Segregación escolar: diagnóstico y propuesta

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LATERCERA Sábado, 17 de mayo de 2014
Rayando la cancha
Eduardo Engel
FOTO: AGENCIAUNO
PROFESOR DE LA U. DE CHILE Y LA U. DE YALE Y PRESIDENTE DE ESPACIO PÚBLICO
Segregación escolar:
diagnóstico y propuesta
La experiencia con la Ley SEP ha sido muy positiva. Ha reducido la segregación y ha mejorado el
rendimiento de los alumnos de NSE bajo. Por eso se propone extender la SEP a la clase media.
P
ARECIERA existir un consenso
amplio respecto de la importancia de reducir la segregación escolar extrema que existe en Chile. El programa de gobierno de
la Presidenta Michelle Bachelet
considera la reducción de la segregación escolar como un pilar de su reforma
educacional, mientras que el programa de la ex
candidata Evelyn Matthei prometía que la reducción de la segregación escolar sería una de sus
“metas y objetivos claves en educación”.
Esta semana, Espacio Público lanzó un conjunto de propuestas pare reducir la segregación
escolar en Chile.* El documento con estas propuestas parte por recabar nueva evidencia que
permite tener un mejor diagnóstico de las causas de la segregación, para luego hacer propuestas que contribuyan a tener un sistema escolar
más inclusivo.
Nueva evidencia
Suele argumentarse que la segregación escolar
no es más que un reflejo de la segregación residencial existente. Este argumento no es consistente con nueva evidencia. Dos estudios recientes muestran que la segregación escolar es
significativamente mayor que la segregación residencial de nuestras ciudades (Elacqua y Santos, 2013; Valenzuela, Bellei y De los Ríos, 2013).
También hay analistas que argumentan que a
los padres de altos ingresos les importaría más
la calidad de la educación que reciben sus hijos que a padres de bajos ingresos.
Un estudio reciente pone en duda este argumento, sugiriendo que el problema de los padres
de menores ingresos es la ausencia de opciones.
Quisieran elegir mejores colegios para sus hijos
pero no tienen elección, porque están lejos de
establecimientos con mejor rendimiento educacional y porque no cuentan con los recursos
para financiar el copago que exigen dichas escuelas. Una vez que se incorporan estos factores, la valoración que dan los padres a la calidad
de la educación es similar en todos los niveles
socioeconómicos (Flores y Carrasco, 2013).
Diagnóstico
Dos factores explican por qué la segregación escolar es mayor que la segregación residencial:
el financiamiento compartido y la selección de
alumnos por parte de los colegios.
El financiamiento compartido se introdujo a comienzos de los 90, permitiendo que las familias
complementaran los recursos que entregaba el
Estado a los colegios privados subvencionados.
De esta manera, en un mismo barrio podían coexistir una escuela pública, sin copago, y varios
colegios privados subvencionados, con distintos
niveles de copago (por ejemplo, 10 mil, 20 mil y
40 mil pesos mensuales por alumno).
El financiamiento compartido tuvo un efecto colateral indeseado, segregando estudiantes
dentro de un mismo barrio. Los más pobres se
veían obligados a asistir al colegio municipal del
barrio, quienes podían pagar 10 mil pesos mensuales iban al colegio privado subvencionado con
ese nivel de copago y así sucesivamente.
El rendimiento en las pruebas Simce no mejora con el nivel de copago (Anand, Mizala y Repetto, 2009), lo que buscan los padres mediante el financiamiento compartido es un mayor
status (Raczynski, Salinas, Hernández y Latz,
2010). Los resultados Simce de los colegios municipales son inferiores, probablemente, porque
están obligados a aceptar a los estudiantes que
no quedan en las escuelas subvencionadas. Estos estudiantes son de menor nivel socioeconómico (no pudieron financiar el copago) y se espera tengan peores puntajes Simce (un motivo
adicional por el cual no fueron seleccionados por
un colegio subvencionado).
Propuestas
Un primer paso para reducir la segregación escolar es fortalecer la educación pública. En la
mayoría de los países desarrollados, la educación pública es un motor importante para reducir la segregación escolar, Chile tiene en la actualidad una de las tasas de participación de la
educación pública más bajas del mundo y esto
se debe, en gran medida, a los incentivos poco
afortunados que entrega el sistema educacional.
Hemos argumentado que el financiamiento
compartido exacerba la segregación, lo cual
lleva a proponer terminar gradualmente con el
copago. Esto debe hacerse congelando los montos máximos que las escuelas pueden cobrar por
este concepto, para luego reducirlos lentamente a medida, reemplazándolos por recursos fiscales que se entregan a todas las escuelas. El financiamiento de ningún colegio bajará duran-
te la transición.
El año 2008 se estableció la Subvención Educacional Preferencial (Ley SEP), que otorga una
subvención mayor a colegios que acogen a estudiantes de menor NSE, cubriendo el 40 por
ciento más pobre de la población estudiantil de
enseñanza básica. Acogerse a la Ley SEP es voluntario y hacerlo significa no exigir el copago
de los estudiantes beneficiados.
La experiencia con la Ley SEP ha sido muy
positiva. Ha reducido la segregación y ha mejorado el rendimiento de los alumnos de NSE
bajo (Mizala y Torche, 2013). Por eso se propone extender la SEP a la clase media, incluyendo al 80 por ciento de los estudiantes más pobres, aportando un monto algo menor que
para los estudiantes que se benefician de la SEP
en la actualidad.
A pesar de que la Ley General de Educación
lo prohíbe, muchos colegios siguen seleccionando. Un estudio reciente documenta que la mitad de los directores de escuelas declara practicar la selección en la admisión de estudiantes de primer ciclo (Carrasco, Flores, San Martín,
Gutiérrez y Bogolasky, 2014). Con objeto de terminar con esta práctica, se propone implementar un sistema de admisión escolar aleatorio en los establecimientos con financiamiento del Estado. Estos sistemas existen en varios
países, probablemente, un sistema centralizado de asignación sea la mejor opción.
En la actualidad, la no selección aplica hasta
sexto básico, se propone extenderla hasta cuarto medio. Existen excepciones a esta regla, por
ejemplo, proyectos educativos especiales, donde los criterios de selección no podrán depender de factores socioeconómicos de los estudiantes. Un ejemplo son escuelas que enfatizan dotes artísticas. Otro es aquel de los colegios
emblemáticos que deberán modificar su proceso de admisión, de modo de dar la misma oportunidad a todos los estudiantes destacados de
educación básica (en la actualidad, el 80 por
ciento de los alumnos del Instituto Nacional proviene de los dos quintiles de más altos ingresos).
Los resultados Simce dependen, en gran medida, del capital social de los niños, no de la labor educativa que realizan las escuelas, por lo
cual, considerar los resultados de esta prueba
como un indicador de calidad de un colegio es
equivocado. Por eso es importante desarrollar
y perfeccionar indicadores que capturan lo que
realmente aportan las escuelas, en jerga de economistas, lo que se quiere medir es el valor agregado de cada escuela.
Reflexión final
Las propuestas anteriores apuntan a tener un sistema escolar más inclusivo y una educación de
mejor calidad. Esto último, porque cuando se
termina con la selección de estudiantes basada
en criterios socioeconómicos, las escuelas tendrán más incentivos para mejorar su proceso
educativo y menos incentivos para seleccionar
alumnos que tendrán buenos puntajes Simce.
Porque en un ambiente más diverso, los estudiantes adquieren destrezas que son claves para
el mundo de hoy, llevando a un sistema político más estable. Estas propuestas deben ir acompañadas con otras reformas igualmente importantes en ámbitos que no aborda el documento
de Espacio Público, destacando entre ellas la definición de una nueva carrera docente.
Contradiciendo el programa de su candidata,
la oposición argumenta que lo que importa es
mejorar la calidad, que reducir la segregación
es secundario. Quienes creemos que integrar a
alumnos de distintos niveles socioeconómicos
tiene un valor intrínseco, que la escuela es un
importante espacio de socialización, que fomenta la educación cívica de los jóvenes y la cohesión social del país, deberemos convencer a la
mayoría del país de estos valores.R
*Alejandra Carrasco, Dante Contreras, Gregory Elacqua, Carolina Flores, Alejandra Mizala, Humberto Santos, Florencia Torche y
Juan Pablo Valenzuela. “Hacia un sistemas escolar más inclusivo: Cómo reducir la segregación escolar en Chile”.
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