" CAMBIOS EN LA SITUACION DE LA MUJER TeresitaDeBarbieri* En America Latina, asf como en otrasregiones del mundo, el siglo XX -en susaspectos positivos- puede seTcalificado como la centuria de cambiosfundamentales en la condici6nsocial de las mujeres. En rerminosgenerales,se puedendistinguir tres oleadas 0 periodos, algunos de ellos no necesariamente concluidos.El primero es el de las luchasexitosaspOTobtener los derechos ciudadanos; transcurre entre 1929 (Ecuador) y 1962 (Paraguay), aiios en que se reconoce alas mujeres adultasla capacidadde votar y seTvotadas en las elecciones nacionales, estatales y municipales.El segundoperiodo comienza bacia 1945,cuando en los distintos pafses se amplianlos derechosciviles, en particular los de propiedad,manejo del propio peculio, capacidadde movimiento y de trabajo entre las casadas. Este aun no ha concluido, puestoque en varios pafsesde la regi6n siguenexistiendoprivilegios para los esposossobre las distintas esferasde acci6n de las esposas.El tercer momento comienza a desarrollarse a partir de los aDossetenta,con la aparici6ndel feminismo y las organizacionesde mujeresen diversos sectores de la sociedad. En esta etapanos encontramosactualmente,al fin del milenio. i,Que logros ban obtenido las mujeres?i,Cuales puedenseTlos desaffos paralos pr6ximos aDos? Care seiialar que estoscambiosno ban sido simultaneosni ban ocurrido de manera coherenteen todaslas sociedades.Tampoco se puedendejar de mencionarla informaci6n y los estfmulos de fuera de la regi6n y el papel que desempeiianlos organismos internacionales. En la primera etapa,la demandade los derechospoliticos estuvo estimuladapOTla Comisi6n Intera* Instituto de InvestigacionesSociales, UNAM. De-moS 32 mericana de Mujeres (CIM), dependiente de la Uni6n Panamericana; a partir de 1946por 1aComisi6nJuridica y Social de la Mujer de lag NacionesUnidas y su familia de organizaciones;en la ultima decada tambiene1Banco Mundial y el Banco lnteramericanode Desarrollo impulsan la participaci6nde lag mujeres en lag distintasesferasde la vida social. En cuatrodimensiones,se hall producido transformacionesimportantesen la segunda mitad del siglo.l La esperanzade vida femeninapas6de 53.5 aDosen 1950-1955 a 71.4 en 1990-95y la discrepanciacon 1a 1 Las cifras presentadas en esteariculo han sido tornadasde TeresaValdez y EnriqueGornanz,Mujeres latinoamericanasen cifras. Torno cornparativo,Instituto de la Mujer, Ministerio de AsuntosSociales de Espana-Flacso, Madrid, Santiagode Chile, 1955. masculinase ha estimadoen 3.3 aDospara el primer periodo y en 5.2 en el segundo. Las matriculas educativas en presco1ar, primaria y secundariasonigualitariasentre ambossexos0 tienendiscrepanciasno significativas desde1970; en el nivel universitario, en cambio, el porcentajede mujeres matriculadasaumentode 35% en 1970 a 48% en 1990. La tasaglobal de fecundidad paso de 5.9 hijos pOTmujer en 19501955a 3.1 en 1990-1995,entre otrasrazoDes pOTel mayor accesoal control de la fecundidad.La poblacioneconomicamente activa femenina (PEA-F) crecio en 151.7% entre 1970 y 1990 (mientras1amasculina 10 hizo en 68.4%); en el mismo periodo, lag tasas de PEA-Furbana pasaron de 25.1% a 31.6% y lag rura1esde 12.3% a 19.2%. El control de la fecundidad y la educacionban dejado de seTprivi1egio de lag clasesaltas y la participacion laboral, refugio de 1asmujeresde log sectorespopulares y via de sa1ida en la viudez, el abandonoy lagcrisis domesticas. A partir de la decadade log setentaotras cuestionesque limitan la libertad de lag mujeresy la necesariaigualdad,ban aparecido en log debatesp6blicos de log distintOgpafsesde la region: la division social del trab1\ioseg6nsexos y la realidad del trabajo domesticocomo obligacion de 1as mujerescasadas;lag cargaslaboralesque suponen la crianza y el cuidado de log niiios y niiias bastala salida de la adolescencia; log impedimentos y exigencias cuandobuscantrabajo,mas alIa de log requisitos curriculares(buenapresencia,estado civil, examenesde ingravidez);lag diferencias salaria1es; la insuficiencia 0 negaciondel accesoa la seguridadsocial; 1asjomadasde trabajo al margende la ley; el acosoy el chantajesexualen log lugares de trabajo y de estudio;la violencia sexual y domestica;lag practicasen log sistemas de salud en relacion con el consentimiento infonnado y el respetoirrestricto a la libre detenninaci6nreproductiva;los largostiempos de esperaparala atenci6nenlas instituciones publicas,particularmenteen los servicios de salud; la penalizaci6n -mas 0 menosrigida, segUnlos pafses- del aborto; las redes intemacionalesde traflco de mujeresque parecenhaberseincrementado en las ultimas decadas;la muy escasaparticipaci6n en la representaci6ny el ejercicio del poderpolitico. En muchos lugares del entramadosocial, practicas que eran del mundo de 10 privado -es decir, donde el Estado no podia intervenir-, y que se atribuian a la buena0 la mala suerteindividual, sepusieroo de manifiesto como violaciones a los derechoshumanospor razonesde sexo 0 de genero. La puestaenevidenciade esasy mochas mas limitaciones de las mujeres llev6 al cambio de leyes y Donnasde los Estados; a crear 0 mejorar algunosservicios en los espacioslocales;al diseiio de politicas publicas especificas;al surgimientode oficinasgubemamentales para las mujeres;a la aparici6nde las fem6cratas;a la incorporaci6n de la perspectivade generoen los planes y programascon financiamientointernacional. Un empuje importante tuvieron estasiniciativas a rafz de las cinco grandes conferenciasconvocadaspor las Naciones Unidas y realizadas entre 1992 y 1995. Los movimientos feministasy de mujeres se globalizaron, participaron activamente en dichas conferenciasy se lograron consensosresolutivosque creandoctrinajuridica y de la que los Estados puedenalimentarsepara llenar los muchosvacios e incongruenciaslegales. Pero no hay que perderde vista que las sociedadeslatinoamericanasestan estructuradassobre la base de tres grandesejes de desigualdadsocial: generos, clases,y etnias y razas. Esto hace que las leyes y Donnasabstractasy generalesse apliquen a realidadessocialesmuy distintas,y por 10 tanto, tienenefectosdiferentes.Asimismo, las politicas estatalesen materia de educaci6nprimaria y de salud(incluido el control de la fecundidad)no ban llegado a coberturas totales en la mayoria de los pafses. Las evidentesganadorasen estos cambios en America Latina sonlas mujeresde los estratosmedios,altos y ciertossegmentos -los incorporados- de los sectores popularesurbanos,de raza blanca 0 mestiza, occidentalizados.No s610porque son los que ban tenido accesoa los bienes y serviciosmodemosy de calidad,sino porque la ubicaci6n en la escalajerarquica de carla sociedadles pennite la aprehensi6n de las condicionesde personay de ciuda- dania. Es decir, conocensusderechos,sus responsabilidadesy las formas institucioDalesde resolucionde los conflictos cuando esosderechosse transgreden.EI gateD a los sectoresmarginalizados es lento y puntualen sociedadescadavez masempobrecidas, y donde las distancias de clase aumentansin cesar. l.Y los varonesde los sectoressubalternos tampoco ejercensus derechosciviles, politicos y sociales? Sin lugar a dudas. Pero la evidencia bastaahara recogida en America Latina indica que los deficit de poder sonmayoresen las mujeres,aunque las obligacionesno parecenseTmuy desiguales.Paramuchosvaronesde esossectares ha sido mas facil que para las mujeres reconocersecomo sujetosde derechos y responsabilidades dentro y fuera del Los desafiosde las mujeres son entonceslos de las sociedadeslatinoamericanas: equidad en la distribuci6n de la riqueza, consolidaci6n de la democracia, separaci6n de poderes, constituci6n efectiva de las categoria de persona y de ciudadania con independenciadel sexo, edad,estado civil, religi6n, y las opciones politic as y sexualesde todas las personas,de toda la ciudadania.DemoS hogar . De-moS33