POSICIONAMIENTO SOBRE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA 30 DE ABRIL, DÍA DEL NIÑO, PRESENTADO POR LA DIPUTADA LAURA GONZÁLEZ MARTÍNEZ. 23 de abril de 2012 Dip. Víctor Silva Tejeda, Presidente de la Mesa Directiva del Honorable Congreso del Estado. Presente. La que suscribe, Laura González Martínez, diputada de esta LXXII Legislatura, integrante del Grupo Parlamentario de Acción Nacional, con fundamento en los artículos 8° fracción II y 241 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del H. Congreso del Estado, solicito a usted se inserte dentro del orden del día de la próxima sesión de Pleno, Posicionamiento sobre la celebración del día 30 de abril, Día del Niño. Cordialmente [Rúbrica] Dip. Víctor Silva Tejeda, Presidente de la Mesa Directiva del Honorable Congreso del Estado. Presente. Los que suscriben, Laura González Martínez, diputada de esta LXXII Legislatura, a nombre del Grupo Parlamentario de Acción Nacional, con fundamento en los artículos 8° fracción II y 241 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del H. Congreso del Estado, me permito exponer al Pleno el siguiente POSICIONAMIENTO: Decía el novelista inglés, Henry Graham Greene que el mejor olor es el del pan; el mejor sabor, el de la sal; y el mejor amor, el de los niños. Hace 58 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución a través de la cual se estableció el Día Universal del Niño con el fin de promover anualmente un día consagrado a la fraternidad y entendimiento entre todas las y los niños del mundo entero. Así, la ONU celebra dicho día el 30 de abril, en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, por cierto, el acuerdo de derechos humanos más ampliamente ratificado en el mundo. Como todo derecho humano, los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia. Por ello, varios documentos consagran los derechos de la infancia en el ámbito internacional, y nacional. Aunado a lo anterior, vale la pena recordar que fue Eglantine Jelf, fundadora de la Unión Internacional para el Bienestar del Niño y de la Caja Británica de Ayuda al Niño, la que impulsó justamente la Declaración de los Derechos del Niño, conocida también como Declaración de Ginebra, la cual sostiene que los hombres y las mujeres de todas las naciones reconocen que la humanidad debe dar al niño lo mejor de sí mismo. Así, a partir de la promulgación de la Convención sobre los Derechos de los Niños de 1989 se ha ido adecuando la legislación interna a los principios contemplados en la Declaración. La misma Convención establece estos derechos en 54 artículos y dos Protocolos Facultativos. Define los derechos humanos básicos que disfrutan los niños y niñas en todas partes, tales como el derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotación; y a la plena participación en la vida familiar, cultural y social. Así mismo, los cuatro principios fundamentales de la Convención – mismos que también deben ser ejes rectores en todas legislaciones tendientes a la protección de las y los niños– son la no discriminación; la dedicación al interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del niño. En México fue el presidente de la República el general Álvaro Obregón y Ministro de Educación Pública, el llamado educador de América el licenciado José Vasconcelos quienes establecieron esta celebración. Cuántas veces hemos dicho la frase: Los niños son la esperanza del mundo, pero ¿lo creemos? Necesitamos desde ya, convencernos de que esas palabras tienen forma y fondo. Hoy, el propósito de festejar el presente y futuro de nuestro país debe de ir más lejos que la organización de actividades culturales y de entretenimiento, de expresión artística y de distribución de juguetes. Hoy el propósito debe enfocarse en hacer énfasis en las necesidades de las y los niños de todo el territorio nacional y primordialmente de los de nuestro Estado. Tenemos más de 900,000 niños menores de 12 años. Del cual el 57% vive en el sector rural y 43% en el sector urbano. Recalcando que el 3% son indígenas. La desnutrición de niños entre 5 y 11 años es del 10.3%, por encima de la media nacional; el sobrepeso infantil es de alrededor del 30%, estamos entre los 5 primero Estados con esta problemática; 6 de cada 10 niños michoacanos viven en algún tipo de pobreza: en extrema el 13.8% y moderada el 47.6%. Respecto al trabajo Infantil, alrededor del 4.2% de los niños menores de 5-11 años y el 13% de los de 12-14 trabajan de forma ilegal. De estos niños el 52.6% ya no estudian. Es momento de generar un Pacto Social por la Transformación de la Educación en nuestras niñas y niños en el cual participemos todos los que tenemos que ver en la educación; maestros, alumnos, padres de familia y sociedad en general. En este sentido la educación debe ser el pilar para el desarrollo integral de nuestros menores, esencialmente debemos realizar tres acciones: 1. Recuperar el valor de la vida y la esperanza. • Michoacán es de los 4 Estados con mayor incidencia de bullying. • La delincuencia juvenil ha aumentado 30% en los últimos años y tan solo en Morelia, se han identificado 130 pandillas a las que pertenecen 1,500 jóvenes pandilleros. Por ello, debemos de impulsar desde las escuelas clases de música, en aras que por cada instrumento musical, exista un arma menos. • Asimismo, debemos recordar que desgraciadamente Michoacán es el Estado con mayor índice de intentos de suicidio en el país 30 mil jóvenes al año, por tal motivo, es menester recuperar el valor de la vida y la esperanza de un mejor futuro. 2. Mayor Participación de Padres de Familia. • Nuestros niños son los que menos días asisten a clase en nuestro país, sólo 160 días. • 2 de cada 3 niños reprobaron la prueba enlace en matemáticas y solo la mitad aprobó la prueba en español. • Sólo 6 de cada 100 escuelas cuentan con un consejo escolar con padres de familia. Por lo anterior, debemos lograr modelos efectivos de involucramiento de los padres de familia con la comunidad escolar. Los padres de familia deben unirse desde sus comunidades para ejercer el derecho a la participación colectiva y así, poder vigilar y proteger, mediante la denuncia y las recomendaciones constructivas, la educación del futuro de este Estado, que son nuestros niños. 3. Dignificar Nuestras Escuelas. • En Michoacán hay una grave deficiencia de infraestructura. Sólo una quinta parte de primarias se encuentra en buenas condiciones. • 5 de cada 100 escuelas tienen algún laboratorio, 3 de cada 100 algún taller, y tan sólo 2 de cada 100 cuentan con una biblioteca. • Sólo 1 de cada 5 primarias y 1 de cada 4 secundarias tiene acceso a internet. Así, el compromiso debe ser dignificar las escuelas en aras de generarles una mejor educación, traducida en un mejor presente y futuro, no sólo profesional, sino humano. Citando a Susana Sottoli, representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia se debe proteger el derecho de la niñez no como sujetos vulnerables, sino como sujetos de derecho, y esto significa que (en su atención) concurren varias instituciones: educación, salud, cultura, deporte, y esto es clave que se diseñe de manera integral. Todo lo anterior, con la firme convicción de que el cuidar y atender a la niñez son factores fundamentales del progreso humano, de nuestro Estado y de nuestra Nación.