CORTE NACIONAL DE JUSTICIA, SALA DE LO CIVIL Y

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Juicio 533-2012
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA, SALA DE LO CIVIL Y
MERCANTIL
JUEZA PONENTE DRA. MARIA ROSA MERCHAN LARREA
Quito, 17 de julio de 2013, las 11h00
VISTOS: (533-2012)
ANTECEDENTES
El proceso verbal sumario que por liquidación de daños, reconocidos en
acuerdo transaccional celebrado mediante escritura pública, entablaron
Pablo Macario Pucha Poveda y María Eufemia Ronquillo en contra de
Héctor Oliverio Lara Lara, es renviado a la Sala de lo Civil y Mercantil de
esta Corte Nacional de Justicia, en virtud de la declaratoria de nulidad de la
sentencia de casación, decretada por la Corte Constitucional en la acción
extraordinaria de protección, en la que se dispone, que otra Sala de la Corte
Nacional conozca y tramite la causa. Los sucesores del demandado
interponen Recurso de Hecho impugnando la sentencia dictada el 31 de
marzo del 2009, las 11h40, por la Segunda Sala de lo Civil, Mercantil,
Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha, que
confirma el fallo y auto ampliatorio de primer nivel que declara con lugar la
demanda.
CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL
1. El Tribunal que suscribe, constituido por Jueces Nacionales,
nombrados y posesionados por el Consejo Nacional de la Judicatura, en
forma constitucional, mediante resolución número 004-2012 de 25 de
enero de 2012; designados por el Pleno para actuar en esta Sala de lo
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Civil y Mercantil, por resolución de 30 de enero de 2012 conoce de este
proceso en virtud del sorteo realizado de conformidad a lo dispuesto en el
penúltimo inciso del Art. 183 del Código Orgánico de la Función
Judicial.
2. El proceso verbal sumario, en análisis, tiene como antecedente el
acuerdo transaccional celebrado el 30 de marzo del año 2004, titulado
Convenio de Reconstrucción, que en la disposición primera.antecedentes.- deja establecido que Pablo Macario Pucha Poveda es
propietario del bien inmueble ubicado en la ciudadela María Elena
Salazar, calle A, lote número 82A , sector Guajalo, ciudad de Quito; que
Héctor Oliverio Lara Lara es su colindante, propietario del lote 82B; “que
a raíz de la construcción de varios pisos en la propiedad de Héctor
Oliverio Lara Lara, la propiedad del señor Pucha se ha visto afectada
con el cuarteamiento de paredes y losa que ha afectado notablemente su
estructura”
y que, “con el fin de no provocar más conflictos entre
vecinos y con el afán de encontrar una solución a este conflicto se
comprometen a lo siguiente: El señor HECTOR OLIVERIO LARA LARA
libre y voluntariamente, asume el costo de reparación de los daños
causados en la propiedad del señor Pablo Macario Pucha Poveda, en el
porcentaje del noventa por ciento, los daños serán avaluados por un
profesional de la materia, cuyo informe formará parte de este
acuerdo………..” El artículo 2348 del Código Civil, define “La
transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente
un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.” El artículo 2362
ibídem prescribe “La transacción surte el efecto de cosa juzgada en
última instancia”. Entonces reconocida la transacción con efectos de cosa
juzgada en última instancia, la obligación de Héctor Oliverio Lara Lara,
de reparar los daños, cuyo costo le corresponde erogar en un noventa por
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ciento, estamos frente a un juicio verbal sumario entablado con este
único objeto, el de establecer el costo de reparación de los daños
causados, y a cuanto asciende el porcentaje del noventa por ciento;
proceso que no es uno de conocimiento sino de liquidación para
ejecución, accesorio a la transacción en la cual se reconoce el derecho.
La Corte Constitucional, en el Caso No. 0027-10-CN resolviendo la
consulta sobre la constitucionalidad del artículo 845 del Código de
Procedimiento Civil que prescribe “En el juicio verbal sumario que se
efectúe para liquidar intereses, frutos, daños y perjuicios, ordenados en
sentencia ejecutoriada, el fallo no será susceptible de recurso alguno. En
los demás casos…..”, consideró que el principio constitucional de doble
instancia no es de aplicación forzosa en todas las materias de decisión
judicial, de ahí que el derecho a recurrir los fallos pueda ser ejercido, de
acuerdo a la Constitución, en los procesos en los que “se decida
derechos”. En forma expresa, contestándose a la pregunta ¿Por qué el
juicio verbal sumario que se efectúe para liquidar intereses, frutos
daños y perjuicios impide el planteamiento de recursos contra el fallo?,
razonó “Por su naturaleza este tipo de juicios busca dotar de celeridad y
eficiencia a los procesos que no tienen como finalidad el conocimiento
del fondo del asunto controvertido o la declaración de derechos, sino la
ejecución de un derecho ya reconocido en sentencia ejecutoriada, que es
a su vez el resultado de otro proceso de conocimiento, en el que si se
admiten dos instancias. De ahí que sea claro, de la norma controvertida,
que en juicios de esta naturaleza el fallo no es impugnable siempre que
sea el resultado de la ejecución de una disposición expresa contenida en
una sentencia ejecutoriada…. ” y en el mismo fallo respondiendo a la
pregunta ¿La imposibilidad de plantear recursos en juicio verbal
sumario, que se efectúe para liquidar intereses, frutos, daños y
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perjuicios, vulnera el derecho a la doble instancia? Respondió “tal
como se indicó, la existencia de una sola y definitiva instancia en los
juicios verbal sumario en donde se discutan intereses, frutos y daños y
perjuicios ordenados por sentencia ejecutoriada, se justifica porque se
trata de un juicio accesorio que busca hacer efectivo el reconocimiento
de un derecho establecido en un juicio principal……… Así la restricción
de este derecho en el juicio de ejecución resulta acorde y consecuente
dado el procedimiento –de conocimiento- que le da vida y posibilita su
desarrollo. Por lo mismo, en razón de su naturaleza no necesitan que la
administración de justicia despliegue una actividad procesal amplia…”
El artículo 2 de la Ley de Casación prescribe que “El recurso de
casación procede contra las sentencias y autos que pongan fin a los
procesos de conocimiento, dictados por las corte superiores, por los
tribunales distritales de lo fiscal y de los contencioso administrativo…”.
Entendiéndose por procesos de conocimiento a aquellos que tienen por
finalidad producir una declaratoria de certeza sobre una situación jurídica
determinada. Al respecto, Lino Enrique Palacio, señala que: “El proceso
de declaración, llamado también, de conocimiento o de cognición es
aquel, que tiene como objeto una pretensión tendiente a lograr que el
órgano judicial dilucide o declare, mediante la aplicación de las normas
pertinentes a los hechos alegados y (eventualmente) discutidos el
contenido y alcance de la situación jurídica existente entre las partes. El
efecto invariable y primario de los pronunciamientos que recaen en esta
clase de procesos se halla presentado, pues, por una declaración de
certeza acerca de la existencia o inexistencia del derecho pretendido por
el actor” (Derecho Procesal Civil, Tomo I, Pág. 304.)
Consiguientemente, en un proceso en el que no hay derecho que declarar,
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que lo único que persigue es la liquidación del monto de los daños, no
procede el recurso de casación, y si consideramos que aquel corresponde
a los procesos previstos en el artículo 845 del Código de Procedimiento
Civil, contra el fallo dictado en primera instancia, no hay recurso alguno.
En razón de lo expuesto, este Tribunal de Casación de la Corte Nacional
de Justicia, al considerar que la sentencia dictada en esta causa, no puede
ser impugnada a través del recurso de casación, ordena devolverse el
proceso para la ejecución de la sentencia que ha producido estado.
Notifíquese a la Defensoría del Pueblo, en el casillero judicial señalado
para el efecto. Devuélvase.
Dra. María Rosa Merchán Larrea
JUEZA NACIONAL
Dr. Paul Iñiguez Ríos
Dra. Paulina Aguirre
Suárez
JUEZ NACIONAL
JUEZA NACIONAL
Certifico:
Ab. Gina Navas Carrera
SECRETARIA RELATORA ( E )
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