CONSULTORIO DE PREVENCIÓN Despido de trabajador designado FELIPE MANZANO SANZ, experto en prevención de riesgos laborales 1. De entre las formas de organizar los recursos preventivos en una empresa o centro de trabajo está la del trabajador designado, una posibilidad relativamente poco utilizada, prevista en los artículos 30 y 31 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), así como en el artículo 12 del Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP). Así, en el apartado 1 del primero de los preceptos citados, se establece que “En cumplimiento del deber de prevención de riesgos profesionales, el empresario designará uno o varios trabajadores para ocuparse de dicha actividad, constituirá un servicio de prevención o concertará dicho servicio con una entidad especializada ajena a la empresa”, y, también en el apartado 1, pero del artículo 31 LPRL, se establece que “Si la designación de uno o varios trabajadores fuera insuficiente para la realización de las actividades de prevención, en función del tamaño de la empresa, de los riesgos a que están expuestos los trabajadores o de la peligrosidad de las actividades desarrolladas […] el empresario deberá recurrir a uno o varios servicios de prevención propios o ajenos a la empresa, que colaborarán cuando sea necesario”. Como corolario de lo anterior, el artículo 12 del RSP dispone que no será obligatoria la designación de trabajadores cuando el empresario, haya asumido personalmente la actividad preventiva (posibilidad conferida por el propio RSP en su artículo 11) o cuando haya recurrido a un servicio de prevención propio o ajeno. De ahí que hayamos expresado al principio que es una fórmula que se Capital Humano 114 114_s_Consultorio PRL_231.indd 114 utiliza relativamente poco pero que, no obstante, se recurre a ella en determinadas ocasiones. 2. Si así se hace, hay que tener en cuenta que tanto la LPRL como el RSP confieren a los trabajadores designados determinadas prerrogativas, además de exigirles capacidad adecuada. De tal manera que, los trabajadores designados deberán tener la capacidad necesaria, disponer del tiempo y de los medios precisos y ser suficientes en número, teniendo en cuenta el tamaño de la empresa, así como los riesgos a que están expuestos los empleados y su distribución en la misma; teniendo el empresario el deber de facilitarles el acceso a la información y documentación preventiva de la empresa; y no pudiendo sufrir ningún perjuicio derivado de sus actividades de protección y prevención de los riesgos profesionales en la empresa; gozan de las garantías que para los representantes de los trabajadores se establecen en la Ley del Estatuto de los Trabajadores; y, finalmente, se les obliga legalmente a guardar sigilo profesional sobre la información relativa a la empresa a la que tuvieran acceso como consecuencia del desempeño de sus funciones. (cfr. artículo 30.2, 3 y 4 LPRL). Por su parte, en el artículo 13 RSP se dispone que para el desarrollo de la actividad preventiva, los trabajadores designados deberán tener la capaci- dad correspondiente a las funciones a desempeñar, de acuerdo con lo establecido en el capítulo VI del propio Reglamento, es decir, según realicen funciones de nivel básico, de nivel intermedio o de nivel superior. 3. Pero también hay que tener en cuenta que, además de las garantías que les protegen, les incumben ciertas responsabilidades, tal y como ha declarado la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, sede de Valladolid, de 7 de mayo de 2008. Dicha Sala señala que el actor (el trabajador designado), como encargado de la prevención de riesgos laborales por cuenta de su empresa, incumplió gravemente sus deberes y el nivel de gravedad de tal conducta supuso una transgresión de la buena fe y abuso de confianza, lo que llevó al Tribunal a la estimación del recurso presentado por la empresa de dicho trabajador y a calificar el despido como procedente pues el riesgo de daño era elevado. 4. El supuesto contempla a un trabajador que, pese a ser el responsable en materia de prevención de riesgos (teniendo la titulación necesaria para el desempeño de dichas funciones) omite sus funciones al permitir, estando presente, una actuación totalmente incorrecta por parte de otros trabajadores de la empresa que supuso que los mismos sufrieran lesiones de las que Los trabajadores designados gozan de las garantías que para los representantes de los empleados se establecen en la Ley del ET. Hay que tener en cuenta que, además de las garantías, les incumben también responsabilidades Nº 231 • Abril • 2009 24/03/2009 18:53:24 114_s_Consultorio PRL_231.indd 115 24/03/2009 18:53:25 tuvieron que ser atendidos en centro sanitario, y de las que seguían recuperándose en la fecha en la que al trabajador designado se le entrega la carta de despido. En tal comunicación de la decisión extintiva, se le expresa que la falta anteriormente relatada, está tipificada como justificativa de la decisión adoptada, en la letra c del artículo 27 del convenio de empresa de ingeniería y oficinas técnicas y en la letra d) (transgresión de la buena fe contractual) del número 2 del artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. El interesado no estaba afiliado a ningún sindicato. 5. El trabajador despedido era ingeniero técnico industrial eléctrico, tiene master técnico superior en prevención de riesgos laborales en seguridad industrial, higiene industrial y ergonomía y psicosociología aplicadas. Y había aceptado el nombramiento para desempeñar tales funciones. responsabilidad de la empresa o la del actor, puesto que, al contrario, si existe responsabilidad del actor ello significa que también existe necesariamente la de la empresa por cuenta de la cual actuaba. También hay que precisar que el hecho de que se pudiera considerar responsable al actor desde un punto de vista disciplinario no significa que el accidente deba imputarse únicamente a su conducta, siendo posible que concurran otras causas y responsabilidades que no corresponde valorar al Tribunal, especialmente tomando en consideración que la decisión de seguir el método de trabajo incorrecto fue adoptada por las propias víctimas y la responsabilidad del actor le sería imputable por omisión de sus deberes en cuanto mando intermedio de la empresa con específicas funciones en relación con la prevención de riesgos laborales. 7. En definitiva el pronunciamiento que ha de hacerse se refiere exclusivamente a la conducta del trabajador desde un punto de vista disciplinario, por incumplimiento grave de sus obligaciones en cuanto responsable preventivo, sin que de este pronunciamiento se deban extraer otras consecuencias, sobre las que no hace el Tribunal, ni la sentencia, pronunciamiento alguno. Pero añade que “El riesgo generado era de naturaleza grave y podría haber supuesto incluso la muerte de los dos operarios accidentados. Como ya se dijo la Así, pues, el interesado aceptó la posición de trabajador designado, en el sentido del artículo 12 del Real Decreto 39/1997 (RSP), para hacerse cargo de la prevención de riesgos laborales en el centro de trabajo por cuenta de su empresa, estando ocupando dicha responsabilidad en el momento en que se ejecutaban las tareas que dieron lugar al accidente. Este trabajador tenía además formación y cualificación suficiente para hacerse cargo de las tareas preventivas, al unir su condición de ingeniero técnico a la formación específica en materia de prevención a través de las certificaciones de formación reguladas en el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, para el nivel superior. 6. La sentencia expresa que con la actuación del trabajador designado no solamente no se excluye su responsabilidad, sino que la implica necesariamente frente a los trabajadores y frente a terceros conforme al artículo 1903 del Código Civil, puesto que el actor no era sino auxiliar contractual de su empleadora para el cumplimiento del deber de protección que incumbe a ésta. Por tanto, añade, sería erróneo presentar el problema como una cuestión de elegir entre la Capital Humano 116 114_s_Consultorio PRL_231.indd 116 Nº 231 • Abril • 2009 24/03/2009 18:53:25 114_s_Consultorio PRL_231.indd 117 24/03/2009 18:53:26 gravedad en el caso de este tipo de incumplimientos ha de valorarse por la entidad del riesgo creado considerado ex ante y no por las concretas consecuencias del accidente, en las cuales interviene en mayor medida el azar. De hecho, se puede llegar a pensar que un incumplimiento que genere un riesgo de materialización probable y consecuencias graves no se llegue a materializar en un accidente, y al contrario; resultando de esta manera que la imprudencia o gravedad del incumplimiento será mayor en el primer caso, a pesar de su falta de consecuencias. Por tanto, si concurre esa gravedad, en principio, el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores ampararía la licitud del despido. También es importante tener en cuenta que bajo el epígrafe de transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza quedan incluidos aquellos supuestos en los que se incurre en una negligencia grave e inexcusable, como sería éste. La doctrina de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo (sentencias de 9 de diciembre de 1986; 19 de enero, 12 de febrero y 30 de abril de 1987; 29 de marzo y 21 de julio de 1988 ó Capital Humano 118 114_s_Consultorio PRL_231.indd 118 14 de febrero de 1990, entre otras) ha declarado que la transgresión de la buena fe y el abuso de confianza puede traer causa tanto si se trata de una actuación intencional y dolosa como de una conducta culposa o negligente, todo ello en aplicación de lo prevenido en los artículos 5.a) y 20.2 del Estatuto de los Trabajadores, añadiendo el Tribunal Supremo que la diligencia ha de exigirse con mayor o menor rigor de acuerdo con la responsabilidad del puesto desempeñado y la confianza que en el mismo depositó la empresa”. la empresa demandada por el trabajador designado despedido. 8. Por cconsiguiente, a juicio de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, el nivel de gravedad de la conducta alcanza, sin duda, el que sería preciso para incluir la misma en el tipo legal y convencional de transgresión de la buena fe y abuso de confianza, lo que llevó a la estimación del recurso presentado por Además, dicho incumplimiento resulta, desde la conceptualización estrictamente laboral, un quebranto de la buena fe contractual que incumbe a todos los trabajadores por cuenta ajena fruto del contrato de trabajo y tipificado como causa de despido disciplinario, en la Ley del Estatuto de los Trabajadores. \ 9. La figura del trabajador designado, siendo interesante desde el punto de vista de la inmediatez y la proximidad en la organización de los recursos preventivos, pues el trabajador pertenece a la plantilla de la misma y, por tanto, conoce la “idiosincrasia” y estructura, también puede ser conflictiva, pues si no cumple con sus funciones, los riesgos profesionales pueden actualizarse y los trabajadores pueden sufrir las consecuencias en forma de lesiones. Las responsabilidades incumplidas por los trabajadores pueden llegar a suponer el despido disciplinario y, por consiguiente, procedente de dichos trabajadores Nº 231 • Abril • 2009 24/03/2009 18:53:26