El clima parece un juego de niños

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El clima parece un juego de niños
El especialista Eduardo Sierra dice que, con el fin de El Niño, llega La Niña, que
reducirá las precipitaciones.
Un informe del especialista Eduardo Sierra, difundido esta semana por la Bolsa de Cereales de
Buenos Aires, señala que, después de un período signado por El Niño, comienza una fase
marcada por menos lluvias para la campaña 2010/2011.
El especialista en agrometeorología explica que “durante abril y mayo, la temperatura de los
océanos que rodean Sudamérica descendió a una tasa considerable”. Por ello, los pronósticos
“anuncian el paso hacia una situación de temperaturas bajo lo normal en el Océano Pacífico
Ecuatorial, que dará origen al desarrollo de un episodio de ‘La Niña’”.
Sierra destaca que El Niño se disipó bastante antes de lo previsto, dejando un saldo positivo al
final de la campaña 2009/2010. Según él, “esta evolución puede considerarse afortunada, ya que
eliminó el riesgo de un episodio doble de ‘El Niño’”.
De haberse cumplido este pronóstico “hubiera constituido una perturbación ambiental sin
precedentes”, afirma el especialista.
Argentina se vio beneficiada por esta situación porque el fenómeno descargó su última energía
con tormentas sobre Paraguay y el sur del Brasil, afectando menos al territorio nacional.
En consecuencia, si bien hubo episodios de granizo y algunas lluvias intensas, “el comienzo de
la temporada de heladas no llegó a causar daños, ya que el tiempo cálido, que caracterizó al
comienzo del otoño, aceleró el desarrollo de los lotes de soja de manera que, para cuando se
produjo la adversidad, su vulnerabilidad al frío ya había disminuido considerablemente”, resalta
el informe.
Sierra sostiene que esta sucesión de eventos positivos, debido a la acción residual de El Niño
hasta mayo, se completó con “temperaturas medias algo superiores a lo normal y una racha
tardía de precipitaciones que aportó humedad, dejando los suelos en condiciones adecuadas para
la siembra de los cereales de invierno en todo el centro y el este del área triguera”. Es cierto que
la campaña 2009/2010 terminó con buenas reservas hídricas en el centro y este del área agrícola
para la implantación de la cosecha fina 2010, pero deberán administrarse con cuidado para
facilitar la siembra de la cosecha gruesa, indicó. Y agregó que es posible que el oeste del área
agrícola se recupere gracias a algunas precipitaciones durante este mes.
Sin embargo, la transición hacia La Niña recién empieza y la intensidad del enfriamiento
previsto oscila de leve a moderada, según las distintas fuentes, con una disminución variable del
régimen hídrico durante los próximos años, manifestó.
Para los productores, la recomendación es diseñar esquemas agrícolas acordes con la situación
inicial y la evolución prevista. “Los planteos demasiado ambiciosos, como los de doble cultivo,
podrían traer aparejados riesgos excesivos de que la humedad se agote antes de tiempo”,
advierte Sierra.
Y anticipa que “es probable que, aunque alcancen buenos resultados, las actividades productivas
de la campaña agrícola 2010/2011 consuman el agua disponible, dejando una situación final en
la que predominarán los déficits hídricos, complicando el inicio de la campaña 2011/2012”.
Este escenario climático deberá orientar la toma de decisiones para reducir al máximo posible
los riesgos de otro año complejo para la producción, finalizó.
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