Argentina: entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión

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Diplomatura Universitaria en Historia Argentina y
Latinoamericana
Primeros gobiernos radicales: Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear. Creación de YPF.
Continuidad del modelo agroexportador. Reforma Universitaria. América Latina y la Primera
Guerra mundial. La Semana Trágica y la Patagonia Rebelde. La economía triangular. Crisis
de 1929. Primer golpe de Estado.
Utilizando la bibliografía, escriban un breve texto que responda a las siguientes cuestiones:
1- Analice la matriz productiva de nuestro país en el período 1914-1930.
2- ¿Qué rol juega la neutralidad en la guerra y la política exterior del yrigoyenismo?
3- ¿Por qué considera el autor al golpe de 1930 como una restauración conservadora?
Integrantes: Matías Pereyra; Nicolás Sosa Porcu; Mariana Coria; Mauricio Varela;
Ezequiel Fonseca – UNCa
Introducción:
La historia de la Argentina -un país de casi 3 millones de kms2 .- desde sus orígenes se vincula
económica, social y políticamente, al espacio, la producción y el comercio rural. Inicialmente ocupa un lugar
excluyente la ganadería y sus productos destinados a la exportación y, hacia fines del siglo XIX, la
transformadora agricultura extensiva, asociada a la expansión ferroviaria y la llegada masiva de inmigrantes del
sur europeo. Posibilitaran la conformación del modelo que a partida en 1880, cuando se conforma la dirigencia
y el Estado Nacional y se consolida este modelo agroexportador basado en la inmigración masiva y el capital
externo, para concluir en 1930, cuando a la crisis que rompe el orden institucional argentino se le suman los
efectos del crac económico financiero neoyorkino de 1929. La conformación de una Nación que mira por el
puerto de Buenos Aires al otro lado del Atlántico, de espaldas al pasado originario, y el desequilibrio regional
que el modelo genera, sus causas y consecuencias a lo largo de medio siglo.
1- Los años transcurridos entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión tienen importancia
porque nos cuesta clasificar la matriz productiva de la argentina, debido a que la economía va ser afectada y
genera mutaciones ddurante este período donde el modelo agroexportador argentino se había consolido en
íntima relación bajo la división internacional del trabajo planteada desde los centros de poder europeos, en
donde los países sud Americanos quedaron sujetos la producción de materias primas, a la compra de bienes
manufacturados y el endeudamiento a través de empréstitos.
A partir de 1914 las dificultades que generaba la agricultura extensiva llega al límite de la expansión
horizontal, donde se plantean frenar la entrega indiscriminada de tierras públicas a grandes terratenientes, a su
vez se intentó solucionar los conflictos con los colonos. A esta situación se le suma la Primera Guerra Mundial,
que
incrementaba la competencia y generaba dificultades para el embarque de granos, debido a que
disminuyeron los pedidos de cereales y aumentan los de carne.
La guerra, además de deteriorar el volumen y el valor de las importaciones, acentuó un proceso de
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sustitución por industrialización nacional como lo plantea Rapoport “El estallido de la Primer Guerra Mundial en
1918 significó una señal de alerta para el modelo agroexportador” (Ibid. 2008:20). Esta situación favoreció de
alguna manera la producción local de manufacturas “la guerra mundial implicó un desafío para la industria
argentina dado que las importaciones de productos manufacturados disminuyeron drásticamente.” (Ibid.
2008:20). “algunas ramas de la industria pudieran expandirse gracias a la demanda de países beligerantes de
ambos lados, como Alemania y Francia, en productos tales como carnes congeladas y en conserva, alimentos
varios y frazadas, mantas y paños militares de lana. En el caso de la industria textil, la papelera, y la química, la
expansión se debió a la necesidad de sustituir productos que las naciones en guerra dejaron de enviar. Pero ello
no significó una industrialización masiva de la economía argentina” (Ibid. 2008:20).
El impulso a los productos manufacturados tuvo su repercusión en el movimiento obrero, si bien
Yrigoyen tuvo un trato distinto de los gobiernos anteriores con las centrales sindicales, estos a partir del 1918
comienzan con una serie de huelgas, los primeros son los talleres metalúrgicos de Vasena, donde “El origen de la
protesta estuvo en el hecho de que, cuando aumentó el precio de las materias primas, los patrones bajaron los
sueldos para mantener sus ganancias. Los obreros exigían aumento de sueldo, jornada de ocho horas, pago de
horas extras, abolición del trabajo a destajo (por cantidad de producción realizada) y reincorporación de
compañeros despedidos por realizar actividades gremiales”. (Egges-Brass 2006:425). Las consecuencias sobre el
racionamiento de oferta de bienes importados y sobre el valor de los fletes y seguros, deterioraron los términos
del intercambio exterior y de ese modo brindaron a la industria manufacturera una protección espontánea de
mercado. Generando el impulso industrializador orientado por los precios internacionales y por las dificultades
del comercio no fue del todo visible por dos razones: la profunda contracción en el nivel de actividad que
dominó la escena económica hasta fines de 1917, y la depreciación real en un contexto inflacionario, que en un
principio favoreció también al sector agropecuario y particularmente al ganadero, beneficiado por la demanda
mundial de carnes para alimentar a civiles y a soldados en las naciones beligerantes.
La sustitución de importaciones y la industrialización no generaron, en medida suficiente, ventajas
competitivas para acceder a las regiones más dinámicas del mercado mundial, esto es, los vinculados con las
manufacturas
de mayor contenido tecnológico. En otras palabras, la argentina no logró aumentar la
productividad en la industria con respecto a la media internacional, y por lo tanto, eran muy raras las
posibilidades de que la economía pudiera insertar nuevos productos dentro de sus líneas de exportación. La
carne congelada resulto ser el producto más atractivo para el mercado de la exportación, donde “Los frigoríficos
norteamericanos obtenían mayor rentabilidad por las exportaciones a Gran Bretaña desde Argentina -en lugar
de hacerlo desde EEUU- aun incurriendo en fletes más elevados, dado las condiciones naturales altamente
favorables de las pampas y el menor costo de la mano de obra y de las materias primas”.(Rapoport 2008:50) “
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con lo cual este autor plantea que “La tecnología estadounidense permitía elaborar carne enfriada (…)este
cambio técnico alteró toda la cadena productiva, al necesitar que los ganaderos modificaran el tipo de razas del
ganado, el área dedicada a la ganadería, y los tiempos de conservado de la carne. La raza predominante fue la
Shorthorn, aunque también se introdujeron la Aberdeen Angus y la Hereford, todas ellas razas finas de origen
inglés. La ampliación de la pampa húmeda implicó incorporar el sur y el sudeste de la provincia de Córdoba, el
nordeste de La Pampa y el extremo sudeste de San Luis.” (Ibid. 2008:50)
2- La argentina al tomar un posicionamiento neutral con respecto a la gran guerra, como lo planta
Rapoport “Yrigoyen mantuvo la postura de neutralidad adoptada por su predecesor. Pero, a diferencia de
Victorino de la Plaza, que mediante varios decretos había reiterado la declaración de neutralidad ante la guerra
mundial, el presidente radical no consideró necesario apelar a dicha formalidad” (Rapoport 2008:20). Implicó
una postura del gobierno que acarreo una serie de inconvenientes en relación a la política exterior de Yrigoyen,
uno de ellos fue una serie de inconvenientes con Alemania, debido a sus vínculos cercanos con Inglaterra,
aunque posteriormente fueron solucionados diplomáticamente, luego de que a la Argentina se le hubiera
hundido un par de buques mercantes. A su vez EE.UU, al participar en el conflicto invitó a la Argentina, pero
Yrigoyen no aceptó, puesto que su criterio comprendía a la neutralidad como “el estado normal de las naciones
y por lo tanto no hacía falta declararlo” (Rapoport 2008:20).
Pero por medio de la neutralidad, se solapaba la dependencia extrema de comparadores externos dado
que las exportaciones proveían de divisas a nuestro país y a no producir bienes de capital, siempre estuvo sujeto
a la exportación de la producción ganadera, lo cual permitió obtener grandes beneficios a los sectores
dominantes, donde estos nunca se plantearon fomentar un modo de acumulación distinto al que conocían, el
financiamiento externo interrumpido por la guerra no pudo ser adecuadamente sustituido por fuentes de
ahorro locales, así para postular un proyecto industrial, el bloque dominante se aferró al existente modelo
agroexportador.
Al finalizar la guerra, se produce un proceso inflacionario que se mantuvo en alza, como suele ocurrir en
las postguerras y los países más ricos de la tierra decidieron combatirla con políticas monetarias y fiscales. Este
ajuste de 1920 y 1921 redobló en la Argentina el deterioro de los términos del intercambio, que alcanzaron su
nivel más bajo en 1922.
3- La crisis mundial del capitalismo generó una sucesión de inconvenientes que afectó profundamente a
la Argentina, por su dependencia extrema de las relaciones exteriores.
La caída de los precios internacionales descompuso la estructura de producción y consumo y “los precios
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de los productos primarios cayeron mucho más que los de los productos industriales que nuestro país compraba;
o, como se lo denomina técnicamente, se produjo un “deterioro de los términos del intercambio”.” (Rapoport
1998:57). Conjuntamente a este factor se agrega la iliquidez del modelo económico agroexportador, la balanza
de pagos entra en crisis, y la falta de políticas industriales y el lento crecimiento de la demanda internacional de
productos agropecuarios habían contribuido a agotar paulatinamente el modelo, generando un efecto domino,
el cual repercutió en conflictos sociales por la falta de trabajo y ausencia de perspectiva a futuro.
Este contexto es el que le permite al autor plantear la idea de restauración conservadora, dado que
existieron una serie de factores económicos y políticos que aprovechados por la oligarquía conservadora
porteña y rural organizada a través de una alianza de intereses económicos políticos, los cuales habían obtenido
los grandes beneficios del modelo agroexportador, y que Yrigoyen ni Alvear habían afectado sus interés. Pero la
concepción de estas élites sobre alguna las políticas populares nacionalistas desarrollas durante estos gobiernos,
provocó “el proceso de hostigamiento al gobierno y agrupamiento de las fuerzas opositoras: conservadores,
radicales antipersonalistas y socialistas independientes” (Op. cit. 1998:60). También la prensa jugo un papel
predomínate en el descredito y acorralamiento al yrigoyenismo, con lo cual Rapoport (1998) va a fundamentar
su postura sobre el golpe del ‘30 como la restauración conservadora en la expresión de Pinedo ““sólo los
muertos” podían dejar de oír la campaña que venían haciendo los representantes de esos partidos contra el
gobierno más “inepto” y más “inmoral” que había regido en el país, mientras que Manuel Fresco sostenía que el
remedio de todos los males estaría en la renuncia del presidente de la República”. (Rapoport 1998: 60).
BIBLIOGRAFIA
Rapoport, M. “Los gobiernos radicales: Yrigoyen y Alvear, 1916-1930”. Ficha del autor. Febrero 2015
Eggers- Brass, T. “Historia Argentina. Una mirada crítica. 1806- 2006” Ed. Maipue, Ituzaingó, 2006.
Capítulo 9. Pág. 421- 450
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