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‐‐‐Página 1‐‐‐ Lima, diez de septiembre del dos mil siete.‐ LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa número trescientos setenta‐dos mil siete, con los acompañados, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Eusebia Claudia Morales García a fojas doscientos ochenticuatro, contra la resolución de vista emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, obrante a fojas doscientos sesentiocho, su fecha treintiuno de octubre del dos mil seis, que revoca la sentencia apelada corriente a fojas ciento noventidós, que declara fundada la demanda, reformándola la declara infundada. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del cinco de junio del dos mil siete, por las causales previstas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, en virtud de lo cual la recurrente denuncia: I) Que se han aplicado indebidamente las siguientes normas: 1) Los artículos ochocientos ochentisiete (señalado erróneamente como ochocientos setentisiete en la resolución antes aludida) y ochocientos ochentinueve del Código Civil que se refieren a la parte integrante de un bien y la vinculación existente entre las partes integrantes y accesorias con el principal, que no tienen nada que ver en el presente caso, por ser su persona, como ha demostrado en autos, la auténtica y legítima propietaria del segundo y tercer piso del inmueble materia de litis, los mismos que no están hipotecados y son independientes del principal; 2) artículo novecientos cincuentiocho de mismo Código, el cual se refiere a la propiedad horizontal, materia que no está en discusión y el hecho que aún no exista la misma no implica que se pretenda desconocer su derecho de propiedad, el mismo que está demostrando fehacientemente en autos; 3) artículo mil ciento diecisiete del código acotado, el cual dispone que el acreedor puede exigir el pago al deudor por la acción personal, o al tercer adquirente del bien hipotecado usando la acción real; si se tiene en cuenta que su persona no está reclamando derechos del bien inmueble hipotecado sino su propiedad que tiene sobre el segundo y tercer piso del bien, siendo que su parte no a adquirido el bien hipotecado, sino los aires del primer piso; 4) artículo dos mil veintidós del Código Civil el cual refiere que para oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se opone...”, siendo que en el presente caso no esta reclamando el bien hipotecado sino su propiedad que recae sobre el segundo y tercer piso que se encuentra inscrito en la Oficina Registral, máxime si ello no está inscrito en la hipoteca conforme se advierte de la escritura pública de garantía hipotecaria. II) Se ha interpretado en forma errónea los artículos mil cien, mil ciento uno y mil ciento dos del Código Civil, los cuales señalan que la hipoteca debe recaer sobre inmueble específicamente determinado, si se tiene en cuenta que existe plena identificación del inmueble hipotecado, siendo que la propiedad de la recurrente ‐segundo y tercer piso‐ es de su exclusiva propiedad y no está hipotecado; en cuanto a la extensión de la hipoteca, si bien la norma refiere que se extiende a todas las partes integrantes del bien hipotecado a sus accesorios; refiere que en el presente caso no se está reclamando ninguna parte integrante del bien, menos accesoria del mismo, sino lo que se reclama es su derecho de propiedad del segundo y tercer piso, que no han sido materia de hipoteca, si se advierte de la escritura de garantía hipotecaria que sólo se ha hipotecado el primero piso, siendo que la hipoteca debe recaer sobre inmuebles específicamente determin ‐‐‐Página 2‐‐‐ ados y no futuros; III) Se ha inaplicado el artículo novecientos veintitrés del Código Civil en concordancia con el artículo setenta de la Constitución Política del Estado, toda vez que su derecho de propiedad se encuentra plenamente acreditado sobre el segundo y tercer piso del bien; asimismo denuncia la inaplicación de los artículos mil cien y mil ciento seis del código 9388-00611
acotado, respecto a que la hipoteca debe recaer sobre inmuebles específicos determinados, y no sobre futuros, y en el presente caso, de la lectura de la escritura pública de constitución de garantía hipotecaria, se advierte que el segundo y tercer piso no se encuentran hipotecados. CONSIDERANDO: PRIMERO.‐ Que, conforme a reiterada y uniforme jurisprudencia de esta Suprema Corte y a la doctrina nacional, los caracteres jurídicos de la hipoteca son: a) constituye un derecho real sobre un bien determinado; b) es un derecho accesorio, puesto que se constituye en seguridad del cumplimiento de una obligación determinada o determinable; y, c) es indivisible, de tal modo que recae sobre el todo y cada una de las partes y si el bien hipotecado se divide, todas y cada una de las partes continúan gravadas en garantía del cumplimiento o pago, como así lo establecen los artículos mil cien, mil ciento uno y mil ciento dos del Código Civil. SEGUNDO.‐ Que, en relación al tema de la extensión de la hipoteca que es conocida en la doctrina como la hipoteca accesoria, y que es considerada como hipoteca de bienes futuros por la impugnante, debe tenerse en cuenta que el artículo novecientos cincuenticuatro del Código Civil vigente establece que la propiedad predial se extiende al suelo, subsuelo y sobresuelo, en tanto que el artículo ochocientos ochentisiete del mismo cuerpo de leyes, referido a las partes integrantes de los bienes prevé “Es parte integrante lo que no puede ser separado sin destruir, deteriorar o alterar el bien. Las partes integrantes no pueden ser objeto de derechos singulares” en ese mismo sentido el artículo ochocientos ochentinueve define “Las partes integrantes de un bien y sus accesorios siguen la condición de éste, salvo que la ley o el contrato permita su diferenciación o separación”. TERCERO.‐ Que, la interpretación sistemática y el contexto normativo de los dispositivos legales citados en el considerando precedente, conducen a la necesaria conclusión que además de la importancia económica de las edificaciones, por principio de adhesión o incorporación de un bien en otro, las construcciones o edificaciones que estén permanentemente unidas al suelo tienen la calidad de bienes inmuebles y como tal, constituyen respecto del terreno, una sola unidad indesligable entre sí que en derecho es conocida como parte integrante; pues en tales supuestos resulta materialmente imposible separar la construcción del suelo, sin que se destruya o altere el bien constituido. CUARTO.‐ Que, en cuanto a si la hipoteca del suelo puede extenderse también a las construcciones que con posterioridad se hayan introducido en el bien, es preciso anotar que, el artículo mil noventisiete del Código Civil, define que por la hipoteca se afecta un inmueble en garantía del cumplimiento de cualquier obligación, propia o de un tercero; en tanto que el artículo mil ciento uno guardando coherencia con las normas citadas en el considerando precedente prevé “La hipoteca se extiende a todas las partes integrantes del bien hipotecado, a sus accesorios, y al importe de las indemnizaciones de los seguros y de la expropiación, salvo pacto distinto”; en consecuencia, queda claro que por ficción jurídica, la hipoteca legalmente constituida sobre un predio, extiende sus efectos a las construcciones que posterior al acto constitutivo de la hipoteca, se hayan introducido en el bien, salvo que las partes hayan pactado expresamente la no extensión. QUINTO.‐ Que, sobre el particular, resulta esclarecedor el punto de vista de Jack Bigio Chrem, ponente del Libro de Derechos Reales del Código Civil vigente, (E ‐‐‐Página 3‐‐‐ xposición de Motivos Oficial del Código Civil Hipoteca, Pago, Derecho de Retracto y Registros Públicos. Lima: Cultural Cuzco mil novecientos noventiocho, página cuarenticuatro) quien al comentar el tema en cuestión, concluye “debe hacerse hincapié, que es indiferente que tales construcciones hayan sido realizadas con posterioridad a la inscripción de la hipoteca, igualmente es irrelevante que las mismas sean efectuadas por el hipotecante o por un tercero adquiriente, en todo caso el inmueble gravado y todo lo que le corresponde por accesión se encuentra afecto a la hipoteca”. En suma, queda claro que la hipoteca constituida sobre el inmueble sito en Jirón Lima número setecientos veintidós, Manzana P, Lote cuatro, Florida Baja del Distrito de Chimbote, alcanza también a las construcciones posteriores. SEXTO.‐ Que, en consecuencia, el Colegiado Superior ha aplicado correctamente los artículos ochocientos setentisiete y ochocientos ochentinueve del Código Civil y por ende ha interpretado en forma 9388-00611
adecuada los artículos mil cien, mil ciento uno y mil ciento dos del Código Civil. SEPTIMO.‐ Por otro lado, debe señalarse que los inmuebles sujetos al régimen de propiedad horizontal conforme al artículo novecientos cincuentiocho del Código Civil, el mismo que nos remite a la Ley veintisiete mil ciento cincuentisiete el cual establece en su artículo treintisiete que los edificios de departamentos, quintas, casas en co‐propiedad; centros y galerías comerciales o campos feriales, y otras unidades inmobiliarias con bienes comunes, cuando pertenezcan a propietarios distintos, están sujetos al régimen de unidades inmobiliarias de propiedad exclusiva y de propiedad común; inmuebles que pese a estar conformados por pisos que constituyen partes integrantes de una edificación, gozan de independencia jurídica y están sujetos a dominio particular; régimen que desde ya se descarta en el presente caso, pues la controversia de autos no versa sobre inmueble sujeto a la Ley veintisiete mil ciento cincuentisiete; motivo por el cual, la aplicación de la norma acotada se encuentra arreglada a ley. OCTAVO.‐ Que, el Colegiado Superior ha desestimado la demanda interpuesta aplicando además el artículo dos mil veintidós del Código Civil, el cual establece que para oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se opone. En el caso de autos, se ha establecido que el derecho real de garantía constituido a favor de la entidad financiera fue inscrito con anterioridad al derecho de la recurrente; por lo que, al ser así, se ha aplicado debidamente la norma acotada al caso de autos, así como también el artículo mil ciento diecisiete del citado cuerpo de leyes, toda vez que el acreedor puede exigir el pago al deudor, por la acción personal; o al tercer adquirente del bien hipotecado, usando la acción real. NOVENO.‐ Que, finalmente, en cuanto a la denuncia de inaplicación de los artículos novecientos veintitrés del Código Civil y setenta de la Constitución Política del Estado, bajo el fundamento que su derecho se encuentra plenamente acreditado sobre el segundo y tercer piso del inmueble materia de litis; al respecto, al haberse establecido que la hipoteca constituida sobre el bien materia de litis, alcanza también a las construcciones posteriores, y que el derecho real de garantía constituido a favor de la entidad financiera fue inscrito con anterioridad al derecho de la recurrente, las normas denunciadas como inaplicadas resultan impertinente a la cuestión fáctica establecida en autos para dirimir la presente controversia. DÉCIMO.‐ Que, en lo que respecta a la inaplicación de los artículos mil cien y mil ciento seis del Código Civil, debe señalarse que dichas normas han sido aplicadas por el Colegiado Superior, al establecer que el inmueble materia de litis es uno sólo, es decir, con las construcciones del segundo y tercer pis ‐‐‐Página 4‐‐‐ o alegadas por la recurrente; razón por la cual, debe desestimarse la denuncia formulada. UNDÉCIMO.‐ Que, en tal sentido, al no configurarse las causales previstas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, debe procederse conforme a lo dispuesto en el artículo trescientos noventisiete de la citada norma procesal; por tales consideraciones, declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas doscientos ochenticuatro por Eusebia Claudia Morales García; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos sesentiocho, su fecha treintiuno de octubre del dos mil seis, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa; CONDENARON a la recurrente al pago de las costas y costos originados en la tramitación del presente recurso, así como a la multa de una Unidad de Referencia Procesal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Eusebia Claudia Morales García contra Banco Wiese Sudameris y Otros sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron; Vocal Ponente Señor Miranda Molina.‐ S.S. TICONA POSTIGO. SOLIS ESPINOZA. PALOMINO GARCÍA. CASTAÑEDA SERRANO. 9388-00611
MIRANDA MOLINA. Nso. Corte Suprema de Justicia de la República Sala Civil Transitoria Casación Nº 370‐2007 SANTA Tercería de Propiedad 
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