Facultad de Filosofía y Letras Trabajo de Fin de

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Facultad de Filosofía y Letras
Trabajo de Fin de Grado
Grado en Filología Clásica
Tutor: Pedro Pablo Fuentes González
Estudio comparativo de la representación del mundo natural y animal
en las tragedias Hipólito y Bacantes de Eurípides
Lorena Revelles Pasadas
Curso académico 2014 | 2015
Convocatoria de junio (ordinaria)
1
INDICE:
1. Objeto de estudio y metología: metas del trabajo y metodología
seguida para alcanzarlas ……………………………pág. 3-4
2. Contexto de la obra y del autor: estado de la sociedad del
momento………….…………………………………págs. 4-5
3. Breve resumen de las obras:………………………págs. 5-6
4. Los diferentes nombres de Dionisio en Bacantes...pág. 7
5. Dionisio y su poder sobre las mujeres…………….pág. 8
6. Mundo animal y mundo natural: análisis filológico de las
obras…………………………………………………págs. 9-12
7. Conclusión……………………………………….....pág. 13
8. Bibliografía………………………………….……...pág. 14
2
1. OBJETO DEL ESTUDIO Y METODOLOGÍA
Se ha elegido este tema tras una lectura detenida de las tragedias Hipólito y Bacantes de
Eurípides en la que se ha podido constatar la enorme importancia que presenta en las
mismas el mundo natural y animal.
Ambas obras se centran, a mi parecer, en la venganza de un dios contra un mortal pero
en todo sucede en un entorno agreste y con un vocabulario muy rico sobre la naturaleza y
el mundo animal, en lo que yo vi una tremenda importancia tras una primera lectura, de
ahí el centrarme en estas obras.
El tema del trabajo que planteo es justamente que el estudio de estas dos obras puede
resultar revelador mostrándonos una serie de constantes en el tratamiento de la
representación del mundo natural y el animal, unas constantes marca del autor.
Para intentar averiguar estas constantes haré un análisis de estas dos tragedias
emblemáticas de Eurípides, recurriendo básicamente al estudio comparativo del
vocabulario en ellas usado y de sus correspondientes contextos. Siendo la fuente principal
el texto griego mismo de ambas obras. También uso como pilar fundamental el artículo
de Thuminger (2006). Y varias lecturas más, mencionadas en la bibliografía, que me
guiarán en esta comparación.
Por supuesto mi estudio ha estado apoyado en todo momento por los textos clásicos en
griego y en castellano, este último de la edición de Gredos expuesta en la bibliografía.
Así mismo también he querido tratar temas que he creído importantes cuando he hecho el
análisis de la obra, como por ejemplo los distintos nombres que se le da al dios Dionisio o
el amor “enfermizo” de Fedra por Hipólito.
Como ya he mencionado el objeto de mi estudio será el encontrar una constante en estas
dos obras trágicas con tema mitológico. Si por algo se caracteriza la mitología griega es
porque siempre habrá más de una versión de un mismo mito, así mismo del mito de
Hipólito hay varias obras escritas la primera sería la de Séneca, Fedra, que centra la trama
en la madrastra de nuestro protagonista. El tema de las obras que versan sobre el mito de
Hipólito se remonta a una vieja leyenda que está relacionada con el culto a Posidón en la
cual se narra la violenta muerte del héroe Hipólito.
Se sabe con certeza que con anterioridad a la obra de Séneca, existieron cinco versiones
del mito realizadas por distintos autores: dos de Eurípides (Hipólito); una de Sófocles que
no conservamos (Fedra); otra de Licofrón (Fedra) que también se ha perdido y la cuarta
Heroida de Ovidio (Fedra a Hipólito).
En cuanto a las Bacantes1, las seguidoras del dios Dionisio, también es extenso lo escrito
en la mitología griega y romana. El tema de los ritos dionisíacos tiene la magia de lo
enigmático. Y en cuanto a esta obra en concreto se le añade la fascinación por ser la
última obra del autor.
1
También denominadas Ménades.
3
El tema tratado por Eurípides tiene una larga tradición en la dramaturgia ateniense. Ya a
Tespis, el fundador de la tragedia, se le atribuye un Penteo. Esquilo dedicó una trilogía
ligada a la leyenda tebana sobre el nacimiento y la victoria de Dionisio sobe la resistencia
a su culto, que comprendía tres tragedias y un drama satírico, y otra a la leyenda similar
de la oposición del rey tracio Licurgo al culto báquico. Otros autores de tragedias
retomaron estos motivos míticos pero de todas las piezas nos quedan solo los nombres y
unos exiguos fragmentos de Esquilo.
Entre los latinos, Nevio y Pacuvio compusieron tragedias sobre el tema, muy influidas sin
duda por la obra de Eurípides.
2. CONTEXTO DE LA OBRA Y DEL AUTOR:
Nuestro autor, Eurípides, nacido hacia el 490 fue educado en un ambiente ilustrado y en
el esplendor de Atenas. No vivió personalmente el gran conflicto ni la solemne victoria
de los griegos sobre los persas2; se educó en un ambiente ilustrado y en el esplendor de
Atenas en la etapa períclea, y, ya en su madurez, presenciará la crisis cívica en la Guerra
del Peloponeso3.
Pertenece a “la gran generación”, la que tuvo la conciencia más clara de los avances de la
democracia y la ilustración ateniense. Época del mayor esplendor político y económico
de Atenas, asistió a la construcción del Partenón y los más hermosos monumentos de la
Acrópolis, y compartió con sincero patriotismo los ideales democráticos aunque nunca
ocupó cargos de relevancia en la ciudad, manteniéndose apartado de la política y del
bullicio callejero.
Presentó sus primeras obras trágicas en el año 455 a.C cuando Esquilo acababa de morir.
Compitió frecuentemente con Sófocles y con otros dramaturgos cuyas obras se han
perdido. Compuso cerca de cien tragedias, cosechando en su puesta en escena numerosas
desilusiones y pocos éxitos. Murió en Macedonia, donde había acudido por invitación de
Arquelao, rey de Macedonia.
En vida los atenienses le regatearon sus aplausos, pero, apenas desaparecido, se convirtió
en el trágico predilecto, y fue para muchos el más profundo intérprete de la existencia, un
poeta que unía la fuerza de la expresión a la visión más lúcida de una humanidad
doliente. Todo esto ha influido en que conservemos más tragedias de él que de ningún
otro autor dramático antiguo.
Además de las dieciocho piezas conocemos también una serie numerosa de fragmentos
de nuestro autor, que viene de citas hechas por diversos autores y, sobre todo, de
fragmentos encontrados en restos papiráceos en Egipto. Estas citas y breves textos en
papiro atestiguan el dato ya reseñado de que Eurípides fue el autor dramático más leído
en la época helenístico-romana.
2
3
Batalla de Salamina, año 480 a.C
429-404 a.C
4
Situando en el tiempo las obras que estudiamos en este trabajo, Hipólito fue representado
en el 428 y Bacantes en el año 405. Esta última llevada a escena por su hijo Eurípides el
Joven.
3. BREVE RESUMEN DE LAS OBRAS.
Bacantes
La obra comienza con Dionisos, en forma humana, llegando a la ciudad de Tebas para
castigar la insolencia de su rey, Penteo, que niega el origen divino del dios y que prohíbe
sus ritos. Pese a las advertencias de Cadmo y Tiresias el joven monarca apresa al
extranjero. Dionisos se aparece ante Penteo y le convence para que, disfrazado de mujer,
vaya a observar a las Bacantes (las mujeres tebanas que habían huido de la ciudad
poseídas por el dios para realizar los rituales en su honor) El rey parte, vestido de mujer y
su propia madre, Agave, lo mata creyéndole una fiera. Cuando la mujer se percata de lo
que ha hecho sufre tremendamente ante el horror del acto cometido. La obra termina con
la partida hacia el exilio de Cadmo y Agave.
Esta obra de Eurípides se caracteriza por la dualidad que presenta en varios aspectos,
contraponiéndolos y sirviéndose del uso de antagonismos para hacer avanzar la obra y
mostrarnos las distintas (y encontradas) maneras de ver el mundo de los personajes.
Algunas de estas dualidades son:
• Apolo y Dionisos
• Tradición y modernidad
• Juventud y vejez
• Rectitud y desenfreno
También gira en torno a la religión. Durante toda la obra se nos presenta a Dionisos como
un dios vengativo y cruel, decidido a hacerse respetar no importa el precio en sufrimiento
que ocasione a sus enemigos. Tras la catarsis de la tragedia (una madre matando a su hijo,
demostración de que contra el deseo del dios nada se puede) uno no puede evitar hacer
comparaciones entre Dionisos vengador y el dios cristiano del Antiguo Testamento,
benévolo con sus fieles y malvado hasta el sadismo contra sus oponentes. No deja de
sorprender también que el castigo de Penteo no sólo incluya al monarca sino también a
sus seres queridos (Agave, Cadmo) que han de pagar por unos pecados que ellos no han
cometido (al menos no conscientemente en el caso de Agave). Está claro que Eurípides
trató de mostrar en esta obra su fascinación por el rito Dionisiaco, de gran arraigo en la
cultura griega tal vez precisamente porque era una celebración de la vida (al contrario
que, por ejemplo, el catolicismo que percibe la vida más como castigo y sufrimiento que
5
como regalo). Si bien creo que Eurípides también intenta advertirnos en esta obra de los
riesgos de la religión mal entendida, de cuando la fe se convierte en fanatismo, lo cual
sólo nos trae desgracias.
Hipólito
Hijo de Teseo, mítico rey de Atenas, y de la amazona Antíope, gran amante de la caza y
las artes violentas, veneraba a la diosa virgen de la caza Artemisa y detestaba a la diosa
del amor Afrodita. Ésta, en venganza, dispuso que la madrastra del joven, Fedra4, se
enamorara locamente de él. La nodriza de esta, para intentar aliviar su dolor por este
enamoramiento que tenía a su ama “enferma”5 se lo contó a Hipólito sin el
consentimiento de Fedra, pero consiguió justo lo contrario que buscaba, ya que este la
rechazó y la amenazó con contárselo a su padre cuando volviese de su viaje. Fedra, ante
esta amenaza, se suicidó para salvar su honor. Pero para vengarse del rechazo de Hipólito
escribió una tablilla que sostendría ella tras su muerte para que fuese vista por Teseo a su
vuelta, donde inculpaba a Hipólito de haber intentado mancillar su lecho.
Cuando su padre volvió y vio lo ocurrido, clamó venganza a Posidón6 y el abuelo de
Hipólito respondió enviándole un monstruo marino mientras su nieto cabalgaba en su
carro. Hipólito murió aplastado por sus propios caballos. Pero Artemis viendo a Teseo
alegrarse de la muerte de Hipólito, le confesó toda la verdad sobre la venganza de la
diosa Afrodita sobre su familia. Recriminándole el haber creído por completo a su
esposa sin tener pruebas de que fuese verdad.
La obra acaba estando padre e hijo uno frente a otro; sujetando Teseo entre sus brazos a
Hipólito mientras este muere.
4
Casada en segundas nupcias con Teseo tras la muerte de su primera mujer, madre de Hipólito.
La propia Fedra consideraba el estar enamorada de su hijastro como una enfermedad.
6
Alternan dos tradiciones sobre el origen de Teseo: según una era hijo de Egeo, en la propia obra Artemis
lo llama “ilustre hijo de Egeo”, pero había otra que lo emparentaba con Posidón. A este último pidió
ayuda; según la obra Posidon le hubiese prometido tres maldiciones y Teseo pide gastar una de estas tres
matando a su hijo Hipólito.
5
6
4. LOS DIFERENTES NOMBRES DE DIONISIO EN BACANTES:
Hago hincapié en esto ya que es una de las cosas que más me llamó la atención en la
lectura de esta obra.
Dioniso es denominado en Bacantes fundamentalmente de tres maneras; Dioniso, Bromio
y Baco. Excepcionalmente se encuentran también otros dos nombres: Íaco (v. 725) y
Ditirambo (v. 526).
- El primero de éstos, Íaco (Íacchos), es la personificación del grito ritual que se
profería en determinados momentos del culto en los misterios de Eleusis. En
Bacantes esta denominación es utilizada en el primer relato de mensajero (v.725)
en un pasaje en el que se describen las ceremonias báquicas y, sin duda, el epíteto
alude al dios del vino.
- Por su parte, el término ditirambo (dithýrambos) alude a una ejecución coral en
honor a Dioniso, pero también a un miembro del thíasos dionisíaco y al propio
Dioniso. Sin duda, Eurípides tiene este significado popular en mente cuando
utiliza este nombre en Bacantes, pues el pasaje en que lo hace alude al dios en el
momento en que pasa de Sémele a Zeus (v. 526).
Ahora bien, las denominaciones más usuales de Dioniso en Bacantes son, como ya he
dicho, Dioniso, Bromio y Baco. Dioniso es el nombre principal del dios. Bromio
(Brómios) es un apelativo muy común, que hace referencia al fuego y al rayo vinculados
a su nacimiento. Más complejo e interesante, sin embargo, resulta establecer el
significado preciso del otro epíteto que recibe Dioniso en Bacantes: Baco. A partir del s.
V a.C. y rara vez antes de esa fecha13 Dioniso es llamado con frecuencia Baco (Bácchos)
y sus seguidores bácchoi o bácchai14. Ahora bien, el dios es denominado también con el
adjetivo bácchios y, de hecho, es llamado así con más frecuencia que con el término
Bácchos. En concreto, en Bacantes Dioniso es llamado trece veces bácchios y solo dos
veces Bacchos.
Dioniso es un dios ambiguo. Sus principales características lo definen como dios del
vino, del menadismo, del culto a los muertos y del teatro. En definitiva, estos cuatro
elementos o ámbitos marcan una supresión de los límites habituales del ser humano21.
En Bacantes Eurípides no hace ninguna alusión al aspecto de Dioniso como dios
vinculado al mundo infernal. Hay alusiones al vino, al menadismo e implícitamente al
teatro, como han puesto de relieve muchos estudios. En ningún momento, sin embargo,
se alude a la otra función esencial de Dioniso, la de dios de ultratumba.
7
5. DIONISO Y SU PODER SOBRE LAS MUJERES.
Otro punto que me parece remarcable de esta obra es la figura de Dionisio en esta obra y
su influencia sobre las mujeres y su liberación. Ya que lleva a tal nivel de locura al ser
humano y en concreto a este coro de bacantes; como dice J.L Calvo y C. García Gual en
su prólogo a las Bacantes. “Hay en la obra una afirmación clara: la grandeza de Dionisio.
Es una divinidad que depara gozos entusiastas a sus fieles, uno de los dioses benefactores
de la humanidad indigente. No menos clara es la manifestación de crueldad con la que el
dios puede revelarse a quienes lo niegan, con un castigo que envuelve a pecadores y
justos, con una crueldad que es fatídica, la antigua decisión de Zeus.”
Dionisio puede ser un dios ambiguo, el del entusiasmo y la embriaguez vital, y, al mismo
tiempo, el demonio del aniquilamiento y la locura. Como podemos ver perfectamente e
esta obra.
La exhortación de las bacantes está claramente dirigida a las mujeres de Tebas. El
elemento femenino está siempre presente en lo dionisíaco. Baco es descrito por el tirano
Penteo como un extranjero "que lleva una melena larga y perfumada de bucles rubios, de
rostro lascivo con la atractiva mirada de Afrodita en sus ojos" (Bacantes, 234-235).
¿Por qué el culto está destinado a las mujeres? Cuando se habla de la madre de Dioniso,
Sémele, se dice que tuvo "angustiosos dolores de parto" y, en otra tragedia de Eurípides,
el coro de mujeres señala que: "la dura y desafortunada impotencia ante los dolores del
parto y el delirio armonizan con la difícil condición de las mujeres" (Hipólito, 163-165).
El sufrimiento del parto es un símbolo de la realidad cotidiana de la mujer griega,
muestra que su vida no era agradable. Recluidas en una parte de la casa, el gineceo,
realizaban sus pesadas labores, especialmente tejer. Sus salidas de la casa eran mínimas y
siempre debían ser acompañadas por un esclavo. Dioniso es sensible a la opresión de las
mujeres:
“αὐηίηα βᾶ πᾶζα πμνεύζεζ-Βνόιζμξ ὅζηζξ ἄβῃ εζάζμοζ-εἰξ ὄνμξ εἰξ ὄνμξ, ἔκεα ιέκεζ
εδθοβεκὴξ ὄπθμξ
ἀθ᾽ ἱζηῶκ πανὰ ηενηίδωκ η᾽
μἰζηνδεεὶξ Δζμκύζῳ.”
"pronto la comarca entera danzará, cuando Bromio conduzca sus
cortejos al monte, al monte, donde aguarda el femenino tropel,
lejos del telares y ruecas, aguijoneado por Dioniso" (114-119).
Es Dioniso quien liberara a las mujeres del trabajo pesado del telar.
8
6. MUNDO ANIMAL Y MUNDO NATURAL
Llegamos al punto importante de este estudio. El análisis de estos dos mundos en las
obras elegidas. Como hemos podido ver, en las dos está muy presente el mundo natural y
animal, aunque sin duda en las Bacantes tiene mucha más importancia ya que
prácticamente toda la obra sucede en el monte.
Los animales que se presentan en la escena son principalmente “animales dionisíacos”7.
Algunos de los diferentes animales que van apareciendo en la escena serían:
- Serpientes; la primera aparición de este animal sería en el nacimiento y
coronación de Bromio8, en la primera antistrofa, verso 101(δναηόκηωκ
ζηεθάκμζξ). También remarcar cuando aparece ya al final de la obra cuando
Dionisio profetiza a los tebanos que serían expulsados de su ciudad (δνάηωκ
βεκήζδ), interpretándolo aquí como “dragón”.
- El toro, muy importante en esta obra, ya que el mismo dios Dionisio es definido
por el coro como τασρόκερων θεόν , es decir, “dios de cuernos de oro” en el verso
100. En el 920 Penteo habla con Dionisio mientras este lo anima a seguirlo
vestido de mujer para espiar a su madre , y de nuevo lo llama “toro”.
“καὶ ταῦροσ ἡμῖν πρόςκεν ἡγεῖςκαι δοκεῖσ
καὶ ςῷ κζρατα κρατὶ προςπεφυκζναι.
ἀλλ᾽ ἦ ποτ᾽ ἦςκα κιρ; τεταφρωςαι γὰρ οὖν.”
“Y tú me pareces un toro que ante mí me guía y
que sobre tu cabeza han crecido cuernos. ¿es que ya eras antes una fiera?
Desde luego estás convertido en toro.”
La relación entre este animal y el dios Dionisio está muy atestiguada en la mitología. La
vaca y el toro asumen en la mitología griega, y especialmente en Beocia, el papel de
animal guía en varias leyendas.9
-
-
Perros: un animal utilizado para denominar Ágave a las bacantes. Entre otras
referencias, este aparece mencionado en el v. 731, cuando Ágave grita a su
tropa “Ὦ δρομάδες ἐμαὶ κύνες” (perras mias corredoras).
Potros y cervatillos: en el v. 165 mencionado por el coro “πῶθμξ ὅπωξ ἅια ιαηένζ
Φμναάδζ” (como la potranca junto a su madre en el prado). En el v. 866-871. En
una descripción del baile de las bacantes.
“ὡξ κεανὸξ πθμεναῖξ ἐιπαίγμοζα θείιαημξ ἡδμκαῖξ,
ἡκίη᾽ ἂκ θμαενὰκ θύβῃ
εήνακ ἔλω θοθαηᾶξ
7
Según Thumiguer, serían animales recurrentes en las escenas con este tipo de ritos.
Tambíen llamado así Dionisio, “Bromio” o “el Bramador”.
9
Según F. Vian.
8
9
εὐπθέηηωκ ὑπὲν ἀνηύωκ,
εωΰζζωκ δὲ ηοκαβέηαξ
ζοκηείκῃ δνάιδια ηοκῶκ:”
“Como la cervatilla que retoza en los verdes placeres del prado,
después de escapar a los terrores de la cacería, lejos de la batida,
más allá de las redes bien tejidas, mientras el cazador con sus gritos
excita el impulso de sus perros.”
-
Gacelas y lobeznos: el v. 699 relata como las bacantes daban su leche para alimentar a
cervatillos o lobeznos salvajes.
Por último los leones: en el v. 1018 Dionisio es invocado por el coro de bacantes en su
forma animal de león. Las transformaciones en animales eran conocidas en la saga de
Dionisio.
“θάκδεζ ηαῦνμξ ἢ πμθύηνακμξ ἰδεῖκ
δνάηωκ ἢ πονζθθέβωκ ὁνᾶζεαζ θέωκ.”
“¡Muéstrate ante mi como un toro o un dragón, de muchas cabezas o
como un león que resopla fuego!”
A si mismo hay que mencionar también el uso de una serie de términos específicos de
caza o adjetivos a los animales.
-
Las palabras usada para los animales salvajes en general sería ἄβνα (caza, presa…) y
εήν (animal selvático, fiera).
Κοκδβέηδξ (cazador) entre los términos que hay dentro de la esfera de ἀβνεύω (cazar).
Estos serían algunos de los utilizados por Eurípides, sin duda todo está en la esfera del
cazador y el cazado, el criador y el criado.
Es una obra en la que las referencias a los animales son constantes, además de los pasajes
mencionados aparecen en muchos más. El mundo animal cobra una gran importancia, y
la interpretación que puede hacerse de cada una de las apariciones de los animales
mencionados.
10
Sin embargo en Hipólito no son tan repetidas las referencias a animales para adjetivar a
una persona. Aunque también las podemos encontrar, además de mencionar animales por
el gusto por la caza que tiene el protagonista.
Las primeras nos las encontramos en prólogo que abre la tragedia, recitado por la diosa
Afrodita como es norma en las tragedias de Eurípides.
-
Perros: Es la primera referencia animal que nos encontramos. Versos 17-19:
“χλωρὰν δ᾽ ἀν᾽ ὕλθν παρκζνῳ ξυνὼν ἀεὶ
κυςὶν ταχείαισ κῆρασ ἐξαιρεῖ χκονόσ,…”
“por el verdoso bosque, siempre en compañía de la doncella,
con rápidos perros extermina los animales salvajes de la tierra”
-
-
Estos perros que ayudan a Hipólito en la caza aparecen más veces a lo largo de la
obra; versos 216, 1129. Según puedo ver, estos animales siempre acompañan al
protagonista en sus salidas de caza. Por ser veloces y feroces.
Potros vénetos: Los vénetos habitaban en las costas del mar Adriático y
procedían de Paflagonia; sus caballos tenían fama de ser muy veloces. Son
mencionados por Fedra en el verso 231, y los veremos también en la antístrofa
2ª, verso 1133, en estos versos sucede la muerte del protagonista; El coro refiere
a estos animales lamentando que ya no volverá Hipólito a montar sus
“ejercitados caballos”.
Los caballos tienen gran importancia en esta obra ya que son los que causan la
muerte de Hipólito, que muere tras ser aplastado por estos.
Yegua: en el verso 236 nos encontramos una metáfora en la que la nodriza
compara a Fedra con una yegua, a la que el movimiento de las bridas puede
agitar.
“τάδε μαντείασ ἄξια πολλῆσ,
ὅςτισ ςε κεῶν ἀναςειράηει
καὶ παρακόπτει φρζνασ, ὦ παῖ.”10
-
Al igual que en las Bacantes, aparece el toro. Una ola con forma de toro,
mandada por Posidon, fue la causante de que los caballos de Hipólito se
asustasen y acabasen matándolo.
“αὐτῷ δὲ ςὺν κλφδωνι καὶ τρικυμίᾳ
κῦμ᾽ ἐξζκθκε ταῦρον, ἄγριον τζρασ:
οὗ πᾶςα μὲν χκὼν φκζγματοσ πλθρουμζνθ
φρικῶδεσ ἀντεφκζγγετ᾽, εἰςορῶςι δὲ
κρεῖςςον κζαμα δεργμάτων ἐφαίνετο.”
10
Como señala A. Medina en su traducción para Gredos.
11
“Y en el momento de romper con estruendo, la ola vomitó un toro,
monstro salvaje. Y toda la tierra, al llenarse de su mugido, respondía con un eco
tremendo.”
En cuanto al mundo natural, los estudiosos del teatro de Eurípides han destacado que este
pudo observar en Macedonia, adonde se había retirado, el fervor de los cultos dionisíacos
de la región, así como dejarse influir por la grandiosidad de la naturaleza agreste de sus
paisajes, utilizándolo para sus descripciones en Bacantes, que fue la que escribió estando
allí, la única de tema dionisíaco. En el enfrentamiento entre las normas de la vida en la
ciudad, donde las mujeres están sometidas al enclaustramiento hogareño junto al telar y la
cuna de los niños, y la huida al monte para danzar en fiesta y libertad, es donde Penteo
estalla. Firme defensor de los valores tradicionales desde el punto de vista de la moral
griega. Penteo es, al igual que Hipólito, un héroe demasiado seguro de su mortalidad, sin
advertir la unilateralidad de su concepción hasta el momento de su muerte. Pero el
castigo de Penteo resulta mucho más cruel que el de Hipólito, porque su
descuartizamiento corporal va precedido de un desgarramiento interior, simbolizado en
su travestimiento femenino, seducido por el dios. Antes de ser cazado por las bacantes,
Penteo ya ha caído en la trampa del dios embaucador por excelencia.
Y es aquí donde quería llegar, a la imagen que domina toda la obra: la de la caza. Lo que
al comienzo nos presentaba Penteo como una cacería de las mujeres fugadas de sus
hogares va a convertirse en la montería en que él mismo, presa en la red de caza que el
dios le ha preparado, caerá para ser descuartizado. Las ménades, que se sienten gozosas y
libres o acosadas como cervatillas y gacelas por los prados del Citerón, transformarán su
agilidad en la furia de las fieras despedazadoras de la presa caída en la trampa. Penteo se
convierte así, en el cazador cazado.11
En el Hipólito la figura de la caza también será dominante, por ser algo que el
protagonista practicaba con frecuencia, como ya hemos mencionado en apartados
anteriores. En esta obra el mundo natural no cobra la importancia que tiene en las
Bacantes, o eso creo yo, ya que se centra más en el castigo de la diosa a Hipólito y no se
detiene a hacer unas descripciones y comparaciones tan bonitas como las de Bacantes.
11
Episodio 5º (1024-1152) comienza con la llegada del mensajero que anuncia el trágico final a manos de
las Bacantes.
12
7. CONCLUSIÓN:
Este análisis de las dos obras lo hago tras sumergirme lo máximo que me permiten mis
conocimientos en las obras de mi escritor trágico favorito. Y así como ya he dicho que en
el Hipólito no remarco una gran importancia en el mundo natural y animal, al menos a mi
parecer, si tengo que decir que en Bacantes todo gira en torno a estos mundos. Desde los
ritos dionisíacos que se llevan a cabo en el monte, hasta las innumerables descripciones
que el autor hace de cada cosa o de cada animal, poseyendo cada uno una descripción
preciosa. Dotando también a los personajes y a las bacantes de descripciones referidas al
comportamiento de algún animal.
Una obra vivida con total intensidad de principio a fin, en la que la tragedia está muy
marcada desde que comienza. La escribe un Eurípides ya maduro como escritor y lo
cierto es que se puede ver su madurez en cada verso y en cada descripción, que es lo que
más me impresiona a mí de esta obra.
También nos muestra como el ser humano puede ser mucho más irracional y salvaje que
el mundo animal y natural.
Y su debilidad. Hemos visto como una madre descuartiza a su hijo o como un padre
manda al exilio a su hijo, llevados ambos por los engaños de los dioses.
En cuanto al fin de este trabajo de buscar constantes en estas dos obras de Eurípides, creo
que hemos podido ver las coincidencias. Aunque en una predomine más que en la otra,
sin duda en ambas se ve reflejada la importancia de los mundos natural y animal,
introduciéndonos mucho más en la tragedia con las descripciones de paisajes y de los
personajes.
13
8. Bibliografía selecta:
Estudios:
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Ediciones y traducciones:
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Córdoba, Servicio de Publicaciones.
Rodríguez Adrados, F. y Cuenca, L. A. de (eds. y trads.), (1995), Eurípides, Tragedias,
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Tovar A. y Binda, R. P. (eds. y trads.) (1960), Eurípides, Tragedias, vol. II: Las Bacantes,
Hécuba, col. “Hispánica de Autores Griegos y Latinos”, Barcelona, Ed. Alma Mater.
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