Revista Jurídica - Poder Judicial del Estado de Nayarit

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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Revista
Jurídica
Poder Judicial del Estado de Nayarit
____________________________
Nº 50
Año 6, Julio - Septiembre 2006
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
I
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
ÍNDICE
Revista Jurídica Año 6, Número 50, Julio - Septiembre 2006
PRESENTACIÓN
ESTUDIOS
ARTÍCULOS 19 Y 20 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS
Oswaldo Candelario Delgado Nájar............................................................................................ 1
RÉGIMEN CONSTITUCIONAL DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS
Pedro Antonio Enríquez Soto .................................................................................................. 16
LA INTERPRETACIÓN JUDICIAL
María Isabel Rodríguez del Río................................................................................................ 44
LOS ALIMENTOS EN EL CONCUBINATO
María Teresa Briseño Velásquez .............................................................................................. 52
CRÓNICA RELATIVA A LA CREACIÓN Y ADICIÓN DEL PARTADO "B" DEL
ARTÍCULO 123 CONSTITUCIONAL
Manuel Méndez Gaitán........................................................................................................... 58
ENSAYOS
XALISCO Y SU FERIA. Entre un ayer que se niega a desaparecer y un presente
en transición.
María Arcelia López Álvarez .................................................................................................... 64
LAS TIC AL SERVICIO DE LA ADMINISTRACIÓN E IMPARTICIÓN DE
JUSTICIA
José Alejandro Carrillo Padilla ................................................................................................. 68
EVENTOS
Lic. Francisco Flores Soria.
CONCLUYE MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN E IMPARTICIÓN DE
JUSTICIA .......................................................................................................................... 73
EN FUNCIONES EL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DEL RAMO PENAL
DEL PARTIDO JUDICIAL DE ACAPONETA .................................................................... 74
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
NUEVOS JUECES RINDEN PROTESTA ANTE EL CONSEJO DE LA
JUDICATURA ................................................................................................................... 75
PREVIA REVISIÓN DE EXPEDIENTES, MAGISTRADOS LIBERAN A 39
REOS. ............................................................................................................................... 76
NUEVO JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DEL PARTIDO JUDICIAL DE
BUCERÍAS ........................................................................................................................ 76
CONVENIO DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO, CON EL SUTSEM......................... 77
INICIA
ACTIVIDADES
JUZGADO
DE
PRIMERA
INSTANCIA,
ESPECIALIZADO EN JUSTICIA PARA ADOLESCENTES .............................................. 78
NOMBRAMIENTO DEL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA DEL ESTADO, PARA EL PERÍODO 2006-2007........................................... 79
Las informaciones u opiniones expresadas en cada artículo de esta revista,
son responsabilidad exclusiva de sus autores.
II
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Presentación
En esta edición, se presentan algunos estudios dedicados a nuestra carta
magna, en los cuales sus autores realizan con la finalidad de valorar desde las
garantías de seguridad jurídica, hasta la problemática de los trabajadores de
confianza al servicio del Estado, con la intención de plantear algunas
consideraciones.
Con la finalidad de cumplir con la reforma constitucional al articulo 18, y
después de que H. Congreso del Estado de Nayarit aprobara la ley de justicia
para adolescentes, entró en funciones el nuevo Juzgado de Primera Instancia,
especializado en justicia para adolescentes, con el que pretende generar mayores
garantías a los menores que se encuentren sujetos a un procedimiento
jurisdiccional de naturaleza penal.
LIC. JAVIER GERMÁN RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia
y del Consejo de la Judicatura del Estado de Nayarit
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
IV
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Estudios
ARTÍCULOS 19 Y 20 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Oswaldo Candelario Delgado Nájar∗
SUMARIO: Introducción. 1. Artículos 19 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. 1.1 Garantías individuales. 1.1.1.- Concepto 1.2.- Garantías de seguridad jurídica.
1.2.1.- alcances. 1.3.- Artículo 19 Constitucional. 1.3.1. Características. 1.4.- Artículo 20
Constitucional. 1.4.1.- Características. Conclusiones. Apreciación personal. Material de consulta.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo, tiene como objetivo establecer un estudio de los
artículos 19 y 20de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que
permitan establecer sus alcances, sus límites y finalidades; explicándose su
contenido, como garantías de seguridad jurídica que deben observarse dentro de
un procedimiento penal; para tal fin se tomaron en cuenta aspectos conceptuales
de las garantías individuales en general, para considerar en lo particular, a las
garantías de seguridad jurídica que a su vez, se encuentran contenidas en los
artículos 19 y 20, además de lo que señalan los artículos 8,14, 16, 17, 18, 21, 22
y 23 de la Carta Magna; para ello, se utilizó el todo inductivo deductivo, cuya
pretensión es explicar los aspectos generales para considerar en su caso los
particulares, y las técnicas de investigación fueron centradas específicamente
sobre las documentales que se contienen en los diferentes textos bibliográficos
relativos; y aún cuando la presente investigación no pretende ser un estudio
exhaustivo de lo anterior, sí establece términos generales mi visión y crítica
personal.
Sirva esto de derrotero para precisar lo relativo a este artículo que se
pone a consideración del lector.
1. Artículos 19 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
1.1.- Garantías Individuales
El presente trabajo tiene como finalidad establecer un estudio monográfico
y a la vez crítico, de los artículos 19 y 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, de tal manera, que se considera conveniente
establecer un método de apreciación sistemático, en el que el aspecto
metodológico comprenda la visión en un plano general de las garantías
individuales, hasta llegar a los artículos de estudio propiamente dichos; de esta
∗
Juez Mixto de Primera Instancia de Amatlán de Cañas, Nayarit.
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1
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manera se hace necesario establecer en razón de las garantías individuales, el
instrumento jurídico que las contiene y así de manera tradicional se ha
distribuido nuestro cuerpo legal fundamental del país en dos partes
principalmente; la primera que constituye una parte orgánica, que consiste
específicamente en reglas generales de estructuración y funcionamiento de las
instituciones del Estado, así como sus características fundamentales; por otro
lado, se encuentra la parte dogmática en la que se constituyen las garantías
mínimas, que todo gobernado debe tener en razón de su calidad de ciudadano
del país, precisándose en los primeros veintinueve artículos correspondientes;
aunque resulta necesario aclarar que igual se encuentran garantías con
características análogas en los apartados orgánicos de la Constitución en cita, así
resulta pues que las garantías individuales, son aquéllos derechos públicos
subjetivos mínimos que el gobernado encuentra su precisión dentro de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en este sentido, es
necesario apreciar el aspecto conceptual que se refiere a la garantía individual
propiamente dicha.
1.1.1. Concepto
Siguiendo el derrotero anterior, es preciso ubicar el concepto garantía
individual para entender sus alcances, y en su caso, sus limitaciones, de esta
manera considero conveniente definir lo dicho desde dos aspectos que deriva de
la propia concepción sujeta a definición, esto es; explicar qué es una garantía y
qué es lo individual, de esta manera el jurista Ignacio Burgoa ha expuesto que
del concepto garantía, el Derecho Público ha precisado diversas formas de
seguridad y protección a favor de un gobernado en un estado de Derecho; esto
es, dentro de una entidad política estructurada y organizada jurídicamente, en
que la actividad del gobierno está establecida a normas preexistentes que tienen
como referencia de sustento el orden constitucional1; en este sentido y tomando
como referencia la precisión anterior, es posible mencionar que la garantía
constituye un medio o mecanismo mediante el cual se dota de certeza al
gobernado propiciando efectivamente una garantía propiamente dicha, que
traducida en el plano de lo jurídico, se constituye como una salvaguarda
normativa a favor del gobernado, quien se desarrolla socialmente dentro de un
entorno jurídicamente protegido y sistemáticamente avalado por un orden
normativo preexistente, así, entonces pues la garantía constituye una acción de
asegurar jurídicamente a favor del individuo social, en este sentido y una vez
expuesto el aspecto conceptual de garantía, desde la óptica advertida; toca
entonces verificar en qué consiste lo individual; así, lo individual alude al
individuo propiamente dicho; esto es, la persona considerada de manera
autónoma; entonces si establecemos la unión de ambas apreciaciones, podemos
referir que la garantía individual, son aquellas condiciones jurídicas normativas
de los derechos públicos mínimos que la Constitución debe prever para dotar de
certeza al gobernado que se desarrolla en un entorno social políticamente
precisado y jurídicamente organizado, en este orden tenemos pues, que el
ámbito de protección de las garantías individuales, corresponden al individuo en
sí; sin embargo, la critica surge en razón de que ese tipo de garantías suelen
1
BURGOA ORIHUELA, Ignacio, Garantías Individuales, 29 Edición, México. Editorial Porrúa, 1997,
página 162.
2
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proteger igualmente a personas colectivas y no solamente a la individualidad
humana, de ahí que se asuma que el concepto garantía individual ha quedado
rebasado por las diferentes ficciones de constitución de los gobernados, los que
pueden ser individuales o colectivos; pues ambos se sujetan a las facultades de
decisión del Estado y pueden ser afectados en sus derechos mínimos
constitucionales; esto es, en sus garantías individuales.
1.2.- Garantías de seguridad jurídica
Siguiendo el estudio sistemático y ordenado de las garantías individuales,
encontramos, que por sus consecuencias de protección, éstas pueden ser
distribuidas de diferente manera, así encontramos garantías de igualdad, de
libertad, de propiedad, de información, garantías sociales y, por supuesto, de
seguridad jurídica; en este orden, la seguridad jurídica supone un cuadro
normativo capaz de regular los actos de autoridad en un marco de legalidad y
con formalidades de fondo precisamente sustentables para un gobernado, en
este sentido, las garantías individuales deben ser respetadas a plenitud por los
órganos estatales, y únicamente afectar los bienes jurídicos y estatus individual
normativo, a través de procedimientos previamente establecidos con cuerpos
normativos perfectamente adaptados a las diversas conductas y actuaciones de
los gobernados, así la idea de seguridad jurídica involucra la posibilidad de
señalar que no admite duda en su verificación, esto es, garantizar la certidumbre
normativa de que los actos de autoridad estarán estrictamente sujetos al
respecto de condiciones mínimas jurídicas establecidas; así el jurista Alberto del
Castillo Valle, ha expuesto al respecto que en el artículo primero constitucional,
se encuentra una expresión de garantía de seguridad jurídica; toda vez, que se
prohíbe precisamente la restricción derivada del arbitrio estatal ilimitado; esto es,
que las garantías individuales únicamente podrán ser mermadas o relevadas en
los casos que la constitución lo prevea2; de esta manera, se puede señalar que la
seguridad jurídica consiste precisamente, en la certeza normativa de los bienes
jurídicos del individuo o gobernado que precisamente deben ser tutelados, lo
anterior nos obliga a precisar los alcances de la seguridad jurídica como garantía.
1.2.1. Alcances
La seguridad jurídica en sí misma, vista como garantía; nos permite
establecer fronteras que determinan su campo de aplicación, de esta manera
tendremos que señalar que la seguridad jurídica como garantía individual,
supone al gobernado, la certidumbre en su esfera jurídica de protección,
mientras que por otro lado; establece una sujeción de los actos de autoridad
dentro de parámetros normativos mínimos para emitir sus determinaciones, de
esta manera la seguridad jurídica se encuentra señalada dentro de los artículos
14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que refieren concretamente a los limites de actuación de la
autoridad, bajo este concepto el jurista Burgoa Orihuela, expone que las
garantías de seguridad jurídica en su conjunto condiciones, requisitos, elementos
o circunstancias previas a que deben sujetarse una cierta actividad estatal
autoritaria, para generar una afectación válida de diferente índole en la esfera del
2
DEL CASTILLO DEL VALLE, Alberto, Ley de Amparo Comentada, México, Editorial Duero, S.A. de
C.V. 1992, pág. 35.
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gobernado integrado por el mínimo de sus derechos subjetivos3; lo anterior
corrobora lo que hasta el momento se ha venido señalando de la garantía de
seguridad jurídica; pero además, permite establecer dos ópticas de este aspecto,
la primera, como presupuestos de protección de las garantías del gobernado, y la
segunda, como requisitos de vinculación de la autoridad estatal para afectar
garantías; de tal manera que esta doble apreciación, se puede explicar de forma
positiva a favor del gobernado y de forma negativa o restrictiva como obligación
de la autoridad; finalmente, cabe señalar que los alcances de la garantía de
seguridad jurídica, tiene su desarrollo dentro de lo que se constituye como
garantías del gobernado.
1.3.- Articulo 19
Un de los artículos que suponen la garantía individual de seguridad
jurídica se encuentra en el artículo 19 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que textualmente establece lo siguiente:
Artículo 19.- Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo
de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición,
sin que se justifique con un auto de formal prisión en el que se expresarán: el
delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución,
así como los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán ser
bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la
responsabilidad del indiciado.
Este plazo podrá prorrogarse únicamente a petición del indiciado, en la forma
que señale la ley. La prolongación de la detención en su perjuicio será
sancionada por la ley penal. La autoridad responsable del establecimiento en el
que se encuentre internado el indiciado, que dentro del plazo antes señalado no
reciba copia autorizada del auto de formal prisión o de la solicitud de prórroga,
deberá llamar la atención del juez sobre dicho particular en el acto mismo de
concluir el plazo y, si no recibe la constancia mencionada dentro de las tres
horas siguientes, pondrá al indiciado en libertad.
Todo proceso se seguirá forzosamente por el delito o delitos señalados en el
auto de formal prisión o de sujeción a proceso. Si en la secuela de un proceso
apareciere que se ha cometido un delito distinto del que se persigue, deberá ser
objeto de averiguación separada, sin perjuicio de que después pueda decretarse
la acumulación, si fuere conducente.
Todo maltratamiento en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que se
infiera sin motivo legal, toda gabela o contribución en las cárceles, son abusos
que serán corregidos por las leyes y reprimidos por las autoridades.”
El anterior artículo consta de cuatro párrafos que se refieren entre sí de
manera preponderante al auto de formal prisión y sus consecuencias; esto es, a
la determinación que emite el aparato judicial en su actividad jurisdiccional,
cuando encuentra condiciones delictivas susceptibles de sanción; en este sentido,
puede apreciarse al auto de formal procesamiento como una resolución que
concreta jurisdicción punitiva; sin embargo, a continuación se verificarán las
características de cada apartado del artículo en cita.
3
4
BURGOA ORIHUELA, Ignacio, op. cit., pág. 504.
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1.3.1.- Características
El primer aspecto a dilucidar del artículo 19 de la Constitución Federal,
expresa que ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del término
de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición;
sin que se justifique con un auto de formal prisión en el que se expresará; el
delito que se impute al acusado, el lugar, tiempo y circunstancia de ejecución, así
como los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán ser bastantes
para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del
indiciado. Lo anterior, al margen de las deficiencias conceptuales que maneja
debe verse desde un punto de vista, primero de garantía de seguridad jurídica,
cuyo ámbito de protección contiene dos aspectos, primero el resguardo de la
libertad personal de los gobernados, a efecto de no ser detenido más tiempo del
estrictamente indispensable señalado por la ley constitucional para justificar la
atribución procesal de un delito, y por otro lado expresa el imperativo a la
autoridad judicial específicamente a efecto de que con estricto respeto al termino
legal señalado verifique las condiciones de justificación del delito y del
delincuente, así el Jurista Sergio García Ramírez, expone que el artículo 19,
recoge una resolución básica del enjuiciamiento penal: El auto de formal prisión.
Se trata en rigor, del autor de procesamiento que determina el tema del proceso,
además de producir otras consecuencias relevantes. Ese precepto ha contenido
una garantía de plazo para la emisión del auto citado, con la finalidad de evitar
detenciones excesivas ante la autoridad jurisdiccional, una vez formulada la
consignación por el Ministerio público o ejecutada una orden judicial de captura4;
en el aspecto antes referido, es posible corroborar con el criterio del jurista en
cita puntos medulares del párrafo que se estudia, por un lado; señalar la
constitución del auto de formal prisión al nivel de ley fundamental, el plazo para
dictarlo, la autoridad facultada para tal fin, y los presupuestos que debe contener
dicho mandamiento para constituir sus consecuencias legales; así, el artículo en
cita, resulta categórico al expresar que ninguna detención, puede exceder de
setenta y dos horas; este imperativo queda sujeto al apartado siguiente del
numeral en estudio, que constituye una prórroga en caso de solicitarlo el
justiciable; sin embargo, su precisión está limitada por un término igual; así se
computa esta circunstancia de plazo a partir de que el gobernado sujeto a una
causa penal, se encuentra a disposición del órgano penal judicial; bien sea en vía
de consignación con detenido; o en su caso, en vía de cumplimiento de
mandamiento de captura; de tal forma que este plazo deberá computarse de
momento a momento y finiquitar en el término que el cómputo relativo refiere en
su caso; de esta manera, el auto de formal prisión deberá contener como
requisitos de fondo la precisión del delito que se impute al acusado el lugar,
tiempo y circunstancia de ejecución; esto es, expresar la mecánica actualizada de
la tipicidad en el caso concreto; o mejor dicho, la adecuación de la conducta
desplegada por el justiciable a la figura típica delictiva contenida en la disposición
penal; lo que redunda en el principio de legalidad que explica que no hay delito
sin ley ni pena sin delito; lo que abunda en una seguridad jurídica a favor del
justiciable; por otro lado, se pide que ello resulte de los datos que arrojen la
averiguación previa, lo que condiciona precisamente la emisión del auto de
4
GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, El Nuevo Procedimiento Penal Mexicano, Tercera Edición, México,
Editorial Porrúa, 2001. Página 48.
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formal prisión a la existencia de una averiguación previa que constituye la
actuación ministerial de una situación delictiva hecha de su conocimiento, de tal
manera que dichas diligencias y probanzas justifiquen dos aspectos que
igualmente le son fundamentales al auto de formal procesamiento; esto es, el
cuerpo del delito y la probable responsabilidad del indiciado; se entiende por el
primero, el conjunto de elementos objetivos contenidos en el precepto jurídico
que contiene la descripción típica; aún cuando resulta necesario aclarar que
existen dos formas de justificar o acreditar el cuerpo del delito, una especial que
conserva características definidas por la propia ley procesal penal y otra forma de
justificación general, que se da precisamente a través de la acreditación de los
elementos justificativos en el delito de que se trata; de esta manera Leopoldo de
la Cruz Agüero, explica que el cuerpo del delito y la presunta responsabilidad,
citando a Carlos M. Oronoz Santana, que menciona que una vez que se ha
comprobado el cuerpo del delito; esto es, que se han reunido los elementos
materiales subjetivos y normativos del ilícito en cuestión, se debe atender la
probable responsabilidad penal del acusado; siendo ésta probable, porque la
responsabilidad penal como tal, surge en el momento mismo de la sentencia; que
es cuando se determina si el hecho imputado al procesado constituye o no un
delito, a efecto de que el juzgador dicte la resolución que corresponda; por lo
tanto, en esta fase procedimental, basta con que el juzgador establezca una
relación lógico-jurídico entre el resultado y la conducta desarrollada por el
acusado y si ésta fue capaz de producir el resultado delictivo5; advertido lo
anterior y en mi criterio, equivocado el jurista en mención respecto de su óptica
del cuerpo del delito, pues lo confunde con tipo penal, siendo ambos totalmente
diferentes si considera la existencia de los elementos objetivos en la figura típica
penal; sin embargo, en lo que al caso ocupa, establece una precisión rescatable
respecto de la probable responsabilidad del indiciado, que no es otra cosa, que
establecer si la conducta desplegada por el justiciable, pudo haber sido capaz de
traer como consecuencia el resultado penal imputado; por lo que en este sentido
debe mencionarse pues, que el cuerpo del delito, es ese conjunto de elementos
que justifican la materialidad objetiva contenida en la descripción típica y la
probable responsabilidad, involucra el concepto conducta traducido a nivel de
tipicidad; esto es, el encuadramiento de la acción al tipo.
El primer párrafo del artículo 19, explica que el plazo de las setenta y dos
horas para dictar el auto de formal prisión de referencia puede prorrogarse; o
sea, duplicarse única y exclusivamente a solicitud del indiciado, dejando
reglamentado para la ley correspondiente, su posibilidad de verificación; así, el
artículo 177 del Enjuiciamiento Penal para el Estado de Nayarit en su párrafo
primero, explica que el auto de formal prisión se pronunciará dentro de las
setenta y dos horas, contadas a partir de que el inculpado es puesto a disposición
de la autoridad judicial, lo que corrobora el precepto constitucional en estudio,
agregando que se puede duplicar, previa solicitud del indiciado o su defensor en
el momento de la declaración preparatoria; así se entiende que la reglamentación
al derecho concedido por la Constitución para el justiciable, al encontrar su
reglamentación en el Código Procesal Penal para el Estado, hace extensiva la
atribución de solicitar la duplicidad del término constitucional hasta el defensor,
5
DE LA CRUZ AGÜERO, Leopoldo, El Termino Constitucional y la Probable Responsabilidad Penal,
Segunda Edición, México, Editorial Porrúa, 2000. Página 48.
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aún cuando el precepto fundamental explica la situación en razón al indiciado, lo
que en mi concepto no resulta desajustado; toda vez, que la posibilidad de
reglamentación, se condiciona precisamente a la ley secundaria que refiero, y en
este caso si el motivo principal de la duplicidad del término es propiciar una
mejor defensa, entiendo que nadie mejor facultado para solicitarlo que el propio
defensor, por lo que en mi criterio resulta plenamente avalada esta extensión
que se hace de la facultad señalada, resultando igualmente explicado el
momento en el cual puede solicitarse dicha prórroga que es en el acto de la
declaración preparatoria, de tal manera que la petición hecha con posterioridad
en base a la literalidad de este texto, resulta desajustada a la precisión referida,
pues señala de manera tajante, que la solicitud para duplicar el término
constitucional debe ser específicamente en el momento de la declaración
preparatoria, dentro de las cuarenta y ocho horas del término constitucional
considerado. Luego, el propio texto fundamental del país que se estudia, explica
que la prolongación a los plazos y prórrogas concedido en perjuicio del
justiciable, será sancionada por la ley penal, situación a la que cabe señalar que
no puede entenderse ninguna prolongación de la detención en beneficio de nadie;
por lo que el concepto perjuicio, resulta por demás redundante en el párrafo que
se señala, dejando la posibilidad de sanción en la ley penal, traduciéndose en
ficciones delictivas como el abuso de autoridad, la privación ilegal de la libertad,
etcétera.
El párrafo siguiente al artículo 19 explica una forma más de sancionar la
omisión de la autoridad judicial para emitir y en todo caso notificar el auto de
formal prisión que justifique la detención y retención del justiciable;
entendiéndose estos conceptos en su literalidad, de tal manera que el encargado
del centro de reclusión, tiene la obligación, con pena de hacerse partícipe del
delito que corresponda, de pedir al juez correspondiente al término del plazo
constitucional referido o su prórroga la copia certificada, autorizada; del auto de
formal prisión que en el caso se justifique; teniendo un plazo de tres horas, en la
inteligencia que, al no recibir dicho documento, tendrá la obligación de dejarlo en
libertad.
El siguiente aspecto considerado en el tercer párrafo del artículo 19
Constitucional, explica una certeza procesal a favor del justiciable, marcando la
pauta de defensa formal en procedimiento del mismo, pues dicho precepto,
afirma que todo proceso se seguirá forzosamente por el delito o delitos señalados
en el auto de formal prisión o de sujeción a proceso; apareciendo en este caso,
una forma diferente de sujetar a procedimiento al justiciable como lo es la
sujeción a proceso; estableciéndose la diferencia entre ésta y la formal prisión,
en razón de la circunstancia de sanción que se contenga en la figura típica
correspondiente; igualmente, se establece, que si en la secuela de procedimiento
se advierte la comisión de otra figura típica, ésta deberá constituir objeto de
averiguación por separado, esto, con la finalidad de que la defensa del justiciable
fije estrictamente su atención con base a los elementos demostrativos que la
autoridad jurisdiccional valoró y que consideró suficiente para acreditar el cuerpo
del delito atribuido y la probable responsabilidad.
Por último, el párrafo final del artículo 19, explica que todo exceso
cometido en la aprehensión o en la reclusión sin un motivo legal, deberá ser
corregido y en su caso, reprimidos por las autoridades que correspondan,
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
existiendo en ello una imposición para los cuerpos normativos y las autoridades
relativas, a efecto de que eliticen sus conductas en estas dos situaciones
jurídicas.
1.4.- Articulo 20
Siguiendo con la idea de estudiar las garantías de seguridad jurídica,
encontramos en el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, otra variante de su concreción, y que explica su aparición en el
proceso penal, derivado precisamente del auto de formal prisión o de sujeción a
proceso; sin embargo, esto no es privativo del procedimiento judicial penal, sino
que también alcanza a la etapa administrativa que se constituye en la
averiguación previa; así el artículo 20 Constitucional se encuentra distribuido en
dos apartados: uno que contiene garantías procesales para el justiciable, y otro
que contiene garantías procesales para la víctima; este último cuadro, producto
de una reforma reciente, y que viene a consolidar un rescate de este sujeto del
drama penal que se constituye en el afectado, por las lesiones jurídicas o puesta
en peligro del derecho de tutela penal relevante; de esta manera, el artículo 20
constitucional federal, señala lo siguiente:
Artículo 20.- En todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el
ofendido, tendrán las siguientes garantías:
A. Del inculpado:
I.- Inmediatamente que lo solicite, el juez deberá otorgarle la libertad
provisional bajo caución, siempre y cuando no se trate de delitos en que, por su
gravedad, la ley expresamente prohíba conceder este beneficio. En caso de
delitos no graves, a solicitud del Ministerio Público, el juez podrá negar la
libertad provisional, cuando el inculpado haya sido condenado con anterioridad,
por algún delito calificado como grave por la ley o, cuando el Ministerio Público
aporte elementos al juez para establecer que la libertad del inculpado
representa, por su conducta precedente o por las circunstancias y características
del delito cometido, un riesgo para el ofendido o para la sociedad.
El monto y la forma de caución que se fije, deberán ser asequibles para el
inculpado. En circunstancias que la ley determine, la autoridad judicial podrá
modificar el monto de la caución. Para resolver sobre la forma y el monto de la
caución, el juez deberá tomar en cuenta la naturaleza, modalidades y
circunstancias del delito; las características del inculpado y la posibilidad de
cumplimiento de las obligaciones procesales a su cargo; los daños y perjuicios
causados al ofendido; así como la sanción pecuniaria que, en su caso, pueda
imponerse al inculpado.
La ley determinará los casos graves en los cuales el juez podrá revocar la
libertad provisional;
II.- No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y será sancionada por la
ley penal, toda incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida ante
cualquier autoridad distinta del Ministerio Público o del juez, o ante éstos sin la
asistencia de su defensor carecerá de todo valor probatorio;
III.- Se le hará saber en audiencia pública, y dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a su consignación a la justicia, el nombre de su acusador y la
naturaleza y causa de la acusación, a fin de que conozca bien el hecho punible
que se le atribuye y pueda contestar el cargo, rindiendo en este acto su
declaración preparatoria.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
IV.- Cuando así lo solicite, será careado, en presencia del juez, con quien
deponga en su contra, salvo lo dispuesto en la fracción V del Apartado B de este
artículo;
V.- Se le recibirán los testigos y demás pruebas que ofrezca, concediéndosele el
tiempo que la ley estime necesario al efecto y auxiliándosele para obtener la
comparecencia de las personas cuyo testimonio solicite, siempre que se
encuentren en el lugar del proceso.
VI.- Será juzgado en audiencia pública por un juez o jurado de ciudadanos que
sepan leer y escribir, vecinos del lugar y partido en que se cometiere el delito,
siempre que éste pueda ser castigado con una pena mayor de un año de prisión.
En todo caso serán juzgados por un jurado los delitos cometidos por medio de la
prensa contra el orden público o la seguridad exterior o interior de la Nación.
VII.- Le serán facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que
consten en el proceso.
VIII.- Será juzgado antes de cuatro meses si se tratare de delitos cuya pena
máxima no exceda de dos años de prisión, y antes de un año si la pena
excediere de ese tiempo, salvo que solicite mayor plazo para su defensa;
IX.- Desde el inicio de su proceso será informado de los derechos que en su
favor consigna esta Constitución y tendrá derecho a una defensa adecuada, por
sí, por abogado, o por persona de su confianza. Si no quiere o no puede
nombrar defensor, después de haber sido requerido para hacerlo, el juez le
designará un defensor de oficio. También tendrá derecho a que su defensor
comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá obligación de hacerlo
cuantas veces se le requiera; y,
X.- En ningún caso podrá prolongarse la prisión o detención, por falta de pago
de honorarios de defensores o por cualquiera otra prestación de dinero, por
causa de responsabilidad civil o algún otro motivo análogo.
Tampoco podrá prolongarse la prisión preventiva por más tiempo del que como
máximo fije la ley al delito que motivare el proceso.
En toda pena de prisión que imponga una sentencia, se computará el tiempo de
la detención.
Las garantías previstas en las fracciones I, V, VII y IX también serán observadas
durante la averiguación previa, en los términos y con los requisitos y límites que
las leyes establezcan; lo previsto en la fracción II no estará sujeto a
condición alguna.
B. De la víctima o del ofendido:
I.- Recibir asesoría jurídica; ser informado de los derechos que en su favor
establece la Constitución y, cuando lo solicite, ser informado del desarrollo del
procedimiento penal;
II.- Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban todos los datos o
elementos de prueba con los que cuente, tanto en la averiguación previa como
en el proceso, y a que se desahoguen las diligencias correspondientes.
Cuando el Ministerio Público considere que no es necesario el desahogo de la
diligencia, deberá fundar y motivar su negativa;
III.- Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de
urgencia;
IV.- Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio
Público estará obligado a solicitar la reparación del daño y el juzgador no podrá
absolver al sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia
condenatoria.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de
reparación del daño;
V.- Cuando la víctima o el ofendido sean menores de edad, no estarán obligados
a carearse con el inculpado cuando se trate de los delitos de violación o
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9
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secuestro. En estos casos, se llevarán a cabo declaraciones en las condiciones
que establezca la ley; y
VI.- Solicitar las medidas y providencias que prevea la ley para su seguridad y
auxilio.”
Señalando lo anterior corresponde al apartado siguiente verificar las
características del numeral en cita.
1.4.1.- Características
Con base en el apartado anterior que determina el contenido del artículo
20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es preciso
establecer que dicho numeral considera el ámbito de aplicación del mismo, así
como a los sujetos que contiene en su protección; partiendo del primer aspecto,
se dice que en todo proceso del orden penal tendrán vigencia las garantías
contenidas en el texto constitucional señalado, de esta manera al mencionar que
el proceso penal contiene de manera global a cada una de las etapas en el cual
se desarrolla el mismo, o sea, en la averiguación previa, el periodo
constitucional, el periodo de instrucción, de juicio y ejecución; de tal manera que
su precisión está determinada con base en estas etapas procesales que no son
otra cosa en su conjunto, que el proceso penal; por otro lado se establece que la
víctima o el ofendido, así como el inculpado gozan de las garantías que ahí se
contienen, de tal manera que las mismas están distribuidas en dos apartados
diferentes distinguidos a manera de incisos, esto es; el inciso a) corresponde al
inculpado y el inciso b) a la víctima.
El primer inciso, contiene diez fracciones en la que se explican las
garantías mínimas dentro del proceso, empezando por la posibilidad de solicitud
de la libertad provisional bajo caución, siempre que se cumpla presupuesto de
no-gravedad y que en su caso, la ley de manera expresa explique este beneficio;
así el jurista Julio Hernández Pliego, señala que la libertad provisional bajo
caución, es una institución procesal por virtud de la cual, se otorga a una persona
inculpada en la comisión de un delito, el beneficio de evitar la prisión preventiva;
o en su caso, de sustituirla, por el otorgamiento de una caución, mientras dura
su procesamiento6; definida pues la libertad provisional bajo caución, es preciso
señalar que el propio texto legal fundamental vincula su otorgamiento a que no
se trate de un delito grave así considerado por la ley procesal penal
correspondiente; ahora bien, igualmente se explica que en caso de delitos no
graves, el juez está facultado para negar este beneficio, bajo los siguientes
presupuestos: que se haga a solicitud del Ministerio Público, que el inculpado
haya sido condenado con anterioridad por algún delito calificado como grave; o
en su caso, que el representante social le aporte elementos al juzgador para
establecer que la libertad del justiciable representa riesgos para la sociedad o el
ofendido, esto con base en su conducta precedente; y sea por su actuación
anterior o por las circunstancias y características del hecho típico cometido, así la
primera fracción se complementa señalando que el monto de la caución que se
fije debe ser asequible para el inculpado; o sea, que pueda cubrir el monto, de
tal manera que el juzgador está obligado a tomar como referencia para la
6
HERNÁNDEZ PLIEGO, Julio Antonio, Programa de Derecho Procesal Penal, México, Editorial Porrúa,
1996. Pág. 296.
10
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caución las características inherentes al propio justiciable; incluso se podrá
tramitar la reducción de la caución concedida, bajo el amparo de que la autoridad
judicial podrá modificar su monto en circunstancias que la ley procesal o
sustantiva en el caso advierta; así mismo, la caución debe considerar los daños y
perjuicios ocasionados al ofendido y la sanción que el delito que se impute
conserve, a nivel de multa, y que pudiera ser atribuido al inculpado, de tal
manera que esta primera fracción, establece sus presupuestos alrededor del
beneficio de la libertad provisional bajo caución, apreciándose un aspecto que
resulta contradictorio en mi concepto, que contiene la parte final de la fracción en
cita; como es, el hecho de que la ley determinará los casos graves en los cuales
el juez puede revocar la libertad provisional; pues resulta un contrasentido en
razón a que los casos graves no pueden ser sujeto de este beneficio y por
consecuencia, tampoco lo pueden ser de concesión de libertad provisional, y por
ende, de revocación.
La segunda fracción precisa el derecho a declarar o no, si el justiciable así
lo estima pertinente, de tal manera que se prohíbe la incomunicación,
intimidación o tortura en su caso hecha a éste, incluso se establece que el único
vínculo de autoridad legítima para conocer de una prueba confesional lo es la
autoridad ministerial en uso de sus facultades o jurisdiccional en su caso,
careciendo de todo valor probatorio dicho atesto si se celebra ante autoridades
distintas. La fracción tercera explica que existe un plazo para tomar la
declaración preparatoria del gobernado sujeto a un procedimiento penal, siendo
éste dentro de cuarenta y ocho horas siguientes a su consignación a la autoridad
judicial, esta declaración tendrá que desarrollarse en audiencia pública y se le
hará saber como mínimo, las garantías que consigna el artículo 20 constitucional,
independientemente del nombre de su acusador la naturaleza y causa de la
acusación, a fin de que pueda contestar al cargo atribuido. La fracción cuarta,
precisa que podrá ser careado el justiciable cuando así lo solicite en presencia del
juez, con quien deponga en su contra, adquiriéndose en este caso la
característica de los careos constitucionales a diferencia de los procesales, pues
en los primeros, únicamente los que señala el justiciable entrarán en este
contexto de garantía, estableciéndose como excepción cuando la víctima sea
menor de edad y se trate de los delitos de violación o secuestro; en mi concepto
una limitada fracción, pues existen delitos con el mismo nivel o tal vez de mayor
gravedad y que no se consideran, como el homicidio, entre otros; aunque
pudiera resultar la duda en este ejemplo de que con el occiso no es posible
carearse, también es cierto que la fracción en estudio, no hace distinción de la
víctima o el ofendido, pudiendo ser estos últimos los parientes cercanos o
dependientes directos del occiso. La siguiente garantía contiene la recepción en
términos obligatorios de testigos y pruebas en general, que dentro del plazo
constitucional señalados se ofrezcan, propiciando las condiciones por parte de la
autoridad, para que las mismas tengan verificativo en el término señalado, no
obstante en el caso de los testimonios, se sujetan a las condiciones de radicación
del lugar del proceso, pues una circunstancia diferente, redundaría en un aspecto
de inviabilidad de desahogo. La fracción sexta, se refiere los delitos de prensa,
contra el orden público y la seguridad exterior o interior del país, estableciéndose
la posibilidad de Jurados que contenga como mínimo la capacidad de lectura y
escritura y la vecindad de lugar de comisión del hecho, explicándose que serán
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juzgados en audiencia pública en todo caso por el juzgador o el Jurado referido,
esto condicionado a que el delito atribuido pueda ser castigado por una pena
mayor a un año de prisión; así mismo y con la finalidad de propiciar una defensa
viable, existe el imperativo de facilitar los datos que constan en el proceso que se
instaura en contra del justiciable, el cual tiene como condición de plazos de
duración hasta antes de cuatro meses si el delito considerado contiene como
pena máxima menor de dos años y antes de un año en su caso si la sanción
fuere excedente de la prisión referida, estos supuestos, con la salvedad de que la
defensa solicite plazos mayores en su caso; así subsisten tres tipos de
procedimientos el juicio sumarios especial sumario y ordinario; contenidos
dentro de la ley procesal penal correspondiente; siguiendo con la idea de las
garantías contenidas en el artículo 20 de la Ley Fundamental, se dice que desde
el inicio del proceso será informado de los derechos referidos, a efecto de
redundar en una defensa adecuada que puede ser por sí, por abogado o por
persona de su confianza; aún cuando la exigencia legal contemporánea precisa
para el cumplimiento del principio de la debida defensa, que de manera indistinta
exista una persona con conocimiento profesionales mínimos para cumplir
cabalmente a la defensa digna, complementándose en su caso, ante la negativa
de hacerlo, de involucrar al defensor de oficio para el cumplimiento de tal
determinación Finalmente la fracción décima del numeral constitucional señalado,
menciona que la detención o prisión únicamente tiene su descanso sobre la
aplicación de la punibilidad correspondiente, pues en el caso de existir deudas de
carácter civil con base al procedimiento penal, ellas no son argumento para
acreditar la prolongación de la detención impuesta por la autoridad judicial
correspondiente.
Advertido lo anterior como las garantías del inculpado dentro del proceso
penal, debe decirse lo que en ese orden explica el jurista Guillermo Colin
Sánchez, señalando que de lo ordenado en este precepto, (artículo 20
Constitucional) se desprenden garantías a efecto de que el procesado conozca de
los hechos, motivos de la acusación y bajo este supuesto llevar una defensa
digna que se inicia en preciso con la declaración preparatoria o con los actos que
realiza el defensor7; en este sentido y aún cuando el jurista señalado explica la
iniciación de las garantías a partir de la toma de la declaración preparatoria, ello
no es obstáculo para que las mismas tengan vigencia en la declaración
ministerial, pues el objetivo se constituye como atinadamente lo señala, el
propiciar actos de defensa susceptibles de resguardo y de seguridad jurídica del
justiciable.
El apartado B) del citado artículo constitucional, tiene como referencia la
víctima o en su caso el ofendido y así señala seis garantías principales que se
reduce a la recepción de asesoría jurídica, que consiste en ser informado de los
derechos establecidos constitucionalmente, y en caso de solicitarlo, del desarrollo
del procedimiento penal relativo, circunstancia esta última que aún cuando está
considerada para el Representante Social como protector de la víctima u
ofendido, en la práctica no se cumplen los presupuestos por la mal entendida
intervención del afectado del delito como un simple coadyuvante al nivel de
reparación del daño, lo que limita incluso la óptica del servidor público que le
7
COLÍN SÁNCHEZ, Guillermo, Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, décima octava edición,
México, Editorial Porrúa, 1999, pág. 369.
12
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presta la atención, no obstante ello; la segunda fracción descansa precisamente
en el hecho de coadyuvar con el Representante Social para que se le reciban los
elementos de prueba que tenga, ya sea dentro del proceso o en la averiguación
previa, incluso, para el desahogo de diligencias; resultando de otra forma el
problema de que la ley procesal al regular este aspecto, lo vincula de manera
exprofesa a la reparación del daño cuando se puede llegar al absurdo de señalar
que aún cuando contenga elementos que acrediten la responsabilidad penal o el
cuerpo del delito, que vincula de manera directa la reparación del daño, no le
sean recibidos o en su caso desahogados; además, establece la posibilidad de no
ser siquiera aportados por la Representación Social, con la posibilidad de que
funde y motive su negativa; por otro lado, se establece la posibilidad de recibir
desde la comisión del delito atención médica y psicológica de urgencia; de tal
manera que pudiera pensarse que la atención no urgente se encuentra fuera de
los parámetros de protección constitucional, lo que constituye otra vez una
garantía a medias para el ofendido o víctima del delito; por otro lado, se
establece el hecho de que se le repare el daño, en los casos que sea procedente,
de tal manera que se vincula la obligación para el Ministerio Público de solicitar
este concepto y en su caso, el juez no podrá absolver si se trata de una sentencia
condenatoria, lo que en este caso releva criterios jurisprudenciales definidos al
ser contrarios al texto constitucional en estudio, como los casos vinculados a la
reparación del daño en los ilícitos penales de abandono de familiares;
igualmente, se señala que en los casos de violación o secuestro siendo la víctima
menor de edad, no está obligado a carearse; consecuentemente, los mayores de
edad si están obligados, surgiendo otra vez el supuesto, en mi concepto
irracional; de tener más miedo la víctima por su edad que por las circunstancias,
pues tanto miedo tiene el adulto como el menor; sin embargo, la garantía
constitucional no considera a las personas mayores; y, finalmente se establece la
posibilidad de solicitar medidas y providencias para su seguridad y auxilio; no
obstante ello, nuestra ley procesal estatal penal no contiene aún, los mecanismos
necesarios para dar vigencia y eficacia a las garantías a favor de la víctima u
ofendido.
Finalmente debo señalar que los artículos 19 y 20 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos son estandartes de presupuestos
mínimos observados dentro del procedimiento penal, entendido éste en toda la
extensión de sus etapas, por lo que cabe determinar las siguientes conclusiones.
CONCLUSIONES
PRIMERA.- Las garantías individuales, deben ser entendidas como ese
conjunto de derecho públicos subjetivos contenidos en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, que tienden a proteger al gobernado en sus
derechos particulares, éstas a su vez se clasifican en garantías de libertad,
propiedad, de igualdad, de seguridad jurídica, etcétera, atendiendo a la
clasificación tradicional hecha en el caso; así las garantías individuales de
seguridad jurídica, tienden a dotar de certeza y certidumbre a los gobernados en
sus derechos inherentes y consagrados en la Constitución Política del país,
mientras que, por otro lado, precisa que los actos de autoridad susceptibles de
tocar estos derechos individuales, estén avalados por condiciones jurídicas
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mínimas para considerarse legítimo el acto de autoridad que vulnere o restringa
alguno de estos derechos básicos, de tal manera que las garantías de seguridad
jurídica se explican a través de un efecto positivo a favor del justiciable y un
efecto negativo como delimitación y vinculación del acto de autoridad.
SEGUNDA.- El artículo 19 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, tienen su precisión dentro del ámbito de garantías de
seguridad jurídica, que deben considerarse dentro del área procedimental penal,
a partir de que el justiciable es puesto a disposición de la autoridad jurisdiccional
penal hasta la determinación del término constitucional que se contiene en el
plazo de setenta y dos horas, duplicable a solicitud del inculpado, dentro del cual
deberá dictarse la resolución de formal prisión o de sujeción a proceso
respectiva, debiendo contener como requisitos mínimos la determinación del
delito atribuido con la circunstancias de modo y ejecución que advierten la
tipicidad del hecho punible, los elementos en la averiguación previa que
actualicen el cuerpo del delito y la responsabilidad penal presunta; así el exceso
en el término de cumplimiento de la autoridad judicial está condicionado,
independientemente de la imputación delictiva que ello advierta, al que sea
referido por el encargado del centro de reclusión donde se encuentre el
justiciable en el término de tres horas dentro del cual, sino recibe la constancia
que avale la formal prisión se establecerá la obligación para el encargado de este
centro, de dejarlo en libertad por razón de la incertidumbre jurídica que en su
caso, generaría esta circunstancia. Por tales razones se concluye en segundo
término, que la importancia de la garantía de seguridad jurídica contenida en el
artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, resulta de
importancia fundamental para establecer las bases del procedimiento judicial
penal, así como las instituciones de acusación y defensa, las que serán
íntimamente vinculadas con la determinación base de la autoridad Judicial como
es el auto de formal prisión, o en su caso; de sujeción a proceso.
TERCERA.- El artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, también es una garantía individual de seguridad jurídica que contiene
dos aspectos que le son inherentes al derecho de defensa de los intereses de los
justiciables o de la víctima u ofendido en su caso; en referencia al primero de
ellos, es posible señalar que se otorgan las condiciones ordinarias mínimas para
un seguimiento procedimental penal adecuado, pues establece la concesión de la
libertad provisional bajo caución, el derecho a la defensa legal y digna de los
intereses del justiciable, la obligación de la autoridad a proporcionar las
condiciones dentro del término constitucional y en la instrucción, para el
desahogo de las probanzas y diligencias necesarias para una adecuada
protección; igualmente, se establecen plazos mínimos de duración de los
procedimientos penales en razón de la sanción que contengan. Por otro lado, en
cuanto a la víctima, se señalan avances respecto de lo que ordinariamente se
consentía en el procedimiento penal, y aunque no obstante, se elevan a la
categoría constitucional algunos supuestos como la atención medica o psicológica
urgente, la reparación del daño, la recepción de asesoría; ello a la actualidad
resulta inaplicable por el atraso en que las instituciones procedimentales,
penales; específicamente del estado de Nayarit, ha omitido en su regulación; de
tal manera, que resulta mucho por avanzar y muy poco lo avanzado con
14
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referencia a la víctima o al ofendido; sin embargo, debemos considerar un
avance, la existencia de estos derechos.
APRECIACIÓN PERSONAL
Las garantías de seguridad pública que se contienen en los artículos 19 y
20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; resultan de
importancia fundamental para el sistema jurídico mexicano, específicamente para
el área del Derecho en la que se desarrolla el ámbito penal, la existencia de estos
textos, viene a consolidar derechos básicos para todo el gobernado que se
encuentra involucrado en una imputación delictiva; estableciéndose principios
rectores del acto de autoridad, que resultan necesarios para evitar la
arbitrariedad de los órganos estatales, así el artículo 19, explica circunstancias
relativas a la puesta a disposición de un justiciable, señalando los plazos mínimos
para resolver la situación jurídica de éste, estableciendo términos perentorios y
fatales, evitando aspectos de incertidumbre de los gobernados sujetos a
atribución delictiva; sancionándose igualmente y de diferentes formas, las
omisiones en el cumplimiento a estas obligaciones por parte de las autoridades
relativas; por otro lado, el artículo 20 explica las garantías mínimas que debe
observar la autoridad judicial en el desarrollo de un proceso penal a favor del
justiciable y de la victima, dividiéndose en dos apartados que igualmente forman
las bases fundamentales de los derechos de los participantes del drama penal.
BIBLIOGRAFÍA
DEL CASTILLO DEL VALLE, Alberto, Ley de Amparo Comentada, México Editorial Duero,
1992, 464 pp.
BURGOA ORIHUELA, Ignacio, Las Garantías Individuales, 29º Edición, México Editorial
Porrúa, 1997, 810 Pp..
COLIN SÁNCHEZ, Guillermo, Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, Decimoctava
Edición, México Editorial Porrúa,1999, 886 páginas
HERNÁNDEZ PLIEGO, Julio A., Programa de Derecho Procesal Penal, México Editorial
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DE LA CRUZ AGÜERO, Leopoldo, El Termino Constitucional y la Probable Responsabilidad
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RIVERA SILVA, Manuel, El Procedimiento Penal, Vigésima segunda Edición Corregida,
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GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, El Nuevo Procedimiento Penal Mexicano, Tercera Edición,
México Editorial Porrúa, 2001, 506 pp.
Leyes y Códigos
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México 2003.
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Reimpresión Diciembre 2003, Tepic Nayarit.
Diccionarios
Laurousse, Diccionario de la Lengua Española, Esencial, México 1994.
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15
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RÉGIMEN CONSTITUCIONAL DE LAS ENTIDADES
FEDERATIVAS
Pedro Antonio Enríquez Soto∗
Sumario: 1. Las entidades federativas en el sistema federal mexicano. 2. Naturaleza jurídica de las
entidades federativas. 3. Fundamentos constitucionales de las entidades federativas. 4. La
Constitución local, norma suprema de la entidad federativa. 5. La justicia constitucional en las
entidades federativas. 5.1. Realidad de la justicia constitucional local. 5.2. Veracruz. 5.3. Coahuila.
5.4. Tlaxcala. 5.5. Chiapas. 5.6. Quintana Roo. 5.7. Confrontación de los sistemas de justicia
constitucional local. 6. Hacia donde camina la justicia constitucional local en México.
1.
LAS ENTIDADES FEDERATIVAS EN EL SISTEMA FEDERAL
MEXICANO
El Estado federal es un modelo de organización jurídico-político, donde el
poder se encuentra repartido en distintos órdenes de autoridad, cuyas facultades
se encuentran expresamente enunciadas en la Constitución, a favor de los
órganos de poder.
La concepción institucional del estado federal se fundamenta en la pluralidad de
centros de poder soberanos coordinados entre sí; de tal manera que al gobierno
federal, competente respecto de todo el territorio de la federación, se le confiere
una cantidad mínima de poderes indispensables para garantizar la unidad política
y económica, y a los estados federados, competentes cada uno en su territorio, se
le asignan casi siempre los poderes restantes1
El federalismo como forma de Estado, se ubica en un modelo intermedio
entre los Estados unitarios y confederados; mientras que el Estado unitario se
caracteriza por la concentración homogénea e indivisible del poder y las regiones
del Estado carecen de autonomía o gobierno propio. En la confederación de
Estados, los integrantes de ésta, gozan de soberanía interna y externa, las
decisiones tomadas por la confederación no vinculan de forma directa a los
gobernados de los Estados confederados; sino, que se hace necesario
primeramente que cada Estado miembro, en ejercicio de su soberanía, adopte
como propias las decisiones de la confederación. En cambio en el Estado federal,
los integrantes de la federación pierden su soberanía externa y transfieren
determinadas facultades internas a favor de un poder central, denominado poder
federal, reservándose para sí todas aquellas facultades no transferidas a la
autoridad federal.2
Lapradelle, sostiene que “el Estado federal es más que una persona de
derecho público, es una soberanía y por consiguiente un Estado; cada uno de los
Estados miembros se integra al Estado federal por la totalidad de su territorio; la
∗
Maestro en Derecho Público, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de
Nayarit, Fue Secretario de la Carrera Judicial del Poder Judicial del Estado, y actualmente es Director
General Jurídico del Gobierno del Estado de Nayarit, y cursa el Doctorado en Derecho Institucional en
la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
1
CÁRDENAS GRACIA, Jaime F. Una Constitución para la democracia UNAM, México 1996, p. 195.
2
Cfr. TENA RAMÍREZ, Felipe. Derecho Constitucional Mexicano. 33ª edición. México Porrúa, 2000, p.
112.
16
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
autoridad del Estado federal, comprende a los asuntos exteriores e interiores, no
así la confederación, que sólo se ocupa de los asuntos exteriores; el Estado
federal ejerce directamente la autoridad sobre todos (los Estados miembros); en
el Estado federal hay una nacionalidad común; en un Estado federal las
asociaciones (entidades asociadas –Estados-) están unidas, no por un tratado,
sino por una Constitución; en el Estado federal ningún Estado miembro puede
abandonar el pacto, lo que no sucede con la confederación, en la que los
miembros a le droit de secesión”3
El origen del Estado federal se atribuye a los Estados Unidos de América4,
al erigirse a su nacimiento bajo este modelo, cuya característica principal se basa
en la forma de distribución de competencias que la Constitución confiere a cada
una de las partes integrantes de la federación; esta fórmula se expresa de la
forma siguiente: “la federación sólo puede ejercer las atribuciones que le confiere
expresamente la Constitución y por exclusión, todas aquellas no reservadas a
aquélla, se entiende reservadas a favor de los estados federados”.
Esta forma de distribución de competencias en el sistema federal puede
ser también a la inversa, es decir, cuando la Constitución no reservó
expresamente atribuciones a los estados federados, se entienden reservadas a
favor de la federación5, en este modelo los poderes residuales, no corresponden
a los Estados integrantes sino a la federación misma, lo que sin duda, puede
constituir un interesante sistema para transitar de un estado unitario a un estado
federal, a efecto de no romper de tajo con la tradición centralista e iniciar el
tránsito hacia el federalismo.
Independientemente del modelo, “el Estado federal, como acertadamente
escribiera Scheuner, es, gracias a su complicada construcción y a su estrecha
vinculación con las cambiantes situaciones históricas, una formación estatal cuya
esencia y peculiaridad debe siempre captarse en el caso concreto. Su imagen
debe ser construida más bien desde una consideración histórico-pragmática,
antes que desde una teoría abstracta.”6
En el sistema federal se procura la coexistencia de dos mandos de poder
(uno central y otro local), lo que ya de por sí, presupone un fraccionamiento del
mismo poder que se traduce en una autolimitación per se, prescrita por la
Constitución7
En el caso mexicano, la doctrina es uniforme al señalar que el federalismo
adoptado por el Constituyente de 1824, tiene su origen en el federalismo
norteamericano, desde luego, independientemente de los acontecimientos
históricos que motivaron su establecimiento y las peculiaridades propias del caso;
el sistema federal mexicano ha sido duramente criticado por su forma de
operación, que terminó convirtiéndolo en un federalismo centralizado, dado las
3
Citado por ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro. La forma Federal de Estado, 1ª reimp. UNAM.
México 2005, p. 32.
4
Sin pretender explicar a detalle las características y datos históricos del federalismo norteamericano,
se hace referencia sólo como forma de entender el federalismo para el caso mexicano.
5
Este sistema de distribución de competencias se le atribuye a Canadá. Cfr. SÁNCHEZ BRINGAS,
Enrique. Derecho constitucional 2ª ed. Porrúa. México 1997, p 314.
6
FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. El Federalismo en América Latina, Defensa de la Constitución.
Galantismo y Controles, libro en reconocimiento al Dr. Germán J. Bidart Campos. Editorial EdiarUNAM, Buenos Aires Argentina, 2003, p. 1167.
7
Cfr. ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro, op. cit., p. 32.
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amplias facultades que los poderes federales se han arrogado para sí en
detrimento de las entidades federativas.
La fórmula norteamericana de federalismo, se plasmó en la Constitución
mexicana en el artículo 124,8 esto ha permitido a las autoridades federales, a
través del Congreso y el monopolio que se ejerció sobre éste por parte del
Presidente de la República en los últimos setenta años del siglo XX, generarse
una gran cantidad de facultades en detrimento de las autoridades locales.
La existencia del federalismo implica la coexistencia de dos órdenes de
autoridad la federal y la local. En México a esa primer autoridad comúnmente se
le denomina poderes federales y al segundo orden de autoridad generalmente se
llama Estados Libres y Soberanos. Ambos espacios de autoridad, deben su origen
y competencia a un ordenamiento superior que les da vida: la Constitución.
La autonomía local es una de las características primordiales del Estado
federal, de esta forma el federalismo encuentra en la autonomía su fortaleza, al
permitir que las entidades federativas ejecuten actos de gobierno propios que
contribuyan al fortalecimiento de la Federación.9
En efecto, la autonomía sustituye al concepto soberanía cuya pertenencia
innata le corresponde en exclusiva al Estado federal, la autonomía es a las
entidades federativas, lo que la soberanía es al Estado federal, porque éstas
pueden darse su propia legislación, incluyendo su Constitución, o bien, porque
dichas entidades participan en la formación de la voluntad nacional o federal.10
En México, las entidades federativas han ejercido sus facultades sujetas a
la Constitución Federal y las normas jurídicas internas creadas en el ámbito de su
competencia; sin embargo, la autonomía local se ha visto disminuida por la
centralización del poder político, económico y jurídico ejercido por los órganos del
poder federal, que ante la fórmula permitida por el artículo 124 constitucional, ha
disminuido en perjuicio de los estados su ámbito de competencia; la participación
de las Entidades federativas en el ejercicio de las facultades constitucionales, se
limita a conformarse con la cada vez más reducida competencia dejada por las
autoridades federales en detrimento del ámbito de actuación natural que le
corresponde a los entes locales.11
2.
NATURALEZA JURÍDICA DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS.
Las entidades federativas del Estado mexicano, son personas cuyo origen
se encuentra en la Constitución Política Federal; es el instrumento legal que da
vida a las mismas. La existencia constitucional de las entidades federativas se
desprende del artículo 40, que literalmente dice:
“Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa,
democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo
concerniente a su régimen interior; pero unidos en una Federación establecida
según los principios de esta ley fundamental”.
8
“Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios
federales, se entienden reservadas a los Estados.”
9
La autonomía local en México se prevé en el artículo 40 Constitucional.
10
Cfr. ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro, op. cit., p. 75.
11
Los ejemplos son bastos en este sentido, por poner solo uno, tal es el caso del sistema tributario
mexicano, donde la recaudación mayor de los impuestos corresponde a la federación.
18
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Los Estados federados mexicanos, son entonces entes jurídicos con
personalidad jurídica propia para ejecutar actos jurídicos derivados de la
Constitución Federal y de la particular para su régimen interno, al generar con
ellos consecuencias de derecho.
Las entidades federativas que integran el estado federal mexicano, se
enuncian en el artículo 43 de la forma siguiente:
“Las partes integrantes de la Federación son los Estados de Aguascalientes, Baja
California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua,
Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos,
Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí,
Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el
Distrito Federal.”
Pareciera que de la lectura del artículo 40 de la Constitución federal,
literalmente habría que aceptar sin discusión, la tesis de la soberanía de las
Entidades federativas; sin embargo, tal interpretación conduciría a afirmar en
estricto sentido que los Estados federados ejercen funciones soberanas; y por
consiguiente, no admiten la existencia de ningún otro poder superior a su poder
interno, lo que llevaría al establecimiento no de una federación sino de una
confederación.
Existe coincidencia entre la doctrina12 e incluso, en los propios textos
constitucionales, al considerar que la soberanía tiene su titularidad original en el
pueblo, manifestada a través del poder constituyente al darse su Constitución;
sin embargo, una vez que esta voluntad se ha manifestado, el pueblo se
desprende de tal titularidad y se traslada a un nuevo detentador de ella: el
Estado; y para el caso de los Estados federales, la soberanía se ve repartida
entre el poder federal y las entidades federativas, pero todas sujetas a la
voluntad popular expresada en la Constitución federal.13
Tena Ramírez, al respecto, ha sostenido lo siguiente:
La doctrina suele dar el nombre de “autonomía” a la competencia de que gozan los
Estados miembros para darse sus propias normas, culminantemente su
Constitución. Trátese de distinguir así dicha competencia de la “soberanía”, que;
aunque también se expresa en el acto de darse una Constitución, se diferencia de
aquélla por un dato de señaladísima importancia. En efecto; mientras la soberanía
consiste, según hemos visto, en la autodeterminación plena, nunca dirigida por
determinantes jurídicos extrínsecos a la voluntad del soberano, en cambio, la
autonomía presupone al mismo tiempo una zona de autodeterminación, que es lo
propiamente autónomo, y un conjunto de limitaciones y determinaciones jurídicas
extrínsecas, que es lo heterónomo. La zona de determinación es impuesta a las
constituciones locales por la Constitución federal.14
En México, el propio Poder Judicial de la Federación, ha reconocido en la
interpretación del artículo 40, que la soberanía expresada en dicho precepto no
es tal, sino, más bien, debe ser interpretada como autonomía, así lo constató la
tesis aislada dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Séptima
12
Cfr. MARTÍ CAITANACHI, Luz del Carmen, Federalismo y regionalismo en SERNA DE LA GARZA,
José María, UNAM, México 2002, p. 650.
13
Incluso hay autores que sostiene la tesis de la doble soberanía dividida entre la autoridad central y
las entidades locales Cfr. ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro, op. cit., p. 74.
14
Op. cit., p. 131.
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19
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Época, visible en el volumen 127-132, página 227 del Semanario Judicial de la
Federación, que a la letra dice:
LEYES LOCALES. EMANAN DEL EJERCICIO DEL PODER SOBERANO DE LOS
ESTADOS DE LA UNION. La Ley Fundamental del país, al consignar la forma de gobierno
del pueblo mexicano (artículo 40), señala que ésta es la de una República representativa,
democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a
su régimen interior; pero unidos en una Federación establecida según los principios de la
propia Constitución y que, al regular el ejercicio del poder soberano (artículo 41),
establece que dicho poder se ejerce por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de
la competencia de éstos, y por los de los Estados en lo que toca a sus regímenes
interiores, en los términos respectivamente establecidos en la propia Carta Magna y las
Constituciones particulares de los Estados; postulados éstos que indudablemente
consagran la autonomía de las entidades federativas en cuanto a su régimen interno, así
como el ejercicio soberano del poder local. Por lo tanto, atentas las razones anteriores,
resulta incuestionable que la facultad de las Legislaturas de los Estados para expedir leyes
que habrán de regir dentro de sus límites territoriales, emana única y exclusivamente del
ejercicio del poder soberano que en cuanto a sus regímenes interiores les es propio; razón
por la cual no puede sostenerse válidamente que una ley local encuentre su origen en una
delegación de facultades concedida por los Poderes Federales en favor de los Estados, ya
que, amén de que constitucionalmente no es posible que los Poderes de la Unión deleguen
en favor de los Estados facultades que les son propias -salvo los casos previstos en el
artículo 118 de la Carta de Querétaro-, ello se traduciría en una manifiesta contravención
del sistema de gobierno y, especialmente, en un evidente atentado a la autonomía de las
entidades federativas; atributo que constituye la esencia y la razón de ser del sistema
federal.
Amparo en revisión 5261/76. "Gas de Huatusco", S. de R.L. 7 de agosto de 1979.
Unanimidad de dieciocho votos. Ponente: Jorge Iñárritu.
“Así pues, el ejercicio de la soberanía popular se agotó al quedar constituida la
Federación mexicana y de ese modo, las entidades federadas que la constituyen,
su potestad legislativa y las llamadas Constituciones políticas locales, quedan
sometidas a las disposiciones de esa primera Constitución federal, y en tal virtud,
la actividad que realicen aquéllas, incluida la de legislar y darse su “Constitución”
no constituye un ejercicio de una potestad soberana, la cual se había agotado y
quedado en estado latente, sino ante el ejercicio de una facultad derivada, que
aunque implica capacidad de darse un conjunto de normas, ello debe ocurrir
dentro de los límites señalados por una norma jerárquicamente superior, en
resumen, se trata de un derecho de autonomía de las entidades federativas”15
La característica entonces primordial de la persona: entidad federativa; es
la autonomía; entendida ésta, como la facultad concedida por la norma
constitucional federal de autogobierno, traducido en la potestad para darse a su
vez un régimen de derecho interno, cuyo origen corresponde a la Constitución
local o estatal. De ahí que la autonomía, aparezca ligada con el reparto de
competencias entre el poder federal y los poderes locales.16
Entonces el término soberano “es para enfatizar que tales atribuciones son de
exclusiva competencia de los órganos estatales sin revisión o modificación posible por
parte de los poderes federales”17
15
16
17
20
MARTÍ CAITANACHI, Luz del Carmen, op. cit., p. 654.
Cfr. ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro, op. cit., p. 77.
GÁMIZ PARRAL, Máximo N. Derecho y Doctrina Estatal, UNAM, México 2000, p. 30
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
3.
FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DE LAS ENTIDADES
FEDERATIVAS
Como se ha expresado, las Entidades federativas como entes jurídicos
base del federalismo, fundan su personalidad en la Constitución federal a la cual
sujetan actos u omisiones como expresión fiel del ejercicio de sus facultades. Así,
la Constitución nacional, dedica en diversos preceptos, atribuciones y
responsabilidades a favor de las entidades locales.
Sánchez Bringas18 clasifica al conjunto de ordenamientos constitucionales
relativos a los Estados federados mexicanos en tres grupos: a) los que se
refieren a su existencia y autonomía;19 b) los relativos a las bases de
organización20 y; c) los que regulan su competencia frente a la federación.21
Sin pretender abordar el contenido e interpretación de cada uno de los
preceptos constitucionales relativos a las entidades federativas, es importante
para el objeto del presente estudio el análisis de los artículos 40, 41, 115, 116 y
133.
El artículo 40 constitucional, constituye el precepto fundante del Estado
mexicano, al emitir la declaratoria del pueblo para constituirse en una República
Federal, integrada por Estados libres y soberanos, con relación a su régimen
interior; pero unidos en una Federación bajo los principios de cohesión
establecidos en la Constitución federal. De esta forma, las Entidades federativas
desde el punto de vista formal, participan en la creación del Estado mexicano, al
cual quedan sujetos bajo el manto supremo de la norma constitucional federal, a
la que no podrán oponer sus actos; sino por el contrario, sujetar éstos a la
conformidad del ordenamiento supremo, la Constitución.
Por su parte el artículo 41 constitucional, viene a complementar la
formación del Estado mexicano y fortalece la importancia de los miembros
federados en ese proceso de formación del Estado federal, al establecer que la
soberanía popular se ejerce por los Poderes de la Unión y por los de las Entidades
federativas en el ámbito de sus respectivas competencias; facultades éstas, que
se encuentran establecidas en las Constituciones tanto federal como local; pero
siempre respetando el ámbito jerárquico de la primera; es decir, el respeto al
llamado Pacto Federal.
La delegación de soberanía popular en los poderes constituidos tanto
federal como local, se manifiesta en el ejercicio pleno de las atribuciones del
ordenamiento jurídico del Estado; debe ser entendido en su concepción de
ejercicio del poder soberano popular trasladado en forma democrática a órganos
de representación creados por la propia Constitución, que en el ámbito de sus
respectivas competencias ejercen el mandato popular, aplicando las normas
jurídicas.
Aún cuando el artículo 41 constitucional, no refiere expresamente el deber
de las Entidades federativas de crear su propia Constitución, si presupone su
existencia, al considerarla como fuente normativa de la soberanía popular, para
18
Op. cit. p. 544 y s.
Artículos 40, 41, 43, 44, 45, 46, 48 y 73.
20
Artículos 115 y 116, 105, 76 V y VI, 102 B, 108, 109, 110, 111, 119 y 120.
21
124, 55, 73 IX, 101, 117, 118, 131, 18, 27 VIII, 36 IV, 119, 121, 125, 133, 5o, 28, 71, 97, 123,
132, 4, 26, 104, 130, 21y 135.
19
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
el régimen interno de los estados federados. Es ahí donde radica la autonomía
propiamente dicha, en el sentido literal del término; es decir, la autonomía
constitucional, pues resulta válido aceptar que si un ente de Derecho Público es
capaz de darse su propia norma constitutiva, lógico es que se le deba considerar
con el carácter de autónomo.22
Ahora, en cuanto al artículo 115 constitucional, el primer párrafo impone a
las Entidades federativas la forma de organización política y territorial, al
establecer lo siguiente: Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de
gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división
territorial y de su organización política y administrativa el Municipio Libre, conforme a las
bases siguientes:…
Este imperativo del Estado federal hacia la forma de organizar el régimen
político y territorial de las Entidades federativas, de ninguna manera violenta el
principio de autonomía estatal; sino, que tiene como fin dar homogeneidad al
Estado y unificación en el reparto de las competencias. Lo que sí debe
corresponder regular al ente federado, es la organización administrativa y
funcional de los Municipios; porque éstos en el marco del propio artículo 115
constitucional, también constituyen otra esfera de poder con competencia para
ejercer funciones jurídicas dentro del federalismo mexicano.23
Sin embargo, algunos autores consideran que este fraccionamiento
constitucional de las Entidades federativas en la Constitución, es inexacta, así
Tena Ramírez sostiene:
“Un Estado miembro, en su calidad de tal, no puede fraccionarse en municipios
para los efectos de organización interna, tanto porque esta organización es
distinta y en cierto modo, antagónica a la municipal cuanto porque la
descentralización burocrática confiada a los numerosos y variados municipios
conduciría al caos. La división territorial de los Estados no tiene por base al
municipio, sino a ciertas circunspecciones territoriales mucho mas extensas
llamadas distritos o cantones, cuya área se fija por los órganos centrales de
acuerdo con las necesidades de la administración. Esa división territorial se utiliza
principalmente para finalidades de orden fiscal y electoral y nada tiene que ver con
los municipios.
Lo que el precepto quiso instituir, a través de una fórmula imprecisa, fue la
libertad del municipio y al mismo tiempo sus vínculos de coordinación con el
Estado. Refirámonos a tales dos extremos que la Constitución trata de armonizar,
como son la relativa autonomía del municipio y su relativa subordinación al
Estado.”24
Es cuestionable la posición asumida por el constitucionalista mexicano, al
afirmar que la división territorial de los Estados, no tiene como base al Municipio,
sino que sólo se refiere a meras formas de organización para atender cuestiones
de orden fiscal o electoral. El Municipio no sólo es la base de la división territorial
de las Entidades federativas; sino, que constituye la piedra angular del
federalismo mexicano; en el Municipio encuentra el Estado federal la principal
22
Cfr. ARMENTA LÓPEZ, Leonel Alejandro, op. cit., p. 76.
En la reforma al artículo 115 constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 23 de
diciembre de 1999, se reconoció al Ayuntamiento como órgano de gobierno del Municipio, lo que vino
a fortalecer el carácter de un auténtico poder del sistema federal que al igual que los federales y
locales ejercen atribuciones y realizan actos de autoridad derivados de las constituciones federal y
local y de las leyes y normas que de ellas emanan.
24
Op. cit., págs. 145-146.
23
22
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
fuente generadora de la soberanía popular, incluso una fuerte corriente doctrinal
en México, sostiene la tesis que el fortalecimiento del federalismo dependerá de
la forma en que sea primeramente fortalecido el Municipio; “el nuevo federalismo
debe ser formulado desde el Municipio hacia el poder federal de la nación. Debe
ser una formulación teórica y práctica de abajo hacia arriba y no de arriba hacia
abajo. De nada sirve fortalecer las entidades federativas frente al poder federal,
si éstas son fortalecidas para negar o desconocer la diversidad de centros de
decisión que encierra el territorio particular, si se niegan las diferencias al interior
de los estados, y se limita la autonomía y potencialidades de los Municipios.”25
Así, el Municipio en nada afecta la integración de las Entidades federativas
y su relación con el Estado federal, se trata simplemente del reconocimiento de
hecho que el constituyente hizo de una forma de organización política y jurídica
preexistente en el Estado mexicano. Su regulación desde el texto constitucional
obedece a un criterio de homogeneidad constitucional para evitar la
heterogeneidad discrecional en la regulación de los Municipios mexicanos al libre
arbitrio de las Entidades federativas, como ya ocurrió en México antes de la
vigencia de la Constitución de 1917.26
Por su parte el artículo 116 constitucional, está consagrado de forma
íntegra a las Entidades federativas; en el precepto se establecen las bases de
organización política y división tripartita del poder público en los mismos
términos que los poderes federales, en los estados de la república. Esta
disposición impone como modelo de estructura del poder estatal el principio de
división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, principio al que quedan
sujetos los estados, para organizar su poder interior.
La Constitución en su carácter de norma suprema del estado federal,
instituye los principios fundamentales o rectores que deben ser observados por
las Entidades federadas con el objeto de homogenizar la organización y
estructura interna de éstos y al mismo tiempo dar unidad de funcionamiento en
todas las entidades federativas.
El artículo 116, consagra de forma expresa el deber de las Entidades
federativas de contar con una Constitución interna, en la que se regule el
funcionamiento y organización de los poderes locales, desde luego sujetos a los
principios rectores establecidos en la Constitución federal.
Esta previsión constitucional federal de dictar las bases de organización
del poder público en las Entidades federativas, ha sido cuestionada por algunos
autores, apoyando su cuestionamiento con el argumento que tal disposición
vulnera el principio de autonomía interna de los entes federados, puesto que la
Constitución federal no debe determinar la organización política interna de los
integrantes del Estado federal, por corresponder exclusivamente a los estados
determinar en ejercicio de su autonomía la forma de organización interna.
Fernández Segado, ha sostenido que “en Latinoamérica, con excepción de
Argentina, las constituciones federales incorporan normas que van más allá de lo que el
principio de homogeneidad debe suponer y exigir en un estado federal, incidiendo sobre
aspectos muy puntuales de la organización de los poderes públicos estatales que, por
25
CÁRDENAS GRACIA, Jaime F. op. cit, p. 222
Recuérdese que la Constitución vigente ha sido la primera en dedicar de forma íntegra un precepto
constitucional para establecer las bases de organización del Municipio, lo que no ocurrió en su
antecesora de 1857, ello trajo a favor de los Municipios su resurgimiento y hasta cierto punto, el
fortalecimiento de sus facultades, aún cuando falta mucho por hacer en esta materia.
26
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23
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medio de la vertiente autoorganizativa que, entre otros contenidos, entraña el principio de
autonomía, debieran de quedar sujetos a la propia capacidad decisoria del constituyente
estatal, con lo que ello entraña una muy seria devaluación del principio de autonomía”27
La Constitución de los Estados Unidos, por ejemplo, no determina la forma
de organización interna de los estados integrantes de la unión americana.
Establecer principios rectores de organización del poder público local de
ninguna forma representa un atropello a la autonomía estatal; por el contrario,
es una manera de garantizar al gobernado, un principio de unidad organizativa
de todas las entidades federativas de la Unión, bajo los mismos criterios y
parámetros estructurales del poder público. El propio artículo 116 es claro al
expresar que los poderes de los Estados se organizarán conforme a la
Constitución de cada uno de ellos con sujeción a los principios señalados en este
precepto.
Con esta disposición, se deja en plena autonomía a los Estados para que
en sus respectivas Constituciones, puedan crear nuevos órganos de poder interno
fuera de los establecidos en los principios rectores señalados en el artículo 116,
en virtud del principio de autonomía; no hay impedimento para que el
constituyente local, exceda sin contrariar a la Carta Magna, creando órganos
internos de conformidad con sus necesidades, atribuirles facultades y consignar
las limitaciones pertinentes, siempre que no se invada el campo natural propio de
los órganos de existencia obligatoria del artículo 116 constitucional.28
Con relación al artículo 133 constitucional, reviste importancia para el
ámbito estatal y particularmente lo referente a la ubicación jerárquica de las
constituciones locales. Con independencia, de lo relevante de este precepto, por
los principios consagrados en él como la supremacía constitucional y el control
difuso de la constitucionalidad29; para los efectos de este apartado, es de
destacar el papel que juegan las Constituciones locales dentro de la pirámide
jerárquica del sistema jurídico mexicano.
Esta claro que de la pirámide normativa en el sistema mexicano,
desprende del vértice: la Constitución federal, luego los Tratados
Internacionales30, las leyes federales y posteriormente las Constituciones locales;
éstas tendrán el deber de adecuar sus principios y disposiciones a esa estructura
superior de normas para no contrariar su jerarquía y evitar la inconstitucionalidad
de la norma estatal.
De este precepto se infiere que las constituciones estatales no sólo están
sometidas a la Constitución federal, al mismo tiempo quedan supeditadas a las
leyes federales y a los Tratados Internacionales; normas que no pueden
contrariar bajo ninguna circunstancia, so pena de decretarse por el Poder Judicial
Federal la inconstitucionalidad de esos actos. ¿Sin embargo hacia el régimen
27
Op. cit. p. 1174.
Cfr. CÁRDENAS GRACIA, Jaime. Constitución Política Comentada, tomo II, 12ª ed. Editorial
Porrúa, México 1998, p. 1178.
29
El principio de control difuso de la Constitución, en el Estado mexicano, no existe en la práctica, así
lo ha resuelto la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis P./J.38/2002, al negar que los
jueces locales tengan facultades para ejercer el control de la constitucionalidad, puesto que tal
facultad de interpretación y control de la Constitución corresponde en exclusiva a los jueces federales.
30
La Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió la jurisprudencia número LXXVII/99, visible en la
página 46 del tomo X, de noviembre de 1999 del Semanario Judicial de la Federación, en la que
declaró que los Tratados Internacionales se ubican jerárquicamente por encima de las leyes federales
y en un segundo plano de la Constitución federal.
28
24
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
interior de las Entidades federativas las constituciones locales tienen el carácter
de supremas?, esta pregunta será respondida en el siguiente apartado.
4.
LA CONSTITUCIÓN LOCAL, NORMA SUPREMA DE LA ENTIDAD
FEDERATIVA.
Se ha asentado que las Entidades federativas en su régimen interno son
autónomas y tal autonomía se materializa mediante la facultad asistida a los
poderes constituyentes locales para crear el ordenamiento jurídico interno y
dentro de ese conjunto de normas jurídicas sin duda está la facultad de crear su
propia Constitución; así lo establece aún cuando no de forma categórica, la
Constitución Federal. La pregunta entonces es, ¿las Constituciones locales para
su régimen interno tienen el carácter de normas supremas o son simples leyes
ordinarias reglamentarias de la legislación federal, como parte de la pirámide
jerárquica?
Primero habrá que dejar en claro qué es la supremacía constitucional.
Supremacía dice la calidad de suprema, que por ser emanación de la más alta
fuente de autoridad corresponde a la Constitución; en tanto que primacía denota
el primer lugar que entre todas las leyes ocupa la Constitución.31
La supremacía de la Constitución aparece como un elemento esencial
inseparable de la norma fundante básica; de ahí que la Constitución se instituya
como la norma de normas que servirá de fundamento superior para los demás
ordenamientos jurídicos y éstos sostendrán su validez en la medida en que se
encuentren conforme al texto Constitucional. En tal sentido, se afirma la
supremacía de la Constitución, porque sólo bajo este principio puede darse
unidad y cohesión al sistema jurídico de un Estado32.
La supremacía además de dar fundamento y unidad al sistema normativo
del Estado, al mismo tiempo jerarquiza el ordenamiento jurídico, lo que la
doctrina ha denominado la pirámide kelseniana; el propio autor sostiene:
“El orden jurídico no es un sistema de normas de derecho situadas en un mismo
plano, ordenadas equivalentemente, sino una construcción escalonada de diversos
estratos de normas jurídicas. Su unidad está configurada por la relación resultante
de que la validez de una norma, producida conforme a otra, reposa en esa otra
norma, cuya producción a su vez está determinada por otra; un regreso que
concluye, a la postre, en la norma fundante básica presupuesta. La norma básica,
hipotética en ese sentido, es así el fundamento de validez supremo que funda la
unidad de esta relación de producción”.33
Ante la jerarquización kelseniana del ordenamiento jurídico, la norma
constituyente, por emanar de la voluntad popular de las fuerzas políticas
existentes en el Estado, provoca la validez posterior, de todo, cuantas normas
jurídicas y actos de autoridad se originen. Significa que la norma constituyente
determina la validez en la aplicación de las normas constituidas y, al hacerlo,
sienta las bases para lograr su propia validez.34
31
TENA RAMÍREZ, Felipe, op. cit. p. 11.
Cfr. SOTO FLORES, Armando. Teoría de la Constitución, Supremacía constitucional, Porrúa México,
2003.
33
KELSEN, Hans, Teoría pura del Derecho, 8ª ed, Porrúa, México, 1995, p. 232.
34
SÁNCHEZ BRINGAS, Enrique, op. cit., p. 190.
32
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25
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Por otra parte, al erigirse la Constitución como norma suprema, se
convierte en la cúspide de todo el ordenamiento jurídico y hace fluir el principio
de legalidad de los poderes públicos, da seguridad jurídica de los actos de
autoridad, da constitucionalidad en todas las actuaciones realizadas por los
poderes constituidos.35
Es la Constitución, la cúspide que está en el vértice de la pirámide
jurídica, y destila hacia todo el ordenamiento jurídico, luego hacia los actos de
autoridad, bañando a todos de constitucionalidad en su actuación.
De lo asentado hasta aquí, se puede afirmar que la supremacía
constitucional es un principio protector de la Constitución, en el que la norma
fundante primaria se convierte en fuente de fuentes, desprendiéndose así todo el
sistema jurídico del Estado; jerarquizando el ordenamiento jurídico con unidad y
cohesión, ocupando la Constitución la cúspide.
Ahora bien, existe en la doctrina constitucional un debate respecto del
carácter supremo de las Constituciones locales, algunos afirman esa
característica constitucional y otros niegan el carácter supremo de las
Constituciones, incluso van más allá, sosteniendo que técnicamente no pueden
ser consideradas constituciones en sentido estricto.
Uno de los partidarios de la tesis que niega la existencia de Constituciones
locales, desde el punto de vista formal, es el mexicano Enrique Sánchez Bringas,
el constitucionalista sostiene:
“La Constitución del Estado, es la norma que determina la validez del orden
normativo parcial de la entidad federativa; sin embargo, a pesar de su
denominación, técnicamente no es una Constitución. Carece de los atributos de la
norma constituyente porque su validez depende de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, o sea, de que positivice a ésta. Además, conforme a lo
dispuesto por el artículo 133 constitucional, las Constituciones de los Estados se
encuentran normativamente sometidas a las leyes federales y a los Tratados
Internacional7es. En consecuencia, las constituciones de los estados no son
normas constituyentes, son constituidas porque derivan de la norma básica del
estado federal.”36
Por su parte Elisur Arteaga Nava, a propósito del tema, sustenta la tesis
contraria argumentando su posición de la forma siguiente:
“Aunque no existe a nivel de la Constitución general norma que así lo disponga, a
las cartas estatales, por su propia naturaleza, cuando están de acuerdo con
aquella, le es inherente y propia la calidad de supremas: todas las leyes de la
entidad, todas las autoridades, los derechos de los particulares que ella
establecen, de ellas derivan, de ellas dimanan su mandato y, en fin, todo el
sistema normativo a ellas deben su obediencia, a pesar de lo que en contrario
pudieran disponer las leyes federales y tratados que no estén de acuerdo con la
constitución general, las leyes, decretos y convenios locales. La calidad de
suprema es inherente a una constitución, sea general o local”.37
Expuestos los argumentos, corresponde abordar su análisis. Toda
Constitución es fuente de fuentes, generadora de todo el sistema jurídico de un
Estado. A través de la Constitución, el Estado nace a la vida jurídica, en ella se
35
36
37
26
SOTO FLORES, Armando, op. cit., p. 170.
Op. cit., p. 564
Derecho constitucional, Editorial Oxford, University Press, Harla, México, 1997, p. 488.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
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determinan las estructuras de poder y las formas en que éste se ejerce; pero al
mismo tiempo, la Constitución ordena verticalmente el sistema jurídico. El
complejo normativo de un Estado no es un conjunto de normas organizadas
horizontalmente y en un mismo plano; por el contrario, se agrupan bajo un
esquema escalonado en donde unas dependen de otras hasta formar una
estructura piramidal, donde el vértice de la pirámide le corresponde a la norma
de normas, la Constitución38.
Si bien, dentro de un Estado federal las partes integrantes de éste han
depositado su soberanía en un poder superior materializado en la Constitución, la
que se encargará de estructurar todo cuanto a poder y competencia se refiera en
el Estado, incluidas las entidades federativas; al mismo tiempo esa norma
superior, la Constitución como se ha dicho, deja facultades a los Estados
federados para que organicen su propio régimen interno y formen su propio
orden jurídico estatal, pues precisamente, ese conjunto de normas jurídicas
internas, requieren a su vez de un orden jerárquico vertical como ocurre con el
sistema federal, porque la producción normativa de los Estados federados obliga
a determinar ese orden, para evitar anarquía en el sistema jurídico local.
Así, las Entidades federativas en ejercicio de su autonomía interna, se
convierten en fuente generadora de normas jurídicas y crean en un primer plano
a la Constitución local, desprendiendo de ahí todo el complejo normativo estatal.
Es verdad que el creador de la Constitución local no es un Constituyente
original, como ocurre con el Constituyente federal, la Constitución estatal es
creada por los poderes constituidos, que a su vez son instituidos por la
Constitución federal. No obstante ello, dicha circunstancia no es suficiente para
negarle el carácter de constitución a las cartas locales.
Es verdad también, que las Constituciones locales se convierten en
muchos casos en ley reglamentaria de la Constitución federal, pues ésta, insta a
las cartas locales a reglamentar determinados principios fundamentales
consagrados en la federal; pero ello es normal en un Estado federal, porque el
federalismo implica el reparto de competencias entre los dos órdenes que lo
integran: la Federación y las Entidades federativas; sin embargo, la Constitución
general, sólo establece principios generales a los que se sujetan los Estados;
pero no prohíbe a los mismos a exceder dichos principios en el ámbito interno,
siempre que no contraríe a la federal; eso es parte de la autonomía estatal.
Si bien, la Constitución General, las leyes federales y los Tratados
Internacionales constituyen el ordenamiento supremo de la Unión en los términos
del artículo 133 constitucional, dichas normas atribuyen competencia y deberes
que cumplir por parte de las Entidades federativas; pero dentro de esas
atribuciones se impone a los Estados, el deber de constituir su propia legislación
interna. Tal facultad de los Estados, necesariamente obliga a construir un sistema
que ordene la estructura jurídica, haciendo indispensable crear una Constitución
interna que homogenice la legislación estatal, para evitar contradicciones e
indefinición de la competencia de los órganos de poder local y de sus
autoridades.
Por ello, las razones fundamentales que justifican la existencia de las
Constituciones locales, pueden enunciarse de la forma siguiente:
38
Cfr. KELSEN, Hans, op. cit.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
1. Ordenan jerárquicamente el sistema jurídico estatal;
2. Organizan y estructuran el poder público estatal;
3. Definen el ámbito de competencia de las autoridades locales, y por
tanto;
4. Son normas supremas para el régimen interior de los Estados.
El principio de supremacía de las Constituciones locales, le es inherente
por las premisas anteriores, difícilmente la sola Constitución federal, sería capaz
de ordenar jerárquicamente el sistema jurídico interno de cada una de las
Entidades federativas, por tal razón, las cartas constitucionales del orden local
tienen el carácter de normas supremas en el interior de cada Estado.
En la revisión de los textos constitucionales de las treinta y dos Entidades
federativas, incluido el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal; se advierte que
dieciséis de éstas consagran expresamente el principio de supremacía
constitucional; es decir, la mitad exactamente de los Estados establecen el
principio, mientras que en la otra mitad no se hace referencia al mismo; esta
circunstancia de ninguna forma debe ser interpretada en el sentido de negar el
carácter de suprema a las constituciones locales, implícitamente la supremacía
aparece en los textos constitucionales. Incluso la tendencia ahora en varias
Entidades federativas, ha sido establecer mecanismos jurisdiccionales protectores
del orden constitucional local, precisamente para garantizar la supremacía de las
constituciones locales, demostrando así el carácter supremo de las cartas
constitucionales del orden estatal.
Lo anterior se refleja en el siguiente cuadro:
Entidad
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Coahuila
Colima
Chiapas
Chihuahua
Durango
Distrito Federal
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
Estado de México
Michoacán
Morelos
Nayarit
Nuevo León
Oaxaca
Puebla
Querétaro
Quinta Roo
San Luís Potosí
Sinaloa
Sonora
Tabasco
28
Supremacía
NO
NO
SI
NO
SI
SI
SI
NO
SI
SI
SI
NO
SI
NO
SI
NO
NO
NO
SI
SI
NO
NO
SI
NO
SI
NO
NO
Artículo constitucional
2
158, 194
129
56
124
1
142
2
88 bis
153
2
7
158
-
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Entidad
Supremacía
Artículo constitucional
Tamaulipas
NO
Tlaxcala
SI
79
Veracruz
SI
80
Yucatán
NO
Zacatecas
SI
166
Cuadro comparativo de las entidades federativas que establecen el principio de supremacía
constitucional en sus constituciones
5.
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN LAS ENTIDADES FEDERATIVAS
La defensa de la Constitución a través de los Jueces locales, ha sido uno
de los temas pendientes del sistema federal mexicano. Si hablar de justicia
constitucional en México, resulta aún hoy novedoso, a pesar de estar
transcurriendo la primer década de instauración; más novedoso puede resultar el
tema de justicia constitucional en el orden local.
Hasta antes del año 2000, las Constituciones estatales en México se
habían visto como “simples exposiciones de principios políticos que no terminan
por vincular jurídicamente.”39 Las Constituciones locales han estado ausentes de
instrumentos procesales que aseguren el principio de supremacía constitucional
del orden normativo interno de cada Entidad federativa; es precisamente a partir
del año 2000, cuando se inicia un fenómeno interesante de modificación a los
textos constitucionales de algunos Estados, instaurando instrumentos de control
constitucional del orden local; Veracruz, primero seguido de cuatro entidades
más, constituyen los pioneros en México de la justicia constitucional local.
Una primer interrogante que brota al tema de la justicia constitucional
local, es la justificación jurídica de la existencia de instrumentos de control del
orden constitucional de cada Estado.
Se ha afirmado en el presente estudio que un sistema federal de Estado
implica la existencia de dos órdenes de autoridad: una federal y otra local; el
ejercicio de autoridad se encuentra delimitado por distintas disposiciones
normativas: federal y estatal; en cada uno de estos órdenes normativos existe un
común denominador: la Constitución. La norma constitucional organiza,
estructura y faculta el ejercicio del poder e impone orden y cohesión al
ordenamiento jurídico de la federación y de los Estados integrantes. La
Constitución está presente entonces, en cada una de estas decisiones de
autoridad, con una característica fundamental, la supremacía.
La existencia de esta delimitación del poder sujeto a la norma
constitucional, obliga a una coexistencia jurisdiccional de protección de la
Constitución tanto en el orden federal como local.
Tomando como presupuesto la naturaleza federal del Estado mexicano y la
consecuente estratificación de ordenamientos dotados de autonomía, es
axiomático que exista un sistema integral de defensa de la “Constitución total”
como la llamó Kelsen y, a la vez, una pluralidad de sistemas para proteger cada
ordenamiento dentro de su ámbito de autonomía. Lo anterior, provoca que no
pueda hablarse de un sistema unitario de justicia constitucional ya que no existe
monopolio alguno de control en un solo órgano, administrándose la justicia
39
ASTUDILLO REYES, César I. Ensayos de Justicia Constitucional en cuatro ordenamientos de
México: Veracruz, Coahuila, Tlaxcala y Chiapas, UNAM, México 2004, pág. XXIV.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
29
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
constitucional a través de una pluralidad de ellos, cada uno bajo una esfera de
validez determinada.40
Si la propia Constitución federal reconoce la existencia de las
Constituciones locales, como ejes rectores del sistema jurídico interno de cada
Estado, es dable afirmar la viabilidad de instrumentos de control jurisdiccional
que garanticen la supremacía de la norma fundamental, tanto en el ámbito
federal como local. “De ahí que en México la defensa de la Constitución por la vía
judicial, es un modelo mixto, que debe operar en forma coincidente,
complementaria –no simultánea- en el régimen federal y estatal bajo el principio
de supremacía constitucional.”41 Son los artículos 40 y 41 de la Constitución
federal los que abren la puerta jurídica para la coexistencia de dos sistemas de
justicia constitucional, uno federal y otro local, al permitir ambos preceptos, la
existencia de dos normas constitucionales, una del orden federal y otra en cada
Estado federado. Aún cuando ambos preceptos no son categóricos al preceptuar
la justicia constitucional local, la sola aceptación de una Constitución local, hace
justificable la instauración de instrumentos de control constitucional que
aseguren la supremacía de la norma estatal.
No obstante la claridad constitucional de permitir la vida de las
constituciones estatales, la realidad histórico-jurídica del constitucionalismo local
indican la nula actuación de las entidades federativas en instaurar mecanismos
de protección constitucional que preserven el principio supremo de la
Constitución local.
Ante esta evidencia notable de desatención de las representaciones
estatales, obliga a establecer desde el ámbito de la Constitución federal,
principios rectores sobre los cuales puedan darse los primeros pasos hacia un
sistema integral de protección constitucional local.
Héctor Fix Zamudio y José Ramón Cossío han afirmado:
La función jurisdiccional de nuestra época se encuentra sujeta a una profunda
revisión en virtud de su creciente complejidad, ya que lo que se había concebido
de manera tradicional como una actividad puramente técnica de resolución de
conflictos jurídicos se ha transformado en uno de los servicios públicos esenciales
del estado contemporáneo. En efecto, un conjunto de factores sociales,
económicos y culturales ha penetrado en una función que también tiene un
sentido político, esto es, con lo relativo a la toma de decisiones esenciales por los
órganos del poder, actividad de la que en general estaban excluidos los
tribunales.42
El proceso de democratización que vive México, derivado de la
transformación social en todos sus ámbitos, lleva consigo la necesidad de nuevas
formas de organización jurídica, y al mismo tiempo, la exigencia de nuevos
mecanismos de preservación de derechos personales y un reparto de
competencias en el ejercicio del poder que garanticen la funcionalidad del Estado
40
ASTUDILLO REYES, César I., en: Derecho Constitucional Miguel Carbonell, coordinador. Memoria
del Congreso Internacional de Culturas y Sistemas Jurídicos comparados. UNAM, México 2004, pág.
30.
41
RIOS, Luis Efrén, en Justicia Constitucional Local, Eduardo Ferrer MacGregor y Rodolfo Vega
Hernández, coordinadores, Editorial FUNDAP, México, 2003, pág. 317.
42
FIX-ZAMUDIO, Héctor y COSSÍO DÍAZ, José Ramón. El Poder Judicial en el Ordenamiento
Mexicano. FCE, México, 1996, pág. 15.
30
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
mexicano. Las nuevas formas de competencia electorales en los últimos años han
propiciado el reparto tripartito de las fuerzas políticas, consolidando cada vez
más, una trilogía de partidos donde las posibilidades de acceso al poder publico
son más cerradas; ello da origen, también, a nuevas confrontaciones del poder.
El ejercicio del poder ante esta realidad, se hace más cuestionable y al igual
vulnerable frente al reparto equilibrado de las preferencias electorales; de ahí el
valor incalculable del derecho, como punto de encuentro y resolución de todo
conflicto social, generado por esta dinámica. La justicia constitucional es parte de
ese proceso de transformación social; los aires de democracia requieren reglas
claras que garanticen el ejercicio de las libertades políticas.
César Astudillo sostiene:
Existe una vinculación positiva y negativa entre democracia y justicia
constitucional. La primera se evidencia en la medida que la justicia constitucional
se considera ya un componente genético de cualquier democracia liberal hasta el
punto de que más de uno duda de la configuración de esta última en ausencia de
controles sobre la conformidad de las leyes a la Constitución. La segunda porque,
históricamente, la incardinación de sistemas de justicia constitucional se ha dado
en los lugares con menor rating democrático, guiados bajo la intención de que
coadyuve a la consolidación del régimen constitucional. La mayoría de las veces
comienza por manifestarse la segunda idea, y la primera aparece sólo como
consecuencia de un proceso de maduración política.43
Con independencia de lo anterior, la urgencia inmediata en la agenda
legislativa estatal en México, debe estar orientada a la instauración de
instrumentos garantes del orden constitucional local, de lo contrario, el ejercicio
de la democracia presentará dificultades ante un sistema jurídico en el que la
norma constitucional no se encuentra blindada. El paso hacia ese horizonte se ha
iniciado, aún cuando lento; cinco entidades federativas lo han dado.
5.1. Realidad estatal de la justicia constitucional local
El presente apartado tiene por objeto hacer un análisis comparativo de la
legislación constitucional de los estados de Veracruz, Coahuila, Tlaxcala, Chiapas
y Quintana Roo, Entidades que han iniciado el camino hacia el garantismo de la
supremacía de las Cartas Constitucionales locales. Para tal efecto se ha adoptado
una metodología analítica que pretende confrontar el puñado de legislaciones de
justicia constitucional local. El análisis por entidad, se abordará de conformidad
con el orden cronológico de vigencia.
En primer término se expondrán de forma general las características
particulares de cada uno de los Estados, tomando como elementos de análisis; 1.
el modelo de control, 2. los instrumentos jurisdiccionales de protección
constitucional, 3. la autoridad constitucional que conoce del proceso y 4. los
sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control constitucional. En
segundo lugar, se confrontarán entre sí los modelos con el objeto de destacar
diferencias y coincidencias, para arribar a una conclusión general que permita
identificar fortalezas y debilidades de la ingeniería constitucional local.
43
Op. cit., pág. 32.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
31
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
5.2. Veracruz
La Constitución veracruzana, es el ordenamiento constitucional más
reciente en México, el 3 de febrero de 2000 fue publicada en la Gaceta Oficial del
Estado de Veracruz, con el número 53. La nueva Constitución veracruzana
introdujo figuras jurídicas de vanguardia, convirtiéndose así en pionera de la
justicia constitucional local.
5.2.1. Modelo de control constitucional
La doctrina identifica dos modelos de control constitucional atendiendo a
la forma en que se ejercita el control, el control por vía de acción directa y el
control por vía de excepción o incidental. En el primer caso, se ejerce como un
instrumento de control directo, en donde el planteamiento de inconstitucionalidad
se formula ante el tribunal constitucional como una pretensión principal, por vía
de demanda directa. En el modelo de control concreto o por vía de excepción,
también llamado incidental, el problema de inconstitucional, no aparece como
una cuestión principal, sino que surge dentro de un proceso común, en el que al
ser resuelto, aparece una norma aplicable al caso concreto tachada de
inconstitucionalidad, obligando al juzgador a realizar primeramente el examen de
constitucionalidad a la norma, por ser relevante para la decisión final; evitando
así la aplicación de una norma considerada inconstitucional.44
El modelo de control constitucional instaurado en Veracruz, se muestra a
través de un control abstracto o por vía de acción y un control concreto o por vía
de excepción; por una parte se ejerce el control abstracto, mediante las acciones
de inconstitucionalidad, las controversias constitucionales, la acción por omisión
legislativa, el juicio de protección de derechos humanos y el recurso de
regularidad constitucional de los actos del Ministerio Público; y al mismo tiempo,
se identifica el modelo de control concreto o por vía de excepción o incidente, a
través de la cuestión de inconstitucionalidad.
5.2.2. Instrumentos jurisdiccionales de protección constitucional
Los mecanismos de control constitucional en la legislación veracruzana, se
identifican en el artículo 64 de la Constitución de esa entidad. Seis son los
instrumentos de defensa constitucional del orden local: 1. El juicio de protección
de derechos humanos; 2. El recurso de regularidad constitucional de los actos del
ministerio público; 3. Las acciones de inconstitucionalidad; 4. Las controversias
constitucionales; 5. La acción por omisión legislativa y; 6. La cuestión de
inconstitucionalidad.
5.2.3. Autoridad constitucional que conoce del proceso
En principio, la Constitución de Veracruz, sigue siendo fiel al sistema de
impartición de justicia mexicano, al atribuir la competencia de control
constitucional al Poder Judicial del Estado. El control material de la
constitucionalidad se ejerce por el Tribunal Superior de Justicia Estatal,
dividiéndose la competencia de los asuntos en el Pleno y en la Sala
Constitucional. El Pleno conoce del control abstracto de la constitucionalidad, a
través de las controversias constitucionales, las acciones de inconstitucionalidad
44
Cfr. SAGÜES, Néstor Pedro, Teoría de la Constitución, Argentina, Editorial Astrea, 1ª reimpresión,
2004. pág. 476.
32
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
y la acción por omisión legislativa, previa substanciación del procedimiento que
realiza la Sala Constitucional.45 Por su parte, la Sala Constitucional integrada por
tres magistrados, tiene competencia para resolver los casos de control concreto
donde hay una afectación directa al gobernado por actos u omisiones
inconstitucionales; tal es el caso del juicio de protección de derechos humanos, el
recurso de regularidad constitucional de los actos del Ministerio Público y la
cuestión de inconstitucionalidad.46
5.2.4. Sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control
constitucional
La legitimación activa corresponde a entes particulares y entes públicos,
dependiendo del tipo de acción que se ejercite, sea ésta de naturaleza objetiva o
subjetiva. En el primer caso corresponde accionar la justicia constitucional al
Gobernador del estado, al Poder Legislativo, a los Municipios, cuando se trata de
la acción de inconstitucionalidad, controversias constitucionales y acción por
omisión legislativa; cuando verse sobre la cuestión de inconstitucionalidad, la
legitimación recae en todos los Jueces y Magistrados del Estado.
Tratándose de acciones subjetivas de inconstitucionalidad, éstas son
ejercitadas por el gobernado que sufre en su esfera jurídica un agravio personal y
directo producido por todo acto u omisión emitido por autoridad; en tal supuesto
entran el juicio de protección de derechos humanos, y el recurso de regularidad
constitucional de los actos del ministerio público.47
5.3. Coahuila
En el caso del estado de Coahuila, la Constitución Política de 1918 fue
reformada en marzo de 200148, a efecto de otorgar facultades al Tribunal
Superior de Justicia para conocer de una serie de procedimientos de carácter
constitucional, así los coahuilenses se suman a la lista de entidades con procesos
de justicia constitucional local.
Coahuila recoge algunos elementos de la legislación veracruzana; sin
embargo, existen notables diferencias entre si, de las que se da cuenta de ello en
el siguiente análisis.
5.3.1. Modelo de control constitucional
El modelo de control que se ejerce en Coahuila es abstracto, se ejercita
por vía de acción directa, al establecerse tres procesos de control constitucional:
las acciones de inconstitucionalidad, las controversias constitucionales y el juicio
de revisión constitucional.49
Agregado a ello, existe un mecanismo de control difuso en vía de
excepción, emulando el artículo 133 de la Constitución Federal, al facultar a los
todos los Jueces estatales a desaplicar una ley que consideren contraria a la
45
Artículos 64 y 65, con relación al 56 de la Constitución del estado de Veracruz y 38 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
46
Artículo 45 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de Veracruz.
47
Ver artículo 6 de la Ley de Juicio de Protección de Derechos Humanos del Estado de Veracruz-Llave.
48
Véase el decreto 148 por el que se reforman, adicionan, y derogan diversas disposiciones de la
Constitución Política del estado de Coahuila, publicadas en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado
el 20 de marzo de 2001.
49
Ver artículo 158, fracción I y II de la Constitución de Coahuila.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
33
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
norma constitucional local50. Así, Coahuila establece dos formas de control
constitucional una concentrada y otra difusa; la primera para el caso de control
abstracto y la segunda como instrumento general ejercitado por todo órgano
jurisdiccional para desaplicar normas consideradas inconstitucionales.
El control difuso de la constitucional se da en vía de excepción o
incidental, al facultar a cualquier gobernado, como parte de un proceso
jurisdiccional común, impugne ante la misma autoridad que conoce del juicio la
constitucionalidad de la norma que se pretende aplicar para resolver su asunto.
El control difuso de la constitucionalidad es uno de los elementos
importantes que aporta el estado de Coahuila a la justicia constitucional local.
5.3.2. Instrumentos jurisdiccionales de protección constitucional
Se identifican cuatro mecanismos de control constitucional en Coahuila;
las acciones de inconstitucionalidad, las controversias constitucionales, el control
difuso de la constitucionalidad ejercido por todos los Jueces locales y por último
el juicio de revisión constitucional, con el fin de racionalizar la actividad de
control de los jueces ordinarios, a efecto de armonizar el sistema de
interpretaciones constitucionales.51
5.3.3. Autoridad constitucional que conoce del proceso
De conformidad con el artículo 158 de la Constitución de Coahuila, el
Pleno52 del Tribunal Superior de Justicia conoce de las acciones de
inconstitucionalidad, controversias constitucionales y recurso de revisión
constitucional. En tanto, el control difuso es ejercido por todos los Jueces y
Magistrados del Estado, al identificar en el conocimiento de los asuntos de su
competencia alguna norma considerada inconstitucional.
5.3.4. Sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control
constitucional
De acuerdo con los modelos de control, existe una doble legitimación
activa; por un lado el gobernado sujeto a un proceso jurisdiccional principal,
interesado en que su controversia se resuelva con base en una norma conforme
a la Constitución local; y por otra parte hay una legitimación de órganos del
Estado facultados para accionar la justicia constitucional local.
En las acciones de inconstitucionalidad, corresponde la facultad al treinta y
tres por ciento de los integrantes de los Ayuntamientos o Consejos Municipales;
el treinta y tres por ciento de los integrantes del Poder Legislativo y al
Gobernador del Estado. Para el caso de las controversias constitucionales la
acción compete ejercitarla al Gobernador, al Poder Legislativo y a los Municipios
del Estado, entre los que se suscite el conflicto constitucional. En cambio, el
recurso de revisión constitucional puede promoverlo la parte en el juicio, afectada
por la declaratoria de desaplicación de la norma inconstitucionalidad dictada por
el juez que conoce del asunto.
50
Ibidem, párrafo tercero de la Constitución de Coahuila.
Cfr. ASTUDILLO REYES, César I., en Derecho Constitucional, Op. cit. pág. 8,
52
El Pleno se integra por 7 magistrados y bastará la presencia de 5 para sesionar, en los términos de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, artículos 6, 7, 8 y 9.
51
34
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
5.4. Tlaxcala
El estado de Tlaxcala es el tercero en instrumentar los mecanismos de
control constitucional local; la reforma en esta materia a la Constitución, se
publicó el 18 de mayo de 2001. La citada reforma consagra en su artículo 79,
que el Poder Judicial garantizará la supremacía y control de la Constitución.
5.4.1. Modelo de control constitucional
El control constitucional en Tlaxcala se ejerce de las formas abstracta y
concreta, ambas ejercitadas a través de un una acción directa. “Este modelo se
alinea con aquellos que ejercen una jurisdicción concentrada, apareciendo como
un sistema unitario que ejerce el monopolio de la justicia constitucional dentro
del ordenamiento de referencia. En este sentido, el modelo tlaxcalteca es el que
se acerca más a la configuración de la justicia constitucional originalmente
pensada por Kelsen.”53
A diferencia de los modelos de Veracruz y Coahuila, en Tlaxcala no existe
un control por vía de excepción.
5.4.2. Instrumentos jurisdiccionales de protección constitucional
La Constitución tlaxcalteca, consagra cuatro instrumentos de control
constitucional:; el juicio de protección constitucional de los derechos
fundamentales, las acciones de inconstitucionalidad, las controversias
constitucionales y la acción de inconstitucionalidad por omisión.54
5.4.3. Autoridad constitucional que conoce del proceso
El Pleno del Tribunal Superior de Justicia del estado de Tlaxcala, actúa
como tribunal de control constitucional, en los términos del articulo 81. El Pleno
se integra por 14 Magistrados, bastando la presencia de 12 para resolver asuntos
de control constitucional.55 El Pleno es el único facultado para substanciar y
resolver todos los procesos de control constitucional.
5.4.4. Sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control
constitucional
La legitimación activa para promover el juicio de protección constitucional
de los derechos fundamentales, corresponde al gobernado que resiente una
afectación personal y directa por leyes o actos de autoridad que vulneren los
derechos fundamentales consagrados en la Constitución estatal. En las
controversias por competencia constitucional, la acción se ejercita por el Poder
Legislativo, el Gobernador y los Ayuntamientos o Consejos Municipales. Para el
caso de las acciones de inconstitucionalidad se encuentran legitimados, el
veinticinco por ciento de los integrantes del Poder Legislativo, la Comisión de
Derechos Humanos, el Procurador General de Justicia, los partidos políticos
tratándose de leyes electorales, y lo que representa una innovación: la
Universidad Autónoma de Tlaxcala. Para el caso de normas emanadas de los
Ayuntamientos, la acción corresponde al veinticinco por ciento de los integrantes
53
ASTUDILLO REYES, César I., en Derecho Constitucional, op. cit., pág. 10.
Ver artículo 81 de la Constitución Política de Tlaxcala.
55
Véase artículo 25 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 2 de la Ley de Control Constitucional;
ambas del Estado de Tlaxcala.
54
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35
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
del Ayuntamiento que emitió la norma; al Gobernador del Estado; a los
Diputados cuyo distrito pertenezca al Municipio donde se expidió la norma
impugnada; al Procurador de Justicia, a la Comisión de Derechos Humanos y a
las Universidades públicas del Estado.
En cuanto a la acción de inconstitucionalidad por omisión, la legitimación
corresponde de forma genérica a las autoridades estatales y municipales; pero al
mismo tiempo, la fracción IV del artículo 81 de la Constitución tlaxcalteca, faculta
a todos los residentes del Estado como legitimados para accionar éste
instrumento de control, lo que significa una especie de acción popular de
inconstitucionalidad.
5.5. Chiapas
El cuarto Estado en instaurar instrumentos de justicia constitucional del
orden local fue Chiapas, mediante la reforma a la Constitución publicada en el
Periódico Oficial del Estado el 6 de noviembre de 200256. Chiapas al igual que
Veracruz, consagra el control constitucional a todos los Jueces locales; pero no
mediante el control difuso existente en Coahuila, sino, por conducto de la
cuestión de inconstitucionalidad.
5.5.1. Modelo de control constitucional
El control constitucional en Chiapas, se ejerce en forma abstracta, en vía
directa y por vía de excepción. A través de la cuestión de inconstitucionalidad el
control se otorga a todos los Jueces locales, para que en vía incidental planteen
ante la Sala Constitucional, alguna duda de constitucionalidad al momento de
conocer un proceso jurisdiccional ordinario; pero al mismo tiempo, existe un
mecanismo de control concentrado ejercido por la Sala Constitucional para
resolver en única instancia todos los procesos constitucionales.
5.5.2. Instrumentos jurisdiccionales de protección constitucional
Chiapas, establece cuatro procesos de control constitucional abstracto: las
controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad, acciones por
omisión legislativa y las cuestiones de inconstitucionalidad. Al contrario de
Veracruz y Tlaxcala en Chiapas no existe el juicio de protección constitucional por
violaciones a los derechos fundamentales.
5.5.3. Autoridad constitucional que conoce del proceso
A diferencia de los anteriores Estados, en Chiapas el conocimiento y
resolución de los procesos de control constitucional se ejerce por una Sala
Superior del Tribunal Superior de Justicia57, instituida como Tribunal
Constitucional, en los términos del artículo 56, párrafo tercero de la Constitución
chiapaneca.
La Sala Superior se integra por 7 magistrados, quienes ejercen de forma
concentrada el control de la constitucionalidad; pero abren la posibilidad para que
todos los Jueces estatales, puedan interponer el juicio de cuestión de
56
Véase el Decreto número 310 en el Periódico Oficial del Estado de Chiapas.
Véase la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Chiapas, publicada en el Periódico Oficial, el
27 de noviembre de 2002.
57
36
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
inconstitucionalidad, ante la duda de constitucionalidad presentada en el
conocimiento de un asunto.
5.5.4. Sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control
constitucional
Al no existir el control para la protección de los derechos fundamentales
de los gobernados, éstos no están legitimados para accionar la justicia
constitucional local; recayendo la legitimación en órganos del poder publico. En
las acciones de inconstitucionalidad, compete iniciarlas al Gobernador, el treinta y
tres por ciento de los integrantes del Congreso Local, el Procurador y el treinta y
tres por ciento de los ayuntamientos. Las controversias constitucionales se inician
por conducto del Gobernador, el Poder Legislativo y los Municipios del Estado. En
el caso de la omisión legislativa la legitimación corresponde al Gobernador, a la
tercera parte de los integrantes del Congreso y a la tercera parte de los
Ayuntamientos.
Por último, en cuanto a la cuestión de inconstitucionalidad, se atribuye la
legitimación a todos los Jueces y Magistrados del Estado.
5.6. Quintana Roo
El caso más reciente de justicia constitucional local es Quintana Roo, que
en el año 2003 reformó su Constitución estableciendo mecanismos de control
constitucional.58
5.6.1. Modelo de control constitucional
Quintana Roo, instauró un modelo de control abstracto en vía de ejercicio
directa; el cual se resuelve mediante un sistema de control concentrado de
justicia constitucional, al facultar de manera exclusiva al Pleno del Tribunal
Superior de Justicia para resolver en estos casos.
El control constitucional se erige –en los términos del artículo 104 de la
Constitución de ese Estado- como un medio para mantener la eficacia y vigencia
de la Constitución.
5.6.2. Instrumentos jurisdiccionales de control constitucional
Se consagran tres procesos constitucionales: las controversias
constitucionales, las acciones de inconstitucionalidad y las acciones por omisiones
legislativas. Como el mismo caso de Coahuila y Chiapas, en Quintana Roo,
tampoco se estableció el juicio constitucional de protección de derechos
fundamentales.
5.6.3. Autoridad constitucional que conoce del proceso
En los términos del artículo 103 de la Constitución, corresponde al
Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, resolver los procesos de control
constitucional; sin embargo, existe una sala unitaria denominada Sala
Constitucional y Administrativa, con facultades para substanciar el procedimiento
y formular los proyectos de resoluciones que serán sometidos al Pleno.
58
La reforma fue publicada en el Periódico Oficial del Estado de Quintana Roo, el 28 de noviembre de
2003.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
37
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
5.6.4. Sujetos legitimados para accionar los mecanismos de control
constitucional
Las acciones de inconstitucionalidad, competen iniciarlas cuando menos a
la tercera parte de los integrantes del Congreso Local y el Procurador. En las
controversias constitucionales la capacidad procesal recae en el Gobernador, el
Poder Legislativo y los Municipios del Estado. En el caso de la omisión legislativa
la legitimación corresponde al Gobernador y a los Ayuntamientos del Estado59.
5.7. Confrontación de los sistemas de justicia constitucional local
Expuestas las características fundamentales de las distintas legislaciones
estatales que consagran instrumentos de control constitucional, se puede hacer
una primer afirmación: no hay uniformidad en la forma de regular e instrumentar
la justicia constitucional local. Si bien es cierto existen algunas coincidencias
sobre todo en cuanto a los instrumentos de control, existen también marcadas
discrepancias por lo que ve a la legitimación activa de los sujetos.
Con base en los enunciados característicos de cada Entidad federativa,
ahora corresponde confrontar los cuatro aspectos utilizados para analizar las
legislaciones estatales.
Vergottini, sostiene:
Que la comparación –como método de estudio- además de instrumental para la
verificación de las generalizaciones y de servir para otros fines, es un método que
permite la adquisición de nuevos conocimientos. En otras palabras: del estudio
comparado de ordenamientos o de institutos de distintos ordenamientos surgen
elementos indispensables para la ciencia del derecho constitucional.” Y recalca, “la
comparación ofrece al investigador la ocasión de efectuar una comprobación de los
datos referentes al conocimiento de los ordenamientos examinados.60
El propósito de comparar en el estudio de las instituciones jurídicas, no
sólo es identificar sus características particulares, sino confrontarlas, y arribar a
un proceso de análisis lógico que permita construir una síntesis conclusiva, de las
que puedan desprenderse elementos críticos para finalmente descubrir un
conocimiento nuevo que no existía antes del análisis comparativo.
El primer problema a resolver para comparar las legislaciones estatales en
cuanto a la justicia constitucional, es identificar los criterios de comparación. El
propio Vergottini, expresa:
El primer problema a afrontar es siempre el de comprobar si las variables objeto
de contraste son realmente de la misma clase”.61 “No decimos nada nuevo cuando
destacamos que la tarea principal del comparatista es evidenciar las afinidades y
diferencias entre instituciones jurídicas, a fin de evitar la importación inoficiosa de
estructuras incompatibles con el subsuelo jurídico en el que pretenden
transplantarse. Pero la relevancia de la comparación no es útil únicamente para la
fase de elaboración constitucional sino también para un eventual ejercicio de
reelaboración en virtud que sirve de soporte para realizar los ajustes necesarios
ahí donde se hayan detectado fallas dentro de los ejercicios de ingeniería
constitucional primigenios.”62
59
Véase artículo 105 de la Constitución Política del Estado de Quintana Roo.
DE VERGOTTINI, Giuseppe. Derecho Constitucional Comparado, trad. Herrera Claudia, UNAM,
México, 2004, pág. 5.
61
Ibidem pág. 41.
62
ASTUDILLO REYES, César I. en Derecho constitucional, op. cit., pág. 16.
60
38
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
En este caso, los datos de identificación para el análisis comparativo, se
expresaron en cuatro puntos sobre los cuales versó el estudio particular de cada
una de las legislaciones locales, ellos son: 1. el modelo de control, 2. los
instrumentos jurisdiccionales de protección constitucional, 3. la autoridad
constitucional que conoce del proceso y 4. los sujetos legitimados para accionar
los mecanismos de control constitucional. Ahora corresponde identificar sus
puntos de coincidencia y los de disentimiento, para arribar finalmente a un
balance concreto de la justicia constitucional local en México.
5.7.1. En cuanto a los modelos de control constitucional
Veracruz y Chiapas guardan una estrecha similitud en los modelos de
control, al ofrecer sus legislaciones un control abstracto en vía de acción principal
y directa; y por otra parte un control concreto en vía de excepción incidental, al
establecer ambos sistemas la figura de la cuestión de inconstitucionalidad. Por su
parte Coahuila contiene algunos de los elementos anteriores, en cuanto al control
abstracto; sólo que en esta legislación el control por vía de excepción se da
mediante la protección difusa de la constitucionalidad concedida a todos los
jueces locales, consistente en la facultad para desaplicar toda norma considerada
inconstitucional.
Por su parte Tlaxcala y Quinta Roo, comparten la categoría de modelos
abstractos de control constitucional en vía directa, en los que el órgano
controlador se concentra en uno solo, mediante un sistema concentrado unitario,
que radica en el Pleno del Tribunal Superior de Justicia, desconociendo facultades
a cualquier otro órgano jurisdiccional ordinario.
5.7.2. En cuanto a los instrumentos jurisdiccionales de protección
constitucional
En este sentido, hay una gran disparidad en el número y tipo de
instrumentos de control constitucional; mientras que en Veracruz, el pionero de
la justicia constitucional, consagra seis procesos constitucionales, cuatro de ellos
de defensa objetiva de la Constitución, en el que intervienen órganos del Estado
y dos de defensa subjetiva, referente a la protección de derechos fundamentales
que afectan la esfera individual del gobernado. En Coahuila se instauran cuatro
procesos, dos de naturaleza abstracta y dos de tipo concreto como son el control
difuso y el juicio de revisión constitucional, derivado de éste. Por su parte
Tlaxcala contiene cuatro instrumentos de control, tres de ellos de origen
abstracto y uno de naturaleza subjetiva directa, propio del gobernado mediante
el juicio de protección constitucional de derechos fundamentales. En el caso de
Chiapas cuatro procesos de control y Quintana Roo tres.
Como coincidencia homogénea en estos Estados se encuentran las
acciones de inconstitucionalidad y las controversias constitucionales.
La inconstitucionalidad por omisión, aparece regulada en cuatro de las
cinco entidades analizadas, con excepción de Coahuila; mientras que el juicio de
protección constitucional de derechos fundamentales sólo es recurrente en
Veracruz y Tlaxcala. La cuestión de inconstitucionalidad es instrumento de
control, exclusivamente en Veracruz y Chiapas. Y como casos únicos de figuras
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
distintas, aparece Veracruz con el recurso de regularidad constitucional de los
actos del Ministerio Público y Coahuila con el sistema de control difuso de la
constitucionalidad y su consecuente recurso de revisión constitucional para el
efecto de armonizar la interpretación constitucional de los Jueces ordinarios, ante
un órgano superior.
5.7.3. En cuanto a la autoridad constitucional que conoce del proceso
En este tópico de comparación existe un común denominador, el Poder
Judicial, en todos los Estados en estudio, conocen a través de sus órganos
jurisdiccionales del control constitucional local.
El Tribunal Superior de Justicia es el órgano facultado para resolver en
definitiva de los procesos constitucionales, en los estados de Tlaxcala, Veracruz,
Coahuila y Quintana Roo. En Chiapas resuelve una Sala Superior del Tribunal
Superior de Justicia, a la que la constitución le da el nombre de Tribunal
Constitucional.
Tlaxcala es el típico ejemplo de un modelo de justicia constitucional
concentrada, al atribuir de forma única y exclusiva el control a un solo órgano
jurisdiccional. En cambio en Veracruz, además del Pleno del Tribunal, funciona
una Sala Constitucional, con facultades para conocer del juicio de protección
constitucional de derechos humanos, las cuestiones de inconstitucionalidad y el
recurso de regularidad constitucional de los actos del ministerio público. Por su
parte Coahuila, con el control difuso de la constitucionalidad, prácticamente
convierte a todos los Jueces ordinarios del Estado en garantes de la Constitución,
facultados para desaplicar una norma considerada contraria al texto
constitucional local.
5.7.4. En cuanto a los sujetos legitimados para accionar los mecanismos
de control
Se identifican dos grupos en tal sentido, los órganos del Estado que
pueden accionar la justicia constitucional, llámese legisladores, Gobernador,
Procurador, Ayuntamientos, Universidades, Comisión de Derechos Humanos y
Jueces ordinarios; en este grupo se encuentran todos los Estados que accionan el
control constitucional, mediante las acciones de inconstitucionalidad, las
controversias constitucionales, las cuestiones de inconstitucionalidad, o las
acciones de inconstitucionalidad por omisión.
Otro grupo corresponde a aquél donde los entes legitimados para accionar
la justicia constitucional, son los gobernados, dentro de éste, destacan las
entidades donde existen los juicios de protección constitucional de derechos
fundamentales Veracruz y Tlaxcala; sin embargo, hay otras acciones
constitucionales en las que también el gobernado puede mover la jurisdicción
constitucional, tales son los casos de la acción de inconstitucionalidad por
omisión en Tlaxcala, o el control difuso en Coahuila; o el recurso de regularidad
constitucional de los actos del Ministerio Público en Veracruz.
6.
HACIA DONDE CAMINA LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL LOCAL EN
MÉXICO
Del recorrido anterior, las evidencias son claras; existe una
heterogeneidad en la regulación de las legislaciones estatales sobre el tópico de
40
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
justicia constitucional, ello puede provocar la desnaturalización de los
instrumentos de control de la Constitución local y alentar a otros Estados, a
imitar la tendencia observada en las cinco legislaciones analizadas y por simple
moda instaurar, aparentemente, mecanismos de control constitucional en las
demás entidades federativas; sin embargo, es conveniente desde ahora, empezar
a establecer bases firmes sobre las cuales deben desprenderse las reglas
jurídicas en materia de justicia constitucional, a efecto de evitar la disparidad
reglamentaria e incongruencia.
Es notorio, como en la medida en que fueron apareciendo instrumentos de
control constitucional, desde la primer versión instaurada en Veracruz, las
subsecuentes legislaciones continuaron un proceso de deformación de los
controles; ello se nota en el simple dato arrojado en el número de procesos
constitucionales, mientras que en Veracruz nació con seis procedimientos,
Coahuila solo le imitó con cuatro; hasta llegar al caso mas reciente, Quintana
Roo, que sólo incluyó tres procedimientos; esta simple evidencia, es muestra
clara de que tal vez, la instauración de juicios constitucionales del orden local, se
ha dado en los últimos casos como mera imitación a los veracruzanos; pero no
ha existido un debate claro de la importancia que tiene para la entidad federativa
y para la Constitución local, contar con mecanismos garantes de la supremacía
constitucional estatal. Incluso, puede observarse que lejos de presentar una
innovación las legislaciones siguientes a Veracruz, hay un demérito en ello; el
caso concreto del juicio de protección constitucional que sólo fue incluido en la
legislación tlaxcalteca, no así en las demás entidades.
Que hacer entonces, frente a esta realidad. Cómo evitar que la
incorporación de nuevas legislaciones a los temas de justicia constitucional se
haga en demérito de la propia protección constitucional. No es sencillo apuntar
soluciones totales ante la complejidad del asunto; sin embargo, existen algunas
ideas en la doctrina mexicana que ya anuncian posibles respuestas. César
Astudillo Reyes, plantea una alternativa que la llama “un espacio de centro”63;
que no es otra cosa que la solución desde la Constitución federal y afirma:
El paulatino sometimiento y vinculación de los poderes públicos a sus
prescripciones –la Constitución-, la dotan de los niveles de coacción suficientes
para constreñir a los poderes reformadores locales a voltear hacia ese centro, con
el objeto de introducir sistemas de justicia constitucional bajo bases que
racionalicen su adopción y reduzcan los márgenes de heterogeneidad entre los
modelos en aras de la certeza jurídica. El ejercicio de vertebración apuntado, dado
su fin armonizador, no podrá dejar de observar aquellos instrumentos para
generar la coordinación y colaboración entre la doble jurisdicción constitucional
producida a efecto de evitar tensiones entre sistemas.64
La tesis de Astudillo es acertada, si la pretensión es homogenizar y
uniformar los procesos de control constitucional del orden local; la solución es
establecer los principios rectores desde la Constitución federal, a los cuales deben
someterse todas las representaciones legislativas estatales. Ahora, sobre qué
principios rectores debe estructurarse desde la Constitución federal, la justicia
local en las Entidades federativas. El establecimiento de estos ejes rectores, debe
hacerse en el propio artículo 116 constitucional, por tratarse del precepto
63
64
Cfr. Derecho Constitucional, op cit.
Ibidem, pág. 34.
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41
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
dedicado a estructurar la organización interna de los estados integrantes de la
federación mexicana.
A continuación, se describen algunas ideas a considerar como principios
sobre los que debe versar la homogenización de la justicia constitucional:
a) Reconocimiento del principio de supremacía constitucional de las
constituciones locales. El principio fundamental para la existencia de
instrumentos de control constitucional, es la supremacía de la
Constitución; si la norma no goza de tal atributo, es innecesario pretender
preservar su vigencia. Del recorrido por las legislaciones estatales se pudo
dar cuenta que solo dieciséis de treinta dos Constituciones, consagran de
forma categórica el principio de supremacía constitucional. Desde la
Constitución federal, debe reconocerse textualmente el principio supremo
de las normas constitucionales locales, como normas rectoras y
homogenizadoras del orden jurídico estatal.
b) Un catalogo mínimo de instrumentos de control constitucional. Dentro
de este apartado, la Constitución federal debe determinar cuando menos,
un listado de procedimientos constitucionales en el orden estatal en los
que se incluyan invariablemente las acciones de inconstitucionalidad, las
controversias constitucionales, la acción de inconstitucionalidad por
omisión, el juicio de protección constitucional de los derechos
fundamentales, la cuestión de inconstitucionalidad y el control difuso de la
Constitución.
c) Determinar el órgano jurisdiccional de control constitucional. Esta
atribución debe continuar a cargo de los Poderes Judiciales de los Estados,
como órganos del poder local.
d) Garantizar
la
independencia
absoluta
de
los
magistrados
constitucionales. El control de la constitucionalidad debe ser ejercido por
Magistrados dotados de total independencia en el ejercicio de la
atribución; de lo contrario, el control sólo será una simulación. La
independencia de los Magistrados, debe incluir un sistema de
nombramiento libre de compromisos políticos y garantías en la estabilidad
del cargo.
e) Consagrar el principio de definitividad de las resoluciones dictadas por
el órgano de control constitucional local. Las resoluciones que dicten los
tribunales constitucionales del orden estatal, deben gozar del principio de
definitividad, en el que se agote en esta única instancia, el conflicto
constitucional, siempre y cuando no se haga interpretación o aplicación de
la norma constitucional federal. Este principio es vital, porque así se
reconocería la autonomía y respeto a la justicia local, evitando con ello
que el conflicto vaya a parar a la justicia federal.
f) Establecer la posibilidad de surtir competencia a favor de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en algunos conflictos constitucionales del
orden local. Debe dejarse la posibilidad de que a petición del tribunal
constitucional local, pueda turnar el conocimiento de un asunto a la
Suprema Corte de Justicia, cuando el conflicto de que se trate ponga en
grave riesgo la paz o seguridad de la entidad federativa.
g) El control difuso de la Constitución federal a cargo de los tribunales
constitucionales locales. Una forma de hacer efectivo el derecho
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consagrado en el artículo 133 de la Constitución federal, a favor de los
Jueces locales, es concediendo el control difuso a los tribunales
constitucionales locales; con ello se lograría controlar de mejor manera la
desaplicación de leyes contrarias al texto constitucional federal, por un
solo órgano local y no por todos los Jueces locales.
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LA INTERPRETACIÓN JUDICIAL
María Isabel Rodríguez del Río∗
SUMARIO: Introducción 1. Interpretación.1.1. Concepto 1.2. Cánones de la interpretación 1.3. La
interpretación de la ley. 1.4. La interpretación Jurídica en Ronald Dworkin 2.-Métodos de
interpretación 2.1. Histórico 2.2). Teolológico 3. Objetos, conceptos y teorías de la Interpretación
3.1. Conceptos de interpretación jurídica.3.2. Interpretación y Traducción 3.3. Teorías de la
interpretación jurídica. 3.4 La teoría escéptica de la interpretación.4. Interpretación jurídica 4.1. El
Derecho, objeto de la interpretación jurídica. 4.2. La interpretación de la ley como saber, prudencia
retórica. Conclusiones. Bibliografía.
INTRODUCCIÓN
En este artículo, se señalan algunos conceptos de interpretación de
acuerdo a diversas corrientes, ello debido a que hoy en día, es esencial para
nuestras practicas jurídicas como temas centrales que ocupa tanto de las
reflexiones doctrinales como de aspectos prácticos del ámbito jurídico, y de
forma especial, en el terreno de las tareas jurisdiccionales, pues el derecho
requiere ser interpretado cuando su significado no sea obvio, o existen lagunas,
lo cual se logra captar de acuerdo a las teorías y elementos de interpretación
explicados a través de la labor realizada por nuestro Máximo Tribunal, y que
quedan plasmados en el presente trabajo, siendo a través de ellos, que se puede
conocer que la incompletitud del derecho, causalmente sostienen que los
Tribunales tienen una doble función aplicar el derecho, crear nuevo derecho o
reformar el derecho existente, así también el de representar el modo más seguro
para llegar a una interpretación que posea un valor de verdad y rectitud. He
podido enriquecerme de modo extraordinario por el intercambio de ideas en los
conceptos, para entender que la interpretación judicial es tan esencial al derecho
siempre que esta sea objetiva y clara.
1.
INTERPRETACIÓN
1.1. Concepto
La palabra interpretación, proviene del latín interpretationem, acusativo
de interpretatio, onis, que significa “acción o efecto de interpretar, explicación,
traducción”.
∗
La autora de este artículo es Licenciada en Derecho, egresada de la Universidad Autónoma de
Nayarit, ingresó al Poder Judicial del Estado en el año de 1985 como mecanógrafa del Juzgado
Primero de Primera Instancia del Ramo Penal en esta ciudad; fue Secretario de acuerdos interino en
el Juzgado Segundo de Primera Instancia del Ramo Penal en esta ciudad, de 1989 a 1990;
Notificadora interina del Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Civil en esta capital de 1991
a 1992; Secretario de acuerdos en los Juzgados Mixtos de Primera Instancia de Tecuala, Tuxpan,
Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal, Primero de Primera Instancia del Ramo Familiar y
Segundo de Primera Instancia del Ramo Civil de este Partido Judicial y Secretario Proyectista del
Juzgado Mixto de Primera Instancia de Xalisco Nayarit. Fue Juez por Ministerio de Ley de los Juzgados
Mixtos de Primera Instancia de Tecuala y Xalisco Nayarit, en diversas fechas.
Actualmente es Secretario de Estudio y Cuenta adscrita a la Sala Penal del Tribunal Superior
de Justicia del Estado y cursó la Maestría en Administración e Impartición de Justicia que se imparte
en la Facultad de Derecho de la UAN. Entre los estudios de investigación que llevó a cabo como
estudiante de la Maestría se encuentra este artículo.
44
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
A su vez interpretatio deriva del verbo interpretor, aris, “servir de
intermediario, venir en ayuda de”, así como “explicar”. Además, puede significar
también “aclarar el sentido de” o “entender de cierta manera”; de la misma raíz,
interpres, “negociador, intérprete, explicador, traductor” o “mediador”.
Actualmente la Real Academia Española, le otorga siete sentidos distintos
a la palabra interpretar; sin embargo, sólo dos de ellos se correlacionan con el
criterio jurisprudencial; el primero define interpretar como explicar o declarar el
sentido de una cosa, y principalmente, el de textos faltos de claridad, mientras que,
conforme al segundo sentido, consiste en explicar acertadamente o no, acciones,
dichos o sucesos que pueden ser entendidos de diferentes modos.
Es la falta de la capacidad de querer y entender, en el campo del Derecho
Penal.1
1.2. Cánones de la interpretación
Los criterios de interpretación, son las pautas que sirven de apoyo al
operador jurídico a la hora de interpretar las normas.
Es Savigny a quien se le atribuye haber realizado un estudio acerca de la
interpretación y haber sintetizado los elementos de la interpretación. Este autor,
distingue cuatro elementos en la interpretación: el gramatical, el lógico, el
histórico y el sistemático.
De acuerdo a Savigny, persiste hasta nuestros días; sin embargo, es
necesario señalar que a dicha clasificación le han sucedido otras que pueden
considerarse como un desarrollo de la labor efectuada por Savigny; de ahí, que
sea conveniente incluirlas en nuestra investigación.
El Máximo Tribunal reconoce seis criterios interpretativos: literal o
gramatical, sistemático, causal-teleológico, histórico tradicional, histórico
progresivo y el lógico, que, a decir de la doctrina más calificada, una justa
ponderación de estos elementos, representa el modo más seguro para
llegar a una interpretación que posea un valor de verdad y rectitud.
Criterio gramatical. El elemento o criterio gramatical, tiene por objeto el
estudio de las palabras utilizadas por el legislador para comunicar su
pensamiento. Este criterio exige que la interpretación de las normas se
realice en atención al sentido propio de las palabras. Karl Larenz identifica
este criterio bajo el nombre de sentido literal, y lo entiende como “... el
significado de un término o de una unión de palabras en el uso general del
lenguaje o, en caso de que sea constatable un tal uso, en el uso especial del
lenguaje de quien hable...”.
Criterio lógico. Cuando la ley se muestra poco explícita, es necesario
investigar por otros medios, cuál fue la voluntad que la inspiró; ante esta
situación, el operador jurídico puede llevar a cabo una interpretación
lógica. De acuerdo con Linares Quintana, el elemento lógico ayudará al
intérprete a desentrañar por medio del razonamiento, el pensamiento real
y psicológico del legislador al tiempo de dictar la ley. Para Francisco Gény,
la necesidad de utilizar el elemento lógico, deriva de que el texto legal no
1
Real Academia, Diccionario de la Lengua Española, t. II. 22ª. Ed. Madrid, España, Calpe, 2001, p.
1293.
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se nos ofrece como una proposición aislada, sino como una parte del todo
en su unidad y totalidad. Es por ello que este autor afirma que “cuanto más
extensas y complejas son las leyes manteniendo su unidad formal, mayor materia
encuentra la lógica en qué ejercitarse para la interpretación del texto.” El objetivo
de utilizar el elemento lógico es el de identificar, a través del
razonamiento, la correspondencia entre la ratio legis (razón de la ley o
razonamiento del legislador), o fin particular del precepto que se
interpreta, y los hechos a los cuales se pretende aplicar dicho precepto,
con el objeto de verificar si la norma se adapta a las exigencias de la
situación planteada ante el órgano jurisdiccional.
Criterio histórico. El elemento histórico dentro del proceso interpretativo
a decir de Savigny, cumple la función de conocer el estado del derecho
existente sobre una determinada materia en la época en que la ley ha sido
dada.
Para Luis Legaz y Lacambra, este criterio consiste en considerar los
elementos y trabajos preparatorios en los cuáles se puede encontrar un
aspecto de la voluntad del legislador; o bien, pueden ayudar a
esclarecerla. Dentro de los llamados trabajos preparatorios encontramos
la exposición de motivos, proyectos, discusiones parlamentarias en ambas
cámaras e informes que suelen preceder.
La interpretación histórica tradicional, sostiene la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que consiste en un análisis de los antecedentes
legislativos, los cuáles reflejan con mayor claridad en qué términos se
reguló anteriormente una situación análoga y cuál fue el objeto de tales
disposiciones; lo anterior, debido a que regularmente existe una conexión
entre la ley vigente y la anterior.
Por su parte, la interpretación histórica progresiva, toma en
consideración tanto las condiciones y necesidades existentes al momento
de la sanción del precepto constitucional, como las que se advierten al
llevar a cabo su interpretación y aplicación.
Criterio sistemático. Este criterio conforme a Savigny se puede apreciar
por completo el pensamiento del legislador; no es suficiente contar con un
conocimiento histórico de la legislación, sino que “es necesario que nos
expliquemos claramente la acción ejercida por la ley sobre el sistema general del
derecho y el lugar que aquélla ocupa en este sistema”.
Francisco Geny, al respecto, considera que el intérprete, no debe olvidar
que cada disposición legal tiene que ser considerada en su relación con las
demás normas como la parte de un todo. De acuerdo con este autor, la
utilidad de este criterio en el proceso interpretativo, es la de evitar
contradicciones entre normas de una misma legislación u ordenamiento.
En relación con este criterio, Couture, citado por J. Ramón Palacios,
sostiene que: “... lo que se interpreta no es el artículo, ni la institución, ni el
código, sino la totalidad del derecho"; lo cual significa que el intérprete, tiene
el deber de analizar armónicamente, el precepto discutido bajo todos los
puntos de vista y en relación en primer término, con el conjunto de
disposiciones que regulan la institución; después con el orden jurídico a
que pertenece, luego, con la totalidad de las normas del mismo género,
para concluir en el sistema general del derecho.
46
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De donde tenemos que al sistemático, le corresponde buscar que el
sentido de la disposición que se interpreta, guarde una relación armoniosa
con el resto de las normas que conforman la legislación y en general, del
orden jurídico al que pertenece, con el objeto de evitar contradicciones
entre ellas.
Los criterios interpretativos que se presentan como técnicas
argumentativas y que constituyen especificaciones del criterio sistemático
son:
Criterio de conformidad con la Constitución. Este criterio exige que
toda interpretación tome en consideración la Norma Fundamental de un
determinado país.
Criterio de conservación de las normas y de la continuidad del
ordenamiento. Por un lado, la conservación de las normas, tiene la
función de exigir que la actividad interpretativa agote todas las
interpretaciones posibles antes de invalidar una norma; y por otro lado, la
continuidad del ordenamiento, obliga a intentar una interpretación del
enunciado que no lo invalide.
Criterio de la plenitud. Sirve al sistemático, ya que exige que el
significado que se pretenda atribuir a una norma, debe partir de la base
de que el ordenamiento contiene todos los elementos necesarios para ello,
por ser un todo completo o pleno.
Criterio de la no-redundancia. Parte del presupuesto de que el
ordenamiento jurídico es un conjunto de normas racionales, motivo por el
cual, no hay cabida a la existencia de normas que reiteren el mismo
mandato.
Criterio analógico. Conforme a este criterio, cuando el ordenamiento
jurídico no prevea la norma exactamente aplicable al caso específico, el
juzgador debe hacer uso de la analogía y considerar lo que señalen otros
ordenamientos jurídicos
Criterio de la coherencia. Este criterio viene a indicar que todas las
normas deben interpretarse de modo tal, que se evite su contradicción
con otras normas constitucionales.
Criterio de ordenación. Se contienen tres criterios de interpretación: el
jerárquico, el de especialidad y el cronológico.
Criterio de reducción al absurdo. Se utiliza para justificar el rechazo a
la atribución de significado de un enunciado jurídico, por las
consecuencias absurdas que acarrearía.
Criterio de la naturaleza de las cosas. Sugiere que la interpretación
sistemática de un enunciado jurídico se realice, en atención a la esencia
de la norma o de la institución a la cual se refiere, es decir, el intérprete
debe encontrar la naturaleza de lo que interpreta dentro del ordenamiento
jurídico.
Criterio de contrapeso. Permite que un enunciado normativo pueda ser
interpretado en atención a los valores y bienes constitucionales.
Criterio de razón mayor o argumento a fortiori. Mediante él, el
intérprete puede incluir en sus términos aparentemente referidos a un
único sujeto o clase de sujetos, otros sujetos o clases; o bien, otros
comportamientos o clases de comportamientos.
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Estos criterios interpretativos, constituyen la característica esencial de
nuestra cultura jurídica actual, donde los cánones interpretativos
representan sólo un recurso argumentativo para mostrar que la regla
extraída del ordenamiento, es una regla justificable, en el marco de dicho
ordenamiento.
El Máximo Tribunal de la Nación, además de los cuatro criterios
interpretativos señalados por Savigny, reconoce y utiliza el criterio teleológico.
Este criterio explica Burgoa que “la denominación de dicho método obedece a lo que
los escolásticos llamaban la causa final” de todo acto humano, es decir, el conjunto de
motivos inspiradores o determinantes de la conducta del hombre y el cúmulo de objetivos
a lo que ésta propende.”2
1.3.- La interpretación de la ley
En el caso de la ley, su interpretación implica desentrañar el sentido que
encierra. La ley es un mandato general protector de un interés común y aplicable
a todos los casos que revistan la misma situación jurídica. Es decir, se trata de
una disposición general abstracta e impersonal. Los atributos de generalidad,
abstracción e impersonalidad de las leyes suponen que éstas tengan vigencia
indeterminada, se apliquen a todas las personas que se coloquen dentro de la
hipótesis prevista por ellas y que no se dirijan a una persona o grupo de
personas individualmente determinados; de lo contrario, la ley en cuestión
violaría el artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que prohíbe la expedición de leyes privativas.
1.4. La interpretación jurídica en Ronald Dworkin.
Luego de haber descalificado por medio de los principios la visión
positivista hartiana del Derecho reducido a las normas, arremete Dworkin contra
la teoría interpretativa postulada por su antecesor en Oxford Hart, entiende que
el juez se enfrenta inevitablemente a hipótesis en donde no aparece definida con
claridad en el sistema jurídico la solución a brindar, y allí el juez puede y debe
ejercer su discrecionalidad “creando” el Derecho aplicable que permita superar la
dificultad de un Derecho incompleto o indeterminado. La textura abierta del
lenguaje normativo o directamente la ausencia de norma reguladora del caso,
impone el discrecionalismo judicial. A esta posición le formulará Dworkin
básicamente tres críticas:
a) Es antidemocrática, en tanto altera el régimen de división de poderes
instalando al juez en el lugar del legislador, no obstante que son éstos los
elegidos por la sociedad para crear derecho;
b) es injusta desde que propone la aplicación retroactiva del derecho, dado que
ex post facto se aplica una solución, y,
c) contradice el lenguaje de los juristas, los justiciables van a los tribunales no a
pedir que se les cree el derecho sino a que se les reconozca.4
2
Según Savigny, http://html.rincondelvago.com/interpretacion-de-la-constitucion.html fecha de
consulta, 12 de septiembre de 2006.
4
LUIS VIGO, Rodolfo, Interpretación Jurídica, editores Rubinzal-culzoni, Santa Fe, Buenos Aires.
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2.
MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN
2.1 Histórico
Consiste en que el intérprete toma en consideración tanto las condiciones
y necesidades existentes al momento de la sanción del precepto constitucional,
como las que se advierten al llevar a cabo su interpretación y aplicación.
2.2. Teolológico
Es indispensable para conocer los valores o instituciones que se quisieron
salvaguardar por el Constituyente o el Poder Revisor; incluso lo considera como
un método privilegiado frente a otros, en la búsqueda de dicho objetivo.5
3.
OBJETOS, CONCEPTOS Y TEÓRICAS DE LA INTERPRETACIÓN
3.1. Conceptos de interpretación jurídica
La definición de interpretación (jurídica) que se ha ofrecido líneas arriba
en una primera aproximación requiere de alguna precisión, ya que el término en
cuestión no es usado por los juristas de forma constante y unívoca.
Un concepto amplio de interpretación.
En un sentido amplio interpretación se emplea para referirse a cualquier
atribución de significado una formulación normativa, independiente de dudas o
controversias. Según este modo de utilizar el término en examen, cualquier
texto, en cualquiera situación, requiere interpretación.
3.2.Interpretación y Traducción
Según el modo de ver, la interpretación es una especie de traducción. Más
precisamente: interpretación y traducción son cogenéricos. Tanto la
interpretación como la traducción, de hecho no son sino reformulaciones de
textos.
3.3 Teorías de la interpretación jurídica
Tres diversas teorías (o más bien, familias de teorías) de la interpretación,
se confrontan en la literatura jurídica moderna: una teoría “congnitiva” (o
formalista), una teoría “escéptica” y una teoría intermedia entre las dos
procedentes. En este contexto, el vocablo teoría, se refiere a un discurso en
torno a lo que la interpretación es; otra cosa son las doctrinas en torno a lo que
la interpretación debe ser ( o sea, en torno a los métodos que los intérpretes
deben adoptar, a los objetivos que deben perseguir y demás.)
Todas las teorías (o familias de teorías), en examen pueden ser
representadas como un particular modo de entender los enunciados
interpretativos; o sea, los enunciados de la forma estándar. “El texto “T” significa
S”. Además, todas estas teorías implican una distinta concepción de la
discrecionalidad judicial.
La teoría cognitiva o más comúnmente, “formalista” de la interpretación,
sostiene que la interpretación es una actividad de tipo cognoscitivo: interpretar
es verificar (empíricamente) el significado objetivo de los textos normativos y/o
5
Texto contenido dentro de la tesis de jurisprudencia P. XXVIII/98 sustentada en la novena época por
el Pleno de este Alto Tribunal que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, tomo VII, abril de 1998, página: 117.
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la intención subjetiva de sus autores (típicamente: la autoridad legislativa.) Esto
equivale a decir que los enunciados de los intérpretes (“El Texto “T” significa S”)
son enunciados del discurso descriptivo, o sea, enunciados de los cuales se puede
comprobar la veracidad o falsedad.
3.4 La teoría escéptica de la interpretación.
La teoría escéptica de la interpretación sostiene que la interpretación es
una actividad no de conocimiento, sino de valoración y de decisión. Esta teoría se
funda sobre la opinión de que no existe algo así como el significado “propio” de
las palabras, ya que toda palabra puede tener, o el significado que le ha
incorporado el emitente, o el que le incorpora el que usa, y la coincidencia entre
uno y otro no está garantizada. 7
4.
LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA
4.1 El derecho objeto de la interpretación jurídica
El problema ontológico jurídico, centrado en la definición del derecho,
aparece como prioritario. Es que dilucidando el quid jus reconocemos el fin del
oficio o arte jurídico, es decir, aquello que se busca en la interpretación jurídica.
Siguiendo el concepto Villeyano, consignemos su preocupación etimológica al
exteriorizar insatisfacción por el término “derecho” (droit), y su preferencia por la
denominación griega: To dikaion, y la latina jus, cuyos significados eran “lo
justo”. En aras de saber qué es el derecho para Villey, corresponde advertir que
reconoce en dicho término básicamente una doble acepción o sentido: uno que
llama originario o principal y otro que denomina derivado.
El derecho en sentido originario: lo justo (to dikaion.)
El derecho en un sentido propio o principal es definido por Villey como
“una buena proporción (entre los bienes que se reparten entre unas personas),
una cosa, el objeto de la justicia”, o “aquello que merece (cada uno) con relación
a aquello que merecen los otros miembros del grupo social”. Más si el derecho es
lo justo, es una buena proporción entre las cosas que se reparten en una
sociedad de manera que cada una tenga “lo que exige una medida recta, una
cierta igualdad”, recuerda Villey siguiendo las enseñanzas de Aristóteles que esa
igualdad (isor), en la que consiste el derecho, es de dos tipos: proporcional o
aritmética, las que corresponden a las justicias distributiva y conmutativa,
respectivamente. La igualdad proporcional regula las distribuciones de bienes,
honores y cargas públicas, de modo que se realicen de acuerdo con las calidades
y merecimientos y no en la misma medida para todos los casos. La igualdad
aritmética rige la materia de los intercambios de bienes en orden a que por vía
de los contratos o los delitos no se altere la proporción entre bienes y
ciudadanos. Claramente privilegia Villey la justicia distributiva, siendo la justicia
conmutativa un anexo o correctivo de esas distribuciones.
El derecho en sentido derivado: el arte jurídico
Al precisar el sentido originario del derecho, hemos discernido los dones
de la justicia, lo que equivale a fin del derecho y de ese modo hemos identificado
la esencia misma del derecho. Pero ya advertimos que Villey reconoce también
un sentido derivado del jus, concretamente cuando se lo emplea para designar el
7
VÁZQUEZ, Rodolfo, Interpretación Jurídica y Decisión judicial, México D.F. Distribuciones
Fontarama, 1998.
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oficio del arte jurídico (ars qua ognoscitur justum.) Para logra que la justicia
impere en la sociedad, para que cada uno reciba lo que le corresponde, no basta
la presencia de los particulares, sino que requiere de la presencia de la autoridad
y órgano público dotado de imperiun con capacidad para mandar lo justo y logra
que se cumpla lo prescrito; pero además, se necesita de la función de la
jurisdictio, a cargo de los juristas, o sea de aquellos especialistas capacitados
para definir el to dikaion, lo justo, lo suyo de cada uno, el quid juris.
4.2. La interpretación de la ley como saber, prudencia retórica
La interpretación jurídica como saber prudencial
El conocimiento jurídico, siendo constitutivamente práctico, no tiene por
objeto la contemplación de una esencia inteligible; sino, que su finalidad es dirigir
o valorar con mayor o menor precisión y rectitud a la conducta humana en la que
aparece comprometida la justicia. Dicho saber ofrece distintos grados: filosófico,
científico y prudencial; precisamente a este último le compete el determinar y/o
poner en existencia a la concreta, contingente e histórica conducta jurídica. El
objeto terminal de la gnoseología jurídica, es siempre una decisión a tomar en
una circunstancia concreta y es responsabilidad del nivel prudencial el procurar
aquí y ahora, la realización de la operación que dé o no le quite al otro lo suyo, a
tales fines tiene que indicar cuál de ellas, y llevarla acabo. El momento
“determinador” y “creador” de lo suyo, de los individuos, grupos y la sociedad
política; pasan por la prudencia jurídica. 8
CONCLUSIONES
UNICA. El objetivo de este trabajo es el establecer la importancia que
tiene el estudiar y comprender los conceptos de interpretación judicial.
BIBLIOGRAFÍA
Real Academia, Diccionario de la Lengua Española, T. II. 22ª. Ed. Madrid, España Calpe,
2001, p. 1293
LUIS VIGO Rodolfo, Interpretación Jurídica, editores Rubinzal-culzoni, Santa Fe, Buenos
Aires
8
LUIS VIGO Rodolfo, Interpretación Jurídica, 1999, editores Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, Buenos
Aires.
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LOS ALIMENTOS EN EL CONCUBINATO
María Teresa Briseño Velázquez∗
SUMARIO: Introducción. I. Concepto. 2. Elementos integrantes del concubinato 3. Planteamiento del
problema 4. Acción Jurisdicción y Proceso 5. Cesación del derecho alimentario. Conclusiones.
Propuesta. Fuentes de consulta. Bibliografía. Legislación. Internet.-
INTRODUCCION
El Concubinato es una unión de hecho con caracteres de estabilidad y
permanencia; quedando indudablemente excluidas de su concepto, tanto la unión
transitoria de corta duración cuanto las relaciones sexuales estables; pero no
acompañadas de cohabitación. En diversos aspectos, la problemática del
concubinato ha variado sustancialmente con el transcurso del tiempo; por tanto,
el presente trabajo se realiza con el objeto de analizar a la luz del derecho
familiar, el derecho de percibir alimentos por parte de los concubinos.
1.
CONCEPTO
El concubinato es la situación de hecho en que se encuentran dos
personas de distinto sexo que hacen vida marital sin estar unidos en
matrimonio. (MONTERO, 1984 pag. 89)
Para definir al concubinato, en los diccionarios se hace referencia siempre
a la concubina; de tal forma, que se requiere entender primero el término
concubina para después pasar al concubinato. Concubina (del latín concubina),
manceba o mujer que vive y cohabita con un hombre como si éste fuera su
marido. Concubinario; por lo tanto, según el mismo diccionario será “el que tiene
concubinas y por último, concubinato (del latín concubinatus), comunicación o trato de un
hombre con su concubina”. (Diccionario de la Lengua Española, Décima Novena
Edición, Madrid, 1970.) Citado en el texto de (CHAVEZ, 2003, pag. 265), es
decir, se trata de la vida que el hombre y la mujer hacen como si fueran
cónyuges sin estar casados; de la cohabitación o acto carnal realizado por un
hombre y una mujer, cuya significación propia y concreta no se limita.
2.
ELEMENTOS INTEGRANTES DEL CONCUBINATO
Cohabitación, comunidad de vida y de lecho
El rasgo que distingue una unión concubinaria de una mera relación
circunstancial, es el de la cohabitación.
Si los sujetos carecen de un domicilio común, no es posible sostener la
existencia de un concubinato para los diversos efectos que este puede invocarse
en el ámbito jurídico.
Esta cohabitación implica la comunidad de vida; es decir, posibilita que la
pareja, en mayor o menor medida, comparta la vida en todos esos aspectos que
∗
Secretario de Estudio y Cuanta adscrita a la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
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determinan situaciones que exigen consideración y solución por parte del
derecho.
El hablar de comunidad de vida, implica lo que atañe a ese aspecto intimo
que, en el ámbito matrimonial, es común a los cónyuges.
Cohabitación debe conllevar la comunidad de lecho, es decir, la existencia
entre los sujetos de relaciones sexuales o, al menos, la apariencia de ellas, dado
el modo íntimo en que comparten la vida. Careciéndose de este elemento, la
cohabitación puede implicar otras situaciones muy distintas.
La unión del hombre y la mujer, consiste en una comunidad de hecho, de
habitación y de vida, debe ser susceptible de público conocimiento; es decir, no
debe ser ocultada por los sujetos.
Permanencia
La relación de los concubinos no puede ser momentánea, ni accidental,
debe ser duradera; a tal punto que, faltando esta modalidad, resultarían
inaplicables la casi totalidad de los efectos que cabe adjudicar al concubinato.
En algunos fallos se ha dicho que el concubinato requiere "carácter de
permanencia". Así como en el matrimonio, también en el concubinato puede
haber breves rupturas, momentáneas separaciones seguidas de pronta
reconciliación, sin que ello afecte el carácter de permanencia que la relación
presente.
3.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En nuestro estado de Nayarit, es indudable que uno de los problemas más
fuertes y generalizados por los que atravesamos, es la separación cuando se vive
en concubinato; dado que existe un gran número de parejas que se encuentran
unidas en una situación de hecho sin estar unidas en matrimonio, pero que,
cuando se da esta separación, no existe ninguna obligación civil para el
concubinario: no obstante, de que se vivió por largo tiempo en dicha unión con
las mismas cargas y obligaciones que una unión regida bajo un contrato
matrimonial, razones por las cuales considero, se debe de imponer la obligación
al concubino responsable de la separación, de proporcionar alimentos al inocente.
4.
ACCION, JURISDICCIÓN Y PROCESO
En el caso del concubinato, plenamente configurado, estamos ante una
relación que se ha prolongado por determinado tiempo y presenta rasgos serios y
firmes, y durante el cual, la debilidad femenina ha encontrado apoyo en el
concubino, y éste ha recibido de la concubina la que habitualmente un marido
recibe de una esposa; moralmente puede considerárseles obligados a contribuir a
su subsistencia
Al ocuparme de la prestación alimentaría, expongo mi trabajo tendiente a
sostener la existencia de una obligación natural de alimentar a la concubina, que
pesa sobre el concubino culpable, señalándose como ejemplo el siguiente:
Gabriel “N” “N”, vivió en concubinato con Yanira “N” “N”, habiendo procreado tres
hijos, que a la fecha cuentan con 17, 18 Y 20 diez años de edad, sin embargo y
dado que Gabriel, conoció a una persona de nombre Jacqueline, decidió
separarse de su concubina con la cual tenía viviendo veintiún años, conviviendo
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como esposos, sin que Yanira pueda reclamarle cantidad alguna por concepto de
alimentos, y que él de propia voluntad no le entrega en lo absoluto ni una
mínima cantidad, asimismo que los dos hijos mayores de edad, a la fecha ya se
encuentran actualmente casados, demandándole únicamente por el pago de
alimentos del menor de diecisiete años, situación de la cual se evidencia que
Yanira, le entregó parte de su vida en atenciones y cuidados a Gabriel el cual
cuenta con un excelente trabajo, que a la fecha es una persona de 47 años de
edad, y que por lo mismo, no es fácil que encuentre un trabajo, que por su
estado de vida (concubinato) no se preparó, asimismo las dificultades
económicas se le presentarán al quedar en desamparo, después de haber
recibido el apoyo del concubino; por lo cual considero que existiendo en el estado
de Nayarit, la existencia de muchas Yaniras, que por diversas circunstancias se
ven involucradas en una situación semejante, se debe de adicionar un capítulo en
el Código Civil del Estado de Nayarit, en el cual se establezca el derecho de
percibir alimentos en el Concubinato, con lo cual esta situación de hecho pasaría
a ser una institución jurídica. Por tanto la acción a ejercitar sería la del pago de
alimentos, la cual debe promoverse conforme a lo dispuesto en el Libro Cuarto,
Titulo Primero, en la Vía de Controversias del Orden Familiar, y respecto al
proceso si la comparecencia es por escrito, deberá procederse en términos de lo
dispuesto por el artículo 466 del Código de Procedimientos Civiles Vigente en la
Entidad, el cual señala: Si la comparecencia es por escrito, se correrá traslado
por cinco días, al demandado para que conteste, debiendo las partes ofrecer sus
pruebas en sus respectivos escritos, señalándose desde el auto inicial la fecha de
la audiencia en la que se admitirán las pruebas que procedan, se desahogaran las
mismas y se citará para sentencia.
(Nota: Se puso de ejemplo una mujer porque generalmente es más frecuente
que ocurra así, sin embargo no se descarta la posibilidad de que se dé el caso en
un hombre, con el cual se seguiría el mismo procedimiento.
5.
CESACIÓN DEL DERECHO ALIMENTARIO
Declarada la separación personal, los alimentos previstos para el
concubino inocente, deberán cesar si el alimentario vive en concubinato con
diversa persona o incurre en injurias graves contra el alimentante o si contrae
matrimonio.
Resulta razonable que quien ya ha formado un nuevo hogar, conviviendo con otra
persona, compartiendo la vida en sus diversos aspectos, no requiera alimentos
de quien fue su concubino, pues debe hallar en el ámbito del nuevo hogar la
satisfacción de sus necesidades.
CONCLUSIONES
Que el concubinato, no constituye una fuente de derechos entre éstos, y
en sí mismo, no produce efectos jurídicos. Así mismo que a la fecha en el estado
de Nayarit, no es una institución reglamentada en la legislación vigente en
cuanto a alimentos se refiere.
Una materia tan delicada, como es el concubinato, que afecta a tan
diversos aspectos de la vida y las negociaciones de personas que durante años
permanecen unidas, tiene que contar con soluciones claras y objetivas.
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Si el derecho a través de la construcción jurisprudencial, ya lo ha
recogido, sería más práctico y útil que la recogiera también a través de la norma
legal.
Los problemas de orden legal emergentes del concubinato, requieren cada
vez más atención legislativa. Las uniones concubinarias son una realidad entre
nosotros y sus efectos jurídicos, por la importancia que revisten, no pueden
permanecer por más tiempo fuera de una adecuada reglamentación legal.
La jurisprudencia, forzoso es reconocerlo, ofrece ya un buen número de
principios ordenadores de las relaciones emergentes de la unión libre; pero ellos
no bastan para dar completa solución a las múltiples y complejas cuestiones que
la vida presenta diariamente.
También debemos resaltar que si bien, nuestro Código se enrola en la
corriente abstencionista respecto de las uniones de hecho, a esta altura de los
acontecimientos, la ley no puede ignorar el hecho social de este tipo de uniones,
y continuar cerrando los ojos a una realidad que acarrea infinidad de veces
injusticias sobrevinientes, para aquéllos que resultan víctimas de esta situación
irregular; lo cierto, es que al derecho le corresponde la regulación de las
conductas humanas, y también es cierto, que una de las fuentes del derecho
radica en la costumbre y que si bien el derecho va a la zaga de los
acontecimientos, este tema se ha convertido en una seria asignatura pendiente
para el legislador.
PROPUESTA
Toda obligación alimentaria tiene en primer termino, un fundamento ético;
es una obligación natural de contenido moral derivada de un status comunidad
espiritual y material integrante del deber de asistencia que es de la naturaleza y
esencia del vinculo familiar o parentesco. Las causas que justificarían la
obligación de proporcionar alimentos al concubino responsable de la separación
serían entre otras el de proporcionar una mayor seguridad económica sobre el
futuro del concubino inocente, pues ello constituiría una solución que aseguraría
a la persona, la solidez económica necesaria para subsistir en la vida sin
angustias ni temores.
Por tales razones considero, que se debe adicionar un capitulo relativo al
Concubinato, dentro del cual se establezca un artículo en el que se consigne que
los concubinos están obligados recíprocamente a proporcionarse alimentos, tanto
en la vida en común, como una vez separados, siendo en este último caso, el
concubino culpable, el responsable a hacerlo, debiendo satisfacerse obviamente
los requisitos para que se considere justificada dicha institución jurídica.
Al efecto se insertan los siguientes criterios:
JURISPRUDENCIA
No. Registro: 182,577
Tesis aislada
Materia(s):Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XVIII, Diciembre de 2003
Tesis: VII.2o.C.83 C
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Página: 1435
PENSIÓN ALIMENTICIA PROVISIONAL. SI EL DEUDOR ALIMENTISTA AL
INTERPONER
EL
RECURSO
DE
RECLAMACIÓN
DESVIRTÚA
EL
CONCUBINATO ALEGADO, PROCEDE DEJARLA SIN EFECTOS (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE VERACRUZ.) Conforme al segundo párrafo del artículo 210 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado, en los casos donde se reclamen
alimentos, el juzgador podrá, en el auto admisorio de la demanda y atendiendo a
las circunstancias, establecer una pensión alimenticia provisional, sin perjuicio de
lo que se resuelva en la definitiva; por su parte, del numeral 233 en relación con
el diverso 1568, ambos del código sustantivo civil, se advierte que los concubinos
están obligados a darse alimentos, siempre y cuando ambos hayan permanecido
libres de matrimonio durante el concubinato. Por lo que si el demandado en la
reclamación justifica haber contraído matrimonio con diversa persona durante el
concubinato alegado por la actora, resulta conforme a derecho la resolución del
Juez en el sentido de que al no haberse cumplido el requisito libres de matrimonio,
a que alude el artículo 1568 indicado y, en consecuencia, tampoco la exigencia a
que se refiere el diverso 233 del propio código, se pueda reducir e incluso cancelar
la pensión provisional fijada a favor de aquélla, pues no basta la simple petición de
los alimentos para que se otorgue la providencia cautelar, sino que debe
atenderse a las circunstancias del caso, como sería la urgencia de la necesidad de
los alimentos por correr peligro su subsistencia o una necesidad esencial, así como
que se demuestre de manera indiciaria su derecho a recibirlos, por lo que es
perfectamente válido, ante una nueva reflexión del Juez, que en la reclamación se
pueda reducir e incluso cancelar la pensión provisional fijada por no estar en
presencia de la referida urgencia o no acreditarse en forma indiciaria el derecho de
quien lo solicita, sin que ello limite a la acreedora alimentaria para que en el
transcurso del juicio desvirtúe el contenido de los medios de convicción ofrecidos,
como tampoco que se prejuzgue respecto de la procedencia final de la acción
intentada, puesto que eso sólo podrá ser objeto de la sentencia que llegue a
dictarse. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO
CIRCUITO.
Amparo en revisión 384/2003. 28 de agosto de 2003. Unanimidad de votos.
Ponente: Isidro Pedro Alcántara Valdés. Secretario: Carlos Fuentes Valenzuela.
No. Registro: 344,233
Tesis aislada
Materia(s):Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: CIII
Tesis:
Página: 1529
CONCUBINA, ALIMENTOS EN FAVOR DE LA (LEGISLACIÓN DE JALISCO.)
La fracción VI del artículo 1302 del Código Civil establece el derecho de recibir
alimentos, en favor de la mujer con quien haya vivido el autor de una herencia,
como si hubiese sido su marido, durante los cinco años que precedieron
inmediatamente a su muerte. Ahora bien, debe estimarse que la actora en un
juicio sobre pago de alimentos demostró encontrarse en el caso de dicho precepto,
si presentó una copia certificada del acta de su matrimonio canónico con el de
cujus, celebrado más de doce años antes de la muerte de este, y rindió además
prueba testimonial, y si la autoridad responsable tuvo por demostrado el hecho del
matrimonio canónico y de ese derecho dedujo, como consecuencia ordinaria, la
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convivencia sexual entre las personas que lo celebraron, no incurrió con ello en
violación alguna.
Amparo civil directo 5826/47. Cerda Florentino M., sucesión de. 13 de febrero de
1950. Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Roque Estrada no intervino en la
resolución de este asunto por las razones que constan en el acta del día. Ponente:
Carlos I. Meléndez.
Nota: esta tesis se refiere al artículo 1302 del Código Civil del Estado de Jalisco,
vigente en el año en que se promovió el amparo respectivo.
FUENTES DE CONSULTA
Bibliografía
CHAVEZ ASENCIO, Manuel F., La Familia en el Derecho, Derecho de Familia y Relaciones
Familiares, Séptima Edición, Editorial Porrúa, México 2003.
CHAVEZ ASENCIO, Manuel F., La Familia en el Derecho, Relaciones Jurídicas Conyugales,
Editorial Porrúa, México 2003.
GOMEZ LARA, Cipriano, Derecho Procesal Civil, Oxford, Sexta edición, México, 2002.
MONTERO DUHALT, Sara, Derecho de Familia, Sexta edición, Editorial Porrúa, México
1984.
Legislación
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Nayarit, Decreto número 7519,
Reimpresión Enero de 2003.
Código Civil para el Estado de Nayarit, Decreto 6433, Reimpresión Enero de 2003.
Código Civil para el Distrito Federal, Berbera Editores, S.A. de C.V.
Internet
http://www.cal.orgpe/materiales/unionesnomatrimoniales.pdf.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
CRÓNICA RELATIVA A LA CREACIÓN Y ADICIÓN
DEL PARTADO "B" DEL ARTÍCULO 123
CONSTITUCIONAL
Manuel Méndez Gaitán
SUMARIO.- 1. Nacimiento del Artículo 123 de la Constitución de 1917. 2. Primera Ley Federal del
Trabajo. 3. Proyecto del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado. 4. Bases que
dieron o rigen a la adición del apartado "B" al Artículo 123 Constitucional. 5. Texto Actual del
Apartado "B" del Artículo 123 de nuestra Carta Magna.
1.
NACIMIENTO DEL ARTÍCULO 123 DE LA CONSTITUCIÓN DE 1917
El artículo 123 que regula las condiciones de trabajo, es el primero que lo
hace en el mundo en el ámbito constitucional, el constituyente de 1917 sentó las
bases mínimas para que el congreso de la Unión y las legislaturas de los estados
expidieran las leyes sobre el trabajo.
El 19 de Septiembre Don Venustiano Carranza, convocó a elecciones para
el Congreso Constituyente, señalando que éste habría de verificarse en la ciudad
de Querétaro, a partir del 1° de Diciembre, y con una duración máxima de dos
meses.
Una vez llevadas a cabo las elecciones en sólo 218 distritos de los 246, se
integró el Constituyente de Querétaro, el cual estaba integrado por 200
diputados. En el Congreso se pusieron de manifiesto dos tendencias; la
progresiva o avanzada, algunas veces denominada jacobina; era apoyada por el
Secretario de Guerra General Álvaro Obregón; y la conservadora que
representaba al grupo adicto al Primer Jefe y de ella formaba parte entre otros,
los autores del Proyecto de reformas Luis Manuel. Rojas, Félix Palavicini, José
Natividad Macías y Alfonso Cravioto.
El 20 de Noviembre dieron comienzo las sesiones preparatorias del
Congreso y el 1° de Diciembre, Venustiano Carranza, inauguró las sesiones del
Congreso presentando en su discurso el proyecto de reformas y recordó su
promesa anterior, hecha a reformar el Plan de Guadalupe, de conservar intacto el
espíritu liberal de la Constitución de 1857.
En el Proyecto de Reformas casi no se aportaba nada a favor de los
trabajadores, salvo una adición al artículo 5°, que establecía que:
"... El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por un
periodo que no exceda de un año y no podrá extenderse en ningún caso a la
renuncia, pérdida o menoscabo de los derechos políticos y civiles..."
En la vigésima tercera sesión ordinaria celebrada el 26 de Diciembre, bajo
la presidencia del diputado Luis Manuel Rojas, se inició la discusión del artículo 5°
del Proyecto; el Secretario dio lectura al dictamen de la Comisión en el que se
introducían modificaciones; alguna de ellas propuesta por Aquiles Elorduy, y se
desechaban las presentadas por Aguilar, Jara y Góngora. Éstas, relativas al
principio de la igualdad de salario en igualdad de trabajo y enfermedades
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RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
profesionales y al establecimiento de Comités de Conciliación y Arbitraje para la
resolución de los conflictos entre el capital y el trabajo.
En el Proyecto se había agregado un párrafo final en el que se señalaba:
"... La jornada máxima de trabajo obligatorio no excederá de ocho horas;
aunque éste haya sido impuesto por sentencia judicial. Queda prohibido el
trabajo nocturno en las industrias a los niños y a las mujeres. Se establece
como obligatorio el descanso..."
La discusión del artículo 5°, abarcó las sesiones de los días 26, 27 y 28 de
Diciembre. Como subrayó Cravioto, uno de los "carrancistas" fieles; no importaba
que los oradores se inscribieran en "pro" o en "contra". En realidad su oposición
resultaba el deseo de hacer más extensos los beneficios a la clase trabajadora.
En la sesión inicial tomó la palabra Manjares, y habló de la diferencia entre
revolución política y revolución social; mencionó que, en un principio, se había
peleado sólo por un cambio de gobierno; pero que al incorporarse a las fuerzas
de la Revolución, los obreros, los humildes, la raza, los indios, los yanquis, los
tlaxcaltecas y los de la sierra de Puebla, la lucha se había convertido en una
revolución social. Puso el ejemplo de la ley sonorense que creó la Cámara de
Trabajo y pidió que se dictara no un sólo artículo, sino todo un capítulo; todo un
título de la Carta Magna, que hiciera más explícita la situación de los
trabajadores. En ese momento, en la conjunción de la preocupación social de
Jara y de Múgica, éste como miembro de la Comisión; de Victoria, al establecer el
contenido; y de Manjarrez, al sugerir la forma, se concibió nuestro artículo 123.
El proyecto fue terminado el 13 de Enero, además de las firmas de los
miembros de la Comisión, presentaba las de otros 46 diputados que, o habían
intervenido en su redacción o, conociéndolo, le daban su aprobación previa.
Al sugerir al Secretario se votaran, aisladamente, el artículo 5°, el capítulo
del trabajo y el transitorio, la asamblea pidió se hiciera una votación conjunta. Se
tomó la votación nominal y por la afirmativa votaron 163 diputados. Había nacido
así el primer precepto que en el ámbito constitucional otorgó derechos a los
trabajadores. México pasaba a la historia como el primer país que incorporaba las
garantías sociales a una Constitución.
2.
PRIMERA LEY FEDERAL DEL TRABAJO
Una vez establecida la facultad del Congreso de la Unión para legislar en
materia de trabajo para toda la República, en el año de 1929, el Presidente
Emilio Portes Gil, somete a la consideración de este cuerpo legislativo su
proyecto de Código Federal del Trabajo, en el que se comprende al trabajador al
servicio del Estado en calidad de sujeto de derecho laboral; cuando la naturaleza
que presta al Estado, es exactamente igual a la naturaleza y al servicio que
origina y reglamenta el contrato de trabajo y en el que para nada conculca la
naturaleza del Poder Público, ni se afecta la vida del Estado.
Es en la exposición de motivos de la iniciativa de Ley Federal del Trabajo
de 1931, donde mayor claridad se plantean los términos del debate acerca de la
naturaleza de la relación jurídica entre el Estado y sus servidores.
El artículo 2° del Proyecto, establecía que estarían sujetos a las
disposiciones de la Ley, todos los trabajadores y los patrones, inclusive el Estado
(la Nación, las Entidades Federativas y los Municipios) cuando tengan el carácter
de patrón.
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El Estado asume ese carácter respecto de los servicios que no constituyen
ejercicio de poder público ni son medio indispensable para ese ejercicio; sino,
actividades de producción encaminadas a satisfacer necesidades de orden
económico.
Los Tribunales a quienes corresponda la interpretación de esta ley, no
podrán considerar a ella, a los funcionarios de elección popular, a las personas
que desempeñen empleos en virtud de nombramiento expedido a su favor por
autoridad competente, a los miembros del ejército, a la policía y de la armada, ni
a quienes trabajen en servicio o del Poder Público.
De tal contenido, se advierte que al Proyecto del Código Federal del
Trabajo, se incorporaron reglas expresas en torno a la cuestión. Dicho Proyecto
no prosperó y no fue sino hasta la Ley Federal del Trabajo de 1931, que la
primera norma positiva apareció para regular las relaciones del Estado con sus
trabajadores. Así, en su artículo 2°, disponía que las relaciones entre el Estado y
sus servidores se regirán por las leyes del servicio civil, que implicaba en su
denominación tan sólo la intención de distinguir a esta clase de servidores de la
Nación, de un servicio militar con el cual; no obstante, se guardaban algunas
semejanzas.
La Ley Federal del Trabajo de 1931, no indicaba que órgano habría de ser
competente para expedir dichas leyes, y su fórmula era demasiado general al
mencionar al Estado; pero hacía de lado (al menos aparentemente), a los
trabajadores al servicio de los Estados, del Departamento del Distrito Federal y
de los Municipios.
En el mes de Abril de 1934, el Presidente Abelardo L. Rodríguez, dicta un
acuerdo sobre organizaciones y funcionamiento del servicio civil para el Poder
Ejecutivo de la Unión. Este acuerdo tuvo vigencia hasta el día 30 de Noviembre
de ese mismo año y el solo nombre que lleva, explica su naturaleza.
3.
PROYECTO DEL ESTATUTO JURÍDICO PARA LOS TRABAJADORES AL
SERVICIO DEL ESTADO
A finales del año de 1937, un Proyecto de Ley, crea el Estatuto Jurídico
para Trabajadores del Estado, el cual, se inclinó por considerar como laborales
las relaciones entre el Estado y sus servidores; inició su vigencia a partir del 5 de
Diciembre de 1938. Así se desprende el contenido del Estatuto, que incluye los
derechos del asalariado, a la estabilidad en el empleo, al escalafón, a
indemnización por separación injustificada y riesgos profesionales, a la jornada
de trabajo, pago de tiempo fuera de ella, al descanso, a la higiene en los centros
de trabajo, a la prevención de accidentes; así como al derecho de asociarse
sindicalmente, al de huelga y al establecimiento de un tribunal independiente.
Todos los derechos tanto individuales como colectivos del trabajo, aparecen en
este ordenamiento jurídico.
Este ordenamiento llamado Estatuto Jurídico, se vio sustituido en breve
lapso, por otro Estatuto del 4 de Abril de 1941, reformado en 1947; que, como
todo lo anteriormente vigente en la materia, fue catalogado de inconstitucional.
Así surgió la necesidad de elevar a rango constitucional las previsiones
jurídicas reguladoras de las relaciones de trabajo entre el Estado y sus
trabajadores. El Presidente Adolfo López Mateos, envía al Congreso de la Unión, a
través de la cámara de senadores, un proyecto de reformas a la Constitución
60
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
General de la República, tendientes a incorporar en ella los principios de
protección para el trabajo de los servidores del Estado.
4.
BASES QUE DIERON ORIGEN A LA ADICIÓN DEL APARTADO "B" AL
ARTÍCULO 123 CONSTITUCIONAL
En la exposición de motivos del proyecto de reformas, el Presidente Adolfo
López Mateos, reconoce que los trabajadores al Servicio del Estado, por diversas
y conocidas circunstancias, no habían disfrutado de todas las garantías sociales
que el artículo 123 de la Constitución General de la República, consigna para
todos los demás trabajadores.
Esto motivó a la adición del apartado "B" del artículo 123 Constitucional,
promulgada el 5 de Diciembre de 1960, y que terminó con las discusiones, al
menos en lo que toca a los trabajadores al servicio de los poderes de la Unión y
del Gobierno del Distrito Federal, a los que aludió desde un principio, enviado a
los trabajadores al servicio de los Estados y Municipios.
Este apartado "B" del artículo 123, se reglamentó por la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado, la cual, en su artículo 8° excluyó a ciertos
trabajadores que en principio desempeñan funciones a favor del Estado; pero,
que por aspectos peculiares han merecido un trato diverso del genérico.
De esta manera, al expedirse en el ámbito federal, el Estatuto Jurídico de
los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión, se inició la transferencia
de esta materia del Derecho Administrativo al Derecho Público y en 1960, cuando
se adicionó con un apartado "B" el artículo 123 de la Constitución Federal, las
disposiciones que regulan las relaciones del Gobierno Federal con sus servidores
públicos; éstos se incorporan al ámbito del Derecho Social.
No obstante lo anterior, la Constitución General permaneció siendo omisa
respecto al estatus de los servidores públicos de los Estados y de los Municipios,
hasta que entró en vigor la fracción IX del artículo 115 constitucional, que
estableció las reglas para que los Estados legislaran sobre las relaciones de
trabajo entre los Estados y sus trabajadores, con base en lo dispuesto en el
artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; lo cual
motiva y asigna al Congreso Estatal la facultad para legislar al respecto y con
ello, la normatividad laboral para los servidores públicos del Estado, así como de
los Municipios.
El tratadista Mario de la Cueva ya había establecido que uno de los más
bellos efectos de poder expansivo del Derecho del Trabajo, consistió en sustraer
del Derecho Administrativo el capítulo de las relaciones entre el Estado y sus
servidores, transformándolo en una de las especies de la relación de trabajo y
que no está muy lejano el día en que el Derecho Mexicano del Trabajo, se
transforme en el Estatuto Universal para el Trabajo, independientemente de la
naturaleza de éste, de su forma de realización y de la persona a quien se preste.
5.
TEXTO ACTUAL DEL APARTADO "B" DEL ARTÍCULO 123 DE
NUESTRA CARTA MAGNA.
Artículo 123.-Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al
efecto se promoverán la creación de empleos y la organización social para el
trabajo, conforme a la Ley.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
El Congreso de la Unión sin contravenir a las bases siguientes, deberá expedir
leyes sobre el trabajo, las cuales regirán:
B.- Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus
trabajadores:
I.- La jornada diaria máxima de trabajo diurna y nocturna será de ocho a siete
horas, respectivamente. Las que excedan serán extraordinarias y se pagarán con
un ciento por ciento más de la renumeración fijada por el servicio ordinario. En
ningún caso el trabajo extraordinario podrá exceder de tres horas diarias ni de tres
veces consecutivas;
II.- Por cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador de un día de descanso,
cuando menos, con goce de salario íntegro;
III.-Los trabajadores gozarán de vacaciones, que nunca serán menores de veinte
días al año;
IV.- los salarios serán fijados en los presupuestos respectivos, sin que su cuantía
pueda ser disminuida durante la vigencia de éstos.
En ningún caso los salarios podrán ser inferiores al mínimo para los trabajadores
en general en el Distrito Federal y, en las entidades de la República;
V.- A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el sexo;
VI.- Sólo podrán hacerse retenciones, descuentos, deducciones o embargos al
salario, en los casos previstos en las leyes;
VII.- La designación del personal se hará mediante sistemas que permitan apreciar
los conocimientos y aptitudes de los aspirantes. El Estado organizará escuelas de
administración pública;
VIII.- Los trabajadores gozarán de derechos de escalafón a fin de que los ascensos
se otorguen en función de los conocimientos, aptitudes y antigüedad. En igualdad
de condiciones tendrá prioridad quien represente la única fuente de ingreso en su
familia;
IX.- Los trabajadores sólo podrán ser suspendidos o cesados por causa justificada,
en los términos que fije la ley.
En caso de separación injustificada tendrán derecho a optar por la reinstalación en
su trabajo o por la indemnización correspondiente, previo el procedimiento legal.
En los casos de supresión de plazas, los trabajadores afectados tendrán derecho a
que se les otorgue otra equivalente a la suprimida o a la indemnización de ley;
X.- Los trabajadores tendrán el derecho de asociarse para la defensa de sus
intereses comunes. Podrán, asimismo, hacer uso del derecho de huelga, previo el
cumplimiento de los requisitos que determine la ley, respecto de una o varias
dependencias de los Poderes Públicos, cuando se violen de manera general y
sistemática los derechos que este artículo les consagra;
XI. La seguridad social se organizará conforme a las siguientes bases mínimas:
cubrirá los accidentes y enfermedades profesionales; las enfermedades no
profesionales y maternidad; y la jubilación, la invalidez, vejez y muerte.
En caso de accidente o enfermedad, se conservará el derecho al trabajo por el
tiempo que determine la ley.
Las mujeres durante el embarazo no realizarán trabajos que exijan un esfuerzo
considerable y signifiquen un peligro para su salud en relación con la gestación;
gozarán forzosamente de un mes de descanso antes de la fecha fijada
aproximadamente para el parto y de otros dos después del mismo, debiendo
percibir su salario íntegro y conservar su empleo y los derechos que hubieren
adquirido por la relación de trabajo. En el periodo de lactancia tendrán dos
descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a sus
hijos. Además disfrutarán de asistencia médica y obstétrica, de medicinas, de
ayudas para la lactancia y de los servicios de guarderías infantiles.
62
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Los familiares de los trabajadores tendrán derecho a asistencia y medicinas, en los
casos y en la proporción que determine la ley.
Se establecerán centros para vacaciones y para recuperación, así como tiendas
económicas para beneficio de los trabajadores y sus familiares.
Se proporcionarán a los trabajadores habitaciones baratas, de arrendamiento o
venta, conforme a los programas previamente aprobados. Además, el Estado
mediante las aportaciones que haga, establecerá un fondo nacional de la vivienda
a fin de constituir depósitos a favor de dichos trabajadores y establecer un sistema
de financiamiento que permita otorgar a éstos crédito barato y suficiente para que
adquieran en propiedad habitaciones cómodas e higiénicas, o bien para
construirlas, repararlas, mejorarlas o pagar pasivos adquiridos por estos
conceptos.
Las aportaciones que se hagan a dicho fondo serán entregadas al organismo
encargado de la seguridad social regulándose en su ley y en las que corresponda,
la forma y el procedimiento conforme a los cuales se administrará el citado fondo y
se otorgarán y adjudicarán los créditos respectivos;
XII.- Los conflictos individuales, colectivos o intersindicales serán sometidos a un
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, integrado según lo prevenido en la ley
reglamentaria.
Los conflictos entre el Poder Judicial de la Federación y sus servidores serán
resueltos por el Consejo de la Judicatura Federal; los que susciten entre la
Suprema Corte de Justicia y sus empleados serán resueltos por esta última;
XIII. Los militares, marinos y miembros de los cuerpos de seguridad pública, así
como el personas del servicio exterior, se regirán por sus propias leyes.
El Estado proporcionará a los miembros en el activo del Ejército, Fuerza Aérea y
Armada, las prestaciones a que se refiere el inciso f) de la fracción XI de este
apartado, en términos similares y a través del organismo encargado de la
seguridad social de los componentes de dichas instituciones;
XIII bis.- El Banco Central y las entidades de la Administración Pública Federal que
formen parte del sistema bancario mexicano regirán sus relaciones laborales con
sus trabajadores por lo dispuesto en el presente apartado, y
XIV.- La Ley determinará los cargos que serán considerados de confianza. Las
personas que los desempeñen disfrutarán de las medidas de protección al salario y
gozarán de los beneficios de la seguridad social. 1
1
La Constitución del pueblo Mexicano. Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión LVIII
Legislatura Primera edición, agosto del año 2001.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Ensayos
XALISCO Y SU FERIA.
Entre un ayer que se niega a desaparecer y un presente en transición.
María Arcelia López Álvarez∗
Recordar el pasado, lleva a remontarse a espacios y sucesos por lo
general agradables que quedan en la memoria; pero también, se registran
aquellos impactantes que ocasionalmente no se pueden comprender y que
intentamos afanosamente darles un significado.
La trama histórica de los pueblos se desarrolla en un entretejido espacio,
donde sus moradores buscan satisfacer necesidades de diferentes formas. Al
asumir el complejo mundo cultural, social, político y económico, los lleva a
mostrar a los demás lo que saben hacer, lo que producen, lo que sienten que
es mejor o puede ser digno de admirar, porque lo suyo es diferente; además,
tratan de mostrar a propios y extraños el esfuerzo del trabajo de la tierra, del
ganado, la pesca, la educación, el deporte, y todo aquello que es digno de
admirarse o decirle al otro, que su forma de hacerlo es único, igual o mejor,
que lo que se ofrece en otros lugares.
Los pueblos poseen su identidad, y Xalisco no es la excepción. Tomo una
frase del investigador Pedro Luna Jiménez: “Los pueblos muestran lo que cultivan;
pero también, muestran el orgullo que les da el ser, el construir una identidad en torno a
1
esa dinámica económica, social política y cultural” .
Xalisco, recientemente ciudad conurbada con Tepic la capital del estado de
Nayarit, lugar del jal, de músicos, de maestros, de caña y de café … como otros
tantos pueblos dio vida en sus inicios -según sus más antiguos moradores- a lo
que se conoció con el nombre común de “La Fiesta del Elote”, que con el tiempo
ha cambiado para llamarse, en corrillos, como la feria del quince de Agosto, o la
Feria de Xalisco; pero que su nombre de origen, corresponde a la fiesta regional
patronal conocida como la Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción.
Aquí, como en la mayoría de celebraciones de las ferias y los festejos
religiosos, se da la convivencia cultural con el intercambio de saludos,
atenciones, respetos, disciplina y cooperación solidaria; además, se mezclan las
∗
La Mtra. María Arcelia López Álvarez, es originaria Xalisco Nayarit. Actualmente es docenteinvestigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit. Candidata a obtener el grado de Doctor en
Ciencias de la Educación, por el IPEP de Celaya Guanajuato. Ha coordinado proyectos académicos y
editoriales que tienen que ver con el análisis del quehacer educativo.
e-mail: [email protected]
La autora agradece los cometarios hechos a este escrito por Pedro Luna Jiménez, y Héctor Gamboa
Quintero; no obstante, se les exime de toda responsabilidad en las aseveraciones aquí expuestas. De
la misma manera, al Dr. Julio Nolasco Bueno, Carmen Nolasco Jaramillo y Carlos López de la Garza,
su colaboración en las entrevistas realizadas. A Víctor Hugo Ortega Cárdenas, por sugerir la
publicación de estas líneas.
1
LUNA JIMÉNEZ, Pedro, Xalisco; Una Sociedad en Transición, en la Gaceta del Cuerpo Académico de
Ciencias de la Educación.
64
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
costumbres cotidianas de los grupos sociales en el juego de roles culturales para
lograr una fiesta bonita y agradable para todos los que a ella asisten.
Es común observar en este espacio ferial, a familias, personas del lugar y
vecinos de localidades cercanas, de otras regiones del Estado y del país, que
gustan de asistir a las distintas actividades que se desarrollan durante este
evento. En años recientes, la feria se inicia el 7 de agosto y termina el 16 del
mismo mes. Y si bien, hace poco más de dos décadas sólo duraba un día, ahora
se ha prolongado, seguramente para ofrecer a la población por más tiempo una
gama de eventos culturales, deportivos y de recreación, que son del gusto local y
regional.
Refieren los lugareños que antes de los años sesenta, entre las actividades
que se realizaban, estaban las carreras de caballos, la participación de la
Asociación de Charros con su escaramuza, el palo encebado, los juegos de
lotería, el tiro al blanco, los partidos de baloncesto, la presencia de juegos
mecánicos, y sobre todo, los rituales religiosos. Estos últimos incluían los oficios
de la iglesia que ocho días después de la fiesta se realizaban, la peregrinación de
los carros dedicados al trabajo y sustento familiar, eran adornados con papel de
china y bendecidos por el sacerdote de la parroquia, para lo cual, se colocaba en
la entrada principal de la iglesia. Ahí se veían las grandes filas, que con orden y
gran devoción, esperaban les llegaran los rezos y el agua bendita que el
sacerdote, en un acto de fe, pedía al Todopoderoso por el buen estado de lo que
fuera utilizado para la siembra u otros servicios.
Con tiempo debido, los miembros de las familias lugareñas compraban el
vestido, los zapatos, la camisa o el pantalón, para “estrenar” el mero día de la
fiesta. Ese quince de agosto, desde las cuatro de la tarde, se veía a las mujeres,
niños, jóvenes y familias completas, dar “vueltas” a la plaza (dos plazas a las que
se les conoce como el cuadro de arriba y el cuadro de abajo) para saludar a los
amigos, amigas y conocidos que se encontraban en ese juego rondil. Aquí hay
que señalar que en el caso de los jóvenes, las miradas eran más elocuentes que
las palabras. Este ir y venir solo las torrentosas lluvias, con sus descargas
eléctricas, lo suspendían. Ellas también obligaban a buscar refugio a los
asistentes en los puestos, los portales de la Presidencia Municipal, la iglesia, los
corredores de la primaria Lázaro Cárdenas; o de plano, correr a casa para
guarecerse. Al llegar a éste tan demandado abrigo, quizá algún familiar, principalmente el padre de familia-, daba la sorpresa de haber contratado la
banda de música; porque es de mencionar, que una de las costumbres cotidianas
para este día, era precisamente disfrutar en familia, con los amigos y vecinos, la
cerveza, el tequila y las ricas botanas de carnitas -compradas a Doña Rosa
Cárdenas o con la familia Michel, que con el tiempo estableciera, esta última, el
negocio conocido como “Los Arrayanes”-. Habían recibido la liquidación del
ingenio por la caña vendida y contaban con dinero suficiente para pagar los
músicos por varias horas. Por cierto, hasta los años setentas la orquesta más
demandada era la de “Los Borregos”, que tanto alternó durante ese tiempo con
orquestas de la talla de la de Nacho Millán, la Sonora Santanera; la Banda del
Recodo; por citar algunas.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Este año, la feria sigue conservando algunas tradiciones2 y se han
agregado otras actividades. Entre éstas se pueden mencionar las carreras de
caballos. En el teatro al aire libre se presentan grupos folclóricos de danza,
música, teatro; o bien, se llevan a cabo exhibiciones de kárate. De hecho, este
espacio queda abierto para aquellos artistas locales y regionales que quieran o
deseen presentar sus saberes. También se tiene como en la mayoría de las
ferias: un palenque. Por su parte, la asociación de charros realiza exhibiciones en
el lienzo, donde incluyen la cala de caballos. Además, en esta ocasión, se tuvo la
presencia de artistas del estado de Michoacán que montaron una exposición de
trabajos de obsidiana durante cuatro días. Por otra parte, los ejidatarios, a través
de cuadros didácticos, permitían conocer a los asistentes el proceso del cultivo de
la caña y del maíz; dos principales productos que las fértiles tierras de este valle
otorgan.
Los deportes no pueden faltar. Para las festividades del año 2005
estuvieron presentes de la misma manera todo el tiempo, los torneos de barrios
de Fútbol. Estos iniciaron con anticipación –aproximadamente el 24 de mayorealizando los partidos en las canchas No 1 y 2 de la colonia Andareñas. Se dice
que en total participaron catorce equipos provenientes de poblaciones cercanas
del mismo Municipio y de Tepic. Algunos de los nombres de los equipos
participantes fueron: Guerrero (los campeones de la temporada), La Cruz,
Rancho El Italiano, La Talega, El Ejidal, Morelos, Lomas Verdes, 1º de Mayo,
Areneros y Progreso, entre otros.
En el caso del básquetbol, los partidos se jugaron en la cancha ya
tradicional que se encuentra en la plaza frente a la Presidencia Municipal. Por
cierto, es un espacio de encuentro social, respetado por sus pobladores; la
aprecian todos. Ahí se tiene acceso en el momento que cualquier persona quiera
practicar este deporte, es una cancha abierta, y para estas ocasiones, se les
preparan bancas alrededor, permitiendo mayor asistencia y comodidad de
aficionados de todas las edades.
En los momentos de encuentro entre equipos, se puede ver a familias
completas, emocionadas, alentando a su equipo preferido, y que con
seguridad, en alguno de ellos probablemente esté participando el hijo, el
sobrino, el pariente, o el amigo; o bien, simplemente elige el que más le
convence. De esta forma, algunos de los equipos participantes fueron Tacos
de Chile, Borregos, Malinal, Cofradía, Testerazo, Colonias, La Curva, Majadas y
Pantanal, entre otros. En este renglón de una forma general, se observa que
los nombres de los equipos corresponden a las localidades de donde
provienen. Al concluir este torneo se invitó al Centro Integral Mexicano de
Baloncesto (CIMEBA) a un partido de exhibición; aunque el pueblo es por
naturaleza basquetbolero, de unos años para acá en este evento, el fútbol ha
cobrado sumo interés entre la juventud y los niños. También estuvieron
presentes los torneos de voleibol en su rama femenil y varonil.
Los juegos mecánicos son siempre una atracción. Hicieron acto de
presencia durante todo el tiempo de la feria. En torno a este bullicio que impone
la presencia de los juegos mecánicos, siempre están los puestos de venta donde
los elotes, quiotes, churros, tacos, tortas, tamales, trozos de caña, son los
atractivos gastronómicos que el visitante degusta en el lugar. Por cierto que el
2
¿Quiénes Somos? Número Especial, enero-abril de 2004, Pág. 79.
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RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
quiote, los elotes, caña picada en trozos y churros, son ya una tradición que
durante todo el año, especialmente los domingos, se disfrutan en la plaza
ubicada frente al templo.
¿Que extrañan los pobladores en éstos días de fiesta? Bueno, las familias
que viven en las primeras manzanas, alrededor de las dos plazas, quizá la
tranquilidad, o por lo menos, que se respetara algún horario; pero parece que
cada día las fiestas duran más tiempo, y escuchar el sonido estruendoso de cerca
de veinte bandas al mismo tiempo, no debe ser igual como el disfrutar una
clásica “serenata” o bailar los pies disimuladamente al son de la música, donde
se explaya la sonrisa y la alegría dormidas por momentos; o bien, no manifiesta
expresamente.
Los bailes formales han desaparecido, quizá porque existe el temor local
de alguna querella; sin embargo, el temor en cada año está presente. En este
sentido dicen los pobladores que desde hace aproximadamente setenta años se
comenta, que “si en la feria no había un muertito, ésta no servía”. La culpa se le
atribuye a las bebidas alcohólicas; porque a la fecha, se ven más puestos de
venta de estas bebidas que la tradicional venta de elotes; sin embargo, la
trascendencia de los actos y sus circunstancias va mas allá de lo que significa el
consumo, o no, de la bebida.
Otro aspecto singular que identifica a La Feria, es que no puede faltar: la
elección de la Reina. Una vez electa, es coronada por el Presidente Municipal en
el tradicional baile que se celebra el día del rompimiento.
Ahora bien, quien piense que la festividad religiosa ha desaparecido, debe
asistir y presenciar desde el inicio del proceso la organización, donde la
población, especialmente las mujeres que pertenecen a la Acción Católica, visitan
a las familias solicitando su apoyo o colaboración para realizar las fiestas
patronales; con las aportaciones recibidas, arreglan el templo, se compran los
cohetes, flores y castillos; éstos últimos, en ocasiones, son donados por algún
particular o empresa, mismos que se encienden al iniciar y concluir este evento
ferial. Anteriormente no solo se quemaba un castillo, sino que también un toro;
pero, por los peligros que se suscitaron en los pobladores, se decidió suspender
ésta diversión. Se oficia también un novenario que culmina el día quince de
agosto, donde los habitantes asisten a misa de “gallo” a las cinco de la mañana.
La misa es concelebrada por varios sacerdotes. También ese día se acostumbra
una misa especial para que en grupo, los niños y niñas que asistieron al
catecismo, celebren si así lo desean, su primera comunión; además, se organizan
peregrinaciones, que para esta ocasión, una columna partió de la gasolinera que
se ubica cerca del arroyo del Indio, por la avenida principal rumbo al templo; al
mismo tiempo que otras columnas se desprenden de los diferentes barrios.
Es de reconocer que el cabildo municipal, desde el mes de mayo, designa
las comisiones para organizar la feria. Se buscan los concesionarios para vender
el piso, y no falta quienes quieran ofrecer sus productos en venta. Ahí aparecen
los pequeños locatarios, las embotelladoras y cervecerías.
Esta feria es considerada como la mejor y de mayor impacto estatal. Se
espera que cada año mejore. También se es optimista en que se tomen en
cuenta las opiniones y recomendaciones de los pobladores y expertos en estos
quehaceres, por la administración municipal, porque quizá sea necesario integrar
un patronato que dé cuenta de los beneficios de la feria expresados en obras a la
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
comunidad. Esto puede tener lugar a partir de espacios de gestión democrática y
colaborativa. Aspectos que desde el punto de vista de la gestión estratégica,
debe ser incluyente, con los grupos sociales; quiénes se convierten en
posibilidades para integrar a las diferentes estructuras y compartir compromisos
y responsabilidades que les lleve a evaluar las actividades realizadas, además de
buscar estrategias y soluciones a problemas de la comuna.
Xalisco es un pueblo con historia, tradición y leyenda de gran valía. Tiene mucho
que aportar en su pasado y su presente. El repensar el cómo y qué mostrar de
ese pueblo que en sus inicios tuvo gran representatividad y significado, cuando
fue el espacio de veraneo de familias prominentes, cuando ahí es este lugar se
asentó un Convento Franciscano, la existencia de Cofradías, cuyo objetivo era el
fomento de las prácticas piadosas y la demostración de amor al prójimo por
medio de actos de caridad y asistencia social, la presencia de una Escuela Normal
Rural, El Señorío de los Xaliscas…, Esto, y más, ¿que nos dice? ......Que Xalisco
tiene su historia. Una historia que es importante mostrar y estar
orgullosos de ella.
No cabe duda, que las ferias tienen su encanto; sobre todo, cuando son
reconocidas como espacios de encuentro, de esparcimiento cultural, deportivo y
de recreación, donde la mezcla de costumbres en esos lugares, nos brindan la
posibilidad de acercarnos con una actitud abierta, de respeto, colaboración, y
sobre todo, aprender nuevas formas de vida que bien pueden ser ejemplo en el
camino cotidiano que transitamos y ver con otra mirada el mundo en que
vivimos.
LAS TIC AL SERVICIO DE LA ADMINISTRACIÓN E
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
José Alejandro Carrillo Padilla∗
La fusión de las computadoras y las comunicaciones, ha tenido una
profunda influencia, en la forma en que los sistemas de cómputo se organizan,
creando un nuevo modelo, donde un gran número de computadoras separadas;
pero interconectadas hacen el trabajo. A estos nuevos modelos de trabajo se les
conoce como TIC (Tecnologías de Información y Comunicación.)
Los tres últimos siglos han estado dominados, cada uno de ellos, por una
tecnología. El siglo XVIII, fue la época de los grandes sistemas mecánicos que
acompañaron a la Revolución Industrial. El siglo XIX fue la era de las máquinas
de vapor. En el siglo XX, la tecnología clave ha sido la obtención, procesamiento
y distribución de la información. Entre otros avances, hemos visto el nacimiento y
crecimiento sin precedentes, de la industria de las computadoras y el
lanzamiento de satélites de comunicación.
Debido al rápido progreso de la tecnología, las diferencias entre juntar,
transportar, almacenar y procesar información; desaparecen con rapidez. Las
organizaciones con cientos de oficinas que se extienden sobre una amplia área
∗
José Alejandro Carrillo Padilla es Ingeniero en Sistemas Computacionales, ocupa la jefatura del área
de Redes y Telecomunicaciones del Poder Judicial del Estado de Nayarit. [email protected]
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RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
geográfica, esperan ser capaces de examinar la situación aún de sus más
remotos puestos, oprimiendo un botón. Al crecer nuestra habilidad para obtener,
procesar y distribuir información, también crece la demanda de técnicas de
procesamiento de información más avanzadas.
Principiando con una definición general, una red de computadoras es una
colección interconectada de computadoras autónomas. Se dice que dos
computadoras están interconectadas si son capaces de intercambiar información.
La conexión no tiene que ser por medio de un alambre de cobre; puede usarse
fibra óptica, microondas y satélites de comunicación.
En una red, el usuario debe ingresar de forma explícita en una máquina,
enviar los trabajos remotos explícitamente, mover explícitamente los archivos y,
en general, llevar a cabo de manera personal, el manejo de la red.
Muchas organizaciones, tienen una cantidad importante de computadoras
en operación, con frecuencia, alejadas entre sí. Inicialmente, cada una de estas
computadoras puede haber trabajado aislada de las otras; pero en algún
momento la administración decidió conectarlas para poder extraer y correlacionar
información.
La cuestión es compartir los recursos, y la meta es hacer que todos los
programas, el equipo, y especialmente los datos, estén disponibles para
cualquiera en la red, sin importar la localización física de los recursos y de los
usuarios.
Una segunda meta, es lograr una alta confiabilidad al contar con fuentes
alternativas de suministro; por ejemplo, todos los archivos podrían replicarse en
dos o tres máquinas; así, si una de ellas no está disponible (debido a una falla),
podrán usarse las otras copias.
Otra meta es ahorrar dinero. Las computadoras pequeñas tienen una
relación precio/rendimiento, mucho mejor que las grandes. Los servidores muy
grandes son aproximadamente diez veces más rápidos que las computadoras
personales; pero cuestan también mucho más que las computadoras pequeñas.
Una red de computadoras puede proporcionar un potente medio de comunicación
entre empleados que están muy distantes.
En las corporaciones o instituciones gubernamentales, el acceso a través
de Internet a instituciones bancarias es cada vez más usual para el pago de
facturas y administrar sus cuentas bancarias e inversiones en forma electrónica.
Los periódicos y revistas se publican en línea, para consultar cualquier tipo
de información. El e-mail (correo electrónico), permite a los usuarios remotos
comunicarse sin retraso, posiblemente viéndose y escuchándose. Esta tecnología
hace posible realizar reuniones virtuales, llamadas videoconferencias, entre gente
muy alejada.
En pocas palabras, las redes de computadoras, igual que la imprenta hace
500 años; permiten a los ciudadanos comunes distribuir sus puntos de vista en
diferentes formas y a diferentes públicos, que antes estaban fuera de su alcance.
Todas las motivaciones anteriormente citadas para construir redes de
computadoras, son de naturaleza esencialmente económica y tecnológica; pero,
¿que pasa con la justicia electrónica? El uso de las TIC (Tecnologías de
Información y Comunicación) en la administración e impartición de justicia,
constituye un tema crucial para el desarrollo de los países.
RJ, Nº 50, Julio - Septiembre 2006
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
El uso de las TIC en la diseminación de información y uso de páginas web
para la publicación de información relativa a procesos, resoluciones y demás, es
considerado de gran importancia, dado que contribuye a “la transparencia de la
administración pública en general y la administración de justicia de manera
particular.”
Las paginas web de los Poderes Judiciales, pueden publicar sentencias de
las Salas y Juzgados después de haber sido dictadas; informes de labores de las
dependencias administrativas, presupuesto, estadísticas, y la posibilidad de
interponer denuncias vía Internet.
La importancia de la relación que debe existir entre el Poder Judicial de un
país con su ciudadanía, no se puede desestimar; los Poderes Judiciales en sus
respectivas páginas web pudiesen publicar de cada Sala, cuántos expedientes
están en conocimiento de cada Magistrado, cuánto tiempo dura en su resolución
y el trámite que recibe cada uno. Así como también la publicación de las
resoluciones de cada uno de los juzgados.
Es importante también, publicar o dar a conocer a través de Internet o
discos compactos cualquier otro tipo de información relativa al Poder Judicial, por
ejemplo, las bases de datos de los nombres de los peritos y funcionarios que
trabajen para dicho Poder Judicial.
En Puerto Rico, se entrega una copia instantánea de audio del juicio a las
partes involucradas y sus abogados.
Diversos Poderes Judiciales publican las estadísticas judiciales y distribuyen la
Jurisprudencia y la Legislación, a todos los Magistrados y Jueces del país a través
de discos compactos e instalaciones de bases de datos en las computadoras del
Órgano Judicial.
Otro uso novedoso de las TIC en la administración de justicia, es el la
óptima comunicación interna para la realización de procesos. El Poder Judicial de
Uruguay, utiliza un sistema de comunicación de oficios, el cual permite la
remisión por medios automatizados de las partes, del procesamiento, desde los
juzgados al Registro Nacional de Antecedentes Penales en la capital del país y la
recepción en cada juzgado de las planillas de antecedentes penales de cada
procesado; también, en algunos países se está implementando la notificación
electrónica y la agenda electrónica para Jueces y Magistrados.
Otros países como Uruguay, Venezuela y Paraguay, utilizan las TIC para
facilitar el sistema de gestión y el análisis de las sentencias por parte de los
Jueces, incluyendo en este sistema la Jurisprudencia Nacional de Uruguay.
Ejemplos similares incluyen los “sistemas cuasinteligentes” de apoyo a despachos
judiciales en Panamá y el uso de las TIC en la reforma del orden jurídico procesal
penal en Chile, las “redes investigativas jurídicas” de Puerto Rico al igual que el
sistema aleatorio de distribución de expedientes, el proceso de reforma del
Tribunal de Tierras y el Sistema de Administración de Información Criminológica
(SAIC), en la Republica Dominicana. En el caso de Brasil y Portugal, las TIC se
utilizan como apoyo a lo largo de todo el proceso judicial; por ejemplo, el
llamado “Proceso Electrónico” brasileño, constituye un caso pionero a nivel
mundial. Este procedimiento es totalmente virtual, incluyendo, la decisión final
del Juez e incluso hasta la sustanciación del recurso de apelación en Segunda
Instancia; lo que hace desaparecer totalmente la burocracia procesal.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
México, al igual que los países anteriormente mencionados, ha utilizado
las TIC en una gran variedad de aplicaciones; por ejemplo: Monterrey con su
tribunal virtual; Chihuahua enlazando todos sus partidos judiciales como se
intenta aquí, en Nayarit; Guanajuato con su famoso Sistema de “Juzgados y
Oficinas en Casa”, en donde los Jueces pueden ingresar desde su casa, revisar
sus proyectos de sentencias, autorizar con su firma digital, los que aprueba y
turnarlos a su escribiente, para que éste, al entrar al sistema con su cuenta de
usuario, advierta que tiene resoluciones para darles formato e imprimirlas y
proporcionarle al Juez el documento en papel, al que habrá de estamparle su
firma autógrafa; si el trabajo de la escribiente, o de un secretario, se retrasa, el
propio sistema le advierte al Juez para que determine lo procedente. La Suprema
Corte de Justicia de la Nación, que publica sus resoluciones intactas, la
jurisprudencia por Internet y en medios electrónicos como CD´s y hasta sus
sesiones en vivo a través de su canal privado de televisión.
Se pueden citar otras aplicaciones; pero lo importante para que se puedan
llevar a cabo, es la voluntad de capacitación y actualización de los servidores
judiciales en el área de la Informática Jurídica, y que los Poderes Judiciales
realicen de fondo las reformas necesarias en sus Leyes Orgánicas, para sacar el
máximo provecho de sus órganos Auxiliares técnicos encargados de estas áreas,
y puedan de manera confiable, erogar recursos, teniendo la certeza de que lo que
se destine del presupuesto a la tecnología dará resultados.
En México la implementación de las TIC en el ámbito Judicial está a cargo
mayormente de los Departamentos de Informática y similares, que ofrecen su
apoyo a las Cortes y Tribunales Supremos. Por lo que la implementación de las
TIC está a cargo de las asociaciones de Juzgados y Tribunales Federales y locales
de los Poderes Ejecutivo y Judicial. Como ejemplo, se cita parte de un acuerdo
del Poder Judicial Federal que dice:
Viernes 9 de junio de 2006 Diario Oficial de la Federación(Primera
Sección.)
ACUERDO General 32/2006 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, por el
que se constituye el Comité de Políticas de Tecnologías de la Información del
Consejo de la
Judicatura Federal y se establecen las bases para su operación y funcionamiento.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.Consejo de la Judicatura Federal.Secretaría Ejecutiva del Pleno.
ACUERDO GENERAL 32/2006, DEL PLENO DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA
FEDERAL, POR EL QUE SE CONSTITUYE EL COMITE DE POLITICAS DE
TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL
Y SE ESTABLECEN LAS BASES PARA SU OPERACION Y FUNCIONAMIENTO.
ARTICULO 5.- ATRIBUCIONES DEL COMITE. El Comité tendrá las siguientes
atribuciones:
I. Definir y proponer a la consideración de la Comisión y el Pleno los criterios,
procedimientos y acciones relativas a la detección y atención de necesidades, a fin
de coadyuvar en la debida integración y elaboración del Plan Estratégico de
Desarrollo Informático;
II. Someter a la consideración de la Comisión y el Pleno los lineamientos generales
para el diseño e instrumentación, a corto, mediano y largo plazo de los proyectos
informáticos y de telecomunicaciones, contemplando su impacto en los servicios
que se ofrecen al Consejo, Órganos Jurisdiccionales, y ciudadanía en general, así
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
como la adopción progresiva de las tecnologías más adecuadas para los fines
institucionales;
III. Conocer y opinar, previamente a su presentación ante la Comisión, el Plan
Estratégico de Desarrollo Informático y sus actualizaciones anuales, tomando en
consideración las necesidades institucionales, las prioridades de atención y la
disponibilidad de recursos presupuestarios;
IV. Dictaminar los anteproyectos de presupuesto de egresos y los programas
anuales de trabajo y/o de adquisiciones elaborados por Informática y
Telecomunicaciones, a fin de coadyuvar en un desarrollo informático institucional
acorde con los objetivos y metas de los programas a corto, mediano y largo plazo;
V. Aprobar, con base en los lineamientos autorizados, los sistemas, proyectos o
infraestructura informática que a través de Informática y Telecomunicaciones,
solicite el Consejo y los Órganos Jurisdiccionales;
VI. Definir las acciones para la correcta aplicación de los lineamientos a los cuales
deberán apegarse el Consejo y los Órganos Jurisdiccionales para mejorar el uso y
aprovechamiento de los bienes y servicios de tecnología de la información y de
comunicaciones por medios electrónicos, coadyuvando en la agilización de los
procesos judiciales y administrativos;
VII. Apoyar y, en su caso, participar en los programas de modernización
administrativa autorizados por el Pleno o la Comisión;
VIII. Determinar acciones de seguimiento y evaluación de los resultados de los
programas a corto, mediano y largo plazo, y señalar en su caso, las medidas
correctivas;
IX. Determinar la integración de grupos de trabajo, de carácter temporal o
permanente, que actúen como instancias auxiliares del mismo Comité,
convocando a las áreas que se considere conveniente;
X. Conocer y emitir opinión respecto del Programa Anual de Capacitación
Informática;
XI. Conocer y emitir opinión respecto de los asuntos relevantes que en su ámbito
de competencia le presenten Informática y Telecomunicaciones;
XII. Elaborar y actualizar sus políticas de operación;
XIII. Informar sobre el ejercicio de sus funciones al Pleno y a la Comisión, según
se determine; y
XIV. Las demás que le sean conferidas por el Pleno o la Comisión.
(Se puede consultar el acuerdo en forma completa, en el Diario Oficial de la
Federación.)
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Eventos
CONCLUYE MAESTRIA EN ADMINISTRACIÓN E
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
Lic. Francisco Flores Soria.
Un total de 74 abogados que
integran la Generación “Lic. Javier Germán
Rodríguez Jiménez”, de la cual 46 son
servidores judiciales, recibieron sendos
reconocimientos por haber concluido la
Maestría en Administración e Impartición
de Justicia, impartida durante dos años en
la Unidad Académica de Derecho de la
Universidad Autónoma de Nayarit.
En el acto académico realizado en
el Teatro del Pueblo, el día 30 de junio
pasado,
el
magistrado
presidente
licenciado
Javier
Germán
Rodríguez
Jiménez, dijo: “los integrantes del Poder
Judicial de Nayarit estamos inmersos en
un movimiento permanente de superación y actualización de conocimientos”, y
precisó que los jueces y secretarios que cursaron la maestría son un factor
decisivo para “elevar la calidad del servicio que brindamos a la sociedad
nayarita”.
En presencia de autoridades estatales, municipales, de la Universidad y
del padrino de la generación de egresados, doctor José Guadalupe Hernández
Torres, el Magistrado Presidente, recordó a los maestrantes, que ejercen la noble
tarea de juzgar, que tanto la Constitución General de la República como la
Constitución local, exigen que la carrera judicial se ejerza bajo los principios de
excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e independencia.
Conociéndolos, —dijo a los egresados— “estoy seguro de que ustedes
sabrán aprovechar los conocimientos que adquirieron para cumplir fielmente los
principios mencionados”.
En el mensaje, el Magistrado Presidente, agradeció a los maestrantes la
deferencia de poner su nombre a la generación, y los exhortó a prestar sus
servicios con humanismo, honradez y sobre todo con humildad, “reconociendo
sus insuficiencias para superarlas”.
Centenares de personas acompañaron a los egresados en el acto, en el
que también hicieron uso de la palabra el procurador general de justicia del
Estado, licenciado Héctor Manuel Béjar Fonseca, representante del gobernador
Ney González Sánchez; el doctor Clemente Lemus Flores, Secretario de Posgrado
y representante del Rector de la Universidad Autónoma de Nayarit; el padrino de
la generación, José Guadalupe Hernández Torres, y el director de la Unidad
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Académica de Derecho, Salvador Madrigal Martínez; quienes coincidieron en la
necesidad de que los egresados obtengan el grado respectivo mediante la
presentación de su tesis e inclusive inicien el doctorado.
Por su parte, el egresado Miguel Ángel González Rosales habló en nombre
de los egresados.
Cabe señalar que el acto académico, también contó con la presencia de la
diputada Jocelyn Patricia Fernández Molina, representante del Congreso del
Estado, y del síndico municipal Othón Quiroga Aguirre, en representación del
alcalde Manuel Humberto Cota Jiménez.
EN FUNCIONES EL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DEL
RAMO PENAL DEL PARTIDO JUDICIAL DE ACAPONETA
Lic. Francisco Flores Soria.
El nuevo Juzgado de Primera
Instancia del ramo Penal del Partido
Judicial Acaponeta, creado por acuerdo
del Consejo de la Judicatura del Poder
Judicial del estado de Nayarit, comenzó
sus actividades en amplias oficinas
ubicadas en la zona centro de esa
cabecera municipal, a partir del 4 de julio
del presente año.
El
magistrado
presidente
del
Tribunal Superior de Justicia y el Consejo
de la Judicatura, licenciado Javier Germán
Rodríguez Jiménez, acudió en compañía
del Pleno de Magistrados de la Sala Penal
a verificar el correcto funcionamiento del
nuevo juzgado de Acaponeta, ubicado en calle México 37 norte, entre Matamoros
y Corona.
El Magistrado Presidente, así como los magistrados Jorge Armando Gómez
Arias, Laura Elena Fletes Fletes y Óscar Saúl Cortés Jáuregui, integrantes de la
Sala Penal, recorrieron las instalaciones y dialogaron con el personal, que incluye
al juez Isidro Esparza Campos y a los secretarios de Acuerdos Sergio García Páez
y José Manuel González Zepeda, además de notificadores y personal
administrativo.
Cabe señalar que el nuevo juzgado, atiende ahora los asuntos penales que
hasta el pasado 3 de julio, se tramitaban en el entonces Juzgado Mixto de
Primera Instancia ubicado en la calle Corona de esa localidad y que ahora,
también por disposición del Consejo de la Judicatura, se convirtió en el Juzgado
Civil del mismo partido judicial.
Luego de su visita al nuevo Juzgado, los Magistrados se trasladaron a
Huajicori, donde constataron el funcionamiento del Juzgado Mixto de Primera
Instancia de ese lugar.
En su visita a los Juzgados de Primera Instancia del ramo penal de
Acaponeta y el Juzgado Mixto de Primera Instancia del Partido Judicial de
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Huajicori los servidores judiciales mencionados, estuvieron acompañados por el
secretario general de Acuerdos del Tribunal Superior de Justicia, licenciado Julio
César Romero Ramos, y el secretario de la Visitaduría, Miguel Ángel González
Rosales.
NUEVOS JUECES RINDEN PROTESTA ANTE EL CONSEJO
DE LA JUDICATURA
Lic. Francisco Flores Soria.
Dos servidores judiciales con seis y
diez años respectivamente, de servicio
ininterrumpido en la impartición de
justicia, rindieron protesta ante el Pleno
del Consejo de la Judicatura como nuevos
Jueces de Primera Instancia del Poder
Judicial de Nayarit el pasado 6 de julio del
año en curso.
Correspondió
al
magistrado
presidente
licenciado
Javier
Germán
Rodríguez Jiménez, tomar la protesta a los
abogados Juan Carlos Guardado Márquez
y Guillermo Agustín Romero Ríos, quienes
obtuvieron los dos primeros lugares del
concurso interno de oposición para
designar Jueces de Primera Instancia, celebrado en tres etapas, del 23 al 28 de
junio pasado.
El licenciado Guardado Márquez, nuevo titular del Juzgado Mixto de
Primera Instancia del Partido Judicial de Ruiz, es servidor judicial desde hace diez
años, y previo a su nuevo nombramiento, se desempeñaba como Secretario de
Estudio y Cuenta de la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia; sustituye en el
cargo al licenciado Isidro Esparza Campos, quien a partir de la misma fecha
ocupa el cargo de titular del nuevo Juzgado de Primera Instancia del ramo penal
del Partido Judicial de Acaponeta.
Por su parte el licenciado Romero Ríos, quien concursó en su calidad de
Secretario de Estudio y Cuenta de la Sala Penal del Tribunal Superior; presta sus
servicios en la institución desde hace seis años, y en breve el Consejo de la
Judicatura lo asignará al correspondiente juzgado.
Por otra parte, el Magistrado Presidente, dio a conocer que los ganadores
de sendos concursos de oposición para designar secretarios de acuerdos y
notificadores, rendirían la protesta correspondiente ante las autoridades
judiciales de su adscripción.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
PREVIA REVISIÓN DE EXPEDIENTES, MAGISTRADOS
LIBERAN A 39 REOS.
Lic. Francisco Flores Soria.
En visita de revisión de expedientes penales, en el Centro de
Rehabilitación Social Venustiano Carranza, el 14 de julio del presente año, los
Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado, dispusieron la liberación
inmediata de 39 reos, incluyendo una mujer, quiénes compurgaban condenas de
hasta cinco años de prisión, y que observaron buena conducta al interior de la
penitenciaría.
El magistrado presidente del Poder Judicial de Nayarit, licenciado Javier
Germán Rodríguez Jiménez, así como los magistrados de la Sala Penal del
Tribunal Superior de Justicia, licenciados Jorge Armando Gómez Arias, Laura
Elena Fletes Fletes y Óscar Saúl Cortés Jáuregui, acudieron al Cereso en
compañía de la secretaria general de Gobierno, Cora Cecilia Pinedo Alonso; del
diputado Efrén Velásquez Ibarra, presidente de la Comisión de Gobierno
Legislativo, y del titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Óscar
Humberto Herrera López; entre otros servidores públicos.
También, en presencia del secretario general de Acuerdos del Tribunal
Superior de Justicia, licenciado Julio César Romero Ramos, los Magistrados
revisaron los expedientes de reos con mínimas condenas y que observaron buena
conducta durante su reclusión, y les concedieron el beneficio de la conmutación
de la pena, además de condonarles el pago por este concepto y las multas
correspondientes; para así entregarles el oficio de libertad.
Los reos liberados recibieron el exhorto de los Magistrados para que se
reintegren a su familia y la sociedad. De igual forma, les pidieron que no
reincidan, de lo contrario perderían de nuevo su libertad y los beneficios como los
que hoy con apego a la ley, les otorgaron. Por su parte los reos beneficiados,
agradecieron esta oportunidad.
Cabe señalar que en la visita de los Magistrados del Tribunal Superior de
Justicia, también estuvieron presentes el diputado José Lucas Vallarta Chan,
Presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso local; el
director
de
Prevención
Social
y
Readaptación del Estado, Benjamín Padilla
Valera, y el director del Cereso de Tepic,
Francisco Javier Guerrero Cervantes.
NUEVO JUZGADO DE PRIMERA
INSTANCIA DEL PARTIDO
JUDICIAL DE BUCERÍAS
Lic. Francisco Flores Soria.
El 1 de agosto del presente año, en
el decimoquinto aniversario de la creación
del Partido Judicial de Bahía de Banderas,
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
comenzó a funcionar el Juzgado Segundo Civil de ese partido Judicial, y con éste
suman ya, 40 juzgados con los que el Poder Judicial de Nayarit atiende los
requerimientos de impartición de justicia en primera instancia de nuestro estado.
Treinta días antes, también por acuerdo del Consejo de la Judicatura,
entró en operación el Juzgado de Primera Instancia del ramo penal del Partido
Judicial de Acaponeta.
A la formal apertura del Juzgado Segundo Civil de Bucerías, que comparte
edificio con el Primero Civil, acudieron el Pleno de Magistrados del Tribunal
Superior de Justicia; la subprocuradora general de Justicia del estado, Rocío
Flores Velázquez; el presidente municipal de Bahía de Banderas, Jaime Alonso
Cuevas Tello, y la diputada local Emma Barba González, así como el titular de la
Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos en nuestra entidad,
licenciado Óscar Humberto Herrera López.
Abogados litigantes y servidores judiciales, también presenciaron el corte
de listón inaugural del nuevo juzgado y asistieron posteriormente al acto que
tuvo lugar en el Centro de Convenciones de conocido hotel de Nuevo Vallarta.
En el evento, se destacó la importancia que desde 1991 ha tenido el
Partido Judicial de Bahía de Banderas, en ese Municipio con el mayor crecimiento
poblacional de nuestra entidad, así como la creación del nuevo juzgado, para
contribuir a la atención de los requerimientos de justicia de primera instancia en
el ramo civil.
Asimismo, se hizo entrega de un reconocimiento y estímulo económico a
María Dolores Ramírez Hernández e Irene Flores Rodríguez, quienes laboran en el
Partido Judicial de Bahía de Banderas desde su creación.
Cabe señalar que el titular del nuevo Juzgado Segundo Civil del Partido
Judicial de Bucerías, es el licenciado Ramón Valdez Flores, designándose titular
del Juzgado Primero Civil a la licenciada María del Socorro Marín Reyes.
En la misma localidad funciona el Juzgado Penal, que está a cargo del
licenciado Guillermo Agustín Romero Ríos, uno de los dos ganadores del reciente
concurso interno de oposición del Poder Judicial para la designación de Jueces de
Primera Instancia.
CONVENIO DEL PODER
JUDICIAL DEL ESTADO, CON
EL SUTSEM.
Lic. Francisco Flores Soria.
El magistrado presidente del Poder
Judicial de Nayarit, licenciado Javier
Germán
Rodríguez
Jiménez,
y
la
secretaria general del Sindicato Único de
Trabajadores al Servicio del Estado y
Municipios (SUTSEM), Águeda Galicia
Jiménez; suscribieron el martes 22 de
agosto del presente año, el contrato
colectivo de trabajo, mediante el cual se
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
han otorgado diversos beneficios para el personal sindicalizado de la institución,
como el aumento del 14.4 por ciento directo al sueldo base y el 14 por ciento a
las prestaciones.
En breve acto que se efectuó en el Auditorio Rey Nayar del Palacio de
Justicia, con la presencia de trabajadores sindicalizados; tanto el Magistrado
Presidente como la Secretaria General del SUTSEM, destacaron que la
negociación fue realizada en todo momento con plena disposición de las partes.
En cumplimiento del mencionado convenio, la administración del Poder
Judicial ya cubrió el aumento al personal sindicalizado, en forma retroactiva al 1
de mayo.
Cabe señalar que el 65 por ciento de los servidores judiciales de nuestra
entidad son sindicalizados y, por lo tanto, beneficiarios del contrato laboral.
En la firma del convenio con los representantes del SUTSEM, el Magistrado
Presidente, estuvo acompañado por el secretario de Administración del Poder
Judicial, José Manuel Rodríguez Sandoval.
INICIA ACTIVIDADES JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA,
ESPECIALIZADO EN JUSTICIA PARA ADOLESCENTES
Lic. Francisco Flores Soria.
El día 12 de septiembre del
presente año, inició en Tepic el Juzgado
de Primera Instancia especializado en
Justicia para Adolescentes, con un ámbito
de competencia para todo el Estado, cuyo
lugar de residencia, es en este Partido
Judicial de Tepic, Nayarit.
La apertura de este juzgado, fue
acordada el 31 de agosto pasado, en
sesión del Consejo de la Judicatura del
Poder Judicial, que preside el magistrado
Presidente licenciado Javier Germán
Rodríguez Jiménez, y se deriva de la
entrada en vigor de la Ley de Justicia para
Adolescentes del Estado de Nayarit, que
aprobó el Congreso local.
El Juzgado de Adolescentes, se ubica en la calle Cedro de la colonia
Versalles, a espaldas del Centro de Internación, destinado para adolescentes.
El personal el juzgado se integró con un Juez, dos Secretarios de
Acuerdos, dos Notificadores y cuatro capturistas, así como cuatro integrantes del
Comité Auxiliar Técnico; cada uno especializado en las áreas de medicina,
psicología, pedagogía y trabajo social; y cuenta además, con personal de
intendencia.
Este Juzgado está a cargo de la licenciada María de los Ángeles Juárez
Flores, servidora judicial que cuenta con una experiencia de 20 años, 16 de ellos
como juez.
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
Cabe señalar que la licenciada Juárez Flores, titular del Juzgado de
Adolescentes, se desempeñó hasta el lunes como titular del Juzgado Primero de
Primera Instancia del ramo familiar de este Partido Judicial y es además,
integrante del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Nayarit.
La operación del Juzgado de Adolescentes, representa para el Poder
Judicial del Estado en lo que resta del año, la inversión de un millón de pesos en
salarios para el personal, y aproximadamente 300 mil pesos en la adaptación de
sus instalaciones.
Al corte de listón inaugural del juzgado, acudieron el Pleno de
Magistrados del Tribunal Superior de Justicia y el Pleno del Consejo de la
Judicatura, que preside el magistrado Javier Germán Rodríguez Jiménez; así
como representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo del Estado: el
licenciado Pedro Antonio Enríquez Soto, Director General Jurídico, y el diputado
Lucas Vallarta Chan, Presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos,
respectivamente
La apertura de este juzgado, se deriva de la entrada en vigor, de la Ley de
Justicia para Adolescentes para el estado de Nayarit, aprobada por el Poder
Legislativo, y publicada el sábado 9 de septiembre pasado en el Periódico Oficial,
Órgano del Gobierno del Estado.
NOMBRAMIENTO DEL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA DEL ESTADO, PARA EL PERÍODO
2006-2007.
Lic. Francisco Flores Soria.
De conformidad con lo dispuesto
por el artículo 20 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial del estado de Nayarit, el
Pleno del Tribunal Superior de Justicia del
Estado, sesionó el último día hábil del mes
de septiembre, y en forma unánime,
acordó la reelección del Magistrado
licenciado
Javier
Germán
Rodríguez
Jiménez, como Magistrado Presidente.
El licenciado Rodríguez Jiménez
ocupará la presidencia del Poder Judicial
de Nayarit, por un cuarto periodo anual
consecutivo, del 1 de octubre de 2006 al
30 de septiembre de 2007.
En la misma sesión celebrada en la
Sala de Plenos del Palacio de Justicia y también por unanimidad, el Pleno de
Magistrados dispuso que los magistrados Jorge Armando Gómez Arias y José
Ramón González Pineda continúen como Presidentes de las Salas Penal y Civil del
Tribunal Superior de Justicia del Estado, respectivamente.
De esta manera, la integración del Pleno del Tribunal Superior de Justicia seguirá
de la siguiente forma:
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Poder Judicial del Estado de Nayarit, México
•
Magistrado Presidente: licenciado Javier Germán Rodríguez Jiménez.
•
Sala Penal: licenciado Jorge Armando Gómez Arias, Magistrado Presidente;
así como los magistrados licenciados Laura Elena Fletes Fletes y Óscar
Saúl Cortés Jáuregui.
•
Sala Civil: licenciado José Ramón González Pineda, Magistrado Presidente;
así como los magistrados licenciados José Guadalupe Campos Hernández
Lauro Jiménez Borrayo.
•
En la Secretaría General de Acuerdos del Tribunal Superior de Justicia fue
ratificado el licenciado Julio César Romero Ramos.
El Pleno del Consejo de la
Judicatura del Poder Judicial del Estado,
quedó integrado por el Magistrado
Presidente: licenciado Javier Germán
Rodríguez
Jiménez,
los
Magistrados
Consejeros, licenciados Jorge Armando
Gómez Arias y Lauro Jiménez Borrayo; la
Juez Consejera, María de los Ángeles
Juárez Flores, el Secretario Consejero,
Cecilio Ávalos Alba y la Secretaria de
Acuerdos del Consejo, Licenciada María
Catalina Medina Rosales.
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