Claves de las asociaciones civiles ante el TCA

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Claves de las asociaciones civiles ante el TCA
Por Dra. Mercedes Aramendia ([email protected])
Cuestionamientos a
la legitimación de las
asociaciones civiles
para poder promover
la nulidad de actos
administrativos.
Un acto administrativo es toda manifestación de voluntad de la Administración que produce
efectos jurídicos.
Los actos administrativos pueden ser recurridos a través de determinados medios de
impugnación establecidos por nuestro ordenamiento jurídico, que incluyen los recursos ante la
propia Administración y la acción de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo
(en adelante T.C.A.).
Compete a dicho Tribunal anular los actos administrativos contrarios a una regla de derecho o
con desviación de poder, más para tener legitimación en la causa, la acción debe ser ejercida
por el titular de un derecho subjetivo o de un interés directo, personal y legítimo violado o
lesionado por el acto administrativo impugnado.
¿Qué se entiende por un interés directo, personal y legítimo? ¿Quiénes poseen ese tipo de
interés?
Jurisprudencia y destacada doctrina han señalado que el interés debe ser personal y directo,
propio de quien actúa, y que en nuestro derecho no se quiso establecer una acción popular,
como la hay en otros países, sino que se exige una legitimación específica, excluyendo así las
acciones populares o a las promovidas por entidades colectivas cuando invoquen el interés de
quienes las integran.
¿Se puede argumentar un interés en la buena administración?
El T.C.A. lo ha rechazado, señalando que “… no existe un derecho subjetivo a la legalidad, ni
tampoco el solo interés legítimo a la legalidad que pertenece a todos los habitantes de la
República es suficiente como legitimación, para promover el contencioso. La acción de nulidad
no es una acción popular. Por consiguiente el titular de la acción debe justificar la existencia de
un interés directo, de inmediata satisfacción personal, fundado en una situación jurídica
particular respecto al acto impugnado”.
¿Qué acontece entonces con el interés que puede tener una asociación o una entidad
colectiva?
En varias oportunidades el T.C.A. ha entendido que las entidades colectivas carecen de
legitimación activa en cuanto no son titulares de un derecho subjetivo o de un interés directo,
personal y legítimo que resulte lesionado por el acto administrativo al que se le imputa ilicitud si
el mismo afecta un interés de los afiliados a dichas entidades, que son los que según el
Tribunal ostentan legitimación requerida por las normas aplicables.
En definitiva, ¿se debe entender que las asociaciones o entidades colectivas no tienen
legitimación como para solicitar la nulidad de un acto dictado por la Administración?
Como surge de la Sentencia N° 414, de fecha 25.05.2 006, al expedirse sobre la legitimación de
la Agrupación Universitaria del Uruguay, el T.C.A. recordó jurisprudencia anterior que reconoció
a favor de AEBU dicha legitimación y destacó “… cabe reconocérsele a AEBU la titularidad de
un interés directo, personal y legítimo en la protección del Sindicato, contra todo acto de
“discriminación antisindical”, y señaló que resultan aplicables las precisiones de Giorgi: “Las
personas jurídicas, en especial, las entidades o corporaciones de carácter social o gremial, son
parte en este contencioso, cuando sean titulares de derechos o intereses propios, relativos por
tanto, a su existencia, funcionamiento o personalidad. Siendo menester que se invoquen
intereses que atañen a la entidad y no a sus componentes o socios”.
Considerando lo expuesto, cabe concluir que en la medida en que una entidad colectiva sea
titular de un interés propio relativo a su existencia, funcionamiento y personalidad, acredite que
en su estatuto está previsto como objetivo o finalidad directa un bien u objeto que directamente
este siendo afectado por un acto administrativo, y en consecuencia actúe en defensa de un
interés propio, debería considerarse que cumple con la legitimación calificada exigida por
nuestro ordenamiento jurídico.
ENCASTRE
El TCA es el único órgano
capaz de anular una
manifestación de voluntad
de la Administración que
produzca efectos jurídicos
CLAVES
Alcance- no basta con un derecho subjetivo o con un interés legítimo en la legalidad para
poder promover una acción de nulidad ante el T.C.A.
Interés propio - Para poder accionar en el contencioso de anulación las entidades colectivas
deben invocar un interés propio y no de sus componentes o socios.
Estatutos - Deberían acreditar que dicho interés surge de los objetivos de la entidad, según lo
establecidos en sus estatutos.
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