventajas de esta tecnología
es que con ella se aumentan los rendimientos productivos. “Al no estar sujetos a las lluvias, tenemos el control de la
humedad en nuestras manos y podemos
incrementar la productividad”, precisa Rico. Así, en campos de maíz donde antes de se obtenían 600 kg/ha de
maíz, hoy se logran rendimientos de 10
ton/ha, mientras que en zonas donde
se obtenían 2 ton/ha, hoy los agricultores logran 21,5 ton/ha. “Esta tecnología nos ha permitido olvidarnos de la
incertidumbre que provocan las lluvias
porque las tenemos en las manos y la
podemos ‘sembrar’ en vez de que ésta
caiga del cielo”, analiza Rico.
REGAR CUANDO LA PLANTA LO
NECESITE
Los paltos son los que más han sufrido
en Limarí. Muchas hectáreas han sido
arrancadas y las que quedan resisten a
duras penas. Se yerguen en el peor de
los estados, como si fuesen víctimas
de la peor de las catástrofes. Lo mismo
ocurre con otros cultivos en Putaendo, Jahuel o Los Andes. Bien lo sabe
José Antonio Ramsay, gerente de Vélez
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parronales que obtenían 120 toneladas
de uva. Con la sequía perdió 2 ha, pero
en las 7 ha restantes se aplicó Aquaviva®, que tuvieron un rendimiento de
138 toneladas.
Agricultores de maíz mexicanos aplicando la Lluvia Sólida en sus campos,
donde se han logrado grandes incrementos productivos
El producto se recomienda aplicarlo en
plantaciones nuevas, aunque también se
puede aplicar en huertos establecidos,
“pero tiene un costo más alto porque se
deben hacer zanjas para aplicar el producto, lo que implica más mano de obra
en el campo”, subraya Ramsay.
Lluvia Sólida es fruto del desarrollo
de Sergio Rico. Hoy se usa en miles
de hectáreas en México y también en
Chile, España y Costa de Marfil.
Blanco, empresa que distribuye en Chile Aquaviva®, un producto de la casa
francesa SNF.
Concretamente se trata de un polvo de
acrilato que absorbe y retiene el agua solidificándola a nivel radicular. “Al inicio
es necesario regar diariamente durante
unos 10 días, dependiendo del tipo de
suelo, para lograr que el producto se hidrate completamente”, explica Ramsay.
Después sólo se regará cuando las hojas
muestren síntomas de estrés hídrico.
Aquaviva® está presente en Chile desde hace cinco años y varios son los casos exitoso de su aplicación en diferentes zonas que sufren de escasez hídrica.
“En 2013 iniciamos una plantación de
uva pisquera en Sotaquí y en septiembre
de 2014 las plantas habían logrado acelerar su crecimiento en un año y medio
en comparación a un parronal establecido sin Aquaviva®. Los árboles entrarán
en plena producción en 2016/17, mientras que un huerto sin este producto
lo haría en la temporada 2017/18. Eso
se debe a que siempre tuvo agua en el
suelo, porque en caso contrario recibiría agua una vez cada quince días”,
explica el gerente de Vélez Blanco. En
otro caso, un productor tenía 9 ha de
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En árboles frutales se estima que a cada
árbol -sea nogal, olivo o duraznero, por
ejemplo- se le aplicarán entre 120 y 150
gramos del producto Aquaviva® además se puede aplicar cuando se debe realizar un replante de árboles, como un se
hizo en un huerto de manzanos en 2012.
Para el gerente de Vélez Blanco, la aplicación de productos a base de polímeros súper absorbentes debe ser vista
como una inversión de futuro, que permite ahorros de agua de hasta un 60%.
Si se aplica en suelos arenosos su vida
útil es de 5 años, tiempo que se prolonga a 8 años si se trata de un suelo arcilloso. “Como es un producto biodegradable, cada temporada irá perdiendo su
capacidad de absorción. Así, al octavo
año se convertirá en tierra”, precisa.
José Antonio Ramsay indica si un
agricultor tiene un árbol y le aplica
150 gr de Aquaviva®, que tienen la
capacidad de aumentar hasta 400 veces su tamaño al entrar en contacto
con el agua. “En un frutal esos 150
gramos equivalen a entre 20 y 25 litros de agua, que serán absorbidos
por la planta, consumiendo sólo aquello que necesita para vivir”, explica
Ramsay. Además de conservar agua
hay un ahorro de un 50% de energía y
un 25% de fertilizantes.
Los distribuidores de Aquaviva® calculan que la inversión en un producto
como éste se recupera en 8 meses. “El
producto comienza a funcionar en la
medida que la planta requiera agua.
Cuando llegue la primavera, la planta va
a tener 100% de vigor y los agricultores
tendrán una planta sin estrés hídrico”,
recalca el gerente.
Sin embargo, con algunos productos
de estas características se puede invertir el proceso. Según la experta de la
Universidad Estatal de Washington,
Linda Chalker-Schoot: “Estos geles
pueden hacer tanto daño como bien
porque en cuanto comienzan a secarse
pueden absorber el agua de su alrede-
dor de manera incluso más vigorosa,
lo que significa tomar el agua directamente de las raíces de la planta”. Para
evitar una situación como esa, el agricultor debe establecer un régimen de
riegos bien establecido. “Con Aquaviva® no pasa eso porque en cuanto se
detecta una deshidratación de la planta, se produce una desconexión que
evita que la planta se alimente de las
raíces”, sostiene. De momento, aunque
su adaptación sigue siendo lenta, para
muchos esta tecnología está llamada a
ser la nueva revolución agrícola.
ASÍ FUNCIONA EL ‘AGUA SÓLIDA’
1. El agua sólida tiene una presentación en gránulos y debe ser
‘sembrada’ junto a las raíces de las plantas.
2. Al llover o regar, el polvo que se aplicó en el suelo provoca una
ionización, solidificando el agua.
3. El agua se adhiere al polímero del que está hecha el agua
sólida, los cuales se quedan en la raíz.
4. La planta va absorbiendo la humedad de los trozos de agua
sólida a medida que lo va requiriendo.
5. Dependiendo del tipo de suelo, el agua sólida tiene una vida
útil entre 5 y 10 años, por lo que una planta podría resistir sin
problemas los problemas de sequía.
6. Cuando deja de llover o no se ha regado el cultivo y si la raíz
ya absorbió toda la humedad, el polímero vuelve a su forma
original, esperando una próxima recarga.
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