“Nuestro reto es enseñar a los niños a conectar con sus talentos”

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PSICO | ENTREVISTA
Griselda Vidiella
“Nuestro reto es enseñar
a los niños a conectar
con sus talentos”
¿Tienes la sensación de que tu hijo te da lecciones? ¿Su profesor te ha
llamado para decirte que se aburre en clase? ¿Piensas que es innovador,
intuitivo y que posee talento natural para hacer las cosas? Atención, puede
que sea un niño índigo y que necesite una dedicación especial...
L
a existencia de niños
denominados “índigo”
es un asunto controvertido que se presta a
especulación. Ciertamente hoy por hoy no
existen estudios científicos que avalen su existencia, sin embargo,
sus defensores, entre los que se encuentran
numerosos profesionales del campo de la
psicología y la educación a nivel mundial,
sostienen la existencia de una nueva generación de niños, con unos rasgos distintivos
característicos y comunes, que ayudarían a
la evolución social, educativa y espiritual
de la humanidad. Cierto o no, el asunto
resulta de interés como fenómeno social,
pues esos niños tendrían unos altos niveles
de espiritualidad, intuición, sensibilidad y
energía; les resultaría imposible adaptarse a
los modelos educativos tradicionales; serían
muy creativos, y tendrían gran facilidad
para comunicarse con los animales y una
importante fragilidad emocional, rasgos
que, de no ser bien gestionados por los
responsables directos de su educación,
podrían derivar en importantes secuelas
psicoemocionales, sobre todo a nivel de
autoestima.
Para poner algo más de luz sobre el tema,
hemos hablado con una experta en estos
46 ■ Psicología
Por P.S.
niños: GriseldaVidiella. Psicóloga evolutiva,
naturópata y directora de FAC Centro Terapéutico Alternativo de Cataluña, asegura
que los niños índigo “están conectados con
su esencia, y son personas mental, ética y
espiritualmente más avanzadas y llamadas
a liderar el cambio hacia una dimensión
más altruista y solidaria bajo la premisa
que todos sumamos para conseguir el bien
común”.
PSICOLOGÍA PRÁCTICA: ¿Qué son los
niños índigo? ¿Cuáles son sus rasgos
distintivos?
GRISELDA VIDIELLA: Son niños sensi-
bles, innovadores, intuitivos, con talento,
capaces de recibir percepciones extrasensoriales y conectados con su esencia. Se
encuentran en un estadio superior de la
evolución humana y están llamados a romper los antiguos esquemas sociales.
¿Qué quiere decir con “que se encuentran en un estadio superior de la evolución humana”?
Lo explicaré de forma que sea fácil de entender.Ante todo, hay que tener en cuenta
que la especie humana ha ido evolucionando a lo largo de los milenios, tanto a
nivel físico como a nivel mental. Siempre
nos hemos guiado por el hemisferio iz-
quierdo del cerebro. Ese hemisferio es el
que acumula datos e información de todo
tipo y es capaz de resolver los problemas
mediante la lógica. Es el hemisferio más
desarrollado, ya que, desde bien pequeños,
en la escuela, nos lo han hecho entrenar
memorizando datos y más datos. En el hemisferio derecho, en cambio, se encuentra
nuestra parte más creativa, más intuitiva, y
el talento natural, que normalmente hemos dejado de lado. Los niños índigo se
caracterizan por tener una conexión entre
los dos hemisferios a través del córtex y
por usar ambos hemisferios en equilibrio.
Esto les permite acceder a planos de conciencia más elevados.
Se trata de niños excepcionales entonces…
Niños índigo los ha habido siempre. Si
hacemos un repaso a la historia, nos será
fácil encontrar personajes con mentes privilegiadas, personas mucho más evolucionadas que sus contemporáneos: Jesucristo,
LudwigVan Beethoven,Albert Einstein...
A mediados de los años cincuenta hubo
un gran avance en la evolución humana,
tanto a nivel cognitivo como emocional.
Nacieron muchos niños índigo capaces de
explotar las posibilidades del hemisferio
derecho. Desde entonces, el número de
“Más de la mitad
de los niños
de hoy día son
más avanzados
mental, ética y
espiritualmente”
niños índigo no ha parado de crecer y,
hoy en día, más de la mitad de los niños
son índigo.
o ante una mala persona, y deben ponerse
a llorar para que sus padres le protejan y
le alejen de ese individuo.
¿De dónde viene esta terminología?
¿Por qué dice que los niños índigo están llamados a romper los antiguos esquemas sociales? ¿A qué se refiere?
Índigo es el color del séptimo chackra.
Hay sietes chackras principales que actúan como centros de absorción de energía. El séptimo está situado en la zona de
la coronilla y nos conecta directamente
con la energía del universo, con nuestra esencia, con nuestro cuerpo etérico.
El séptimo chackra es la fontanela que
todos los bebés tienen abierta al nacer
y se les cierra en la infancia. El hecho
de tener la fontanela abierta les permite
ver el aura de las personas.Así saben, por
ejemplo, si se encuentran delante de una
buena persona en quien pueden confiar,
Son personas más avanzadas mental, ética
y espiritualmente. Son íntegros, y ya desde
bien pequeños distinguen claramente entre el bien y el mal.A menudo se sienten
fuera de lugar, porque se encuentran en
una sociedad anticuada para su nivel de
evolución. Han venido en un acto de
generosidad para hacer el cambio en este
mundo. En otras palabras, los niños índigo
están muy por encima de la dimensión
de la supervivencia, que trae consigo
una competitividad mal entendida o el
pasar el uno por encima del otro para
lograr el objetivo propio. No les gusta
el consumismo, no les sirve el “esto se
hace así porque sí” o “porque siempre se
ha hecho así” y no son partidarios de las
estructuras jerárquicas ni de las relaciones de poder caducas. Están llamados a
liderar un cambio hacia una dimensión
más altruista, solidaria y en la que todos
sumamos para obtener el beneficio común. Hoy en día ya estamos notando
muchos cambios en nuestra sociedad que
van en esa dirección.
¿Cómo pueden saber los padres si su
hijo es un niño índigo?
Por su talento, intuición, integridad... Son
niños muy francos, hablan desde el corazón y miran a los ojos. Otras pistas que
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Griselda
Vidiella
Durante su infancia se sentía diferente al darse cuenta de que era capaz de captar percepciones extrasensoriales que los demás no percibían. A los 11 años empezó a leer libros que darían sentido a sus
inquietudes, como El tercer ojo, de Lobsang Rampa, gracias al cual supo que había más personas como
ella. A los 20 se formó en Decoración y abrió dos establecimientos del ramo y tres de moda. En paralelo
estudió Psicología Holística, Naturopatía y disciplinas como Reflexología, Auriculoterapia, Flores de
Bach, Reiki, Técnicas Energéticas y Chackras y Técnicas Regresivas. Y ocho años después lo dejó todo
para acabar sus estudios, investigar y poner en marcha el centro de terapias que actualmente dirige.
Roles complementarios
Existen diferentes variantes de niños índigo, aunque destacan estas tres:
1
Índigo índigo: tienen empuje, son fuertes, guerreros y revolucionarios. Fueron los primeros en decir “no” a lo antiguo. Aparecieron a principios del siglo XX y nacieron muchos de ellos a partir de
los años cincuenta.
2
Índigo cristal: son de finales de los años noventa. Son niños
más tranquilos, sensibles y emocionales, con talentos creativos.
Tienen integrados valores como la paz, el equilibrio y la solidaridad.
Son los que se muestran introvertidos y tienen problemas para relacionarse si están bloqueados.
3
Índigo arco iris: son la fusión de las dos corrientes, la fuerza y la
sensibilidad. La mayoría de los niños que han nacido a partir del
2000 son de este tipo, los que están llamados a cambiar la humanidad. Los tres se entienden a la perfección entre ellos y desempeñan
roles complementarios para llevar a cabo la misión que tienen encomendada en este mundo.
pueden ayudar a los padres son las percepciones extrasensoriales que experimentan
los hijos: los llamados amigos imaginarios,
los déjà vus (recurren a memorias pasadas)
y el hecho de captar malas energías (notan
cuando en una estancia ha habido alguna
discusión o algún conflicto aunque no
lo hayan presenciado). Algunos de ellos
sienten terrores nocturnos.
¿Qué pueden hacer los padres para
conseguir que su hijo no se sienta
“fuera de lugar”?
La primera recomendación que les daría
es no mentirles. Los niños índigo captan
lo que los adultos sienten y son capaces de
ir mucho más allá de las palabras bonitas.
Cuando los padres dicen “quédate aquí
quieto y te compraré un chocolate”, ellos
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son capaces de interpretar “estoy molestando a mis padres y por eso quieren que
me esté quieto”. De pequeños no saben
gestionar estas circunstancias y las reciben
como impactos emocionales negativos
que les pueden llegar a bloquear. Tampoco soportan las imposiciones. Nunca
hacen las cosas porque sí. Solo desde el
diálogo son capaces de aceptar lo que les
piden los adultos, aunque ellos no estén
de acuerdo y piensen que las ideas de
sus padres son anticuadas. Insisto en la
importancia de no intentar engañarles.
Los niños índigo desconfían de las personas que mienten hasta que aprenden a
anclarse y a conectar con su esencia.
Pero no todos los padres actúan así,
es decir, muchas veces se recurre a la
clásica “mentirijilla” para salir del paso
en situaciones algo conflictivas.
Y eso hace que los niños se bloqueen y
no desarrollen sus capacidades. Imagínate
a un niño con una gran capacidad de
decisión, que sabe pintar bien y que combina los colores de maravilla. Ponle en una
habituación oscura, sin la luz del sol, sin
poder ver los colores… ¡No sabrá pintar
nada! Si el medio que envuelve al niño
índigo no le permite experimentar, nunca
desarrollará sus habilidades. Si leyendo
esto algún padre detecta que su hijo es un
niño índigo y que está bloqueado, ¡que
haga algo ya! Es muy fácil desbloquearles
cuando son pequeños y se convierten en
unos hijos magníficos.
Hablas del entorno… ¿Suelen tener
problemas en la escuela? ¿Cómo es el
trato con los compañeros?
La escuela es muy rígida. Los niños
índigo son sensibles y cariñosos, y se
sienten mal cuando el maestro grita.
Teniendo tan arraigado el sentido de
la justicia, no saben encajar que el profesor castigue a toda la clase. Salen a la
defensa de los compañeros cuando ven
que alguien se mete con ellos. Les duele
oír críticas hacia los demás puesto que
son personas altruistas. Además, hay que
tener en cuenta que ellos no hacen las
cosas porque sí o porque se han hecho
siempre de la misma manera. ¡Necesitan
entenderlo! En clase pueden sentirse
ahogados y por eso desarrollan trastornos
como alergias (por sentirse sometidos
por el sistema y no poder expresarlo),
trastornos de déficit de atención e hiperactividad (todos los docentes de hoy
en día notan que los alumnos tienen
menos interés por las materias de clase
de tiempo atrás) y, en el peor de los casos,
leucemias.
¿Es cierto eso?
Sí, tal como lo digo. No obstante, la
mayoría de ellos reaccionan de distinta
forma al sentirse ahogados. Se vuelven
tiranos y actúan con malos modales para
demostrar su rebeldía y disconformidad.
Otros se vuelven introvertidos.Tanto en
un caso como en el otro, son señales que
indican que el niño está bloqueado. Si no,
actuaría con seguridad y se mostraría más
cooperativo.
Entiendo que el rendimiento escolar
dependerá de si el niño ha desarrollado
o no bloqueos emocionales, ¿es así?
Las notas no son el mejor indicador. Un
alumno que no esté bloqueado puede sacar malas notas en una asignatura que no
le interesa y destacar en otra que le guste.
Cuando hacen lo que les apasiona, son
genios. El problema de las notas es que
son otra imposición del sistema.Vivimos
en un sistema trampa.
¿Qué quiere decir con trampa?
Desde pequeños, el sistema educativo
nos entrena para desarrollar el hemisferio izquierdo. Memorizamos datos y
datos que no nos serán necesarios, porque
hoy en día toda la información la podemos encontrar en internet. El sistema
nos dice que los niños deben estudiar y
sacar buenas notas. Si obtienen buenas
notas, podrán ir a la universidad y cursar
una carrera. Teniendo una carrera, podrán optar a un buen empleo. Un buen
empleo implicará ganar mucho dinero.
Y el dinero les permitirá conducir un
coche lujoso, comprar una buena casa…
Todo se reduce al consumo y al materialismo. ¿Acaso no son esos los mensajes
subliminales del sistema? Ni los propios
docentes se dan cuenta de esta barbaridad,
porque ellos también han sido educados
bajo las mismas directrices. La escuela no
enseña a entrenar el hemisferio derecho
y nadie enseña a los niños a conectar con
su esencia.
¿Qué propone? ¿Cómo debería ser el
sistema educativo entonces?
El reto del sistema educativo es enseñar a
los niños a conectar con su esencia. Solo
así desarrollarán su talento natural y serán
capaces de reinventarlo todo. La primera
propuesta que haría es separar los niños
movidos de los calmados en aulas diferentes durante la primera infancia. Los grupos de estudiantes homogéneos permitirán que los alumnos desarrollen aquellas
aptitudes que les son afines y refuercen su
autoestima. Los niños movidos inventarán
nuevos juegos y serán felices haciendo
construcciones. Los alumnos tranquilos
podrán dar rienda suelta a su creatividad y destacar en actividades artísticas
como la música o la pintura. A partir de
los diez años, cuando su personalidad ya
está reafirmada, es el momento de juntarlos en una misma clase. Conectando con
su esencia y desarrollando sus aptitudes
afines, la persona puede mostrarse cómo
realmente es y llevar una vida plena. Es un
primer paso imprescindible para avanzar
hacia un mundo menos materialista, menos competitivo, más colaborativo, más
altruista y más solidario.
+ INFO
FAC Centro Terapéutico Alternativo de
Cataluña. Plaza Pep Ventura, 1. 08017
Vallvidrera (Barcelona). Tel.: 93 406 70 85.
[email protected]
www.centrefac.org
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