I EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO EN RELACIÓN AL MEDIO AMBIENTE Los problemas ambientales han constituido en las últimas tres décadas un factor importante en la adopción de diversos enfoques científicos e ideológicos y por supuesto en las perspectivas del conocimiento y de los métodos para coadyuvar a la definición interdisciplinaria del desarrollo económico. En general, se reconoce el avance que ha tenido el pensamiento ecologista y su incorporación al campo específico de diversas ramas del conocimiento y en particular, a las prácticas de la economía y la administración del desarrollo. Estos avances sin embargo no se han institucionalizado en un esfuerzo de convergencia de los sistemas sociales, económicos, culturales y de organización de la sociedad, sino más bien están en constante evolución conceptual y práctica. -23­ Los paradigmas esenciales mencionados por Colby (1991)para exp licar las relaciones en tre sociedad y na turaleza, marcan los límites contrapuestos en el desarrollo de los diver­ sos enfoques: en un extremo, la economía de frontera -desde los clásicos hasta 1960-consideró a la naturaleza como un bien libre, proveedor infinito de recursos y receptáculo infinito de desechos. Se trataba al desarrollo económico como un proceso circular entre producción y consumo, completamentecerrado a la na turaleza y donde la administración del ambiente no era pertinente a la economía. En el extremo opuesto, la "ecología profunda" representa una síntesis de aspectos éticos, sociales y espirituales, subestimados en la concepción económica dominante, por cuanto se expresaba en el conservacionismo, romanticismo, pacifismo, religión, etc. Según esta concepción, el hombre está al servicio de la naturaleza, y debe vivir como ésta lo ordena. El contexto polarizado de la economía de frontera y la ecología profunda empezó a diluirse con los problemas de la contaminación y el agotamiento de recursos, lo que condujo a la necesidad de celebrar compromisos y de explicitar la protecciónambiental para control de los daños y aplicar"atención médica a la tierra". Se trataba de un enfoque defensivo y curativo, interesado en mejorar los efectos de la actividad económica, por lo que también se le conoció como el"enfoque al final del tubo". Con este paradigma, el sistema económico cerrado, empezó a desprender su análisis y a legalizar el ambiente como una "externalidad", ofreciendo algunos instrumentos -24­ •....'. •. " $ basados en "niveles óptimos", escalas mínimas y máximas de polución, análisis de costo-beneficio, etc. A partir de este enfoque de protección-conservación se crea el institucio­ nalismo -organismos y ministerios especiales de protección arnbiental-, surgen los parques y áreas protegidas, se limpian los grandes lagos norteamericanos y se generaliza la creencia neoclásica en la privatización de la propiedad como una de las soluciones principales ante el abuso de los recursos, dada la denominada "tragedia de las tierras comunales". En los países socialistas, por el contrario, se consideraba que la propiedad estatal preservaría el ambiente de mejor manera. En la perspectiva de los cientistas sociales, la protección ambiental derivaba estrictamente de los regímenes de propiedad, y aun con la internacionalización del problema en la conferencia de Estocolmo de 1972, el paradigma de la protección ambiental era considerado por los economistas como un incremento de costos al modelo de desarrollo y un elemento polémico que recreaba la disputa de los dos sistemas económicos durante la guerra fría. Como resultado de la evolución de estos conceptos, la teoría de los límites del crecimiento del Instituto Tecnológico de Massachussets (M.I.T.) y de modelos dinámicos de los sistemas globales del Club de Roma, dio lugar a un paradigma más centrado en la Administración de Recursos. Su objetivo básico consistía en incorporar los múltiples valores de los recursos ambientales -incluida la posibilidad de cálculos- a la contabilidad nacional y la política económica. Las políticas mundiales, las instituciones ambientalistas mundiales, las conferencias, convenios y tratados internacionales y una serie de métodos de gestión ambiental se fueron desarrollando en -25­ la ruta de la eficienciaglobal, de modo que cualquier daño a la naturaleza fuera percibido como un perjuicio al ho mbre económico. Otro paradigma que recoge los avances de los anteriores y qu e tiende a reestructurar el análisis de las relaciones sociedad naturaleza como un "juego de suma positiva" al reorganizar la sinergía de las actividades humanas con los procesos y servicios del ecosistema, es el ecodesarrollo, que además de la llamada coevolución d el hombre y la naturaleza, incorpora las preocupaciones culturales, de cooperación y equidad social. Con este paradigma, el modelo de sistema económico cerrado se reemplaza por el modelo de economía biofísica de una economía termodinámicamente abi erta internalizada dentro del ecosistema . GRAFICA 1 Evolución del pensamiento económico y el desarrollo ambienta!" Protección ambiental ./ Basados en Colby, Michael. El Trimestre Económico, Vol. LVIII, Num . 231, Fondo de Cultura Económica, México, 1991, salvo el enfoque de Desarrollo Sostenibl e que es una creación más recient e. -26­ En la evolución de los paradigmas que van en pos de una visión integradora, tal como se observa en la gráfica 1, sería justo poner al desarrollo sostenible como las construcción científica que más se acerca a esta demanda, no sólo porque concentra los avances de los enfoques •. anteriores, particularmente de la economía ecológica, sino por su poder de convocatoria al diálogo, que es necesario para alcanzar una síntesis científico-práctica sobre el desarrollo y el medio ambiente. El análisis de este paradigma se retomará más adelante, pero resulta importante señalar la necesidad de recurrir en su explicación a las concepciones filosóficas culturales y funciona listas, dada la pérdida de vitalidad de otras corrientes, como el materialismo histórico en los últimos años. En efecto, en la explicación integradora del desarrollo sostenible, queda claro que la parte relativa a la teoría económica está fuertemente influenciada por el enfoque neoclásico en el tendido de lazos de articulación entre la economía y la ecología, en tanto que la economía política marxista y neomarxista, no logró retomar la interpretación y seguimiento de los conflictos económicos planteados por los actuales procesos ambientales. En elmarco de la revolución científico-técnica, la función mediadora que la economía política marxista reconoce en los procesos de trabajo y por ende, en la teoría del valor trabajo, ha quedado prácticamente limitada ante los nuevos problemas y vertiginosos cambios en dichas relaciones. No sólo en la aplicación de los problemas prácticos, sino en la misma discusión económica, la teoría del valor trabajo ha venido perdiendo su vigencia como elemento explicativo de nuevos -27­ fenómenos que surgen a partir de los cambios tecnológicos, la globalización, el auge de los servicios, eldeterioro del ambiente y la pérdida de recursos naturales, que en el pasado se consideraron como valores de uso, que escapaban del ámbito de estudio de la economía. El esfuerzo reestructurador de la economía política marxista no rebasó los límites del problema distributivo de recursos y de la crítica a los aportes de las otras corrientes a partir de las relaciones sociales y técnicas imperantes en una sociedad, sin que a la par se lograra que el sistema de planificación centralizada ofreciera opciones viables a la sustentabilidad ambiental. En contraste al decaimiento de la teoría del valor trabajo, el arsenal neoclásico predomina en la economía ambiental moderna, provisto de herramientas metodológicas de valoración de significativa importancia en el mundo de hoy y cuyos antecedentes se encuentran en el siglo pasado. De cara al futuro, la teoría del valor continuará sin duda en un incesante proceso de reconstrucción teórica en la medida que avanza la sociedad de servicios, en la que comienza a prevalecer la economía simbólica de los contratos negociados por telemática en volúmenes difíciles de imaginar y en que la valoración de la sostenibilidad del desarrollo, particularmente de los bienes y servicios ambientales, dependerá de un sistema estable de protección, a partir de la movilización de fondos internacionales que aseguren la coexistencia de las naciones en un planeta cada vez más globalizado. -28­