Estrategias metodológicas para desarrollar la habilidad de comprensión lectora en los estudiantes. “La lectura es uno de los modos privilegiados de acceder al conocimiento y dar sentido a nuestra experiencia y la de los que nos rodean de “construirnos como sujetos”. (Podetti, 2004) En muchas ocasiones las personas se pasan la vida entera haciendo un uso exitoso de la lectura, para cubrir sus propias necesidades, adquiriendo una gran potencia para ser un lector y sobre todo un ser alfabetizado, pero esto sucede cuando éstas entienden qué pasa cuando leen y cuáles son los distintos tipos de lectura que están a su alcance. Pero para poder llegar a tales niveles; donde el ser humano se dé cuenta que el verdadero proceso de lectura engloba el poder tener acceso a la cultura; a todo aquello que el ser humano ha conseguido recopilar a lo largo de la historia, ya que forma parte de la manera de concebir el mundo, de interpretar, etc., es sumamente necesario ver a la lectura como un proceso comprensivo, una actividad compleja que integra varios tipos de habilidades. Para poder ver la lectura como éste proceso comprensivo es inevitable analizar lo que significa “Lectura Comprensiva” e interiorizarla; ya que ésta es concebida desde diferentes puntos de vista. Entre ellos: Leer es saber reconocer cada una de las palabras que componen el texto: leer es, básicamente, saber comprender, y, sobre todo, saber interpretar. La lectura, pues, no es un acto de decodificación de las combinaciones de letras, palabras o enunciados que presenta el texto, sino un proceso complejo apoyado en expectativas y en inferencias personales sobre el significado que establece el lector en función de su intertexto. Saber leer es saber avanzar a la par del texto e integrar nuestras aportaciones (saberes, vivencias, sentimientos, experiencias…) para establecer inferencias de comprensión y finalmente, elaborar su interpretación. La comprensión lectora ya no puede, ser entendida sólo como una labor de decodificación, traducción o reconocimiento de palabras y frases, como si lo único importante fuera el texto. Se trata más bien de un proceso interactivo entre la acción del sujeto y el contenido del texto. Estos dos polos, texto y lector, son los dos ejes sobre los que rueda el proceso de la lectura. (Mendoza Fillola, 2003) Regina Rodríguez Página 1 En otras palabras leer es un proceso en el cual se desarrolla la facultad o capacidad de comprender y entender las cosas; integrando una idea con base a su propia reflexión e interpretación del escrito, de manera, que durante el proceso se logre establecer inferencias, hasta llegar a comprensión del texto. Goodman (1984) define la lectura como una conducta inteligente. El lector se enfrenta a un texto para obtener de él significado. Ésta es la característica más importante del proceso de lectura, la búsqueda de significado. Mientras leemos lo vamos construyendo y reconstruyendo para ir acomodando la nueva información. Leer, pues, no es un proceso pasivo, unidireccional, que va del texto al individuo. El lector tiene, debe tener, un papel activo porque no recibe únicamente, sino que participa de la elaboración sino que participa de la elaboración del significado del texto. En cierto modo lo construye, a partir de sus conocimientos e intenciones, lo hace suyo. La información que obtiene la confronta con sus esquemas efectuando de una manera automática, las operaciones de construir, contrastar y reconstruir. Esto explica que ante un mismo texto, los lectores pueden hacer diferentes interpretaciones y extraer diferentes ideas. (Jorba, 2000) Básicamente éste proceso depende de la relación que exista entre el lector y el texto, porque es gracias a esa interacción que es posible el surgimiento, efectividad o fracaso de la comprensión lectora. Vale la pena decir, por lo general el ser humano no está consciente de lo mucho que puede lograrse con la lectura, simplemente se lee sin saber las razones por las cuales se lee; solamente por estar inmersos en un mundo de letras, sin darse cuenta de la enorme influencia que tiene ésta sobre las personas, ya que el mundo en que se vive está lleno de mensajes escritos, al grado que se podría decir que somos lectores en permanente actividad, pero lo que ocurre es que el hábito de la lectura está tan enraizado en las personas que, al ejercitarlo, ni siquiera lo advierten; es decir, no tienen conciencia de la actividad que se realiza. Hay que hacer notar que si no se supiera leer, todos se convertirían en individuos permanentemente extraviados y desconcertados. A continuación se presentan algunos aspectos, sobre la importancia que tiene el proceso de lectura, en la vida del ser humano: Regina Rodríguez Página 2 La lectura permite entrar en contacto con gran cantidad de información y es a través de los textos escritos como se logra un proceso de intercambio social, es decir, de comunicación. ( (MASTER DE COMUNICACIÓN, 2005) En particular dentro de la escuela la lectura es una herramienta que ayuda en un gran abanico de actividades; mediante una buena comprensión lectora los niños pueden localizar la información que desean, pueden usar el diccionario, pueden usar un índice, utilizar los ficheros de trabajo, resolver problemas, utilizar la biblioteca, interpretar gráficos, planos o mapas, hacer servir tablas; Comprendiendo con profundidad pueden seleccionar y evaluar la información con la que trabajan juzgando su validez, pueden seguir unas indicaciones o unas instrucciones para cualquier trabajo, pueden distinguir lo principal de lo secundario, captar una secuencia de ideas, extraer conclusiones, ver relaciones, hacer inferencias, pueden clasificar, resumir, tomar notas, disfrutar con la lectura visualizando las imágenes que les ofrecen los libros, captar la intención del autor, acercarse al hecho literario… Recapitulando, con el desarrollo de la comprensión lectora; son muchas las habilidades y destrezas que puede adquirir una persona, principalmente un niño que se encuentra en una etapa de adquisición de conocimientos y competencias, logrando en el futuro, un mejor desempeño como persona y como profesional. La idea es que el estudiante se dé cuenta, que con la lectura puede interactuar con los demás, convirtiéndose en un ser social, compartiendo y adquiriendo aprendizajes, en compañía de las personas y del medio que lo rodean. Por ejemplo en el texto “Evaluación de la Comprensión Lectora” se plantea que en los trabajos más recientes sobre comprensión lectora se han tenido en cuenta determinados componentes de la comprensión y se le han clasificado como: literal, reorganizativa, inferencial y crítica. Aunque son utilizados simultáneamente en el proceso lector y, por consiguiente, muchas veces son inseparables, los han agrupado básicamente en estos cuatro grupos, a efecto de poder estudiarlos y tenerlos presentes en el momento de realizar actividades de enseñanza aprendizaje. La importancia que tiene la lectura en la vida del escolar es realmente notable; ya que esta actividad afecta, pues, a prácticamente todas las materias escolares: lenguaje, matemáticas, ciencias naturales, sociales, etc. y por lo tanto, es necesario que los maestros conozcan bien todos los aspectos que inciden en la misma. Enfocándose aquí a la comprensión lectora como un hecho Regina Rodríguez Página 3 eminentemente amplio y nunca aislado, por el contrario, interrelacionado tanto con los aspectos asimilativos-comprensivos como con los expresivos comunicativos. (Catalá, 2001) Otro aspecto importante de la lectura es que acompaña las experiencias, porque difícilmente hay una experiencia humana sobre la que no se haya escrito, aunque muchas veces difieren las experiencias propias con las ajenas sobre las cuales se lee. La lectura extiende la experiencia al visitar lugares, ir hacia atrás en el tiempo, otras épocas y culturas, viviendo así las experiencias de otros, pero al mismo tiempo con las propias. Para poder comprender para qué sirve la lectura es necesario introducir el hábito de la lectura en el tiempo justo, para que de esta forma se pueda tomar conciencia y reflexionar sobre lo mucho que se puede lograr a través del proceso lector. De igual forma en la escuela o en el hogar, cuando un niño expresa por ejemplo, una reacción emocional ante un libro, es el momento oportuno para hacerle notarla función de la lectura. En todo caso, siempre puede conducirse a un niño hacia una situación en la cual los efectos de la lectura sean más evidentes. Es decir, el niño desde pequeño debe tener un contacto con los libros, de manera que sea él mismo quien descubra la importancia que estos tienen. Las siguientes son situaciones generales que ayudan a comprender más claramente para qué sirve la lectura: Compartir lo que la persona ha aprendido sobre la lectura y sobre sus poderes. Esto puede hacerse cuando se comparten las propias lecturas. Entrevistas con adultos y con otros individuos sobre el lugar y la función que la lectura cumple en sus vidas. El descubrimiento de los poderes de la lectura que hacen los propios niños cuando leen para sí mismos. (La adquisición de la lectura y la escritura en la escuela primaria; pág. # 78). Por otra parte las habilidades cognitivolingüísticas están estrechamente relacionadas con las tipologías textuales, que son los distintos tipos de textos: descriptivo, narrativo, explicativo, instructivo y argumentativo (producidos oralmente o por escrito); Podemos incluir en esta categoría habilidades como: describir, definir, resumir, explicar, justificar, argumentar y demostrar. Habilidades que, si bien son transversales, se concretan de manera diferenciada en cada una de las áreas curriculares. En consecuencia, no es un aspecto que deba ser abordado sólo desde el área de lengua sino que debe afrontarse desde las diversas áreas curriculares si no quiere caer en la trampa de producir textos cuya estructura esté de acuerdo con las características marcadas desde las tipologías textuales, pero vacíos de contenido. Regina Rodríguez Página 4 El proceso mediante el que se produce el desarrollo de estas habilidades es complejo, porque por un lado las habilidades cognitivas, que están en la base del aprendizaje, posibilitan y se concretan en las habilidades cognitivolingüísticas que determinan, según las diversas maneras de usarlas, diferentes maneras de aprender los contenidos de las áreas curriculares. Por otro lado, la adquisición de los contenidos de las áreas curriculares desarrolla las habilidades cognitivolingüísticas que, a su vez, desarrollan las habilidades cognitivas. (Jorba, 2000) El docente debe tener en cuenta las habilidades cognitivolingüísticas, tanto orales como escritas, independientemente de la asignatura que imparta, a la vez debe hacerles preguntas a los estudiantes para que consideren el contexto espacial y temporal de los hechos, hacer síntesis de lo relatado. Es importante que el profesor esté consciente del proceso, de los estilos de aprendizaje, ya que, cada estudiante percibe los contenidos y las actividades de aprendizaje desde diferentes puntos de vistas, promoviendo de esta manera aprendizajes significativos. A la vez debe precisar y tener claro que es lo que quiere que el alumno realice con las diferentes habilidades. En muchas situaciones escolares las chicas y los chicos leen textos con un propósito igual o similar al de los usos sociales para los que han sido escritos. Es en este sentido, por ejemplo, que los alumnos leen libros de ficción a partir de las actividades de biblioteca o del área de lengua y literatura, o que leen obras informativas o libros de texto para obtener información, tanto si es querida libremente como si es solicitada por la escuela. En otras situaciones los chicos y las chicas realizan ejercicios de lectura de textos, ya sea de comprensión o de otros aspectos relacionados con la lectura. En el área de lengua es donde acostumbran a hacer explícitamente este tipo de ejercicios como ayuda para el aprendizaje lector; en todas las otras áreas tienden a hacerlo sólo implícitamente, y a menudo prestando muy poca atención a las dificultades lectoras del alumnado. La preocupación por el aprendizaje lector ha incorporado recientemente en la escuela un espacio de ejercitación en las habilidades requeridas en la lectura de los textos, a veces bajo la forma “técnicas de estudio”. Se intenta enseñar, así, al alumnado a realizar operaciones lectoras tan importantes como las de distinguir la información relevante de un texto, jerarquizar las ideas que contiene, utilizar los organizadores textuales, controlar la propia comprensión, realizar inferencias pertinentes, progresar a la velocidad de lectura, deducir el significado de las palabras por el contexto, etc. Sin duda, la presencia de estos nuevos contenidos explícitos en la planificación de las enseñanzas es muy positiva, pero añade un tercer ámbito de divorcio entre el aprendizaje de la lectura y el resto de actividades escolares. Ahora bien, el trabajo por proyectos permite que las actividades de lectura en la escuela superen en gran parte las divisiones que acabamos de señalar y facilita que la lectura obtenga su sentido social de actividad habitual y necesaria en una sociedad alfabetizada. Así, en relación con los Regina Rodríguez Página 5 puntos anteriores, se puede afirmar que el hecho de que el trabajo de lectura se integre en el trabajo por proyectos presenta las siguientes ventajas: Integra los momentos de uso con los momentos de ejercitación. Interrelaciona las actividades de lectura y escritura. Engloba los ejercicios sobre las operaciones de lectura y las ayudas a la comprensión. Favorece la asimilación de los aprendizajes realizados. (Camps, 2008) Hay que hacer notar que es necesario que los docentes de todas las áreas curriculares tomen conciencia de la importancia de la lectura, no leer por lee, sino realizar lecturas profundas, de comprensión y análisis con sus estudiantes, realizar ejercicios y actividades de lecturas significativas, logrando de esta manera que el alumno sea capaz de distinguir información relevante de un texto, jerarquizar ideas, llegando a altos niveles de comprensión lectora. Las estrategias son procedimientos que permiten seleccionar, evaluar, persistir o abandonar determinadas acciones para conseguir una meta. Entendemos competencias como “la capacidad de actuar eficazmente dentro de una situación determinada, apoyándose en los conocimientos adquiridos y en otros recursos cognitivos. Este término no es sinónimo de destrezas aisladas; ella integra un conjunto de habilidades, conocimientos, gestos, posturas, palabras, que se escribe dentro de un contexto que le da sentido en la acción” Es necesario enseñar estrategias de comprensión para formar lectores autónomos, capaz de enfrentarse de manera efectiva a textos de diferente índole. Esto significa que sean capaces de aprender de todos los textos. Para ello, quien lee debe interrogarse acerca de su propia comprensión, establecer relaciones entre lo que lee y lo que forma parte de su acervo personal, cuestionar su conocimiento y modificarlo, establecer generalizaciones que permitan transferir lo aprendido a otros contextos distintos. Al conocimiento de las propias estrategias se le llama metacognición, es decir, conocimiento acerca de los propios procesos de pensamiento. Por otra parte, las estrategias metacognitivas son susceptibles de enseñarse; se puede instruir a los niños para que utilicen conscientemente una estrategia adecuada que les ayude a captar mejor los elementos relacionados con una tarea, a establecer un plan adecuado para resolverla y a controlar la secuencia de pasos que conlleva la estrategia aplicada. A continuación se mencionan estrategias metodológicas para trabajar la comprensión lectora: (a) Lectura silenciosa y lectura oral, (b) el resumen, (c) la síntesis, (d) el esquema, (e) lectura Regina Rodríguez Página 6 predictiva o anticipada, (f) comprensión poslectura, (g) el cloze, (h) el mapa conceptual, (i) hecho y opinión. (Lizana, 2009) Hay que destacar que las estrategias metodológicas, permiten al docente evaluar de manera efectiva el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que crea un ambiente agradable e interesante para el estudiante, a la vez lo instruye, propiciando de esta manera la autonomía, permitiéndole la libertad de crear, imaginar y construir nuevos conocimientos a partir de los ya existentes. Genéricamente las estrategias de aprendizaje se identifican con los contenidos procedimentales considerados como aprendizajes funcionales que apuntan a la acción, al saber hacer. Aprender y enseñar procedimientos implica que el alumno adquiere un conjunto de habilidades, estrategias, tácticas o métodos que le convierten en competente y experto para afrontar significativamente su entorno. De forma específica, las estrategias de aprendizaje nos permiten procesar, organizar, retener y recuperar el material informativo que tenemos que aprender, a la vez que planificamos, regulamos y evaluamos esos mismos procesos en función del objetivo previamente trazado. Las estrategias encierran dentro de ellas un plan de acción o una secuencia de actividades perfectamente organizadas. (Navarro Martínez, 2008) Hay que tener en cuenta que la Autonomía es un aspecto importante en la lectura. Autonomía (del griego auto, "uno mismo", y nomos, "norma") es, en términos generales, la capacidad de tomar decisiones sin ayuda de otro. Piaget estudió el desarrollo cognitivo de los niños analizándolos durante sus juegos y mediante entrevistas, estableciendo (entre otros principios) que el proceso de maduración moral de los niños se produce en dos fases, la primera de heteronomía y la segunda de autonomía: Razonamiento heterónomo: Las reglas son objetivas e invariables. Deben cumplirse literalmente, porque la autoridad lo ordena, y no caben excepciones ni discusiones. La base de la norma es la autoridad superior (padres, adultos, el Estado), que no ha de dar razón de las normas impuestas ni ha de cumplirlas en todo caso. Existe una tendencia demostrada a las sanciones expiatorias y a identificar el error como una falta, así como a la búsqueda indiscriminada de un culpable (pues una falta no puede quedar sin castigo), de manera que es admisible el castigo del grupo si el culpable no aparece. Además, las circunstancias pueden llegar a castigar al culpable. Razonamiento autónomo: Las reglas son producto de un acuerdo y, por tanto, son modificables. Se pueden someter a interpretación y caben excepciones y objeciones. La base de la norma es la propia aceptación, y su sentido ha de ser explicado. Las sanciones han de ser proporcionales a la falta, asumiéndose que en ocasiones las ofensas pueden quedar impunes, de manera que el castigo colectivo es inadmisible si no se encuentra al culpable. Las circunstancias no pueden castigar a un culpable. (Wiki la enciclopedia libre) Regina Rodríguez Página 7 Dicho de otra manera la autonomía, en el proceso lector es de suma importancia en vista que el alumno debe ser autónomo, tener la libertad, la dependencia de tomar la decisión de escoger lecturas de su interés, que le permitan adquirir experiencias significativas de aprendizaje. Recapitulando para el desarrollo de la comprensión lectora, es vital el rol que juega el docente, ya que en esta fase él debe tener siempre presente que su meta es lograr que sus estudiantes se conviertan en lectores competentes y autónomos. En pocas palabras ese traspaso progresivo de responsabilidad al alumno es vital. No quiere decir que el docente se va a inhibir completamente sino que su papel es otro; el de guía, facilitador del proceso de comprensión lectora. En conjunto, el maestro debe adquirir el compromiso de fomentar, en sus alumnos, el gusto por la lectura y encontrar nuevas formas que estimulen el contacto con los textos. De esta forma el docente proporcionará a los estudiantes oportunidades para que vayan desarrollando, por sí solos, la atención, la comprensión, la retención de la lectura, etc., e ir entregándole mayores responsabilidades y libertades, de acuerdo con su nivel de aprendizaje. Otra de las grandes funciones que debe realizar el maestro para el desarrollo de la comprensión lectora en sus alumnos es, el monitoreo, ya que esto permite observar y apreciar la eficacia de la estrategia que se está utilizando y modificar el proceso con relación a los resultados obtenidos por los niños. Así pues el docente, debe facilitar el desarrollo de esquemas de conocimientos de los alumnos, los cuales les capacitarán para comprender adecuadamente los diferentes tipos de textos, además permitirá que los alumnos estén conscientes de los procesos que están llevando a cabo, es decir los pasos que conducen a una comprensión efectiva. Por otra parte el docente debe proporcionar a sus alumnos realimentación de los procesos de comprensión, de manera que se favorezca la motivación, las atribuciones de los alumnos hacia el logro, ver la efectividad de las estrategias y fortalecer el proceso lector. Está claro, que el maestro cumple un papel muy importante en el desarrollo de la comprensión lectora en sus alumnos, ya que es el que guía, orienta, adecua y fortalece el proceso lector. Es el encargado de proporcionar las situaciones o experiencias donde sus alumnos obtendrán una efectividad en la lectura comprensiva, ya que él se vale de procedimientos metodológicos que orientan la enseñanza de la misma. Regina Rodríguez Página 8 De acuerdo con las palabras de Frank Smith “La responsabilidad del maestro no radica en enseñar a leer a los niños, sino en posibilitarles que aprendan a leer”. Y procurarán hacerlo, motivándolos, animándolos y evitando la coacción o el aburrimiento porque, como afirman Bettelheim y Zelan en su libro “Aprender a leer”, una vez en clase, el factor más importante para aprender a leer es el modo en que el maestro le presente la lectura. Además, el interés teórico por la lectura como un proceso de comprensión coincide con los cambios producidos en su valoración educativa. La enseñanza ha dejado progresivamente de basarse en la simple memorización de contenidos y, por lo tanto, la capacidad de comprender lo que se lee ha ido adquiriendo una importancia creciente y estrechamente relacionada con los requerimientos de instrucción. (Colomer, 1996) Para concluir el profesorado será fundamental porque, además de presentarse ante los alumnos como un ejemplo y modelo lector, es quien ayuda a resolver la decisión del proceso didáctico que haya de seguir cada alumno, dotándolo, como, de protagonismo. Será un aprendizaje significativo, es decir, una construcción por parte del alumno, con la ayuda de la intervención del profesor, que colabora de forma no arbitraria en la relación que el alumno realiza de la nueva información con la que ya posee. Leer es una de las actividades más frecuentes en el aula. Pese a que se considere que una de las funciones que destacan es la facilitación de información elaborada por expertos o facilitada por fuentes de documentación, cumple muchas otras relacionadas con el proceso de reflexión y de construcción de conocimiento, como material que ha de estimular la discusión entre el grupo, como modelo para elaborar las producciones de cada uno o para estimular la curiosidad intelectual. (Jorba, 2000) El hábito de la lectura es una compra de crédito. Lleva tiempo. Paro a la larga, leyendo uno consigue tener más palabras, más frases, más argumentos, más matices, más dudas, más curiosidad: uno consigue expresar mejor y resolver mejor sus propios conflictos; una persona que lee apasionadamente por lo general será una persona indulgente, flexible. La experiencia de la lectura es una de las experiencias más ricas que puede tener el hombre. (Suárez, 2005) Regina Rodríguez Página 9 BIBLIOGRAFIA Camps, A. e. (2008). Secuencias didácticas para aprender a escribir. Barcelona: GRÁO, de IRIF, S.L. Catalá, G. e. (2001). Evaluación de la comprensión lectora. Barcelona: GRÁO, de IRIF, S. L. Colomer, T. C. (1996). Enseñar a leer, enseñar a comprender. Madrid: Celeste/MEC. Jorba, J. G. (2000). Hablar y escribir para aprender. Madrid: SÍNTESIS. Lizana, L. I. (19 de febrero de 2009). Estrategias metodológicas para trabajar la comprensión lectora. Talca, Del Maule, Chile. MASTER DE COMUNICACIÓN. (2005). Lectura y memorización. Barcelona: Océano. Mendoza Fillola, A. (2003). Didáctica de la lengua y la literatura. Madrid: Pearson Educación. Navarro Martínez, J. M. (2008). Estrategias de comprensión lectora y expresión escrita en los textos narrativos. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata. Podetti, M. (2004). Qué hacemos cuando leemos. Formar lectores , 7. Suárez, P. (2005). La escritura literaria: cómo y qué leer para escribir. Rosario: Homo Sapiens. Wiki la enciclopedia libre. (s.f.). Recuperado el 20 de enero de 2011, de http://es.wikipedia.org/wiki/Autonom%C3%ADa_(filosof%C3%ADa_y_psicolog%C3%ADa) Regina Rodríguez Página 10