el ser sin amor michael calero

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EL
SER
SIN
AMOR
MICHAEL CALERO
“Las insignificantes cosas que nos obsequian, tienen mucho
poder sentimental, capaz de vencer cualquier fuerza del
mal.”
AGRADECIMIENTOS
Agradezco en primer lugar a Dios por darme el don de
escribir.
A mis padres, José Calero Jiménez y Nancy Egas Valverde por
apoyarme incondicionalmente.
A mis hermanos, Joselyn y Ángel, por darme las palabras
necesarias que me hacían falta en mi léxico y en mi diario
vivir.
A Celeste Albán, por darme pautas, consejos y reflexiones.
A mis grandes amigos Valeria Alvarado y Antonio Olvera por
brindarme su amistad y su compañía aún en la distancia.
A las diversas personas que me han apoyado con solo una
palabra y que la supe apreciar en gran manera.
SINOPSIS
María José Clayton Mauza. Hija única de Mauricio Clayton y
Angélica Mauza. Oriundos de la Clase Alta.
Matías Monroy. Hijo de la familia Monroy. Oriundos de la
Clase Baja.
Fito Oleas. Hijo de don Jerónimo Oleas. Oriundos de la Clase
Baja.
Este escrito se basa en tres jóvenes con características y
vidas diferentes.
Lo que ellos no saben es que la única salida a todo lo extraño
que les rodea, es un simple sentimiento que en la actualidad
se está perdiendo.
ÍNDICE
Agradecimientos
15
Sinopsis
16
Prefacio
17
1
18
2
19
3
20
4
21
5
22
6
23
7
24
8
25
9
26
10
27
11
28
12
29
13
Personajes
14
Sobre el Autor
PREFACIO
Madre desde pequeña me enseñó que las historias de
fantasmas y seres del más allá no existían. Pero enfrentarme
a una sombra, que además hizo daño al chico que más amo,
es desconcertante.
1
C
lase Baja, Ecuador
Todo comienza en Ecuador, en la región Costa. El
mar azul rosaba con frecuencia las arenas muy
visitadas por pescadores que en las mañanas salían
a conseguir su único sustento de alimento: los peces.
El territorio donde se dice que sucedió este relato estaba
conformado por tres clases: La Clase Alta, Media, Baja...
Los de la Clase Baja eran los pescadores y artesanos, eran
pobres aunque la mayoría eran bondadosos y humildes,
otros no.
Los de la Clase Media eran las personas que tenían sus casas,
trabajos, recursos renovables para vivir; se comportaban con
mucho orgullo y se criticaban entre ellos.
Los de la Clase Alta eran las personas que tenían haciendas y
comercios en aquel territorio; la mayoría de ellos se
comportaban muy arrogantes e importantes, otros no.
Las personas de las diferentes clases no se interrelacionaban
entre sí...
***
En un barrio ubicado en la Clase Baja llamado “Samir” vivía
la familia Monroy que era de extremada pobreza, la
conformaban 6 miembros; el más joven de la familia se
llamaba Matías.
Matías era un joven soñador de tan solo 15 años, siempre
vagaba por las costas imaginándose muchas cosas que él
nunca había visto, soñaba en ser alguien en la vida y sacar
adelante a su familia, ayudaba siempre a las personas con el
corazón en mano, por eso los de la Clase Baja siempre lo
admiraban.
―Es un muchacho muy generoso ―dijo doña Cleobita a su
hija mientras Matías le había regalado unos peces que en la
mañana los consiguió pescando. En agradecimiento ella le
regaló un peluche, su cabeza y su cuerpo estaban cosidos
con hilo de lana.
―Esto te lo regalo con mucho amor y cariño ―dijo ella―,
regalo de cumpleaños adelantado.
―Gracias, lo cuidaré siempre...
Pasaron
3 años, pero ocurrió algo que cambió
repentinamente la vida de Matías. A la familia de él no le
gustaba que él tenga esa clase de mentalidad, siempre era
burlado y molestado cosa que el joven de 18 años mientras
más se desarrollaba más tenía esos pensamientos
soñadores.
***
―Matías, levántate, es hora de ir al mar.
Entre despierto y dormido escuché la voz de mi papá
llamándome desde afuera de nuestra casa.
―¡Lo escuchaste! ―añadió mi mamá, mientras lavaba los
platos.
Sentí en mi espalda el peluche que me había regalado doña
Cleobita hace tres años, arregle mi cama y me despedí de él.
Lo quería tanto, y me dolía mucho saber que sus costuras se
estaban deteriorando. Me vestí y directamente lo acompañe
al muelle donde comenzaría mi día de aventura. Estaba un
poco indiferente porque antes de que me despertaran,
soñaba con una estrella, fue lo más raro y maravilloso que
había soñado. Pero mientras recordaba aquel sueño mi papá
vino a mí un poco enojado.
―Oye tú ―menciono él―, lárgate de mí vista.
Creo que se dio cuenta de lo que hacía, así que tuve que
irme rápidamente de su presencia.
2
M
ientras caminaba por la arena, cerca del
muelle de la Clase Baja, me encontré con Fito,
un amigo, él era huérfano y vivía solo con un
viejo artesano llamado Jerónimo Oleas, que lo
crió como hijo.
―¿Qué más Matías? ¿Cómo te va? ―me preguntó Fito,
mientras corría hacia mí.
―Pues caminando, ¿sabes algo? esta noche vendré al
muelle ¿Me acompañas?
Tenía en mente: venir al muelle esta noche y ver una estrella
igual a la de mi sueño.
―Mira, mi sueño comienza en este muelle y después...
―Tengo que ayudarle a mi padre a terminar su proyecto,
estoy de apuro, amigo.
―¿Su proyecto? Esa palabra nunca la he oído.
―Olvidé que ni siquiera tenemos escuela aquí y que aún
está en referencia las clases que te quiere dar mi papá
―añadió Fito.
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