159 - Congregación de los Misioneros de Mariannhill

Anuncio
Marzo-Junio • Año
XXXIV
• 2011/2
N.O 159
Lo
www.jovenescatólicos.worldpress.com
más
importante
Lo más importante no es…
… que yo te busque,
sino que Tú me buscas en todos los
caminos (Gen., 3, 9);
… que yo te llame por tu nombre,
sino que el mío está tatuado en la
palma de tu mano (Is. 49, 16);
… que yo grite cuando me faltan las palabras,
sino que Tú gimes en mí con tu grito (Rom. 8, 26);
… que yo tenga proyectos para Ti,
sino que Tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro (Mc. 1, 17);
… que yo te comprenda,
sino que Tú me comprendas en mi último secreto (1Cor. 13, 12);
… que yo hable de Ti con sabiduría,
sino que Tú vives en mí y te expresas a tu manera (2Cor. 4, 10);
… que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,
sino que Tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas (Jn. 13, 1);
… que yo trate de animarme y planificar,
sino que tu fuego arde dentro de mis huesos (Jer. 20, 9).
Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte…
si Tú no me buscas, llamas y amas primero?
El silencio agradecido es mi última palabra
y mi mejor manera de encontrarte.
BENJAMÍN GONZÁLEZ BUELTA
Familia Mariannhill
Marzo-Junio • Año
XXXIV
• 2011/2
N.O 159
Editor: Misioneros de Mariannhill
C/ Los Zúñiga, 2. E-37004 SALAMANCA (España)
Tel. y Fax: 923-22 18 85
Dirección: Redacción y Publicación
P. Lino Herrero Prieto CMM
E-mail: [email protected]
Procura: Donativos y Señas
P. Bruno Kempf CMM
E-mail: [email protected]
Maquetación
Carmen Borrego Muñoz
E-mail: [email protected]
Impresión
Gráficas VARONA, S. A.
C/ Newton, 22. Pol. Ind. El Montalvo I
37008 SALAMANCA
Tel. 923-19 00 36
Depósito Legal: S. 188-1984
Licencia eclesiástica: Obispado de Salamanca
El Boletín “Familia Mariannhill” se envía gratis a los
bienhechores y amigos de Mariannhill y de su labor misionera. Y se sostiene con los donativos de sus lectores.
Se autoriza la reproducción de artículos de “Familia Mariannhill”, citando su procedencia y enviando dos ejemplares a su Redacción.
PORTADA: © Arnold Schmitt CMM
MARIANNHILL EN ESPAÑA
Lo más importante .....................................................
2
Jesús: Agua, Luz y Vida .......................................
4-11
Centenario del nacimiento
del Venerable P. Engelmar
.....................
12-13
P. Engelmar:
Cartas desde la prisión (51) .................
14-16
Causa del P. Engelmar:
favores y testimonios
....................................
17-18
La cordura del loco de la Mancha ......
19-22
El carisma misionero
del Abad Francisco (35) ............................. 23-26
Historia de un encuentro .................................. 27-29
Recordando al P. Galo
.........................................
30-32
El tsunami del Obispo ............................................ 33-35
Arturo Soria, 249 - 28033 MADRID
Tel. y Fax: 91 - 359 07 40
Mariannhill ........................................................................... 36-37
Los Zúñiga, 2 - 37004 SALAMANCA
Tel. y Fax: 923 - 22 18 85
Ven a formar parte
de nuestra familia ................................................
38
Avda. de León, 236
24196 Carbajal de la Legua/LEÓN
Tel. y Fax: 987 - 28 82 67
Nuestra página vocacional (n.o 50) ...
39
MARIANNHILL EN COLOMBIA
Pascua 2011 ........................................................................
40
Centro Misionero María Auxiliadora
en Montañas del Totumo
c/o Parroquia Ntra. Sra. de Manare
Carrera 9 ns. 10-71.
PAZ DE ARIPORO - CASANARE (COLOMBIA)
00-57-320-42-68-657
00-57-320-42-68-672
[email protected]
Separata: Oracional de la Familia Mariannhill
(Fascículo N.o 30)
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
3
© HNA. CASSIANI THEISS CPS / NDONYANE CENTRE / DIÓCESIS DE WÜRZB URG
JESUS
A
,L
V
GUA
UZ Y
IDA
Durante el tiempo de Cuaresma la Iglesia, Madre y Maestra,
imparte a sus fieles provechosas catequesis sobre el Sacramento del Bautismo. De esta manara ayuda a los catecúmenos que
se preparan en las comunidades cristinas en territorios de misión para recibir el Bautismo en la noche santa de la Pascua. Y
en aquellas comunidades cristianas donde no hay catecúmenos, con estas catequesis la Iglesia se esfuerza en refrescar, en
los ya bautizados, la riqueza del Sacramento del Bautismo, que
en su día recibieron.
Estas catequesis se articulan en torno a tres ejes: el agua,
la luz, la vida. En el Tercer Domingo de Cuaresma nuestra
atención se centra en Jesús, en cuanto agua viva que sacia la
sed más radical que el hombre tiene, leyéndose como trozo
evangélico el relato del encuentro y la conversación que
mantuvieron Jesús y una mujer de Samaría junto al brocal del
pozo de Jacob (Cfr. Jn 4,5-42). En el Cuarto Domingo de Cua resma contemplamos a Cristo como el que siendo la luz, ilumina a todo aquél que se acerca a Él. Se lee en la liturgia de ese
Domingo el trozo del evangelio en el que se narra la curación
del ciego de nacimiento (Cfr. Jn 9,1-41). En el Quinto Domin go de Cuaresma se nos presenta a Cristo como el que da vida
porque es la vida, leyéndose entonces el famoso trozo evangélico de la resurrección de Lázaro (Cfr. Jn 11,1-45).
A los catecúmenos y a los ya bautizados se nos pregunta:
¿Tienes sed? Y se nos responde: Acércate a Cristo, el agua viva.
Se nos pregunta: ¿No ves? Y se nos responde: Acércate a
Cristo, la luz verdadera. Se nos pregunta: ¿Te falta vida? Y se
nos responde: Acércate a Cristo, vida eterna. Para una humanidad sedienta como la samaritana, en tinieblas como el
ciego de nacimiento, ya difunta como Lázaro, Cristo se revela como el agua viva, la luz verdadera y la vida eterna.
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
5
© hna. cassiani theiss cps / ndonyane centre / diócesis de würzburg
AGUA:
El hombre tiene sed y su cántaro está vacío.
Jesús es el agua viva capaz de saciar esa sed
(Cfr. Jn 4, 5-42).
Para la sed que tenemos probamos miles de aguas, con la ilusión de
encontrar aquélla, que apague el ardor de nuestra sed. El pueblo de Israel
experimentó una turbadora sed en el desierto y Moisés consiguió para
ellos hacer que brotara agua de una roca. El pueblo samaritano obtuvo
de Jacob un pozo, para que de él pudieran beber hombres y ganados.
Pero ni el pueblo judío ni el samaritano lograron calmar la sed más profunda e íntima, que no dejaba de arder en su corazón. Jesús es el agua
viva, que viene a aplacar la sed más profunda, que todo hombre guarda
en su interior y que no se da satisfecha con el agua natural. Nos dice
Jesús: “El que bebe de esta agua, la natural, vuelve a tener sed; pero el que
beba del agua que yo le daré, nunca tendrá más sed: el agua que yo le daré
se convertirá dentro de él en un surtidor de agua, que salta hasta la vida eterna”. Ya no hay que ir a buscar agua fuera de uno mismo. Jesús, dándonos de beber, ha abierto en nosotros un manantial inagotable.
A ninguno de nosotros se nos oculta lo mucho que hay encerrado
detrás de las imágenes de la sed y del agua. Nuestra sed es de felicidad,
de conciencia tranquila, de futuro esperanzador, de amor auténtico...,
en definitiva, de Dios. Y el remedio a esta sed sólo está en el agua que
mana del pozo sin fondo, que es el mismo Corazón de Jesús. Sabiendo
todo esto, pesa sobre nosotros la responsabilidad moral de aprovecharnos de esta agua viva, corriente y sana, y no seguir bebiendo en
aguas estancadas y malolientes.
Jesús es la fuente de donde manan las aguas bautismales. Desde el
punto de vista antropológico, el agua del Bautismo tiene tal peso y hondura, que su significado se impone. Gracias a esta agua el hombre es lanzado hacia un nuevo estatuto de vida, que no se opera sin muerte, desgarro y renuncia. Desde el punto de vista teológico, las aguas bautismales
limpian nuestros pecados, nos hacen hijos de Dios, nos introducen en el
Misterio Pascual de Jesús, nos hacen miembros de la Iglesia y nos abren
las puertas para poder recibir los demás sacramentos. Desde el punto de
vista espiritual, las aguas del Bautismo nos recuerdan que María es el seno
fecundo, que no deja de dar a luz la vida de Dios en los hombres y mujeres, que son bautizados. Su vientre es como una pila bautismal, cuya fuente quedó abierta con el parto de Jesús y ya jamás se ha vuelto a cerrar; por
ello los partos de María son incontables.
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
7
© HNA. CASSIANI THEISS CPS / NDONYANE CENTRE / DIÓCESIS DE WÜRZB URG
LUZ:
El hombre está ciego y su mochila llena de tinieblas.
Jesús alumbra a todo el que se acerca a Él
(Cfr. Jn 9, 1-41).
Jesús Resucitado salió del sepulcro como el sol comienza su jornada
cada mañana. El día de nuestro Bautismo brilló luminoso para todos
nosotros, a fin de que pudiéramos recorrer la jornada de nuestra existencia sin miedo a perdernos, sin peligro de caernos.
“Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo” (Jn. 9,5). Lo ha dicho Jesús de sí mismo. Él es la luz y, por ello, ilumina, da luz, sana cegueras, disipa tinieblas. La luz no puede por menos de iluminar y la presencia
de Jesús en el mundo no puede por menos sino dejar sentir su influencia
bienhechora sobre el mundo.
“Ese hombre llamado Jesús” (Jn. 9,11). Ésta fue la respuesta que dio el
ciego, una vez recobrada la vista, cuando le preguntaron por la identidad
del que le curó. Aquel ciego sólo veía en Jesús a un hombre. Aquel ciego
curado necesitaba una segunda sanación, la de la ceguera del alma, y
entonces reconocería a Jesús como Dios de Dios y Luz de Luz. Hay que superar las apariencias y empezar a ver a Jesús más allá de las mismas. Jesús
no es sólo un hombre bueno sino que también es Dios con un corazón rico en misericordia. Para poder ver esto segundo se necesita la luz de la fe.
“¿Quién es, Señor, para que crea en Él?” (Jn. 9,36). Cuando Jesús se
volvió a encontrar con el hombre, al que había curado, obró en él una
segunda curación: le sanó de la ceguera del alma y el ciego curado
empezó a ver con los ojos de la fe. Para ser feliz no es suficiente ver con
los ojos del cuerpo. ¿Qué adelantamos con ver la luz del sol, si la vista
interior está enferma y no vemos la luz de Dios? ¿De qué le sirve a uno
ganar el mundo si pierde su alma?
“Yo he venido al mundo para un juicio, para que los que no ven, vean y
los que ven, se queden ciegos” (Jn. 9,39). Lo ha afirmado Jesús y no es un
juego de palabras. A Jesús, sobretodo, le interesa curar la ceguera interior:
la de la incredulidad. Pero Jesús sólo cura al que se deja curar. Él no impone su sanación. Al que no cree y quiere creer, al que no ve y quiere ver,
Jesús amanece en su vida como luz sin ocaso. Al que dice creer y ver, al
que siente seguro de sí mismo, al que es soberbio, al que ya nada espera
de Dios, al que dice saber todo y está de vuelta de todo, a ése Dios le confunde dejándole en su propia ceguera, haciendo verdad el dicho, según
el cual no hay mayor ceguera que la de aquél que no quiere ver.
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
9
© hna. cassiani theiss cps / ndonyane centre / diócesis de würzburg
VIDA:
El hombre está muerto y su odre roto en pedazos.
Jesús le ofrece vida plena y eterna
(Cfr. Jn 11, 1-45).
En el Bautismo somos sepultados en la muerte de Jesús a fin de que
resucitemos a la nueva vida de los hijos de Dios. Jesús nos ha sacado de
reino de la muerte para llevarnos al país de la vida sin fin.
Desconcertante Jesús: le mandan recado de que su amigo Lázaro
estaba enfermo y para cuando se decide a ir, Jesús sabe perfectamente
que Lázaro ya ha muerto. A los suyos les dice: “Lázaro ha muerto, y me
alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis”. A veces llegamos a pensar que Dios está jugando con nosotros. Pero todo lo que
Dios permite que nos ocurra en la vida es para nuestro bien. Para los
que Dios ama, todo les sirve para bien. En la medida en que cada vez
vamos teniendo más experiencia de vida, ya vamos teniendo alguna
confirmación de que las actuaciones de Dios en nuestra vida, pese a
todos los pesares, sólo buscaban nuestro bien.
Cuando Jesús llega a la aldea de Betania, corre Marta a su encuentro y se entabla entre ambos un diálogo de lo más profundo y reconfortante. Termina el diálogo con esta afirmación de Jesús: “Yo soy la
resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.
¿Crees esto?”. Esta última pregunta también se dirige a nosotros. La
pregunta es clave, pero la respuesta personal que dé cada uno, es lo
que importa. Pues, los cristianos ciertamente que creemos en la vida
eterna, pero, por nuestra forma de vivir, parece que no estamos muy
convencidos de ello. Claro que creemos en otra vida y que Jesús nos va
a resucitar, pero vivimos como si esta vida fuera la única y con la muerte todo acabase.
También salió María al encuentro de Jesús. María llora, los judíos
que le acompañan lloran y el mismo Jesús se pone a llorar. Vemos a
Jesús llorando con los que lloran. Aprendemos así que las convicciones
de la fe no están reñidas con los sentimientos. Creemos, pero lloramos.
Y Dios no se escandaliza de ello. Otra lección de verdadera humanidad
la que nos vuelve a dar Jesús, pues nada de lo humano le deja indiferente. A Jesús le conmueve todo lo que nos pasa y hace suyas todas
nuestras circunstancias de vida.
P. Lino Herrero Prieto CMM
Misionero de Mariannhill
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
11
Centenario
DEL NACIMIENTO DEL VENERABLE
P. Engelmar
(1911 – 1 de marzo – 2011)
El 1 de marzo de 1911 a los Unzeitig les nació un hijo varón, al que bautizaron con el nombre de Hubert. La familia Unzeitig eran labradores en
Greifendorf, en un distrito formado por alemanes al norte de Brno, en la
actual República Checa.
Una autobiografía, escrita por el mismo Hubert cuando contaba con 17
años, describe la atmósfera de su hogar y pueblo: “Nací en Greifendorf el 1 de
marzo de 1911. Mis padres eran unos sencillos y honrados granjeros que habían
emigrado a Greifendorf, provenientes de un área vecina. Adquirieron una pequeña
granja, que todavía posee mi madre. Pasé mi niñez en el querido hogar de mis
padres con mis cuatro hermanas. La muerte se llevó a mi único hermano con tan
sólo un año de vida. Allí viví durante los años de la escuela primaria. Y allí vivieron felizmente mis padres durante nueve años hasta que la sangrienta Guerra
Mundial con sus serias consecuencias estalló en 1914. Mi padre fue de los primeros movilizados para hacer frente al enemigo ruso. Pronto cayó prisionero y fue llevado a una lejana región del imperio ruso, a Simbirsk, en el Volga, donde pronto
enfermó y el 14 de enero de 1916 murió de tifus. Cuando nos llegó esta triste noticia, mi madre se mantuvo fuerte porque nosotros los niños todavía éramos pequeños y en edad escolar, lo cual significaba que mi madre tendría que continuar llevando las riendas de la granja con alguna ayuda de fuera. Pero, poco a poco, las
cosas fueron mejorando, porque uno tras otro fuimos terminando la escuela”.
Los padres de Hubert, María y Johann, se preocuparon desde un principio de la educación religiosa, tanto de él como de sus hermanas. Tras el fallecimiento de su padre, toda la responsabilidad educativa recayó sobre la
madre. A los 9 años, el 16 de mayo de 1920, Hubert recibió la primera comunión y el 26 de septiembre de 1921 fue confirmado. Sobre la vida religiosa
de Hubert durante su infancia y adolescencia comenta una de sus hermanas:
“Nuestro hogar era muy religioso. Mi madre rezaba mucho. Los domingos por la
mañana todos íbamos a misa y por la tarde a la bendición. A Hubert le gustaba
venir. Nosotras, las niñas, le considerábamos un chico muy piadoso…”.
12
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
ARCHIVO CMM / ALEMANIA
Johannes Unzeitig y Cäcilia María Unzeitig, padres del Venerable P. Engelmar Hubert Unzeitig CMM.
Desde el 16 de septiembre de 1917 hasta el 27 de junio de 1925 Hubert
atendió las clases de la escuela primaria. Diligente, trabajador y estudioso
terminó con sobresaliente los estudios primarios. Y como cualquier otro
chaval se puso a trabajar en la granja de su casa. Sus hermanas nos han
dicho que Hubert ocupaba el tiempo libre en leer y leer. Los domingos salía
a pasear en bicicleta y jugaba con ellas a las cartas.
Escuchando en casa de la abuela la lectura que ésta le hacía de las revistas
misioneras de Mariannhill, se despertó y fue madurando en él la vocación
misionera. A los 17 años se marchó al Seminario de Mariannhill en
Reimlingen (Alemania). Él mismo nos ha dejado el testimonio de sus primeros pasos vocacionales: “Me sentí impulsado a servir a Cristo trabajando por la salvación de las almas. Mentalizado a cerca de las misiones por las revistas y calendarios de Mariannhill, decidí dedicar mi vida a la conversión de los paganos. Al
principio la gente intentaba disuadirme, recordándome la necesidad de sacerdotes
que había en nuestra región. Se mandaron solicitudes aquí y allí, pero para mi sorpresa y alegría, todas las respuestas que recibí fueron desfavorables. En la mayoría
de ellas se me decía que era demasiado mayor para los estudios. De cualquier forma
el Seminario en Reimlingen me prometió remover todas las dificultades”.
Al celebrar el centenario del nacimiento de Hubert, al que ahora conocemos como el Venerable P. Engelmar, y al comprobar la influencia bienhechora que desde el principio de su vida tuvo su familia, podemos acudir a
su intercesión, pidiendo por nuestras familias, para que, sin olvidar el origen de su vocación y el destino de su misión, Dios las guarde en la unidad
y las libre de todo lo que les hace mal.
The Observer
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
13
P. Engelmar
Cartas
desde la prisión 51
El Venerable Siervo de Dios P. Engelmar estuvo prisionero
en el Campo de Concentración de Dachau desde el año 1941
al año 1945. Hemos publicado ya las cartas que escribió en los
años 1941, 1942 y 1943 desde aquella reclusión.
De las catorce cartas, fechadas en 1944 y que todavía se
conservan, publicamos en esta ocasión la séptima y la octava.
Mi querida familia:
Dachau CC3, 7 de Mayo de 1944
Aunque todavía no ha llegado a mis manos vuestra respuesta a mi última carta, espero, sin embargo, que la hayáis recibido. En ella incluía algo
para Regina. Mientras tanto el 2 de Mayo recibí un paquete de Elsa y de
Mili, cuyo contenido estaba en muy buenas condiciones. Mi agradecimiento va para ellas. Que Dios recompense vuestra caridad con bienes temporales y, sobre todo, con bienes eternos. Ésta es mi oración diaria por vosotros. Y también que Dios os conceda a vosotros y a vuestros hijos
tiempos más pacíficos y, sobre todo, la gracia de que todos podamos vivir
dignamente nuestra vocación para atraer a otros a una completa y plena
vida cristiana; es decir, que intentemos asemejarnos cada día más a Cristo
y así levantemos a otros.
Yo espero que todos estéis todavía bien, como yo también me encuentro. Dado que el tiempo ha sido muy bueno, probablemente ya habéis terminado de plantar.
Supongo que Otto todavía os está mandando dinero, pero de momento
no necesitáis mandarme dinero aquí. Supongo que Friedrich todavía no ha
escrito. Me gustaría mucho volver a oír de él. Gustav, que es el único con número postal en el frente, parece que no tiene mucho tiempo para escribir. Por ello
poco correo es el que estoy recibiendo. Quizá Ansbert, Eckehard, Desiderius
14
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
u Otto podrían volver a escribir unas cuantas líneas, que María podría entonces añadir a vuestra carta o algo por el estilo; lo mismo también lo podrían
hacer algunos familiares. Pienso mucho en todos vosotros y, por ello, me gustaría recibir de vez en cuando unas cuantas letras de cada uno de vosotros;
pero, desde luego, sólo en la medida de que os sea posible.
A menudo impacta ver y oír cómo la gente con la que te encuentras sigue
viviendo en la obstinación y en la ceguera, volviéndose, incluso, más tercos y
llenos de amargura, a pesar de las pruebas con las que Dios llama a la puerta
de sus corazones a fin de que se despierten de su sueño espiritual. Por otro
lado, nosotros comprobamos una y otra vez –así lo enseña nuestra santa religión– cómo todos los contratiempos y dificultades, que son causa para otros
de tantos problemas, se van resolviendo de manera tan admirable que son para
nosotros causa de tanto consuelo y alegría, como dice San Pablo: Me alegro
sobremanera en medio de mis dificultades. ¡Ojala pudiéramos nosotros comunicar alegría a todos, animándoles para que busquen la felicidad según la
voluntad de Dios y que no sigan aposentados en el polvo y suciedad de la tierra! No dejemos de pedir a Dios que atraiga hacia sí a toda la gente y que les
otorgue el sentido de la verdadera felicidad junto a Él.
Os encomiendo ahora especialmente a la Reina de Mayo, permaneciendo
unido a vosotros en la oración mutua. Saludos cordialísimos para vosotros, mis
cuñados, familiares y allegados, así como para los hermanos de Congregación.
Vuestro en la distancia.
Hubert
Si es posible, dad recuerdos míos a Gustav Schneider y Leo Scheneeweis.
Mi querida familia:
Dachau CC3, 21 de Mayo de 1944
Mis más sinceras gracias por vuestra entrañable carta del 3 de Mayo.
Mientras tanto espero que hayáis recibido mi respuesta. Algunas veces el
transporte postal se ve entorpecido por los ataques del enemigo, etc. Pero
yo me encuentro todavía aquí y Dios continua dándome vida, de manera
que pueda acercarme más a Él y hacer penitencia por mis pecados y por los
pecados de mis hermanos los hombres. ¡Oh, qué poco es lo que uno puede
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
15
hacer frente a la terrible frialdad religiosa y al olvido de Dios! Pero también
se puede comprobar una gratificante apertura religiosa, que llena mi corazón de alegría. Gracias de corazón por vuestro paquete, que recibí el 17 de
Mayo. Por favor, haced llegar mi más sincero agradecimiento a Otto y
Eckehard por sus paquetes. Lo mismo a Regina, que parece me ha enviado
lo mejor de su despensa. En la tarjeta que lo acompañaba venía escrito:
“¡Feliz Pascua!”. ¿Será posible que el paquete haya tardado cuatro semanas en llegar? Puede ser. Todo se encontraba en muy buenas condiciones.
Desde que sólo me está permitido escribir a los soldados que están en
el frente, no recibo mucho correo. Por ello no sé qué pasa con Karl,
Friedrich, Gustav, Alfons, etc. Todavía no he conseguido el número postal
que Weichselbaumer tiene en el frente. Me gustaría realmente poderle
escribir. Tenemos buen tiempo por aquí, lo que ilumina y refresca el corazón y el espíritu. Algunas veces también hace bastante calor, como si ya
fuera verano. ¿Cómo van los campos y la cosecha por vuestra tierra? Aquí
apenas podemos ver más allá de las vallas y de los edificios.
Mis pequeños sobrinos y sobrinas habrán crecido ya mucho durante mi
ausencia al igual como crecen las flores en la primavera para la gloria de
Dios. Se dice que los gritos de los inocentes atraviesan las nubes. Quizá a
ellos les gustaría ayudarme en algo a fin de ganar para Cristo el mundo, que
se encuentra lejos de Dios, al incluir mis intenciones y esfuerzos sacerdotales en sus oraciones de niños. Rezo a diario para que ellos y todos mis
seres queridos en casa lleguen a ser buena gente; y que en estos tiempos
tan serios puedan siempre conocer enteramente las intenciones y los planes de Dios y actuar en consecuencia.
Cuando una persona es sacada de alguna manera del bullicio del
mundo y se encuentra con gente de todos los sitios, su visión se ensancha,
y comprueba qué corta y qué insignificante es esta vida en comparación
con la eternidad, con la felicidad o infelicidad eternas del hombre. Un poco
de todo ello ya lleva el hombre en su corazón mientras está en esta tierra,
dependiendo si está lleno de las intenciones de Dios o de las del diablo.
En el mes de Mayo también nosotros aquí nos podemos reunir alrededor del trono de la Reina de los Cielos para saludarle y presentarle las
intenciones de la humanidad tan afligida. También recomiendo vuestras
intenciones a Ella y, a través de Ella, a nuestro Padre del cielo y os saludo
de la manera más cordial a vosotros, a mis cuñados, familiares, hermanos de
Congregación y allegados, permaneciendo unido a vosotros en el amor de
Cristo y en el de su Santa Madre.
Vuestro en la distancia.
16
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
Hubert
Causa del P. Engelmar:
Favores y testimonios
Feliz y agradecido por la sanación recibida
Estoy muy agradecido a la revista Leaves porque no deja de informar sobre tan
gran número de extraordinarios santos que una vez estuvieron en esta tierra y ahora
están en el cielo ayudándonos a todos los que les invocamos. Quisiera ahora dar a
conocer una gran respuesta espiritual que he recibido a mis constantes oraciones,
rezando la novena en honor del P. Engelmar. Alrededor de la última semana del mes
de Noviembre del 2009 empecé a acusar un dolor agudo en un lugar del empeine del
pie izquierdo, precisamente donde éste se une con la pierna. Si me tumbaba era horrible. Cuando me levantaba o me sentaba el dolor desaparecía. Me sometí a algunas
pruebas a fin de ver si tenía trombos en la sangre y no los había. Los doctores pensaron que la cosa tenía que ver con el sistema nervioso; pero el caso es que yo seguía
sin tener alivio y no podía dormir. Sujetando en mi mano una foto del P. Engelmar,
empecé a rezar ininterrumpidamente su novena desde la primera semana de diciembre hasta mediados del mes de Enero del 2010. El día 13 de Enero supe que tenía que
seguir confiando en que Dios me ayudaría y supe que el P. Engelmar estaba intercediendo en mi favor. Mis piernas se estaban hinchando mucho, ya que tenía que permanecer sentado toda la noche. Casi pierdo el juicio después de estar seis semanas sin
dormir. Era la media noche del 12 de Enero cuando me encontraba llorando y rezando al P. Engelmar para que me auxiliara. Intentaba mantener mis piernas encima de
unas almohadas, mientras suplicaba a Dios que me ayudara a soportar el dolor el tiempo suficiente para que mis piernas pudieran descansar algo. Tenía cerca de mi cama
un pequeño reloj y miré qué hora era, a fin de ver cuánto tiempo iba a poder aguantar teniendo estiradas mis piernas encima de las almohadas, cuando, de repente, a las
3 de la mañana misericordiosamente el dolor desapareció y ya no volvió. Todo esto
ocurrió a las 3 de la mañana del 13 de Enero del 2010. Le doy gracias a Dios por su
misericordia y por su maravilloso santo, el P. Engelmar Unzeitig. Nunca dejo de rezar
ni dejo de creer. También quiero agradecer a San Antonio y a Santa Teresa por mantenerse tan cerca de mí durante este tiempo de tanta prueba y dificultad.
D.M.Z.
Por el empleo conseguido
Gracias por tu intercesión, P. Engelmar, y por el favor que nos has hecho al conseguir un empleo para mi hijo.
Anónimo
El alivio de una abuela
Mando este donativo en agradecimiento al P. Engelmar. Mi nieto ha estado
enganchado a la droga. Durante ocho años he rezado por su recuperación. Ahora
va bastante bien y está haciendo planes para casarse. ¡Alabado sea Dios!
L.Y.
Agradecida por la ayuda recibida
Quiero dar gracias al P. Engelmar porque ha atendido a mis oraciones cuando
le pedí por la salud de dos de mis hermanos. Les tenían que hacer unas pruebas
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
17
para saber qué tenían exactamente, creyendo que era algo grave. Felizmente no fue
así y ahora se encuentran bien. Gracias de nuevo. Pido a menudo para que el P.
Engelmar pueda estar pronto en los altares.
M.S.R. (Salamanca)
El agradecimiento de una abuela
Quiero agradecer al P. Engelmar el que haya escuchado y atendido a mis oraciones. Le he rezado la novena por mi nieta para que pudiera conseguir trabajo.
Mucha gente había mandado sus expedientes para obtener cierto trabajo y ella fue
la escogida. Estoy muy agradecida. Me gusta la revista Leaves y cuando llega la leo
de principio a fin.
T.P.
Por el empleo recuperado
He rezado la novena al P. Engelmar para que mi hijo pudiera recuperar su
empleo y lo recuperó. Muchas gracias.
Anónimo
PRECES
ORACIÓN
Dios, Padre Bueno, te pedimos:
Que el amor del P. Engelmar
hacia Ti nos anime a hacer
más religiosa nuestra vida;
Que su celo misionero mantenga
vivo en nosotros el afán apostólico;
Que su entrega a los demás,
en especial a los más necesitados,
nos sirva de ejemplo;
Que su paciencia en la adversidad
nos conforte en la hora de la prueba;
Que el sacrificio de su juventud
estimule a los jóvenes a responder
con generosidad a la vocación.
Oh Dios, tú quisiste que el P.
Engelmar fuera misionero en un campo
de concentración. Lleno de amor por Ti
y por los prisioneros con los que convivía, se entregó de manera especial al
servicio de los enfermos y de los moribundos. Haz que sigamos su ejemplo
de caridad; ayúdanos en nuestras necesidades por la intercesión de tu siervo
Engelmar y concédenos ver glorificado
su nombre en medio de tu Iglesia. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que con
la publicación de estos favores y testimonios en nada se pretende prevenir
el juicio de la Autoridad Eclesiástica.
Aquellas personas que crean haber recibido alguna gracia o favor por la
intercesión del Venerable P. Engelmar H. Unzeitig CMM, se ruega lo comuniquen a la dirección de esta revista.
Todas las personas interesadas en recibir la vida, la novena o la estampa del
Venerable P. Engelmar H. Unzeitig CMM, lo pueden solicitar con toda confianza a la dirección de esta revista.
Se agradecen los donativos que, para sufragar los gastos de la Causa de
Beatificación del P. Engelmar, nos podáis hacer llegar, ya por giro, cheque o
por transferencia bancaria. Indicad con claridad que la finalidad del donativo es la Causa del P. Engelmar.
18
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
www.omundodaslinguas.blog.com
La cordura
“Mal cristiano eres Sancho
–dijo, oyendo esto, don Quijote–,
porque nunca olvidas la injuria
que una vez te han hecho; pues
sábete que es de pechos nobles y
generosos no hacer caso de niñerías. ¿Qué pie sacaste cojo, qué
costilla quebrada, qué cabeza rota, para que no se te olvide aquella burla?”
© ANTONIO MINGOTE
“Advierte, Sancho –respondió don Quijote–, que hay
dos maneras de hermosura: una del alma y otra del cuerpo;
la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en
la honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en
la buena crianza, y todas esas partes caben y pueden estar
en un hombre feo, y cuando se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas. Yo, Sancho, bien veo que no soy
hermoso, pero también conozco que no soy disforme, y
bástele a un hombre de bien no ser monstruo para ser bien
querido, como tenga las dotes del alma que te he dicho”.
del Loco
de la Mancha
© ANTONIO MINGOTE
“¿Por ventura es asunto vano o
es tiempo mal gastado el que se
gasta en vagar por el mundo, no
buscando los regalos dél, sino las
asperezas por donde los buenos
suben al asiento de la inmortalidad? Yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de
la caballería andante, por cuyo
ejercicio desprecio la hacienda,
pero no la honra. Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines que son de hacer bien
a todos y mal a ninguno”.
“¡Majadero! –dijo a esta sazón don Quijote–, a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos,
encadenados y opresos que encuentran por los caminos
van de aquella manera, o están en aquella angustias, por
sus culpas o por sus gracias; sólo les toca ayudarles como
a menesterosos, poniendo los ojos en sus penas y no en
sus bellaquerías”.
www.quijote2005.blogia.com
“Que la virtud más es perseguida de los malos que amada de los
buenos”.
“Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace
más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos
bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean
durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el
mal, el bien está ya cerca”.
“Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los
hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven
bestias”.
35
del Abad Francisco
Desde hace ya varios años venimos dedicando esta sección de la revista a presentar y explicitar el carisma misionero
de quien es el Padre de la entera Familia Mariannhill, el Siervo
de Dios Abad Francisco Pfanner. El carisma misionero del que
fuera fundador y alma del Monasterio Trapense de Mariannhill en Sudáfrica es rico en sus muchas virtualidades. A tal fin
estamos publicando una serie de estudios, realizados ya en
su día, sobre dicho carisma misionero. En el número anterior
de la revista completamos la publicación del VI de los mencionados estudiosos. Comenzamos ahora con la publicación
del estudio VII, elaborado por el P. Damian Weber CMM, que
en la actualidad es el Superior General de la Congregación.
En este estudio su autor pone de relieve la importancia
que el Abad Francisco dio desde un principio a los Hermanos
a la hora de desarrollar el trabajo misionero de Mariannhill y
de todas sus misiones filiales. Como nos ha ocurrido con los
estudios anteriores, la longitud de este estudio exigirá –de
necesidad– que su publicación tenga que ir apareciendo en
varias entregas.
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
23
VII. EL ABAD FRANCISCO Y LOS HERMANOS (1)
Introducción
Quien por primera vez se acerca al
Monasterio de Mariannhill, casa madre de
nuestra Congregación, se queda admirado. Y esta admiración va creciendo en la
medida en que uno va conociendo su historia. Y todavía uno se admiraría más si
tuviera la oportunidad de conocer las
ramas de este árbol, es decir, sus estaciones misioneras filiales, que en su mayor
parte son misiones extensas e independientes. Uno no sale de su admiración al
darse cuenta del breve espacio de tiempo
en que se han ido fundando todas estas
misiones y, espontáneamente, alaba a
Dios por todo ello.
También se ha de dar gracias y honrar
al Fundador de Mariannhill, a quien –gracias a Dios– nos hemos ido acercando cada
vez más en los últimos tiempos y sobre el
cual deseamos saber cada vez más.
Sin embargo, el Abad Francisco no
reclama honores para sí, señalando que los
auténticos constructores de su obra son
los Hermanos de Mariannhill; hombres
con los pies en el suelo y bien cimentados
sobre el fundamento de una vida de unión
con Dios. Como si se tratara de un ejército
en pleno despliegue, estos Hermanos
pusieron toda su vida a disposición de la
misión, a fin de llevarla a buen término; no
sólo construyeron con sus manos la estructura exterior de Mariannhill, sino que también se preocuparon de que ésta cumpliera con su finalidad y se llenara de vida.
Así escribe el Abad Francisco en el año
1891: “Si un abad trapense ha reunido en
24
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
torno a sí un colectivo de casi 200 hombres
con estas características, dispuestos al
sacrificio y, por eso, intrépidos ante cualquier
dificultad o peligro, y dotados de una obediencia filial, piadosa y sencilla, entonces
dicho abad es como un general invencible y
envidiable, con la capacidad de poderse
enfrentar con total tranquilidad a cualquier
enemigo. Lo que nadie se atreve a emprender, él lo puede comenzar y llevar a buen término, con la ayuda de Dios, por supuesto.
Pero con ese ejército de Cristo, cuyos soldados han aprendido a orar y conversar de
continuo en sus corazones con Dios, uno
puede contar sin duda con esa ayuda”.
[Hojita Nomeolvides 9 (1891), 5, p. 19].
Vamos a tratar de reflejar en este breve
estudio qué es lo que el Abad Francisco
dice sobre los Hermanos, sobre su importancia y lugar en sus planes y obras, sobre
su trabajo y estilo de vida. Pero, sobre
todo, lo que queremos es dejar hablar al
Abad Francisco con sus mismas palabras.
Queremos escucharle como se escucha a
un padre. Así, no sólo aprenderemos acerca de nuestros Hermanos y de su papel,
sino también acerca de nosotros mismos
y de nuestra vida en su totalidad. Vamos
a saber un poco más de Mariannhill, de
su gran Fundador, el Abad Francisco, y
de su carisma.
Durante los años que estuvo residiendo en Emaús, el Abad Francisco vivía a
cierta distancia de Mariannhill. Sin embargo, aún así, él era mucho más que un
simple observador de los acontecimientos. En cuanto tenía una oportunidad se
FOTO: ARCHIVO CMM
El Abad Francisco Pfanner
junto a tres Hermanos del Monasterio Trapense de Mariannhill.
dejaba oír y no solía esconder su opinión.
Así, por ejemplo, se daba cuenta de que
sus Hermanos iban desviándose del camino original, por lo que se refiere a lo que
él consideraba la misión específica de los
Hermanos. Puesto que por entonces ya
no tenía ningún poder sobre ellos, escribió un artículo, que tituló: Cur venisti?
(¿A qué viniste?) Dedicó buena parte del
artículo a las Hermanas Rojas, a las que
consideraba como las sucesoras de los
Hermanos, ya que éstos habían abandonado los ideales del principio. Paso a citar
literalmente la primera parte del artículo,
ya que en ella se puede ver la postura
concreta del Abad Francisco en relación
al problema de los Hermanos.
Artículo Cur venisti? (¿A qué viniste?)
“Entre las muchas y hermosas parábolas
de Jesús hay una que en nuestro caso es muy
instructiva. Es la parábola de los obreros en
la viña. Consideramos que la viña del Señor
es la Iglesia Católica. Dentro de la Iglesia
Católica hay otra viña, más bonita y mejor
amurallada incluso, que es la Vida Religiosa.
Aplicando la parábola a la Vida Religiosa,
podemos ver cómo el Padre celestial ha ido
llamando a sus obreros a horas diferentes.
Los primeros fueron los Benedictinos. A
éstos los llamó a primera hora, a principios
del siglo VI. Dios contrató a San Benito como
a su capataz. San Benito mandó sus obreros
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
25
a los lugares más diversos. En el espacio de
pocos siglos toda la viña de Europa estaba
poblada de obreros benedictinos y casi toda
la hierba pagana había sido arrancada. En el
siglo X el paganismo había desaparecido de
Europa. Todos estos monjes habían sido educados y formados de acuerdo con la Regla de
San Benito. Todos ellos tenían que ocuparse
en la realización de trabajos manuales y
todos ellos tenían que cantar las alabanzas
de Dios con himnos y salmos. Todos ellos
cantaban en el coro, aunque la mayoría de
ellos, incluido el mismo San Benito, no eran
sacerdotes. Estos primeros obreros tenían
que vivir de su propio trabajo y del fruto de
sus propias granjas.
En aquellos tiempos no existía un monasterio que no tuviera grandes fincas. Pero,
incluso, estas grandes fincas se fueron
haciendo más amplias y extensas. La propiedad material de los monasterios se iba
incrementando. Lo mismo que el cristianismo iba creciendo, así también iban aumentando las fundaciones religiosas y las donaciones a las casas religiosas. De esta manera
los obreros de la viña de aquellos días, es
decir, los que cantaban en el coro –llamados
ahora religiosos de coro– se vieron obligados
a contratar obreros a fin de que pudieran
trabajar aquellas tierras suyas, que se encontraban lejos de la casa. Era ésta la cuarta
hora del día, antes de que finalizara el primer milenio de la era cristiana.
26
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
Y entre estos últimos que se unieron a los
monasterios, sin duda había catecúmenos.
De cualquier forma era gente que había dado
la espalda al mundo en busca del cristianismo y de una vida más piadosa. Ésta es la
razón por la que se les llamaba “Conversos”,
es decir, “Convertidos”. Y fue así como iba
aumentando en los monasterios de Occidente el número de los así llamados “Operarii
Conversi”, es decir, “Obreros Convertidos” o
“Famuli”. Estos Conversos trabajaban toda la
semana en las tierras alejadas del Monasterio
y estaban ocupados con la agricultura y la
ganadería, sobre todo en las primeras horas
de la mañana y de la tarde, cuando los monjes estaban ocupados de realizar el “Opus
Dei” (El Oficio del Coro). Estos Operarios Con versos solían dejar su trabajo únicamente los
domingos, cuando asistían a las celebraciones en la Iglesia del Monasterio y recibían instrucción espiritual.
Sólo más tarde, digamos a la quinta y
sexta hora, se les permitió a estos hermanos acercarse más al Monasterio y llevar
algo así como un hábito religioso. Vivían de
acuerdo con un orden del día más monástico y, en parte, fueron admitidos a votos
temporales. Sólo a la hora de nona fueron
admitidos a los votos perpetuos y solemnes,
y, a partir de entonces, ya no se les consideraba como meros trabajadores sino como
verdaderos “Fratres”, es decir, “Hermanos”
de los Monjes de coro”. (Continuará)
Historia
de un
encuentro
Paz a ti, que tienes a bien leer mi carta. Mi nombre es Malco y estaba destinado en la guarnición que la Legión X Ferrata, con base en Siria, tenía en Cesarea marítima, cuando, en la primavera de aquel año,
fui destacado a Jerusalén por la fiesta judía de la Pascua, pues el gobernador Poncio Pilatos temía desórdenes por parte de los movimientos
mesiánicos e independentistas que se daban cita en esas fechas.
Aquel día había ajusticiamientos: tres judíos habían sido condenados a la cruz, dos de ellos por ladrones, el otro… el otro no sé por
qué… ¿qué delito pudo cometer “el Rey de los Judíos”?; así rezaba
el rótulo, escrito por el propio Pilatos. Cierto es que no había participado en muchos de estos acontecimientos, pero aquel día… algo
pasó que trastocó mi vida.
Los refuerzos llegados de Cesarea habíamos formado cordón de
retén a ambos lados de las calles por donde debían pasar los ajusticiados y evitar que la gente se les echara encima, bastante tenían ya
con el calor, las cruces, los insultos y salivazos. Las calles eran tortuosas, asfixiantes y estaban atestadas de gente… entonces lo vi llegar, cargando con su cruz.
Llamaba la atención ver una cara noble y serena entre tantas
caras feroces, airadas y anónimas, caras envidiosas y llenas de odio
que insultaban, escupían y blasfemaban a su paso, caras ladinas que
mordían la mano que un día les hizo el bien, vendidas al mejor postor… ¡el oro del Templo hace milagros!
Venía tambaleándose por el peso de la cruz y la fatiga y, al llegar
a mi altura, fue a caer a mis pies. Tres figuras menudas, de mujer,
envueltas de pies a cabeza en mantos negros, acechando aquel
momento, burlaron la guardia e ignorando al populacho, se adelantaron y cayeron de rodillas ante él. Yo no sabía qué hacer…
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
27
© Hna. Johanna Senn CPS
Una de ellas trató de abrazarle y de besarle, pero desistió de su
empeño, por no añadir mayor dolor al ajusticiado, pues en verdad
que estaba completamente llagado y las espinas de su corona no
permitían ningún acercamiento, y, tras el fallido intento, impotente, bajó su rostro arrasado en lágrimas; otra sacó un pañuelo para
enjugar la sangre que lo cegaba y poder refrescar su cara, ¡gentil
atrevimiento!; la tercera, tan sólo lloró su dolor en silencio.
Por un instante, aquella escena me dejó bloqueado y, ya estaba
para intervenir, cuando él habló… él habló y yo le entendí… ¡No sé
explicarlo!… ¡Yo no sé la lengua de los judíos, pero entendí sus palabras!... y me sentí interpelado por ellas… Estaban dichas para aquellas mujeres, pero se referían a mí. Aún las recuerdo:
Le respondió a la primera: “Mamá, ya ha llegado mi hora… ¿ves?
Me ocupo en las cosas de mi Padre… y el Padre se está glorificando en mí
y yo me glorifico en mi Padre. Siento que, al verme así, una espada de
dolor traspase tu corazón. Madre, ¡cuánto me gustaría abrazarte, pero no
puedo!… Abrazaré esta cruz como si ella fueras tú… y en ella abrazaré a
todo el género humano… y redimiré sus condenas… y les haré hijos de mi
Padre y de tu corazón de Madre. Madre… no lo tomes a mal… he ahí a
28
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
tus hijos…, perdona a los que me están matando, pues no saben lo que
hacen, y… ámales como yo les amo”.
A la segunda le dijo: “Verónica, querías encontrarte conmigo… y me
ofreces tu pañuelo y… tu vida… en blanco, sin límites… Dichosa tú, yo te
bendigo por ello… No te preocupes, yo la llenaré, también, sin límites… y
la dejaré en blanco de toda malicia, de toda injusticia y de todo pecado…
Serás imagen mía, pues mi imagen llevarás… Que ¿cómo será eso?... Ya
está, ¿ves?... Lleva en ti mi imagen, como la llevas ahora en tu pañuelo”.
Y confortó a la tercera, diciendo: “Magdalena, no llores por mí…
llora, más bien, por tu pecado, por el pecado de los tuyos, por el pecado
de tu pueblo… por el pecado de todos los pueblos, pues si al leño verde le
han prendido fuego, ¿qué se hará de vosotras, pobres ramitas secas?… Si
la vid es arrancada ahora, ¿qué se hará de los sarmientos sueltos?... No,
no lloréis por mí, sino por vosotras y por vuestro pueblo”.
Y, por último, dirigiéndose a todas ellas, les dijo: “Y ahora quedad
en paz… e iros, yo os bendigo. Gracias por vuestro llanto… Sabed que tomo
en mi corazón todas vuestras lágrimas… porque apagan mi sed y me dan
fuerzas para seguir… Las convertiré en lágrimas reparadoras y después…
sólo un poco después… en lágrimas de alegría. ¡Ya lo veréis! Y ahora… no
estéis tristes… alzad vuestra cabeza… se acerca vuestra liberación”.
Cuando me di cuenta, también yo estaba de rodillas ante él,
entre aquellas valientes mujeres, lleno de paz, llorando con un gozo
sereno. Me sentía consolado y estaba sobrecogido de saberme hijo
suyo y de haber sido bendecido por él… sólo las burlas de mis compañeros consiguieron devolverme a la realidad… a la realidad, ¡qué
ironía!... ¡la realidad era la otra!
Me sentí interiormente “levantado” cuando ayudé a aquel hombre a ponerse en pie antes de volver a mi sitio en el perímetro de
guardia, sabiendo que aquel ya no era mi sitio y deseando irme tras
él y tras aquellas mujeres hasta la cima del Calvario, ahora que su
sangre empapaba mis ropas y me sentía libre de toda atadura. A él
no le volví a ver ya más. Tras la Pascua, corrieron rumores de que
había resucitado de entre los muertos. ¿Extraño, verdad? Y, sin
embargo, a mí no me extrañó lo más mínimo.
Simón, llamado Pedro, ésta es mi historia. He abandonado el
ejército y todo lo que ha sido mi vida hasta ahora, lo he dejado todo
y quiero ser de los vuestros. María, su Madre, me acogió en su casa.
Si me das el bautismo, seré un hombre nuevo. Espero tu respuesta.
Que “el Rey de los Judíos” te proteja… hermano.
P. Juan José Cepedano Flórez CMM
Misionero de Mariannhill
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
29
RECORDANDO
FOTO: LUKAS A. METTLER CMM
AL P. GALO
Ya va para un año de la muerte
del querido P. Galo Strittmatter CMM
(Heiden/Suiza 1933 – Nördlingen/Alemania
2010). El próximo 31 de marzo de 2011
se cumplirá el primer aniversario
de su fallecimiento, cuando acababa de
cumplir 88 años.
C
uando se visitan los más
importantes Museos de Automoción
del mundo –yo he podido ver los de
Glasgow, Munich, Salamanca–, lo que
el visitante interesado en coches
antiguos generalmente busca es ver
si en el recinto se halla uno de los
mejores y más valorados: un Hispano-Suiza de principios del siglo XX.
Si se me permite la comparación, yo
diría que el P. Galo fue un hispanosuizo de marca. Le conocí casi nada más
aterrizar en España, pues formé parte
de la primera promoción de estudiantes de Mariannhill que él reclutó
en estas tierras de Castilla y León.
30
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
Ya sé que alguien me dirá que no fue él sólo el fundador de
Mariannhill en España; que junto a él estuvieron otros como el
P. Antonio Sánchez-Elvira CMM, el P. Bertran Nunn CMM, el P.
Francisco Jank CMM, y otros. Cierto, pero convendrán conmigo en que la cabeza visible de toda aquella operación fue el P.
Galo. Su tesón, su simpatía y persuasión, su ir y venir a donde
hiciera falta y su indiscutible capacidad de captación iban allanando los caminos, no exentos de dificultades. El P. Galo tenía
carisma. En la ciudad de Palencia - no exagero - a pocos años
de residir allí era tan conocido como el obispo diocesano, el
gobernador civil o el alcalde de la ciudad.
Decir Padre Galo es decir Mariannhill en España y viceversa. Aquí la metonimia es completa. Me atrevo a decir que el P.
Galo, el fundador, el políglota –lo que yo más admiraba y envidiaba en él– no dejó indiferente a nadie, ni a los alumnos ni a
los padres de éstos. Nunca le vi humillar a ningún estudiante,
ni dar coscorrones ni capones de los que se propinaban en los
centros educativos de aquella época. Jamás. Su tarea era más
bien –permítanme decirlo– la de un experto en public relations.
El P. Galo puso las bases de algo grandioso, que no llegó a dar
tantos frutos como se esperaban por el descenso de vocaciones
que tuvo lugar en las décadas siguientes en casi todos los países europeos. Pero uno siempre se queda con lo positivo de sus
personajes y el P. Galo dejó en nuestras mentes la mejor y más
perdurable de las huellas, la de ostentar el mejor de los blasones: bondad, lealtad y hospitalidad. Recorrió multitud de pueblos de las provincias de León, Burgos, Palencia, Salamanca,
Zamora, Ávila..., buscando jóvenes adolescentes con la idea de
que algún día llegaran a ser misioneros de Mariannhill. En
todos los sitios se le llegó a apreciar.
Muchos son los recuerdos que ahora me vienen y se agolpan en mi cabeza. Me acuerdo cuando, acompañados de nuestros padres, los que proveníamos de algunos pueblos del sur de
Salamanca y norte de Cáceres nos reunimos en Ciudad Rodrigo
para ir luego, por primera vez, en autobús al Seminario Menor
de Mariannhill en Palencia. El P. Galo ya estaba esperándonos
allí como Jefe de la expedición. Madres y padres, temerosos y
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
31
dubitativos al principio, se relajaron de inmediato ante las palabras y la presencia de aquel encantador de serpientes.
Inspiraba confianza. Entre sus bromas y su inseparable cigarro
puro, que le conferían un aire de tranquilidad y seguridad, el
hielo inicial del encuentro se resquebrajó por completo.
También recuerdo cuando, a los 15 años, me rompí el brazo, y
cómo él y el P. Antonio fueron a recogerme al hospital de
Palencia. Y cuando en pleno mes de agosto de principios de los
60, él y dos más de los de fajín rojo - los “obispos” que decía mi
beata abuela -, en recorrido estival por el sur mirobrigense, con
su Volkswagen negro - el famoso escarabajo (Beetle) -, se personaron en mi casa para verme. Entraron por el corral. Vacas,
paja, polvo y tamo los recibieron. Nada de remilgos ni de especiales atenciones de bienvenida. Sentados en unas bajas sillas
de enea compartieron con mi padre y mi abuelo vino de un
único jarrón. Sí, muy al estilo de pueblo, muy de antes. Así se
las gastaba el P. Galo.
Pero también le recuerdo en momentos especialmente
dolorosos. A punto de terminarse el curso 1964-65, si no
recuerdo mal, siendo él Rector del Seminario, le vi llorar, con
el rostro desencajado, por lo que probablemente fue el
momento más amargo de su vida: arrostrar con la muerte en
el Canal de Castilla de mi amigo y condiscípulo, Segundo
Margüello, de Torremormojón (Palencia), el mejor, el más querido, completo y brillante alumno que he visto jamás. Y he
visto muchos en los treinta y tantos años de docencia que llevo
a la espalda… Valgan también ahora estas palabras como
homenaje a su memoria.
Justo el año pasado, año en el que murió, se cumplieron los
50 años de su llegada a España. Podría decir más de su andadura sacerdotal, educadora y de otros aspectos de su longeva
vida. Creo, sin embargo, que no debo añadir más. Sirvan, pues,
las palabras escritas como agradecimiento y homenaje al hombre que, durante 25 años, dejó lo mejor de su vida en nuestra
patria. Un tributo a destiempo, que debió ser público mucho
antes, cuando habitaba entre nosotros.
José Alonso Pascual
(Catedrático de Inglés)
32
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
El tsunami
del Obispo
f
FOTO : KRZYSZTOF ZACHARUK CMM
El actual Obispo de Lae confirmando a uno de los jóvenes de las Islas Siassi.
ue en el Adviento del año 2002 cuando la Iglesia Católica en PapúaNueva Guinea empezó la celebración de una Asamblea General. A
tal fin la Conferencia Episcopal elaboró más de 40 temas para el
estudio y la reflexión. Durante meses la gente se fue reuniendo en
sus parroquias para rezar y reflexionar sobre aquellos temas que les
resultaban más sugerentes, mandando a los respectivos secretariados diocesanos sus observaciones y sugerencias y, juntos con ellas,
sus gritos y esperanzas.
Esta peregrinación espiritual terminó en la primera semana del mes de
Julio del año 2004, cuando tuvo lugar la clausura de la Asamblea General
con una gran reunión de los representantes de todas las diócesis del país en
Rabaul, lugar situado en la isla llamada Nueva Bretaña y cerca de la tumba
del mártir Peter Torot, beatificado por el Papa Juan Pablo II. Aquella celebración fue una manifestación vigorosa y festiva de la fe de la joven Iglesia
de Papúa-Nueva Guinea.
En dicha celebración se expresó simbólicamente la unidad de todas las
comunidades entre sí y con las generaciones pasadas. Para ello se llevaron
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
33
desde todas las diócesis unos kilos de tierra, tomada de los lugares donde los
misioneros anunciaron por primera vez el Evangelio. Aquellas tierras provenientes de sitios tan diferentes se mezclaron en un gran recipiente. El arzobispo de Rabaul bendijo la nueva tierra resultante de la mezcla y los participantes en la celebración pudieron llevarla en saquitos a sus diócesis de origen
y a todas las parroquias, expresando así la unión entre el presente y el pasado de la Iglesia en Papúa-Nueva Guinea así como entre todas sus comunidades cristianas actuales.
Los católicos de las Islas de Siassi (Diócesis de Lae) tuvimos que recoger tierra donde la tumba del Obispo Jean Georges Collomb, quien, oriundo de
Francia, inició la misión en este archipiélago el 30 de Mayo de 1848. Fue el primer misionero católico que puso pie en Siassi. No permaneció allí mucho
tiempo, pues la malaria se lo llevó a la tumba en menos de tres meses, muriendo el 16 de Julio de 1848. Sin embargo, según la tradición oral de mis feligreses y de toda la gente de esta costa Nororiental de la isla, no fue la malaria la
que lo mató, sino la magia que la gente utilizó contra él. Me lo contó el mismo
presidente del Consejo Parroquial de Aupwel. Según él, estando el barco con
el Obispo a bordo a cierta distancia de la playa –a 20 kilómetros de donde
finalmente desembarcaron– y teniendo la gente miedo de un barco tan extraño y de su tripulación, uno de los magos del lugar hizo un hechizo y lanzó una
flecha mágica. Luego vieron cómo el Obispo, en la cubierta del barco, se tambaleaba. Fue una señal clarísima de que le habían herido mortalmente. Unas
semanas más tarde murió inevitablemente. Y su misión fracasó. Los espíritus
de la isla habían sido más fuertes que el poder del Dios del Obispo.
Pero 40 años más tarde, en 1888, se produjo una erupción de un volcán
en una isla no muy lejos de la costa de Umboi y levantó en el mar una ola
gigantesca que se abalanzó sobre la costa norte de la isla, barriendo literalmente del mapa pueblos enteros y cambiando sustancialmente la línea costera. Sin duda alguna, para la gente del lugar aquello era la venganza de Dios
por el asesinato del obispo.
Que esto lo creen hasta el día de hoy lo experimenté aquel día que fuimos
a recoger la tierra que había pisado el obispo. Nos acercamos al lugar utilizando una lancha con motor fuerabordo. Me acompañaban cinco jóvenes y
un hombre mayor. Después de algo más de una hora llegamos a Nuru, el lugar
donde hace tantos años había puesto pie por primera vez el obispo Collomb.
Ahora había en aquella playa otro pueblo, construido años después del tsunami y evangelizado por misioneros luteranos.
Al llegar, nos recibieron bien. En seguida se presentó el Jefe del pueblo y
nos invitó a la llamada Haus Man, la casa de los varones. Allí nos sentamos y
les expliqué la finalidad de nuestro viaje. Cuando se había enterado bien de lo
que queríamos y lo que íbamos a hacer con la tierra que queríamos llevar, el
Jefe me dijo que iban a tratar del asunto entre ellos en su propio idioma. Y así
lo hicieron. Me di cuenta de que, en la medida en que avanzaba su conversación, la tensión iba subiendo y uno de los hombres lanzó un apasionado discurso con mucha gesticulación. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso no querían que
34
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
llevásemos tierra de su pueblo? El jefe me explicó que no tenían ninguna objeción en que llevásemos tierra del lugar. Pero yo les tenía que prometer que, al
presentar en Rabaul aquella tierra ante el altar, se debería hacer una plegaria,
pidiendo a Dios que perdonase su pecado por haber matado a aquel Obispo.
Entendí entonces que aquella gente tiene un profundo concepto de solidaridad entre las generaciones. Aquel Obispo había muerto hace ahora más
de 160 años, pero aún sentían el castigo de Dios sobre la región y sobre sus
vidas. ¡Era como el mismo pecado de Adán! Me explicaron cómo hasta el día
de hoy sentían que en su pueblo los negocios, las obras o las plantaciones no
florecían realmente y que, después de algún tiempo, cualquier proyecto fracasaba. Era como si la bendición de Dios no les acompañara. Intuyeron que
el rito que pensábamos realizar con aquella tierra iba a ser para ellos una
oportunidad de oro para acabar con la maldición y volver a contar con el
favor y la bendición de Dios. Les prometí que yo mismo prepararía aquella
oración. Se quedaron contentos. Luego –juntos, católicos y luteranos– leímos
el Nuevo Testamento y rezamos juntos. Después nos invitaron a comer. Nos
ofrecieron arroz, kumu (la lechuga del lugar) y pescado.
Después de comer, recogimos unos 10 kilos de tierra en las afueras del
pueblo y con la lancha fuimos a aquella parte de la bahía, formada por el aluvión provocado por el tsunami de 1888, donde –según la gente– podría
haber quedada sepultada bajo el agua, la cruz de hierro de la tumba del
Obispo. Media hora de buceo de los jóvenes no dio ningún resultado. Era de
esperar. Ya en 1980, uno de nuestros compañeros, el P. Antonio Mulderink
CMM, había intentado encontrar huellas de la tumba y de la misión, sin resultado alguno. El tsunami se lo había llevado todo. En algún sitio, debajo de la
arena de la bahía debe estar la cruz de la tumba del Obispo Collomb.
Aquella tierra de las Islas Siassi, mezclada con la tierra de otros lugares de
Papúa-Nueva Guinea, llegó a cada una de las parroquias del país, como recuerdo y testimonio de los difíciles comienzos de la evangelización en las tierras de Oceanía.
P. Alfonso Voorn CMM
Misionero de Mariannhill
Pescador
de las Islas Siassi
FOTO: KRZYSZTOF
ZACHARUK CMM
Mariannhill
Un Carisma Eclesial
El carisma «Mariannhill», suscitado por el Espíritu Santo en la Iglesia a través del Siervo de Dios
Abad Francisco Pfanner, está constituido por una espiritualidad y una misión.
FOTO: ARNOLD SCHMITT CMM
36
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
Nuestra espiritualidad tiene su centro
en Cristo Redentor, quien por nuestra consagración religiosa ha venido a ser nuestro
único bien (pobreza), nuestro único amor
(castidad) y nuestro único Señor (obediencia). Vivimos esta consagración en comunidad. Son notas características de nuestra
espiritualidad la oración al Corazón de Cristo
por la salvación de todos los hombres; la
celebración diaria de la Eucaristía para que
la Sangre de Cristo siga lavando a la humanidad entera; y la devoción a María, Madre
del Redentor y Madre de los redimidos. La
fiesta de nuestra Congregación es el 2 de
febrero, en que celebramos a María presentando a Jesús en el Templo como Luz de las
naciones. Patronos y Protectores de la Con gregación son: Santa Ana, San José, San Benito, San Francisco Javier y Santa Teresa del
Niño Jesús.
Nuestra misión es un servicio a la mi sión de la Iglesia y consiste en la evangelización de los pueblos que aún no creen en
Cristo, promoviendo su liberación integral y
la formación de las nuevas Iglesias locales.
También forma parte de la misión de nuestra Congregación la animación misionera del
Pueblo de Dios, la promoción y formación de
vocaciones misioneras y el desarrollo de cauces para que el Pueblo de Dios colabore en
la misión universal de la Iglesia con su oración, sacrificio y limosna.
Una Congregación Misionera
Mariannhill es una Congregación religiosa y exclusivamente misionera, que nació el 2 de
febrero de 1909, al decretar el Papa San Pío X la separación del Monasterio de Mariannhill de
la Orden Trapense.
Nuestra Congregación (cMM) es una comunidad internacional, integrada por sacerdotes
y hermanos.
Desarrollamos nuestra actividad misionera en Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, Mozambique,
Kenia y Papúa-Nueva Guinea. También tenemos comunidades en Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Italia, Polonia, Canadá, Estados Unidos y España, que se dedican a la Animación misionera del
Pueblo de Dios y a la formación de jóvenes con vocación misionera.
Colaboramos estrechamente con las Hermanas de la Preciosa Sangre (cps), fundadas por el
Abad Francisco Pfanner.
FOTO: ARNOLD SCHMITT CMM
Una Familia Universal
Niños, jóvenes, familias, enfermos nos ayudan en nuestra tarea misionera y forman con nosotros y las Hermanas de la Preciosa Sangre la Familia Mariannhill.
Como familia no olvidamos a los que nos ayudan y por ellos cada día rezamos en nuestras comunidades y se ofrece una misa diaria en la Congregación.
Como familia no olvidamos a los que nos ayudaron: nuestros difuntos. También cada día
por ellos rezamos en nuestras comunidades y por su descanso eterno se ofrece una misa diaria
en la Congregación.
Como familia invitamos cordialmente a otros a formar parte nuestra.
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
37
Ven a formar parte de nuestra Familia
FOTO: KRZYSZTOF ZACHARUK CMM
• siendo sacerdote o hermano
misionero.
• rezando y ofreciendo sacrificios
por las misiones y por vocaciones
misioneras.
• ayudándonos a contactar con
jóvenes que tengan inquietudes
misioneras.
• suscribiéndote a la revista “Familia
Mariannhill” y dándola a conocer.
• apoyando con tus donativos
los proyectos de desarrollo y
evangelización que llevan a cabo
nuestros misioneros.
• enviándonos intenciones de misa.
• ofreciendo herencias y legados.
• comprometiéndote a un objetivo
concreto:
beca Futuro Misionero
(2.000 € al año)
envío de 10 Kg. de ropa a
nuestras misiones (50 €)
adquisición de la biografía
de nuestro Fundador (12 €)
adquisición del libro
“La cruz y sus caminos” (10 €)
F O R M A D E AY U D A
TRANSFERENCIA: Cuenta corriente n.o 0019 4167 00 4010001660, BanCorreos [Deutsche Bank]:
c/ Gran Vía, 25-29. 37001 Salamanca, a nombre de Misioneros de Mariannhill.
GIRO POSTAL: Misioneros de Mariannhill • C/ Los Zúñiga, 2 • 37004 Salamanca
Nombre y Apellidos
Dirección
......................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
Código Postal y Población ..........................................................................................................................
Provincia..............................................................................
38
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
NUESTRA PÁGINA VOCACIONAL
N.o 50
Atleta de Cristo:
P. Engelmar Hubert Unzeitig CMM
Terminó su carrera como atleta misionero del
equipo de Mariannhill con un intenso sprint final.
Alcanzó así el P. Engelmar la corona que sólo
ciñen los vencedores, el laurel reservado a los primeros. El 2 de marzo de 1945, pocas semanas
antes de que los aliados liberaran Alemania, cruzaba la línea de meta hacia la eternidad en el
campo de concentración de Dachau.
Allí había ingresado como prisionero después
de haber sido arrestado por la Gestapo en abril de
1941. Su delito: Haber predicado desde el púlpito
de su parroquia que hay que obedecer a Dios antes
que a los hombres y que los judíos tenían los mismos derechos que los alemanes. Ya en el campo,
empezó a acelerar la marcha de su carrera: repartía
las raciones de su comida entre los más pobres de
los prisioneros; llevaba a los barracones las pesadas perolas de comida; celebraba los sacramentos
clandestinamente; aprendía ruso para poder hacer
apostolado entre los prisioneros soviéticos.
Era enero de 1945 cuando decidió comenzar
el sprint final de su carrera como atleta misionero. Se había declarado una terrible epidemia de
tifus en el campo y se presentó voluntario para
atender a los contagiados, abandonados a su
suerte en barracones aislados. En menos de dos
meses moría afectado por el tifus. Cuando cruzó
la línea de meta y entró en el cielo, le aguardaban los aplausos de todos aquellos prisioneros a
los que él había preparado a bien morir.
L.H.
© JUAN JOSÉ CEPEDANO FLÓREZ CMM
FAMILIA MARIANNHILL 159
Marzo-Junio 2011|2
39
Gilbert Keith CHESTERTON
w w w. m a r i a n n h i l l . o r g
FOTO: CHARLIE A.V.
“Lo más increíble de los milagros
es que ocurren.”
Descargar