delito de abogados, patronos y litigantes. interpretación de la

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192554. VI.P.26 P. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XI, Enero de 2000, Pág. 987.
DELITO DE ABOGADOS, PATRONOS Y LITIGANTES. INTERPRETACIÓN DE LA
HIPÓTESIS RELATIVA A LA PROMOCIÓN DE INCIDENTES O RECURSOS
MANIFIESTAMENTE IMPROCEDENTES Y MALICIOSOS, O DE CUALQUIER OTRA
MANERA PROCURAR DILACIONES QUE SEAN NOTORIAMENTE ILEGALES, EN
LA QUE NO QUEDA INCLUIDA LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). El referido injusto, previsto en la fracción
VI del artículo 234 del Código de Defensa Social de esa entidad federativa, contiene dos
formas comisibles, la primera, que trata de cuando se promuevan incidentes o recursos
manifiestamente improcedentes y maliciosos, conducta que lleva inmerso el dolo específico,
pues tipifica como delito que el agente delictivo promueva incidentes y recursos autorizados
por las leyes procesales, y la actitud reprochable penalmente se hace consistir en que dichos
medios legales sean manifiestamente improcedentes, con el solo propósito de suspender el
juicio. Sin embargo, la citada disposición prevé otra arista del delito, referida al sujeto activo
que por cualquier otro medio promueva dilaciones que sean notoriamente ilegales, esto es,
para que la conducta asumida por el agente delictivo pueda considerarse como antijurídica,
no debe de tratarse de medios de defensa improcedentes por la ley que suspendan un juicio,
porque de ser así se actualizaría la hipótesis referida en primer término, sino de medios
utilizados por el activo considerados notoriamente "ilegales" y que con ello se suspenda el
juicio, que se traduciría en dilación del mismo, es decir, ambas hipótesis se distinguen así,
porque en la primera, el medio utilizado no es ilegal, pero sí improcedente y malicioso con el
propósito de procurar dilación en el juicio, y en la segunda, notoriamente ilegal, pero en los
dos supuestos, como en el resto de las demás fracciones previstas en el artículo mencionado,
el denominador común entre todas las hipótesis del delito de responsabilidad de abogados,
patronos y litigantes, se hace consistir en que la conducta injustificada atribuida al activo por
causar algún perjuicio en el juicio, como sería el caso de dilatar la ejecución de una sentencia,
se limita a incidentes, recursos o demás medios de defensa o actuaciones, que si bien es
cierto, algunas se reprochan por ser improcedentes, y otras por ilegales, tales medios de
defensa a que acuden los activos, improcedentes o ilegales, por tener el propósito de retrasar
la solución del asunto en litigio, entorpecer la ejecución de resoluciones u obstaculizar la
legal actuación de la autoridad, deben constreñirse a actos realizados dentro del
procedimiento judicial, es decir, cuestiones que surjan dentro del juicio, incluidos los
recursos ordinarios previstos por la ley adjetiva para el juicio, todo lo cual revela, por
ejemplo, que para la comprobación de los elementos consistentes en que una persona física
dilató la ejecución de una sentencia que lo condenó al pago de prestaciones reclamadas por la
agraviada, a través de medios notoriamente ilegales, es menester probar que el recurso de
defensa entablado por el activo afecte en forma directa e inmediata al procedimiento cuyo
propósito es obstaculizar o suspender, y para ello se hace necesaria la relación directa entre
los recursos o medios legales que ofrece la ley, con el propio juicio afectado, de manera que
no colmaría el delito el hecho de que se promoviera juicio de garantías que a su vez evitara la
ejecución del fallo civil, porque el juicio de amparo no resulta un instrumento procesal y
directo de aquellos aludidos por el tipo penal de referencia, sino una acción constitucional
distinta a las acciones que se hacen valer en los juicios ordinarios, procedimiento autónomo y
características específicas propias de su objeto, e incluso, cuando las partes en un juicio de
amparo incurran en alguna responsabilidad dentro del mismo, se contempla capítulo propio
de sanciones a imponer, de modo que resulta inexacto asimilar al juicio de amparo como
cualquier otro medio de defensa ordinario dentro de un proceso y estimar con ello que el
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192554. VI.P.26 P. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XI, Enero de 2000, Pág. 987.
enjuiciado obstaculizó la ejecución de la sentencia.
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 302/99. 9 de septiembre de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Diógenes
Cruz Figueroa. Secretario: Arnoldo Guillermo Sánchez de la Cerda.
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