LA GOBERNABILIDAD DEL RIESGO Por Juan José Descailleaux, Director de Riesgo y Cumplimiento, KPMG en Perú Las compañías a nivel mundial están conservando efectivo y vigilando sus gastos, y sus áreas de riesgo no son la excepción. La falta de recursos financieros será la barrera más grande para una gestión efectiva del riesgo durante este año. Vincular la administración de riesgo con la toma de decisiones será vital para los éxitos futuros de cualquier empresa. En esta época post crisis las empresas ya son conscientes que la gestión y gobernabilidad del riesgo no son un asunto de mero cumplimiento. Reconocen que la caída de ingresos, reducción de cuotas de mercado así como la necesidad de ser eficientes, y reducir costos son factores que los motivan a prestar mayor atención a la gestión de riesgo en el futuro. Es decir, ya perciben que la gobernabilidad del riesgo tiene un impacto directo tanto en los resultados de los negocios como en su presencia en el mercado. Sin embargo, muchas empresas enfrentan un dilema aquí, pues por un lado reconocen la necesidad de dedicar mayor tiempo y recursos al manejo del riesgo de manera que se puedan abordar serias carencias en su enfoque actual; pero por otro lado, están siendo presionados para que mantengan sus costos bajo control. Además, en nuestro reciente estudio “Más allá de sólo elegir la opción correcta: Una nueva era para la gobernabilidad de riesgo” realizado por el Economist Intelligence Unit y patrocinado por KPMG, pudimos constatar que la mayoría de los ejecutivos piensa que las barreras más significativas en el manejo efectivo del riesgo son la falta de experiencia (34%), la deficiente calidad de la información (29%) y la inadecuada tecnología (28%). Es crucial enlazar la gestión del riesgo con la toma de decisiones, y a diferencia del pasado, hoy esto requerirá de más conocimiento del apetito de riesgo, del perfil de riesgo y del entorno de control. La falta de experiencia en riesgo por parte de las gerencias de las compañías está haciendo difícil la construcción de esa cultura. La mayoría de empresas en Perú no cuenta con un Director de Riesgos y muchas tampoco pretenden contratar a un ejecutivo de alto nivel con total responsabilidad para la administración del riesgo. Hay que resaltar que una “cultura de riesgo” depende de una sólida dirección desde el nivel más alto de la organización, y la falta de experiencia a nivel del directorio sugiere que para muchas compañías les será difícil incorporar mayor conciencia y entendimiento de riesgo en sus negocios. Hoy existe una desconexión entre la estrategia de negocios y la gestión del riesgo. La gerencia, desde el directorio hasta los niveles más bajos, debe enfatizar sobre el establecimiento de una cultura amplia y sólida sobre riesgo, o de lo contrario enfrentar las consecuencias en todos los niveles de la organización. Generalmente, el cumplimiento, los controles y el monitoreo del riesgo están utilizando una cantidad desproporcionada de tiempo y recursos. Con su tiempo dedicado a estos aspectos más mecánicos del rol, los gestores de riesgo pueden estar descuidando responsabilidades más importantes, como la identificación de nuevos riesgos. Existe una limitada confianza en la calidad de información del riesgo: son pocos los ejecutivos que consideran que se proporciona información que adaptada a su público. Una mejor información de riesgos dependerá de una comunicación y un mejor entendimiento entre las funciones de riesgo y su público objetivo. De esta manera, únicamente se proporcionará la información que es relevante, oportuna y adaptada a un adecuado nivel técnico. Esta es la oportunidad para los directores de riesgo para asumir un rol más estratégico. La mayoría de compañías, los directores de riesgo no suelen desempeñar roles en las principales iniciativas estratégicas. Por ejemplo, en el estudio antes mencionado menos de la mitad de los gestores de riesgo encuestados están activamente involucrados en la actividad de fusiones y adquisiciones, y aproximadamente un tercio se involucra en el desarrollo de productos. Sin embargo, en una era actual donde el riesgo se encuentra dominando las agendas de los directorios, se abre una oportunidad excepcional y valiosa para que los profesionales senior de riesgo ocupen un alto nivel y hagan de ellos mismos una parte indispensable de cualquier discusión relacionada al futuro del negocio.