Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 Colaboración especial 18 18 F-FDG-PET-TC en sarcomas de partes blandas: ¿cuándo? F-FDG-PET-CT in soft tissue sarcomas: When to image? B. Rodríguez-Alfonso a,∗ , J. Mucientes Rasilla a , M. Mitjavila Casanovas a , J. Cardona Arboniés a y R. Cubedo b a b Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Universitario Puerta de Hierro, Majadahonda, Madrid, España Servicio de Oncología Médica, Hospital Universitario Puerta de Hierro, Majadahonda, Madrid, España Introducción Los sarcomas de parte blandas (SPB) son un grupo poco frecuente de tumores que se originan en células que derivan del mesodermo embrionario. Suponen menos del 1% de los tumores malignos sólidos en adultos y son la causa de aproximadamente el 2% de la mortalidad asociada al cáncer. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que en España se diagnostican 2 casos/100.000 habitantes al año, con un pico máximo de presentación en adultos entre los 40-60 años1 . La incidencia en la población pediátrica, entendiendo como tal los primeros 20 años de vida, es de 11 casos/1.000.000 de habitantes, representando el 7,4% del total de las neoplasias2 . Además, son un grupo heterogéneo de tumores. Existen, según datos de la OMS, más de 50 subtipos histológicos de SPB (tabla 1) que se clasifican fundamentalmente según su línea de diferenciación (tejido adiposo, tejido fibroblástico-miofibroblástico, fibrohistiocíticos, del músculo liso, del músculo esquelético, vasculares, osteocondrales y de diferenciación incierta) y según su agresividad (benignos, intermedios y malignos). Las estirpes más frecuentes son el fibrohistiocitoma maligno, liposarcoma, leiomiosarcoma, sarcoma sinovial y tumor maligno de vaina del nervio periférico. En pacientes pediátricos el tipo más frecuente es el rabdomiosarcoma (40%) y el fibrosarcoma (30%). Suponen un reto diagnóstico y terapéutico puesto que cada uno presenta unas características peculiares en cuanto a clínica, pronóstico y tratamiento3 . Aproximadamente el 75% de los SPB se localizan en extremidades, especialmente en el muslo, un 10% en pared torácica y otro 10% en retroperitoneo. Los SPB de localización retroperitoneal suelen alcanzar un mayor tamaño (diámetro medio de 9 cm) debido a que ocasionan síntomas más tardíamente2 . El pronóstico está ligado a distintos factores, siendo los más importantes el tamaño y profundidad de la lesión al diagnóstico, el grado tumoral y subtipo histológico, la edad del paciente, la afectación de márgenes quirúrgicos y el estadio. La supervivencia global a 5 años de adultos con SPB es de aproximadamente el 50% y disminuye significativamente en presencia de metástasis o recidiva local4 . La supervivencia relativa a los 5 años es del 71% para todos los tipos de SPB en la población pediátrica2 . El tratamiento de los SPB se basa fundamentalmente en la cirugía, que tendrá como objetivo la resección completa del tumor. Dependiendo del grado y los márgenes quirúrgicos se valora la ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (B. Rodríguez-Alfonso). necesidad de radioterapia (pre o postoperatoria) o braquiterapia. La quimioterapia adyuvante no se recomienda de forma estándar, pero es una opción a considerar en pacientes con SPB de alto grado, mayores de 5 cm y de localización profunda. La quimioterapia (antraciclinas y oxazafodforinas) es el tratamiento de elección en la enfermedad avanzada, junto con los tratamientos diana que están desarrollándose en los últimos años5 . La PET-TC con 18 F-FDG puede emplearse, con buenos resultados, para predecir el pronóstico, para la (re)-estadificación y en la evaluación de respuesta al tratamiento en pacientes con SPB6 . Aún así, el papel de esta técnica de imagen no está claramente consolidado puesto que no existen guías ni protocolos consensuados. En la presente colaboración se pretende hacer una revisión de las indicaciones con mayor evidencia de beneficio del uso de la PET así como de los campos en investigación y futuro desarrollo. Diagnóstico inicial de los sarcomas de partes blandas Existe una amplia variación en el comportamiento metabólico de los SPB, debida a la heterogeneidad histológica, a los distintos niveles de agresividad de las lesiones y al grado tumoral. En general, la 18 F-FDG-PET muestra una aceptable sensibilidad (S) y especificidad (E) en el diagnóstico inicial de estos tumores. Con el objetivo de estimar el rendimiento diagnóstico de la 18 F-FDG-PET en las lesiones de partes blandas, Loannidis et al. recogen en un metaanálisis de la literatura el resultado de 15 estudios que incluyen un total de 416 pacientes y 441 lesiones (227 malignas y 214 benignas). Los datos agregados muestran una exactitud diagnóstica (Ex) del 82,7% (S: 0,92; E: 0,73) en el análisis visual y del 80,8% (S: 0,79; E: 0,82) en el análisis semicuantitativo, aplicando un umbral de Standardized Uptake Value (SUV) de 2,0. Encuentran diferencias significativas entre el comportamiento metabólico de las lesiones malignas de intermedio o alto grado y las malignas de bajo grado o benignas pero, sin embargo, no encuentran diferencias entre estos 2 últimos grupos7 . Además, existe un importante solapamiento del comportamiento de las distintas lesiones desde el punto de vista metabólico. Por tanto, la PET no sustituye en ningún caso al análisis histológico (fig. 1). A pesar de que la PET no sustituye a la histología, sí podría ser útil en cuanto a la guía de biopsia. Según datos de la reunión de consenso del Grupo Español de Investigación en Sarcoma (GEIS), en el 50% de los tumores mayores de 5 cm se realiza una biopsia escisional, lo cual puede ocasionar la contaminación del lecho tumoral y condicionar la resección con bordes afectos, aumentando el riesgo de recidiva local y de mortalidad por el tumor5 . Este mismo grupo propone que aquellos tumores mayores de 5 cm, los 2253-654X/$ – see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. y SEMNIM. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.remn.2013.07.005 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 44 B. Rodríguez-Alfonso et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 Tabla 1 Tipos histológicos de los sarcomas de partes blandas Tumores adipocíticos Tumores fibroblásticos o miofibroblásticos Tumores fibrohistiocíticos Tumores de músculo liso Tumores del músculo esquelético Tumores vasculares Tumores de nervios periféricos Tumores condro-óseos Tumores de diferenciación incierta LiposarcomadesdiferenciadoLiposarcoma mixoide de células redondas Liposarcomapleomórfico Fibrosarcoma Mixofibrosarcoma de grado bajo Sarcoma fibromixoide de grado bajo Fibrosarcomaepitelioideesclerosante Sarcoma pleomórfico no diferenciado o histiocitoma fibroso maligno Leiomiosarcoma Rabdomiosarcoma (embrionario, alveolar y pleomórfico) Hemangioendoteliomaepitelioide Angiosarcoma Tumores malignos de la vaina del nervio periférico Condrosarcomasextraesqueléticos Osteosarcomaextraesquelético Sarcoma sinovial Sarcoma epitelioide Sarcoma alveolar de partes blandas Sarcoma de células claras Tumor neuroectodérmico primitivo (TNEP) o tumor de ewingextraesquelético Tumor desmoplásico de células redondas pequeñas Sarcoma no diferenciado; sarcoma sin otra especificación (NOS) de crecimiento reciente o los fijos, de localización profunda, sean derivados a un centro experto en sarcomas antes de la realización de la biopsia. La presencia de dolor asociado a cualquiera de estos 3 criterios constituye un refuerzo en la presunción de malignidad. El nivel de captación de 18 F-FDG se ha correlacionado de manera significativa con la sobreexpresión de receptores GLUT-1, de p53 (sobreexpresada hasta en el 49% de los SPB de grado II y III) y del Ki-67, traduciendo la mayor proliferación celular en el tumor8 . Figura 1. Diferencias en el comportamiento metabólico de 2 tipos de sarcomas. La figura 1.a. corresponde a un liposarcoma retroperitoneal bien diferenciado que muestra una escasa o nula afinidad por la 18 F-FDG. La figura 1.b. corresponde histológicamente a un carcinosarcoma de endometrio pobremente diferenciado de alto grado. La lesión alcanza un SUVmax 29. Teniendo esto en consideración, un alto nivel de captación de la tumoración en un estudio PET, previo a maniobras invasivas, podría ser uno más de estos «signos de alarma». La PET, además, diferencia las áreas de necrosis, hemorragia, degeneración quística o menor componente celular, de las áreas mas hipercelulares dentro de la lesión, que son habitualmente las que exhiben un mayor SUV, permitiendo de esta manera dirigir las biopsias a las zonas más rentables y minimizar las distorsiones en el tejido que se pudieran generar secundariamente9 . Esto es especialmente importante en masas de gran tamaño, por ejemplo, en los liposarcomas, en los que se pueden encontrar áreas de mayor grado histológico, que suelen ser las responsables del fracaso terapéutico, o en pacientes con neurofibromatosis tipo 1, en los que se pueden identificar de manera precoz y con una alta sensibilidad los tumores malignos de vaina de nervio periférico10 . De manera paralela, en la valoración inicial de un SPB, la PET provee una información pronóstica adicional. La relación que existe entre el grado tumoral y el fenotipo glicolítico de la lesión es clínicamente relevante, ya que se ha demostrado una asociación entre el grado tumoral y la supervivencia global y libre de enfermedad y, debido a la mala evolución que tienen en general los SPB, es importante identificar tantos factores pronósticos como sea posible para establecer estrategias terapéuticas adecuadas y esquemas de seguimiento adaptados al riesgo. En el estudio publicado por Benz et al.11 , que incluye 102 pacientes con 12 subtipos diferentes de sarcomas de partes blandas, se analiza la relación entre el SUVmax de la lesión y el grado histológico establecido según el sistema de la Fédération Nationale des Centres de Lutte Contre le Cancer (FNCLCC) (grados I, II y III) y según el sistema binario propuesto por Deyrup y Weiss (alto grado/bajo grado). Los autores observan una diferencia estadísticamente significativa entre el SUVmax de los sarcomas de grado I, II y III así como entre los de alto y bajo grado, con niveles de corte de SUVmax de 6,6 y 5,2 respectivamente, con una mejor correlación cuando se aplica el sistema binario, que además alberga una menor complejidad. No obstante, en los tipos histológicos que se comportan habitualmente como lesiones de baja o moderada afinidad por la 18 F-FDG, la capacidad discriminativa del SUV es menor. Como ya se ha comentado, el cálculo del SUV o el análisis visual de la captación de una lesión es un método útil para la valoración preoperatoria no invasiva de la agresividad de los SPB resecables, que puede influir en las decisiones terapéuticas posteriores a la cirugía12 dado que el nivel de captación se asocia positivamente y de manera estadísticamente significativa con el índice de mitosis. Pero además, se ha correlacionado con la presencia de necrosis tumoral13 . Ambos son factores de peor pronóstico, lo que podría suponer que lesiones con un alto nivel de captación se beneficien de protocolos de tratamiento más agresivos y seguimientos más estrechos. El nivel de captación de los sarcomas, por tanto, se ha sugerido como un factor pronóstico que se correlaciona, además de con el grado, con la supervivencia libre de enfermedad, el control local y con la supervivencia global14 . Por último, no solo el nivel de captación de la lesión constituye un valor pronóstico, además la heterogeneidad en la distribución de la 18 F-FDG en el interior del volumen tumoral sugiere la presencia de múltiples poblaciones celulares con distinta tasa de crecimiento, vascularización, necrosis, matriz extracelular y fluidos, lo que implica un comportamiento más agresivo15 . Probablemente la valoración del grado y del pronóstico empleando la información adicional proporcionada por la 18 F-FDGPET en SPB cobre mayor importancia en casos en los que hay discrepancias interobservador en el diagnóstico patológico o en los que el SPB no puede ser adecuadamente clasificado solo en función de la valoración histopatológica, en aquellas histologías que se consideran «no graduables», como el sarcoma epitelioide, el sarcoma de células claras, el sarcoma alveolar o el angiosarcoma. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. B. Rodríguez-Alfonso et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 Estadificación y restadificación La utilidad de la PET-TC en la estadificación inicial y estadificación de recurrencias de diversos tumores está ya claramente establecida, como es el caso del cáncer de pulmón, esófago, mama localmente avanzado y el colorrectal. Una de las ventajas del estudio 18 F-FDG-PET-TC en la estadificación tumoral es que se trata de una técnica que es capaz de evaluar las distintas estructuras del organismo en una sola exploración, incluyendo las extremidades, en un tiempo aproximado de cámara que oscila entre 25-50 minutos. Otra ventaja es que la 18 F-FDG-PETTC se basa en las alteraciones metabólicas que tienen lugar durante la transformación tumoral de la célula y por tanto, puede detectar lesiones tumorales incluso antes de que se produzcan cambios anatómicos. Este hecho es de especial importancia en la evaluación de estructuras ganglionares de tamaño no patológico de acuerdo con los criterios radiológicos y en la detección de enfermedad ósea incipiente. Asimismo, la capacidad de la 18 F-FDG-TC para poner de manifiesto las alteraciones metabólicas hace que sea más sensible en la detección de recidivas en tejidos distorsionados o con fibrosis por cirugía o radioterapia previa, donde el rendimiento de las técnicas de imagen básicamente morfológicas es menor. A pesar de las ventajas descritas, el rendimiento de la 18 F-FDGPET-TC en la estadificación de los SPB sobre las técnicas de imagen habitualmente empleadas no está claramente establecido. Los artículos publicados incluyen series heterogéneas que agrupan SPB y sarcomas óseos y muestras pequeñas. La vía fundamental de producción de metástasis en los SPB es la hematógena, con especial afinidad por el territorio pulmonar, constituyendo las metástasis pulmonares el 75% de todas las metástasis. El riesgo de metástasis se correlaciona con el tamaño del tumor primario, el grado, la localización y el subtipo histológico. Hay algunos subtipos como el liposarcoma mixoide o los sarcomas de células redondas que son más propensos a las metástasis retroperitoneales y óseas16 . Las metástasis ganglionares son raras, habitualmente menos del 5%, salvo en algunos tumores como el sarcoma epitelioide, el sarcoma sinovial, el rabdomiosarcoma, el angiosarcoma y el sarcoma de células claras17 . El sistema de estadificación más empleado en los SPB es el AJCC18 . En la última edición establece 3 grados tumorales y reclasifica la enfermedad N1 como estadio III. En la valoración de la T se tiene en cuenta el tamaño del tumor primario (T1, T2) pero además resulta importante conocer la invasión de fascia superficial (tabla 2). La adecuada valoración de la invasión de planos y la relación del tumor con estructuras neurovasculares adyacentes requiere de una técnica con una alta resolución anatómica, por lo que fundamentalmente se emplea la RM o estudios TC con contraste i.v. Como ya se ha comentado, la afectación ganglionar en los SPB es poco frecuente. Los datos registrados en la bibliografía revisada incluyen series retrospectivas y en su mayoría se trata de rabdomiosarcomas o series mixtas que incluyen también sarcomas óseos. En estos estudios la sensibilidad de la PET para la detección de enfermedad ganglionar es superior a las técnicas de imagen convencional (fig. 2). Volker et al.19 comparan en un estudio multicéntrico y prospectivo los resultados de la PET-TC y la TC en la estadificación inicial de sarcomas en población pediátrica, que incluye 12 rabdomiosarcomas y obtienen una mayor sensibilidad, especificidad y exactitud diagnóstica de la PET para la detección de enfermedad ganglionar y ósea y una mayor S y Ex diagnóstica de la TC para la detección de afectación pulmonar. Según los autores, los mejores resultados se obtienen del análisis conjunto de ambas exploraciones. Ricard et al.20 en su serie de 13 pacientes pediátricos con rabdomiosarcoma encuentran resultados similares. La PET-TC detecta mayor número de adenopatías (19 vs 12) y de lesiones óseas (11 vs 3) que las 45 Tabla 2 Clasificación TNM Tumor primario TX T0 T1 T2 Tumor primario que no puede evaluarse No hay evidencia de tumor primario Tumor no superior a 5 cm en su diámetro mayor T1a tumor superficial T1b tumor profundo Tumor mayor de 5 cm en su diámetro mayor T2a tumor superficial T2b tumor profundo Ganglios linfáticos regionales NX Ganglios linfáticos regionales no pueden evaluarse Sin metástasis en ganglios linfáticos regionales N0 N1 Metástasis en ganglios linfáticos regionales Metástasis a distancia M0 M1 Sin metástasis a distancia Metástasis a distancia Estadificación Estadio IA: T1a N0 M0 grado bajo T1b N0 M0 grado bajo Estadio IB: T2a N0 M0 grado bajo T2b N0 M0 grado bajo Estadio IIA: T1a N0 M0 grado alto T1b N0 M0 grado alto Estadio IIB: T2a N0 M0 grado alto Estadio III: T2b N0 M0 grado alto Cualquier T N1 M0 Cualquier grado Estadio IV: Cualquier T Cualquier N M1 Cualquier grado técnicas de imagen morfológicas (TC) en la estadificación inicial de estos tumores. Sin embargo, tanto la PET como el componente TC de la PET-TC mostraron limitaciones en la detección de nódulos pulmonares subcentimétricos. Los resultados de la PET-TC en su estudio supusieron la modificación del tratamiento en 2 pacientes (15%). La aportación fundamental de la PET-TC en la evaluación Figura 2. La figura 2 muestra la capacidad de la PET-TC para localizar ganglios sospechosos de malignidad que resultaban inespecíficos en pruebas de imagen morfológicas. Se aprecia un incremento patológico de la captación en una adenopatía inguinal izquierda en un paciente intervenido de sarcoma epitelioide clásico de alto grado del músculo espinobulboso. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 46 B. Rodríguez-Alfonso et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 de enfermedad ganglionar recae sobre todo en su elevado valor predictivo negativo, que oscila entre el 92-100% tal y como se recoge en el estudio de FuglØ21 . Las causas más habituales de resultados falsos negativos (FN) en la detección de la enfermedad ganglionar son las lesiones de pequeño tamaño (< 4-5 mm) o en las que existe enfermedad microscópica, lesiones derivadas de subtipos histológicos con leve captación de la 18 F-FDG (entre los más comunes se encuentran los tumores desmoides, condrosarcomas, sarcomas de nervio periférico o liposarcomas) y lesiones próximas a áreas de captación fisiológica. La causa habitual de falsos positivos (FP) es la patología inflamatoria, normalmente por cirugía reciente, por lo que es importante tener en cuenta los antecedentes del paciente y tratar de separar ambos eventos en la medida de lo posible. En cuanto a la enfermedad metastásica (M), la localización más frecuente de metástasis es el parénquima pulmonar. Una de las limitaciones de la 18 F-FDG-PET era su limitada S para la detección de nódulos pulmonares subcentimétricos (50-86,5%)22 . Esta limitación está viéndose minimizada por el empleo de equipos PETTC en muchos centros. La creación de protocolos combinados de PET-TC, asociando una TC en inspiración en los casos en los que se considere necesario, permite la correcta evaluación del parénquima pulmonar sin necesidad de duplicar estudios. Hay que tener en cuenta además el comportamiento metabólico heterogéneo de los sarcomas, con algunos subtipos histológicos que exhiben menor captación, así como la variación de captación debida al grado tumoral. En un estudio realizado por Fortes et al. se recogen datos de S de la PET-TC en la evaluación de 154 nódulos pulmonares metastásicos entre los que se incluyen 18 derivados de SPB (leiomiosarcoma, sarcoma sinovial y fibrosarcoma). La S global obtenida fue del 67,5%, mientras que para el grupo de sarcomas desciende a 44,4%. Ninguno de los nódulos pulmonares derivados de sarcoma sinovial o fibrosarcoma mostraron captación significativa23 . Por tanto, un nódulo pulmonar sospechoso en TC que no exhiba captación patológica en PET no debe ser descartado como tumoral, especialmente en ausencia de visualización del tumor primario que permita conocer la afinidad del mismo por la 18 F-FDG (fig. 3). La PET-TC para la detección de metástasis óseas ha demostrado ser superior a la gammagrafía ósea en cuanto a sensibilidad y especialmente en cuanto a su especificidad, reduciendo el número de resultados inciertos24 . Mientras que la gammagrafía ósea con 99m Tc-difosfonatos detecta la reacción osteoblástica en el hueso, la 18 F-FDG-PET detecta la presencia de células tumorales, por lo que es capaz de visualizar las lesiones intramedulares así como las lesiones de naturaleza lítica. El componente TC de la PET-TC por su parte permite la identificación de las lesiones blásticas que, aunque no muestren captación significativa, pueden indicar la necesidad de realizar un estudio gammagráfico complementario. En caso de que el estudio PET-TC no muestre hallazgos patológicos, es improbable que estos aparezcan en la gammagrafía ósea. En cuanto a las técnicas de imagen morfológicas, la capacidad de la PET-TC para detectar metástasis óseas es similar en S y E a la RM siendo ambas superiores a la TC y a la gammagrafía ósea, tal y como se refleja en un metaanálisis publicado por Yang et al.25 que analiza la capacidad de las técnicas de imagen habitualmente empleadas para detectar metástasis óseas en un total de 67 artículos. Los valores de S de la PET y RM no muestran diferencias estadísticamente significativas y ambos son superiores a la TC y a la gammagrafía ósea. En cuanto a la E la PET, la RM y la TC mostraron valores similares y superiores a la gammagrafía ósea. No obstante, realizando un análisis por lesiones la PET mostró una E superior al resto de las técnicas. Existen muy pocos estudios que hayan evaluado el impacto real de incorporar la PET-TC a la estadificación inicial de los sarcomas. Tateishi et al.26 analizan una serie de 117 pacientes adultos con sarcomas óseos y SPB (48 pacientes). El uso combinado de la PETTC y la TC modifica la estadificación con cambios en el tratamiento en un 14% de los pacientes, sobre todo disminuyendo el estadio, y Figura 3. La figura 3 muestra el distinto comportamiento de los nódulos pulmonares metastásicos en los SPB. La figura 3.a. muestra ausencia de captación patológica en un nódulo pulmonar del lóbulo inferior izquierdo en un paciente con condrosarcoma de la pared torácica de grado intermedio. La figura 3.b. muestra, en cambio, un incremento patológico de la captación en un nódulo pulmonar del lóbulo superior izquierdo en un paciente con liposarcoma inguinal de células redondas de alto grado. En ambos casos, la cirugía confirmó el origen metastásico de los nódulos. contribuye a descartar la cirugía en un 13% de los pacientes. Similares resultados se aportan en un estudio posterior publicado por Eugene et al.27 que incluye una serie más larga de pacientes con rabdomiosarcoma. Encuentran un impacto en el manejo basado en los hallazgos de la PET-TC del 13%. No obstante, cuando se excluyen los sarcomas óseos y los rabdomiosarcomas, el impacto de la PET-TC sobre el manejo no es tan elevado. En un estudio retrospectivo publicado por Roberge et al.16 se recoge una serie aceptablemente homogénea de 109 pacientes con SPB localizados en extremidades o pared torácica, de intermedio o alto grado (89%) y de estirpe histológica más frecuente leiomiosarcoma (17%), liposarcoma (17%) y fibrosarcoma (16%) y la mayoría en un estadio T2b (64%). Los autores analizan el rendimiento de la PET-TC en la estadificación inicial de estos tumores en comparación con la estadificación convencional (RM del tumor primario y TC de tórax). Los valores de S y E de la PET-TC fueron del 52 y 96% respectivamente, con un 9% de falsos negativos, debidos a la presencia de metástasis pulmonares. Según los autores, en este grupo de pacientes seleccionados, la probabilidad pretest de enfermedad se sitúa en torno al 20% y considerando que el 75% de las lesiones metastásicas son pulmonares, el rendimiento de la PET-TC sobre la estadificación convencional es bajo, con cambio en el manejo del 4,5% de los pacientes. Si bien el número de pacientes es pequeño, sí parece que existe un beneficio del manejo más agresivo y precoz de las lesiones objetivadas en PET. Hasta la fecha no está claramente establecida la indicación de la PET-TC en la estadificación inicial de los SPB pero parece recomendable, atendiendo a los resultados de la literatura, en aquellos sarcomas con mayor tendencia a la afectación ósea o retroperitoneal, como son el liposarcoma mixoide, el de células redondas y el leiomiosarcoma, o con mayor probabilidad de afectación linfática, como el sarcoma epitelioide, el sarcoma sinovial, el rabdomiosarcoma, el angiosarcoma y el sarcoma de células claras. Probablemente sean este tipo de tumores y en general los tumores de alto grado (grado III y más dudoso el II), mayores de 3 cm y de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 47 B. Rodríguez-Alfonso et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 Tabla 3 Utilidad de la PET-TC en detección de recurrencias Autor Diseño Tumor N S PET S TC E PET E TC Ex PET Ex TC Charest M28 Al-Ibraheem29 R R OS, SPB OS, SPB 212 43 88,1 94 NE 78 NE 92 NE 67 NE 93 NE 73 Sharma P30 R 12 85,7 57,4 100 87,5 93,3 73,3 Kao YH31 R Sarcomas uterinos Leiomiosarcomas uterinos 11 100 100 NE NE NE Sung PL32 R Sarcomas uterinos 7 Extrapélvica 100 Intrapélvica 66,7 Arush MW33 R 19 Nicolli AA34 R Sarcomas pediátricos Sarcomas retroperitoneales Local 100 M 77 66,7 24 Extrapélvica 42,9 Intrapélvica 100 Local 92M 83 58,3 100 Local 95M 79 Observaciones Mayor rendimiento del PET en lesiones de partes blandas y hueso p no significativa 2FN dela PET pero VP dela PET-TC por nódulo en mama y pulmón detectados en el componente TC La PET aporta resultados adicionales de S frente ala TC en la valoración de enfermedad extrapélvica Concordancia con TC o RM 57,9% 50 E: especificidad; Ex: exactitud; FN: falsos negativos; M: metástasis a distancia; OS:osteosarcoma; R: retrospectivo; S: sensibilidad; SPB: sarcoma de partes blandas;VP:verdaderos positivos. Figura 4. La figura 4 corresponde a un estudio realizado por sospecha de recidiva de leiomiosarcoma bien diferenciado. En las imágenes se observa una lesión de partes blandas en el meso que contacta con el asa de yeyuno adyacente. Muestra un incremento patológico moderado de la captación de la 18 F-FDG. La histología se correspondió con leiomiosarcoma bien diferenciado con un Ki 67 del 15%. localización profunda los que más se beneficien de maniobras de estadificación más completas. pacientes con metástasis pulmonares resecables o, en general, candidatos a resección quirúrgica de rescate, para excluir metástasis en otras localizaciones (fig. 4). Detección de recurrencias Valoración de respuesta al tratamiento Las series publicadas sobre la utilidad de la PET-TC en la detección de recurrencias de pacientes con sarcoma son cortas pero apuntan a una elevada S de esta técnica (tabla 3)28–34 . La utilidad de la PET-TC en este marco se ve influida por los mismos factores que en la estatificación inicial (tumores de alto grado que expresen avidez por la 18 F-FDG serán los que muestren un beneficio superior del empleo de la técnica). Los resultados FP suelen ocurrir como consecuencia de cambios inflamatorios, por lo que se debe tener conocimiento de los tratamientos aplicados y del tiempo transcurrido desde la finalización de los mismos. Por otro lado, la mayoría de los FN ocurren en parénquima pulmonar. Nódulos pulmonares sin captación patológica significativa en pacientes con sarcoma tratados se deben considerar al menos para seguimiento estrecho, especialmente en ausencia de una PET basal que permita conocer la avidez de la estirpe tumoral del paciente por la 18 F-FDG. En general, con los datos disponibles hasta la fecha, no está estandarizado el uso de la PET como herramienta de seguimiento en los pacientes con sarcoma. No obstante existen algunos escenarios donde probablemente existan beneficios más evidentes como son los pacientes con hallazgos no concluyentes en las técnicas de imagen morfológicas, pacientes con importante fibrosis o cambios de cicatrización en el área tratada para valorar recurrencias locales y Los sarcomas son procesos complejos con un amplio rango de vascularización, de tasa de proliferación celular, de viabilidad celular, de inflamación y de oxigenación. Esto hace que exista también una amplia variabilidad de respuesta al tratamiento. La fracción de necrosis celular alcanzada traduce la respuesta histológica al tratamiento. En los SPB la respuesta histológica a la quimioterapia o la quimioradioterapia neoadyuvante ha demostrado una fuerte correlación con su pronóstico35 . Sin embargo, tan solo el 20-30% de estos pacientes muestran una respuesta significativa a la terapia prequirúrgica36 . Teniendo en cuenta los costes, la toxicidad y la baja tasa de respuestas al tratamiento neoadyvante, es necesario contar con herramientas que clasifiquen de una forma adecuada y rápida a los pacientes en respondedores y no respondedores. Esta diferenciación puede influir en el manejo de estos pacientes, evitando terapias innecesarias y adelantando el tratamiento quirúrgico a los pacientes no respondedores. En este tipo de tumores puede existir una sobrestimación de la respuesta debido a la presencia de necrosis en el tumor primario. Además, los globalmente aceptados Response evaluation criteria in solid tumors (RECIST), que se basan en datos fundamentalmente morfológicos, tienen en este grupo de tumores una utilidad muy Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 48 B. Rodríguez-Alfonso et al / Rev Esp Med Nucl Imagen Mol. 2014;33(1):43–49 limitada. Por un lado es difícil medir lesiones localizadas en hueso, intestino o las carcinomatosis peritoneales. Por otro lado, la reducción del volumen tumoral tras el tratamiento puede ser muy lenta, incluso nula, debido a la presencia de necrosis o fibrosis, así como al material mixoide, óseo o cartilaginoso del tumor y a que algunos de los fármacos empleados en el tratamiento de los sarcomas tienen un efecto más citostático que citolítico, aumentando la supervivencia a pesar de que la enfermedad permanezca morfológicamente estable. Algunos SPB pueden incluso crecer debido al edema tumoral o a la hemorragia37 . Por tanto, las técnicas de imagen morfológicas, como la TC y la RM, no son capaces de establecer adecuadamente parámetros que permitan predecir el comportamiento tumoral38 ni la supervivencia39 . La 18 F-FDG-PET-TC es una herramienta estándar en la valoración de la respuesta terapéutica de muchos tumores sólidos. La imagen metabólica ofrece un método alternativo para valorar los efectos del tratamiento. Muchos estudios han demostrado que la reducción de la actividad metabólica precede a los cambios de tamaño. En los SPB, la reducción de la actividad metabólica puede valorar con exactitud la respuesta a la quimioterapia40 y se correlaciona con la supervivencia41 . Cambios precoces en el SUVmax son un factor predictor independiente de supervivencia. Recientemente se ha demostrado que, en los SPB, la reducción de la captación de 18 F-FDG con el tratamiento se correlaciona adecuadamente con la respuesta histológica tanto al final del tratamiento como tras el primer ciclo42 . Su reducción por encima de un 40% hace que los pacientes tengan menor riesgo de recurrencia y de muerte relacionada con el sarcoma. Se ha propuesto un porcentaje de reducción del SUV entre el 30-60% para diferenciar respondedores de no respondedores. Un SUVmax menor de 2,5 tras la quimioterapia se asocia a una mayor supervivencia libre de enfermedad independientemente del estadio inicial43 . Sin embargo, los pacientes clasificados como no respondedores tienen un 90% de probabilidad de recurrencia en 4 años. No obstante, los estudios publicados hasta la fecha tienen habitualmente un reducido tamaño muestral, utilizan diferentes parámetros para valorar la respuesta al tratamiento y, en ocasiones, incluyen varios tipos histológicos, lo que hace difícil extrapolar los resultados a la práctica clínica. Aunque hace falta mayor evidencia científica, parece que el descenso del SUV puede ser un subrogado del pronóstico y, por tanto, una herramienta importante en el manejo de los pacientes con SPB. Esta valoración, que no puede hacerse con las técnicas de imagen morfológicas, podría suponer un cambio en el manejo terapéutico de los SPB, adelantando la cirugía en los pacientes no respondedores y en un futuro, podría posibilitar nuevos protocolos en los pacientes respondedores. Conclusiones En el estudio inicial de las masas de partes blandas, la PET no sustituye al análisis histológico del tumor pero contribuye a la valoración de benignidad/malignidad y por tanto podría dirigir las siguientes maniobras diagnósticas, como la biopsia hacia zonas concretas del tumor, con mayor rentabilidad diagnóstica, y evitando procedimientos no aconsejables como las cirugías incompletas. El nivel de captación del tumor primario así como la distribución de la 18 F-FDG en su interior tienen una implicación pronóstica que los sitúa como marcadores subrogados en la clasificación del riesgo tumoral pudiendo seleccionar a aquellos pacientes que se beneficiarían de tratamientos más agresivos o protocolos de seguimiento más estrechos. La PET-TC con 18 F-FDG mejora la estadificación inicial y restadificación de pacientes con sarcoma de intermedio y alto grado, añadiendo además una estimación pronóstica en función del comportamiento metabólico y no solo del estadio. La PET es una herramienta útil en la identificación precoz de pacientes respondedores al tratamiento y el nivel de descenso de captación de la lesión muestra correlación tanto con la respuesta histológica como con la supervivencia global y libre de enfermedad. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Garcia del Muro X. 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