MINISTERIO DE ECONOMIA Y OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS SRETARIA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION SUBSECRETARIA DE ALIMENTACION TRANSFORMACIONES RECIENTES EN LA DISTRIBUCION DE ALIMENTOS EN ARGENTINA BUENOS AIRES - R. ARGENTINA SAGPyA/IICA 1997 Coordinadores: Ing. Víctor E. Machinea, SAGPyA Lic. Edith S. de Obschatko, IICA Autora: Lic. Graciela E. Gutman UN ESCENARIO DIFERENTE La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación está desarrollando una serie de acciones pragmáticas orientadas a incrementar el conocimiento existente, tanto del sector público como en el privado, acerca de la problemática ligada a la producción y comercialización de alimentos. Esta decisión se tomó luego de realizar un diagnóstico del sector que revela carencias en la disponibilidad de información. En función de esta realidad hemos definido las pautas del camino a seguir: instrumentar un programa de difusión que posibilitará ir transformando el conocimiento de unos pocos en el saber de la mayoría. Iniciamos entonces la serie de publicaciones con la elaboración del volumen "La Industria Argentina de Alimentos y Bebidas", que continuamos ahora, en un esfuerzo conjunto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, con este trabajo destinado al análisis y la divulgación de los cambios que ha experimentado recientemente la comercialización de alimentos en la Argentina. Las transformaciones protagonizadas por nuestra economía han impulsado al empresariado argentino a readecuar sus estrategias de comercialización, y por ende a constituir canales alternativos y rediseñar los existentes a fin de posicionarse estratégicamente en el mercado de los alimentos. Estas nuevas estrategias configuran un escenario diferente, en el que las pequeñas y medianas empresas deberán actualizarse rápidamente para mantener el espacio que ocupan, en medio de un panorama donde han cobrado gran fuerza la concentración y la diversificación comercial. El accionar de esta Secretaría está orientado a fortalecer a las PyMES, en un marco de economía de mercado. Por ello, el conocimiento del escenario comercial resulta de gran importancia tanto para los empresarios que pertenecen a esa importante franja de la economía, como a los estudiosos de los fenómenos de transformación que tan aceleradamente se vienen registrando. Ing. Agr. Felipe Solá Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación CONOCER LAS TRANSFORMACIONES Promover un ambiente de innovación tecnológica, asegurar que los alimentos reúnan óptimas condiciones higiénicas y sanitarias, e impulsar la capacitación de todos los componentes del sector agroalimentario, son acciones que resulta imprescindible desarrollar dentro de una estrategia dirigida a optimizar la calidad y la competitividad de la producción argentina de alimentos. Para lograr esos objetivos, la Subsecretaría de Alimentación y Mercados encaró el desarrollo de un programa de difusión dirigido a generar, analizar y poner a disposición de quien lo requiera, información vinculada con los aspectos estructurales y funcionales del sector alimentario. En tal sentido, uno de los aspectos que resultaba necesario indagar y difundir, es el de la actual situación del mercado de alimentos en la Argentina, protagonista de profundas transformaciones en los últimos años. Este proceso incluye fenómenos tales como la gravitación que han cobrado los alimentos frescos en la oferta y la estrategia comercial de supermercados e hipermercados; el fortalecimiento de estas empresas en la dinámica comercial, y la importancia creciente del MERCOSUR, que redefine geográfica y económicamente las estrategias de distribución. En este marco, la necesidad de fortalecer las pequeñas y medianas empresas para evitar que la concentración perjudique al sistema productivo y al consumidor, forma parte de un diagnóstico que debe llamar la atención de todos los actores involucrados, tanto de la órbita pública como de la actividad privada. De allí que la Subsecretaría de Alimentación y Mercados y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), hayamos resuelto profundizar en forma conjunta la investigación de tan relevante tema y difundir, a través de este volumen, información que enriquezca el conocimiento de estos procesos, que involucran a todos los componentes del Sistema Agroalimentario Argentino. Ing. Agr. Gonzalo Estefanell Representante del IICA en la Argentina Ing. Agr. Félix Cirio Subsecretario de Alimentación RESUMEN Los últimos años han sido escenario de una profunda reestructuración de los circuitos de comercialización de productos alimentarios en Argentina, en un contexto internacional caracteri-zado por la profundización de la globalización y la consolidación de bloques regionales y, a nivel interno, por los procesos de apertura, desrregulación y estabilización de la economía. Las trans-formaciones se expresan en el desarrollo de nuevas modalidades de venta minorista, la implantación y expansión de grandes empresas de la distribución, la fuerte concentración de los negocios y la desaparición de numerosos pequeños establecimientos. Este proceso arranca en la década de los ochenta con el arribo de grandes firmas internacionales de la distribución (Carrefour, Jumbo, Makro), y ha sido acompañado por importantes cambios en las formas de competencia y en las articulaciones intersectoriales, la reestructuración y modernización de varias cadenas nacionales de la distribución, y el surgimiento de nuevos agentes en el sistema de producción y distribución de alimentos. Las transformaciones se profundizan en la presente década, con la fuerte expansión registrada por las grandes empresas del sector (a las que se aludirá en adelante como Gran Distribución o GD) y el arribo de nuevos competidores extranjeros, agudizando las formas de competencia imperantes tanto intra-sectoriales como inter-sectoriales. La estructura del comercio minorista de alimentos cambia en estos años. Hacia fines de la década de los setenta, más del 70% de las ventas de alimentos en el país se realizaba en los negocios tradicionales especializados: almacenes, carnicerías, verdulerías y fruterías, pescaderías, fiambrerías, panaderías. En el período comprendido entre los dos últimos censos económi-cos (datos para 1984 y 1993) se registra la desaparición de más de 64.000 establecimientos minoristas de la alimentación englobados en la categoría de pequeños comercios tradicionales, con un pérdida de aproximadamente 125.000 puestos de trabajo. En 1993, estos negocios, representando el 99% del total de los establecimientos minoristas de la alimentación en el país, absorbían el 81% del empleo del sector, alcanzando al 50% de las ventas. La caída de la ocupación en este estrato de negocios entre 1984 y 1993 fue del 35%, y la desaparición de locales del 31% (INDEC, Censos Económicos). Los supermercados pasan de una participación en las ventas del 24% en 1984 al 50% de las ventas minoristas de bienes de consumo masivo en 1993 con el 19% de la ocupación total, en un proceso a la vez de concentración económica y técnica: la ocupación en estas firmas crece en un 70% en esos años, y el número de locales disminuye en un 1%. El grupo de las empresas líderes de la GD en el Area Metropolitana está compuesto por un reducido número de firmas de capitales nacionales y extranjeros. En 1995, las ventas totales conjuntas (netas de impuestos) de las ocho mayores cadenas de la GD (excluyendo Wal Mart) alcanzaron a unos 6.400 millones de pesos, con un empleo total cercano a las 40.000 personas. Las ventas de estas grandes cadenas (Carrefour, Jumbo y Makro de capitales extranjeros; Coto, Disco, Norte, Tía, y Su Supermercado, de capitales nacionales) representaron el 20% del total de las ventas minoristas de productos de consumo masivo en el país, y el 15% de las ventas en el mercado interno de las industrias de la alimentación. Las cadenas nacionales conservaban en ese año el mayor porcentaje de las ventas conjuntas del grupo de las ocho empresas líderes: un 57%, frente a un 43% en manos de los hipermercados de capital extranjero. Esta relación cambiará sin duda en los próximos años, con el arribo de nuevas cadenas extranjeras, configu-rando un escenario en el que la distribución minorista de alimentos estará controlada en su mayor parte por empresas multinacionales. El Area Metropolitana constituye la zona por exce-lencia donde se registran estos cambios. La expansión en número de locales y áreas de influencia constituyó una estrategia de la GD presente desde 1992. A partir de 1995 se produce una verdadera "explosión" de nuevas aperturas. Las efectuadas y programadas por las principales empresas para el bienio 1995/96 representan más del 30% del número de total de locales existentes en 1994, llevando a la superposición de áreas de influencia en algunas localidades del Gran Buenos Aires, a la densificación de áreas en Capital Federal, y a expansiones hacia el segundo cinturón del Gran Buenos Aires y hacia el interior. Las estrategias implementadas por la GD en años recientes (si bien existe una fuerte heterogeneidad en términos de productividad y eficiencia entre las firmas) para ganar partes de mercado y aumentar sus márgenes de ganancia han incluido: i) redefinición de los perfiles comerciales y del posicionamiento de las empresas en el mercado, junto a políticas de captación de clientela (precios más bajos que la concurrencia, énfasis en la calidad de los bienes ofertados, diversificación hacia nuevos productos y servicios), ii) innovaciones tecnológicas y organizativas: rediseño de los circuitos logísticos, incorporación de sistemas informáticos, intentos de funcionamiento en flujos tensos ("just-in-time"); iii) políticas de gestión financiera -diferencias entre los plazos de cobro y de pago a proveedores; iv) políticas organizacionales y gerenciales : manejos de espacios de venta y de stocks, merchandising; v) nuevas estrategias en alimentos y en particular en alimentos frescos; vi) desarrollo incipiente de marcas propias o privadas; vii) intensificación en la apertura de nuevos puntos de venta en localizaciones tradicionales y en nuevas áreas geográficas. El despliegue de estas estrategias, (los desarrollos en tecnologías informáticas y logísticas son aún incipientes y están lejos de posibilitar altos niveles de coordinación con los proveedores) junto con los planes de expansión anunciados, permite prever una evolución en el corto y mediano plazo hacia el logro de mayores niveles de eficiencia, modificando las actuales posiciones competitivas de las firmas líderes. La evolución de la competencia inter e intra-formato ha llevado a las grandes firmas del sector a un recentraje en su oferta de alimentos, con una especial atención a la oferta de productos frescos. La participación actual de los alimentos en la ventas totales de las principales empresas de la GD del Area Metropolitana alcanza a más del 80% en el caso de las grandes cadenas de supermercados, y varía entre un 55% y un 65% en los hipermercados. El desarrollo de la GD ha modificado las formas y contenidos de las relaciones intersectoriales. El poder de decisión y la búsqueda de mayores productividades está desplazándose cada vez más hacia las etapas finales de las cadenas alimentarias, con el consiguiente mayor control de la GD sobre la dinámica conjunta de los sistemas agroalimentarios. Las formas de articulación varían según los distintos tipos de agentes que operan en los sistemas agroalimentarios. La relación entre las empresas de las industrias de la alimentación y la gran distribución conserva las características de acuerdos entre actores con fuertes poderes económicos relativos. Distintas son, por el contrario las relaciones de las pequeñas y medianas empresas agroalimen-tarias (Pymes) o de los pequeños productores agropecuarios con las firmas de la GD. En este caso nos encontramos con relaciones fuertemente asimétricas, en las que las Pymes deben adaptarse a las exigencias impuestas por las empresas de la gran distribución si quieren tener presencia en sus góndolas. Las grandes empresas industriales de la alimentación se enfrentan, sin embargo, a nuevos desafíos: productivos (permanente desarrollo de nuevos productos; disyuntiva de transformarse en productores de bienes de marca propia de la gran distribución), tecnológicos (innovaciones en productos y procesos), logísticos (desarrollo de infraestructuras propias de almacenamiento y distribución), comerciales (defensas de sus marcas frente al avance de las marcas de la GD). La importancia creciente de la oferta de alimentos frescos en las estrategias comerciales recientes de super e hipermercados induce procesos de reestructuración en los canales tradicionales de comercialización mayorista de los rubros agropecuarios. Las evidencias recogidas en la investigación muestran que estos cambios siguen las tendencias observadas en los países industrializados: debilitamiento de los mercados de concentración mayorista, surgimiento de nuevos agentes en la intermediación producción- gran distribución, profundización de las relaciones contractuales con los productores primarios; concentración de la producción primaria en los productores más eficientes y capitalizados, capaces de adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por la GD. El desarrollo de la GD ha modificado asimismo la importancia de los canales mayoristas de bienes alimentarios industrializados. A partir el gran volumen de compras que realiza, la GD viene integrando las funciones de intermediación mayorista a través de la compra directa a proveedores, con la consiguiente reducción del ámbito de acción del mayorista tradicional. Los grandes supermercados e hipermercados realizan en promedio un 88% del valor total de sus compras de productos de la alimentación (excluidos los alimentos frescos no industrializados frutas, verduras y carnes-) en forma directa a proveedores o a distribuidores exclusivos. Los mayoristas de bienes alimentarios atraviesan un proceso de profundas reestructuraciones y reconversiones, el que está dando como resultado el cierre de empresas, la fusión de otras, y fuertes redefiniciones de sus roles y funciones En el ámbito del pequeño comercio tradicional de la alimentación, particularmente afectado por la nueva dinámica de las ventas minoristas, han surgido algunas acciones y respuestas, aún incipientes y aisladas, cuya magnitud y posibles impactos son difíciles de evaluar por la falta de información (reconversiones hacia nuevos formatos, acciones colectivas del tipo "shopping a cielo abierto"...). A ellas se suman recientes iniciativas provenientes del sector público, tendientes a apoyar la modernización y reconversión de estos actores. La evolución que se ha registrado en la distribución minorista en los países industrializados, que comienza a reproducirse en el país, y las tendencias previsibles recogidas en esta investigación indican que el escenario futuro del comercio minorista de alimentos estará caracterizado por: − Fortalecimiento del poder de negociación de la Gran Distribución en la dinámica conjunta de los sistemas agroalimentarios. − Creciente internacionalización de los sistemas agroalimentarios, tanto en su etapa de comercialización minorista como de producción industrial. − Reestructuración del sector de negocios minoristas tradicionales y difusión de los formatos self-service, junto con el desarrollo de nuevos formatos en la GD (hard discount, grandes superficies especializadas no alimentarias, grandes tiendas) impul-sados por el ingreso de nuevas empresas extranjeras. − Recrudecimiento de la competencia entre las grandes superficies, y entre éstas y las cadenas más pequeñas y el comercio minorista tradicional; creciente diferenciación de las ofertas de cada cadena, desarrollo de nuevos nichos de mercado, desarrollo generalizado de las marcas del distribuidor. − La nueva dinámica de la GD se traducirá en mayores condicionamientos impuestos a sus proveedores (calidad de los productos, tiempos y formas de entrega, plazos, precios y demás elementos de las negociaciones, variedad, diversificación de productos). − Nuevos avances en el equipamiento logístico e informático, tanto de la gran distribución como de la gran industria, transformándose la logística en una variable estratégica en el juego competitivo intra e inter-sector. Surgimiento de nuevos agentes especializados en la circulación de los bienes. − Importancia creciente del MERCOSUR como ámbito en el que se disputan y revelan las ventajas competitivas de los diferentes actores presentes en los Sistemas Agroalimentarios (SAA). La conformación del mercado regional ampliado promueve e impulsa acciones, reestructuraciones y expansiones locales y regionales de la gran distribución y de la gran industria de la alimentación. Las relaciones entre estos dos grandes agentes se jugarán cada vez más en el espacio regional. La rapidez de las transformaciones en la comercialización minorista de alimentos en el país y el recrudecimiento de la competencia entre las grandes empresas del sector se revelan en los cambios ocurridos en los últimos meses. Desde la finalización de este documento (julio de 1996) hasta su publicación nuevas expansiones y reestructuracio-nes apoyan las tendencias y perspectivas señaladas: apertura de nuevos locales (Carrefour, Jumbo, Disco, Tía, entre otras); arribo confirmado de nuevas inversiones extranjeras (grupo francés Promodes); y reestructuración de los grupos empresarios y cambios en la estructura de propiedad de las empresas (Norte, Tía). En muchos aspectos, el proceso registrado en Argentina guarda similitudes con el observado en países industrializados, aunque persisten importantes diferencias. Por lo demás, la situación en esos países, a pesar del peso mayoritario y creciente de la GD, no es homogénea: los niveles y modos de vida, las legislaciones y regulaciones existentes y las distintas situaciones de la competencia imperantes a nivel nacional han modelado aparatos comerciales relativamente diferentes de un país a otro. En Argentina, la fuerza y la rapidez con que se registraron los cambios en las modalidades de venta minorista ha sido muy grande; sin embargo, la concentración de las ventas en la GD está todavía lejos de arribar a los niveles alcanzados en algunos países industrializados; la adopción y coordinación en el uso de nuevas tecnologías, y el desarrollo de nuevas formas organizacionales y articulaciones inter- sectoriales, es aún parcial y fragmentario, lo que compromete la eficiencia conjunta de los sistemas alimentarios. Los negocios tradicionales de la venta minorista y las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias se encuentran entre los sectores más afectados por las nuevas dinámicas de los SAA. Hacia ellos deberán dirigirse prioritariamente acciones conjuntas del ámbito público y privado tendientes a impulsar su reconversión y modernización. INTRODUCCIÓN Los últimos años han sido escenario de una profunda reestructuración de los circuitos de comercialización de productos alimentarios en Argentina. Ella se expresa en el desarrollo de nuevas modalidades de venta minorista, la implantación y expansión de grandes empresas de la distribución, la fuerte concentración de los negocios y la desaparición de numerosos pequeños establecimientos. Este proceso ha sido acompañado por importantes cambios en las formas de competencia y en las articulaciones intersectoriales, y por el surgimiento de nuevos agentes y centros de comando o control del sistema conjunto de producción y distribución de alimentos. Las transformaciones en los sistemas de comercialización de alimentos - que ocurren en un contexto internacional caracterizado por la profundización de la globalización y la consolidación de bloques regionales y, a nivel interno, por los procesos de apertura, desregulación y estabilización de la economía - han sido impulsados por el ingreso al país de grandes firmas internacionales de la distribución. Estas motorizan cambios en las pautas de consumo, en los hábitos de compra de la población, en las formas de organización empresarial y de articulación inter-sectorial, promoviendo la difusión de nuevas tecnologías. La dinámica reciente de los sistemas agroalimentarios en los países industrializados se ha caracterizado por: La introducción de importantes innovaciones tecnológicas y la consolidación de nuevos patrones de consumo. Ambos fenómenos llevan a una creciente terciarización de los sistemas alimentarios. Los nuevos patrones de consumo - derivados de los mayores niveles de vida, la creciente urbanización y los cambios sociales y demográficos asociados-, modifican la composición de la demanda de alimentos. Los componentes de nutrición, calidad, salud, practicidad, estilos de vida, en suma, el “alimentoservicio”, comienza a tener un peso creciente en las decisiones de compra, en oposición a la consideración exclusiva de los precios (las necesidades básicas de alimentos de la población en los países industrializados, fueron satisfechas a lo largo del boom económico de la posguerra; en épocas de crisis y en períodos recesivos, sin embargo, la variable precios recupera su importancia). La demanda se vuelve a la vez más “volátil” y específica. Ello conduce a estrategias empresariales de segmentación de los mercados y de diferenciación de productos y clientelas, lo que multiplica el número de productos ofertados y sus tasas de rotación, exigiendo a las empresas productoras y de la distribución una mayor flexibilidad y rapidez de respuesta. La gran distribución (GD) se encuentra en una posición estratégica para monitorear (y muchas veces impulsar) estos cambios en la demanda y transmitirlos hacia atrás de las cadenas agroalimentarias, a través de la información recogida en los puntos de venta. El moderno funcionamiento de los complejos agroalimentarios se asienta en las innovaciones en las tecnologías de la información y de la comunicación, con tendencias hacia una mayor automatización de etapas y procesos. Nuevos instrumentos -lectores ópticos, códigos de barra, programas informáticos de gestión de pedidos, de control de stocks y de clientela, de ayuda a la organización empresarial- el desarrollo del marketing y del merchandising, fueron modificando el funcionamiento de la distribución minorista de alimentos. Su difusión permitió la formulación de políticas empresariales más flexibles (políticas de stocks mínimos y de reaprovisionamiento diario) con una más rápida adaptación a las variaciones de la demanda. Las nuevas formas organizacionales tienden al desarrollo de una gestión en "flujos tensos" ( "just-in-time"), que está en la base del logro de mayores capacidades competitivas. Estas transformaciones llevan a una radical modificación de las formas organizacionales que vinculan a los productores industriales y primarios con las empresas de la comercialización minorista. Surgen nuevos actores que adquieren una importancia creciente, y que son beneficiarios de las nuevas tecnologías: los prestatarios de servicios logísticos, quienes asumen funciones que progresivamente son externalizadas por empresas productoras y distribuidoras e integran, además de los aportes de las tecnologías de la información, los progresos registrados en los sistemas de transporte, en las tecnologías de frío, de conservación y de empaque. Se transforman en agentes claves en la mayor eficiencia conjunta de los sistemas agroalimentarios, en los que los costos logísticos (transporte en formas y plazos de entrega adecuados, manejo de inventarios y stocks, almacenamiento, tratamiento de los pedidos) son particularmente elevados por el carácter perecedero de gran parte de los bienes. El desarrollo de grandes empresas de la distribución en cadena, supermercados e hipermercados, ha ido desplazando progresivamente al pequeño comercio minorista, a través de un proceso de concentración, diversificación e internacionalización. La estructura de la distribución de alimentos tiende a polarizarse entre un amplio conjunto de pequeñas empresas especializadas, y un reducido número de grandes empresas multi-producto y multi-locales, que operan a escala nacional e internacional. La concentración de las compras en la GD ha sido concomitante con la pérdida de importancia en la circulación de los bienes de los canales mayoristas de distribución. La reorganización del circuito comercial desplaza el "núcleo" dinámico y estructurador de los sistemas agroalimentarios (SAA) hacia las etapas más próximas a los consumidores finales, las grandes cadenas de hipermercados y supermercados, impulsando y promoviendo la reestructuración productiva, tecnológica y comercial en todas las etapas del sistema agroalimentario. Las grandes empresas de la circulación y distribución de alimentos se transforman en agentes prota-gónicos dentro de los sistemas agroalimentarios. Las nuevas modalidades de funcionamiento de los sistemas agroalimentarios en los países industrializados comienzan a reproducirse en Argentina, configurando un sistema productivo y comercial en transición. El propósito central de la presente investigación ha sido avanzar en la comprensión de estos procesos, y de los cambios recientes en el comercio minorista de alimentos en el Argentina, a partir de un análisis de las estrategias, políticas y prácticas comerciales de las mayores empresas de la gran distribución que operan en el Area Metropolitana. La identificación y caracterización de las empresas líderes del sector, su tamaño económico y su peso en el mercado, sus diversas estrategias comerciales y de posicionamiento, sus prácticas comerciales y competitivas, las modalidades de expansión en los últimos años, y las tendencias previsibles de su evolución en el futuro inmediato, constituyen los ejes centrales del análisis. Adicionalmente, se ha avanzado en una apreciación preliminar de los impactos de las nuevas dinámicas de la GD en el funcionamiento conjunto del sistema agroalimentario y de sus diversas etapas y agentes, a partir de las evidencias recogidas en el estudio de las estrategias de las grandes cadenas de la venta minorista. El Capítulo I presenta un diagnóstico de la estructura y de las transformaciones recientes del comercio minorista de alimentos en Argentina y de los diversos tipos de empresas presentes en el mismo, enmarcado en los cambios ocurridos en los últimos quince años en el contexto económico del país. Esta parte de la investigación se ha apoyado centralmente en el análisis comparativo de los resultados de los dos últimos Censos Nacionales Económicos, y en relevamientos, encuestas y estudios disponibles, proporcionando asimismo algunos elementos de comparación con la evolución del comercio minorista de alimentos en países europeos. El Capítulo II está dedicada al análisis de las grandes empresas de la distribución minorista de alimentos. En una primera parte, se expone la lógica económica de estas empresas y las fuentes de ganancias del capital comercial, destacando la importancia estratégica de los desarrollos logísticos en el nuevo contexto competitivo imperante en el sector. La presentación de las empresas líderes en el comercio minorista del Area Metropolitana, su performance económica, sus prácticas comerciales, formas de abastecimiento y relaciones con sus proveedores y sus recientes estrategias comerciales y modalidades de expansión son los temas que se desarrollan en los dos siguientes apartados de la Sección. La fuente principal de información para esta parte del estudio ha provenido de entrevistas a las mayores empresas, información completada con una amplia revisión de diversas fuentes (publicaciones periódicas, revistas especializadas, estudios y monografías sobre el tema), y con entrevistas realizadas a informantes claves del sector. En el Capítulo III se presentan algunos elementos descriptivos de los actuales procesos de reestructuración y reconversión productiva y comercial presentes en otras etapas de las cadenas agroalimentarias, en respuesta a la nueva dinámica de la comercialización minorista. Su propósito es el de señalar las principales tendencias que surgen del estudio y algunas reacciones incipientes que e observan en distintos sectores. El análisis en profundidad de las modificaciones en las relaciones intersectoriales a lo largo de la cadena y de los cambios inducidos en los sectores productivos y comerciales, requiere de investigaciones pormenorizadas de subsistemas agroalimentarios específicos, temas éstos que escapan a los alcances del presente trabajo. Por último, en el capítulo de Conclusiones y Perspectivas, se resumen los elementos que conforman el nuevo escenario competitivo del sector y las tendencias esperables en el corto y mediano plazo, sugiriendo algunas áreas prioritarias para el desarrollo de acciones públicas y privadas. Funcionarios y técnicos de organismos públicos, cámaras y empresas privadas han prestado una colaboración indispensable para la realización de este trabajo. En tal sentido, se agradece el aporte de información y los comentarios de las siguientes instituciones, empresas y especialistas: Organismos públicos: - INDEC - Corporación del Mercado Central de Buenos Aires Cámaras y entidades empresarias: - Cámara Argentina de Autoservicios Mayoristas (CADAM) - Cámara Argentina de Supermercados - COPAL (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios) Empresas privadas y especialistas: - CADESA S.A. (Supermercados Norte) - CARREFOUR ARGENTINA S.A. - CENCOSUD S.A. (Supermercados Jumbo) - DISCO S.A. - Lic. Roberto Dvoskin - EDI S.A. Intercambio Electrónico de Datos - IPSA-Nielsen S.A. - LA ARROCERA ARGENTINA S.A. - MAKRO - MOLINOS RIO DE LA PLATA S.A. - SU SUPERMERCADO S.A. - TIA S.A. - WAL-MART ARGENTINA S.A. EL COMERCIO MINORISTA DE ALIMENTOS EN ARGENTINA 1. Estructura del comercio minorista El sistema de comercialización minorista de alimentos en Argentina abarca una multiplicidad de negocios que cubren un amplio abanico de tipos de empresas. Estos van desde el típico kiosco hasta las grandes firmas de supermercados e hipermercados en cadena y supermercados independientes, pasando por los tradicionales pequeños comercios de proximidad, autoservicios y los modernos minimercados o negocios de “conveniencia”. El desarrollo de formas modernas de comercialización en Argentina, con la expansión de las grandes cadenas de supermercados e hipermercados y la concentración de las ventas en estas empresas, es un fenómeno relativamente reciente. En efecto, a comienzos de la década de los setenta, más del 80% de las ventas de alimentos en el país se realizaba en los tradicionales negocios especializados de alimentos: almacenes, carnicerías, verdulerías y fruterías, fiambrerías, panaderías. Su importancia se mantuvo a lo largo de la década: en 1978 estos negocios absorbían el 71% de las ventas minoristas de alimentos. Si bien la apertura de los supermercados en Argentina se remonta a los años cincuenta (El Hogar Obrero, Casa Tía) y cobra nuevo impulso en los años sesenta (Norte, Disco), los grandes cambios en el sistema de comercialización de productos alimentarios, tanto en sus formas de organización como en sus impactos sobre la dinámica conjunta de los sistemas agroalimentarios, se producen a partir de los años ochenta. El modelo de la GD y sus modalidades de expansión llegó de la mano de empresas extranjeras con el arribo de grandes hipermercados (Carrefour y Jumbo, y más entrada la década, Makro) y se expandió en un contexto socioeconómico muy diferente al de los países de origen de estos capitales. Estos cambios implican una verdadera ruptura con el sistema de comercialización precedente, impulsando una fuerte concentración de la oferta, la aparición de formatos comerciales descono-cidos hasta entonces, el cierre de numerosos pequeños comercios, y la reestructuración y modernización de tradicionales negocios minoristas, autoservicios y cadenas de supermercados nacionales. Este proceso se profundiza en la presente década, con la fuerte expansión registrada por las grandes empresas del sector y con el arribo de nuevos competidores (en particular, la gran cadena norteamericana de distribución Wal Mart), agudizando las formas de competencia imperantes tanto intra-sectoriales como inter-sectoriales (relaciones entre la Gran Distribución y sus proveedores), promoviendo nuevas estrategias de expansión comercial -nuevos formatos, desarrollos logísticos- e impactando fuertemente la estructura general de circulación y distribución de bienes alimentarios desde el productor-procesador hasta el consumidor final (canales mayoristas, circulación física de los bienes, canales minoristas). En el período comprendido entre los dos últimos censos económicos (datos para 1984 y 1993) se registra en Argentina la desaparición de más de 64.000 establecimientos minoristas de la alimentación englobados en la categoría de pequeños comercios tradicionales, con un pérdida de aproximadamente 125.000 1 puestos de trabajo . La fuerte disminución del empleo en los comercios tradicionales no se ha visto compensada por el crecimiento de la ocupación en las grandes empresas, la que sólo aumentó en esos años alrededor de 22.500 puestos de trabajo, al tiempo que el avance de los supermercados en las ventas minoristas de la alimentación en el período bajo análisis fue notable. o Las estadísticas presentadas en los Cuadros N 1 y 2 describen el proceso de concentración de las ventas en los grandes supermercados, y la pérdida de importancia absoluta y relativa de 1 En rigor, la desaparición de pequeños negocios del comercio minorista de alimentos y su impacto sobre la ocupación es sin duda mayor de lo que reflejan estas cifras, ya que en el relevamiento censal de 1995 se incluyen en este estrato los autoservicios, formato en expansión en esos años. 2 los pequeños comercios . En 1984, los negocios tradicionales y los autoservicios, representando el 99% del total de los establecimientos minoristas de la alimentación en el país, daban ocupación al 92% del empleo generado en el sector, alcanzando al 74% de las ventas minoristas de alimentos. Nueve años más tarde, estos mismos negocios, igualmente importantes en términos relativos en cuanto al número de locales, absorbían el 81% del empleo del sector, alcanzando sólo al 50% de las ventas. La caída de la ocupación en este estrato de negocios entre 1984 y 1993 fue del 35%, y la desaparición de locales del 31%. En el otro extremo los supermercados, con poco más de 2.000 establecimientos y 32.000 personas ocupadas en 1984, pasan de una participación en las ventas en ese año del 26%, al 50% en 1993, absorbiendo en este año el 18% de la ocupación total, en un proceso a la vez de concentración económica y técnica: la ocupación de estas firmas crece entre 1984 y 1993 en un 70%, y el número de locales disminuye en un 1%. o Los Cuadros N 3, 4 y 5 presentan la información censal desagregada por tipo de comercio, con la elaboración en 1993 de algunos indicadores de productividad. Dentro de la categoría de negocios tradicionales, los más importantes en términos de su contribución al número de locales, empleo y ventas fueron en 1993 los almacenes (grupo en el que se engloban otros negocios minoristas tales como fiambrerías y rotiserías). Las carnicerías y ventas de aves se ubican en segundo lugar, seguidos por las verdulerías y fruterías. Estos tres tipos de negocios disminuyeron su participación en las ventas del sector. En el caso de los almacenes, incluyendo dentro de ellos los autoservicios, la participación en las ventas pasa de un 43% en 1984 a un 33 % en l993, con una desaparición de más de 25.000 locales y una caída del empleo de más de 50.000 puestos de trabajo. Las carnicerías y ventas de aves y productos de granja también o Cuadro N 1 Argentina. El comercio minorista de alimentos en 1984 y 1993 Establecimientos 1984 1993 número estructura% número estructura% Personal Ocupado 1984 1993 número estructura% número estructura% Ventas 1984 1993 estructura% Negocios tradicionales y autoservicios Supermercados Total Comercio Minorista (1) 209553 99,0 145355 98,8 361216 91,8 236560 81,3 74,0 50,0 2052 1,0 1868 1,2 32119 8,2 54547 18,7 26,0 50,0 211605 100,0 147223 100,0 393335 100,0 291107 100,0 100,0 100,0 Fuente: Elaboración propia en base a los Censos Económicos de l984 y 1995. Notas: (1): excluido kioscos 2 Los datos de ambos censos no son directamente comparables. En 1984 la elaboración censal se basó en la CIIU, Rev.2 y en 1993 en la CIIU Rev. 3, las que presenta diferentes desagregaciones a cinco dígitos. Por lo demás, la clasificación de locales en las distintas categorías no ha sido la misma en ambos censos. En 1984 los supermercados integrales se definen de manera genérica; en 1993 incluyen sólo a los locales con más de 4 cajas registradoras. En 1984 se distinguen los autoservicios, mientras que en 1993 éstos están incluidos dentro de la categoría de almacenes. En la presentación de los datos en este trabajo se ha tratado de homogeneizar la información, agregando en 1984 ciertos rubros a cinco dígitos para aproximarlos a las definiciones de la CIIU, Rev.3 pero, debido a la reciente disponibilidad de esta información, no se ha podido avanzar en una reclasificación mas rigurosa. o Cuadro N 2 Argentina. Evolución del comercio minorista de alimentos entre 1984 y 1993 Variación absoluta Variación relativa (%) Negocios tradicionales y autoservicios Establecimientos -64,198 -31% Personal ocupado -124,656 -35% Establecimientos -184 -0.9% Personal ocupado 22,428 70% Establecimientos -64,382 -30% Personal ocupado -102,228 -26% Supermercados Total comercio minorista (1) Fuente: Elaboración propia en base a los Censos Económicos de l984 y 1995. Notas: (1): excluido kioscos o Cuadro N 3 Argentina. Estructura del comercio minorista de alimentos en 1993 Tipo de negocio Supermercados Establecimientos número estructura (%) número Personal ocupado estructura % asalariados (%) s/total Ventas mill. $ estructura 1993 (%) (1) 1,868 1,2 54,547 18.7 96,0 8,385 50,0 92,976 63,2 156,484 53.8 10,1 5,524 32,8 3,654 2,5 5,141 1.8 7,6 123 0,7 25,971 17,7 40,388 13.9 13,1 1,965 11,7 849 0,6 1,481 0.5 21,5 69 0,4 16,134 10,9 23,418 8 5,7 491 2,9 5,771 3,9 9,548 3.3 2,2 261 1,5 147,223 100.0 291,007 100.0 16,818 100.0 Almacén, fiambrería, rotisería y otros (2) Puestos de venta (3) Carnicerías y ventas de aves Pescaderías Verdulerías y fruterías Venta de pan, confiterías y pastas frescas Sub-total Kioscos Total 53,643 73,033 1,533 200,866 364,040 18,351 Fuente: INDEC, Censo Económico Nacional 1995 Notas: (1) comprende supermercados con 4 o más cajas registradoras (2)comprende los códigos CIIU, Rev 3.: 52201 y 52202; los autoservicios se incluyen en este estrato (3)comprende los códigos 52521 al 52526 o Cuadro N 4 Argentina. Indicadores del comercio minorista de alimentos en 1993 Tipo de negocio Personal ocupado/ local Supermercados (1) Ventas/local (en miles de $) Ventas/hombre ocupado (en miles de $) Indice sobre total=100 29.20 4489 154 266 1.68 59 35 60 1.41 34 24 41 1.56 76 49 84 1.74 81 47 81 1.45 30 21 36 1.65 45 27 47 114 58 100 Almacén, fiambrería, rotisería y otros (2) Puestos de venta y ferias(3) Carnicerías y ventas de aves Pescaderías Verdulerías y fruterías Venta de pan, confiterías y pastas frescas Total Fuente: INDEC, Censo Económico Nacional 1995 Notas: (1) comprende supermercados con 4 o más cajas registradoras (2)comprende los códigos CIIU, Rev 3.: 52201 y 52202; los autoservicios se incluyen en este estrato (3)comprende los códigos 52521 al 52526 o Cuadro N 5 Argentina. Estructura del comercio minorista de alimentos en 1984 Tipo de negocio Establecimientos número Personal ocupado estructura número (%) Ventas estructura mill $ argentinos estructura (%) de 1984 (%) Supermercados integrados 2,052 1.0 32,119 8.2 116,836 26.0 Autoservicios 3,615 1.7 15,641 4.0 34,776 7.7 114,512 54.1 191,295 48.7 Mercaditos 10,647 5.0 20,933 5.3 19,608 4.4 Carnicerías, aves y granja (2) 36,922 17.4 5,952 15.1 75,487 16.7 1,005 0.5 1,783 0.4 1,722 0.4 24,902 11.8 36,827 9.4 21,103 4.7 1,795 8.5 35,217 8.9 211,605 100.0 393,335 100.0 Almacén, fiambrería, rotisería y otros (1) Pescaderías Verdulerías y fruterías Venta de pan, confitería y galletitas (3) Sub-total Kioscos (4) 61,463 85,688 158,810 21,527 449,869 43,933 Total 272,068 479,023 493,802 Fuente: INDEC, Censo Económico Nacional 1985 Notas: (1) incluye los siguientes códigos CIIU, Rev.2: 62111, 62112, 62114, 62115, 62121, 62190 y 62830 (2) incluye los códigos 62131 y 62135 (3) incluye los códigos 62122, 62123 y 62124 35.3 4.8 100.0 bajan su participación en las ventas, del 17% al 12% con una pérdida de casi 11.000 locales y 9.200 puestos de trabajo. La contracción fue mayor en el caso de las verdulerías y fruterías, y mucho más fuerte en los negocios de ventas de pan, galletitas y confitería. La distinta evolución registrada por los pequeños comercios y por las grandes firmas integradas de la comercialización minoristas se evidencia asimismo en los indicadores de tamaño relativo (personal ocupado por local, ventas por locales) y de productividad (ventas por ocupados), o presentados para 1993 en el Cuadro N 4. Los supermercados tienen una productividad casi tres veces superior a la media del sector y más de cuatro veces superior a la de los almacenes tradicionales. Estas diferencias son sin duda más grandes entre las grandes cadenas de hipermercados y supermercados presentes en el estrato de supermercados. En cuanto a tamaño relativo, los supermercados son 17 veces más grandes que los almacenes en términos de ocupación, y 76 veces más grandes en las ventas por local. Las tendencias detectadas en la comparación intercensal, se han acentuado en los años posteriores a 1993. Las estadísticas elaboradas por IPSA-Nielsen, presentadas en los Cuadros o N 6, 7, y 8, aunque no directamente comparables con la información censal, brindan datos que permiten apreciar la evolución reciente de distintos tipos de empresas presentes en el comercio minorista de alimentos, y contrastarla con la situación prevaleciente hace dos 3 décadas : La estructura de comercio minorista presente en los años setenta comienza a cambiar a partir de la segunda mitad de los años ochenta. A pesar de la elevada participación de los negocios tradicionales en el total de los locales de venta de alimentos, (alrededor del 90% de todos los locales de venta minorista de alimentos a lo largo de las últimas tres décadas), su participación en las ventas disminuye hasta llegar a menos del 40% en 1995. El sector del self-service, con una participación muy reducida en el total de negocios 4 minoristas de la alimentación (un 10%), alcanza en 1995 al 66% de las ventas . Este estrato es muy heterogéneo, y está conformado por firmas de muy distinto tamaño y poder económico. Los pequeños autoservicios son los más numerosos (un 92% del total de los locales del estrato self-service en promedio en los últimos años), y se han expandido a lo largo de los noventa, en parte con la instalación de nuevos locales y en parte con la reconversión de negocios tradicionales de la alimentación. Sin embargo, su 3 Las estadísticas elaboradas por la consultora privada IPSA-Nielsen distinguen tres estratos de empresas: negocios tradicionales, autoservicios y supermercados (los dos últimos conforman el sector del self-service). Las muestras diseñadas para la elaboración de estas estadísticas no cubren todo el espectro del país (hasta 1994, incluían desde Bahía Blanca al norte) , ni todos los rubros de la alimentación y limpieza, y su cobertura geográfica y de tipos de negocio ha cambiado a partir de 1994, lo que dificulta la comparación de las series anuales. Estas consideraciones llevan a relativizar los alcances de estas estimaciones. 4 De acuerdo a las definiciones utilizadas por IPSA-Nielsen en diferentes momentos, los autoservicios son empresas independientes, con locales con una superficie de venta entre 100 y 400 m2 y/o con 1 a 3 cajas registradoras. Los supermercados incluyen (sin presentar información desagregada) empresas de supermercados independientes y en cadena (superficie de venta entre 400 y 2.500 m2; y/o entre 4 y 25 cajas registradoras) e hipermercados en cadena (superficies de venta mayores a los 2.500 m2; y/o más de 25 cajas registradoras). peso en el total de las ventas es mucho menor y ha ido disminuyendo: 5 concentraban el 39% de las ventas self-service; en 1995, el 35% . en 1984 o Cuadro N 6 Argentina. Evolución de los canales de comercialización minorista de alimentos Tradicionales (1) (2) Self-service Nº locales Self-service Años % ventas % locales % ventas % locales Indice 1973=100 1973 81.0 19.0 100 1976 78.0 22.0 174 1978 71.0 29.0 235 1980 69.0 31.0 253 1981 67.0 33.0 286 1982 65.0 35.0 335 1983 61.0 39.0 431 1984 56.4 43.6 490 1985 52.7 47.3 532 1986 49.3 50.7 571 1987 47.5 52.5 614 1988 45.9 54.1 620 1989 44.6 55.4 639 1990 44.0 90.2 56.0 9.8 667 1991 43.8 90.2 56.2 9.8 686 1992 43.4 90.0 56.6 10.0 698 1993 43.1 90.2 56.9 9.8 714 1994 38.1 90.4 61.9 9.6 756 1995 33.1 89.9 66.4 10.1 866 Notas: (1) tradicionales: negocios con menos de 100 m2 de área de venta. (2) self-service: negocios con mas de 100 m2 de area de venta y mas de una caja registradora (incluye autoservicios, supermercados y automercados) Fuente: IPSA Nielsen 5 Dentro de estos datos no se captan las nuevas formas de comercio minorista que están surgiendo en el tejido comercial de Capital Federal y algunas grandes ciudades del interior, tales como la evolución de los kioscos en maxi-kiocos y los minimercados o negocios de "conveniencia". o Cuadro N 7 Evolución del comercio "Self Service" minorista de alimentos en Argentina (1) Self Service AÑOS entas en % d locales vtas. totales N o Autoservicios (2) entas en % d locales vtas. totales N o (3) Supermercados entas en % dentas en % d locales vtas. totalesas. self-.servi N o 1984 43.6 7811 17.0 7061 26.6 61.0 750 1985 47.3 8483 17.7 7658 29.6 62.6 825 1986 50.7 9102 19.6 8220 31.1 61.3 882 1987 52.5 9794 20.9 8918 31.6 60.2 876 1988 54.1 9885 21.5 9059 32.6 60.3 826 1989 55.4 10187 21.4 9247 34.0 61.4 940 1990 56.0 10634 21.7 9684 34.3 61.0 950 1991 56.2 10947 21.7 9994 34.5 61.3 953 1992 56.6 11138 21.7 10241 34.9 61.4 897 1993 56.9 11381 21.8 10363 35.1 61.7 1018 1994 61.9 12062 21.6 11121 40.3 65.1 941 1995 66.4 13810 23.2 12700 43.2 65.1 1110 Notas: (1): incluye autoservicios y supermercados (2) autoservicios : entre una y tres cajas registradoras, local de venta entre 100 y 400 m2 (3) incluye supermercados e hipermercados Fuente: IPSA Nielsen Argentina o Cuadro N 8 Estructura de los canales de comercialización minorista de alimentos en 1995 Total nacional y Area Metropolitana Area Metropolitana Total nacional Locales Ventas (% sobre el total) Locales (% sobre el total) (1) Ventas (% sobre el total) (% sobre el total) 100.0 100.0 100.0 100.0 10.1 66.4 12.1 73.3 Supermercados 0.8 43.2 1.2 53.5 Autoservicios 9.3 23.2 10.9 19.8 89.9 33.6 87.9 26.7 TOTAL Supermercados y autoservicios Negocio tradicional Fuente: IPSA Nielsen Argentina Notas: (1) Comprende Capital Federal y 19 partidos del conurbano. El sub-estrato de supermercados, con sólo un 8% del total de locales de self-service (unos 1100 locales), alcanza en 1995 al 43% del total de las ventas alimentarias del comercio minorista (65% de las ventas self-service), registrando en los últimos años una tendencia creciente en su participación. Dos observaciones merecen realizarse en relación a estas cifras. En primer lugar, se incluyen las cadenas de supermercados e hipermercados, multi-locales por definición. El grado de concentración económico es, por lo tanto, más elevado que el que 6 reflejan las cifras comentadas . En segundo lugar, encontramos en este estrato empresas de diferentes formatos y con diferente número de locales: desde la gran cadena de hipermercados 2 Carrefour, con 15 hipermercados en 1996 y una superficie promedio de venta de 11.000 m , hasta grandes cadenas nacionales de supermercados como Disco, con 54 supermercados de 2 una superficie promedio de 1.100/1.200 m . El peso económico de los distintos tipos de firmas es por lo tanto desigual. A lo largo de estos últimos diez años, y con más fuerza a partir de los noventa, se ha producido un crecimiento de la GD a expensas ya no sólo del sector minorista tradicional sino también de los autoservicios. Asimismo, dentro del estrato de la GD, se registra una concentración del poder económico en las mayores cadenas, desplazando a supermer-cados más pequeños, algunos de los cuales han desaparecido del mercado en estos años (quiebras, absorciones). El proceso de concentración de las ventas en las empresas de la GD de alimentos se presenta con más fuerza en el Area Metropolitana, centro de la población de mayores recursos del país, y escenario de la expansión reciente de la gran distribución minorista. º Las estimaciones de IPSA-Nielsen, presentadas en el cuadro N 8 permiten apreciar que en Capital Federal y Gran Buenos Aires, el 73% de las ventas minoristas de alimentos corresponden a los negocios del self-service (contra un 66% en todo el país) , los que sólo alcanzan al 12% del total de locales de venta ubicados en la región. Dentro del estrato del self-service, el peso de los supermercados es mas elevado que a nivel nacional: un 54% de las ventas de alimentos de la región corresponden a estas empresas. Sin duda, la situación no es similar en Capital Federal y Gran Buenos Aires, tanto en lo que se refiere a la estructura socioeconómica de la población, la importancia de las formas modernas de comercialización, y la difusión de los nuevos patrones y hábitos de consumo asociados a ellas. Aunque no se posee información desagregada al respecto, el grado de concentra-ción de la GD es mayor en Capital Federal que en la 7 gran mayoría de los partidos del GBA . 2. Transformaciones en los canales mayoristas de comercialización El desarrollo de la GD ha impactado asimismo la estructura de los canales de intermediación existentes entre el productor y el comercio minorista. El aumento creciente en la cantidad de rubros ofertados por las grandes cadenas de supermercados e hipermercados, y su gran capacidad de compra, ha llevado a estas empresas a una integración de las funciones de intermediación mayorista, a través de la compra directa a proveedores, con la consiguiente reduc6 Según estimaciones del presidente de la Cámara Argentina de Supermercados, operan en el país 250 a 300 empresas de la GD (En Clarín 30/5/96). 7 En 1994, en Capital Federal se concentraban el 32% de los locales y el 43 % de las ventas del estrato self-service del Area Metropolitana y el 24% de los negocios con el 35% de las ventas del estrato de negocios tradicionales (IPSA-Nielsen). ción del ámbito de acción del mayorista tradicional. En el siguiente cuadro se presentan las estimaciones disponibles sobre la importancia actual de los canales directos e indirectos de comercialización según los diferentes estratos de comercio minorista. Los grandes supermercados e hipermercados, según estas fuentes, realizan en promedio un 88% del valor total de sus compras de productos de la alimentación (excluidos los alimentos frescos no industrializados -frutas y verduras, carnes-) en forma directa a proveedores o a distribuidores exclusivos, sin pasar por las empresas mayoristas. En el otro extremo, el comercio minorista tradicional sólo se aprovisiona en forma directa de proveedores en un 26% de sus compras, siendo los mayoristas su principal canal de abastecimiento. En una situación intermedia se encuentran los autoservicios, quienes se abastecen crecientemente en las nuevas formas mayoristas "cash and carry". Cuadro No 9 Canales de comercialización (en porcentajes de las compras totales, estimaciones para 1994) Autoservicios y supermercados Tradicional (1) Total(1) Total (1) Autoservicios (2) Supermercado grande (2) (proveedores y distribuidores exclusivos) 73% 32% 88% 26% 55% Mayoristas 27% 68% 12% 74% 45% Compra Directa (1) Datos de A.C.Nielsen Argentina (2) Estimaciones de Schvartzer y Huici (1995) Las proporciones de compra directa a proveedores o a distribuidores exclusivos son mucho más elevadas en algunas categorías de productos, tal como puede apreciarse en el siguiente cuadro. Cuadro No 10 Canales de comercialización Por categorías de productos (en porcentaje de compras directas) Aceites Yoghurt y leches cultivadas Comestibles Galletitas Café Vinos Finos Supermercados 94 98 97 96 100 Autoservicios 34 59 60 25 91 Tradicionales 9 41 31 8 85 Fuente: A.C Nielsen Argentina En algunos rubros de la industria de la alimentación y la bebida, la distribución corre por cuenta de las mismas empresas industriales, quienes han desarrollado sus propias infraestructuras logísticas y flotas de transporte (propia o contratada), y aprovisionan directamente tanto a las grandes cadenas de supermercados como a los autoservicios y los comercios tradicionales. Tal es el caso, por ejemplo, de la industria láctea, (rama con altos niveles de concentración económica) en donde las exigencias en materia de control de temperatura en el transporte, tanto de la materia prima desde los tambos a la usina, como de los productos de finales de consumo, de ciclos de vida cortos y elevadas tasas de rotación-, hacen del manejo eficiente de los circuitos de distribución física uno de los aspectos centrales de su competitividad. Una situación similar ocurre en la industria de las bebidas, particularmente en la cerveza y bebidas no alcohólicas. 3. Elementos de comparación con países europeos La configuración del comercio minorista de alimentos en Europa -si bien ha seguido pautas y evoluciones diferentes en los distintos países-, presenta una fuerte y creciente concentración del sector en manos de pocas y grandes cadenas y un desplazamiento del pequeño negocio tradicional, tendiendo a la conformación de estructuras comerciales altamente polarizadas, con pocas y grandes empresas que controlan la mayor proporción de las ventas y un número 8 relativamente elevado de pequeños negocios modernos y especializados . A pesar de una tendencia cada vez más fuerte hacia la expansión de las grandes empresas en el comercio minorista en toda la región, impulsada a partir de la puesta en marcha del Mercado Unico, las diferencias económicas y sociales, así como diversas formas y medidas de 9 reglamentación del sector de la distribución han producido dos imágenes contrastantes del comercio minorista en Europa (Albert y Lemaire, 1993). Los países del sur, Portugal, Grecia, y en menor medida España - país en el que en años recientes se han instalado grandes cadenas francesas del comercio minorista-, se caracterizan por una fuerte densidad de pequeños negocios, con preponderancia del pequeño comercio de proximidad y pocos hipermercados (en promedio uno cada 500.000 habitantes). El aparato comercial de Italia se encuentra también muy disperso. En este país, el pequeño comercio ha estado durante mucho tiempo protegido por una reglamentación muy estricta. En los noventa, la tendencia hacia el desarrollo de empresas minoristas modernas de gran escala se ha traducido en la disminución del número de negocios en el sector minorista en estos países, y el crecimiento de los hipermercados. Un caso resaltante al respecto es el de España: ente 1988 y 1990, a partir del ingreso del país a la Unión Europea, se registró el cierre del 46% de los comercios minoristas de la alimentación, y del 70% de los nuevos negocios que abrieron en esos años. En el norte de Europa, por el contrario, en Alemania (ex - República Federal Alemana), en el Reino Unido y en Francia, el aparato comercial se encuentra mucho más concentrado, con un promedio de 0.8 a 0.9 negocios cada 100 habitantes y un hipermercado cada 70.000 habitantes. En los pequeños países (Bélgica, Holanda) de alta densidad de población, los hipermercados están menos extendidos, pero los supermercados son numerosos. El número de hipermercados y supermercados en Francia ha crecido desde 1988. Las ventas de los supermercados han aumentado en más de un 20%, y la de los hipermercados en un 40%. En 1994, ambos tipos de cadenas minoristas, alcanzando sólo un 6% del total de negocios de la alimentación, concentraban cerca del 60% de las ventas alimentarias (y el 18% de las ventas no alimentarias) (INSEE, 1995). La disminución de los negocios tradicionales de la alimentación a lo largo de la década de los ochenta, ha sido el resultado combinado del desarrollo de la GD y de la evolución económica del país. Un estudio realizado por el INSEE muestra que, entre 1980 y 1988, en las comunas en donde se abrieron hipermercados y supermercados, dichos negocios registraron una disminución del 40%, mientras que en aquellas en las que no se instaló este formato de empresas, la caída fue del 25%. 8 Entre los factores económicos y sociales más importantes que se encuentran en la base del de desarrollo de la GD, se encuentran el tamaño del mercado, el nivel de vida de la población (ingreso disponible y proporción de gastos en alimentos), la densidad demográfica y la urbanización, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y los cambios socioeconómicos que influyen en la conformación de la familia tipo y en sus pautas de consumo, el equipamiento doméstico en bienes durables -heladeras, hornos microondas- y en automóviles. 9 En términos generales, la reglamentaciones que existen en Europa en relación al sector de la distribución pueden agruparse en cuatro categorías que responden a cuatro grandes problemáticas: a) protección del pequeño comercio, reglamentando la creación de grandes superficies (reglamentaciones de este tipo se encuentran en Francia, Italia, Bélgica y España); b) las reglas de urbanismo y el régimen de ocupación del suelo; c) restricciones relativas a las horas y días de apertura de los locales, y d) restricciones en relación a prácticas anti-concurrenciales y las relaciones entre productores y distribuidores. En los últimos años, estas restricciones han tendido a debilitarse (ver Albert J. et Lemaire M., 1993 y la serie de trabajos de la OCDE sobre distribución comercial). Alemania ha experimentado también una fuerte concentración de sus ventas en los negocios de la GD: entre 1991 y 1993, las cinco mayores cadenas minoristas aumentaron sus partes de mercado de un 45% a un 55%. Mas del 20% de los comercios minoristas desaparecieron en la década de los ochenta, disminuyendo en los noventa a una tasa promedio del 2,3% anual (Rabobank, 1994). Inglaterra presenta una de las estructuras comerciales más concentradas. La participación en las ventas alimentarias de las empresas de la GD, alcanzó, a fines de los ochenta, al 74%; los negocios independientes participaron con un 15% de las ventas, y las cooperativas con el 11% restante. La disminución de los negocios minoristas fue muy acentuada: éstos pasaron de 142.500 en 1976 a sólo 86.800 en 1990 (Spencer H, 1992). Esta resumida visión de la evolución de las estructuras minoristas en los países europeos pone en evidencia, por una parte, que la configuración actual del sistema minorista en Argentina no es un fenómeno peculiar del país. Por el contrario, éste sigue las pautas y las tendencias registra-das en los países industrializados. Por otro lado, en Argentina, a diferencia de la mayoría de los casos europeos señalados -en los que estas transformaciones tuvieron lugar a lo largo de las últimas tres décadas-, la reestructuración del comercio minorista es un proceso que arranca recientemente, entrada la década de los ochenta (España es tal vez el país cuya evolución se asemeja más a la de Argentina). La intensidad de los impactos sobre la configuración del sector ( las estructuras comerciales, la ocupación) y sobre el resto de los agentes y etapas del sistema alimentario, son por consiguiente, más fuertes. 4. El contexto económico en la evolución del comercio minorista en Argentina. Los cambios recientes en las formas de comercialización de alimentos se han producido en una época de profundas transformaciones tanto en las condiciones y reglas del juego del funcionamiento macreconómico del país como en la evolución de la economía mundial (nuevos paradigmas tecnológicos y económicos, globalización de la economía, conformación de bloques regionales, nuevas formas de regulación de los mercados mundiales, difusión a escala mundial de los nuevos patrones de consumo). La creciente concentración de las ventas minoristas de alimentos en manos de pocas grandes empresas en cadena, y el fuerte impacto de esta nueva configuración comercial sobre el pequeño comercio tradicional, es un fenómeno observable en la mayoría de los países industrializados . Sin embargo, la fuerza y la rapidez de este proceso no es siempre la misma. Los niveles y modos de vida, las legislaciones y regulaciones existentes, y las diferentes situaciones de la competencia imperantes a nivel nacional han modelado aparatos comerciales diferentes de un país a otro. En última instancia, la naturaleza del tejido comercial depende más de las características del desarrollo económico de cada país que de los gustos y estilos de consumo de sus habitantes. Los cambios del contexto económico y social en Argentina durante la última década y media se encuentran entre las principales causas de las transformaciones registradas en los sistemas de distribución de alimentos. Este proceso tuvo un impulso adicional y decisivo a partir del redespliegue internacional de las grandes cadenas de la gran distribución de los países industrializados, en respuesta a la crecientes trabas para su crecimiento interno (mercados saturados, recrudecimiento de la competencia, reglamentaciones legales y restricciones a su expansión vía nuevas aperturas). En la evolución de los canales de distribución de alimentos durante los últimos quince años 10 podemos reconocer tres sub-períodos : i) Un primer período (1980-1988) caracterizado por el crecimiento de las cadenas de supermercados e hipermercados en el país, tal como ha quedado expresado en las estadísticas presentadas. Las altas tasas de inflación imperantes en esos años, sumadas a los tradicionalmente altos costos de la circulación y distribución de alimentos en Argentina, promueven la búsqueda de alternativas menos costosas de comercialización y de compras de bienes. La GD está en posición privilegiada para responder a estas expectativas. Su gran poder de compra, la explotación de grandes economías de escala derivadas de una oferta masiva de productos, y las presiones ejercidas sobre sus proveedores en relación a los plazos de pago, la colocaron en una situación altamente ventajosa frente a los negocios tradicionales de la alimentación. Se estima que, en esos años, los precios en los supermercados estuvieron en promedio un 20% más bajos que en los negocios tradicionales (Dvoskin, R., 1995). El circuito de compra-venta de bienes, sustentado en créditos de proveedores que oscilaban entre los 30 y los 60 días (aunque podían ser menores para las empresas líderes de la alimentación), y en plazos de cobro no mayores de 25 días, les proporcionó ingentes recursos valorizados rápidamente en los mercados financieros. La clave del negocio, en la época, fue vender la mayor cantidad de bienes lo más rápidamente posible, y pagar a plazos, sin prestar mayor atención a los costos operativos del negocio. La valorización del capital era sobre todo financiera, jugando con las altas tasas de inflación; la industria subsidiaba al 11 gran comercio minorista . Se registra en estos años un crecimiento "desordenado" y muchas veces ineficiente de los supermercados, impulsado por la búsqueda de ganancias financieras. Ciertas cadenas hasta entonces de tamaño relativamente chico, tales como Disco, Norte y Coto, crecen considerablemente. Son, por lo demás, los años en los que hacen su entrada las grandes cadenas extranjeras de hipermercados, impulsando formas acrecentadas de competencia intra-formato. El pequeño comercio tradicional se encontró en una situación ampliamente desventajosa, ya que su práctica comercial no facilitaba la remarcación de los precios con la misma rapidez que las grandes cadenas. En un primer momento, ello le permitió conservar su clientela pero a costa de una fuerte descapitalización. ii) Entre 1988 y 1991/92, el panorama cambia drásticamente, registrándose un proceso de estancamiento y de reconversión en todas las etapas de la cadena agroalimentaria. Los procesos de hiperinflación esos años trastocaron las reglas del juego imperantes hasta el momento. Las grandes empresas industriales no aceptan más largos plazos para el cobro de sus mercancías, ya que las muy elevadas tasas de inflación comprometían su operativa productiva y comercial. La industria en estos 10 Este desarrollo se basa ampliamente en entrevistas a informantes claves, y en artículos en periódicos y revistas especializadas (en particular, Dvoskin R., Suplemento Cash de Página 12, 24/12/95). 11 Los distribuidores mayoristas también registraron una gran expansión en estos años, basando su negocio en la acumulación de stocks y en su posterior venta a precios más elevados. 12 años deja de subsidiar el proceso de expansión de la gran distribución . El pequeño minorista aprende a remarcar más rápidamente sus mercaderías. Se desarrolla una guerra de precios inter e intraformato (entre los grandes hipermercados y entre éstos y los supermercados), desconocida hasta entonces en la que muchos supermercados sufren pérdidas importantes y algunos desaparecen del mercado. En su conjunto, el sector de la gran distribución desacelera las tasas de expansión registradas en años anteriores, y los mayores hiper y supermercados crecen a expensas de los establecimientos mas chicos, tendencia que continúa hasta la actualidad. Al mismo tiempo, se registra una permanente apertura de pequeños comercios minoristas y kioscos, consecuencia en gran medida del proceso de privatizaciones, y de los elevados niveles de desempleo: muchos se vuelcan al comercio de comestibles. Estos pequeños negocios muestran una alta tasa de rotación (a la vez altas tasas de entradas y de salida del mercado), lo que dificulta la expansión y modernización del sector del self-service. iii) A partir de 1992 comienza una nueva etapa de expansión de la GD, tanto de las cadenas nacionales como de las extranjeras, en un contexto de fuerte recrudecimiento de la competencia, con la llegada de poderosos nuevos competidores, y de fuerte aumento de la concentración de la oferta de alimentos en las mayores empresas del sector. Los cambios en el contexto macroeconómico (convertibilidad, apertura comercial, desrregulación, estabilidad de precios) obligan a cambiar las reglas comerciales de juego. Como resultado de esta evolución la conformación actual de los canales de distribución de alimentos presenta las siguientes características: ∗ Una nueva expansión del supermercadismo, que se asienta en fuertes procesos de reconversión y reestructuración inter e intraorganizacional, centrados cada vez más en el logro de aumentos en la eficiencia y en la disminución de los costos operativos a lo largo de todo el circuito de distribución y circulación de bienes. Varias cadenas de supermercados nacionales inician en estos años planes de reconversión de su estructura comercial; algunas comienzan a incursionar en nuevos formatos de comercio minorista (hipermercados, negocios de conveniencia). Se produce una “explosión" en la apertura de nuevos puntos de venta de la GD, en una estrategia a la vez defensiva (ocupar lugares antes de la llegada de nuevos competidores) y ofensiva (ganar partes crecientes de mercado). ∗ Modernización y tecnificación de las grandes cadenas facilitada por la apertura comercial. Las mayores empresas del sector cuentan actualmente con instalaciones y equipos de primera línea, semejantes los que pueden observarse en los países industrializa-dos (importación de sofisticados equipos de lay-out y de frío, convenios con empresas de servicios internacionales para la instalación de sistemas informáticos de funcionamiento en red entre casa matriz, sucursales y 12 Según estimaciones de IPSA, el promedio de plazo de pago a las industrias de la alimentación de las grandes cadenas de hiper y supermercados pasó de 35/40 días en 1985/89, a sólo 15 días a fines de 1990. centros de distribución de las grandes y medianas cadenas, para la gestión de stocks y de reaprovisionamien-to de sus locales). ∗ Difusión en el país de modernas pautas y hábitos de consumo, entre los estratos de mayores ingresos de la población. Se reproducen parcialmente las formas de consumo imperantes en los países industrializados (alimento-servicio, mayores preocupaciones en cuanto a la calidad, nutrición y seguridad de los alimentos), configurándose una clientela cada vez más exigente y volátil, obligando a la GD al desarrollo de estrategias comerciales y de posicionamiento en el mercado que les permita a la vez retener 13 sus clientes y captar y desarrollar nuevos segmentos de consumidores . ∗ Estos nuevos desarrollos en el consumo de alimentos, ocurren en un contexto de estancamiento económico y elevado desempleo, en el que la demanda total de alimentos no crece al mismo ritmo que la expansión de las superficies de venta, lo que recrudece la 14 competencia intra formato para captar partes crecientes de un mercado estancado . ∗ La nueva configuración de la distribución minorista de alimentos redefine la relación GDproveedores, y modifica la importancia de los canales tradicionales de intermediación mayorista y minorista. La integración creciente por la GD de las funciones de intermediación mayorista, a través de la compra directa a proveedores, reduce el ámbito de acción de los mayoristas tradicionales los que se encuentran a su vez en un proceso de reestructuración y reconversión Se registran altas tasas de cierre del pequeño comercio de alimentos. ∗ La fuerte concentración comercial obliga a los proveedores (industrias de la alimentación, productores agrícolas) a aceptar condiciones de negociación más "duras", tanto en relación a los precios de venta de sus productos y a los contenidos generales de las negociaciones (merchandising, promociones, introducción de nuevos productos, etc), como a los plazos de pago. La situación no es obviamente la misma para todas las empresas. Los nuevos flujos de inversiones extranjeras en producciones dinámicas de estas industrias y la conformación de mercados oligopólicos en numerosas ramas alimentarias, aumenta el poder de negociación de la grandes empresas industriales frente a la GD. No ocurre lo mismo en el caso de las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias o de los pequeños productores agropecuarios no organizados, 13 En la actualidad, el consumidor no compra tanto un producto de marca, sino un "canal de distribución". Se estima que sólo un 10% de los consumidores que no encuentran una marca de un producto de consumo básico en una boca de venta, se dirige a otro supermercado. 14 Los primeros años de la convertibilidad, 1991 a 1993, fueron acompañados por un importante crecimiento en la demanda de alimentos, que apoyó a la expansión de la GD. Esta situación se revirtió a partir de 1994, año en que se registra una fuerte desaceleración en la tasa de crecimiento de la demanda de alimentos, la que continúa a lo largo de 1995 y comienzos de 1996, en los que se registran estancamiento y caídas del consumo. quienes deben someterse a las nuevas condiciones impuestas por las grandes cadenas de supermercados . ∗ La introducción de innovaciones tecnológicas y organizacionales -si bien todavía de manera fragmentaria- permite el desarrollo de sistemas de comercialización mas eficientes. La GD minorista comienza una nueva reestructuración, configurando un sistema en transición, en el que la incorporación de nuevas formas organizativas y técnicas es aún incompleta. A. LA LOGICA ECONOMICA DE LA GRAN DISTRIBUCION MINORISTA 1. Estrategias y fuentes de ganancia en la Gran Distribución La irrupción de las grandes cadenas de supermercados e hipermercados en la trama del tejido comercial minorista modifica drásticamente las formas de competencia imperantes en el sector. A diferencia del pequeño negocio especializado de la alimentación, la GD ofrece una amplia variedad de bienes (en una mayor diversificación de su surtido), aunada a un conjunto de servicios de distribución, que forman parte igualmente de su oferta. Esta conjuga una combinación particular (según las propuestas de las distintas empresas) de surtido, precio, calidad, ambiente, practicidad, servicios, información, accesibilidad (localización). La naturaleza de la competencia entre los diversos tipos de formatos y fórmulas presentes en el sector (pequeño negocio de proximidad, negocios de conveniencia, pequeños autoservicios, supermercados independientes y en cadena, hipermercados), evoluciona con el tiempo. Intertipo por definición en sus comienzos - competencia entre distintos formatos -, la competencia se vuelve cada vez más intra-tipo -entre empresas del la GD - a medida que aumenta el número de aperturas de grandes cadenas minoristas. Mas tarde, nuevas o renovadas fórmulas aparecen en el mercado (grandes cadenas especializadas) y se retorna a una competencia inter-tipo. La naturaleza de la competencia, su intensidad y su evolución inducen diversas estrategias: de posicionamiento, organizacionales, de crecimiento y expansión, de las grandes empresas. Las respuestas estratégicas de la empresa/insignia se juegan a un doble nivel, el de la firma y el del negocio o local. Estas pueden ser de diverso tipo (Ducrocq C., 1991): − organizacionales: no directamente perceptibles por el consumidor. Estrategias de redes, centralización versus descentralización, gestión comercial (compras, logística, manage-ment). La primer respuesta del distribuidor es dirigirse a sus proveedores, comprar mejor. − de comunicación: tendientes a intensificar la imagen de la empresa sin cambiar sus características. − de marketing: modificando las características de la insignia vía surtido, precios, servicios, etc. − estrategias de crecimiento: expansión por crecimiento interno (creación de nuevos locales); crecimiento externo (compras); diversificación horizontal, integración hacia atrás o hacia adelante de la cadena ( oferta de servicios alimentarios); internacionali-zación. El caso de Francia es ilustrativo de la evolución de la competencia en la GD minorista. Desde los años ochenta, los hipermercados han tenido como principales concurrentes a las otras cadenas de hipermercados y a los supermercados de descuento. Esta modalidad de concurrencia intra-tipo continúa en los años noventa, junto con una nueva y fuerte competencia inter-tipo: los hipermercados no pueden mantener su posición de generalistas en los lugares de implantación de las grandes superficies especializadas. La nueva estrategia de los hipernercados será un recentraje sobre los productos alimentarios, con una política de surtido más selectiva, en la ya que ha comenzado a desarrollarse una mayor oferta de alimentos frescos. Siguiendo estas evoluciones, puede delinearse un modelo de ciclo de vida de las diversas fórmulas de la distribución, similar a los ciclos de vida de los productos: i) fase de lanzamiento, con una competencia básicamente inter-tipo, desarrollo y extensión de la nueva fórmula; ii) fase de crecimiento, en la que las situaciones de competencia intra-tipo se multiplican hasta llegar a ser predominantes, fragilizando la posición de las cadenas más chicas o menos exitosas, impulsando procesos de concentración, centrando las estrategias de las grandes cadenas en la búsqueda de mayores ganancias de productividad; iii) fase de madurez: la concentración económica que lleva a situaciones oligopólicas, y una relativa saturación de los mercados limitando las posibilidades de crecimiento; las estrategias de recentraje y de internacionalización se despliegan; iv) fase de declinamiento, en la que las fórmulas que no supieron o pudieron adaptarse a las nuevas reglas competitivas desaparecen. Las distintas estrategias adoptadas por la gran distribución, los estilos de su gestión comercial, el mayor o menor éxito en sus políticas, se traducen en la evolución de sus ganancias. Estas, en el gran comercio minorista integrado, provienen a la vez de sus márgenes de comercialización y de la velocidad de rotación de los capitales invertidos. La obtención de altos márgenes de comercialización, estrategia inicial de la GD, no constituye en el actual contexto competitivo, -en el que la competencia intra-tipo ha obligado a los diferentes formatos a una alineamiento de los precios- , el principal factor de su éxito comercial. Por el contrario, la rotación del capitales juega un rol estratégico en el negocio comercial, transformándose crecientemente en la principal fuente de ganancias y de financiamiento de las inversiones. Dos elementos centrales determinan la velocidad de rotación de los capitales: la velocidad de rotación de los productos (que se expresa en días de permanencia en stocks) y el crédito de proveedores (plazos de pago). En conjunto, la mayor rapidez de rotación de los stocks de bienes y el alargamiento de los plazos de pago a proveedores proporcionan a la GD importantes flujos de efectivo de corto plazo, que en algunos casos pueden llegar al equivalente de más de un mes de funcionamiento de sus negocios, transformándose en fuente de importantes ventajas competitivas. El crédito de proveedores está determinado por las estructuras competitivas existentes (en cada país, en cada sector o rama de actividad), y el poder relativo de negociación de las partes. La velocidad de rotación de los stocks, a su vez, depende de la eficiencia lograda en el funcionamiento de los circuitos logísticos. En resumen, el objetivo comercial de la GD es a la vez financiero y logístico: aprovechar su gran capacidad de compra para minimizar los costos de compra y obtener mayores plazos de pago, y mejorar los procesos de aprovisionamiento para llegar tendencialmente a un stockcero en los locales, a una lógica del "flujos tensos" o de funcionamiento "just-in-time" que se traduce, en términos de de sus locales, en una minimización de los espacios de depósito a favor de las superficies de venta. 2. Logística y nuevas capacidades competitivas La obtención de una mayor eficiencia operativa que se traduzca en reducción de los costos de distribución, política impulsada por la competencia acrecentada entre las firmas de la GD y las tendencias decrecientes de los márgenes comerciales, coloca a la logística en el centro del desarrollo de nuevas capacidades competitivas, en estrategia principal para aumentar las ganancias del comercio y en una fuente adicional de poder económico entre los agentes del canal de la distribución. La puesta en disponibilidad de los productos en el mercado es el resultado de un conjunto de operaciones, sucesivas o simultáneas, que atraviesan las fronteras de las empresas involucrándolas en una misma lógica de funcionamiento. La función de intermediación entre la producción y el consumo abarca tres tipos de flujos / funciones (ver Gráfico 1): − flujos físicos de los bienes, funciones técnico comerciales de acceso al mercado (transporte, agrupamiento, conformación de lotes, almacenamiento, manutención) − flujos monetarios (distribución de riesgos comerciales y financieros) − flujos de información (hacia el productor y hacia el consumidor) La logística de flujos no se reduce por lo tanto a un conjunto de técnicas que determinan el movimiento de las mercancías desde atrás de la cadena hacia adelante (transporte, mantenimiento...), si bien estas técnicas están comprendidas dentro de la misma. La logística se presenta como una verdadera actividad de gestión cuyo objetivo es la coordinación de diferentes operaciones comerciales e industriales de tal manera que las mismas sean puestas en movimiento ni demasiado temprano (riesgo de crear stocks costosos), ni demasiado tarde (rupturas de aprovisionamiento), en relación a una demanda expresada y existente (Paché, G., 1994). Las recientes transformaciones organizacionales y tecnológicas de la GD en los países industrializados en la prosecución de este objetivo incluyen los siguientes elementos que sustentan la estrategia de organización de los flujos a partir de las señales emitidas por la evolución de las ventas finales: Centrales de Compra de la GD, en las que se centraliza la información y se concentra la función comercial de las empresas A partir de la central de compras se define la política comercial del conjunto de la empresa o grupo económico, se realiza el referenciamiento y selección de proveedores, se fijan las normas de calidad y los condicionamiento logísticos y se gestiona centralmente la compra para los diferentes locales de la empresa. Sistemas de distribución centralizados: depósitos centrales o centros de distribución (CDC), plataformas, nuevas flotas de transporte15. 15 Una plataforma, a diferencia de un depósito, no es un lugar de acumulación de stocks, sino un lugar de tránsito de las mercaderías, en donde las mismas son reagrupadas según los requerimientos de cada punto de venta. Modernas técnicas de manipuleo de las mercaderías y la automatización creciente de tareas, así como la rápida salida hacia las bocas de venta, permiten grandes ahorros en los costos de circulación de las mercaderías. Sistemas informáticos que facilitan la gestión de stocks a lo largo de la cadena de oferta (pedidos a la industria, gestión de stocks en depósitos centrales y en los locales de venta), la comunicación y las relaciones intra e inter-organizaciones. Sistemas de información en los puntos de salida: lectores ópticos, (scanners), y sistemas de tratamiento de los datos, que permiten a la GD, a partir de la generalización en el uso de los códigos de barra en los productos, analizar la evolución de los patrones de consumo y de compra de sus clientes y anticiparse a los cambios en los mismos, lo que a su vez permite una mejor gestión de los stocks y un acercamiento al funcionamiento just-in-time. Los flujos de información necesarios para regular los flujos de mercaderías desde la demanda hacia la oferta reposan en primer lugar en el control de sistemas de información que atraviesan toda la red de circulación física y que permiten tomar las decisiones en los tiempos adecuados16. En segundo lugar, en la coordinación intraorganizacional y en especial interorganizacional, a través del desarrollo de lazos estrechos entre clientes-proveedores. El funcionamiento "just-in-time" exige por lo tanto, no sólo infraestructuras adecuadas de depósito, adaptación y transporte de bienes, sino sistemas de transmisión de información y comunicación comunes, a lo largo de todo el circuito de distribución de las mercaderías. En las cadenas logísticas, cada socio tiende de manera espontánea a desarrollar sus propias nomenclaturas y sus propios instrumentos de comunicación. Pero una coordinación interorganizacional requiere de un lenguaje común a todos. Esta lógica está en el origen de la concepción y el desarrollo del EDI (intercambio electrónico de datos), el que consiste en transferir, por vía electrónica, de computadora a computadora, datos generalmente estructurados sobre la base de mensajes normalizados y aprobados por los socios (normas comunes en el lenguaje informático). El EDI lleva a reemplazar el intercambio tradicional de documentos en papeles por una transacción "inter-aplicaciones", a través de redes de comunicación públicas o privadas17. Gracias a las infraestructuras logísticas y al desarrollo de los sistemas de información, la GD puede ajustarse a las restricciones surgidas por la volatilidad de la demanda, transfiriendo el problema del ajuste de reaprovisionamiento a sus proveedores. Los stocks de productos remontan un nivel (de los puntos de venta a los centros de distribución) o dos niveles (de los puntos de venta a la industria, pasando por una plataforma de distribución). La GD se beneficia a la vez de una mayor productividad (flujos masificados, mejor manejo de stocks), y de una mayor flexibilidad (las entregas a los locales de venta se ajustan a la demanda y sus variaciones, con menores posibilidades de ruptura). El funcionamiento adecuado de estas nuevas formas organizacionales requiere una nueva "cultura comercial", nuevos métodos de trabajo y relacionamiento, un diálogo más estrecho entre proveedores y distribuidores. En otras palabras, exige encontrar un equilibrio en un funcionamiento basado a la vez en la competencia y en la cooperación. 16 A partir de las redes de distribución física, se organizan los reaprovisionamiento s regulares, muchas veces diarios, sobre la base de la técnica de agrupamiento por destinatario: cada local de venta recibe una carga compuesta de diferentes referencias, pero de pocas cantidades de cada una de ellas. 17 Las economías inducidas por el EDI a la vez en el ahorro del papel, en el tiempo de transmisión de la información (costos de comunicación) y en la limitación e identificación de los riegos de error, son considerables. El intercambio de información es más rápido y confiable, y menos costoso. Tres grandes interrogantes surgen en relación a los alcances y posibilidades de generalización de las nuevas formas de competencia y de generación de mayores ganancias en productividad en los sistemas agroalimentarios: El primero alude a las especificidades propias de un sistema productivo sujeto a restricciones de orden biológico: el aprovisionamiento de materias primas depende directamente de actividades ligadas a los ciclos naturales de la actividad agropecuaria, los que - a pesar de los considerables avances tecnológicos realizados - imponen sus ritmos propios de producción a las exigencias de entregas inmediatas de insumos perecibles y de duración de vida muy cortas. Los otros interrogantes son propios a las nuevas modalidades organizativas que impone el funcionamiento "just-in-time": Hasta dónde cooperar? El funcionamiento en flujos tensos exige que los socios lleguen muy lejos en el intercambio de información, incluso de datos confidenciales. Pero la optimización en el flujo de mercaderías y de información no elimina de ninguna manera los enfrentamientos entre proveedores y distribuidores, el juego de fuerza de los respectivos poderes de negociación. Y ya que se trata de ganancias nada despreciables18, ¿cómo repartir entre las partes las nuevas ganancias en productividad? La cooperación puede transformarse entonces en una integración virtual, si uno de los actores es dominante (caso, por ejemplo, de la relación Pymes-GD), o bien en una alianza estratégica, si hay un doble liderazgo (gran industria-gran distribución). 3 . Algunos desarrollos en países europeos En la década de los noventa, en condiciones de alta competencia intra-formato, superposición de las zonas de influencia de cada GD, desfidelización creciente de la clientela, y surgimiento de nuevos formatos de la GD centrados en una estrategia de bajos precios (hard-discounts) situación prevaleciente en la mayoría de los países europeos -los márgenes de comercialización se reducen, y tienden a ser muy bajos . Ello lleva a la GD por una parte a reforzar los condicionamientos de compra sobre sus proveedores, haciendo jugar su gran poder de negociación, y por otra a buscar mejoras en su eficiencia para reducir sus costos operativos y optimizar su rotación de sotcks. En los países del sur de Europa, por ejemplo, los días de plazo a proveedores exceden los días de stocks en dos o tres meses, situación que se encuentra especialmente en Italia y en Francia. En relación a la rotación de stocks, la diferencia entre las grandes firmas de la GD en Europa son significativas, variando entre 14 y 41 días, con un promedio para Europa de entre 25 y 30 días (Rabobank, 1994). 18 Según un estudio realizado por la empresa Coca Cola en Francia, los beneficios potenciales que puede obtenerse llegan a un 2,4% del precio de venta al consumidor. Un 60% de las ganancias de productividad serían apropiadas por los distribuidores y un 40% por los proveedores. Las ganancias se encuentran más en la logística (1.5%) y dentro de ellas sobre todo en el flujo de productos (1.3%), que en el márketing (0.9%) (Revista LSA No 1427, enero de 1995, Paris). Los márgenes de comercialización en Europa y las principales etapas del desarrollo logístico en Francia se resumen en los siguientes recuadros: Los márgenes de comercialización en Europa La situación no es similar en todos los países europeos. Los márgenes antes de impuestos varían entre un 0.5% y el 3% en los principales mercados (los márgenes brutos oscilan entre un 20% y un 30%). Gran Bretaña, sin embargo, tiene márgenes excepcionalmente elevados (9%), los que surgen de una combinación de: elevada eficiencia en sus compras; la ausencia de restricciones legales para el establecimiento de grandes superficies (amplia posibilidad de explotar las economías de escala asociadas a grandes superficies); su fuerte posición de mercado (sustentada por poderosas marcas propias) que les permite retener la mayor parte de las ganancias en eficiencia sin necesidad de traducirlas en menores precios; la ausencia de hard-discounts; y de un acuerdo entre las cinco mayores firmas de la GD para evitar la guerra de precios. En el otro extremo, los minoristas de Alemania presentan, (junto con los de Francia) los márgenes más reducidos. En este caso, la fuerte presencia de los hard-discounts sumada a la recesión económica, ha obligado a la GD a volcarse a una estrategia de bajos precios. En Francia, la competencia de precios intra-formato es mucho mas aguda, y sus márgenes de comercialización se sustentan en créditos de proveedores excepcionalmente largos. Fuente: Rabobank (1994) Etapas en el desarrollo logístico Problemas encontrados Los merc proveedores adería entregan d el comercio minorista en Francia Solución logística la en forma de sordenada - a los locales de venta (colas de vehículos, etc.) Impactos organizacionales Período dis tribución Las modalidades de reaprovisio namiento de (CDC) para canalizar los productos desde los CDC son im puestas por los minoristas a los prove edores a los puntos de venta los proveedores Surgimiento de centros de - - - 70's - los CDC son propios de los minoristas o alquilados, y la GD posee su flota de transporte para la entrega a las bocas de venta Los minoristas se sienten demasiado Los CDC y las flotas de trans porte son los minoristas se recentran en sus actividades involucrados en las operaciones logísti confiadas a presta tarios especializados principales - cas - - 80's obtienen de esta forma una ren tabilidad mayor - Subutilización del espacio disponible en Transformación del espacio de depósito en - los stocks de productos termi nados son los negocios minoristas superficie de venta localizados en etapas anteriores de la cadena - 90's - se implementa el just-in-time desde los centros de distribu ción - Fuente: Paché G., 1994 En una primera etapa, tanto la industria francesa de la alimentación como, posteriormente la GD, tomaron a su cargo el desarrollo de apropiadas infraestructuras logísticas. En un segundo momento, sin embargo, el proceso de recentraje en sus actividades principales llevó a una creciente externalización de estas funciones y su contratación a terceros, con el surgimiento de prestatarios logísticos especializados19. La lógica del crecimiento contractual los transforma en socios privilegiados tanto de la industria como de la GD. El prestatario logístico se transforma en un nuevo agente dentro de los circuitos de distribución de bienes, con una posición estratégica en la interfase producción y mercados. Su rol de oferente de multiservicios y multi-productos le permite obtener mayores economías de escala y de profundidad (amplitud de gama) en el tratamiento de las mercaderías en circulación, pues trabajan para una pluralidad de clientes. La gran mayoría de los productos presentes en las grandes cadenas alimentarias de Francia pasan por una plataforma de distribución20. Según estimaciones de Eurostat, el 85% de los 19 La disyuntiva entre internalización o externalización de las actividades logísticas está en gran medida condicionada por la existencia de agentes capacitados y especializados en estas funciones, y por la facilidad o dificultad en evaluar la performance del sistema de distribución física (transparencia en las gestiones, formas institucionales adecuadas, etc.) 20 Se estima que por cada 100 m2 de superficie de venta en hipermercados y supermercados, existen 70 m2 de superficies de depósitos y plataformas. (Paché, 1994) aprovisio-namientos de Intermarché (segundo gran hipermercado de Francia) se realiza a través de sus propias plataformas logísticas. En Carrefour, el 60% de los aprovisionamientos de productos secos y el 95% de los frescos transita por plataformas subcontratadas. Las ganancias de productividad que se alcanzan con una mayor eficiencia logística son conside-rables. Los costos logísticos en Europa disminuyeron en casi un 30% entre 1987 y 1992, pasando del 14.3% de las ventas al 10%; las mayores disminuciones se registraron en el transporte21. En conjunto, transporte y almacenamiento explican entre el 60% y el 80% de los costos logísticos en la circulación de bienes. Las ganancias de productividad que pueden lograse a nivel de los locales de venta son asimismo considerables, ya que los costos vinculados al mantenimiento de las merca-derías en los puntos de venta representan cerca del 20% de los gastos de funcionamiento de un supermercado (Pache, 1994). Se puede apreciar, a partir de estos datos, la importante fuente de ventajas competitivas que pueden alcanzarse a través del logro de una mayor eficiencia en las etapas de circulación de los bienes. En cuanto a la evolución en la introducción de innovaciones informáticas, luego de su arranque a fines de los 70, el intercambio electrónico de datos se difunde rápidamente en el tejido industrial de los países occidentales. La implementación del sistema de flujos tensos comandados por las variaciones de la demanda no se reduce, sin embargo, a la instalación de nuevas herramientas informáticas. Es un proceso de larga evolución, que exige costosas inversiones para cada una de las partes involucradas. Su funcionamiento óptimo requiere que todos los agentes participantes en el circuito de distribución (proveedores, prestatarios logísticos, distribuidores, minoristas) estén integrados a un funciona-miento en red, lo que está lejos de ser una realidad en la mayoría de los países europeos en los que este sistema lleva varios años de desarrollo22. En resumen, los nuevos desarrollos logísticos no van necesariamente de la mano con la generalización de las modalidades de funcionamiento “just-in -time". Las innovaciones en tecnologías organizacionales e informáticas requieren inversiones costosas y largos tiempos de maduración para generalizarse a todo el circuito de distribución de bienes. Asimismo, pueden suscitar conflictos potenciales y/o enfrentamientos en relación a las formas de distribución de los riesgos y beneficios asociados a estas nuevas dinámicas interorganizacionales. La evolución en la introducción de innovaciones logísticas en el gran comercio minorista francés ilustra sobre los tiempos de implementación, las problemáticas enfrentadas y las soluciones alcanzadas, y otorga elementos comparativos en relación a la evolución registrada en Argentina. 21 En Francia, los costos logísticos son particularmente importantes en los sistemas agroalimentarios, alcanzando al 13.5% de las ventas y al 46% del valor agregado en el caso de las industrias alimentarias. La distribución de los costos logísticos en estas industrias es la siguiente: 59% transporte; 21% almacenamiento; 9 % administración de las ventas; 5% los costos financieros; 6% la gestión de la producción. Para los comerciantes minoristas, estos costos se distribuyen en un 55% transportes, 32% almacenamiento, 6% administración de las compras, y 7% costos financieros.( Paché, 1994) 22 En una de las mayores cadenas minoristas de Francia, Promodes, sólo 700 de sus 8.000 proveedores tenían en 1993 un software común.(Paché G., 1994) B. PRINCIPALES EMPRESAS DE LA GRAN DISTRIBUCION EN EL AREA 23 METROPOLITANA 1. Las grandes cadenas minoristas en el Area Metropolitana Las mayores firmas de la gran distribución minorista que operan en Capital Federal y Gran Buenos Aires abarcan tanto grandes hipermercados filiales de empresas multinacionales como o grandes cadenas de supermercados de capitales nacionales. En los Cuadros N 11 y 12 se presentan los elementos descriptivos generales de estas empresas a fines de 1995. El grupo de las mayores firmas de la GD del Area Metropolitana comprende en 1996 nueve empresas, las que conforman un grupo heterogéneo tanto por su trayectoria en la actividad, sus modalidades comerciales, las áreas geográficas de influencia y el origen de sus capitales. En términos generales, sin embargo, comparten un reciente período de redefiniciones comerciales e innovaciones tecnológicas que responde, en cada caso y en formas particulares, a un contexto caracterizado por el aumento de las presiones competitivas. Una breve descripción de estas empresas servirá de introducción al análisis de su importancia en el sector minorista, y de un conjunto de indicadores relativos a su desempeño económico. El arribo al país de grandes firmas multinacionales, comenzado en la década anterior, encuentra sus razones tanto en las condiciones competitivas prevalecientes en sus países de origen - recrudecimiento de la competencia entre formatos, limitaciones a su expansión por la saturación relativa de los mercados y las regulaciones y reglamentaciones existentes, estancamiento de la demanda interna- , como en los elementos del contexto económico y social presentes en los países de destino de sus inversiones. En el caso de Argentina, y de otros países latinoamericanos, la apertura comercial y las políticas de desregulación de los mercados, la estabilidad económica y política, y en particular, las perspectivas de acceso al mercado ampliado del Mercosur, se transforman en fuertes elementos de atracción de estos capitales. 23 Esta sección y la siguiente se basan en el análisis de las mayores empresas de la GD que operan en Capital Federal y Gran Buenos Aires. La información presentada ha sido obtenida a través de entrevistas/ encuestas realizadas a algunas las firmas de la GD, una extensa revisión de publicaciones especializadas, trabajos sobre el tema e informa-ción publicada en la prensa, y entrevistas a informantes calificados. La información recogida debe entenderse como una aproximación general a los datos analizados y a las estrategias empresariales. Debido a la fuerte y acrecentada competencia inter-empresarial existente en el sector, no todas las empresas accedieron a las entrevistas solicitadas, y las que lo hicieron (6 sobre 9), consideraron de carácter estratégico y por lo tanto no divulgables algunos aspectos de sus políticas y planes. Ello fue así especialmente en temas relacionados con la participación de los alimentos dentro de las ventas totales de las empresas, -en particular el lugar ocupado por los alimentos frescos-, los plazos de pago a proveedores, las tasas de rotación de los productos, el número de referencias totales y alimentarias, y los proyectos de futuras localizaciones. o Cuadro N 11 Las mayores empresas de la Gran Distribución minorista en el Area Metropolitana Origen del Locales actividades capital (mayo 1996) CARREFOUR SA 1982 Extranjero 14 hipermercados CF, GBA Interior COTO CISCSA 1971 Nacional 34 supermercados hipermercados CF, GBA NORTE (CADESA) 1960 Nacional 24 supermercados hipermercados GBA, CF Pcia. Bs. As. 1961 Nacional 54 supermercados CF, GBA Pcia. Bs. As Interior TIA SA 1947 Nacional 55 supermercados hipermercados CF, GBA Pca. Bs. As.Interior JUMBO (CENCOSUD) 1982 Extranjero 4 hipermercados CF, GBA MAKRO 1987 Extranjero 10 hipermercados club de compras GBA Interior SU SUPERMERCADO 1974 Nacional 15 supermercados CF, GBA Pcia. Bs. As WAL-MART 1995 Extranjero 4 hipermercados club de compras CF, GBA Empresas (*) GRUPO DISCO (1) Formatos (2) Inicio de Localización Notas: (*) Las empresas están en ordenadas según su ranking de ventas totales en 1995, excepto Walt-Mart, para la que no se posee información. (1) Incluye a las cadenas Disco, La Gran Provisión y Elefante. 2 2 (2) Supermercados: entre 400 y 5.000 m de sup. de venta; hipermercados: + de 5.000 m de sup. de venta. Club de compras: superficie similar a la de los supermercados. Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. o Cuadro N 12 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Datos Generales de las empresas a fines de 1995 o Ventas netas totalesN referencias Empleados Superficie ventas (m 2) Empresas CARREFOUR SA Locales Total 12 prom. formato 131,816 1,014.000 totales (millones de $) 1692 30.000 (*) COTO CISCSA 33 s/d supermercados 32 s/d s/d 20.000 (*) hipermercados 1 69,000 69.000 + 50.000 (*) 24 21 3 62.792 46,766 16,026 2226.000 5342 52 58.180 54 70.690 NORTE (CADESA) supermercados hipermercados GRUPO DISCO (1) TIA SA Tia Express Tia Demanda Tradicionales 950-1000 (2) (3) 72.000 954 parcial no 10.000 s/d parcial s/d (*) 671 total si 805 9.600 5.339 699 total si RDS, 1996 698 176 160 361 22.000 6.063 932 total 1309 1.000 2.700 si RDS, 1995 548 40.000 3.114 226 total en desarrollo 1.271 1.031 240 194 total s/d 20.000 6.000 s/d 1.820 207 total si s/d 700 s/d s/d 70 s/d total si 50.000 3.000 10.250 MAKRO Makro Kargo 9 6 3 95.000 68.000 27.000 11.300 9.000 14 1,524 1088 450 (*) 28.000 18.000 10.000 Equipamiento 1.113 41.000 2 1 1 Cajas s/d 4 WAL-MART Supercenters Sam's Club Cajas Registradoras con scanner informático (*) 900-950 JUMBO (CENCOSUD) SU SUPERMERCADO o N 257 s/d 18.000 10.000 Notas: (1) Incluye a las cadenas Disco, La Gran Provisión y Elefante (2) Datos para 1996 (3) RDS: red digital de soporte (*) Estimaciones propias. Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. 5000 A diferencia de los sucedido en otros países de la región, en los que las firmas extranjeras eligieron el camino de la asociación con empresas locales para facilitar su inserción en mercados y culturas comerciales diferentes a los de su país de origen, en Argentina estos 24 capitales se han instalado por su cuenta . Carrefour, con 14 hipermercados constituye la cadena de mayor superficie de ventas en la Argentina y la de mayor volumen de ventas. Empresa de capitales franceses, tiene una presencia internacional en 13 países, en los que en conjunto opera 250 hipermercados. Fue la primera empresa de la GD internacional que se instaló en el país en la década de los ochenta, aumentando progresisvamente su número de sus locales. En América Latina está presente en Brasil y Méjico. Dentro de los posicionamientos comerciales actuales, esta empresa ha sido la precursora de su formato, caracterizado por un surtido heterogéneo de productos ofrecidos a "los precios más bajos" en grandes salones de venta. El modelo de organización comercial, que responde a un formato único de la empresa, ha comenzado a registrar modificaciones sustanciales en los dos últimos años, en respuesta a los recientes cambios del contexto económico y al aumento de la competencia. Entre éstos se destacan la disminución de la autonomía de los locales en favor de la concentración de las decisiones de gestión comercial en la casa central, una relativa tendencia al mejoramiento de su relación con los proveedores (tradicionalmente muy "agresivas") y un mayor énfasis en la oferta de alimentos dentro del surtido de productos de la empresa. Otra cadena de capitales extranjeros (alemanes y chilenos) instalada en el mismo año que Carrefour es Jumbo, presente a través de cuatro hipermercados, un Shopping Center, y una cadena asociada de tiendas de artículos de "bricolage" ("Easy Home"). Desde sus inicios, esta empresa ha posicionado su oferta en la variedad y calidad de los productos ofrecidos, y en una amplia gama de servicios, que se dirige a un público de medianos y altos ingresos. Si bien su ritmo de crecimiento ha sido lento, ha anunciado nuevas aperturas para los próximos años. De capitales holandeses, la empresa Makro llegó al país en 1987, bajo el formato de hipermercado mayorista. Esta empresa tiene también inversiones en otros países de América Latina (Brasil y Colombia). Su clientela está conformada por grandes consumidores (comerciantes minoristas, empresas de catering, restaurantes) integrando desde 1995 la 25 modalidad del "club de compras" (Kargo) . Junto a un crecimiento en el Gran Buenos Aires e interior del país, la empresa se encuentra en proceso de adaptar su formato a los drásticos cambios relacionados con su clientela tradicional, el pequeño comercio minorista, afianzándose en la oferta de precios bajos y servicios mínimos. Actualmente ha iniciado una reorientación hacia la distribución minorista. Wal-Mart (primera en el ranking de la GD minorista en EE.UU) ha sido la última empresa extranjera en arribar al país (agosto de 1995), preanunciando los inicios de una nueva etapa de flujo de capitales extranjeros en el sector de la gran distribución minorista. Constituye una de las empresas de la distribución más importantes a nivel internacional con presencia en América Latina en México y Brasil. Su modalidad organizativa y su operatoria comercial a nivel 24 La asociación con empresas nacionales ha sido la vía escogida en las inversiones de estas empresas en particular en Méjico (Carrefour, Wal Mart, Kmart entre otras). En Argentina Carrefour comenzó su instalación con inversiones asociadas del Grupo Pérez Companc, pero posteriormente retomó el control total del capital invertido. 25 El "Club de Compras" constituye una modalidad de venta mayorista basada en la afiliación del cliente mediante una tarjeta de identificacion y el pago de una cuota anual. Estos elementos le permiten al cliente el acceso a diversas promociones y a una oferta que garantiza precios bajos. Estos establecimientos operan con el criterio costos reducidos y servicios mínimos, con el objetivo de viabilizar las ofertas por grandes volúmenes de compra. internacional se ha desarrollado a partir de inversiones en modernas infraestructuras logísticas e informáticas. Dadas las condiciones imperantes actualmente en Argentina, estas innovaciones tienen un relativo ámbito de implementación. Con la inauguración de dos "supercentros" (formato similar al hipermercado) y dos clubes de compras, la empresa compite en el ámbito local en un posicionamiento de oferta de productos y precios similar a la de Carrefour. En contraste con la relación de competencia que entabla la empresa francesa con sus proveedores, Wal-Mart es conocida por su habilidad para crear con ellos alianzas estratégicas proponiéndoles un vínculo asociativo y el manejo conjunto de la información sobre evolución de las ventas. Si bien en sus incursiones previas en los otros países de la región esta empresa ha tenido dificultades iniciales para adaptarse a las culturas comerciales existentes y a los distintos grados de equipamiento tecnológico e informático de las empresas, su arribo al país indica la proximidad de importantes cambios cualitativos en las modalidades de abastecimiento imperantes en el sector minorista. Entre las principales cadenas nacionales, Tía (1947), Norte (1960) y Disco (1961) son las de más extensa trayectoria. Tía, empresa tradicional con una amplia cobertura geográfica en el país ( 55 locales) y una oferta variada de productos de consumo general, inició en los últimos años un drástico proceso de reestructuración comercial tendiente a posicionar a la empresa en dos formatos diferenciados: "Tía Express", supermercados de proximidad, dirigidos a la compra diaria, ubicados principalmente en Capital Federal y en las principales capitales del interior; y "Tía Demanda", que adapta su oferta al contexto y clientela objetivo de zonas de menor densidad urbana y poder adquisitivo del interior del país. Esta empresa prevé varias expansiones en los próximos años, coherentes con la reciente modernización de sus locales y de la infraestructura logística de distribución, las que incluyen el inicio de un proceso de internacionalización, con apertura de locales en países limítrofes. Norte, con 24 locales en su mayoría del formato supermercados, constituye una de las cadenas más claramente identificadas por su zona de influencia original, el norte del conurbano bonaerense y Capital Federal, y por la variedad y calidad de su oferta de productos alimentarios, destinado a un consumidor de medianos a altos ingresos. Como parte del crecimiento general del sector, esta cadena comenzó en 1995 un proceso de consolidación de su presencia en el conurbano y de expansión hacia la provincia de Buenos Aires. El ingreso a formatos de mayor superficie (hipermercados) y grandes inversiones en infraestrucura logística (Centro de Distribución) constituyen otros elementos de la estrategia de la cadena para afianzar su posicionamiento. Siguiendo a Tía en la cobertura nacional, el grupo Disco integra varias cadenas de supermercados distribuídas en distintas regiones del país - Disco, en Capital Federal y Noroeste del país; Elefante, en Costa Atlántica; La Gran Provisión, en Capital Federal- junto con un reciente desarrollo de minimercados o mercados de conveniencia (Stop). La cadena Disco, que da el nombre al grupo, es la de mayor número de locales (alrededor de cuarenta), definiendo la estrategia principal de la compañía. A partir de 1991 esta empresa inicia un proceso de reestructuración y saneamiento financiero que culminó en 1996 con el ingreso al mercado de capitales y la cotización del 40% de sus acciones en la Bolsa de Valores de EE.UU. Disco es uno de los casos paradigmáticos de reorganización comercial, que en los últimos años ha implicado el cierre de algunos locales, la modernización y apertura de nuevos puntos de venta y la profundización y desarrollo de su posicionamiento en el mercado de proximidad, que contempla una amplia gama de servicios al cliente, la especialización en productos frescos y un importante desarrollo de marcas propias en alimentos. Desde su inauguración en 1974, Su Supermercado ha crecido a ritmo regular, constituyendo a mediados de los noventa la cadena con mayor número de locales en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Ubicada en el formato de proximidad, su oferta comercial ha ido creciendo en alimentos frescos, especialmente en productos congelados, panificación y pastas, rubros que viabilizan la captación de las compras diarias de mayor valor agregado. Su desarrollo en infraestructura logística y la modernización en tecnología de frío y panificación le otorgan un perfil innovador en las estrategias de comercialización de alimentos. Finalmente, Coto es la cadena de crecimiento más sorprendente de los últimos años. Iniciándose en una cadena de carnicerías integradas a principios de los '70, los supermercados Coto avanzaron en el mercado de alimentos en la línea de oferta de precios bajos, para un público de medianos y bajos ingresos. El cierre de la cadena Supercoop, de la Cooperativa El Hogar Obrero, le dió a esta empresa la posibilidad de instalarse en importantes localizaciones de la Capital Federal. Mediante un proceso de expansión que aún no ha finalizado, Coto se ubica en 1995 como primera cadena nacional en facturación y segunda después de Carrefour. Su ingreso en el hipermercadismo, la remodelación de locales y el avance sobre el Gran Buenos Aires evidencian un proceso de redefiniciones que contemplan múltiples formatos y posicionamientos. Aunque han quedado fuera de la selección, otras cadenas tales como Ekono y Unimarc tienen una importancia reconocida en el Area Metropolitana. Ekono (dos locales en GBA), empresa de capitales chilenos y argentinos, se dirije a una clientela en un radio extendido, ofreciendo un surtido concentrado mayoritariamente en alimentación, manteniendo una línea de austeridad, bajos servicos y precios bajos. Unimarc (cuatro locales en Capital Federal y Gran Buenos Aires), también de capitales chilenos ha evidenciado muestras de expansión. La falta de información fehaciente y actualizada y la inexistencia de censos o registros de empresas en las cámaras del sector, impiden una descripción completa del resto del espectro 26 de la gran distribución en el Area Metropolitana . Algunas aclaraciones deben acompañar esta presentación. Por una parte, la selección de las empresas ha seguido el criterio de su localización central en el Area Metropolitana. En un ránking nacional, en cambio, deberían considerarse entre las mas grandes empresas otras cadenas con ubicación exclusiva en el interior del país (tales como La Anonima presente en las provincias patagónicas). En segundo lugar, se ha incluído en la selección de empresas a la cadena norteamericana WalMart, aún cuando no se han podido obtener datos sobre la evolución económica de la misma. Esta decisión obedece a la significación que en el corto y mediano plazo la presencia de esta empresa, de una gran concentración y poder económico, ejercerá en el marco de competencia intrasectorial local. La cerrada cadena Supercoop, de El Hogar Obrero, merece una comentario aparte, dada la importancia que esta empresa llegó a tener hacia fines de la década del '80, con alrededor de 250 locales de venta minorista. Iniciada como actividad comercial de la Cooperativa El Hogar Obrero constituyó un importante holding que integraba a la distribución minorista, el manejo de frigoríficos, cría de aves, panificación y Shoppings (Spinetto, en Capital Federal). El shock 26 Datos obtenidos a partir de informaciónes secundarias, indican la presencia en la zona de cadenas de relativa importancia, caracterizadas por procesos de reciente expansión en sus áreas tradicionales de influencia. Entre ellas se encuentran los supermercados Eco Market (Capital Federal) Tanti, Acassuso (Zona Norte del GBA), San Cayetano, El Chivo (Zona Oeste), Camfi, La Genovesa (Zona Sur). hiperinflacionario quebró un ambicioso proceso de expansión del que podría haber surgido como uno de los mayores agentes de la comercialización minorista de alimentos del país. La crisis financiera consecuente obligó a la cooperativa a reducir ámbitos de actividad, 27 desprendiéndose de sus locales . Al momento de realización del estudio (mediados de 1996) las nueve principales cadenas poseen un número total de 214 locales, de los cuales 81 locales (el 38% del total) se encuentran en Capital Federal, 63 locales (un 29%) en el GBA, y 70 (el 33%) en el resto del país (ver Cuadro Nº 13 y Mapa Nº 1 ). Siguiendo el mapa, y el cuadro de referencia, es posible diferenciar la localización de las empresas según cuatro tendencias predominantes: i) presencia altamente concentrada en Capital Federal (Disco, Tía, Coto) ii) predominio en zonas específicas del GBA (Supermercado Norte en Zona Norte; Su Supermercado en Zona Oeste) iii) ocupación mas extendida en el conjunto del GBA (Carrefour, Makro, Jumbo) iiv) presencia en ciudades importantes del interior del país (Tía, Disco, Carrefour, Makro) 2. Concentración de las ventas, ranking de empresas, indicadores de productividad y performance. En 1995, las ventas totales conjuntas netas de impuestos de las ocho mayores cadenas de la GD que operan en el Area Metropolitana alcanzaron a unos 6.400 millones de pesos, con un empleo total cercano a las 40.000 personas. La importancia de las empresas líderes de la GD en el total del comercio minorista de bienes de consumo masivo y en el sector alimentario del país se desprende de las siguientes cifras. 27 Varios locales de El Hogar Obrero fueron comprados por las empresas Coto, Sumo, Disco y Unimarc. Además de Supercoop, también desaparecieron últimamente la cadena Davi y los autoservicios mayoristas Kaplan, La Prudencia y Karina. (Apertura, 95). o Cuadro N 13 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Distribución geográfica de los locales (en número, mayo 1996) Total Locales Capital Federal GBA Resto del país CARREFOUR 14 3 8 3 COTO 34 31 3 0 NORTE 24 7 13 4 DISCO 54 26 8 20 TIA 55 10 7 38 JUMBO 4 1 3 0 MAKRO 10 0 7 3 SU SUPERMERCADO 15 1 12 2 WAL MART 4 2 2 0 214 81 63 70 Empresa Total Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas y publicaciones especializadas. De acuerdo a nuestras estimaciones, las ocho empresas habían concentrado en 1995 aproximadamente el 20% del total de ventas del comercio minorista a nivel nacional. Una evaluación de su importancia en la oferta de alimentos industrializados en el país indica que sus ventas en estos rubros alcanzaron entre 10% y el 15% de las ventas netas de las industrias de la alimentación dirigidas al mercado 28 interno . Estos niveles de concentración, de por sí significativos, van a aumentar sin duda en los próximos años. Sin embargo, están todavía por debajo de los niveles de concentración de las ventas de las mayores cadenas en algunos países industrializados. En 1992, las partes de mercado de las tres mayores empresas de la distribución minorista fue del 75% en Suiza, y en Suecia, del 61% en Dinamarca, el 42% en Francia, el 37% en Alemania, y el 38% en el Reino Unido. La situación en los países del sur de Europa se aproxima más la presente en Argentina: las tres mayores firmas alcanzaron el 20% de las ventas en Portugal, el 13% en España y al 11% en Italia (en Rabobank, 1994). Estos niveles de concentración han aumentado en años posteriores, especialmente a partir de 1993, con la consolidación del Mercado Unico en la Unión Europea. Carrefour encabeza el ranking de las ocho empresas líderes en términos de valores de venta totales, bien lejos del resto de sus competidores. Coto y Norte alcanzan el 56% y el 53% respectivamente de las ventas de esta cadena; el Grupo Disco el 47%, Tía poco más del 40%, o Jumbo el 32%, Makro el 26% y Su Supermercado el 15% (Cuadro N 14). Considerando las ventas totales conjuntas de estas empresas, Carrefour concentra el 27% de las mismas, Coto y Norte alrededor del 15% cada una, el Grupo Disco el 13%, Tía el 11%, Jumbo el 7% y al final del ranking, Makro alcanza al 7% y Su Supermercado al 4% de las ventas conjuntas (Gráfico 2) Las distancias relativas disminuyen, sin embargo, si tomamos en cuenta solamente las ventas en alimentos. En el ranking de las ventas alimentarias de las ocho empresas, Carrefour sigue ocupando el primer lugar; Coto, Norte y Disco se ubican en el siguiente estrato con un promedio aproximado del 70% de las ventas de alimentos de la cadena líder; Jumbo y Tía comparten el siguiente estrato con un 35% de las ventas en alimentos de Carrefour, y de Makro y Su Supermercado alcanzan al 25%. o En el Cuadro N 14 se presentan asimismo algunos indicadores de productividad (ventas por empleado, participación de los salarios en las ventas totales) y de tamaño relativo o economías de escala (ventas por local, ventas por m2) de algunas de las grandes firmas para las que se pudo obtener esta información. La falta de datos para el conjunto de empresas dificulta el análisis comparativo. Una primer advertencia en relación a la interpretación de estos indicadores es que los mismos reflejan no solamente las eficiencias diferenciales de las empresas sino también resultados asociados a sus diversos posicionamientos en el mercado y sus particulares estrategias comerciales. Cabe señalar algunas evidencias. 28 La participación de los alimentos en las ventas totales varía en los diferentes formatos y cadenas (mayoritaria en los supermercados de proximidad, entre el 50% y el 60% en los grandes hipermercados). Nuestras estimaciones indican que, en promedio para estas ocho empresas, las ventas de alimentos alcanzan un 65% de las ventas totales. Ver Cuadro No 19 en la siguiente sección. o Cuadro N 14 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Ranking de empresas. Indicadores generales (datos para fines de 1995) Ranking vtas totales Vtas. por empleado Ventas por local Ventas por m 2 Salarios/ventas (Carrefour=100) (Carrefour=100) (millones de $) (miles de $) % CARREFOUR SA 100 100 141,0 12,8 s/d COTO CISCSA 56 42 27,1 s/d s/d NORTE (CADESA) 53 76 37,5 14,3 s/d 47 63 15,5 13,8 10 TIA SA 41 49 13,0 9,9 12 JUMBO (CENCOSUD) 32 75 137,0 13,4 8 MAKRO 26 150 50,0 4,7 s/d SU SUPERMERCADO 15 60 21.4 16.8 11 Empresas GRUPO DISCO (1) Notas: (1) Incluye a las cadenas Disco, La Gran Provisión y Elefante Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. En primer lugar, la situación en términos de productividad y eficiencia es muy heterogénea entre las distintas firmas del sector. Al mismo tiempo, las estrategias recientes de estas empresas, sus nuevas inversiones en tecnología e infraestructura, así como los planes de expansión previstos, indican que esta situación evolucionará en el corto y mediano plazo, modificando las actuales posiciones competitivas reflejadas en este análisis. Los indicadores de productividad por empresa muestran que las distancias entre la empresa líder del mercado y algunos de sus competidores se reducen: en Norte y Jumbo las ventas por empleado alcanzan al 75% del mismo indicador para Carrefour; en Disco y Su Supermercado llegan a más del 60%. Estas cuatro empresas muestran asimismo un promedio de ventas por m2 superior al de Carrefour, lo que estaría indicando un aprovechamiento comercial más eficiente de sus superficies de venta. En el caso de Tía, por el contrario, la productividad cercana está a la mitad de la de Carrefour, y con bajos promedios de venta por m2. Distinto es el caso de Makro, empresa en la que la búsqueda de costos de funcionamiento mínimos y su oferta reducida de servicios se traduce en un muy bajo nivel de empleo en sus locales. Su ocupación total en 1995 es de 1.300 personas, el nivel más bajo de las empresas analizadas. Ello da como resultado un indicador de productividad un 50% superior al de Carrefour; pero al mismo tiempo, esta firma muestra las más baja relación ventas por m2. Las diferencias mencionadas se expresan también en la relación entre el número total de empleados de cada una de las grandes empresas y sus niveles relativos de productividad: Coto, por ejemplo, con una ocupación casi un 40% superior a la de Carrefour, sólo llega a un 42% de sus niveles de productividad. En el otro extremo, Jumbo, con un nivel de ocupación de sólo el 43% del de Carrefour tiene un índice de productividad inferior en un 25% al de Carrefour. La evolución de los márgenes comerciales de las mayores firmas ha sido una variable de difícil estimación, por la falta de información brindada al respecto por la mayoría de las empresas. La opinión generalizada en el sector es que los márgenes netos alcanzan actualmente en promedio a un 3%, aunque con diferencias significativas entre las diferentes empresas líderes. Los márgenes han mostrado una evolución decreciente en los dos últimos años, resultado del aumento de las presiones competitivas y del estancamiento en las ventas producto de la situación recesiva por la que atraviesa el país. La información publicada por la Revista Mercado, basada en los balances de las firmas, confirma estas apreciaciones. Cuadro Nº 15 Márgenes netos de comercialización en empresas de la GD minorista (resultados sobre ventas, en porcentajes) Empresas 1994 1995 CARREFOUR 4.1 3.2 COTO 4.0 2.4 NORTE 3.4 3.0 DISCO 1.3 1.6 TIA 4.6 3.5 JUMBO 7.9 4.5 SU SUPERMERCADO s/d 0.9 Fuente: Revista Mercado, junio de 1996 El cálculo de los márgenes netos de comercialización que surge de los datos de esta publicación debe entenderse como una aproximación a los datos reales. Ello es así, en parte, porque la información proviene de balances cuyo cierre ocurre en distinto momentos del año. Pero fundamentalmente, porque las prácticas contables de las empresas difieren en el tratamiento de sus diversos ingresos (descuentos, bonificaciones, ingresos por alquiler de espacios, etc.). A pesar de sus niveles actuales y su tendencia decreciente en los dos últimos años, los márgenes netos de comercialización de las grandes cadenas minoristas en Argentina siguen siendo más elevados que los que se alcanzan en varios países europeos, lo que explica en buena medida el redespligue internacional de las firmas comerciales de los países industrializados. Un ejemplo puede ilustrar las afirmaciones del párrafo anterior En 1993, Brasil y Argentina representaron el 40% de los beneficios consolidados mundiales de Carrefour (27% Brasil y 13% Argentina), mientras que las ventas de estos dos países sólo alcanzó al 13% de las ventas mundiales consolidades de la cadena francesa. El margen comercial neto alcanzado por Carrefour en los dos países latinoamericanos fue, en promedio para ambos países del 4%, mientras que en Francia llegó sólo al 0.8% (Rev. LSA 1404, junio de 1994, París) C. ESTRATEGIAS DE LA GRAN DISTRIBUCIÓN MINORISTA DEL ÁREA METROPOLITANA EN LA DÉCADA DE LOS NOVENTA Los cambios en las estrategias comerciales de la GD en los '90 están signados por el paso de la hiperinflación a un nuevo contexto de estabilidad, la disminución y estabilización de precios y la apertura de la economía, y el incremento de la competencia tanto nacional, regional (MERCO-SUR) como internacional. En estos años las grandes empresas minoristas debieron desarrollar nuevos comportamientos, redefinir estructuras y políticas comerciales, e incorporar innovacio-nes tecnológicas y organizacionales para mantener y acrecentar sus posiciones competitivas (modificar sus fórmulas comerciales y sus modalidades de articulación intersectorial, mejorar la infraestructura y gestión de sus procesos logísticos y renovar su equipamiento tecnológico). Muchas cadenas que no lograron alcanzar un mínimo de rentabilidad o asegurarse segmentos de clientela debieron cerrar sus puertas (o bien están en 29 convocatoria de acreedores) . Otras han tenido que implementar drásticos planes de saneamiento financiero. A mediados de 1996, este proceso de innovaciones e inversiones se encuentra en su punto más álgido, constituyendo el centro de una fuerte escalada competitiva, que se extenderá probable-mente hasta fin de siglo, si se toman en cuenta los importantes planes de expansión y desarrollo logístico anunciados por las principales empresas, y los anuncios de arribo de nuevas cadenas internacionales (Kmart, de capitales norteamericanos, Continente y Alcampo, de capitales fran-ceses, entre otras). Una visión de conjunto de la evolución de las principales cadenas de la GD en estos años revela que la búsqueda de rentabilidad y capacidad competitiva ha llevado a las principales empresas a adoptar estrategias que les aseguren: un aumento en la escala de operaciones, un fortalecimien-to de su poder de negociación con los proveedores, una mayor y más definida penetración en el mercado (a través de modalidades de segmentación de mercados y/o heterogeneización de los formatos) y, principalmente, la disminución de los costos operativos a lo largo del circuito de distribución. Este proceso ha conducido a un recrudecimiento de la competencia entre las grandes cadenas, expresada en la permanente "guerra de precios" y entre éstas y el resto del negocio minorista. En relación a estos objetivos surgen como principales tendencias: la redefinición de formatos y posicionamientos comerciales; la expansión a través del aumento de las superficies de venta y del número de locales en nuevos ámbitos geográficos; el desarrollo de infraestructuras logísticas; el recentraje en la oferta en alimentos -en particular en los alimentos frescos- la diferenciación y diversificación del surtido de productos, dentro del que adquiere especial relevancia el desarrollo de marcas propias, y nuevas políticas y prácticas comerciales con los proveedores. 29 En esta situación se encontraron entre otras las cadenas Hawaii, El Hogar Obrero, Unión, Sumo, Lozano, Camfi, Tanti y los mayoristas Raso Hnos. y Amigazo. A ellos se suman intentos de establecimiento en el sector que no tuvieron éxito, por ejemplo Red Apple (Apertura, 1995).. Este conjunto de innovaciones comerciales implicó importantes decisiones en términos de inversión, asesoramiento con consultoras internacionales, y el diseño de planes de reestructu30 ración comercial, destinados a la redefinición global del funcionamiento de las empresas . Aún cuando presentan especificidades en cada caso, la implementación de estas estrategias conforma un proceso de cierta uniformidad, en el cual las innovaciones tecnológicas y organiza-tivas se encuentran en el centro del logro de mayores capacidades competitivas. 1. Políticas comerciales y estrategias de posicionamiento La redefinición y surgimiento de nuevos formatos comerciales en los '90 han estado asociados tanto con el afianzamiento de algunas cadenas en uno o varios segmentos de su "mercado objetivo", como con la ampliación del espectro de posicionamiento tradicional de otras. El primer tipo de estrategia, más temprana, guió la expansión y remodelación de locales hacia una uniformización de la imagen de la empresa y su inserción en segmentos específicos de 31 mercado (casos de Tía Demanda, Tía Express, Disco, Minimercados Stop ). La segunda, evidente a partir de la explosión de localizaciones de 1995, implica la incursión en formatos distintos a los tradicionales de la empresa, a través del ingreso a mayores superficies (hipermercados) y a nuevas modalidades de comercialización (Shoppings, clubes de compras) en cadenas que hasta el momento presentaban una relativa homogeneidad interna (Norte, Coto, Makro). La adopción del multiformato responde a estrategias de expansión impulsadas por la llegada de nuevos competidores internacionales, a las coyunturas competitivas de las zonas concretas de expansión, y a la intención de construir "locales barrera" a la implantación de otras cadenas. Dentro de los nuevos formatos, el "club de compras" (Wal- Mart con los Sam's club, Makro con Kargo) es una fórmula novedosa dentro del canal de distribución comercial mayorista, dirigido tanto al abastecimiento de minoristas tradicionales y no tradicionales (maxikioscos, "convenience stores"), y de proveedores de servicios alimentarios (empresas de cátering, restaurantes), como a la compra de stock de las familias. En el cuadro Nº 16 se presentan los principales indicadores de las políticas de inserción y posicionamiento en segmentos de mercado objetivo de las mayores empresas de la GD en el Area Metropolitana. Los segmentos considerados, de "amplia zona de influencia" y "de proximidad" intentan identificar los principales elementos que intervienen en la lógica de las decisiones de posicionamiento de las empresas en relación a sus clientes y a la competencia. Los segmentos de mercado a los que se dirige la GD no son unívocos. Estos se definen en base a un complejo conjunto de variables interrelacionadas, entre las que priman la ubicación 30 Los planes más resaltantes son los de Tía y Disco. Formulados a principios de la década, contemplan el desarrollo de las firmas en los próximos años y diseñan las formas de inserción de la empresa en el mercado, su posicionamiento respecto a la competencia y las próximas necesidades de innovación tecnológica. 31 Los minimercados o "convenience stores"constituyen formatos surgidos en los últimos años; ubicados por lo general en estaciones de expendio de nafta, ofrecen una amplia gama de artículos en rubros que van desde bazar a repuestos de automóviles, pasando por una importante oferta de alimentos . Una parte de estos minimercados conforman redes pertenecientes a empresas de la GD, como la cadena Stop, de Disco, o Best, de La Anónima. de los locales, la política de precios, el surtido de productos y el cliente o tipo de compra objetivo hacia el que se orientan. Las políticas adoptadas en relación a estas variables condicionan las propuestas de precios, servicios y composición de la oferta alimentaria. Por una parte, la transformación de los hábitos de compra de la población en un contexto no inflacionario y la identificación de diferentes exigencias en servicio, calidad y precio por parte de los consumidores se vincula con la reorientación del posicionamiento de las empresas de la GD y del segmento de mercado en el que afirman su competencia. La diferenciación de las estrategias, aunque implica un posicionamiento particular para cada una de las cadenas incluídas en este estudio, expresa los resultados de una progresiva y permanente definición y redefinición de los perfiles de cada empresa hacia los posicionamientos prototípicos de "amplias zonas de influencia" o "de proximidad". En relación al primer segmento, se integra por hipermercados como Carrefour o Wal Mart, que con la concepción "todo bajo un mismo techo" y garantizando precios bajos captan las compras de abastecimiento quincenal o mensual de una clientela extendida en un amplio radio, que puede corresponder diversos niveles de ingresos. El tipo de oferta, compuesta por gran cantidad de referencias alimentarias y no alimentarias, requiere grandes superficies de exposición de los productos. La instalación de uno de estos locales crea un área de influencia virtual que constituye una barrera para la llegada de otro hipermercado, aunque no necesariamente para un supermercado de menor superficie. El conjunto de empresas ubicadas en el "Mercado de proximidad" ha ido delineándose como alternativa a la competencia con los hipermercados. Su punto fuerte es la cercanía al cliente, que le otorga su ubicación en zonas de alta densidad urbana, y el tipo de compra que la proximidad satisface, el abastecimiento diario, de reposición. La atracción de la clientela dependerá de su oferta de mejores y mayores surtidos que otros minoristas de proximidad (almacenes) y de recrear una serie de mecanismos de fidelización de la clientela, basados en los servicios. En relación al nivel socioeconómico de la clientela, las principales cadenas posicionadas en la proximidad (Disco, Tía Express, Su Supermercado) se dirigen principalmente a sectores de medianos y altos ingresos, para los que el factor precio no es excluyente en sus decisiones de compra. Entre estos dos extremos se ubican las otras empresas, delineando otras configuraciones posibles en relación a su localización, su tamaño y la clientela objetivo. Más allá de Jumbo, hipermercado que ofrece como alternativa una amplia oferta de servicios y profundidad de gama de productos, las cadenas Coto y Norte presentan un posicionamiento heterogéneo, producto de su último período de expansiones. Ambas empresas, situadas tradicionalmente en el formato de supermercados en zonas de alta densidad urbana, han incurrido en formatos más amplios en o Cuadro N 16 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Políticas comerciales y posicionamiento Estrategias de posicionamiento Ampliar radio de influencia Atender mercado de proximidad Parámetros Formato hipermercados y maximercados (sup.promedio venta entre 3.500 y 12.000 m2) supermercados de proximidad (sup.promedio venta entre 800 y 2.500 m2) Area de influencia radio prom. de 30 cuadras y/o 15' o + traslado en automóvil radio prom. de 5 cuadras en zonas de alta densidad Cliente objetivo diferentes segmentos de poder adquisitivo sectores de medianos y altos ingresos Tipo de compra mensual o quincenal (de abastecimiento programado) semanal o diaria (de reposición, de complemento) Surtido de productos "todo bajo el mismo techo" (elevada proporción de referencias no alimentarias) fuerte especialización en alimentos Política de precios precios bajos precios competitivos, acordes con servicios prestados Servicios reducidos gran oferta de servicios; fidelización del cliente Oferta en alimentos ppales marcas líderes; marcas de segundo y tercer rango oferta de rubros no tradicionales (pescadería, delicatessen) amplia variedad, profundidad de gama y calidad mayor especialización en frescos Elaboración propia amplia gama, desarrollo de nuevos rubros desarrollo creciente Marcas propias/privadas presencia limitada en alimentos importante en alimentos; en desarrollo Ubicación de las empresas según estrategia Máxima Proximidad DISCO TIA EXPRESS Proximidad Intermedia NORTE SU SUPERMERCADO Zona de influencia intermedia JUMBO COTO Máxima zona de influencia CARREFOUR WAL-MART MAKRO Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. tamaño y en surtido de productos comercializados. Según las localizaciones y formatos, la oferta en precios y servicios es variable (tendiendo a la oferta de precios bajos y relativos servicios, en Coto; posicionándose en la variedad, calidad y precio acorde en Norte) en función de su adecuación a las clientelas locales. En resumen, el posicionamiento de las empresas gira alrededor de distintas propuestas en las que el precio y servicio se combinan en forma variable, convirtiéndose alternativamente en el motivo de atracción de clientela. Sin embargo, mantener un equilibrio entre ambos elementos de la oferta de los supermercados se vuelve crecientemente una necesidad competitiva (por ejemplo, Disco decide no trasladar a los precios el aumento del IVA de principios del '95; Coto y Carrefour admiten nuevas formas de pago y agregan nuevos servicios). 2. La "geopolítica" de la expansión territorial de la Gran Distribución Si bien la expansión en número de locales y áreas de influencia constituyó una tendencia presente desde 1992, a partir de 1995 se produce una verdadera "explosión" de nuevas aperturas. Las efectuadas y programadas por las principales empresas para el bienio 1995/96 suman 56, representando más del 30% del número de total de locales existentes en 1994 (Cuadro Nº 17 y Mapa 2). Este proceso se intensificará aún más en los próximos años, si se consideran los escasos datos confirmados de expansión de algunas cadenas (por tratarse de una estrategia competitiva de primera importancia, las empresas suministraron poca información sobre el tema). La expansión de la GD ha implicado la apertura de nuevos puntos de venta, la remodelación y/o relocalización de las bocas existentes y la construcción de infraestructuras logísticas, requirien-do importantes inversiones. Aunque difíciles de confirmar, cifras aproximadas sitúan la inversión de las principales empresas de la GD en 450 millones de dólares para el año 1996, monto que ascendería a 560 millones si se incluyen en el cálculo algunos de los proyectos anunciados para 1997. La "explosión de localizaciones" se vincula entre otros aspectos con los movimientos anticipato-rios que produjo el anuncio del arribo al país de la cadena norteamericana Wal Mart. En este sentido, la apertura de nuevos locales integra un complejo conjunto de decisiones. Por una parte, la ocupación de nuevas localidades, y/o la densificación de zonas de presencia tradicio-nal, surgen como acciones destinadas a captar el mercado existente e impedir o limitar la instalación de cadenas competidoras. Por otra, el crecimiento del tamaño de la empresa redun-da en un mayor poder de compra, y por lo tanto en el crecimiento de su poder de 32 negociación . En otro sentido, la lógica de la expansión se completa a la luz de las grandes inversiones realizadas en sistemas informáticos, construcción de centros de distribución y remodelación de depósitos centrales, innovaciones logísticas que se justifican en una perspectiva de crecimiento del volumen de operaciones globales. 32 Varias de las empresas entrevistadas han resaltado la importancia de los mayores descuentos que son posibles obtener del proveedor a partir del mayor poder de compra derivado del aumento de locales, y lo estratégico que resulta el aumento de ganancias por esta vía en un contexto en el que se agudiza la competencia por precios. o Cuadro N 17 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Expansión geográfica en 1995 y 1996 y aperturas previstas Empresa Localización 1994 número de locales Aperturas 1995 número de locales Aperturas 1996 número de locales * Expansiones previstas* CARREFOUR CF (3) GBA (4) Pcia. de Bs. As. (1) Córdoba (1) GBA N.O. (1) GBA Oeste (2) GBA Sur (1) Mendoza (1) Rosario (1) 3 locales (1997) COTO * CF (27) GBA N.O. (2) CF (4) GBA Sur (1) GBA Sur (3) 3 locales (1997) NORTE CF(5) GBA (10) Pcia. de Bs.As (2) CF (2) GBA Norte (2) GBA Oeste (1) Pcia. de Bs.As. (2) CF (2) GBA Sur (1) s/d DISCO CF(26), GBA (7) Pcia Bs. As. (10) Córdoba (5) Salta y Tucumán (4) sin nuevas aperturas GBA Sur (1) Pcia. de Bs. As. (1) CF (1) 15 locales (CF,GBA e Interior, 1998) TIA CF (10) GBA (7) Pcia. de Bs. As. Interior (38) CF (1) GBA Oeste (1) GBA Sur (1) Pcia de Bs. As. (1) Pcia. Bs.As. (1) CF e Interior (7) 43 locales (CF, GBA, Interior, 2000) JUMBO CF (1) GBA (3) sin nuevas aperturas CF (1) 2 locales (GBA Oeste y GBA Sur, 1997) MAKRO GBA (4) Rosario (1) Córdoba (1) GBA N.O. (1) GBA Oeste (1) GBA Sur (1) Mendoza (1) CF (1) Pcia. de Bs. As. (1) SU SUPERMERCADO CF (1) GBA Oeste (10) Pcia de Bs. As. (1) GBA Oeste (1) Pcia de Bs. As. (1) GBA Oeste (1) GBA Oeste (1) 1 local (1997) GBA Sur (2) CF (2) GBA Oeste (2) s/d WAL MART Total de locales 179 25 s/d 31 Notas: * Estimaciones a mayo en base a la información obtenida. En negrita, las aperturas aún no concretadas. Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. El acercamiento al mercado ampliado del MERCOSUR está formando parte asimismo de los proyectos estratégicos de las grandes cadenas, e influyendo en las expansiones hacia las provincias, más allá de la clientela potencial que significan las poblaciones de las grandes ciudades del interior. Como surge de la comparación de los Mapas 1 y 2, la actual configuración espacial de las principales empresas de la GD depende en gran parte de las aperturas registradas a partir de 1995. Cada una de las cadenas ha desarrollado una o más estrategias de expansión, tendientes al fortalecimiento de su ubicación tradicional (Coto, Disco, Tía, Norte, Su Supermercado), la conquista de zonas vírgenes del Gran Buenos Aires, (Makro, Carrefour, Coto, en el N.O y Oeste durante 1994 y 1995; y en la zona Sur en 1996) y de la Provincia de Buenos Aires (Norte y Su Supermercado, entre otras empresas) o bien la incursión o afirmación en el interior del país (Disco, Tía, Makro, Carrefour), según los datos confirmados al momento de la elaboración de este estudio. Un análisis más detallado revela que la expansión geográfica de las empresas no opera bajo una lógica de "reparto" de zonas de influencia, sino por incursiones "desordenadas" y superpuestas sobre una misma área. Así, en el año 1994 predominaron las aperturas en los partidos del N.O del Gran Buenos Aires (San Martín, Tres de Febrero, Gral. Sarmiento); en 1995 las empresas ingresaron en el Oeste (Morón, Merlo, Moreno y La Matanza) y el año 1996 ha concentrado las nuevas incursiones en los partidos del Sur del GBA e Interior (Cuadro Nº 17). De este comportamiento conjunto emerge la importancia que cobra el evitar la ocupación exclusiva de ciertas zonas por parte de los competidores, sobre todo cuando se advierte que esta competencia por las localizaciones se hace más intensa entre empresas de similares formatos. Mediante estas nuevas aperturas, mientras tanto, las grandes cadenas han "conquistado" nuevas zonas con características muy diferentes a la Capital Federal o a los partidos más poblados del Gran Buenos Aires. Si bien algunas localidades del Oeste y el Sur constituyen áreas con una densidad de población y poder adquisitivo importantes, en otras zonas del Gran Buenos Aires tiene mayor peso la población de bajos ingresos, que no siempre coincide con el perfil de la clientela tradicional de estas cadenas. En relación al impacto que tal proceso de expansión tiene sobre las distintas áreas territoriales, pueden resumirse las siguientes configuraciones o tendencias: I. La congestión de algunas localidades del GBA por superposición de radios de influencia de los locales de dos o más cadenas, situación que produce un inmediato impacto sobre los comercios minoristas tradicionales de las respectivas zonas, impulsando el cierre de estos negocios y/o la brusca caída de sus ventas. Casos notables al respecto son: − Gral. San Martín (a la presencia previa de Jumbo, Coto y Norte, se agregan en 1995 las aperturas de Kargo, Carrefour y Wal Mart en el límite de Capital Federal). − Avellaneda (junto a los locales de Tía y Makro, se instalan en 1995 un hipermercado Coto y el supercentro y club de compras Wal Mart). − En función de las aperturas proyectadas de Coto, Carrefour, Jumbo y Norte, las localidades de Quilmes, Lomas de Zamora y San Justo podrían constituir nuevos casos de congestionamiento. II. La densificación en Capital Federal, a partir de nuevos locales de cadenas que hasta el momento operaban básicamente en el GBA (Jumbo, Makro), la instalación de Wal Mart y las nuevas aperturas y remodelaciones de cadenas de capital nacional (particularmente Disco, Norte, Tía y Coto). Esta tendencia lleva a una relativa saturación de la gran superficie minorista en ciertas zonas de la Capital Federal. La expansión hacia otras zonas de CF se ve dificultada por la escasez de terrenos para la apertura de nuevos locales. III. La expansión de las cadenas hacia los partidos contiguos a la periferia más cercana de la Capital Federal, en el segundo cinturón del GBA y hacia el interior de la provincia de Buenos Aires. Destacan en esta tendencia Norte (en Moreno, Tigre y Provincia de Buenos Aires), Su Supermercado (Moreno, Merlo, Provincia de Buenos Aires) Carrefour (Gral Sarmiento, Morón, E. Echeverría) y Disco (Alte. Brown, Prov. Buenos Aires). IV. La expansión hacia el interior del país. Más allá de Tía, empresa que desde la década del cuarenta está presente en muchas ciudades del interior, las grandes cadenas de Capital Federal y Gran Buenos Aires comienzan a expandirse en las principales capitales del interior del país. Este es el caso de Carrefour (Córdoba, Mendoza y Rosario) Disco (Córdoba, Salta y Tucumán) y Makro (Córdoba, Rosario y Mendoza). En resumen, dos grandes estrategias de localización pueden desprenderse de la reciente expansión geográfica de las grandes cadenas minoristas: Estar presentes en las zonas de mayor densidad de población (no necesariamente de mayor poder adquisitivo, aunque este factor es indudablemente de gran importancia) en las que se instalan competidores; pelear por las partes de mercado zonales, disputar los radios de influencia de cada uno. Ello se traducirá en un recrudecimiento de la competencia entre las grandes superficies, y entre éstas y las cadenas mas pequeñas y el comercio minorista tradicional. Al mismo tiempo llevará a una creciente diferenciación de las ofertas de cada cadena: ofertas de la insignia, ofertas de productos (precio, variedad, calidad, etc.). El consumidor tendrá más posibilidades de elección. El "plus" que cada empresa ofrezca determinará, en buena medida, sus ventajas competitivas. A mediano plazo el interior del país y particularmente el acceso al mercado ampliado del MERCOSUR se transformará en un arma competitiva de importancia estratégica. En este aspecto, importa tanto la localización de los locales de venta como (y tal vez en 33 mayor medida) de los centros de distribución y de las infraestructuras logísticas . 33 Cabe recordar que grandes cadenas internacionales están instaladas en Brasil desde hace varios años: Carrefour, Makro, Wal-Mart. 3. Innovaciones tecnológicas, logísticas y organizacionales La etapa de la estabilidad monetaria constituyó un umbral a partir del cual las empresas de la GD comenzaron a reorientar la búsqueda de ganancias y su posicionamiento frente a sus competidores. La competencia a través de los precios y los servicios ofertados sigue siendo importante. Sin embargo, en los últimos tres años, frente a márgenes de ganancia menores, las grandes firmas han volcado su atención al logro de ventajas competitivas a través de una mayor eficiencia en la gestión de sus aprovisionamientos y su operativa comercial. La velocidad de rotación de los capitales en algunas de las empresas ha mejorado desde comienzos del la década. Pero no todas las firmas líderes si encuentran en igual situación. Los datos parciales sobre la relación rotación de stocks/ plazos a proveedores que han podido obtenerse de algunas empresas a través de las encuestas realizadas (los que deben considerarse como estimaciones preliminares) indican que las más eficientes son Norte, Disco y Jumbo (Cuadro Nº 18) La búsqueda de menores costos operativos lleva a gran parte de las empresas líderes del sector a desarrollar una verdadera reingeniería de sus procesos logísticos y a una modernización tecnológica de sus instalaciones (ver Cuadros Nº 18 y Nº 12 de la Sección B para una presentación de las dotaciones en logística e informática de las principales empresas). En algunas cadenas, esta reorientación global es encarada mediante planes estratégicos o "Estrategias comerciales" que integran agresivas políticas de inversión e importantes redefiniciones financieras. El contenido de algunos de estos planes (en particular los de las empresas Disco y Tia ) muestra que, aún contemplando redefiniciones periódicas, los rasgos del contexto económico-financiero de la presente década, y las perspectivas de un incremento del marco competitivo llevaron a las empresas a tomar tempranas y decisivas líneas de acción 34 tendientes a aumentar su productividad y disminuir sus costos operativos . El conjunto de innovaciones tecnológicas y organizacionales que desarrollan en estos años las mayores empresas abarcan un conjunto de acciones que incluyen: − inversiones en equipamiento y en lay-out de los locales, − desarrollo de infraestructuras logísticas (remodelación de depósitos centrales, centros de distribución y de plataformas para productos frescos), − dotación en informática y en sistemas integrados de comunicación, que implican la generalización de los códigos de barra en los productos y de scanners o lectores 34 Los planes de reconversión comercial de las empresas Disco (1991) y Tía (1992) contemplan como objetivos principales la reducción de costos, el cambo del perfil de la empresa, mejorar su penetración en el mercado y perfeccionar la capacitación del personal. Incluyen la redefinición de sus organigramas gerenciales, la reestructuración financiera de las empresas, aperturas y remodelaciones comerciales, implementación de nuevos formatos, renovación de su posicionamiento en el mercado a través de nuevas propuestas de servicios. La modernización logística (remodelación de depósitos, planificación de centros de distribución, adquisición de flotas de transporte) constituye un aspecto central de los planes de expansión, asi como la informatización de las empresas a través de sistemas que relacionen sus locales y comuniquen las áreas regionales y las oficinas centrales mediante la instalación de redes satelitales. La reformulación de sus relaciones con los proveedores, tendiente al logro de vínculos mas asociativos, y un seguimiento mas estrecho de la evolución de las ventas y de las pautas de consumo de sus clientes, forma asimismo parte de estos planes. ópticos en las terminales de puestos de ventas (EPOS, Electronic Point of Sales), nuevos sistemas de gestión de pedidos y de administración de sotcks. − inicio de desarrollos de intercambio electrónico de datos (EDI) entre un reducido grupo de grandes firmas de la distribución y de la industria. La remodelación e inauguración de nuevos locales va acompañada por importantes inversiones destinadas al equipamiento de tecnología de avanzada en instalaciones y lay-out, en particular en equipos de frío para productos frescos (congelados) y en panificación (innovaciones que son paralelas a la decisión de centralizar las áreas de elaboración propia, mediante la construcción de panificadoras centrales). En algunas empresas, las inversiones en nuevas tecnologías informáticas habían comenzado 35 en la década anterior, aunque de manera fragmentaria e incompleta. En años recientes se continúan y profundizan estas inversiones, pero se está lejos aún de alcanzar un funcionamiento integrado y eficiente. Actualmente, el código de barras se encuentra generalizado en la gran mayoría de los productos comercializados, aunque su difusión es menor en los envases y pallets. El uso de lectores láser de códigos de barra en las cajas registradoras se encuentra prácticamente extendido a todas las empresas de la GD. Su incorporación siguió ritmos desiguales (Jumbo, Norte y Su Supermercado han sido empresas pioneras en la introducción de estas tecnologías; Carrefour aún no ha terminado su equipamiento). El uso de estos instrumentos se reduce por el momento a la lectura de la facturación de ventas. Recién se están dando los primeros pasos en inversiones en sistemas para manejar la información de caja en aspectos claves como control de inventarios y mermas, automatización de pedidos y muestreos de preferencia de los 35 La introducción de nuevas tecnologías en el gran comercio minorista comenzó en los años ochenta, siendo las inversiones amortizadas en pocos meses gracias a las altas tasas de inflación imperantes en esos años. Sin embargo, estos primeros desarrollos fueron incompletos y se tradujeron en una importante subutilización de los equipos. Algunas empresas instalaron los EPOS que reemplazaron a las antiguas cajas registradoras, como un mecanismo para la reducción de los costos de remarcación de los productos en un contexto de alta inflación. Estos no se integraron, en la mayoría de los casos, con la instalación de scanners ni con la informatización generalizada de las firmas. Para la época, la difusión de los codigos de barra era muy lenta, y a ello se sumaban los altos costos de etiquetación, cuyo papel era importado. (ver Azpiazu, Basualdo y Nochteff, 1988) o Cuadro N 18 Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Estrategias de abastecimiento en alimentos; infraestructura logística y operativa Forma de compra CARREFOUR SA COTO CISCSA centralizada (desde 1995) centralizada Rotación stocks Plazo proveedores (promedio en días) (promedio en días) promedio alimen: 10 frescos: 3 secos: 10 s/d total rubros: 20 (*) 30 ó + (*) Infraestructura logística (1) Abastecimientos de (2) productos frescos depósitos por boca (prom. sup.2.500 m2) sin flota de transporte F y V: - desarrollo de productores en el interior del país - MCBA 1996: plataforma para F y V y pescados Carnes: compras a frigor.; desposte en local depósitos centrales y por boca flota transporte propia F y V: en MCBA Carnes: frigoríficos propios 1997/8: CDC NORTE (CADESA) centralizada promedio alimen: 12 (*) 30 ó + (*) depósitos centrales y por boca flota transporte propia 1996: CDC y plataforma F y V GRUPO DISCO centralizada (desde 1995) Gerencia unificada de compra-venta total rubros: 25 total rubros: 53 frescos: 15 secos: 60 depósitos centrales y por boca depósito central F y V flota propia y contratada 1998: CDC F y V: - desarrollo de productores - MCBA Carnes: compra de hacienda; contrata faena F y V: - desarrollo de productores - MCBA Carnes: compra de hacienda; contrata faena desposte en local o Cuadro N 18 (continuación) Las mayores empresas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Estrategias de abastecimiento en alimentos; infraestructura logística y operativa Forma de compra Rotación stocks Plazo proveedores (promedio en días) (promedio en días) promedio alimen: 54 frescos: 40 secos: 53 TIA SA centralizada total rubros: 43 promedio alimen: 20 frescos: 6 secos: 33 JUMBO centralizada promedio alimen: 15 Infraestructura logística (1) Abastecimientos de (2) productos frescos 1995: CDC nacional (incl F y V) F y V: productores directos 15 depósitos regionales mínimo en MCBA flota propia y contratada 1997/8: CDC regionales Carnes: compras frigor. reg. desposte en local promedio alimen: 30-60 depósitos por boca (prom. sup.2.000 m2) sin flota de transporte F y V: productores directos MCBA Carnes: marca asociada MAKRO centralizada s/d promedio alimen: 30 sin depósitos sin flota transporte Carne envasada: un proveedor mín. desposte en local 2 SU SUPERMERCADO centralizada Gerencia unificada de compra-venta s/d s/d F y V: alto %MCBA por remate 1996: CDC, incl F y V flota propia transporte acuerdo con Cargill para transporte en frío F y V: directa e indirecta en MCBA Carne: compra de hacienda y a frigoríficos desposte en local Notas: (*) Estimaciones de fuentes secundarias para 1994. (1) CDC: Centro de Distribución Central (2): F y V: frutas y verduras; MCBA : Mercado Central Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. consumidores. Algunas cadenas han avanzado mas que otras en la instalación de sistemas informatizados y en la articulación en red de sus locales (particularmente Disco y Tía, empresas con gran número de locales y presencia en el interior del país). El mejoramiento de la logística va convirtiéndose en un tema prioritario, a partir de la puesta en funcionamiento de Centros de distribución central (Su Supermercado, Tía) o de su próxima construcción o apertura (Coto, Norte). Estos Centros permiten dar respuestas iniciales a problemas tradicionales de la distribución, agravados por las recientes expansiones: − disminuyen el tiempo de espera de los camiones y por lo tanto el costo del flete y de mano de obra − permiten un armado más racional de los pallets, evitando los congestionamientos en las puertas y depósitos de los locales − disminuyen la tasa de roturas, pérdidas y robo de mercadería − liberan superficie de depósito en los locales para su transformación en superficies de venta. El desarrollo de infraestructura destinada al acondicionamiento y distribución de alimentos frescos (especialmente frutas y hortalizas) se convierte en una necesidad para mejorar el manejo de este tipo de productos. Se modernizan depósitos centrales (Disco) o se destinan áreas específicas de los centros de distribución (Su Supermercado, Norte, Tía). Las nuevas tendencias organizacionales intra e inter-empresas acompañan el desarrollo de modalidades de relación con los proveedores que implican tanto exigencias en relación a formas tiempos y modalidades de entrega de las mercaderías acordes con las nuevas 36 instalaciones logísticas, como algunos desarrollos de articulaciones mas asociativas . La incipiente y aún limitada conformación de grupos de industriales y distribuidores para la implementación del Intercambio Electrónico de Datos (EDI) da los primeros signos de una futura posible etapa de mayor cooperación con los proveedores. Algunas cadenas internacionales (Wal Mart en particular) están introduciendo en el país prácticas mas asociativas con proveedores, junto con una tendencia a compartir con sus socios información sobre la evolución de las ventas. Pese a algunos signos de desarrollo en informatización, la GD se encuentra aún muy lejos de lograr una fluidez de comunicación y coordinación informativa con sus proveedores que redunde en un mejoramiento sustancial de las gestiones de compra, venta y cobranza, y en una reposición eficiente de los productos. La ausencia de informaciones sobre costos logísticos de las empresas y su evolución, así como de los ahorros en estos costos que traerán aparejadas las nuevas inversiones dificulta la 37 Por lo demás, la puesta en marcha de estas nuevas apreciación de sus alcances e impactos. inversiones logísticas e informáticas es aún incipiente, y pone sobre la mesa de negociaciones entre proveedores y distribuidores, la discusión de las modalidades de reparto de los costos de funcionamiento y de las ganancias de productividad alcanzables con la mejor gestión de los flujos de bienes e información. Estos problemas están lejos de ser resueltos entre las partes, y constituyen hoy en día uno de los temas centrales de la negociación entre ambos actores. La experiencia de los países desarrollados muestra que la implementación de las nuevas reglas comerciales es un proceso de lenta maduración, que exige para su funcionamiento eficiente la generalización de las redes informáticas abarcando a los agentes de todas las etapas de las cadenas agroalimentarias, junto con crecientes intercambios de información entre los socios, muchas veces de aspectos estratégicos de los negocios. Estas nuevas formas de articulación cooperativa entre las partes, si bien son importantes para el logro de mayores productividades y ganancias, tanto en los sectores de la producción como de la distribución, no eliminan el enfrentamiento competitivo y el desarrollo de poderes económicos diferenciados. 4. Nuevas estrategias en alimentos Los últimos años mostraron importantes cambios en la oferta alimentaria a nivel minorista, los que - en respuesta a e impulsando los cambios en la demanda de alimentos- derivan tanto de 36 Entre los condicionamientos logísticos que las modernas centrales de compran imponen a sus proveedores (i.e. Norte) se encuentran: cambios en envases y pallets (palletización normalizada, envases en tamaños y pesos predeterminados, etiquetación especial); transportes adecuados; reparto entre proveedores y distribuidores de las tareas de carga y descarga de las mercaderías; coordinación de las entregas (frecuencia y momentos) en días y horas prefijadas; nuevas formas de documentación y realización de los pedidos; funcionamiento en redes informatizadas. 37 Algunas estimaciones de las empresas indican que el ahorro de los costos operativos gracias a las nuevas inversiones logísticas estarían en el orden del 8 al 10%. la diversificación de la producción industrial, asociada a la incorporación de innovaciones productivas, tecnológicas y organizacionales, como a la concentración del espacio ocupado por la GD en la venta minorista y la influencia de sus políticas comerciales. Las transformaciones en la industria de la alimentación y bebidas, en respuesta al nuevo contexto de los mercados y a los condicionamientos de la GD, han llevado a estrategias de diferenciación de productos, al aumento en la gama de bienes ofertados con un gran énfasis en el desarrollo y defensa de las marcas del productor, y a una mayor flexibilidad y rapidez de reacción frente a los cambios en la demanda. A lo largo de los últimos años, y en virtud del proceso de concentración de la venta minorista, la GD se está abriendo un nuevo espacio como agente de decisión e intervención en la cadena de producción/consumo. Mediante el manejo de los precios, las políticas de marcas propias y privadas, el desarrollo de productores y otros agentes y su participación en la composición de los surtidos de oferta, la GD no sólo mediatiza en forma privilegiada esta relación entre la producción y el consumo, sino que modifica este espacio de articulación a través de la implementación de sus propias políticas comerciales. Como hemos visto en la Sección II de este documento, la GD concentra actualmente 38 porcentajes importantes de la oferta minorista de alimentos . Los alimentos, y en general los bienes de consumo masivo, constituyen la oferta principal y/o mayoritaria de los bienes ofertados por los autoservicios y supermercados, y ocupan un lugar central y estratégico en la oferta de los grandes hipermercados. La evolución de la competencia inter e intra-formato ha llevado a las grandes firmas del sector a un recentraje en su oferta de alimentos, con una o especial atención a la oferta de productos frescos. En el Cuadro N 19 se presentan las estimaciones realizadas en este estudio sobre la participación de los alimentos en la ventas totales de las principales empresas de la GD del Area Metropolitana. Esta alcanza a mas del 80% de las ventas totales en las principales cadenas de supermercados, y varía entre un 55% y un 65% de las ventas de los hipermercados. A partir de una reorientación de la oferta hacia los productos frescos, crecen en los grandes formatos la presencia de alimentos de elaboración propia y se evidencia un importante impulso en la oferta de rubros alimentarios de marcas privadas, aunque su importancia no es igual en todas las empresas. La oferta general en alimentos se diversifica para captar nuevos nichos de mercado (congelados, dietéticos, productos orgánicos), e incorporar rubros no tradicionales en estos puntos de venta (pescadería, rotisería, delicatessen). 4.1. Enfasis en productos frescos Una constatación de este estudio es que todas las cadenas están actualmente rediseñando su estrategia en alimentos frescos, profundizándola cuando ya formaba parte de su oferta inicial, con una mayor variedad de productos e incorporación de líneas nuevas, o bien comenzando una agresiva oferta en estos rubros, conformando una de las estrategias comerciales más 39 importantes de las empresas de la GD . Ello se evidencia además en las mayores asignaciones en metros cuadrados o lineales de venta dedicados a estos rubros, en las inversiones en equipos refrigerados y en general en infraestructura de frio, y en una creciente diversificación en la oferta de estos rubros. Esta estrategia integra las políticas de distintos posicionamientos, tanto en las cadenas de proximidad, donde el énfasis en los productos frescos constituye el centro de su oferta alimentaria y la estrategia básica de atracción de la clientela (Tía, Disco, Su Supermercado), como en formatos de mayor superficie (Norte, Carrefour, Jumbo, Coto), donde se registra la incorporación y desarrollo de rubros alimentarios no tradicionales. La reorientación de la oferta responde en parte a los patrones tradicionales de consumo en el país, en las que los alimentos frescos participan en proporciones importantes en la estructura del consumo promedio de la población, y a la reorientación del consumo hacia estos tipos de 40 bienes, siguiendo una tendencia presente en los países industrializados . Al mismo tiempo, 38 La oferta de alimentos de la GD incluye en diversas proporciones alimentos frescos, productos de marca del fabricante, productos de marcas propias o privadas de la GD, productos de elaboración propia de estas firmas y alimentos importados. 39 La oferta de alimentos frescos incluye frutas y hortalizas, carnes, productos lácteos, fiambres, panadería, pastas, congelados, rotisería y pescados. 40 En Francia, los productos frescos alcanzan el 63% del presupuesto de alimentación de los hogares a comienzos de los noventa (Green, Gutman y Rocha Dos Santos, 1994). En Argentina, estimaciones para fines de los ochenta ubican este porcentaje en el 47% (Bramuglia et al, 1988) por tratarse de productos de alta rotación y en muchos casos de elevados márgenes de comercialización (en particular en los rubros de mayor incorporación de servicios) contribuyen a la obtención de mayores ganancias comerciales. Esta tendencia ha estado acompañada por una ampliación de la superficie de ventas destinada a los productos frescos, nuevas inversiones e instalaciones de frío en los locales, el mejoramiento de los controles de calidad de los productos, y la reorganización de los procesos de abastecimiento, distribución y acondicionamiento. Este es el caso de las frutas y verduras, rubro cuyo crecimiento ha llevado a varias cadenas a modernizar sus infraestructuras logísticas, mediante espacios exclusivos de los Centros de Distribución o plataformas destinadas especialmente a la recepción, limpieza y distribución de los productos. La estrategia en frescos evidencia asimismo la decisión de crear y ocupar los nichos de mercado de alimentos con mayor valor agregado, espacio que en muchos casos queda bajo la iniciativa comercial de la GD. Tal es el caso de los productos orgánicos o ecológicos, productos de "cuarta gama", y productos congelados, rubros en los que se registra una expansión importante bajo la modalidad de las marcas propias o privadas. En este mismo sentido, la captación de mayores ganancias a partir de la oferta de productos que vehiculizan la compra diaria explica la oferta de productos de elaboración propia, especialmente en panadería, pastas y mas recientemente en rotisería. Uno de los rubros de mayor crecimiento dentro de los productos frescos es el frutihortícola. El crecimiento de estos rubros dentro del conjunto de alimentos frescos ofertados por la GD obedece a una doble lógica comercial. Por una parte dejan márgenes de ganancia relativamente superiores. En segundo lugar, por tratarse de productos perecederos, presentan una elevada tasa de rotación (dos o tres días), e impulsan una frecuentación mayor de los locales de la GD, lo que constituye una atracción de clientela potencialmente consumidora del resto de los productos. En el Cuadro Nº 19 podemos observar la importancia actual de los productos frutihortícolas en las ventas totales de un conjunto seleccionado de cadenas minoristas. Estas participaciones varían según los diversos formatos de la GD (los hipermercados tienen un mix de productos más amplio, y por consiguiente el porcentaje de referencias alimentarias es menor que en los supermercados, más especializados en bienes alimentarios), y según las estrategias desarrolladas por las diversas firmas (algunas cadenas enfatizan más que otras la oferta de productos frescos, como parte de su posicionamiento en el mercado). En promedio, las frutas y hortalizas en los casos estudiados representan entre un 15% y un 20% de la oferta de alimentos frescos, y entre un 3 al 10% de las ventas 41 totales . La importancia de los hipermercados y supermercados en la venta minorista total de estos rubros, a pesar del crecimiento registrado en los últimos años, todavía está por debajo del promedio de la participación de la GD en las ventas totales de 41 Pocos años atrás, la facturación en frutas y verduras apenas alcanzaba al 2% de la facturación total en uno de las grandes cadenas de supermercados (Rev. Intermercados, nov. 1995) rubros alimentarios. Aún cuando no se cuentan con estadísticas actualizadas al respecto, la conducta de los consumidores sigue todavía patrones tradicionales más en el GBA que en Capital Federal- (compras en verdulerías y fruterías tradicionales o en negocios minoristas de reciente desarrollo con ofertas de alta calidad y variedad); los cambios en los hábitos de compras en estos rubros son más lentos, y se está lejos de los volúmenes de frutas y verduras comercializados 42 por la GD en países europeos. 42 En Francia, la importancia de la GD en la comercialización de frutas y legumbres ha crecido constantemente en los dos últimos decenios. En la actualidad, el 21 % del presupuesto familiar dedicado a la compra de frutas (23% en legumbres) se realiza en hipermercados , y 31% y 28% respectivamente, en los supermercados. Sólo un 22% de las frutas y un 26% de las legumbres son adquiridas en los mercados minoristas tradicionales; el resto corresponde a pequeños negocios especializados o comercios de autoservicio. (Gutman G, 1995) o Cuadro N 19 Empresas seleccionadas de la Gran Distribución en el Area Metropolitana Indicadores de comercialización en alimentos (datos para 1995) Ref. alimentarias/ Ventas en alimentos/ ref. totales (%) ventas totales (%) Empresas Ventas prod. frescos/ ventas totales (%) (*) Ventas frut- verd/ ventas totales (%) 3-4 CARREFOUR SA 15 55 20-25 COTO (**) s/d 85 49 NORTE (CADESA) s/d 65 s/d 82 46 9 TIA SA 23 43 22 s/d JUMBO (CENCOSUD) 20 60 MAKRO s/d 55 SU SUPERMERCADO s/d 82 GRUPO DISCO (1) (*) (*) (*) (*) 30 30-35 6 (*) (*) 6 7 3 s/d 45-50 (*) (*) s/d Notas: (1) Incluye a las cadenas Disco, La Gran Provisión y Elefante (*) Estimaciones propias en base a fuentes indirectas (**) Estimaciones para 1994 en base a fuentes secundarias Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas a empresas, informantes claves y publicaciones especializadas. Entre los nuevos rubros que aparecen en la oferta de los supermercados, se observa una creciente presencia de productos empaquetados con marcas, y una tendencia gradual hacia la (*) "cuarta gama" (productos lavados, pre-cortados, mezclados). Esta tendencia, sin embargo, no compite abiertamente con la modalidad tradicional de venta de frutas y verduras a granel, y con el hábito de los compradores de seleccionar los productos. Otro nicho de mercado de desarrollo más lento es el de los productos orgánicos. Algunas cadenas (Jumbo , Norte) están desarrollando "góndolas ecológicas". Las exigencias en estos rubros en cuanto a calidad, certificación y tecnología de envases constituyen, junto con la resistencia de los consumidores del país a pagar precios superiores a los tradicionales en un 20% a un 30%, frenos a su más rápida expansión. En los últimos dos años se registra un importante avance en la oferta de alimentos congelados, comercializados exclusivamente por la GD (a diferencia de lo que sucede en países europeos, en los que se han desarrollado cadenas de empresas minoristas especializadas en la oferta de productos congelados), con la incorporación de tecnología específica y el aumento de metros lineales de equipamiento de exhibición (pozos de frío y 43 freezers frontales) destinada a estos productos . El crecimiento en el rubro de alimentos congelados ha creado la necesidad de desarrollos logísticos especiales para el almacenamiento y distribución de estos productos que aún se encuentran en una fase incipiente. Los cambios más significativos parecen haber sido asumidos hasta el momento por la industria, y tienen que ver con el mejoramiento de las flotas de transporte en frío y la construcción de centros de distribución automatizados. 4.2. Desarrollo de marcas propias o privadas en alimentos 44 El desarrollo de marcas propias, privadas o exclusivas constituye un capítulo especial en la estrategia en alimentos de la Gran Distribución, en tanto evidencia el poder creciente de estas empresas sobre la composición de la oferta alimentaria, que incide tanto en el tipo de productos ofrecidos como en las condiciones de su producción. Las ventajas de esta estrategia para la GD son varias: refuerza su penetración en los mercados y sus partes de mercado; aumenta su poder de negociación frente a sus proveedores; le permite ejercer un mayor control sobre los estándares en la calidad de los productos ofrecidos; aumenta sus ganancias comerciales; mejora su posicionamiento en precios ofreciendo calidades similares a las de las marcas líderes a precios mas bajos; le otorga un medio adicional para atraer y retener su clientela, y promocionar la imagen de la cadena. La incorporación de marcas propias y privadas de primera línea en rubros alimentarios forma parte de los planes de corto plazo de las principales cadenas. La preferencia de las marcas privadas sobre las marcas propias que emerge como tendencia obedece a la política de las cadenas de establecer un contraste con experiencias pasadas, en las que las marcas propias 45 ofrecían productos baratos y de baja calidad . Dos variables son centrales para el desarrollo de 43 El consumo de vegetales congelados en nuestro país es por el momento muy bajo, 200 gr./hab/año, contrastando con la situación imperante en otros países: Chile, 1,5 kg/hab/año; Europa 8,1 kg./hab/año, USA: 16,8 kg./hab/año. Ello es debido en parte, a su escasa difusión en los hábitos de consumo locales, y en parte a los altos precios de estos productos. Sin embargo, se encuentran entre los nichos de mercado de alto crecimiento potencial (Ghezan et al, 1995) 44 La diferencia básica entre la marca "propia" o "marca emblema" y la "marca privada" pasa por utilizar el nombre de la cadena que desarrolla la marca u otorgarles un nombre distinto. La marca "exclusiva" se daría en los casos en que una cadena retiene en forma exclusiva una línea de productos monopolizando esa marca en el mercado local. 45 En esto ha sentado precedente experiencias como la de El Hogar Obrero, que comercializó con marcas propias algunos productos de menor calidad . esta estrategia: la uniformidad de la calidad, que debe estar garantizada en tanto la marca identifica a la cadena, y la relación entre calidad y precio que mejore la existente en el mercado (del 10 al 15% más baratos que los precios líderes). De esta forma, los productos de marca privada puedan competir adecuadamente con el prestigio y calidad de las marcas líderes y con 46 los bajos precios de las segundas marcas . El desarrollo de marcas del distribuidor de primera línea es una estrategia exclusiva de la GD, y sólo de aquellas cadenas que generan un volumen de ventas que permita su introducción en el mercado, contrapesando los riesgos implícitos de fracaso de nuevos productos, variaciones de calidad y dificultades para seleccionar proveedores. Esta política no se ha generalizado aún a todas las cadenas, y ha seguido evoluciones dispares en cuanto a los productos incorporados y 47 al origen de proveedores Entre las principales cadenas alimentarias del Area Metropolitana, Norte es una de las que más tempranamente incurrió en esta estrategia, a partir de la venta de productos alimentarios (lácteos) y no alimentarios (librería) producidos bajo marcas 48 propias y privadas por proveedores nacionales . En Makro, la presencia de marcas privadas es parte de la estrategia general de la cadena en todos los países de instalación; en Argentina, la venta de marcas privadas tiene un especial desarrollo en rubros alimentarios, a partir de la importación de productos desde Brasil y EE.UU. Carrefour se inició recientemente en marcas privadas, en rubros no alimentarios (textiles, electrodomésticos, menaje, librería y deportes) bajo el abas-tecimiento de proveedores nacionales y extranjeros. Coto ha mantenido esta estra-tegia en un bajo perfil, reduciéndola a pocos productos alimentarios. Tía no ha incurrido aún en estos desarrollos, aunque la importación de productos alimentarios y no alimentarios (principalmente de EE.UU) funciona en los hechos como estrategia de marca exclusiva. Su Supermercado presenta un importante de desarrollo de marcas propias, por el momento centrada en los rubros de panadería, pastas (de elaboración propia) y congelados, proyectando extenderse hacia el resto del sector alimentario. En relación a estos desiguales desarrollos, Disco se presenta como un caso contrastante, en el que el las marcas privadas constituyen uno de los pilares 49 principales de la estrategia comercial . Bajo la marca Bell's, esta cadena 46 Todavía no tiene difusión en el país la oferta de marcas "genéricas" del distribuidor, que han conocido un importante desarrollo reciente en los países europeos, como una oferta de productos a bajos precios y con calidades y packaging estandar. 47 En los países industrializados, el desarrollo de marcas privadas del distribuidor constituye una de las estrategias centrales de estas empresas, alcanzando porcentajes importantes (aunque variables, segun los países) del total de las ventas : en 1992, representaban el 37% de las ventas totales de alimentos en el Reino Unido, el 30% en Alemania y Suiza, el 20% en Suecia y Bélgica, el 17% en Francia y Holanda. (Rabobank, 1994) 48 Norte posee las siguientes marcas propias en alimentos: Cinco, Norlac, Nores y Norburg. Las industrias lácteas Milkaut y La Serenísima producen bienes con marca de esta cadena. (Mateos y Razquin, 1995) 49 En 1994 se lanzó el programa de marcas privadas Bell's. Se ofrecen actualmente más de 100 productos de esa marca, la mayoría de ellos en conservas y productos de almacén, aunque recientemente la ha extendido en productos frescos. Disco tiene como objetivo alcanzar con la marca propia el 80 u 85% de las familias de productos comercializadas, lo cual se correspondería con un 20 o 25% del volumen de ventas. Los productos Bell's representaron aproximadamente el 24% de las ventas totales de las categorías en las que se los ofrecen y el 29% del margen de ganancia obtenido por la empresa en esas categorías (Revista Intermercados, marzo 1996). comercializa un porcentaje creciente de gran parte de las familias de productos que conforman su surtido general (alimentos secos, lácteos y congelados). Si bien los proveedores han sido tradicionalmente extranjeros (EE.UU), la necesidad de evitar los costos imprevistos asociados a la importación junto con mejoramiento en las garantías de calidad ofrecidas por los productores nacionales están reorientando las políticas de abastecimiento hacia los proveedores nacionales. Los proveedores con marca propia pueden venderle a la cadena y/o producir para la cadena. La renuencia actual de algunas de las grandes industrias alimentarias del país a integrar proyectos de marca del distribuidor ha llevado a la mayor parte de las cadenas a iniciar estas experiencias con proveedores extranjeros, en muchos casos empresas especializadas en la producción para cadenas de la gran distribución. Sin embargo, crecientemente las industrias locales están aceptando producir marcas del distribuidor, en parte debido a las presiones ejercidas por la GD en sus estrategia de reorientación de sus proveedores de marca propia, y en parte para aprovechar mejor la capacidad instalada de producción. En algunos casos de contratos de producción con la industria local, la GD decide qué producto 50 quiere incorporar, el que por lo general es de calidad similar al producto líder del mercado . Los acuerdos de marca propia giran principalmente sobre los volúmenes de compra del producto, y no imponen por el momento nuevas condiciones de producción, aunque la garantía de calidad de los productos es un aspecto esencial de las negociaciones. La intervención en las condiciones de producción obligaría al distribuidor a incorporar nuevos conocimientos relacionados con procesos de producción, selección de materias primas, control de calidad, etc., que lo alejarían de sus actividades comerciales centrales. De todas maneras, el desarrollo de marcas propias impulsa a la GD a incursionar en aspectos de márketing, de políticas de surtido, de introducción de productos nuevos y de adaptación al mercado, y contar con personal capacitado para manejar esta estratégia que exige altos grados de innovación y competitividad. 5. Prácticas comerciales con proveedores y modalidades de abastecimiento 5.1. Prácticas comerciales y contenido de las negociaciones con proveedores Las políticas de competencia en precios, de reducción de los costos operativos y el aumento en el volumen de las transacciones se desarrolla junto a una progresiva centralización de la gestión empresaria. Esto se evidencia especialmente en la organización de las compras de las grandes cadenas y en el contenido de las negociaciones. Empresas que mantenían un sistema descentralizado de gestión de las compras por boca, se vuelcan crecientemente a una gestión comercial centralizada, modificando incluso las funciones de los cuadros gerenciales (Carrefour, Disco). Las negociaciones entre proveedores y grandes cadenas, a pesar de los cambios introducidos por las innovaciones informáticas, el incipiente desarrollo de funcionamiento en redes y de nuevas modalidades de articulación intersectorial -énfasis en relaciones mas cooperativas y/o 50 No todos los productos alimentarios se prestan para se utilizados en una estrategia de marcas propias. Estas se desarrollan con menores riesgos en productos de consumo masivo (azúcar, harinas, aceites, conservas) que en productos de consumo suntuario (licores, patés, ...) en el desarrollo de prácticas contractuales de mas largo plazo, desarrollo y referenciamiento de proveedores-, siguen conservando las modalidades tradicionales de la venta minorista. Los acuerdos de provisión anual que la GD establece con sus grandes proveedores industriales, en los que se delinea la estrategia general de aprovisionamiento de las cadenas y de ofertas de las industrias no han eliminado la práctica de negociaciones permanentes a lo largo del año, en las que se discuten órdenes de compra, modificaciones de precios, promociones y bonificaciones, ingreso de nuevos productos, estrategias de merchandising, formas de pago, y demás elementos que integran el paquete de negociaciones proveedores-distribuidores. Estas últimas son llevadas adelante, en una primera instancia (ad referéndum de las gerencias de ventas centrales de las industrias), por los cuerpos de vendedores de las diversas firmas proveedoras, los que se enfrentan con el personal que la GD destina para tales negociaciones, (el que varía según las prácticas comerciales de las diversas cadenas desde compradores de poca calificación y en permanente rotación, hasta empleados calificados y de alto nivel, encargados de compra por sector o miembros del cuerpo gerencial o propietarios de la empresa), en los espacios que éstas reservan para tales negociaciones (no siempre confortables o adecuados). La sobrevivencia de los vendedores de las industrias se relaciona no sólo con el estado parcial y desigual de las innovaciones en sistemas de las empresas, sino con la actitud con que muchas cadenas encaran el proceso de negociación, planteado como una sucesión de luchas y acuerdos orales en relación a precios, notas de débito y bonificaciones, modalidad que se resiste a desenvolverse por medios informáticos y automatizados. Los términos y contenidos de las negociaciones entre GD y proveedores dependen principalmente de: los poderes económicos relativos de los participantes; las estrategias de posicionamiento de la GD; las condiciones de la competencia intra e inter-formato, las regulaciones y reglamentaciones que enmarcan la actividad económica. Aquellas cadenas que basan su posicionamiento en la oferta de alimentos a bajos precios (Carrefour, Makro, Walt Mart, Coto), centran sus esfuerzos negociadores en el logro de las condiciones de precios y pago lo más ventajosas posibles. Otras cadenas, mas orientadas a la oferta de servicios, ponen más énfasis en estos aspectos en las negociaciones. En términos generales, los principales elementos presentes en las negociaciones GD proveedores son: cantidades comercializadas y precios; condiciones, formas y frecuencias de las entrega de las mercaderías (condicionamientos logísticos) , condiciones, plazos y formas de pago; descuentos y bonificaciones diferenciales; participación en promociones; formas de exhibición de las mercaderías en los locales (alquiler de espacios, merchandising); distribución de los riesgos en la introducción de nuevos productos; permanencia de los productos en las góndolas; participación de los proveedores en las aperturas de nuevas bocas; acceso de los 51 proveedores a información sobre evolución de las ventas de sus productos. Algunas prácticas comerciales de la GD son origen de fricciones en las negociaciones y relaciones con los proveedores entre ellas, las prácticas de fijación de precios de venta por la 51 Aun cuando las empresas entrevistadas no proporcionaron información sobre el tema, es una práctica corriente de la GD (en Argentina y en otras partes del mundo) el alquiler de espacios privilegiados de exhibición tales como como puntas de góndola y ubicación privilegiada en góndolas. Según estimaciones de la consultora Alpha publicadas en Página 12 (enero de 1996) la puntera de góndola en un supermercado cuesta aproximadamente 2.000 pesos por mes; un hipermercado puede cobrar entre 5.000 y 10.000 pesos . Dado que un hipermercado tiene entre 100 y 200 puntas de góndola, sus ingresos por el alquiler de ellas no son desdeñables: pueden alcanzar hasta el 5% de las ventas. GD, la selección de proveedores, las políticas de merchandising, las bonificaciones diferenciales y las condiciones exigidas para la aceptación de nuevos productos. La introducción de nuevos productos, estrategia vital de las industrias para asegurar el crecimiento de sus ventas y ganancias, constituye crecientemente un espacio de negociaciones y conflictos con las grandes cadenas de la distribución, tanto en relación a su aceptación como a las formas de compartir costos y riesgos. Las tasas de introducciones son muy elevadas, los rechazos de nuevos productos son altos, y sólo un reducido porcentaje de los nuevos bienes 52 permanencen en el mercado luego de un año . Las industrias se ven obligadas por la GD a pagar una tasa de introducción o bien conceder bonificaciones o descuentos adicionales, para poder colocar sus nuevos productos en las góndolas. Los cambios en la relación proveedor-distribuidor involucra no sólo nuevas infraestructuras logísticas y comunicacionales, sino nuevos conceptos de manejo de la información (desde las decisiones de producción hasta la elección del lugar que deben ocupar los productos en el estante del supermercado). Algunas empresas de la GD han comenzado a plantear el proceso de negociación en base a información compartida, brindando información sobre la rotación de los productos y proponiendo formas de desarrollo de las ventas en el futuro. No todos los proveedores se encuentran en disposición para aprovechar esta información. Pese a la gran resistencia a compartir información sobre las ventas, es previsible que en los próximos años, y en función de la presencia de nuevas cadenas internacionales, la relación entre proveedores y consumidores avance hacia un manejo más compartido de la información entre proveedores y distribuidores. 5.2. Modalidades de abastecimiento de la GD Las modalidades de abastecimiento de las GD están en buena medida condicionadas por las estructuras y formas de organización de los mercados de los productos agroalimentarios y por sus prácticas comerciales y políticas de desarrollo de proveedores. En el caso de los rubros alimentarios industriales (incluyendo las bebidas), la práctica generalizada de la GD es su abastecimiento directo de las grandes empresas industriales y/o de sus distribuidores exclusivos, eliminando los canales de comercialización mayorista. Las cifras presentadas en la Sección I de este documento son elocuentes al respecto: en promedio, el 88% de las compras de los grandes comercios minoristas se realiza directamente a grandes industrias de la alimentación y/o a sus distribuidores exclusivos. La articulación con las Pymes alimentarias sigue, por el contrario los canales comerciales indirectos: se realiza bien a través de distribuidores especializados de estos productos, bien a través de mayoristas/distribuidores. 52 En EEUU, sólo en 1991 fueron introducidos 16.150 nuevos productos, duplicando la tasa de introducciones registrada seis años antes. Un 60% de los nuevos productos ofrecidos por los industriales fueron rechazados por las cadenas antes que alcancen a llegar a sus estanterías; poco menos de la mitad de los nuevos ítems aceptados por los supermercados permanecen en sus estanterías al año siguiente (Rabobank, 1995) Las estimaciones disponibles para Argentina indican que el porcentaje de fracasos en las nuevas introducciones es mucho mas elevado. Distinta es la situación en el aprovisionamiento de productos agrícolas no procesados en donde la heterogeneidad de los productores es muy amplia, y sus formas de organización comercial en muchos casos muy dispersas o inexistentes. Nos referiremos en este apartado a algunas modalidades de aprovisionamiento de las grandes cadenas minoristas en frutas y verduras frescas, para las que se ha podido recoger parcialmente información en las entrevistas a empresas y a informantes calificados del sector, y en publicaciones especializadas. La reorientación comercial hacia los alimentos frescos de la GD tiene su contrapartida en las estrategias de aprovisionamiento de estas empresas, con el desarrollo de nuevas modalidades de compra, el surgimiento de nuevos agentes en los circuitos comerciales y, en algunas empresas, inversiones en infraestructuras logísticas especialmente concebidas para abordar la distribución de frescos, tal como se presentó el apartado 4.1. Como sucede en los canales mayoristas del conjunto de los bienes alimentarios, la emergencia y desarrollo de la GD da lugar al surgimiento de nuevos circuitos de comercialización en frutas y legumbres, reduciendo la importancia de los mercados físicos de concentración e impulsando la de nuevas empresas mayoristas especializadas. Las centrales de compra de las grandes cadenas integradas van asumiendo progresivamente las funciones tradicionales de la etapa mayorista. A través de la compra centralizada, la GD hace valer su poder de negociación e impone condiciones en cuanto a precio, plazos de pago, calidad y frecuencia de las entregas. Las entregas se realizan directamente por los proveedores a cada local de las cadenas (caso por lo general de los grandes hipermercados con pocas bocas que no poseen depósitos centrales o centros de distribución, como Makro o Jumbo) o bien son distribuidas desde los centros de distribución propios de las diversas cadenas -depósitos centrales, plataformas especializadas-. (Disco, Norte, Su Supermercado). A pesar de estas nuevas tendencias, la compra mayoritaria de frutas y verduras de la GD se realiza cotidianamente en el Mercado Central (60 al 80% o más según empresas y épocas del año), a mayoristas especializados, mayoristas multiproductos tradicionales y nuevos mayoristas/ distribuidores. La gran mayoría de las grandes cadenas tiende, simultáneamente, a desarrollar estrategias de aprovisionamiento directo con productores y, sobre todo, con nuevos agentes de la intermediación que operan fuera del Mercado Central. Si bien el desarrollo de este tipo de proveedores no es aún muy importante, jugarán sin duda un papel relevante en la nueva configuración del circuito de distribución de frutas y legumbres. En algunos casos, la GD realiza actividades de localización y selección de productores en diferentes regiones del país, asumiendo tareas de control de calidad, capacitación e impulso al desarrollo de actividades post-cosecha. En otros casos, trabajan en planes anuales y de más largo plazo con sus proveedores. Sin embargo, se está lejos de alcanzar relaciones contractuales estables y formas de negociación consensuales, normatizadas y reglamentadas (especialmente en lo que concierne al modo de resolución de los conflictos). Las relaciones de fuerza entre la GD y sus proveedores está netamente a favor de la primera, permitiéndole imponer condiciones de compra "duras", especialmente largos plazos de pago, los que constituyen una fuente 53 importante de ganancias financieras. 53 A pesar de la escasa información disponible sobre el tema, la mayoría de los analistas coinciden en constatar la existencia de una gran dispersión en los márgenes de comercialización, que alcanzan a valores muy elevados, sin estar necesariamente correlacionados con variaciones en la calidad de los productos ofrecidos. Según datos presentados por Mateos y Razquin (1995), a partir de información sobre precios mensuales en el Mercado Central, supermercados y verdulerías, publicada por la SAPyA, los márgenes para diversos productos en 1994 variaban entre un mínimo de 130% y un máximo de 620% En Francia, el margen corrientemente aplicado por la GD en frutas y legumbres oscila ente un 20% y un 60% según los productos y las empresas (Gutman G., 1995) DINAMICA DE LA GRAN DISTRIBUCION E IMPACTOS EN LA CADENA AGROALIMENTARIA Las transformaciones ocurridas en los canales minoristas de la alimentación modifica, a través la concentración del poder de compra en la GD y la difusión de nuevas formas organizativas y tecnológicas, la dinámica conjunta de los sub-sistemas agroalimentarios, impulsando procesos de reestructuración productiva y comercial en las diferentes etapas de estos complejos, el surgimiento de nuevos agentes, y nuevas modalidades de articulación y competencia intra e inter-sectorial. En esta sección presentamos algunas manifestaciones de estos procesos que han surgido del estudio de las estrategias de las grandes cadenas minoristas del Area Metropolitana, con especial referencia a sus impactos sobre las industrias de la alimentación y sobre la dinámica comercial de algunas producciones agropecuarias. Asimismo resumimos, a partir de la escasa y dispersa información disponible sobre el tema, las transformaciones en curso en el comercio 54 minorista de alimentos y en los canales mayoristas de comercialización. 1. Relaciones Gran Distribución - Industrias de la alimentación Las transformaciones y reestructuraciones en curso en las industrias de la alimentación, que alcanzan a sus técnicas productivas, a las modalidades de organización empresarial, a las formas de gestión productiva y comercial, y a sus articulaciones con sus abastecedores de materia prima, obedecen a un conjunto de cambios operados tanto en el contexto económico y social interno, como en el contexto internacional, dentro de los cuales la dinámica reciente de la GD juega un importante rol. La apertura de la economía, las nuevas formas de regulación macroeconómica, la profundización del proceso de globalización acompañado por nuevas olas de inversiones de capitales internacionales tanto en la industria como en la distribución minorista de alimentos, la difusión de nuevas tecnologías, los cambios en las pautas y hábitos de consumo, la ampliación del mercado a escala regional (MERCOSUR), modifican profundamente el entorno competitivo de las empre-sas. El creciente poder de negociación de la GD enfrenta a la industria con nuevos y poderosos operadores que, al modificar las reglas del juego comercial y las modalidades de articulación entre las partes, se transforman crecientemente en agentes que impulsan y comandan los 55 cambios . 54 El análisis en profundidad de las modificaciones en las articulaciones intersectoriales provocadas por estas nuevas dinámicas, así como de los cambios inducidos en los sectores productivos y comerciales, escapa a los alcances de este estudio. Para su abordaje es necesario la realización de investigaciones pormenorizadas de subsistemas agroalimentarios específicos. 55 La consolidación del poder de compra en la GD permitió revertir la hasta entonces débil posición del comercio minorista en la relación con sus proveedores, desafiando el poder de grandes empresas, transfiriéndoles el problema del stocks, Sin embargo, no todos los actores industriales se ven afectados de la misma manera. Este sector presenta una gran heterogeneidad, tanto en términos de sistemas productivos como de estructuras de mercado. En la mayoría de las ramas industriales, junto a un elevado número de pequeñas y medianas empresas con reducido peso en el volumen de producción, se observa un alto y creciente proceso de concentración económica, en las que pocas firmas, con una fuerte presencia de filiales de transnacionales, dan cuenta de una parte sustancial de la 56 producción . Las relaciones industria - GD, en consecuencia, se vinculan en la mayoría de los casos a situaciones de oligopolio bilateral, en las que a la concentración comercial se enfrenta una concentración industrial igualmente poderosa, y ambas partes negocian, en condiciones de necesidad mutua, los términos de sus acuerdos comerciales. La gran industria no puede prescindir de la gran distribución para la venta de sus productos. Las decisiones de compra de los productos de consumo masivo se toman cada vez mas en los puntos de venta: mas de un 70% de las compras son por impulso. "Un producto no exhibido en las góndolas del supermercado es un producto no vendido". Al mismo tiempo, la gran distribución no puede dejar de ofrecer los productos de las marcas líderes del mercado, a riesgo de perder su clientela. Si bien el poder de decisión (y el logro de mayores productividades) está desplazándose cada vez mas hacia las etapas finales de las cadenas alimentarias, fenómeno que ocurre en todos los países en los que se impuso la GD como modalidad predominante de venta minorista, la relación gran industria- gran distribución conserva todavía las características de acuerdos entre actores con fuertes poderes relativos. Por lo demás, la creciente difusión internacional de las cadenas minoristas y las nuevas inversiones extranjeras en las industrias de la alimentación preanuncia el desarrollo de relaciones entre proveedores globales (internacionalizados) y comercios globales. La centralización de las operaciones a escala mundial comienza a expresarse en las relaciones locales. Distintas son, por supuesto, las relaciones entre las pequeñas y medias empresas agroalimentarias (Pymes) y las grandes cadenas de la distribución. Las Pymes deben adaptarse completamente a las exigencias impuestas por las grandes superficies, en particular aceptar largos plazos de pago. La lógica de este juego de poderes, en el que la relaciones son asimétricas, permite predecir fuertes procesos de reconversión productiva en este sector, junto con la probable desaparición de muchas firmas. Este proceso está ya en marcha en varios subsistemas agroalimentarios. La comprensión de sus alcances y magnitudes requiere la realización de relevamientos y análisis específicos que actualicen el diagnóstico de estos sectores. En función de las evidencias recogidas en este estudio, nos referiremos específicamente a las estrategias desplegadas por la gran industria (GI) en respuesta a las nuevas reglas del juego desarrolladas por la gran distribución. obligándolas a reponer mercadería con la frecuencia que fuera necesaria, e imponiéndoles precios, descuentos y condiciones de pago. 56 Entre los nuevos arribos de capitales extranjeros en el sector, se destacan inversiones de empresas multinacionales estadounidenses (entre otras, Phillips Morris, Nabisco, Pepsico, Cargill), europeas (Bongrain, Danone, Parmalat, Cadbury, Unilever, Nestlé,...), brasileñas (Sadia, Brahma,...), chilenas (Luksic Group) ( "La industria argentina de alimentos y bebidas", SAPyA, 1996, y Revista Fortune, Nº187, 1994). Las grandes empresas de la alimentación se vieron fuertemente afectadas por los cambios en los circuitos minoristas de distribución, tanto en relación con sus prácticas comerciales, como a nivel logístico, a nivel financiero y, en una visión de mas largo alcance, a nivel tecnológico y organizacional. Se pueden reconocer dos momentos o etapas en la relación GI-GD. En un comienzo, la atención de las partes se centró en las prácticas y políticas de fijación de precios y en los contenidos de las negociaciones comerciales, haciendo valer sus poderes económicos relativos. Luego, y sin que estos aspectos quedaran relegados, la atención se centró en la formulación de adecuadas logísticas de distribución como elemento central de sus poderes competitivos. Las perspectivas de relaciones mas cooperativas GI-GD, impulsadas por algunas grandes cadenas frente al recrudecimiento de la competencia (en particular por Wal Mart), abren nuevas posibilidades de acuerdos consensuados entre las partes. Sin embargo, estas prácticas son aún muy incipientes. En este sentido empresas industriales y distribuidoras han realizado en los últimos años profundas modificaciones en sus organigramas empresariales, tendientes a administrar más ágilmente el proceso de comercialización y a disponer de personas capacitadas en el manejo de las nuevas funciones en puestos claves. Esto afecta a las antiguas gerencias de compras y ventas de ambos actores, las que se transforman en sectores unificados, dirigidos a una administración integral de las categorías de productos, desde sus condiciones de producción hasta la implementación de su venta. La evolución de las relaciones GI-GD, que conjugan a la vez espacios de cooperación y de lucha de poderes, dependerá en gran medida de la forma en que se diriman aspectos críticos de sus prácticas comerciales. Políticas comerciales de la gran industria Frente a las presiones de la GD para obtener condiciones de precios ventajosas en sus compras, acrecentadas por la "guerra de precios" desatada entre las grandes cadenas de hipermercados (disminuciones de precios que son trasladadas a los productores a través de la práctica de las notas de débito en las liquidaciones de los pagos), y el desarrollo creciente de las marcas del distribuidor, la gran industria ha desplegado distintas estrategias comerciales, que incluyen, entre otras, políticas de defensa de sus marcas, una creciente diversificación de los productos ofrecidos y estrategias de diferenciación o segmentación de sus socios comerciales. Las industrias consideran que el precio forma parte de la imagen de sus marcas; la guerra de precios puede conducir a la pérdida de su posicionamiento como líderes en el mercado. Por otro lado, la venta de productos por debajo del costo, práctica corriente de varios hipermercados, coloca a la industria en una situación conflictiva con el resto de sus clientes. Este tipo de situaciones ha llevado a los industriales a crecientes reclamos para el establecimiento de regulaciones institucionales que aseguren el cumplimiento de reglas 57 competitivas, regulaciones de difícil implementación . Al mismo tiempo, ha conducido a las industrias a proponer a sus distintos grandes clientes una oferta conjunta de precios, plazos, 57 A estos reclamos se suman algunas empresas de la GD, quienes se ven afectados en sus prácticas comerciales por las rebajas realizadas por sus competidores. descuentos, promociones y bonificaciones que en promedio no otorguen beneficios diferenciales a ninguno de sus socios. Una de las primeras respuestas de los industriales frente al desarrollo creciente de las marcas del distribuidor, ha consistido en el refuerzo de sus marcas, a través de la intensificación de sus políticas de marketing tendientes a oponer a la concentración de los canales, la concentración 58 de las marcas . Pero, al mismo tiempo, la política de marcas propias de la GD, y la reorientación en su abastecimiento hacia productores nacionales ha llevado a numerosos industriales a plantearse la disyuntiva de transformarse en productores por cuenta de la GD, fenómeno ampliamente extendido en los países industrializados, en donde las industrias se han visto obligadas por las presiones competitivas a producir marcas del distribuidor como una 59 forma de mantenerse en los mercados . Esta situación tiende a reproducirse en el medio local, en la medida en que para el desarrollo de sus marcas propias puede recurrir a pequeñas y medianas empresas, y multiplicar sus circuitos de importación, aumentando sus presiones sobre la industria. Otra de las respuestas que están encarando algunas industrias se orienta a una selección de sus socios comerciales minoristas más ajustada a sus estrategias. Los diferentes posicionamientos en precios y servicios de las grandes cadenas pueden conducir a las firmas industriales, en el futuro inmediato, a relacionarse con algunas y no con todas las empresas de la gran distribución en función de su "clientela objetivo". La reciente instalación de nuevas cadenas y los probables nuevos arribos y formatos abrirán el juego competitivo y ofrecerán a los industriales un más amplio abanico de posibilidades de acuerdos comerciales. En la medida en que sea posible diferenciar segmentos de mercado combinando tipos de consumidor por producto y tipos de consumidor según diferentes canales minoristas, la respuesta de los industriales podrá orientarse a asimilar ciertos productos a determinados formatos de comercio. Un objetivo similar se encuentra detrás de la preocupación actual de las industrias de la alimentación en reorientar sus ventas hacia otros tipos de negocios minoristas con el propósito de disminuir su dependencia con las grandes cadenas. Dentro de esta tendencia, se ubican estrategias recientes dirigidas a reforzar sus relaciones con el comercio minorista tradicional, apoyando su modernización y reestructuración a través del otorgamiento de condiciones comerciales más favorables. El comercio minorista independiente de proximidad, los pequeños autoservicios, pese a su creciente desplazamiento por la GD, conservan todavía partes importantes del mercado de alimentos, y se convierten en lugares privilegiados de defensa de los productos de marca del fabricante. Su posición competitiva actual frente a las grandes cadenas integradas es, sin embargo, muy débil. Promover el aumento de la competitividad de pequeños y medianos comerciantes forma parte de las estrategias comerciales actuales de algunas grandes empresas de la alimentación, interesadas en mejorar los canales de comercialización de los pequeños negocios, a los que los que no pueden llegar directamente, por problemas logísticos y de costos. El desarrollo de 58 En opinión de algunos industriales y especialistas en el tema, debería a llegarse a una concentración del 50% o 60% del consumo en algunos productos en no más de 4 ó 5 marcas del productor. 59 El desarrollo de las ventas de marcas propias o privadas de las cadenas reduce el espacio comercial de las marcas del productor, generando ámbitos de independencia de los distribuidores respecto del sector industrial y aumentando su poder de negociación frente a los mismos. programas para profesionalizar su gestión comercial, ofreciéndoles asesoramiento y herramientas para mejorar su equipamiento y los servicios a la clientela, la selección y desarrollo de distribuidores especiales, la modernización y reestructuración de sus infraestructuras logísticas, forman parte de esta política comercial. La logística en el enfrentamiento gran industria y gran distribución El proceso de concentración de las industrias alimentarias ha sido paralelo a la expansión del número de productos ofertados y al crecimiento de los volúmenes comercializados, creando la necesidad de nuevas infraestructuras para el manejo de bienes y de información. La reestructuración logística de las empresas líderes tiene que ver con la disminución del número total de depósitos, la conversión de algunos de ellos en playas de distribución y la construcción de grandes centros de distribución automatizados ubicados en lugares estratégicos en relación a los principales puntos de abastecimiento de la demanda, transformaciones asentadas en la informatización de las instalaciones de la empresa. Al mismo tiempo, el funcionamiento en flujos tensos que impone la gran distribución, la eliminación del intermediario mayorista que amortizaba los volúmenes de stocks industriales con sus compras contracíclicas, y en general las nuevas reglas competitivas impuestas por la GD, obligan a las industrias a agilizar la gestión de sus stocks, impulsando sus inversiones en infraestructuras logísticas. Disponer de modernas redes de distribución propia constituye para la industria un arma estratégica de negociación frente a las grandes cadenas integradas. Cumplir con los condicionamientos básicos de los supermercados, y contar con infraestructuras adecuadas para ofrecer servicios crecientes en las formas y modalidades de entrega de sus productos, posiciona a las industrias en el proceso de selección de proveedores por la GD, convirtiéndose en un importante elemento en el desarrollo de sus ventajas competitivas. Actualmente, tanto las empresas líderes de la industria como grandes distribuidores abordan directamente las inversiones requeridas en infraestructuras logísticas. La terciarización de estas actividades y el surgimiento de prestatarios logísticos especializados, -tendencia presente en la gran mayoría de los países europeos en los que industriales y distribuidores persiguen un proceso de recentraje en sus actividades principales-, no ha alcanzado por el momento un gran desarrollo en el país, en parte debido a las estrategias de las empresas en el logro de mayores poderes de negociación, y en parte al escaso desarrollo actual de estos agentes. Sin embargo, frente a la perspectiva del mercado ampliado del MERCOSUR, están comenzando a 60 surgir nuevos agentes en los circuitos de circulación de bienes . La disposición de la infraestructura de distribución de algunas industrias para el almacenamiento y distribución de 61 productos de otras empresas constituyen asimismo pasos intermedios en este proceso . 60 Recientemente, han surgido nuevas asociaciones de grandes empresas nacionales y extranjeras para el desarrollo y ejecución de programas logísticos en el Mercosur. Tal es el caso de Mark VII de EEUU y Trans SACIF de Argentina. Estas empresas cuentan con una vasta red de distribución, con depósitos centrales en las principales ciudades del país. Se ocupan de distribuir las mercaderías de sus clientes (industrias), según sus instrucciones y las de la GD, preparando los pedidos en los depósitos centrales, fraccionándolos y re-empacándolos. En algunos casos se encargan de la impresión de códigos de barra y de la facturación, contando para ello con modernos equipos de computación. Sus servicios pueden extenderse a nuevas operaciones: control y administración de inventarios, atención de reclamos, reposiciones en góndolas (Proveedores y Supermercadistas, No 125, 1996). 61 Este es el caso, por ejemplo, del centro de distribución automatizado de Cargill, de reciente instalación en Pilar, para la distribución de alimentos congelados y frescos. Es el más grande en su tipo, con una superficie de 2.400 m2 y capacidad de El impulso paralelo de desarrollos logísticos en industrias y grandes superficies minoristas, aunque responde a un interés mutuo de reducción de costos operativos, no implica necesariamente que GD e industrias funcionen coordinadamente. Son difíciles los acuerdos en relación al reparto de las mayores ganancias derivadas de las reducciones de costos alcanzadas gracias a la mejoras de eficiencia logradas en la distribución de los bienes, y actualmente una parte importante de las negociaciones entre ambos actores gira alrededor de estos problemas. Pese a algunos incipientes desarrollos de funcionamiento en redes informatizadas, indus-tria y GD se encuentran aún muy lejos de lograr una fluidez de comunicación y coordina-ción informativa. Posiblemente no sea éste uno de sus objetivos inmediatos de los recientes desarrollos logísticos. Los procesos de informatización se orientan por el momento a facilitar el flujo interno de información de las empresas. 62 Algunas respuestas tecnológicas de las industrias El nuevo rol de las grandes empresas de la distribución en la dinámica conjunta de los sistemas agroalimentarios, sus condicionamientos en materia de calidad y variedad y en los ritmos y modalidades de entrega de los productos industriales, otorgan a estos agentes una influencia creciente, y una capacidad de inducción y/o impulso a los desarrollos tecnológicos industriales, particularmente los vinculados a la innovación de productos. En un contexto económico de inestabilidad e incertidumbre que se traduce en el acortamiento de los ciclos de vida de los productos, con demandas volátiles y crecientes exigencias en calidad y servicios, las respuestas de las industrias tienen que combinar rapidez de reacción, flexibilidad en sus respuestas, y mayores productividades. El industrial que quiere tener presencia en los mercados (y en los supermercados) debe conjugar al mismo tiempo el control en el aprovisionamiento de sus materias primas, prever el volumen de producción, y por lo tanto la evolución de la demanda, y multiplicar las referencias producidas. La GD se encuentra en una posición privilegiada para monitorear la evolución de la demanda, información estratégica para la planificación de la producción industrial. La búsqueda de soluciones para resolver el dilema productividad vs. flexibilidad y alcanzar la coherencia entre opciones comerciales y restricciones logísticas ha llevado a las firmas industriales al desarrollo de innovaciones en tecnologías de procesos y productos que permitan arbitrar mejor entre economías de escala, de diversificación y especificaciones de la demanda. Esto es, determinar el tamaño de las series de fabricación compatibles con la diversificación de gamas propuestas a los consumidores y/o exigida por las grandes cadenas de la distribución en función de los cambios en los patrones de consumo. En un contexto concurrencial dominado por las economías de variedad, los distribuidores imponen a los industriales entregas frecuentes, en lotes chicos. La respuesta de los industriales no puede basarse en una política de stocks de productos terminados, política costosa por el 19.000m3 para almacenar 2.000 toneladas de productos congelados. (Cargill lidera el mercado en segmentos de productos en crecimiento, como empanados de pollo, pescado y vegetales congelados) El CDC también almacena y distribuye productos de terceros: la Pesquera Santa Helena (Kani Kama), McCain (papas fritas) y Haagen Dasz (helados) encargan a esta empresa la distribución de sus productos. 62 Escapa a la intención de este apartado un análisis de los cambios tecnológicos recientes en las industrias de la alimentación. Sólo se señalan algunas tendencias que han surgido del estudio en relación a los cambios producidos por la dinámica de la GD. número elevado de referencias producidas, y riesgosa en términos de la perecibilidad de los productos. Entre los desarrollos tecnológicos recientes en los países industrializados en respuesta a estas exigencias, que comienzan a difundirse en la Argentina, merece destacarse los asociados a la estrategias de diferenciación postergada (postponement): desarrollo de procesos productivos que posibiliten la creación de un nivel elevado de variedad de productos finales compatible con la elaboración de productos intermedios fácilmente almacenables, y que permitan el logro de economías de escala en su fabricación (Nakhla M., 1993). La empresa industrial tiene dos medios de acción, de naturaleza logística y productiva: − la creación de variedad al nivel de la distribución física (en general a cargo de los distribuidores o agentes especializados): localización temporal y espacial de la oferta; composición del surtido, condicionamiento, etiquetaje, embalaje. − la creación de variedad a nivel de la producción: intercambiabilidad de productos, concepción modular, estandarización. El principio de diferenciación postergada se traduce en ciertas industrias de la alimentación (entre otras las industrias lácteas y las de alimentos congelados) en una redefinición del producto y de los procesos. En algunos casos esta estrategia puede combinarse con la externalización de etapas productivas y/o de embalaje final de los productos. La industria puede fabricar una elevada variedad de productos finales a partir de un producto semi-terminado de base, fácilmente almacenable, adicionándole, en función de la evolución de los mercados y de los pedidos, sabores, materias grasa y otros componentes, para arribar a los productos finales producidos en series cortas. En caso de las industrias de alimentos congelados, por ejemplo, la empresa puede stockear productos poco específicos, tales como productos cocinados standard previamente congelados. En función de la evolución de los mercados, les adiciona salsas y condimentos varios que multiplican el número de referencias comerciales, evitando el riesgo de la falta de venta, ligado a su carácter perecedero. Es posible, por lo tanto, asegurar un funcionamiento "just-in-time" compatible con la producción anticipada de semi-productos, en base a la previsión de las ventas. Los cambios tecnológicos y organizativos asociados a las estrategias de diferenciación postergada exigen elevados niveles de cooperación/ coordinación entre la gran distribución y las empresas industriales, todavía muy incipientes en el país. 2. Relaciones Gran Distribución - Producción primaria Transformaciones en los canales de comercialización de los productos frutihortícolas en el Area Metropolitana La importancia creciente de la oferta de alimentos frutihortícolas en las estrategias comerciales recientes de super e hipermercados en Argentina induce procesos de reestructuración en los canales tradicionales de comercialización mayorista y minorista de estos productos, alcanzando sus repercusiones a las formas técnicas y organizativas de la producción agropecuaria, profundizando un proceso de reestructuración de la producción rural impulsado desde décadas atrás por la industria de la alimentación. Sus impactos sobre la producción agrícola pueden ser directos, a través de relaciones directas de la GD con productores primarios; o bien indirectos, mediados por los requerimientos de la industria procesadora en cuanto a la calidad y continuidad en el aprovisionamiento de sus materias primas, en respuesta a las exigencias impuestas por la GD. En la gran mayoría de los casos estudiados en países industrializados, las nuevas formas de comercialización de la GD impactan profundamente las formas organizativas y técnicas de los circuitos de producción y distribución agrícola, delineándose una tendencia que lleva a : − el debilitamiento de los mercados de concentración mayorista 63 − el surgimiento de nuevos agentes en la intermediación producción - gran distribución − la profundización de relaciones contractuales con los productores primarios 64 − una creciente concentración de la producción primaria en los productores más eficientes, con la consiguiente acentuación de la heterogeneización de la estructura agraria y el desplazamiento y marginación de pequeños productores que no pueden adaptarse a las nuevas condiciones. Si bien en esta investigación no se realizó un análisis particular sobre la articulación GD/produc-tores primarios, han podido detectarse algunos cambios -que siguen incipientemente las tenden-cias registradas en Europa y en EE.UU-, a través de la revisión de algunos sobre el tema, publicaciones en revistas especializadas y entrevistas con las grandes firmas de la distribución e informantes claves. Nos referiremos específicamente a las articulaciones de la GD del Area Metropolitana con los abastecedores de frutas y verduras frescas. Bajo el impulso de las compras concentradas de las grandes cadenas de supermercados y hipermercados, los canales de distribución de frutas y verduras del Area Metropolitana se encuentran en un proceso de reestructuración, que lleva a una diferenciación de los agentes presentes en la intermediación. Este proceso incluye el surgimiento de nuevos agentes en la intermediación producción-comercio minorista, tanto dentro como fuera del Mercado Central, muchos de ellos especializados en el abastecimiento exclusivo de las grandes cadenas, el desplazamiento de formas tradicionales de comercialización. 63 Según estudios recientes realizados en Francia, los expertos del sector estiman que solamente un 20% de la producción de frutas y verduras frescas transitará en el mediano plazo por los mercados mayoristas tradicionales. 64 La agricultura de contrato aparece como una forma de coordinación vertical de la producción que facilita la introducción de nuevas técnicas productivas, nuevas variedades y nuevos productos, garantizando la calidad y la regularidad de las entregas a la vez que minimiza el riesgo comercial de los productores. Las modalidades de contratación, la existencia o ausencia de organizaciones de productores, las formas institucionales que acompañan a estos acuerdos (estructura de la competencia, formas de fijación de los precios, regulaciones de comercio externo y competencia de productos importados, regulaciones y controles de calidad, formas institucionales de resolución de los conflictos), y la densidad (o ausencia) de infraestructuras logísticas, tecnológicas de información y de servicios a la producción, condicionan las formas de reparto de las ganancias de productividad logradas entre las partes intervinientes. La importancia del Mercado Central en la intermediación en frutas y hortalizas ha ido debilitándose ante las nuevas modalidades de comercialización surgidas con la GD, aunque una proporción significativa de la fruta y verdura que se comercializa en el Area Metropolitana 65 ingresa a este mercado (aproximadamente un 60%) , el que sigue conservando un papel central en la determinación de los precios de referencia. Una tipología aproximativa de los agentes presentes en la intermediación de estos rubros permite distinguir los siguientes actores (la falta de información pública y la ausencia de relevamientos confiables impide realizar una apreciación de la importancia relativa de estos agentes en la intermediación frutihortícola): Dentro del Mercado Central66: I. mayorista tradicional de remate: sólo entre un 5% y un 7% de las ventas del MC tienen lugar bajo la forma tradicional de remate, figura que pierde rápidamente importancia. II. mayoristas especializados: se encuentran principalmente en la oferta de frutas, y entre ellos figuran las grandes empresas frutíhortícolas nacionales y extranjeras comercializadoras en los mercados internos y externos- y en la de ciertos rubros hortícolas como papa, cebolla y ajo. Sus ventas se dirigen tanto a las grandes cadenas de super e hipermercados como a los negocios minoristas tradicionales (fruterías, verdulerías) y a revendedores mayoristas. III. mayoristas/distribuidores multiproductos: se trata de nuevos agentes, de desarrollo todavía incipiente, que ofrecen una variada canasta de rubros. Pueden ser ellos mismos productores que concentran la oferta de otros agricultores, y añaden a la clásica intermediación, la oferta de un conjunto de servicios adicionales, especialmente dirigidos a las cadenas de hiper y supermercados. Estos incluyen la atención permanente de los pedidos de las grandes cadenas, con entrega diaria asegurada en los locales de las mismas o en sus centros de recepción, la compra por cuenta de las cadenas de algunos rubros que ellos no comercializan, a veces el empaque de los productos. Operan con flotas de camiones propias o contratadas. Si bien por el momento no son numerosos (se cuentan aproximadamente unos 20 agentes de este tipo en el Mercado Central), se estima que se transformarán en 67 poco tiempo en uno de los principales oferentes del MC. IV. Oficinas de compra de algunas empresas de la GD, las que se vinculan con los agentes anteriores. Las modalidades de compra-venta cambian. Son los supermercados los que, retirados de los mercados de remate, imponen a partir de sus centrales de compra, sus condiciones en cuanto a precio, calidad y formas de entrega. Las transacciones se fijan a partir de los precios de referencia del MC, por lo que no se reconocen, en la mayoría de los casos, diferenciales de precios por calidad. 65 El 40% restante se canaliza a través de compras directas a productores, a nuevos agentes de la distribución frutihortícola , o bien a través de compras en mercados menores del Gran Buenos Aires (3 de Febrero, Beccar, Avellaneda, Berazategui...) (Entrevista con el Sr. Federico Ocampo, Responsable de Asistencia Técnica del Mercado Central). 66 Información suministrada por el Sr. F. Ocampo. Es frecuente hoy en día denominar a estos agentes "shippers", término de uso en EE.UU. para los distribuidores de hortalizas frescas. En este país, los shippers realizan acuerdos de largo plazo con sus proveedores (diversas formas de agricultura de contrato), poseen importantes infraestructuras logísticas, y mantienen arreglos permanentes con las grandes cadenas de distribución minorista, a las que les ofrecen una variada gama de servicios (entrega, calidad, páckaging, etiquetado, reposición). 67 Una idea de los procesos de concentración económica en curso en este canal de comercialización la proporcionan las siguientes cifras, correspondientes a los volúmenes transados en abril de 1996: sobre un total de casi 550 operadores activos en el área transaccional (no incluye mayoristas de remate ni hortalizas pesadas), los 50 mayores operadores, que representan sólo el 9% del total, concentraban el 32% del volumen ingresado; y los 110 mayores (20% del total), el 52%. En el otro extremo, el último 20% de los operadores apenas alcanzaban a un 3.4% del volumen total. Con las transformaciones en curso en el Mercado Central, la concentración tenderá a crecer. Nuevos agentes en la intermediación de frutas y hortalizas fuera del Mercado Central68 Aunque todavía en forma incipiente, surgen nuevos actores en la intermediación frutihortícola, que acortan el circuito entre producción y GD. Actualmente no son numerosos, pero constituyen un segmento de la intermediación en plena expansión. Se trata de agentes que ofrecen productos diferenciados, muchas veces con marcas propias, que toman a su cargo la selección de productores y productos (a veces ellos mismos son productores agrícolas). Su articulación con los productores agrícolas, a través de contratos formales o informales, puede incluir asesoramiento técnico, financiación de parte del proceso productivo y prestación de servicios a la producción. Se ocupan del agrupamiento, selección y tipificación de la producción -algunos cuentan con plantas de recepción provistas de cámaras de frío y facilidades para la reclasificación y procesamiento de los productos- y toman a su cargo el transporte de los productos hasta sus clientes (en su gran mayoría cadenas de supermercados e hipermercados, aunque algunos esperan extender sus servicios a restaurantes y empresas de cátering). Siguiendo a Mateos y Razquin (1995), pueden distinguirse dos grupos de agentes (aunque no es posible apreciar su magnitud, por la escasa información disponible): I. agentes que operan como articuladores entre GD y los productores: Se trata de empresas conformadas para tal finalidad con acuerdos con la GD y acuerdos de abastecimiento con productores de distintas zonas del país en distintas modalidades (consignación, contratos, etc.). II. productores que integran la etapa comercial: Se encuentran en este estrato empresarios individuales, empresarios asociados para la comercialización - algunos de tamaño comercial importante, que operan también en los mercados externos-, y algunas cooperativas de pequeños productores. Algunos ejemplos muestran casos de reconversión y modernización de productores para tradicionales del cinturón verde del GBA y de La Plata, que se asocian con una producción hortícola en invernáculos, diferencian sus productos, ofrecen servicios a productores e incorporan la comercialización, vinculándose con GD sobre todo en GBA.. En resumen, siguiendo las tendencias imperantes en países industrializados, la cadena tradicional de funciones y agentes en el sector frutihortícola tiende a modificarse. Junto a operadores independientes históricamente presentes en la venta de la producción agrícola, se encuentran hoy en día productores/distribuidores, mayoristas/minoristas, y otras combinaciones posibles de agentes y funciones, con un peso creciente de grandes operadores Algunas de las formas clásicas o tradicionales del negocio subsisten, pero su rol comienza a disminuir significativamente. 68 Esta sección se basa ampliamente en la investigación de Mateos y Razquin (1995) y en entrevistas a informantes calificados. Se observa una tendencia al surgimiento de nuevos agentes orientados al aprovisionamiento de los hipers y supermercados, pero el papel de la GD en la reorganización de las cadenas de frutas y hortalizas es aún muy incipiente y predominan las relaciones asimétricas entre GD y proveedores. A pesar el aumento de las relaciones directas GD- productores, el Mercado Central continua jugando un rol determinante en la formación de los precios, lo que no beneficia a los agentes que ofrecen productos y servicios diferenciados. Las relaciones directas GD-productores enfrentan una gran concentración de las compras a una oferta muy dispersa. El desarrollo tecnológico de los productores frutihortícolas, a pesar de los recientes avances, está lejos de haberse generalizado. Producciones y productores presentan elevados grados de heterogeneidad, lo que dificulta encontrar agricultores con los niveles técnicos adecuados para garantizar una oferta en las condiciones de calidad y cantidad requeridas. A ello se suma la falta de diferenciación de las producciones (desarrollo de variedades de cultivo especializadas según su destino). Los desarrollos tecnológicos en la producción, conservación, transporte y distribución logística, han sustentado las transformaciones en los circuitos de comercialización en los países industrializados. En Argentina, persisten serias deficiencias en estas áreas y en general en las formas organizativas, productivas y comerciales de los productores primarios. De acuerdo a los estudios revisados y a las entrevistas realizadas, los principales problemas presentes en estos canales son: − El sistema de comercialización es poco transparente; las infraestructuras de comunicación son muy deficientes. − Son muy débiles aún los desarrollos en infraestructura logística en las etapas de post-cosecha de productos frescos (administración de pedidos, transporte, sistemas de depósitos, entrega), lo cual se refleja en la gran dispersión de precios existente. − El desarrollo de la cadena de frío a lo largo del circuito de distribución física, aparece como un requisito indispensable para la expansión del sector. − Persiste una gran dispersión de los productores, con muy bajos grados de 69 organización comercial . − La falta de mecanismos de control y desarrollo de estándares de calidad, y la escasa difusión de packaging adecuados (envases y embalajes) obstaculizan la 70 agilización de los circuitos de distribución . 3. Transformaciones en el comercio minorista tradicional La desaparición de pequeños comercios minoristas de la alimentación es un hecho que se constata diariamente y del que dan cuenta, de manera fragmentada, noticias periodísticas. Sin 69 En Europa, los mercados de productos son más transparentes (Veilings en Holanda, Cadrans en Francia). La elevada organizacion de los productores en sus actividades comerciales mejora notablemente su posición competitiva. La participación de las organizaciones de productores en la venta de sus rubros es, en Holanda, del 95% en frutas y 80% en hortalizas; en Dinamarca, 64% y 54% respectivamente; en Francia, 60% y 53%; Alemania, 35% y 67%; Italia 28% y 60%; (Rodriguez Zúñiga 1994, citado en Mateos y Razquin,1995). 70 En Europa, el packaging del sector frutihortícola es considerado como uno de los elementos centrales del éxito en el desarrollo de estos rubros en la GD (mejora la conservación, optimiza el frío, agiliza la logística, simplifica las operaciones de depósito y reposición), respondiendo además estratégicamente a las nuevas exigencias relativas al control del medio ambiente (envases de materiales reciclables). embargo, no se dispone de estudios globales y de información actualizada que permitan medir la magnitud de este proceso. Las cifras de los dos últimos censos económicos, presentadas en la Sección I de este estudio, nos muestran una importante caída en el número de negocios tradicionales entre 1984 y 1993, (del orden del 35%), así como de la ocupación generada por estas empresas (disminución del 31%), y su constante pérdida en la participación de las ventas del sector. Este proceso se ha acentuado en los dos últimos años, en los que al avance explosivo de las cadenas de la gran distribución y de nuevas modalidades de centros comerciales (Shopping Centers y galerías comerciales de los super e hipermercados) se suman a las tendencias recesivas de la economía, con su impacto negativo sobre los niveles de consumo y de empleo. Ello se ha traducido no sólo en la continuación del proceso de desaparición de locales de comercio tradicionales, sino también en una drástica disminución de las ventas de los negocios que lograron resistir y permanecer en el mercado. El cierre de pequeños comercios se vio asimismo afectado por el sobredimensionamiento del número de negocios tradicionales ocurrido en la última década, a partir de la proliferación de kioscos y pequeños negocios dedicados a la alimentación, producto de las iniciativas comerciales de una parte de los desempleados de empresas privatizadas o racionalizadas, negocios que mostraron una elevada inestabilidad. Este impacto se expresa en forma más crítica en Capital Federal y en distintos partidos del Gran Buenos Aires, específicamente en aquellas zonas donde coinciden la apertura de locales de grandes cadenas, cuya expansión lleva a la superposición y saturación de localizaciones 71 (ver Sección II C) . Las ventajosas ofertas de precios y servicios de los grandes formatos acaparan al público consumidor, provocando graves crisis de rentabilidad para los comercios 72 adyacen-tes . Frente a esta situación, han surgido diversas iniciativas desde el sector privado -individuales y colectivas-, aún débiles y no coordinadas. Su alcance es aún limitado y su implementación se ve dificultada por diversos motivos, como: falta de capitales y dificultad de acceso al financiamiento, atraso organizativo y tecnológico, falta de capacitación y persistencia de modelos tradicionales de conductas empresarial. A estas iniciativas se suman recientes propuestas de autori-dades nacionales, provinciales y municipales, surgidas de la preocupación frente a las caídas de la ocupación en el sector, tendientes a apoyar la modernización y reestructuración del pequeño comercio minorista tradicional. La información disponible, escasa y dispersa, impide realizar una evaluación preliminar de los alcances y el éxito de estas iniciativas. Presentamos en los párrafos siguientes algunas de las evidencias recogidas en esta investigación. En respuesta a la presión competitiva de shoppings, super e hipermercados, algunos comerciantes han comenzado a plantearse nuevas dinámicas y estilos de comercialización, 71 En el partido de San Martin se registró reciente la desaparición de 4000 negocios (30% de los comercios de la zona) por el efecto combinado de la recesión, el impacto de la instalación de Jumbo y Carrefour y de tres cadenas de distribuidores mayoristas ( Easy, Kargo y Sam's. Los negocios que resistieron vieron sus ventas disminuidas en un 38% (Página 12, 28/4/96). 72 En 1995 había 30 shoppings en el país, con ventas aproximadas de 4000 millones de pesos. La Cámara de Comercios Minoristas (CAME) estima que por cada shopping o hipermercado que se abre, el las calles que los rodean cierran alrededor de 200 comercios. tendientes a mejorar su rendimiento comercial y captar nuevos nichos de mercado. Estos intentos han sido variados, y de suerte diversa. Uno de los formatos de reciente expansión y mayor éxito es el "maxikiosco" modalidad surgida de los kioscos tradicionales con la ampliación de sus espacios y oferta de productos, incorporando rubros alimentarios de primera necesidad y de consumo suntuario. En la misma línea se posicionan los llamados minimercados, o negocios "de conveniencia", que se orientan a las compras de urgencia, necesidad o circunstanciales de un público de ingresos medianos o altos, ubicándose estratégicamente en las estaciones de expendio de nafta. Ofertan un surtido de rubros relativamente amplio, con énfasis en los servicios, y disponen en algunos casos, de espacios para el consumo de bebidas y alimentos elaborados (fast-food). 73 Los comercios clasificados como minimercados y maxikioscos constituyen puntos de venta novedosos dentro del comercio minorista de alimentos, canalizando importantes volúmenes de compras con una variada oferta de productos alimentarios (bebidas, comidas preparadas, alimentos frescos y secos industrializados). Representan asimismo un sector de importancia para otras industrias y ramas de comercialización (farmacia, juguetería, librería, bazar, etc.) y un nuevo tipo de cliente para el abastecimiento mayorista. Paralelamente a los intentos de reconversión y adaptación individuales, distintas asociaciones de comerciantes y cámaras de comercio se movilizan para encontrar alternativas comerciales en ciertos distritos y zonas del Area Metropolitana. Estas iniciativas se dirigen tanto a la solicitud de medidas municipales (mejoramiento de la infraestructura edilicia, buen funcionamiento de los servicios de limpieza y seguridad) como a la organización y el emprendimiento de proyectos de mejoramiento de circuitos comerciales. En una estrategia que ha dado en llamarse "shopping a cielo abierto", las asociaciones de comerciantes de avenidas comerciales (Quilmes, San Martín, Castelar, Avellaneda) intentan recrear mediante diversas medidas las condiciones que ofrecen los shoppings y centros comerciales, flexibilizando los horarios, mejorando la seguridad y la limpieza, habilitando lugares de estacionamiento, ofreciendo distintos servicios y promociones. Algunos de estos emprendimientos también incluyen la reducción de costos de comercialización con los proveedores (mediante compras conjuntas) y ampliación de las modalidades de pago y crédito mediante la gestión conjunta de tarjetas de crédito para los comerciantes y la obtención de apoyo bancario para financiar estas iniciativas. La imposibilidad de competir en precios con las grandes cadenas está llevando a algunos pequeños comerciantes a intentar diferenciarse de las mismas abasteciéndose de proveedores diferentes a los de la GD. Este recurso podría abrir espacios a Pymes agroalimentarias que se especialicen en productos regionales y/o diferenciados. 73 En los primeros meses de 1995 se contabilizaban en Capital Federal y GBA unos 8.500 kioscos transformados en maxikioscos, y de un total de 5.000 estaciones de servicios, 1.330 contaban con "negocios de conveniencia" (Noticias, febrero de 1995). Desde el sector de la gran industria, como se señalara en apartados anteriores, se han comenzado a dar importantes pasos tendientes a fortalecer a los negocios chicos de Capital Federal y GBA, cambios que responden a la búsqueda de un contrapeso frente a las grandes exigencias de los hiper y supermercados. Los industriales, -entre ellos los de productos perecederos y de alta rotación, las industrias de la cerveza y bebidas no alcohólicas- buscan disminuir la fuerte dependencia con las grandes cadenas tratando de recuperar las ventas en los pequeños negocios de barrio, mejorándoles condiciones de precio y pago de los productos, a través de una reestructuración de sus circuitos de distribución. Desde el sector público, por otra parte, comienzan a plantearse algunas iniciativas relacionadas con la protección y desarrollo de los negocios tradicionales, como medidas paliativas a la desocupación. Actualmente, tanto a nivel nacional como de la provincia de Buenos Aires, existen proyectos dirigidos a captar la magnitud del proceso, a través de estudios especiales, y a proponer medidas que ayuden a la reconversión, modernización y flexibilización del pequeño negociante. Dentro de estas iniciativas se encuentra el Programa Belgrano, anunciado por el Ministerio de Economía (Secretaría de Comercio e Inversiones y Subsecretaría de Desrregulación y Comercio Interior) el que propone un conjunto de actividades de capacitación y apoyo para la modernización del pequeño comerciante con el objetivo de lograr mayor eficiencia y disminuir sus costos operativos. El programa, aborda aspectos tecnológicos y organizativos de los negocios tradicionales, que van desde la capacitación de los comerciantes en nuevos conceptos de manejo comercial, la incorporación de tecnología informática y su aplicación a la gestión de órdenes de compra, seguimiento de la clientela y control de stocks, hasta la formación de asociaciones de compras, además de la creación de calificadoras de riesgo que extiendan certificados de seguridad para facilitar la obtención de créditos. En resumen, las respuestas provenientes del sector privado son aún incipientes . Como ha sido desarrollado en otras partes de este trabajo, la desaparición de buena parte del comercio minorista tradicional de la alimentación es un fenómeno común a todos lo países en los que la Gran Distribución surge como forma dominante de los canales del comercio minorista, proceso que se acentúa en contextos económicos de apertura y desrregulación. Las acciones emprendidas en diferentes países europeos frente a esta situación han sido variadas, reposando en el contexto reglamentario y competitivo de cada país. La reconversión y modernización de este importante sector comercial, relevante en la generación de empleos, requiere de esfuerzos aunados y coordinados del ámbito público y privado, con la implementación de medidas de protección y apoyo a la modernización de los comerciantes. Algunas propuestas en este sentido han comenzado a surgir en el país, pero sus resultados son aún difíciles de evaluar. 4. Transformaciones en el canal mayorista de la alimentación El canal de la distribución mayorista de alimentos industrializados en el país se encuentra en un fuerte proceso de reestructuración. La falta de información y de relevamientos de las respectivas asociaciones gremiales de los comerciantes impide apreciar la magnitud de este fenómeno, pero algunas evidencias han podido recogerse en este estudio. 74 El sector mayorista en Capital Federal y Gran Buenos Aires vive en los '90 una etapa crítica , atenazado por la pérdida de funciones de intermediación entre la industria y la gran distribución minorista, la reducción de su clientela tradicional y la absorción de la funciones distribución por parte de algunas industrias líderes, a través del desarrollo de distribuidores exclusivos. En los últimos años el cierre de empresas mayoristas ha sido paralelo a una acelerada concentración de la actividad en las mayores empresas del sector. En la actualidad, luego del cierre de empresas de antigua trayectoria, y de procesos de fusión de varias firmas, el sector en el Area Metropolitana está liderado por no más de 10 ó 12 empresas que mantienen altos 75 niveles de competencia (entrevista con Miguens H., CADAM) . Bajo condiciones dadas por una economía inflacionaria, la década de 1980 implicó una importante expansión del sector mayorista, el que sustentó su actividad en la obtención de grandes márgenes comerciales a partir del negocio financiero de acumulación de stocks y pagos diferidos. En este período, el sector mayorista se expande sin necesidad de reformular su opertatoria comercial. A partir de la estabilidad, la rentabilidad de las empresas industriales y distribuidoras dejó de transitar por los medios financieros, volviéndose central la eficiencia del funcionamiento comercial. En un contexto de competencia creciente, de estabilización de precios y de reducción de costos operativos, la intermediación mayorista queda prácticamente excluida de la relación entre las grandes industrias y las cadenas de hipermercados y supermercados, reduciéndose su ámbito a los pequeños comercios tradicionales, los autoservicios y los nuevos negocios de conveniencia. Este proceso de cambios impacta al sector mayorista originando distintos fenómenos, que van desde el debilitamiento de figuras tradicionales al surgimiento de nuevos agentes y modalidades de intermediación y comercialización, caracterizadas por lo general, por el logro de mayores escalas de operación, la redefinición del perfil de comercialización y la incorporación de innovaciones tecnológicas y nuevos servicios. Ante la casi desaparición del mayorista tradicional de mostrador, el sector se ha ido concentrando en la figura del mayorista de autoservicio, gran parte de los cuales desarrollan también la función de mayorista distribuidor (las principales empresas disponen de flota propia y servicios de telemárketing mediante los cuales realizan promociones, captan pedidos y 74 Las estimaciones sobre el peso de los canales mayorista de comercialización son diversas. Las publicaciones especializadas, consultoras e informantes claves ofrecen distintos datos. Según estimaciones presentadas en la revista de la Cámara sectorial, CADAM, en 1994, el canal mayorista concentraba el 40% de las ventas totales de productos de consumo masivo, de las cuales un 68% se dirigió a negocios tradicionales y un 32% a autoservicios, drugstores y "convenience stores" (CADAM Nº17, 1994). Según la consultora Nielsen, por su parte, para el mismo año, los sectores de negocios tradicionales, kioscos y de autoservicios son abastecidos principalmente por mayoristas, implicando que aproximadamente el 65% de la comercialización de productos de consumo masivo del país se realiza por canales indirectos estimación que incluye dentro del sector mayorista a los distribuidores industriales exclusivos (CADAM Nº23, 1995). Desde la perspectiva de la gran industria, se afirma que se comercializa entre un 60 y un 70% de la producción de las industrias líderes al canal self-service (50% a 60% a grandes cadenas, 10% a autoservicios grandes), y entre un 30 y un 40% al canal mayorista . Según otras estimaciones el porcentaje de las ventas a super e hipermercados está entre el 20% y 50% de las ventas totales de las grandes industrias; el resto se distribuye en una mayor proporción a través de distribuidores exclusivos de las industrial. 75 En el interior del país el panorama es distinto. El predominio de zonas de baja densidad de población mantiene aún las condiciones para un amplio margen de acción de la comercialización indirecta, adaptada a una estructura de negocios más tradicional. El avance del supermercadismo en las principales capitales (Córdoba, Rosario, Mendoza), sin embargo, instala los mismos elementos críticos anteriormente citados. aseguran ágiles entregas a clientes de distintas zonas del país). Otra modalidad en crecimiento es el mayorista especializado (en determinado rubro de productos) y el distribuidor exclusivo de industrias (que a diferencia del distribuidor industrial, que vende por cuenta y obra del industrial, comercializa bajo un convenio que le da mayor independencia para manejar pagos, precios y volúmenes). Una de los más innovadores agentes de intermediación es el broker, que en el país tiene su 76 ejemplo prototípico en la empresa Agrocom . El broker lleva adelante la comercialización en consignación de productos en base a lineamientos y acciones comerciales acordadas con sus clientes (proveedores) en cuanto a precios, volúmenes, puntos de venta, promociones y márgenes, contando con una gran capacidad de negociación. Si bien su desarrollo en el país en sus formas modernas es aún incipiente, los agentes líderes van incorporando nuevas actividades y servicios tales como de facturación y cobranza, merchandising, y una serie de servicios logísticos de alta tecnología relacionados con el armado y manejo de stocks. En algunos casos, subcontratan a otros operadores logísticos ciertas etapas de sus tareas generales de distribución. Los Clubes de Compra constituyen una modalidad de venta mayorista particular, vinculada con el ingreso al país de cadenas extranjeras (Makro con sus clubes Kargo y Wal Mart, con los Sam's Club). Bajo la modalidad de autoservicio, y garantizando precios muy bajos, extienden su oferta a grandes consumidores y familias, a los que fidelizan bajo la asociación y el pago de un canon anual. Si bien constituyen importantes competidores para el resto del sector mayorista, cabe aclarar que el éxito de este formato está aún en discusión, en tanto no parece adecuarse a los hábitos de compra nacionales. El interés del mayorista en mantener e incrementar la cartera de clientes es paralela al logro de la sobrevivencia misma del pequeño comercio minorista. Ello ha llevado a algunas empresas mayoristas al desarrollo de distintas modalidades de integración hacia adelante, bajo la forma de cadenas y asociaciones de pequeños minoristas. Las mismas intentan mejorar los términos de abastecimiento, estandarizando y reduciendo costos, y proveyendo a los pequeños negocios de recursos para su modernización. Las redes o cadenas de pequeños minoristas, en muchos casos creadas en base a la articulación de dos o más proveedores mayoristas han encontrado obstáculos de difícil superación que han comprometido su éxito comercial. Entre otros, la dificultad para garantizar la fidelidad al mayorista por parte de los pequeños comercios, problemas de coordinación en las pautas de venta y en el traslado efectivo de los descuentos de la asociación a los precios al consumidor, y la generalizada falta de capacitación de los pequeños comerciantes en el manejo de inventarios y rotación de stocks (en esta modalidad asociativa se ubicaron las experiencias de las cadenas "Pronto", "Aquí" y "Re", recientemente disueltas). Estos obstáculos han llevado a algunas empresas mayoristas a incursionar en la actividad minorista abriendo locales propios. Generalmente esta estrategia ha sido asumida por grandes 76 Es la principal empresa de este tipo con cobertura nacional que opera en base al manejo de la información con tecnología informática de avanzada. El logro de economías de escala, los niveles de eficiencia logística alcanzados y una amplia oferta de servicios le otorgan una posición estratégica respecto a proveedores y comercios minoristas. El aumento del poder de negociación ha reorientado a la empresa hacia la concentración de sus ventas en autoservicios, supermercados y mayoristas, dejando de lado gran parte de los negocios minoristas tradicionales. mayoristas de autoservicio que han llegado a formar verdaderas cadenas de supermercados (como la cadena San Cayetano, en el Norte y Oeste del GBA). En la actualidad, las mejores condiciones de precio que las grandes industrias otorgan a los supermercados convierten a las grandes cadenas en una fuente de abastecimiento de los comercios tradicionales alternativa a los mayoristas, la excención fiscal que tienen las compras de consumidores finales en estos puntos de venta, constituye una ventaja adicional de los supermercados para los kioscos y pequeños almaceneros. Esta situación debilita a los mayoristas, los que si bien aceptan amplios plazos de pago no pueden dejar de registrar fiscalmente a sus clientes. Es por ello que los mayoristas reclaman al sector industrial precios diferenciales a los otorgados a la GD, que les permita seguir compitiendo con las grandes cadenas. Las asociaciones de compras constituyen intentos recientes de asociación horizontal entre mayoristas, bajo la estrategia de concentrar el poder de compra y negociación con la industria. La gran industria, por su parte, como fuera comentado en el punto anterior, comienza a ver la distribución indirecta nuevas estrategias de contrapeso a la concentración de las ventas las grandes superficies. En este esquema algunas industrias abren un espacio a intermediación mayorista con propuestas para facilitar la organización y modernización pequeños negocios minoristas. en en la de El papel de los mayoristas como intermediarios de la comercialización se encuentra, en consecuencia, en medio de un proceso de reestructuración que está dando como resultado el cierre de varias empresas y, entre aquellas que sobreviven, un rápido proceso de reconversión de su papel y funciones. La distribución mayorista deberá adaptarse fuertemente para sobrevivir y competir en el nuevo contexto, que será promisorio para aquellos que logren aumentar su volumen de ventas garantizando servicios de distribución, a través de inversiones en nuevas tecnologías y una mayor capacitación del personal. En tanto difícilmente puedan diferenciarse por precio, las empresas mayoristas deberán recurrir a la especialización o búsqueda de nichos específicos de mercado. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS La creciente concentración de las ventas minoristas de alimentos en manos de pocas grandes empresas en cadena es un fenómeno observable en la mayoría de los países industrializados. Sin embargo, la fuerza y la rapidez de este proceso no es siempre la misma. Los niveles y modos de vida, las legislaciones y regulaciones existentes, y las diferentes situaciones de la competencia imperantes a nivel nacional, han modelado aparatos comerciales diferentes de un país a otro. Los cambios en el contexto económico y social en Argentina durante la última década y media se encuentran entre las principales causas de las transformaciones registradas en los sistemas de distribución de alimentos. El modelo de la GD y sus formas modernas de expansión tuvo un impulso adicional y decisivo a partir del redespliegue internacional de las cadenas de la gran distribución de los países industrializados, en el marco de la globalización creciente de los mercados mundiales. Los resultados de la investigación realizada permiten apreciar los elementos centrales del nuevo escenario competitivo presente en el comercio minorista de alimentos en el país, y en el Area Metropolitana en particular. La concentración de las ventas minoristas en pocas y poderosas empresas de la GD produce una verdadera ruptura con el sistema de comercialización precedente, impulsando una fuerte concentración de la oferta, formas de competencia desconocidas hasta entonces, el cierre de numerosos pequeños comercios, la reestructuración y modernización de negocios tradicionales, autoservicios y cadenas de supermercados nacionales, y el debilitamiento de los canales mayoristas de comercialización. El desplazamiento del comercio minorista tradicional, concomitante con la desaparición de numerosos negocios, tiene un impacto considerable sobre la ocupación en el sector. Entre 1984 y 1993 desaparecieron cerca de 64.000 negocios tradicionales, con una disminución de la ocupación en este estrato del orden de las 125.000 personas. El grupo de las empresas líderes de la GD en el Area Metropolitana está compuesto por un reducido número de firmas de capitales nacionales y extranjeros. En 1995, las ocho empresas que conformaban este estrato alcanzaron al 20% del total de las ventas minoristas de productos de consumo masivo en el país, y al 15% de las ventas en el mercado interno de las industrias de la alimentación. Las cadenas nacionales conservaban en ese año el mayor porcentaje de las ventas conjuntas de estas ocho empresas, el 57%, frente a un 43% en manos de los hipermercados de capital extranjero, relación que cambiará sin duda en los próximos años a partir del arribo de nuevas cadenas extranjeras, configurando un escenario en el que la distribución minorista de alimentos estará controlada en su mayor parte por estas empresas. El Area Metropolitana constituye la zona por excelencia donde se registran estos cambios. La etapa actual se caracteriza por un recrudecimiento de la competencia intraformato. Las grandes cadenas crecen no sólo a expensas del comercio minorista tradicional sino que una fuerte competencia se ha instalado al interior del estrato de las grandes firmas, acrecentada por el contexto recesivo presente en el país en los últimos dos años. El escenario está innegablemente condicionado por la llegada de Wal Mart en 1995, interpretada como signo de intensificación de la competencia en el sector. En función de este arribo, ya desde 1994 se evidencia en el panorama local una renovación de criterios de manejo comercial, que tienden a incorporar estrategias implementadas por las cadenas internacionales: nuevos equipamientos, desarrollo de marcas propias del distribuidor, centralización de la gestión comercial, incorporación de tecnología informática y rediseño de los circuitos logísticos. Las estrategias implementadas por la GD en años recientes para ganar partes de mercado y aumentar sus márgenes de ganancia han incluido: I. redefinición de los perfiles comerciales y del posicionamiento de las empresas en el mercado, junto a políticas de captación de clientela (precios más bajos que la concurrencia, políticas de calidad, diversificación hacia nuevos productos y servicios), II. innovaciones tecnológicas y organizativas: rediseño de los circuitos logísticos, incorporación de sistemas informáticos, intentos de funcionamiento en flujos tensos ("just-in-time"); III. políticas de gestión financiera -diferencias entre los plazos de cobro y de pago a proveedores; IV. políticas organizacionales y gerenciales: manejos de espacios de venta y de stocks, merchandising; nuevas estrategias en alimentos y en particular en alimentos frescos; V. desarrollo incipiente de marcas propias o privadas; VI. intensificación en la apertura de nuevos puntos de venta en localizaciones tradicionales y en nuevas áreas geográficas. Las transformaciones ocurridas en los canales minoristas de la alimentación, modifican, a través de la concentración del poder de compra en la GD y la difusión de nuevas formas organizativas y tecnológicas, el funcionamiento conjunto de los sistemas agroalimentarios, induciendo procesos de reestructuración y reconversión en las diferentes etapas de estos sistemas (producción industrial de alimentos, producción primaria y canales mayoristas de comercializa-ción), e impulsando nuevas modalidades de articulación entre proveedores y distribuidores. Pese a los avances realizados en la incorporación de tecnologías logísticas e informáticas, se está muy lejos aún de alcanzar una fluidez de comunicación y coordinación informativa en las relaciones entre grandes industriales y grandes distribuidores que redunde en mayores niveles de cooperación entre las partes. Si bien el poder de decisión y el logro de mayores productividades está desplazándose cada vez más hacia las etapas finales de las cadenas alimentarias, la relación gran industria - gran distribución conserva todavía las características de acuerdos entre actores con fuertes poderes relativos. La optimización en el flujo de mercaderías y de información no elimina los enfrentamientos entre proveedores y distribuidores ni el juego de fuerza de los respectivos poderes de negociación. La cooperación puede tranformarse entonces en una integración virtual, si uno de los actores es dominante (caso, por ejemplo, de la relación Pymes - GD); o bien en una alianza estratégica, si hay un doble liderazgo (gran industria -gran distribución). La importancia creciente de la oferta de alimentos frescos en las estrategias comerciales recientes de super e hipermercados induce procesos de reestructuración en los canales tradicionales de comercialización mayorista y minorista de los rubros agropecuarios, alcanzando sus repercusiones a las formas técnicas y organizativas de estas producciones, profundizando un proceso de reestructuración rural que viene siendo impulsado desde décadas atrás por la industria de la alimentación. La significación de los cambios que se acaban de describir sobre la dinámica conjunta de los SAA en Argentina se vuelve más evidente a la luz de las tendencias previsibles en la evolución del comercio minorista. Estas se perfilan tanto por la evolución que ha registrado la distribución minorista en los países industrializados -que comienzan a reproducirse en el país- como por las evidencias recogidas en la investigación: − Hegemonía y vigencia de la GD como modalidad de comercialización minorista. Se está muy lejos de las visiones futuristas que plantean la eliminación del canal minorista de alimentos y su reemplazo por las compras electrónicas desde el hogar, tendencia ésta que no ha logrado imponerse por el momento en los países industrializados. − Creciente internacionalización de los SAA, tanto en su etapa de comercialización minorista como de producción industrial, a partir de las nuevas inversiones extranjeras en ambos sectores. La difusión internacional de las cadenas minoristas preanuncia el desarrollo de relaciones entre proveedores globales y comercios globales. La centralización de las operaciones a escala mundial comienza a expresarse en las relaciones locales. − Difusión de los formatos self-service, junto a una mayor concentración del poder de compra en las principales empresas nacionales y extranjeras de la GD. La opinión generalizada de los analistas del sector indica, para los próximos cuatro años, un rápido crecimiento del supermercadismo, el que llegaría a un 70% o 75% de las ventas de alimentos. Es posible que estas estimaciones se verifiquen en un horizon-te temporal más largo, y con mayores probabilidades en el Area Metropolitana. − Recrudecimiento de la competencia entre las grandes superficies, y entre éstas y las cadenas más pequeñas y el comercio minorista tradicional; creciente diferenciación de las ofertas de cada cadena. − Tendencia a la disminución de los márgenes comerciales obtenidos por la GD, lo que reforzará la búsqueda de ganancias a partir de la reducción de costos operativos. No obstante, estos márgenes siguen siendo superiores a los alcanzados por las empresas extranjeras en sus países de origen, en particular en Europa, lo que está en la base de los nuevos desembarcos de grandes cadenas internacionales. − Desarrollo de nuevos formatos (hard discount, grandes superficies especializadas no alimentarias, grandes tiendas) impulsados por el ingreso de nuevas empresas extranjeras. − Redefinición de estrategias comerciales de las grandes cadenas como consecuencia del recrudecimiento de la competencia, con un mayor recentraje en la oferta de los rubros alimentarios: énfasis creciente en los productos frescos; desarrollo de nuevos nichos de mercado (congelados, orgánicos, cuarta gama), mayor desarrollo en rubros de elaboración propia, en marcas propias, privadas y marcas genéricas (asociadas a nuevos formatos de hard discount). El desarrollo y generalización de las marcas del distribuidor implicará un avance de la GD en el control de los procesos productivos, al que se le enfrentarán estrategias de refuerzo y defensa de las marcas industriales. − Mayores condicionamientos impuestos por la GD a sus proveedores (calidad de los productos, tiempos y formas de entrega, plazos, precios y demás elementos de las negociaciones, variedad, diversificación de productos). En respuesta a estas presiones acrecentadas, es posible que surjan políticas comerciales de las grandes industrias de selección de socios comerciales minoristas (segmentación de la clientela industrial). − Nuevos avances en el equipamiento logístico e informático, tanto de la gran distribución como de la gran industria, transformándose en una variable estratégica en el juego competitivo intra e inter-sector. − Los nuevos desarrollos tecnológicos y organizacionales no producirán transformaciones sustanciales a corto plazo en las relaciones entre distribuidores y proveedores. La balanza entre cooperación y competencia entre los grandes agentes va a seguir fuertemente inclinada hacia esta última. − Reorientación de algunas grandes cadenas hacia posicionamientos dirigidos a estratos de consumidores de menores recursos, frente a una situación donde el ingreso se está polarizando cada vez más entre un porcentaje relativamente reducido de la población que concentra la mayor parte del poder de compra, y un sector extendido de familias con bajos ingresos. Ello obligará a redefinir la oferta de bienes, con un mayor acento puesto en los precios. La opción no será ya precios bajos o servicios, sino una combinación de ambos. − Ante la relativa saturación de zonas de implantación tradicional (Capital Federal y algunas áreas del Gran Buenos Aires), captación de nuevos mercados a través de la expansión de localizaciones en el Gran Buenos Aires e interior del país, según dos tendencias principales: I. presencia en las zonas de mayor densidad de población en las que se instalan competidores, disputando los radios de influencia de cada uno; II. a mediano plazo, el interior del país y particularmente el acceso al mercado ampliado del MERCOSUR, para el que importa tanto la localización de los locales de venta como de los centros de distribución y de las infraestructuras logísticas. − Importancia creciente del MERCOSUR como ámbito en el que se juegan las ventajas competitivas de los diferentes actores presentes en los SAA. La conformación del mercado regional ampliado promueve e impulsa acciones, reestructuraciones y expansiones locales y regionales de la gran distribución y de la gran industria de la alimentación. Las relaciones entre estos dos grandes agentes se jugarán cada vez más en el espacio regional. En muchos aspectos, el proceso registrado en Argentina guarda similitudes con el registrado en los países industrializados, pero subsisten importantes diferencias: la concentración de las ventas en la GD está todavía lejos de arribar a los niveles alcanzados en algunos países industrializados; la adopción y coordinación en el uso de nuevas tecnologías, y el desarrollo de nuevas formas organizacionales y articulaciones inter-sectoriales, es aún parcial y fragmentaria, lo que compromete la eficacia conjunta de los sistemas alimentarios. El nuevo rol de las grandes empresas de la distribución en la dinámica conjunta de los sistemas agroalimentarios, sus condicionamientos en materia de calidad y variedad de los productos y en los ritmos y modalidades de entrega, otorgan a estos agentes una influencia creciente, y una capacidad de inducción y/o impulso a nuevos desarrollos productivos, tecnológicos y organiza-cionales de los agentes situados en las etapas anteriores de las cadenas agroalimentarias. Los agentes más débiles de las mismas, entre los que se cuentan los negocios tradicionales de la venta minorista y las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias, son los más afectados por esta nueva dinámica. No cabe duda que la continuación de las tendencias registradas va a llevar a una fuerte reestructuración de estos sectores, tanto productiva como social. Paralelamente al desarrollo de nuevos productos, asociados a modernos procesos tecnológicos y productivos, se registrará un proceso de diferenciación y de heterogeneización de las estructuras sociales y económicas. En este sentido, los pequeños productores rurales tradicionales, dispersos y desorganiza-dos, y las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias merecen especial atención. Se trata de productores y producciones de fuerte impacto en las economías regionales, cuya falta de tecnificación, capitalización y organización los colocan en una situación de fuerte debilidad frente a los grandes compradores. Estos productores forman parte de distintos subsistemas agroalimentarios y su desempeño está condicionado por la dinámica conjunta de estos sistemas. Las recientes transformaciones en el funcionamiento de los SAA requiere de una actualización de los conocimientos acerca de la problemática de los mismos, que permita identificar el lugar que ocupan en cada cadena, y los obstáculos y desafíos que enfrentan para una mejor integración a las nuevas dinámicas productivas y comerciales. Varias alternativas están abiertas en este proceso de reconversión, entre ellas: − desarrollo de Pymes productoras de bienes diferenciados para nuevos nichos de mercado, en especial en la oferta de alimentos frescos (las políticas de certificación de bienes según denominación de origen han demostrado ser un eficaz instrumento para el desarrollo de pequeñas producciones regionales en muchos países europeos); − conversión de Pymes y de productores agrícolas en proveedores especializados de las grandes cadenas y/o en productores por encargo de las marcas del distribuidor; − acceso a nuevos mercados, entre ellos el mercado ampliado del Mercosur, gracias a los canales de distribución abiertos por la GD. El desarrollo de adecuadas infraestructuras de servicios (información, comunicación y transporte, soporte tecnológico), el fomento de nuevas formas organizativas entre estos agentes que aumenten su capacidad de negociación, el apoyo a su capacitación, capitalización y modernización, son aspectos de primera importancia a tener en cuenta en la formulación de políticas dirigidas a su transformación. El diseño de acciones conjuntas públicas y privadas orientadas el apoyo y estímulo a la reconversión de estos actores se convierte en un área prioritaria en el actual contexto socioeconómico. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ALBERT, Jean; LEMAIRE, Maryvonne (1993). Le commerce de detail en Europe: nouveaux marches et specialisation. Economie et Statistique. 267, París. ALZUA, María Laura; RUGGERI, Gabriela; SIERRA, Marcelo (1995). American Investment in Argentina, The Big Emerging Markets Conference, Washington D.C., Fundación Invertir Argentina. ARGENTINA. 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