Y porque así aconteció, así os parezca (XIX) Siendo cierto que el

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Y porque así aconteció, así os parezca (XIX)
Siendo cierto que el pasado es lo que somos en la forma de haber sido,
también lo es que, sin conservación de lo adquirido, ninguna adquisición
es posible
Felipe Martínez Álvarez
Arribaron al Valle del Oza
Valle del Silencio
Y desde el Camino Maragato llegaron al Valle del Oza .En Nuestra Señora de Foylobar
acariciaron los más que ruinosos muros y la Granja Cenobial de Santullano hizo
presentes su legado y credenciales. Volvieron y, cruzando el Puente de San Lázaro, se
encaminaron a la Senda de los Monjes. Llegados que fueron a San Juan del Tejo, ya sin
rostro, dieron con la, en otro tiempo, casa dominio espiritual del Guarda Jurado de
las Aguas de la villa y la desolada Ferrería de Linares.
Lograron sosiego en Peñalba, en el Valle del Silencio, en el Monasterio de San Pedro
de Montes, en las cárcavas, farallones y enormes barrancos de los “doce apóstoles”, en
las fragas, riscos, senderos y en los tantos atajos del valle del Oza. y, no debiendo
menospreciar los caminos de una larga historia, llegaron a San Adrián en la Quintería y
al casar de la Arantigua.
Ruinas de Nuestra Señora de Foylobar
Pero tal empeño sería ingrato y en vano fatigoso sin el sentir del centenario silencio de
eremitas y monjes, de lugareños, criados y pastores, porque sin el secreto de cuanto
ocurre en las almas, la naturaleza y las historias personales son tiempos perdidos.
Eremitas y Monjes comprendieron que los montes también son expresión de la belleza
del alma, belleza asumida cual anticipo y presentimiento de otra vida.
Aquellos desolados parajes hubieron de constituirse en propicios servidores de
Eremitas y Monjes que, sin demora, esculpieron engrandeciendo angustiadas e
insatisfechas almas, así como forjadores de la nobleza y austeridad de criados,
labriegos y pastores.
Las retamas de arrogantes e inhiestos piornos de amarillenta tez que, por obra de
labriegos, se tornaron en preciadas y modestas escobas de la era y del austero lar.
Los ríos y arroyos al cobijo de los umbríos alisos, abrigos de mirlos danzarines,
malvises y milpréndigos custodios todos de consigna y mensajes: ¿Quién vive ahí?,
¿quién se mueve por ahí? , no lejos de las erguidas y porfiadas carrascas y jaras, de los
fornidos castaños agradecidos a las sin par caricias del asustadizo pájaro carpintero,
elegido que fue, por alarmista, como guardabosque de todos los sotos.
Puente de San Lázaro
Castaños de largos y acogedores brazos, atalayas de la dulce tórtola y águila culebrera
y liebrera, castaños en flor y rotundo aroma, senderos del monte custodio del orégano
y arándano ,aromas y colores de poderosas y salutíferas virtudes como atestiguan las
menudas, las siempre hermanas e inocentes, Grabiela y Javiela, en San Pedro de
Montes, la arrogante salud y riquezas de Luisón, “el mayor contrebuyente del Valle”,
la santa austeridad de Fernandín , la indigencia de Generosa,” la muda” de San
Adrián, las poderosas manos y mandíbula de Ángel ” Cachucha” en Valdefrancos y los
más que, por flacos, incansables serrantines de Villanueva...
Exquisita elegancia la del modesto brezo y su retama, de breves y aterciopeladas
flores, irresistibles reclamos de abejas cenobíticas, abejas eremitas y testarudos
abejorros, la dura y asentada madera del luengo cepo que, por virtud de pastores de la
Quintería, tórnase en chiflos, flautas y tonadas pastoriles, alivios de silencios y
obligadas soledades.
Urces en espera de poder viajar a las bodegas de Los Barrios, Molinaseca, San Lorenzo
y Ponferrada y ,como escobos que son, decláranse enemigos de cuantas cocas
parásitas y corruptoras de vinos se cobijan en lunas y lucidos .Escobos que, dirigidos
por la experta mano y la escudilla, ya dejaron prestas las cubas y cubetos para recibir
en sus seno los dulces mostos de por San Miguel y , fermentados en virtuoso vino, allá
entre los Santos y San Andrés, guárdanse, cual infalible medicina , en cualesquiera
estragos y dolencias del alma de eremitas, monjes, abades, criados, labriegos y pastores.
El brezo - amén de noble sirviente del hierro forjado-, hízose luz y calor, iluminó los
ocasos y anocheceres, las manos y rostros de eremitas y monjes, criados, labriegos y
pastores; luz y calor briosos necesarios para el duro y diario bregar, porque el día
siguiente es, desde siempre, el primer día, en la misma razón que decís “hay nubes al
poniente y va a llover”.
Patio de la Granja de Santullano. Foto: V.Fernández Vázquez
De la mano de San Agustín, (s. IV / V), San Benito (s .VI), San Fructuoso,
(s. VII), San Genadio, (s. IX /X)...
El poderoso tiempo, inapelable envejecedor de todo pero extraño a toda vejez, confiesa
que, aún siendo cierto que los mortales piensan según conviene a sus circunstanciascomo buen sabedor que es de historias –, cuando un hombre es llegado al cumplimiento
de sus días, no acaba su presente, ni llegan a morir por siempre dolores, alegrías y
experiencias acumuladas, porque todos son fruto del trabajo laboriosamente
apalabrado.
Que pasar y asistir a lo que pasa llega a sedimentar en los hondones del alma y,
desenvolviéndose la vida entre el arte y el azar, aún habiéndose caído los ladrillos,
exígesenos construir con piedras labradas.
Ermitaños y cenobitas -al decir de San Agustín (354/430) –supieron que la vida y la
historia son la contraposición de dos amores: el amor de sí mismo hasta el desprecio de
Dios-ciudad terrena-, y el amor a Dios hasta el desprecio de sí mismo-ciudad eterna-.
Que, por lo mismo, es menester construir cualesquiera tiempos, presentes e históricos,
en tiempos de espera activa, de tránsito, ambivalentes y degradados de la definitiva
ciudad. Que en la historia, como en las dos ciudades,- la eterna y la temporal- todo está
mezclado y confundido, no es posible identificar la ciudad de Dios desde esta
condición, tanto que, hasta los hombres más relevantes de la Iglesia pueden pertenecer a
la ciudad del diablo, mientras que los ciudadanos paganos pueden estar inscritos en la
ciudad de Dios.
La vida, así hay que asumirlo, es por siempre reventón de buenos, resbaladero y
disipación de malos y atolladero para todos.
Por lo mismo, exígese de cuantos hombres se sientan inquietos e insatisfechos que
dobleguen su natural pasión material en pro del espíritu y, nada más acertado, en
criterio de eremitas y cenobitas, que volver a las primitivas fuentes de la vida cristiana.
Así, quienes sintieron la necesidad de perfección del espíritu, de pertenecer a una
comunidad ideal, también inspirada por el Espíritu, se obligaron a abandonar sus casas,
familias, aldeas o ciudades. Desde entonces pertenecieron a otra familia, en la que los
monjes fueron los nuevos hermanos en espíritu y afanes y, el Abad, como máxima
autoridad del Monasterio, su padre espiritual.
La vida, predispuesta a la siempre fácil disipación, requiere de la oración en la diaria
jornada reglamentada conforme al secular tiempo canónico. Desde el despertar hasta el
anochecer, el son de la campana, oportuna e inoportunamente, interrumpe el descanso y
la debilidad, e indica al monje que sus primeros pensamientos tienen como norte a
Dios. La oración comunitaria en el firme canto llano es, por plural, poderosa, por lo
mismo, capaz de batir cualquier resquicio ocioso.
Fachada norte de la Granja de Santullano. Foto: V.Fernández Vázquez
Ocho son las horas y ocho los tiempos de oración durante el día: maitines, laudes,
prima, tertia, sexta, nona, vísperas y nocturnas o completas.
El trabajo, la oración comunitaria en el firme canto llano, la lectura y la meditación, no
son sino tiempos y trabajos al servicio de Dios, porque la ociosidad fue, desde siempre,
el mayor enemigo del espíritu.
Reza y trabaja, “ora et labora”, como dice el Salmo V: Es menester que siete veces al
día te alabe, Señor, y el Salmo, 119: Me levanto en medio de la noche, dos veces, a
darte gracias, y siete veces al día te alabo por tus justos juicios (Regla de San
Fructuoso).
Los monjes están obligados a residir en la clausura del monasterio (stabilitas loci).
Los monjes duermen poco, pero suficiente, porque el mucho sueño envilece, por eso se
hizo el sueño y descanso para el hombre y no a la inversa.
No obstante, las horas de sueño dependerán de la estación del año, de la ubicación del
Monasterio y la Regla de la Orden.
El dormitorio es común, si bien, a partir del s.XIV, se generalizan las celdas
individuales.
El monje requiere ser más que austero en la comida: se abstendrá, en lo posible, de la
carne, que hace insensibles y crueles a los humanos, amén de sofocar la vida del
espíritu.
Procede ayunar en invierno, cuando las faenas agrícolas resultan menos duras.
Las comidas en silencio permiten escuchar la lectura que, de los libros sagrados y
ejemplares, hace un monje en alta voz desde el púlpito del refectorio.
Dos son las comidas diarias: yantar, antes del mediodía, y la cena al caer de la tarde.
El reconocimiento de la propia condición invita a llevar la cabeza inclinada y los
hombros hacia delante en actitud sumisa, para así mejor desprenderse de las
terrenales codicias, usuras y desórdenes
La humildad, que no sólo es cosa de la cabeza, requiere de unos pies bien asentados en
la tierra y sandalias de grueso cuero.
Siempre llevarás perneras bajo la túnica. Dormirás sobre un jergón individual con la
túnica y las perneras puestas, no debes mostrar tu cuerpo; habrás de quitar, no
obstante, las sandalias, la cogulla y el escapulario...
Es menester que aproveches bien el día –cual carpe diem del alma- sin prisas ni
pausas, como ves ocurre con las repetitivas tareas agrícolas que no es posible
adelantar y, en esta actitud, va tu salvación.
Para entregarte a Dios, como monje que eres, deberás poner el mayor empeño en
renunciar a tí mismo y, por lo mismo, poner en práctica la pobreza y abstinencia sexual
(conservatio morum) y, siempre, obediencia al Abad.
La lectura en privado y la pública, la oración privada y la comunitaria, la meditación
en soledad y el silencio, porque siendo cierto que Dios no ha hecho del hombre una
serpiente sino con lengua y para hablar, son caminos decisivos para la perfección del
alma.
Pero..., las donaciones, fundaciones, los dominios, los pactos con el poder y la riqueza
hicieron estragos, generaron codicia, usura y desorden en tal manera que, el programa
de las actividades diarias, expresadas en la fórmula “ora et labora” de la primitiva
humildad benedictina, ya privada del labora, quedó reducida a los oficios
claustrales(sacristán y encargados de las necesidades materiales del Monasterio),y
condujo a muchos Monjes y Abades a caer en los vicios de la Simonía ( comercio de
cargos eclesiásticos) y el Nicolaísmo ( incontinencia de los religiosos).
“Los ministros de la Iglesia se hartan de carne, están ebrios de orgullo ,resecos de
avaricia ,debilitados por la voluptuosidad ,atormentados por la maldad, abrasados por
la ira, muertos de envidia y aplastados por la lujuria”,Pognon: La vida cotidiana en el
año 1.000.
Los monjes tornáronse en pilar de una sociedad en la que los laboratores- los siervos,
criados, campesinos, pastores, artesanos- tendrán como norte trabajar y producir bienes
para todos, otros ,los bellatores- los guerreros y los señores- defienden y pelean por la
paz y, otros, los oratores – los clérigos- rezan por unos y otros.
Ilustración del libro de poemas del monje benedictino, s.IX
Como propio del espíritu benedictino, a partir de los s. X y XI, llegarán las reformas: la
de Cluny (monjes negros: por el color de la túnica) y, tras ellos, la del Císter (monjes
blancos), la Cartuja, la Camáldula...
Retazos de una larga historia
Relación de los” Dominios del Monasterio de San Pedro de Montes desde los s. IX al
XIII”:
“Morales del Rey, Vidriales, Villanueva de Jamuz, La Bañeza, Palacios del Rey,
Pobladura, Toral del Fondo, Huerga de Garavalles.,San Cristóbal de la Polantera,
Posadilla de la Vega, San Román de la Vega, Santa Marta, Castrillo de las Piedras,
Murias, El Ganso, Turienzo de los Caballeros, Molinaferrera, Villar de Ciervos,
Truchas, Quintanilla de Somoza, Nogar, La Baña,Benuza,Llamas de Cabrera, Encinedo,
Castrillo de Cabrera, Odollo, Silván, Lomba, Sigüeya, Pombriego, Casayo, Yebra, Salas
de la Ribera, San Pedro de Trones, Carballeda, Sobradelo, Quereño, Córgomo,
Biobra,Paredela del Río, Villafranca ,Horta, Castropodame, San Andrés de Montejos,
Villaverde, San Juan de Paluezas, Columbrianos, Sto. Tomás de las Ollas, Salas de los
Barrios, Villar de los Barrios, Lombillo, San Esteban, Foylovar ,San Cosme, San
Clemente, Villanueva, Manzanedo, San Cristóbal, San Pedro de Montes, Arantigua,
Peñalba ,Molinaseca”, José Diego Rodríguez Cubero: La Quintería del Real
Monasterio de San Pedro de Montes,pág.,50/57. Rev. Bierzo, 1.997.
“Fr. Joaquín Herrezuelo, Abad del Monasterio de San Pedro de Montes
,1797/01,1805/14,1818/20, en su obra:”Historia del Monasterio de S. Pedro de Montes,
1803”, manifiesta que, bajo el mandato de Fr. Vicente, Abad del Monasterio, en el
último tercio del s. XI:”Aumentaron más la hacienda del Monasterio, creciendo
considerablemente sus rentas en la Provincia del Bierzo, en Valdeorras, Cabrera y
Tierras de Astorga”.
“A partir de esa fecha, la historia del Monasterio estará marcada por momentos de crisis
y épocas de decadencia, fruto de varios factores: luchas políticas; en palabras del P.
Herrezuelo:”Por la confusión de aquellos tiempos turbados por los partidos y
facciones de sucesión en los reinos de Sancho IV y de su hijo D. Fernando”,
usurpaciones de la nobleza, abades encomenderos que llegarán a poner en una situación
delicada al Monasterio.
Como consecuencia de todo ello, en los siglos bajomedievales el Monasterio pierde
importantes propiedades, jurisdicciones y también beneficios curados, como los de San
Pedro de Villarino, Santa María de Fonlevar, Santa María de Villanueva, San Jorge de
Rimor, si bien algunos de ellos los volverá a recuperar durante la Edad Moderna.
(...) Durante la Edad Moderna los ingresos del Monasterio de San Pedro de Montes
tienen diverso origen y procedencia. Por un lado estaban los Patrimoniales: los que
procedían de las rentas de los foros, arrendamientos y censos (...).
Estos ingresos fueron con mucho los más importantes hasta el primer tercio del s.
XVIII. Las rentas más cuantiosas procedían de la zona de Valdeorras y de La Cabrera,
Ribera y Escontra, seguidas por las de las Tierras de Astorga y de La Bañeza y por las
que el Monasterio recibía en su coto monástico, en la Quintería de Montes y en las
tierras de su abadengo, especialmente en el Valle de Valdueza. Rentas que eran
administradas a través de la Granja de Santullano, de Prioratos como los de Ferradillo
y Arnado, de paneras y bodegas que el Monasterio tenía repartidas por El Bierzo, La
Bañeza y Valdeorras y, sobre todo, en el propio Monasterio por medio de los Libros
Abecedarios y los Libros Depositarios de las rentas por Partidos.
Total de las Rentas Patrimoniales del Monasterio de San Pedro de Montes a finales del
s. XVI y procedentes de El Bierzo, La Cabrera, Valdeorras, La Bañeza y Tierras de
Astorga:
Dinero, 84.829 mrs., Trigo 331 fanegas, 5 cuartas y 2 heminas, Centeno, 437 fanegas y
5 cuartas, Vino, 151 miedros y 15 cañadas.
(...)Rentas Señoriales: Las cantidades que percibía el Monasterio por esto conceptos
eran, según el Catastro de Ensenada,1.752,las siguientes:5 reales los habitantes de San
Cristóbal,2,los de Manzanedo,10,los de Valdefrancos,,256,los de San Pedro de
Montes,72 los de Ferradillo, amén de otras regalías de origen medieval como la
mañería o de las sernas, a las que estaban obligados los vecinos de San Pedro de
Montes, las martiniegas, los de Ferradillo y San Adrián.
Los ingresos denominados Eclesiásticos:
Benefíciales, procedentes de los curatos, diezmos y primicias; los Fundacionales, de
Capellanías y Aniversarios y los Serviciales o de Altar.
(...) Durante la Edad Moderna el dominio Jurisdiccional y Territorial no sólo no
aumenta sino que se verá disminuido a lo largo del s. XVI.
En el último tercio del s. XV, el entonces poderoso Conde de Lemos, D. Pedro Álvarez
Osorio, había arrebatado al Monasterio nueve lugares, la mayoría en la Jurisdicción de
Cornatel que, en el año 1.500 pasarán, de manera definitiva, a poder del II Marqués de
Villafranca, D. Pedro de Toledo (...).En 1.586, Felipe II desamortizó la villa de
Villanueva de Valdueza.
(...) El Monasterio se vio desamparado ante los abusos de los nobles, campesinos,
vasallos y Concejos que cuestionaban y pretendían algunas de sus propiedades,
privilegios y regalías. Por esta razón, Fr. Plácido Fernández de la Reguera, monje del
Monasterio, en el último cuarto del s. XVII, manifiesta que:”en estos pleitos todo el
Bierzo se conjura contra nosotros y todos se ofrecían a jurar en contra nuestra”(*).En
verdad, no le falta razón al monje, ya que hay una constante en la historia del
Monasterio durante los s. XVI /XVII, y ésta es la presencia de los pleitos en que se vio
inmerso y que, en las más de las ocasiones, se solucionaron en contra de sus intereses
.El tener que hacer frente a tantos pleitos suponía a una merma considerable de las arcas
monásticas”, Vicente Fernández Vázquez: El Monasterio de San Pedro de Montes en la
Edad Moderna, Actas de San Pedro de Montes, pág., 81 /109. I.E.B. Ponferrada, 2006.
(*) Andrés González Alonso, vecino de San Esteban de Valdueza, manifiesta profunda
desazón por la codicia y usura del Monasterio : su viña forera, de cinco jornales en
Valdetrillos, ha de abonar al Convento de San Pedro de Montes, 7 cañadas de mosto,
siendo cada cañada del valor de un real ; el prado, también forero del Monasterio de
San Pedro de Montes, molino y arboleda al sitio que dicen la Granja de Santollano, de
una carga de sembradura, paga en cada año 20 cuartales de centeno , por la viña de 9
jornales en el pago que llaman el Majuelo y una tierra de una fanega de sembradura,
ambas foreras del Real Monasterio de San Pedro de Montes, 12,5 cañadas y media de
mosto y 5,5 reales en dinero.
“El Monasterio que contaba con 26 frailes (incluidos 3 legos) 8 criados y una
lavandera, recibía de la Quintería ( San Adrián, San Pedro y Ferradillo ) unos 5.000
reales anuales, sin contar con las sernas que, en San Pedro de Montes, estaban reguladas
en 6 días de jornal cada año, de Ferradillo que, en el s.XVII, las pagaba en las probainas
y cavas de viña de la Granja Cenobial de Santullano, recibía de cada vecino cuartal y
medio de centeno por la misma razón, cuyo derecho los habitantes del lugar llaman
martiniegas contradiciendo al Abad Plácido, aunque no sabían si el derecho a ello
expresado recae sobre el establecimiento del suelo, mientras que los de San Adrián, los
tributos de vasallaje estaban aforados ,incluidos en el foro comunal.
Con una extensión, declarada, de 5.700 cuartales, (228 has.) de montes, peñascos
incultos y terrenos sembrados, los tres núcleos de población de la Quintería sólo
ocupaban 200 cuartales (8 has.), que correspondían al Convento en gran parte, por lo
que el 71,8 % de los vecinos subsistían como jornaleros.
La industria se reducía a 5 molinos de una rueda pertenecientes a 6 dueños distintos,
que obtenían la exigua ganancia de 5 cuartales de centeno cada uno al año. Y el
comercio, a 3 tabernas ,una en cada lugar por las que los administradores abonaban al
Monasterio entre 12 y 15 reales, con un beneficio anual de 70-80 reales, excepto la de
Ferradillo que no se le consideraba ningún rendimiento y, para su existencia, era preciso
obligar a un vecino para atenderla, y un estanco de tabaco en San Adrián que pagaba 6
reales por año, añadiendo en Ferradillo que “ no hay estanco por falta de
consumo”,Miguel J. García González: Evolución de la Quintería de Montes,pág,58/66
Revista Bierzo,1997.
El Monasterio en el s.XVIII
Casa de la Ferrería de Linares. Foto: J.A. Balboa de Paz
“El s.XVIII será el momento en el que la mayor parte de los monasterios renuevan sus
fábricas, tanto de la Iglesia como del Monasterio.
En esta centuria se produce un incremento considerable de los ingresos del Monasterio
de San Pedro de Montes, gracias sobre todo a los beneficios generados por las Herrerías
de Linares y Pombriego, esto posibilitará el aumento de la comunidad, pasando de la
decena de monjes en el s. XVI a los 18-21 del siglo XVII, y el poder hacer frente a una
auténtica renovación del Monasterio. Gracias a estos ingresos, se procedió a la
ampliación de la Iglesia y a la construcción de nuevas dependencias y un nuevo
Claustro (...).
Las obras de mayor alcance son las correspondientes al Claustro Oriental, contruido a
finales del s.XVI, pero se había levantado con pocos medios, y ahora algunos de sus
lienzos amenazaban ruina. Las obras del nuevo Claustro comienzan a principios de la
segunda década del siglo y se terminan en el último tercio. Se aprovecharán algunas
paredes, arcos y ventanas de lo construido en el s.XVI, especialmente en la nave del
norte (...).
Fue el Abad, F. Genadio de Olivar, el que inició la construcción del nuevo Claustro,
levantado en su segundo mandato, el ala norte, en el que irán el refectorio y sobre él seis
celdas, todas muy frías porque daban al norte”.
Esta obra se termina en el año de 1716, siendo Abad Fr. Antonio Rodríguez. al año
siguiente, el nuevo Abad, Fr. Genadio de Olivar, procedió a demoler el cuarto oriental
porque amenazaba ruina, si bien las obras del nuevo pabellón no darían comienzo hasta
1.745-49,levantándose en ella dos pisos de celdas y ,en el piso bajo, el Archivo y la
Biblioteca”,Vicente Fernández Vázquez, San Pedro de Montes: su historia y sus
dependencias monacales, Revista Bierzo, pág.,67/77.Año 1997.
Las Ferrerías
Consagración de la Iglesia del Monasterio de
S. Pedro de Montes por S.Genadio, Reiter, 1.781
“Las Herrerías que ,a mediados del s.XVIII, había en el Bierzo, eran: San Juan del Tejo
perteneciente al Monasterio de Montes, Herrerías de Valcarce, a Pedro Luis de Ulloa,
Oencia (Ponte Petre) a Manuel de las Llanas, Oencia (Arnado ) ,a Juan de la Puebla,
San Vicente de Leira ,al Monasterio de Samos .La Herrería de la localidad de San Juan
del Tejo, conocida por la Herrería de Linares, porque se levantó en el lugar llamado
de Linares, aunque en el Catastro de Ensenada se dice: “En el pago de la Ramosa, la
construcción de esta Herrería se inició siendo Abad del Cenobio de Montes, Fr. Benito
de Monteaguado (1.729/33),monje profeso del Monasterio de San Julián de Samos.
Este Abad, siguiendo el ejemplo de sus compañeros de Samos, que llegaron a ser
propietarios de 6 herrerías ,consiguió la aprobación de la Comunidad el 8 de Diciembre
de 1.729 para levantar la citada Herrería de Linares y para solicitar un préstamo de
7.000 ducados con el fin de poder realizar la obra”.
“En el pago de la Ramosa hay una casa de Herrería de fábrica de hierro propia del
Monasterio de Montes, en virtud de concesión de S.M., con facultad para abrir en
diferentes términos veneras y fábricas de carbón, por tener satisfechos, por razón de
media annata, 50 ducados de vellón por súplica y merced concedida por una vez, en
lugar de los 5.000 mrs. en cada quinquenio con que le fue hecha la referida concesión.
No saben el número de arrobas que rinde al día la fundición, lo que necesita de vena,
madera para la quema, de agua, conmposición de ella ,salarios de artífices,
desperfectos mayores y menores.
Deja útil 15.000 rs. de vellón dicha fábrica de hierro, bonificados ya todos los gastos
de vena, agua, carbón, salarios y desperfectos con 120 días que se le dan de hueco por
las dominicas, festividades y composiciones”.
“El Monasterio pasó por graves dificultades debido al pleito con la familias Andrade de
Ponferrada, como reflejó Fr. Martín Sarmiento en carta a un amigo escrita en Madrid,
año de 1.743: “La casa y antiquísimo Santuario de San Pedro de Montes perdió un
pleito sobre la manutención de una Herrería que había fabricado. Perdió los gastos,
perdió la Herrería y perdió el útil que coadyuvaba a mantener un proporcionado
numero de Monjes para el mayor culto divino y más estrecha observancia monástica...;
pues fue preciso que la religión tomase el arbitrio de repartir los Monjes profesos de
aquella Casa en diferentes Casas de la Congregación para que los mantuviesen porque
ya no los podía mantener su misma Casa matriz de Montes...
Recurriose a la piedad y benignidad de nuestro Monarca y se compusieron las cosas
de tal modo que la facultad para sacar, venar y fundar herrerías que el contrario
recientemente había conseguido en perjuicio del Monasterio, se dividiese entre las dos
partes colitigantes, por conclusión de todo, vendió el contrario al Monasterio aquel
derecho que le pertenecía, y así se terminó el pleito”, Abel Soto Carbajo: El Bierzo en
el s.XVIII, Tesis Doctoral, 2005.
“El Monasterio de San Pedro de Montes inicia la Edad Moderna con una situación
económica bastante precaria. (...).
En 1.527 San Pedro de Montes tenía la renta más baja, 200.000 mrs. de todos los
Monasterio de la Congregación...Evidentemente, con unos ingresos tan exiguos su
comunidad era de sólo 6 monjes y el Abad.
(...) A partir del s.XVIII la economía monástica cambiará de forma radical con la
construcción de varias ferrerías, política que Montes copia del Monasterio de San Julián
de Samos (...).
A imitación de Samos, el Monasterio de San Pedro de Montes emprendería, así
mismo, una activa política constructiva, que le permitirá aumentar sus menguados
caudales. Inició esta política el Abad Benito Monteagudo, 1729/33, al poco tiempo de
llegar de Samos, donde había sido profeso.
Según el Abad Herrezuelo, historiador al final del Monasterio, una vez que el Abad,
Benito Monteagudo, hubo tomado posesión de la Abadía:”Reconoció el terreno de las
inmediaciones del Monasterio; y observando su hermosa situación con la abundancia
de todos los materiales necesarios para la fábrica de una herrería, se determinó a
construirla casi al pie de la Casa. En 8 de Diciembre del mismo año de 1.729, dio
parte de su pensamiento a los monjes, exponiendo las utilidades que se seguirían al
Monasterio, como las procuraban a la Casa de su profesión otras de la misma
naturaleza”.
“El problema con los Andrade se solucionaría, después de pleitos, gastos y disgustos en
el Abadiato del villafranquino D. Manuel Amigo, 1.737/41, con la compra a éstos de su
Cédula, en 32.000 rs. De este modo, el Monasterio lograba adquirir los derechos sobre
la mina de la Chana y, con nuevas Cédulas sacadas por este Abad, el aprovechamiento
de las de Molina Ferrera y Llamas”.
“Nuestro Abad, dice Herrezuelo, fue el que acabó de arreglar las cosas de la Herrería
de Linares y terminó el pleito sobre las minas de hierro, comprando a Andrade en
32.000 mrs. la Cédula Real para el aprovechamiento de las de Chana y demás del
Bierzo. Sacó también Cédula Real para aprovechar las de Molina Ferrera y Llamas y
pagó la media anata de dicha Cédula”.
“La construcción de la ferrería de Pombriego plantearía la Monasterio mayores
problemas aún que la de Linares, por la denodada oposición del Marqués de Villafranca,
Señor Jurisdiccional de La Cabrera. Nuevamente el Monasterio hubo de recurrir a la
Justicia, entablándose un largo pleito iniciado el 17 de Julio de 1.750 y que, aunque
favorablemente a éste, retrasó el funcionamiento de la ferrería hasta Abril de 1.761,
cuando concluía el segundo Abadiato de P.Fr. Zoube:”En su tiempo se acabó de
arreglar la Herrería de Pombriego y la puso en caudal; hizo también casa para el
administrador y compró algún terreno inmediato y plazas de la herrería”.
Señala Herrezuelo que hubo de hacer de nuevo”la chapacuña de la herrería de
Pombriego que había arrastrado el río”, y el Abad Velasco, en 1.781,”gastó unos
30.000 rs. en la presa de la herrería de Linares, reparó la presa y acrecentóla e hizo el
molino y la estacada de la herrería de Linares, hizo por tres veces la estacada de la de
Pombriego” y su anterior en el cargo, el Abad Juan Páramo:” por tres veces costió la
fábrica del árbol y rueda mayor de la herrería de Linares. Reparó el vanzado y levantó
algunos paredones de ella, y en la de Pombriego desmontó la peña que caía sobre la
chapacuña”.
“En 1793/97, el Abad Fulgencio Aguirre, volvió a realizar costosas obras en la ferrería
de Pombriego. Sin embargo, los ingresos de esta dos ferrerías son, aproximadamente, la
mitad de todos los del Monasterio, de ahí la importancia de estos artefactos”.
“Las ferrerías estaban administradas por un Prior Rendero que vivía en la casa
construida en sus inmediaciones y que para aquel era un ámbito de clausura. Un Acta de
1.778 señala “por clausura rigurosa fuera de la cual no se puede salir sin quebrantar el
voto de clausura ,no procediendo expresa licencia del Abad ,en Ferradillo, media
legua poco más o menos en circunferencia de la casa; en San Turjo otra media legua,
excepto cuando por razón de la administración de Arnado y de dicho Priorato tenga
precisión de salir a mayor distancia, en la Granja otra media legua en la conformidad
que en San Turjo, y lo mismo en las dos herrerías de Linares y Pombriego ”. “A los
Administradores se les exigían cuentas con cierta regularidad”.”Mandamos- dice otra
Acta de visita de 1792- que el Abad acompañado de otro monje inteligente tome
rigurosas cuentas a los administradores de las herrerías, haciéndoles los cargos
correspondientes sin llevarlos a consejo”.
“Estado de cuentas de San Pedro de Montes en 13 de Marzo de 1.785”:”Recibió su P.
el antecesor en sus cuatro años del producto de la herrería de Linares, 48.707,17 rs.
Item, de la de Pombriego, 85.263,27 rs.”, J. Antonio Balboa de Paz: Las Ferrerías de
Montes en el s.XVIII, Revista Bierzo, pág., 78/93. Año 1997.
Casa de la Ferrería de Pombriego. Foto: V.Fernández Vázquez
Poder al Padre Maestro Fr. Benito Gutiérrez, Procurador General de la
Religión de San Benito en la Villa y Corte de Madrid, 25 de Febrero
de1.744
Sépase que nosotros, el Abad y Monjes de este Real Monasterio de San Pedro de
Montes, del Orden de nuestro Padre San Benito, estando juntos en nuestro Capítulo,
habiendo sido llamados y convocados a son de campana tañida, según lo tenemos de
costumbre, especialmente el P. Maestro Fr. Gregorio Sánchez, Abad de este Real
Monasterio, su Paternidad el P .Prior, Fr. Manuel Amigo, el P. Predicador Fr. Mauro
González, Prior Mayor, los Padres Fr. Valerio Bustamante,Fr. Antonio de Ortega, Fr.
Melito de Lara, Fr. Anselmo de Liébana, Fr. José Luna, Fr. Benito Feijóo, Fr.
Fructuosos Pérez, Fr. Claudio Gavilanes y Fr. Luis Ángel de la Buelga, todos monjes
profesos y conventuales de este Real Monasterio, que confesamos ser la mayor parte de
los, que al presente, hay en él y ,por los ausentes e impedidos que no pudieron juntarse,
prestamos voz y capción de rato grato et iudicatum solvendo, de que estarán y pasarán
por lo que por nosotros fuere hecho y otorgado, bajo expresa obligación que para ello
hacemos de los bienes y rentas de este Monasterio y, estando así juntos, decimos :
Que este Monasterio tiene y posee por suya una Herrería en el sitio que llaman
Linares ,en virtud de Cédulas de S.M.,que Dios guarde, por las que se nos da facultad y
permiso de aprovecharnos de los montes de urz para hacer carbón y para el gasto y
surtimiento de la Herrería ,sin que, por ningún Concejo ni persona, se pueda impedir
el arranque de cepos ni fabricar el carbón ,por cuyas Reales Cédulas se requirió a la
Justicia y Regimiento del lugar de Peñalba quienes las obedecieron consintiendo que,
en los montes de sus términos y jurisdicción, este Monasterio pudiese fabricar el
carbón para la dicha Herrería y, con efecto se ha fabricado y extraído de sus montes,
sin que hubiese existido la menor contradicción, como tampoco de otros lugares de la
circunferencia, donde también se ha fabricado .
Sin embargo, contraviniendo lo mandado por S.M. por las Cédulas Reales, los vecinos y
Concejo del lugar de Peñalba han prendido y castigado, puestos presos en diferentes
ocasiones, a diferentes operarios de la dicha Herrería por haber fabricado para ella
carbón en los montes calvos y sierras del término del lugar de Peñalba impidiendo el
arranque del cepo y extracción de carbón, por cuya causa se halla la Herrería
desurtida del, de lo que se sigue grave daño y perjuicio a este Monasterio.
Por tanto, otorgamos nuestro poder cumplido y bastante, el que de Derecho se requiere
y es necesario, al Rvdo. P. Maestro Fr. Benito Gutiérrez, Procurador General de
Nuestra Sagrada Religión en la Villa y Corte de Madrid y, representando a este
Monasterio, parezca ante S.M. y Señores de su Real Consejo de Cámara y se querelle
grave y criminalmente, acuse a los vecinos y Concejo del lugar de Peñalba por haber
impedido el arranque de los cepos de urz, prendiendo ,castigando y puestos presos a las
personas y operarios que fueron a los montes calvos a fabricar el carbón para el
surtimiento de nuestra Herrería, y pida se multe y castigue a los vecinos y Concejo que,
en adelante, no nos impidan el fabricar el carbón en los montes calvos de su término
debajo de las peñas ,así como los apercibimientos más oportunos.
Se querelle de otros Concejos cualesquiera, Justicias y personas de cualesquiera
lugares que impidiesen a este Monasterio la fábrica y extracción de carbón para el
surtido de la Herrería y aprestos que necesitara, según y como por S.M. nos está
concedido.
En razón de lo cual y lo más que ocurra a favor de esta Monasterio, haga pedimentos,
requerimientos, juramentos, presente escritos, escrituras, papeles, testigos y probanzas,
tache y contradiga, así en demandando como en defendiendo, oiga Autos y sentencias,
interlocutorios y definitivas, consienta en nuestro favor y, de las en contrario, suplique,
gane Reales Cédulas en nuestro favor, haga todas las diligencia judiciales y
extrajudiciales que convengan y sean necesarias.
Y para lo cumplir, damos poder a las Justicias de nuestro fuero y jurisdicción
competente, y renunciamos las leyes de nuestro favor con la general y derechos en
forma.
Renunciamos la licencia mayor y menor de nuestro Prelado, el Capítulo obduandus de
solutionibus y el suam de poenis, y así lo otorgamos ante el presente Escribano en este
Real Monasterio, a 25 días del mes de Febrero de 1.744 años, siendo testigos: Gabriel
Bello, Manuel Fernández y Juan de Castro, criados de este Monasterio, y los otorgantes
lo firmaron a quienes, yo Escribano doy fe, conozco.
Ante mí,
Agustín de Voces
Siguen doce firmas de monjes.
San Juan del Tejo. Foto: F. González González, 1.975
Operarios en prisión por fabricar carbón de urz para la Herrería de Linares en los
montes de la Jurisdicción de Peñalba
Pase que nosotros, Domingo Fernández, vecino del lugar Alense, feligresía de San Juan
de Tores, Obispado de Lugo y Antonio Méndez, vecino del lugar de Estacas, de la
misma feligresía:
Otorgamos y damos todo nuestro poder cumplido y bastante, el que de Derecho se
requiere y es necesario, a Bartolomé Hidalgo, vecino del lugar de Villanueva de
Valdueza para que, en nuestro nombre, comparezca ante S.M.,que Dios guarde, y de ahí
abajo ante cualesquiera Señores Jueces, Justicias y Tribunales donde convenga, y nos
defienda en la causa de oficio contra nosotros fulminada por el Juez de este lugar de
Peñalba, por haber fabricado carbón de urz en su jurisdicción para el sostenimiento de
la Herrería del Real Monasterio de San Pedro de Montes, por lo que nos puso y
estamos presos rigurosamente ha muchos días, y se queje y querelle del Juez y más
culpados, y pida se nos suelte libremente de la prisión, y se nos paguen y satisfagan los
jornales de los días de prisión.
En razón de todo lo cual y lo más que ocurra a nuestro favor y defensa, haga
pedimentos, requerimientos, juramentos y protestas, presente escritos, apele, y
contradiga, así en demandando como en defendiendo, gane Reales Provisiones y otros
despachos y, en nuestro nombre, haga todas las demás diligencias judiciales y
extrajudiciales que nosotros podríamos hacer siendo presentes.
Así lo otorgamos ante el presente Escribano en este lugar de Peñalba, a 29 días del mes
de Abril de 1.744 años, siendo testigos, Santiago García, Gregorio Pérez y Simón
Regueras, vecinos todos de este lugar, y de los otorgantes que yo, Escribano, doy fe
conozco, lo firmó Antonio y no Domingo Fernández ni ninguno de los testigos, pues
todos dijeron no saber escribir.
Ante mí,
Agustín de Voces
(*) Compromiso entre el Real Monasterio de San Pedro de Montes y el
Concejo de Santa La Villa:
Estando en el Real Monasterio de San Pedro de Montes, Orden de nuestro Padre San
Benito, a 11días de Abril de 1.787 años, juntos y congregados en la Celda Abacial sus
Religiosos Conventuales, especial y señaladamente el R. P. M. Fray Fulgencio Aguirre
,Abad y Señor de esta Jurisdicción, sus Paternidades Fray Juan Páramo y Fr. Genadio
Velasco, los Padres Priores Fr. Agustín Merayo, Prior Mayor, Fr. Manuel Suárez, Fr.
Mauro Valcarce, Fr. Isidoro Ochoa ,Fr. José Otero, Fr. Bernardo Rama, Fr. Pablo
Rivera, Fr. Lorenzo Iglesias, Fr. Rosendo Armesto, Fr. Melito Anta y Vega, todos
Monjes Profesos y la mayor parte, que confesaron ser de los que al presente hay en
este Monasterio que, por los ausentes enfermos y legítimamente impedidos que no han
podido juntarse, prestaron capción en forma de que estarán y pasarán por lo que por
los presentes fuese hecho y otorgado, bajo expresa obligación que para ello hacen de los
bienes y rentas de su Comunidad, y así juntos de la una parte y, de la otra, Pedro
Méndez, Procurador Síndico del lugar de Santa La Villa, Diego Losada y Juan Vega,
vecinos y Diputados por su Concejo y vecinos para lo que en adelante se hará mención,
según resulta del testimonio dado por Marcelo Fernández, Fiel de Fechos de dicho lugar
, el cual ,para que en todo tiempo conste ,se pone por cabeza de esta Escritura y su tenor
a la letra es el siguiente testimonio:
Usando de las facultades que por dicho Concejo les son conferidas, los expresados
Procurador y Diputados juntos con la referida Comunidad, por ante mí Escribano de
S.M. y vecino de la villa de Ponferrada, dijeron:
Que teniendo este Real Monasterio por suya propia una herrería en el pago de
Linares, construida en virtud de Real Cédula del Señor D. Felipe V, despachada en el
Pardo, a 4 de Marzo de 1.738, con ciertas facultades y prerrogativas y, entre ellas, con
las de poder arrancar cepo y fabricar carbón en los montes comunes de los pueblos
circundantes para su uso y fábrica del hierro, como lo han ejecutado de muchos años a
esta parte en los montes pertenecientes al Derecho y Jurisdicción del lugar de Santa La
Villa ,no obstante de serles notoria y haberla consentido, parece ser que el Concejo o
parte de él , a pretexto de que, con motivo de las crecientes de aguas que descienden de
las montañas en las crecidas lluvias y avenidas, suele embarazarles las heredades
fructíferas del valle de su distrito, suponiendo causan este daño el arranque de cepos de
urz, único producto de aquellas sierras, pasó en 31 de Enero del año próximo pasado a
prender a diferentes operarios que estaban arrancando y fabricando carbón al sitio del
Vallino de Candaneda comprendido en aquellos montes ,por lo que este Real
Monasterio dio queja del expresado Concejo ante los Señores Presidente y Oidores de la
Real Chancillería de Valladolid, por cuyo Superior Tribunal se libró Real Provisión de
citación y emplazamiento contra dicho Concejo y vecinos en el día 12 de Marzo
próximo pasado que se les hizo saber en el día 26 del mismo mes.
Y habiéndose juntado los vecinos en forma de Concejo, conociendo lo costoso de los
pleitos ,lo dudoso de sus fines, deseando la paz y buen armonía con que siempre se han
conducido, así con este Monasterio como con los pueblos inmediatos, cuyos vecinos y
naturales concurren a aquellas sierras a la fábrica de carbón, y deseando igualmente
este Monasterio evitar cualquier visible perjuicio que del arranque del cepo de urz se
pueda seguir al terreno fructífero del pueblo, han tratado de transigir la queja por parte
de esta Comunidad y los expresados vecinos de Santa La Villa ,por medio de su
Procurador y Diputados en señalar los sitios hasta donde puedan bajar los operarios a
arrancar cepo y fabricar el carbón, a cuyo fin se hizo vista ocular por los citados
Procurador y Diputados con presencia del P. Prior Fr. Mauro Valcarce, a nombre y de
orden de esta Comunidad y con asistencia de mí Escribano, según se demostrará en
ésta, otorgando, en su razón, el correspondiente compromiso para mayor satisfacción y
seguridad de unas y otras partes.
Y poniendo en ejecución lo tratado, desde luego, y por la presente y en la mejor vía y
forma que de Derecho haya lugar y más firme sea, el expresado R. P. Abad y más
Religiosos otorgan:
Que, desde hoy en adelante, desisten y apartan de la propuesta queja y se obligan en
forma a no proseguirla en manera alguna por esta causa, a cuyo fin dan por nulo y de
ningún valor el Poder que otorgaron para instaurarla y, a mayor abundamiento, lo
revocan en todas sus partes, entregándose por el expresado Concejo de Santa La Villa a
los operarios fabricantes las prendas que se les exigieron en el monte libremente y sin
coste alguno como lo tienen igualmente tratado.
Y los referidos Procuradores y Diputados del citado Concejo, por lo que les toca y a
nombre de sus vecinos, en virtud del nombramiento en ellos hecho y facultades que les
tienen conferidas, cumpliendo por su parte con lo estipulado desde ahora en adelante y
para siempre jamás:
Otorgan que, consienten que los operarios y fabricantes de carbón para la citada
herrería, en uso de la expresada Real Cédula, puedan entrar y entren a arrancar el cepo
de urz para él por las Sierras y montes del Derecho y Jurisdicción del lugar de Santa La
Villa hasta bajar a las Tres Peñas más altas y que están más arriba de las labradas del
Campo por sobre las cuales pasa la senda que baja de Ferradillo y Campo de las
Forciellas para Santa La Villa y mira su fachada inferior rectamente al mediodía, y
habrá de unas a otras en derechura la distancia de doce pasos, poco más o menos y,
desde éstas, por la parte siniestra mirando hacia dicho lugar, sigan en rectitud a las
Peñas que hay bajo la Carruna Nueva que hicieron los de Ferradillo, las cuales miran
para el norte y teso de las Corralinas y, desde éstas, en derechura, a las Tres Peñicas
que están encima de la bouza de Nuestra Señora de Santa La Villa ,que hoy está
poblada de matas de roble y, de éstas, en rectitud a la Moulla o Morreca de Piedras
apañadas que dejan puesta en el testero, dando vista al Pico de Valdazores ,y de aquí a
la Peña del Torno ,y de a la Peña del fondo de la Mata del Obispo ,y de allí a la becea
o senda que va por la Pasada de Valdeseves y, en derechura, por encima de la Mata de
Carvallal Viejo y tirando o bajando hacia la parte diestra con la misma rectitud, puedan
bajar pasando desde las citadas Tres Peñas donde se dio principio a otras tres que están
al arroyo por sobre la Mata del Vallino del Candanedo y de ésta a otras peñas bajas que
hacen forma de vallado y frente a la peñas primeras por sobre las Matas de la Era del
Escamuzón, en donde pusieron otra Moulla o Morueca y de allí al Pico de la Mata de la
Torrecilla y ,desde ésta ,por encima de los Couros, hasta a cuyos sitios puedan bajar y
arrancar los operarios, como va expresado, y desde ellos hasta las Cumbres de las
Sierras, dejando libre todo el demás monte contra la parte inferior para el resguardo del
terreno fructífero, a fin de que las aguas que bajan en tiempo de truenas y lluvias
copiosas no puedan con tanta facilidad arroyarlas y embarrarlas con las brozas que
conducen .
Y, en cuanto a las prendas que tomaran a los operarios, están prontos a entregarlas
libremente, y se obligan en debida forma con sus personas y bienes y los demás vecinos
y Concejo a que ahora, ni en tiempo alguno, prenderán ni estorbarán por ningún
pretexto a los operarios carboneros sobre el arranque y fabricación de carbón, desde los
expresados sitios hacia la parte superior no introduciéndose desde lo señalado aguas
vertientes al valle y arroyo que baja al lugar, pena de pagar las costas y daños que de
ejecutar lo contrario se siguieren y causaren al Monasterio y sus operarios.
Y para lo así cumplir unas y otras partes, cada una por lo que le toca y van obligados,
dan poder a las Justicias de S.M., de su Fuero, que a ello les compelan como por
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, renunciaron las leyes, Fueros y Derechos
de su favor con la general en forma y dicha Comunidad renuncia el Capítulo: suam de
poenis ob duardus de solutionis licencia mayor y minor del Superior. Y por firme así lo
otorgaron ante mí Escribano, siendo testigos Pablo García, Juan Rodríguez, naturales de
este lugar, y Rafael de Voces del de La Chana, de los otorgantes que doy fe conozco,
firmaron los religiosos y, por no saber ,el Procurador y Diputados de Santa La Villa,
uno de los testigos a su ruego.
Ante mí,
Pedro Fuentes
(*) Hasta bien entrado el s. XVIII, el hierro se obtenía calentando, a gran temperatura,
las capas de mineral de hierro con carbón vegetal. El producto resultante era una masa
de hierro que había de ser trabajada al rojo vivo en la forja. El martilleo de la forja hacía
perder al metal las escorias adheridas.
En cualquier caso, el material así obtenido era de gran calidad , denominado hierro
forjado o dulce.
Pero, para la obtención de un Kg. de Hierro, se requerían 3 Kg.de venera y 5 Kg. de
carbón vegetal .La leña verde, una vez hecha carbón, merma hasta quedarse en 1/5 de
cuanta leña había sido apilada.
Según la clase de madera empleada, así será la capacidad calorífica. La mayor
capacidad calorífica de origen vegetal la facilitan, entre otros, los cepos (tuérganos,
forgos) de la urz o brezo.
Este carbón vegetal suele cocerse en el mismo lugar en que se arrancan los cepos,
haciéndose una poza sobre la que se extienden estos, una vez que el pozo se ha
cubierto con leña. . Se prende fuego, a la vez que el montón de los cepos se va
cubriendo gradualmente con tierra fina y sin piedra.
El montón permanece cociéndose, en esta forma, por algunos días. De esta forma
tiene lugar una combustión que, entre otras cosas, posibilita el desprendimiento de la
humedad vegetal del cepo, hace el carbón vegetal más esponjoso y de mayor poder
calorífico.
Parte del metal de hierro, proveniente de la Ferrería de Linares, termina por
distribuirse en la tienda del ferretero Valcarce ,sita en la Plaza Mayor de la villa de
Ponferrada ,tienda que proporciona hierro forjado en planchas y cortadillo a fraguas,
herreros, cerrajeros, herradores y otros artesanos, pudiendo elaborar tenazas, mazos,
martillos, hoces de siega, podaderas, rozaderas, azadas, azadones, picos, ganchas,
sachos, rejas, -calzas de los mismos-, guadañas, pinas, cortafríos, herraduras, clavos,
palancas, aldabas, bisagras, morillos, trébedes, preganzas, cadenas, alcimeres, asadores,
sartenes, cucharas de hierro, navajas, cuchillos, tijeras de trasquilar, azuelas,etc.
Pastora, su perro y rebaño en Manzanedo con las Guiana nevada por
fondo. Foto: F.González González
Arriendo de la Herrería de Ponte Petre en favor de Nemesio Fernández
de esta villa, año de 1.816
D. Antonio de Quiñones y Quiñones, hijo primogénito de otro D. Antonio de
Quiñones García de las Llamas, Teniente de Caballería retirado, con agregación al
Estado Mayor de la Plaza de la ciudad de Zamora, Regidor Perpetuo de esta villa de
donde soy vecino y mi padre de la de Villalpando, digo:
Que por éste se me ha conferido poder general en los 20 de Junio último, por
testimonio de Tomás Morillas, Escribano de aquel número, no sólo para percibir y
cobrar la renta y demás emolumentos correspondientes de Mayorazgos y agregaciones
que disfruto en esta Provincia del Bierzo ni a menor poseedor D. Manuel García de las
Llamas ,vecino que fue de esta misma villa, sino para hacer nuevo arrendamiento de
cuantos predios urbanos y rústicos correspondan a los citados Mayorazgos, con las
cláusulas, plazos, gastos y condiciones que por bien tuviere, siendo en ellos también
comprendida la Herrería titulada de Pontepetre, en la Merindad de Aguiar, y otros
diferentes particulares que por menor resultan de dicho poder, que exhibo al presente
Escribano que da fe, y de contener todas las cláusulas circunstancias y requisitos
necesarios para su validación y comprobación de los Escribanos de S.M.,número ,rentas
y cuadrilla de Mesta de la citada villa de Villalpando, José María de Mazo y Gervasio
Morillas con las misma fechas, usando del poder en su aceptación:
Arriendo y doy en renta y arrendamiento a D .Nemesio Fernández ,mi convecino, la
expresada Herrería con todos los pertrechos necesarios para su uso, por tiempo y
espacio de cuatro años que principian a correr y contarse desde el día 25 de Enero,
próximo pasado, y concluirán en otro tal del venidero de 1.820,en cada uno de los
cuales me ha de dar y pagar o a la persona que legítimamente represente a mi
padre,24.000 reales de vellón en dos tercios iguales de 25 de Julio, y otro tal de Enero,
,bajo la pena de ejecución décima y costas, y de pagar a la persona que a ella fuese,
residiendo fuera de esta villa y jurisdicción, para compelirle a ponerla en mi casa, mano
y poder en esta misma villa, 400 maravedís de salario por cada un día de su legítima
ocupación, incluso ida y vuelta por los que les ha de ser ejecutado como por la
cantidad principal, y este arrendamiento se lo hago a D. Nemesio bajo las condiciones
siguientes :
1.-Que la referida cantidad la ha de satisfacer sin descuento alguno respecto quedar de
su cuenta todos los reparos mayores y menores que puedan ocurrir en la expresada
fabrica y sus accesorios ,a excepción de la reparación que en la actualidad necesita el
paredón de la entrada de la Herrería, los pared de la cuadra, la del horno y el tejado de la
Capilla que han de ser, por esta vez, de cuenta del refererido mi padre y los que ocurran
en lo sucesivo, por parte del mencionado D .Nemesio.
2.-Que, del mismo modo, ha de ser de cuenta de éste, la contribución de la sal y
cualquiera otra que corresponda por razón de vecindad, igualmente que el foro que se
paga al Excmo. Señor Marqués de Villafranca, y el de la venera y, de cuenta del
relacionado mi padre, cuantas contribuciones en lo sucesivo puedan imponerse sobre las
rentas estipuladas.
3.-Que, al finalizarse este arriendo, ha de quedar la fábrica y sus oficinas actuales y
corrientes y en disposición de servicio para que pueda continuarse trabajando en ella,
debiendo, además, hacer entrega de todos los utensilios y más efectos que reciben del
inventario que ha de entregar el referido D. Nemesio según la entrega que se le hizo por
el anterior arrendatario.
4.-Que no se ha de hacer uso ajeno de los montes más que para destinados.
5.-Que, al final del arriendo, sea mi padre u otro cualquiera que le suceda a D.
Nemesio, bien en administración o en arriendo, ha de tomar y pagar a dinero de presente
metálico contante y, al tiempo de la entrega, todos los enseres de vena, carbón, hierro,
recua, grano y demás que el enunciado D, Nemesio tenga en la Herrería, sus casas y
accesorios.
Y bajo estas condiciones obligo los bienes del ya citado mi padre que lo son en el
presente.
“Ingresos y gastos de la Herrería de Ponte Petre, año de 1.761”.
“Ingresos:
Concepto
Valor
De 1.625 quintales de hierro a 54 rs. el quintal
Venta de 90 fanegas de centeno de pan cocido
Venta de 20 miedros de vino anuales
Del alquiler de 9 machos de 133 días de trabajo
87.750 rs.
360 rs.
225 rs .30 mrs.
3.591 rs.
Total Ingresos
91.926 rs. 30 mrs.
Gastos:
Concepto
Valor
De 4.062,5 q. de vena cocida a 5 rs. menos cuartillo
el quintal
De carbón (a 18 rs. por q. de hierro)
Prima a los oficiales (4,5 rs, por q. producido)
Salarios de los oficiales (56 q. de hierro a 54 rs.)
A los oficiales por componer herramientas, etc.
Reparar gurruiones, barquines, vatarre, cequillo,...
De 20 toberas a 18 rs. cada una,
De 70 libras de cobre a 6 rs, para componer toberas
De 18 mangos para el mazo a 33 rs. de coste uno
De 8 q. de hierro para mazo, yunque, techos, etc.,
De madera para componer banzados, techos, etc.,
Salarios de 6 criados para cocer y traer carbón,
De vino, carne, pan para los 6 criados,
Salario del criado y 2 criadas de casa +comidas
De 9 caballos para conducir carbón,
De consumo de paja, hierba para los caballos,
De herraje, albardas, cinchas, atafales, ronzales...
Renta a Manuel García de las Llanas
Total Gastos
19.297 rs.
29.250 rs.
7.312 rs .17 mrs.
3.024 rs.
200 rs.
400 rs.
360 rs.
360 rs.
594 rs.
432 rs.
4.000 rs.
2.178 rs.
4.305 rs.
1.540 rs.
3.744 rs.
1.180 rs.
1.100 rs.
11.200 rs.
90.537 rs.17 mrs.
Ingresos –Gastos=1.389 rs.13 mrs.”
Abel Soto Carbajo, El Bierzo en el s.XVIII, Tesis Doctoral, pág.482/516.
Ponferrada, 2005.
Monasterio de San Pedro de Montes. Foto: F.González González, 1.959
Escritura de Arriendo de las Ferrerías de Pombriego y Linares a favor
del Crédito Público. (*)
En la villa de Ponferrada, a 20 de Febrero de 1.821, ante mí Escribano y testigos,
compareció presente D. Antonio Álvarez Trincado, Comisionado Subalterno del
Crédito Público de este Partido, y dijo:
Que en virtud del Oficio que, con fecha 19 del corriente, le dirigió D. Francisco
Alonso, Oficial Mayor del Establecimiento Principal de León, y con las facultades que
tiene del Administrador Principal, arrienda y da en arrendamiento, desde hoy y hasta el
último del mes de Julio del corriente año, al Padre Fr. Ildefonso Gayoso ,la Ferrería que
pertenecía al extinguido Monasterio de San Pedro de Montes, existente en el lugar de
Pombriego y, al Padre Fr. Benito Canedo, la de Linares, perteneciente, así mismo, al
citado Monasterio con los accesorios que cada una tiene.
Por ellas han de pagar cada uno 3.000 reales de vellón en monedas metálicas,
concluido que sea el mes de Julio, juntos y en una sola paga, puesta en mano y poder
del otorgante o en el de la persona que le suceda en el destino, bajo pena de ejecución y
costas de la cobranza, y de pagar a la persona que fuese a ponerlas 400 maravedís de
salario por cada un día de su legítima ocupación, contando los de la ida estada y vuelta,
por los que han de consentir la misma que por la cantidad principal y, además han de
guardar y cumplir las condiciones siguientes:
1.-Primeramente, es condición que los expresados Padres han de poner cada uno la
Herrería que se les confiere en arriendo corriente para que pueda trabajar en el día,
limpios los cauces con empalizadas sin que por su coste puedan reclamarlo al
establecimiento ,pues quedan de cuenta y riesgo de los susodichos que, por razón de
reparos, se les había de entregar a cada uno 500 reales, se les rebajan de los 3.500 con
que debían de contribuir por cada una de las dos Herrerías, por lo que sólo han de pagar
los 3.000 reales cada uno.
2.-Que, si en el intermedio del tiempo de este arriendo, alguna de las dos Ferrerías se
incendiase en su mayor parte o hubiese algún descalabro mayor, cual es el rompimiento
de los dos árboles mayores o ruedas que imposibiliten trabajar, o si se hundiera la
venera que surte a ambas Ferrerías existentes en el lugar de la Chana, sea visto
rebajárseles el tiempo que estén sin poder trabajar, siempre que no se pueda sacar la
vena.
3.-Que concluido el tiempo de este arriendo, los referidos Padres han de dejar en
cada una de las Ferrerías la vena y carbón existente y que resulta de los inventarios que
se han formado o pagar en metálico el importe al precio corriente o al que fuere tasado
por peritos nombrados, y mediante los Padres tienen representando al Administrador
Principal del Establecimiento, sobre se les entregue o pague el importe de la vena y
carbón existente en cada una de las Ferrerías por ser comprados por ellos con dinero
suyo y no del Monasterio, siempre que declare la voz de ellos y sea visto no quedar
obligados a pagar el carbón y vena existente ni dejar igual porción de cada cosa.
Con cuyas condiciones, el otorgante, a nombre del Establecimiento, les otorga el
arriendo por el tiempo que queda referido y por la pensión expresada,y estando
presentes los nominados Padres Fr. Ildefonso Gayoso y Fr. Benito Canedo ,habiendo
visto, oído y entendido esta Escritura de arriendo, dijeron que la aceptaban y se
obligaban y obligaron con sus personas y bienes espirituales y temporales, habidos y
por haber, a que cada uno y por la Herrería que se les arrienda ,pagarán los 3.000 reales
concluido el mes de Julio venidero del presente año, puestos y pagados en poder de D.
Antonio Trincado o en el que le suceda en el empleo, llanamente y sin excusa alguna
bajo las pena de ejecución décima y costas y de pagar a la persona que fuese a por (...).
A cuyo cumplimiento desde luego quedan obligados, y dieron por fiador a D.
Sebastián Villadomar, vecino de esta villa de Ponferrada ,quien estando presente y
enterado de esta Escritura, cierto y sabedor del derecho que le pertenece, se obligó a
constituirse por fiador de los expresados Padres Fr. Ildefonso Gayoso y Fr. Benito
Canedo, y se obligó con su persona y bienes muebles, raíces, habidos y por haber, a que
los susodichos pagarán, cada uno, los 3.000 reales concluido el mes de Julio del
presente año, y de no ,los pagará este otorgante, como tal su fiador, sin que sea
necesario hacer diligencias con los Padres que guardarán y cumplirán todo lo contenido
en las condiciones y, de lo contrario, todos los daños y perjuicios que se originasen, los
satisfará el otorgante, por lo cual hará de deuda y negocio ajeno, suyo propio .
Y para así lo cumplir unos y otros, y por lo que les toca, dan poder a las Justicias de
S.M. y Santidad de sus Fueros competentes que a ello les compelan y apremien como
por sentencia pasada en juzgado, renunciando todas las leyes, fueros y derechos de su
favor y la general en forma.
Y así lo otorgan ante mí Escribano, siendo testigos, Francisco Pedro Álvarez, vecino
de esta villa de Ponferrada y Manuel Ramos, natural de Millaroso de Valdeorras,
Agustín Velasco, natural de Puente de Domingo Flórez.
Los otorgantes que doy fe, conozco, firmaron y firmé.
Ante mí,
Manuel Jerónimo Suárez
(*) Trienio Liberal, 1.820/23
El día primero de Enero de 1.820, D. Rafael del Riego dirigió un Pronunciamiento en
Cabezas de San Juan, proclamando la Constitución de Cádiz de 1.812.
Ello, entre otras cosas, significaba el restablecimiento de la legislación
desamortizadora-bienes amortizados: sutraídos al mercado libre- de las Cortes de
Cádiz.
Las nuevas Leyes y Disposiciones del nuevo Gobierno y Cortes afectaron a la Iglesia
que consideró lesionados sus Derechos.
Una de las medidas que el Gobierno y las Cortes aprobaron fue el Decreto 1 de
Octubre de 1.820, que venía a reformar las Órdenes Religiosas. Por la llamada Ley de
Monasterios, se suprimían las Órdenes Monacales, los Monasterios Regulares, el
Santo Oficio y sus bienes, las Órdenes Militares y otras Leyes que afectaban, por ej. a
los Mayorazgos.
Quedaban extinguidos los Conventos que no llegasen a 24 individuos, si había más
de uno en la localidad, o a 12 si sólo había uno, pasando los bienes de tales
Monasterios a poder del Estado
Por Ley de 29 de Junio de 1.821, se reducían en un 50 % los diezmos eclesiásticos.
Bibliografía:
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Varios: Actas de San Pedro de Montes, I.E.B. Ponferrada, 2.006
Fuentes Documentales:
Archivo Histórico Provincial de León
Sección de Protocolos Notariales
Cajas, 2.184, 2.347, 2.390, 2.584, 2.705, 2.786
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