239661. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 217-228, Cuarta Parte, Pág. 213. OBLIGACIONES CONTRAIDAS EN MONEDA EXTRANJERA. NO SOLO ES EL ANALISIS GRAMATICAL DEL TERMINO "CONTRAIDAS" EMPLEADO EN LA REDACCION DEL ARTICULO 8o. DE LA LEY MONETARIA, LO QUE DETERMINA QUE EL MISMO RIGE A LAS OBLIGACIONES FUTURAS A LA ENTRADA EN VIGOR DE DICHA LEY, SINO TAMBIEN LA TRADICION JURIDICA DE DICHO PRECEPTO. No solamente son las expresiones gramaticales las que determinan que el término "contraídas", que contiene el artículo 8o. de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, se refiera a las obligaciones futuras a la entrada en vigor de dicha ley, sino también el correcto análisis histórico de dicho precepto. En efecto, el análisis de los antecedentes históricos del precepto en comentario, nos conduce a aseverar lo anterior, ya que el Código Civil del Distrito Federal y Territorios de Baja California del año de 1884, contenía el artículo 1453 cuyo texto es igual a otro artículo que contenía el Código Civil del año de 1870, el cual señalaba: "Las prestaciones en dinero se harán en la especie de moneda convenida, y si esto no fuere posible, en la cantidad de moneda corriente que corresponda al valor real de la moneda debida". Asimismo el artículo 2690 de dicho código señalaba: "Cuando el préstamo se hace en dinero y en determinada especie de moneda, el mutuatario debe pagar en la misma especie recibida, sea cual fuera el valor que ésta tenga en el momento de hacerse el pago. Si no puede pagar en la misma especie, debe entregar la cantidad de moneda corriente que corresponda al valor de la especie recibida". Posteriormente en el año de 1905, la ley que establece el régimen monetario de los Estados Unidos Mexicanos, también conocida con el nombre de "Ley de Limantour", en su artículo 20 señalaba: "La obligación de pagar cualquier suma en moneda mexicana, se solventa entregando monedas del cuño corriente por el valor que representan. Por tanto, las Oficinas Públicas de la Federación y de los Estados, así como los establecimientos, compañías y particulares, están obligados a admitir dichas monedas en pago de lo que se les deba, sin más limitaciones que las que expresa el artículo siguiente". Por su parte, el artículo 21 de la ley en comentario señalaba: "Las monedas de oro de cualquier valor y las de plata con valor de un peso tienen poder liberatorio ilimitado. En cuanto a las otras monedas de plata, a las de níquel y a las de bronce, sólo es obligatoria su admisión en un mismo pago, en cantidad no mayor de veinte pesos para las monedas de plata y de un peso para las de níquel y las de bronce". Por su parte, el artículo 22 del cuerpo de normas en comentario señalaba: "La moneda extranjera no tiene curso legal en la República, salvo los casos en que la ley determine expresamente otra cosa. Las obligaciones de pago en moneda extranjera contraídas dentro o fuera de la República para ser cumplidas en ésta, se solventan entregando el equivalente en moneda nacional, al tipo de cambio vigente en el lugar y fecha en que deba hacerse el pago". Durante la vigencia de la ley que establece el régimen monetario de los Estados Unidos Mexicanos de 1905, no se suscita el problema de si lo contraído era lo anterior y no lo posterior a la vigencia de la ley, sino que regía a lo anterior, esto es, a las deudas contraídas con anterioridad a la vigencia de la ley, como a las contraídas con posterioridad a la vigencia de la misma; la misma ley en estudio contemplaba también en su artículo 23 que: "Las prevenciones de los tres artículos anteriores no son renunciables. En consecuencia, toda estipulación en contrario será nula de pleno derecho, quedando derogados los artículos 1453 y 2690 del Código Civil del Distrito Federal". Por su parte, la Ley Monetaria de 1931, publicada en el Diario Oficial de la Federación, de fecha veintisiete de julio de mil novecientos treinta y uno, establecía en su artículo 8o.: "La moneda extranjera no tendrá curso legal en la República, salvo en los casos en que la ley expresamente determine otra cosa. Las obligaciones de pago en moneda -1- 239661. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 217-228, Cuarta Parte, Pág. 213. extranjera contraídas dentro o fuera de la República para ser cumplidas en ésta, se solventarán entregando el equivalente en moneda nacional, al tipo de cambio vigente en el lugar y fecha en que deba hacerse el pago". De la lectura del artículo anteriormente transcrito, se aprecia que nuevamente se utilizó la voz "contraídas". Ahora bien, el artículo 8o. del decreto que reforma el artículo 8o. de la Ley Monetaria de 1931, decreto de fecha dos de febrero de mil novecientos treinta y cinco, publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de marzo del mismo año señala que: "La moneda extranjera no tendrá curso legal en la República, salvo en los casos en que la ley expresamente determine otra cosa. Las obligaciones de pago en moneda extranjera contraídas dentro o fuera de la República para ser cumplidas en ésta, se solventarán entregando el equivalente en moneda nacional al tipo de cambio que rija en el lugar y fecha en que se haga el pago". Una vez expuesto lo anterior, es menester destacar sobre el particular, que el Código Civil vigente para el Distrito Federal, en su articulado prevé las fuentes de las obligaciones, siendo una de ellas los contratos, y así, el artículo 1796 dispone: "Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, excepto aquellos que deben revestir una forma establecida por la ley. Desde que se perfeccionan, obligan a los contratantes, no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, son conforme a la buena fe, al uso o a la ley". También el código en comentario, en relación a la interpretación de los contratos, señala en su artículo 1854 que: "Las cláusulas de los contratos deben interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas". Por otra parte, como ya se expresó en el cuerpo de la presente resolución, las leyes surgen para regir el futuro, además de que el artículo 8o. de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos vigente, no es un artículo que tenga el carácter de transitorio, ya que éste rige de manera constante, en cambio si hubiera habido un precepto en dicha ley, en el que se dijera "no podrá realizarse ningún contrato en moneda que no sea de curso legal", probablemente habría habido necesidad de uno transitorio que contemplara aquellas obligaciones contraídas con anterioridad a la vigencia de la ley, para señalar cómo se solventarían cuando el sistema de la ley prohibiera el contraer obligaciones en otro tipo de moneda diversa a la de curso legal. De lo analizado en los párrafos que anteceden, se concluye fundadamente que la palabra "contraídas", que contiene el artículo 8o. de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, se refiere no solamente a deudas que fueron contraídas con anterioridad a la fecha en que se expidieron los decretos, sino con posterioridad, ya que esa es la tradición jurídica de nuestro precepto actual. Amparo directo 5581/86. Alfredo Ruiz Mercado. 26 de febrero de 1987. Cinco votos. Ponente: Victoria Adato Green de Ibarra. -2-