CAPÍTULO 2.4.8. PRURIGO LUMBAR RESUMEN El prurigo lumbar es una enfermedad infecciosa neurodegenerativa que ocurre de forma natural en ovejas y cabras, y se caracteriza por cambios vacuolares o esponjosos del sistema nervioso central (SNC). Se ha reconocido desde hace aproximadamente dos siglos y medio. Está causada por un agente transmisible, el prión, cuya naturaleza molecular y bioquímica está poco clara. La enfermedad es endémica en muchas partes del mundo, aunque Australia y Nueva Zelanda se han mantenido libres del prurigo lumbar. La infección en el ganado ovino puede transmitirse de la oveja al cordero en el periodo que transcurre desde el parto hasta el destete. La infección también puede transmitirse a ovejas o cabras no emparentadas, particularmente cuando el parto tiene lugar en áreas reducidas. Se cree que las membranas fetales constituyen una fuente de infección. El periodo de incubación entre la infección primaria y la enfermedad clínica es casi siempre superior a un año, y a veces puede exceder el periodo de vida comercial de las ovejas. La mayoría de los casos tienen lugar en ovejas de entre 2 y 5 años de edad. La enfermedad clínica solamente se desarrolla si la infección penetra en el SNC. La enfermedad se reconoce por los síntomas clínicos, los cuales comienzan de manera insidiosa con anomalías en el comportamiento. Inicialmente pueden no ser reconocidos, pero generalmente progresan hasta la aparición de signos neurológicos más obvios, incluyendo prurito y descoordinación. También es frecuente la pérdida de salud. El trastorno clínico varía en su duración y en la variedad de signos presentes, aunque es inevitablemente fatal. Identificación del agente: El diagnóstico clínico se apoya en la inmunodetección de acumulaciones específicas de proteína de prión en el cerebro o en los tejidos linforeticulares periféricos, o mediante el diagnóstico histopatológico de la encefalopatía espongiforme. La patología cerebral se caracteriza por la vacuolización neuronal bilateral generalmente simétrica, y en el cambio espongiforme de la sustancia gris del tronco cerebral. La naturaleza del agente causante del prurigo lumbar y de encefalopatías espongiformes parecidas (EETs) está poco clara, aunque durante el desarrollo de la enfermedad se acumula en ciertos tejidos, particularmente en el SNC y el sistema nervioso periférico, y , dependiendo del genotipo de la oveja, en los órganos linforeticulares, una forma anormal de una glicoproteína membranal del hospedador denominada proteína del prión o PrP. Esta isoforma anormal (PrPres, también referida como PrPSC) es un componente, quizás la única molécula, del agente causal. Por tanto, su detección en extractos o secciones de tejido de cerebros enfermos es un criterio diagnóstico específico de la enfermedad. PrPres puede detectarse en el material cerebral no fijado mediante extracción con detergentes, digestión enzimática, electroforesis e inmunodetección. Puede visualizarse una forma morfológicamente característica de PrPres, empleando un microscopio electrónico, como fibrillas asociadas al prurigo lumbar a partir de extractos de tejido cerebral no fijado tratados con detergente y proteasas. Se puede emplear la inumnohistoquímica para detectar acumulaciones anormales de PrP en secciones histológicas rutinarias preparadas a partir de cerebro y tejido linforeticular. La detección de dicha acumulación en los tejidos linforreticulares durante el periodo de incubación proporciona un medio para el diagnóstico preclínico de la infección por prurigo lumbar, y puede ser particularmente útil con fines de vigilancia cuando se realiza en tejidos de biopsias. 690 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar El prurigo lumbar puede transmitirse a roedores de laboratorio inyectándolestejido infectado, aunque la eficiencia variable de los aislamientos, junto con periodos de incubación de 1–2 años lo excluyen como un procedimiento de diagnóstico práctico. Pruebas serológicas: No se sabe si la infección por prurigo lumbar provoca una respuesta inmune específica, y no existe una base para establecer un diagnóstico mediante la detección de anticuerpos específicos. Pruebas genéticas: Se han identificado varios polimorfismos en la región codificante del gen PrP de la oveja. Los estudios epidemiológicos han establecido una asociación entre la aparición de prurigo lumbar y polimorfismos específicos en varias razas de ovejas. El genotipado de PrP puede ser una herramienta valiosa para el control del prurigo lumbar clínico. Sin embargo, la evidencia acumulada sugiere que ningún genotipo es del todo resistente a la infección, aunque todavía se tiene que determinar si la enfermedad natural tiene lugar en los genotipos resistentes. Las ovejas de los genotipos más susceptibles se encuentran en las zonas geográficas del mundo donde el prurigo lumbar no se presenta, lo que apoya la creencia de que el prurigo lumbar puede surgir de manera espontánea. Requisitos para la vacunas y los materiales de diagnóstico: No existen productos biológicos disponibles. A.INTRODUCCIÓN El prurigo lumbar es una enfermedad infecciosa neurodegenerativa progresiva y fatal que se pesenta de forma natural en ovejas y cabras. Se caracteriza por cambios vacuolares o esponjosos en el sistema nervioso central (SNC). Se sabe que en los países de Europa Occidental ha afectado a las ovejas durante al menos los últimos dos siglos y medio. Ha sido por tanto, retrospectivamente, la primera encefalopatía espongiforme transmisible (EET) o enfermedad por priones en ser reconocida en mamíferos. El eprurigo lumbar continúa siendo endémico en muchos países Europeos y también se ha descrito su existenciaen varios países de otros continentes. Sin embargo, Australia y Nueva Zelanda se han mantenido libres de la enfermedad por medio de programas rigurosos de prevención. Debido a la ausencia de procedimientos de seguimiento del prurigo lumbar en muchos países, se desconoce su situación en relación con esta enfermedad. Dentro de la Unión Europea, el prurigo lumbar ha sido una enfermedad de declaración obligatoria desde enero de 1993. Se cree que el prurigo lumbar, como otras EETs, es causado por un agente transmisible (el prión) cuya naturaleza molecular y bioquímica precisa no está clara. Un punto de vista minoritario sostiene que el agente del prurigo lumbar posee un genoma de ácido nucleico convencional (13). Los estudios sobre esta enfermedad bien conocida, aunque enigmática, proporcionan detalles sobre sus signos clínicos, epidemiología, patogénesis, patología, diagnóstico y control (10, 19, 20, 36, 50, 71, 87, 89). La mayoría de los casos clínicos de prurigo lumbar tienen lugar en ovejas de 2–5 años de edad (36). Raramente se presentan en ovejas de menos de 1 año de edad. En algunos casos el periodo de vida de la oveja puede ser demasiado corto para permitir que se desarrolle la enfermedad clínica (ver más adelante). El prurigo lumbar también se ha descrito en el mouflon (Ovis musimon), un tipo primitivo de oveja (90). La infección en las ovejas domésticas puede transmitirse de la oveja al cordero durante el periodo que transcurre entre el parto y el destete. La infección también puede transmitirse a ovejas y cabras no emparentadas, especialmente cuando el parto tiene lugar en zonas reducidas. se cree que las membranas fetales son una fuente de infección. Los registros de los rebaños indican que en las ovejas la enfermedad tiende a relacionarse con algunas líneas familiares. La enfermedad clínica solamente se desarrolla si la infección penetra en el SNC. Normalmente, los síntomas clínicos(10, 20, 21, 49, 62, 63) comienzan de manera insidiosa, a menudo con cambios de comportamiento que son evidentes solamente después de inspecciones repetidas. Una oveja afectada puede liderar o arrastrar al resto de la manada, puede mostrar reacciones anormales frente al perro mientras el rebaño está siendo conducido, pareciendo por momentos ansiosa o confusa, y puede separarse del rebaño. Las ovejas pueden presentar una mirada fija. Estos rasgos sutiles desembocan en una enfermedad neuronal más definida, caracterizada frecuentemente por síntomas de prurito yataxia o descordinación en el trote, los cuales dominan el curso clínico (62). A menudo el primer cambio que se detecta es una pérdida de peso. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 691 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar El prurito se reconoce principalmente por el frotamiento o rascado compulsivo frente a objetos fijos; el animal se mordisquea la piel o se rasca con la pata trasera. Ello trae consigo una pérdida considerable de lana, en particular del lateral del torax , los flancos y los cuartos traseros. La persistencia del prurito a menudo causa excoriaciones, con la producción de lesiones autoinfligidas en la piel. Estas pueden aparecer en las zonas de pérdida de lana y en la cabeza, cara, orejas y extremidades. A menudo se puede favorecer un “reflejo de frotamiento” característico mediante palpación en la región lumbar, y también puede provocarse mediante los movimientos de rascado propios de la oveja. La ataxia o descoordinación en el trote se manifiestaal principio como una torpeza en el giro, con dificultad para posicionar las extremidades traseras, balanceando los cuartos traseros y un paso elevado en el trote con las patas delanteras. Tienen lugar tropiezos y caídas, aunque generalmente la oveja es capaz de recuperar rápidamente la posición erecta. Estos síntomas desembocan en debilidad y postración. Otros signos neurológicos pueden ser el rechinado de los dientes (bruxismo), el porte anormalmente bajo de la cabeza y las orejas, un temblor tenue, ataques y ceguera. También se puede apreciar una hipersensibilidad al sonido, movimiento o tacto. La polidipsia o poliuria pueden ser evidentes. En la mayoría de los casos, también existe pérdida de salud, aunque la pérdida significativa de peso puede ser aparente solamente en los estadios clínicos tardíos. Se considera que esta decadencia preterminal en las ovejas con prurigo lumbar puede estar asociada con la observación de una disminución en el tiempo de rumia (3). La variedad de nombres con que se ha denominado el prurigo lumbar en las distintas lenguas, por ejemplo, “la tremblante” (tembladera), “Traberkrankheit” (enfermedad del trote), o “Gnubberkrankheit” (enfermedad del mordisqueo), refleja la diversidad de los síntomas clínicos que se presentan y predominan en diferentes poblaciones de ovejas. El progreso de la enfermedad clínica es muy variable, durando deuna semana a varios meses, con un resultado fatal inevitable. Los síntomas clínicos varían también de un animal a otro y según las razas de ovejas. Estas variaciones pueden deberse a la influencia del genotipo del hospedador y la cepa del agente, variables de las que se sabe que determinanel fenotipo de la enfermedad observada en los modelos de prurigo lumbar que se dan en roedores. Los factores ambientales también pueden influir en el curso de la enfermedad. Por tanto, puede ser difícil el diagnóstico clínico de casos individuales de prurigo lumbar. Los síntomas clínicos pueden recordar a algunas otras enfermedades de la oveja adulta, particularmente en la fase temprana de la enfermedad. Tales enfermedades son: ectoparasitismo, pseudorabia, (enfermedad de Aujeszky), rabia, listeriosis encefálica, neumonía ovina progresiva (maedi–visna), toxemia del embarazo (cetosis), hipomagnesemia e intoxicaciones químicas y por plantas (19). El riesgo biológicode los ensayos para el diagnóstico del prurigo lumbar parece ser limitado, aunque deberían tomarse las precauciones apropiadas. La existencia del prurigo lumbar natural en el ganado ovino doméstico durantelos últimosdos siglos y medio, y el fracaso de muchas investigaciones enmostrar alguna conexión epidemiológica entre el prurigo lumbar y las encefalopatías espongiformes humanas, proporcionan una indicación sólida de riesgos insignificantes para aquellos que trabajan con el agente (11). Más concretamente, se ha encontrado que la enfermedad de Creutzfeldt–Jakob no afecta con mayor frecuencia a aquellas personas cuyasocupacionesimplican un contacto más cercano con el agente que a otros grupos de población. Sin embargo, la extrema resistencia química y física del agente del prurigo lumbar y el hecho de que sea transmisible experimentalmente mediante inyección en un amplio espectro de especies de mamíferos, aconsejan prudencia para prevenir la exposición de los humanos a la misma. El agente de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y los agentes relacionados se encuentran actualmente clasificados con respecto a su bioseguridad junto con los EETs (1), debido a la relación establecida actualmente entre la EEB y una variante de la enfermedad de Creutzfeldt–Jakob (vCJD). Aunque el prurigo lumbar se encuentra excluido de esta clasificación, cuando se manejen en el laboratorio tejidos a partir de casos naturales de prurigo lumbar se recomienda la adopción de medidas de contención similares a aquellas utilizadas para otros agentes de EET. Esto es particularmente relevante en aquellos países que han experimentado casos de EEB en su cabaña ganadera. Como las ovejas pueden haberse encontrado expuestas a los mismos piensos contaminados que se consideran como la fuente de infección en el ganado vacuno, aquellos que trabajen directamente con tejidos infectados deberían llevar puestas ropas protectoras adecuadas y seguir los procedimientos estándar de descontaminación para los agentes de la encefalopatía espongiforme (1, 74, 82). Esta aproximación asegura que los intentos por caracterizar el agente del prurigo lumbar no se encuentran comprometidos por la contaminación cruzada. B.TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente Todavía no se ha caracterizado por completo el agente etiológico del prurigo lumbar . Se sabe que es un agente transmisible, pero su identidad molecular es incierta. El único componente macromolecular del agente infeccioso identificado consiste en una forma modificada (PrPres) de una glicoproteína de membrana (PrPc) muy bien conservada, codificada por el hospedador y con función desconocida. La hipótesis de la “proteína única” o “prión” 692 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar propone que el agente causal está compuesto enteramente o principalmente por la isoforma específica de enfermedad de PrP (proteína del prión) y que la forma alterada es capaz de inducir la conversión de la forma normal. Otras teorías, como las de la naturaleza del agente, sugieren que un ácido nucleico se encuentra asociado con la proteína del prión, o que la proteína del prión es simplemente un subproducto de la infección causada por otro agente. La única forma disponible para la detección de la enfermedad consiste en la transmisión de la enfermedad a partir de tejidos infectados, normalmente a roedores de laboratorio mediante inyección, y requiere periodos de incubación de 1–2 años. Aunque los ratones han mostrado ser la especie más útil para este propósito, los intentos para transmitir el prurigo lumbar natural a los ratones no siempre tienen éxito. No suele resultar práctico para el diagnóstico el empleo del criterio de la transmisibilidad. La inmunohistoquímica se ha utilizado en situaciones experimentales para detectar la forma anormal de PrP en muestras de biopsias de la amígdala (72, 73) o el tercer párpado (61, 84).La extensión conque estos ensayos se está aplicando para el diagnóstico de casos de campo varía de un país a otro, y su efectividad está influida por el genotipo, y, por tanto, por la raza. Por tanto, no existe un diagnóstico práctico definitivo basado en el aislamiento y la detección del agente mediante cultivo, ni existen métodos de reconocimiento inmunológicos o de ácidos nucleicos. Dependiente de una demostración de la hipótesis del prión, la detección de la forma patológica de PrP significaría la identificación del agente. A diferencia de la infección por EEB en el ganado vacuno, pero de manera similar al prurigo lumbar natural en las ovejas, la EEB experimental en ovejas de un genotipo susceptible provoca la acumulación diseminada de PrP específica de la enfermedad en un amplio rango de tejidos (25, 37, 47). Estudios preliminares sugieren que la conformación del PrP específico de la enfermedad producido en ovejas infectadas con EEB es diferente al PrP específico de la enfermedad que se encuentra en el prurigo lumbar natural de las ovejas (4, 5, 31, 44, 46, 47, 77). Estas diferencias conformacionales pueden revelarse mediante técnicas de inmunotransferencia o inmunohistoquímica empleando anticuerpos específicos frente a péptidos del tallo flexible de la PrP específica de la enfermedad. También se están considerando otras aproximaciones que, generalmente, hacen uso de las diferentes susceptibilidades de PrPres frente a la acción enzimática. Sin embargo, ninguna de estas técnicas ha sido validada. En ausencia de métodos in-vitro para el aislamiento del agente causal (53), el diagnóstico del prurigo lumbar se ha basado en la demostración de cambios patológicos. Históricamente el único método de ese tipo consistía en la demostración de los cambios histopatológicos en el SNC. Aunque, cuando hay disponibilidad demuestras adecuadas, los casos clínicos sospechosos de prurigo lumbar se deberían seguir investigando, inicialmente mediante examen histopatológico. Entre los criterios de diagnóstico, debería incluirse en la actualidad la demostración de la acumulación de la isoforma anormal de PrP. Esta última aproximación no solamente ofrece la capacidad para confirmar un diagnóstico clínico post-mortem mediante la demostración de acumulaciones de PrP en el SNC, sino que también puede proporcionar la base para un diagnóstico ante–mortem en la fase preclínica de la enfermedad mediante la detección de PrP anormal en los tejidos linfáticos, incluyendo los de la amígdala, nódulos linfáticos locales o la membrana nictitante, y que pueden obtenerse mediante biopsia (61, 72, 73, 84). Sin embargo, debe sopesarse la utilidad de la recogida de tales tejidos, ya que la acumulación de la PrP específica de la enfermedad en los tejidos linfáticos no tiene lugar en todas las ovejas que progresan hacia la enfermedad clínica (2, 86). a) Preparación del tejido A continuación se resumen los métodos para el diagnóstico rutinario del prurigo lumbar en el laboratorio (74) . Las ovejas sospechosas de padecer la enfermedad clínica deberían sacrificarse mediante un inyección intravenosa de barbitúricos, y, después de la muerte, deberían extraerse lo antes posible el cerebro y una parte de la médula ósea mediante procedimientos de necropsia estándar. Los métodos de subdivisión del tejido cerebral y medular para su utilización en la detección de PrP que requiere tejido fresco, y en las técnicas histológicas, dependen de las sensibilidades óptimas de cada uno de los ensayos en diferentes zonas del cerebro y del supuesto de que la misma zona no puede utilizarse para ambas técnicas. La acumulación temprana de PrP en el SNC se encuentra muy restringida neuroanatómicamente. La sensibilidad diagnóstica de cualquier ensayo depende, por tanto, de la precisión con la que se recoge la muestra problema en relación con el grado de implicación anatómica. Se sugiere el siguiente protocolo, pero éste puede modificarse para satisfacer la lista concreta de los ensayos aplicados. Para la detección de PrP (o fibrillas asociadas al prurigo lumbar), se recogen las muestras frescas de tejido y se almacenan congeladas antes de la extracción. Debería ponerse cuidado en asegurar que las muestras para inmunohistoquímica y examen histopatológico no se encuentren congeladas. las muestras deberían incluir aproximadamente 3 g de médula espinal cervical y médula caudal. Si se selecciona la médula al nivel del obex, se comprometerá el examen histopatológico e inmunohistoquímico en zonas clave. Se recomiendan muestras adicionales para minimizar el diagnóstico de falsos negativos, teniendo en cuenta la posibilidad de que puedan existir zonas afectadas por la infección en otras partes del cerebro (9). Pueden obtenerse a partir del cortex cerebral (75, 77, 80) o el cerebelo (9). Cuando se va a realizar el examen Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 693 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar histoquímico para detectar el PrP, es aconsejable seleccionar los trozos que se van a utilizar a partir del cerebro fresco, y procesarlos después de la fijación primaria durante sólo 3–5 días. El trozo demédula y el obex pueden ser suficientes para este fin y, por supuesto, como se indicó anteriormente, para el diagnóstico morfológico. b) Examen histológico El tejido cerebral sobrante se fija en aproximadamente 10 veces su volumen con formol salino al 10% durante al menos 1 semana y luego se corta transversalmente para obtener bloques para su procesado histológico con cera de parafina. La muestra inicial puede limitarse a un sólo bloque de la médula (ver Capítulo 2.3.13. EEB, Fig. 1), o extenderse a zonas adicionales del tallo cerebral y, si es necesario, a trozos representativos de todas las principales regiones cerebrales. Las secciones, cortadas con un grosor de 5µm, se tiñen con hematoxilina y eosina y se examinan para detectar los cambios morfológicos esbozados anteriormente. No se observan cambios patológicos generales en el prurigo lumbar. Las lesiones histológicas se encuentran limitadas al SNC y la mayoría de los informes sobre los cambios han descrito aquellos que tienen lugar en el cerebro (26, 87, 91, 92). Los lesiones son neurodegenerativas, con cambios inflamatorios no específicos y sin cambios degenerativos primarios en la sustancia blanca. El cambio más llamativo consiste en la vacuolización de las neuronas. Las membranas nucleares de las neuronas se encuentran distendidas por una o múltiples vacuolas características. La vacuolización en los procesos neuronales origina la aparición distintiva de un cambio espongiforme en el neutropilo de la sustancia gris. Los cambios vacuolares se acompañan de rasgos microscópicos variables y menos llamativos, que incluyen otras formas de degeneración neuronal, concretamente la aparición de neuronas “oscuras” y encogidas. También puede existir pérdida neuronal, gliosis (especialmente una reacción astrocítica), y amiloidosis cerebrovascular. Lo típico es que las lesiones muestren una distribución simétrica bilateral. Existe una variación considerable en el patrón de distribución de la vacuolización y otros cambios, aunque las lesiones son más visibles en el tallo cerebral. Evidencias recientes sugieren que los patrones de vacuolización están influidos por la cepa del agente y los genotipos del hospedador, aunque otros factores del hospedador, independientes de estas dos variables, también se consideran influyentes (6, 54). Por tanto, es poco probable que sólo los patrones de vacuolización permitan la identificación de la cepa de prurigo lumbar, como se ha venido realizando en los ratones. Aunque el diagnóstico de laboratorio se ha basado principalmente en los cambios vacuolares, varios factores pueden contribuir a la aparición de dificultades en el diagnóstico histopatológico. La vacuolización de las membranas nucleares del tipo que se observa en el prurigo lumbar no es patognomónica, porque a menudo se encuentra presente en los cerebros de ovejas aparentemente sanas, aunque en tales circunstancias el número de vacuolas es típicamente muy pequeño comparado con las cantidades presentes normalmente en los casos de prurigo lumbar clínico (17, 65). Más aún, ninguno de los rasgos patológicos individuales de prurigo lumbar puede considerarse estrictamente específico, aunque combinados junto con numerosos cambios vacuolares son indudablemente patognomónicos. También existe variación en la importancia de cada uno de los rasgos patológicos individuales entre los casos de prurigo lumbar, y la gravedad de los signos clínicos no se ve reflejada necesariamente en la intensidad de la patología. Se han registrado casos individuales de prurigo lumbar y al menos un inóculo experimental de prurigo lumbar en oveja en los que la vacuolización neuronal fue virtualmente indetectable mediante microscopia de campo claro (6, 24, 26). Por lo tanto, un diagnóstico clínico de un caso sospechoso de prurigo lumbar no puede ser rebatido por el fracaso en encontrar cambios vacuolares significativos en el cerebro. A pesar de estas reservas, el examen histológico de secciones de la médula oblonga puede ser suficiente para confirmar el diagnóstico en la mayor parte de los casos sospechosos de prurigo lumbar clínico (49, 55). Aunque esta aproximación se ha empleado con éxito para el diagnóstico rutinario, las conclusiones poco claras obtenidas a partir de la médula necesitarían el examen de secciones adicionales del tallo cerebral, cerebelo o médula espinal. Cuando se necesitan una certificación reguladora o de ausencia de enfermedad, las partes implicadas deben estar de acuerdo sobre el grado de sensibilidad del ensayo y la especificidad necesaria. Puede establecerse la ausencia de lesiones con el mayor grado de confianza examinando zonas representativas de todo el cerebro. La ausencia de lesiones no es en absoluto una evidencia de la ausencia de infección por prurigo lumbar, ya que éste puede darse en ausencia de signos clínicos o cambios patológicos. Por esta razón, en los casos sospechosos deberían llevarse a cabo la inmunohistoquímica en secciones de tejido y/o métodos de inmunotransferencia en tejidos frescos para demostrar la acumulación de PrPres, paralelamente a la histología rutinaria. Ello también se recomienda cuando las lesiones son de una gravedad moderada y se consideran equívocas. También debería emplearse la detección de PrPres para resolver posibles observaciones inexplicables cuando es necesario un diagnóstico rápido diferencial mediante examen histopatológico y los tejidos se han fijado durante menos de una semana. 694 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar c) Detección de formas de PrP específicas de la enfermedad Actualmente los métodos para la demostración de la acumulación de formas de PrP específicas de la enfermedad pueden proporcionar una evidencia independiente para el diagnóstico (19, 74). PrPres puede detectarse después de una purificación parcial a partir de extractos no fijados de cerebros afectados tratados con detergente y proteasa. La proteína modificada se pone de manifiesto mediante electroforesis e inmunotransferencia (23, 78). La acumulación de PrP específica de la enfermedad en un cerebro afectado por prurigo lumbar también se demuestra mediante inmunohistoquímica, y puede ser realizada en material rutinario fijado con formalina, mediante la aplicación de diversas técnicas de desenmascaramiento de epitopos y el empleo de anticuerpos adecuados frente a PrP (34, 56–58). También se ha demostrado la detección de PrP mediante inmunohistoquímica en el tejido linfático (85), y se considera que tiene potencial para el diagnóstico preclínico ante–mortem del prurigo lumbar en ovejas utilizando biopsias de tejido linfático de las amígdalas (72, 73), o de la membrana nictitante (61, 84). Las aplicaciones de la detección de PrP para el diagnóstico preclínico del prurigo lumbar son prometedoras, aunque preliminares, y requieren una mejor comprensión de la variabilidad de la patogénesis antes de que pueda comprobarse su sensibilidad en relación con el periodo de incubación. Concretamente, ciertos genotipos de ovejas no parecen tener una fase periférica de replicación cuando se infectan con prurigo lumbar natural o con EEB (2, 86, 87). El diagnóstico basado en la detección de PrPres mediante experimentos tipo “Western” requiere que solamente se detecten en las “calles” de la muestra de prurigo lumbar tratada con proteinasa K un amplio rango de bandas inmunoteñidas correspondientes a proteínas de un peso molecular de 27–30 kDa, y que las “calles” de la muestra control proporcionen una comparación adecuada. La técnica original utilizada para el diagnóstico del EEB, que ha sido descrita como la “técnica de inmunotransferencia tipo Western de la OIE” se basaba en la extracción con detergente de una gran cantidad de tejido cerebral fresco (4 g) seguida de ultracentrifugación para concentrar la PrP, y un tratamiento con proteinasa K para digerir cualquier proteína normal del hospedador. Ello dejaría solamente en las muestraspositivas PrPres fijada mediante un anticuerpo específico y un sistema de detección (79) (ver también el Capítulo 2.3.13. EEB). Se han desarrollado ensayos de inmunodiagnóstico rápido que se utilizan en la actualidad para el seguimiento de la EEB (68). Estos ensayos se han evaluado para el diagnóstico de la EEB por la Unión Europea (59, 60, 69). El ensayo rápido se basa en la optimización de los reactivos utilizados para la extracción y digestión, y un anticuerpo monoclonal específico para la detección, lo que anula la necesidad de interminables fases de ultracentrifigación. Los ensayos requieren al menos 1 g de médula fresca recogida en el obex o simplemente caudal hacia el obex. Algunos laboratorios utilizan la técnica de inmunotransferencia tipo Western de la OIE (si se encuentra suficiente tejido disponible) para confirmar cualquier muestra débilmente positiva que se detecta empleando el ensayo rápido. La concentración de PrPres mediante ultracentrifugación a partir de una mayor cantidad de tejido cerebral puede mejorar la sensibilidad (23). Los métodos inmunoquímicos y los ensayos rápidos se discuten con más detalle en el Capítulo 2.3.13. EEB. También puede demostrarse una forma morfológica del PrP patógeno en extractos cerebrales no fijados, en forma de fibrillas asociadas al prurigo lumbar (FAS) visibles mediante microscopía electrónica con tinción negativa (27, 75, 79). Esta última técnica puede ser particularmente útil cuando el tejido cerebral disponible no es adecuado para el examen histológico debido a cambios post–mortem (80). El método de la inmunotransferencia puede aplicarse también al material autolisado (65). Tanto la inmunotransferencia como el examen SAF pueden también aplicarse en circunstancias en las que, debido a un error durante el estadio post–mortem, el material del SNC destinado para la fijación y el examen histológico se ha congelado. Con modificaciones, el método SAF puede también aplicarse con éxito a tejido fijado con formalina (12). Debería tenerse cuidado con el empleo exclusivo del ensayo SAF; debería utilizarse siempre junto con al menos otro método confirmativo, ya sea la histopatología o la detección inmunoquímica del PrPres específico de la enfermedad. También se ha utilizado la detección de PrPres en el bazo y en los nódulos linfáticos mediante inmunodetección para el diagnóstico del prurigo lumbar post-mortem (43, 58, 64), pero, en la mayoría de las circunstancias, no es práctico obtener tales tejidos quirúrgicamente para efectuar un diagnóstico antemortem. La detección de PrPres en la placenta mediante inmunotransferencia (en relación con la presencia de infectividad en el tejido) a partir de ovejas afectadas por prurigo lumbar, puede ofrecer una forma no invasiva de diagnóstico ante-mortem y un seguimiento de la enfermedad en los rebaños (66). El examen histopatológico, el ensayorápido de inmunotransferencia, y la inmunohistoquímica son los tres ensayos que se utilizan para el diagnóstico legal del prurigo lumbar en el Reino Unido. Los resultados a partir de un ensayo ciego de correlación han mostrado que los resultados de las tres pruebas muestran un elevado grado de correlación en casos clínicamente sospechosos de prurigo lumbar (17). La sensibilidad y especificidad de los ensayos para el diagnóstico del prurigo lumbar se han estudiado en grandes poblaciones de ovejas no enfermas, en rebaños con prurigo lumbar (16, 79), y en una inspección en un Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 695 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar matadero (76). Las publicaciones sugerirían que en los casos pre–clínicos de prurigo lumbar la formación de PrP precede a la vacuolización y los signos clínicos, haciendo de los ensayos basados en técnicas inmunológicas una opción más sensible (4, 32). La confirmación mediante SAF, que actualmente se encuentra restringida en gran medida (en la mayoría de los casos) a la confirmación de muestras autolisadas, requiere la identificación de las fibrillas características mediante una búsqueda sistemática en la rejilla del espécimen en el microscopio electrónico (27, 75). Si no se pueden conseguir el examen histopatológico y los resultados de la inmunohistoquímica debido al mal estado de la muestra, como por ejemplo, en casos de autolisis severa, la inmunotransferencia y la detección mediante de SAF pueden ser las únicas opciones de ensayo disponibles. La confirmación de prurigo lumbar a partir de preparaciones inmunohistoquímicas debe depender no sólo de la existencia de una tinción inmunoespecífica para PrP, sino también del reconocimiento de patrones de tinción específicos de la enfermedad desde un punto de vista neuroanatómico y morfológico (67). Debería resaltarse que aunque las pruebas rápidas y la inmunohistoquímica se están empleando ampliamente para el diagnóstico legal del prurigo lumbar, no se han publicado datos formales de validación o ensayos de correlación para el diagnóstico de esta enfermedad. Se han ensayado un pequeño numero de muestras de prurigo lumbar ovino y los resultados se describieron como parte de la validación de los ensayos rápidos de la EEB (68). Actualmente se utiliza un amplio rango de antisueros y anticuerpos monoclonales para la detección de PrP mediante métodos inmunológicos, pero no todos ellos reaccionan de manera satisfactoria con el PrP ovino (33). Algunos (Mab 6H4, L42 y F89/160.1.5) se encuentran disponibles comercialmente. Son necesarias una mejora en la disponibilidad y la caracterización de los antisueros, así como la caracterización posterior y la validación de las metodologías. Los controles positivos y negativos son esenciales. Sin embargo, la inclusión de las técnicas de inmunotransferencia e inmunohistoquímicas en los ensayos aplicados para el diagnóstico rutinario del prurigo lumbar en muchos laboratorios posibilitará la evaluación del rendimiento relativo de cada una de ellas. La no observación de cambios histológicos característicos ola no detección de PrP/SAF específicos no proporciona evidencia de la ausencia de la enfermedad, aunque la coincidencia entre los resultados de aproximaciones diagnósticas múltiples proporciona la mejor garantía de exactitud. Evidentemente, en situaciones de vigilancia en las cuales el control se realiza con el objetivo de obtener una evidencia de la ausencia de prurigo lumbar en especies de rumiantes pequeñas, es necesario aplicar criterios diagnósticos múltiples y utilizar al menos dos métodos de laboratorio sobre tejido del SNC (histopatología e inmunohistoquímica, o inmunotransferencia) para mantener un alto grado de confianza en los resultados negativos. A diferencia de la EEB, es poco aconsejable depender solamente de los exámenes de exploración del SNC para detectar a todos los animales expuestos. Varios estudios han mostrado que la acumulación de PrP específica de la enfermedad puede detectarse en tejidos del sistema linforreticular y en los sistemas nerviosos periféricos antes de la acumulación del PrP específico de la enfermedad en el SNC (2, 35, 45, 47, 85). Cuando se comparan estos estudios, el lugar del tejido donde se realizó la primera detección del PrP específico de enfermedad varió, pero incluyó la amígdala, el nódulo linfático mesentérico, el nódulo linfático retrofaríngeo, las placas de Peyer del intestino, el bazo, y el cerebro/médula espinal. Sin embargo estos estudios emplearon diferentes razas de ovejas y genotipos, rutas de infección y cepas del agente infeccioso. El genotipo de la oveja también parece ejercer un efecto sobre la edad a la cual puede realizarse la primera detección de PrP específico de la enfermedad. Por lo tanto, actualmente no se comprende suficientemente el efecto de un número de factores clave sobre la patogénesis periférica como para permitir una selección precisa de los tejidos periféricos sobre los cuales se deberían realizar los ensayos. Las metodología para realizar ensayos a gran escala para la demostración de la acumulación de PrP específico de la enfermedad en los tejidos periféricos tampoco está desarrollada. Mientras que entre los ensayos a gran escala para determinar la ausencia de prurigo lumbar debe figurar el examen concreto de tejidos periféricos en los animales más jóvenes, el control de la frecuencia de la enfermedad podría limitar potencialmente el examen del tejido del SNC en las ovejas adultas. Sin embargo, en relación con el ensayo para estimar la frecuencia de la enfermedad, es necesario tener en cuenta un número de factores, como la estratificación de la industria de las granjas de ovejas, la dosis o el nivel de infección en rebaños concretos, la frecuencia de la enfermedad en diferentes genotipos, y el efecto de la cepa del agente infeccioso sobre el periodo de incubación (38). Es probable que las ovejas homozigóticas para el alelo VRQ constituyan el grupo más susceptible (22, 39–42). En un ambiente fuertemente infectado estos animales pueden tener un periodo medio de incubación más corto que el de los pertenecientes a genotipos menos susceptibles (22), pero incluso las ovejas homozigoticas para el alelo VRQ pueden librarse de la infección, especialmente cuando las presiones de infección son bajas. Por el contrario, las ovejas homozigóticas para el alelo ARR generalmente se consideran resistentes frente a la enfermedad, aunque en algunas razas este alelo es poco frecuente o se encuentra ausente. (48, 83). Actualmente se pone en duda si la resistencia a la enfermedad clínica se equipara o no con la resistencia a la infección, siendo necesaria más investigación. Actualmente las perspectivas para el desarrollo de pruebas diagnósticas más específicas y sensibles frente al prurigo lumbar y otras EETs se centran principalmente en el desarrollo de nuevas aproximaciones para la detección de formas de PrP específicas de la enfermedad (70). La valoración de los ensayos rápidos para 696 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.4.8. — Prurigo lumbar el diagnóstico de la EEB por la Unión Europea (59, 60, 69) será seguida de una evaluación de su rendimiento en la detección del prurigo lumbar. 2. Pruebas serológicas No se ha detectado una respuesta inmune serológica frente al agente del prurigo lumbar. 3. Pruebas genéticas Además de la identificación de las ovejas infectadas con prurigo lumbar basada en los métodos de detección de PrP específico de la enfermedad, también se están desarrollando estrategias para el control y eliminación del prurigo lumbar basadas en la selección genética de la resistencia. El gen PrP de la oveja es altamente polimórfico. Se han identificado polimorfismos frecuentes en la región codificante del gen PrP de la oveja en los codones 136 – alanina/valina, 154 – arginina/histidina, y 171 – arginina/glutamina/histidina (28–30, 52). La incidencia del prurigo lumbar en varias razas de ovejas se ha asociado con alguno de estos polimorfismos (30, 42, 51). Los polimorfismos en el codón 171 presentan una significación especial para determinar el riesgo global (7, 15, 30, 88). Por tanto el genotipado de PrP puede emplearse como una herramienta para el control del prurigo lumbar: el stock para cría, concretamente los carneros con un genotipo adecuado de PrP pueden seleccionarse para producir una progenie con un riesgo menor de desarrollar la enfermedad (18). Estos servicios de genotipado se encuentran disponibles comercialmente en América de Norte y en varios países de Europa. El ensayo se realiza empleando ADN extraído a partir de leucocitos obtenidos de muestras de sangre tratadas con ácido etilén diamino tetra–acético (EDTA). Algunos sociedades y granjeros individuales ya están basando la selección del ganado de cría en los animales más resistentes al prurigo lumbar, los homozigóticos para arginina en el codón 171. Estos animales no son frecuentes en la mayoría de los rebaños, y en realidad el genotipo se encuentra ausente en algunas razas. Probablemente es prematuro establecer una aproximación estratégica pare eliminar la infección por prurigo lumbar de los rebaños de una nación o regiones geográficas adoptando un programa de reproducción genético similar. Una causa es la escasez de ovejas que son homozigóticas para arginina en el codón 171. Otra causa consiste en la falta de datos sobre los efectos de un predominio de tal genotipo sobre la productividad, la resistencia a otras enfermedades distintas al prurigo lumbar y la viabilidad general. Las decisiones sobre lo aconsajable de tales programas deben basarse en las presiones locales. C.REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO No existen productos biológicos disponibles. REFERENCIAS 1. ADVISORY COMMITTEE ON DANGEROUS PATHOGENS (1998). Transmissible Spongiform Encephalopathy Agents: Safe Working and the Prevention of Infection. Spongiform Encephalopathy Advisory Committee. HMSO Publication Centre, P.O. Box 276, London SW8 DT, UK. 2. 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