TEMA 1: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS

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TEMA 1: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA
REVOLUCIÓN LIBERAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
INTRODUCCIÓN.
Los inicios del Antiguo Régimen coinciden con el reinado de Carlos IV (1788-1804).
En este periodo confluyeron tres coyunturas críticas:
1. Crisis económica: los problemas más graves se manifestaron en la agricultura,
como consecuencia de la caída de los rendimientos. Los precios agrícolas
subieron provocando el malestar social y una crisis de subsistencia. La crisis se
agravó con una epidemia de fiebre amarilla.
2. Estallido de la Revolución Francesa: tuvo dos consecuencias. Por un lado, en la
política interna se frena la política ilustrada de reformas y se produjo la censura
y reactivación de la Inquisición. Por otro lado en la política exterior supuso
primero el enfrentamiento de Francia (1793-1795) y la alianza con Inglaterra.
Pero esto cambiaría cuando en 1795 se llega a un acuerdo con Napoleón y se
vuelve de nuevo a la alianza con Francia y al conflicto ahora con los británicos
(derrota de Trafalgar, 1805).
Las consecuencias de estos enfrentamientos bélicos fueron las pérdidas
demográficas, paralización del comercio internacional y la aparición de un
enorme déficit presupuestario.
3. Crisis política interna: Carlos IV recurre a la figura del valido Manuel Godoy
para cederle el gobierno del país. Pero Godoy no tenía apoyo de los
privilegiados, ya que Godoy no era noble. Por este motivo la oposición se vio
reforzada en otros dos factores, por un lado, por el sometimiento de Godoy a
Napoleón, y por otro, por el antagonismo del príncipe Fernando, apoyado por la
aristocracia. Todo esto desataría la crisis de la monarquía y el fin del Antiguo
Régimen.
1. LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE CARLOS IV Y LA GUERRA DE
LA INDEPENDENCIA.
1.1.
CRISIS DE LA MONARQUÍA.
A principios del s. XIX, la monarquía de Carlos IV se encontraba muy desprestigiada
debido a la crisis del sistema de gobierno. Además, para resolver la crisis financiera del
Estado, Godoy ordena una desamortización en 1798. La política exterior del reino se
caracteriza por una subordinación a Napoleón, lo que tuvo como consecuencia la
derrota en la Batalla de Trafalgar (1805) por la cual España pierde gran parte de su
flota, convirtiéndose en una potencia de segunda categoría y la firma del Tratado de
Fontainebleau (1807) que permite la entrada de tropas francesas en España para invadir
Portugal.
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Para oponerse a esta política de Godoy se crea el “partido antigodoyista” integrado por
nobles y clérigos favorables al príncipe Fernando. El partido hizo dos conspiraciones
contra el rey, la primera conocida como “el proceso del Escorial” que fracasó y una
segunda que triunfó, el “motín de Aranjuez”, por el que Godoy huye y Carlos IV abdica
en su hijo Fernando VII.
Paralelamente, las tropas francesas ya han entrado en España, y poco después Napoleón
convoca a la familia real para que vaya a Bayona. Ante estas circunstancias el 2 de
mayo de 1808 el pueblo madrileño se levanta contra los franceses y éstos reprimen
duramente el levantamiento. Al mismo tiempo, en Bayona, Napoleón obliga a Carlos IV
y a Fernando VII a renunciar al trono y a cederlo a su hermano José Bonaparte, José I
de España. Así se descubren las verdaderas intenciones de Napoleón con la firma del
Tratado de Fontainebleau.
Conforme llegaban las noticias de los sucesos de Madrid al resto del territorio español,
se publicaron bandos contra el invasor y el pueblo se organiza en juntas para organizar
el gobierno y la defensa de España.
1.2.
DESARROLLO DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.
I Fase (1808): la batalla más importante de este periodo es la Batalla de Bailén, en la
que fue derrotado el ejército francés, por lo que se obligó a José Bonaparte a abandonar
Madrid. El propio Napoleón se tuvo que poner al mando de esta guerra para conseguir
recuperar posiciones. Mientras, un ejército inglés al mando del Duque de Wellington
desembarcó en la Península para ayudar a su aliada Portugal.
II fase (1808-1812): supone el momento de máximo control de Napoleón de España,
quedando libres solo Cádiz y el este peninsular, pues estaban defendidos por el ejército
inglés que interviene apoyando a España frente a Francia.
III fase (1812-1808): en ella la campaña de Rusia obliga a Napoleón a retirar tropas de
España. Tras las batallas de Ciudad Rodrigo, Arapiles, Vitoria y San Marcial
organizadas principalmente por Wellington, el ejército invasor cruza las fronteras hacia
Francia.
En estos momentos, Napoleón firmó con Fernando VII el Tratado de Valençay (1814)
por el que finalizan las hostilidades y Fernando VII es repuesto en el trono.
2. CONSECUENCIAS POLÍTICAS DE LA GUERRA.
El proceso revolucionario que vivió el país tuvo tres centros de acción:
1. Las juntas, organizadas por el pueblo, las cuales se formaron en muchas
localidades dando lugar a las juntas provinciales y éstas a la Junta Suprema
Central, plasmándose así el principio de soberanía nacional.
2. La guerrilla que fue el instrumento que permite la aparición del pueblo en la
guerra, mostrando su resistencia al invasor. Surge de forma espontánea.
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3. Las Cortes, convocadas por la Junta Central. Fueron elegidas por sufragio
universal masculino indirecto e impulsará la elaboración de la Constitución de
1812.
Así mismo, el pueblo español adoptó dos actitudes ante la nueva dinastía de José I:
1. Los patriotas, defensores de la monarquía borbónica, se dividen en dos
corrientes:
a. Liberales, que quieren reformar la monarquía y defienden las reformas de
las juntas y las cortes.
b. Absolutistas, defensores del Antiguo Régimen, quieren que la situación
se mantenga igual hasta la vuelta de Fernando VII.
2. Los afrancesados, que eran defensores de la monarquía de José Bonaparte. Se
trataba de un grupo heterogéneo formado por ilustrados, interesados en mantener
su estatus social, etc.
Ante el vacío de poder originado al inicio de la guerra se organizan dos poderes
políticos:
1. José I, que gobierna mediante el Estatuto de Bayona. Se trata de una carta
otorgada, basada en el liberalismo moderado aunque otorga algunos derechos
como la libertad de . El principal problema que tuvo durante su gobierno fue la
falta de apoyos y que carecía de autonomía, estaba subordinado a las órdenes de
Napoleón.
2. La junta de regencia cede su poder a las Cortes de Cádiz. (ESTE PUNTO ESTÁ
PERFECTAMENTE ORGANIZADO, ASÍ QUE UTILIZAD VUESTROS
APUNTES).
CONCLUSIÓN.
(ANÁLISIS Y VALORACIÓN). La constitución de 1812 apenas pudo aplicarse debido
a la guerra pero fue un modelo a seguir para las siguientes revoluciones liberales. En su
redacción debemos tener en cuenta ciertas “contradicciones” pues junto a elementos
novedosos (división de poderes, soberanía nacional,..) conviven elementos del AR
como (religión católica y poder de la monarquía). Ello se explica por la formación de
las Cortes (liberales y absolutistas).
A la vuelta Fernando VII comienza el período histórico conocido como la Restauración
(1814-1820), lo que supone la vuelta al absolutismo y la derogación de toda la
legislación de las Cortes, incluida la propia Constitución. A su política se opondrán los
liberales que gracias a un pronunciamiento militar protagonizado por el general Riego
accederán al poder, obligando a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. Por esta
causa comienza un nuevo periodo histórico en el reinado conocido como Trienio
Liberal (1820-1823).
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Durante él, los enfrentamientos entre liberales causarán su división en dos ramas, por un
lado liberales moderados (que le dan poder al rey y a las antiguas clases dominantes) y
por otro, liberales progresistas o exaltados (que plantean el retomar toda la legislación
de las Cortes y la Constitución de 1812). Esta división va a marcar a los partidos
españoles durante el s. XIX y parte del XX. El apoyo de la Europa absolutista a
Fernando VII hace que intervenga en España los Cien Mil Hijos de San Luis que
imponen la vuelta de Fernando VII al poder. Comienza así el último periodo de su
reinado, la Década Ominosa o abominable (1823- 1833).
El aspecto esencial a destacar en este fin del reinado sería el conflicto sucesorio
originado entre Carlos Mª de Isidro (hermano de Fernando VII) e Isabel (su hija). Para
que ella gobierne deroga la Ley Sálica por pragmática sanción. Carlos Mª no acepta la
decisión y comenzará una guerra contra la reina (guerras carlistas). Las guerras carlistas
suponen bajo la excusa del conflicto sucesorio una guerra civil entre los partidarios del
AR y del NR.
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