Una Alternativa Metodológica Para El Juicio Moral Del Gerente Víctor Hugo Robles Francia Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Instituto de Ciencias Económico-Administrativas Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5 Ciudad Universitaria, Mineral de la Reforma Hgo. C.P. 42184Teléfonos: (01 771) 71 7 20 00 ext. 6413, fax: 2108 [email protected],[email protected] Mesa de participación: No. 5. Debates recientes sobre el humanismo en las organizaciones 1 Una Alternativa Metodológica Para El Juicio Moral Del Gerente Víctor H. Robles F. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Instituto de Ciencias Económicas Administrativas, Departamento de Administración, Hidalgo, México RESUMEN. Se presenta el marco teórico del juicio moral gerencial. Se discuten sus técnicas empíricas (la entrevista y el cuestionario). Se analiza la alternativa del cuestionario experimental, el MUT de Lind y se presenta la alternativa de un nuevo cuestionario. Palabras claves: Juicio moral, Gerente, técnicas empíricas, MUT♣ ♣ Profesor investigador titular del Instituto de Ciencias Económico-Administrativas ICEA de la UAEH. 2 1. Marco teórico 1.1. Máximas Teóricas Del Desarrollo Moral La teoría predominante de Lawrenece Kohlberg, conforme a Langford (1995) y Kitwood (1996), del desarrollo moral, aborda el razonamiento moral y los cambios durante la vida, desde la niñez, adolescencia hasta la vida adulta, del ser humano (Kohlberg, 1958; 1964, 1968a). Un fundamento importante del desarrollo moral lo conforman los precedentes de las teorías cognitivas y evolutivas, que asientan la base sobre la que el ser humano se desarrolla. Las cognitivas, se constituyen como las que requieren un proceso interpretativo, que interviene entre el estímulo y la respuesta y, las evolutivas explican transformaciones (Kohlberg, 1968b; 1984). Al respecto, existen tres distinciones de la teoría de Kohlberg: i) el constructivismo, mediante la interacción; ii) el orden lógico en las secuencias de los estadios y, iii) el desarrollo social mediante la toma de roles (Pérez, 1997; Kohlberg, 1984). El juicio moral, parte central de esta teoría, establece que, este juicio es una evaluación, perdurable e irreversible, de la conciencia que se conforma en un estadio para lograr una relación de justicia o de equilibrio entre las acciones de las personas e independiente de sus diferencias de personalidad (Pérez 1997; Langford, 1995; Kohlberg 1964). Un estadio moral implica un componente estructural elemental, donde el desarrollo de los motivos y afectos está mediado por los cambios en los modelos de pensamiento (Pérez, 1997: 97). Así, la teoría de Kohlberg admite: la estructura 3 cognitiva, la acción, la interacción entre el propio organismo y su realidad, la afectividad, la toma del rol social y el ego (Kohlberg, 1958; Pérez 1997), retomando el aparato psíquico de Freud, el ello, el yo y el superyo (Freud, 1966). El antecedente final subraya un principio de justicia: identifica la intencionalidad de las acciones de los egos como la búsqueda de equilibrio ―mediante la reciprocidad― entre ellos, como la demanda última de justicia que define la moralidad de la intencionalidad (Kohlberg, 1984). Se considera a la “moralidad” como un sistema de reglas, normas morales, generalmente aceptadas, las cuales son convencionales (Langford, 1995: 55). Un estadio cognitivo es una unidad plenamente conformada, que se escalona jerárquicamente, a la que se le obliga transitar a través de una secuencia constante y constituye diferencias cualitativas en la resolución de problemas durante las diferentes edades del ser humano, los estadios de juicio moral son estructuras de pensamiento sobre la prescripción, de deberes conductuales (Kohlberg, 1984). Los seis estadios morales se agrupan dentro de tres grandes niveles morales (tabla 1). Niveles de reciprocidad y de equilibrio, el nivel preconvencional (estadio 1 y 2), el nivel convencional (estadio 3 y 4) y el nivel postconvencional (estadio 5 y 6). El término convencional refiere la adhesión a las normas sociales, significa conformidad y mantenimiento de las normas, expectativas y acuerdos de la sociedad (Kohlberg, 1984) y la secuencia de sus estadios refiere el nivel evolutivo de conciencia del mismo ego sobre otros egos. Asimismo, el prefijo pre y post, del término convencional, refieren a la forma en que se consideran las 4 normas sociales. Las considera, primero, solamente por la ejecución que tienen y, segundo, por la revisión de la ejecución de las mismas. Los tres niveles de moralidad y los seis estadios considerados por Kohlberg (1958; 1964, 1968a) representan seis diferentes moralidades conformadas por seis estadios en total. Primeramente, el nivel preconvencional se conforma por el estadio 1. El que representa una moralidad heterónoma de significación moral de la acción como cualidad inherente a los objetos. El castigo se ve como algo importante en el sentido de que identifica una mala acción. Adicionalmente, este nivel preconvencional, se constituye por el estadio 2, que considera una moralidad individualista instrumental de relatividad moral, donde las personas pueden tener justificaciones para reclamar justicia y, tal vez, reconocer la perspectiva de la autoridad. El segundo nivel moral, el llamado convencional, se establece por el estadio 3, que es una moralidad normativa interpersonal. Las perspectivas de los individuos se coordinan en la perspectiva de una tercera persona. Las normas morales compartidas entre un grupo se le manifiestan como vigentes y el individuo posee una integración de tales perspectivas y asume la regla de oro “... haz a otros lo que te gustaría que otros te hicieran.” (Kohlberg, 1958). El nivel convencional, se establece, además, por el estadio 4, en donde se considera la moralidad del sistema social. El individuo toma la perspectiva de un miembro de la sociedad generalizado en donde ésta determina un conjunto consistente de códigos y de procedimientos imparciales para todos sus miembros, pretenden así, mantener el sistema socio-moral como un todo. 5 El nivel postconvencional, la más alta y última categoría moral, se constituye por el estadio 5. El cual representa una moralidad de los derechos humanos y del bienestar social. El sistema social se considera como un contrato libremente aceptado por cada individuo para preservar el bienestar de todos los miembros. Una perspectiva de «crear una sociedad» más que «mantener una sociedad» mediante la cooperación y el acuerdo social. En este nivel se entiende una preocupación y protección de la minoría. Finalmente, este nivel postconvencional, se constituye por el estadio 6 con una moralidad de principios éticos generales, universales, reversibles y expirables. Un «punto de vista moral», de libertad y autonomía. Los principios, como el de la dignidad humana, pueden implicar a veces quebrantar las reglas socialmente reconocidas. 1.2. La Limitación Teórica De La Entrevista de Kohlberg y Del Cuestionario de Rest La estructura cognitiva, el estadio; la relación entre egos; la transición entres los seis estadios; la búsqueda de equilibrio a través de la reciprocidad entre egos, son, todos ellos, axiomas teóricos que deben satisfacer cualquier técnica empírica de investigación sobre el juicio moral (Kohlberg, L. & Hersh, 1977). a) La entrevista Kohlbergiana. La comprobación empírica de esta entrevista se ha realizado por un procedimiento longitudinal a través de varias conversaciones y dilemas, en poblados diversos del mundo: México, Turquía, USA y Taiwán. Las mediciones logradas en tales naciones, por este autor, presentó la siguiente distribución de los seis estadios morales: el estadio 4 como el estadio dominante 6 de la mayoría de los adultos y el estadio 6 es el que se usa menos, los primeros estadios eran los preferidos por niños de edades bajas (Kohlberg, 1958; 1968ª; Nisan, M.y Kohlberg, L., 1982) En tales observaciones ofrecidas por él, se presentan una predominancia del estadio cuatro y, muy seguidamente, del estadio tres. Siendo este último estadio predominante en poblaciones rurales de Yucatán y Turquía. Finalmente, estos datos ofrecen una conclusión relativa al uso de los estadios del juicio moral: los seis estadios morales de las personas se distribuyen de una forma normal dentro de un estadio predominante (Kohlberg, 1958; 1968a). Las personas adultas, entre 20 y 30 años, usan un estadio tres y cuatro. En cuanto a las observaciones empíricas, se debe considerar, que son aproximaciones y sólo cerca del 50% pertenecen exclusivamente a un estadio. Además, después de los 25 años, el cambio en el individuo es relativamente escaso, aunque, la secuencia cognitiva de los estadios, en occidente, está corroborada (Kitwood, 1996: 139-140). Las entrevistas prolongadas intensas, mismas que se emplean en el psicoanálisis, aspiran encontrar las causas de angustias psíquicas. La entrevista kohlbergiana busca el estadio moral predominante que conforma las respuestas y el comportamiento valorativo del individuo (Kitwood, 1996: 67-69). La entrevista Kohlbergiana implica una invalidez teórica en el conocimiento y un yerro fundamental en inquirir sobre el juicio moral, a saber: i)la incapacidad de un evaluación explícita sobre la estructura cognitiva, ii)la subjetividad, ocasionando la nula captación imparcial de la intensidad de las respuestas y iii) el 7 objetivo de la entrevista se centra más en la generación de argumentos que en el reconocimiento de la estructura cognitiva (Lind y Wakenhut, 1985: 82). b) El DIT de Rest. El Defining Issues Test (DIT) desarrollado por Rest (1979) y traducidos al español como El Cuestionario de Problemas Sociomorales por Pérez (1997) se compone por tres historias, cada una contiene un dilema moral y se presentan doce enunciados de juicio moral. A tales enunciados, el sujeto debe asignar, en una primera fase, un grado de importancia entre cinco posibles. En la segunda fase, el sujeto selecciona los cuatro enunciados que considera más importantes jerarquizándolos del primero al cuarto, esto sirve de base para la calificación de la prueba y la identificación del perfil de juicio moral del sujeto. Los puntajes del DIT indican el uso de cada uno de los estadios de juicio moral. Según el autor, el conjunto de los puntajes y su principal índice, llamado índice P, permiten estructurar un perfil de desarrollo moral de los individuos (Rest, 1979). En este instrumento, Rest a priori, sitúa al sujeto en un nivel convencionalpostconvencional. La variación de respuestas pasa por más de un estadio o nivel, lo que manifiesta una inconsistencia con el fundamento de la teoría del desarrollo moral, además pretende manifestarse equivocadamente como una evidencia empírica contra la teoría empleada. De los dos componentes de la competencia del juicio moral, el DIT trata explícitamente con el aspecto afectivo. Sin embargo, como siempre sucede en los cuestionarios tradicionales, el componente cognitivo estructural, al ser formulado implícitamente, se sitúa como un cuestionario tradicional que dista de la teoría cognitiva. (Lind y Wakenhut, 1985: 82; 1989). 8 Por el contrario, un cuestionario experimental tiene en cuenta todo el patrón de respuestas del encuestado y no sólo actos aislados, comúnmente evaluados en un test tradicional, que presupone que los juicios de un individuo son repeticiones de sí mismos, disfrazados o simulados, que se promedian por medidas múltiples (Lind, 1978). 1.3. La Alternativa del MUT De Lind Sobre las Limitaciones de la Entrevista de Kohlberg y el Cuestionario de Rest Pretendiendo resolver las limitaciones de los cuestionarios de preferencias puras y las limitaciones de la entrevista, como el de Rest y la de Kohlberg, los cuestionarios experimentales de competencia moral incluyen explícitamente el aspecto cognitivo del comportamiento del juicio moral además de los componentes afectivos de las actitudes morales (Lind, 1982). El cuestionario de medición de la competencia del juicio moral expuesto por Lind (1982), denominado originalmente Der Moralisches Urteil Test MUT, o bien en castellano El Cuestionario de Juicio Moral CJM, incorpora los seis diferentes estadios morales de Kohlberg y presenta consistencia entre el patrón de preguntas y respuestas. Además, introduce argumentos a favor-en contra, independencia general y el grado de acuerdo con el dilema socio-moral. De esta manera, los cuestionarios experimentales de competencia moral, incluyen, tanto el aspecto cognitivo del comportamiento del juicio moral como los componentes afectivos de las actitudes morales (Lind, 1982). Ambos componentes indispensables en el 9 juicio moral “porque un acto o actitud moral no puede ser definida ni por un criterio puramente ‘cognitivo’ ni por uno puramente ‘motivacional’” (Kohlberg, 1992: 16). El principal índice del MUT, llamado el Índice C, mide la capacidad de una persona de juzgar los argumentos de otros con relación a su propia moral, contiene dos historias, cada una relata a una persona dentro de un dilema de comportamiento, donde el sujeto encuestado entra en conflicto con normas conductuales. En este test, lo importante es la calidad de la decisión y no la decisión en sí (Lind, 1999). El MUT ofrece una mayor eficacia sobre las técnicas que dan una sola calificación y que combinan los aspectos afectivos y cognitivos. El Índice C va de 1 a 100, indica el porcentaje de la variación de la respuesta total de un individuo que refleje la calidad de su raciocinio moral sobre el comportamiento narrado. El Índice C se califica como bajo (1-9), medio (10-29), alto (30-49) y muy alto (sobre 50). Su índice C se calcula, haciendo partición de la suma de los cuadrados similarmente a un análisis MANOVA (Lind, 1999). A los sujetos se les pide juzgar los argumentos situados en los seis niveles de raciocinio: seis a favor de la decisión del protagonista y seis en contra. El MUT contiene 24 argumentos, 12 para cada dilema, que el sujeto debe analizar. Previamente del juicio de cada argumento de los 24, al sujeto se le pide juzgar la buena o la mala que fue la decisión del protagonista (Lind, 1999). La segunda característica importante es la personificación de una tarea moral y no actitudes o valores. La moralidad tiene fuertes competencias, se debe establecer una tarea para examinar tales competencias. En este sentido, una 10 alternativa eficaz para probar la capacidad de juicio moral, conforme a la investigación experimental y a la filosofía, es el enfrentamiento entre la persona y los argumentos que representan el nivel de raciocinio moral del sujeto, pero que a su vez justifican el curso de acción opuesto al que favorecería el mismo sujeto. La forma de calificar el MUT muestra que, mientras la reacción de un sujeto a los argumentos favorables a su opinión indica su nivel preferido de raciocinio moral, su reacción a los argumentos opuestos muestra la habilidad de usar consistentemente un nivel de raciocinio al juzgar el comportamiento de otros individuos (Lind, 1999). Un sujeto encuestado mediante el MUT logra una alta calificación de competencia sólo si su juicio de los argumentos a favor y en contra muestra un consistente raciocinio moral. Si una persona deja que su opinión acerca de lo correcto influya en su orden de preferencia de los argumentos en contra, el individuo sacará una calificación baja en el MUT. Sólo la consistencia en el juicio sobre aspectos morales es la que implica competencia de juicio moral (Lind, 1999). 1.4. Fundamentos y Validez del MUT a) Fundamentos teóricos del MUT. La producción simultánea de dos conjuntos de calificaciones, cognitivas y afectivas, es una característica única del MUT. Esta característica se fundamenta en la teoría del aspecto dual del comportamiento de juicio moral y del desarrollo moral delineada por Piaget, Kohlberg y en mayor detalle por el Lind (1999). Para Piaget (1974) los mecanismos afectivo y cognitivo 11 son inseparables, pero distintos. El afectivo depende de la energía, y el cognitivo depende de la estructura (p. 71). Al respecto, Kohlberg quiso representar en su modelo que los niveles del desarrollo moral fuera una descripción de ambos aspectos del comportamiento moral: el afectivo y el cognitivo (Kohlberg, 1958). El MUT ha sido diseñado por Lind (1999) como un experimento multivariado con un individuo tomado como el universo. Ello porque la psicología moderna sostiene que los individuos son estructuralmente diferentes y no es que sólo difieran en sus preferencias morales, actitudes o valores. El MUT es un experimento de psicología cognitiva por su racionalidad y diseño, más bien que un test psicométrico (Lumsden, 1976). De esta forma la consistencia o inconsistencia de las respuestas indican propiedades de la estructura cognitiva moral, más que ser señales de errores en la medición o falta de confiabilidad de la información (Lind, 1995). La función del experimento es describir la naturaleza y el desarrollo de propiedades del comportamiento, por lo que se le conoce como un experimento ideográfico. Esto conlleva, a que las variables independientes se varían para poder estudiar la forma en la cual trabaja la mente del individuo. Estos raciocinios difieren mucho de una persona a otra, dependiendo de su grado de desarrollo (Lind, 1978; 1985a; 1985c; 1993; Mischel & Shoda, 1995; Krebs et al., 1990). La variable dependiente del MUT se representa por el comportamiento de juicio del individuo, ello en una calificación de los argumentos en una escala de 4 a +4 o sugiriendo una menor (de +2 a 2) para sujetos con mayor dificultad de una escala más fina. 12 El factor moral que determina el comportamiento de juicio de los individuos se representa por la calidad moral de los argumentos, los cuales en el MUT siguen los seis niveles del raciocinio moral (Kohlberg, 1958; 1984). El factor de la tarea, o sea estar de acuerdo o no con la opinión, se representa por la implicación del argumento que está a favor o en contra de la opinión del sujeto sobre la decisión del protagonista del caso. Los argumentos a favor, indican el nivel de discurso moral ideal que prefiere el sujeto. Los argumentos en contra indican que tanto deja el individuo que su ideal moral determine su juicio bajo la influencia de otras fuerzas sicológicas. Los dilemas contenidos en el MUT representan diferentes estructuras de raciocinio moral. El MUT ha sido diseñado como un experimento multi-variado con un diseño de 6 x 2 x 2 dependiente y ortogonal. b) Validez del MUT. El MUT original se validó con criterios analíticos y empíricos. Analíticamente, la construcción se basó en la teoría y una evaluación de los ítems por un panel de expertos. Los criterios empíricos implicaron cuatro predicciones derivadas de la teoría cognitiva y del desarrollo de Kohlberg (Kohlberg, 1958; Rest, 1979; Walker, 1986): i. El orden de preferencias. En un dilema moral los sujetos prefieren las etapas del desarrollo moral en orden inverso a su numeración, con mayor preferencia por las etapas del raciocinio del nivel seis y menor preferencia por la del uno. ii. Estructura Quasi-simplex La correlación entre las preferencias de los niveles de raciocinio contiguos debe ser mayor que la correlación entre niveles más distantes. Los coeficientes de la matriz de correlación de todas las etapas deben 13 disminuir paulatinamente hacia las esquinas de la matriz. La mayoría de los estudios del MUT han producido esta estructura quasi simplex, en una forma aún más clara que la del estudio original de Kohlberg (1958). iii. Paralelismo Cognitivo-Afectivo. Si los sujetos presentan sus propias actitudes morales los resultados deben estar correlacionados con su resultado de competencia, con correlaciones entre índice C y los raciocinios morales, mostrando valores altamente negativos para los niveles uno y dos, moderas para los niveles tres y cuatro y altamente positivos para los cinco y seis. (Lind, 1985a). iv. Equivalencia de los argumentos en pro y en contra. Los argumentos a favor de la solución de un dilema deben ser equivalentes a los argumentos en contra, de tal forma que los sujetos que están de acuerdo con una cierta solución al dilema deben confrontar los argumentos del mismo nivel. v. Una tarea moral difícil. El hecho de que el MUT representa una tarea moral y que el índice C es una medida de competencias morales ha sido corroborado en dos experimentos. En estos a los sujetos se les pidió simular un resultado de un nivel superior al propio. Mientras los sujetos sí habían podido simular resultados de mayores niveles con otros tests, no lo pudieron hacer con el MUT. (Lind, 1993/1998; Wasel, 1994). La naturaleza de medir competencias del Índice C se sustenta también porque en estudios longitudinales, los cambios del valor del Índice han sido graduales y no abruptos. (Lind, 1993/1998; 1995). Los cambios graduales son típicos de la adquisición de habilidades, más no del cambio de actitudes, las cuales sí pueden ser abruptas y dramáticas cuando la gente cambia su contexto 14 social. La competencia moral sólo se erosiona lentamente. La curva de olvido del Índice C tiene aceleración negativa, mientras más tiempo pase sin que los sujetos no practiquen sus habilidades morales, más rápido las pierden. (Lind, 1993/1998; 1995). Con los cinco fundamentos citados, el Índice C del MUT cumple con los criterios, tarea moral, no falsificable, curva de aprendizaje gradual y una curva suave de olvido, de un índice de competencias e independiente de las actitudes morales de la persona. (Lind, 1993; 1995; Wasel, 1994). Por esta razón, al Índice C se le conoce como un índice puro de competencia moral (Lind & Wakenhut, 1985; Lind, 1995). Se aprecia que el MUT sólo está basado en consideraciones teóricas y que los criterios empíricos sirven sólo para revisar las versiones nuevas del MUT. 1.5. Los Estadios Morales y La Limitación del MUT Sobre el Rol Del Gerente a) Los Estadios Morales del Gerente. El Juicio Moral del Gerente es la capacidad de tomar decisiones. Esto es, hacer valoraciones normativas organizacionales y de actuar conforme a tales juicios morales. Aplicando los estadios morales kohlbergianos al ámbito gerencial, estos se conforman del siguiente modo: El estadio uno, con una moralidad heterónoma del gerente. Él evita romper las normas corporativas sólo por el castigo, obedece por obedecer y evita causar daños a otros trabajadores, gerentes y a los intereses de ellos. El gerente evita la sanción y reconoce el poder superior de otros gerentes, de los dueños o de los accionistas, con mayor jerarquía y poder. 15 El estadio dos, el gerente individualista, tiene una finalidad instrumental y de intercambio. El gerente sigue las normas sólo cuando representan un inmediato interés de alguien relevante y actúa para conseguir sus propios intereses y necesidades, dejando que los demás gerentes hagan lo mismo. Aquí, el gerente piensa que es correcto lo que es justo, lo que es un intercambio, un acuerdo, o un trato entre gerentes, donde él toma conciencia de que todo el mundo persigue sus propios intereses y concluye que lo correcto es relativo. El estadio tres, el gerente interpersonal vive en la forma en que todos los gerentes de su alrededor esperan que él lo haga o en la forma en que toda las personas de la empresa espera del papel gerencial. El gerente tiene la necesidad de ser un buen gerente ante él mismo y los demás. Cuida las relaciones con otros gerentes y desea mantener las normas y la autoridad para mantener los estereotipos de buena conducta gerencial. En el estadio cuatro, del sistema social y de conciencia gerencial, el gerente cumple las obligaciones acordadas. Él piensa que se deben mantener las leyes en casos extremos en donde entran en conflicto con otros deberes sociales establecidos. Está igualmente bien contribuir a la sociedad, al grupo o a la corporación. El gerente mantiene la corporación en funcionamiento como un todo, evita el colapso del sistema «si todo el mundo lo hiciera», tiene el imperativo de conciencia para llevar a cabo las obligaciones marcadas por uno mismo. En este nivel, el gerente distingue entre el punto de vista de la sociedad y los motivos o acuerdos interpersonales gerenciales. 16 El estadio 5 se caracteriza por un contrato social utilitario y los derechos gerenciales, el gerente es conciente de la diversidad de intereses y de la relatividad de los valores de su corporación. Las normas relativas deberían, sin embargo, mantenerse con el interés de la imparcialidad y porque son un acuerdo social. El gerente tiene un sentido de obligación hacia la ley por el contrato social, lo que uno tiene que hacer y ser fiel a las leyes por el bienestar de toda la sociedad y la protección de los derechos sociales. Interés porque las leyes y obligaciones se basen en un cálculo racional de beneficio social, «lo mejor posible para el mayor número de gente». Perspectiva de una conciencia individual racional de los valores, de los derechos, de los contratos y compromisos sociales. Considera los puntos de vista legal y moral; reconoce que a veces entran en conflicto y encuentra difícil integrarlos. El estadio seis, de principios éticos gerenciales universales, considera al gerente con plenitud autónoma. Para él las leyes particulares o los acuerdos sociales son normalmente válidos porque se basan en tales principios. Cuando las leyes violan estos, se actúa de acuerdo con el principio y no con la ley. Los preceptos son principios universales de justicia: la igualdad de los derechos humanos y el respeto a la dignidad de los seres humanos como personas individuales, donde el gerente tiene la creencia en la validez de principios morales universales, y un sentido de compromiso social hacia ellos. Aquí, el gerente posee la perspectiva de reconocer el hecho de que las personas son fines en sí mismas y deben ser tratadas como tales. 17 b) La Limitación del MUT Sobre el Rol Gerencial. El gerente es quien tiene la máxima responsabilidad de diseñar y realizar la estrategia como guía moral. Asimismo, el gerente cumple con la característica de un agente de consecuencias o de sucesos que reflejan intencionalidades de sí mismo. El rol de esta persona, posee agentividad, la capacidad de elección, de crítica y de conciencia enmarcada por un contexto social dinámico (Kitwood, 1996: 61-62) Wasieleski y Weber (2001: 79) aplican la teoría del desarrollo moral de Kohlberg, utilizando la técnica de entrevista a una muestra de 308 gerentes sin encontrar diferencias significativas sobre la edad y el género. Snell (2000: 267) desarrolla un marco de trabajo para analizar el ethos moral organizacional adaptando un modelo kohlbergiano. Wimalasiri, Pavri y Jalil (1996) investigan el razonamiento moral entre gerentes en Singapur; Schwepker e Ingram (1996) la relación entre el juicio moral y el desempeño de los trabajadores; Treviño (1992) el razonamiento moral y la investigación de los negocios; Weber y Wasieleski,(2001) las influencias sobre el razonamiento moral de los gerentes; White (1999) los efectos de género en el desarrollo moral y Beck (et. al. 1999) la imprecisión sobre la homogeneidad del juicio moral. Las investigaciones anteriores generalmente integran una técnica sin considerar, en su diseño, el rol gerencial, la moralidad y valores contextuales. El MUT resuelve las limitaciones de los cuestionarios de preferencias puras y las limitaciones de la entrevista. El MUT, al ser un cuestionario experimental de competencia moral, incluye explícitamente la estructura cognitiva y el componente afectivo de las actitudes del juicio moral (Lind, 1985). Este cuestionario cumple 18 con los axiomas teóricos del juicio moral y pretende realizar, sin eficacia, un dilema en el contexto contable empresarial válido para evaluar la competencia del juicio moral (Lind, 2006). Sin embargo, la investigación moral en cualquier ámbito concreto del ser humano carece de exactitud, particularmente sobre el rol del gerente y su relación con los egos de otras personas o roles. Este aspecto teórico fundamental lo debe abordar cualquier técnica aplicada y excluida por la generalidad de las investigaciones empíricas morales organizacionales. La limitación sobre diseños de técnicas, excluyentes del papel gerencial, se ejemplifica además, con la técnica de investigación de Monga (2007), quien usa la entrevista de Weber (1988), basada en los dilemas de Kohlberg, para investigar el razonamiento moral de gerentes. Por ende, carece de fundamento o validez teórica sobre el rol y el contexto gerencial. Es decir, alejados del ámbito organizacional, al emplear erróneamente los mismos dilemas, pretendiendo evaluar la competencia del juicio moral gerencial o empresarial excluyendo el ámbito organizacional. Por el contrario, los dilemas de la vida real aportan mayor exactitud en la información, representatividad y eticidad (Liisa & Klaus, 2002). De tal manera, si el medio ambiente es un componente clave de la conciencia de las consecuencias de los comportamientos, como en la Responsabilidad Social Corporativa de las Pequeñas y Medianas Empresas (Williamson, Lynch-Wood & Ramsay, 2006), entonces es un componente fundamental que debe aplicarse al diseño de cualquier técnica sobre la moralidad gerencial. 2. Descripción del CPSGE 19 2.1. Dilemas Antecedentes al CPSGE Los dilemas de Lind (1985: 104-105), en lengua inglesa, se constituyen por un relato organizacional y uno de la vida personal en dos historias: i) la disyuntiva de defender sus derechos los trabajadores contra el orden de la compañía y ii) el problema de defender la vida o avalar la muerte de una mujer con cáncer. En su cuestionario sobre los problemas sociomorales, Mestre y Pérez en el idioma castellano, plantean seis dilemas: i) Enrique y el medicamento, ii) la ocupación de los estudiantes, iii) el preso fugado, iv) el dilema del doctor, v) el Sr. Gómez y vi) el periódico (Mestre y Pérez, 1997: 289-297). Los dilemas, traducidos al castellano por Asun Zubiaur, de Kohlberg (1992: 589-599) abordan complejidades de la vida de las personas mediante los relatos de: i) Heinz, ii) Joe, iii) Dr. Jeferson, iv) Lousie, v) el capitán, vi) el sastre y vii) los hermanos Bob y Karl. Los dilemas de las investigaciones de Mestre y Pérez, Lind, y Kohlberg presentan roles de la vida familiar de las personas y excepcionalmente, como el dilema de los obreros diseñado por Lind(año), abordan la moralidad empresarial. Así, considerando aspectos teoréticos, la toma de rol y el contexto, kohlbergianos, fue necesario, en la presente investigación, diseñar dilemas con circunstancias empresariales. En la constitución del Cuestionario de Problemas Socio-morales Gerenciales y Empresariales CPSGE los dilemas se elaboraron conforme al nivel moral de las historias de Heinz y Joe de la entrevista de Kohlberg (1992: 589-592). Así, el CPSGE se centra en el diseño de tareas organizacionales con la finalidad de evaluar la competencia del juicio moral del ejecutivo encuestado. 2.2. Dilemas del CPSGE 20 El CPSGE (Robles, 2004) conlleva una fundamentación en la teoría de Kohlberg (año) y en el diseño del MUT de Lind (año). En este sentido, el CPSGE, considera el rol del gerente, su contexto empresarial y la evolución sobre los estadios del juicio moral del propio gerente. El CPSGE se conforma por cuatros dilemas morales, fundamentales en la investigación de las habilidades sobre el Juicio Moral del Gerente. De tal forma, el CPSGE, reconoce la aceptabilidad de argumentos sobre los estadios del juicio moral, la independencia de conformidad del sujeto y ofrece una relación explícita, estructural cognitiva, entre los dilemas y las respuestas. El CPSGE se constituye por cuatro relatos morales, dos relacionados con el nivel interorganizacional de la empresa, denominados, las empresas “Mexinz” y “Mexoe” respectivamente, y dos con el nivel interprofesional, bajo el dilema del “gerente Pérez” y del “Ing. Hernández”. En los cuatro dilemas se tratan normas empresariales convencionales, como son: la política autónoma empresarial contra el propósito empresarial del cliente, la libertad estratégica de un negocio contra el propósito de mercado del líder industrial, el objetivo profesional de un gerente contra el interés profesional de otro. El CPSGE se conforma por un cuestionario experimental, en una matriz de 6 x 2 x 4. Se consideró, además, el orden jerárquico planteado por Kohlberg y, requiriendo mayor eficacia en los dilemas con el contexto o rol de la persona, se observaron los argumentos, a favor y en contra, del MUT de Lind con relación a los seis estadios y los de Pérez y los antecedentes de una primera versión por Robles (2004). 21 2.3. Patrón De Preguntas y Respuestas del CPSGE El contenido situacional de cada dilema es idéntico para todos los sujetos, pero es abierto a la interpretación y definición subjetiva mediante la cual el individuo le da sentido a la situación descrita. Situación que se le debe representar moralmente relevante, que le erija un dilema, además de relacionarse con las experiencias de la vida o del mundo del sujeto, el contexto corporativo. De tal forma, se diseñaron dilemas en el estadio postconvencional y convencional para obligar al sujeto a un mayor razonamiento moral. Conformándose así, la estructura de nuestro cuestionario, con los niveles morales verificados por Kohlberg. Otro aspecto importante del CPSGE lo establece la relación estructural entre los dilemas y los argumentos a favor y en contra, donde cada uno de ellos refleja un solo estadio de los seis posibles del juicio moral del gerente. De esta forma, se conforma una estructura explícita. Además, nuestra medición se centra en la estructura de un individual y los sujetos encuestados, en una escala continua diferenciada, desde completamente aceptable hasta completamente inaceptable (representada por los enteros desde –2 hasta +2), colocan los argumentos o ítems. Un aspecto más que conforma nuestro cuestionario es, la solución hipotética planteada al final de cada dilema, en donde cuestionamos la conformidad, el grado de acuerdo o desacuerdo, del sujeto o juez respecto a dicha solución planteada (Padua, 1986: 156). De tal forma, con todos estos requerimientos, formulamos la parte correspondiente a los datos generales de nuestro sujeto de estudio, el gerente. 22 Los dilemas sociomorales en el ámbito gerencial y empresarial del CPSGE precisan del punto de vista de conformidad sobre una solución hipotética por parte del sujeto, dilemas que requieren ser resueltos por argumentos correspondientes a cada uno de los estadios del juicio moral, mismos que se exponen tanto a favor como en contra de tal resolución hipotética. Es decir, los argumentos que, reflejan un solo estadio de los seis estadios del juicio moral, son validados por el gerente en una escala continua, desde completamente aceptable hasta un nivel de completamente inaceptable, escala representada por los enteros de –2 hasta +2. Adicionalmente, en este cuestionario, requerimos de datos generales de nuestro sujeto de estudio, estos últimos con la finalidad de conformar el contexto poblacional y seguir el proceso de validación, como son: género, edad, jerarquía ejecutiva, tipo de empresa, experiencia y nivel de estudios. Conclusión Se confirmó la validez del CPSGE a partir de una fundamentación teórica del desarrollo moral (Kohlberg, ) y se diseñó a partir de los lineamientos de un cuestionario experimentas de competencias pura (Lind). Quedando para una investigación futura la comprobación empírica de una muestra diferenciada y la metodología de Lind. Se observó la validez teórica de los dilemas en el mundo organizacional. Asimismo, en diseños futuros debe situarse al individuo bajo la historia, la “Persona X” y yo, “El grupo Y” y yo (Liisa y Klaus, 2002). Es decir la relación entre 23 el propio ego del encuestado y la conciencia sobre los otros egos. E Inclusive, empíricamente, los juicios morales son motivados por las emociones (Prinz, 2006). El principio de justicia recíproca establecido por Kohlberg dista del deber o del cumplimiento de la acción correcta de Freud, es correcta si el yo satisface al mismo tiempo al ello, al súper yo y a la realidad (Freud, 1966). 24 REFERENCIAS Beck, K., Heinrichs, K., Gerhard, M. & Kirsten, P. (1999). Homogeneity of Moral Judgment? Journal of moral education, 28(4): 429-443. Freud, S. (1966). Correspondencia 1909-1939 / Sigmund Freud y Oskar Pfister, Matilde Rodríguez Cabo (trad.), México: Fondo de cultura económica Kitwood, T. (1996). La preocupación por los demás, Una nueva Psicología de la conciencia y la moralidad, (E. 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