Generando una Política Ambiental Regional

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Generando una Política Ambiental Regional
La intención de la humanidad para armonizar su relación con el ecosistema del cual forma
parte ha dado lugar a una novedosa concepción, cual es la de promover el desarrollo en un
marco de sustentabilidad. Los seres humanos como parte integrante y esencial de un
sistema que requiere ser protegido y utilizado con criterios razonables para posibilitar el
acceso a los recursos por parte de todos los habitantes de este planeta, y de las generaciones
futuras. En este mundo actual no son suficientes los valores económicos para afrontar la
realidad; también lo son los valores sociales, la igualdad y la protección de la tierra.
Hace apenas unas décadas atrás, el ambiente no formaba parte de las principales
preocupaciones de la humanidad. Hoy en día, por suerte, en cambio la conciencia de que el
ambiente en el que vivimos no es un recurso inagotable e invulnerable se está instalando en
la cultura de las sociedades actuales y en la agenda pública de los estados. Sin embargo, la
gestión de las políticas ambientales se halla aún en pañales frente a los urgentes desafíos de
las próximas décadas en las que no es aventurado suponer que asisteremos a una profunda
reconvervión ambiental del desarrollo y la política.
La situación ambiental de la Argentina evidencia procesos de deterioro y
desaprovechamiento de recursos naturales, de energía y de hábitat, así como condiciones
críticas en la calidad de vida de la población. Gran parte del problema de deterioro
ambiental en Argentina se debe al convencimiento de que los recursos naturales son
ilimitados e invulnerables, a la falta de una política adecuada, a la ausencia de coordinación
en la aplicación de las normas y a la insuficiencia de información y conciencia publica
sobre la protección de la naturaleza y el alcance de los sistemas de protección. Debido a
que no se genera la ley general de medio ambiente podemos decir que el país carece de una
política de medio ambiente y recursos naturales claramente definida y de aplicación
nacional
Se sufren perjuicios por las inundaciones rurales y urbanas, por la desertización de los
suelos y la deforestación. Hay que enfrentar el problema de qué hacer con los desechos. Se
tiene el problema de la contaminación de aguas. Se esta ante la depredación de la pesca, y
hay otros muchos casos que afectan el desarrollo, la salud, los intereses y el bienestar de los
ciudadanos. Siempre se reacciona cuando suceden las crisis, pero no se piensa ni se actúa
para prevenirlas.
La problemática es enfrentar la construcción consensuada de una política ambiental
nacional que atienda especialmente a la gobernabilidad del ambiente entre sociedad y
autoridades, el apoyo financiero a las instituciones locales para la consulta e instalación de
políticas a nivel local y la coordinación en la direccionalidad hacia la sustentabilidad de los
planes sociales y económicos.
La elaboración de una política ambiental municipal satisface importantes necesidades para
todos los sectores de la vida local. Ella demanda que cada sector de la comunidad haga un
balance ambiental sobre el proceso histórico de desarrollo regional. También exige elaborar
un diagnóstico actualizado, definiendo cómo esa realidad ambiental es afectada hoy por su
entorno económico, social, cultural, institucional, nacional e internacional. Cada región
muestra una realidad ambiental específica, en sus recursos naturales y potencialidades, en la
diversidad y magnitud de los problemas que debe enfrentar, en las capacidades y
compromisos de sus instituciones y en la población, entre otras.
Asimismo, esta política obliga a cada sector de la comunidad regional a revisar sus desafíos
futuros y priorizarlos, establecer plazos para su cumplimiento, definir los recursos
necesarios y las responsabilidades que corresponden a cada sector ya sea este público,
privado, académico y gremialista, como también, señala aquellas tareas que requieren el
concurso de diversos actores de la región. La política busca hacer ambientalmente
sustentable el proceso de desarrollo, velando por el derecho a vivir en un ambiente libre de
contaminación, la protección ambiental, la preservación de la naturaleza y la conservación
del patrimonio ambiental. Su fin último, es mejorar la calidad de vida de todos los
habitantes y de las generaciones futuras.
Es por eso que creo fervientemente que la municipalidad de la ciudad de Carmen de Areco
debería dar origen a una secretaria de desarrollo sostenible para que planifique: La
evaluación de los proyectos a desarrollarse en el Municipio, que determine cuales de ellos
tienen efectos sobre el ambiente o sobre la salud de la población y que garantice la
participación de los vecinos en consultas sobre dichos proyectos conforme a las leyes y,
además, para capacitar a los técnicos y profesionales en los temas relacionados con la
gestión ambiental.
Esta secretaria serviría a su vez para:
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Que las autoridades se comprometan a resolver el problema de los residuos sólidos
urbanos creando un programa progresivo que permita la reducción, reciclado y
reutilización de los residuos producidos en las casas de familia. Cerrando los
basureros abiertos actuales poniendo en marcha su remediación.
Realizar un relevamiento médico epidemiológico para determinar las causas de
enfermedad en la zona urbana y rural; implementar un registro confiable y poner en
marcha un plan de salud acorde con los resultados obtenidos.
Sanear los cursos de agua urbanos y rurales (arroyos, ríos, canales y zanjones) en
pro de la salud comunitaria.
Promover la educación ambiental como herramienta para la formación de las nuevas
generaciones en ámbitos formales y no formales.
Esta secretaria actuaría como la Autoridad de Aplicación en cuanto a los problemas
ambientales y sería la generadora de las ordenanzas municipales referidas a la gestión, uso
y saneamiento del agua, a la implementación y gestión de la educación ambiental, entre
otras.
En el Siglo XXI una propuesta política que pretende ignorar el contexto ambiental y
conceptos básicos como manejo sustentable, preservación y soberanía de las cuencas
hídricas y los recursos, resulta un anacronismo.
Se puede poner en duda que la capacidad del actual gobierno municipal es incapaz de
aprovechar su tiempo de gracia para generar un nuevo proyecto regional. La incomprensión
y la ignorancia de todo lo ambiental y ecosistémico determinan inexorablemente un
pensamiento reducido, sesgado a las determinaciones económicas y a responder solo a
problemas coyunturales.
El diseño e implementación de una política ambiental se erige como una condicionante
importante para lograr la equidad, el desarrollo económico e indiscutiblemente, el cuidado
del ambiente. Dicha política ambiental deberá reunir características de estabilidad a través
del tiempo; consistencia con el desempeño institucional y general; y de consideración de las
capacidades de liderazgo público y privado, así como de las condiciones económicas,
políticas y sociales municipales. Aún más, el éxito de la gestión ambiental deberá fundarse
en una clara definición de objetivos y prioridades que, además debe ser congruentes con las
necesidades reales de la sociedad.
Argentina tiene este compromiso y también esta necesidad. El ecosistema que conforma
nuestro país, y que enriquece a la valiosa región sudamericana, contiene una variedad de
sistemas terrestres, acuáticos dulces y marinos de profunda riqueza de hábitats y
biodiversidad. La cualidad de pluralidad y riqueza de especies de fauna y flora, suelos,
bosques y recursos naturales disponibles es de altísima importancia intrínseca, así como
para el apropiado desarrollo del país, la sociedad y sus comunidades, y la región en su
conjunto.
Cristian Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en
Comunicación Social – E-mail: [email protected]
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