Álvaro Salvador Selección de poemas http://circulodepoesia.com/blog/ 1 Álvaro Salvador Selección de poemas Foja de Poesía no. 019 Círculo de Poesía http://circulodepoesia.com/blog/ 2 CANCIÓN DEL REINCIDENTE uno no se quita de amar ni de fumar uno descansa son como treguas que uno mismo inicia y donde uno firma la paz o acusa la derrota y mira uno salir a caminar sin el cigarro decir que no que ahora va de veras uno que quiere descansar y uno se sienta http://circulodepoesia.com/blog/ 3 en ese mismo tranco de una calle cualquiera y uno piensa lo toma uno en serio casi siempre uno espera vencerse y derrotarse porque uno es capaz el primer día uno después camina sin cigarro y sin recuerdo uno se recrea y se hace fuerte uno y se autoengaña uno marcha y trabaja sin cigarro y sin fijarse apenas en lo otro uno olvida que aquello http://circulodepoesia.com/blog/ 4 es una tregua uno de pronto se tropieza y uno empieza y si hace falta reza y baja la cabeza y la pereza y es que ama uno otra vez agarra la colilla y recomienza. (De La mala Crianza) http://circulodepoesia.com/blog/ 5 LA GAYA CIENCIA Si de las olas tenues que alejaron tu nido cortaras un ramal, un ala líquida, sobrante, y embrujado en palabras abarcaras la cerrazón del día, recuerda tu soledad, tu personal prisión, tu miedo, y mira con qué suerte de inútiles y mágicas palabras, supuestamente mágicas, en realidad trucadas, confías en levantar una belleza, una falsa belleza que a nada te conduce a nada de lo que amas y, en realidad, te importa, con qué torpe mentira: premeditado engaño has llegado hasta aquí construyendo un poema. (De Las Cortezas del Fruto) http://circulodepoesia.com/blog/ 6 PONTE VECCHIO Bajo los pies... el agua, la corriente que lenta se desliza y suave nos abraza y nos ama. Y desde atrás... el aire que como fiel amante limpia de cal el cielo, la silueta crispada del orfebre, el eterno homenaje que a Benvenuto hicieron los dioses y la historia. Indiferente miras los adornos, la mercancía que dora el sol y arranca los velos del amor y la ilusión del tiempo, del recuerdo. Con indolencia pisas las baldosas y a los labios acercas la ceniza de la alucinación, la dulce brasa que en tus manos ha puesto el joven camarada. http://circulodepoesia.com/blog/ 7 Y de repente sientes que otra nueva belleza invade tu pupila a la par que su música seductora te acoge en la inquietante bruma de la felicidad. ¿Te llamas? –Beatrice– dicen, desde el amor. No huyas. (De Tristia ) http://circulodepoesia.com/blog/ 8 SUENA UNA MÚSICA. Más allá del espejo que el silencio concluye están todos los años no luchados, turbulentos, frondosos, llenos de voces, símbolos, banderas (Miquel Marti I Pol, versión de Joan Margarit) I Esta ciudad que miras no es la tuya. Acaso los herrajes, el húmedo correr del aire transparente, los tímidos faroles, la yedra que resbala por las ingles del río, puedan trazar las sombras de un pasado efímero con posos en la sangre: era una historia sobre todo extranjera. Mírala, mírala bien... quizá descubras entre los gallos signos, señales de otra edad sobre las azoteas, http://circulodepoesia.com/blog/ 9 tesoros sumergidos en sus aguas, esas aguas que nunca fueron tuyas aunque en ellas quisieras hoy perderte. http://circulodepoesia.com/blog/ 10 II Tu infancia son perfumes de un carmen granadino, naranjos y jazmines esparcidos sobre la prisionera lluvia de su estanque. Detrás de aquel jardín, el ruido de las ocas o el color de los peces, sólo un cristal-recuerda-amurallaba la inocente tibieza del reino afortunado. Y allí junto a los cierres, en la dulce ventura del picón y la tarde inundaba la vida tus pulmones desde el azul gramófono; la música también como un reloj cuando en la puerta puntual se detenía la canción del cuchillo. Fuiste feliz entonces porque ella te mesaba el cabello con un gesto de ausencia cada hermosa mañana en aquel tiempo cuando el amor aún era posible. http://circulodepoesia.com/blog/ 11 III Después vino el destierro casi sin presentirlo. Sin darnos cuenta apenas crecimos y crecimos entre las avenidas y los parques; recorrimos despacio, cogidos de la mano, callejas y rincones, oscuros, inquietantes, arrastrando paquetes, soldaditos de plomo, colchones y tarimas, y el gramófono encima de la casa, abanderando el éxodo imprevisto, fuera ya de tu reino. IV Sobre los saledizos y cornisas cansados o burlones, nos miraban los ángeles custodios cerrando la frontera de los sueños. V Esta ciudad que miras no era tuya. Te deslumbró su luz y los neones desde el palacio gris de los cinematógrafos, http://circulodepoesia.com/blog/ 12 y aprendiste a buscar en las aceras, en las escalinatas turbias y grandiosas, en el reflejo fiel de los escaparates –víspera de los Reyes besando la ilusión en la bufanda–, el vértigo profundo de la vida más allá de jardines clandestinos, más acá del cemento y de la infancia. VI Y creciste con la complicidad del tiempo, de una historia envuelta en celofán, celebrada por otros desde Abril hasta abril saltando primaveras. Era el mes más cruel y también eras tú tímido y solo, sólo con tu impreciso y pálido deseo. Era el mes más cruel y tú te alzabas tímido entre las alamedas http://circulodepoesia.com/blog/ 13 bajo el bosque fugaz de hormigón y hojalata. Creciste buscando la armonía de unos ojos hermosos por tardes de domingo, entre sábanas sucias, cerca de los crepúsculos tu primer cigarrillo. VII Esa ciudad que has visto no era tuya, aguilucho de un tiempo y una historia que te tocó vencer. Eran tiempos difíciles, la vida nos enseñó sus garras, sus sirenas, los uniformes grises de sus calles y una necesidad imperiosa de encontrar buenos puertos, cuestiones trascendentes para sentirnos vivos. Fueron tiempos difíciles, tiempos de amor también y de trabajo, horas en las que la felicidad, furtiva como una vieja hipotecada ruina, nos visitaba siempre sin pasar de la puerta http://circulodepoesia.com/blog/ 14 Eran tiempos difíciles, la vida nos enseñó a mentir, nos obligaba a tener en la casa un calor clandestino. VIII Has llegado hasta aquí mirándote al espejo. Sólo una vez la indignidad, la anciana traición que nos ocupa la memoria, pudo instalarse cómoda en tu casa, y esa fue por amor y compartida. Sabrás que todo ha terminado en este instante, que la ciudad que amas finaliza más allá de esta luna enronquecida en donde los vestigios de otra historia se cruzan con tu vida, inexorables. Ahora puedes mirar al fin esta puerta vacía sin miedo a los salobres rencores de esa gente que amas http://circulodepoesia.com/blog/ 15 y te ignora, porque has llegado aquí venciendo a tu destino, cuidando la madeja que te guió y te guía fuera ya de esa luz, de la ciudad que amas y fue tuya. (De El Agua de Noviembre ) http://circulodepoesia.com/blog/ 16 CUANDO TRASPIRA EL AIRE Quiero escribir un poema que viva como un cuerpo, como un cuerpo tendido al sol como tu cuerpo desnudo tendido en el calor de un mediodía. Quiero decir cómo traspira ese poema, cómo ofrece su piel a las caricias de la vida que pasa lentamente montada en una estela de reactor. Quiero indicar que late, que palpita, que tiene un corazón embovedado, resbaladizo y blando como gato pero fuerte también; en ocasiones suele cambiar incluso de postura. Lo que quiero aclarar http://circulodepoesia.com/blog/ 17 es que el poema llega a sufrir calor, sudar, sentir la piel quemada, desperezarse al rato y dar la vuelta con la indolencia de la satisfacción. Ese poema, a veces, se incorpora, rojos sus miembros, llenos, castigados por la mano del dios que lo acaricia, alza su rostro, exhibe la poderosa y tierna geografía. Y, a veces, el poema da sus labios donde la sed se advierte como un río, abre los ojos llenos de campanas y se marcha hacia el borde de la arena y penetra en el agua y se refresca. Quiero vivir un cuerpo que sea como un poema, como un poema escrito al sol http://circulodepoesia.com/blog/ 18 como tu poema desnudo tendido en el calor de un mediodía. Quiero decir... http://circulodepoesia.com/blog/ 19 SIESTA Si escribo estas palabras temo dar una imagen de escritor que conoce su oficio y sus recursos, temo no dar la talla, carnal, enamorada, de un hombre que ha pisado el umbral de sus sueños. Si digo que mis sueños, durante tantos años, repitieron el sueño de tu cuerpo desnudo, la estación de tu abrazo, el reguero de fresas que dejas en mis días, festivos desde ti, unidos desde ti a la fantasía de una dulce verbena interminable, puede que mis palabras, palabras de poeta que maneja sus armas, sean sólo el simulacro de una emoción, de la pasión que da el conocimiento cuando rozamos la punta de los sueños. Si digo que tu rostro, sonriente y mojado, me guiña contra el cielo de cada escaparate, el único sonido tu voz que me enajena más acá de la vida, dentro ya de mis sueños; http://circulodepoesia.com/blog/ 20 si digo que no tengo otro olfato que el tuyo, que puedo, como en sueños, reconocer mi aliento cuando no estás conmigo, cuando no puedo olerte el vino derramado por tu espalda y mi pecho; si digo que te quiero como a nadie he querido en este mundo torpe, lleno de medias tintas, temo dar una imagen de escritor recurrente, temo no dar la talla del hombre que quisiera explicar cómo, a veces, los sueños toman cuerpo, nos citan una noche, nos besan, nos desnudan, nos dejan en las sábanas una flor de alegría. (De La condición del personaje) http://circulodepoesia.com/blog/ 21 CALLEJÓN DE LA ISLA …oscuro nido que suavizó la noche de dulzura de plata. (Rubén Dario) Vuelves cuando la media noche puso ya cerco a tus ventanas con un muro de sombra y media luna. Logras romper las líneas enemigas por sorpresa y asentar tus reales en un círculo de luces indirectas. Vienes de comprobar, una vez más, que el mundo es triste y la gente infeliz y rencorosa. Abajo, en la escalera, ni siquiera una carta te hace sentir calor con el misterio, la dulce expectativa de unos sellos alegres y lejanos, de una letra apacible e imprecisa. Hace frío, huele la habitación a tabaco e insomnio, a desorden de invierno, http://circulodepoesia.com/blog/ 22 a cubil de animal que rastrea su olor y lame sus heridas. Vuelves cuando la media noche puso ya cerco a tus ventanas con un muro de sombra y media luna. Logras cerrar los párpados cansados, y en silencio asentar tus reales en un círculo de objetos indefensos. Piensas en ese mundo triste, en la gente infeliz, en la clase de vida que tu mismo elegiste sólo por alcanzar el umbral de algún sueño. Y muy de madrugada en tu ventana brilla solitaria una luz encendida. http://circulodepoesia.com/blog/ 23 EL PADRE El tendría por entonces mi misma edad de ahora y recuerdo su mano apretando la mía al cruzar, los domingos, la calle hasta la iglesia. Después, mi mano olía durante varias horas a jabón de lavanda y rubio americano. Solíamos deambular las mañanas soleadas por céntricos jardines o estrechas callejuelas y él parecía no tener un rumbo prefijado, desconocer adrede el destino final de aquellos pasos que me brindaba a mí, su hijo más pequeño, con la alegría sin norte de un muchacho. Al final, el camino siempre nos conducía a un gran café del centro, hermoso y concurrido. Y allí me transformaba, feliz explorador de un territorio íntimo, en héroe sideral o enmascarado rey de los pigmeos mientras él repasaba lentamente el periódico o hablaba apasionado con algunos amigos de temas misteriosos que yo nunca acababa de entrever más allá de sus risas http://circulodepoesia.com/blog/ 24 y la expresión profundamente viva de unos rostros tiernos y cariñosos al dirigirse a mí. Más tarde, al retirarnos, siempre con la sorpresa de un truco inesperado aparecía en su mano un crujiente paquete lleno de dulces frescos para tomar en casa. Otras veces, recuerdo, en tardes de verano solíamos caminar a la luz del crepúsculo y su mirada de hombre, madura, ensombrecida por unos pensamientos que yo no comprendía pero que adivinaba próximos, cercanos a una suerte de tristeza muy honda, me acercaba a mí mismo a la intuición de una edad mayor, poderosa y extraña como sus palabras. Se marchó una mañana dorada de Diciembre –como aquellas mañanas azules de mi infancia– hace ya veinte años. Y, sin embargo, aún en los días más serenos puedo escuchar su voz con un escalofrío, oír como resuena, amable, enronquecida, http://circulodepoesia.com/blog/ 25 en mi propia garganta. A veces veo sus ojos en mis ojos sin brillo. Y la mano de mi hijo, anidada en mi mano, me hace sentir de nuevo el amor de su mano. http://circulodepoesia.com/blog/ 26 LAS APARIENCIAS... Ese hombre que llega hasta mi casa en su automóvil rojo no soy yo. Yo quedé detenido para siempre en la última curva peligrosa, atrapado en las llamas de un incendio que –dicen los expertos– seguramente provocó el cansancio. Ahora tan sólo existo en el sueño de un muerto, un muerto que amenaza, cada noche, la puerta de mi casa en su automóvil rojo. (De Ahora, todavía ) http://circulodepoesia.com/blog/ 27 MADRUGADA A los pies de tu cama, gandul se despereza el Lago Washington. Amanece. Con lentitud despiertas a otro mundo entre el bronce plomizo de noviembre y el ventanal del alma. Se abre paso la luz por las grises cortinas del invierno. Un rayo centellea –anunciación del día– desde el agua del lago hasta los vidrios que rodean tu casa. La vida te espera tras la puerta. La has oído rascar esta mañana con sus precipitadas uñas, maullar por la tardanza en salir a su encuentro. La vida también puede ser tu vida, http://circulodepoesia.com/blog/ 28 tu “Life”: ser un gato de nieve que te sale al encuentro como una bendición. ¡Da, pues, las gracias a la vida y al gato esta mañana regalada y pura! ¡Las gracias por ser, por obsequiarte un mundo limpio y un corazón sano! Después, sal a la calle, ve al encuentro del humano sentir, al roce de la ciudad civil y hospitalaria. Y allí, mientras aguardes la puntual arribada de tu transporte público, entre el plomizo bronce de noviembre y la intensa blancura de la luz invernal, amable la sonrisa de una gringa bella hará feliz y duradera el alba. http://circulodepoesia.com/blog/ 29 EN EL CONCIERTO Ayer, un poco tarde, me tropecé de bruces con seis años y medio de mi vida. Y estaba muy hermosa. No lo digo muy bien, no fue de bruces. Era un concierto y ella se sentaba de perfil, al trasluz de la noche y de la música. Era Beethoven y el último suspiro de su Sexta: los violines se esforzaban por traer la primavera al monumento, su perfume de infancia feliz al auditorio. Y estaba muy hermosa. ¡Seis años y seis meses y seis días! http://circulodepoesia.com/blog/ 30 Sin duda un porcentaje muy pequeño en el total de dos vidas cumplidas. Y sin embargo ¡cuánto tiempo! ¡Qué intenso! ¡Cómo pesa! http://circulodepoesia.com/blog/ 31 EN LA BODEGA Versión de un poema de Richard Sanger. He aquí, con sus contraluces de mediodía, en las oscuras y húmedas profundidades de una vieja bodega en pleno verano en Andalucía, he aquí los parroquianos. Llevan siglos aquí, o desde la Guerra Civil por lo menos, celebrando una tertulia en torno a una mesa vieja y gastada, ensombrecido e iluminado cada rostro como pintado al óleo. Uno podría estar en medio de una anécdota subida de tono; otro confirmando los resultados de fútbol del día. http://circulodepoesia.com/blog/ 32 Un tercero se arrasca la entrepierna. Todos están fumando. Cada uno desempeña su papel: en este momento, si hace falta, su gobierno provisional podría salir de la oscuridad y gobernar con todas las carteras cubiertas. Una pandilla de viejos compinches conspirando con el vino de los barriles que hay detrás y aguantándose todavía. Todos unos perfectos caballeros y jamás se diría que borrachos. Ellos pueden, tanto solucionar con facilidad la última crisis, como discutir sobre la sobrina del vecino, sobre los hombres extraños que la acompañan. Se servirá más jerez. Un sorbo. Un suspiro largo, prolongado. http://circulodepoesia.com/blog/ 33 Inesperadamente, uno de ellos soltará un gemido y correrá a mear en un agujero abierto en el suelo, otro carraspeará o sacará el dominó. Y dentro de un momento, alguien parecido a ti o a mí, al encontrarse él o ella en una calleja vacía bajo el mediodía de Sevilla y cegado por el sol, podría lanzarse a través de la puerta y arrojar un rayo de luz sobre estos ilustres señores y sobre las actas del día. Dentro de un momento. Mas, ahora hay una pausa: como las partículas de sedimentos dentro de los barriles, un pensamiento se posa http://circulodepoesia.com/blog/ 34 en la oscura mente de alguien y, en alguna parte, un perro se mueve. He aquí los parroquianos. http://circulodepoesia.com/blog/ 35 EL MUELLE DE MATTHEWS BEACH A diez mil kilómetros de distancia de ti, desde la otra orilla del mundo, tu hermano combate con la muerte en la pálida habitación de un hospital. Tú corres, mientras tanto, por el sendero que bordea el lago, te cruzas con ciclistas silenciosos y sonríes a las amas de casa, a las muchachas, a los gatos, a jubilados que sueñan con un corazón nuevo. Pero, a diez mil kilómetros de ti, en la otra orilla del inmenso lago, tu hermano disputa su carrera con la muerte sólo de amor fraterno, sin tu vela, sin tu compasión, sin tus lágrimas. No sabes si son ellas, o el sudor, o el agua delicada de la llluvia quienes lavan tu rostro, http://circulodepoesia.com/blog/ 36 cuando buscas respuesta entre los árboles o en la interrogación con la que, más allá, se te anuncia el sendero: respuestas sumergidas bajo el manto gris del lago. Demasiados muertos, a demasiados cientos, a demasiados miles de kilómetros sin que sepamos nunca con certeza los porqués. Te detienes exhausto, buscando entre las olas desde el muelle escondido de Matthews Beach. Y en el cielo, el silencioso trazo de las aves lo escribe para ti: “Aquí, allá ... No merece la pena.” http://circulodepoesia.com/blog/ 37 EL DIOS DE LOS PECES A mi hermano Antonio Si existe algún dios, si hubo alguna vez un dios en tu corazón, el dios que ahora te acoge y te consuela, habrá de ser el dios de los pantanos, el dios de los peces. Te recuerdo estos días junto a la orilla con el pañuelo al cuello y las gafas oscuras, fijas en mí, pendientes de la caña que quiero sostener con mis dos manos. –¡Lanza el sedal con fuerza! ¡Lánzalo! Lánzalo como si en ese esfuerzo apostaras tu vida. Y la apostábamos. Entonces yo era casi un niño y tú un hombre fuerte, un hermano fuerte y poderoso http://circulodepoesia.com/blog/ 38 que intentaba enseñarme a pescar, a robar tesoros en las profundidades del lago: tesoros como animales perlados, misteriosos y elásticos, imposibles rayos de luz. Aprender a pescar era tan grave como saber vivir. Y yo intuía en tu entusiasmo esa enseñanza: el rito de iniciación que nos brindaban las mañanas de domingo en el pantano. Me recuerdo, yo mismo, con saquito de lana y con pañuelo al cuello, la cabeza muy alta, sosteniendo la caña, y un modo de mirar al horizonte que fingía ser maduro. Hermano si existe algún dios, si hubo alguna vez un dios en tu corazón, el dios que ahora te acoge y te consuela, habrá de ser el dios de los pantanos, el dios de tus pantanos y mis peces. http://circulodepoesia.com/blog/ 39 PIZARRA NEGRA He soñado que sueño... (Ludwig Zeller) He soñado que sueño y en el sueño yo entro en la casa vacía. ¿Qué casa es esa casa que yo soñé perfecta en mi sueño soñado? ¿El patio de mis padres con su pozo y su higuera, la casa de mis hijos y sus sillas sin nadie? ¿O quizá he soñado con la casa extranjera, aquella en donde fuimos por una vez felices? ¿Qué casa es esa casa http://circulodepoesia.com/blog/ 40 que yo soñé perfecta en mi sueño soñado? He soñado que sueño soñar en las alcobas de mis casas perdidas. http://circulodepoesia.com/blog/ 41 LA BALADA DE SAM MURAO Osama Murao cierra la puerta de su casa en Durland Avenue, mientras medita sobre la vida que le queda. Deja que Lionel Hampton le distraiga lo justo para servirse un bourbon en la cocina. Lo penoso de la vida es que uno la conoce cuando se acaba. San Murao llegó a San Francisco en 1940 y desde entonces trabajó como un animal, como un animal de carga entre los blancos. Después vino la guerra y San Murao estuvo retenido en un campo de concentración, una cárcel para peligrosos japoneses en la ciudad de Los Ángeles en California. Y allí descubrió la cara oculta de la Tierra Prometida, la verdadera hospitalidad de los emperadores. Años más tarde, los viejos, los sagrados peces del Noroeste salvaron al joven Murao de la miseria y la muerte; http://circulodepoesia.com/blog/ 42 los astutos salmones, las viejas truchas, los poderosos esturiones le proporcionaron la prosperidad y la paz que había buscado durante tantos años. Y desde entonces, la vida le sonrió. Tuvo amores y amor, familia, hijas, y una hermosísima casa a la orilla del lago Washington, el gran lago de la capital del Estado. San Murao se sienta en el sofá con la copa en la mano y los ojos perdidos en las oscuras aguas del lago. Y piensa en la mujer que se fue, en la hija que le quiere y en la que no le quiere, en el amor lejano de la lejana Rusia, mientras Lionel Hampton inunda con sus notas el confortable salón de la hermosa casa en Durland Avenue. Hasta que, de improviso, se le agarra en el pecho el presente con su mala noticia. Cuando se sirve la segunda copa, http://circulodepoesia.com/blog/ 43 San Murao acaricia el lomo de su gato, un gato blanco, turco y angorino, en cuyos ojos rojos se refugiará esa noche toda la vida que le queda. Lo penoso de la vida es que uno la conoce cuando se acaba. http://circulodepoesia.com/blog/ 44 CÁRMENES “Como el niño que enseña, lleno de asombro...” (Federico García Lorca) Ladran los perros a mi paso, ladran y parecen saber que este hombre anda solo tan perro como ellos. Esta ciudad, estas calles, este barrio, este nido de perros retumba en el umbral de mi noche y del mundo, del mundo que se extiende más al Norte fuera ya de murallas y jardines. Como tambores suenan los ladridos, y también los redobles que responden desde el hondo declive de la historia. Oigo un rumor de estrellas, huelo el jazmín helado de Noviembre, siento batir de alas en mi pecho. ¿Por qué no puedes tú encontrar los cuerpos, esa carne de amor, como un regalo de cumpleaños, esparcida al viento? http://circulodepoesia.com/blog/ 45 ¿Por qué el naufragio te condena siempre, a encallar en su dársena, cuerpo conocido, presentido cuerpo de mujer, único y solo? ¿Qué buscas en su carne, quién lo busca cincuenta años atrás, desnudo cuerpo, cuerpo tendido lejos de mis brazos? Esta luna me mira con tus ojos, madre, como todas las reinas de mi vida. http://circulodepoesia.com/blog/ 46 UN HOMBRE NO SIEMPRE ES TODOS LOS HOMBRES Voy en la multitud y mi nombre es nadie (Juan Manuel Roca) A Waldo y Roberto Yo no fui hace siglos un guerrero en la cordillera de los Andes ni un sacerdote en la ciudad sagrada de Sechín, tampoco un jaguar ni un tejedor de estrellas ni un pastor de vicuñas ni un centauro extranjero con escamas de plata. El dios Chall nunca me concedió su gracia, no permitió que me encarnara en la fogosa flor del flamboyán ni en el abundante fruto del macuili. No pude ser el aura que vigila los aires de los secos desiertos ni el cóndor que preside las cimas de las altas montañas o el humilde colibrí que labora en los claros de la selva sagrada. Oigo el constante grito que lanzan los hijos de esta tierra, ese constante grito que intenta seducirme, dominarme, y me llena de turbación con su esplendor, con tanto exceso de afirmación, http://circulodepoesia.com/blog/ 47 tanta sobreactuación de luces y colores (mil palabras donde yo aprendí a pronunciar tan sólo una). No, yo no he sido un guerrero del Imperio del Sol, ni siquiera un centauro plateado nacido de los mares furiosos, no he sido un sacerdote levantando su daga en el templo sagrado de Tulum ni un patricio caído en la batalla por la gloriosa bandera de la libertad. No, yo no fui, no estuve allí, no lo vi. Lo leí, lo tuve que creer, me lo contaron. http://circulodepoesia.com/blog/ 48 NOCTURNO DE NUEVA INGLATERRA Toda una historia, un alma se te muestran Ahí, y las piensas hermosas, Hechas de recatada confianza en lo sabido, De respeto sin miedo en lo ignorado, Viendo tratar así los pobre muertos que recuerdo impotente son tan sólo. (Luis Cernuda) Oigo el rumor del viento restregarse contra los abedules y los arces, en esta noche oscura, desolada, noche de insomnio lejos de mi tierra. Ha nevado de nuevo y habrá nieve mañana. Siempre hay nieve dormida sobre otra nieve muerta en primavera, en esta primavera de otro mundo. El viento arrastra ruidos del pasado, melancólicas voces que no atiendo http://circulodepoesia.com/blog/ 49 como ayer atendí. Me inunda en cambio un dulce olor a rama de canela y a madera de arce perfumada. Bajo los álamos que escoltan mi ventana hay nieve, sí, pero también memoria, memoria que es desvelo de los vivos: el cementerio extiende sus leyendas desde mi casa hasta la barranquera. Mañana, cuando la noche ya no esté, no sea la noche oscura ni temida, ascenderé la cuesta del silencio entre las tumbas frías y serenas. Inmóviles, debajo de la nieve, más allá de las noches y los días, las tumbas nos señalan lo que somos el futuro de nuestra condición. Esta noche, el viento cerca inquieto mi ventana, mi insomnio, mi esperanza, como lobo estepario de un destino que me aguarda en el bosque más profundo. http://circulodepoesia.com/blog/ 50 Pero yo no le temo. Nada puede temer quien nada tiene, quien nada espera tener, apenas tiempo: calor en los inviernos impacientes, en los cortos veranos, sólo sombra. Y la digna memoria que esta noche presiento bajo nieve dormida, sobre otra nieve eterna. (Del libro inédito La canción del outsider) http://circulodepoesia.com/blog/ 51 Álvaro Salvador nació en Granada en 1950, ciudad de cuya Universidad es actualmente Catedrático de Literatura Hispanoamericana y Española. Ha publicado ocho libros de poemas entre los que podemos destacar “Las Cortezas del Fruto” (Madrid, l980), “Tristia” (En colaboración con Luis García Montero, Melilla,1982) “ El agua de noviembre” Impostor” (Granada, l985), “ La condición del personaje” (Granada, l992), “El (Palma de Mallorca, 1996), el volumen antológico Suena una música ( Valencia, 1996 y Sevilla 2008) y Ahora, todavía (Sevilla, 2001). Su poesía ha sido incluida en numerosas antologías y traducida a varios idiomas, desde el inglés al árabe.Junto a Luis García Montero y Javier Egea promocionó a comienzos de los ochenta la tendencia poética bautizada como otra sentimentalidad. Formó parte del consejo de redacción de revistas como Tragaluz, Letras del Sur, Olvidos de Granada y La Fábrica del Sur y actualmente del consejo asesor de La Estafeta del viento. Su obra de teatro Don Fernando de Córdoba y Válor, Abén Humeya, fue galardonada en l980 con el premio “Ciudad de Granada” y en 1981 con el “Hermanos Machado” de Sevilla.En 1983 estrenó en Granada el espectáculo Paraíso Cerrado, basado en la vida y obra del poeta Luis Cernuda. Así mismo por su obra El día en que mataron a Lennon, recibió el premio de teatro “Castellón a escena” 1996. Ha publicado también varios libros de crítica literaria como los titulados Para una lectura de Nicanor Parra (Sevilla, 1975), Rubén Darío y la moral estética (Granada,1986), Introducción al estudio de la literatura hispanoamericana (en colaboración con Juan Carlos Rodríguez, Madrid, 1987, 1994 y 2005), Muestra de poesía hispanoamericana actual (Granada,1999), varias ediciones críticas de textos de Rubén Darío y Poesía Completa y Prosa Selecta (Madrid, 2001) de Julián Del Casal, así como los ensayos Las rosas artificiales (Sevilla, 2002) y Letra pequeña ( Granada, 2003 ) y numerosos artículos en revistas especializadas http://circulodepoesia.com/blog/ 52 nacionales e internacionales. En 2002 ha recibido el premio Casa de las Américas de ensayo por su libro El impuro amor de las ciudades (La Habana, 2003 y Madrid 2007). También es autor de una Guía literaria de la ciudad de Granada (1996), del libro Granada 1900 (Madrid,1997), de dos novelas: Un hombre suave ( Madrid, 2000) y El prisionero a muerte (Sevilla, 2005) y un libro de aforismos, Después de la poesía (Almería,2007). En 2007 recibió el Premio Antonio Machado de Poesía de la Fundación de los Ferrocarriles Españñoles y en 2008 el Premio Generación del 27 concedido por el Centro Cultural de la Generación del 27 en Málaga. http://circulodepoesia.com/blog/ 53