Zaqueo: la visita de Dios, acogida y ternura sin prejuicios

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Una ayuda para el grupo
1. Para situar
Estamos llegando al fin de un largo viaje que
comenzó en el capítulo 9. Durante el viaje, no se
sabía bien por donde andaba Jesús, sólo se sabía que
Él iba en dirección a Jerusalén. Ahora, sobre el fin,
la geografía queda clara y definida. Jesús llega a
Jericó,la ciudad de las palmeras en el valle del
Jordán. Úlima parada antes que el peregrino llego a
Jerusalén. Fue en Jericó, que terminó el lago
camino del Éxodo de 40 años por el desierto. El
éxodo de Jesús también terminó.
En la entrada de Jericó, Jesús encontró un
ciego que querría ver. Ahora, atravesaba la ciudad,
Él encuentra a Zaqueo, un publicano que querría
verlo. Un ciego y un publicano. Los dos eran
excluidos. Los dos incomodaban al pueblo: el ciego
con sus gritos, el publicano con los impuestos. Los
dos son recibidos por Jesús, cada uno a su manera.
2. Un comentario
1. Lucas 19,1-2: la situación
Publicano era el que cobraba el impuesto público
sobre la circulación de la mercadería. Zaqueo era el
jefe de los publicanos de la ciudad. Un sujeto rico y
muy relacionado al sistema de dominación de los
romanos. Los judíos más religiosos argumentaban lo
siguiente: “¡El rey de nuestro pueblo es Dios! Por
eso la dominación romana contra nosotros es contra
Dios. ¡Quien colabora con los romanos, peca contra
Dios!” De esta forma, los soldados que servían en el
ejercito romano, y los cobradores de impuestos como
Zaqueo, eran excluidos y evitados como pecadores e
impuros.
2. Lucas 19,3-4: actitud de Zaqueo
Zaqueo quiere ver a Jesús. Como es muy pequeño,
corre adelante, trepa a un árbol y espera hasta que
Jesús pase. ¡Son muchas ganas de ver a Jesús!
Anteriormente, en la parábola del pobre Lázaro y del
rico sin nombre, Jesús hizo ver como es difícil para
un rico, convertirse. Aquí aparece el caso de un rico
que no se cierra en su riqueza, Zaqueo quiere algo
más. Cuando un adulto, una persona destacada en la
ciudad, se trepa a un árol, es por que ya no le
importa la opinión d elos otros. Algo más importante
lo mueve por dentro, está queriendo abrir la puerta
para el pobre Lázaro.
3. Lucas 19,5-7: actitud de Jesús, reacción del
pueblo y de Zaqueo
Lucas dice que todos murmuraban. Esto significa que
Jesús se estaba quedando solo en su actitud de
acoger a los excluidos, sobre todo a los
colaboradores del sistema. Pero a Jesús no le
interesan las críticas. En lugar de pecador lo llama
“hijo de Abraham”.
4. Lucas 19,8: Decisión de Zaqueo
Esta es la conversión producida en Zaqueo por la
acogida que Jesús le dio. Restituir cuatro veces era
lo que mandaba la ley en algunos casos (Ex. 21,37;
22,3). Dar la mitad de los bienes a los pobres era la
novedad que produjo en él el contacto con Jesús. Era
la actitud de “solidaridad” vivida concretamente.
5. Lucas 19,9-10: Palabra final de Jesús
El Reino de Dios es para todos. Nadie puede ser
excluido, la opción de Jesús es clara, su pedido
también: no es posible ser amigo de Jesús y
continuar su vida de siempore. Jesús abre el espacio
para una nueva convivencia.
Zaqueo: la visita de Dios
Acogida y ternura sin prejuicios
Lucas 19,1-10
Acogida
1. Un canto inicial
2. Crear un buen ambiente. Dar la bienvenida;
hacer que las personas se sientan a gusto.
3. Presentar brevemente el tema que va a ser
reflexionado, meditado y rezado en este
encuentro.
4. Pedir al Espíritu Santo que nos ilumina.
1. Oír la palabra del Evangelio de Lucas
que trae luz para nuestra vida.
1. Una situación de vida: para empezar a
conversar
Hoy vamos a escuchar como Lucas cuenta la
historia de Zaqueo, un cobrador de impuestos,
despreciado y excluido por la mayoría de los judíos.
¡Un adulto trepado a un árbol! Jesús percibió el
problema de Zaqueo y fue a visitarlo a su casa para
cenar con él. Fue criticado por este gesto, pero él
no hizo caso.
¿Cómo recibe nuestra comunidad a las
personas despreciadas y marginadas?
¿Somos capaces de percibir los problemas en
las personas y darles atención?
2. Clave de lectura
Durante la lectura vamos a prestar atención
alo siguiente: ¿Cuáles son las actitudes de Zaqueo, de
Jesús y del pueblo?
3. Rezar a la luz de la Palabra de Dios
para transformarla en vida
3. Lectura del texto: Lucas 19,1-10
Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.
Había un hombre llamado Zaqueo,
que era jefe de publicanos, y rico.
Trataba de ver quién era Jesús,
pero no podía a causa de la gente,
porque era de pequeña estatura.
Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro
para verle, pues iba a pasar por allí.
Y cuando Jesús llegó a aquel sitio,
alzando la vista, le dijo:
«Zaqueo, baja pronto;
porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»
Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Al verlo, todos murmuraban diciendo:
«Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
«Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres;
y si en algo defraudé a alguien,
le devolveré cuatro veces más.»
Jesús le dijo:
«Hoy ha llegado la salvación a esta casa,
porque también éste es hijo de Abraham,
pues el Hijo del hombre ha venido
a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
4. Momento de silencio
Sugerencias para la celebración:
2. Meditar la Palabra del evangelio para
que ilumine nuestra vida
1. Primero vamos a prestar atención a lo que
dice el texto en sí:
a. Narrar el texto con sus propias palabras
b. ¿Quién era Zaqueo? ¿Qué es lo que él hace, cómo
lo hace y qué dice?
c. ¿Cuál es la reacción del pueblo? ¿Por qué
reacciona así?
d. ¿Cuál es la actitud de Jesús? ¿Cómo va Él al
encuentro de Zaqueo?
e. ¿Cuál es la condición para poder ser hijo de
Abraham y que la salvación entre en su casa?
2. Ahora vamos a relacionar el texto con la vida
y ver qué nos dice a nosotros:
a. ¿Qué es lo que más te gustó del texto? ¿Por qué?
b. ¿Cómo percibimos que la salvación esta entrando
en nuestra casa, en nuestra comunidad?
c. La ternura acogedora de Jesús provocó un cambio
total en la vida de Zaqueo. La ternura acogedora de
nuestra comunidad, ¿provoca algún cambio en el
barrio?
1. Peticiones: ¿Qué es lo que este texto nos invita
a decirle a Dios? En forma de oración ponemos
todo aquello que reflexionemos sobre el
Evangelio y sobre nuestra vida. Terminar esta
parte con un Padre Nuestro.
2. Rezar un Salmo. Sugerencia: Sal 126 (125):
“Dios hace grandes cosas con nosotros”.
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